Fase Continental Del Sínodo ALC - Síntesis
Fase Continental Del Sínodo ALC - Síntesis
Fase Continental Del Sínodo ALC - Síntesis
20 21
20 24
CONSEJO EPISCOPAL
LATINOAMERICANO Y CARIBEÑO
3
Abril 2023
Sínodo
20 21
20 24
Abril 2023
Sínodo
20 21
20 24
Abril 2023
Sínodo
20 21
20 24
Introducción:
una Iglesia en clave sinodal
18. La vida conciliar, sinodal y colegial en nuestra Iglesia tiene una larga
historia. En el camino andado por los grandes misioneros de la pri-
mera evangelización se sitúa Santa María de Guadalupe con su rostro
moreno, su mensaje del “Dios por quien se vive”, su pedagogía incul-
turada por la conversación en lengua indígena y la búsqueda de una
tierra sin males. Ella es la primera discípula misionera del continente.
En la Iglesia que peregrina en América Latina y el Caribe, el Espíri-
tu distribuyó una rica diversidad de dones en sus pueblos y los dotó
de valores espirituales y comunitarios, como el respeto a la hermana
madre tierra. Durante cinco siglos la Iglesia, con luces y sombras, con
19. En los últimos tiempos, hemos acogido la fuerza del Espíritu Santo
que siempre rejuvenece su rostro mediante procesos sinodales signifi-
cativos. Ese camino común se intensificó desde 1955 con la celebra-
ción de la I Conferencia General del Episcopado en Río de Janeiro y la
creación del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), organis-
mo de comunión y coordinación al servicio de los obispos y las Con-
ferencias Episcopales. Se destacan además las asambleas de las Con-
ferencias Generales del Episcopado: Medellín (1968), Puebla (1979),
Santo Domingo (1992) y Aparecida (2007), en el santuario mariano
del Brasil, con la invitación a ser discípulos y misioneros de Jesucristo
para que, en Él, nuestros pueblos tengan vida.
Abril 2023
Sínodo
20 21
20 24
Abril 2023
Sínodo
20 21
20 24
28. La acción del Espíritu, como todo en el dinamismo del Reino de Dios,
necesita ser discernida, su voz necesita ser escuchada y acogida, escu-
chando “lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Ap. 2, 11). Sus impul-
sos requieren la docilidad de nuestro corazón. De ahí la necesidad de
asumir una actitud permanente de discernimiento, de búsqueda para
no hacer nuestra propia voluntad, sino como Jesús, hacer la voluntad
del Padre de la Misericordia. Esto genera una tensión grande cuando
vivimos en un tiempo en que se ha exaltado tanto la individualidad, el
voluntarismo, y se hace al “yo” la medida de todas las cosas; cuando es-
tamos tentados a imponer a los demás las propias intensiones y las ideo-
logías que son visiones parciales de la realidad. Discernir quiere decir
distinguir, entre tantas voces y movimientos, lo que viene del Espíritu, lo
que el Señor nos dice y espera de nosotros. Eso es lo que hemos hecho
en este proceso intentando vencer las propias tentaciones. Este discer-
nimiento necesita hacerse cada vez más comunitario, como la misma
experiencia de fe, y atento al “sensus fidei” del pueblo de Dios en camino.
Abril 2023
Sínodo
20 21
20 24
yo hago todo nuevo ¿no lo notan?” (Is 43,19). Estamos convocados a vivir
una conversión que tiene su origen en la escucha fiel a Dios y a la
realidad, una escucha que es la condición para la transformación del
corazón. Debemos escucharnos entre nosotros y discernir los signos
de los tiempos para buscar juntos la Voluntad de Dios a la luz de la
Sagrada Escritura.
2. La sinodalidad
del Pueblo de Dios
33. Muchas voces escuchadas en las cuatro asambleas regionales nos re-
cuerdan que la renovación sinodal supone “recuperar la propuesta conciliar
expresada con la noción de Pueblo de Dios, que subraya la igualdad y común digni-
dad antes que las diferencias de ministerios y carismas” (Bolivariana).
34. La Iglesia es la comunidad de los que siguen “el Camino del Señor”
(Hch 18, 25). Es el Pueblo de Dios que peregrina en el mundo. La si-
nodalidad manifiesta la dimensión social e histórica de la Iglesia, que
arraiga en la condición peregrina del ser humano, que transita por la
vida en busca de la felicidad. El Pueblo de Dios está llamado a cami-
nar junto con toda la familia humana, siendo sacramento de salvación
y esperanza. Aquí surge la doble dimensión de la sinodalidad en cuan-
to expresa el caminar juntos en la vida de la Iglesia y el acompañar la
historia de los pueblos hacia la plenitud del Reino de Dios.
Abril 2023
Sínodo
20 21
20 24
38. La vida sinodal testimonia una Iglesia constituida por personas y co-
munidades que son sujetos libres y diversos, llamados a relacionarse
fraternalmente por vínculos de respeto mutuo y afecto recíproco. Mu-
39. Un desafío está en abrir los espacios, poner los medios y generar for-
mas para la participación efectiva de las mujeres en las instancias de
discernimiento y decisión. La asamblea sinodal de octubre debería
profundizar estos temas: el liderazgo de la mujer y su contribución en
la reflexión teológica, en los consejos pastorales, en el acompañamien-
to de las comunidades, en los ámbitos de elaboración y toma de de-
cisiones. “La participación de las mujeres es profecía, es un factor de esperanza”
(Cono Sur).
Abril 2023
Sínodo
20 21
20 24
3. Sinodalidad: el modo de
ser y de actuar de la Iglesia.
Abril 2023
Sínodo
20 21
20 24
riana porque “María nos recuerda que Cristo es el centro de nuestra vida y
modelo del caminar sinodal” (Bolivariana). Rescata la riqueza de la fe y la
piedad popular “para fortalecer la vivencia interior de nuestra gente como com-
plemento a la vida litúrgica” (Bolivariana), la cual debe ser inculturada, y
debe expresar la “la sabiduría, la alegría y las enseñanzas de nuestros pueblos
[...] Ellos aportan, celebran, escuchan, acogen, acompañan, dan y reciben en las
diversas dimensiones de la existencia” (Aporte Afro-Garífuna).
Abril 2023
Sínodo
20 21
20 24
para que anime el proceso como tal, evitando caer en un mero grupo
de opinión; y al secretario, de modo que pueda ayudar a elaborar una
síntesis comunitaria y no quede en una devolución a modo de una
mera lluvia de ideas.
53. Una Iglesia sinodal, conforme con el lema del Sínodo, es una Iglesia en
comunión y participación para la misión – “la Iglesia que es sinodal tiene el
desafío y la misión de mostrarse misionera” (Caribe). Por eso, “urgen estructuras
que aseguren una Sinodalidad misionera, incluyendo a todos los miembros de la
periferia” (Camex). En lugar de encerrar la Iglesia sobre sí misma, la si-
nodalidad lleva a una Iglesia misionera al servicio de la fraternidad uni-
versal. Tal como la sinodalidad, la misionariedad es constitutiva de la
Iglesia, pues todo bautizado es discípulo misionero de Jesucristo en su
Iglesia. El discipulado es el seguimiento de Jesús, un ponerse en camino
con Él para colaborar con su obra y prolongarla en la historia. A su vez,
la obra de Jesús es evangelizar y, por tanto, ésta es también la misión de
la Iglesia. Como decía san Pablo VI, “la Iglesia existe para evangelizar”
(EN 14). Es necesaria una “revisión de las estructuras y de la institución eclesial
como un todo, en función del servicio y la evangelización” (Cono Sur).
Abril 2023
Sínodo
20 21
20 24
56. La sinodalidad ayuda a que todos los bautizados sean sujetos activos
de la misión evangelizadora y a que el Pueblo de Dios camino con una
humanidad toda ella peregrinante, en una postura de diálogo y servi-
cio al mundo, en vista a una fraternidad universal. Se señala que “el
mundo necesita una ‘Iglesia en salida’ que rechace la división, que vuelva su mirada
a la humanidad y le ofrezca, más que una doctrina o una estrategia, una experiencia
de salvación, un “desborde del don” que responda al grito de la humanidad y de la
naturaleza” (Camex). En la misión evangelizadora los otros no son sólo
destinatarios, sino también interlocutores, porque los discípulos misio-
neros se sitúan en una relación horizontal y de comunión con todas
las personas de buena voluntad, en quienes actúa el Espíritu de Dios.
La sinodalidad lleva a una misionariedad abierta, a participación y un
intercambio sin fronteras.
59. En este sentido, aparece una cuestión que genera acentuaciones di-
versas: ¿hasta dónde y de qué manera el Evangelio debe penetrar las
culturas? Es el desafío de discernir sobre cómo llevar a cabo la tarea
evangelizadora en el contexto actual de diversidad, multiculturalidad
e interculturalidad, para aprender a vivir la fe en una gran diversidad.
“Esta inculturación debe influir también en la construcción de los espacios litúrgicos
para hacerlos más adecuados a la teología de la sinodalidad” (Cono Sur).
Abril 2023
Sínodo
20 21
20 24
5. La sinodalidad: compromiso
socioambiental en un mundo
fragmentado.
Abril 2023
Sínodo
20 21
20 24
65. Una Iglesia sinodal está llamada a “ser una Iglesia más profética y sama-
ritana. Una Iglesia profética y en salida misionera, que en verdad salga a las
periferias geográficas y existenciales y que escucha el clamor de los pobres y la crea-
ción” (Bolivariana). Es importante que en el proceso sinodal se tenga la
audacia de traer y discernir grandes temas, muchas veces olvidados o
relegados, y encontrarnos con el otro y con todos los que son parte de
la familia humana y a menudo están marginados, también en nuestra
Iglesia. En varios llamados se recuerda que en el espíritu de Jesús hay
que “ser inclusivos con los pobres, comunidades LGTBIQ+, parejas en segunda
unión, sacerdotes que quieran regresar a la Iglesia en su nueva situación, las mujeres
que abortan por temor, los encarcelados, los enfermos” (Cono Sur). Se trata de
“caminar juntos en una Iglesia sinodal que escucha a todos los tipos de exiliados
para que se sientan en casa”, una Iglesia que sea “refugio para heridos y rotos”
(Cono Sur). Esto pide disponibilidad para “salir al encuentro, dar nuestra
atención, involucrarnos. Porque sinodalidad significa no esperar que la gente venga,
sino salir nosotros al encuentro” (Cono Sur).
69. Varias contribuciones expresan que una Iglesia sinodal, vivida como
un hospital de campaña, debe dar un lugar central a los jóvenes. Para
estar cerca de ellos, curar sus heridas y acompañarlos en sus búsque-
das, la Iglesia debe “adaptar su lenguaje, sus símbolos para acercarse a sus
realidades concretas. Hay que pensar en nuevos métodos para encantar y rescatar la
presencia de los jóvenes en la Iglesia, yendo a donde están y caminar junto con ellos”
(Cono Sur). Es importante que “ellos y también nosotros, tomemos conciencia
del protagonismo que tienen que asumir en la Iglesia y la sociedad” (Cono Sur).
Abril 2023
Sínodo
20 21
20 24
71. Muchos jóvenes manifiestan una gran sensibilidad a los problemas so-
ciales y ambientales con gran creatividad en generar soluciones desde
sus espacios. Siendo “nativos digitales”, tienen mucho más conoci-
mientos y habilidades para ayudar a la Iglesia a descubrir las potencia-
lidades digitales para la evangelización, la creación de redes y de una
cultura sinodal en estos espacios.
Abril 2023
Sínodo
20 21
20 24
cias digitales y radiales para estar conectados permanentemente con las necesidades
de la feligresía; mostrar experiencias vivenciales para visibilizar la relevancia de la
sinodalidad” (Bolivariana).
80. Una Iglesia estructurada a partir de una red de consejos permitiría esta-
blecer procedimientos institucionales de rendición de cuentas y transpa-
rencia que partan de las comunidades y ayuden a erradicar los abusos
de conciencia, de poder, espirituales, psicológicos, sexuales, económicos.
Esto requiere crear instancias y protocolos de prevención, reparación y
justicia (cf. AE 355). Así se respondería a las voces que ven “una tensión
entre el deseo de una Iglesia más transparente versus una cultura del secreto” (Cono
Sur), y que piden un mayor “compromiso con el cuidado y escucha a las vícti-
mas de abuso” (Camex). Esto y otros aspectos requerirán “abrirse a posibles
modificaciones en el Derecho Canónico que den forma jurídica a la práctica sinodal;
especialmente que las instituciones sinodales sean reconocidas por el derecho y que el
derecho ayude a garantizar y promover mayor transparencia” (Cono Sur).
Abril 2023
Sínodo
20 21
20 24
7. Vocaciones, Carismas y
Ministerios en clave sinodal.
82. “La Sinodalidad es el arte de valorar, acoger y saber articular todos los dones y
carismas que el Señor nos ha regalado, de tal forma que fluyan y se conviertan en
un cauce de gracia y bendición, y, por lo tanto, es importante valorar las diferentes
vocaciones” (Bolivariana). La Iglesia es un Pueblo profético, sacerdotal y
real-servicial donde todos sus miembros son sujetos de la vida teologal
hacia la santidad. Reciben de Dios carismas diversos para servir al
bien común (Cf. AE 171).
Abril 2023
Sínodo
20 21
20 24
88. Por eso es importante “dar los pasos para superar el clericalismo en el laicado
y en el clero, asumiendo nuestra misión desde el principio de subsidiariedad como un
modo de proceder sinodal” (Bolivariana). La Iglesia es más sinodal cuando
camina con todos los bautizados y los anima a vivir la misión recono-
ciendo la común dignidad como base para la renovación de la vida
eclesial y con ministerios en los cuales la autoridad sea servicio. “La
autoridad como servicio construye interdependencia (ni dependencia ni independen-
cia) a partir de la vocación común como discípulos” (Bolivariana).
91. En este ámbito del ministerio ordenado, varias voces han planteado
que “precisamos un diálogo abierto y sincero sobre si sigue siendo útil el tema del
Abril 2023
Sínodo
20 21
20 24
96. (I) Tanto el texto de nuestra primera Asamblea Eclesial como el Do-
cumento para la etapa continental promueven una Iglesia sinodal mi-
sionera. La primera cuestión concierne a las relaciones mutuas entre
la eclesialidad, la sinodalidad, la ministerialidad y la colegialidad. En
todo el proceso de la Asamblea sentimos la fecundidad recíproca y
la tensión positiva entre la eclesialidad sinodal y la colegialidad epis-
copal. El caminar reciente del Pueblo de Dios entre nosotros, el dis-
cernimiento de las voces y las expresiones del sensus fidei fidelium, la
participación responsable y corresponsable de todos, presenta el mar-
co interpretativo adecuado – teórico y práctico – para escucharnos,
dialogar y discernir juntos a partir de la común dignidad recibida en la
Abril 2023
Sínodo
20 21
20 24
97. En este marco se plantea una cuestión que debería ser analizada en la
próxima Asamblea sinodal con discernimiento espiritual, envergadura
teológica y sentido pastoral. Se trata de las relaciones mutuas entre la
eclesialidad, la sinodalidad, la ministerialidad y la colegialidad. Esto
puede ser profundizado a partir del protagonismo central del Espíritu
de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia. En clave sinodal se pue-
den analizar la teología de los sacramentos, en especial del Bautismo y
del Orden, las relaciones recíprocas entre el sacerdocio común y el mi-
nisterio ordenado, y las reformas a los ministerios y las estructuras de
la Iglesia, incluyendo la reforma del ministerio del Sucesor de Pedro.
ción conciliar a ser una Ecclesia semper reformanda (UR 4, 6), o una Eccle-
sia semper purificanda (LG 8), son una fuente de inspiración para que la
próxima Asamblea renueve la sinodalidad como comunión, participa-
ción y misión. En el nuevo contexto sinodal, la Iglesia latinoamerica-
na y caribeña sigue haciendo la recepción de aquel llamado conciliar
como un camino de conversión pastoral y misionera.
100. En este proceso surgen interrogantes que no son nuevos, pero adquie-
ren una renovada actualidad. ¿Cuál es el valor magisterial de los re-
sultados de las Asambleas Eclesiales? ¿No tendrían una mayor con-
validación y aceptación sin fueran presentados como orientaciones
y documentos de todo el Pueblo de Dios en una región, porque son
frutos de la escucha, el diálogo y el discernimiento común? ¿Qué pa-
saría si algunas decisiones de una Asamblea fueran rechazadas por la
instancia episcopal? ¿Cuándo, cómo y dónde se deben dar los votos
consultivos y deliberativos? ¿Se puede soñar con una configuración
sinodal de las Conferencias Episcopales y estructuras continentales
como la del CELAM? Por cierto, aquí deben articularse el discerni-
miento espiritual, la fundamentación teológica y el derecho canónico.
Abril 2023
Sínodo
20 21
20 24
Abril 2023
Sínodo
20 21
20 24
SIGLAS
Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe. “Hacia una Iglesia sino-
dal en salida a las periferias. Reflexiones y propuestas pastorales a partir de
AE la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe. (2022).