Gobierno Corporativo en La Sas: Articulo Académico
Gobierno Corporativo en La Sas: Articulo Académico
Gobierno Corporativo en La Sas: Articulo Académico
Articulo Académico
Facultad de Derecho
2011-2
INDICE
I. Gobierno corporativo
IV. Bibliografía
I. GOBIERNO CORPORATIVO
Ahora bien, la definición de Gobierno Corporativo ofrecida por la OCDE, solo hace
referencia a la regulación interna de las corporaciones, sin embargo el concepto de
Corporate Governance abarca dos grandes esferas de acción: “la regulación, en donde
los Estados con el objetivo de preservar la confianza en sus mercados establecen
normas imperativas de orden legal o reglamentario que deben ser aplicadas por las
1
Principios de Gobierno Corporativo de la OECD. Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos. 2004. (En línea) (Consultado el 28 oct.2011) Disponible en:
<http://www.gobiernocorporativo.com.co/aspectos-generales/definicion.html>
2
Definición de Gobierno Corporativo programa de Gobierno Corporativo. Corporación Andina de
Fomento. (En línea)(Consultado 28 oct. 2011) Disponible en:
<http://www.gobiernocorporativo.com.co/aspectos-generales/definicion.html>
compañías; y la autorregulación, que hace alusión a las prácticas empresariales
establecidas mediante sus estatutos, el código de buen gobierno o reglamentos
internos”3.
Por esta razón, con las medidas ofrecidas por el Gobierno Corporativo se incrementa la
reputación corporativa, ofreciendo a posibles inversionistas por un lado mayor
transparencia y, por el otro, mayor valor de la sociedad, lo cual genera más seguridad
para posibles inversionistas y otros grupos de interés como proveedores, clientes o
empleados.
7
La Mesa Redonda Latinoamericana es un foro para discusiones de políticas en el que participan la
Organización Económica para la Cooperación y el Desarrollo, el Banco Mundial, la Corporación
Financiera Internacional y socios regionales clave del sector público y privado.
8
Lineamientos para un Código Andino de Gobierno Corporativo. (En línea) (Consultado 28 oct. 2011)
Disponible en: <http://gobiernocorporativo.com.co/images/descargas/lineamientoscodigoandino.pdf>
9
Código País. En: Colombia Capital, un punto de encuentro para inversionistas. (En línea) (Consultado 4
nov. 2011) Disponible en: <http://www.governanceconsultants.com/web/Publicaciones/CodigoPais.pdf>
Años más tarde, se despertó el interés académico por la difusión y promoción del
Gobierno Corporativo; esto aunado a la expedición de la Ley 964 del Mercado Público
de Valores de 2005, generó conciencia entre los empresarios nacionales sobre la
importancia del tema. A partir de la Ley 964 de 2005, la mayoría de las normas sobre
buenas prácticas de Gobierno Corporativo se tornaron obligatorias para los emisores de
valores10 en general. Entre sus artículos más relevantes tenemos el título quinto de la
Ley 964 de 2005 que establece el régimen de protección a los inversionistas y señala
ciertos requisitos para los emisores de valores; el artículo 44 que establece, por ejemplo,
que las juntas directivas de los emisores de valores deberán integrarse por mínimo 5 y
máximo 10 miembros principales, de los cuales al menos el veinticinco por ciento
(25%) deberán ser independientes11.
El Código País se dividió en cuatro capítulos y 41 medidas; las cuales no debían ser
implementadas por los emisores obligatoriamente; sin embargo, estos debían revelar las
medidas adoptadas durante el año por medio del diligenciamiento de una encuesta anual
de Código País diseñada y controlada por la Superintendencia Financiera cuya
obligatoriedad se estableció en la circular externa 028 de 2007, modificada el mismo
año mediante la circular externa 056 de 200715.
10
Los emisores de valores fueron definidos en el Código de Mejores Prácticas Corporativas del 2007
como: “Toda aquella entidad que con el objeto de captar recursos del público mediante valores, se
inscriba e inscriba sus títulos en el Registro Nacional de Valores y Emisores”.
11
Artículo 44 de la Ley 964 de 2005.
12
Introducción Código País. En: Superintendencia financiera de Colombia. (En línea) (Consultado 1 nov.
2011) Disponible en: <http://www.superfinanciera.gov.co/Codigopais/codigopais1.htm>
13
El comité encargado de la creación del Código País contó con la participación de los gremios y agentes
nacionales más importantes: Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia, Asobancaria;
Asociación Colombiana de Administradoras de Fondos de Pensiones y Cesantías, Asofondos; Asociación
de Fiduciarias, Asofiduciarias; Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, Andi; Bolsa de
Valores de Colombia, BVC; Confe- deración Colombiana de Cámaras de Comercio, Confecámaras;
Federación de Aseguradores de Colombia, Fasecolda (Colombia Capital, s/f).
14
Código País. Op cit.
15
Ibid.
Código País
El interés que despertó el Gobierno Corporativo alrededor del mundo, trajo consigo la
creación de guías, que podemos agrupar como “Códigos de Buen Gobierno”, las cuales
proveen recomendaciones para las sociedades de cada país en temas claves para la
empresa tales como la compensación de ejecutivos16 y relaciones y roles entre la junta
directiva, la gerencia y los socios.
Ahora bien, pese a los beneficios que trae la implementación de las medidas propuestas
en el Código País, su implementación no es obligatoria ni siquiera para los emisores de
valores, que son a quienes están específicamente dirigidas. El Código sigue el principio
“cumpla o explique”; este principio consiste en que pese a que la adopción de las
medidas por parte de los emisores de valores es voluntaria, cuando un emisor no las
cumpla, este deberá estar en disposición de explicar al mercado su razón para no
16
Libro Blanco de Gobierno Corporativo. Confecamaras. 2003. Disponible en:
<http://gobiernocorporativo.com.co/images/descargas/libroblanco.pdf>
17
¿Qué es el Código País? En: Superintendencia financiera de Colombia. (En línea) (Consultado 1 nov.
2011) Disponible en: <http://www.superfinanciera.gov.co/Codigopais/codigopais1.htm>
hacerlo18. Ahora bien, de lo anterior se deduce que tampoco es obligatorio explicar
porqué no se adoptaron ciertas medidas, la explicación es completamente potestativa.
Así las cosas, el Código País al ofrecer tan solo recomendaciones a los empresarios
basadas en las buenas prácticas de Gobierno Corporativo, no tiene la fuerza vinculante
de una norma; sin embargo, los emisores de valores deben diligenciar y remitir a la
Superintendencia Financiera la encuesta anual de Mejores Prácticas Corporativas en la
que se rendirá un informe sobre qué medidas adoptó la compañía y cuáles no19; esto con
el fin de establecer que tan en cuenta tienen las empresas las recomendaciones del
Código de Mejores Prácticas Corporativas.
Tal como ya lo reseñamos, el concepto de Gobierno Corporativo tuvo sus inicios en las
grandes economías del mundo, países que cuentan con mercados de capitales
desarrollados y que distan mucho de la situación latinoamericana, conformada en su
mayoría por pequeñas y medianas empresas20. En el marco internacional, las
recomendaciones del Gobierno Corporativo fueron dirigidas a las sociedades abiertas,
aquellas que negocian sus acciones en bolsa de valores, donde Colombia no fue la
excepción.
Entre los factores de riesgo se encuentra la posible disolución de la sociedad, esto por
cuanto la sostenibilidad de las sociedades cerradas es frecuentemente amenazada por
conflictos entre familiares y/o empresarios, la concentración de poder en el accionista
mayoritario o “fundador” de la sociedad o en unos pocos accionistas, la ausencia de
preparación para el cambio generacional, la carencia de criterios razonables para
22
Guía colombiana de Gobierno Corporativo para las Sociedades Cerradas y de Familia.
Superintendencia de Sociedades, Confecamaras y Cámara de Comercio de Bogotá. (en línea) (Consultado
8 de nov. 2011) Disponible en: <http://www.urosario.edu.co/urosario_files/82/82430d35-2eec-412f-8e1b-
e8424f8fb047.pdf>
23
Libro Blanco de Gobierno Corporativo. Confecamaras. 2003. Op cit.
24
También participaron en la creación de la Guía de Gobierno Corporativo para sociedades cerradas: la
Corporación Andina de Fomento, la Superintendencia Financiera de Colombia, el Ministerio de
Comercio, Industria y Turismo, la Asociación Nacional de Industriales, la Bolsa de Valores de Colombia,
Sociedades Bolívar, Cementos Argos, Governance Consultants y Suárez & Asociados.
elección de los administradores, ya que en este tipo de sociedad existe una tendencia a
elegir los ocupantes de estos cargos por razones afectivas y, por último, la ausencia de
procedimientos formales25.
La Sociedad por Acciones Simplificada (SAS) fue creada con la Ley 1258 de 2008,
llamada Ley SAS, con la intención de impulsar la formalización de las actividades
comerciales y facilitar a los empresarios la creación de sociedades, reduciendo los
costos de constitución y permitiendo mayor autonomía a los socios a la hora de
establecer los estatutos, es decir, las normas que regirían su sociedad.
25
Guía colombiana de Gobierno Corporativo para las Sociedades Cerradas y de Familia. Op cit.
26
REYES VILLAMIZAR, Francisco. SAS La sociedad por acciones simplificada. Legis Editores S.A
2009. Pág 39.
27
Ibid. Pág 4.
La Ley SAS trajo consigo importantes innovaciones, entre las que se destacan: “la
posibilidad de creación por un acto unipersonal, la constitución por documento
privado, el carácter constitutivo de la inscripción en el registro mercantil, la limitación
de la responsabilidad por obligaciones sociales -incluidas las derivadas de impuestos y
deudas laborales-, la posibilidad de desestimación de su personalidad jurídica en
hipótesis de fraude o utilización abusiva, la posibilidad de objeto indeterminado,
termino de duración indefinido, clasificación de acciones, voto múltiple, abolición de
requisito de pluralidad para quórum y mayorías decisorias, la posibilidad de renunciar
al derecho a ser convocado a reuniones de la asamblea, la libertad de proporción entre
capital autorizado y suscrito, el plazo amplio de dos años para el pago del capital sin
sujeción a porcentaje definido de cuota inicial, la efectividad de acuerdos de
accionistas –incluida la posibilidad de hacer valer la ejecución específica de las
prestaciones pactadas-, la supresión de prohibiciones a los administradores sociales y
de los límites para la distribución de utilidades y el régimen específico sobre abuso del
derecho”28.
Desde el primer año de vigencia de la Ley 1258 de 2008, las Sociedades por Acciones
Simplificadas empezaron a ser uno de los tipos societarios más utilizados a la hora de
constituir sociedades; esta tendencia se debe en parte a la flexibilidad que ofrece el
nuevo tipo societario al introducir figuras novedosas como lo son la constitución a
través de documento privado, el “objeto indeterminado”, la duración indefinida de la
sociedad y, en especial, la autonomía contractual. Esta última, retoma el concepto de
sociedad-contrato, en el que predomina la voluntad de los constituyentes para estipular
las reglas bajo las cuales han de gobernarse las relaciones jurídicas que surgen de su
sociedad, sobre aquellas de orden imperativo que abundan en los tipos societarios
tradicionales del Código de Comercio colombiano29.
Para estudiosos del Derecho Societario como Francisco Reyes Villamizar, la Ley 1258
de 2008 representa un salto hacia la modernidad societaria que se ajusta a las
28
Ibid. Páginas 4 y 5.
29
Ibid. Prefacio Página. XI.
necesidades actuales de los empresarios, facilita la creación y el funcionamiento de
nuevas sociedades, favorece la innovación empresarial y mejora la competitividad del
sistema económico30; de hecho, el mismo Reyes Villamizar, respaldado en doctrina
comparada, propone a mediano plazo a las SAS como una alternativa, un reemplazo, a
los tipos tradicionales societarios del Código de Comercio31. Sin embargo, pese a que
las estadísticas de la Cámara de Comercio y la opinión de reconocidos doctrinantes en
materia societaria concuerdan en señalar que el nuevo tipo societario no ha sido del todo
claro para los ciudadanos razón por la cual se ha pedido en repetidas ocasiones a la
Superintendencia de Sociedades su interpretación sobre el régimen que propone la Ley
1258 de 200832.
En nuestra opinión, la misma flexibilidad de las SAS que para muchos es fortaleza de
este tipo societario y, el carácter eminentemente dispositivo de las normas contenidas en
la Ley 1258, que permiten ser reemplazadas por otras previsiones pactadas por los
accionistas, constituye una problemática toda vez que es posible que las personas al
crear la empresa no tengan los suficientes conocimientos de derecho como para
determinar que conviene pactar y que no, dentro de todas las posibilidades que ofrece la
Ley SAS.
30
Ibid. Prefacio Páginas. XIII Y XIZ.
31
Ibid. Páginas. 2 y 3.
32
Flexibilización societaria. Un acercamiento a la Sociedad por Acciones Simplificada a partir de la
intervención de la Superintendencia de Sociedades. Revista FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS
POLÍTICAS. Vol. 40, No. 112 / p. 43-79 Medellín - Colombia. Enero-Junio de 2010, ISSN 0120-3886.
33
ZAMOJCIN, Martha; MORAD, Yusef y QUIROGA, Felipe. Desarrollo de las Sociedades por
Acciones Simplificadas (SAS) en Colombia. Bogotá, 2011. (Sin publicar).
II. SAS Y RECOMENDACIÓN DE GOBIERNO CORPORATIVO
De la prohibición de este artículo se desprende que las acciones de las sociedades por
acciones simplificadas no podrán negociarse en el mercado de valores ni ser objeto de
oferta pública, a este respecto la Superintendencia de Sociedades en Oficio numero 220-
087094 de 2 de agosto de 2009 manifestó lo siguiente: “las SAS no podrán realizar
oferta pública en el mercado de valores de sus títulos emitidos ni transarlos en un
sistema de negociación, dado que el artículo 1.1.2.1. de la Resolución 400 de 1995,
estipula que para ello las entidades deberán inscribirlos en el Registro Nacional de
Valores y Emisores”.
Ahora bien, aunque coincidimos con el profesor Reyes Villamizar en que la flexibilidad
de las SAS es incompatible con las exigencias de la regulación del mercado de valores,
no compartimos la opinión de que la estructura de las SAS este diseñada
exclusivamente para sociedades cerradas, pues si bien la prohibición de negociar valores
en el mercado público es una limitación importante para empresas grandes, esto no
significa que las personas que constituyan una sociedad por acciones simplificadas no
puedan en un momento dado considerar volverse públicas y transformarse en anónimas
para negociar sus acciones en el mercado público.
34
REYES VILLAMIZAR. Op cit. Página 86.
Así, por ejemplo, una sociedad por acciones simplificada que siga las recomendaciones
del Código País contará con Junta Directiva y Revisor Fiscal los cuales no son
obligatorios en la SAS pero si en la sociedad anónima, e igualmente se encontrará mejor
preparada en cuanto al manejo de información que tendrá que hacer pública al momento
de registrar sus valores en el Registro Nacional de Valores y Emisores.
El numeral 5º del artículo 5 de la Ley 1258 de 2008 establece que la sociedad por
acciones simplificada podrá establecerse con objeto indeterminado, esto hace posible
que en los estatutos se puede expresar que la sociedad podrá realizar cualquier actividad
comercial o civil lícita.
En los estatutos de las SAS revisados se encontró que en el 57% de los casos los
asociados decidieron optar por el objeto indeterminado, contra el 43% que prefirió hacer
una enunciación completa de las actividades principales, como se encuentra establecido
para los tipos societarios tradicionales. Sin embargo se evidencia es que las sociedades
transformadas son las que mantienen su objeto determinado, mientras que las
sociedades de nueva creación prefieren la innovación normativa.
Ahora bien, aunque optar por un objeto indeterminado ha sido la tendencia de las SAS
de nueva creación, esto no implica que sea la opción indicada para quienes quieren
constituir una sociedad por acciones simplificada.
35
Superintendencia de Sociedades. Concepto 220-121211 de noviembre 1 de 2009.
podría constituirse como una SAS, señaló que no existe prohibición al respecto, pero en
todo caso “la empresa de servicios temporales que adopte la forma jurídica de sociedad
por acciones simplificada, no podrá contar con objeto social indeterminado como lo
permite el numeral 5º del artículo 5º de la Ley 1258 de 2008, en razón a que dichas
compañías solo pueden desarrollar un objeto social único, valga recordar, el de
prestación de servicios temporales, de acuerdo con lo previsto en el numeral 1º del
artículo 7º del Decreto 4369 de 2006, en armonía con el artículo 71 de la Ley 50 de
1990”.
Sobre este punto específico de acuerdo con los principios de gobierno corporativo y con
las recomendaciones sobre el manejo de información del Código País, en miras a
facilitar una futura transformación en sociedad anónima si se decide negociar las
acciones de la sociedad en bolsa, o incluso para que en caso de pretender emitir
acciones en una oferta privada los futuros inversionistas tengan la posibilidad de
conocer las actividades a las que efectivamente se dedica la sociedad; la recomendación
sería optar por un objeto social determinado.
El artículo 17 de la Ley 1258 permite que a la hora de constituir una SAS se determine
libremente la estructura orgánica de la sociedad y demás normas que rijan su
funcionamiento, y a falta de estipulación estatutaria establece que las funciones
previstas en el artículo 420 del Código de Comercio serán ejercidas por la asamblea que
será el Máximo Órgano Social. Esta innovación de acuerdo con el profesor Reyes
Villamizar, faculta a los asociados para que con total libertad establezcan la
organización interna de la sociedad de acuerdo con sus necesidades y elimina la carga
burocrática al reducir al mínimo posible los órganos obligatorios36.
Ahora bien sea cual fuere la organización determinada por los asociados, desde el punto
de vista de Gobierno Corporativo es recomendable que se establezca un Máximo
Órgano Social que sirva como el principal mecanismo de información y participación de
los accionistas, para lo cual de acuerdo con los Lineamientos para un Código Andino de
Gobierno Corporativo (LCAGC) los estatutos deberán atribuirle las funciones
fundamentales de gobierno de la compañía, y en general todas las medidas que reclamen
el cumplimiento de los estatutos y el interés común de los asociados. En este orden de
ideas los LCAGC recomiendan que se determinen de competencia indelegable del
Máximo Órgano Social las facultades de decisión sobre asuntos como la aprobación de
los estados financieros, el nombramiento y la aprobación de la gestión de los miembros
de Junta Directiva (o del organismo o persona que ejerza las funciones de
administración), la aprobación del reparto de utilidades, la designación de auditores
externos, la aprobación de la política de remuneración de los miembros de Junta
Directiva, la venta de activos fijos y la aprobación de operaciones de fusión o escisión
de la compañía.
36
REYES VILLAMIZAR. Op cit. Página 97.
En este mismo sentido la Guía Colombiana de Gobierno Corporativo para Sociedades
Cerradas y de Familia (GCGCSCF) recomienda que se sometan a decisión del Máximo
Órgano Social las operaciones que representen enajenación global de activos, las
operaciones con partes vinculadas y en general todas aquellas en que su realización
pueda obrar en detrimento de los intereses de la sociedad y de los socios, con el fin de
evitar situaciones en que se puedan presentar conflictos de interés entre los
administradores y los asociados.
Como se puede apreciar de la lectura del artículo, la novedad de la Ley SAS en cuanto a
las convocatorias del Máximo Órgano Social es que permite que se estipule en los
estatutos la forma en que debe realizarse la convocatoria sin imponer términos
obligatorios, siendo los 5 días hábiles de antelación para la comunicación de los
accionistas una medida supletiva. Adicionalmente, a diferencia de lo dispuesto en el
artículo 424 del Código de Comercio para las convocatorias de asamblea de las
sociedades anónimas, no se amplía el plazo de antelación cuando hayan de aprobarse
balances de fin de ejercicio.
Este tema al estar relacionado con los derechos de los accionistas ha sido de principal
interés del gobierno corporativo y por tal razón se encuentran varias recomendaciones
puntuales al respecto en el Código País y en la Guía Colombiana de Gobierno
Corporativo para Sociedades Cerradas y de Familia.
En este orden de ideas, pactar en los estatutos reglas de convocatoria con requisitos
menos exigentes que los de la Ley no sería recomendable, y por el contrario lo que se
debería buscar es implementar medidas que permitan una mayor y mejor participación
de los asociados.
Con esta finalidad, el Código País considera necesario que se brinde al accionista la
información requerida para la toma de decisiones razonadas sobre los temas que se
vayan a tratar en la reunión, para lo cual se debe procurar definir con anterioridad y con
la mayor precisión posible los temas que se van a discutir, sin perjuicio del derecho que
le asiste a los asociados para proponer temas nuevos durante el transcurso de la reunión,
y poner a disposición de los accionistas durante el término de la convocatoria la
documentación necesaria para la debida información sobre los temas a tratar.
Los acuerdos de accionistas no son una nueva creación de las SAS, es importante
recordar que el artículo 70 de la Ley 222 de 1995 que introdujo modificaciones a las
normas sobre los tipos societarios tradicionales del Código de Comercio estableció que
los accionistas podrían celebrar acuerdos en virtud de los cuales se comprometieran a
votar en determinado sentido en las asambleas de accionistas. Sin embargo, la
innovación de la Ley 1258 es que elimina las restricciones que establece la Ley 222
permitiendo que cualquier accionista sin importar sus calidades pueda suscribir dichos
acuerdos, los cuales además podrán versar sobre cualquier asunto lícito sin
circunscribirse a la asamblea de accionistas.
Ahora bien, en este mismo concepto la Superintendencia afirma que “Un ACUERDO
DE ACCIONISTAS, conforme los lineamientos consagrados en el artículo 24 de la Ley
1258 de 2008, bien puede ser suscrito el mismo, por un administrador de la sociedad,
independientemente que posea acciones o no en la compañía”, sin embargo, es
importante resaltar que en nuestro concepto la Superintendencia cae en un error al hacer
esta afirmación puesto que si bien el artículo 24 de la Ley 1258 no reproduce la
prohibición del artículo 70 de la Ley 222 frente a los accionistas que sean
administradores de la sociedad, esto no significa que se autorice a los administradores
que no sean accionistas a suscribir este tipo de acuerdos, que como su nombre lo indica
está reservado para quienes tengan la calidad de accionistas.
La validez de los acuerdos radica entonces en que su objeto y causa sean lícitos como se
desprende del artículo 24 de la Ley 1258, lo cual implica el respeto a normas de carácter
societario como el artículo 379 del Código de Comercio que establece los derechos de
los accionistas, así como el respeto al interés social y al orden público.
De acuerdo con lo anterior, no será válido por ejemplo el acuerdo de accionistas relativo
a la compra o venta de acciones cuando en los estatutos se haya estipulado el derecho de
preferencia en favor de la sociedad o de los accionistas, o si se hubiere estipulado
restricciones a las negociaciones de acciones de acuerdo con el artículo 13 de la Ley
1258, y en cualquier caso siempre prevalecerán las disposiciones de los estatutos.
En cuanto a los acuerdos entre accionistas sobre el sentido del voto, no será válido el
acuerdo en el que se tenga como objeto perpetuar en sus cargos a los administradores,
miembros de junta directiva, revisor fiscal o demás funcionarios elegidos por votación
del máximo órgano social, ya que esto constituiría un abuso del derecho de control que
implicaría un menoscabo al interés de la sociedad.
En nuestra opinión lo que deben tener en cuenta los accionistas que suscriban uno de
estos acuerdos, es que este es un instrumento para la protección de sus derechos, y en
primer lugar está dirigido a aquellos accionistas minoritarios o que cuenten con poca
representación, por lo cual no debe utilizarse en contra de los intereses de la sociedad.
El artículo 25 de la Ley 1258 es uno de los puntos en que se hace evidente la amplia
flexibilidad de las SAS y la reducción de los órganos de gobierno obligatorios; tanto es
así, que su creación está sujeta a la voluntad de las partes y de no estipularse la creación
de la Junta Directiva las funciones de administración y representación le corresponderán
al representante legal designado por el Máximo Órgano Social. Adicionalmente, en caso
tal que los socios decidan pactar la creación de dicho órgano en los estatutos, la junta
podrá integrarse con uno o varios miembros; los directores podrán ser designados
mediante cuociente electoral, votación mayoritaria o por cualquier otro método previsto
en los estatutos y, las normas sobre su funcionamiento se podrán determinar libremente
en los estatutos37.
El resultado de esta innovación de la Ley SAS era de esperarse, según los estatutos
revisados el 95% de las sociedades prefirieron no crear Junta Directiva para ahorrarse
los costos que implican dicho órgano social. De otro lado, según las mismas
estadísticas, puede verse que el mínimo porcentaje de sociedades que sí crearon junta
directiva se trata de aquellas transformadas de tipos societarios tradicionales, es decir
sociedades que anteriormente ya contaban con este órgano.
37
Artículo 25 de la Ley 1258 de 2008.
38
GANGA, Francisco A y VERA, José R. El Gobierno Corporativo Consideraciones y cimientos
históricos. Bogotá, 2008. Página 101.
Según establece el Código País, es necesaria la conformación de una junta directiva para
el buen funcionamiento de los emisores de valores. Esta junta debe reflejar la estructura
accionaria de la compañía y servir de enlace entre ésta y sus accionistas e inversionistas,
garantizando un trato equitativo para todos. De igual manera, la junta debe garantizar la
calidad de la información que la compañía revela al mercado, y verificar que se
satisfagan los requerimientos de gobierno corporativo exigidos en las normas legales o
aquellos que se adopten voluntariamente por la compañía39.
Por otra parte, la Guía Colombiana de Gobierno Corporativo para Sociedades Cerradas
y de Familia (GCGCSCF) en lo que respecta a la Junta Directiva (o a quienes ejerzan
las funciones de administración cuando no se constituya Junta Directiva), recomienda
que en los estatutos se debe definir sus funciones con el fin de evitar que el
comportamiento de los administradores se vea influenciado por incentivos que los
lleven a adelantar una gestión ajena a los intereses de la sociedad. Entre las funciones de
éste órgano social, la guía señala: aprobar el presupuesto anual, el plan y objetivos
estratégicos de la compañía, realizar seguimiento periódico al desarrollo del plan
estratégico y de las medidas de Gobierno Corporativo, establecer las políticas de
nombramiento, retribución, evaluación y destitución de los altos directivos de la
compañía, entre otras. Así mismo, en caso en que se pacte en los estatutos la creación de
la Junta Directiva, la GCGCSCF recomienda que el número de miembros debe ser
impar y, al menos uno deberá ser externo40. En cuanto al funcionamiento de la Junta
Directiva se recomienda la adopción de un reglamento de organización interno en el que
se establezcan los derechos, deberes, incompatibilidades e inhabilidades de los
miembros; la periodicidad de las reuniones y la forma en que se realizará la
convocatoria; la forma en que la junta tendrá acceso a la información de la compañía; y
las reglas para la instalación y el desarrollo de las reuniones. Para velar por el
39
Junta Directiva En: Superintendencia financiera de Colombia. (En línea) (Consultado 1 nov. 2011)
Disponible en: <http://www.superfinanciera.gov.co/Codigopais/juntadirectiva.htm>
40
Según la Guía de Gobierno Corporativo para sociedades cerradas y de familia un miembro externo es
aquella persona que en ningún caso: a) Sea empleado o Representante Legal de la compañía. B)Sea
empleado o administrador de la persona natural o jurídica que preste servicios de auditoría a la sociedad o
a alguna de sus filiales o subsidiarias. C)Sea asociado que directa o indirectamente dirija, oriente o
controle la mayoría de los derechos de voto de la compañía o que determine la composición mayoritaria
de los órganos de administración, de dirección o de control de la misma. D)Tenga vínculos familiares con
alguno de los anteriores hasta el tercer grado de consanguinidad, segundo de afinidad o primero civil.
cumplimiento de estas recomendaciones se designará un responsable específico que
puede ser miembro de la Junta Directiva (para no incurrir en gastos adicionales), el cual
se encargará de comprobar el cumplimiento de las normas estatutarias y las medidas de
Gobierno Corporativo en las reuniones de la Junta Directiva.
De acuerdo con lo anterior, así los asociados decidan prescindir de la Junta Directiva y
decidan dejar en cabeza del representante legal las funciones de administración, es
igualmente recomendable que se acojan las disposiciones hasta aquí expuestas con el fin
de establecer con claridad sus funciones con el fin de orientar adecuadamente el rol del
representante legal como administrador de la compañía.
La Revisoría fiscal es una figura que está reglamentada por la Ley 43 de 1990 y por el
Código de comercio en sus artículos 203 a 217; la existencia de esta doble normatividad
se presta para confusiones respecto a si la revisoría fiscal es o no obligatoria para las
SAS. De una parte, el Código de comercio en su artículo 203 establece la obligación de
tener revisor fiscal para: 1) Las sociedades por acciones; 2) Las sucursales de
compañías extranjeras; y
3) Las sociedades en las que, por ley o por los estatutos, la
administración no corresponda a todos los socios, cuando así lo disponga cualquier
número de socios excluidos de la administración que representen no menos del veinte
por ciento del capital. Ahora bien, dado que las Sociedades por Acciones Simplificadas
no existían al momento de expedirse el Decreto 410 de 1971, la exigencia de revisor
fiscal en las “sociedades por acciones” contenida en el artículo 203 de dicho decreto, no
aplica para las SAS.41
De otra parte, la ley 43 de 1990, en su Art. 13, parágrafo 2 contempla que: “Será
obligatorio tener Revisor Fiscal en todas las sociedades comerciales, de cualquier
naturaleza, cuyos activos brutos a 31 de diciembre del año inmediatamente anterior
sean o excedan el equivalente de cinco mil salarios mínimos y/o cuyos ingresos brutos
durante el año inmediatamente anterior sean o excedan al equivalente a tres mil
salarios mínimos”.
41
Esta afirmación ha sido objeto de posiciones contrarias.
En sus conceptos la Superintendencia de Sociedades ha concluido que cuando el
artículo 28 de la Ley 1258 de 2008 señala que en caso de que por exigencia de la ley se
tenga que proveer el cargo de revisor fiscal, el mismo está remitiendo a lo dispuesto en
el parágrafo 2º del artículo 13 de la Ley 43 de 1990, de forma que las sociedades por
acciones simplificadas solo estarán obligadas a tener revisor fiscal cuando las mismas
reúnan los montos de activos o ingresos a que alude el citado parágrafo 42. Así pues, la
remisión que el inciso primero del artículo 28 de la Ley 1258 de 2008 hace a la ley para
efectos de determinar si la sociedad por acciones simplificada debe tener revisor fiscal,
debe ser entendida junto al parágrafo 2º del artículo 13 de la Ley 43 de 1990, y no al
numeral 1º del artículo 203 del Código de Comercio43.
En cuanto a las calidades que debe tener el Revisor fiscal, el artículo 28 de la Ley SAS
establece que en caso de que por exigencia de la ley se tenga que proveer el cargo de
revisor fiscal, la persona que ocupe dicho cargo deberá ser contador público titulado con
tarjeta profesional vigente.
Así las cosas, la Ley 1258 permite a las SAS prescindir del revisor fiscal en la medida
en que sus activos sean menores a los establecidos por el artículo 13 de la Ley 43 de
1990, y de acuerdo con los estatutos revisados en el 93% de los casos los asociados
decidieron prescindir del revisor fiscal.
La necesidad del Revisor Fiscal ha sido controvertida por expertos en la materia como
Reyes Villamizar y Gabino Pinzón. En su libro sobre las SAS, Reyes Villamizar señaló
que la revisoría fiscal además de ser costosa para los accionistas, tratándose de
sociedades cerradas, resulta de poca utilidad dado que las minorías pueden beneficiarse
de la fiscalización directa que ejercen las mayorías sobre la administración. Así pues,
para Reyes Villamizar, la exigencia del Revisor Fiscal no es otra cosa que el resultado
de la interferencia del gremio contable en la legislación societaria. 44 Por su parte,
Gabino Pinzón señala que es necesaria una reforma al sistema de revisores fiscales
previsto en el Código de Comercio, ya que el hecho de que sean los mismos socios que
42
Superintendencia de Sociedades. Concepto Oficio 220-039060 Febrero 11 de 2009.
43
Superintendencia de Sociedades. Concepto Oficio 220-068085 Abril 24 de 2009.
44
REYES VILLAMIZAR. Op cit. Página 123.
elijen a los administradores, aquellos encargados de elegir a los revisores fiscales,
produce que los funcionarios se sientan vinculados con éstos socios, dejando de lado a
los demás, lo cual finalmente se traduce en una burocracia costosa y no siempre útil45.
De acuerdo con el Código País, para lograr la independencia del revisor fiscal la
sociedad deberá designar como revisor fiscal a personas o firmas que hayan recibido
ingresos de la compañía que representan el 25% o más de sus ingresos anuales, así
mismo la sociedad deberá abstenerse de contratar con el revisor fiscal servicios distintos
a los de auditoría, y optará por rotar a las personas naturales que ejerzan la función de
revisores fiscales en periodos que no superen los 5 años.
45
Las Sociedades en el nuevo Código de Comercio, Derecho colombiano, Cámara de Comercio de
Medellín, 1985. Página 92.
46
HOSSKINSON. R. y TURK, T. Corporate restructuring: Govemance and control limits of
intemalmasket. Academy of Management Review, (2009). En: GANGA, Francisco A y VERA, José R.
El Gobierno Corporativo Consideraciones y cimientos históricos. Bogotá, 2008. Página 112.
firma, que la información se ajusta a derecho, de modo que refleje fielmente la situación
financiera de la compañía47.
En los estatutos de las SAS revisados se encontró que en un 32% se pactó arbitramento
exclusivamente; en un 29% se estipuló una fórmula mixta en la que el arbitramento
conocerá sobre la impugnación de decisiones de la asamblea y la Superintendencia
sobre los demás conflictos; en un 27% se estipuló la competencia exclusiva de la
Superintendencia; en un 5% se pactó la subsidiariedad entre uno y otro; y en el 5%
restante no se hizo estipulación.
Ahora bien, de acuerdo con las anteriores estadísticas es posible identificar como las
personas que han constituido SAS han preferido pactar el arbitramento bien sea para
conocer sobre todas las diferencias que surjan del contrato social, o para asuntos
específicos como la impugnación de decisiones de la asamblea de accionistas.
47
Guía colombiana de Gobierno Corporativo para las Sociedades Cerradas y de Familia. Op cit.
Sobre este tema la Superintendencia de Sociedades ha dicho que de acuerdo con la
lectura del artículo 40 de la Ley 1258 se desprende que salvo estipulación de arbitraje o
amigable composición los conflictos en las sociedades por acciones simplificadas
solo serán resueltos por la Superintendencia de Sociedades, ya que los jueces de la
República no cuentan con facultades para tal fin48. Adicionalmente en respuesta a una
pregunta sobre el requisito de procedibilidad en referencia a la impugnación de
decisiones de la asamblea de accionistas, la Superintendencia citando el artículo 53 de la
Ley 1395 de 2010 señaló que: “dada la naturaleza civil de la jurisdicción otorgada a
esta Entidad, en el caso específico por la Ley 1258 de 2008, y que la impugnación de
decisiones sociales es una controversia conciliable, siempre que se pretenda interponer
demanda de impugnación de las decisiones sociales, deberá intentarse la conciliación
con la otra parte, ante un conciliador debidamente facultado”49.
48
Superintendencia de Sociedades. Concepto 220-097635 de julio 6 de 2009.
49
Superintendencia de Sociedades. Concepto 220-104552 de noviembre 2 de 2010.
Ahora bien, si bien es cierto que el artículo 40 de la Ley 1258 permite que se pacte en
los estatutos que los conflictos que surjan en desarrollo del contrato social se sometan a
arbitramento exclusivamente, es importante recordar que en virtud del principio de
habilitación de la clausula compromisoria, el pacto incluido en los estatutos no podrá
ser impuesto a los nuevos accionistas de la sociedad, razón por la cual aún cuando se
haya pactado en los estatutos que todas las diferencias serán sometidas a arbitramento,
los nuevos accionistas podrán acudir a la Superintendencia de Sociedades cuando no
expresen su consentimiento con la clausula compromisoria.
Por otra parte, la Guía Colombiana de Gobierno Corporativo para Sociedades Cerradas
y de Familia (GCGCSCF), para el caso de las sociedades de familia recomienda que por
la naturaleza de los vínculos entre las partes involucradas, y por las ventajas en costos,
tiempos e impacto, los asociados opten por un mecanismo de arreglo directo. La medida
26 de la GCGCSCF propone que las partes involucradas intenten en primera instancia
solucionar el conflicto directamente. De no ser posible el arreglo directo, la
recomendación es que las partes designen a un tercer familiar que consideren neutral, o
que sea designado por el Consejo de Familia (asamblea o Máximo Órgano Social) con
el fin que ayude a las partes a dirimir el conflicto. Como segunda instancia, de persistir
el conflicto el Consejo de Familia podrá considerar una decisión, y en última instancia
se recomienda acudir a la amigable composición, para lo cual el Máximo Órgano Social
designará el amigable componedor teniendo en cuenta que debe nombrarse a alguien
capacitado que sea independiente a la familia y sin implicaciones en el conflicto en
cuestión.
III. Bibliografía