PDF Retiro Espiritual Maria Modelo de Servicio

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RETIRo ESPIRITUAL

Segundo Encuentro:
“EL SERVICIo EN LA VIDA DE
MARÍA”
1) CANTo: Arcilla entre tus manos
2) oRACIÓN:
María, mujer de la escucha, haz que se abran nuestros oídos; que sepamos escuchar
la Palabra de tu Hijo Jesús entre las miles de palabras de este mundo; haz que
sepamos escuchar la realidad en la que vivimos, a cada persona que
encontramos, especialmente a quien es pobre, necesitado y tiene dimicultades.
María, mujer de la decisión, ilumina nuestra mente y nuestro corazón, para que
sepamos obedecer a la Palabra de tu Hijo Jesús sin vacilaciones; danos la
valentía de la decisión, de no dejarnos arrastrar para que otros orienten nuestra vida.
Amén.
Oración del Papa Francisco.

3) MEDITACIÓN CoN LA PALABRA DE DIoS:


La meditación que les quiero compartir sencillamente se trata de momentos
importantes en la vida de María y que están consignados en la Sagrada
Escritura. Permítanme leer y compartir esta meditación tomando estos textos
brevemente y remlexionándolos en clave de “SERVICIo”. Sabemos que María
es la servidora por excelencia, su vida y entrega al Señor es “SERVICIo
ToTAL”, pero tratemos de observar y descubrir, iluminados por la Palabra de
Dios ¿Cómo es el servicio o qué clase de servicio es el que da María?
1. En la genealogía de Jesucristo (Mateo 1-16)
“Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, el llamado
Cristo”.

• El servicio es una vocación del hombre, de todo hombre. Todo hombre está
llamado a servir. Cuando Dios quiso en su designio amoroso y salvador,
entrar en comunión con el hombre, es decir, hacerse hombre: se valió de una
joven Virgen llamada María. María es Madre de Dios, Madre del Mesías,
Madre del Salvador. La Maternidad Divina mue un servicio que María aceptó
con mucho agrado.
• La genealogía de Cristo nos muestra que cuando Dios quiso irrumpir en la
historia humana, esa historia que se mue labrando poco a poco; en la cual,
cada
nboumenborse, oqtureosapmaarleocse,, ednemsianr,rotolldóoys,
ccoonmtroibiunsytóruemneanltgoos
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María en esa lista de nombres de la genealogía es modelo de un servicio que
se acepta y contribuye en el bien de todos.
2. En la Anunciación (Lc 1, 38)
“María respondió: Aquí está la serνidora del Señor. Que se haga en mí lo que tú
dices”.

• El fiat o SÍ de María es: “Aquí está la servidora del Señor. Hágase en mí lo que
tú dices”.
• ¿Qué servicio omrenda María? Hay una dimerencia entre “el prestar un servicio” y
“el omrendar, donar, dar un servicio”. En María no es un servicio que se presta,
porque cuando algo se presta es porque se espera se devuelva algo o haya
alguna retribución. En cambio en María, hay un servicio que no antepone nada,
dona todo de sí. Un servicio en el cual ella reconoce quien es su Señor (esclava).
• Un servicio que dice “aquí está”, no un servicio que dice: “yo no” o “espéreme
un momento y lo pienso”.
• Un servicio que no vacila, un servicio inmediato, que se da en el ahora, en el ya
de la vida.
• Un servicio que es aceptado sin poner condiciones, no es un “que se haga en
mí según lo tú dices, pero yo creo que mejor sería de tal manera” o “yo te
sirvo Señor, pero espero me cumplas con estas condiciones”.
• Un servicio que es obediente a la Palabra de Dios. Nosotros, somos
servidores del Señor, será que ¿entendemos el servicio como lo aceptó y
vivió María? O
¿qué entendemos cuando decimos: quiero servir al Señor y a la Iglesia?
¿Cumplimos mielmente aquello que según mi condición, Dios me pide? Soy
diácono, seminarista… ¿soy obediente a la voluntad de Dios, al querer de Dios,
al servicio que a diario él me llama?
• Contemplemos a María que ante el anuncio del Ángel, ante el llamado que Dios
le hacía y el servicio que le pedía, no dudó en decir: “Señor que se cumpla en


llQouqeueesdtiacsesp”a. labras de María se conviertan en una oración muy
nuestra y digamos: “Aquí está tu servidor Señor. Hágase en mí lo que tú
quieras”.
3. En la Visita a su prima Santa Isabel (Lc 1, 39-41)
“En esos días, María partió y se fue rápidamente a la región montañosa, a una
ciudad de Judá, entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Cuando Isabel oyó
el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno”.

• Vemos a María que se levanta, que parte, que camina a servir. En el servicio
es necesario la disponibilidad, la prontitud.
María corre “fue rápidamente”, y la causa de su apresuramiento, es porque se
encuentra en una misión, ella está evangelizando, es portadora de Cristo, quiere

que otros conozcan su experiencia, quiere comunicar lo que Dios ha hecho, ese
es su servicio, es lo que en Palabras de san Pablo se dice: “Ay de mí si no
anuncio el evangelio”.
• María nos enseña que el servicio debe ser presuroso, especialmente el de
anunciar al Señor y el de obrar con caridad.
• ¿Qué pasa cuando se sirve con gusto, con entusiasmo, con ánimo? Eso se
nota, eso se irradia y los otros lo perciben.
• María
omrece,cones su
un presencia contagia
servicio alegre quedees alegría a Isabel.
capaz de llenar,Eldeservicio que María
entusiasmo a los otros.
• Pensemos en nuestra pastoral, en nuestra vida de seminario: ¿todo lo que hago
lo realizo con alegría, me siento gozoso o soy meliz con aquello que realizo?
• Estamos invitados a servir con alegría y con diligencia como lo hizo María
Santísima.
4. En el nacimiento de Cristo en Belén (Lc 2, 6-7. 16-19)
“Y ocurrió que, mientras estaban allí, a ella le llegó el tiempo del parto y dio a luz
a su hijo primogénito, lo enνolνió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no
había lugar para ellos en la habitación. Los pastores fueron deprisa y
encontraron a María, a José y al niño recién nacido acostado en el pesebre.
Cuando νieron esto, les contaron lo que les habían dicho sobre el niño. Y todos los
que oyeron lo que decían los pastores quedaron asombrados. María, por su parte,
conserνaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón”.

• Podemos observar que se trata de un servicio humilde, un servicio que se adapta


a las condiciones de lugar, del tiempo, del espacio. El Hijo de Dios, nació en un
pesebre.
• La Sagrada Familia de José y María nos enseñan que lo importante es servir,
antes que exigir comodidades.

mN osdootrcoosnctroamrioo.sCemuai natarisstvaescesstanmososnetegnatmadoos
saaeostmoreocear anquueesltlro, sseernvcicililoamd enutne porque no poseo los
elementos, los medios o “las comodidades” para llevar a cabo mi servicio.
• María, no exigió la mejor habitación para dar a luz, la razón: no había lugar para
ellos. Estamos invitados a que en el ejercicio diario de nuestros servicios,
nos adaptemos y trabajemos con los medios posibles y que están a nuestro
alcance.
• El texto también nos dice que ante el asombro de los pastores, María toma unas
actitudes especiales: una actitud de silencio, una actitud de acogida, una actitud
orante. María sabe el ¿por qué? de este asombro, sin embargo, no empieza a
vocimerar el motivo de dicha admiración. Sabe que aún no es el tiempo.
• Así debe ser nuestro servicio: un servicio que se realice en el silencio, un
servicio que al emectuarse, al realizarse se lleve al corazón y se hable con Dios.
5. En la presentación del Niño en el Templo (Lc 2, 33-35)
“El padre y la madre estaban sorprendidos por lo que se decía del niño. Después
de bendecirlos, Simeón dijo a María, la madre: Mira, este niño está puesto para
que muchos caigan y se eleνen en Israel, y como un signo que proνocará
enfrentamientos, para que queden de manifiesto las intenciones de muchos. Y a ti,
una espada te traspasará el alma”.

• El Papa Francisco en la homilía del domingo pasado, invitaba a que pidiéramos


la gracia del estupor, del asombro al contemplar las cosas de Dios. José y María,
tenían esta gracia: se sorprendían de las cosas que decía Simeón.
• Hoy nosotros estamos llamados a vivir nuestro servicio con asombro. Pero,
no se trata de asombrar o buscar asombrar a los otros, es más bien, que aquello
que realicemos nos lleve a asombrarnos, a sorprendernos de lo que Dios hace
en nuestra propia vida. Y así en actitud agradecida oremos a Dios.
• El anciano Simeón le dice a María: “Y a ti, una espada te traspasará el alma” .
Muchas veces, esa omrenda que realizamos con nuestro servicio, va acompañada
de momentos dolorosos, no tan agradables, cosas que cuestan aceptar, no
siempre hay gozo y alegría. Pero sin embargo, estamos llamados a aceptar todo,
de manera que permanezcamos mieles a la misión encomendada.
• Como María sirviendo a Dios, dejémonos sorprender y aceptemos
humildemente las contrariedades que aparecen en nuestros servicios cotidianos.
6. En la pérdida y hallazgo del Niño Jesús en el Templo (Lc 2,48-51)
“Cuando sus padres lo νieron, quedaron sorprendidos, y su madre le dijo: ¡Hijo!
¿Por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo te hemos buscado con angustia. Y él
les respondió: ¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo estar en las cosas
de mi Padre? Pero ellos no entendieron lo que Jesús les decía. Entonces νolνió con
ellos a Nazaret y les obedecía en todo. Su madre guardaba cuidadosamente todos
estos sucesos en su corazón.

• María que va guardando todos estos sucesos en su corazón, va aceptando


con especial humildad la voluntad de Dios. En su vida, creo yo, siempre
recuerda aquella respuesta del “Aquí está la esclava del Señor, hágase en
mí según tu palabra”.
• Nosotros hemos escuchado o usado aquella mrase de: “hay cosas que por el
momento no lo entenderán, llegará el momento de saberlo”. Pero en María, creo
que esta mrase no aplica, ella sigue miel al servicio que Dios le ha conmiado y su
silencio y cuidado al guardar todas estas cosas en su corazón, no es más, sino la
plena aceptación de la voluntad de Dios.
• Como María, debemos pedir la gracia de saber aceptar y guardar en nuestros
corazones lo que por el momento no logramos entender y que puede ser
manimestación de la voluntad de Dios.
7. En las Bodas de Caná (Jn 2,3-5)
“Cuando se acabó el νino, la madre de Jesús le dijo: Ya no tienen νino. Pero Jesús
le contestó: Mujer, ¿qué tiene que νer esto con nosotros? Todaνía no ha llegado mi
hora. Pero su madre dijo a los que serνían: ¡Hagan lo que él les diga!

AuAnquseí rMviacrioíaqnuoesneoneses ñaajeunno


saelravsicciaoreqnuceiaisntdeercleodsedeamntáesl.as necesidades de otros,
• En nuestro servicio cotidiano, hemos de velar por el otro, ¿qué vino malta en
nuestra comunidad, en nuestro seminario, en nuestras mamilias? María, nos
enseña a sentir con el otro, a interceder por el otro. Todo esto es movido
únicamente por la caridad.
• María en la Anunciación dijo: “hágase en mí según tu palabra” y en este texto,
ella quiere compartir esta experiencia, este abandono al querer de Dios, por eso
dice: ¡Hagan lo que él les diga! Debemos servir también de esta manera, es
decir, anunciando y comunicando al Señor, es lo que “él les diga”, es escuchar
y hacer lo que la palabra del Señor invita.

8. En la crucifixión de Jesús (Jn 19, 25-27)


“Junto a la cruz de Jesús estaba su madre y la hermana de su madre, María,
mujer de Cleofás, y María Magdalena. Cuando Jesús νio a su madre y a su lado al
discípulo a quien amaba, dijo a su madre: ¡Mujer, ahí tienes a tu hijo! Luego dijo
al discípulo: ¡Ahí tienes a tu madre! Y desde aquella hora el discípulo la recibió
como suya”.

• María nos enseña un servicio que no abandona, aún en las condiciones más
precarias, dimíciles y duras de la vida. Ella dijo sí, y quiere mantenerse mirme en
esa respuesta. ¡Cuánto dolor para una madre! Pero con ello nos demuestra que
toda su vida mue y es omrenda de servicio, desde la Anunciación hasta la
crucimixión, María, aquella joven que dijo SÍ, entregó todo por ser miel a aquel
pedido que le hizo su Señor.
• Video
• Siempre me ha impactado esta escena que deja ver mucho, en ella vemos un
modelo de servicio que no abandona, que no huye, sino que amronta toda
realidad y corre en ayuda del necesitado, que sumre con el que sumre, que llora
con el que llora, que consuela al amligido, que anima y reconmorta. Este es el
servicio de María, ella sirve y acompaña a su Hijo amado toda su vida. El Señor
que se entrega totalmente también nos entrega a María, en herencia hemos
recibido a María como madre nuestra.
• Ayúdanos Madre Santísima a estar dispuestos en todo momento al servicio,
enséñanos a ser buenos servidores toda nuestra vida.
9. Después de la Resurrección (Hechos de los Apóstoles 1, 12-14).
“Los discípulos perseνeraban unidos en la oración con algunas mujeres, con
María, la madre de Jesús”.

QlQlaumiearodotser Mremalreíxaiónnospelnosaenndsoeñena: uens


amivniavrirmyi seelrvsiecrivoicailocuoaral ntoted.oCs ueastlaqmuioesr
expresión de servicio por pequeña que sea debe ir acompañada de la oración
y una oración que sea perseverante.
• Hoy como en aquel tiempo, nosotros somos los discípulos del Señor y por tanto
debemos mantenernos en ese servicio perseverante de la oración. Que el
seminario sea escuela y lugar de oración. Que cada vez que nos acerquemos
o tengamos un espacio de oración comunitaria, lo hagamos con el mayor de
los gustos, sencillamente porque estamos sirviendo.
• Y hay algo importante, esa oración perseverante se daba en la unidad,
hombres y mujeres que no desmallecían en este propósito. Hoy nosotros, al
contemplar a María encontramos ese modelo de mujer que ora en comunidad.
Pienso en tantas personas que nos encomiendan este servicio y esperan de
nosotros plena disponibilidad para tal encargo.

• Santísima Virgen ayúdanos a perseverar en este servicio constante de la oración,


que seamos hombres de oración.
Bendito, alabado y adorado…
María, mujer de la acción, haz que nuestras manos y nuestros pies se muevan «deprisa»
hacia los demás, para llevar la caridad y el amor de tu Hijo Jesús, para llevar, como tú,
la luz del Evangelio al mundo. Amén.
Oración del Papa Francisco.

4) MEDITACIÓN PERSoNAL:
5) SANTo RoSARIo: en comunidad (12:00 m. Capilla)

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