Derecho Privado Romano: Radicati

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BIBLIOGRAFÍA 203

mento "la promulgazione della Carta costituzionale non


altera... orientamenti e convinzioni onnai profonda- DERECHO
mente radicati tra gli eccIesiasticisti italiani- (pág
232)- y, en segundo término, el proceso reciente-
mente iniciado de «riforma d'n diritto di famiglia.. En
PRIVADO ROMANO
el plano doctrinal, las nuevas orientaciones surgidas
al comienzo de la década de los setenta y que tuvie- O. ROBLEDA, Introduzlone allo studió del diritto privato
ron su manifestación más visible en el Convegno de romano, 2.' ed. corretta ed aumentata (Universita Gre-
Siena de 1972. goriana Editrice, Roma, 1979), XV + 405 págs.
En cuanto a por qué escoger este medio siglo
(1929-1979), el inicio parece claro: la firma de los «Latina non leguntur». Poderosa y lamentable razón
Pactos lateranenses. No creo que el término final sea esta por la que el a. -Profesor Ordinario de Derecho
una mera casualidad, ni un intento de conmemorar romano en la Universidad Gregoriana-, a solicitud
el cincuentenario del régimen concordado, creo que la de los estudiantes, ha dado a la imprenta la segunda
razón es mucho más profunda. Al finalizar la década edición de su lus privatum romanum. 1. Introductio in
de los setenta y comenzar la de los ochenta, están studiurn iuris privati romani (Romae, 1960), pero aho-
surgiendo los primeros frutos de esa renovación de la ra en volgare lingua, es decir, en este caso, el italia-
disciplina, a la que antes me referí, comenzada hace no. He aquí, a estas alturas de nuestra sociedad de
diez años; coincide, por otra parte, con un cambio masas y de consumo del siglo XX, una prueba más
generacional; «los segundos discípulos: la nueva ge- del retroceso cutural que representa la decadencia
neración de maestros» (De la Hera, Alberto, La de los estudios del Latín, la «lingua madre di tutte
Ciencia del Derecho Eclesiástico en Italia, en «Studi le nostre di origine romana. como, con nostalgia,
in onore di Pietro Agostino d'Avack., volume primo, dice al a. Sin embargo, esta segunda edición en len-
Milano, 1976, págs. 993-1005), en pleno vigor en su gua italiana, respecto a la latina, se ve enriquecida
producción científica, están abandonando, por impe- enormemente con el nuevo acervo bibliográfico de
rativos de edad, lo docencia universitaria directa -re- estas dos últimas décadas y, por otra parte, el a.
ciente el homenaje a D'Avack con motivo de su continúa mostrándose valientemente impermeable a la
jubilación, se prepara el de Giacchi con el mismo tentación de moda de infestar el estudio del Derecho
motivo, en tanto que Fedele alcanzará la edad de romano de consideraciones económico-sociales, por
jubilación en el año próximc>-, y sus puestos están dos razones fundamentales: porque, en primer lugar,
siendo ocupados por -la novísima generación de maes- las mencionadas apreciaciones, junto con otras pers-
tros»; es, pues, el momento de recopilar y valorar lo pectivas de historia general, son demasiado subjetivas
hecho. cuando se ponen en relación con el derecho, y, con-
secuentemente, en segundo lugar, el a. prefiere tratar
Comenzaba esta nota señalando que esta mono- dichas consideraciones y perspectivas en sus leccio-
grafía no se podría haber escrito en España; la cerra- nes orales, como complementarias del manual; res-
ré señalando cuáles son los requisitos, en mi opinión, petando así la propia valoración -también subjetiva-
necesarios para que algún día se pueda escribir. De de dichos elementos extrajurídicos de los estudiantes.
una parte es necesaria una legislación de libertad en Como tal -introducción", el manual se corresponde
materia de O.e. -la Constitución, con todos sus de- con aquella parte del programa usual en las Faculta-
fectos, es un buen punto de partida, pero que debe des de Derecho de España que denominamos como
ser desarrollado en el mismo espíritu, tanto en el -fuentes », aunque tanto en nuestros programa~ como
plano legislativo como jurisprudencial-. En segundo en nuestros manuales -salvo algunas excepclOnes-
término, es menester un especial talante por parte de esta parte la solemos tratar en unas pocas leccion~s.
los cultivadores de la Ciencia del D.e. [hace varios Sistemáticamente, la obra,antes de entrar en su obJe-
años el maestro Del Giudice (escribo estas líneas to específico, viene precedida de un primer capítulo
en la patria del maestro cuando se cumplen diez años (págs. 4 a 38) en el cual se expone la tradición roma-
de su fallecimiento. Quede aquí constancia de mi nística europea hasta nuestros días; tradición jurídica
recuerdo. Sin duda, mis maestros, en España, tam- de raigambre romana que se explica por la perfec-
bién le habrán guardado un recuerdo) suscitó una ción del Derecho romano mismo; en un segundo ca-
notable polémica, a propósito del sentire cum ecclesia pítulo (págs. 41 a 49), el a. reseña concisamente los
como requisito para ser canonista. Si se me permite, tres cursos en que se divide el estudio del Derecho
diré que el requisito hoy y en España para f er ecle- romano en las facutades italianas -en España, en
siasticista, es el de sentir con la Constitución]. un solo curso, estudiamos -fuentes» e -institucio-
nes »- , que son: curso de historia del Derecho roma-
Hace cien años se perdió una oportunidad para no (cursus historiae iuris romani), o sea la -historia
hacer una Ciencia del D.e. español; no perdamos esta externa- o Derecho públiCO romano, y en el cual
segunda. estaría inscrita la presente obra; curso de pandectas
(cursus pandectarum) o estudio de un tema monográ-
IVAN C. IBAN fico, y, por último, el curso de instituciones(cursus
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institutionum lurls romani) , es decir, el estudio del tica de lo que es costumbre entre nosotros; pero aquí
Derecho privado romano en una visión panorámica. se confunde de forma insoslayable el órgano de pro-
Es en este -curso» donde normalmente se inscriben ducción del derecho con su misma materialización,
nuestros manuales. es decir, con los textos. Pero precisamente estos
Según el a, (pág. 49 s.), un curso o manual de esta textos se analizan en el capítulo sexto, como materia
naturaleza debe ofrecer al lector -generalmente los propia de las fomes cognoscendi, tanto en su histo-
estudiantes-, estas características: debe ser general, ria particular de hallazgo, como en la de su recons-
elemental (en el sentido de explicarse los primeros trucción. A propósito del Edicto Perpetuo, que no se
-elementos» de cada instituto jurídico), sistemático nos conservó, el a. considera como -fuentes indirec-
e histórico. Por último, en un tercer capítulo (págs 54 tas- aquellas fuentes que nos dan conocimiento de
a 66), el a. trata el difícil tema, para el Derecho otras fuentes que no se nos conservaron; así, los co-
romano, de la periodificación del mismo y sobre el mentarios ad edictum recogidos en el Digesto serían
que tantos romanistas han tomado posición, sin ha- -fuentes indirectas» de conocimiento del Edicto. Por
berse llegado, hasta la presente, a un criterio de último, no deja de ser interesante el parágrafo com-
periodificación que haya hecho communis opinio. El pleto (pág. 295 ss.) que el a. dedica a la gran com-
a. destaca aquellas periodificaciones que han gozado pilación de Justiniano, el Corpus iurls civilis, en su
de mayor difusión, como las de Jalowicz-Nicholas, historia de composición de cada una de sus partes,
B. Biondi, Voci, Perozzi, y, últimamente, las de Wiaec- en sus incidencias textuales a través de estos siglos
ker, Kaser y Alvaro d'Ors. Para su personal toma de y en sus ediciones.
posición al respecto, el a. se basa en la periodifica- Ahora bien, no podemos dejar de hacer una con-
ción hecha por el gran Riccobono quien, si bien ini- sideración metodológica sobre el tema, más que todo
cialmente distinguió dos períodos: el del derecho de efecto sistemático, de las -fuentes» en el Derecho
quiritario (del 753 a.C. al s. 111 d.C.) y el del ius romano. Como es sabido, con el término -fuente., por
gentium (del s. 111 d.C. al 565, con la muerte de Jus- extensión metafórica, designamos las formas de pro-
ti ni ano) , posteriormente matizó su propia periodifica- ducción del derecho y, tratándose de un derecho his-
ción así: conserva el primer período y el segundo tórico como lo es el romano, es todo aquello que
lo divide en período del derecho universal [del s. 111 nos da a conocer aquellos principios de discernimien-
a.C. al s. IV d.C.) y en período postclásico (del s. IV to de lo justo que aplicó la sociedad romana a lo
al s. VI), Y que se suele denominar de muy distintas largo de su extensa historia jurídica, para decidir
formas por la doctrina; así, romano-helénico, bizan- aquellas contiendas concretas sobre el aprovechamien-
tino, romano-cristiano y vulgar, según la perspectiva to privado de las cosas; principios consignados, prin-
histórica que se adopte, y que el a, explica breve- Cipalmente, en textos y que los romanistas procura-
mente una por una. mos conocer a través de esos textos, producidos pre-
Los dos capítulos centrales del manual, el cuarto cisamente por aquellos órganos poi íticos o .sociales
(págs. 79 a 198) y el sexto (págs. 237 a 336) -sepa- (como el estamento independiente de los jurispruden-
rados por el quinto (págs. 201 a 230) que trata de tes en la época clásica) de Roma. Así, pues, para
dos distinciones del ius: la escolástica y actualmente el estudio del Derecho romano, no creemos sea ne-
polémica distinción entre ius publicum y ius privatum cesaria la distinción entre -fuentes de produCCión» y
y la de ius cornmune y ius singulare-, tratan, respec- -fuentes de conocimiento», en tanto en cuantoaque-
tivamente, de las fuentes de producción del Derecho lIas fuentes de producción -ya inexistentes- se ma-
romano (fontes essendi iuris romani) y las fuentes terializaron en textos. En cambio, sr es útil para el
de reconocimiento del Derecho romano (fontes cognos- Derecho romano la distinción entre -fuente directa-
cendi iuris romanO. Tanto en uno como en otro capí- y -fuente indirecta-, aunque entendemos por la pri-
tulo, respectivamente, el a. considera, con un amplio mera todos aquellos textos que en la antigua Roma
apoyo bibliográfico y doctrinal, tanto los órganos po- estaban destinados a proporcionarle al juez un crite-
líticos de las distintas formas de gobierno que tuvo rio de discernimiento para la solución de los litigios:
Roma, como la creación del ius por cada uno de esos las obras de la jurisprudencia. el Edicto Perpetuo, las
órganos . Vale la pena destacar aquí, para las fontes colecciones de leyes e incluso los meros libros de
essendi, el examen minucioso que hace el a. (pág. 79 enseñanza (institutiones), y entendemos por la se-
ss.) de la consuetudo (usus, mores) como fuente del gunda aquellos textos de la literatura latina cuyo apro-
Derecho romano, poniendo especial atención en estos vechamiento puede resultar útil al historiador del De-
dos temas: ¿cuál fue el grado de autonomía de la recho romano, como Plauto, Cicerón, Tito Livio, Tácito,
consuetudo como fuente del Derecho romano?, ¿cuál Aulo Gellio, etc.
fue su eficacia jurídica? Las demásfontes essendi El a. termina su manual con un enjundioso apén-
tales como los jurisprudentes (jurisprudencia), el Pre- dice sobre los medios auxiliares para el estudio e
tor (ius praetorium), los cónsules en colaboración con investigación del Derecho romano; medios auxiliares
los comicios (lex) , el Senado (senatusconsultus) y que, naturalmente, consisten en textos; así, en un
los emperadores (constitutiones imperiales), vienen primer parágrafo consigna las enciclopedias, diccio-
expuestas de una forma mucho más amplia y analí- narios, vocabularios e índices de nuestra cienCia; en
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un segundo, las colecciones de bibliografía romanísti- (Roma, 1976) p. 89 ss .; Sacramento y consentimiento


ca más importante (generales, parciales y especiales en el matrimonio, en Investigaciones tbeologico-cano-
[papirología y epigrafía]»; en un tercero, la bibliogra- nicae (Roma 1978) p. 379 ss.
fía de comentarios a reglas, axiomas y cláusulas del
Derecho romano y, por último, nos explica los distin- FERNANDO BETANCOURT
tos sistemas de abreviaciones y citas que hemos uti-
lizado los romanistas a través de estos largos ocho
siglos de cultivo del pensamiento jurídico tomano: el
sistema de los Glosadores, el de los Comentaristas
y el más moderno sistema filológiCO del siglo XX.
CUESTIONES CANONICAS
ADDENDA D. LAZZARATO, L'iter del Diritto Canonico, fin oItre
iI Vaticano 11, Roma, 1978; 1 vol. de 484 págs.
En prensa esta recensión, tuvimos noticia del falle-
cimiento del Padre Olís Robleda, en Roma el 11 de No se puede menos que apreciar en este libro el
octubre de 1980, después de una larga y dolorosa en- esfuerzo del Autor por hacer una actualizada y sinté-
fermedad. Había nacido el 1 de febrero de 1909 en tica presentación de todas las cuestiones canónicas,
Esdros (Orense), España. Ordenado sacerdote el 2 aunque con preferencia destaquen las organizatlvas y
de julio de 1933, ingresó en la Compañía de Jesús procesales, en las que ya es bien conocida y aprecia-
el 26 de septiembre de 1934, y en ella completó su da su labor ordenadora de la jurisprudencia. La obra
formación humanística: licenciatura en Teología en está compuesta con un amplíSimo bagaje de mate-
1940 en Burgos; Doctorado en Derecho Canónico en riales de muy diversa procedencia y valor jurídico.
1944, en la Pontificia Universidad Gregoriana y espe- Incluso, en mi estimación, es. excesivo el aparato de
cialización en Derecho Romano en las ·Universidades citas y referencias, pues esta erudita tarea provoca,
de Münster y en la del Laterano. Docente de utrum- casi imperiosamente, la sensación de estar leyendo
que ius en la Pontificia Universidad de Comillas a par- un índice muy amplio, fundamentado y de interés,
tir de 1945 y de Derecho Canónico en la Facultad pero hecho de epígrafes autorizados.
Teológica de la Compañía de Jesús en Granada de Como toda obra de síntesis que, además, tiene
1949 a 1951. En 1952 fue nombrado docente de Dere- tales pretensiones de amplitud, no puede ser valorada
cho Romano en la Universidad Gregoriana, en la cual aplicándole los criterios críticos propios de una mo-
murió como Profesor emérito, y a partir de 1977 fue nografía. No obstante, el acoplo de datos y la presen-
Profesor invitado en la Universidad del Laterano. Apar- tación de las teorías doctrinales en las cuestiones que
te de su actividad estrictamente docente y científica trata con más detenimiento -como son las que co-
fue Referendario del Supremo Tribunal de la Signatura rresponden a la distinción entre actividad administra-
Apostólica desde 1966; Consultor de la Sagrada Con- tiva y judicial (págs. 209-247) y al juicio contencioso
gregación para el Clero a partir de 1978 y, además, administrativo (págs. 249-296), que forman a modo de
participó como Perito de la Comisión para la revisión dos artículos autónomos-, no impide que el Autor
del Código de Derecho Canónico Latino. También fue vierta también unas notas valorativas de particular
director de la Revista Periódica desde 1961. Su fuerte interés, no sólo de exposición de las posiciones ya
personalidad humana y científica, siempre rodeada de conocidas de la doctrina canónica, de la que da cuen-
una amable SimpliCidad y una exquisita discreción, ta, si bien con alguna omisión de la canonística espa-
queda reflejada en una frase de su última carta, refi- ñola. No es desconocida esta última por el Autor,
riéndose a su enfermedad: «Deja pasar bastante en aunque no la utilice con la suficiencia deseable (ni,
silencio las cosas, pues la importancia que tienen es a veces, con la corrección de cita: p. ej., p. 213 Y
poca-o Queremos destacar aquí exclusivamente su bi- 425 -en el Indice correlativo de autores- sitúa a
bliografía como canonista -también la tuvo amplia Failde como nombre del prof. De Echeverría). Estimo
en Derecho Romano-, al menos la más señalada: que así se resta valor a una obra como ésta, cuyo
Nullitas actus iuridici, en periódica de re morali, c&- mérito mayor me parece que debe ser situado pre-
nonica, liturgia 35 (1946) p. 29 ss.; Sobre el matrimo- cisamente en el esfuerzo ordenador de la dispersa y
nio .. in fieri», en Estudios Eclesiásticos 28 (1954) variada bibliografía -autores y doctrinas-; y esto
p. 5 ss.; ¿Es contrato el matrimonio?, en Estudios resalta más si se pretende hacer una labor expositiva
Eclesiásticos 29 (1955) p. 479 ss.; Matrimonium est tan completa.
contractus, en Periodica 53 (1964) p. 374 ss.; Causa En la breve Introducción Indicativa señala el Autor
efficiens matrimonii iuxta Const. ..Gaudium et Spes» el intento de lograr el justo medio entre las tenden-
ConciUl Vatlcani 11, en Periodica 55 (1966) p. 354 ss.; cias de ultraespiritualizar el Derecho canónico por
De iure matrirnoniale responsiOnes, en Period"lCa 61 medio de la Teología y hacerlo así más teocéntrlco;
(1972) p. 447 ss.; 11 presupposto delta indisolubilitii y esto cuando se observan en los teólogos unos
nel matrimonio, en Amore e stabilltil nel matrimonio evidentes intentos de introducir criterios antropocen-

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