Aterosa
Aterosa
Aterosa
Los factores de riesgo cardíaco tradicionales. como hábito tabáquico, obesidad y grasa visceral.
hipertensión y diabetes mellitus, también son factores de riesgo para el desarrollo de
ateroesclerosis. Las toxinas que entran en el torrente sanguíneo como resultado del tabaquismo
dañan el tejido endotelial. El consumo durante años de un paquete de cigarrillos al día o más
duplica el daño al endotelio. Sin embargo, la suspensión del tabaquismo reduce de manera
significativa el riesgo de daño endotelial.
Otros factores que se relacionan con un aumento del riesgo de desarrollar ateroesclerosis incluyen
el sedentarismo, la vida estresante, la concentración sanguínea de proteína C reactiva (CRP, C-
reactive protein) y la concentración sérica de homocisteína.
PATOGENIA
Las lesiones formadas en la ateroesclerosis son de tres tipos: la estría grasa, la placa ateromatosa
fibrosa y la lesión complicada. Las últimas dos son las causantes de las manifestaciones clínicas de
la enfermedad.
Las estrías grasas son zonas delgadas, planas y con una coloración amarilla en la íntima que crecen
de manera progresiva para convertirse en lesiones más gruesas y un poco elevadas conforme
crecen en longitud. En el análisis histológico consisten en macrófagos y CML distendidas con
lípidos que forman las células espumosas. Las estrías grasas se forman en niños, a menudo en el
primer año de edad, esto ocurre sin importar la región geográfica, sexo o etnia. Su número
aumenta hasta cerca de los 20 años de edad y después permanecen estáticas o sufren regresión.
El daño al endotelio es un marcador temprano de que luego puede volverse ateroesclerótico. Una
vez que el endotelio se daña, los monocitos circulantes y los lípidos empiezan a adherirse al área.
Esta placa ateromatosa fibrosa se caracteriza por un color gris a blanco perlado producido por los
macrófagos que ingieren y oxidan las lipoproteínas acumuladas y forman una estría grasa visible.
Con el tiempo, las estrías grasas crecen y proliferan al músculo liso. Conforme aumenta el tamaño
de las lesiones, invaden la luz de la arteria. Los macrófagos liberan sustancias que causan
inflamación y, al final, pueden ocluir el vaso o predisponer a la formación de un trombo, lo que
reduce el flujo sanguíneo. Como el flujo sanguíneo se relaciona con el radio elevado a la cuarta
potencia, la reducción en el flujo sanguíneo aumenta conforme evoluciona la enfermedad.
Las lesiones complicadas más avanzadas incluyen hemorragia, ulceración y depósitos de tejido
cicatricial. La trombosis es la principal complicación de la ateroesclerosis. La causa es el
enlentecimiento y turbulencia del flujo sanguíneo en la región de la placa y su ulceración. El
trombo puede ocluir un vaso pequeño en el corazón y el cerebro. Además, es posible que se
formen aneurismas en las arterias debilitadas por la formación extensa de placa. Aunque se han
identificado los factores de riesgo relacionados con la ateroesclerosis mediante estudios
epidemiológicos, aún quedan muchas interrogantes sin respuesta sobre los mecanismos por los
que estos factores de riesgo contribuyen al desarrollo de la ateroesclerosis. El endotelio vascular,
formado por una sola capa de células con uniones entre ellas en condiciones normales actúa como
una barrera selectiva que protege las capas subendoteliales al interactuar con las células
sanguíneas y otros componentes de la sangre. Una hipótesis de la formación de la placa sugiere
que la lesión en la capa endotelial del vaso es el factor iniciador en el desarrollo de la
ateroesclerosis. El hecho de que las lesiones ateroescleróticas tiendan a formarse en los puntos de
ramificación vascular o en los sitios donde hay flujo turbulento sugiere la posible participación de
factores hemodinámicos.
También se piensa que la hiperlipidemia, sobre todo por la LDL a causa de su alto contenido de
colesterol, desempeñan un papel activo en la patogenia de la lesión ateroesclerótica. Las
interacciones entre el endotelio vascular y los leucocitos, en particular los monocitos se presentan
de una manera normal durante toda la vida; estas interacciones se incrementan cuando se eleva la
concentración sanguínea de colesterol. Una de las respuestas más tempranas el colesterol elevado
de la unión de los monocitos con el endotelio.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Las placas ateroescleróticas ejercen sus efectos mediante los siguientes procesos:
En los vasos más grandes, como la aorta, las complicaciones importantes son la formación de un
trombo y el debilitamiento de la pared vascular. En las arterias de tamaño mediano, como las
coronarias y las cerebrales, son más frecuentes la isquemia y el infarto por la oclusión vascular.
Aunque la ateroesclerosis puede afectar cualquier órgano o tejido, las arterias que irrigan el
corazón, cerebro, riñones, miembros inferiores e intestino delgado son las que resultan afectadas
con mayor frecuencia.