0% encontró este documento útil (0 votos)
37 vistas52 páginas

Tehprahica: Romea

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1/ 52

10 6 0 i

ROMEA

TEHPRAHICA
ZARZUELA
en uo acto, dividido en tres cuadros, en prosa, origina)

MÚSICA DEL MAESTRO

GERONIMO

CUARTA EDICIÓN

SOCIEDAD DE AUTORES ESPAÑOLES


Calle del Prado, núm. 24

1S13
IvA TBMPRANICA
Esta obra es propiedad de su autor y nadie po-
,

drá, sin su permiso, reimprimirla ni representarla en


España ni en los países con los cuales se hayan cele-
brado, ó se celebren en adelante, tratados internado,
nales de propiedad literaria.
El autor se reserva el derecho de traducción.
Los comisionados y representantes de la Sociedad de
Autores Españoles son los encargados exclusivamente
de conceder ó negar el permiso de representación y
del cobro de los derechos de propiedad.

Droits de représentation, de traduction et de repro-


duction réservés pour tous les pays, y coiapris la Sué-
de, la Norvége et la Hollande,

Queda hecho el deposito que marca la ley.


LA TEMPRANICA
ZARZUELA
EN UN ACTO, DIVIDIDO EN TRES CUADROS, EN PROSA

original de

JULIAN í*OME^
música del maestro

Estrenada en el TEATRO DE LA ZARZUELA de Madrid,


el 19 de Septiembre de 1900

CUARTA EDICIÓN

MADRID
S. VKLASCO, IMP., MAEQÜÉS DE SANTA ANA* 11 I>0P.*
Teléfono número 651

1913
£C /vfygueí ^an)05 Qarnón
REPARTO
PERSONAJES ACTORES

MARÍA, LA TEMPRANICA Seta. Segura (C.)


GRABIÉ ......... Mesa (J.)

SALÚ . .... * . . „ . . Sra. Mavillard.


LA MORONDA Seta. González (N.)
PASTORA o Espinosa.
LA CONDESA . . ............ . . . Hidalgo.
DON LUIS, conde de Ssnta Fe. . . Sr. Sigler.
MIGUEL, EL LOBITO. . ........ Moncayo,
DON MARIANO. ., liuizde Arana
MISTER JAMES Guerra.
EL ZEÑÓ CHANO Arana (P.)

DON RAMÓN...» Toha.


CURRO Mora.
ZALEA. Redondo.
PILÍN ¿\ .... .. Niño Andreü.
JUAN ..... Sr. Gallo.
UN GITANO. ... Sánchez.
Cazadores, ojeadores, gitancs, señoritas y caballeros,
guardas de monte

La acción en Granada y sus cercanías, en 189...

Derecha é izquierda, las del actor

Nota. Cuiden los artistas encargados de hacer los papeles de Ma-


ría y G rabié, de no pronunciar nunca la ese, y en todas las palabras^
absolutamente en todas, sustituirla por una zeda muy suave. Lo mismo
deben hacer los demás personajes gitanos.
CUADRO PRIMERO
Una explanada en la sierra cercana á Granada. A la izquierda, en
segundo término, fachada de un cortijo y casa de cazadores, en
cuyo centro está la puerta de entrada. Continúa formando escua-
dra con la dicha fachada otro cuerpo ele edificio que llega hasta
el proscenio. Este trasto tiene una ventana á una altura que no
puede serdominado sino subiéndose en el banco de fábrica que
hay debajo adosado al muro. Otros bancos del mismo género á
los lados de la puerta. Foro derecha, camino estrecho, por el que
se llega á la casa. Rocas y maleza al fondo. Es de noche. Se per-
cibe el resplandor de Ja luna, que se pone á poco, haciéndose
noche obscura.

ESCENA PRIMERA
Al levantarse el telón sale de la casa el CUERO, que hace sonar su
bocina, á la que responden dentro otras. Van apareciendo por dis-

DON LUIS, MR. JAMES, DON MARIANO, DON RAMÓN


tintos lados

y CORO DE OJEADORES y GUARDAS, todos en traje de caza. Des


pués dos GUARDAS DE MONTE con escopeta y bandolera, llevando
los conejos y perdices que han cazado y dos ó tres perros atados. Los
criados entran en la casa

Música
Coro (Dentro.)
La caza ya se esconde,
la luz del día huyó;

674687
~ 8 —
espera al nuevo día,
descansa, cazador.
La cena nos aguarda
y el lecho pronto está;
el cuerpo fatigado,
reposo pide ya.

Mar. (En escena.)


Gran jornada.
Ram. Buenos tiros.
Luis No ha dado el día mal.
se
James Mocho suerte, mochos piezas.
Topos No hay placer como el cazar.
Salir de mañana,
marchar hacia el monte
las armas al hombro,
los perros detrás.
Pisando malezas
y arroyos saltando
buscar ei abrigo
de a gún matorral.
;

Llegar á un buen puesto,


montar el gatillo;
si elperro se pone,
prestar atención;
hacer puntería
con pulso seguro.
¡Ya sale la pieza!
¡La pieza cayó!

Y siguiendo la jornada,
dando ojeos sin cesar,
caza buena y abundante
no cansarse de cobrar.
Buen almuerzo á medio día,
rico vino, agua mejor.
Ya las fuerzas se reponen.
Ya está listo el cazador.

La caza ya se esconde,
la luz del día huyó,
etc., etc.
Hablado
Luis Bueno, muchachos, idos á descansar á los
lugares de abajo, donde tenéis buena cena.
A dormir y á prepararse para los ojeos de
mañana, que serán los últimos, porque nos
volvemos á Granada por la noche. (1)
Uno Gracias, mi amo. (Vase foro.)
Luis ¡Abur! (Llamando.) ¡Curro!
Curro (saliendo.) ¡Zeñorico!
Luis Llevaos adentro eSOS arreos. (Entregan las ar-

mas, morrales, etc., que Curro y los Guardas entran en


la- casa.)
Ram. Conque, don Mariano... Bolo, ¿eh?... ¡Qué
Vergüenza! (Todos ríen.)
Mar. Zeñore... zeñore .. no reírse. Yo tengo de-
mostrado ya que mato más que uztedes. Zoy
fizcal de la Audiencia.
Luis ¿Y qué?
Mar. ¿Cómo y qué? ¡Pues no llevo ya muerta
mucha gente!
Ram. Sí,pero conejos...
Mar. Ya zaben uztedes que con los humildez zoy
ziempre compazivo.
Luis El que es un gran tirador es nuestro inge-
niero.
James ¡Oh! ¡Mucho favor! Yo tiene buen suerte.
(Con acento.)
Luis Mister James, (pronunciando Yems.) como todo
elque vale, es muy modesto; pero nos ha
dejado atrás á todos; no ha errado un tiro.
James Zenk yon.
Mar. ¿Qué ha dicho ozté?
James Grasias.
Mar. ¡Ah! Bueno; creí que era una coza mala.
Rám. ¡Qué gracia tiene este Fiscal!
Mar. ¡Lo que tiene el Fizcal ez un hambre que ze
pela!
James Y yo apitito también: mucho camino todo
el día.
Luis Pues esa enfermedad se cura pronto. ¡A ver,
Currito!
Curro (saliendo.) Mandosté.

(l) Don Luis—Don Mariano— James— Don Ramón.


— 10 —
Luis Que se presente la Moronda inmediata-
mente.
Curro De zegUia. (Entra en la casa.)
James ¿Quién es Morronda?
Luis Es la mujer de Curro, nuestra gran cocine-
ra. La Moronda es un mote.
Mar. Un título del reino.

ESCENA II

DICHOS, MORONDA

Mor . Dios guarde á ostés. (1)


Luis ¡Hola, Morondita!
Mar, jOlé! ¡Vivan las rosas de Mayo!
Mor. Pos ascuchosté, don Mariano, lo he sío, aun-
que liase un ratico que me he zecao. Ya me
voy esojando... como osté.
Todos ¡Bien dicho, toma castaña!
Mar. Me conformo porque lo dice una dama.
Mor. Oigasté, yo no zoy ezo. Zoy Candela Martí-
nez, y nacía en er monte, con que ya ve
usté. Y no ze metasté conmigo porque yo
no me queo cayá. Conque, ¿qué quería ozté,
zeñorico?
Luis Vamos á ver, ¿qué nos vas á dar de cenar?
Mar. Eso, eso; venga er menú. Yo también ha-
.

blo el inglés, ¿eh, mister?


James Moy bien.
Mor, Pos verán ostés. Ahorica mesmo eché el
arroz, que va á ser lo primerico. Yeva ar-
me jas, que me zubieron esta tarde de Graná.
Unas cortás de jamón de Trevelez y pimien-
tos, más sabrosos y durses que una armiba.
De zeguía un cordero azao con patatas, que
van ostés á zalí toos diciendo ¡beé!.., ¿Eh, y
eza?
Mar, Eza, eza es mucha franqueza.
Mor. Po que lo tome á malas, que no coma.
er
Mar. Bien; perdona Otra cosa.
Mor . De zeguía, un bacalao enjamonao que no lo
come mejó e rey de Ezpaña.

(l) Don Luis— Moronda— Don Mariano— James—Don Ramón.


- 11 —
Mar. Esa es una gran verdad. Los reyes no comen
bacaiao.
Mor. ¿No? ¡Miá tú qué cúrziles ... Aluego, unos 1

poyos con tomate; aluego perdices estofas;


aluego...
Mar. Sí; «luego reventamos todos y aluego la man-
do á usté ahorcar, apreciando la premedita-
ción, alevosía (Tocios ríen.) y nocturnidad.
Mcr Ea, ya zacó osté. sus textos en latín. Zeño-
rico don Luis, no lo traiga usté más, que la
ha tomao conmigo.
Luis No tengas cuidado que aquí estoy yo y se-
remos dos contra él.
Mor. Ezo, ezo; á la justicia prenden.
Luis Ahora lo que te encargo es que esté todo á
punto, porque esta fiesta es para obsequiar
á este caballero.
Mor. ¿A cuá?...
Luis (Por James.)A este señor, que es un célebre
ingeniero inglés. Viene á montar mi gran
fábrica de azúcar de remolacha y queremos
. obsequiarle como se merece.
Mor, Po, oigasté, musiú. Va osté á ve cosa güeña:
se va usté á jartá.
James ¿Qué dise?
Mor. (Gritándole.) Que va usté á jartarse.
Mar. ¡Pero, señora, si no es sordo!
James Bueno, bueno;
(Riendo.) grasias.,.
Mor. Conque, hasta luego.
Mar. Adiós, Morondita.
Todus ¡Abur!
Mor . Prepará eso estógamo, y dispensá si he far-
tao. (Vase.)

ESCENA 111

DICHOS menos la MORONDA; luego CURRO

Luis Es un gran tipo.


Mar. Yo la hago rabiar por oir sus dicharachos.
James Es simpática.
Mar. jOn! ya verá usté, ya verá usté qué ejem-
plares tan pintorescos hay entre estos indí-
genas.
Ram. . Es cierto.
— 12 —
Luis Un día de estos vamos á llevar á nrister Ja-
mes á dar un paseo por el Albaicín.
Mar. Y al barrio de los greñúos.
Ham. Y á las cuevas de los gitanos.
Luis Hay allí escenas dignas de un cuadro de
Velázquez.
James ¡Oh! yo gran curioso de costumbres. He
leído mucho Andalusía; deseo escuchar can-
siones, bailes y muchas COSaS. (Se oye cantar
dentro a Grabié una seguidilla.)
Mar. ¿No hablaba usted de canciones? Por ahí va
un canario de monte.
Luis ¡Curro! (Llamando.)
Curro (saliendo.) ¡Mandosté!
Luis Llama á ese chiquillo que va cantando y
tráelo aquí.
Mar. Hombr.e, sí; así entretendremos el hambre.
CURRO (Desaparece por detrás de la casa.) ¡Chiquillo!...
que vengas... ¿eh?... Pa argo ser.*, saborío...
Ven, hombre, que no te van á jasé ná...
Güeno, sí; átalo ahí en esa ensina.
Luis Estos mentecatos se asustan de la gente.
James Es comprendido... siempre á la montaña...
Mar. Quiá es que son desconfiados y marru-
lleros.

ESCENA IV
DICHOS, CÜRRO y GRABIÉ

CURRO (Entra, trayendo cogido á Grabié.) Aquí está mil


hombres, (vase.)
Mar. Ven acá, gachosito, que te vamos á endicá *

la fila. (Sentándose en el banco que hace esquina.)


Grab. Güeñas noches. (1)
James Es jovensito mucho.
Mar. ¿Tú quién eres?
Grab. Po... po yo zoy Grabié.
Mar. Bueno, ¿y qué haces á estas horas por
aquí?
Grab. Po... po vengo de poné liga en eza mata de
ahí arriba pa cazá lo pájaro por la mañana.
Mar. ¿Y caen muchos?

(l) Don Luis— Grabié— Don Mariano— Don Ramón— James.


— - 13 -
Grab. Antié no cogí ná má e dó; ayé ná, y hoy ná.
(Don Luis le mira con gran atención.)
Mar. ¿Y adonde vas ahora?
Grab. á mi rancho
Po...
Mar. ¿Y cuál es tu rancho?
Grab. Y... y ¿osté é er jué?...
Mar. ¿Qué dises, chiquiyo?
Grab. Como preguntaste tanto, po eso. Y zi argu-
na malita lengua me ha publicao, yo no he
jecho na malo, místela; zi miento que me
caztigue un debé.
Mar. No, hombre, no. Queremos solamente saber
de qué rancho eres; por curiosidad nada
más.
Grab. Po zoy der rancho der zeñó Chano, que é
jerrero, y é mi pare y de la Tempranica y
Pilín.
Luis ¡Ya decía yo que conocía esa cara!
Grab. ¡Don Lui... que nol'había conosío!... ¡Ay, zi
édon Lui!... ¡E don Lui!...
Mar. ¡Hombre! por lo visto es un amigo, (se le-

vanta.)
Luis Sí, nos conocemos hace tiempo.
Grab. Zi zeñó; y tóos lo queremos rnuncho; y mi
hermana má.
Luis Calla, muchacho.
Grab. Po poquita duca pasó mi María cuantito
osté ze marchó. Ze queó má fina que una
cañasuca, y decían que iba pa távira. Má
zuspiro jechó de su cuerpo que lo fueye de
la fragua; y zus ojos yoraban, yoraban, que
uno era er Darro y otro er Geni.
Luis Vamos, ¿te quieres callar?
Mar. No, que siga, que siga...
Ram. Aquí hay aventura, Luisito.
James Interesante mucho.
Luis Pero señores...
Mar. Cuenta, cuenta, Grabié...
Grab, Y ze queó má trizte que un gorrión embra-
ga o; y mi pare le endiñaba candela... y mi
mare le cantaba...
«Tempranica m'ha zalío
como la fló del armendro...»
porque dijo que la mosita no puen queré de
chavaliya. Po aluego ya no yoraba; y ze
queó ma zeria que un civil. Y le jablaban y
— 14 ~
no desía ná; y azín ze pazó jasta que co-
mensó á ronipé y dijo que ya lo había or-
vidao tóo, y tomó otro queré con Migué er
Lobito, que é un moso güeno y tiene parné,
y la camela mucho y ella á é... y na má.
Luis ¡Ah! ¿tiene un novio? Pues me alegro con
toda mi alma.
Mar. > Vay a >
vaya... ¿conque esas tenemos, don
Luis?
Ram. ¿Conque hay novelar
Luis jQué tontería!
Mar. ¡Que la cuente!
Luis jHombre, por Dios!
James Cuente usté, por favó.
Luis Vaya, vaya; dejémonos de tontunas Canta,
Gabrielillo; canta, que para eso te hemos
llamado. Alegra el monte con tus cancio-
nes y echa aquel baileciilo que me hacía
tanta gracia. Ya verán ustedes, ya verá usté,
James, qué salado es el chiquillo.
Mar. Bueno; pero en la mesa lo cuenta usted.
Ram. Sí; no se escapa.
Luis Bien, bien; ya hablaremos. Anda, Gabriel.
Grab. Po en cuantito zepa mi Tempranica que está
ozté aquí...
Luis Pero como no lo sabrá...
Grab. Es que yo...
Luis Es que tú te vas á callar.
Grab. Zi meva á conocé la alegría en la cara.
Lurs Pues que no te la vea.
Grab. ¿Y quié usté que me merque una careta pa
andá por el rancho?
Mar. ¡Ea! venga ese cante y te ganas un duro.
Grab. ¿Un duro? Po jagan ostés parmitas sordas,
que me vi á bailá más que la tarántula, (se
sientan mientras Grabié canta.)

Música

Grab. La tarántula é un bicho mu malo,


no se mata con piera ni palo;
que juye y ze mete
por tós los rincones
y zon mu malinas
zus picazones.
— 15 —
¡Ay, mare! no zé que tengo,
que ayé pazé po la era
y ha prencipiaíto á entrame
er má de la temblaera.
Zerá que á mí me ha picao
la tarántula dañina,
y estoy toitico enfermao
por zu zangre tan endina.
¡Ze coman los mengues,
mardita la araña
que tié en la barriga
pintá una guitarra!
Bailando ze cura
tan jondo doló.,.
¡Mardita la araña
que á mí me picó!

No le temo á los rayos ni bala,


ni le temo á otra cosa más mala.
Que me hizo mi pare
más guapo que er gayo;
pero á ese bichito
lo parta un rayo.
¡Ay, mare! Yo estoy malito,
me está entrando unos suores
que m'han dejaito zeco
y comió de picores.
Zerá q'á mí ma picao
la tarántula dañina,
y por eso m'ha quedado
más dergao que una zardina.
¡Ze coman los mengues
mardita la araña! etc., etc.

^aislado

Todos ¡Bien! ¡Bravo!


Mar. ¡Ole los chiquiyos con gracia! ¡Toma, por
barbián! (Le da dinero.)
Ram. Vaya para zapatos. (idenO
James El mi dinero también. (ídem.)
Grab. Dio ze lo pague, zeñorico, y la vinge de la
Angustia le aumente el loben y le quite la
jambre; y jaga un debé que eze garlochí tan
— 16 —
juncá no ze vea nunca ajogao de duquita
ni pena.
Mar. ¡Adiós, hombre... y memorias á la Tempra-
nica!
Ram. Y ar zeñó Chano,
James Y mochos gorriones á las ligas.
GRAB. Con DiÓ, zeñorico! (Don Luis le detiene y en voz
baja le dice.)
Luis Toma. (Le da dinero.) Y no digas á tu herma-
na que me has visto.
Grab. Pero don Luí...
Luis Si no, te vas á acordar de mí.
Grab. ¡Güeno, güeno! ¡No ze enfae ozté! Premita
un debe que zu zuerte zea güeña; que lo ja-
gan obispo, ú generá, ú argo mu grande, y
ze vea ozté en la gloria. ¡Con Dió! ,vase.)
Luis ¡Gracias, hombre!. ¡Adiós!... ¡Maldito en-
.

cuentro!

ESCENA V
DICHOS menos GRABIÉ

Mar. Bien, amigo don Luis. •

Ram. ¿Conque un amor oculto, eh?


Mar. ¡A estas horas... y á estas alturas!
James Debe ser bonito esto.
Luis Pues no tiene nada de particular.
Mar. ¡Vaya sí tiene! Un conde y una gitanilla...
.

Ram. El conde de Santa Fe y la Tempranica. No-


vela por entregas...
Mar. De Enrique Pérez Escrich,
Luis Vaya, señores, se acabó! Voy á contármelo á
ustedes, para que vean que aquí no hay
nada que no sea muy natural.
Mar. ¡Venga, venga!
Ram. Oigamos. Vaya un cigarro (ofreciendo su pe-
taca. Fuman.)
Luis Pues verán ustedes. Hace un año andaba yo
por estas cercanías de Granada, donde sa-
ben ustedes que tengo varias posesiones.
Iba una tarde á caballo desde el cortijo de
la Alamedilla al de Torrenueva, y al cruzar
un barranco tropieza el jaco, se cae y da
conmigo en tierra, causándome una peque-
- 17 ~
ña herida y una conmoción que me dejó sin
sentido.
Mkr. Espere usted. Ya adivino lo demás. Pasan
unas horas, abre usté los ojos y se encuen-
tra en un rico palacio, sobre un mullido le-
cho, rodeado de personas extrañas y ponién-
dole sinapismos una divina joven, cuyas
miradas se le clavaron en el corazón. Se con-
tinuará. (Todos se ríen.)
Luis Pues sí, señor: aigo de eso hay.
Mar. ¿Lo ven ustedes?
Luis Sí; salvo que el palacio era una miserable
casuca; el mullido lecho unos puñados de
paja; y la divina joven una chiquilla de co-
lor de ladrillo que no tenía de divina más
que una carilla alegre y dieciocho años,
Mar. ¿Ve usté cómo había algo?...
Luis Y muy natural. Unas pobres gentes que en-
cuentran á un hombre lastimado y le pres-
tan auxilio. Lo novelesco viene ahora, y de
eso tengo yo la culpa.
Ram. Vamos, ya irá saliendo. Siga, siga,
Luis Aunque podía continuar mi viaje, tuve otra
idea.No di aviso á nadie por nc alarmar á
mi familia ni á mi mujer, mi novia enton-
ces, pues sabían que yo andaba por estos
vericuetos y no volvería á Granada en diez
ó doce días. Aficionado á todo lo popular y
pintoresco, me ocurrió la idea de conocer la
vida de aquella gente, y determiné quedar-
me allí unos días. Excuso decir á ustedes
que no me resigné á partir su miseria, y
que me gasté unos cuartos en procurarme
relativa comodidad. Les dije que no me en-
contraba en disposición de continuar mi ca-
mino, que era un labrador algo acomodado
de un. pueblo distante; y como el huésped
no era molesto, sino al contrario, muy pro-
ductivo, les pareció de perlas mi resolución.
Mar. ¡Ya lo creoí
Ram. :Cuándo pillarían otra breva como esa!
Luis Yo noté que la chiquilla me tomó ley desde
el primer momento y que aquella afición
aumentaba de hora en hora. A mí... la ver-
dad... me gustaba aquello... Soy hombre...
tengo mi poquito de vanidad.,, en fin, que
2
— 18

me dejé querery hasta le cobré cierto cari-


ño; porque la muchacha es negrucha, eso
sí, pero bonita y airosa como pocas dentro
del tipo de su raza. Ya empezó á ponerse la
cosa tan seria, que tomé el partido de cortar
por lo sano, y un día me despedí de ellos,
les di unas cuantas monedas y los dejé. Mi
Tempranica lloró sin consuelo, me acompa-
ñó un buen trecho de camino, me declaró
su pasión, dijo que nunca me olvidaría, que
la llevara conmigo y...
MAR. ¿Y qué más?... (Con malicia.)
Luis Y nada más.
Mar. ¿Nada... nada más?
Luis Nada más don Mariano. Ya sabe usted que
he sido siempre caballero y juicioso.
Mar. Sí, hombre, sí... pero yo... ¡Qué demonio!
yo...
Luis Usted hubiera hecho lo mismo. Conque ya
está satisfecha su curiosidad y vamos á co-
mer, que ya debe estar todoJisto. ¡Curro!
(Llamando )
Ram. Bien, don Luis, bien. Es una aventurilla
muy interesante.
James Moy español.
Curro (saliendo.) ¡Zeñorito!...
Luis ¿Cómo anda esa comida?
Curro A avizá venía yo. Cuando ostés quieran.
Luis Pues á la mesa.
Todos Andando.
]Mar. (Con música de «Los Hugonotes».)
¡A mesa!
¡A mesa!
¡Trán, tán, trán, tán, tra-la-lá!
(^Entran todos cantando y bromeando.)

ESCENA VI

MARÍA LA TEMPRANICA y GABRIÉ

Queda la escena sola unos momentos, durante los cuales se oye den-
tro de la casa el bullhúo y algazara de los cazadores. Óyese tam-
bién el ruido de ios cubiertos, vasos, etc. A través de las ventanas
se percibe la luz de la habitación. Sale Grabié con precaución por
el fondo izquierda, llega de puntillas hasta la puerta. Luego va al
~- 19 —
banco que hay bajo la ventana, sube y observa lo qüe ocurre dentro.
Baja rápidamente y corre hasta el sitio por donde salió. Lanza un
débil silbido y vuelve' al banco. En seguida sale por el mismo lado
la Tempranica

María (Bajo.) ¡Grabié!


Grab. (ídem.) jMaría!
María ¿Está ahí?
Grab. ¡Zí!
*MaRÍA ¡A velo! (Corriendo hacia el banco.)
Grab . Espera.
María ¡Abájate, mardesío!
'Grab . ¡Zi é que ahora no eztá!
María ¿Za dio?
Grab. Ze menea mucho eza gente.
María ¡Vaya por Dió!
Grab . Ya ze zientan.
María Abájate.
Grab . Zube aquí, á mi vera.
María Zi no lo vi á ve bien.
Grab. Zí, ven.
1

María ¡Zi é que quieo velo yo zola .,. ¡yo zolal (1)
Gtrab . ¡Míralo ayí!
María ¿Ouá é? ¿Aqué zin pelo?
Grab . No, chiquiya; má pa acá.
MARÍA Eze tampoco é... (Empuja á Grabié.)
Grab. No arrempuje. (2)
María ¡Ay! ¡Pare mío Jesú! ¿Ande está este hom-
bre?
"Grab . Má pa acá.
MARÍA (Gritando sin poder contenerse.) ¡Ay! ¡Ya lo Veo
ya lo veo!... ¡Zí, zí!... Zon zus
ojos que se cla-
van... ¡Zu riza, que jace alegrá er zentío! ¡Zu
boca... nío e palabrica durses que jieren en
er pecho COn mucho ange!... (Bajando del banco
y con resolución.) Yámalo, Grabié.
•Grab . Chiquiya, ¿estás loca?
María ¡Yámalo!
Grab. Si me dijo que no te dijera ná!
María O lo yama ó entro yo. -

(l) Grabié.
María
(2j María.
Grabié.
— 20 T
-

Grab. ¡Malos mengues me yeven!... ¿Pa qué te ha-


bré traío? ¿No dijiste que verlo na má? Vá-
mono.
María Yo no me voy.
GRAB. Chiquiya, tú va á prevaricá. (Bajando del banco.)
María Mira, tú entra y dises...
Grab. ¿Qué?...
María Tú entra...
Grab. Yo entro y me tiran un plato.
María Entra y dises: on Luí, que está ahí mi bato*
y quié darle á osté una rasón.
Grab. Ezo é, y aluego...
María Aluego no t'apure. Yo lo arreglaré tó.
Grab. Güeno: va tú á vé.
María Pero azín, con jechura... ¿Eh?... Y á é zolo..
Grab. Va tú á ve.
María Espacha, mardesío. (Le empuja,)
GRAB, Va tú á Ve... (Entra en la casa.)

ESCENA VII

MARÍA LA TEMPRANICA ;
luego DON LUIS y GRABIÉ

María ¡Zí... que zarga... que zarga! Y azín que


zarga, le diré... ¿qué le digo?... que zi me
quiere... ¡No, no; me va á decí que no; y zi
me dice que no... yo no quiero que me lo
diga ¿Entonses qué?... entonses... que yo lo
quiero á é. Ezo. Que yo lo había orvidao
.

pero... no; ezotampoco; que lo tenía dormío


en jondo más jondo der pecho... y que al
lo
velo ha zentío un fuego muy grande que
me quema toíta el arma; que lo yunque los
tengo metió en er corasón según los gorpes
que ziento Y é... ¿qué me va á respondé?...
..

Me dirá aqueyas cozas tan bonitas que yo


no la comprendía; pero que zonaban muy
durses y más presiosas que toas las músi-
cas der sielo, Pero... ¿y si se ha orvidao de
.

aqueyo? Un año ha pazao y no ha güerto.


¡Virgen mía! ¿Qué me paza á mí? Quiero,...
y no quiero, y... ¡Várgame un debé der sielo!
¿Qué he .jecho yo?... (Se cubre la cara con las
manos.)
— 21 —
ÍtRAB. (Saliendo de ia casa con don Luis.) ¡Místela! (1)
Luis ¡Ya me lo figuraba! ¿No te dije que no la
dijeras nada? ¡Pillo! ¡Tunantel
<xrab . Zi me lo conoció en los zacais.
Luis ¡La lengua sí que te voy á sacar yo! (Grabié
se marcha.) ¡María!
María (¡Ay! ¡Jozú! ¡Aquí está!...)
Luis ¡María! ¿Por qué has venido?
María ¡Luis!... ¡Don Luis!... Por...
Luis ¿Por qué?...
María Po... ahora no puedo mentí: por verlo.
Luis ¿A mí? Pues ya me ves. ¿Quieres algo de
mí? ¿Necesitas algo?
María Muncho.
Luis ¿Cuánto?
María No; dineros no.
Luis ¿Pues qué?
Marí a Ya se lo he dicho á osté. Verlo.
Luis ¿Y eso es mucho?
María Pa mí... ezo é tó er mundo, ezo é er cielo,
ezo é...

Luis Vaya, vaya, María; tranquilízate. Ya me ha


dicho tu hermano que rienes un novio rico,
yo me alegro. Cuando te cases te haré un
regalo de boda...
María No; no me jase farta.
Luis ¿Por qué?
María Porque... porque hoy lo despacho.
Luis ¡Muchacha! ¿Qué dices?

Música
María Yo no zé al verte
qué m'ha pazao,
que toita el arma
ze m'ha alegrao.
Ya güervo á hablarte,
ya estoy loquita.
Ya no m'ha aparto
de tu verita.
Y no me digas, Luis,
no me digas que no,
porque entonces, chiquiyo,
me muero de dolor.
(l) María— Grabié -Don Luis.
— 22 —
Luis Calma, calma, Temprana,
y escucha, por favor,
los consejos leales
que voy a darte yo.
María Si es pa decirme
que no te quiera,
ya pues j echarte
pa otra verea.
Tú m'has querío,
me lo has jurao,
y en tus palabras
me he confiao.
Na más con una lisión
me enseñastes á querer;
no me enseñes á orvidá,
que no lo quiero aprendé.
Luis Pero criatura,
¿tú por qué me quieres,
si al dejarte dije
que era para siempre?
Yo no te he mentido;
¿qué es lo que deseas?
María ¿Que por qué te quiero?
¡Ni lo sé siquiera!
Te quiero... porque eres güeno,
porque tienes noble el alma;
te quiero... porque á quererte
me yevaron tus palabras.
Ni sé lo que ziento,
ni sé que me pasa,
ni yo sé er motivo,
ni yo sé la causa
Te quiero por lo que dice
esa copla que se canta.
¡Te quiero porque me sale
de los rincones del alma!
¡Te quiero porque me sale
derjondo de mis entrañas!
Luis ¡Tempranica, Tempranica,
niña de mi corazón!
echa un poco de agua al fuego
de esa indómita pasión.
Vé que tienes pocos años
y aun no empiezas á vivir;
tiempo tienes, Tempranica,
de querer y de sufrir.
— 23 —
María ¡Várgame un debé der sielo;
yo que me yegué á pensá
que na má que con queré
toíto se puede lográ!
Han yenao tus palabrica
de peniya er c rasón.
¡Ya robaste mi alegría!
¡Ya mataste mi ilusión!
Luis No llores, muchacha,
por Dios te lo pido;
te juro que siempre
seremos amigos.
María Eso que tú píes
no lo armito yo.
Aguantarme... sí.
¡Conformarme... no!
Luis Vete, María,
no vuelvas más;
piensa que pronto
te has de casar,
y que ese mozo
que aguarda allí,
con su cariño
te hará feliz.
María Ya voy á di míe;
no güervo má;
y aunque muy. pronto
me he de casar,
sólita quedo,
porque sin ti,
naide en er mundo
me hará feliz.

¡Ya se acaba en este mundo


la alegría para mí!
Luis ¡Ya se acaba en este mundo
tus penas y tu sufrir!
Vete, María,
no vuelvas más.
María Ya voy á dirme,
no güervo más.
Sólita queo,
por que sin ti,
naide en er mundo
me hará feliz...
— 24 —
(Casi hablado.)
Bueno... lo que tú quieras... lo que tú quie-
ras...
(Este final se une sin interrupción al diálogo que
continúa.)

Hablado
María Una coza zola me va á decí.
Luis Dí, lo que sea, y pronto, que mis amigos es-
peran.
María Tú... ¿quién eres?
Luis Pues., ya lo sabes. Un labrador... un cual-
quiera... ¿Qué
importa? te
María Pero... ¿eres persona fina?
Luis Mujer... creo que sí.
María ¿Y no pué zé nunca mío?
Luis Vamos, criatura, sé juiciosa. ¿No quieres á
tu novio? ¿No es bueno para tí?
María Es pan d'azúca. Es un mozo barí. Es güeno
como una onza... Pero tú... ¡tú te yevate mi
corasón!
Luis Vaya, pues te lo devuelvo, y no hablemos
más.
María ¿De mó y manera... que... jata nunca?...
Luis Sí, Temprana, sí; esto ha concluido. No llo-
res, que tú serás feliz.
María ¡Felí... felí!... Zí, tié razón... Ya no lloro... ¿Lo
vé?... Pero... dime que te acordarás de mí.
Luis ¡Oh! Eso, de seguro.
María Pos no te pío má. Pero no me güerva á vé,
porque si te veo me rebelo.

ESCENA VIII

DICHOS, DON MARIANO, JAMES y DON RAMÓN; luego GRABIÉ.


Salen de la casa con las servilletas al cuello, cautelosamente, como
para sorprender á don Luis

Mar. [Arto aquí á la justisia! (1)


Ram . ¡Todos presos!
James ¡Osté sorprendido, señor!
Mar, ¡A ver! ¿Qué pasa aquí?

(l) James— María— don Luis— don Mariano— don Ramón.


— 25 -~

Luis Nada, señores; no pasa nada. Esta mucha-


cha y sus padres somos antiguos amigos.
Ha sabido que estaba yo por aqui, y venía á
saludarme. ¿No es eso, María?
María Ezo e. ¿Y qué fué, que z'habéis quedao us-
tedes los trez tan paraos y asustaícos? ¿Ez
que no habéis vizto nunca una mujé? Pos
mirarme bien, que no zoy fea.
Mar. (Alumbrando con un velón.) ¡Niña, eres er sol!
Pero hay que alumbrarte coa er candí! (1)
María Po alumbrosté, que tiene osté buena planta
pa faro.
Ram. ¡Olé! ¡Olé! ¡Bien dicho! ¡Vaya una niña con
gracia! ¡Vivan las flamencas con ángel y
con!...
María ¡Eh!...Parosté eza máquina, zeñó, que nos
va á piyá escudiaos! Jaleaó m'ha zalío el
¡

hombre!... Guardosté eza alegría pa cuando


lo jagan obispo, que tié osté carita e zanto!
Mirosté á este gachó; (por James ) que paece
á nuestro Pare Jesú der Zilencio. Abre los
cliso y mira y está cayaíto. Ezo e un hom-
bre juncá. Conque, zeñore: Dios los bendiga
y los libre de una malita hora. ¡Zalú. don
Luis! ¡Que no z'orvíe osté de los amigos
güenos! Zepa osté que acá no le orvidare-
mos nunca... ¡nunca en jamás!
Mar. ¡Ay, ay, ay!... Ahora ajustaremos cuentas.
Don LuisitO... (Empieza la música.)
Luis Bueno, bueno. A la mesa.
Ea, Tempranica,
recuerdos á todos, y hasta la vista.
Mar. ¡Adiós, serrana! (Entran en la casa.)
María Con Dió, caballeros... ¡Con Dió, don Luis!...
(Expresiva.)
Mar. Vamos, que está la mesa sola.
Ram. ¡Adiós, niña!
MARÍA ¡Don Luis... COn Dió! (Dice esto muy conmovida.
Grabié sale y la coge de un brazo. Los cazadores han en-
trado en la casa y se oy«n sus risas y algazara. Música
en la orquesta. María queda como clavada en su sitio.
Solloza y concluye por llorar. Grabié tira de ella basta
que desaparecen, siempre mirando ella hacia la casa.)

MUTACION
(l) James— María— don Mariano— don Luis— don Ramón.
— 26 —

CUADRO SEGUNDO
Un rancho de gitanos en lo alto de la sierra; segundo término dere-
cha, un cobertizo con tejadillo, bajo el cual está la fragua y el yun-
que. Una especie de cercado mal hecho con piedras y ladrillos en-
cierra la escena desde el segundo término al proscenio. En el cen-
tro tiene este cercado un espacio va^ío, que es la entrada al recin-
to. De esta entrada parte un camino en cuesta descendente, por el
que suben los personajes á escena. En el telón de fondo se ve Sie-
rra Elvira con sus cumbres negadas. Delante se ve á lo lejos Gra-
nada á vista de pájaro. Es el caer de una tarde del mes de Sep-
tiembre.

ESCENA PRIMERA
La TEMPRANICA dando á los fuelles en la fragua. El SEÑÓ CHANO
trabajando en el yunque, haciendo ayudado por GRABIÉ,
clavos,
que mete y saca el hierro del fuego, y por PILÍN, niño de seis años.
Trozos de hierro, herramientas, espuertas de clavos, etc., bajo el co-

beitizo. A la izquierda, primer término, un grupo de gitanas, de las


cuales una es la SALÚ, madre de la Témpranica, y la PASTORA, mu-
jer de Zalea. SaLú hace media, Pastora teje losmimbres de un canas-
tillo. Otra peina un chiquillo de seis años. Otra está cosiendo. Dos
chiquillos pequeños patean entre las faldas de las mujeres que están
sentadas en el suelo. ZALEA y JUAN esquilan un borriquillo escuáli-

do. Un GITANO viejo duerme un chiquillo de pañales Si es posible,, f

debe haber un perro y dos ó tres gallinas. Sobre la cerca unas cuantas
jaulas de pájaros, y en el suelo, arrimada á la tapia, otra jaula grande
de caña con un gallo de pelea. Al levantarse el telón empiezan á llegar
varios GITANOS de ambos sexos, que quedan en escena durante el.

número musical

Eftúsicsa (i)

Todos A trabajá con fatigas


armundo habernos venío:
pa sufrir ducas tan gransde
más \alía no habé nasío.

(l) Maria— Grabié. Juan— Zalea.


Gitano.
Pilín— Chano. Gitana— Otra.
Niño.
Salú— Pastora.
— 27 —
Duro, duro, trabajando
la vida se ha de ganá.
¡Regaíco con sucres,
qué amarguico sabe er pan!
Es la vía perra
un estarivé,
ande to er que cuela
rabiando se ve.
Un divé lo manda,
y azín tié que zé:
es la vía perra
un estarivé.
Chano En cuántico er día azoma
junto ar yunque estoy de pie,
ablandando el duro jierro
y jechando hasta la jié.
María Tempranica me yaman,
quizá lo sea;
no pa las alegrías,
sí pa las penas.
Chano Venga ese jierro.
¿Qué hace, Grabié?...
Grab. Zopla, iemprana...
Ya voy con é...

Chano Y osté, so piyo,


trabaje osté.
Pilín Zoi chiquetico,
¿qué vi á jacé?

María Zuzpiroz de mi pecho


la fragua encienden,
que pueden mis zuzpiros
má que los f ueye.
¡Qué fatiguitas, pare,
qué fatiguitas!
¡Cuando una quiere tanto
no ser quería!
Tempranica me yaman,
quizá lo sea;
no pa las alegrías,
sí pa las penas. (1)

(l) Pilín pasa al lado del burro.


— 28 —
Salú Quince ovillo grande
yevo gastao ya,
y aún no he conseguío
ar talón yegá;
eztas zon fregatas
de ezaz de la mar.
¡Vaya unos pinreles
que tié Sebastián!

Past. ¡Canasto, con er canasto!


¡Canasto! ¡Que hase sudá!
¡Canasto! ¡Vaya á los mengues!
¡Canasto! ¡Ya no puó má!

Viejo A la nana, nanita,


mi niño duerme
con los ojito abierto
como las liebres.
Este niño chiquito
no tiene cuna;
su pare es carpintero,
que le haga una.

Zalea i Triqui-tri,
Jüan )
triqui-tra,
etc., etc.

Zalea Vaya un borriquiyo,


no lo hay más juncá;
picos por alante
flores por atrá,
y un «viva mi amo»
que le vi á pintá...
¿Ande le ponemos
er letrero, Juan?
Pilín En er triqui-triqui,
triqui-triqui-tra.

Coro A trabajá con faitigas


ar mundo habernos venío,
etc., etc.
— 29 ~
Ya sale la luna,
ya ze pone er zó,
dejá ya er trabajo
pol'amor de Dió.
Ya la lu se juye,
ya er día acabó,
ya zale la luna,
ya ze pone er zó.

Hablado
Salú ¡Chano!
Chano ¡Zalú!
Salú Ascucha.
Chano ¿Qué quieres?
Salú ¿Mo vamo á morí de jambre?
Chano ¿Hay pa engañarla? .

S a lú Hay.
Chano Po... ¡ay, ay, ay!... venga lo que haiga.
Past. ¡Zalea!
Zalea ¡Pastora!
Past . ¿Tú has escuchao?
Zalea t
Yo no, pero el estógamo sí, que me da ca
tronío...que m' atonta.
Past. Po arsa ya á jañipeá.
Grab. Mare, ¿hoy hay conejo?
Salú Hoy hay papas en su propia zangre, y un
tiro meyiso pa ca uno.
Grab. Pos er tiro pa un pobre. Vengan las papas.
Pilín ¿Y hay vino?
Past. ¡Vino er diluvio y no te ajogaste, mardesío!
Zalea ¡Ea, Juan! Ya está mi niño má fresco que
un rábano. Míalo que bien pelao.
Juan. No ze distingue po er pelo zi esto é una
criatura ó é una rana.
Zalea Pero bonito zí que ha queao.
Juan Ezo zí, ¡está pa chillalo!

ESCENA II

DICHOS y MIGUEL

Mig. ¡Dios guarde á la gente güeña!


Salú ¡Migué! (1)
Chano ¡Hola, Lobito!

(l) Chano— Miguel— ete.


— 30 ~
Zalea
¡Güeñas tardes!
Past. j

Chano ¿Qué trae un hombre?


Mig. ¿Pero es que habéis ustedes tomao el traba-
jo por melesina?
Chano Ya acabamo...
Mig. ¡María!
María ¿Qué queréis? (1)
(Acercándose.)
Mig. Zentrañita mía, ¿qué te dije ayé?
María La m a de coza.
Mig. Zí; pero la primera y más prencipal, que
hoy va á ze día é fiesta; que va á habé aquí
una garata que van á bailá jasta lo gayo;
que tú va á se mía y yo no me merescorma;
y tú no te mereses menos; sino que nos
mueramos .tos de gusto y alegría; que qui-
siea jasé pa ti der monte un palasio; de mi
presona un rey; de toas las mujeres tus es-
clavas... y de toos los hombres puchinelas
pa jacete reí y yevate la cola.
María ¡Grasias!
Chano ¡Hombre, Migué!... Arrepara que yp zoy zit
pare...
Mig. Osté zería er menistro pa corré con tó; y
y á llamá á toa la gente y
zonzi la car acaba,
á arma aquí un terrimoto de grasia y ale-
gría. ¿No é eze también tu gusto, Tempra-
nica de miz ojos?
María Zí.
Mig. ¿Qué tienes?
María ¿Nal
Salú Po amo á comé.
Chano Vamo p'ayá. (Vanse todos.)
Mig. Dirse ustedes, que yo voy á praticá con esta
do palabrica.
María Aluego iré yo.
Grab. Yocuántico coma, vi á mis pájaros... ¡Mi-
una coza güeña? (2)
gué! ¿quiés tú
Mig. Amo á vela.
Grab. Miá qué jirguero cogí er domingo. (Enseñando
una jaulita.)
Mig. Sí que está bonito ¿Cuánto quié po é?

(1) Los personajes anteriores.


Maria— Miguel.
(2) María— Miguel— Grabic.
— 81 —
Grab. ¿Va á comprármelo?
Mig. Según me pías.
Grab. Po...po do perrica na ma.
Mig. Chiquiyo, po ese dinero merco yo un potro.
Grae. ¿Pintao en un papé?
Mig. jViva la grasia! Ea, ven acá. Guárdate er
bicho y toma un duro.
Grab. ¡Puñales!... ¡Otro!
Mig. ¿Otro?
GRAB. Este y el de don... (Tempranica le haca señas que
calle.)

Don .. Don, guilindín, guilindón;


repiquen á gloria que la doce son;
guilindín, guilindón.
Y los churumbele ze bailen ar zon.
(¡Mar dita zea er gayo! que zoy un guazo n )
Guilin din,
guilin don;
guilin din,
guilin don.
Mig. ¡Cuidado que tiene ange este chorré!... (vase
Grablé cantando y tratando de disimular su yerro.)

ESCENA III

MARIA LA TEMPRANICA y MIGUEL

Mig. ¿Que tienes tú?


María Ya he dicho que na.
te
Mig. Tú mu pará y ma seria que un jué.
estás
Maríá Po no me paza naíta malo.
Mig. ¿Quizá que no t'alegra que vi á zé tuyo de
por vía?
María ¡Migué, qué coza tiene!
Mig ¿No te he entregao las yaves de este garlo-
chí tan puro? ¿No é tuyo toíto mi queré y
toíto mi cuerpo? ¿No son tuyos los tres ca-
bayo que tengo y lo sinco mi rale que yevo
ahorraos en dos años? ¿qué más quieres?
Queré no pueo date má, que má no tengo.
¿Quiés mi vida? Dirne que nVajorque y ve-
rás qué pronto estoy guindando de un árbo
pa date gusto. Píe tú po esa boca, que man-
que zea un imposible lo que me pías, er re-
sueyo ha de f artarle á tu Migué zi no lo con-
zigue.
María No me hables azín, ehiquiyo, que no zoy
fantezioza ni clerzigente. Yo te quiero y es-
toy contenta con mi zuerte. Eres güeno y
no te mereces un mal pago... Zi argún pen-
zamiento malo me tomara er zentío, haría
milagro po arráncalo.
Mig. Pero... ¿lo has tenío?
María No, Migué; ni lo tendré; ezo... ¡te lo juro!..,
(Aparte.) (Es mu
güeno: yo debo quererlo.)
Mig, Po entonse, serrana mía, alevanta esos sa-
cáis Mírame con fatiga y ayega con tu vista
al corasón, verá qué contento está. Pienza
en la gloria que mo aguarda y arza ya á
pónete jecha un zó con tos los adornos que
tenga, pa que ze mueran de envidia los án-
geles der sielc. ¡Arsa! que aquí t'aspera tu
Migué jecho un armiba.
María Voy, Migué, voy... Hasta luego. (1) (Yéndose.)
(¡Yo debo quererlo, sí; es muy bueno!)

ESCENA IV

MIGUEL; á poco DON LUIS, DON MAEIANO, JAMES


y DON RAMON

Mig. (con alegría,) ¡Jozú... Jozú... y Jozú!... No me


cambio yo ahora... ¿por quién?... ni por er
mesmo Padre Zanto de Roma .. Eza fió tem-
pranica va á zé mía. Eza mocita juncá va
á está siempre á mi vera ¿Y tú te raereses
..

tanto, Migueliyo?... Feo... feo der tó no erez.


¡Pero cuidao que eya... ze merece un rey!..,
¡Ea! ¿qué quieo yo má?... ¡A vé zi hay en er
mundo un hombre má felí!
Luis Buenas tardes.
Mig. ¡Hola! unos forasteros... (2)
Luis Usted dispense, amigo; nos han dicho que
aquí había una fragua, y estos señores y yo,
que somos muy curiosos, queríamos verla
funcionar.

(1 ) Miguel— María.
(2) María— don Mariano— don Luis— James— don Ramón.
— —
Mig. Zí zeñó, fragua hay, místela aquí; pero está.
apagá: de mó y manera que eza función z'ha
concluío.
Mar. ¡Qué lástima!
Mig. Pero va á habé otra función más mejó en
toavía y yo les convío zi quien ve canela
fina.
Mar. [Hombre, hombre, sí que queremos!
Luis ¿Y qué función es esa?
Mig. Po na má que una juerga divina, con cante,
baile y el disloque.
Ram. ¡Caramba, qué suerte!
James Buena fortuna tenemos.
Luis ¿Y con qué motivo se da esa fiesta?
Mig. Osté carcule, zeñó. Tengo una novia má
fresca que las rosas y más durse que el ca-
ramelo, y zu pare me ha dao er permizo
antié pa que zea mía, Yo quieo dar envidia
á tó er mundo y he dispuesto un jaleo pa
hoy. Ayé no pudo zé porque eztuve tó er
día en Graná mercando unos cabayo. Den-
tro é ná vendrá aquí toa la gente y ostés»
que han llegao á tan güeña hora, me van á
jacé er favó de tomá una caña á la salú de
la novia.
Luis Con mucho gusto.
Mar. Y un hombre rumbo-
á la del novio, que es
soy simpático por la muestra.
Ram. ¿Eh, señor James? Esto es mejor aún de lo
que buscábamos.
James Yo muy contento.
Luis ¿Y es joven?
Mig. Veinte años tiene
Mar. ¡Vaya un reconstituyente para un enfermo!
Ram. Y bonita... por supuesto.
Mig. ¿Bonita?... ¿Osté ha visto la Vinge de la An-
gustia?... Po, cazi, cazi ayega á eya.
Luis ¿Y cómo se llama?
Mu. María, pero acá la llamamos tóos la Tem-
pranica. (Pausa. Todos se miran sonriendo malicio-
samente. Don Luis queda inmóvil y serio.) ¿Qué fué?
¿No les ha gustao er nombre?
Mar. ¡Sí... sí... la Tempranica... ¡Muy bonito!
Ram. ¡Graciosísimo! ¡Ya lo creo!
MlG. Ya no debe de tardar. (Se aparta un poco á ver-
si vienen.)

3
— 34 —
Luis (Aparte á los otro?.) Vamonos, señores...
Ram. ¡Nada de eso!
Mar. ¡Ahora menos que nunca!... ¡Pues si este va
á ser el capítulo más interesante de la no-
vela!
Luis Señores,., que la cosa puede acabar mal.
Mar. ¡Bah! ¿Quién piensa en eso?
Luis Por favor... yo ruego á ustedes..,
Mig. Aquí viene la gente.
Luis • (¡Maldito contratiempo! ¿Cómo no lo cal-
culé?)

ESCENA V
DICHOS, CHANO, SALÚ, PASTORA, ZALEA, PILÍN, JUAN, GITA-
NOS y GITANAS, COPO GENERAL con guitarras, panderas y pali-
llos. Un gitano trae una cesta ccn botellas de vino blanco y vasos.

Durante los primeros compases van saliendo á escena todos. El Coro


saca unos bancos, que coloca formando un cuadro, que ocupa el cen-
tro de la escena. Cerca del proscenio, á la derecha, tres sillas de anea,
que ocupan Miguel, Salú y Chano. Proscenio izquierda otra, que
ocupa don Luis. Este, antes de sentarse, saluda á Chano, Salú y besa
á Pilíu

Música
Coro ¡Ea! [Ea!...
Vayan peniya afuera
que hoy es er día
de matá las penas.
Se romandiña
una niña morena
con un mosito
d'asúca y canela
Hoy va á sé día
de buya y de fiesta.
¡Ea, ea!
¡Vayan peniya afuera!

chiquiya, salí,
Salí,
chiquiya, á canta,
sali,
que ya viene
esa mosita juncá.
¡Ole ya!
— 35 —
Salí, chiquiya, salí,
que ya viene
esa rosita de Abril.
¡Ea, ea!

M^-RÍA (Sale por la segunda izquierda y se dirige adonde está


Miguel.)
Sierras de Granada,
llanos de la vega:
hoy me párese
que hay más alegría
en llanos y sierra,
porque un moso güeno,
flamenco y honrao
su corasonsito
á mí me ha entregao.
¡Ay!
¡N > creía que tan pronto
este día hubiea yegao!
(Al volverse hacia la izquierda, ve de pronto á don
Luis y canta aparte.)

jVárgame la Vinge!
¿Qué es lo que yo he visto?
¡Ese hombre me quiere!
¡Por verme ha venío!
¡Ay, amante, amantito,
amante, amante!
¡Las pestañas me estorban
para mirarte!
Al compás de tus ojos
yevo los míos; .

si losabres, los abro;


SÍ miras, miro. (Vanse los cazadores.)
A la mar, por ser honda,
se van los ríos,
y detrás de tus ojos
se van los míos. (1)
(María se sienta en la silla que ocupó don Luis y' que-,

da pensativa.)

(l) Estas tres coplas son tornadas del pueblo.


— 35 —
Coro Venga un tanguito nuevo,
venga, chiquiyas;
vengan parmas y vino,
venga alegría.

Que me gustan las mosas


le re le
que mueven con grasia
sintura y pinreles.
¡Ay, le-re Je!
Yo traigo jazmines,
mosqueta y claveles.
Vale mi niña má,
ta-ra rán,
por ser del Albaicín,
ti-ri-rín,
que toas las señoritas
que se pasean
po er Zacatín.

Zacatín, Zacatín, Zacatín,


Zacatín embustero,
que aunque yevan la coba en la cara,
van las cursilonas
yenitas de viento.
jArsa y toma!
¡Toma y dale!
que están en la sierra
las güeñas buñales.
¡Arsa y dale!
¡Dale y toma!
que tienes la cara
yenita de aroma.

HabladQ
(Sale Grabié por el foro y se acerca á la Tempranica ;

y mientras el Coro bebe en el fondo, hablan lo si-

guiente:)
Grab. ¡María! (1)
María ¿Qué?
Grab , ¿Tú zabe una coza

(l) Grabié— María.


— 37 »
María ¿Cuá?
Grab. Que he visto á don Luí.
María ¡Zí! Ha estao aquí... havenío á verme... ¡me
quiere! (Alegre.)
Grab. No, chiquiya... á revé... Yo estaba agachao
en una piera y lo escuchó tó. Ze reían de
tí... y don Luí é un marqué... ¡y eztá cazao!

María (con ira.) ¿Qué?*., ¿qué has dicho?...


Grab. ¡Que eztá cazao! ¡Es un mal ángel maña- Y
na ze van á Graná.
María ¿De otra?... ¿El de otra?... ¡No, ezo no! ¡Otra
mu jé, no!... Grabié... Mañana á la noche
vienes conmigo.
Grab ¿Aonde?...
María A Graná. (Miguel se acerca á la Ternpranica con
una caña.j
Mig. ¡Maña!...
María (a Grabié.) (Cáyate.)
MlG. Toma Una Caña, mujé... (Continúa el baile y la

música. María y Grabié se retiran al fondo.)

MUTACION
— as —

CUADRO TERCERO
El carmen de don Luis en Granada, Fachada de la, casa al fondo
izquierda. La escena un jardín elegante y bien cuidado. Del
es
fondo derecha hasta el proscenio del mismo lado una calle de
aro jstos (rosales, etc.), que termina en primera caja en un cena7
dor bien cubierto de yedras y plantas, de modo que oculten bien
Por las ventanas abiertas del edificio se ven las habi-
el interior.

taciones iluminadas. En el jardín hay algunos faroles de papel,


grandes y bonitos, colgados de los. árboles. La verja de salida se
supone al fondo derecha. Es de noche.

ESCENA PRIMERA
DON LUIS, LA CONDESA, MIS TE R JAMES, DON MARIANO, DON
RAMÓN, SEÑORITAS y CABALLEROS. Al levantarse el telón, va-
rias parejas bailan dentro de la casa. Luego salen á escena. La Con-
desa, conduciendo un elegante cochecito con capota, dentro del cual

se supone que duerme su hijo, niño de un año. Conduce el cochecito


hasta dejarlo junto al cenador

Mar. ¡Ea, jóvenes! Basta de juerga, que son las


nueve.
Cond. Déjelos usted. (1)
Mar. No. Lolita, no; la fiesta ha sido larga y us-
tedes tendrán ganas de descansar.
Cond. Nada de eso, don Mariano, su compañía no
cansa nunca.
James Moy espiritual, preciosa y amable condesa,
pero don Luis conviene dormir, que á la
mañana debemos ir tempranito á la fábrica.
Luis ¡Oh! Hay tiempo.
Mar. Nada, nada, quédense tranquilos en su ca-
si ta, que ya echaremos otro ratiyo de ale-
gría más adelante. ¿No es verdad, señores?
Unos Sí, sí.
Otros Ciertamente.

(l) Don Luis— Condesa— Don Mariano— James.


— 39 —
Mar. Ea, pues hasta mañana.
Ram. A los pies de usted, Lolita.
COND. Adiós, señores.
Mar. Déjeme usté dar un beso al heredero. (1)
Ram. Que lo va usted á despertar...
COND . No importa.
Mar (Acercándose al coche.) AdiÓS, Señor COIlde. No
yore uzía mucho, que ze lo yevará er bú...
jQué retepresioso es!... (Besándole.) La carita
de su mamá, que es un encanto.
Luis ¡Miren el fiscal! ¡Cómo requiere á mi mujer
en mis barbas!
Mar. No hay cuidado, amigo don Luis. Yo ya me
voy dezojando... como me dijo la Moronda.
(Todos ríen y forman un grupo algo hacia el fondo
izquierda en actitud de despedirse. Los Condes atien-
den á todos.) ,

ESCEN A II

DICHOS, MARIA LA TEMPRANICA y GHABIÉ. Estos dos vienen


por la calle de arbustos cautelosamente y llegan al cenador

Grab. ¿Ande vamo, María? (2)


María ¡Déjame!
Grab ¡Chiquiya! ¿Pa qué mo habemo colao aquí?
M^ría ¿Pa qué?... No lo sé... ¡Pa jasé argo malo!
Grab. ¡Criatura, no me pierda!
María ¡No; de otra mujé, no!
Grab . Ayí viene.
MARÍA Ahora verá. (Queriendo lanzarse al encuentro de
don Luis, que llega hasta el cochecillo. (3)
Grab. (sujetándola.) ¡María!
Luis Sí; está dormido mi hijo. Saldremos á des-
pedirlos hasta la verja.<
María ¡Zu hijo!... .

Grab. Ahí está metió; en eze carrito.


Luis Mira, Lola: mira tu nene, qué bonito está
dormido. T

Don Mariano— Don Luis, etc.


Grabié - María.
Grabié— María— Don Luis,
— . 40 —
COND . ¿A ver? (Acercándose.) (1)
María ¡Eya! [Jezú qué preciosa é! (contemplándola
con respeto y admiración. Vacila y se lleva las manos
á la frente.)
Grab. ¡Chiquiya!... ¡Zi é una Vinge der Carme....
María ¡Qué blanquita é!... ¡Y yo. . que negra zoy á
la vera zuya!
Cond. Ya vamos, señores; perdonen ustedes.
María ¡Ah, madrecita buena! Eso no es pecado.
(Vanse todos hacia el foro y desaparecen por la de-
recha.)

ESCENA III

MARÍA LA TEMPRANICA y GRABIÉ; á poco LA CONDESA


y DON LUIS

María ¡Grabié!...
Grab . ¿Qué?
María ¡Yo m'ajogo! ¡Ya z'acabó tó!
Grab . María...vamonos de aquí...
María Aspera... (Sale rápida del cenador, mira alrededor
suyo y luego se acerca al cochecillo.)

Grab . ¿Qué va á jacé.^


M\ría Toma, niño. (Besándole.) Túme has quitao
de zé vengativa.
Grab. Ven pa cá, que vienen...
María ¡Ay, Grabié; que mizeria semo nozotro jun-
to á tó esto!
Grab. ¡Chiquiya! Vamo pa caza. Zi Migué... z'en-
tera. . ¿qué va á jacé er probecito que tanto
te quiere?...
María Zi, niño, zí... Vamos junto á Migué... eze é
de mi iguá... pa eze é nació... ftzte é ya pa
mí un muerto... ¡Ay!... Pero déjame zuzpirá
por é... ¡la Úrtima vé!... (Desaparecen por donde
entraron en escena.) !
.
^

Luis Lolilla. .á descansar. Coge el cochecito y


vamos á acostar al nene, y á decir á Anto-
nio que cierre la verja.

(l) Grabié— Maria— Don Luis— Condesa.


— 41 —
COND. ¡Lilis mío, qué feliz SOy! (Echan á andar hacia
la casa.)

MARÍA (Cantando dentro.)


Tempranica me yaman;
quizá lo sea,
no pa las alegrías,
sí pa las penas.
Luis (¡Dios mío! La Tempranica.)
Cond. Oye, Luis, qué bien canta esa chiquilla...
Parece que llora... ¡Pobre muchacha!
Luis ¡Sí! ¡Pobre muchacha! (Entran, a poco sale Gra-
bié con una piedra en la mano. Desde el cenador la
tira con fuerza á uno de los halcones y echa á correr.
Antes del fuerte en la orquesta mucho ruido de crista -
tales rotos. Cuídese bien este efecto.)

TELON
A la décima representación de esta obra,

se hizo cargo del papel de María, la señorita

D. a Matilde Franco, por enfermedad de la

Srta. Segura. Los autores creen de su deber

manifestar á la Srta. Franco su gratitud, y


unir su aplauso á los que el público le con-

cedió por el buen resultado de su arriesgada

empresa.
OBRAS DE JULIAN ROMEA

Ln tenor de encargo. (Libro.) I


Pasar la raya. (M )

El libro verde. (L.) & Salirse de madre. (L.)

Pablo y Virginia. (L.) Rondó final. (M.)

Entre dos yernos (L.) El tambor mayor. (M.)

ün marido á picos pardos. (L.) Las grandes potencias. (M.)

Un amigo íntimo. (L.) El teniente cura. (L.)

Almuerzos y comidas. (L.) Los Domingueros. (M.)

De Cádiz al Puerto. (L.) ¡Olé, Sevilla! (L. y M.)


El último tranvía. (Música) La segunda tiple. (M.)

Chocolate y mojicón. (M. ) El mocito del barrio. (M.)

La baronesita. (M.) Ei difunto Toupinel. (L.)

¡Azuqueca! ¡Dos minutos! (L.) La hija del barba. (L. y M.)


Niña Pancha. (M.) Quisquillas. (L.)

El Canario. (M.) El carnaval del amor. (M.)

Felices Pascuas. (L.) El país de la cucaña. (M.)

Simplicio. (M.) El padrino de El Nene. (L.)

[Bateo! ¡Bateo! (li., El señor Joaquín. (L.)

Doctor en Medicina (L.) La Tempranica. (L.)

Conflicto entre dos ingleses. (L.) - La gran noche. (L.)

Viruelas locas. L.)


Precio: UMQ. peseta

También podría gustarte