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Rosales Gpe - Ética y FP

Este documento trata sobre la importancia de integrar la ética con la formación profesional. Argumenta que la ética profesional es un componente dinámico de la formación integral porque norma el buen uso de las competencias profesionales. Explora tres perspectivas para articular la ética con la formación: una visión integral de los contenidos curriculares, la formación de competencias profesionales en el marco ético, e interdisciplinariedad. Concluye que la ética fortalece la formación al vincular las competencias con la responsabilidad de contrib

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Rosales Gpe - Ética y FP

Este documento trata sobre la importancia de integrar la ética con la formación profesional. Argumenta que la ética profesional es un componente dinámico de la formación integral porque norma el buen uso de las competencias profesionales. Explora tres perspectivas para articular la ética con la formación: una visión integral de los contenidos curriculares, la formación de competencias profesionales en el marco ético, e interdisciplinariedad. Concluye que la ética fortalece la formación al vincular las competencias con la responsabilidad de contrib

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Ética y formación

profesional integral
Guadalupe Ibarra Rosales*
Universidad Nacional Autónoma de México, México.

*Investigadora del Centro de Estudios


sobre la Universidad CESU-UNAM.
Correo electrónico: irge@servidor.unam.mx
Resumen Abstract
Este trabajo tiene como eje la vinculación de la ética This article focuses on the connection between pro-
con la formación profesional integral. En el primer fessional ethics and professional education. The first
apartado, se presenta la ética profesional como un section treats professional ethics as a dynamic com-
componente dinámico de esta formación. En el ponent of professional education. The second section
segundo, se exponen las diferentes perspectivas presents a variety of perspectives on the integration
para articular la ética con la formación profesional. of ethics into a program of professional education.

Palabras clave Keywords


Ética profesional Professional ethics
Formación profesional Professional education
Contenidos curriculares Curriculum content
Competencias profesionales Professional skills
18 Reencuentro

Introducción mental para enfrentar y resolver los complejos


problemas de la sociedad contemporánea.

E
ste trabajo tiene como núcleo de análisis la La ética profesional puede cumplir esta función
articulación de la ética con la formación porque es:
profesional. Se parte de la consideración de
que la ética se ha transformado en un elemento La indagación sistemática acerca del modo de me-
activo de la formación profesional integral porque jorar cualitativamente y elevar el grado de humani-
la sociedad contemporánea requiere de profesionis- zación de la vida social e individual, mediante el
tas que ejerzan su quehacer de manera responsa- ejercicio de la profesión. Entendida como el correcto
ble y comprometida con la profesión y con la misma desempeño de la propia actividad en el contexto
sociedad. En la primera parte de esta exposición social en el que se desarrolla, debería ofrecer las
se desarrollan los aspectos sustantivos que aporta pautas concretas de actuación y valores que ha-
la ética a la formación profesional para lograr una brían de ser potenciados. En el ejercicio de su
preparación integral que contemple las competen- profesión es donde el hombre encuentra los medios
cias profesionales, pero que también incluya los cri- con que contribuir a elevar el grado de humaniza-
terios, valores y principios éticos para el buen uso ción de la vida personal y social.1
de esas competencias. En la segunda parte, se ana-
lizan tres perspectivas que están presentes en el Desde nuestra perspectiva, la ética profesional
ámbito educativo para integrar y articular la ética es la expresión de una conciencia moral que posi-
con la formación profesional, éstas son: la visión bilita el logro del bienestar social y contribuye a la
integral de los contenidos de enseñanza, la forma- realización plena del profesionista.
ción de las competencias profesionales en el marco
de la ética profesional, y la interdisciplinariedad Esto es así porque esta ética recupera y an-
como el paradigma que enlaza a la ética profesio- tepone a cualquier otro interés el sentido social de
nal con los saberes y competencias profesionales. la profesión, que consiste en proporcionar a la so-
ciedad los bienes y servicios que requiere para
Ética y formación satisfacer sus necesidades. La ética profesional,
profesional como toma de conciencia moral, permite que el
profesionista asuma el compromiso y la responsa-
bilidad de contribuir a través de su práctica profesio-
En el contexto mundial, la tendencia dominante en nal a mejorar y elevar las condiciones de vida de
la formación profesional es la propuesta de una una sociedad.
formación integral que comprenda las capacidades
y competencias para acceder al mundo del trabajo, En el ejercicio de esa responsabilidad, el pro-
pero también los valores y las actitudes que mol- fesionista encuentra el camino para su realización,
dean la personalidad del sujeto y que contribuyen porque las aportaciones que hace a la sociedad
al logro de un desempeño comprometido y eficaz implican el desarrollo pleno de sus capacidades
de su profesión, así como a un ejercicio responsable profesionales, la búsqueda y el logro de la excelen-
de la ciudadanía. cia y de la calidad en la prestación de servicios y
bienes. En este ámbito, la ética contribuye a mejorar
Los pilares de la formación integral son dos: la la condición profesional y humana de la persona.
formación en competencias profesionales, y la for-
mación ética, que requieren complementarse como Es por ello, que la ética va más allá del conjunto
dos dimensiones que se articulan para preparar al de prohibiciones y deberes que se adquieren al for-
profesional del nuevo milenio. mar parte de una comunidad profesional (códigos
deontológicos), porque no se reduce a reglamentar
En este marco, la ética profesional se ha situa-
do como un componente dinámico y sustantivo de 1
Fernández y Hortal (1994, p.91), en Ana Hirsch, “Etica profe-
la formación integral, porque asegura una práctica sional. Algunos elementos para su comprensión”, Revista
responsable y eficaz al normar el buen uso de las Galega de Encino, Universidad de Santiago de Compostela,
capacidades profesionales, lo que resulta funda- 2004.
Agosto 2005 19

la conducta, sino que impulsa y guía la realización a la obtención de recompensas económicas, de


de acciones que redunden en beneficio de la socie- poder, prestigio y de estatus.
dad y del profesionista. Este carácter práctico que b) En el marco de la prestación de los bienes intrín-
tiene la ética en el quehacer profesional permite secos, la responsabilidad del profesionista se
reconocer que no forma parte del ámbito de las es- expresa también en realizar bien el servicio o la
peculaciones filosóficas, sino que, como ética apli- tarea y función que le ha sido encomendada. Esto
cada, genera efectos y acciones positivas. significa hacer uso de la competencia especiali-
zada con el nivel de excelencia y de calidad que
En este marco, los profesionistas que egresan se esperan del profesionista en tanto que experto
de las instituciones de educación superior, al ad- o especialista, porque constituye la manera en
quirir un conjunto de conocimientos especializados que aporta un beneficio a la sociedad.
y de competencias profesionales, no sólo logran
obtener el estatus y el poder de expertos especia- Estos aspectos que encierra la responsabilidad
listas en un área de conocimientos o campo de muestran que la ética profesional fortalece y enri-
acción, sino también contraen la responsabilidad quece la formación universitaria, ya que la forma-
moral de hacer un buen uso de esas competencias ción en la responsabilidad profesional no se limita
profesionales porque la aplicación de esos conoci- a proporcionar principios y valores morales, sino
mientos especializados inciden de manera directa que también involucra la preparación rigurosa y de
o indirecta en las condiciones de vida y en el bienes- calidad en las competencias profesionales para que
tar de la población. el futuro profesionista pueda asumir esa responsa-
bilidad hacia las demandas y necesidades sociales
La ética recupera la dimensión moral de las con el nivel de capacitación adquirido.
competencias profesionales al vincular su aplica-
ción y uso con la responsabilidad profesional. El principio de responsabilidad de la ética
profesional contribuye también a la realización prác-
Para Hortal (2002, pp. 82,230) la responsabili- tica profesional eficaz, puesto que el compromiso
dad profesional involucra las siguientes dimensiones: de hacer bien las funciones y/o prestar un servicio
desarrollando al máximo las capacidades profesio-
a) Implica responder a las necesidades y problemá- nales, deviene en el logro de los productos y/o re-
ticas de la sociedad, proporcionando los bienes sultados que la sociedad o el cliente esperaban
intrínsecos de la profesión como son la salud, la obtener con la intervención de un profesionista.
educación, la vivienda, la justicia etcétera, para
lo cual es necesario que el profesionista antepon- La ética es también necesaria en la formación
ga éstos a los bienes extrínsecos que se refieren profesional, porque constituye un soporte del desa-

Fotografía: Valentín Ortíz


20 Reencuentro

rrollo de la personalidad y del carácter del sujeto del profesionista al proporcionarle principios,
que actualmente se consideran componentes es- procedimientos y valores éticos que contribuyen a
tructurales de las capacidades profesionales. mejorar la elaboración de criterios y juicios propios,
así como la elección y toma de decisiones, puesto
En la sociedad contemporánea, la noción de que constituyen un referente necesario para discer-
calificación profesional como conjunto de conoci- nir, valorar, ponderar y optar por alternativas de
mientos y habilidades asociadas a un puesto de respuesta o de solución a las problemáticas propias
trabajo y a la realización de tareas específicas de su profesión. El criterio y el juicio éticos como
está caducando, y en su lugar aparece una noción componentes de este marco reflexivo, contribuyen
de competencias profesionales que incluyen no sólo en gran medida a orientar la práctica profesional
conocimientos y destrezas, sino también el compor- hacia la búsqueda y formulación de respuestas que
tamiento, las actitudes, los valores y todas aquellas sean posibles y viables de tener impacto en las
cualidades personales que le permitan al profesio- condiciones de vida de la sociedad.
nista actuar con capacidad de autonomía, de juicio
y de responsabilidad profesional y social. La formación profesional no debe perder de
vista que este marco reflexivo es expresión de una
Este conjunto de cualidades, que dependen en racionalidad que dota de sentido el hacer profesio-
gran medida de la personalidad y del carácter del nal, sin el cual el ejercicio profesional puede devenir
profesionista, han adquirido el rango de calificaciones en una práctica estrecha y limitada que se oriente
profesionales y son altamente valoradas en el mundo al desempeño en sí mismo y se centre sólo en ase-
del trabajo, ya que tienen la misma importancia que gurar las acciones y ejecuciones. La ética profesio-
el dominio de conocimientos y habilidades. nal fortalece las capacidades transformadoras del
profesionista, pero esto requiere de la integración
En este sentido, la ética coadyuva a moldear la de conocimientos, habilidades y destrezas, así
personalidad y el carácter del profesionista al do- como de actitudes y valores éticos.
tarlo de principios y valores morales que norman su
comportamiento y que posibilitan un proceder ético La articulación de la ética con la formación pro-
en su quehacer profesional. Asimismo, le proporciona fesional resulta un reto, sin embargo, en el campo
el criterio y el juicio ético, que también contribuyen a educativo se pueden reconocer diferentes perspec-
fortalecer sus capacidades profesionales, puesto que tivas desde las cuales lograr esta integración.
tienen un papel activo en la toma de decisiones.
Perspectivas para articular
Ana Hirsch señala las características que dis- ética y formación
tinguen a la ética profesional para complementar y
enriquecer las capacidades profesionales. profesional

Tiene un doble cometido: utiliza en la actividad a) La visión integral de los contenidos


profesional criterios y principios de la ética básica a) de enseñanza
y aporta criterios o principios específicos. Su obje-
tivo es proporcionar los elementos que se requieren Las actuales propuestas metodológicas de diseño
para estructurar un proceder ético habitual en el curricular han integrado la formación en competen-
mundo del ejercicio profesional. Se alimenta de dos cias profesionales y la ética a través de una nueva
fuentes: ética de las profesiones y criterios profesio- visión de los contenidos de enseñanza que recu-
nales que aportan las disciplinas científicas. No le pera las tres dimensiones que estructuran a la for-
incumbe propiamente solucionar casos concretos, mación integral: a) la dimensión conceptual y
sino diseñar los valores, principios y procedimientos cognitiva (saber), la dimensión de aplicación y uso
que los afectados deben tomar en cuenta en los de los conocimientos (saber hacer), y la dimensión
diversos casos. Se trata de un marco reflexivo para valorativa y actitudinal (ser).
la toma de decisiones (Hirsch, 2003, p.1).
La visión común y tradicional de los conteni-
Este marco reflexivo en el que se traduce la dos de enseñanza que consideraba como sustan-
ética profesional refuerza la capacidad de respuesta cia de la misma sólo los conocimientos científicos
Agosto 2005 21

denominados teóricos y/o conceptuales, ha sido de los sujetos. Esta formación se asume desde dis-
desplazada por una visión que reconoce como tintas perspectivas que precisa Bolívar Botía (1993):
contenidos de enseñanza “todo aquello que el
medio escolar ofrece al alumno como posibilidad Educación moral en el sentido de orientación en prin-
de aprender” (Bolívar Botía, 1993, p. 20). cipios, normas y criterios morales desde patrones
de universalidad (no de adoctrinamiento); desarrollo
Esta concepción, si bien acepta que los conte- de la capacidad de juicio y razonamiento sobre
nidos conceptuales son fundamentales en la for- cuestiones y problemas morales; “educación en
mación, no constituye la totalidad de aprendizajes, valores” término también muy utilizado, se refiere,
puesto que el alumno también adquiere habilidades en sentido más moralista, a la enseñanza de valores
y destrezas cognitivas y manuales al igual que sociales, cívico-políticos, religiosos o estéticos. Por
asimila valores y actitudes que, de manera implícita su parte, “la educación cívica”, en la tradición
o explícita, se transmiten en el proceso de ense- francesa, tiene el sentido de comprensión y acepta-
ñanza-aprendizaje. ción de las normas morales, reglas de vida social y
costumbres vigentes en una sociedad (internaliza-
Desde esta perspectiva, los contenidos teóri- ción de normas y reglas) (Bolívar Botía, 1993, p. 166).
cos no se cancelan, simplemente no priman ni do-
minan en el currículo. Asimismo, estos contenidos En un proyecto de formación universitario es
ya no se conciben como un conjunto de conoci- pertinente recuperar este espacio curricular para
mientos científicos ordenados sistemáticamente la ética, poniendo a disposición, para su enseñanza,
para su asimilación y acumulación. De acuerdo con las dos fuentes de las que se nutre: los criterios,
Bolívar Botía (1993), el significado actual de estos valores y principios propios de la profesión, así
contenidos es dinámico porque se concibe en el como los criterios y valores de las disciplinas cien-
ámbito de la formación en el saber y, por ello, cons- tíficas (Hirsch, 2003, p. 1). Este espacio curricular
tituyen el soporte para el desarrollo de competen- representa una oportunidad para formar a los
cias cognitivas como son: el razonamiento lógico, futuros profesionistas en principios fundamentales
el análisis, la síntesis, la inducción, la deducción, como la responsabilidad, la beneficencia, la auto-
el pensamiento crítico, etcétera. nomía y la justicia que contribuyen a un desarrollo
ético de la profesión.
Las habilidades y destrezas que tradicional-
mente se transmitían colateralmente a los conteni- b) La formación de competencias profesionales
dos teóricos de un modo informal o poco sistemático, b) en el marco de la ética profesional
han adquirido el estatus de contenidos que deben
tener una planeación didáctica y se les denomina La visión integral de las competencias profesionales
contenidos de procedimiento (Bolívar Botía,1993). es una aportación significativa para lograr la articu-
Estos contenidos se conciben como pilares de la for- lación de la ética con las otras dimensiones de la for-
mación porque estructuran el ámbito del saber hacer mación (la conceptual y aplicativa) porque recupera
donde el alumno adquiere las habilidades y destrezas los valores como un componente de las capaci-
profesionales para la aplicación y uso del conoci- dades que el profesionista aplica en su desempeño.
miento como son: resolución de problemas, estrate- Desde “la visión holística o integrada toda compe-
gias, diagnósticos, planeación, gestión, etcétera. tencia se plantea como un complejo de atributos
generales (conocimientos, actitudes, valores y habi-
El aspecto sustantivo de esta visión de los lidades) requeridos para interpretar situaciones
contenidos es que rescata a los valores del ámbito específicas y desempeñarse en ellas de manera
de la ideología para situarlos como contenidos de inteligente” (Rojas Moreno, 2000, pp. 47-48).
la enseñanza que tienen el mismo peso y nivel
de jerarquía que los contenidos teóricos y los de Otro aspecto relevante de esta visión es que
procedimiento. Con ello, se reconoce que los valo- enlaza a la ética con la eficacia, al reconocer que
res, lejos de distorsionar la formación, coadyuvan el desempeño profesional eficiente no descansa
a una formación integral y adquieren un carácter sólo en competencias cognitivas y en las habilida-
sustantivo porque constituyen el ámbito del desa- des, ya que la obtención de resultados implica
rrollo moral donde se estructura la formación ética también la puesta en práctica de valores.
22 Reencuentro

Sin embargo, es común que la formación de articule con los otros saberes de la formación, para
las competencias profesionales se oriente a la lo cual requiere de la interdisciplinariedad. Esto lo
preparación técnica en las habilidades y destrezas precisa Hortal (2002):
específicas que capaciten al sujeto para la acción
y la transformación, con la intención de que esa El reto que plantea la enseñanza de una ética pro-
capacidad se concretice en un resultado y/o pro- fesional en la Universidad es ofrecer una verdadera
ducto o en la solución de problemas. Se parte de la ética reflexiva y crítica sobre el saber y el quehacer
idea de que la capacidad para obrar se garantiza profesional, una ética que intente orientar las con-
con una buena preparación en las destrezas de tipo ductas profesionales pero entroncando con el pen-
manual o cognitiva, reduciendo con ello el saber samiento ético actual e intentando establecer un
hacer a una actividad técnica, “quedando al margen diálogo interdisciplinar con los saberes especia-
de los procedimientos el compromiso del sujeto, lizados en los que se basa el ejercicio de cada pro-
de su responsabilidad y el de la utilización ética de fesión (Hortal, 2002, p. 15).
los procedimientos” (Bixio, 2001, p. 31).
Este diálogo interdisciplinar no puede realizar-
De esta forma, es en el ámbito de la enseñanza se a través del modelo positivista de la ciencia donde
de las competencias, donde se establece la división cada ciencia y área de conocimiento permanecen
tajante entre la ética y las capacidades profesiona- aisladas y encapsuladas en sus dominios de conoci-
les al desplazar los valores y actitudes que involu- miento sin reconocer los vínculos comunes y las
cra el desempeño, y reducir la responsabilidad relaciones que pueden establecer con otras discipli-
profesional a la realización técnica de las tareas o nas y saberes. Por esta razón, en el campo educati-
funciones profesionales. vo han surgido propuestas que cuestionan el
modelo de ciencia positivista que aún prevalece en
Es por ello que resulta pertinente rescatar la las universidades, y plantean alternativas importan-
visión de Cecilia Bixio (2001) sobre las compe- tes para lograr el vínculo de la ciencia con la ética.
tencias profesionales, al señalar que la formación
de las mismas implica aprendizajes complejos c) El cambio de paradigma:
porque comprende una preparación para “usar y c) la interdisciplinariedad
aplicar adecuada, responsable y éticamente los
conocimientos adquiridos” (Bixio, 2001, p. 34). En François Vallaeys (2002, p. 6) considera que la
esta línea, la autora considera que la problemática recuperación de la dimensión ética en la formación
esencial en la enseñanza de los contenidos de profesional sólo puede ser resultado de un cambio
procedimiento no reside tanto en la capacitación de paradigma del saber y de la educación que
en habilidades y destrezas, sino en la formación desplace la visión positivista de la ciencia en el que
de criterios éticos que contribuyan a la aplicación y se sustenta el enfoque de la racionalidad instru-
uso de los conocimientos de manera responsable. mental y técnica, que predomina en la producción y
transmisión del conocimiento en las universidades.
Para la formación de criterios éticos es preciso
el marco reflexivo que proporciona la ética profesional, De acuerdo con Curráis Porrúa y Pérez Froiz
en tanto que no sólo ofrece criterios, valores y prin- (1994-1995), el paradigma positivista establece una
cipios, sino también abre un horizonte que permite separación tajante entre ciencia y ética con base
identificar las múltiples dimensiones que encierra el en la dicotonomía entre hechos y valores, entre
problema al que se dirige la acción, así como el medios y fines, entre teoría y práctica, que contribu-
contexto y/o características de la situación específica yó al triunfo de la razón instrumental y a relegar
y, sobre todo, permite la toma de conciencia de las tanto a la ética como a la racionalidad axiológica al
repercusiones que acompañan a la acción. Esto es ámbito de la subjetividad.
así porque la ética profesional posibilita una visión
integral de la realidad que resulta fundamental para Para Batallosa Navas (1998) el paradigma
discernir o emitir juicios, y tomar decisiones. positivista se ha traducido, en el ámbito educativo,
en la dicotonomía entre productos y procesos edu-
Pero para que la ética profesional pueda cum- cativos. Desde el enfoque de la racionalidad técnica,
plir esta función dinámica, es necesario que se el hecho educativo es una acción técnica que
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desemboca en productos o resultados concretos, Para Vallaeys, el paradigma positivista encierra


como son el índice de aprobación y de eficiencia, un saber ciego y cojo que cancela las posibilidades
el número de egresados y la cantidad de titulados de integrar la dimensión ética en la formación pro-
con los cuales la educación da cuenta de la función fesional porque: “a) fragmenta el saber científico
social que cumple en la sociedad. En esta visión en especializaciones y disciplinas cada vez más
no cabe la dimensión ética porque no considera a separadas; b) simplifica la realidad humana com-
los procesos educativos que constituyen el ámbito pleja al negar las dimensiones antropológicas,
de la formación de la personalidad y del carácter, culturales, afectivas, éticas, históricas que son cen-
así como del criterio y del juicio ético. trales en la comprensión del fenómeno humano,
c) rehúsa terminantemente a cualquier juicio de
La separación radical entre los procesos y los valor en nombre de los enunciados de hechos”
productos determina la dinámica contradictoria que (Vallaeys, 2002, pp. 7,18).
asume la formación profesional y que incide en la
calidad de los profesionales que egresan de las La fragmentación del saber se traduce, en el
universidades, pues la acreditación y el título univer- currículo universitario, en disciplinas, áreas de co-
sitario no garantizan que cuenten con una formación nocimiento y especializaciones que se concretizan
integral suficiente para lograr un desarrollo profe- en un conjunto de asignaturas que, por lo general,
sional responsable, acompañado de su realización se encuentran desconectadas entre sí, lo cual no
personal, así como una participación comprometida posibilita la integración de los conocimientos y sa-
con la sociedad como ciudadanos del nuevo mi- beres que estructuran la formación profesional,
lenio. Esto lo especifica Batallosa Navas (1998): reduciendo esta formación a la yuxtaposición de
conocimientos, habilidades y valores que, en oca-
Esta dicotonomía entre productos y procesos edu- siones, se contraponen.
cativos que forma parte de los sistemas educativos
produce paradojas, sobre todo cuando se com- Es común considerar que la formación integral
prueba que el éxito académico no se corresponde es posible a través de un currículo que contemple
necesariamente con el desarrollo personal, que la asignaturas teóricas o disciplinarias (contenidos con-
acreditación no se correlaciona con la existencia ceptuales), asignaturas teórico-prácticas (contenidos
de ciudadanos más formados o más educados o de procedimiento), y asignaturas de ética profesional
que la existencia de graduados no se expresa en o de valores (valores científicos y profesionales como
términos de madurez personal y en consecuencia contenidos). Para Vallaeys (2002) esta forma de
moral (Batallosa Navas, 1998, p. 1) organización curricular por ámbitos o ejes de conoci-
miento, reproduce la fragmentación del saber y con
Dentro de la dicotomía entre procesos y pro- ello la dicotonomía entre ciencia y ética.
ductos, emerge la visión de la formación de com-
petencias profesionales normada por la racionalidad La formación de las competencias profesiona-
técnica que enfatiza la obtención de resultados o les por ámbitos de conocimientos se traduce en una
productos como fin de la aplicación eficaz de las especialización reduccionista y excluyente que de-
habilidades y destrezas técnicas. En contrapartida, termina que el estudiante se perfile a dominar una
Cecilia Bixio (2001), desde la visión constructivista, parcela restringida de conocimiento o un área espe-
recupera los procesos que involucra el aprendizaje cífica de acción, dejando de lado la interrelación
significativo de los contenidos de procedimiento, con otros conocimientos. En esta lógica, la ética
que incluye la posibilidad de que el sujeto construya profesional permanece como un ámbito de conoci-
sus propios procedimientos o formas de hacer miento independiente y ajeno a los otros saberes
rescatando el carácter creativo e innovador de las profesionales y sólo puede funcionar como un
capacidades profesionales que contribuye, en gran “complemento” añadido a la formación.
medida, a posibilitar la obtención de resultados. Asi-
mismo, la formación en el criterio ético para el uso Resulta problemático que la ética entronque
y aplicación responsable de los conocimientos sólo con el modelo positivista de la ciencia para enri-
puede situarse en el ámbito de los procesos que quecer la formación, porque este modelo sustenta
involucra el aprendizaje complejo del saber hacer la separación de la ciencia y de la ética con base
profesional. en una visión unidimensional del conocimiento y
24 Reencuentro

de la realidad en donde la ciencia constituye el trar la forma como este principio fortalece sus com-
ámbito de los hechos, de la objetividad y de la petencias y capacidades profesionales.
verdad, mientras que la ética queda reducida al
ámbito de la subjetividad, de los valores y principios La responsabilidad profesional implica capaci-
que cada quien puede asumir de manera personal. dad para responder, competencia para prestar un
En esta visión, el conocimiento científico es el que servicio y prestarlo bien. Esto conlleva a contar con
nutre las capacidades transformativas del sujeto, las capacidades y competencias profesionales para
mientras que la ética recrea su espíritu. asumir ese servicio, pero también incluye el impe-
rativo moral de realizarlo bien.
Por eso, para Vallaeys (2002, p. 2), la articu-
lación de la ciencia con la ética sólo puede ser En el marco de la ética profesional, prestar bien
posible mediante el paradigma del pensamiento el servicio y/o realizar bien el quehacer profesional
complejo, la trans e interdiciplinariedad que reco- significa preocuparse y ocuparse de ofrecer la so-
noce la interrelación e interdependencia de las disci- lución o respuesta que demanda la problemática o
plinas y saberes, que une la teoría y la práctica, los necesidad social. Significa también hacer uso al
hechos y los valores. Es en este marco donde la máximo de las capacidades profesionales para dar
ética profesional puede asumir su dimensión inter- cuenta de la preparación adquirida que lo carac-
disciplinaria, porque permite encontrar y articular terizan como profesionista. Este ejercicio respon-
sus vínculos y relaciones con los otros saberes que sable de sus capacidades profesionales incentiva
conforman la formación profesional. la creatividad, la innovación, la eficiencia y eficacia
para lograr resultados.
Conclusiones
El imperativo ético de realizar bien el quehacer
profesional conlleva entonces a la actualización y
En este trabajo se presentaron algunos elementos capacitación permanentes del profesionista para
que contribuyen a reconocer que la ética profesional estar en condiciones de ofrecer las respuestas o
es un pilar de la formación integral universitaria alternativas de solución que la sociedad requiere.
porque complementa y enriquece tanto la dimensión Pero es preciso señalar que el ejercicio de la res-
científica e innovadora (conocimientos, capacida- ponsabilidad profesional como proceder ético perfila
des y habilidades profesionales) como la dimensión la realización de este conjunto de acciones hacia
humana (personalidad y carácter del profesionista). el logro del bienestar social.

Si bien la ética profesional se traduce en un Esta dimensión de la ética profesional es la que


conjunto de principios, criterios y valores orientados nos permite recuperarla como un componente diná-
a regular la conducta con la finalidad de que el mico y activo de la formación integral que refuerza
egresado logre ser un buen profesionista, es preciso y nutre tanto el comportamiento del profesionista,
señalar que este proceder ético que impulsa, no como sus competencias y capacidades profesionales.
sólo afecta a la personalidad del profesionista,
también tiene impacto en la dimensión científica e Para articular la ética profesional con la for-
innovadora de su quehacer profesional. De manera mación integral se desarrollan actualmente, en el
específica, la ética profesional influye en la manera campo educativo, distintas perspectivas que per-
de realizar sus funciones o prestar sus servicios, miten reconocer que cada una de las partes realiza
en el uso y aplicación de sus competencias profe- una aportación significativa.
sionales y en la orientación y finalidad de su que-
hacer profesional. La visión integral de los contenidos abre el es-
pacio e integra al currículo la dimensión humana y
Para reconocer estos aspectos que engloba ética de esta formación, con el reconocimiento de
la ética profesional, es conveniente reflexionar sobre los valores y las actitudes como contenidos de en-
lo que significa ser un buen profesional. Esto invo- señanza. Con ello, contribuye a formalizar e institu-
lucra diferentes dimensiones pero, en este trabajo, cionalizar como tarea de la educación la formación
se recupera el principio de la responsabilidad como ética perfilada a estructurar y/o moldear la perso-
una norma que rige al buen profesionista para mos- nalidad, el carácter y la conducta del sujeto.
Agosto 2005 25

La propuesta de incluir la responsabilidad y el propuestas, Escuela Española, Madrid,


criterio ético como parte de la formación en las com- 1993.
petencias profesionales, vincula directamente a la
ética profesional con el saber hacer profesional. Hace Curráis Porrúa y M. Pérez-Freiz, “Pensar la educa-
posible aceptar que el desarrollo de las capacidades ción desde la ética: exilio y reforma de la
profesionales no sólo involucra técnicas, sino también razón práctica”, en Estudios. filosofía-histo-
requiere de normas, principios, pautas que guíen el ria-letras, invierno 1994-primavera 1995.
uso y la aplicación de esas competencias. El saber
hacer no es un quehacer técnico, sino que incluye Hirsch, Ana, “Elementos significativos de la ética
capacidades para discernir, valorar, elegir y tomar profesional”, Revista Reencuentro. Análisis
decisiones, para lo cual la ética profesional se nos de problemas universitarios, no. 38, Univer-
ofrece como un marco reflexivo que proporciona los sidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xo-
criterios, principios y valores en los que se sustenten chimilco, México, 2003.
las capacidades transformativas del profesional.
—, “Ética profesional. Algunos elementos para su
El paradigma de la interdisciplinariedad consti- comprensión”, en Revista Galega do Encino,
tuye la opción que plantea las condiciones para que Consellería de Educación y Ordenación
los proyectos educativos puedan reconocer y asu- Universitaria, Universidad de Santiago de
mir la conexión e interdependencia de la ética profe- Compostela, España, 2004.
sional con los otros conocimientos y saberes que
conforman esta formación. Hortal, Augusto, Ética general de las profesiones,
Descleé, Bilbao, España, 2002.
Bibliografía
Rojas Morelo, Ileana, “La educación basada en
normas de competencias en el marco de los
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L.O.G.S.E: Una reflexión sobre Ética y Edu- Ángeles Valle Flores (coord.), “Formación en
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