Estudio de Caso Teoría Información
Estudio de Caso Teoría Información
Estudio de Caso Teoría Información
es/internacional/theguardian/daniel-ellsberg-50-anos-despues-
filtrar-papeles-pentagono-he-arrepentido_1_8036831.html
2 https://alternativaseconomicas.coop/articulo/documentales-y-cine/pulso-periodistico-
al-poder
3 https://dialogoatlantico.com/2018/01/los-papeles-del-pentagono-dangerous-man-
america/
4 https://www.larazon.es/cultura/20220615/2idwy3menjeevgkvzw4ogtpkn4.html
5 https://www.bbc.com/mundo/noticias-43177434
6 https://www.debate.com.mx/opinion/Carlos-Ramirez-Indicador-Politico-Prensa-y-
poder-de-los-Papeles-del-Pentagono-y-Watergate-a-Assange-20220625-0328.html
7 https://www.ondacero.es/programas/por-fin-no-es-lunes/podcast/la-capsula-del-
tiempo-katharine-graham-figura-clave-en-el-escandalo-de-los-papeles-del-pentagono-
sobre-vietnam-y-el-caso-watergate_201806165b24eda00cf277405e661985.html
8 https://www.elconfidencial.com/mercados/2018-01-27/warren-buffett-washington-
post-papeles-del-pentagono-watergate_1512213/
9 https://www-nixonlibrary-gov.translate.goog/news/51st-anniversary-release-pentagon-
papers?_x_tr_sl=en&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es&_x_tr_pto=rq#:~:text=Credit%3A%20The
%20New%20York%20Times,break%2Din%20and%20subsequent%20scandal.
10 https://es.wikipedia.org/wiki/Pentagon_Papers
11 https://www.clasesdeperiodismo.com/tag/pentagon-papers/
12 https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7913077
13 https://www.periodismoespecializado.es/un-caso-archivos-del-pentagono-en-espana
14 https://www.eleconomista.com.mx/arteseideas/The-Post-Los-archivos-del-Pentagono-
20171216-0010.html
15 https://www.elespanol.com/temas/papeles_del_pentagono/
16 https://www.metrolibre.com/cultura/pentagon-papers-y-el-periodismo-heroico-
MRML87835
17 https://rebelion.org/los-archivos-del-pentagono-la-ibertad-de-prensa-y-mucho-mas-
en-juego/
18 https://www.clarin.com/opinion/ano-times-post-reescribieron-historia-periodismo-
norteamericano_0_H1uLbVzIG.html
19 https://www.ecured.cu/Papeles_del_Pent%C3%A1gono
20 https://www.academia.edu/27612667/Los_Papeles_del_Pent%C3%A1gono_45_a
%C3%B1os_de_lucha_para_los_whistleblowers_y_la_libertad_de_expresi%C3%B3n
21 https://www.wsws.org/es/articles/2021/06/17/pent-j17.html
22 https://www.elnuevosiglo.com.co/articulos/04-29-2023-hadelman-y-erlichman-
genesis-del-watergate
23
https://www.democracynow.org/es/2021/6/14/pentagon_papers_leak_50th_anniversar
y
24 https://andaluciainformacion.es/andalucia/734367/los-papeles-del-pentagono-y-las-
fake-news-contra-nixon-viviamos-mejor/
25 https://elrinconcillodereche.blogspot.com/2018/01/los-archivos-del-pentagono-justo-
antes.html
26 https://semanariouniversidad.com/suplementos/watergate-las-cinco-guerras-nixon/
27 https://www.fantasymundo.com/los-archivos-del-pentagono-spielberg-la-libertad-
prensa/
28 https://www.latribunadeciudadreal.es/Cartelera/Z22F30B29-C771-0FA6-
F0180398F9E5C1C2/LOS-ARCHIVOS-DEL-PENTAGONO
29 https://es.wikipedia.org/wiki/Neil_Sheehan
En junio de 1971, el New York Times, el Washington Post y los principales periódicos de
EE.UU. tomaron una valiente posición en favor de la libertad de expresión, informando
sobre los documentos del Pentágono y el encubrimiento masivo de secretos por parte del
gobierno que duró cuatro décadas y cuatro presidencias estadounidenses. En ese momento,
Katharine Graham,del Post, seguía buscando su lugar como la primera mujer editora del
periódico, y Ben Bradlee ,el director, intentaba relanzar un periódico en decadencia.
Juntos, formaron un equipo improbable y a contra el intento sin precedentes de la
Administración Nixon de restringir la primera enmienda.
El argumento del film nos traslada a junio de 1971, cuando The New York Times y The
Washington Post defendieron se conviertieron en adalides de la prensa libre informando
sobre los documentos del Pentágono, el llamado “Informe McNamara” sobre la Guerra de
Vietnam, y el encubrimiento masivo de secretos por parte del gobierno durante varias
décadas y cuatro presidencias.
Una de las primeras misiones fue la de ensuciar la reputación de Daniel Ellsberg, que fue
quien en 1971 filtró a los medios informativos los llamados Papeles del Pentágono, una
historia secreta de la Guerra de Vietnam. La publicación de los documentos en el New
York Times, el Washington Post y posteriormente otros rotativos hizo que Nixon se subiera
por las paredes y despotricara (así lo prueban sus cintas) contra Ellsberg, el movimiento
pacifista, la prensa, los judíos, la izquierda norteamericana y los congresistas de ideas
progresistas, a los que Nixon metía en el mismo saco. Aunque Ellsberg estaba siendo ya
investigado por cargos de espionaje, el equipo encabezado por Hunt y Liddy allanó la
consulta de su psiquiatra buscando información que pudiera manchar el nombre de
Ellsberg y socavar así su credibilidad entre el movimiento pacifista (…). En una grabación
del Despacho Oval fechado el 22 de febrero de 1971, Nixon decía: «A corto plazo, yo creo
que sería mucho más fácil acabar con esto al estilo dictatorial: matar a todos los
periodistas y seguir adelante con la guerra».
Esta semana se cumplen cincuenta años del día en que el periódico The New York Times
empezó a publicar fragmentos de los Papeles del Pentágono, 7.000 páginas de documentos
ultrasecretos sobre la participación de Estados Unidos en Vietnam desde la década de 1940;
una historia que el Pentágono ocultaba. La filtración de estos documentos permitió que se
conocieran las mentiras que el Gobierno había dicho durante años acerca de la guerra, y
reveló que incluso altos funcionarios creían que era imposible ganarla. Además, terminaría
contribuyendo al fin de la guerra en Vietnam y sería una gran victoria para la libertad de
prensa. El periódico difundió documentos que Daniel Ellsberg y Anthony Russo, que
trabajaban como consultores del Pentágono en la empresa RAND Corporation, habían
fotocopiado en secreto. Ellsberg había estado profundamente involucrado en la guerra en
Vietnam como analista de defensa y decidió arriesgarse a pasar el resto de su vida en la cárcel
por revelar la verdad sobre Vietnam. “Me habían mentido. Le habían mentido a todo el país.
Le habían estado mintiendo al Congreso sobre cuál era la situación”, dice Ellsberg. También
señala que, durante años, altos funcionarios gubernamentales supieron que la guerra tenía
“muy pocas probabilidades de ayudar a alguien y que sólo conduciría a un estancamiento
cada vez mayor”.
Esa labor quedó inicialmente al descubierto en 1971 (septiembre), cuando el investigador
asociado del Centro de Estudios Internacionales del Instituto Tecnológico de
Massachusetts, Daniel Ellsberg, filtró a The New York Times, un estudio secreto sobre el
rol que había jugado Estados Unidos en Indochina y que en su momento se bautizó como
“Los papeles del Pentágono”. Indignados por el hecho, los mencionados jefes de esta
‘guardia petroriana’ de la Casa Blanca ordenaron a “los plomeros” asaltar la oficina de
este siquiatra.
Esta semana se cumplen 50 años desde la publicación en el New York Times de Los
Pentagon Papers (los Papeles del Pentágono), que jugaron un papel importante en
galvanizar la oposición popular a la Guerra de Vietnam. La forma en que el
propio Times eligió conmemorar el aniversario proporciona un caso de estudio del
profundo giro hacia la derecha de los medios de comunicación y de todo el establishment
político en las cinco décadas de intervención.
En ninguna parte se expresa este cambio de manera más desnuda que en el silencio
sepulcral del periódico sobre el caso del editor de WikiLeaks encarcelado Julian Assange,
cuya persecución por parte de los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña plantea la
cuestión de los derechos democráticos básicos a la libertad de expresión y la libertad de
prensa de manera aún más aguda que los hechos de hace 50 años.
Los Papeles del Pentágono, oficialmente conocidos como los "Report of the Office of the
Secretary of Defense Vietnam Task Force” (Informes de la Oficina del secretario de
Defensa del Grupo de Trabajo en Vietnam)¹, fue un estudio interno de 7.000 páginas
realizado por el Pentágono sobre las políticas que lo llevaron a la guerra de Vietnam y su
continua escalada. El informe, que consta de 4.000 documentos y análisis secretos del
gobierno de Estados Unidos, expuso la criminalidad de la guerra y las mentiras que se le
dijeron al pueblo estadounidense para justificarlo.
Hablando para el Times, el exeditor ejecutivo Bill Keller defendió en 2013 el papel del
periódico como un instrumento de propaganda estatal y un socio directo del gobierno en la
retención de información al público: "Estamos totalmente de acuerdo en que la
transparencia no es un bien absoluto", dijo. escribió. "La libertad de prensa incluye la
libertad de no publicar, y esa es una libertad que ejercemos con cierta regularidad".
Fue en esta misma vena reaccionaria que el Times marcó el 50 aniversario de los Papeles
del Pentágono. El ensayo principal de una sección especial publicada para la ocasión fue
escrito por David Sanger, corresponsal de seguridad nacional del periódico.
Sanger lamentó el surgimiento de "un conducto completamente nuevo para el público que
en gran medida pasa por alto las salvaguardas periodísticas tradicionales, y que ya está
erosionando al tranquilo toma y daca entre funcionarios del gobierno y reporteros".
Ellsberg estaba preparado para afrontar esa perspectiva. El caso en su contra fue
desestimado en 1973 y se salvó de las consecuencias, gracias a la flagrante mala conducta
del gobierno, que incluyó el envío de los mismos operativos que luego llevarían a cabo el
robo de Watergate para robar la oficina de su psiquiatra en un intento de desenterrar tierra
para usarla para chantajearlo o difamarlo públicamente.
El Times se olvidó de informar a sus lectores que en 2006 este mismo Schoenfeld
utilizó Commentary para denunciar a los propios reporteros y editores del periódico como
traidores en la "guerra contra el terrorismo" y pedir su enjuiciamiento en virtud de la Ley
de Espionaje por exponer una operación ilegal de espionaje interno montado por la
Agencia de Seguridad Nacional.
El “newspaper of record” (diario por excelencia) está mostrando una vez más su amplitud
de miras hacia los métodos de defensa asociados con la dictadura del Estado policial,
incluso si involucra la posible ejecución de sus propios reporteros. Hizo lo mismo hace un
año, invitando al senador republicano Tom Cotton de Arkansas a contribuir con un
artículo de opinión titulado "Envíen las tropas", pidiendo al presidente Trump que invoque
la Ley de Insurrección de 1807 y envíe al Ejército a las calles para reprimir las protestas
contra la brutalidad policial.
A diferencia del Times, el hombre que hizo posible la publicación de los Papeles del
Pentágono, Daniel Ellsberg, se ha mantenido fiel a los principios que guiaron su
exposición de los crímenes estadounidenses en Vietnam hace medio siglo. A la edad de 90
años, ha hecho públicos nuevos documentos que detallan los planes del ejército de EE.
UU. para lanzar una guerra nuclear contra China durante la crisis del Estrecho de Taiwán
en 1958. Al hacerlo, dejó en claro que su decisión fue impulsado por el actual aumento
por EE. UU. de la guerra contra China y su convicción de que quienes dirigen el
Pentágono y el gobierno de Estados Unidos hoy no eran menos “estúpidos o
desconsiderados” que quienes trazaron planes para incinerar Shanghái en ese entonces.
Ellsberg ha desafiado deliberadamente al gobierno a que lo procese una vez más bajo la
Ley de Espionaje.
Las revelaciones de los Pentagon Paper cambiaron para siempre las relaciones entre los
gobiernos estadounidenses y la opinión pública y los medios de comunicación de Estados
Unidos, en la década de 1970, que tras la sobrecargada década anterior de geopolítica
y Guerra Fría, y sobre todo de la Guerra de Vietnam, se destapó como la década que vería
nacer una especie de mayoría de edad de la opinión pública estadounidense, conducida por
una “prensa libre”, autónoma respecto a los poderes políticos y mordaz que se alzaría con
el liderazgo moral para denunciar hechos promovidos desde el poder, destapándolos,
analizándolos y desmenuzándolos, obligando finalmente con esos análisis a las
instituciones políticas y judiciales a actuar.
Estudio
La Ofensiva Tet fue una victoria militar estadounidense, pero un gigantesco fracaso de
imagen de cara a la opinión pública de EE.UU, que a pesar de ver cómo sus soldados
repelieron la agresión norvietnamita, también vio imágenes como la incursión en la
embajada estadounidense en el mismo Saigón, y comprobó la inviabilidad de ésta guerra
ya que tras cuatro años de combates y de recibir mensajes optimistas y promesas de
victoria, los vietnamitas aún tenían fuerzas para lanzar ofensivas por todo Vietnam y hasta
la capital Saigón.
El nombre técnico original del estudio fue “Relaciones Estados Unidos-Vietnam, 1945-
1967: Un estudio preparado por el Departamento de Defensa” (“United States - Vietnam
Relations, 1945-1967: a Study Prepared by the Department of Defense”).
Contenido
Éste estudio puso de relieve los procesos de toma de decisiones, las actuaciones más
indecentes y erróneas, las tergiversaciones y las mentiras intencionadas de todas las
presidencias estadounidenses desde Truman hasta Johnson, cinco presidencias en total,
encaminadas todas ellas a perpetuar la presencia estadounidense en el Sudeste Asiático sin
que ningún presidente, uno detrás de otro, se atreviera a abandonar esa región que estaba
en plena efervescencia anticolonialista expulsando a los europeos, a pesar de que en varias
ocasiones así se aconsejaba, por miedo a ser tachado de poco enérgico con el comunismo,
una actitud heredada de presidente a presidente y perpetuada por sus equipos de
consejeros y que provocó la primera escalada directa con Eisenhower desde 1959, a la que
siguió la intervención militar directa de Estados Unidos con Kennedy para 1961-1962, y
finalmente la guerra con Johnson en 1964-1965.
Johnson continuó con las mentiras, comenzando con el Incidente del Golfo de Tonkin,
hasta lograr que el Congreso le autorizara para lanzar una gran guerra en Vietnam. Todos
los presidentes querían a toda costa evitar perder Indochina bajo su mandato y usando la
excusa de ayudar al pueblo libre de Vietnam del Sur. Y por último Nixon, que tras
desescalar la guerra y reducir la presencia estadounidense desde 1969, la prolongó otros
cuatro años más a base de gigantescas campañas de bombardeos sobre Vietnam del Norte,
tras haber anunciado en las elecciones de 1968 que acabaría con la guerra.
La parte más escabrosa del informe reveló que el gobierno de Johnson ya sabía desde al
menos finales de 1966, el segundo año de la guerra directa de EE.UU en el Sudeste
Asiático, que la guerra no podría ser ganada nunca en los términos concebidos por los
planificadores de Washington (ir a Vietnam, acabar para siempre con la insurgencia por
medios militares convencionales, y retirarse), y que tenía escasísimas probabilidades de
lograr la estabilización y la autodefensa de Vietnam del Sur, el objetivo mínimo
perseguido, aún empleando hasta medio millón ó más de soldados estadounidenses. Se
asumía por tanto que la prolongación de la guerra sólo sería un gigantesco gasto y
provocaría muchas más bajas que las que fueron admitidas en ese momento públicamente.
Aún asumiendo todo ello, el tándem Johnson - McNamara prolongó la guerra, y en buena
parte lo hizo simplemente de cara a la opinión pública norteamericana, que si bien en 1968
apostaba mayoritariamente por una retirada, para 1966 no hacía más que recibir mensajes
en tono de victoria, y no hubiera podido digerir una retirada repentina, que además
hubiese supuesto el hundimiento y la muerte política de la Administración Johnson.
Impacto
La prensa norteamericana hizo causa común con el New York Times y por la libertad de
prensa y la libertad de expresión, y un buen número de periódicos de todo el país tomaron
el testigo del diario neoyorquino y continuaron publicando la práctica totalidad de
los Pentagon Papers.
Juicio
El FBI, a instancias de la Casa Blanca y del Fiscal General, lanzó una auténtica cacería
humana contra él para destruir su reputación.
Un año más tarde, y ya en el contexto del Escándalo Watergate, se supo que durante esa
cacería sobre Ellsberg, justo tras su entrega a la justicia, el grupo denominado “los
fontaneros” efectuó su primera acción ilegal irrumpiendo en septiembre de 1971 en la
consulta del psiquiatra de Ellsberg, Louis Fielding, en Los Ángeles, para lograr
expedientes psiquiátricos que pudieran hacerse públicos desacreditando así la imagen de
Ellsberg.
Tras un largo proceso judicial en el que Ellsberg y su colaborador Athony Russo llegaron
a enfrentarse hasta a 115 años de cárcel, el juicio fue anulado y sobreseído en 1973 al
constatarse que la Administración Nixon y la Fiscalía habían cometido toda clase de
transgresiones de la ley y de atropellos legales contra ambos, incluyendo prevaricación,
supresión de pruebas, ocultación de testigos, obstrucción a la justicia, e incluso robo de
información.
La Administración Nixon, para lograr una dura condena contra Ellsberg y Russo, mintió,
estafó, ocultó pruebas, cometió allanamiento e incluso trató de comprar al juez del caso,
por lo que finalmente el juicio fue declarado nulo.
La guerra de Vietnam, se sabe ahora tras la publicación oficial de los papeles del
Pentágono ordenada cuarenta años después del fin de la contienda, fue un rotundo fracaso
para los norteamericanos. Se saldó con más 60 mil soldados muertos y mutilados que
marcó a varias generaciones.
El fantasma del comunismo, fortalecido tras la Segunda Guerra Mundial, desvelaba al
poder norteamericano más que la Guerra Fría. Del sudeste asiático hasta Asia Central, con
la cabecera de playa de Cuba en América latina, el comunismo era el foco de la política
militar y exterior de las sucesivas administraciones estadounidenses. Daniel Ellsberg había
trabajado en la embajada norteamericana en Vietnam. Tras su regreso a los Estados
Unidos, este estratega fue contratado por Rand Corporation, una agencia del Pentágono
para informes secretos sobre la guerra. Fue parte de un equipo de académicos y
especialistas, a pedido de Robert McNamara, para emitir un informe sobre Vietnam.
Nixon consintió en mantener borrada la verdadera historia que habían ocultado sus
antecesores, desde Eisenhower a Johnson, pasando por John F. Kennedy, a lo largo de tres
décadas. Por eso Ellsberg se dio a la intensa tarea de fotocopiar las 7000 páginas.
Mientras esto ocurría en un rincón del poder, The Washington Post trataba de digerir, el
13 de junio de 1971, la bomba periodística en la portada del Times. Neil Sheehan firmaba
la primicia que todo periodista anhela conseguir una vez en su vida: “Vietnam Archive:
Pentagon Study traces 3 decades of growing U.S. Involvement” (Archivo de Vietnam: Un
informe del Pentágono rastrea tres décadas de intervención creciente de EE.UU.). Así se
titulaba el avance en tapa.
El Times había decidido su publicación luego de mantener tres meses en una suite del
Hotel Hilton a un equipo de periodistas encabezado por Sheehan, que
analizó minuciosamente aquellos documentos. Eran apenas una parte de los gruesos
volúmenes que Ellsberg ocultaba a buen resguardo.
Katharine Graham se movía con soltura entre muchos de los personajes conectados a los
papeles del Pentágono. Era amiga de Henry Kissinger, secretario de Estado de Nixon, y
de McNamara, secretario de Defensa hasta 1968. Bradlee había sido amigo de Kennedy.
Para Graham evitar la publicación de los papeles era una alivio, a punto de sacar la
compañía a Bolsa en esos días. Pero en el barco estandarte de la compañía, que también
tenía radio y televisión, estaba Bradlee, un animal periodístico que sostenía su autoridad
en el pacto de lectura del diario y sus lectores.
En esos días agitados, una atribulada "Kay" Graham analizaba con sus asesores la delicada
situación en que se encontraba su compañía: los canales de TV, las radios, Newsweek y la
parte del Herald Tribune que le correspondía.
“Tuvimos que reflexionar sobre todo lo que estaba en juego, en las miles de personas que
perderían sus empleos, en los lectores, en el destino de toda la compañía, […] Y optamos
por ir adelante”, reflexionó hace años “Kay” Graham. El día que Graham, tras escuchar a
sus abogados y consejeros, le dijo a Bradlee: “Let’s go!” (Adelante!) se convirtió en la
editora mujer más influyente de su época, en un mundo dominado por hombres. Las
máquinas del Post empezaron a imprimir las páginas que cambiarían su historia.
Graham no lo sabía entonces, pero estaba inaugurando una nueva era en el periodismo
norteamericano: en democracia, una mujer reafirmaba que el periodismo debe ser el
control del poder político, y no amigo del poder.
Ellsberg y el Times terminaron en los tribunales. The Post acudió a la misma audiencia
ante la Corte Suprema. Antes, el resto de los diarios regionales de Estados Unidos había
comenzado a publicar el material del Pentágono, lo que hizo sentir a The Post menos solo.
Los cargos de espionaje contra Ellsberg fueron retirados, al tiempo que la Suprema Corte
de Estados Unidos dio la razón al Times por 6 votos contra 3, asegurando la libertad de
prensa y haciendo prevalecer la Primera Enmienda, que sigue definiendo la relación entre
el poder y la prensa norteamericana.
En una exhibición de agallas, The New York Times y The Washington Post, rivales en el
negocio de la palabra escrita, se rebelan ante la autoridad implacable de Nixon, el
presidente más siniestro en la historia de los EE.UU.
Neil Sheehan consiguió dos hitos clave en la historia del periodismo del siglo XX. El
primero, la exclusiva de los documentos que demostraban que el Gobierno de los Estados
Unidos mentía de forma sistemática y estaba mandando a sus soldados a morir en Vietnam
a pesar de saber que su sacrificio sería inútil.
Esos documentos son conocidos como Los papeles del Pentágono.
n 1971, Katharine Graham había dirigido The Washington Post Company durante ocho
años, tomando las riendas del diario tras la muerte de su esposo, Philip, que se quitó la
vida en 1963. Algunos se mostraron escépticos cuando, unos años antes, Katharine fichó
al jefe de la oficina en Washington de Newsweek, Ben Bradlee, para convertirse en el
editor ejecutivo del periódico.
Aunque ambos disfrutaban de una cálida relación de trabajo, ese vínculo sería arrojado a
un crisol en el verano del 71 con la publicación de documentos secretos de los Papeles del
Pentágono sobre la guerra de Vietnam, después de que The New York Times, que filtró
primero la historia, recibió una orden judicial para dejar de informar sobre el asunto. La
publicación de los Papeles del Pentágono fue la prueba de fuego de Graham, que se
enfrentó a una lucha por la libertad de prensa que llegó hasta el Tribunal Supremo de
Justicia de EU, sin mencionar la cruzada que el entonces presidente Richard Nixon
emprendió contra el periódico.
Este conflicto de intereses surgió tras la publicación del informe confidencial llamado:
Relaciones Estados Unidos – Vietnam (1945 -1967): Un estudio elaborado por el
Departamento de Defensa (mundialmente conocido como los Archivos del Pentágono).
Esta revelación fue ocasionada en un principio por el periódico The New York Times
seguida por The Washington Post, aunque todos los medios de comunicación se hicieron
eco de la noticia.
La publicación de los documentos, primero por The New York Times y, después por The
Washington Post, provocó ira y vergüenza pública contra el presidente Richard Nixon,
quien puso la máquina del gobierno de EE.UU. en acción para obligar a la prensa a
abandonar la publicación del documento.
Entre los hechos revelados se encontraba que Estados Unidos había deliberadamente
extendido las acciones de guerra con ataques aéreos contra Laos, ataques costeros
contra Vietnam del Norte y acciones terrestres de los marines, antes incluso de que el
presidente Johnson informara al país en 1964, después de prometer que la guerra de
Vietnam no sería extendida.5 Las revelaciones provocaron gran escándalo y aumentaron la
distancia entre el gobierno y el pueblo estadounidense, dañando a la
administración Nixon en su esfuerzo por llevar adelante la guerra, ya afectada en la época
por las protestas en todo el país contra la guerra de Vietnam.
El 30 de junio de 1972, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos decidió, por seis votos
contra tres, que los mandatos concedidos para impedir las publicaciones eran
inconstitucionales, garantizando a los dos periódicos el derecho a continuar publicando. 7
Mientras algunos saludaron la decisión como una victoria de la Primera Enmienda de la
Constitución —que garantiza la libertad de expresión en los Estados Unidos— otros,
porque la decisión no había sido unánime, la recibieron como una mera victoria legal, que
daba una pequeña protección a los órganos de prensa, contra argumentos que apelaban la
defensa de la seguridad nacional para impedir publicaciones de este género.8
https://nara-media-001.s3.amazonaws.com/arcmedia/research/pentagon-papers/Pentagon-
Papers-Index.pdf?_x_tr_sl=en&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es&_x_tr_pto=rq
https://www-nixonlibrary-gov.translate.goog/news/51st-anniversary-release-pentagon-
papers?_x_tr_sl=en&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es&_x_tr_pto=rq#:~:text=Credit%3A
%20The%20New%20York%20Times,break%2Din%20and%20subsequent%20scandal
El fiscal general de los Estados Unidos, John Mitchell, emitió una orden de restricción
temporal y luego una medida cautelar proporcionada por el Departamento de Justicia que
impidió la publicación posterior del material clasificado. La orden judicial contra la
publicación establecía que una mayor distribución pública de materiales clasificados
amenazaba la seguridad nacional. El New York Times y muchas otras publicaciones se
negaron y, en los siguientes casos, argumentaron que "el uso de información
gubernamental clasificada por parte de los medios no solo era rutinario sino esencial
para el funcionamiento de una prensa libre". New York Times Co. v. Estados
Unidos llegó a la Corte Suprema y los argumentos orales basados en la restricción
previacomenzó el 26 de junio de 1971. El 30 de junio de 1971, la decisión de la Corte
Suprema por 6-3 a favor del New York Times liberó a los medios para comenzar a
publicar sin restricciones.
La publicación continua de documentos clasificados por parte de los medios reveló que
Ellsberg tenía acceso a asuntos confidenciales mucho más allá del estudio, lo
que aumentó la paranoia en la administración de Nixon. Para detener estas filtraciones, el
presidente Nixon encargó a su personal que creara la Unidad de Investigaciones
Especiales de la Casa Blanca, conocida como Los Plomeros . Egil Krogh , David Young ,
E. Howard Hunt y G. Gordon Liddy trabajaron con agencias para investigar y entrevistar
filtraciones confidenciales. Otras tácticas utilizadas por The Plumbers incluyeron robos,
escuchas e intimidación. Las operaciones comenzaron con el allanamiento de Fielding y
culminaron con dos allanamientos en la sede del Comité Nacional Demócrata ubicada en
el complejo Watergate. Finalmente, el escándalo de Watergate y el intento de
encubrimiento llevaron a la renuncia del presidente Nixon.
Junio de 1971: Estados Unidos afrontaba, sin ser consciente de ello, la recta final de su
implicación en la Guerra de Vietnam.
El conflicto había causado una profunda división en un país donde cientos de miles de
personas llevaban años protestando contra la participación estadounidense en una guerra
que no tenía visos de llegar a su fin y que no hacía más que cobrarse la vida de jóvenes
soldados.
El descontento y la indignación se intensificaron a partir de 1965, cuando el ejército de
EE.UU. empezó a bombardear Vietnam Norte.
El número de víctimas aumentaba cada día, los costos de la guerra también ascendían y
los ciudadanos comenzaban a poner en duda las justificaciones del gobierno para seguir
envueltos en una guerra tan lejana.
El reportero llegó a Vietnam con 25 años y lo que allí vio le marcó para siempre.
"Simplemente, no puedo dejar de preocuparme de que, mientras libramos esta
guerra, nos estamos corrompiendo", escribió en The New York Times Magazine
en 1966.
Sheehan señaló que el exanalista no le "dio" los papeles, sino que se los llevó a
escondidas del apartamento de Cambridge (Massachussetts) donde este los tenía
guardados, los copió también ilegalmente y se los llevó al Times.
Inicialmente, habían pactado que Ellsberg se los daría y que, si el periódico accedía a
publicar la historia, haría lo máximo posible por proteger su identidad, pero en el
último momento se echó atrás porque asumió que "perdería el control" de los papeles
en cuanto llegaran a la redacción.
"Había conocido a Ellsberg durante mucho tiempo y pensó que operaría bajo las mismas
normas que solía: la fuente controla el material. No se dio cuenta de que yo había decidido:
'Este tipo es simplemente imposible. No puedes dejarlo en sus manos. Es demasiado
importante y demasiado peligroso", dijo Sheehan al NYT.
Fue ese compañero, Anthony Austin, que no se lo había contado a nadie en el periódico
y se dio cuenta de que le iban a pisar la exclusiva, quien avisó a Ellsberg de que la
primera publicación de los Papeles del Pentágono en el Times era inminente, el 13 de
junio de 1971.
Ellsberg intentó contactar con Sheehan, pero este ignoró sus llamadas hasta que supo
que la exclusiva estaba en imprenta y que sería demasiado tarde para intervenir, por
lo que le pidió a un editor que le dijera cuándo se habían imprimido 10.000
ejemplares, recordó.