Conceptos Generales de Oratoria
Conceptos Generales de Oratoria
Conceptos Generales de Oratoria
Una oratoria original es un discurso informativo o persuasivo que puede abarcar casi cualquier tema de
tu elección. Al principio, esta flexibilidad puede parecer abrumadora, pero considera la oratoria como
una oportunidad para profundizar en un tema que signifique mucho para ti. Elige un tema que te
apasione, investiga al respecto y busca fuentes autorizadas que respalden tus afirmaciones. Distribuye
el discurso en una introducción, cuerpo y conclusión; luego escríbelo, revísalo y pídeles a otras
personas que te brinden sus comentarios. Antes de dar el discurso, memoriza la oratoria y ensaya el
ritmo en que la dirás. Durante el discurso, haz contacto visual, muestra tus expresiones faciales y usa
gestos con la finalidad de atraer al público.
(20 puntos)
Contacto visual Constantemente existe el contacto visual con la audiencia y logra captar la atención
completa de los mismos
Hubo gran modulación de la voz (volumen, altibajos en la voz para dar énfasis o rematar
Expresión verbal
frases o sentimientos), aplicó inflexiones, hubo emotividad (como dramatización). Se
desarrolló el discurso con fluidez y dicción.
Claridad La información está claramente relacionada con el tema principal y proporciona varias
ideas secundarias y/o ejemplos.
En la informaciòn
Hubo correcta mímica (gesticulación con naturalidad con armonía a lo expresado
Expresión corporal
verbalmente) Se realizaron movimientos y posturas correctas y justificadas de acuerdo al
discurso.
Proyectó gran seguridad y un estilo propio. Imprimió una gran naturalidad a su discurso.
Perfil del orador
Desarrolló empatía con el auditorio logrando impactarle, persuadirle e inspirarle.
2 Elige un tema que te interese. Puedes escoger prácticamente cualquier tema para realizar una oratoria origina.
Esta flexibilidad probablemente sea abrumadora, pero considérala como una oportunidad para compartir
información sobre algo que te interese. Como deberás realizar mucha investigación, debes elegir un tema que creas
importante e interesante.[1]
El tema debe ser relevante a nivel cultural, así como atraer a un público amplio, pero al mismo tiempo no
debe ser muy común ni estar demasiado tocado.
Por ejemplo, si te apasiona saber sobre la educación autodidáctica, puedes escribir una oratoria acerca del
valor que tiene la que está disponible ampliamente.
3.
Por ejemplo, podrías decidir que quieres persuadir a tu público que la educación autodidáctica tiene
beneficios personales, sociales y económicos.
4.
4 Investiga tu tema. Independientemente de que pretendas informar o persuadir, deberás desarrollar un
conocimiento profundo sobre el tema y sustentar tu oratoria con pruebas. [3] Considera a tu oratoria original como
un documento de investigación para la escuela. [4]
A modo de fuentes, opta por periódicos de renombre, enciclopedias, libros autorizados y revistas
científicas.[5]
Parte 2
Redactar la oratoria original
1.
1 Establece una tesis. Si bien en lo que respecta al formato de una oratoria original tienes una gran flexibilidad,
debes estructurar tu discurso en torno a una tesis concisa. Una tesis es una oración que establece claramente tu
argumento y brinda una guía para el resto de tu discurso. [6]
Tu tesis debe transmitirle a tu público el objetivo y la postura del discurso. Sé claro y directo en lugar de
incluir palabras como “Este discurso trata de” antes de escribir la tesis.
Si el tema que tocarás abarca la educación autodidáctica, la tesis puede ser la siguiente: “Hacer que la
educación autodidáctica esté disponible ampliamente es imprescindible para la sociedad contemporánea”.
2.
2 Sustenta tu tesis con por lo menos tres puntos principales. Estos tres puntos te brindarán las pruebas que
sustenten tu tesis, y los discutirás al detalle a lo largo del cuerpo del discurso. Deberás colocar la tesis y los puntos
principales en la introducción, luego expandirlos y defenderlos en el cuerpo del discurso, y finalmente resumirlos
en una conclusión.[7]
En lo que respecta al discurso sobre la educación autodidáctica, los puntos principales pueden mencionar
los beneficios personales, prácticos y económicos de este tipo de educación. Utiliza una sección en el
cuerpo del discurso para expandir cada beneficio.
3.
3 Escribe el cuerpo del discurso. Todos escriben de manera diferente, y algunas personas prefieren empezar con
la introducción, luego con el cuerpo del discurso y finalmente llegar a la conclusión. No obstante, enfocarte
primero en el cuerpo del discurso puede ayudarte a resumir los puntos principales de una manera más concisa en la
introducción y conclusión.[8]
Al momento de organizar el discurso, evita dedicarles mucho o muy poco tiempo a uno o dos puntos. Lo
mejor es que intentes organizar tu tiempo de manera equitativa entre los puntos y te asegures de saber el
tiempo límite o la cantidad de palabras permitida.
Por ejemplo, puedes dedicar uno o dos párrafos a hablar sobre el orgullo personal que te genera finalizar
un proyecto por tu propia cuenta. Luego puedes dedicar un par de párrafos a hablar sobre los beneficios
prácticos, tales como poder controlar una emergencia médica. Por último, puedes hablar sobre el dinero y
los recursos que te ahorras al finalizar un proyecto por tu propia cuenta.
4.
4 Elige tus citas sabiamente. Si bien debes incluir pruebas en el cuerpo del discurso con la finalidad de respaldar
tus puntos, será necesario que encuentres un equilibrio entre las estadísticas, el conocimiento y la conexión
personal con el tema. Ten en cuenta que la mayoría de las competencias de discursos tienen límites en cuanto a la
cantidad de citas que usas, de modo que debes ser selectivo e incluir únicamente las pruebas disponibles más
sólidas.[9]
Al momento de elegir las citas, evita distorsionar o tergiversar una fuente con la finalidad de que encaje
dentro de tu agenda.[10]
5.
5 Cita tus fuentes en el discurso. No olvides documentar tus fuentes tanto de manera verbal (al momento de dar
el discurso) como escrita. Las citas verbales deben ser lo suficientemente exhaustivas como para que el público
pueda encontrarlas por cuenta propia al realizar más investigaciones. Por lo general, puedes utilizar cualquier
manual de estilo, como MLA, pero consulta con tu maestro o instructor de debate para verificar lo mejor para tu
tarea.[11]
Por ejemplo, puedes citar una fuente de la siguiente manera: “De acuerdo con investigaciones realizadas
en el 2012 por parte de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, la educación
comunitaria fuera de clase les brinda a los estudiantes de medicina un conocimiento más sólido y mejores
habilidades de interacción con los pacientes”.
6.
6 Considera la posibilidad de incluir una refutación a un punto de vista opuesto. Por ello, una excelente
forma de reforzar tu argumento es incluir una perspectiva que se oponga a él. Incluye un párrafo que resuma una
declaración contraria y luego agrega pruebas opuestas que demuestren que tu argumento tiene más validez. [12]
Por ejemplo, puedes incluir una fuente que considere a la educación autodidáctica una forma de
diletantismo o actividad aficionada. Luego puedes refutar dicho argumento como desdeñoso y limitante al
citar ejemplos de personas que han desarrollado conocimientos autodidactas profundos en una variedad de
temas.
7.
7 Redacta la introducción y conclusión. La introducción debe atraer la atención del público, establecer el
problema que aborda tu tesis e indicar la estructura de tu solución. Por su parte, la conclusión debe ser una
reafirmación sólida y concisa de tu tesis y puntos principales. [13]
Una vez que hayas organizado el cuerpo del discurso, tendrás una mejor idea de cómo estructurar la
introducción y la conclusión. En general, debes seguir esta estructura: indícale a tu público lo que vas a
decirle, díselo y luego dile lo que le dijiste.
8.
8 Pídeles a otras personas que lean tu discurso. Después de escribir y revisar la oratoria, pídeles a otras
personas que opinen sobre su contenido y formato. Por ejemplo, puedes pedirle a un maestro que lea el discurso y
te brinde su opinión con respecto a la calidad de la redacción. Asimismo, puedes pedirles a tus compañeros que lo
lean para analizar si el tema y el estilo de presentación pueden atraer a un público más amplio. [14]
Parte 3
Dar tu discurso
1.
1 Memoriza tu discurso. Por lo general, una oratoria original es un discurso memorizado. [15] Comienza
a memorizar el discurso tan pronto como redactes un boceto. No esperes al último minuto, o a que tu calificación o
desempeño en la competencia reflejen tu procrastinación.
Para memorizar el discurso, divídelo en secciones pequeñas. Intenta memorizar algunas oraciones a la
vez, luego un párrafo y por último una sección completa.
Reescribe dos o tres oraciones y dilas en voz alta a medida que lo haces. Escribir, hablar y leer al mismo
tiempo le ayudará al cerebro a crear más conexiones, lo que te ayudará a memorizar el contenido
2.
2 Cronometra tu discurso. Por lo general, tendrás menos de diez minutos para dar tu oratoria original, así que
utiliza un cronómetro o el reloj de tu teléfono para medir el tiempo. Date un tiempo adicional de entre 30 segundos
a 1 minuto como mínimo, solo en caso de que tardes un poco más en dar tu discurso que cuando practiques. [16]
Date una gran cantidad de tiempo para dar el discurso con claridad de modo que no tengas que hablar
rápidamente hasta el punto en que tu público no te entienda.
3.
3 Haz contacto visual para establecer una conexión con tu público. Como memorizarás tu discurso, es muy
importante que emplees expresiones faciales y contacto visual con el fin de establecer una conexión con el público.
Practica el discurso frente al espejo para asegurarte de que tus expresiones salgan naturales y proyecten confianza.
[17]
Si el contacto visual te pone nervioso, mira ligeramente por encima de tu público con la finalidad de crear
la ilusión de que los miras fijamente.
4.
4 Emplea los gestos de manera eficaz. Utiliza gestos y movimientos que refuercen tus puntos más importantes.
No obstante, evita utilizar gestos poco naturales o repetitivos, tales como levantar las manos de la misma manera
cada vez. Si no confías en tu capacidad para combinar gestos de una manera natural, simplemente mantén las
manos cruzadas holgadamente o a los lados.[18]
Cierre: Al igual que en el exordio la intención es causar un gran impacto mediante el empleo de
alguna frase célebre o pregunta.
Nota: La intención es lograr el reconocimiento del auditorio.
Una vez que manejemos con destreza las técnicas de habla y lectura vistas en los anteriores
temas, es muy importante lograr un tono y un volumen adecuado, de manera que una vez
logrado será el que utilicemos a partir de ahora en toda locución de mensaje o discurso ante un
público. Para educar nuestro tono y encontrar el timbre adecuado debemos conocer el nivel de
gravedad o agudeza de nuestra voz. Es importante recordar que no existe tono o timbre de voz
que no se pueda mejorar. Para ello, es importante realizar ejercicios con la
garganta emitiendo un único sonido que oscile desde el tono más agudo que logremos
alcanzar, hasta el más grave.
Ejemplo de ejercicio:
Emitir el sonido de la vocal /a/ desde el tono más agudo hasta el más grave.
Con este ejercicio logramos algo que normalmente no solemos realizar, escuchar diferentes
facetas de nuestra voz a la que no estamos acostumbrados, y de esta forma, encontrar el tono y
timbre que más se adecúe a nuestra estructura y que más embellezca nuestro mensaje.
Al igual que el tono, debemos regular el volumen de nuestra voz para no saturar con un timbre
demasiado elevado, o de lo contrario, forzar el oído del receptor con un tono demasiado leve.
Para garantizar que hemos encontrado con seguridad el tono y el volumen adecuado para una
correcta sonorización de nuestro mensaje, es importante realizar diferentes y numerosas
grabaciones de voz de un mismo texto hasta que encontremos el tono adecuado, y practicarlo
cuantas veces sea necesario para que con el tiempo y la práctica, seamos capaces de aplicar
dicha entonación de forma automática a la hora de exponer un discurso público o de realizar la
locución de un texto, aplicando incluso matices que inspiren seriedad, firmeza o rotundidad en
función del público al que nos dirijamos.
El control del tono es fundamental para transmitir ciertos aspectos como la seguridad, la
madurez o la rotundidad de nuestras palabras.
Para poder entrenar correctamente la fluidez verbal, antes necesitamos saber qué es lo que estamos entrenando.
Por ello vamos a hacer primero un breve comentario sobre qué implica este concepto.
Entendemos por fluidez verbal a la capacidad de establecer un diálogo de manera clara y espontánea,
estableciendo conexiones entre frases e ideas de manera natural y no forzadas de manera que el discurso
aparece como continuado y prolongado en el tiempo. Un discurso fluido va a permitir transmitir de forma
entendible ideas e informaciones al receptor, con un ritmo adecuado y evitando pausas innecesarios y rupturas de
ritmo y tono que podrían alterar la comprensión.
La ausencia de fluidez verbal puede tener diferentes causas, desde normativas como determinados tipos de
carácter o la ausencia de práctica en el uso del lenguaje (por ejemplo cuando aprendemos un idioma somos poco
fluentes, o bien ante situaciones de privación de estimulación) hasta la presencia de alteraciones y trastornos
neurológicos, como en la afasia de Broca.
Una docena de trucos para mejorar nuestra fluidez verbal
Afortunadamente, la fluidez verbal es una habilidad que puede ser entrenada, existiendo múltiples maneras
de mejorarla. A continuación os dejamos varios trucos y estrategias de uso común para ello.
1. Trabalenguas
La fluidez se adquiere con la práctica. Una forma de hacerlo de manera más o menos amena es mediante el
uso de trabalenguas. Si bien suponen un desafío para la mayoría de la población, permiten que el sujeto se
desafíe a sí mismo a completar secuencias más o menos prolongadas de palabras con sonidos semejantes y con
pocas pausas entre ellas. Si estamos intentando mejorar la fluidez de un niño resulta de utilidad verlo como un
juego y no castigar los errores o la lentitud, pues de lo contrario podría generar frustración y reticencia a hacerlo.
2. Teatralización de guiones y role-playing
Una forma de mejorar la fluencia verbal puede hallarse en el uso de la teatralización. Se trata de una forma
amena en la que la persona va a tener que exponerse públicamente relatando un texto que debe haber estudiado
y repetido numerosas veces con anterioridad. El uso de la representación y la dramatización, vestuario, escenario
y gesticulación permite mejorar la fluencia de una manera amena y divertida.
3. Hablar sobre temas en los que tengamos dominio
Para hablar con fluidez tenemos que tener confianza en lo que estamos diciendo. Si bien en la vida diaria los
temas de conversación y lo que vamos a tener que comunicar puede variar enormemente, puede ser de utilidad de
cara a empezar a entrenar la fluidez que se hable de temas sobre los que el sujeto entrenado tenga cierto dominio.
Saber de qué habla hará que pueda prolongar su discurso y que poco a poco vaya cogiendo confianza en sus
habilidades.
4. Elaborar una historia entre todos
Las actividades cooperativas también permiten reforzar la fluidez verbal. Una de las formas de hacerlo es
realizar una historia de forma cooperativa, encadenando palabras y formando frases con sentido. Cada
componente del grupo deberá repetir lo que han dicho los anteriores y añadir una palabra o frase, de manera que
a la larga va aumentando el flujo de palabras y se ve haciendo una historia cada vez más compleja y fluida.
5. Autoinstrucciones en voz alta
Puede ser de utilidad pedir al sujeto que realice una acción y mientras la lleva a cabo vaya explicando las
acciones y pasos que va realizando. De esta manera se puede ir mejorando la fluidez de una forma más
inconsciente, dado que la persona va a estar centrada en la realización de la actividad en sí.
6. Tareas de repetición
Una de las técnicas más empleadas, se basa en hacer que el sujeto repita lo que le hemos dicho. Se utilizan
inicialmente palabras y frases relativamente cortas, para ir aumentando en complejidad según se vaya logrando
superar su extensión con un ritmo y velocidad normales.
7. Canciones
Otro pequeño truco que puede aumentar nuestra fluidez verbal es cantar. A través del canto vamos
replicando los sonidos y la entonación de los autores de la canción, produciendo un habla cada vez más
prolongada y que intentaremos que se adecue a los parámetros con la que la hemos escuchado.
8. Explicación de imágenes
Un truco habitual que puede permitir una mejora de la fluidez verbal es hacer que el sujeto a entrenar deba
explicar el contenido de una imagen en la que se refleje una situación, cuya complejidad puede ir variando. Si
se ofrece una explicación simple y corta (por ejemplo se observa una boda y el sujeto se limita a decir la palabra
que identifica a la situación), se le pueden hacer preguntas al respecto.
9. Semejanzas
Otra tarea que puede verse como un juego es la de pedir al sujeto que expresa las semejanzas o diferencias entre
dos elementos, las cuales han de ser muy perceptibles y claras al principio y más abstractas según se va
avanzando.
10. Aprendizaje de vocabulario y expresiones
Para poder ser fluente en el lenguaje es necesario disponer de una base de conocimientos sobre qué son
las cosas y cómo se denominan, de manera que en caso de que no se disponga de suficiente vocabulario es
necesario implantarlo poco a poco. Si bien ello no genera per se la fluencia verbal, es un requisito necesario que lo
facilita.
11. Tareas basadas en los turnos
A veces la fluidez verbal se ve disminuida no por falta de velocidad, sino por exceso de ésta. En este
sentido, la realización de juegos o actividades que exijan turnos o realizar determinadas pausas. No tiene porque
ser una tarea únicamente de lenguaje, sino que también pueden usarse tareas motoras (como por ejemplo el
escondite inglés) o la realización de debates.
12. Límite de tiempo
Establecer límites temporales para decir algo puede ser de utilidad si se experimenta como un juego o una
competición. Por ejemplo, se puede proponer llevar a cabo una exposición de un tema concreto en el que se
tenga que reflejar determinadas informaciones durante cinco minutos, para posteriormente ir reduciendo el tiempo
del que se dispone para ello teniendo en cada ocasión que mantener la información propuesta .
El contacto visual al hablar en público es uno de los elementos más importantes del lenguaje corporal.
Al público le gusta que como oradores le miremos a los ojos. Esto denota seguridad. Y un ponente que
quita la mirada al hablar en público a su audiencia, da la impresión de no sentirse nada seguro.
Una técnica para lograrlo, es mirar primero a las personas conocidas dentro del público, aquellas las
cuales te inspiran confianza y tranquilidad, aquellas que cuando las miras asienten con la cabeza
recargándote así de seguridad, una mirada de: «lo estás haciendo muy bien».
Sin embargo ya que podría ser algo incómodo, recuerda no clavar tu mirada solamente en una persona.
Lo ideal es mover tu mirada por los oyentes de manera continua, un ligero «repaso» a los ojos de los
que conforman tu público, al menos para las dos primeras filas.
Con esto formarás una relación más cercana con quienes te escuchan. Además, cuando regularmente
se hace contacto visual con el público, este difícilmente llegará a distraerse. Con el contacto visual,
estás dando a entender –y de forma muy fuerte– que te encuentras seguro respecto al tema expuesto.
En última instancia, la persuasión del orador apunta a provocar el interés de su público, para
poder transmitir eficazmente su mensaje. La oratoria puede ser individual (una sola persona se dirige a
un grupo) o grupal (dos o más personas alternan su participación en el discurso, dirigido a un grupo).
Su presencia no debe ser estática sino que debe moverse para dirigirse a distintos sectores
del público y para mostrar su entusiasmo y transmitirlo a la audiencia.
1. Preparación
Debe dominar el tema, los argumentos que desarrollará pero también anticipar las preguntas que
pueden dirigirle. Su conocimiento sobre el tema que desarrollará le permite mantener un discurso
fluido, sin titubeos que pueden provocar la desconfianza o disminuir el interés del público.
Por otro lado, la preparación también incluye la puntualidad, conocer el recinto donde se realizará
la presentación y saber con qué elementos tecnológicos contará (micrófono, proyector, etc.).
3. Práctica
Un buen orador debe practicar en privado el discurso, ritmo, gestualidad y tono de voz.
4. Credibilidad
Si bien en su preparación deben anticiparse posibles preguntas, si no puede responder a alguna, es
preferible que admita sus limitaciones que intentar engañar a la audiencia con falsas respuestas.
5. Dicción
Las palabras deben ser pronunciadas de forma correcta pero también clara, con una modulación
distintiva de cada consonante y vocal.
6. Vocabulario
7. Ritmo
La exposición de un buen orador debe ser dinámica, utilizando diversas técnicas digitales o visuales que
ayuden a mantener la atención del público. Parte de ese dinamismo implica también hacer las pausas
necesarias al hablar, para señalar etapas en el discurso, crear expectativa o facilitar la
comprensión del mensaje.
8. Argumentación
Si bien el orador debe mostrarse convencido y firme en su posición, también debe escuchar las
opiniones de la audiencia y respetar a aquellos que disientan con sus opiniones.
9. Gestualidad
La gestualidad tanto del rostro como del cuerpo debe ser utilizada para enfatizar los mensajes
verbales, para favorecer la empatía del público o para mantener el dinamismo de la exposición.
Sin embargo, debe utilizarse de manera consciente como un medio de comunicación no verbal, y nunca
abandonarlo al azar, ya que si no es utilizado de forma adecuada puede convertirse en un
distractor o incluso contradecir el mensaje que quiere transmitirse.
Al establecer contacto visual con diferentes miembros del auditorio se promueve la atención e
integración hacia el tema que se está exponiendo. Además, debe apelarse a la audiencia
utilizando con frecuencia en su discurso la segunda persona del singular.
Fuente: https://www.caracteristicas.co/buen-orador/#ixzz6axJf7MXt
Información digital
https://tecnicashablarenpublico.com/blog/como-escribir-y-estructurar-un-discurso-de-oratoria-estructura-
ejemplo-de-esquema/
https://es.wikihow.com/escribir-una-oratoria
https://www.aulafacil.com/cursos/autoayuda/locucion-y-oratoria/el-tono-y-el-volumen-l25937
https://psicologiaymente.com/social/fluidez-verbal
https://tecnicashablarenpublico.com/blog/5-tecnicas-efectivas-para-mostrar-un-lenguaje-corporal-poderoso-
oratoria-y-lenguaje-no-verbal/
https://cursodeoratoriaonline.com/proyectar-confianza-con-el-contacto-visual-al-hablar-en-publico/
https://www.caracteristicas.co/buen-orador/#:~:text=Un%20buen%20orador%20debe%20moverse,)%2C
%20mostrando%20decisi%C3%B3n%20y%20seguridad.