LOS CICLOS Y LA HISTORIA, Guenón
LOS CICLOS Y LA HISTORIA, Guenón
LOS CICLOS Y LA HISTORIA, Guenón
70 JANO
Janus-Bifrons, dios romano, de origen babilónico-asírico, y que se encuentra
también en otras tradiciones muy arcaicas, mira con su rostro dual en las
direcciones opuestas del espacio y del tiempo calendárico. Espacialmente marca el
eje Norte-Sur, temporalmente el solsticio de invierno y de verano. Es pues un
mediador entre cielo y tierra, en cuanto a que al cielo se le ha hecho corresponder
con el Norte e inversamente a la tierra con el Sur. Igualmente es la deidad que abre
en el hemisferio Norte la puerta del año en invierno –movimiento ascendente del
Sol– y la cierra en el solsticio de verano, cuando el astro comienza su carrera
descendente. Desde un punto de vista iniciático el solsticio de verano corresponde
a la puerta de los hombres y constituye la entrada a los misterios menores de la
antigüedad, mientras que el de invierno se vincula con la puerta de los dioses y los
llamados misterios mayores. Astrológicamente, el verano, asociado al mediodía, se
corresponde con el signo de Cáncer, mientras el invierno lo hace con el de
Capricornio. La Navidad cristiana (uránica) se celebra el 24 de Diciembre, y el 24 de
Junio se festeja la noche de brujas (ctónica). En estas mismas fechas en la
Masonería se recuerda a los dos San Juan, al que abre la historia evangélica y al
que recibe el mensaje testamentario.
fig. 20
Toda clase de hechos asombrosos y heroicos atribuyeron los romanos a Jano, uno
de los más grandes dioses de su panteón. Entre otras cosas habría gobernado
Roma en una edad de oro, donde todo era perfecto. También era el protector de la
ciudad y en tiempo de guerra las puertas de su templo se dejaban abiertas para
que pudiera acudir a ayudar a sus habitantes. Deidad intermediaria que con su
doble faz todo lo señala, símbolo de la ambivalencia, en particular del hombre, sus
atributos eran la llave y la barca, heredadas por los pontífices católicos.
Con respecto a la Gramática decía Aristóteles que ella era "escribir lo que se
enuncia"; en todo caso esto tiene poco que ver con lo que hoy se entiende por
gramática. Y está bien claro que ella existía antes que su mera codificación, como
es obvio –para establecer una similitud– que el derecho ha existido antes que las
leyes romanas. La pretendida ciencia moderna incluye ciertas rigideces que es
preciso destruir; la gramática castellana, tal cual la conocemos, nace en el siglo
XVIII y es contemporánea de Descartes y el racionalismo. Este problema viene de
lejos: Horacio afirmaba que el uso es el árbitro y señor de las lenguas y las normas
un artificio auxiliar. Esta misma crítica es válida respecto a la lógica, tomada como
ciencia, y su asimilación, ora a la dialéctica, ora a la retórica, y puede pensarse con
razón que este error de la manía clasificatoria viene desde lo hondo de la filosofía
griega, en gran parte iniciado por el propio Aristóteles, lo que ha dado lugar a los
"sistemas" de los modernos (en especial después del siglo de "las luces") y que
desgraciadamente hoy se identifican con la "filosofía".
72 CABALA
Pero esas emanaciones, enseña la Cábala, han sido a su vez originadas por la Tsim
Tsum. Para hacer sitio a la creación Dios se retira y deja un espacio descubierto, en
el que brilla un pequeño punto luminoso, la concentración de la luz divina que hará
posible la primera emanación, Kether, y de allí en más el flujo permanente de las
emanaciones creativas y reveladoras. Esta es la teoría (en el sentido etimológico del
término) de la Tsim Tsum cabalística. Una "contracción" en el espacio interno de la
deidad, la que al retirarse deja un residuo de sí (reshimu), el que se convierte por
dilatación en su fuerza expansiva y creadora, y las emanaciones que de ella se
desprenden son las que explican la creación entera, el despliegue de lo
manifestado, y por lo tanto la presencia de Dios en el Mundo, la inmanencia divina.
73 ASTROLOGIA
Como ya sabemos hay tres signos zodiacales asignados a cada uno de los
elementos, a saber: fuego, tierra, aire, agua. Así al fuego corresponden los signos de
Aries, Leo y Sagitario, a la tierra Tauro, Virgo y Capricornio, al aire Géminis, Libra y
Acuario y al agua Cáncer, Escorpio y Piscis, como puede apreciarse en el precioso
grabado de más abajo.
fig. 21
En los signos vinculados con la tierra Tauro es pasivo, Capricornio activo y Virgo
neutro; en los de aire Libra es activo, Acuario pasivo y Géminis neutro y en los de
agua Cáncer funge como energía activa, Escorpio como pasiva y Piscis como energía
neutra.
Muchas personas sufren un pecado que es preciso aclarar, que puede ser la raíz de
muchísimos otros males, y que, incluso, les sea un impedimento para su realización.
Este equívoco trata de la tremenda limitación de comprender lo sagrado tan solo
como santidad, y por lo tanto como algo inalcanzable del que sólo son dignos
aquellos pocos elegidos completamente fuera de serie, llamados "Santos" (ya sean
de una u otra tradición, en particular si lo demostraran con fenómenos, milagros o
cuestiones paranormales), con toda la carga devota, piadosa, beata y supersticiosa
que esa idea trae aparejada. Estos santos o santones –y tanto mejor si fueran
ascetas– serían los auténticos "maestros" y no los sabios o los guerreros y menos
aún los artistas o comerciantes, que desde luego son apreciados, y hasta
respetados, pero a los que no se les da una categoría más que secundaria –casi
profana– por el hecho de que en última instancia estas gentes a las que nos
estamos refiriendo asocian "espiritualidad" exclusivamente con "santidad", y aun
con castidad y otras cosas peores, a saber: con lo "religioso" y lo "moral" y no con
lo metafísico.
Se quiere dejar sentado que las vías de realización espiritual son varias y distintos
los caminos que a ella llevan. Y no sólo son distintas las formas tradicionales sino
que dentro de cada una de ellas hay caminos diferentes de iniciación. Este manual
nos da numerosos ejemplos de ello. Lo que interesa es la realización del
Conocimiento y la obtención de la Sabiduría, lo que no excluye lo emocional, ni
ninguna otra experiencia encaminada a ese fin, y tampoco se opone a lo
"religioso", y menos aún a lo moral, siempre y cuando estos conceptos no
pretendan usurpar el territorio de lo metafísico y tratar de reducirlo, en el mejor de
los casos, a un mero "misticismo", y en el peor, a una moral basada en ciertas
normas de conducta convencionales que son juzgadas oficialmente como "buenas".
Normas que darían su aprobación hipotética a lo que se debe entender por sagrado
de acuerdo a parámetros que ésta fija, basada en la mojigatería derivada del error
de pretender conocer lo sagrado, cuando en realidad se lo suplanta por lo religioso
y lo moral y por desconocimiento se lo identifica siempre con la "santidad" o con el
"ascetismo", los que no son sino algunas de las sendas, cuando lo son, en el viaje
del Conocimiento.
Los ciclos astronómicos, como sabemos, son enormes; pero dentro de esos ciclos
están insertos otros menores, que a su vez contienen otros, y así sucesivamente,
hasta llegar a los más pequeños. Veremos luego dos de estos períodos que
tomaremos como "módulo" para entrar al tema de lo que la tradición ha llamado
"las cuatro edades de la humanidad".
76 ANGEOLOGIA I
Es por la intermediación angélica que el Absoluto se nos hace visible. "A Dios, nadie
le ha visto jamás" dice el texto sagrado; pero hay un rostro que Dios muestra al
hombre y ese es el Angel de la Faz en el que reposa el Nombre Divino Supremo.
Los Angeles son el soporte de los Nombres del Innombrable. Son Dios y al mismo
tiempo son cognoscibles; habitan, o son, el lindero entre lo visible y lo invisible y es
por ello que se les llama mensajeros (en hebreo Malakh).
Los cuatro arcángeles que se suelen mencionar (Miguel, Rafael, Gabriel y Uriel)
surgen de y son movilizados por el Verbo creador, para llevar a cabo el
desdoblamiento de la palabra en los cuatro mundos que fluyen de las cuatro letras
del nombre de YHVH, y mantienen igualmente en guardia los cuatro puntos
cardinales o "cuatro campos de la Shekhinah".
77 LA TRADICION UNANIME:
Muchas veces el lector a lo largo del Programa se ha encontrado con la idea de una
Tradición Unánime y Universal, que manifestándose por medio de las culturas y
civilizaciones adquiere distintos modos y conforma diferentes historias particulares,
pese a lo cual, y más allá de la disimilitud de sus aspectos y de una lectura literal y
chata de los mismos, se encuentra una identidad esencial. Eso se debe a que esa
Tradición Universal y Unánime, que se presenta como algo anterior y horizontal en
la historia, es desde otro punto de vista algo vertical y arquetípico que ha existido y
existirá por siempre, o sea como algo a-histórico. En ese orden de realidades la
Tradición estará viva perennemente, pues se halla entretejida en la trama misma
de la vida y es consubstancial con el hombre, amén de los distintos ropajes en que
se expresa, de acuerdo a las diferentes coordenadas y variables de tiempo y lugar.
78 ARITMOSOFIA
Podemos ahora hacer unos ejercicios numéricos, sólo con el ánimo de mostrar
algunos aspectos curiosos o sorprendentes de la cábala numérica, aritmosofía o
numerología: si al citado número veinticinco mil novecientos veinte lo dividimos
entre dos, obtenemos el doce mil novecientos sesenta (25.920 ÷ 2 = 12.960). Si a
ese mismo número lo dividimos por cinco obtenemos el cinco mil ciento ochenta y
cuatro (25.920 ÷ 5 = 5.184). Y si sumamos este número con el mil doscientos
noventa y seis (proporcional del doce mil novecientos sesenta) obtendremos el seis
mil cuatrocientos ochenta (5.184 + 1.296 = 6.480). Si a ese resultado lo dividimos
por cinco nos da ¡oh sorpresa!, nuevamente el mil doscientos noventa y seis (6.480
÷ 5 = 1.296). Pero lo curioso de este ejemplo es que el número seis mil
cuatrocientos ochenta es proporcional al sesenta y cuatro mil ochocientos, que
según la tradición hindú es el número correspondiente al gran ciclo de
un Manvántara, el que se subdivide en cuatro subciclos relacionados
proporcionalmente con las cuatro edades de la humanidad: la de oro dura 25.920
años, o sea la cifra de la precesión equinoccial o el "año" de la tierra; la segunda, o
de plata, dura 19.440 años; la tercera de bronce, 12.960; y la última, de hierro
o Kali Yuga, 6.480 años. Es interesante observar que esta proporción numérica
corresponde a la de la Tetraktys pitagórica: 4 + 3 + 2 + 1, lo que por cierto da 10 de
resultado.
79 ASTROLOGIA
Queremos ahora agregar una tabla de origen medioeval donde se asocian los
signos zodiacales con las características de determinadas piedras presentes en la
entera naturaleza. Deseamos destacar así la asimilación tradicional entre la
Astrología y la Alquimia, y recordar que los metales y las piedras son la maduración
de las energías de los astros y estrellas sobre la faz de la tierra, y analógicamente
comparten unas mismas propiedades y características.
fig. 22
80 MEMORANDUM
Por otra parte debe señalarse que a veces los neófitos, sumidos en sus profundas
labores de realización metafísica, mágica y espiritual, olvidan lo exiliados que están
en esta tierra, y pueden llegar a creer que los demás, que todo el mundo, participa
de la realidad de sus creencias, cuando esto obviamente no es así, sino que por el
contrario muchas de las cosas ligadas a la Tradición son miradas por el mundo
moderno con un odio revulsivo, una repugnancia irracional, o un desprecio
olímpico, tan exactamente invertidas están las cosas entre el mundo sagrado y el
profano, entre el Conocimiento y la ignorancia.
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