El Evangelio de San Marcos

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Libro de Marcos

Marcos dio testimonio de que el sufrimiento del Hijo de Dios,


finalmente triunfó sobre el mal, el pecado y la muerte. Ese
testimonio significó que los seguidores del Salvador no
necesitaban temer; al enfrentar persecución, pruebas de fe, o
incluso la muerte, ya que estaban siguiendo a su Maestro.

Estudio bíblico: El evangelio de


Marcos - Introducción (I)
Serie:    El Evangelio de Marcos    
Autor: Luis de Miguel
Email: estudios@escuelabiblica.com
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El Evangelio de Marcos -
Introducción (I)
Introducción
Comenzamos ahora el estudio bíblico del evangelio de
Marcos, uno de los cuatro relatos históricos que
tenemos acerca del Señor Jesucristo. Este hecho hace
que sea un escrito muy especial, porque sin lugar a
dudas, no ha habido en la historia de la humanidad
una persona que se pueda comparar con Jesús de
Nazaret. Su presencia en nuestro mundo ha dejado
una huella que ni siquiera dos mil años han logrado
borrar. Es más, mientras que otros grandes hombres
han ido surgiendo y desapareciendo, Cristo no ha
dejado de ser adorado y amado por millones de
personas por todo el mundo hasta el día de hoy.

Pero antes de que nos centremos en estudiar lo que


este evangelio tiene que decirnos acerca de él,
debemos hacernos previamente algunas preguntas
acerca del documento que tenemos delante:
¿Podemos fiarnos de lo que dice este evangelio?
¿Quién fue realmente su autor? ¿Hay evidencias de
que Marcos lo escribiera? ¿Estaba Marcos capacitado
para escribir una biografía histórica sobre Jesús?
¿Qué sabemos de él? ¿Está este evangelio respaldado
por alguno de los apóstoles? ¿Dónde, cuándo, para
quién se escribió? ¿Con qué propósito se escribió?

En fin, son preguntas muy importantes para


cualquiera que tenga un serio interés en conocer la
verdad sobre los evangelios, y más aún, sobre la
persona del Señor Jesucristo, que es en definitiva de
quien tratan estos escritos.
Por lo tanto, a lo largo de este primer estudio vamos
a abordar algunas de estas cuestiones que hemos
dividido en varios puntos:

I. ¿Quién fue el autor de este evangelio?

II. ¿Qué evidencias hay de que Marcos escribiera este


evangelio?

III. ¿Qué sabemos de Marcos?

Por no alargar excesivamente este estudio, veremos


otros asuntos en una segunda parte.

I. ¿Quién fue el autor de este Evangelio?


Para empezar, debemos decir que este evangelio tuvo
dos autores, uno humano y otro divino.

1. El Autor divino: el Espíritu Santo

Y aunque para las personas incrédulas este dato no


tenga ningún valor, debemos comenzar afirmando
nuestra convicción de que fue el Espíritu Santo quien
inspiró divinamente este escrito.

(2 P 1:21) "... Los santos hombres de Dios hablaron


siendo inspirados por el Espíritu Santo."

(2 Ti 3:16-17) "Toda la Escritura es inspirada por


Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia, a fin de que el
hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado
para toda buena obra."

Notamos en estas dos citas que tanto los hombres


como los Escritos fueron inspirados por Dios.
La palabra "inspirar" da a entender que fueron
producidos por el soplo de Dios. Dios puso en estos
escritos el hálito de su propio Espíritu creativo, de la
misma manera que lo hizo cuando sopló aliento de
vida en el hombre que había formado del polvo de la
tierra (Gn 2:2).

2. El autor humano: Juan Marcos

Pero, por otro lado, hay que reconocer también a un


autor humano.

Es verdad que este evangelio no viene firmado por


ninguna persona. Esto pudo ser debido a varias
razones. Tal vez fue una cuestión de modestia
cristiana, o muy fácilmente, porque los primeros
destinatarios del evangelio sabían perfectamente
quién era su autor.

En cualquier caso, esto no es un inconveniente,


puesto que el testimonio de los escritores cristianos
de los primeros siglos identificaron de manera
unánime a su autor como Juan Marcos.

Ahora bien, aunque Marcos fue quien puso por escrito


la historia de Jesús en el evangelio que lleva su
nombre, hay que resaltar también que esos mismos
autores afirman que el apóstol Pedro fue la fuente
principal de información que Marcos utilizó.

Habría que decir, por lo tanto, que la autoría humana


de este evangelio es compartida entre el apóstol
Pedro y Marcos.

II. ¿Qué evidencias hay de que Marcos


escribiera este evangelio?
Como acabamos de mencionar, los escritores
cristianos de los primeros tiempos dejaron constancia
unánime de que Marcos fue el autor de este
evangelio.
A continuación transcribimos algunas de las
referencias.

Papías (hacia 130 d.C.)

El testimonio más antiguo que tenemos sobre la


composición de los evangelios canónicos es el de
Papías, obispo de Hierápolis, en Frigia, que escribió
hacia el 130 una "Exposición de los Oráculos del
Señor" en cinco libros. Esta obra se perdió hace
mucho tiempo, pero el historiador Eusebio de Cesarea
nos ha conservado algunos pasajes de ella:

"Y el anciano dijo esto también: Marcos, habiendo


pasado a ser el intérprete de Pedro, escribió
exactamente todo lo que recordaba, sin embargo no
registrándolo en el orden que había sido hecho por
Cristo. Porque él ni oyó al Señor ni le siguió; pero
después, como he dicho, (ayudó) a Pedro, el cual
adaptó sus instrucciones a las necesidades (de sus
oyentes), pero no tenía intención de dar un relato
conexo de las palabras del Señor. Así que Marcos no
hizo distinción cuando escribió algunas cosas tal
como las recordaba; porque en lo que tenía interés
era en no omitir nada de lo que había oído, y en no
consignar ninguna afirmación falsa en ello". (Eusebio
en su Historia Eclesiástica, III,39,1-15).

Ireneo de Lyon (hacia 140-202 d.C.)

Ireneo, discípulo de Policarpo, que a su vez había sido


discípulo del apóstol Juan, escribe lo siguiente:
"Mateo, (que predicó) a los Hebreos en su propia
lengua, también puso por escrito el Evangelio, cuando
Pedro y Pablo evangelizaban y fundaban la Iglesia.
Una vez que éstos murieron, Marcos, discípulo e
intérprete de Pedro, también nos transmitió por
escrito la predicación de Pedro. Igualmente Lucas,
seguidor de Pablo, consignó en un libro "el Evangelio
que éste predicaba". Por fin Juan, el discípulo del
Señor "que se había recostado sobre su pecho",
redactó el Evangelio cuando residía en Éfeso".
(Ireneo, Contra las Herejías, III, i,1).

Tertuliano (en su apogeo 197-216)

Tertuliano fue uno de los teólogos más sobresalientes


de la iglesia entre los siglos II y III. Su trabajo como
apologista es ampliamente reconocido. Su testimonio
tocante a la autenticidad de los Evangelios no debe
pasarse por alto con ligereza. En su obra "Contra
Marción", escrita a principios del siglo tercero,
Tertuliano afirma que el Evangelio de Marcos refleja
la predicación de Pedro.

"...El que publicó Marcos, aunque se dice que es de


Pedro, de quien Marcos era intérprete..."

Clemente de Alejandría (hacia 150-215 d.C.)

Según Eusebio, Clemente de Alejandría afirmaba:


"Aquellos evangelios que contienen las genealogías
son los primeros que se escribieron; que el evangelio
según Marcos se empezó a escribir de la siguiente
manera: en tiempos en los que Pedro publicaba la
palabra en Roma y exponía el evangelio bajo la acción
del Espíritu, aquellos que en gran número estaban
presentes en aquella ocasión le pidieron a Marcos
que, puesto que llevaba acompañando mucho tiempo
a Pedro y se acordaba de las cosas que él había dicho,
pusiera por escrito sus palabras; así lo hizo y les dio
el evangelio a los que se lo habían pedido; cuando se
enteró de ello Pedro, no dijo nada ni para impedirlo ni
para promoverlo. Por su parte, Juan, el último, al ver
que el aspecto material de las cosas ya había salido a
luz en los evangelios, movido por sus discípulos e
inspirado por el soplo divino del Espíritu, compuso un
evangelio espiritual". (Eusebio en su Historia
Eclesiástica, VI,14,6-7).

El prólogo Antimarcionita

Se sabe que desde fechas muy tempranas (año 160-


180 d.C.) las cartas iban precedidas de prólogos
contra las ideas de Marción, que fue el primero en
elaborar un canon de libros que él reconocía como
genuinos y de origen apostólico. Recientemente se ha
puesto de manifiesto que también los evangelios iban
precedidos de prólogos similares. Al del evangelio de
Marcos le faltan las palabras iniciales. El fragmento
dice así: "...declaró Marcos, al que apodan de los
dedos lisiados, porque los tenía mas bien pequeños
en comparación con su estatura. Fue intérprete de
Pedro; y después de la muerte de éste, puso por
escrito este mismo evangelio en Italia".

Es importante señalar que no hay ninguna evidencia


histórica que contradiga que Marcos fue el autor de
este evangelio y que recibió su información de un
testigo ocular de primerísimo orden como fue el
apóstol Pedro.
Esto contradice claramente las teorías de los críticos
liberales modernos, que afirman sin demostrarlo, que
este evangelio fue una composición anónima de
varios autores desconocidos que recogieron en una
época tardía varias tradiciones orales muy
distorsionadas y exageradas sobre la persona de
Jesús

Estudio bíblico: El evangelio de


Marcos - Introducción (I)
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Autor: Luis de Miguel
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Introducción (I)
Introducción
Comenzamos ahora el estudio bíblico del evangelio de
Marcos, uno de los cuatro relatos históricos que
tenemos acerca del Señor Jesucristo. Este hecho hace
que sea un escrito muy especial, porque sin lugar a
dudas, no ha habido en la historia de la humanidad
una persona que se pueda comparar con Jesús de
Nazaret. Su presencia en nuestro mundo ha dejado
una huella que ni siquiera dos mil años han logrado
borrar. Es más, mientras que otros grandes hombres
han ido surgiendo y desapareciendo, Cristo no ha
dejado de ser adorado y amado por millones de
personas por todo el mundo hasta el día de hoy.

Pero antes de que nos centremos en estudiar lo que


este evangelio tiene que decirnos acerca de él,
debemos hacernos previamente algunas preguntas
acerca del documento que tenemos delante:
¿Podemos fiarnos de lo que dice este evangelio?
¿Quién fue realmente su autor? ¿Hay evidencias de
que Marcos lo escribiera? ¿Estaba Marcos capacitado
para escribir una biografía histórica sobre Jesús?
¿Qué sabemos de él? ¿Está este evangelio respaldado
por alguno de los apóstoles? ¿Dónde, cuándo, para
quién se escribió? ¿Con qué propósito se escribió?

En fin, son preguntas muy importantes para


cualquiera que tenga un serio interés en conocer la
verdad sobre los evangelios, y más aún, sobre la
persona del Señor Jesucristo, que es en definitiva de
quien tratan estos escritos.
Por lo tanto, a lo largo de este primer estudio vamos
a abordar algunas de estas cuestiones que hemos
dividido en varios puntos:

I. ¿Quién fue el autor de este evangelio?

II. ¿Qué evidencias hay de que Marcos escribiera este


evangelio?

III. ¿Qué sabemos de Marcos?

Por no alargar excesivamente este estudio, veremos


otros asuntos en una segunda parte.

I. ¿Quién fue el autor de este Evangelio?


Para empezar, debemos decir que este evangelio tuvo
dos autores, uno humano y otro divino.

1. El Autor divino: el Espíritu Santo

Y aunque para las personas incrédulas este dato no


tenga ningún valor, debemos comenzar afirmando
nuestra convicción de que fue el Espíritu Santo quien
inspiró divinamente este escrito.

(2 P 1:21) "... Los santos hombres de Dios hablaron


siendo inspirados por el Espíritu Santo."

(2 Ti 3:16-17) "Toda la Escritura es inspirada por


Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia, a fin de que el
hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado
para toda buena obra."

Notamos en estas dos citas que tanto los hombres


como los Escritos fueron inspirados por Dios.
La palabra "inspirar" da a entender que fueron
producidos por el soplo de Dios. Dios puso en estos
escritos el hálito de su propio Espíritu creativo, de la
misma manera que lo hizo cuando sopló aliento de
vida en el hombre que había formado del polvo de la
tierra (Gn 2:2).

2. El autor humano: Juan Marcos

Pero, por otro lado, hay que reconocer también a un


autor humano.

Es verdad que este evangelio no viene firmado por


ninguna persona. Esto pudo ser debido a varias
razones. Tal vez fue una cuestión de modestia
cristiana, o muy fácilmente, porque los primeros
destinatarios del evangelio sabían perfectamente
quién era su autor.

En cualquier caso, esto no es un inconveniente,


puesto que el testimonio de los escritores cristianos
de los primeros siglos identificaron de manera
unánime a su autor como Juan Marcos.

Ahora bien, aunque Marcos fue quien puso por escrito


la historia de Jesús en el evangelio que lleva su
nombre, hay que resaltar también que esos mismos
autores afirman que el apóstol Pedro fue la fuente
principal de información que Marcos utilizó.

Habría que decir, por lo tanto, que la autoría humana


de este evangelio es compartida entre el apóstol
Pedro y Marcos.

II. ¿Qué evidencias hay de que Marcos


escribiera este evangelio?
Como acabamos de mencionar, los escritores
cristianos de los primeros tiempos dejaron constancia
unánime de que Marcos fue el autor de este
evangelio.
A continuación transcribimos algunas de las
referencias.

Papías (hacia 130 d.C.)

El testimonio más antiguo que tenemos sobre la


composición de los evangelios canónicos es el de
Papías, obispo de Hierápolis, en Frigia, que escribió
hacia el 130 una "Exposición de los Oráculos del
Señor" en cinco libros. Esta obra se perdió hace
mucho tiempo, pero el historiador Eusebio de Cesarea
nos ha conservado algunos pasajes de ella:

"Y el anciano dijo esto también: Marcos, habiendo


pasado a ser el intérprete de Pedro, escribió
exactamente todo lo que recordaba, sin embargo no
registrándolo en el orden que había sido hecho por
Cristo. Porque él ni oyó al Señor ni le siguió; pero
después, como he dicho, (ayudó) a Pedro, el cual
adaptó sus instrucciones a las necesidades (de sus
oyentes), pero no tenía intención de dar un relato
conexo de las palabras del Señor. Así que Marcos no
hizo distinción cuando escribió algunas cosas tal
como las recordaba; porque en lo que tenía interés
era en no omitir nada de lo que había oído, y en no
consignar ninguna afirmación falsa en ello". (Eusebio
en su Historia Eclesiástica, III,39,1-15).

Ireneo de Lyon (hacia 140-202 d.C.)

Ireneo, discípulo de Policarpo, que a su vez había sido


discípulo del apóstol Juan, escribe lo siguiente:
"Mateo, (que predicó) a los Hebreos en su propia
lengua, también puso por escrito el Evangelio, cuando
Pedro y Pablo evangelizaban y fundaban la Iglesia.
Una vez que éstos murieron, Marcos, discípulo e
intérprete de Pedro, también nos transmitió por
escrito la predicación de Pedro. Igualmente Lucas,
seguidor de Pablo, consignó en un libro "el Evangelio
que éste predicaba". Por fin Juan, el discípulo del
Señor "que se había recostado sobre su pecho",
redactó el Evangelio cuando residía en Éfeso".
(Ireneo, Contra las Herejías, III, i,1).

Tertuliano (en su apogeo 197-216)

Tertuliano fue uno de los teólogos más sobresalientes


de la iglesia entre los siglos II y III. Su trabajo como
apologista es ampliamente reconocido. Su testimonio
tocante a la autenticidad de los Evangelios no debe
pasarse por alto con ligereza. En su obra "Contra
Marción", escrita a principios del siglo tercero,
Tertuliano afirma que el Evangelio de Marcos refleja
la predicación de Pedro.

"...El que publicó Marcos, aunque se dice que es de


Pedro, de quien Marcos era intérprete..."

Clemente de Alejandría (hacia 150-215 d.C.)

Según Eusebio, Clemente de Alejandría afirmaba:


"Aquellos evangelios que contienen las genealogías
son los primeros que se escribieron; que el evangelio
según Marcos se empezó a escribir de la siguiente
manera: en tiempos en los que Pedro publicaba la
palabra en Roma y exponía el evangelio bajo la acción
del Espíritu, aquellos que en gran número estaban
presentes en aquella ocasión le pidieron a Marcos
que, puesto que llevaba acompañando mucho tiempo
a Pedro y se acordaba de las cosas que él había dicho,
pusiera por escrito sus palabras; así lo hizo y les dio
el evangelio a los que se lo habían pedido; cuando se
enteró de ello Pedro, no dijo nada ni para impedirlo ni
para promoverlo. Por su parte, Juan, el último, al ver
que el aspecto material de las cosas ya había salido a
luz en los evangelios, movido por sus discípulos e
inspirado por el soplo divino del Espíritu, compuso un
evangelio espiritual". (Eusebio en su Historia
Eclesiástica, VI,14,6-7).

El prólogo Antimarcionita

Se sabe que desde fechas muy tempranas (año 160-


180 d.C.) las cartas iban precedidas de prólogos
contra las ideas de Marción, que fue el primero en
elaborar un canon de libros que él reconocía como
genuinos y de origen apostólico. Recientemente se ha
puesto de manifiesto que también los evangelios iban
precedidos de prólogos similares. Al del evangelio de
Marcos le faltan las palabras iniciales. El fragmento
dice así: "...declaró Marcos, al que apodan de los
dedos lisiados, porque los tenía mas bien pequeños
en comparación con su estatura. Fue intérprete de
Pedro; y después de la muerte de éste, puso por
escrito este mismo evangelio en Italia".

Es importante señalar que no hay ninguna evidencia


histórica que contradiga que Marcos fue el autor de
este evangelio y que recibió su información de un
testigo ocular de primerísimo orden como fue el
apóstol Pedro.
Esto contradice claramente las teorías de los críticos
liberales modernos, que afirman sin demostrarlo, que
este evangelio fue una composición anónima de
varios autores desconocidos que recogieron en una
época tardía varias tradiciones orales muy
distorsionadas y exageradas sobre la persona de
Jesús.

III. ¿Qué sabemos de Marcos?


El Espíritu Santo eligió a Marcos para escribir el
evangelio que lleva su nombre. Esto nos lleva a
preguntarnos ¿quién era Marcos? ¿por qué lo eligió a
él? ¿qué sabemos sobre su trayectoria espiritual? ¿de
dónde obtuvo la información que recoge en su
evangelio?

En esta parte de nuestro estudio tendremos que


realizar cierta labor de investigación, revisando todas
las referencias que en el Nuevo Testamento
encontramos a Marcos.

1. Formó parte de la primera iglesia cristiana en


Jerusalén en tiempos de los apóstoles

La primera referencia que encontramos a Marcos está


en (Hch 12:12).

(Hch 12:12) "Y habiendo considerado esto, llegó a


casa de María la madre de Juan, el que tenía por
sobrenombre Marcos, donde muchos estaban
reunidos orando."
El relato nos introduce en la primera etapa de la
iglesia cristiana, todavía en Jerusalén, cuando era
duramente perseguida. En ese contexto, Pedro, que
acababa de ser liberado de la prisión, no dudaba
acerca del lugar en el que encontraría reunidos a los
cristianos, que no era otro que la casa de María, la
madre de Juan Marcos. Entendemos que María, la
madre de Marcos, tenía una buena posición
económica, lo que se desprende del hecho de que
tenía una casa amplia, y al menos una sirvienta.

Por lo tanto, podemos deducir que Marcos vivía en


Jerusalén cuando Jesús fue crucificado, lo que le
permitió ser conocedor de primera mano de muchos
de los hechos que luego escribió en su evangelio.
Además, estuvo en contacto directo con la primera
iglesia cristiana y con los apóstoles, siendo testigo en
primera fila de cuanto ocurría en aquellos primeros
días del cristianismo en Jerusalén.

2. Su nombre compuesto: Juan Marcos

Otro detalle interesante es su nombre compuesto:


"Juan Marcos". Juan era su nombre hebreo, mientras
que Marcos era su nombre romano. Esto era frecuente
para personas que se movían entre ambientes judíos
y gentiles. En su caso, finalmente, su nombre judío
fue casi totalmente olvidado, siendo conocido
simplemente como "Marcos". La razón se debe
principalmente a que él llevó la historia de los hechos
de Jesús que tuvieron lugar en Israel hasta el mundo
gentil, y por lo tanto fue conocido por su nombre
latino.

3. Formó parte del primer equipo misionero que fue a


predicar a los gentiles

La segunda referencia a Juan Marcos aparece en (Hch


13:5).
(Hch 13:5) "Y llegados a Salamina, anunciaban la
palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Tenían
también a Juan de ayudante."

Esto nos lleva a la siguiente etapa de la iglesia


cristiana: su extensión por el mundo gentil. Aquí lo
encontramos como "ayudante" de los dos hombres
que lideraron esta nueva etapa del cristianismo: el
apóstol Pablo y Bernabé. Y Juan Marcos estaba allí
formando parte de la primera expedición cristiana
que fue a predicar el evangelio en el mundo gentil.

4. Una mancha en el expediente de Marcos

Este viaje misionero puso una mancha en el


expediente de Marcos (Hch 13:13).

(Hch 13:13) "Habiendo zarpado de Pafos, Pablo y sus


compañeros arribaron a Perge de Panfilia; pero Juan,
apartándose de ellos, volvió a Jerusalén."

Las razones que le llevaron a este abandono no se nos


dicen. En Chipre se encontraba a gusto, tal vez porque
era el lugar de donde era Bernabé (Hch 4:36), que
como más tarde veremos, era tío de Marcos (Col
4:10). Pero cuando pasaron a tierras desconocidas,
tal vez se asustó viendo la dureza de la Obra.

Esto creó un borrón en su prometedora carrera


cristiana. Las consecuencias que tuvo su decisión las
encontramos en (Hch 15:36-40).
(Hch 15:36-40) "Después de algunos días, Pablo dijo
a Bernabé: Volvamos a visitar a los hermanos en
todas las ciudades en que hemos anunciado la
palabra del Señor, para ver cómo están. Y Bernabé
quería que llevasen consigo a Juan, el que tenía por
sobrenombre Marcos; pero a Pablo no le parecía bien
llevar consigo al que se había apartado de ellos desde
Panfilia, y no había ido con ellos a la obra. Y hubo tal
desacuerdo entre ellos, que se separaron el uno del
otro; Bernabé, tomando a Marcos, navegó a Chipre, y
Pablo, escogiendo a Silas, salió encomendado por los
hermanos a la gracia del Señor."

Cuando Pablo y Bernabé planeaban comenzar su


segundo viaje misionero, Marcos fue el motivo de
desacuerdo por el que los dos misioneros se
separaron tomando rumbos distintos. Discutieron por
causa de este joven hasta el punto en que no
pudieron empezar juntos otro viaje misionero.

¿Cuál de los dos tenía razón? Bernabé creía que


Marcos había cambiado y estaba en condiciones de
acompañarles en el nuevo viaje misionero. ¿Por qué
no darle otra oportunidad? Pero Pablo se negaba a
llevarlo debido a su abandono en el viaje anterior. Lo
veía como un desertor que los había dejado en medio
de la batalla. No se quería arriesgar. Los dos tenían
buenas razones. Bernabé pensaba en la persona y
Pablo en la Obra. Tal vez nosotros mismos hemos
simpatizado a veces con uno y otras veces con otro.
En cualquier caso, la Biblia ni le quita ni le da la razón
a ninguno de los dos.

5. La restauración de Marcos
Marcos fue nuevamente el ayudante de Bernabé y
esto formó parte de su proceso de restauración. No
cabe duda de que la labor de Bernabé fue
fundamental para recuperar a Marcos para el
ministerio. En cierto sentido, Bernabé se arriesgó
cuando tomó nuevamente a Marcos.

Notemos que el primer lugar a donde fueron en su


viaje fue a Chipre (Hch 15:39). Este detalle es
interesante porque fue precisamente desde allí donde
Marcos había abandonado a Pablo y Bernabé en su
viaje anterior (Hch 13:13).

Y es que la restauración debe comenzar en el mismo


lugar del fracaso, volviendo a aquello que hemos
hecho mal. Por ejemplo, el apóstol Pedro negó a
Jesús junto a un fuego, y Jesús lo restauró junto a un
fuego. Allí había negado al Señor tres veces, y el
Señor le preguntó tres veces si le amaba. Sin lugar a
dudas el proceso de restauración es doloroso pero
necesario.

Marcos volvió a empezar donde lo había dejado. Es


verdad que había perdido mucho tiempo, pero el
Señor en su misericordia le dio una nueva
oportunidad.

6. Marcos llegó a ser un íntimo colaborador del


apóstol Pablo

Las siguientes referencias a Marcos las encontramos


en las cartas del apóstol Pablo.

(Col 4:10) "Aristarco, mi compañero de prisiones, os


saluda, y Marcos el sobrino de Bernabé, acerca del
cual habéis recibido mandamientos; si fuere a
vosotros, recibidle."

Como hemos señalado antes, Marcos y Bernabé eran


familiares cercanos, y aquí tenemos la prueba de ello.
Pero lo que más nos interesa de este versículo es ver
que Pablo había llegado a tener plena confianza en
Marcos, hasta el punto de recomendarlo a la iglesia
en Colosas en los términos que observamos en este
versículo. Marcos había ganado nuevamente la
confianza del apóstol, llegando a ser uno de sus
colaboradores más apreciados.

Ahora Pablo estaba pidiendo a los creyentes


colosenses que lo recibieran como a un obrero del
Señor, alguien de peso. Vemos por tanto, que Pablo
también restauró a Marcos. Estuvo dispuesto a
reconocer las evidencias del cambio.

Tanto Pablo como Bernabé hicieron una gran obra con


este hombre, aunque cada uno de ellos con un estilo
diferente. Los hombres de Dios deben saber
reconocer el verdadero arrepentimiento y ser capaces
de restaurar.

(Flm 1:24) "Marcos, Aristarco, Demas y Lucas mis


colaboradores"

Aquí vemos que Marcos formaba parte del equipo de


colaboradores del apóstol Pablo. Y un dato curioso: en
este versículo encontramos juntos a dos de los
evangelistas (Marcos y Lucas). Podemos deducir que
cada uno conocía la obra del otro.

(2 Ti 4:11) "Sólo Lucas está conmigo. Toma a Marcos


y tráele contigo, porque me es útil para el ministerio."

Finalmente, cuando Pablo estaba encarcelado poco


antes de ser ejecutado, muestra su deseo de tener a
Marcos con él. Es significativo que antes de morir,
Pablo deseara que Marcos estuviera a su lado.

7. El apóstol Pedro consideraba a Marcos como su


"hijo"

La última mención a Marcos la encontramos en la


primera epístola de Pedro:
(1 P 5:13) "La iglesia que está en Babilonia, elegida
juntamente con vosotros, y Marcos mi hijo, os
saludan."

Marcos acompañó también al apóstol Pedro, siendo


un hombre de su confianza. Y a juzgar por la forma en
la que se refiere a él: "Marcos mi hijo", deducimos
que había un trato muy íntimo entre ellos.

Tal vez podemos pensar que Marcos llegó a conocer al


Señor Jesucristo por medio del testimonio de Pedro
en aquellos días cuando la iglesia se reunía en la casa
de su madre. O tal vez Pedro fue uno de los
instrumentos usados por Dios en el proceso de
restauración de Marcos después de su abandono en el
primer viaje misionero. No sería difícil imaginar esto,
ya que Pedro también había tenido que aprender lo
que significaba ser restaurado para el servicio
después de que él mismo negara al Señor. Nadie
mejor que Pedro para entender cómo se sentiría
Marcos y ayudarle espiritualmente.

Pero quizás el apóstol tenía también otra intención. Si


tal como dicen los escritores del segundo siglo,
Marcos había escrito su evangelio bajo las
indicaciones de Pedro, una referencia a él como su
"hijo" sería la manera en la que el apóstol estaría
dando su aprobación a la labor que Marcos había
realizado al escribir su evangelio.

En cualquier caso, Pedro y Marcos compartían


vivencias importantes en cuanto a su relación con
Jesús que facilitaba su unión y compañerismo. Como
ya hemos visto, ambos fracasaron en un momento
crucial de sus vidas y a ambos se les dio una segunda
oportunidad. Esto hacía fácil la colaboración entre
ambos.

La influencia de Pedro se percibe a lo largo de todo el


evangelio, corroborando así la afirmación de los
primeros escritores cristianos.
Escribió lo que muchas veces había escuchado contar a
Pedro. Podríamos decir que Marcos ve a través de los
ojos de Pedro y lo escribe.
En todos los episodios narrados en su evangelio, Pedro
ha estado presente, a excepción de un paréntesis
cuando los apóstoles dejaron a Jesús solo al ser
enviados por él a predicar. En ese punto el evangelio se
detiene y cuenta la historia de la muerte de Juan el
Bautista (Mr 6:14-29).
El evangelio de Marcos tiene una conexión directa con
la vida y el entorno de Pedro: Junto al mar de Galilea,
el lugar de trabajo de Pedro (Mr 1:16); en la sinagoga
en Capernaum, la ciudad donde vivía Pedro (Mr 1:21);
en la casa de Pedro (Mr 1:29) (Mr 2:1) (Mr 9:33); y con
la familia de Pedro (Mr 1:30).
Otro detalle interesante es que el esquema general del
evangelio de Marcos coincide con el esquema de la
predicación de Pedro en casa de Cornelio y que
encontramos en (Hch 10:34-43).

Esta influencia directa de Pedro viene a ser un factor


muy importante en vista de su gran autoridad como
testigo, apóstol y portavoz de los Doce.

8. El carácter de Marcos: un hombre de "segunda


línea" que sirve

Hemos visto a Marcos como "ayudante" de Bernabé,


de Pablo y también de Pedro. Estos eran hombres de
Dios que lideraron los grandes avances del evangelio
y que también escribieron importantes documentos
doctrinales.

Pero también los hombres de segunda línea son


importantes. Por ejemplo, en el fútbol, los hombres
de "segunda línea", es decir, los que ocupan las
posiciones en el centro del campo, son fundamentales
para los que van en vanguardia, siendo incluso en
muchas ocasiones los que marcan los goles.
En los días en que Pablo estuvo encarcelado y no
podía viajar, Marcos fue uno de sus hombres de
confianza y pudo enviarlo a ciertos lugares (por
ejemplo a Colosas), para que llevara a cabo la obra
que él mismo no podía realizar por sus circunstancias.
Cuando estaba a punto de morir martirizado, Pablo
deseaba tener junto a él a Marcos en quien en cierta
medida también se apoyaba. Pedro mismo no escribió
ningún evangelio, fue Marcos quien realizó esta labor.

Podríamos decir que sin hombres de segunda línea,


difícilmente habría hombres de primera línea. En
nuestros días hay muchos peleándose por ser
hombres de primera línea, pero ¡qué importantes son
los que están detrás! Sin ellos, sin su ayuda, sin su
trabajo silencioso, sin su disposición al servicio, sin
su entrega abnegada y muchas veces no reconocida,
estos hombres que figuran en la primera línea, en la
mayoría de las ocasiones no podrían hacer nada. El
Señor conoce todas estas cosas.

9. Una nota autobiográfica en su evangelio

Un pasaje dentro del mismo evangelio que ha


despertado la curiosidad de muchos de sus lectores lo
encontramos en:

(Mr 14:51-52) "Pero cierto joven le seguía, cubierto


el cuerpo con una sábana; y le prendieron; mas él,
dejando la sábana, huyó desnudo."

Marcos es el único evangelista que recoge este


incidente, y la verdad es que no aporta nada al texto,
dejándonos de hecho más preguntas que soluciones.
Por todo ello, muchos han llegado a pensar que se
trata de un apunte autobiográfico oculto con el que el
evangelista firma su libro.
Para entenderlo mejor pensemos en una ilustración:
Casi todas las películas del director de cine Alfred
Hitchcock contienen un cameo de él mismo. Aparece
efímeramente como extra o se ve una imagen suya en
algún momento de sus películas, por ejemplo, un
mayordomo cruzando por la escena, un hombre
leyendo un periódico. Era una forma de identificar sus
películas como suyas.

Y con estos versículos es como si Marcos nos


estuviera diciendo: "Yo estuve allí".

Si esto último fuera así, entonces el detalle tendría


una importancia muy grande para nosotros, porque
colocaría a Marcos en las últimas horas de la vida de
nuestro Señor Jesucristo en esta tierra, cuando él
estaba orando en el monte de Getsemaní y en medio
de su posterior arresto.

Sin hacer afirmaciones dogmáticas, podemos


imaginar una posible reconstrucción de los hechos de
esa última noche:
El aposento alto donde Jesús celebró la última pascua
con sus discípulos habría sido la casa de María, la
madre de Juan Marcos.
Mientras Jesús todavía estaba reunido con sus
discípulos, Judas salió con la intención de entregarle a
los judíos.
Cuando Judas regresó con la guardia al aposento alto,
Jesús y los apóstoles ya lo habían abandonado para ir
al huerto de Getsemaní.
El joven Marcos, que estaría ya dormido en la planta de
abajo, fue despertado por la multitud que buscaba a
Jesús y salió apresuradamente detrás de ellos para ver
qué pasaba.
En Getsemaní se colocó a cierta distancia para ver lo
que ocurría, pero después que los discípulos huyeron,
él siguió en su escondite hasta que fue descubierto por
la guardia, momento en que salió huyendo, dejando la
sábana con la que estaba cubierto.
10. Conclusiones

Después de todas estas consideraciones, podemos


estar seguros de que el Espíritu Santo eligió a la
persona indicada para escribir un relato histórico y
fiable acerca de Jesús.
Un joven que vivió en Jerusalén en los días del Señor
Jesucristo y que pudo conocer por lo tanto su
ministerio e incluso estar presente en sus últimas
horas antes de morir.
Un creyente que formó parte de la primera iglesia
cristiana y que su misma casa fue centro de reunión de
los apóstoles y de los testigos de Jesús.
Un discípulo que acompañó al apóstol Pablo y Bernabé
en las primeras etapas de la extensión del cristianismo
por el mundo gentil y que era tenido en alta estima
también por el apóstol Pedro.

Por tanto, no es de extrañar, que cuando en el siglo II


se planteó cuáles eran los libros inspirados, el
Evangelio de Marcos fue admitido sin dudas en el
canon sagrado, siendo seguramente el primero en ser
reconocido en la iglesia del primer siglo como
plenamente autoritativo.

Preguntas
1. ¿Quién fue el autor de este evangelio? Razone su
respuesta.

2. Explique por qué cree que el Espíritu Santo escogió


a Juan Marcos para la redacción de uno de los cuatro
Evangelios.

3. ¿Qué le parece que el Espíritu Santo escogiera para


una labor tan importante como la de escribir un
Evangelio a una persona que tenía una "hoja de
servicios" manchada (Hch 13:13)? Justifique su
respuesta. ¿Qué aprende a nivel personal de este
hecho?
4. ¿Por qué decimos que Juan Marcos fue un hombre
de "segunda línea"? Ponga algunos ejemplos que
justifiquen esta afirmación.

5. ¿Qué importancia puede tener que Pedro llamara a


Marcos "mi hijo" en (1 P 5:13)?

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