PSICOLOGIA

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

Imaginación

Te explicamos qué es la imaginación, cómo se estimula y su relación con la


creatividad. Además, qué tipos de imaginación existen.

Escuchar

3 min. de lectura

La imaginación construye representaciones en ausencia de estímulos externos reales.

¿Qué es la imaginación?
La imaginación es la capacidad individual de idear o concebir mentalmente una
imagen o impresión que puede o no corresponderse con la realidad. Dicho de
otro modo, se trata de un proceso abstracto y creativo que construye
representaciones de lo que perciben los sentidos, pero en ausencia de estímulos
externos reales. Por ejemplo, una persona puede imaginarse el sonido de un
instrumento musical, sin que esto signifique que esté sonando en realidad o que haya
sonado hace poco.

En este sentido, la imaginación tiene que ver con el recuerdo y la memoria, ya que
las cosas que se imaginan tienen de alguna manera algo que ver con la realidad
previa (incluso cuando se reconfigura lo real libremente, como en la fantasía). De
hecho, la imaginación puede ser una herramienta para interpretar o
comprender la realidad, a través de la conceptualización de teorías.

La palabra “imaginación” proviene del latín imaginatio (“representación”, “imagen”


o “ilusión”) y este a su vez del vocablo imago (“retrato”, “semejanza” o
“apariencia”). Muchos de estos sentidos y asociaciones siguen vigentes, ya que se
puede utilizar el término “imaginación” o el verbo “imaginar” para referirse tanto a
los pensamientos creativos como a las fantasías e ilusiones personales (por ejemplo:
“yo no dije eso, debes haberlo imaginado”).

En numerosas actividades humanas se utiliza la imaginación: desde la ciencia y


la investigación, hasta la literatura y la creación artística, y es por esto que desde
tiempos antiguos ha sido objeto de estudio de distintas disciplinas y perspectivas
filosóficas. Mientras que su estudio científico, por parte de la neurología y
la psicología, se remonta al siglo XX.

Ver además: Habilidades del pensamiento

Tipos de imaginación
Comúnmente se distinguen dos tipos de imaginación, dependiendo del modo en que
cada una funciona: la imaginación reproductiva y la imaginación creativa.

La imaginación reproductiva consiste en la construcción de imágenes mentales a


partir de hechos y experiencias pasadas, es decir, acudiendo a la memoria como
materia prima para formar nuevas imágenes y relatos mentales.

La imaginación creativa consiste en la creación de imágenes mentales que no


tienen que ver directamente con algún recuerdo o rememoración, sino que se
formula a través de caminos originales, insospechados. Este tipo de imaginación, a
su vez, puede clasificarse en:

 Imaginación positiva, cuando conduce a estados emocionales y anímicos


de alta energía, por ejemplo, cuando brinda la solución a un dilema o un
punto de vista novedoso respecto a algo.
 Imaginación negativa, cuando conduce a estados emocionales y
anímicos de baja energía, por ejemplo, cuando recreamos problemas o
sufrimientos que nos conducen a un estado de impotencia o dolor.

Importancia de la imaginación
La imaginación es un mecanismo fundamental del ser humano para lidiar con la
realidad, que le permite construir puntos de vista novedosos y así abordar los
problemas de un modo diferente, compartir experiencias de una manera peculiar,
o reflexionar sobre su propia existencia, su pasado y su futuro. El deseo,
las creencias, la suposición y la memoria son elementos fuertemente conectados con
la imaginación.
A pesar de que no la comprendamos perfectamente todavía, la imaginación es muy
valorada en nuestras sociedades, ya que constituye una fuente inagotable
de ideas y representaciones, a la que todos los individuos son capaces de acceder,
de una u otra manera, y en mayor o menor medida.

Imaginación y creatividad
Si la imaginación es la capacidad de concebir mentalmente ideas, imágenes y puntos
de vista diferentes, la creatividad es la capacidad de dar forma real a los
contenidos que crea la imaginación, a través de la aplicación de técnicas y
procedimientos diferentes.

Una persona creativa, por ende, suele tener una gran imaginación, lo cual no
significa que pase el día entero soñando, sino que puede imaginar formas nuevas en
que utilizar sus talentos o herramientas. Por ejemplo, una persona puede aprender a
hacer cerámica para reproducir los patrones aprendidos, o para indagar formas
nuevas y crear toda una galería propia de estatuas.

En el lenguaje ordinario, “imaginación” y “creatividad” pueden usarse como


sinónimos, pero lo cierto es que el primer término se refiere más a las abstracciones
mentales y el segundo a su aplicación en un método o procedimiento determinado.

Más en: Creatividad

¿Cómo se estimula la imaginación?


Para estimular la imaginación pueden aplicarse diferentes métodos, como son:

 Leer más y ver más cine. Dado que la imaginación es una forma creativa


de reproducción mental, es importante suministrarle contenido que utilizar
a modo de materia prima. Así, mientras más se lea, más filmes se vean y
más contacto se tenga con la creatividad ajena, más se fomentará la propia
imaginación. Ir al museo, leer una novela o ir al cine son buenos
ejemplos.
 Tener experiencias novedosas. Otra forma de suministrar combustible a
la imaginación es a través de experiencias nuevas que salgan de lo
ordinario o que resulten retadoras, como inscribirse en un taller de pintura
o visitar una ciudad desconocida.
 Dedicar tiempo a la meditación. La meditación, en sus distintas formas
y métodos, es un buen camino para reconectar con los contenidos
mentales que en el día a día pasan desapercibidos. A través de ella es
posible reconectar con el recuerdo y explorar de un modo más profundo
las experiencias que se han tenido.
 Aburrirse activamente. En una época de tantas distracciones
y entretenimientos como la contemporánea, el valor creativo del
aburrimiento ha sido a menudo olvidado. El ocio activo, es decir, el no
hacer nada y dedicarse a pensar y mirar el mundo, es una manera idónea
para estimular la imaginación. No se trata de quedarse acostado mirando
el techo, sino de salir a dar un paseo o sentarse un rato a mirar por el
balcón.
 Entregarse a la curiosidad. La curiosidad es una gran aliada de la
imaginación, y a menudo las personas más creativas e imaginativas son,
asimismo, personas ávidas de saber más sobre asuntos poco útiles de la
realidad. A veces simplemente se necesita incursionar en un terreno del
saber que nos resulte ajeno, para descubrir la pasión por el saber y el
comprender, y así traer a la imaginación nuevos contenidos. Por ejemplo,
se puede ver un documental, leer un libro técnico o asistir a una
conferencia sobre asuntos ajenos a los usuales.

También podría gustarte