Larisa Virginia Blanco: Prof

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CARRERA: Profesorado de Educación Superior

ASIGNATURA: “Sujetos de la Educación Superior”

TITULO DELTRABAJO: Trabajo Integrador Final Individual

DOCENTE: Prof. Dra. Gladys Blazich

TUTORA: Prof. Bárbara Israel Zieseniss

AUTORA: Prof. Larisa Virginia Blanco

MODALIDAD: Virtual

COMISIÓN: Nº 2

FECHA DE PRESENTACIÓN: Martes 7 de Febrero de 2.023

AÑO LECTIVO: 2.023

1
ARGUMENTACIÓN SOBRE LA ASIGNATURA “SUJETOS DE LA

EDUCACIÓN SUPERIOR”

La presente argumentación, pretende poner en evidencia ciertos aspectos importantes de


este espacio curricular, el cual es fundamental que se encuentre incluido en el plan de
estudio del Instituto de Formación Docente ya que este nos permite identificar el proceso
de aprendizaje de los adultos, lo que implica reconocer que éste no llega “en cero” a una
situación de aprendizaje. En especial, si hacemos referencia a contextos de formación
vinculadas a su trabajo, trae consigo un bagaje de experiencia laboral, de su vida personal
y un trayecto por la educación formal.

La conceptualización de los jóvenes como grupo social diferenciado, se reflejará en las


políticas del Estado, tanto en la creación de áreas específicas de juventud en los distintos
niveles de gobierno como en el desarrollo de programas exclusivamente orientados a
jóvenes. (Balardini, 2001). Comprender a la juventud a partir de un proceso amplio de
constitución del sujeto, y no reducir a un pasaje de la vida o una etapa a superar, sino que
como categoría no es homogénea, neutra, ni esencial, es productiva, hace cosas y crea
mundos. (Reguillo, 2000)

Los aprendizajes son distintos a lo largo de las etapas de la vida de los sujetos, ya que
ellos también sufren cambios. En la etapa adulta, la participación en experiencias de
formación acompaña a un conjunto de proyectos personales y familiares, su ubicación en
el mundo del laboral y un recorrido en la formación.

Como todo sujeto de aprendizaje, la edad y las características de la etapa en la cual se


encuentra inciden en el interés que desarrolle por determinado aprendizaje, las
posibilidades y limitaciones, los recursos de los cuales dispone, los ritmos y estilos.
(Santos, H., 2000 ) Es por ello, que podemos decir el adulto en rol de alumno, es alguien
que trae consigo el caudal de sus conocimientos y de sus experiencias anteriores.
Cualquier propuesta de formación, sea esta presencial o en entornos virtuales, debe partir
necesariamente de las “situaciones de vida” en que se encuentran los adultos

Por otra parte, cabe resaltar que la enseñanza es algo diferente de la mera transmisión de
contenidos. Se caracteriza por la intervención activa en propuestas de situaciones de
aprendizajes problematizadoras para permitir la interacción entre el contenido educativo
y los esquemas de aprendizaje de los alumnos, es decir, el estudiante construye y lo debe

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hacer en un entorno donde la enseñanza y aprendizaje incluya, al menos, dos perspectiva,
por un lado las representaciones sobre el significado del contenido a aprender y por otro
lado las representaciones sobre el sentido que tiene para él aprender ese contenido, sobre
los motivos para hacerlo, las necesidades que ese aprendizaje cubre y las consecuencias
que supone para la percepción de uno mismo como aprendiz. Ambas perspectivas se
construyen de acuerdo con lo dicho, de manera dinámica, contextual y situada, a partir de
lo que aporta en cada momento el aprendiz: ni el significado ni el sentido que el alumno
construye están meramente en el material que es objeto de aprendizaje, ni su construcción
queda asegurada por el diseño de dicho material.

También, este espacio busca favorecer el pensamiento reflexivo y crítico, ejercer la difícil
tarea de mantener viva y estimular la motivación así como mantener la orientación a los
núcleos de los asuntos estudiados, lo que va a requerir que los docentes de dicho espacio
nuevos hábitos y nuevas habilidades, remarcando que, la importancia de la escolarización
es en tanto sostén del período de formación, lo que implicó que se produjera una
identificación entre la condición de joven y de estudiante. (Dayrell, 2002)

Además, como todo sujeto de aprendizaje, la edad y las características de la etapa en la


cual se encuentran, incide en el interés que desarrolle por determinado aprendizaje, las
posibilidades y limitaciones, los recursos de los cuales dispone, como así también los
ritmos y los estilos. Por lo tanto, el aprendizaje se entiende como un proceso complejo de
interrelaciones entre los conocimientos nuevos y las experiencias del sujeto, lo que a
través de una conveniente reestructuración y organización conduce una síntesis de
equilibrio basada en la adaptación individual a su entorno propio

Sin embargo, es importante asimilar que la juventud tal como la conocemos hoy es una
“invención” de la posguerra, en relación con el surgimiento de un nuevo orden
internacional, donde cobraba forma un discurso jurídico, un discurso escolar y una nueva
industria que reivindicaban la existencia de los niño y los jóvenes como sujetos de
derecho y especialmente en cuanto a los jóvenes como sujetos de consumo. (Reguillo,
2000)

El siglo XXI exige que el proceso educativo privilegie la diversidad, la creatividad, la


imaginación y, por tanto, requiere que los educandos dispongan de condiciones para
realizar descubrimientos y experiencias de todo tipo, en ese sentido, la institución
educativa debe responder como una instancia en la que se aprende a valorar la riqueza de

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las raíces culturales propias. En la institución educativa se cobra un nuevo significado y
se nutre la cultura heredada, en un proceso de reconstrucción de las identidades culturales
que ayuda a valorar las diferentes culturas. En su singularidad, los sujetos de la
educación, en sus diferentes ciclos de desarrollo, son activos, social y culturalmente, es
decir, son ciudadanos con derechos y deberes, personas “en construcción”; son
copartícipes del proceso de producción de la cultura, de la ciencia, del deporte y del arte,
que comparten saberes a lo largo de su desarrollo físico, cognitivo, socioafectivo y
emocional, en su relación con la escuela, con la familia y con la sociedad en movimiento.

Esta nueva era educativa ofrece una nueva posibilidad teórica y metodológica a la
investigación educativa ya que añade densidad a la comprensión acerca de los
significados de los estudios y de cómo los estudiantes universitarios, desde su condición
de sujetos sociales, se apropian de tales oportunidades, desarrollan sus transiciones
educativo-formativas y, desde éstas, re-escriben sus biografías sobre nuevas bases, de
modo que este ejercicio les permite insertarse o reinsertarse socialmente en el espacio
público como profesionales y como ciudadanos

BIBLIOGRAFIA:

 Menin, O. 2003. Psicología de la Educación de Adultos. Colección Educación.


Ed. Homo Sapiens. Rosario.
 Bowman, A. (2018) Documento de trabajo: “La problemática de los jóvenes en la
contemporaneidad”.
 Sinisi, L. y Montesinos, M.P. (2010) Trayectorias socio-educativas de jóvenes y
adultos y sus experiencias con la escuela media Serie Informes de Investigación.
Dirección nacional de Información y evaluación de la calidad educativa.
Ministerio de Educación de la Nación.
 Santos, H. (1999) El aprendizaje adulto. Ficha de Cátedra. Oficina de
Publicaciones de la Facultad de Filosofía y Letras. UBA.
 Rodríguez Fernández, A. (1997) Una perspectiva psicológica: aprendizaje de
personas adultas-enseñanza entre personas adultas. En Cabello Martínez, M.J.
(coord.) Didáctica y Educación de personas adultas. Una propuesta para el
desarrollo curricular. Ediciones Aljibe. Málaga.

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