El documento presenta un discurso de Pico de la Mirándola sobre la dignidad del hombre. En él, Dios le habla a Adán después de crearlo y le dice que, a diferencia de los demás seres, el hombre no tiene una naturaleza predeterminada, sino que puede elegir y moldear su propia naturaleza y posición en el mundo mediante su libre albedrío, pudiendo elevarse hasta lo divino o degradarse hasta lo brutal.
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El documento presenta un discurso de Pico de la Mirándola sobre la dignidad del hombre. En él, Dios le habla a Adán después de crearlo y le dice que, a diferencia de los demás seres, el hombre no tiene una naturaleza predeterminada, sino que puede elegir y moldear su propia naturaleza y posición en el mundo mediante su libre albedrío, pudiendo elevarse hasta lo divino o degradarse hasta lo brutal.
Descripción original:
Fragmentos del Discurso sobre la dignidad del hombre
El documento presenta un discurso de Pico de la Mirándola sobre la dignidad del hombre. En él, Dios le habla a Adán después de crearlo y le dice que, a diferencia de los demás seres, el hombre no tiene una naturaleza predeterminada, sino que puede elegir y moldear su propia naturaleza y posición en el mundo mediante su libre albedrío, pudiendo elevarse hasta lo divino o degradarse hasta lo brutal.
El documento presenta un discurso de Pico de la Mirándola sobre la dignidad del hombre. En él, Dios le habla a Adán después de crearlo y le dice que, a diferencia de los demás seres, el hombre no tiene una naturaleza predeterminada, sino que puede elegir y moldear su propia naturaleza y posición en el mundo mediante su libre albedrío, pudiendo elevarse hasta lo divino o degradarse hasta lo brutal.
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“...acabada su obra, el gran Artífice... pensó en crear al hombre (...).
En consecuencia dio al hombre una forma
indeterminada, lo situó en el centro del mundo y le habló así: “Oh Adán: no te he dado ningún puesto fijo, ni una imagen peculiar, ni un empleo determinado. Tendrás y poseerás por tu decisión y elección propia aquel puesto, aquella imagen y aquellas tareas que tú quieras. A los demás les he prescrito una naturaleza regida por ciertas leyes. Tú marcarás tu naturaleza según la libertad que te entregué, pues no estás sometido a cauce angosto alguno. Te puse en medio del mundo para que miraras placenteramente a tu alrededor, contemplando lo que hay en él... Con tu decisión puedes rebajarte hasta igualarte con los brutos, y puedes levantarte hasta las cosas divinas”. G. Pico de la Mirándola: Discurso sobre la dignidad del hombre. (1486) .......................................................................................................................................................................... “...acabada su obra, el gran Artífice... pensó en crear al hombre (...). En consecuencia dio al hombre una forma indeterminada, lo situó en el centro del mundo y le habló así: “Oh Adán: no te he dado ningún puesto fijo, ni una imagen peculiar, ni un empleo determinado. Tendrás y poseerás por tu decisión y elección propia aquel puesto, aquella imagen y aquellas tareas que tú quieras. A los demás les he prescrito una naturaleza regida por ciertas leyes. Tú marcarás tu naturaleza según la libertad que te entregué, pues no estás sometido a cauce angosto alguno. Te puse en medio del mundo para que miraras placenteramente a tu alrededor, contemplando lo que hay en él... Con tu decisión puedes rebajarte hasta igualarte con los brutos, y puedes levantarte hasta las cosas divinas”. G. Pico de la Mirándola: Discurso sobre la dignidad del hombre. (1486) .......................................................................................................................................................................... “...acabada su obra, el gran Artífice... pensó en crear al hombre (...). En consecuencia dio al hombre una forma indeterminada, lo situó en el centro del mundo y le habló así: “Oh Adán: no te he dado ningún puesto fijo, ni una imagen peculiar, ni un empleo determinado. Tendrás y poseerás por tu decisión y elección propia aquel puesto, aquella imagen y aquellas tareas que tú quieras. A los demás les he prescrito una naturaleza regida por ciertas leyes. Tú marcarás tu naturaleza según la libertad que te entregué, pues no estás sometido a cauce angosto alguno. Te puse en medio del mundo para que miraras placenteramente a tu alrededor, contemplando lo que hay en él... Con tu decisión puedes rebajarte hasta igualarte con los brutos, y puedes levantarte hasta las cosas divinas”. G. Pico de la Mirándola: Discurso sobre la dignidad del hombre. (1486) .......................................................................................................................................................................... “...acabada su obra, el gran Artífice... pensó en crear al hombre (...). En consecuencia dio al hombre una forma indeterminada, lo situó en el centro del mundo y le habló así: “Oh Adán: no te he dado ningún puesto fijo, ni una imagen peculiar, ni un empleo determinado. Tendrás y poseerás por tu decisión y elección propia aquel puesto, aquella imagen y aquellas tareas que tú quieras. A los demás les he prescrito una naturaleza regida por ciertas leyes. Tú marcarás tu naturaleza según la libertad que te entregué, pues no estás sometido a cauce angosto alguno. Te puse en medio del mundo para que miraras placenteramente a tu alrededor, contemplando lo que hay en él... Con tu decisión puedes rebajarte hasta igualarte con los brutos, y puedes levantarte hasta las cosas divinas”. G. Pico de la Mirándola: Discurso sobre la dignidad del hombre. (1486) .......................................................................................................................................................................... “...acabada su obra, el gran Artífice... pensó en crear al hombre (...). En consecuencia dio al hombre una forma indeterminada, lo situó en el centro del mundo y le habló así: “Oh Adán: no te he dado ningún puesto fijo, ni una imagen peculiar, ni un empleo determinado. Tendrás y poseerás por tu decisión y elección propia aquel puesto, aquella imagen y aquellas tareas que tú quieras. A los demás les he prescrito una naturaleza regida por ciertas leyes. Tú marcarás tu naturaleza según la libertad que te entregué, pues no estás sometido a cauce angosto alguno. Te puse en medio del mundo para que miraras placenteramente a tu alrededor, contemplando lo que hay en él... Con tu decisión puedes rebajarte hasta igualarte con los brutos, y puedes levantarte hasta las cosas divinas”. G. Pico de la Mirándola: Discurso sobre la dignidad del hombre. (1486) .......................................................................................................................................................................... “...acabada su obra, el gran Artífice... pensó en crear al hombre (...). En consecuencia dio al hombre una forma indeterminada, lo situó en el centro del mundo y le habló así: “Oh Adán: no te he dado ningún puesto fijo, ni una imagen peculiar, ni un empleo determinado. Tendrás y poseerás por tu decisión y elección propia aquel puesto, aquella imagen y aquellas tareas que tú quieras. A los demás les he prescrito una naturaleza regida por ciertas leyes. Tú marcarás tu naturaleza según la libertad que te entregué, pues no estás sometido a cauce angosto alguno. Te puse en medio del mundo para que miraras placenteramente a tu alrededor, contemplando lo que hay en él... Con tu decisión puedes rebajarte hasta igualarte con los brutos, y puedes levantarte hasta las cosas divinas”. G. Pico de la Mirándola: Discurso sobre la dignidad del hombre. (1486)
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