Química Inorgánica
Química Inorgánica
Química Inorgánica
Resumen
La ganadería y la agricultura son actividades económicas de mucha importancia en
el país y en el mundo ya que generan grandes ganancias y proveen alimentos y
materias primas a la población y la industria.
A pesar de ello, ambas causan grandes impactos ambientales debido al mal y
excesivo manejo que el hombre hace de ellos. Por esto es importante prevenir a la
población acerca de los riesgos a futuro que éstas malas prácticas pueden causar
en el mundo.
Introducción
Agricultura:
es una actividad económica que engloba los diferentes trabajos de tratamiento del
suelo y los cultivos vegetales. Comprende todo un conjunto de acciones humanas
que transforma el medio ambiente natural , con el fin de hacerlo más apto para el
crecimiento de las siembras. Todas las actividades relacionadas integran el sector
agrícola.
Las actividades económicas que abarca dicho sector tienen su fundamento en la
explotación de los recurso que la tierra origina, favorecida por la acción del hombre:
alimentos vegetales como cereales, frutas, hortalizas y forrajes; fibras utilizadas por
la industria textil cultivos energéticos y tubérculos; etc.
Muchas veces consideramos únicamente los beneficios que se obtienen con estas
actividades, y olvidamos que para su desarrollo se queman grandes extensiones de
selvas donde vive una gran diversidad de animales y plantas, perdiendo
ecosistemas y, como consecuencia, biodiversidad.
Ganadería:
Es una actividad económica de origen antiguo que consiste en el manejo de
animales domésticos con fines de producción para su aprovechamiento. Se pueden
obtener diversos productos derivado como carne, leche, huevos, lana, cueros, etc.
La clasificación más frecuente y común es ganadería de bovinos, ovinos, porcinos y
caprinos. En menor proporción se encuentran la cunicultura, avicultura, etc.
A pesar de ser una industria muy requerida a nivel mundial, generan impactos
ambientales, a veces irreversibles, por las excesivas emisiones de gases de efecto
invernadero y el sobrepastoreo de los campos.
Hipótesis:
Tanto la ganadería como la agricultura son actividades económicamente
importantes, ya que obtenemos muchos productos de consumo a través de ellas. A
pesar de esto , generan grandes daños ambientales , ya sea en el agua , en el aire y
en el suelo, y transforman los ecosistemas.
Desarrollo
● Efectos de la agricultura sobre el suelo
Los cambios en las propiedades del suelo, provocados por la erosión, producen
alteraciones en el nivel de fertilidad del suelo y consecuentemente en su
capacidad de sostener una agricultura productiva.
El tiempo que lleva a un suelo cultivado a llegar a la pérdida del suelo depende
de la intensidad de aplicación de las prácticas inadecuadas de manejo, de su
pendiente y textura, que se relacionan mucho con su resistencia a la erosión
hídrica.
▪ La lluvia tiene efecto a través del impacto de las gotas sobre la superficie
del suelo, y por el propio humedecimiento del suelo, que provocan
descomposición de las partículas primarias; provoca también transporte
de partículas por aspersión y proporciona energía al agua de la
escorrentía superficial.
Como consecuencia de la descomposición se produce un sello
superficial que disminuye sustancialmente la capacidad de infiltración del
suelo. En el momento en que la precipitación pasa a ser mayor que la
tasa de infiltración de agua en el suelo, se produce la retención y
detención superficial del agua y, posteriormente, el escurrimiento
superficial del agua que no infiltra.
▪ El viento es un eficaz agente de erosión de materiales finos y sueltos
donde esta acción se ejerce sobre toda la totalidad de la superficie,
capaz de arrancar, levantar y transportar partículas, sin embargo, su
capacidad para erosionar rocas compactas y duras es muy limitada.
Al contrario de la erosión, el anegamiento de los suelos se produce por la
sobreexposición al agua. Cuando los terrenos no cuentan con un drenaje
adecuado se pueden encharcar por los riegos, evitando que las raíces del
cultivo obtengan oxígeno.
La contaminación del suelo
En la producción de la mayoría de los cultivos forrajeros se aplica una
combinación de abono sin tratar y fertilizantes sintéticos. Ambos contienen
cantidades excesivas de nitrógeno, fósforo y metales pesados, como zinc,
cobre, cromo, arsénico, cadmio y plomo. Si bien estas sustancias nutren a las
plantas, los agricultores hacen uso excesivo de ellas con el fin de aumentar la
productividad de las cosechas. Todo lo que el terreno no puede incorporar,
especialmente cuando el material está ya saturado tras las fuertes lluvias,
acaba por contaminar el suelo y, con el tiempo, deteriora su capacidad de
retención de agua y su fertilidad acabando con sus propiedades físicas y químicas.
Son los pesticidas los que constituyen el principal origen de sustancias
orgánicas con capacidad contaminante.
Algunos plaguicidas generalmente se emplean de forma directa en el suelo
produciendo su esterilización de formas más o menos intensa. Al ser
compuestos tóxicos, en el suelo puede producir un efecto negativo sobre los
microorganismos de éste e incluso puede transmitirse a través de la cadena
trófica.
La UREA pertenece al grupo de fertilizantes nitrogenados industrialmente
producido por síntesis química, y utilizado tradicionalmente en la agricultura. La
Urea presenta diferentes efectos negativos como:
• Su fórmula química no permite la absorción inmediata por el pelo
radicular de los cultivos, por el contrario le produce un daño químico
irreversible como puede ser la poda química radicular.
• Por cada kilogramo de Urea aplicado al suelo en condiciones óptimas
agronómicas, es decir, con pH neutro(7.0), el cultivo solo asimila de 200
a 400 gr, el resto se perdió por lavado, por lo que produce la eutrofización
(contaminación del agua).
• Es un fertilizante altamente concentrado en un solo nutriente: Nitrógeno
al 46%, lo cual ocasiona desequilibrio nutricional en los cultivos y
fertilidad del suelo.
El poder buffer o capacidad amortiguadora de los suelos regula la intensidad
con que se produce la acidificación por el agregado de fertilizantes.
Suelos con un bajo porcentaje de saturación de bases presentan una
acidificación más rápida, y esta es más intensa cuanto más intensivo es el
cultivo y el aporte de fertilizantes amoniacales. Por el contrario suelos que
presentan altos contenidos de arcilla, materia orgánica y bases de cambio, el
proceso de acidificación es más lento y progresivo en el tiempo.
El suelo tiene un poder amortiguador por el cual, la aplicación de ácidos o
bases no varía en gran medida su pH. Este poder amortiguador está
relacionado, por un lado, con la existencia de coloides en su composición. Y
por otro, está relacionado con su capacidad de intercambio iónico; cuanto
mayor sean estos dos factores, mayor poder amortiguador tendrá el suelo. La
capacidad de amortiguación es distinta según el tipo de suelo:
Suelos húmicos > suelos arcillosos > suelos francos > suelos arenosos.
Posible solución
Si se utilizan más métodos de producción sostenible, se podrán disminuir los
efectos de la agricultura sobre el medio ambiente. No cabe duda de que, en
algunos casos, la agricultura puede desempeñar una función importante en la
inversión de estos efectos, por ejemplo, almacenando carbono en los suelos,
mejorando la filtración del agua y conservando los paisajes rurales y la
biodiversidad.
Los principales problemas que puede causar la ganadería sobre el suelo son la
erosión acelerada, la desertización, compactación y endurecimiento, acidificación,
salinización, sodificación, disminución en el contenido de materia orgánica, pérdida
de diversidad y caída de fertilidad del suelo.
Los animales pisotean el suelo y consumen biomasa vegetal que lo protege, esto
produce el incremento de erosión, que termina siendo perjudicial para el futuro
desarrollo de cultivos.
La ganadería puede jugar un papel importante en la fertilidad del suelo, ya que
pueden renovar o reponer una fracción sustancial de los nutrientes del suelo y así
se reduce la necesidad de aplicar fertilizantes inorgánicos.
Se puede afirmar que esta adición de fertilizantes orgánicos mejora las condiciones
físicas por el incremento de la capacidad de retención del agua y por ende la
estabilidad estructural.
Los rebaños provocan al mismo tiempo daños en el suelo a gran escala, con cerca
del 20% de los pastizales degradados a causa del sobrepastoreo, la compactación y
la erosión. Esta cifra es mayor en las tierras áridas, en donde unas políticas
erróneas y una gestión ganadera inadecuada han contribuido al avance de la
desertificación.
Se observó que el incremento de números de animales ocasionó una mayor
compactación del suelo y los demás efectos que derivan de él. Los sistemas
intensivos de producción ganadera produjeron en 2 o 3 años los mismos efectos en
los suelos que las ganaderías extensivas, establecidas hace más de 15 o 20 años.
Soluciones:
● Tener en cuenta las condiciones agroclimáticas y fisiomorfológicas de los
suelos para el manejo en explotaciones ganaderas.
● Integrar los sistemas de producción agrícolas y pecuarios, que permitirá
diversificar las actividades y las fuentes de trabajo e ingreso, reducir la
dependencia de insumos externos, incrementar la oferta regional de
alimentos, disminuir costos, etc.
● Implementar sistemas silvopastoriles que permitan disminuir la dependencia
de fertilizantes de síntesis química, reducir la erosión y compactación del
suelo, generar un ambiente más propicio para los animales, etc.
● Evitar el sobrepastoreo, mediante la regulación de los tiempos de ocupación.
● Regular el tiempo de descanso del suelo (30-45 días)
● Regular la carga animal de acuerdo a la oferta de alimento.
● Cambiar permanentemente los caminos de tránsito del ganado, sitios de
saladeros y bebederos y evitar erosiones concentradas.
● Promover la fertilización orgánica de pastos y forrajes.
El sector ganadero genera más gases de efecto invernadero (el 18% medidos en su
equivalente en dióxido de carbono) que el sector de transporte. Si se incluyen las
emisiones por el uso de la tierra y el cambio del uso de la tierra, el sector ganadero
es responsable del 9% del CO2 procedente de las actividades humanas, pero
reduce un porcentaje mucho más elevado de los gases de efecto invernadero más
perjudiciales. Genera el 65% del óxido nitroso de origen humano, que tiene 296
veces el Potencial de Calentamiento Global del CO2. La mayor parte de este gas
proviene del estiércol.
Además, es responsable del 37% de todo el metano producido por la actividad
humana que se origina en su mayor parte en el sistema digestivo de los rumiantes, y
del 64% del amoniaco, que contribuye de forma significativa a la lluvia ácida.
El metano y el amoníaco producidos provocan alteraciones en la calidad del aire a
nivel local y regional. Además, el polvo que se genera podría provocar afecciones a
las vías respiratorias.
Por otra parte, la crianza de ganado actualmente usa un 30% de la superficie del
planeta, que representa mayormente las praderas naturales, pero también incluye
un 33% de la superficie cultivable, que se utiliza sólo para producir grano que
alimentará directamente el ganado, e indirectamente a los seres humanos.
Otro aspecto a tener en cuenta, es el uso de fertilizantes nitrogenados. A pesar de
que este es un elemento esencial para la vida, en altas cantidades resulta perjudicial
para el medio ambiente. Este producto altera el ciclo biológico del nitrógeno,
advirtiendo que las consecuencias pueden ser tan nocivas que será necesario
esperar décadas o siglos para volver a su situación normal.
Algunas reacciones en la que interviene el nitrógeno liberan óxido de nitrógeno a la
atmósfera. Este es un gas de efecto invernadero que tiene 300 veces el potencial de
calentamiento del dióxido de carbono, cuando el ozono estratosférico que protege la
Tierra de la dañina radiación UV.
Metano: de las emisiones antropógenicas de metano, la ganadería causa
aproximadamente 35-40%. La mayoría de estas, el 80% se forma por la
fermentación en el pre-estómago (rumen) de los rumiantes y por el almacenamiento
de abonos orgánicos. El metano resulta durante el proceso de digestión en los
pre-estómagos de los rumiantes por la acción de los microbios (protozoos), que
apoyan la digestión de carbohidratos y celulosa. En este proceso, se producen
ácidos grasos volátiles y gases. Estos son expulsados cada uno o dos minutos por
la nariz y la boca durante el eructo. De esta manera, un bovino produce
aproximadamente 280 litros de metano por día.
Óxido nitroso: la mayor parte se escapa durante el almacenamiento y aplicación de
estiércoles orgánicos.
Amoníaco: contribuye a la lluvia ácida y a la acidez del ecosistema. Se libera
principalmente durante el almacenamiento y la aplicación de estiércoles líquidos y
sólidos.
El monto de las emisiones de metano y dióxido de carbono, depende de los
sistemas de producción y de las particularidades regionales, donde la ingesta de
energía y otros factores de la comida tienen importancia, como calidad y cantidad de
forraje, peso de los animales, edad y movimiento de los mismos.
Un plan para reducir el daño al medioambiente es el mejoramiento de la
productividad y la eficiencia de la producción animal, que con una mejor nutrición y
una genética específica puede lograrse. El mejoramiento de la productividad lleva a
una disminución de la cantidad de animales que son necesarios para la producción
de una cantidad específica de un producto determinado. El mejoramiento del
potencial genético de los animales mediante los cruces planeados o la selección
dentro de las razas y el logro de este potencial genético a través de la nutrición
adecuada y de mejoras en la eficiencia reproductiva, en la sanidad animal y en la
vida reproductiva útil son enfoques eficaces para mejorar la productividad animal y
reducir la intensidad de las emisiones de los gases de efecto invernadero.
El aumento de la digestibilidad del forraje y del consumo de forraje digestible
reducirá generalmente las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes
de la fermentación ruminal (y de estiércol almacenado), cuando se miden en
relación con la unidad de producto animal. Por ejemplo, se puede disminuir la
emisión de CH4 cuando en la dieta de maíz ensilado sustituye los pastos ensilados.
Las leguminosas ensiladas pueden tener una ventaja sobre los pastos ensilados
debido a su menor contenido de fibra y al beneficio adicional de reemplazar los
fertilizantes nitrogenados inorgánicos.
El suministro de proteína en cantidades cercanas a los requerimientos del animal,
incluida la concentración proteica correspondiente a la fases de lactancia y de
levante, es recomendado como una práctica eficaz para la disminución de las
emisiones de amoniaco y de NO2 provenientes del estiércol.
Conclusión
A partir de la información obtenida, y posteriormente detallada en este trabajo de
investigación, podemos concluir que la hipótesis planteada al comienzo del mismo
es acertada. Por ello, debemos comenzar a tomar conciencia a cerca de los riesgos
a futuro que las malas prácticas agrícolas generan.
Muchos de los problemas van agotando y desertizando el suelo, obligando a los
productores a abandonar terrenos para arar otros nuevos, creando así un círculo
vicioso en el cual el suelo, poco a poco, va perdiendo toda su fertilidad. Cuando este
deje de ser de útil para el hombre, ya no tendremos donde desarrollar las
actividades agrícolas y ganaderas, y como consecuencia no habrá un espacio físico
natural del cual obtener nuestros alimentos.