Investigación de 3 Juan

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31-6-2023 LIBRO DE 3

JUAN
PANORAMA GENERAL

Carlos Lara
EPÍSTOLAS III
IBRO

Libro de 3 Juan

Autor: El libro de 3 Juan no menciona directamente a su autor. La tradición de los


primeros días de la iglesia, ha sido que el apóstol Juan es el autor. Ocasionalmente han
surgido dudas por parte de aquellos que piensan que es posible que éste haya sido escrito
por otro discípulo del Señor llamado Juan, pero la evidencia señala que el autor fue Juan.

Fecha de su Escritura: El Libro de 3 Juan fue escrito probablemente al mismo tiempo que
las otras cartas de Juan, 1 y 2 Juan, aproximadamente entre el 85 y 95 d.C.

Propósito de la Escritura: El propósito de Juan al escribir esta tercera epístola es triple.


Primero, él escribe para elogiar y animar a su amado colaborador Gayo, en su ministerio de
hospitalidad hacia los hermanos viajeros, quienes iba de un lugar a otro para predicar el
Evangelio de Cristo. Segundo, indirectamente él advierte y condena la conducta de
Diótrefes, un líder dictatorial quien se había enseñoreado de una de las iglesias en la
provincia de Asia, y cuyo comportamiento era totalmente opuesto a todo lo que el apóstol
y su Evangelio enseñaban. Tercero, él elogia el ejemplo de Demetrio cuyo buen testimonio
fue avalado por todos.

Versos Clave: 3 Juan 4, “No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en
la verdad.”

3 Juan 11, “Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero
el que hace lo malo, no ha visto a Dios.”

Breve Resumen: Juan está escrito con su habitual subrayado énfasis en la verdad, a este
muy amado hermano en Cristo, Gayo, un laico de cierta riqueza y distinción que vivía en
una ciudad cercana a Efeso. Él elogia grandemente el cuidado y la hospitalidad de Gayo
hacia sus mensajeros, ya sea que fueran conocidos de él o no, y cuya misión era llevar el
Evangelio de un lugar a otro. Juan lo exhorta a continuar haciendo el bien y a no imitar lo
malo, como en el ejemplo de Diótrefes. Este hombre se había apoderado del liderazgo de
una iglesia en Asia, y no sólo se rehusaba a reconocer la autoridad de Juan como un
apóstol, sino también a recibir sus cartas y seguir sus instrucciones. También hacía circular
maliciosas calumnias en contra de Juan y excomulgaba a los miembros que
proporcionaban ayuda y hospitalidad a los mensajeros de Juan. Antes de concluir su carta,
Pedro también elogia el ejemplo de Demetrio, de quien había oído excelentes reportes.

Conexiones: El concepto de ofrecer hospitalidad a extraños tiene un amplio precedente en


el Antiguo Testamento. Hechos de hospitalidad en Israel, incluían la humilde y cortés
recepción de forasteros en la casa para alimentar, alojar y proteger (Génesis 18:2-8; 19:1-8:
Job 31:16-23, 31-32). Adicionalmente, las enseñanzas del Antiguo Testamento pintan a los

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israelitas como un pueblo extranjero que dependía de la hospitalidad de Dios (Salmo


39:12) y a Dios como El que gentilmente cubrió sus necesidades, los redimió de Egipto, y
los alimentó y vistió en el desierto (Éxodo 16; Deuteronomio 8:2-5).

Aplicación Práctica: Juan, como de costumbre, enfatiza la importancia de caminar en la


verdad del Evangelio. La hospitalidad, ayuda, y ánimo para nuestros compañeros cristianos,
es uno de los principales preceptos de las enseñanzas de Jesús, y Gayo era obviamente un
destacado ejemplo de este ministerio. Nosotros debemos hacer lo mismo siempre que
podamos, dar la bienvenida a visitantes misioneros, predicadores y extranjeros (en tanto
estemos seguros de que son creyentes) no solo a nuestras iglesias, sino también a nuestras
casas, y ofrecerles cualquier clase de ayuda y ánimo que necesiten.

También necesitamos ser cuidadosos de seguir el ejemplo sólo de aquellos cuyas palabras
y acciones estén de acuerdo con el Evangelio, y estar lo suficientemente alertas, para
detectar a aquellos semejantes a Diótrefes, cuya conducta está muy lejos de parecerse a lo
que Cristo enseñó.

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