Modelo Munnesota
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Modelo Munnesota
Joseph Pedlow
Historia y Filosofía
Origen
Un problema fue y también lo sigue siendo hoy, que la mayoría de la gente niega la
existencia del alcoholismo. Desde luego lo hace el alcohólico y entre otros, los
médicos, los amigos y los familiares, por lo menos durante un periodo prolongado.
Para identificar el problema existen signos y síntomas casi idénticos,
independientemente de características demográficas, de personalidad y de
heterogeneidad socio-cultural de las personas. Se unificaron los criterios
diagnósticos y se puntualizó que todos los alcohólicos beben con exceso, no
importando su estilo de beber, sus personalidades y la clase social a la que
pertenecen. Además, todas las personas suelen tener consecuencias dañinas por
su manera de beber y la mayoría continúa haciéndolo por años, a pesar de que su
vida se complique y empobrezca en calidad.
El enfermo no es culpable
Muy pronto se vio, a través de la experiencia mediante ensayo y error que, para
establecer estrategias efectivas de tratamiento, no se puede ignorar la complejidad
de efectos patológicos que acompañan al alcoholismo. Pero es fundamental trabajar
primero con la adicción. Si no, se pierde la recuperación de trastornos psiquiátricos
o la modificación lograda de problemas sociales y/o físicos. Y a la inversa, ayudar a
alguien a aceptar y afrontar realista y honestamente el alcoholismo y no ayudarle a
manejar otros problemas vitales agobiantes, resultaría en un fracaso. Las
consecuencias asociadas con el alcoholismo se agruparon como multifacéticas, de
índole físico, psicológico, social y espiritual.
La educación de la comunidad
El cuidado
La filosofía básica del programa adoptó los conceptos del Programa de los Doce
Pasos de Alcohólicos Anónimos (AA). La confianza en el valor de AA vino
principalmente de una serie de visitas informales a miembros de la comunidad y a
destacados líderes de AA en el Estado de Minnesota. El grupo de profesionales no
adictos quería conocer y aprender de los miembros de AA su manera de acceder al
pensamiento y a la personalidad del adicto.
Comunidad terapéutica
Se pensó que, para lograr las metas terapéuticas, lo mejor sería que los pacientes
vivieran en un espacio clínico. Se decidió crear un ambiente totalmente estructurado
con una serie de actividades organizada para los pacientes. Se intentaría propiciar
cambios conductuales. Una razón para pensar en la conveniencia de un lugar
cerrado y controlado era, que el tratamiento sería relativamente corto. Si el
programa iba a ser corto, también debería ser intensivo para producir un cambio
rápido. El foco sería la intervención directa sobre el proceso primario de la adicción
bajo el lema prestado de AA que dice, “donde no hay picazón, no rasque”. La meta
sería, desarrollar estrategias para ayudar a cada adicto a modificar el estilo de vida
adictivo.
Equipo multidisciplinario
Estrategias de Tratamiento
2. Grupo de compañeros
3. Conferencias didácticas
Otra de las influencias valiosas fue aprender del procedimiento de las reuniones de
AA en cuanto a sus aspectos didácticos. En los grupos de autoayuda los miembros
viejos les enseñan a los nuevos. Se atienden y escuchan conferencias cortas y
explicaciones sobre la comprensión y experiencia muy personal de los Doce Pasos
y la enseñanza de AA. Como resultado de este descubrimiento se desarrolló una
serie formal de conferencias para los pacientes. De hecho, las conferencias se
convirtieron en la columna vertebral del programa. Una de las razones de la
efectividad de este enfoque didáctico podría tener que ver con el anonimato
protector del aula de conferencias. En este ambiente, los pacientes pueden
reconceptualizar su propia situación sin miedo a exponerse ante los pacientes o el
equipo profesional y, especialmente, sin miedo a tener que hacer revelaciones
personales o vergonzosas.
Programa Familiar
Cuidado Continuo