Tipos de Fuego

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TIPOS DE FUEGO

Es particularmente útil en la lucha contra incendios mediante el uso de extintores.


Hay otra clasificación de las sustancias inflamables más compleja que se basa en
parámetros físico-químicos como la temperatura de inflamación, el rango de
inflamabilidad, la temperatura de ebullición.

Las cinco clases son:

- Clase A: SÓLIDOS. Incendios que implican sólidos inflamables que


normalmente forman brasas y que son, generalmente, de naturaleza
orgánica: madera, tejidos, goma, papel, algunos tipos de plástico...

- Clase B: LÍQUIDOS. Incendios que implican líquidos inflamables:


petróleo, gasolina, aceites, pintura, alcohol y sólidos licuables como
la parafina, el asfalto, algunas ceras y plásticos...

- Clase C: GASES. Incendios que implican gases inflamables:


metano o gas natural, hidrógeno, propano, butano, acetileno...

- Clase D: METALES. Incendios que implican metales combustibles:


sodio, magnesio, potasio y muchos otros cuando están reducidos a
virutas muy finas (como el aluminio).

- Clase F: ACEITES Y GRASAS DE COCINA. Incendios derivados de la utilización


de estas materias en aparatos de cocina. Esta clase se creó en 2005 al observar
que estos líquidos no se comportaban igual que el resto y no se podían usar los
mismos agentes extintores como el CO2 o el polvo ABC.
No existe ninguna clase para los incendios eléctricos o clase E (en otros países sí
denominándose CLASE C). Entrarían dentro de otra clase según lo que esté
ardiendo (plástico, una batería, sólido...) La electricidad en si actúa como una
fuente de ignición, pudiendo haber sido la causa del fuego y/o favoreciendo su
desarrollo. 

Los fuegos con presencia de electricidad sí que se tienen en cuenta en la


normativa y los extintores pasan unas pruebas especiales para saber si se pueden
usar o no en su presencia, para qué tensiones y con qué precauciones (regulado
en el Anexo C de la norma UNE-EN 3-7:2004/A1:2007). Puedes ver en la imagen
la etiqueta de un extintor de espuma que, aun siendo su componente principal el
agua, se puede usar en presencia de electricidad hasta 35000 voltios siempre y
cuando se proyecte a más de un metro de distancia. Aunque el extintor haya
pasado esta prueba siempre se recomienda desconectar la electricidad, si es
posible, antes de proyectar el agente extintor.

A continuación, puedes ver un ejemplo de cada clase y algunas características y


propiedades:

CLASE A: MADERA

Todos hemos usado o visto el uso de la madera en una chimenea o en una


barbacoa, pero ¿sabes de qué depende la combustibilidad de la madera?
> Humedad: si la madera está muy fresca le va a costar más arder porque primero
tiene que eliminar el agua que contiene.

> Composición: hay maderas que arden antes que otras según su origen. El pino,
por ejemplo, es una de las maderas que mejor arde.

> Del comburente: a mayor cantidad de oxígeno mejor, por eso avivamos el fuego
haciéndole aire.

> Tamaño: a menor tamaño más superficie de reacción y más facilidad para arder.
El pirólisis se produce antes y la reacción en cadena también. Por este motivo las
ramas arden rápido y un sólido en forma pulverulenta (serrín, harina, azúcar,
carbón...) Puede generar una explosión.
CLASE B: METANOL Y ETANOL

Ambos son líquidos orgánicos pertenecientes a la familia de los alcoholes. El que


llevan las bebidas y el desinfectante sanitario se llama ETANOL y el que se usa
para quemar en laboratorios, en barbacoas, como disolvente y como
anticongelante es METANOL (ojo con este último porque además de inflamable es
tóxico). 

  

Algunas características de las que depende un líquido combustible son:

> Punto de inflamación: la temperatura a la cual se desprenden suficiente cantidad


de vapores para crear una mezcla inflamable con el aire. Para el metanol y el
etanol esta temperatura es de 10 y 12ºC respectivamente. Por debajo de esa
temperatura no arderán.

> Presión de vapor: este parámetro da una información sobre la volatilidad del


líquido, o sea la facilidad de producir vapores. Para una misma temperatura (se
usan 50ºC para las clasificaciones), a mayor presión de vapor más cantidad de
vapores generados. El metanol es más volátil que el etanol (más del doble).

> Temperatura de ebullición: temperatura a la que un líquido pasa a estado


gaseoso. Relacionada con la presión de vapor y la facilidad de generar gases. El
metanol ebulle a 65ºC y el etanol a 78ºC. Recuerda que el agua lo hace a 100ºC.

> Rango de inflamabilidad: es el rango de mezclas con el aire que son inflamables.
Depende de la cantidad de oxígeno que ese líquido necesite para reaccionar. El
metanol tiene un rango de 5.5-44% y el etanol de 3.1-27.7%.

CLASE C: BUTANO Y PROPANO

Estos son los gases combustibles más usados en las viviendas (junto con el
metano). Son conocidos como GLP (gases licuados del petróleo). Se usan para la
calefacción, el agua caliente, para cocinar... y también presentes en los botes de
spray como propelente, en los frigoríficos como refrigerante, en los mecheros,
como carburante en vehículos... No los usamos puros, van mezclados. El propano
comercial lleva un 90% de propano y un 10% de butano, isobutano, etano... Y al
butano comercial le pasa lo mismo (un 90% es butano y el resto otros GLP).

Son gases, pero siempre nos los encontraremos líquidos porque son muy fáciles
de licuar sometiéndolos a presión (entre 2 y 4 bar para el butano comercial y unos
11-15 bar para el propano comercial, según la temperatura). De esta forma se
puede almacenar mayor cantidad de gas en menor espacio. Por ejemplo, una
bombona de butano de 12,5 kg (unos 26 litros) se trasforma en más de 6000 litros
de gas.

Ambos gases son más pesados que el aire, por eso se ponen rejillas de
ventilación hacia la calle en zonas bajas para que salga el gas en caso de fuga y
está prohibido instalar un depósito en pisos inferiores a la calle.

Ambos son inodoros (no tienen olor propio) por lo que se le añade una sustancia
con un olor fuerte para que podamos detectar una fuga (la sustancia es un
mercaptano).

El butano es bueno para el calentador y el fogón en zonas cálidas ya que a menos


de 0ºC no se vaporiza bien y pierde eficacia. Para zonas frías y para uso como
combustible de calefacción es mejor el propano.

Si tienes gas instalado en vivienda te interesa el artículo sobre las fugas de gas y


cómo se debe proceder, mantenimientos y revisiones...

Mucho cuidado con los botes de spray que contienen estos gases como
propelentes. Pueden ocurrir accidentes con ellos al usarlos en espacios cerrados
ya que se puede alcanzar una cantidad suficiente de mezcla y al encontrar un
punto de ignición se produce una explosión. Un ejemplo ocurrió en la Comunidad
Valenciana con un trabajador herido tras una explosión en un baño. Estaba
realizando un arreglo cuando vio cucarachas, proyectó insecticida y cerró la
puerta. Al volver a entrar y seguir trabajando una chispa causó la deflagración.

CLASE D: MAGNESIO
Este metal lo puedes encontrar en tu vehículo, se usa para fabricar algunas partes
como el volante y la barra de dirección. Cuando un coche se incendia, el
magnesio arde a una temperatura de hasta 3000ºC y cuando le cae agua
reacciona violentamente transformándose en hidrógeno y generando chispas
incandescentes. Por eso, este tipo de fuego se debe apagar con un extintor
especial o sofocarlo con arena. Si alguna vez echas agua a un coche ardiendo ten
precaución con esto ya que te podría causar graves daños. Los bomberos siempre
solemos usar agua ya que con gran caudal y con buenas protecciones personales
(casco, chaquetón, equipo de respiración...) no hay problema (aunque algunos se
confían y sufren accidentes). Puedes ver cómo reacciona en estas animaciones:

Incendio en vehículo. Reacción del magnesio con el agua


Bombero herido por explosión

CLASE F: ACEITE DE OLIVA

Aceite ardiendo en una sartén

Se usa en todos los hogares para cocinar alimentos (entre otros muchos usos).
Cuando lo ponemos a calentar y se nos olvida o nos despistamos, empieza a
humear a los 200 o 250ºC y a unos 300-350ºC arde
espontáneamente (temperatura de autoignición). Por eso las freidoras eléctricas
llevan un limitador de temperatura a 190ºC, para no llegar al punto de humeo.

Cuando está ardiendo, adquiere una temperatura muy elevada que hace que los
extintores para líquidos no sean eficaces y deba usarse un extintor específico. En
la norma UNE-EN 3-7 sobre extintores dice que se considera peligroso usar
extintores de polvo ABC y de CO2 en incendios de esta clase. He visto
muchos casos reales en restaurantes en los que la situación ha empeorado
porque alguien ha usado un extintor de polvo. El agente extintor sale con mucha
fuerza y empuja el aceite fuera del recipiente ocasionando una gran llamarada y la
propagación del incendio.

Lo más fácil es extinguirlo por sofocación, eliminar el oxígeno tapando la


sartén con su tapadera, con un trapo húmedo o con una manta ignífuga. La llama
al principio es pequeña ya que solo arde en superficie y es fácil de apagar. Pero
puede llegar a hacerse bastante alta (según las características del recipiente y la
cantidad de aceite) y afectar a la grasa de la campana extractora y/o a los
muebles y así progresar.

Nunca se debe usar agua porque esta se evapora súbitamente y arrastra


pequeñas gotas de aceite que arden produciendo una gran llamarada haciendo
que el incendio se propague y pudiendo ocasionar graves quemaduras. El aceite
puede estar a unos 400ºC y el agua al caer se evapora y aumenta su volumen
1600 veces. Un vaso de agua de 200 ml se transforma en más de 300 litros de
vapor. Esto hace que todo el aceite arda por completo por lo que después de esto
ya no queda combustible y el fuego de la sartén se apaga.

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