Fotobiorreactor Tubular
Fotobiorreactor Tubular
Fotobiorreactor Tubular
Los rendimientos son superiores a los de los sistemas abiertos ya que proveen protección
contra agentes externos (contaminación, patógenos o depredadores) y minimizan el impacto
del clima (lluvias, evaporación y fluctuaciones de temperatura estacionales). El
ensuciamiento de las superficies transparentes debido a bacterias y otros organismos (entre
ellos, las propias algas) es uno de los mayores problemas operativos de los
fotobiorreactores. Se intenta prevenir manteniendo un flujo altamente turbulento. La
transferencia de gases que está restringida al área superficial de las interfases gas-líquido
puede limitar la escalabilidad de los diseños de fotobiorreactores.
De acuerdo con Sen, los parámetros críticos que afectan al diseño de los fotobiorreactores
son los siguientes:
Los reactores de columna burbujeante son los ejemplos más típicos de fotobiorreactores
tubulares verticales (“Vertical Tubular Reactors” o VTR). Se trata de una columna cilíndrica
fabricada en un material transparente, normalmente polietileno o vidrio ya que permiten una
buena penetración de luz y son relativamente baratos. La introducción de gas se lleva a cabo
por la parte inferior de la columna y causa una corriente turbulenta que permite optimizar el
intercambio de gas. En la actualidad, estos tipos de reactores se construyen con un diámetro
máximo de 20 a 30 cm para asegurar el suministro de energía solar. La disponibilidad de luz
en este tipo de columnas está influenciada por la velocidad de aireación, las acumulaciones
de gas y la velocidad del líquido. El exceso de oxígeno generado por la actividad fotosintética
debe ser retirado.
Un reactor tubular horizontal está formado por haces de tubos horizontales conectados como
un sistema de tuberías. El fluido algal suspendido es capaz de circular por esta línea de
tuberías. Los tubos se suelen fabricar de plásticos transparentes o vidrio de borosilicato y la
circulación se mantiene constante mediante una bomba localizada al final del sistema. La
transferencia de gas tiene lugar en las conexiones entre tubos o en unidades de intercambio
de gas especialmente diseñadas para este propósito.
Parece que uno de los principales problemas operativos que se dan en en este tipo de
fotobiorreactores, es el calentamiento excesivo durante las horas de calor. La amplitud del
salto de temperatura que se produce en un día puede llegar a alcanzar los 20ºC. Algunas de
las soluciones que se han probado para atajar este problema pasan por rociar la superficie
de los tubos con agua de manera regular o sumergir el cultivo en una piscina de agua cuando
se considera necesario. Varias fuentes sostienen que los fotobiorreactores de exteriores
pueden ser enfriados de manera efectiva y barata mediante intercambiadores de calor. Otra
limitación importante, ya destacada en el caso de los tubulares verticales, es la fragilidad
intrínseca de los vidrios habitualmente empleados en su fabricación.
Figura 1. Fotobiorreactor tubular horizontal en operación (Varicon Aqua Solutions). Figura extraída de la
referencia bibliográfica 2.
Fotobiorreactor tubular helicoidal
Esta clase de fotobiorreactores son una buena alternativa a los tubulares rectos. La
configuración más ampliamente utilizada es la conocida como Biocoil, que fue desarrollada
inicialmente por Robinson. Está compuesto de una serie de tubos de polietileno bobinados
en una estructura abierta cilíndrica acompañada de una torre de intercambio de gases y un
intercambiador de calor. Las sucesivas mejoras de este diseño lo han colocado como uno
de los mejor posicionados debido a que se pueden cultivar volúmenes elevados en porciones
pequeñas de terreno.
Figura 2. Fotobiorreactor tubular helicoidal de 1000 L en Murdoch University (Australia). Figura extraída de
la referencia bibliográfica 7.
Otra variante es el reactor helicoidal cónico diseñado por Morita. En este caso, la estructura
portante es cónica y su principal ventaja es una alta eficiencia de recogida de luz derivada
del hecho de que la forma cónica distribuye la energía radiante en una amplia área de
recepción. Su principal desventaja es que no presenta la misma facilidad de escalado que el
Biocoil pues el ángulo y la altura del cono están estrictamente definidos para conseguir altas
tasas fotosintéticas.