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El corazón es una bomba, que suele latir entre 60 y 100 veces por minuto. En cada latido, el
corazón envía sangre a todo el cuerpo, transportando oxígeno a todas sus células. Después de
distribuir el oxígeno, la sangre vuelve al corazón. Desde allí, la sangre se bombea hacia los
pulmones, donde se vuelve a cargar de oxígeno. Este ciclo se repite una y otra vez.
El corazón consta de cuatro cavidades, dos en la parte superior y otras dos en la inferior:
Las dos cavidades inferiores son el ventrículo derecho y el ventrículo izquierdo. Estas cavidades
bombean sangre hacia afuera del corazón. Una pared llamada tabique interventricular separa
ambos ventrículos entre sí.
Las dos cavidades superiores son la aurícula derecha y la aurícula izquierda. Las aurículas
reciben la sangre que entra en el corazón. Una pared llamada tabique interauricular separa
ambas aurículas entre sí.
Las aurículas están separadas de los ventrículos a través de las válvulas aurículoventriculares:
Otras dos válvulas cardíacas separan los ventrículos de los grandes vasos sanguíneos que
transportan la sangre que sale del corazón:
La válvula aorta se encuentras entre el ventrículo izquierdo y la arteria aorta, que se encarga
de trasportar sangre al resto del cuerpo.
EL SISTEMA CIRCULATORIO
El sistema circulatorio está formado por vasos sanguíneos que transportan sangre desde el
corazón y hacia el corazón. Las arterias transportan la sangre desde el corazón al resto del
cuerpo, y las venas la trasportan desde el cuerpo hasta el corazón.
El sistema circulatorio lleva oxígeno, nutrientes y hormonas a las células y elimina los
productos de desecho, como el dióxido de carbono. El recorrido que sigue la sangre siempre va
en la misma dirección, para que las cosas sigan funcionando como deben funcionar.
La circulación pulmonar es un circuito de corto recorrido que va del corazón a los pulmones y
viceversa.
La circulación sistémica trasporta la sangre desde el corazón al resto del cuerpo y luego la lleva
de vuelta al corazón
En la circulación pulmonar:
La arteria pulmonar es una gran arteria que sale del corazón. Se ramifica en dos, y lleva la
sangre del corazón a los pulmones. En los pulmones, la sangre recoge oxígeno y elimina
dióxido de carbono. Y la sangre regresa al corazón a través de las venas pulmonares.
En la circulación sistémica:
La sangre que regresa al corazón se ha cargado de oxígeno en los pulmones. Por lo tanto, se
puede distribuir al resto del cuerpo. La aorta es una gran arteria que sale del corazón llena de
sangre rica en oxígeno. Las ramificaciones de la arteria aorta trasportan sangre a los músculos
del mismo corazón, así como a todas las demás partes del cuerpo. Como si de un árbol se
tratara, las ramificaciones se van volviendo más y más pequeñas conforme se van alejando de
la aorta.
En cada parte del cuerpo, una red de diminutos vasos sanguíneos, llamados capilares, conecta
pequeñas ramificaciones arteriales con pequeñas ramificaciones venosas. Los capilares tienen
unas paredes muy finas, lo que permite que los nutrientes y el oxígeno se distribuyan a las
células. Los productos de desecho entran en los capilares.
Luego los capilares desembocan en pequeñas venas. Y las venas pequeñas desembocan en
venas de mayor tamaño a medida que la sangre se va acercado al corazón. Las válvulas de las
venas permiten que la sangre siga fluyendo en la dirección correcta. Las dos grandes venas que
llevan sangre al corazón son la vena cava superior y la vena cava inferior. (Los términos
“superior” e “inferior” no significan que una vena sea mejor que la otra, sino que están
situadas por encima y por debajo del corazón.)
Una vez la sangre regresa al corazón, necesitará volver a entrar en la circulación pulmonar,
donde eliminará el dióxido de carbono y se cargará de oxígeno.
Es un proceso largo que implica a las cámaras del corazón y a los vasos sanguíneos de todo el
cuerpo, con el objetivo de llevar al sangre oxigenada hacia los tejidos que se encuentran más
alejados y así permitir que todos funcionen de la mejor manera.
La sangre pasa por un proceso de oxigenación que es realizado por los vasos sanguíneos, el
corazón y los pulmones, por lo que si alguna de esas estructuras se afecta todo el sistema de la
circulación se verá alterado.