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VUÉLVASE EXPERTO EN EL

MATRIMONIO
23 CLAVES PARA TRIUNFAR COMO PAREJA

EDITORIAL MQV

Bruno Valle G.
Publicado por:
Editorial “Más Que Vencedores”.
Managua, Nicaragua, C.A.

Editorial Más Que Vencedores tiene como objetivo ofrecer literatura llena de principios y valores espirituales que ayuden al
crecimiento del creyente.

ISBN 978-99964-0-483-2

Managua, Nicaragua.
Tel. 22895549.
Corrector de estilo: Juan Carlos García
brunovalleg@hotmail.com
facebook.com/brunovallego
www.youtube.com/user/brunovalleg

Esta obra es propiedad intelectual de


Bruno Valle G.
Managua, Nicaragua, 01/01/16
Dedicado:

A Verónica Mendoza, la paciente mujer


que ha estado a mi lado todos estos años, esperando mi
crecimiento como esposo. Espero que su paciencia haya valido la
pena.
Contenido

Presentación
Un Secreto Para La Felicidad Conyugal
Cómo Ser El Marido Casi Perfecto
Conozca Bien A Su Mejor Amigo
Amor Vs. Celos
Humor, La Chispa De Un Matrimonio Feliz
Dinero: ¿Quién Tiene El Control?
Cómo Prevenir El Peligro De La Infidelidad
Conviértase En El Mejor Coach De Su Cónyuge
El Secreto Del Buen Hablar Es Saber Escuchar
¿Caminarán Dos Juntos Sin Estar De Acuerdo?
El Poder Del Perdón Conyugal
Elogio Y Admiración,
Herramientas Que Fortalecen Las Relaciones
Cuidado, ¡Intrusa En La Alcoba!
S.O.S. ¡Ya No Soporto A La Familia De Mi Cónyuge!
¡Cuidado Con Los Intrusos Tecnológicos!
Matrimonio En Piloto Automático: La Rutina
Solo Para Hombres.El mapa para conquistar el corazón de una esposa
Mucho Cuidado Con La Intolerancia
Matrimonios Que Crecen
Cómo Vivir Una Luna De Miel Para Siempre
Matrimonio, Una Obra De Arte
Un Velero Llamado Libertad
El Triángulo Amoroso Perfecto
Carta De Un Esposo…
Presentación

En una interesante anécdota escrita por Ken Blanchard, leí una de las verdades más impactantes
que todo matrimonio debe experimentar. Dice Blanchard que preguntó a un joven indio la

“diferencia más grande” entre un matrimonio arreglado en la India y el típico matrimonio

estadounidense. Obviamente la pregunta tenía en el fondo un poco de malicia, pretendiendo que

los matrimonios estadounidenses se realizan con amor, dejándolo así ver como mejor que un

matrimonio arreglado, como suelen hacerse en el oriente.

La respuesta del joven de veinte años fue muy sabia: Creo que en un matrimonio hindú uno
supone que con el tiempo uno se enamorará de la persona con la que se casa. En los matrimonios
americanos me da la impresión de que uno se enamora antes de casarse, y luego durante el
matrimonio se desenamora.[1]

Esto tiene mucho sentido: el día del matrimonio debería ser el día que menos amamos a
nuestro cónyuge. A partir de ese momento, el amor entre ambos debería crecer, fortalecerse
cada día más. Uno debe hacer todo lo posible por volverse experto en el matrimonio, es
decir, aprender a manejar esa relación, mejorarla cada día. Lamentablemente, la realidad
nos dice otra cosa: después de casarnos nos vamos “desenamorando”, al punto que millones
de parejas terminan en divorcio cada año.

Sin duda alguna el matrimonio es algo complejo, especialmente si no le prestamos la atención


debida para sacarlo adelante. Solemos decir que “no venimos con un manual que nos indique
cómo ser buenos esposos”. Sin embargo, este pretexto es la razón más poderosa para dedicarnos a
aprender. ¡Así que no sabe nada sobre el matrimonio! Solo tiene dos opciones: la primera es “no
se case”, y la segunda es “aprenda”.

Escribí este libro poco a poco, bajo reflexión constante, mientras aplicaba a mi propio
matrimonio los consejos que le ofrezco en él. Pude ver progreso en un lapso de tres años, el
tiempo en que investigué y escribí cada capítulo. Cada cosa que descubría se convertía para
mí en una convicción, pues sé muy bien que no vale la pena saber algo y no practicarlo. En
este sentido, puedo garantizarle que su matrimonio podrá tener muchísimo éxito solo si
practica estos consejos. Nada pasará en su matrimonio si a pesar de saber la ruta, usted no
camina por ella.

El matrimonio tiene muchos perfiles: las diferencias entre hombre y mujer, la administración del
dinero, las dificultades que generan las interferencias de terceros en la relación conyugal, ya sea
la suegra o parientes de la pareja; los nuevos retos que enfrentamos con la tecnología, la cual
puede convertirse en un peligro para la relación de los esposos; los detalles que debemos aplicar
a diario para mantener nuestra relación llena de cariño y aprecio el uno por el otro, el arte de la
comunicación, etc. Sin ser exhaustivo, he procurado incluir las muchas temáticas que atañen al
matrimonio.

Soy consciente que hay muchas otras cosas que descubrir para mejorar como pareja, pero
también sé que seguiré aprendiendo para mejorar como esposo. Después de todo, de eso se
trata: aprender las creencias, hábitos e ideas que nos convertirán en expertos en el
matrimonio.

Bruno Valle G.
Managua 01/01/16.
Un Secreto Para La Felicidad Conyugal

Las diferencias, ¡CUÁN SALUDABLE ES ENTENDERLAS! Cuando damos el “Sí” en el altar,


lo hacemos con la esperanza de una vida feliz al lado de nuestra pareja. Sin embargo, poco a poco

van apareciendo en él o ella esas cosas irritantes que no comprendemos, que nos frustran y nos

hacen desesperar. Una de las causas que llevan a que un hombre y una mujer se enfrenten durante

su matrimonio, es desconocer las diferencias entre ellos, tanto biológicas, físicas y sicológicas. Si

comprendemos las razones por las cuales ciertas conductas son reiterativas en nuestro cónyuge,

llegaremos a ser más tolerantes y a llevar la fiesta en paz, con el propósito de lograr una relación

armoniosa y complementaria.

Veamos algunas de esas diferencias:


A. En el Físico:

¿Ha notado que los hombres tienen los hombros más anchos que las mujeres, que las manos de él
son unos dos centímetros más largas y que en general las mujeres son proporcionalmente más
lindas físicamente que los hombres? La genética ha determinado que las mujeres tienen menos
masa muscular en el tronco, que los hombres. Además son capaces de producir unos dos tercios
de la fuerza de un hombre. Sin embargo, en la parte inferior del cuerpo, las diferencias de fuerza
son menos notorias, e incluso, si se toma en cuenta la fuerza con relación a la masa muscular de
que disponen las mujeres, esta es ligeramente superior en el sexo femenino en esa parte de su
cuerpo. Las mujeres tienen más estrógeno, hormona femenina que interfiere en el crecimiento
muscular e incrementa la grasa corporal.

Mi esposa acostumbraba decirme: “te quisiera ver pariendo un bebé, no soportarías ese
dolor”. Y tenía razón, porque ellas sienten el dolor de una forma diferente, esto es para
ayudarles a lidiar con los fuertes dolores del parto y los dolores menstruales. ¡Vaya que son
diferentes!

Esto nos da una gran lección: como dice el antiguo proverbio, “trátala como a un vaso
frágil”. Y a ellas: él es más fuerte, y por naturaleza, quiere sentirse respetado y admirado.
Esto nos debería ayudar a entender que no podemos demandar esfuerzos más allá del
diseño biológico que cada uno posee. Hombres y mujeres somos diferentes
físicamente, y es necesario respetar ese diseño.
B. En términos de comunicación:

¿Sabías que las mujeres hablan un promedio de 27,000 palabras al día y los hombres solo 10,000?
El problema está en que cuando el hombre llega a casa, ya se gastó unas 9,999 de su total de
palabras del día, así que conversar es más difícil para él que para ella. La mujer anglosajona ha
salido del hogar a la oficina, al trabajo, etc. y ha encontrado muchas formas de comunicarse, así
que en casa habla menos, es más independiente. Mientras que la mujer latina, más hogareña,
espera a su esposo con sus 27 mil palabras. Son muchas ráfagas de conversación, algunas veces
abrumadoras para el hombre común.

Si entendemos este aspecto de las diferencias, podremos mejorar nuestra comunicación en un alto
porcentaje: ella habla más, él menos. Tanto para el uno como para el otro requiere un esfuerzo de
adaptación. Nadie debe ganar ni perder en este asunto, debe prevalecer la comprensión de la
diferencia. No es que él no quiera conversar, es que así es su diseño, parco, menos conversador que
ella. Y no es que ella hable demasiado, sino que tiene un “formato de comunicación especial”.

Por lo general tengo la costumbre de caminar una hora y media diariamente. Siempre lo hago por
las noches, pero en cierto tiempo lo hice a las seis de la mañana. En esas caminatas pude ver a
varias señoras también caminando, pero muy entretenidas. Al parecer eran amigas que se habían
puesto de acuerdo para salir y realizar dichas caminatas.

Por un tiempo dejé de caminar por las mañanas y seguí por las noches. Unos tres meses después,
volví a mi turno de la mañana. ¡Sorpresa! Allí estaban las mismas señoras caminando de la misma
manera, y esta vez, noté que a un par de ellas se había unido otra señora. ¡Wow! ¿Qué había
mantenido a todas esas damas en la disciplina de la caminata diaria por muchos meses? Después
de observarlas por varios días y pensar en el porqué, comprendí la razón: ese tiempo de caminata
para ellas era terapéutico, pues cada vez que las encontraba de frente, las miraba conversar
amenamente. ¡Ese era el tiempo en el cual podían conversar sin límites!

Debo aclarar que casi no vi matrimonios caminando juntos, y una pareja que recuerdo, él iba
delante de ella y ella caminaba tras él jadeante por la dureza de la caminata.
C. En el campo sicológico:

En una ocasión una señora me llamó asustada porque había sido agredida por antisociales.
En la llamada telefónica me describió un “gran” agujero que le hicieron en el techo
producto de una pedrada. Realmente se oía muy alarmada, y la situación parecía muy
grave. Llegué en pocas horas para consolarla y ofrecerle mi apoyo con su techo. Al entrar
a la casa, saludé, e inmediatamente busqué el gran agujero en el techo. No vi nada, y le
pregunté cuál era el agujero. Enseguida me señalaron un pequeño orificio de unos tres
centímetros de diámetro. Yo me eché a reír por el “gran agujero del techo”. Cuando la
señora y su hija vieron mi reacción, lloraron. Me sentí avergonzado y les pedí perdón,
sencillamente porque yo no podía visualizar la magnitud que tenía para ellas la situación
que estaban atravesando. Francamente el agujero era pequeño, pero para ellas se trataba
del “inmenso agujero que las dejó durmiendo a la intemperie”. Y es que las mujeres
tienden a preocuparse más que los hombres, y por eso son más proclives a la depresión y
a maximizar lo que para el hombre es algo simple. Por eso, es conveniente darle más
importancia a los problemas que ellas nos comunican.

¡CUIDADO! Ella tiene una “memoria emocional de largo plazo”, así que en una riña le recordará
el desatino que tuvo con ella cuando estaban de novios 25 años atrás. Pero el hombre es diferente,
mete la pata y olvida en cuestión de pocos días. Da vuelta a las páginas de la vida con más
rapidez. Por esa razón, para el hombre es más fácil entrar a otra relación poco tiempo después de
haber dejado una.

Dicen que las mujeres son una guía telefónica, recuerdan casi todos los números telefónicos que
usted les pregunte. Si olvida un número o no lo escribió: “amor, ¿cuál es el número de…?” Y
enseguida tendrá la respuesta. ¡Ah!, pero una mañana la nota enojada, no le habla y le lanza
unas miradas matadoras. ¿Qué te pasa? le pregunta usted, Y ella le dice, ¡Cómo es posible
que te olvidaras qué día es hoy! -¿Qué día es hoy?- le pregunta, y ella responde con detalles
que es el día del aniversario del primer beso que se dieron. O de repente ella dice: hoy es
el cumpleaños de fulanito, de zutanito, etc. ¡Qué memoria! Mi esposa y mi hija
constantemente mencionan los cumpleaños de los familiares cercanos y lejanos.

Los hombres no somos así. Se nos critica porque algunas veces olvidamos fechas importantes,
como un aniversario, el cumpleaños de uno de nuestros hijos, etc. ¡Increíble! ¿Cómo es que
puedes olvidar esta fecha tan importante? Bueno, es que así estamos diseñados. En una ocasión,
yo olvidé que ese día cumplía años, hasta que en cierto momento como que desperté y me dije: un
momento, hoy estoy de cumpleaños.

Por otro lado, los hombres funcionan con base en objetivos, y las mujeres con base en procesos.
Para el hombre las cosas se acaban cuando alcanzaron el objetivo, para las mujeres lo que
importa es el proceso para obtener lo que quieren, no la meta en sí. Ellas disfrutan el proceso,
ellos los logros.

Esa capacidad de ellas de hacer mil cosas a la vez es fabulosa. Investigando sobre el porqué los
hombres no podemos concentrarnos en dos cosas al mismo tiempo, (hecho que mi esposa me
reclama tanto, y se pone como ejemplo diciéndome que ella sí puede estar en mil cosas a la vez)
encontré la siguiente información, en terapiaonline.co:

Los hemisferios cerebrales derecho e izquierdo están conectados por fibras nerviosas llamadas el
cuerpo calloso. Esta banda de fibras permite que los hemisferios se conecten entre sí e
intercambien información.
Pero lo que marca la diferencia entre hombres y mujeres es el grosor de ese cuerpo calloso. El
neurólogo Roger Gorski de la Universidad de California, confir​mó que el cerebro de una mujer
tiene un cuerpo calloso más grueso que el del hombre y por eso la mujer tiene un 30% más de
conexiones entre los hemisferios de su cerebro que el hombre. El prestigioso neurólogo también
demostró que el hombre y la mujer utilizan diferentes zonas cerebra​les para realizar una misma
tarea.

Además, las investigaciones revelan que el estrógeno, la hormona femenina, impulsa a las
células nerviosas a establecer más conexiones entre los dos hemisferios cerebrales. Los
estudios revelan que a más conexiones, más fluidez en el habla. Este hecho también es el
responsable de la habilidad que muestran las mujeres para llevar a cabo dos tareas que no
están relacionadas y, asimismo, pone sobre la mesa hechos que hasta ahora se habían
incluido bajo la expresión «intuición femenina». Por todo esto, es razonable que las
mujeres tengan una mayor percepción a nivel intuitivo que el hombre; esto hace que ellas
puedan emitir juicios precisos sobre per sonas y situaciones.

Ahora bien, el cerebro del hombre está especializado, está dividido en secciones y
configurado para concentrarse en una tarea específica. Esta es la razón por la que muchos
hombres se quejan de que no pueden hacer dos cosas a la vez. «Cuando está leyendo el
periódico o viendo la televisión, ¿por qué no escucha lo que le digo?» dice ella. Esta es una
queja que todas las mujeres del mundo han pronunciado en algún momento. La respuesta es
que el cerebro masculino está configurado para hacer sólo una cosa porque tiene menos
conexiones de fibras nerviosas entre los dos hemisferios cerebrales y porque su encéfalo está
dividido en más secciones. Si se hace un escáner cerebral del hombre mientras lee, se com​probará
que está virtualmente sordo.
Cuando leí esta información no podía parar de reír. Somos así naturalmente, no es algo
intencional. ¡Señoras, entiéndalo, por favor!

D. Y en el amor…

Llegamos al punto delicado: el amor. También presentamos diferencias emocional y sexualmente


alrededor de este tema. Para seducir la mujer le da la vuelta al mundo, el hombre quiere ir al
grano. En la sexualidad para la mujer es más importante el antes y el después, al hombre le
interesa más el momento. Esto nos da a los hombre una buena pista para tener una vida sexual más
plena con nuestra esposa: Iniciemos la labor mucho antes que la acción: con palabras, con una
caricia, con un poco de atención, todo lo posible para que ella esté más dispuesta en el momento
preciso. Si el hombre solo da énfasis a ese momento, la mujer se sentirá utilizada y no amada.

Una de las razones de la frigidez femenina es el estado emocional de la mujer hacia su


esposo. Si ella se siente herida, traicionada u ofendida, difícilmente podrá estar lista para el
amor, todo lo contrario, sentirá un rechazo tan grande, que puede ser mal interpretado por el
varón. En millones de casos, aunque ella no quiera, le molesta que él se acerque, ella cederá,
pero no obtendrá nada de la relación. ¡Señores, cuidado con la forma en la que les hablamos o
las tratamos!
Hombres, recordemos que con ella no podemos ser directos. En este punto es muy conveniente que
el hombre se adapte a las necesidades de la mujer, y no al contrario, pues el hombre debe
conquistar a su compañera. Si hacemos del acto del amor toda una ceremonia, ella sentirá que a su
“galán” no le falta nada, y el hombre sentirá que es capaz de satisfacer plenamente a su esposa.

Por último, recordemos que los hombres son más visuales, las mujeres más auditivas. Él necesita
ver a una mujer bella permanentemente, por eso, ellas deben dar mucha atención a su apariencia.
Hablando de esto, un esposo complacido, comentó: “¿Por qué tengo que salir a la calle a buscar
un Volkswagen, si en mi casa tengo un Cadillac”. No se podría decir mejor cuán importante es
para el hombre tener una esposa que preste mucha atención a su apariencia. A ellas el amor les
llega por el oído, cuidado con ser ásperos o criticones.

Reflexione:
Mi suegro acostumbraba decir: “están cien hombres en una casa y no pelean, pero dejemos a
dos mujeres en la misma casa, y se matan.” ¿Será verdad? Bueno, el asunto es que las
diferencias son muy puntuales. Sin embargo, debemos buscar ese estado de
complementariedad que nos ofrecen las diferencias. Al comprender estos y otros puntos que
hacen la diferencia, la comprensión hacia nuestra pareja aumentará, y la relación mejorará.
Cuando sumamos las diferencias podemos tener un excelente resultado: la combinación
perfecta.

Otras diferencias:
El hombre llega del trabajo a comer, ver tv, a la cama, etc. La mujer llega
del trabajo a seguir trabajando en casa.

Cuando el hombre sale de viaje, se olvida del hogar. Cuando la mujer lo hace,
jamás sale de él.

¿Ha notado lo que cuesta que una señora salga de casa, mientras el hombre
está listo en el momento correcto? Como ellas se preocupan más que ellos, quieren
dejar el mundo arreglado en un minuto antes de salir.

Y si están en un lugar público, el hombre va rápido al baño y va solo, las


mujeres van en grupo.

En el bolso de una señora se puede encontrar casi cualquier cosa, lo ponen todo
allí. En la mochila del hombre solo lo esencial.
Cuando va de compras él quiere ir directo por el producto, ella repasa el
supermercado entero, aunque sabe dónde están las cosas que quiere.

Con un closet repleto de ropa, ella dice: no tengo nada que ponerme. Con un
closet casi vacío, él mira su viejo y preferido traje, y dice: aguanta unas cuantas puestas
más.
Cómo Ser El Marido Casi Perfecto[2]

Toda mujer sueña con encontrar el “marido perfecto”, lo cual, por supuesto, es misión

imposible. Sin embargo, podemos llenar muchas de sus expectativas y lograr un matrimonio de

éxito.

Si usted quiere saber los secretos que lo harán un mejor esposo, a continuación le ofrezco las
ideas que ofrecieron más de mil mujeres, quienes dieron su opinión sobre el marido que les
gustaría tener.

Cinco áreas son fundamentales de llenar en el mundo de una esposa. En estas poco importan el
dinero, la apariencia o la perfección. Con algo de esfuerzo podremos solidificar nuestro
matrimonio y nos habremos convertido en “el marido casi perfecto”.

1. Comunicación

De todas las áreas en las cuales las esposas quieren sentir mayor atención, la comunicación es la
roca fundamental. Por naturaleza, las mujeres son más expresivas que los hombres y siempre están
dispuestas a escuchar. Ella quiere saber los secretos de su esposo, que él tenga la confianza de
contarle sus problemas. Quieren ser escuchadas también. Mandarle un mensaje de texto o una
llamada telefónica le hará ver que siempre estás pensando en ella y que es importante para ti.
Además, no esperes que ella te cuente, pregúntale cómo se siente, posiblemente ella está
necesitando decirte algo.

Ojo: piensa antes de hablar. Las palabras pueden hacer daño y llegar a lo más profundo. Y no
olvides tener una palabra de elogio y reconocimiento para las buenas acciones de ella, pero no te
destaques para criticarla por un error. Algo esencial, cuando estés equivocado, pide disculpas, no
des por sentado que serás disculpado sin pedirlo. Y: dile a tu esposa que ella es lo mejor que te ha
sucedido, elevarás su autoestima y mantendrás encendido un corazón a tu favor.

2. Amor y afecto

Una acción vale más que mil palabras, demuéstrale que la quieres en vez de solo decírselo.
No olvides que los detalles son importantes, llénala de ellos. Los gestos de cariño siempre
son bienvenidos para ellas y los toman muy en cuenta, un beso, una caricia, un abrazo.

Por ningún motivo del mundo olvides las fechas especiales. Alguien escribió este concepto del
matrimonio: “El matrimonio es la alianza de dos personas, una de las cuales jamás se acuerda de
los cumpleaños, y la otra jamás los olvida”.
No cometas el error de dormir dándole la espalda, aunque no te lo diga, le molesta. Jamás te
olvides del romance, para ellas es el “santo grial” de la relación. Linda, de 40 años, escribió
sobre esto: “No dejes nunca de cortejarme, de impresionarme y de coquetear conmigo, del mismo
modo que lo hiciste la primera vez que nos vimos. Puede que mi cuerpo esté envejeciendo, pero
en mi mente sigo teniendo dieciocho años.”
3. Hogar y familia

Cuando llegues a casa, deja el trabajo en su lugar, pues el hogar es un recinto sagrado en el
cual debes dedicar tiempo a tu esposa e hijos. No ignores a tu esposa cuando te pide ayuda
con los niños, ella necesita tu respaldo. Ayuda a los niños con la escuela, pues esto no es solo
una carga de ella. Los niños que tienen atención de sus padres en los asuntos escolares tienen
un mejor rendimiento académico. Pasa tiempo con tus hijos, a ellos les hará bien, y ella te
verá como el mejor padre del mundo.

Dicen que los hombre somos mejores cocinando que las mujeres, por eso, de vez en cuando,
cocina tú y prepárale algo sabroso. Y por supuesto, no te olvides de dar mantenimiento a la casa
en tus ratos libres.

4. Aceptación y apoyo

Recuerda decir a tu esposa cada día lo mucho que le agradeces por las cosas que hace por ti. No
te limites a decir a los demás lo orgulloso que estás de ella, díselo a ella. Apóyala en público y
discute las diferencias en privado. Y como el mundo de ellas es bien complejo, hazle sentir tu
presencia en todo momento. Al respecto, Bety de 31 años escribió: “Cuando tenga una explosión
emocional, no te marches de la habitación. Haz que te importe lo suficiente para quedarte ahí
sentado, ESTAR conmigo, y abrazarme cuando lloro”.
Jamás intentes controlar a tu esposa. Tiene su propio cerebro y puede pensar de manera
independiente de ti. No intentes pasarte de listo, pensando que siempre tienes la razón y
ella es irracional y equivocada. ¡Cuidado! Ellas suelen ser más listas.

No esperes hasta que te pida ayuda, ofrécela voluntariamente. Cuando tu esposa parezca
estresada, pregúntale: ¿qué necesitas que haga ahora mismo? Recuerda que “el marido casi
perfecto” se dará cuenta de que su esposa tiene ojeras e insistirá en que ella descanse.
5. Nosotros

Por lo menos una vez a la semana salgan para estar solos y disfrutarse el uno al otro. Ella
espera ansiosamente que ese día llegue. Cuando el esposo procura esas salidas con ella, la
convence de cuán especial sigue siendo para él. Esto la llena de seguridad. Una esposa
contenta escribió el siguiente email: “lo que haces conmigo es más importante que lo que
haces para mí.”

Trata a tu mujer como tratarías a tu mejor amigo. Habla, haz bromas y diviértete con ella. Cuéntale
las cosas que jamás le has contado a nadie más. Y cuando salgas con tus amigotes, llámala y dile
que la extrañas.

Trata a tu esposa como si fuera una reina y la mujer más increíblemente hermosa del mundo.

Reflexione:
Ser el marido perfecto es imposible, pero ser “el esposo casi perfecto” es una meta real.
Podemos mejorar nuestro matrimonio y tener un hogar feliz con un poco de esfuerzo.
Conozca Bien A Su Mejor Amigo

Recientemente un amigo de la Florida me contó esta historia:


Una señora que tenía tres años de casada con su esposo americano fue a una entrevista a aplicar
para hacerse ciudadana. La delegada le hizo básicamente tres preguntas:
¿Se casó con él solo para obtener papeles? – Ella respondió que no.

¿Ama a su esposo realmente? – Por supuesto dijo que sí.

La tercera pregunta fue la más importante:


Ya que tiene tres años de casada con su esposo, usted lo conoce muy bien;
entonces dígame ¿qué color de ropa interior está usando en este momento?
La mujer respondió sin vacilar: negra. La delegada pidió a un oficial que llevara al
marido, el cual estaba presente en la entrevista, a una oficina aparte y examinara el
color de ropa interior del hombre. Cuando el oficial lo hizo, efectivamente, la mujer
había dado la respuesta correcta. – Felicidades – le dijo la delegada – ha obtenido usted
su ciudadanía.
Uno puede reírse con una ilustración como esta, sin embargo, tiene una gran enseñanza para el
matrimonio: conocer a nuestro cónyuge es vital para el crecimiento de la relación. Quien se
dedica a este aprendizaje demuestra interés por su relación y el deseo sincero que esta crezca y
triunfe.
¿Qué hay de malo en probar?

Muchas parejas en el mundo que conviven sin estar formalmente casadas, argumentan que es
preferible no tener lazos fuertes como el matrimonio, porque “si les va mal, mejor se
separan”. Pero francamente, es muy difícil aceptar que uno puede comenzar a convivir con
una persona y no conocerla bien antes de iniciar una relación. Si conocemos a la persona con
la cual queremos formar una vida, difícilmente abandonaremos esa relación. ¿No cree usted
que hasta sería peligroso iniciar una relación con alguien que no conoce? Uno no empieza una
relación para luego terminarla, sino para hacerla crecer y triunfar. El matrimonio no es para
probar, es para realizarnos como seres humanos.
No hay espacios libres
Muchos cónyuges dicen que aunque están casados “necesitan su espacio, su privacidad”. Cuidado
con esto, una relación matrimonial es el vínculo más íntimo que los seremos humanos podemos
crear, por lo tanto, no hay razón alguna para que uno de los dos quieran tener “su espacio
privado”, guardando algunos secretos y manteniendo privacidad. En el matrimonio el
individualismo no existe, se acabó.
Nos conocemos para entendernos
mutuamente y aceptarnos
¿Conoce usted las aspiraciones de su cónyuge? ¿Sabe cuál es su tipo de sangre? ¿Cuáles son sus
temores? Se ha comprobado que un motivo de distanciamiento en las parejas es la falta de
conocimiento entre sí.
El aprendizaje de la personalidad del cónyuge trae consigo dos beneficios enormes:
entendimiento y aceptación. Cuando conocemos el porqué de una reacción o comportamiento del
cónyuge, llegamos a entender esa reacción. Sino es una conducta perniciosa podemos hasta llegar
a aceptarla.

En cambio, la falta de conocimiento solo trae frustración y aislamiento. Si la frase “el


conocimiento es poder” es verídica, en el matrimonio lo será mucho más. Incluso, al conocer
las particularidades de nuestra pareja, podemos complacerla con algunos detalles: su comida
favorita, el tipo de entretenimiento que le agrada, detalles específicos que pueden alegrar su
día, palabras que le gustan para animar sus aspiraciones, etc. El conocimiento del cónyuge
trae como resultado una mejor convivencia.

¿Qué cosas aprender?


La conversación es la mejor forma de conocer a quien más amamos. Así que la comunicación es
nuestra mejor aliada. Un ejercicio práctico sería tomar una sesión de una hora de conversación
para indagar aquellas cosas útiles sobre nuestra pareja.

Un tema de importancia es la infancia. Conocer la vida del cónyuge desde su niñez puede darnos
una clara visión de algún comportamiento, y si hubo algún problema sabremos cómo tratarlo, pues
conocemos las raíces. En la infancia y el entorno se encuentra la base de la formación de la
personalidad. Conocer esta etapa es sumamente necesario: el colegio al que asistió, los amiguitos
que tuvo, el ambiente del hogar, sus anhelos de aquel entonces, etc.
Las aspiraciones. Por supuesto, todos tenemos sueños, y necesitamos motivación para lograrlos.
Posiblemente, para construir el edificio del matrimonio, este sea el ladrillo más importante de todos.
Como motivador de las personas, he notado que es muy estimulante que alguien nos diga “adelante, tú
puedes”, “tienes talento y lo vas a lograr”, etc. Cuando alguien motiva nuestras aspiraciones tenemos
un doble impulso para alcanzar lo que soñamos. Este beneficio se multiplica en el hogar porque no
solo nos anima a conquistar, sino que da seguridad a nuestra personalidad. Cuando nos motivan
constantemente, la seguridad y la confianza son los resultados naturales.
Temores, si los hay. Aunque estos pueden ser infundados, es recomendable conversar
sobre ellos, pues de esa manera podemos evacuar ciertas dudas y superar algunas
incertidumbres. El temor es común a todos los seres humanos, y puede ser la raíz de
algunas enfermedades, tanto físicas como mentales. El temor es negativo y se manifiesta
en forma de sentimiento, pensamiento o reacción física, así que indagar sobre ello es lo
mejor para ayudar a nuestro consorte a superarlo, sobre todo por las graves consecuencias
que puede acarrear.
Gustos y pre fe re ncias. Cuando conocemos los gustos y preferencias de nuestro cónyuge
podemos tener muchos detalles que abonarán positivamente la relación.
Algo que evitar
Al conversar procurando un mejor conocimiento de nosotros mismos con nuestra pareja, evitemos
convertirnos en jueces o simplemente emitir juicios: “No puedo creer que hayas hecho semejante
cosa”, “realmente tu familia es un desastre…” etc. Cuando emitimos juicios y críticas, echamos a
perder todo lo que esperamos lograr, pues la crítica entierra. Nuestro cónyuge se puede arrepentir
de habernos confesado algo que creyó nos interesaría y en lo cual podíamos ayudarle. ¡Evite
convertirse en juez!

Reflexione:
Una serie muy exitosa de televisión se titula “Conocido desconocido”. En ella se relatan las
historias reales de personas que convivieron muchos años con alguien que al final resultó ser
un asesino. Tales historias destacan lo peligroso que es convivir con alguien que no
conocemos.

Si usted aún no conoce muchos detalles de su pareja, lo animo a iniciar el aprendizaje, y a la vez,
darse a conocer a la persona que más ama en este mundo. El conocimiento es poder, y conocer
mejor y profundamente a su cónyuge le traerá resultados que beneficiarán en gran manera su vida
matrimonial y le ayudarán a alcanzar la felicidad.
Amor Vs. Celos

Una inglesa de 42 años se consiguió un novio 12 años menor que ella, y lo cela tanto que lo
obliga a pasar por el detector de mentiras cada vez que vuelve a su casa, y le prohíbe hasta ver la

tele para que no vea a las actrices. Ella es Debbi Wood, clasificada como la más celosa del

mundo. ¿Llegaría usted a ese extremo?

Según los especialistas, los celos son una emoción natural, y esencialmente están presentes en
todos los seres humanos, y hasta en los animales. Algunos los consideran buenos en cierto grado.
¿Es usted una persona celosa o ha sido víctima de un celoso? ¿Pueden los celos afectar su relación
matrimonial? ¿Quisiera dejar de ser celoso/a pero no sabe cómo?

1. ¿Qué son los celos?

Estos han sido clasificados como una emoción de temor, inseguridad ante la presencia
de una amenaza real o imaginaria que pueda arrebatar el ser o el objeto amado.
Algunos piensan que no hay una razón biológica para los celos, sino solo motivos
culturales.

Lo padecen las personas con baja autoestima, con sentimientos de inferioridad, con
necesidad constante de aprobación, con patrones afectivos inadecuados e insanos, con
pérdidas afectivas en la infancia. Estas personas, además de tener reacciones
emocionales negativas, tienen necesidades de estimación y demandan continua
aprobación. Por ejemplo, un estudio determinó que los hombres con baja estatura
tienden a ser más celosos que los altos, su tamaño les provee inseguridad. En cambio,
los hombres altos se sintieron más seguros en su relación.

En una investigación realizada entre 122 hombres y 250 mujeres, se descubrió que los celos
pueden ser más intensos en las mujeres. La razón es porque siendo la mujer un ser más emocional,
una sospecha puede tocarla con más vigor en su interior. Sin embargo, los celos en los hombres
pueden ser más peligrosos, pues podrían llegar al maltrato físico.

Los celos en los hombres y en las mujeres tienen diferentes razones. Tanto los hombres como las
mujeres sienten celos, y además la naturaleza de éstos es la misma. Sin embargo, en los hombres
se manifiesta por el miedo a que su pareja tenga relaciones sexuales con otra persona, o
infidelidad sexual. En las mujeres su miedo radica en la posibilidad de que su pareja dedique
tiempo, atención y recursos a otra persona que no sea ella, sin que necesariamente haya una
relación sexual de por medio. A esto se llama infidelidad emocional. Esto se debe a la
diferencia de motivos, expectativas y razones que tienen los hombres y las mujeres con
respecto al sexo opuesto.

2. ¿Celos patológicos?

Estas emociones pueden llegar a un grado peligroso, afectando la conducta del individuo y
su psiquis. Este tipo de celos es conocido con el nombre de “celopatía” ya que en este
grado podría traer incluso consecuencias fatales. Se ha estimado que en los países
desarrollados el 20% de las agresiones violentas son ocasionadas por los celos. Los
siquiatras afirman que los celos son un estado antecesor de la psicosis, pueden
convertirse en delirio y perturbar el sentido de la realidad.

¿Cómo podemos saber si se trata de celos patológicos? El celópata se aferra a la idea delirante de
que su pareja le está siendo desleal, sin importar que no haya ninguna prueba para apoyar su
conclusión. El que sufre de celos patológicos se cree dueño de su pareja y se obsesiona con
vigilar, perseguir e intentar “atrapar” a su pareja en el acto.
Los celos patológicos pueden durar años. Frecuentemente, los celópatas se centran en
acontecimientos insignificantes para acusar a su pareja de infidelidad y no están dispuestos a
cambiar su punto de vista cuando se les presentan pruebas lógicas de que están equivocados.

3. ¿Cómo afectan el matrimonio?

La confianza es la base sobre la que se construye una relación. Entonces cuando esta se empieza a
resquebrajar, comienza una escalada de sospechas que arrastra muchas otras cosas como el
control, persecuciones y acusaciones. Todo esto va generando una situación de estrés, angustia e
incertidumbre en la relación. La libertad de decisiones y movilización puede verse afectada por el
acoso y prohibiciones del celópata.

Además, el celoso se siente tan mal que hasta puede entrar en depresión o por el contrario en
un estado de ira. El celópata relaciona cada cosa que le pasa con la infidelidad de su pareja.
La comunicación se ve reducida exclusivamente a las preocupaciones y pensamientos del
celoso. Se presenta la frustración que provocan odio y agresión de la persona hacia su pareja.
Hay reproches y exigencias. Se termina la relación y en ocasiones con graves consecuencias:
suicidio o asesinato.
4. Hay solución

Si eres víctima de los celos enfermizos de tu pareja, no debes consentir sus chantajes
emocionales, ni ceder a peticiones que restrinjan tu libertad, ni permitir conductas violentas o
agresivas de su parte. A continuación algunas pautas que pueden ayudar a superar la situación.
Mantén un alto grado de comunicación en la relación, esto permitirá evacuar las
sospechas y dar seguridad al cónyuge celoso.
Analiza si la amenaza es real o imaginaria, recordando siempre que una mente
celosa es propensa a magnificar con rapidez pequeñas cosas, dando lugar a una respuesta
totalmente desproporcionada.

Recuerda que tu pareja está contigo porque te quiere, y aunque no te pertenece,


ha decidido compartir su vida a tu lado.

Recuerda que todos somos seres sociables, e interactuar con otras


personas es indispensable para nuestra estabilidad emocional. Sigan relacionándose
con los demás, repartan su interés entre las distintas personas que conocen, realicen
varias actividades y ábranse a las posibilidades que les va ofreciendo la vida.

Trabaja a favor de tu crecimiento personal, tu independencia y tu autoestima.


Evita tener pensamientos negativos sobre ti mismo, concéntrate en tus puntos fuertes y
desarróllalos.

Punto y aparte

¿Sabías por qué la mayoría de mujeres son celosas? Las razones pueden variar, pero la
principal es la inseguridad generada por un hombre despreocupado y poco afectuoso. Al
ser altamente emotivas, ellas necesitan cariño, atención, muestras de amor, cuando esto
no sucede, ellas no se sienten amadas, están inseguras, y la forma de mostrarlo es por
medio de los celos. En general cuando una mujer se comporta celosamente, lo que en
realidad nos está diciendo es que necesita que le demostremos amor, que le hagamos
sentir realmente que la amamos y deseamos.

Reflexione:
Tener una pareja celosa puede ser agotador, pero hay que ser pacientes, ya que a menudo la
reacción adecuada puede acabar con los posibles celos. Si hay algo que dispare los celos de
nuestra pareja, procurar evitarlo. Por último, debemos intentar reafirmar a nuestra pareja en lugar
de ponernos a la defensiva.
Humor,
La Chispa De Un Matrimonio Feliz
Un niño le pregunta al padre: “Papá, ¿es verdad que en algunos países de África el hombre no conoce a su mujer hasta
que ya está casado?” Y el padre responde: “Eso pasa en todos los países, hijo, ¡después que te casas es que la conoces
bien!

Mi esposa no me entiende ¿y la tuya? La mía no te conoce.

El tiempo en el que éramos novios posiblemente fue el más divertido de nuestra relación. Nos
gustaba hacer cosas juntos y reírnos constantemente. Pero cuando llegó el matrimonio, el

entusiasmo fue menguando y las sonrisas también. ¿El matrimonio acaba con el sentido del humor

y la alegría, o por el contrario, debe mantenerlo y aumentarlo?

Reír en pareja es tan saludable como una buena alimentación o la práctica de ejercicios
constantes. Los expertos nos dicen que el sentido del humor en el matrimonio sirve como
“catarsis” a la relación. Tal vez veamos poco seria esta propuesta, pero pasarla bien en
pareja oxigena nuestro matrimonio y lo mantiene vivo siempre.

¿Nos hemos olvidado de sonreír?


Un conferencista decía: “Si vemos a una pareja en un automóvil, la chica se cuelga del
muchacho mientras él maneja, lo besa, le habla al oído, lo acaricia, entonces, son
novios. Pero si vemos a una pareja en automóvil, él conduce con el rostro en su ventana,
y ella de brazos cruzados y con el rostro en su ventana, es que están casados.” Sí,
parece que el matrimonio es el alfiler que rompe la burbuja mágica de lo agradable de
una relación. Esto no tiene por qué ser así.

Una idea razonable es: no debería ser difícil mantener el buen humor con la persona que
más amamos. Eso es verdad, sin embargo, la rutina va socavando poco a poco esos
momentos de intimidad que son propicios para sonreír. ¡Cuidado! La pérdida del buen
humor es una señal de alerta, que indica que el matrimonio ha entrado en la zona de la
rutina.
Buen humor,
estrategia que mejora el matrimonio
La risa es una señal de buena comunicación, puesto que con ella expresamos al otro emociones
positivas. Esto nos da proximidad, intimidad, pues la risa es una sencilla invitación a compartir
algo en común: el buen humor.
Las parejas que aprenden a tener buen humor, por lo general saben enfrentar las
circunstancias difíciles, porque son más fuertes. Por supuesto, no estoy diciendo que todo
en la vida sea una broma, pero el sentido del humor nos ayudará a encontrar ese “lado
positivo de las cosas”, especialmente cuando son difíciles.

Claro, hay que ser oportuno para reír, como dice un proverbio hebreo: “hay tiempo para llorar y
otro para reír”. Un momento de sufrimiento, de pérdida o dolor no son los mejores para caer en
gracia con un chiste. Realmente “todo tiene su tiempo”.

Es natural atravesar por tensiones en el matrimonio, pero, cómo las enfrentemos determinará
en gran medida la estabilidad de la relación. Si nos volvemos dramáticos con las cosas que
nos molestan de nuestro cónyuge, lo que pasará es que al mal momento estaremos poniendo
otro ingrediente: amargura, y cada quien por su lado. ¡Cuidado! La ley del hielo es la peor
regla para estos momentos.

Acá es donde sale al rescate el sentido del humor, que nos ayuda a ver positivamente los
problemas, y nos da lentes de optimismo para enfrentarlos.

Beneficios de la risa
El sitio risaactiva.com resume los beneficios de la risa de esta forma:
Reduce el estrés. El estrés además de debilitar el sistema inmunológico, aumenta la
presión arterial, la contracción muscular, los trastornos gastrointestinales y
acrecienta los problemas cardíacos. La risa produce los efectos contrarios,
fortalece el sistema inmunológico, relaja la musculatura y mejora la circulación
sanguínea en las arterias coronarias, dilata los vasos sanguíneos para ayudar a
reducir la presión arterial y fortalece el corazón. La risa restablece el equilibrio
entre el sistema simpático y parasimpático, e inclina la balanza hacia el sistema
parasimpático, encargado de mantener un estado corporal de descanso o relajación.

Además, sonreír nos ayuda a segregar más adrenalina, condición excelente para potenciar la
creatividad y la imaginación. Por eso, una persona que tiene más razones para reír y disfrutar cada
momento, vivirá una relación más saludable.

Cómo incrementar la risa y el buen humor en el matrimonio:

Sean conscientes de la importancia de reír y gozar juntos, esto les permitirá


tener buen humor intencionalmente.
Busquen juntos las ocasiones para divertirse, no las esperen.

Ojo, ambos deben divertirse, pero no deben hacerlo a expensas del otro.
¡Cuidado! Esto puede traer malestar en vez de sonrisas.

Dispongan de un tiempo específico para reír: ver una película divertida en


familia, navegar juntos en YouTube en busca de los millones de videos graciosos que hay
en ese sitio, etc.

De vez en cuando, compartan chistes.

Elaboren bromas sanas que despierten alegrías en ambos.


Vale la pena sonreír
El famoso rey Salomón escribió: “Corazón alegre, cara feliz; corazón enfermo,
semblante triste.” ¡Y tenía toda la razón!, porque un estado de ánimo alegre, no solo influye
en nuestra personalidad y salud, sino que sus efectos se trasladan a un ámbito superior,
como decía Sócrates: “La alegría del alma forma los bellos días de la vida”.

Tome la iniciativa, y haga que su relación entre en un mejor ambiente, desarrolle el sentido del
humor con su pareja. Haga los días de su cónyuge momentos especiales que le den la sensación de
que el matrimonio es la aventura más intensa de la vida.

Posiblemente le será un poco difícil al inicio, pero cuando nos esforzamos por sonreír
constantemente, vamos adquiriendo un buen sentido del humor, lo cual es beneficioso para las
relaciones.

Reflexione:
Que su matrimonio no carezca de este ingrediente, pues hará su relación algo emocionante y lo
mantendrá lejos, permanentemente, de la rutina y el hastío. ¡Haga de su matrimonio algo
divertido!
Dinero:
¿Quién Tiene El Control?

El tema del dinero en el matrimonio siempre es espinoso, por eso, el manejo de este debe estar
basado en acuerdos y compromisos de ambos para no caer en dificultades que pueden afectar la

relación.

No muchos años atrás, era común que la señora manejara el dinero del hogar, la mujer era menos
independiente, se quedaba en casa cuidando de los niños y de la casa. Las cosas han cambiado
radicalmente: ella también genera ingresos que deben ser administrados. La pregunta es: ¿quién
debe tener el control de las finanzas en el hogar?

Cuide lo fundamental
Debido a que el matrimonio es una relación que debe estar basada en el amor y la confianza, no
dejes que la cuestión económica se convierta en discordia. Si el manejo del dinero genera
dificultades, es necesario revisar las bases de esa relación.
Una perspectiva demasiado mundana de este tema es: “quien tiene el dinero, tiene el control”.
¡Cuidado! El matrimonio no debe ser sometido a este tipo de estrés. Ninguno en la pareja tiene el
derecho de ejercer “control” sobre el otro. Cuando se juraron amor, ambos acordaron someterse
entre sí voluntariamente. El hecho de saber que tenemos igualdad en la relación, fortalece el
matrimonio y lo vuelve monolítico.

Si el tema económico lo volvemos un asunto de características legales, estaríamos rebajando el


matrimonio a un contrato. Considere el matrimonio como un pacto espiritual, no como un acuerdo
legal.

Pero diga de una vez, ¿quién debe manejar el dinero?

Ambos son responsables del rumbo del hogar, por lo tanto, es necesario que participen en la toma
de decisiones extraordinarias, es decir, aquellas que están fuera de presupuesto. Si los cónyuges
no son plenamente responsables de carácter, es muy peligroso que solo uno maneje las finanzas.

Años atrás, un amigo vendió un vehículo. En su hogar estaban pasando por una situación muy
difícil respecto al dinero. El día siguiente a la venta, con una gran sonrisa, me dijo: “Ya le
entregué todo el dinero a mi esposa, que ella se encargue de manejarlo. ¡PUFF! ¡Tremenda
confianza! Quince años después que visité a mi amigo, pregunté sobre sus finanzas. Con un rostro
de extrema tristeza me comentó que tenía deudas de las cuales no podía salir sino en un plazo de
¡dieciséis años! Pero, ¿por qué? – le pregunté. Por mi esposa – me dijo. Quería llevar un estilo de
vida que no podíamos costear con lo que ganábamos.

En la acera del frente, una amiga que sufre por las limitaciones económicas innecesarias: su
esposo gana bien, el problema es que toma y gasta el dinero en sus “pequeñas satisfacciones
personales”. Sus hijos necesitan útiles escolares, zapatos, alimentarse mejor, etc. Ella ha decidido
emprender un pequeño negocio, esperando que les vaya bien y suplir parte de lo que les hace
falta. En este caso, ella tiene que asumir lo que él bien puede suplir. Acá tenemos una familia
disfuncional por el tema del dinero.

Casos de la vida real

José se siente orgulloso de su negocio, dice que su esposa y él han construido lo que ahora
tienen: dos distribuidoras de proporciones medianas, con suficientes ingresos para que
vivan holgadamente el resto de sus vidas.

Pero esto lo construimos con esfuerzo – dice José. Comenzamos con una tienda, nos limitábamos
en nuestros gastos, y abastecíamos el negocio constantemente. Luego vimos la necesidad de
cambiarnos de lugar, porque íbamos creciendo, hasta que llegamos a tener nuestro primer “súper
mercado”.

En una ocasión, yo quería cambiar de camioneta, cuando fui a hablar con el dueño del vehículo
que me gustaba, el hombre cambió el acuerdo – cuenta José. Cuando mi esposa me vio llegar a la
casa deprimido, me preguntó qué pasaba, y al saber del acuerdo que no pude concretar, ella me
dio un buen consejo: espera hasta tener la cantidad completa, es posible que para ese tiempo
puedas comprar algo mejor. Y Así fue. Logré reunir la cantidad total para comprar mi vehículo
nuevo. Mi esposa ha sido muy importante en la toma de decisiones económicas.

Una sugerencia vital:

Bajo el entendido que son un matrimonio y que quieren una relación sólida y estable, la
administración del dinero no deberá ser un asunto complicado. Elaboren un presupuesto, cuyos
componentes engloben las necesidades del hogar. Recuerden que “los gusto” no son precisamente
necesidades. Estos son gastos que pueden discutir y decidir juntos. La ventaja de un presupuesto
es que saben explícitamente cuáles son los gastos que se deben realizar. Cualquier otro gasto es
discutible.

Uso del dinero sin planificacion


Es recomendable que se pongan límites de montos a gastar, es decir si se debe adquirir
algún artículo de montos significativos, se debe acordar en pareja. Ahora bien, si existe
liquides (capacidad real de pago) para ciertos montos considerados por ambos de bajo
costo, se puede establecer que la decisión sea individual.

Es importante estar conscientes de que el dinero es familiar, y que asimismo, dentro del
presupuesto familiar es importante, a medida de lo posible, asignarle a cada miembro de la
familia una cantidad de dinero para sus gastos personales, dinero que podrá gastar
libremente.

Dinero en común
El dinero en común fortalece la relación. Además, se supone que se ha entrado en una relación de
mutuo acuerdo y que se compartirá todo. No debe haber espacio para el egoísmo.

Cuando ambos aportan a la economía del hogar y tienen un fondo en común, pueden hacerle frente
con facilidad a todos los gastos. En este caso, no es necesario que el uno pague una cosa y el otro
otra cosa. Sencillamente tiene un fondo en común y de él salen los pagos de las cuentas.
Pero si uno de los dos gana más que el otro, ¿no queda en desventaja, por pagar más que el
otro? No, porque han hecho un fondo en común, del cual se asumen los gatos generales.
Cuando el fondo es común, el dinero ya no pertenece a ninguno, sino a la pareja. Además, si
uno genera más ingresos que el otro, podría verse en esos recursos un fondo de ahorro con
vistas al futuro.
Mejorar la comunicación con tu pareja
Tenga una comunicación fluida con su pareja y entérela de los gastos e inversiones que
haga. Si ambos están al tanto de los movimientos de dinero, se ahorrarán malos entendidos
y servirá como medida de precaución en caso de que el administrador falte. También dará
la oportunidad de que promuevan sus expectativas económicas y prioridades. Así cada
uno sabrá qué desea el otro y cómo hacer para concretar esos anhelos.

Nada debe hacerse a escondidas del cónyuge. Un error común, especialmente de las damas,
es adquirir compromisos o deudas sin informar al esposo. Cuando la deuda no se puede
pagar, hasta ese momento su cónyuge se entera. Esto lesiona la economía y genera
desconfianza.

Reflexione:
Existen estudios que demuestran que gastar el dinero de manera irresponsable aumenta de
forma clara las posibilidades de divorcio. Como el matrimonio no es un acuerdo legal,
podemos triunfar cuando lo ponemos en la perspectiva correcta y lo fortalecemos mediante
la comunicación, la toma de decisiones en conjunto y la planificación correcta de nuestros
gastos.

Si “quien tiene el dinero tiene el control”, ambos son responsables de controlar la buena
andanza de su matrimonio.
Cómo Prevenir El Peligro De La Infidelidad

El matrimonio es la institución que sustenta nuestra sociedad, por lo tanto, hemos de cuidarlo de
los constantes asechos que vivimos a diario. Las escrituras hebreas registran el nombre del primer

hombre que tuvo dos esposas: “Lamec se casó con dos mujeres: una llamada Ada y la otra Zila.”

Génesis 4:19. Esto demuestra que el peligro de la infidelidad es un problema que data miles de

años atrás.

¿Por qué es infiel un cónyuge?


Las razones pueden ser innumerables, entre ellas la “monotonía”, “una vida sexual deficiente”,
“dependencia de uno de los cónyuges en terceras personas, como los padres”, “deseos de
experimentar sensaciones diferentes”, “cumplir fantasías que no se atreve a realizarlas con su
pareja”. “Por asfixia, que es cuando la pareja acosa constantemente, y termina por lanzar al
cónyuge en busca de libertad”. Sin embargo, ninguna de estas “razones” justifica que se dañe el
matrimonio con la infidelidad.
En el libro “Las necesidades de ella, las necesidades de él”, el terapeuta familiar Williard Harley,
clasifica las razones de infidelidad en ellos y ellas:

En orden de importancia, se trata de:

Ellas: afecto (cariño, cuidado, interés) falta de diálogo, falta de sinceridad (evidencias que le
permitan confiar en él), falta de estabilidad financiera, y falta de compromiso.

Ellos: insatisfacción sexual, que su pareja no lo acompañe en las actividades de su interés, que la
mujer no se mantenga atractiva, si no mantiene la paz doméstica, y que no se muestre orgullosa de
él.

Una razón muy común a la cual damos un apartado especial, es la separación por razones
laborales. Nuestra economía provoca la migración constante, así, las parejas se separan
procurando un bien común y estabilidad económica. Uno de ellos tiene que emigrar a otro país,
Costa Rica, Estados Unidos, España, etc[3]. Al inicio todo va bien, pero al cabo de unos meses la
comunicación mengua, y luego se pierde por completo. Sencillamente uno de los dos “ha iniciado
una nueva vida”. ¡Cuidado con pecar de inocentes! Una separación por migración pone el
matrimonio inmediatamente en la cuerda floja.

Levantando un muro de contención


Para que el matrimonio no se vea empañado con la sombra de la infidelidad, hemos de dar pasos
concretos que nos ayuden a levantar un muro de contención contra la infidelidad. Las ideas
anteriores nos ayudan a saber cuándo hay riesgo. A continuación algunas pautas que nos permitirán
tener matrimonios sólidos y duraderos:

Evite pasar innecesariamente tiempo prolongado con alguien del sexo opuesto.
Por ejemplo, si quiere ser escuchado/a, lo recomendable es buscar a alguien del mismo
sexo.

Procure estar en sitios públicos. Haga el propósito de no citarse por


costumbre a solas con alguien del otro sexo.

No sea demasiado inocente. La infidelidad empieza como una relación


inocente que termina alcanzando una profundidad emocional que cruza la línea de la
fidelidad.

Aumente su inversión en su propio hogar. Preste atención a lo que piensa. Si


todo el día está pensando en los fallos de su cónyuge, si el tiempo que dedica a pensar en él
o ella se centra en defectos y reproches, es fácil que cualquier otra persona pueda
parecerle mejor y le atraiga. Haga una lista por escrito de los puntos fuertes que
inicialmente le atrajeron de su pareja. Ponga más énfasis en animar y apoyar, y disminuye
las críticas.

No juegue a comparar. Todos tenemos malas costumbres, manías y errores. Es


muy tramposo comparar a su esposa o esposo con un nuevo conocido, porque al recién
llegado no lo estamos viendo en el mundo real, en el mundo de compartir techo, cuidar
niños a las tres de la mañana, cuadrar cuentas y demás.

Combata la rutina, esta es enemiga de la fidelidad. Procure los pequeños


detalles, trate de sorprender con algo que sea del interés de su pareja, no deje que la
monotonía devore su matrimonio.

Evite las revistas, películas o cualquier otra forma de entretenimiento


que incite sus deseos a la infidelidad.

Considere su matrimonio su prioridad Nº 1. Asegúrese de estar trabajando para


satisfacer las necesidades más importantes de su cónyuge.

Crezca espiritualmente junto a su cónyuge, oren juntos y el uno por el otro.

Busque apoyo para fortalecer su relación matrimonial a través de grupos de


ayuda o consejeros que puedan darle orientaciones de cómo ser más felices en el
matrimonio.

Reflexione:
Puede mantener su matrimonio libre de infidelidades, ya sea de una infidelidad emocional o física.
Para ello necesita una comunicación honesta y abierta, así como el compromiso de hacer todo lo
necesario para que su matrimonio sea su relación número uno.
Conviértase En El Mejor Coach De Su Cónyuge

En el matrimonio parece llegar un momento en el cual solo defectos encontramos en nuestro


cónyuge. La relación se ve envuelta en crisis, y terminamos separados o amargados.

Lamentablemente, así pasa con los matrimonios que no crecen. La frase ceremonial “en la alegría

y en la tristeza”, nos suena más a una bola de hierro esclavizante que un compromiso serio. Sin

embargo, quiero hacerle una propuesta de amor: “conviértase en el mejor Coach de su cónyuge”.

Es una propuesta de amor porque solo quien ama verdaderamente a su pareja está dispuesto a

tener paciencia e influenciar la vida de su otra mitad de manera constante y sin rendirse jamás.

Lo primero que quiero decirle es que “la pareja ideal” no existe, es un cuento de hadas. Incluso, ni
siquiera usted es la pareja ideal de nadie, puesto que tiene defectos, quizás inmensos, que
seguramente frustran las aspiraciones de su pareja de una vida matrimonial feliz. Por lo tanto, solo
queda un camino por seguir: ayudar en el desarrollo de la persona con la cual decidimos
compartir nuestra vida. Esto le dará sentido a su vida y a su relación. ¡Podemos cambiar el rumbo
de nuestro matrimonio y llevarlo a su plenitud!

1. Mi cónyuge, una montaña de habilidades


El ser humano está lleno de aptitudes, que al desarrollarlas, pueden llevarlo a experimentar su
máximo nivel en esta vida. De hecho, todas las personas tenemos dones naturales que nos han
sido dados para vivir a plenitud en este mundo. Sin embargo, no todos somos conscientes de lo
que somos y lo que podemos lograr. Necesitamos de personas que nos impulsen y motiven. Esa
es la función del entrenador: ayudar a su entrenado a potencializar sus recursos personales.

¡Sorpresa! Su cónyuge también clasifica en esta definición: también tiene cualidades, es


capaz de alcanzar el máximo nivel en esta vida. Sí, es cierto, nos hemos acostumbrado tanto
a ver solo sus defectos, que nos hemos vuelto ciegos a todo su potencial, pero esto daña,
limita, y en muchos casos, hace fracasar el matrimonio.

Al unir nuestra vida a esa persona que nos complementa, venimos a convertirnos en inspiración
para ella. Si entendemos esto, y nos dedicamos a esa misión, no solo veremos el crecimiento de
nuestra pareja, sino también el éxito de nuestro matrimonio.

Lamentablemente, en países como los nuestros, los hombres por machismo limitamos el desarrollo de
nuestras esposas y las relegamos a las cosas del hogar. Así lo que podría ser una vida espectacular, lo
convertimos en una sombra en este mundo. Evitemos ese error.

2. ¿Quién es un coach?
Un coach es un entrenador. El entrenador visualiza las aptitudes de sus jugadores y los ayuda a
maximizarlas. El cónyuge se da cuenta del potencial de su pareja y sabe hasta dónde es capaz de
llegar una vez que desarrolle su potencial. El coach tiene fe en ese potencial, aunque la persona no
crea en sí misma, el coach sí. Así que lo primero que ha de hacer es apreciar las características
potenciales de su pareja.

Le ayuda con sus puntos ciegos. Un punto ciego es una parte de nuestra personalidad
que limita nuestro desarrollo, pero que nosotros no logramos ver. En palabras
populares, un defecto que los demás nos ven pero nosotros no percibimos. El
cónyuge ayuda a depurar estos puntos ciegos, hace observaciones propositivas, pero
no se vale de estas debilidades para criticar y juzgar, sino para ayudar a vencerlas.
El cónyuge inteligente tiene habilidad para inspirar a su pareja, la motiva y se vuelve una
razón de inspiración. Quien está siendo desarrollado sabe que puede contar siempre con el
ánimo suficiente, porque hay alguien a su lado para impulsarlo/la. En momentos de desánimo,
el cónyuge entrenador dice: “adelante, sigue avanzando, tú puedes, creo en ti”; y sobre todo,
quien ayuda al desarrollo, siempre, siempre, sabe ver el futuro, no actúa como un terapeuta,
examinando el pasado, sino como un inspirador, poniendo sus ojos al frente y señalando la ruta.

Un buen coach sabe escuchar a su cónyuge, y motiva con palabras adecuadas para entusiasmar sus
aspiraciones. Si es necesario, emprenden juntos una meta que involucre a ambos.

Por supuesto, este entrenamiento y desarrollo está basado en una relación muy estrecha, y por
supuesto, no hay relación más estrecha que entre marido y mujer, en la cual se potencializa la
comunicación, la confianza y la sinceridad, para mantener un alto grado de confiabilidad en la
relación.

3. Para muestra un botón


Cuando era joven tuve la oportunidad de recibir la ayuda de alguien que guio mi forma de pensar,
hasta hacerme creer en mí y ayudarme a vivir con una filosofía de vida clara en mi mente: sí
puedo.

Esto me ayudó para no dejarme vencer por mis limitaciones, por los grandes retos, e incluso, por
las muchas derrotas que he experimentado en mi vida.

A la vez me di cuenta que parte de mi misión en la vida es entusiasmar a otras personas a alcanzar
sus metas o sencillamente orientarlas a desarrollar su potencial. Sin embargo, aunque lo hacía con
muchas personas, con mis hijos, nunca lo hice con mi esposa.

Cuando estudié inglés, ella se quedaba conmigo hasta altas horas de la noche ayudándome a
memorizar interminables listas de verbos. Mientras cursaba mi carrera en lingüística, ella fue
la que me motivó a seguir adelante. Mi esposa estuvo presente siempre en mis momentos de
desánimo. Su atención estaba siempre centrada en mí y en mi desarrollo. Tengo mucho que
agradecerle.

Este año tuve la oportunidad de ingresar nuevamente a la universidad, pero esta vez vi la
oportunidad de no hacerlo solo. Propuse a mi esposa me acompañara en el estudio de esta nueva
carrera. ¡Jamás imaginé lo contenta que se pondría! Cada vez que estamos en el salón de clases la
veo integrada con otros compañeros, y he podido notar su avance en el conocimiento que está
recibiendo. Estudiar junto a mi esposa, desarrollarme y ayudar en su desarrollo, es una de las
mejores decisiones de toda mi vida.

Recientemente le pedí que me acompañara a una entrevista que me harían. Mientras yo hablaba
con los presentadores, ella conversaba con una de mis compañeras de trabajo, a la cual le
confesó: “ahora sí me siento bien, estoy estudiando y eso ha generado en mí una gran confianza. Sé
que puedo alcanzar muchas metas.” Verdaderamente, cuando nos convertimos en un punto de
apoyo para alguien, esa persona es capaz de mover el mundo.

Reflexione:
¿Quién tiene la máxima responsabilidad de ayudar en el desarrollo de la pareja? ¿El marido o la
esposa? Ambos son responsables de llevar a feliz término su matrimonio. Ambos deben sentir un
vivo interés en el desarrollo de su otra mitad. Esto hará de su matrimonio algo valioso y de
impacto en su vida.

Conviértase en el mejor Coach de su cónyuge, así se convertirá en la persona más importante en la


vida de su pareja, pues, ¿quién no ama profundamente a aquella persona que sabe alentarla y la
motiva constantemente, a quien le hace sentir bien y le ayuda a encontrar su propio valor y
potencial?
El Secreto Del Buen Hablar Es Saber Escuchar

¿Qué le gusta más, hablar o escuchar? ¿Qué trae más beneficios a la relación conyugal?
Dice un famoso presentador de televisión: “El secreto del buen hablar es saber escuchar”, y

tiene mucha razón, especialmente si aplicamos esta verdad a nuestra relación matrimonial.

La comunicación es un asunto muy amplio. Un componente esencial es precisamente el arte de


escuchar. Lamentablemente no todos hemos desarrollado esta habilidad, y posiblemente el “no
saber escuchar” sea un factor que influye negativamente la relación de pareja. Y es que la
mayoría de personas estamos más preocupadas por la forma en que nos expresamos, que en la
manera que escuchamos.

1. Aprendamos a escuchar
Inicialmente necesitamos saber que escuchar requiere esfuerzo y paciencia, además de un grado
elevado de empatía, pues es necesario ponernos en el lugar del otro. Esto último nos ayudará a
comprender la perspectiva de nuestro cónyuge, sus circunstancias y así es posible que podamos
asimilar las preocupaciones del otro de manera más adecuada.

Escuchar es un signo de preocupación e interés. Nuestro cónyuge necesita sentirse escuchado y


sentir realmente que nos importa lo que le ocurre. Eso es una relación: interés y preocupación por
la persona que forma parte de nuestra vida.

Mantener la boca cerrada en el momento que el otro nos habla de sus preocupaciones, necesidades
y deseos es la característica de alguien muy inteligente, además, así evitamos conflictos
innecesarios, y aprendemos a conocer más a nuestro cónyuge.

Sin lugar a dudas, el buen escuchar es clave para el fortalecimiento de las relaciones en la pareja,
por las razones anteriores y muchas más.

2. Errores frecuentes al escuchar


Escuchar con mucha atención las palabras de su cónyuge es signo de mucho respeto y valoración
hacia él/ella. Por eso debe volverse un experto al escuchar, evitando los siguientes errores:
No interrumpir cuando su pareja le hable. Cuando alguien habla de un
problema, seguro lo hace con mucha pasión, ser interrumpido en ese momento provoca una
sensación desagradable e irritante. Quien interrumpe lo hace porque cree que lo que tiene
que decir es más interesante e importante que las palabras del cónyuge. ¡Cuidado!, este es
uno de los errores más frecuentes, dañinos e irrespetuosos en la comunicación efectiva.

Evitar el desinterés. Si nuestra pareja nos habla con entusiasmo de un


problema, pero nosotros no mostramos el interés necesario, estamos perjudicando la
relación. Un gesto de apatía, cuando nuestra mirada se dirige a otro lado, nos hablan y
estamos con el celular, etc. y otras señales de desinterés son letales para la relación.
¡MUESTRE INTERÉS!

Pensar en lo que diremos. La naturaleza del ser humano es así: nos dedicamos a
pensar en una respuesta y dejamos de escuchar.

Completar con nuestras palabras el discurso del otro. Esta es una mala
costumbre, interrumpir para completar las ideas del otro. ¡Oiga, seguramente su
interlocutor tiene ideas suficientes para expresarse sin su ayuda!
Juzgar las ideas ajenas. Somos muy hábiles para juzgar las cosas que nos
dice nuestra pareja, así que nos comportamos como jueces y no como buenos oidores.
Estos son los errores más comunes que cometemos al “escuchar”, pero aún hay algo más:
nuestra atención estará determinada por la relación que establezcamos entre lo que
escuchamos y nuestra experiencia pasada. Cuando lo que oímos evoca en nuestro interior
recuerdos poco agradables, inmediatamente perdemos el interés, pues escuchamos y
relacionamos lo que oímos con cosas negativas. Pero si lo que escuchamos evoca en nosotros
recuerdos agradables, inmediatamente nos conectamos con atención e interés. Este puede ser
el factor que influye siempre cuando escuchemos; sin embargo, como sea que nos sintamos,
hagamos el esfuerzo de romper con estos obstáculos de la comunicación y escuchemos con
gran interés.

3. Ellas son un caso especial


Saber escuchar es una gran habilidad que el marido sabio debe aprender a desarrollar; por eso, es
imprescindible que los esposos conozcamos el siguiente dato curioso: para ellas el problema no
es el problema, el verdadero problema es “cómo se sienten respecto al problema”. Cuando ellas
nos cuentan algo no quieren escuchar de nosotros una “solución mágica”, para ellas lo más
importante es sencillamente que las escuchemos. Lo único que quieren es que sepamos cómo se
sienten con relación al problema que nos cuentan. Por naturaleza, el hombre tiende a ser más
racional que la mujer. Ella es más emocional. En realidad su corazón es su cerebro. Por eso,
debemos aprender a escuchar de la manera en que ellas necesitan ser escuchadas.
Resumiéndolo: para ellas su sentimiento negativo acerca de un problema es el verdadero
problema.

Si una mujer está contando su problema y la interrumpimos para dar una solución, ellas interpretan
que no nos interesa todo lo que tienen que decirnos sobre el asunto, por lo tanto, se sienten
subvaloradas. Al respecto una esposa frustrada comentó: “cuando salta y se entremete antes que
yo termine, me prueba que no le interesa escuchar algo que es importante para mí. Esto me hace
sentir subvalorada.”

Con este dato, ahora usted entiende el por qué ella le está contando algo.

Conviértase en un buen oyente

Para mej orar en el arte de escuchar, haga l o si gui ente, si n duda al guna, su
rel aci ón mej orará grandemente:

Guarde silencio, con mucho respeto, mientras su cónyuge habla. No interrumpa


ni critique en ese momento, solo dedíquese a escuchar.

Vea con atención a su interlocutor, de esa forma logrará entenderlo mejor


al analizar sus expresiones corporales.

Demuestre que realmente está escuchando, con un gesto, con una afirmación:
“sí, claro que sí”, o preguntar algo al respecto. Cuando él o ella termine de hablar, puede
hacer un resumen de las ideas principales para mostrar que realmente escuchó con atención
y que entendió el mensaje claramente.

Reflexione:
Sí, escuchar significa olvidarnos por un momento de nosotros e interesarnos por los pensamientos
y sentimientos del otro, procurando hacer propio aquello que le ocurre a nuestro cónyuge. A todos
nos gusta ser escuchados, por eso, tenga la delicadeza de aplicar la regla de oro: escuche al otro
como quiere ser escuchado.
¿Caminarán Dos Juntos Sin Estar De Acuerdo?
“Comenzamos a conversar “tranquilamente”, pero poco a poco la temperatura de la conversación va subiendo hasta que
las cosas se incendian. No podemos ponernos de acuerdo”.
Hilda Hoffman, Perú.
“Siempre termino cediendo a sus caprichos, pues si no lo hago, me trata con indiferencia”.
Ramón Álvarez, Costa Rica.

Cuando éramos solteros no teníamos que compartir nuestras decisiones con nadie. Una vez
casados hemos integrado nuestra vida a la de nuestro cónyuge, y por eso hemos de construir una

nueva familia, procurando reconciliar diferencias, encontrando puntos de concordancia y

unificando criterios.

No es fácil hablar de los acuerdos entre cónyuges, pero es indispensable como base de la armonía
en la pareja y la estabilidad del hogar.

Una interrogante oriental dice: “¿Pueden dos caminar juntos sin antes ponerse de
acuerdo?” Realmente esta pregunta es una afirmación, esto quiere decir que es imposible
continuar juntos estando en desacuerdo.

En una ocasión Jesús aseguró:

Si los habitantes de un país se pelean entre ellos, el país quedará destruido. Si los
habitantes de una ciudad se pelean unos contra otros, la ciudad quedará en ruinas. Y si
los miembros de una familia se pelean entre ellos mismos, se destruirá la familia.
Esta es una advertencia clara que el desacuerdo fragmenta la relación y la unidad familiar. Por lo
tanto, el mayor peligro del desacuerdo entre cónyuges es la destrucción de la familia como grupo.
Para tomar una decisión, podríamos hacer una de tres cosas: hacer lo que nosotros
pensamos, ceder para hacer lo que nuestro cónyuge propone, o ponernos de acuerdo para
que la decisión sea de ambos. Pero, ¿cómo ponerse de acuerdo? Tome en cuenta las
siguientes ideas:

1. El peligro de la imposición
Considere que la imposición de una idea cierra el corazón de la persona que se ha doblegado.
Algo similar pasa con nuestros hijos: cuando les imponemos nuestros criterios sin que ellos los
puedan razonar o entender, cuando los obligamos a obedecer, ellos se bloquean emocionalmente
contra nosotros. Por el contrario, si los persuadimos, dándoles razones que los ayuden a entender
el porqué de una decisión, no solo cumplirán nuestras órdenes, sino que lo harán convencidos que
es lo mejor que se debe hacer.
Antonio siempre quería imponer su criterio, pero se dio cuenta que esta actitud menguaba la
fortaleza de su matrimonio y decidió cambiarla: trató de tener una actitud más abierta hacia su
esposa, procurando escucharla con atención y tratando de entender sus observaciones. Él logró
comprender que “no siempre estaremos de acuerdo en todo con nuestro cónyuge, pero que es
fundamental escuchar la opinión del otro con una mente abierta para valorar sus opiniones.”
Tenemos, entonces, dos alternativas: el diálogo y la imposición. El diálogo puede ayudarnos a
llegar al mismo objetivo, sumar fuerzas, obtener lo deseado más rápidamente. Con la imposición
solo podríamos ganarnos la mala voluntad de quien tiene que someterse, y los resultados serían
muy pocos.
Piense que a usted no le gustaría ser sometido a algo que no quiere, por lo tanto, conviene
que usted no se imponga.
2. Secretos clave en la toma de decisiones
Discutir las ide as hasta compre nde rlas es importante. Cuando hablamos y escuchamos,
podemos comprender y ser comprendidos. Es posible que nuestro cónyuge se oponga a
nuestra opinión porque no la conoce a fondo, sin embargo, al explicar nuestra posición,
puede ser que hasta la apruebe y se sume a ella.

Por medio de los acuerdos matrimoniales, los esposos logran que la familia se mantenga unida,
pues la verdadera unidad familiar no es cuando estamos juntos físicamente, sino cuando
unificamos criterios. O puesto del modo contrario: estar divididos en la familia no es cuando nos
separamos, sino cuando estamos juntos, pero pensando diferente. Si estamos juntos, pero
divididos en pensamientos, eventualmente el matrimonio se destruirá, sea por separación o aunque
no se separen pero se toleren, no habrá un matrimonio feliz.

Ponerse de acuerdo equivale a desear algo con la misma intensidad que el otro lo desea.
Ese deseo será el motor que ayude a llegar hasta la meta. Unificar criterios fortalece la
decisión y nos da la energía para lograrla.

No mantenga una actitud negativa mientras escucha a su cónyuge, no descalifique ni


desapruebe sin escuchar primero. Ofrecer nuestro criterio mientras vemos en el rostro de nuestro
cónyuge gestos de desaprobación es muy frustrante.
Deberíamos aplicar este mismo concepto en cuanto a nuestros criterios y decisiones: debemos ver
a nuestro cónyuge como nuestro complemento, como la parte que completa nuestras ideas y
conceptos, no como alguien que rivaliza nuestros criterios. Físicamente, solo la mujer
complementa al hombre y solo el hombre complementa a la mujer. Así es su diseño.
3. Cinco estrategias para un acuerdo eficaz
Acuerden conversar evitando los conflictos. Lo peor que podría pasar es que en vez de
ponernos de acuerdo sobre un asunto, terminemos peleados. Usted debe estar dispuesto al
diálogo, recordando que los criterios deben complementarse, no excluirse.

Busque una tercera opinión de alguien competente. Si va y pregunta “la opinión de Doña
Chepita”, posiblemente termine de hundirlo, recomendándole que “sea firme, que no sea
tonto/a”, etc.

Negocien una salida satisfactoria para ambos. El no ceder en algún punto puede tener una
raíz de egoísmo. Podríamos no ceder por intentar satisfacer nuestros propios gustos y deseos,
pero un poco de humildad en los momentos de establecer acuerdos ayudará mucho.

Olvídese de manipular o chantajear a su cónyuge, no es ético querer salirse con la suya a


cualquier costo.
Evite la indiferencia por un desacuerdo. Aplicar la “Ley del Hielo” porque nuestra
opinión no fue aceptada distancia a la pareja.
Reflexione:
Piense que tomar decisiones juntos puede fortalecer su matrimonio, unirlos más y dejarles la
sensación de que las cosas están bien. Usted se sentirá más seguro de estar haciendo lo
correcto y de haber tomado la mejor decisión por haber decidido en conjunto. Además,
considere que los desacuerdos en el matrimonio afectan a los hijos de forma directa. Los
hijos necesitan la seguridad de un hogar estable y unido. Esto aportará enormemente a la
estabilidad emocional de los pequeños.

Considere que cuando llegamos al matrimonio tenemos nuestra propia visión de las cosas, pues
hemos sido formados de manera distinta a nuestro cónyuge. Pero al casarnos, el ideal es formar
una familia que irá formando su propia cultura, educación y visión de las cosas. Nada de esto se
puede lograr si no estamos dispuestos a concordar, a ceder en beneficio del bien común en el
hogar.
El Poder Del Perdón Conyugal

Muchas parejas atraviesan crisis por falta de perdón. ¿Qué significa perdón y cuántas veces he
de otorgarlo? ¿Qué producen los sentimientos de rencor y enojo contra un cónyuge infractor?

¿Quién gana con el perdón?

Nos casamos para ser felices y compartir nuestra vida con otra persona. A partir de nuestro enlace
matrimonial, esa persona se vuelve la más importante de nuestra vida. Sin embargo, algunas veces
sufrimos atropellos por parte de nuestro cónyuge que nos causan dolor y nos rompen el corazón.
¿Qué debemos hacer en esos momentos? ¿Qué pasa si permitimos que el resentimiento crezca en
nuestro interior?

1. Perdón, palabra mágica

El perdón es la decisión de no sentir resentimiento por la persona que nos ha hecho daño,
renunciando a vengarnos en el futuro por la herida causada. Esta actitud permitirá que la relación
matrimonial evolucione, creciendo a tal punto de volverla invulnerable.
Perdonar es un acto voluntario, una decisión personal. Muchas veces nos negamos a hacerlo y
sufrimos como consecuencias del resentimiento y la amargura. No hacerlo mengua las fuerzas
emocionales y quita la vida poco a poco, impidiendo que seamos realmente felices en nuestro
matrimonio. Muchas personas se han aferrado al resentimiento, han abrazado su raíz de amargura,
repasan y repasan en su mente la ofensa: – ¿cómo fue que me dijo? ¿Cuándo lo hizo? ¡Qué
barbaridad, me lo dijo delante de…!– El negarse a perdonar es una tortura constante. Está en
nuestra voluntad el poder ser felices, con solo negarnos a acoger sentimientos de enojo o rencor
en nosotros.

2. Una cuota de comprensión

Entender que toda persona se equivoca y que está siempre en proceso de aprender y
desarrollarse es necesario. Tu cónyuge no es la excepción. Probablemente tu pareja proviene
de un hogar incomprensivo, carente de afecto y perdón. Tu cónyuge carga con heridas
emocionales que ha recibió en su infancia. Por eso, lo más probable es que detrás de los
errores de tu pareja haya un niño o una niña herida que todavía debe crecer. Si esta fuera la
razón de su comportamiento, vale la pena trabajar esas heridas para sanarlas. Tu perdón
puede ayudarle a encontrar esa calma emocional que tanto necesita.
También la infracción pudo ser involuntaria, en cuyo caso no vale la pena restregarla. El diálogo
es importante para corregir el daño. Si evitamos conversar, la amargura puede crecer, y la
relación enfriarse a grados muy bajos. ¡Cuidado! Vale la pena aplicar la inteligencia de la
comprensión para crecer como pareja.

3. Pero, ¿qué hacer si la agresión continúa?

La comunicación se vuelve vital en este punto. El tema del verdadero arrepentimiento ha de ser
examinado con el fin de ubicar al ofensor en un punto de aceptación de sus responsabilidades. Si
el arrepentimiento no es real, la falla continuará deteriorando la relación. A la vez, es necesario
mencionar las consecuencias que traen las ofensas al matrimonio. La relación se pone en la cuerda
floja cuando la agresión continúa. Dialogar es imprescindible.

Uno de los acuerdos a los que se puede llegar es buscar ayuda, ya sea profesional, espiritual,
etc. Cuando las cosas han llegado a un punto de tención elevado, necesitamos que alguien nos
lance un salvavidas para no ahogarnos. Sin embargo, no se debe pensar nunca en la tragedia;
el gran deseo de perdonar, sanar la herida, modificar la conducta hiriente, han de ser
sentimientos que prevalezcan. En este punto recordemos las sabias palabras del Maestro de
Galilea: ¿Hasta cuántas veces he de perdonar a mi hermano?, ¿hasta setenta veces siete? Es
decir, una permanente disposición de otorgar el perdón.

Si se repiten los errores, se debe seguir el mismo proceso hasta que encuentren las
alternativas que solucionen la situación. Pero el perdón ¡no se debe negar jamás!

4. ¿Por qué perdonar?

Porque con el odio y el rencor quedamos atados al mal que nos han hecho
y estancamos la relación matrimonial, concentrándonos sólo en el error y el dolor.
El perdón nos da la oportunidad de ver la falta como un error real pero sin la carga
emocional que nos daña. Entonces, además de recuperar la paz, recobramos la lucidez para
evaluar el daño en su dimensión real y tomar las medidas necesarias frente a la relación.

Porque yo soy quien es responsable de producir la rabia o el odio y


de aferrarme a ellos. La rabia, es una forma de satisfacer mi ego igualmente herido.

Es claro igualmente que si mi cónyuge me entregó un día su vida en matrimonio


es porque me ama y por tanto, lo más seguro es que su equivocación no fue deliberada sino
el fruto de sus limitaciones como ser humano en proceso.

Quien otorga perdón se coloca en una posición magnánima y a la vez, deja la


puerta abierta para recibirlo también cuando llegue a equivocarse.

5. Perdón, un bálsamo para el alma


Perdonar es liberarse de sentimientos negativos y altamente destructivos, tales como el rencor, la
rabia, la indignación, la amargura, etc. No perdonar es agregar al dolor cualquiera de estos
sentimientos. Acá es donde el poder contundente del perdón es aplicado: si tomamos la decisión
de no tener en cuenta la ofensa, impedimos que estos sentimientos negativos nos hagan daño. Ellos
no pueden ejercer ningún poder sobre nosotros.

Está comprobado psicológicamente que el perdón es una terapia más efectiva que cualquier
medicina. Las personas que no pueden perdonar podrían enfermar gravemente y muchas veces se
sanan cuando dejan atrás sus sentimientos de rencor, odio, resentimientos y deseos de venganza. El
perdón es curativo.

A la vez, cuando somos quienes recibimos el perdón, dejamos de sentir la culpa y podemos
disfrutar de nuestra relación matrimonial, sin esperar que el fantasma de nuestros errores nos
persiga.
Alivio del estrés. La falta de perdón genera la liberación de sustancias químicas proinflamatorias
y mediadoras de estrés orgánico. Decidirse a perdonar significa librarse de ese estrés y sentir un
increíble alivio.

Además, Cuando usted se da cuenta que puede perdonar, es más fácil enfrentar los conflictos y
desacuerdos, y trabajar en pos de la construcción de un acuerdo con su cónyuge. El perdón es una
excelente herramienta para el diálogo.

Podemos volver a amar y confiar. Luego de una grave ofensa, el perdón permite la restauración y
la continuación de relaciones sanas basadas en lazos de confianza antes que en el rencor y la
recriminación. De hecho, hay estudios realizados que demuestran que el perdón es factor
fundamental para el mantenimiento de relaciones matrimoniales estables a largo plazo.

Reflexione:
Amar es perdonar, y perdonar es liberarse de una inmensa carga emocional que impide la
felicidad conyugal. Indiscutiblemente tendremos que enfrentar heridas, y la inteligencia del perdón
nos ayudará a sanarnos con rapidez.
Elogio Y Admiración,
Herramientas Que Fortalecen Las Relaciones

Los seres humanos tendemos a enfocarnos más en lo negativo que en lo positivo. Las parejas no
nos salvamos de esta actitud. Lamentablemente, enfocarse en los defectos del cónyuge daña

severamente la relación matrimonial, y en algunos casos, la destruye.

Cuando nos enamoramos, éramos ciegos a cualquier defecto de nuestra pareja. Fuimos tolerantes
en casi todos los aspectos que nos incomodaban. Pero el paso del tiempo y la rutina en el
matrimonio, fueron cambiando la admiración y el amor, por la crítica constante y dañina. Esto
pasa porque naturalmente, pensamos que las personas deben comportarse del modo correcto y
mejor posible, y por tanto, no tiene sentido halagar a alguien por hacer lo que consideramos que
tiene que hacer. Hasta podemos estar creando en nuestro cónyuge un sentimiento de inseguridad,
ya que no sabrá cómo actuar para complacernos.

Sin embargo, no debemos olvidar que a todos nos gusta que nos elogien, nos muestren
aprecio o nos feliciten, incluso por hacer nuestro trabajo, y cuando lo hacen nos
sentimos mejor, nos relacionamos bien con esa persona y nos comportamos mejor en el
futuro.

Por lo tanto, la admiración y el elogio en nuestro matrimonio son ingredientes que solidifican la
relación, y comprometen más aún a los cónyuges entre sí. A continuación algunos consejos para
mejorar nuestra relación utilizando la admiración y el elogio como herramientas.

A.
Por su tendencia natural, usted se ha estado enfocando más en los defectos que en las
virtudes de su pareja. Incluso usted mismo ha sentido frustración por el comportamiento
del otro, ya que considera que no ha avanzado en algunas cosas básicas. ¿Cuál es el
primer paso? Reorientar su atención. Valore las virtudes de su pareja. Recuerde las
características que le impactaron cuando lo/a conoció. Reviva los momentos felices y
divertidos que pasaron sin que “esos defectos” obstruyeran la relación. Procure ver a su
pareja como al principio. Enfóquese en lo que hace bien, y deje de ser tan “quisquilloso
y difícil de complacer”.
B.

Mengue la crítica y desbórdese en elogios. Su pareja no solo hace cosas que considera erróneas
o que le molestan; también hace cosas que a usted le gustan, que son acertadas, inteligentes,
creativas, divertidas, lógicas o útiles. Por lo tanto, dígale: “gracias por tu preocupación por
nosotros”, “que bien te queda esa ropa”, “estoy contenta/o por haberme casado con alguien tan
inteligente”, “me gusta ver que me esperas cada vez que llego a casa”, etc. No pierda la
oportunidad de elogiar y mostrar admiración. Hable, diga con énfasis las cosas que le gustan de su
cónyuge. Otro ejemplo, mientras su pareja le habla o le cuenta algo usted puede decirle cosas
como "bien hecho", "lo has expresado estupendamente", "tienes toda la razón", etc.

¿Ha notado lo fácil que es criticar, y lo difícil de elogiar las virtudes de las personas? Esto
no tiene por qué continuar así. Mientras más use el buen decir, mientras más elogie, le será
más fácil hacerlo y reconocer en su pareja las cosas buenas de su personalidad. Lo que más
acostumbra hacer, es lo que hacemos con más facilidad, ¡Elogie!

C.
Recuerde que mostrar aprecio a los demás no solo beneficia a las otras personas, sino que
también hace que usted se sienta mejor, pues el hecho de mostrar sentimientos positivos hacia los
demás de manera honesta y sincera (como agradecimiento, aprecio, etc.) tiene un efecto positivo
en las personas. Desarrollar un espíritu de aprecio por los demás resulta en un inmenso beneficio
personal.

Muestre interés por sus puntos de vista, aunque no esté de acuerdo con ellos. Si muestra interés
por las opiniones de los demás, ellos tenderán también a valorar más las opiniones que usted
exponga. Todo esto comprueba que el elogio, la admiración y el interés, mejoran la autoestima y
fortalecen las relaciones.

Los elogios salvan una relación

Una pareja llegó al juez resuelta a la separación. Después de algún tiempo tratando con la
pareja, el juez entendió que no había forma de salvar la relación. Dio un consejo, dio otro,
pero los cónyuges no cedieron un milímetro.

Ambos se atacaron ferozmente. Tenían una actitud muy ácida entre sí. El magistrado les indicó el
tiempo en el que el divorcio se efectuaría, así que les aconsejó: debido a que faltan seis meses
para consumar el divorcio, por el bien de ustedes mismos, y sobre todo por el de sus hijos, les
aconsejo tratarse bien en estos meses, elógiense, sean considerados entre ustedes al menos por
estas semanas. Trátense con educación y mucha cortesía. A la pareja, aunque la idea no les parecía
muy buena, aceptaron el consejo y se marcharon.
A partir de aquel momento se esforzaron por llevarse lo mejor que podían mientras llegara el
divorcio. Al salir de la oficina del juez, él le abrió la puerta del carro a ella, y ya en el vehículo,
le agradeció por no haberlo delatado por todas sus “triquiñuelas” ante el juez. La joven esposa
asintió en silencio.

La primera semana evitaron criticarse, y procuraron elogiarse, aunque fue difícil al


principio. Los niños estaban contentos: no miraban a sus padres pelear como siempre. Ella
procuraba atenderlo lo mejor posible cuando llegaba del trabajo. Él le prestaba atención a
ella y a los niños, procurando no distraerse con el control remoto. También comenzó a
reconocer los esfuerzos que ella hacía para cocinar las cosas que a él le gustaban, y empezó
a elogiar sus comidas. Nunca antes lo había hecho.
Las semanas y meses pasaron, y ellos siguieron a pie juntillas el consejo del magistrado que
tenía el caso de su divorcio.

Transcurridos los seis meses de prórroga, asistieron a la audiencia ante el juez. Pero cuando el
dignatario les preguntó si estaban listos para proceder al divorcio, ellos dijeron que los últimos
seis meses les ayudaron a entender que todavía se amaban, y que ya no querían separase.

El juez les preguntó: ¿Y qué les hizo cambiar de opinión? Bueno – dijeron ellos – nos dimos
cuenta que son más las virtudes y los aciertos que tenemos, que los pequeños defectos que nos
estaban martirizando.

Reflexione:
Hemos querido hacer algo bueno, pero de forma mala, porque lo único que hace la crítica es
fortalecer las conductas negativas en las personas. En cambio, el elogio y la admiración
mejoran el comportamiento en grandes porcentajes, e incluso, pueden salvar nuestro
matrimonio.
Cuidado, ¡Intrusa En La Alcoba!

Al parecer la palabra suegra es sinónimo de “conflicto”, ya sea porque esta siente antipatía
por su yerno o nuera, o porque constantemente está metida entre las sábanas y decisiones de la

pareja.

Paola de Managua dijo: “Ya no soporto que mi esposo no haga nada con mi suegra, quiere
estar en todo, opinando e imponiendo sus criterios. Aunque reconozco que mi madre siente un
poco de aversión por Manuel, mi esposo.”

Es posible que en nuestro país[4] los conflictos entre pareja y suegra tengan un índice más
alto debido a la costumbre de iniciar el matrimonio viviendo en casa de los suegros.
Bueno, y es que admitir a una nueva persona en casa con costumbres y creencias
diferentes es bastante complicado, especialmente porque en el hogar se cuenta con normas
y un estilo de vida establecido.
1. Rompa el cordón umbilical

Cuando un hombre y una mujer dejan a sus familiares de nacimiento y se unen entre sí es para
formar una nueva familia, independiente emocional y económicamente. Pero una de las partes
puede estar dando apertura a la intromisión de terceros en el matrimonio, en este caso, la suegrita.
El cónyuge que hace esto es porque no tiene la madurez emocional como para desprenderse de los
padres. Dejemos claro que un matrimonio con la influencia directa de una tercera persona
difícilmente puede tener estabilidad. Por lo tanto, es muy saludable romper con el cordón
umbilical y tomar las riendas de la nueva vida familiar.

Estela tenía una buena propiedad en una autopista de mucho afluente vehicular, la cual vendió a
buen precio para cumplir con uno de sus sueños: comprar una propiedad grande y repartirla entre
sus hijos para que estos siempre estuvieran cerca de ella. Y efectivamente lo hizo. Cuando uno
visita la propiedad de Estela puede ver el caserío, pues tiene 13 hijos a los cuales ya heredó.
Hacer algo así es no permitir que la vida siga su rumbo normal, sin embargo, casos así abundan en
Latino América.

Tanto el hombre como la mujer han de asumir una realidad práctica: su familia es su cónyuge, y es
con él que se debe emprender la nueva jornada de vida, iniciar a formar las costumbres de
convivencia, y cuando lleguen los hijos, educar con orientaciones que los conviertan en grandes
personas. Esto no quiere decir que se debe “romper totalmente” con la familia materna, lo que
estamos diciendo es que se debe asumir la nueva realidad con independencia.

2. ¡Lo dicho, problemas a la vista!

La suegra podría pensar que nadie es suficientemente bueno para su hijo/a, eso puede ser motivo
de constantes críticas hacia el cónyuge del hijo/a. A menos que haya un alto por parte de quien
permite esta intromisión, el rechazo seguirá, y la tensión en la pareja por la falta de aceptación
puede crecer, incluso hasta el divorcio.

Por otro lado, la suegra no se da cuenta hasta dónde se entromete, para ella
simplemente está amando a su hijo/a. Sus intenciones no son malas, sin embargo,
invade un espacio en el cual ella cree tener derecho total. Nuevamente decimos: esto
se debe a la apertura que se le da por parte de uno de los cónyuges.

Como lo referí en el primer capítulo, dicen que están cien hombres en una casa y no discuten, pero
están dos mujeres en la misma casa y se matan. Esto puede ser más real aún entre suegra y nuera.
El constante afán sobreprotector de algunas madres crea tención, pues siguen considerando a sus
hijos “sus niños” a los que se deben cuidar, y como ellas los cuidaron desde que nacieron, esperan
que la nuera siga sus mismos patrones, que por supuesto, para ellas son los mejores, y si la nuera
se aparta de ellos, perjudicará a su muchacho. ¡Allí vienen los conflictos! Como la esposa no
puede desquitarse con la suegra, el cónyuge termina pagando los platos rotos.

La suegra y la nuera pueden estarse disputando el cariño del hijo, lo cual por supuesto es un
grave error, ya que ambos sentimientos son diferentes y cada uno debe tener su espacio.
Esos celos deben desaparecer, pues son nocivos.

3. Soluciones:

No vivir con los suegros. Esto nos dará independencia y la oportunidad de tomar
nuestras propias decisiones sin la intervención de terceras personas. Difícilmente se puede
lograr esto al vivir en casa de los suegros. Si la distancia es bastante grande, mejor, menos
peligro.

Un diálogo fraterno y sincero para establecer límites es de provecho. Los límites


que la suegra debe tener no deben darse por sentado, hay que establecerlos con ella de
la forma más cariñosa posible, después de todo, ella procura hacer lo mejor con los
hijos.
Establecer un pacto entre los cónyuges de no permitir que ninguna de las madres
intervenga, y proponerse cumplir con el acuerdo, ya que si una suegra mete su cuchara en
las relaciones de la pareja, es porque alguien está consintiendo.

No abra las puertas a la intervención de la suegra al darle responsabilidades, como el


cuido de los niños. Sin duda, esto la hace sentir con el derecho de participar en el
matrimonio.

No discutan frente a la suegra ningún tema espinoso, pues le dan


oportunidad de opinar y no ser imparcial.

Sea respetuoso con la familia política. Insultar, hablar mal o cualquier otra cosa que
menosprecie, ya sea a la suegra o a cualquier otro familiar de su cónyuge, es muy hiriente. Si
lo hace, está garantizando un conflicto grande.

La suegra prudente permite los espacios, dando así oportunidad a la independencia y desarrollo
de los hijos. Aconseja oportunamente sin imponer sus opiniones como puntos finales. Todo esto lo
hace basada en la experiencia acumulada, recordando que ella también fue nuera.

Por otro lado, lo apropiado es mantener una relación cordial con la suegra, una relación que sea
fuerte y perenne, en vez de tomar distancia. Si tratamos bien a los padres de nuestro cónyuge,
indudablemente esto abonará a la relación de manera propositiva y eficaz.

No hay duda que llevarse bien con la suegra “es un arte”, por lo tanto, hay que cultivar las mejores
relaciones con ella, teniendo muy claro los espacios, y aprovechando siempre su amor por
nosotros.

Nota aparte:
Un sacerdote escribió esta anécdota:

Mi amada Suegra

Vino a casa Juana, casada, viviendo en casa de su suegra, y me comentaba que después de algunos
días, no se entendía con ella. Sus personalidades son muy diferentes y ella fue irritándose con los
hábitos de la suegra, que frecuentemente la criticaba.
Los meses pasaron y Juana y su suegra cada vez discutían más y peleaban, y para colmo,
en esa familia la nuera tiene que cuidar a la suegra y obedecerla en todo.
Juana no soportando más vivir con la suegra, decidió visitar a un amigo de su padre. Después de
oírla, él tomó un paquete de hierbas y le dijo: "No deberás usarlas de una sola vez para liberarte
de tu suegra, porque eso causaría sospechas. Dale varias hierbas que irán lentamente envenenando
a tu suegra. Cada dos días pondrás un poco de estas hierbas en su comida. Ahora, para tener
certeza de que cuando ella muera nadie sospechará de ti, deberás tener mucho cuidado y actuar de
manera muy amigable. No discutas, ayúdala a resolver sus problemas. Recuerda, tienes que seguir
todas mis instrucciones"

Juana quedó muy contenta, agradeció a don Toribio y volvió muy apurada para comenzar el
proyecto de asesinar a su suegra.

Pasaron las semanas y cada dos días, Juana servía una comida especialmente con su respectiva
dosis de hierbas a su suegra. Siempre recordaba lo que el Don Toribio le había recomendado
sobre evitar sospechas. Y así, controló su temperamento, obedecía a la suegra y la trataba como si
fuese su propia madre.

Después de seis meses, la casa entera estaba completamente cambiada. Juana había controlado su
temperamento y casi nunca la aborrecía. En esos meses, no había tenido ni una discusión con su
suegra, que ahora parecía mucho más amable y más fácil de lidiar con ella. Las actitudes de la
suegra también cambiaron y ambas pasaron a tratarse como madre e hija.

Un día Juana fue nuevamente en busca de don Toribio, para pedirle ayuda y le dijo: "Por favor,
don Toribio, ayúdeme a evitar que el veneno mate a mi suegra. Ella se ha transformado en una
mujer agradable y la amo como si fuera mi madre. No quiero que ella muera por causa del veneno
que le di."

Don Toribio sonrió y señaló con la cabeza: "Juana, no tienes de qué preocuparte. Tu suegra no ha
cambiado, la que ha cambió eres tú. Las hierbas que le di eran vitaminas para mejorar su salud. El
veneno estaba en su actitud y en la tuya, pero fue echado fuera y sustituido por el amor que pasaste
a darle a ella".
S.O.S.
¡Ya No Soporto A La Familia De Mi Cónyuge!

Me casé hace 4 años, y aunque vivimos lejos de la familia de mi esposo, ellos siempre se meten en nuestra relación; me
critican por todo, que no soy la esposa perfecta, que malcrío a mis hijos, que no ayudo a mi esposo con el manejo correcto
del dinero… ¡Estoy cansada! ¿Qué hago?
Yolanda de San Salvador.
Ya no soporto a la familia de mi esposa, como nos apoyan un poco económicamente, se sienten en el derecho de decidir por
nosotros, lo peor es que ella lo permite sin titubeos. Si esto sigue así, creo que nos separaremos, pues yo no me casé con su
familia, sino con ella.
Ricardo, de Coahuila, México.

Puedo decir con todas sus letras que yo no tengo ningún problema con la familia de mi esposa.
¡Ellos viven en el extranjero y nosotros acá! Esta pequeña broma-seria, en realidad no es el

porqué no tengo problemas con ellos, sino porque he aprendido a cultivar mi relación con la

familia de mi esposa.

Me casé a los veinte años con Verónica. Confieso que al inicio de nuestro matrimonio me negué a
compartir con su familia, y ella visitaba sola la casa de su madre y sus hermanos. Yo pensaba que
“mientras más lejos, mejor”. Esta conducta estableció barreras entre ellos y yo. Acepto que sin
ninguna razón, procuré mantenerme distante de mi familia política. Era un asunto de actitud.

Es cierto que ellos viven fuera de nuestro país, pero el vivir independientes ha sido una gran
bendición. El primer error que cometí al inicio del matrimonio fue irnos a vivir a casa de mis
padres. El “vivir en techo compartido” nos volvió vulnerables a la intromisión de mi familia
paterna. Gracias a Dios esto duró poco tiempo. Actualmente somos independientes; vivimos en
casa propia y la única influencia directa que nuestros hijos han tenido es la nuestra: la de papá y
mamá. Al vivir aparte, podemos decidir nuestros asuntos, sin temor de ofender a nadie por no
considerar su opinión.

Las relaciones pueden volverse tensas cuando se vive bajo un mismo techo. La razón es que
chocan nuestros hábitos, costumbres y creencias con quienes piensan y practican cosas distintas a
las nuestras. En este sentido, la tolerancia es mágica, pues nos permite aceptar más fácilmente las
diferencias.
Otro de mis errores fue no comprender mi escala de prioridades: muchas veces puse la opinión de
otras personas por encima de la de mi esposa. ¡Errorazo! Padecí el síndrome del oído sordo para
mi cónyuge. Cuando entendí lo que estaba haciendo, actué de forma diferente. Por supuesto, no
siempre nuestra pareja tiene razón en todo; sin embargo, vale la pena escucharla antes que a
cualquier otro, asegurándonos que sus ideas son oportunas y propositivas.

Algo más: hablaba mal de su familia. ¿Por qué? Ni yo mismo lo sé; solamente sé que lo
hacía. Hemos de aceptar que nadie puede sentirse bien cuando escucha malas razones de su
familia. Lógicamente esto desembocaba en pleitos y discusiones frecuentes. ¡Ah, pero yo no
permitía que se dijera nada de mi familia! Se desataba la tercera guerra mundial. Muchas
veces escuché el consejo de “no hablen mal de la familia de su cónyuge”, y nunca lo
obedecí. Hasta que finalmente lo puse en acción, y la verdad, me trajo grandes dividendos
matrimoniales.

Todo el mal que mi actitud había causado fue sanando cuando tomé la iniciativa de hacer crecer la
relación entre ellos y yo. Tengo que aclarar que para mi esposa el tema de mi familia nunca fue un
problema, pues incluso, cuando hablábamos de salir de paseo, ella proponía visitar a mis padres.
Además, cuando yo no podía por alguna razón de trabajo, ella iba sola con los niños. Siempre se
llevó bien con sus suegros y cuñados.

Fue después del año 2003 cuando decidí poner en marcha una actitud diferente. Quiero
compartirle tres consejos que fueron fundamentales para mí:

1.
Establezca claramente su escala de prioridades: su cónyuge, hijos, padres, demás familiares.
Después del matrimonio, su pareja ha pasado a ser su máxima prioridad, no solo su prioridad,
sino la mayor de todas. Esto no quiere decir que uno se vuelva ciego ante los antojos y
caprichos del otro, sino que ahora esa persona ocupa un lugar privilegiado: el primero en
todas sus relaciones, no solo para complacer sus deseos, sino para suplir sus necesidades
emocionales, espirituales y físicas; además de ayudarle a crecer como persona
constantemente. Los padres de ambos deben aceptar esta realidad. El que ahora el cónyuge
sea la prioridad no quiere decir que el hijo/a ha dejado de amarlos, sino que ahora tiene a
alguien más a quien amar con especial interés.

La pareja ha venido a ser “una solo carne”, lo que indica que su nivel de compromiso es profundo.
Los cónyuges no tendrán una relación más profunda con nadie más, ni siquiera con sus hijos, y este
nivel de compromiso se extiende a tres áreas específicas: 1. la espiritual, 2. la emocional, 3. la
física. Algunas mujeres acostumbran decir “con mis hijos ya estoy completa”. ¡Falso! El
complemento preciso para la mujer es el esposo, pues él puede llenar las necesidades que nadie
más puede llenar. Y en esto hemos de recordar que algún día los hijos se irán. Si mantenemos las
relaciones en su debido orden con los miembros de la familia, cuando los hijos se vayan no
tendremos que luchar con la tristeza del vacío que su partida deja, pues nuestro cónyuge, que es lo
más importante para nosotros, estará ahí, para seguir la vida a nuestro lado.

2.
Establezca límites a la relación con la familia política. Esto debe ser de común acuerdo: tiempo
para visitarlos, hasta dónde podemos considerar sus opiniones, cuánta participación podemos
darles en la educación de nuestros hijos, no permitirles que establezcan reglas para nuestro hogar,
como dónde debemos vivir, estudiar, como educar a los hijos, etc.

Los suegros pueden estar interviniendo en la relación matrimonial debido a la actitud


dependiente de uno de los cónyuges por alguna ayuda económica que ofrecen. Ellos tienen
experiencia y pueden ofrecer buenos consejos, pero no deben intervenir en la relación de
sus hijos.

C.
Aprenda a cultivar las relaciones. En mi caso fue mi actitud lo que impidió mantener buenas
relaciones desde el inicio del matrimonio. Al entenderlo, trabajé para lograr una relación
fraterna y familiar con ellos. Pude lograrlo. Comencé a hablarles más; cada vez que viajaba a
Estados Unidos procuraba visitarlos; escuchaba sus opiniones, cuando alguno de ellos nos
visitaba, procuraba atenderlos lo mejor que podía para hacerlos sentir bien, etc. Así fue
creciendo la relación familiar. Cuando damos pasos concretos para alimentar la relación de
familia, sin duda obtendremos grandes resultados.

Aunque inicié con una nueva actitud, aún me faltaba escalar un peldaño más: mejorar las
relaciones con mi suegra. Yo sabía que no debía mantenerme distante. Tenía que hacer algo.
En octubre de 2008 tuve la oportunidad: hice un viaje a Estados Unidos, y pasé una semana
entera con ella. Ella se quedaba sola en casa cuidando de los asuntos del hogar, así que vi
aquello como una oportunidad, y comencé a compartir, a conversar, a abrir esa brecha que se
mantuvo cerrada por muchos años. Al final tuve éxito con ese escalón: pude escalarlo.

En mi última visita a su hogar, conversé con ella, hablamos de algunas cosas y mencionamos
una tragedia que ocurrió en la familia. Procuré consolarla e hice una oración por ella. Al
final, me mostró su alegría por mi visita y por mis palabras. La relación verdaderamente
había crecido.

Reflexione:
Cuando nos casamos, la familia debe crecer, ser más fuerte y por eso, más ilimitada. Si somos
propositivos en esta relación, seguramente viviremos mejor. No se equivoque: recuerde quién es
su prioridad, establezca los límites apropiados para su familia política, y especialmente, cultive la
relación con ellos, así su propio matrimonio será más feliz y estable.
¡Cuidado Con Los Intrusos Tecnológicos!
¿Puede un Smartphone, tableta, o laptop perjudicar nuestros matrimonios? ¿Pueden estos aparatos ser intrusos en la
relación conyugal?

Los modernos aparatos, de los cuales nos hemos hecho muy dependientes, pueden

complicar las relaciones matrimoniales, al punto de la traición y el divorcio. Investigaciones

recientes nos están previniendo sobre el uso inapropiado de los celulares, tabletas y

computadoras portátiles. Si amamos a nuestro cónyuge, lo mejor es que seamos prudentes en

el uso de las nuevas tecnologías, para impedir que estas afecten nuestro matrimonio.

¡Cuidado con tu celular, tableta o laptop!

Se ha comprobado que los niveles de interrelación disminuyen con los aparatos tecnológicos del
momento, así lo asegura un estudio realizado por Andrew K. Przybylski y Netta Weinstein,
investigadores de la Universidad de Essex (Inglaterra): “cuando los individuos interactúan en
presencia de smartphones, tabletas y notebooks, alcanzan menores índices de confianza e
intimidad que cuando lo hacían sin tener contacto con esos aparatos”. En otras palabras, los
recursos tecnológicos están sustrayendo inconscientemente a las personas de su entorno para
sumergirlas en un contexto imaginario y muy peligroso.

Por otro lado, el uso constante de las redes sociales es un peligro latente para el
matrimonio que no cuenta con las sólidas bases de principios que los mantengan anclados
a la fidelidad, ya que este medio es una forma sencilla de establecer relaciones muy
personales con muchas personas del sexo opuesto. Una mirada al sitio
Facebookcheating.com constatará esta afirmación.

Una curiosa imagen publicada en la red decía lo siguiente: “Los declaro marido y mujer
hasta que facebook los separe”. En un artículo de bbc.co.uk de marzo de 2012, se destaca un
dato importante sobre la infidelidad en la red social más importante del mundo: “Esta
plataforma, fundada en 2004 y con cerca de 1.000 millones de usuarios, se ha convertido en
la principal fuente de pruebas del 20% de los divorcios de Estados Unidos, según un
reciente estudio de la Asociación de Abogados Matrimoniales de EE.UU.” Además, en el
diario electrónico clarín.com se informa que “todo elemento tecnológico es una herramienta
más de prueba, siete de cada diez divorcios por infidelidad se inician por los delatores
modernos: SMS, e-mails, chats o las redes sociales.”

A la vez, se ha descubierto que el uso constante de tabletas y laptops en el seno del hogar
disminuye la vida sexual en la pareja. La razón es que uno de los cónyuges puede volverse tan
dependiente del ciberespacio, que descuida la intimidad conyugal, sin contar las horas de sueño
que se pierden por la navegación constante.

Recientemente escuché una historia de un amigo: se trataba de una joven esposa que “probó” la
eficacia de la mensajería de textos para encontrar una aventura, a pesar de estar casada. Envió la
palabra clave al número donde se ofrecía el servicio de relaciones, y enseguida alguien contestó.
Se pusieron de acuerdo para encontrarse en las cercanías de un supermercado. El hombre a quien
la mujer contactó le indicó qué tipo de ropa llevaría. Cuando ella llegó al sitio, sin darse a
conocer, trató de ver quién era el “galán”, pero sintió decepción al verlo de lejos, así que desistió
de su intento. Una historia como la anterior se repite a diario miles de veces, y puede que hasta en
mayores escalas.
Una palabra inglesa, “sexting”, se refiere a la nueva modalidad de mensajería con alto contenido
erótico e incluso pornográfico. El sexting no es más que el envío de mensajes o imágenes eróticas
a través de celulares. Todo esto se presta muy fácilmente para la infidelidad conyugal.

Señales de peligro
Si su pareja pasa más tiempo de lo debido en la computadora, y especialmente en redes
sociales, esta es una señal importante.

¿Se molesta cuando le pregunta por qué pasa mucho tiempo chateando?

¿Le tiene a usted en el círculo de sus amistades en las redes sociales en las que participa?

¿Puede revisar libremente la cuenta de su pareja, conoce su clave?

¿Él/ella limpia constantemente el historial de mensajes de texto de su celular?

¿Busca privacidad para chatear con otras personas?

Estos son algunos síntomas que indican que el matrimonio está en peligro. La
comunicación en estas instancias se vuelve fundamental para la prevención de la
infidelidad y la posible ruptura matrimonial. Si usted siente que el uso de la tecnología
está causando problemas, no se cruce de brazos, recupere el terreno perdido y luche por
mantener un matrimonio vivo y creciente.

Recomendaciones:

El momento más fácil para detener una acción peligrosa es cuando se inicia. El
primer paso es el más difícil, el resto vienen solos. Por lo tanto, evite dar el primer
paso que lo comprometa en una relación de infidelidad.

Compartan como pareja sus actividades cibernéticas. No debería haber privacidad


entre los cónyuges. No hay nada de malo en compartir sus claves libremente, esto
evitará la tentación de emprender aventuras furtivas. A la vez, que sus celulares estén
disponibles para el cónyuge, solo de esa forma demostrará que no oculta nada.

Establezca límites en su perfil de usuario, es decir, describa sinceramente su estado civil


y publique imágenes en las que aparece con su pareja, así pondrá un alto a cualquier intento
de aventuras.

Reflexione:
Los peligros para el matrimonio son cada vez mayores, y por eso hemos de estar más atentos, pues
los recursos actuales han facilitado la infidelidad. Hasta se podría establecer un parámetro:
Infidelidad antes y después de internet. Antes las personas para ser infieles tenían que estar más
tiempo fuera de casa, pero hoy, un cónyuge puede estar acostado con su pareja y estar chateando
con un amante. ¡Cuánta facilidad y peligro!

Muchos expertos han llegado a la conclusión que una infidelidad virtual es tan hiriente para la
parte afectada como una corporal. Por eso, antes de dar un paso negativo, es importante
reflexionar que el dolor que la traición provoca, es más grande que el placer que se puede
obtener. Cuidemos nuestro matrimonio con toda nuestra voluntad, sin permitir que intrusos
modernos eviten el éxito que podemos tener como pareja.
Matrimonio En Piloto Automático:
La Rutina

Un piloto automático es un dispositivo que puede guiar automáticamente un avión o un barco, sin
la ayuda ni atención del piloto. Se diseñó para que hiciera ciertas tareas en momentos específicos.

En el noviazgo nos esforzamos todo el tiempo para demostrarle al otro que es la persona
más importante en nuestro mundo, pero una vez iniciado el vuelo, dejamos nuestros
matrimonios en “Piloto Automático”, permitiendo que la vida de pareja sea parte de la
rutina diaria, sin esfuerzos adicionales, sin cambios, ni sorpresas, sin ayuda ni atención
de parte de los cónyuges.

La rutina diaria es común a la vida del ser humano, y no es malo tenerla, pero no podemos
permitir que afecte la relación de pareja, reaccionando ante cada situación con los mismos
comportamientos y actitudes, dejando que desaparezcan las atenciones y mecanizando hasta las
relaciones sexuales.

La rutina adormece la creatividad, crea paradigmas, genera pasividad y estancamiento. Permite


que las cosas sucedan simplemente, nos deja cómodos en nuestro sitio, tal vez esperando que las
cosas cambien, pero sin ningún trabajo extra.

¡Deje el piloto automático y utilice los controles manuales para mantener sus habilidades
conyugales al 100%! ¡Tenga usted el control de su relación matrimonial! ¡Mantenga encendida la
hoguera en su hogar! ¡Cierre la puerta a la rutina!

1. Síntomas del piloto automático

Pérdida de interés en su cónyuge y de momentos de enriquecedoras pláticas.

Señalando diferencia, cuando en vez de mirar virtudes empezamos a enfocarnos en las


diferencias mutuas.
Desilusión y frustración. Dejamos que los conflictos normales se conviertan en un
disparador o gatillo de la desilusión.

Cuando tenemos metas personales y no de pareja. Nos volvemos individualistas.

Llegar al punto de ebullición. Cuando todo lo que su pareja hace o dice lo vuelve irritable
o lo lleva al enojo ilimitado, es una señal que sus actitudes están diluidas en mucho
negativismo.

2. Consecuencias de la rutina

Muchas personas simplemente existen, trabajan, estudian, corren, compran, viajan, pero su
vida es una rutina vacía. Esta tiene mucho que ver con el egoísmo. Cada quien se concentra
en sus propias actividades y descuida la actividad más importante de la vida: relacionarse
bien con su familia, especialmente con su pareja.

La rutina hace que nos olvidemos de los detalles que mantienen viva una relación. Por ejemplo,
nos olvidamos de prepararle un desayuno especial a nuestro cónyuge de vez en cuando, o nos
olvidamos de decirle cuánto le amamos y cuán importante es para nosotros. Los hombres nos
olvidamos de traerle unas flores a la esposa, o alguna muestra de afecto. Las mujeres se olvidan
de acariciar a su esposo, etc. Al final, terminamos aceptando la costumbre y olvidándonos del
amor.

Una de las áreas más afectadas por la rutina es el área sexual. Cuando la rutina afecta esta
área, se lesionan las emociones del matrimonio y la pareja tiende a separarse
emocionalmente. Es fácil detectar cuándo la vida íntima se ha vuelto aburrida: las relaciones
son menos frecuentes, y cuando se tienen es por compromiso. Esto es síntoma de que la rutina
se instaló hasta en la alcoba.

3. Póngale sazón al matrimonio

El aburrimiento es un estado emocional que se relaciona con la apatía, la insatisfacción y la falta


de interés. Conlleva a una escasa iniciativa que impide salir de una situación rutinaria. El
aburrimiento disminuye la perspectiva de mirar al futuro y planificarlo, impidiendo el desarrollo
personal, laboral y familiar. El Dr. Víctor Frank, neurólogo y psiquiatra, declara: “El
aburrimiento, síntoma del vacío existencial, se ha convertido en la enfermedad colectiva de la
cultura occidental.”

La vida conyugal es más que mantener la casa en orden, trabajar responsablemente, cuidar
bien de los hijos. A estas actividades tan importantes en la vida familiar hay que
agregarles ingredientes que le den sabor a lo cotidiano:

Recupere los detalles, salgan a divertirse.

Convierta a su cónyuge en la persona más importante en su vida, él/ella debe ser su


prioridad.

Por su cónyuge, manténgase siempre presentable, así no habrá ningún pretexto


para buscar afuera comida chatarra teniendo en casa comida a la carta.

Procure mantener una expresión agradable, una palabra de agradecimiento,


la cortesía en todo momento.

En un mundo tan lleno de medios, comuniquémonos más con nuestra pareja: un mensaje de
texto, una llamada telefónica, un email, todo lo que sirva para indicarle a nuestra pareja que
le estamos pensando.

Hay quienes recomiendan dejar un día a la semana para pasar en pareja, cuidado, hasta
esto se puede volver rutinario. Es mejor improvisar que sujetarse a un horario de salidas.

Para disfrutar del matrimonio hace falta estar enamorado y para estar enamorado hace
falta estar dispuesto al sacrificio. De esta manera la felicidad es consecuencia del olvido de
uno mismo y la entrega al otro en lo cotidiano de cada día. Si te lo propones, te la puedes
pasar muy bien en el matrimonio.

Llegarán circunstancias ajenas a su voluntad, en las cuales no pueda estar dispuesto para su
cónyuge (enfermedad, viajes, factores emocionales) y la mejor ayuda será el “piloto automático”.
Ese será el tiempo de recoger lo que ha sembrado, porque con el más mínimo esfuerzo, su cónyuge
se sentirá amado y podrá descansar y estar confiado.

Vencer la rutina trae muchos beneficios al matrimonio y la familia. Traerá gozo a la relación,
estimulará el buen trato, mantendrá la llama de la pasión viva, traerá mejor salud al cuerpo.

Reflexione:
La rutina es el enemigo silencioso del amor, y para salir de ella, se necesita voluntad y
creatividad más que dinero o tiempo. Poner atención en el otro, más que en cualquier
actividad o interés personal, trae la mejor recompensa: estar más enamorados que cuando se
casaron.
Solo Para Hombres.
El mapa para conquistar el corazón de una
esposa

Los hombres podríamos creer que un físico atractivo es lo que más seduce a una esposa. ¡Por
supuesto que no! Una mujer, más que visual, es emocional y espiritual. No es la apariencia lo más

importante para ellas. Según una investigación realizada entre mil mujeres del rango de los 21 a

los 54 años, el 66% de ellas siente más atracción por la integridad de su esposo, y solo un 13%

mostró interés en los músculos.

Facilite su vida, conozca qué espera su esposa de usted. Por lo menos existen cuatro áreas de
interés que el “esposo ideal” debe cubrir y desarrollar. Estas áreas están ordenadas según el
orden de interés que las esposas tienen. Ellas inician con el carácter, luego la personalidad, en
tercer lugar las habilidades, y por último la apariencia.

1. Carácter

Para una esposa, el orden de prioridades inicia en el carácter. No quiere decir que el aspecto no
sea importante, quiere decir que no es la prioridad. Por eso la FIDELIDAD es lo más
trascendental para ellas. Desean saber que son nuestro universo y que nuestro vínculo afectuoso es
solo con ellas. Necesitan la seguridad de una relación sólida y permanente.

A esto se suman otros rasgos importantes del carácter: ser un hombre de palabra, cuyas promesas
jamás dejan de cumplirse; ha de ser un hombre cuyo carácter esté fundamentado en principios y
valores, lo cual le da al esposo integridad para todas las circunstancias de su vida. Ellas aman
profundamente a un hombre que sabe hacer lo correcto siempre.

Como un apartado especial en su carácter, las mujeres esperan que su esposo sea un BUEN
PADRE. Debido a que las mujeres tienen la tendencia a preocuparse más que los hombres
sobre casi cualquier tema, la crianza de los hijos será para las esposas un tema de
importancia toral, así que ellas quieren ver al padre esforzado y preocupado por el
bienestar de los hijos.
2. Personalidad

El segundo peldaño para conquistar el corazón de una esposa es la personalidad, la cual debe
estar impregnada de BUEN HUMOR, (vea el tema HUMOR, LA CHISPA DE UN MATRIMONIO
FELIZ). Él toma las cosas “por el lado amable”, pero es firme cuando las cosas no son para
reírse. ¿Se imagina usted vivir con un cascarrabias durante décadas de su vida? Agregar a la
personalidad esa chispa de buen humor hace de la relación algo emocionante, y hasta divertido.

A la personalidad se añade LA INTELIGENCIA. Un esposo que sabe tomar decisiones en los


momentos precisos resulta muy atractivo para ellas, mientras que un hombre indeciso, vacilante,
resulta una carga pesada de soportar y pone en riesgo la estabilidad de la relación. Este fue el
caso de una pareja costarricense que conocí en la década de los 90, Lucrecia y Fernando. Ella
nos llamó a un par de amigos para solicitar nuestra ayuda: ya no soportaba a su esposo
“inoperante, que se recostaba siempre a ella, que no tenía carácter ni tomaba decisiones. Él
simplemente es una masa de carne andante”. Conclusión del matrimonio: divorcio. Luego esta
mujer inició un nuevo matrimonio, esta vez con un señor menos atractivo, un poco obeso incluso,
pero con el cual tenía una empresa de importaciones y trabajaban juntos en una entidad
comunitaria sirviendo a personas en necesidad. Cuando hablé con Lucrecia, me dijo que estaba
feliz en su matrimonio actual.

También el hombre debe mostrar a su esposa que es una persona de objetivos y metas, las cuales
persigue con pasión y constancia. De hecho, un hombre así encontrará en su esposa el apoyo
seguro para todos los planes que emprenda. La esposa se apasiona por un esposo apasionado.

3. Habilidades

Ellas son altamente comunicativas, por lo tanto, les encanta conversar y ser escuchadas. Los
expertos están de acuerdo que cuando ellas exponen un problema, más que oír una posible
solución, lo que quieren es ser escuchadas. Les interesa más que sepamos cómo se sienten.
Shaunti y Jeff Feldhanhn, expertos en temas matrimoniales afirman que “un 38% de las esposas
aprecian lo que sus esposos les aconsejan en cuanto a un problema, pero lo que realmente quieren
es apoyo emocional de parte del esposo escuchando más”. Otra idea que aportan es que “muchas
mujeres se sienten molestas con sus esposos porque cuando ellos les presentan una posible
solución a sus dificultades, ellas sienten que con eso lo que realmente están haciendo es tratar de
cortalas para no tener que escucharlas más”.

Pero también, y sin lugar a dudas, las esposas valoran los momentos de silencio en los cuales
pueden disfrutar el uno del otro sin que necesariamente todo termine en relaciones íntimas.
Esto es más una forma de comunicación espiritual que física, la cual resulta muy provechosa.
Por otro lado, el romance es una ficha clave en el juego del amor. También ninguna mujer quiere
ser la mamá de su esposo: ella espera que él sea autosuficiente y sea capaz de ayudar en las
tareas del hogar en caso necesario o cuando ella no esté en casa.

Por supuesto, hay que incluir las habilidades del esposo en la intimidad. Pero no se equivoque,
para ellas la SENSUALIDAD va más allá de una relación física. Ellas quieren ser conquistadas,
que su esposo se tome el tiempo necesario para enamorarla con ternura, y saber hacerlas sentir
bellas y deseables.

En cuanto a la apariencia, según ellas, es lo menos importante. Una esposa se sentirá más a gusto
con un esposo con cualidades como las mencionadas anteriormente que con un hombre de
impresionante aspecto pero sin carácter, personalidad y habilidades. Por ello, hagamos énfasis en
las cosas que nutrirán y fortalecerán nuestra relación matrimonial.

Reflexione:
Nuestra lista no es exhaustiva, pero contiene los elementos imprescindibles que todo esposo debe
tener. De hecho, todo esposo interesado en el bienestar de su relación, debe tener un mapa para
llegar al corazón de su esposa de forma segura y permanente, por eso es necesario aprender todo
cuanto podamos para ser el esposo que ella quiere tener.

Según Shaunti y Jeff Feldhanhn, el secreto mejor guardado de una mujer es que “para ella, su esposo es su héroe”. En lo
profundo de su corazón sienten admiración por él y respeto. Y lógicamente, este sentimiento se incrementa cuando el esposo
llena ciertas expectativas de ella.
Mucho Cuidado Con La
Intolerancia

Un matrimonio formado por un musulmán y una católica procedentes de Costa de Marfil, testificó, en el Sínodo de los
obispos sobre la familia, que se celebra en el Vaticano, sobre la tolerancia que han ejercido en cuestiones de fe y otros
aspectos. Jeannette Touré, católica de Costa de Marfil, dijo:

“Un musulmán y una muj er católica que comenzaron a amarse hace poco más de 52 años y se continúan
amando aún, ¿pueden ser testigos del Evangelio para sus hij os, su f amilia, sus amigos y las dif erentes
comunidades religiosas? El testimonio de nuestro matrimonio tras 52 años de vida en común, vivida en la
tolerancia, el respeto mutuo a cada una de las creencias y el apoyo del uno al otro, es una clara respuesta”.
larazon.com, octubre 2014

Según estadísticas del Complejo Judicial Central de Managua, de cada cien solicitudes de
divorcio, solamente una se presenta por mutuo acuerdo. Es decir, noventainueve matrimonios son
disueltos por decisión de una de las partes. De acuerdo con estos datos, el matrimonio en
Nicaragua está en crisis, si consideramos que en promedio se reciben 14.7 solicitudes por día
laborable. Estas estadísticas no contemplan las separaciones de hecho, en las cuales la relación se
termina sin que medien trámites legales.

Según la licenciada Silvia Taleno Oporta, sicóloga del equipo multidisciplinario del Complejo
Judicial de Familia de Managua, estima que “la unilateralidad en la decisión de divorciarse
evidencia la ausencia de una cultura de paz y armonía para resolver nuestras diferencias por la vía
del consenso. Nuestros niveles de intolerancia son altos y no nos permiten llegar a acuerdos en
común”. (www.poderjudicial.gob.ni).
En el plano latinoamericano y europeo, las estadísticas andan de la siguiente forma, según el sitio
eleconomistaamerica.com:

Las tasas de divorcio más altas son las de los países europeos: España (61%), Portugal (68%), la República
Checa (66%) y Hungría (67%). Pero Bélgica se lleva la palma con una tasa del 70%.

En cuanto a Latinoamérica, el país con menos divorcios (de todo el mundo) es Chile (3%), mientras que en
Ecuador el porcentaje de divorcios llega al 20%, en Guatemala al 5%, en México al 15%, en Panamá al
27%, en Brasil al 21% y en Venezuela al 27%.
Todo esto indica que el matrimonio es una institución muy frágil, y si a esto se agrega la
intolerancia, el matrimonio tendría muy pocas posibilidades, a menos que lo convirtamos en una
prioridad para nosotros.
1. Tolerancia, herramienta indispensable para el matrimonio
Junto a la comunicación, la tolerancia desempeña un papel preponderante para el desarrollo de la
relación matrimonial. Esta es fundamental, porque cuando iniciamos una nueva vida al lado de
otra persona, no solo nos casamos con un cuerpo, sino con un carácter, el cual implica hábitos,
creencias, actitudes diferentes a las nuestras. A menos que entendamos y aceptemos esta realidad,
sufriremos en nuestro matrimonio, o terminaremos solicitando el divorcio unilateralmente.

Si le molesta que su cónyuge tenga ideas diferentes, ridiculiza lo que dice y cree que debe aceptar
y practicar sus ideas, lamentablemente usted es intolerante, y es casi seguro que su matrimonio
marcha rumbo al abismo. Y es que las personas no somos de plastilina para simplemente ser
amoldadas bajo el criterio de otro. En el matrimonio debemos someternos a un proceso de
adaptación para construirlo y volverlo una relación exitosa. Ambos cónyuges colaboramos para
reconciliar nuestras diferencias.

“¿Cuál es el secreto para mantener un matrimonio estable por más de 25 años? La tolerancia. Es
importante saber encontrar cada uno su espacio, que nosotros lo tenemos. Hay que aprender a
ceder, aceptar, compartir y entender. Somos diferentes, no sólo nosotros dos sino, como ya mencioné,
el hombre y la mujer en general.” Guillermo Francella, actor argentino.

2. ¿Qué es la tolerancia?
Del latín Tolerare, esta palabra significa “sostener, soportar”. Es un proceso que
me permite sostener una reacción para pensar, para valorar, a fin de hacer ajustes. Éstos
tienen la finalidad de ayudarnos a pulir la relación. Pero si uno de los cónyuges es
impositivo, ignorando el sentir del otro, la relación será muy friccionada.
El concepto médico de tolerancia es muy ilustrativo para el enfoque que quiero presentarle:
“es la reducción de la respuesta del organismo a los efectos producidos por una sustancia
determinada.” En otras palabras, el organismo se adapta poco a poco a una sustancia, que a
la postre resulta en beneficios para la salud. ¡Nada más ni nada menos así es la tolerancia
para el matrimonio!, un proceso de adaptación de los cónyuges que finaliza en beneficios
grandes para la relación.
Pero ojo, tolerar no significa soportar una situación que nos hace daño, pues en tal caso nos
convertiríamos en víctimas de un agresor, quien espera que asumamos su posición sobre
determinado asunto. Si nuestro cónyuge no está dispuesto a ajustarse para obtener armonía en el
matrimonio, es casi seguro que terminemos con sentimientos de frustración y amargura por tener
que convivir con alguien que no evoluciona. No se confunda: tolerar no significa admitir para
siempre una conducta dañina.
Es aceptación de las diferencias. Nuestro cónyuge puede notar en nosotros un defecto, algo que
nosotros consideramos una fortaleza en nosotros y una debilidad en el otro. Por ejemplo:
probablemente a nosotros nos apasione discutir ciertos temás, pero a nuestro cónyuge le parece un
defecto semejante apasionamiento, mientras que nosotros vemos como defecto que él/ella no se
apasione por las mismas cosas que nos apasionan, ya que “son tan interesantes”. Esto debería
hacernos asumir que realmente somos diferentes.
3. Valores que fortalecen la tolerancia
Ya que como pareja nuestra máxima prioridad es el matrimonio, cultivar la tolerancia
resulta indispensable para lograr una relación armoniosa, en paz y estable. A continuación,
algunos consejos que debemos seguir:
Practique algunos valores que le ayudarán a ser tolerante, como la humildad, la
mansedumbre, la paciencia, el respeto, y especialmente, el amor. No precisamente el amor
nos lleva a convertirnos en dos personas que crean y sientan lo mismo, pero que sí pueden
convivir en paz.

Sea propositivo ante un conflicto de diferencias para mantener la armonía y la paz. ¡No le
eche más leña al fuego con una actitud intransigente! ¡Proponga un punto de acuerdo!

Dialogue sus diferencias con su cónyuge, desplegando sobre la mesa las razones de sus
creencias y actitudes, esto contribuirá a la comprensión y aceptación en gran medida de esas
diferencias, así como respeto por aquello que nos parece diferente. La tolerancia tiende
puentes hacia el diálogo y la aceptación.

Procure entender cuáles son las razones que motivan las posiciones de su cónyuge.
Quizás tenga que ver con su temperamento, con alguna experiencia desagradable del
pasado, o con una estricta formación en el hogar.

Sopese sus propios valores y creencias. Esto es indispensable, ya que hay una gran
posibilidad de que esté equivocado en sus enfoques.

Recuerde que ser tolerantes nos puede ayudar a evolucionar, ya que nos
permite entender algunas cosas de una forma diferente a como nosotros las
apreciamos.
Reflexione:
Dos ríos corren por separado, pero se encuentran en un punto para juntarse. Cuando las aguas se
encuentran, ocurre un choque entre ellas: se agitan, corren más rápido, perdieron la paz de su
existencia separada. Pero, kilómetros después del punto de encuentro, los dos ríos se han vuelto
uno, esta vez más ancho, más profundo, más poderoso, en el cual sus aguas se asimilaron para
crear una fuente de agua más hermosa. ¡Esto es TOLERANCIA!

La combinación perfecta para la destrucción del matrimonio es juntar al intolerante con el


intransigente. Evite convertirse en parte de las alarmantes estadísticas. Construya un
matrimonio sólido sobre la base de la tolerancia.
Matrimonios Que Crecen

Algunas estadísticas destacadas por el sitio web portumatrimonio.org demuestran que el éxito
conyugal no ocurre de forma automática, sino que requiere trabajo y mucha dedicación:

Quinientas parejas, felizmente casadas, fueron entrevistadas recientemente acerca de lo


que más les ha ayudado a sostener su matrimonio y sus respuestas, en orden de importancia,
fueron las siguientes: la confianza mutua (52%); La fe y la espiritualidad (27%); una
buena comunicación (18%). Y muy cerca de estos porcentajes, ellos destacaron el
aporte de: el compromiso, amar y luchar por los hijos, trabajar juntos en la solución
de conflictos, la paciencia y el perdón, así como pasar tiempo juntos.

Así mismo, un estudio en Australia concluye que las parejas cuarenta años juntas son más
felices que las que llevan doce meses. Podemos concluir que la razón tiene que ver con la
dedicación que la pareja ha tenido en el matrimonio. La felicidad adquirida no fue espontánea,
exigió la participación consciente y activa de ambos cónyuges. Un matrimonio dichoso no es
producto del azar. No se logra por arte de magia, sino por el trabajo diario y permanente para
construirlo.

El matrimonio debe crecer y desarrollarse, por eso cada cónyuge tiene que ser un agente
activo y no pasivo en el progreso de la relación, esto evitará llegar a pensar en el divorcio. Al
menos tres bases importantes son requeridas para aportar diariamente a un matrimonio creciente y
feliz:

1. Decisión

Cada cónyuge debe participar activamente en el crecimiento y desarrollo de la relación.


Este crecimiento no sucede automáticamente. Requiere trabajo y esfuerzo consciente de ambos.
Esto responde a una decisión que tomamos para tener éxito como pareja. En realidad no sería
natural que pasen los años y continuar siendo los mismos, sin pulir nuestras deficiencias y los
malos hábitos que obstaculizan la relación. Decidir avanzar es fundamental para un matrimonio
saludable.
2. Perseverancia

Como ya mencioné, según un estudio australiano, las parejas con matrimonios de muchos
años son más felices que muchos recién casados. De ninguna manera debemos pensar que estas
personas son más felices en su relación porque hallaron a su pareja ideal. NO. Indudablemente
han tenido muchos obstáculos, y seguramente en más de una ocasión pensaron en la separación.
Sin embargo, perseveraron.

La perseverancia solo es necesaria cuando se enfrentan obstáculos, antes no. Se


necesita de ella cuando se han perdido las fuerzas. Es la perseverancia la que nos permite
mantenernos en pie cuando ya no queremos hacerlo. Eso fue lo que hizo el protagonista de
la película taquillera FireProof: continuar, seguir, insistir, a pesar que la posición de su
esposa era odiosa. Eso es lo que hemos hecho parejas que tenemos 20, 25, 30 y hasta 40
años conviviendo, hemos perseverado venciendo los obstáculos, y la experiencia que esto
nos ha dado, es la riqueza de la cual gozan nuestros matrimonios.

3. Aprendizaje

Un enemigo fatal de cualquier persona es la falta de conocimiento. El conocimiento es


liberador, pues al saber, podemos vivir con seguridad, sin temor de nada, puesto que no
desconocemos cómo opera la vida. Este concepto es aplicable 100% al matrimonio.

Cuando convivimos con una persona, aprendemos a conocerla y a entender sus motivos.
Hace algunos años hice una investigación sobre las diferencias entre hombres y mujeres. Los
resultados me sorprendieron, puesto que al entender las diferencias que mantengo con mi esposa,
pude comprender muchas de sus acciones y reacciones. Esto me ayudó a darle un trato más
apropiado y a no tener expectativas incorrectas de ella.

Quizás fue unos 24 años atrás que leí un par de libros del sicólogo Thim LaHaye,
“Temperamentos Controlados” y “Temperamentos transformados por el Espíritu”. ¡Me produjeron
un bien incalculable! Aprender sobre el tema de los temperamentos es vital, no solo para la
pareja, sino para la familia en su totalidad, pues al conocer de nosotros mismos, el porqué de
muchas de nuestras conductas, podemos aceptarnos y ayudarnos mutuamente al desarrollo de
nuestras habilidades y a la corrección de algunas debilidades.

Reflexione:
Un matrimonio estable contribuye poderosamente a la sensación de bienestar, lo cual es una
incuestionable necesidad del ser humano. Por eso usted necesita hacer una evaluación constante de
cómo va su matrimonio y ajustar las piezas que no estén en su lugar. La relación debe crecer, si no
la desarrollamos, la frustración o el divorcio serán casi seguros. Decida ser feliz en su
matrimonio, ponga todo cuanto esté de su parte. En el camino encontrará obstáculos, sin embargo,
persevere, porque el fruto de la perseverancia es delicioso cuando se cosecha. Además, nunca
deje de estar atento a aquellos nuevos elementos que le ayudarán a conocer más a su cónyuge y a
vivir un matrimonio feliz.
Cómo Vivir Una Luna De Miel Para Siempre
¡Bendita sea tu esposa,
la novia de tu juventud!
Es como una linda venadita;
deja que su amor y sus caricias
te hagan siempre feliz.
Proverbios 5:18,19

Las relaciones sexuales en el matrimonio son una bendición que podemos disfrutar por
mucho tiempo, si aprendemos cómo funcionan. Vivir una sexualidad marital sin propósito ni

conocimiento limita la relación a un simple contacto físico. Darnos tiempo para aprender y

entender las relaciones íntimas nos dará la oportunidad de disfrutarlas al máximo por el

mayor tiempo posible.

Su importancia
La sexualidad, como parte del matrimonio, tiene el propósito específico de la reproducción,
biológicamente hablando. Pero no solo nos unimos íntimamente para tener hijos, sino también para
disfrutarnos el uno al otro y encontrar placer y satisfacción en nuestra relación de pareja. El sexo,
entonces, es la evidencia más tangible de que el matrimonio es la relación más íntima que dos
seres humanos sexualmente complementarios pueden experimentar. No hay otra relación que nos
acerque más el uno al otro. ¡Ninguna!

No debemos verlas solo como un medio de satisfacción personal. Las relaciones sexuales
no son un fin en sí mismas sino un medio para lograr el gran propósito de hacer crecer el
matrimonio y obtener una intimidad más sólida y profunda con nuestro cónyuge. Junto a la
comunicación, la sexualidad es el gran vínculo entre los cónyuges, algo que logra unir el
alma y no solo el cuerpo. Por eso, cuando un cónyuge muere, queda un inmenso dolor en el
que sobrevive, y en algunos casos, el otro muere prontamente, sobre todo cuando son
ancianos.

Agreguemos a lo anterior que las parejas con una vida sexual sana y activa se ven menos afectadas
por problemas como depresión, ansiedad, hipertensión, diabetes, fatiga crónica y otros
padecimientos; además tienen una mayor expectativa de vida, sencillamente porque estas
relaciones proporcionan un estado de ánimo positivo. Para el cuerpo y el alma, no hay mejor
condición que la sensación de satisfacción y plenitud.

En este apartado, debo agregar que las relaciones sexuales son el medio para prolongar nuestro
nombre en esta tierra. Hombre y mujer estamos diseñados para tener continuidad a través de
nuestros hijos. Formar una familia es la razón esencial del matrimonio.
Somos diferentes
Hombres y mujeres debemos entender y aceptar que en ese campo somos diferentes. Cuando no
conocemos las diferencias, pueden nacer interrogantes en nosotros que nos lastiman: ¿Será malo
desear tanta vida íntima con ella? ¿Será normal mi falta de deseo sexual, cómo se sentirá él al
respecto?

Nuestra principal diferencia es el deseo y la frecuencia con la cual queremos tener relaciones.
Mientras él siente necesidad de más intimidad, ella está diseñada emocionalmente para buscar un
contacto más espiritual que físico.
Cada hombre debe entender que la mujer no piensa en el sexo como el hombre lo hace. Es tanto el
interés de la mujer en el sexo, que en una encuesta se afirmó que para ellas es más importante ir de
comprar que tener relaciones con su esposo.

Grandes errores que cometemos


Cometemos errores constantemente sin darnos cuenta:
Ellas.
Posiblemente el más grande que cometen es no entender cómo piensa su
marido: el hombre siempre piensa en el sexo. Que el hombre desee a su esposa
constantemente, no es nada lascivo sino algo completamente natural. A pesar de esto,
el hombre debería aprender a dosificar sus deseos.

Hablar de alguna cosa en el momento de la intimidad No puede haber


nada más incómodo que esto.

A lo anterior se agrega fingir un orgasmo. Es mejor conversar sobre el


asunto para superar el problema en caso de no tener plena satisfacción en la
relación.

En el aseo personal. No espere que su marido sienta deseos por usted si no


cuida su apariencia. El hombre es conquistado y excitado por lo que ve, pues es
visual. ¡Solo el Botija estaba contento y muy enamorado de la Chimoltrufia!

Un caso muy curioso que se encuentra en la Biblia es el de Abraham, quien dijo a


su mujer: “¡No hay duda de que eres muy hermosa! Cuando los egipcios te vean, y
sepan que eres mi esposa, a mí me matarán y a ti te dejarán con vida.” Génesis
12:11,12. El razonamiento era razonable, al ver a una mujer tan linda, lógicamente
cualquier hombre querría quedarse con ella, y en esos lugares y tiempos, matar al
esposo era la opción para lograrlo.
Sara era muy linda, y Abraham eligió su belleza, esto indica que ella tenía mucho
cuidado con su apariencia, se mantenía deseable para él. Toda esposa debería hacer
lo mismo.

Por otro lado, la mujer está en mil cosas ya sea antes, o en el momento de la
pasión. Puede tener a su esposo esperando en la cama por mucho tiempo, porque ella
está preocupada por resolver todos los problemas del mundo antes de estar con él,
mientras que el marido está desesperado por estar con ella. Gran error, hacerlo
esperar. La pareja se pone de acuerdo para tener intimidad, ella recuerda algo
pendiente, va a resolverlo, y en el asunto puede durar hasta medio hora. ¡Hasta parece
que se olvidó del esposo! ¡Imagínese a un hombre que tanto deseo tiene por su esposa
cómo se sentirá en este caso!

Las inhibiciones. Si no tiene ningún problema, ¿Por qué no se entrega? Y es que


muchas mujeres, a pesar de querer experimentar una mejor relación sexual, se inhiben
a tal grado que no pueden entregarse por completo: las luces apagadas, eso no, nos
pueden oír, etc.
Ellos:
Falta de higiene. ¡Por Dios, hombre, aséese! ¡Luzca bien y limpio!
Sobrepeso. Conocí a una pareja a los cuales les decían “el diez”. Ella era
un palito, tan seca como el número uno. Él era redondo como el cero. Varias esposas
han confesado lo difícil que es sostener relaciones con un hombre con sobre peso, es
muy incómodo.

Desconocer la sexualidad de su esposa. Señor, ¡aprenda todo lo que pueda


sobre esa área de ella para que la trate mejor!

Tener ideas equivocadas sobre el sexo porque tuvimos malos maestros: internet,
la televisión, amigotes de la calle, etc. El caso se agrava cuando tenemos por maestro el
internet, pues el hombre, al ser visual, se activa rápidamente con imágenes, y al final,
quiere practicar con su esposa las fantasías mentirosas que ve en escenas para adultos.
Señor, trate a su esposa como una dama, ello lo merece, y no intente replicar con ella las
fingidas escenas que ve en un monitor.

Y la sacamos del estadio cuando “las comparamos con alguna estrella de la


farándula”. Caballero, esas mujeres plásticas también son normales. No compare a su
esposa con ninguna de ellas.

Ir directo al punto, sin previa preparación. A la mujer le gusta el romance, la


preparación. Ojo, comience la labor mucho antes de la acción.
Razones que dificultan
las relaciones sexuales en el matrimonio
La intimidad de una pareja puede verse afectada por varias razones, algunas de ellas son
independientes de nuestra voluntad, como enfermedades, eyaculación precoz, disfunción
eréctil, diabetes, problemas hormonales, frigidez y ausencia de orgasmos en la mujer, incluso
la lactancia podría causar frigidez por los cambios hormonales que este estado produce en la
mujer.

Por otro lado están las razones que podemos manejar: la obesidad, un asunto de mala actitud, las
condiciones en las que vivimos, etc. Razones sicológicas y físicas, o una combinación de ambas,
pueden dificultar la intimidad. En este caso es significativo para la salud sexual de la pareja,
averiguar si el problema tiene alguna solución y por supuesto, procurar aplicar dicha solución, a
fin de lograr estabilidad. En la mayoría de casos se pueden resolver los obstáculos de la
intimidad.

Muchos de estos factores están incluidos en la incompatibilidad sexual. La mayor


incompatibilidad es que las parejas difieren con relación a su deseo sexual y frecuencia.
Además, la edad puede tener un fuerte impacto en la intimidad. Si hay una diferencia
considerable en este rubro, tarde o temprano aparecerán las dificultades, y créalo,
aparecerán más temprano que tarde. Por lo tanto, a la hora de encontrar pareja, vale mucho
considerar un equilibrio en la edad. Esto permitirá que sexualmente maduren juntos, al
mismo tiempo.

Cuando la vida sexual no presenta contratiempos de mayor cuantía, como los mencionados
anteriormente, se puede considerar que la sexualidad de la pareja es muy saludable.
Secretitos importantes
para una sexualidad de calidad
Hablar. Ambos debemos comprender que nuestro cónyuge no es adivino/a. Sería bueno decirle
qué nos gusta, cuál es nuestra caricia preferida, así nuestra expectativas pueden ser llenadas y
sentirnos más plenos cuando tenemos esos momentos especiales.

Todo tiene su tiempo. El factor prisa no conviene. La sexualidad es un asunto que requiere
tiempo, pues es arte, y las obras de arte requieren muchos detalles. Además, esto ofrece
relajamiento, tranquilidad. Es bueno buscar el momento apropiado, sin prisas para entregarnos por
completo, sin ninguna urgencia.

Frecuencia. Hay muchas variantes en las opiniones al respecto de cuán frecuente debe ser el
sexo en una pareja. En la vida real se sabe que las relaciones íntimas son menos frecuentes de
lo que debieran, pero su todo lo que hemos mencionado hasta ahora es así, deberíamos tener
relaciones lo más frecuente que podamos, como un estímulo a la relación y acercamiento el
uno al otro. De hecho, las parejas que terminan separándose o alejándose entre sí, iniciaron
por tener menos contactos sexuales.
Iniciativa. A los hombres les gusta que de vez en cuando ellas tengan la iniciativa, ya que son
ellos por lo general que inician siempre el contacto. Además, esto les da la sensación de sentirse
deseados por ella, lo cual catapulta los sentimientos de él hacia ella a un mejor nivel.

Ellas son cognitivas. Mientras que la vista es el detonante de los hombres, la mente es el de ellas.
Para la mujer, una intimidad de calidad, inicia con una idea, no con una caricia. Por eso, es
importante susurrar en sus oídos palabras insinuantes que la hagan pensar en la intimidad. Le
aseguro que funciona.
Comience la labor antes de la acción. Como ya lo he mencionado, es indispensable iniciar
previamente la intimidad, horas antes de ser posible, con el fin de consumarla apropiadamente en
el momento del contacto. Un buen trato, palabras bonitas, un detalle, etc. pueden ser efectivos para
el momento del romance. Recuerde el punto anterior.

Datos adicionales
Los órganos sexuales más importantes: en el hombre, el cerebro, debe ser creativo y no solo
fantasioso, además de ser inteligente al respecto, comprenderla y tratarla lo mejor posible para
que ella tenga disposición.
El órgano más importante en la mujer es su piel, su cuerpo entero, ellas son especiales y
responden a un estímulo general, no solo en ciertas áreas.

Un enorme problema para la plenitud sexual es la ignorancia. Si nos desconocemos, la


frustración es muy segura. Problemas que se podrían resolver con un poco de cocimiento,
pasan a ser enormes tropiezos en la pareja.

A todo esto, recuerde que el cuerpo cambia, y la intimidad también. Llega un momento,
sobre todo a cierta edad bastante adulta, en que ya no sostenemos relaciones como cuando
jóvenes. El ciclo se va cerrando y nosotros vamos menguando, esto también hay que
aceptarlo.

Reflexione:
Lo que hace la diferencia entre sus relaciones sociales con otras personas y con su cónyuge
son las relaciones sexuales. Uno puede tener experiencias diferentes con personas y amigos,
pero sólo con el cónyuge sostenemos más que esas experiencias, sostenemos intimidad
sexual. Por eso es necesario trabajar en la calidad de esta experiencia conyugal hasta
llevarla a su máximo nivel. De esta forma podremos vivir una luna de miel para siempre.
Matrimonio,
Una Obra De Arte

Los detalles alimentan cada día el matrimonio. Son esos retoques que van creando todo un
paisaje hermoso y expresivo. Puede que usted no acostumbre a darlos, pero bien vale la pena

aprender y ser creativo de acá en adelante. Le diré por qué.

1. ¿Qué son los detalles?

Al escribir esta nota, me resuena en el oído el tono apremiante y sentencioso de mi esposa,


diciéndome: “los detalles, Bruno, los detalles”. Una expresión de reclamo, pero cuánta
razón tiene al pedirme que sea detallista con ella.

Un detalles es un pormenor que indica afecto, cortesía y amabilidad, y en el


matrimonio, por supuesto, amor.

Todos sabemos que en las artes, por ejemplo, son los detalles los que agregan belleza al panorama
completo, al cuadro hermoso del pintor. Cuando vemos la obra en su totalidad, son esos pequeños
pincelazos los que hacen del cuadro una obra maestra. El matrimonio es igual, se vuelve hermoso
cuando está salpicado de esos pequeños detalles a diario.

La importancia de los detalles radica en que estos son señales de que los elementos vitales
del matrimonio están vivos. Estos alimentan la relación emocional de la pareja.

Una vez escuché una frase de Robert Brault que decía: “Disfruta de las pequeñas cosas en la
vida, porque un día mirarás atrás y te darás cuenta de que eran las cosas grandes”. Sin duda
alguna, los detalles son la grandeza de una relación madura y creciente.

2. Ventajas de los detalles


Ser detallista con su pareja resulta muy ventajoso. Nuca deberíamos dudar de practicar una
relación llena de detalles, al menos por dos razones:

Los detalles no requieren un gran esfuerzo, pero con ellos se


obtienen grandes resultados. De hecho, como se trata de pequeñas cosas, por
lo general hasta son económicas, si de comprar algo se trata.
Con ellos ganamos puntos adicionales. Podríamos pensar que con grandes
cosas impresionamos más y que la recompensa será mayor. Falso. Realmente son los
pequeños detalles, cosas realmente pequeñas, pero hermosas, las que generan más
dividendos, especialmente en el caso de ellas. Posiblemente el hombre espera impresionar
a su esposa con grandes obsequios, cosas costosas. Claro, los hombres tenemos esa
tendencia a ser desafiados en grandes asuntos. Por eso creemos que la mujer es igual. ¡No
es así! Lo único que impresiona a una mujer permanentemente es el amor y los ribetes que
este tenga. Ellas no necesitan mantenerse impresionadas, necesitan mantenerse
conquistadas por las pequeñas grandes cosas que a diario hacemos por ellas.
3. Tipo de detalles
Detalles hay millones, y probablemente necesitemos ser creativos para mantener un buen
repertorio a utilizar. Unas cuantas ideas a continuación:

Un beso, un abrazo al salir y al llegar a casa.

Por lo general la mujer desea ser escuchada. Olvídese de querer


resolverle sus problemas con soluciones mesiánicas. Un gran detalle: ¡Solo
escúchela!

Un toque no sexual que demuestre cariño y acercamiento.


Cortesía en cada momento.

Una llamada telefónica o un mensaje de texto para preguntar cómo está.

Un piropo oportuno.

Una palabra especial en un momento oportuno.

Salga de su rutina, como ver televisión o entretenimientos, y dedíquele tiempo a


él/ella.

Una invitación fuera.

Una nota de amor en el lugar de la casa que él/ella frecuenta.

Una fiesta sorpresa.

Ofrézcale su apoyo en alguna labor.


Aunque los hombres somos menos inclinados a recibir detalles, la lista aplica para ambos,
hombre y mujer, con excepción de los detalles que solo son pertinentes a ellas.

Un buen recuerdo
En el año 2003 trabajé con un compañero que tenía unos quince años de casado con su esposa.
Cada vez que mi amigo del trabajo abría su almuerzo, encontraba una pequeña nota, en la cual
había un mensaje: “Te amo, estoy feliz de ser tu esposa.” Este era un detalle que tenía con ellos
varios años.

A su vez, él me contó que hacía lo mismo con su esposa, dejarle notas en algunos lugares
de su casa para mantener en ella el matrimonio encendido. Era algo especial.

Reflexione:
Los detalles son estrategias poderosas para mantener la llama del amor encendida en un
matrimonio, y por supuesto, hacerlo crecer cada día más.

Si usted es muy seco/a, simple, comience a practicar desde ahora. Busque en el alambique
de su cerebro las pequeñas cosas que pueden mejorar su relación con su cónyuge.
Un Velero
Llamado Libertad

“Un Velero Llamado Libertad” es una canción del español José Luis Perales, en la cual narra la
historia de un hombre “coscolino” que sale a buscar una aventura, abandonando a su esposa, la

cual lo ama y está dispuesta a esperarlo, pues sabe que muy pronto él se dará cuenta que también

la ama.

Decide marcharse, y su barco es bautizado como “libertad”. Las olas le gritan vuelve con los
demás, (su conciencia le hace ver que hace mal al abandonar el hogar). Aun así, continúa su viaje
aventurero. En la historia, Perales dice que “su corazón buscó una forma diferente de vivir”, al
parecer la rutina lo tenía fastidiado. En el mar descubre gaviotas, estelas que deja a su paso, en
realidad, descubre cosas realmente hermosas.

“Y se durmió, y la noche le gritó ¿dónde vas? Y en sus sueños dibujó gaviotas, y pensó: hoy debo
regresar”. Nuestro coscolino hasta soñó que debía volver al hogar: “La noche le gritó, qué estás
haciendo, vuelve a tu lugar”. Cuando despertó esa noche concluyó que su búsqueda de amoríos era
absurda, y que era mejor regresar a casa con su esposa, pues la extrañaba. Por fin entendió que la
amaba, y emprendió el viaje de regreso.

Al llegar a casa, la voz de ella lo saludó: ¡Cómo estás! Cuando él vio sus ojos, notó que eran
hermosos, el cantante dice: “y al mirarla descubrió unos ojos azules como el mar”. No hay mejor
forma de terminar la historia de un aventurero que sale a buscar algo bello fuera del hogar,
mientras todo el tiempo lo ha tenido ahí mismo: la hermosura de su mujer era tan grande y mejor
que la que descubrió navegando: “y al mirarla descubrió unos ojos azules como el mar”.

Sí, muchas veces buscamos lo que ya tenemos, porque nos hemos vuelto ciegos a las grandes
cualidades que tiene nuestro cónyuge, (esto aplica a hombres y mujeres). Por si usted aún no se ha
fijado, quiero describirle siete grandes cualidades casi naturales de las esposas, (esto aplica solo
para hombres), y así valorará más a quien decidió estar a su lado para toda la vida, (después de
todo estaba mejor con sus padres).
1
Las esposas generalmente luchan más por el matrimonio que los esposos. Ellas procuran
mantener la fiesta en paz, y en muchas ocasiones, hasta soportan aventuras del esposo, (me ha
tocado ver este episodio muchas veces). Ellas tienen una conducta heroica, porque su compromiso
con el hogar es profundo y espiritual, no racional.

2
No muchas la tienen, pero deberían desarrollarla: la virtud del silencio. Si no tiene nada bueno
que decir de su esposo, mejor no diga nada. Esto preserva la privacidad de la relación y es más
fácil encontrar soluciones así que cuando los problemas se han regado por varias “orejas”.

3
Los especialistas dicen que los hombres solo podemos concentrarnos en una sola cosa a la
vez, pero las mujeres pueden atender muchas cosas y darles la misma atención a todas. Lo
que el mundo ha visto como un defecto en los hombres, (solo prestar atención a una cosa) en
realidad es parte de nuestra estructura sicológica. Acá es donde intervienen ellas y nos
complementan: esa capacidad sicológica de estar en mil cosas es lo que hace prosperar un
hogar. ¿Se imagina qué pasaría si solo nos ocupáramos de una cosa a la vez y en su tiempo?
Si ellas no estuvieran en todo, el hogar pronto se derrumbaría.

4
Un conferencista dijo en una ocasión: ellas se sacrifican, siempre nos dan lo mejor a nosotros.
Cuando analicé el punto en mi propio matrimonio, noté que era cierto: ellas procuran darnos
siempre lo mejor, en la comida, la mejor almohada, el mejor lugar en la mesa, etc. El amor de
ellas es sacrificial.

5
Ellas son las grandes entrenadoras de los hijos. Por tener que pasar mucho tiempo fuera del
hogar por el trabajo, y en otras ocasiones por no entender las prioridades, el hombre descuida la
formación de sus muchachos, pero la esposa no. Ella está pendiente y preocupada por el rumbo de
los hijos, incluso si también les toca trabajar fuera del hogar. Debido a eso, siempre están
solicitando la intervención del padre para regular la conducta de los hijos. Muchos profesionales
se deben más a la madre que al padre por esa virtud natural de la mujer de entregarse a su rol de
madre entrenadora.

6
La falta de comunicación es la gran debilidad de los matrimonios, pero para ellas este es caso
resuelto: hablan muchísimo, más de lo que quisiéramos escuchar, no obstante, esta es una gran
virtud, porque así podemos aprender el arte de la comunicación. Los esposos debemos poner una
cuota muy alta de interés para abrir los canales de comunicación que nosotros naturalmente
tenemos cerrados. Ellas quieren ser escuchadas, y también son excelentes para escuchar. ¡Ahora
comprendo por qué, cuando mi esposa se junta con sus hermanas, pueden hasta desvelarse
recordando sus historias!

7
Son grandes alentadoras de los proyectos de sus esposos, aunque esto signifique sacrificar el
tiempo de pareja para que él realice sus objetivos. Ha sido mi caso durante años. Muchos de mis
logros profesionales y vocacionales, lo debo a la paciencia de mi esposa que ha sabido alentarme
en cada ocasión.

Reflexione:
Es posible que usted nunca haya notado estas cualidades en su esposa, pero le aseguro que
allí están, esperando su reconocimiento. Una vez que usted abra los ojos, entenderá que no
es necesario buscar aventuras en el mar, mientras todo lo que desea está en ella. Amigo, no
busque fuera lo que tiene de sobra en su casa. Abra los ojos del corazón, y note esos “ojos
azules como el mar”.
El Triángulo Amoroso Perfecto

Tengo en mis manos un documento judicial que ningún matrimonio quisiera elaborar jamás. Se
trata de una orden de alejamiento para un marido que perdió su hogar. Este es el caso de Carolina

y Juan José, ambos de Managua y amigos personales.

Con tres hijos y una vida muy sencilla, Juan José y Carolina, iniciaron su familia cerca del año
1985, cuando apenas tenían unos 24 años. Por supuesto, estaban muy enamorados cuando iniciaron
su propia historia, pero mientras el tiempo iba transcurriendo, también las incomodidades se
volvían más evidentes.

Él se volvió más dominante en la relación, y el alcohol formó parte de los problemas. A esto se
añadió el abuso físico y verbal, y una irresponsabilidad económica que los mantenía llenos de
necesidades. Tal parecía que la burbuja maravillosa del romance y las ilusiones finalmente, había
explotado.

Llegó el momento en que ambos cayeron en la traición. Varias veces se dejaron, y


otras tantas se reconciliaron, hasta que todo terminó en una orden de alejamiento
judicial. Me parece mentira leer este documento que marcó el final del matrimonio de
mis amigos.

He estado guardando este papel como un fiel testimonio de lo que puede pasar cuando
una pareja no permite que el “elemento espiritual” forme parte de sus vidas.
Los escombros se reconstruyen
Siempre hay solución cuando parece que todo está perdido. Mi amigo Juan José me buscó
varias veces para ayudarlo a reconquistar a su esposa. Él quería que yo hablara con ella, que
la persuadiera a volver con él. Hablé varias veces con Carolina, sin ningún resultado. Hasta
que un tiempo después me enteré que decidieron volver a intentarlo. Francamente que esa
mujer fue muy valiente, y creo que hasta un monumento habría que levantarle por tener el
valor de dar “la segunda oportunidad”, (que en ese caso era como la oportunidad número
mil). Parece que en la pareja siempre hay uno que pone más.
¿Qué fue lo que pasó?
Iniciaron una nueva lucha por su matrimonio, pero esta vez, agregaron a su afán un elemento
fundamental: Dios. Este no es un escrito religioso, pero es indispensable que como pareja,
entendamos lo importante que es vivir según principios y valores espirituales que solo Dios
ofrece. Uno puede volverse experto en el matrimonio, pero si Dios no está presente en él, aún no
se ha graduado. Esto, precisamente, fue lo que hicieron mis queridos amigos. Le comparto la
estrategia espiritual que implementaron.

1. Con Dios, la lucha es más fácil


El antiguo rey Salomón escribió lo siguiente: “Uno solo puede ser vencido, pero dos podrán
resistir. Y además, la cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente.” (Eclesiastés 4:12). Cuando una
pareja es solidaria entre sí, difícilmente podrían caer, no pueden ser derrotados; y si el cordón
contiene tres hilos: él, ella y Dios, (Dios es el tercer hilo) será imposible destruir esa fortaleza.

Por favor, piense en la siguiente ilustración para notar lo importante que es el Señor en una
relación matrimonial: imagine un triángulo, usted está en la punta derecha, su cónyuge en la punta
izquierda, y Dios, en la punta de arriba. Ahora imagínese usted mismo acercándose más a Dios.
Vea que su cónyuge también se acerca a él. El resultado es sorprendente: mientras más cerca está
usted y su cónyuge del Señor, más cerca estarán el uno del otro. Cuando el Señor forma parte de
nuestro “triángulo amoroso”, la relación matrimonial será más sólida y fuerte, el triángulo
amoroso perfecto.

2. Busquen una comunidad de fe


Frecuentemente presento charlas matrimoniales para grupos de parejas que han decidido incluir la
fe en su hogar. En estos grupos se vive mucha confraternidad, y por supuesto, no falta quien pueda
dar un consejo oportuno en momentos de crisis matrimonial. Ser parte de una comunidad de fe da
estabilidad y podemos encontrar apoyo en el momento oportuno.

Juan José y Carolina son parte de un grupo cristiano donde sirven a otros y ellos mismos
reciben cariño y aceptación. Si somos parte de un grupo que comparte nuestras ideas
espirituales, habremos puesto una base monolítica a nuestra relación casi imposible de
destruir.

3. Practique su fe constantemente
Las creencias espirituales deben vivirse y practicarse diariamente. Es indispensable crecer en el
conocimiento de lo que Dios espera de nosotros. Todo este conocimiento está en la Biblia, la cual
es un manual instructivo con todas las indicaciones de cómo vivir una vida exitosa y llena de
alegría. Aparte un tiempo específico cada día para leerla y practicar lo que en ella encuentre,
sobre todo en lo referente al matrimonio. Le aseguro que encontrará grandes consejos.

También dedique tiempo para orar con su cónyuge. Jesús dijo que cuando dos personas se ponen
de acuerdo sobre cualquier cosa que quieran pedir en oración, Dios responderá positivamente esa
petición, Mateo 18:19. Cuando dos corazones se juntan a pedir, con el mismo deseo, con la misma
intensidad, la respuesta es garantizada, y por supuesto, no hay mejor persona para juntarnos a orar
que aquella que está a nuestro lado para toda la vida.

Reflexione:
Termino de escribir estas ideas y vuelvo a leer la orden de alejamiento judicial contra Juan José.
Me parece mentira que ahora sean un matrimonio sólido, comprometido con la fe y con su
comunidad espiritual. Recientemente asistimos, ellos y otras parejas, a un concierto navideño. Al
verlos tomados de la mano, nadie puede imaginarse la Odisea que han atravesado, y menos puede
uno imaginar que la mano invisible y poderosa que los sacó del fondo del fracaso, fue esa mano
que se extendió desde el cielo, para darles una nueva vida y una gran oportunidad de ser felices en
su matrimonio.

Si usted tiene dificultades y nada ha funcionado, intente lo que Juan José y Carolina hicieron, le
aseguro que no se arrepentirá.
Carta
De Un Esposo…
Querida Verónica:

Hoy es un día especial, abrí los ojos y desperté a tu lado, y aunque han pasado los años, no me
parece rutinaria tu presencia sino una necesidad vital para mí. Sencillamente, has pasado a formar

parte de mi ser.

¡Cuántas veces discutimos e insinuamos separarnos! ¡Qué locura! Gracias a Dios que no hemos
permitido que nuestro matrimonio sea algo barato, como quien hace y deshace, como que no vale
la pena luchar por el amor. Esta relación nos ha costado, y por eso se vuelve más valiosa cada
día. Menos mal que vos siempre me decías: “Cuando estaba soltera me dije a mí misma: cuando
yo me case será para siempre.” Cada vez que lo decías, yo admiraba tu coraje y respetaba el valor
que le das al matrimonio. Contra viento y marea has sido fiel a tu promesa, aunque esa firmeza
haya costado un poco de sufrimiento.

Querida, admiro muchas cualidades que has practicado a lo largo de estos años, sobre todo
aquella del silencio: “Si no tienes nada bueno que decir de tu esposo, mejor no digas nada”.
Varias amigas me comentaron con admiración esa cualidad que tienes. Es verdad, a pesar de lo
mal que me porté en el pasado con vos, jamás abriste tu boca para mencionar mis defectos, eso sí,
estabas lista para hablar de mis cualidades cada vez que había oportunidad, yo diría que hasta te
enorgullecías de mí, con un poco de exageración. Pudiendo denunciar mis altibajos, fuiste
discreta, por eso jamás anduve de boca en boca. Ni siquiera tu familia oyó que te quejaras de mis
arrebatos. Gracias.

Reconozco que te has encargado de todos los detalles de la casa, de los niños, de mí, de las
cuentas, y hasta de tus propios anhelos. ¡Encontraste tiempo para todo! Y ahora, al volver a ver
atrás, veo cuánto te esforzaste por el equilibrio del hogar. Aunque los maridos damos por hecho
que así debe ser una esposa, te escribo para reconocer tu trabajo constante. Es cierto, como vos
decías, no tenías salario por todo el duro trabajo del hogar, pero me consta que lo hacías con
alegría, y algunas veces hasta con afán.

Cuando inició nuestro matrimonio tuvimos muchas complicaciones: nuestros caracteres, las
costumbres y hábitos que teníamos hicieron la convivencia complicada. Una vez alguien dijo:
“Estábamos sentados como en una mesa cuadrada. Hoy la mesa es redonda, porque hemos
redondeado las cuatro esquinas, limamos las asperezas y aprendimos de los errores que
cometimos, sobre todo por tu paciencia.” Creo lo mismo de nosotros. ¡Qué sería de nosotros si no
hubiéramos decidido crecer como pareja!

Además, todos estos años he visto cómo te has consagrado a mí por amor. Algunas veces hasta me
siento egoísta pues todo lo mejor me lo das a mí. No creo encontrar otra mujer que me ame más,
con tanta “devoción” y cariño. Tu amor es como un sacrificio, como una ofrenda sagrada.

Ambos estamos orgullosos de nuestros hijos: han crecido y ahora están preparados para la vida,
pero yo no me siento con méritos suficientes por eso. Tuve que estar fuera por el trabajo, los
afanes, por mi preocupación de sustentar a la familia. Por mi afán descuidé estas relaciones
vitales, y ellos recibieron tus enseñanzas, guía, disciplina, y especialmente, todo el amor que un
ser humano necesita. Debido a eso, siempre pensé que si alguno de los dos tuviera que partir
primero de este mundo, quiero ser yo. No sé qué harían ellos sin ti.

La falta de comunicación es la debilidad de todo matrimonio, pero vos, con esa gran virtud de las
mujeres de hablar más de lo que uno quiere escuchar, me has ayudado a entender lo que es el
diálogo, y de esa manera he podido comprenderte, y vos has aprendido cómo pienso. Sé que para
una mujer es vital estar involucrada totalmente en la vida de aquel a quien ama. Reconozco que
algunas de tus preguntas me parecen tan básicas, que muchas veces no quiero contestar, pero
acepto que es tu forma de decirme “me interesas, puedes contar conmigo, te quiero”. Lamento
entenderlo hasta ahora.

Verónica, el matrimonio debe ser un constante aprendizaje, cuando aprovechamos la experiencia.


Hemos sabido reconocer nuestras diferencias, esto nos ha ayudado a entendernos, y por supuesto,
a aceptarnos. Y es que somos tan diferentes; pero estas diferencias no nos separan, nos
complementan.

Siempre he contado contigo en los trabajos y planes que me he planteado. Me entregaste el tiempo
que nos correspondía a ambos para poder completar los objetivos que me había trazado. Fuiste
paciente para colaborar en mi desarrollo y mi éxito. Además, tuviste la palabra oportuna para
alentarme cuando estuve por doblegarme: vos podés, seguí adelante.

El tiempo ha pasado, pero veo tu piel igual que siempre, preciosa para mí, y deseable. Mi deseo
por vos no termina, pero se ha vuelto más consciente, espiritual, tierno, y ha dejado de ser tan
carnal. Creo que esa es la ruta a tu corazón: tu espíritu, para llegar a tu cuerpo.
Ya nos estamos haciendo grandes, estamos más integrados el uno con el otro. Un día nuestros hijos
se irán, y cuando ese momento llegue, no habrá que llenar ningún espacio, ni sensación de
soledad, porque nos tendremos el uno al otro. Hemos dado su tiempo y espacio a cada persona,
sin olvidarnos de nosotros mismos, así, cuando llegue el momento en que quedemos solos, todo el
tiempo será nuestro.

Agradezco al cielo haberte conocido. Agradezco tu comprensión y tu perdón cada vez que fallé.
Agradezco tu paciencia a mi lado. Agradezco tu compañía hasta el final de mi jornada.

Te amo.
[1]
Blanchard, K. (s/f) Mantenga el compromiso con su compromiso. Florida: Casa Creación.

[2] Adaptado del libro del mismo título “Cómo ser el marido casi perfecto” de J.S. Salt, por editorial Amat.
[3]
Estos países de referencia es en cuanto a la realidad que vivimos los nicaragüenses.
[4]
Nicaragua.

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