Viacrucis Romero
Viacrucis Romero
Viacrucis Romero
(Breve silencio)
Lectura bíblica:
Padre Nuestro.
Lectura bíblica:
Padre Nuestro.
Lectura bíblica:
“¿Qué sentido tiene mi vida? ¿De dónde vengo? ¿para dónde voy?
¿qué significa mi inteligencia, mi capacidad de amar, de ser libre?
¿qué significan todos estos bienes que Dios ha puesto bajo mis pies?.
Cuando se olvida uno de Cristo, convierte todas esas capacidades
humanas -inteligencia, libertad, amor, capacidad de dominar, de
organizar la tierra- en un sistema de opresión, de esclavitud, de odio
y de venganzas.” (25/12/1977)
Padre Nuestro.
Lectura bíblica:
Ave María
Lectura bíblica:
Padre Nuestro
Lectura bíblica:
Padre Nuestro
Lectura bíblica:
Él ha sido herido por nuestras rebeldías, molido por nuestras culpas.
Él soportó el castigo que nos trae la paz, y con sus heridas hemos
sido curados. (Is. 53, 5)
Padre Nuestro
Lectura bíblica:
“Para Dios no valen las categoría cronológicas, el tiempo. Para Dios lo que
vale es una preocupación más honda: “tengan paciencia, porque la
paciencia de Dios, esperando, es para que sus hijos se conviertan” Él lo
que quiere es encontrarse con los hombres. Puede que llegue a la hora
tardía, cuando ha pasado la vida, y en la ancianidad no se recogen más que
los frutos podridos de una juventud mal vivida; entonces, está esperando
Dios con paciencia. Pueda ser en la juventud y tenemos, en esta hora,
jóvenes que han encontrado la alegría en su Dios. En fin, para Dios, el
tiempo es como la comparación de mil años con un día. Para Dios, hay
algo más profundo: su obra salvadora, su encuentro con el hombre, sea
niño, sea joven, sea viejo; sea en la edad presente o sea en el futuro; lo que
espera es que toda esta familia creada por Él en el mundo, la ha creado
para que comparta con Él la alegría, la felicidad, la vida divina “Nos hiciste
para ti”” (Hom 10/12/1978)
Padre Nuestro
Lectura bíblica:
Padre Nuestro
Lectura bíblica:
“En la tarde de la vida te pedirán cuenta del amor, dice una hermosa
poesía de san Juan de la Cruz. No lo olvidemos: en el atardecer de tu
vida, cunado tu vida decline como el sol en el cosa, de esto te pedirá
cuenta el Señor. No de lo mucho que hiciste, de las obras exteriores
que muchas veces son propensas a la vanidad, sino del amor que
pusiste en cada una de tus cosas. Este es el mensaje de hoy, queridos
hermanos por eso hemos repetido siempre: la violencia no es
evangélica ni cristiana. La fuera de la Iglesia es el amor” (Hom.
10/07/1977)
Padre Nuestro
Lectura bíblica:
Padre Nuestro
Lectura bíblica:
Hacia el mediodía las tinieblas cubrieron toda la tierra hasta las tres
de la tarde. El sol se eclipsó y la cortina del templo se rasgó por
medio. Y Jesús, con fuerte voz, dijo: “Padre, en tus manos
encomiendo mi espíritu”. Dijo esto y expiró. El oficial, al ver lo que
había ocurrido, daba gloria a Dios, diciendo: “Verdaderamente este
hombre era Hijo de Dios”. (Lc 23, 44-47)
“El cristiano que se deja llevar por su bautismo llega a ser santo,
héroe. No hay hombre más valioso entre los ciudadanos de un país
que los ciudadanos bautizados cuando son fieles a su bautismo. Estos
son los cristianos salvadoreños que nosotros queremos. Por eso
predicamos así, porque quisiéramos sacudir una rutina que se cierne
sobre nuestros bautizados que los hace prácticamente paganos
bautizados, paganos idólatras de su dinero, de su poder ¿qué
bautizados son esos?¡Qué honor, pensar que todos ustedes que los
tengo delante de mí, son Cristo! Hasta el más humilde campesino que
está tal vez en reflexión, allá junto a su aparato de radio, ¡es Cristo!
Porque su bautismo lo identificó con la muerte y resurrección del
Señor” (Hom. 13/01/1980)
Padre Nuestro
Lectura bíblica:
Al anochecer, como era el día de la Prepara- ción, víspera del
sábado, vino José de Arimatea, miembro noble del Sanedrín, que
también aguardaba el reino de Dios; se presentó deci- dido ante
Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Este compró una sábana y,
bajando a Jesús, lo envolvió en la sábana. (Mc 15,42-43.46)
Padre Nuestro
Lectura bíblica:
José de Arimatea, tomando el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana
limpia, lo puso en el sepulcro nuevo que se había excavado en una roca,
rodó una piedra grande a la entrada del sepulcro y se marchó. María
Magdalena y la otra María se quedaron allí sentadas enfrente del
sepulcro. (Mt 27, 59-61)
Padre Nuestro
Guía: Les invitamos hermanos a pasar a la Santa Misa para que juntos
como familia de Dios demos gloria a Dios al recordar el aniversario
del martirio de san Óscar Romero.