Fotobiorreactor Tubular

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Fotobiorreactor Tubular

Los ecosistemas están en constante cambio y los sectores de productividad económica


han decaído en fuentes de trabajo y de su producción total. La contaminación del medio
ambiente afecta cada vez más el progreso humano, por lo que hoy en día es frecuente
encontrar con mucho ingenio, formas alternativas para la producción sistemática de
elementos básicos a base de componentes naturales y aportar al desarrollo productivo,
como es el caso del fotobiorreactor tubular.
Tales instrumentos de producción, se pueden apreciar en pocas estancias, ya que en
términos generales son mecanismos costosos. Sin embargo, en Ibiza se puede acceder a
un moderno equipo de producción. Se trata de un Fotobiorreactor Tubular, un dispositivo
de gran capacidad, ideado para mejorar la calidad de vida y favorecer la producción en
varios aspectos de la vida ecológica e impulsar la actividad económica en varios factores.
¿Qué es un fotobiorreactor tubular?

Un Fotobiorreactor es una maquina instrumental creada con el fin de favorecer la


producción de microalgas en un ambiente determinado y controlado. Su mecanismo fluido
permite canalizar mejor los nutrientes, mantener un bajo nivel de CO2, PH controlado y
un provechoso uso de la luz solar de la cual obtiene su combustible y mantenimiento.
Aunque existen varios modelos de este instrumento, el fotobiorreactor tubular es un
modelo mucho más avanzado que otros. Por ser de tipo cerrado permite tener un mejor
dominio de la producción, lo que garantiza un cultivo mucho más rápido y con mejores
resultados. Para ello se fusiona: agua, elementos naturales y un equilibrado ajuste de calor
natural obtenido a través de su sistema de funcionamiento.
¿Cómo funciona el fotobiorreactor?

Un fotobiorreactor tubular obtiene su eficacia, gracias al mecanismo comprendido por sus


dos partes. Un primer componente es el Lazo, recibe este nombre por su particular forma
comprendida por tubos de combustión entrelazados y superpuestos con codos curveados,
usualmente tienen una extensión entre 2 y 4 metros y están dispuestos para la recepción
de la luz solar, su gran capacidad absorbente de calor permite que un mejor rendimiento.
Una segunda parte es denominada Desgasificador, en este punto se realizan un
intercambio de la materia, en este segmento en forma de bomba, se combina el calor y se
nivela el nivel térmico en general equilibrando los extremos para obtener una temperatura
que permita el desarrollo de los microorganismos que producen las microalgas.
El fotobiorreactor tubular es un mecanismo costoso en su construcción pero permite
tener un mejor control de lo que se produce, al disponer de tubos de combustión evita un
excesivo cuidado en los niveles de temperatura ya que dispone de la mejor manera del
calor concentrado de forma equitativa. Puede llegar a ocupar cierta extensión de espacio
pero, lo compendia la rápida manera de agilizar los resultados en producto final.

La producción de microalgas es un elemento de vital importancia en la vida económica,


las propiedades de estos componentes naturales tienen eficacia y amplio uso en distintos
sectores como: campo agrícola, producción alimentaria, componentes energéticos,
producción farmacéutica y cosmetología. Sus beneficios son cada vez más considerados
por contribuir en la segregación de proteínas naturales, carbohidratos y vitaminas
Unificado a ello, debemos sumarle que, con la ayuda de fotobiorreactor tubular se realiza
un proceso industrial de tipo ecológico, ya que no degrada el ambiente y aprovecha de la
mejor forma elementos propios como la luz solar y el suelo, dándoles un uso que no afecta
negativamente a la vida normal.
Por esta razón en Ibiza se encuentra un Fotobiorreactor Tubular de gran prestancia, el
cual es posible admirar, conocer sus beneficios y estudiar su funcionalidad, para ello se
puede visitar el Parque Botánico Biotecnológico de la región y observar su procesamiento
natural.
Fotobiorreactores

A diferencia de los estanques, los fotobiorreactores son sistemas cerrados. Pueden


presentar diferentes configuraciones: tuberías, placas, depósitos o cúpulas hemisféricas.
Todas ellas tienen en común que sus superficies de cierre son transparentes ya que el
principal factor que afecta a su diseño es la penetración de luz. En la literatura científica y
las patentes, se han descrito numerosos diseños de fotobiorreactores pero sólo una pequeña
proporción llega al nivel comercial. En la mayor parte de ellos tiene lugar una producción
fotoautótrofa con el empleo de luz natural o artificial. Como se verá en el último apartado,
algunas especies de microalgas se pueden cultivar de manera heterótrofa sin luz en otro tipo
de sistemas.

Los fotobiorreactores pueden ser operados de manera completamente manual o


incorporando monitorización automatizada y sistemas de retroalimentación para mantener
las condiciones más estables. Como otros tipos de biorreactores, pueden trabajar en modo
“batch”, de manera continua o semicontinua.

Los rendimientos son superiores a los de los sistemas abiertos ya que proveen protección
contra agentes externos (contaminación, patógenos o depredadores) y minimizan el impacto
del clima (lluvias, evaporación y fluctuaciones de temperatura estacionales). El
ensuciamiento de las superficies transparentes debido a bacterias y otros organismos (entre
ellos, las propias algas) es uno de los mayores problemas operativos de los
fotobiorreactores. Se intenta prevenir manteniendo un flujo altamente turbulento. La
transferencia de gases que está restringida al área superficial de las interfases gas-líquido
puede limitar la escalabilidad de los diseños de fotobiorreactores.

De acuerdo con Sen, los parámetros críticos que afectan al diseño de los fotobiorreactores
son los siguientes:

• Capacidad para reutilizarse (facilidad de limpieza y reutilización).


• Material de construcción (resistente, inerte, tolerante al daño por pH, temperatura y
salinidad).
• Iluminación (penetración e intensidad de la luz, fotoperiodo e intermitencia).
• Mezcla (una mezcla pobre da lugar a un aumento del ensuciamiento y de la
concentración de oxígeno).
• Aireación (número/tamaño de las burburjas, transferencia de materia).
• PH (solubilización de CO2, envejecimiento del cultivo, composición del medio).
• Temperatura (efecto de la luz, eliminación del exceso de calor).
Fotobiorreactor tubular vertical

Los reactores de columna burbujeante son los ejemplos más típicos de fotobiorreactores
tubulares verticales (“Vertical Tubular Reactors” o VTR). Se trata de una columna cilíndrica
fabricada en un material transparente, normalmente polietileno o vidrio ya que permiten una
buena penetración de luz y son relativamente baratos. La introducción de gas se lleva a cabo
por la parte inferior de la columna y causa una corriente turbulenta que permite optimizar el
intercambio de gas. En la actualidad, estos tipos de reactores se construyen con un diámetro
máximo de 20 a 30 cm para asegurar el suministro de energía solar. La disponibilidad de luz
en este tipo de columnas está influenciada por la velocidad de aireación, las acumulaciones
de gas y la velocidad del líquido. El exceso de oxígeno generado por la actividad fotosintética
debe ser retirado.

Aunque el cultivo de microalgas en este tipo de sistemas es simple y su empleo está


ampliamente extendido, la tecnología es algo primitiva y presenta ciertas limitaciones
derivadas de la fragilidad y de la baja versatilidad de los materiales utilizados. Por otro lado,
el escalado de los equipos se preveía muy sencillo inicialmente, pero la experiencia
acumulada ha demostrado que el aumento en el volumen de cultivo implica un descenso de
la productividad.
Fotobiorreactor tubular horizontal

Un reactor tubular horizontal está formado por haces de tubos horizontales conectados como
un sistema de tuberías. El fluido algal suspendido es capaz de circular por esta línea de
tuberías. Los tubos se suelen fabricar de plásticos transparentes o vidrio de borosilicato y la
circulación se mantiene constante mediante una bomba localizada al final del sistema. La
transferencia de gas tiene lugar en las conexiones entre tubos o en unidades de intercambio
de gas especialmente diseñadas para este propósito.

Parece que uno de los principales problemas operativos que se dan en en este tipo de
fotobiorreactores, es el calentamiento excesivo durante las horas de calor. La amplitud del
salto de temperatura que se produce en un día puede llegar a alcanzar los 20ºC. Algunas de
las soluciones que se han probado para atajar este problema pasan por rociar la superficie
de los tubos con agua de manera regular o sumergir el cultivo en una piscina de agua cuando
se considera necesario. Varias fuentes sostienen que los fotobiorreactores de exteriores
pueden ser enfriados de manera efectiva y barata mediante intercambiadores de calor. Otra
limitación importante, ya destacada en el caso de los tubulares verticales, es la fragilidad
intrínseca de los vidrios habitualmente empleados en su fabricación.

Figura 1. Fotobiorreactor tubular horizontal en operación (Varicon Aqua Solutions). Figura extraída de la
referencia bibliográfica 2.
Fotobiorreactor tubular helicoidal

Esta clase de fotobiorreactores son una buena alternativa a los tubulares rectos. La
configuración más ampliamente utilizada es la conocida como Biocoil, que fue desarrollada
inicialmente por Robinson. Está compuesto de una serie de tubos de polietileno bobinados
en una estructura abierta cilíndrica acompañada de una torre de intercambio de gases y un
intercambiador de calor. Las sucesivas mejoras de este diseño lo han colocado como uno
de los mejor posicionados debido a que se pueden cultivar volúmenes elevados en porciones
pequeñas de terreno.

Figura 2. Fotobiorreactor tubular helicoidal de 1000 L en Murdoch University (Australia). Figura extraída de
la referencia bibliográfica 7.

Otra variante es el reactor helicoidal cónico diseñado por Morita. En este caso, la estructura
portante es cónica y su principal ventaja es una alta eficiencia de recogida de luz derivada
del hecho de que la forma cónica distribuye la energía radiante en una amplia área de
recepción. Su principal desventaja es que no presenta la misma facilidad de escalado que el
Biocoil pues el ángulo y la altura del cono están estrictamente definidos para conseguir altas
tasas fotosintéticas.

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