Este documento discute diversos aspectos relacionados con el matrimonio en México. 1) La regulación del matrimonio no se rige por un único orden jurídico, sino que confluyen normas de diferentes áreas como la forma de celebración, capacidad para contraerlo, efectos, y reconocimiento internacional. 2) La forma puede ser pública o secreta, y religiosa o civil. 3) La capacidad generalmente se rige por la ley del domicilio y contempla la edad mínima, consentimiento, y dispensas.
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Este documento discute diversos aspectos relacionados con el matrimonio en México. 1) La regulación del matrimonio no se rige por un único orden jurídico, sino que confluyen normas de diferentes áreas como la forma de celebración, capacidad para contraerlo, efectos, y reconocimiento internacional. 2) La forma puede ser pública o secreta, y religiosa o civil. 3) La capacidad generalmente se rige por la ley del domicilio y contempla la edad mínima, consentimiento, y dispensas.
Este documento discute diversos aspectos relacionados con el matrimonio en México. 1) La regulación del matrimonio no se rige por un único orden jurídico, sino que confluyen normas de diferentes áreas como la forma de celebración, capacidad para contraerlo, efectos, y reconocimiento internacional. 2) La forma puede ser pública o secreta, y religiosa o civil. 3) La capacidad generalmente se rige por la ley del domicilio y contempla la edad mínima, consentimiento, y dispensas.
Este documento discute diversos aspectos relacionados con el matrimonio en México. 1) La regulación del matrimonio no se rige por un único orden jurídico, sino que confluyen normas de diferentes áreas como la forma de celebración, capacidad para contraerlo, efectos, y reconocimiento internacional. 2) La forma puede ser pública o secreta, y religiosa o civil. 3) La capacidad generalmente se rige por la ley del domicilio y contempla la edad mínima, consentimiento, y dispensas.
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EL MATRIMONIO
La regulación del matrimonio en México no se encuentra regido por uno y
único orden jurídico. Como institución que es, al mismo confluyen diversos supuestos normativos que no siempre están vinculados a un mismo orden jurídico, como lo explicaré enseguida. Dentro de los diversos supuestos que confluyen a esta institución se encuentran (entre otros): a) la forma de celebración, b) la capacidad para contraerlo, c) los efectos que produce (las relaciones propiamente matrimoniales), d) la prueba de su constitución, e) el reconocimiento del contraído en el extranjero,y f) el registro y efectos del mismo, etc. Forma de celebrar el matrimonio Debe diferenciarse la forma del fondo del matrimonio (las relaciones propiamente matrimoniales). La primera se relaciona con la apariencia o elementos externos del acto y sus solemnidades (en caso de ser requeridos), así como con los datos que le dan autenticidad para conceder y autorizar. El segundo está referido a los efectos que produce el acto de celebración, Esto es, las relaciones propiamente matrimoniales. En algunos casos la forma prácticamente es inexistente (aparentemente) como en el caso del llamado matrimonio por comportamiento, al que le reservaré un apartado especial más adelante para explicarlo. En el caso de la forma cabe referirse a los casos de publicidad o secreto, así como a las formas religiosa o civil. a) Publicidad o secreto de la constitución Un aspecto muy importante en la forma del matrimonio es la publicidad de su constitución. Desde la reforma eclesiástica del siglo XI, el matrimonio occidental ha sido público y no secreto, lo que genera dudas respecto a aquellos matrimonios contraídos en secreto o en la soledad, como en el caso de Romeo y Julieta (en la célebre obra de Shakespeare)2 o los actuales matrimonios de ventanilla en el estado de Nevada (EUA). En realidad, nadie afirmará por ahora que un matrimonio privado ofendería el orden público mexicano si esa forma es admitida en el lugar de celebración. b) Formas religiosa o civil Relacionado con la forma, también se encuentran las cuestiones de si el matrimonio sea religioso o secreto. Recordemos que cuando algunos países acogieron el matrimonio civil se iniciaron los problemas con el matrimonio religioso, que era el más generalizado. Así, por ejemplo, cuando una pareja casada religiosamente en Grecia se trasladaba a un país donde el matrimonio. era el civil, se cuestionó si la religiosidad era un asunto o cuestión de forma o de fondo. La calificación en uno u otro supuesto dio lugar al debate y a resoluciones judiciales. Si se le calificaba como cuestión de fondo, la ley que regía era la ley griega; si se le calificaba como cuestión de forma, era la lex fori. En México, al igual que en varios países, al matrimonio religioso o eclesiástico se le califica como un asunto de forma (celebración de un acto del estado civil). De esta manera, la forma religiosa debe ser respetada cuando en la ley del lugar de la celebración del acto la permita, con lo que se acoge el principio locus regit actum. La Suprema Corte de Justicia ha reconocido el matrimonio religioso contraído en el extranjero con la condición de que en el lugar en que se contrajo produzca efectos jurídicos. La regla general de DIPr que prescribe que el orden jurídico que rige la forma del matrimonio se localiza en el art. 13, fracc. IV, del CCFed (o el correspondiente de las entidades federativas), que fija la conexión con la ley del lugar de celebración del acto (locus regit formam). Los tribunales de amparo han acogido la regla locus regit actum en diversas sentencias, e incluso durante la época de gran territorialidad . Además, esta regla es aceptada en la mayor parte de los Estados de la comunidad internacional.
c) Otras modalidades del locus regit formam algunas modalidades de la regla
locus regit formam son: la lex auctor regit actum (para el caso de matrimonios consulares) y la ley del pabellón (para el caso de matrimonios celebrados a bordo de embarcaciones).
Capacidad para contraer matrimonio
El orden jurídico designado por la norma de conflicto para regular la capacidad de los contrayentes es la del domicilio, aunque en varias leyes de las entidades federativas se acoge la lex fori. En realidad no se define específicamente ese supuesto, por lo que cabe tomar en cuenta lo prescrito en la norma general. Hay algunos supuestos fácticos que califican dentro de la capacidad (el supuesto normativo). Entre éstos se encuentran la edad, el consentimiento y la soltería o viudez, los impedimentos para contraer el matrimonio, dispensa de edad y de consentimiento, supuestos a los que me referiré en las próximas líneas. a) Edad de los contrayentes : Según la norma general (y de la mayoría de los códigos de la República), para poder casarse el varón debe contar con una edad mínima de 16 años, y la mujer, de 14 años. El señalamiento de esta edad en el derecho interno acoge lo prescrito en la Convención de la ONU sobre Edad Mínima para Contraer Matrimonio, que mediante una norma de conflicto “remite” a la ley de cada Estado para establecer esa edad. La Convención de la ONU admite que la autoridad competente para celebrar el matrimonio “dispense” ese requisito de edad, siempre que la dispensa se apoye en una causa justificada y atienda al interés de los contrayentes, dispensa que se regula conforme a la ley que fija la edad mínima. La propia Convención otorga competencia a la autoridad ante la cual se celebra el matrimonio; igualmente, en lo que se refiere a la elección de la ley interna designada para determinar la edad mínima.
b) Consentimiento: El supuesto normativo consistente en el consentimiento
para el matrimonio admite, al menos, dos comentarios adicionales: el consentimiento concertado por los padres o terceras personas, y los matrimonios por conveniencia o complacencia. i. Consentimiento concertado por personas diversas de los contrayentes. Los matrimonios concertados por personas diferentes de los contrayentes . han sido repudiados por las Naciones Unidas. No es admisible el caso mediante el cual una mujer es prometida o dada en matrimonio por parte de sus padres a cambio de una contrapartida en dinero o en especie . Se trata de una prescripción propia de los derechos humanos. En México, el matrimonio es un acto personal y consensual; la aprobación debe provenir de los contrayentes y no de otras personas. Cuando los contrayentes no cuentan con la edad mínima es necesario que otra persona los autorice o habilite: normalmente sus padres . En este caso, no es que los padres sean los que consienten, sino más bien avalan el consentimiento de los hijos. Lo que en algunas ocasiones designamos como dispensa del consentimiento para contraer matrimonio en realidad no es una dispensa (en el sentido de eximir o exceptuar), sino un respaldo del sujeto que otorga la autorización. Luego, es otro el sujeto que avala el consentimiento, pero no que se dispense la autorización del padre. Esta manera de avalar el consentimiento es una formalidad habilitante que es admisible por el Convenio de la ONU citado. Relaciones personales entre los cónyuges: El acto matrimonial produce diversos efectos, que hacen surgir los derechos y obligaciones para cada uno de los cónyuges. Se trata de lo que también se conoce como estatuto de los casados o estatuto matrimonial. En la doctrina se suele emplear la expresión ley aplicable de las relaciones personales entre los cónyuges como sinónimo de orden jurídico designado para regular los efectos del matrimonio. Realmente se emplean ambas expresiones para designar lo mismo. Un matrimonio válido produce efectos inmediatamente en el momento de su celebración. De ahí que por efectos del acto matrimonial y relaciones entre los cónyuges se implique el mismo concepto.
Prueba del matrimonio: contraído en el extranjero La prueba o
demostración de un matrimonio no es un asunto o materia del estado civil de las personas, sino del derecho procesal probatorio. Normalmente en los litigios judiciales se plantea como una cuestión previa reclamando el reconocimiento de ese estado o su desconocimiento. Mientras el estado civil se rige por la ley del domicilio (o la lex fori en el D.F.), la prueba (aspecto procesal) suele regirse por la lex fori, es decir, se aplica la ley del tribunal. En especial, me estoy refiriendo al medio de prueba. Los medios de prueba se consideran como “los instrumentos en los que se encuentra o mediante los que se conduce la fuente de prueba que se presenta al órgano o tribunal para conocimiento”21. El CCDF reitera el criterio territorial al prescribir que “el estado civil sólo se comprueba con las constancias relativas al Registro Civil; ningún otro documento o medio de prueba es admisible para comprobarlo, salvo los casos expresamente exceptuados por la ley” (art. 39). No obstante, aquí es necesario hacer algunas precisiones: una cosa es registrar las constancias acreditativas del matrimonio celebrado en el extranjero, y otra, la prueba de ese matrimonio. No es razonable afirmar que para probarlo tenga que estar registrado, ya que, por un lado, primeramente es necesario probarlo para que se registre y, por otro, el registro se hace, normalmente, para que se le reconozcan efectos probatorios al matrimonio. Luego, el registro no es para probar su constitución, sino para revalidarlo y darle publicidad y, eventualmente, servir de instrumento probatorio. Por otro lado, también cabe diferenciar el acta del estado civil (el acta de matrimonio) del acta del registro del acto del estado civil (la anotación que se realiza con motivo del registro del acta). En México ambos actos parecen fundirse en uno solo, pero es conveniente tomar en cuenta la distinción porque no en todos los países se confunde el acta o constancia que se levanta con motivo del matrimonio, con el registro de esa acta o constancia. Piénsese por ejemplo en el acta o constancia que se levanta en una iglesia al celebrarse el acto matrimonial (como ocurre en Estados Unidos) y, posteriormente, con esa acta se hace el registro ante alguna oficina de gobierno.