Resumen Lectura, Tarea 1

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INTRODUCCION

En los últimos años la migración es muy notoria a nivel mundial, tanto que unas de cada 35
personas provienen de otro país, lo que hace un equivalente al 3% (200 millones de personas
según la OMS.

España está produciendo el asentamiento creciente, lo que supone la inserción de diferentes


grupos culturales de todas las partes del mundo; con sus costumbres, sus tradiciones, sus
valores, sus creencias y su visión del mundo, de la vida, de la muerte y del proceso salud-
enfermedad, de cómo se enferma, cómo se sana, quién puede sanar, qué hacer y qué no hacer
para sanar

Los continuos cambios se ven reflejados en múltiples aspectos especialmente en los servicios
públicos.

A nivel sanitario se observa un aumento en el porcentaje de pacientes extranjeros, un desafío


para todo el sistema, en especial para el personal de Enfermería, al encontrarse en la primera
línea de contacto y asistencia a estos nuevos usuarios. Los trabajadores de la Sanidad Pública,
como trabajadores de un servicio de cobertura universal, no pueden elegir a quién atienden y,
en su mayor parte, los extranjeros tampoco eligen dónde quieren ser atendidos, así que tanto
unos como otros están condenados al entendimiento lo que supone un auténtico reto para el
personal de salud, el reto de cuidar en una sociedad multicultural. Un reto que a menudo
fracasa por que falla la comunicación, por ignorancia, por actitudes negativas o incluso por
rechazo hacia la diferencia cultural (Vilá, 2004).

En este sentido, el éxito en la comunicación intercultural de los profesionales de Enfermería


con sus pacientes es clave En una sociedad multicultural. " Por otro lado, en el mundo de la
salud no hay que olvidar que la cultura juega un papel fundamental en el proceso salud-
enfermedad, cada cultura delimita o construye un conjunto peculiar de respuestas a este
proceso, que otorgan la condición de enfermo, incorporando a su vez en las personas,
interpretaciones y actitudes que inducen a vivir la enfermedad de una determinada manera

en el desarrollo de su trabajo confluyen, al menos, tres culturas (Fuller, 2003): la cultura del
paciente, su propia cultura y la cultura de la organización donde trabaja. En este contexto
cultural múltiple el profesional tiene que ser capaz de establecer un diálogo entre ellas y
buscar puntos de encuentro, ya que, en muchas ocasiones la enfermera representa el único
enlace para conseguir conectar las necesidades del paciente y las necesidades de la
organización apropiado y profesional, por otro, la enfermera tendrá de formarse en lo que los
anglosajones denominan Competencia Cultural o Competencia Intercultural.

En este contexto, los profesionales de enfermería deberán ser capaces de comunicarse


eficazmente con el paciente con otros usos culturales, sino que además deberá conocer y
tener en cuenta en qué grado su pertenencia cultural condiciona su visión del proceso salud-
enfermedad para afrontar con garantías el cuidado en la sociedad multicultural del siglo XXI.

La formación de los profesionales. La situación académica actual

La formación en Competencia Cultural forma parte de los estudios de grado y postgrado de


Enfermería en países como Estado Unidos, Canadá, Reino Unido o Australia, entre otros. En
estos países existen algunos hospitales en los que incluso se llegan a desarrollar
entrenamientos específicos en competencia intercultural para profesionales y sólo se
seleccionan aquellos que poseen formación específica en este campo, como es el caso de la
ciudad de Nueva York (Brooks, 2001). En la actualidad, la situación en España es bien distinta.

Según un estudio, Entre las competencias transversales o genéricas aparecen las siguientes: -
CG22. Apreciación de la diversidad y la multiculturalidad. Valorada como muy importante por
un 40% de la muestra. -CG23. Habilidad para trabajar en un contexto internacional. Valorada
como muy importante solo por un 13% de la muestra. -CG24. Conocimiento de culturas y
costumbres de otras culturas. Valorada como muy importante solo por un 15% de la muestra.
A destacar también que tan solo el 11% de los encuestados consideran el conocimiento de una
segunda lengua como de mucha importancia para el desarrollo de su labor profesional, el
49.5% lo consideran como bastante importante. Lo mismo ocurre con la habilidad para
trabajar en un contexto internacional (50.3%) y con el conocimiento y costumbres de otras
culturas (51.4%). Respecto a las competencias específicas de Enfermería solo hemos
encontrado una perteneciente al Grupo 1 de competencias asociadas con valores
profesionales y el papel de la enfermera que puede tener relación con el trabajo en espacios
multiculturales: -CE02. Capacidad para trabajar de una manera holística, tolerante, sin
enjuiciamientos, cuidadosa y sensible, asegurando que los derechos, creencias y deseos de los
diferentes individuos o grupos no se vean comprometidos. Valorada como muy importante por
un 71% de la muestra.

Recientemente algunos departamentos de Enfermería de universidades españolas están


introduciendo como asignatura optativa o de libre configuración contenidos que relacionan
Enfermería y cultura, predominando el enfoque antropológico y culturalista e incidiendo
escasamente en capacitar a los nuevos profesionales con herramientas para afrontar la
comunicación intercultural. En España, estudios sobre el cuidado en la sociedad multicultural
Cada vez son más los investigadores que ven en la sociedad multicultural que se está
construyendo una oportunidad y un reto; oportunidad para el conocimiento de creencias y
valores en salud de otras culturas, conocer los condicionantes del paciente contextualizándolo
en su propia cultura, comprenderlos desde su perspectiva, de entender qué es la salud y la
enfermedad y un reto en el desarrollo de una atención sanitaria que respete estas
singularidades ya que estamos obligados a plantearnos en un futuro inmediato, nuevas
estrategias de atención y organización de los servicios sanitarios

Algunos estudios resaltan que el cuidado transcultural es para la Enfermería un nuevo reto
profesional que implica asumir un modelo de práctica profesional centrada en la aplicación de
cuidados integrales y holísticos, desmarcada del modelo biomédico (Moreno, 2003; Plaza-del
Pino et al., 2005). la profesión enfermera ha comenzado a emplear desde hace unos años que
hacen referencia a los cuidados culturales son: la "Enfermería Transcultural", los "Cuidados
Globales de Enfermería" y la "Enfermería Antropológica" cuyos objetivos principales se centran
en asegurarse de que las necesidades en cuidados culturales de la sociedad global sean
tratadas por profesionales de los cuidados "culturalmente competentes" o que ejerzan la
"competencia cultural aplicada a los cuidados". Las tres enfatizan en el estudio comparativo y
sistemático intercultural para identificar las diferencias culturales que dan lugar a distintas
formas de practicar y sentir los cuidados (Lillo et al., 2004). En el mundo anglosajón, donde si
existe un gran interés desde hace décadas en este campo y una implicación de todos los
sectores de la Enfermería, existen certificaciones profesionales, formación universitaria,
sociedades científicas, centros e institutos de investigación gubernamentales y universitarios,
premios estatales y programas hospitalarios específicos que abordan los cuidados a personas
de culturas distintas a las del profesional sanitario, aunque no hemos encontrado ningún caso
de programas formativos que capaciten a los profesionales para tener éxito en la
comunicación con personas de otras culturas. Conclusiones En la realidad multicultural donde
la Enfermería desarrolla su labor, los cuidados tienen que evolucionar hacia un abordaje
holístico, donde el entendimiento de los valores y percepciones del paciente sobre su salud sea
algo imprescindible, la diversidad de cuidados que brinde el profesional no será de calidad a
menos que las experiencias vitales de sus pacientes, así como sus propias interacciones con el
ambiente que les rodea, estén cubiertas, sean entendidas, analizadas y articuladas. La labor de
los profesionales sanitarios debe ser sensible a la diversidad cultural de las poblaciones a las
que presta sus servicios, y aplicar sus conocimientos científicos adaptados a esa pluralidad
(Lane, 2003). Esta sensibilidad cultural positiva necesaria en los profesionales de Enfermería se
puede aprender, por lo que abordar una formación específica en este campo es de gran
importancia para poder atender y cuidar adecuadamente a la universalidad de pacientes que
se puedan tener; conociendo otras culturas, otras maneras de vivir el proceso salud-
enfermedad, las teorías y modelos enfermeros que profundizan en los cuidados culturales, la
competencia intercultural en Enfermería, fomentando el contacto intercultural, mejorando y
adaptando los cuidados enfermeros y de esta forma ganar en convivencia, respeto cultural y
calidad en los cuidados (Plaza-del Pino y Soriano, 2008). Entendemos al igual que Ibarra y Siles
(2006) el cuidado como un acto comunicativo por lo que consideramos que es de gran
importancia en esta sociedad multicultural el desarrollo de la Competencia Comunicativa
Intercultural en el personal de Enfermería, este concepto desarrollado principalmente en el
ámbito educativo que se define como "el conjunto de habilidades cognitivas y afectivas para
manifestar comportamientos apropiados y efectivos en un contexto social y cultural
determinado, que favorezcan un grado de comunicación suficientemente eficaz, pretendiendo
llegar a ser capaces de comprender y comunicarse con los otros" (Vilà, 2004).

los componentes en la Competencia Comunicativa Intercultural (cognitivo, afectivo y


comportamental) que tienen que desarrollar los profesionales para lograr una relación y una
comunicación suficientemente eficaz con los pacientes, familias y comunidades con usos
culturales diferenciados: -Componente cognitivo. El conocimiento, comprensión y conciencia
de todos aquellos elementos culturales y comunicativos, tanto propios como de los otros, que
promuevan una comunicación efectiva, para que este conocimiento cultural sea competente
debe incluir las variaciones en lengua, los símbolos y los estilos de la comunicación (Gilbert,
2006). La Enfermería tendrá además que valorar las influencias y la identificación del paciente
con su grupo cultural a través del análisis de características primarias y secundarias, analizando
las similitudes y diferencias culturales en el campo de la salud y la comunicación, aprendiendo
con el otro más que sobre el otro, siendo fundamental el conocimiento de los propios valores y
prejuicios que cada uno tiene hacia otras culturas y una exploración profunda de la propia, lo
que Campinha-Bacote (1999) llama conciencia cultural, ya que para superar los prejuicios y
huir de los estereotipos se tiene que partir del conocimiento entre iguales; no se puede
respetar lo que no se entiende o se desconoce. -Componente afectivo. Las habilidades de
emitir respuestas emocionales positivas y controlar aquellas emociones que pueden perjudicar
el proceso comunicativo intercultural (Vilá, 2006), como conseguir controlar la ansiedad ante
el encuentro intercultural, desarrollar la capacidad de empatía, etc. son importantes, aunque
lo que considero más relevante es el deseo cultural: tener motivación hacia el encuentro
intercultural, a conocer y aprender de otras realidades culturales. -Componente
comportamental. Dentro del conjunto de conductas, habilidades verbales y no verbales que se
traducirán en una comunicación apropiada y efectiva, somos de la opinión que la relación
enfermera-paciente se tiene que establecer desde una posición de igualdad, evitando
paternalismos o victimismos. Para la Enfermería es fundamental la flexibilidad
comportamental para adaptar las actuaciones, expresiones y cuidados al contexto cultural en
el que se den. Estamos convencidos de que es necesario abordar a corto plazo la formación
específica en Competencia Comunicativa Intercultural de los profesionales de la Salud en
general, y especialmente de enfermeras y enfermeros, tanto en la formación de grado como
de postgrado y en la formación continuada que se oferta a los profesionales en los centros
sanitarios.

A opinión personal estamos convencidas que en Enfermería es necesario la formación continua


y específica en competencia intercultural, tanto en la formación de pregrado como post grado,
formando así profesionales de calidad, quienes brindaran un servicio integral y holístico
basado en la empatía que el paciente necesita, teniendo en cuenta que somos de la opinión
que la relación enfermera-paciente se tiene que establecer desde una posición de igualdad

es fundamental la flexibilidad comportamental para, expresiones y cuidados al contexto


cultural en el. Estamos convencidos de que es necesario abordar a corto plazo la formación
específica en Competencia Comunicativa Intercultural de los profesionales de la Salud en
general, y especialmente de enfermeras y enfermeros, tanto en la formación de grado como
de postgrado y en la formación continuada

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