T.A. Hurto Simple y Robo Agravado

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ROBO AGRAVADO

DOCTRINA

El presente trabajo tiene por objeto evidenciar un problema de la realidad jurídica peruana, que se
ubica en el área del Derecho Penal, específicamente respecto a la tipificación del delito de robo
agravado, condición que depende de la participación de un arma en la perpetración de la acción
delictiva. Serias contradicciones se han experimentado al momento de evaluar la participación de
las armas que tienen la característica de aparentes, tal situación se intentó resolver por el acuerdo
plenario N° V que desarrolla una postura que contra todo pronóstico jurídico advierte la
posibilidad de considerar a este tipo de armas no reales, como elemento constitutivo de la
agravante en el delito de robo.

DOCTRINA GENERAL DE LAS FUENTES DEL DERECHO PENAL

1. PLANTEAMIENTO GENERAL DE LAS FUENTES DEL DERECHO:

CLASES DE FUENTES

Dentro las clasificaciones que ofrece la doctrina científica encontramos aquellas que se
fundamentan en diferentes criterios, estas se van a clasificar en tres tipos de fuentes
jurídicas:

1) Fuentes de producción o creación: En este concepto se hace referencia al poder


soberano que emana de la norma jurídica: a la entidad administrativa con potestad
normativa. Referente a la institución jurídica mediante la cual se manifiesta la norma
jurídica.

2) Fuentes de conocimiento del derecho: Es el conjunto de medios para investigar el


contenido de las normas jurídicas. Es una fuente principal de conocimiento jurídico y
que son la doctrina y la Jurisprudencia.

3) Fuentes de integración o interpretación de las leyes: No son fuentes de creación del


derecho, sino operaciones empleadas para constituir el contenido y el buen
entendimiento del derecho creado.

Nuestro Código Penal actual (1991), dedica el título V, a la regulación de los delitos contra el
patrimonio definido como “el conjunto de bienes, créditos y derechos de una persona y su pasivo,
deudas u obligaciones de índole económica”. El título V está estructurado en once capítulos, que
tratan; Cap. I hurto, Cap. II robo, Cap. II “A” abigeato, Cap. III apropiación ilícita, Cap. IV la
receptación, Cap. V de la estafa y otras defraudaciones, Cap. VI del fraude en la administración de
personas jurídicas, Cap. VII de la extorsión, Cap. VIII de la usurpación, Cap. IX de los daños, Cap. X
de los delitos informáticos y Cap. XI de la disposición común.
El robo, en cualquiera de sus modalidades, comparte con el hurto una estructura básica: la acción
de apoderarse del objeto material cosa mueble, la ajenidad total o parcial de ésta, y los sujetos.
Cabe resaltar que el legislador ha dividido los conceptos de fuerza, como la que se ejerce sobre las
cosas, y de violencia, como la que va dirigida contra las personas, por lo cual la única violencia que
configura el robo cuando es ejercida luego del apoderamiento, es aquella que constituye una
agresión contra las personas.
El proyecto de Villegas, Ugarriza y García definía al robo como el arrebato violento de una cosa
mueble (art. 310 Código Penal Argentino). Se habían previsto agravantes, como la orden de
autoridad competente, heridas, maltrato, lesiones graves, asociación de dos o más personas,
etcétera.
El robo con violencia es un delito pluriofensivo, en la medida en que la violencia puede afectar,
además del patrimonio, la salud física del sujeto pasivo. Cabe precisar que el valor económico, sea
este mayor o menor a una remuneración mínima vital, no afecta la calificación como delito de
robo del apoderamiento violento de bienes muebles. Sin embargo, si los bienes objeto de esa
clase de apoderamiento lo constituyen semovientes o ganado de cualquier especie considerada en
el artículo 189C, se materializa una modalidad de abigeato.
Bien Jurídico Objetivo
El bien jurídico en el robo es el mismo que del hurto, según Núñez afirma “que lo genéricamente
ofendido por el delito de hurto es la propiedad, pero no en el sentido de propiedad o dominio
como derecho real, sino como patrimonio, a cuyo contenido corresponde la tenencia de las cosas
muebles, que dentro del género propiedad es lo específicamente ofendido”. El uso de la fuerza y
la violencia diferencian al robo del hurto.
Tipo Objetivo
La fuerza de las cosas, según Molinario y Aguirre Obarrio afirman que existe fuerza en las cosas
"cuando la remoción, con ánimo de apoderamiento, de una cosa mueble, tiene lugar por medios
no comunes u ordinarios, cuyo objeto es quebrantar la resistencia de la cosa removida o su guarda
que ofrecían para su remoción, y cuyo efecto es una modificación permanente del estado de la
cosa removida o de su guarda".
Violencia física en las personas, la doctrina española ha sostenido que
la violencia que se precisa para el robo es la que consiste en un acometimiento físico agresivo,
aplicado directamente sobre (en) las personas. La cuestión no es simple, ya que si bien es
necesario que lo violentado sea el cuerpo de la víctima, y entiéndase bien el problema porque será
utilizado a los efectos de la distinción con la extorsión, no es necesario que se actúe "encima" del
cuerpo de la víctima, porque es energía física, la desplegada por amenaza, en contra de ella de
manera inmediata, como ser el que le saca la llave a una persona poniendo el cuchillo en el cuello,
o la amenaza con golpear con un palo, en los ejemplos de Núñez. En síntesis, existe violencia física
en la persona siempre que se despliegue una energía física, tendiente a impedir la acción de la
víctima. Se incluye, para algunos autores, la amenaza con un arma, ya que, en esos casos, no se
trata de una intimidación, sino de despliegue de energía física contra la víctima.
La jurisprudencia argentina ha sostenido "que un fuerte tirón dado para el apoderamiento de las
cosas, constituye la violencia requerida por el esquema del robo, porque no es menester que la
violencia empleada ponga en peligro real la integridad física de la persona atacada, sino que
supere la resistencia normal de ésta para mantener las cosas en su poder".
Intimidacion, según Quintano Ripolles “la intimidación es uno de los modos de exteriorización
criminal que, infundiendo miedo en el espíritu de la víctima, conturba su inteligencia y anula su
voluntad. Intimida quien se aposta en un camino y exige la entrega de una cantidad, bajo amenaza
de un mal actual e inmediato”.
Para la doctrina española la intimidación es, como medio comisivo, el efecto psicológico causado
en el sujeto por la amenaza de un mal; por lo cual no son idénticos los conceptos de intimidación y
amenazas. Mientras que en el delito de amenazas, para algún autor, es indiferente que el sujeto se
sienta psicológicamente constreñido por la conminación, para que sea apreciable la intimidación
es preciso que el sujeto haya resultado efectivamente afectado por el anuncio del mal,
determinando una presión psicológica que restringe su libertad, neutralizando la eventual
oposición y obligándole a soportar el resultado típico que se pretende; en este caso, entregar la
cosa o permitir el apoderamiento de la misma.
Según los autores Arroyo de las Heras y Muñoz Cuesta, “en la jurisprudencia española, por
intimidación, vis compulsiva o vis psíquica, ha de entenderse el comportamiento de quien inspira a
otro u otros el temor racional y fundado a sufrir en su persona o bienes, o en los de otros, un mal
inminente, grave, posible, ilícito y determinado, dependiente de la voluntad del que infunde ese
temor, y capaz de amilanar o amedrentar a una persona de mediana entereza, o, al menos, al
destinatario del anuncio del mal, sea aquél más o menos medroso y pusilánime. Hay intimidación,
no sólo cuando median actos o expresiones de amenazas, sino cuando se ejecuta el hecho con
medios o en circunstancias capaces de producir temor”.
Momento de la violencia, la violencia debe tener una relación de medio a fin con el
apoderamiento, y puede ser antes, durante y después del apoderamiento.
1- Violencia Preparatoria: es la violencia previa al robo se cumple cuando el sujeto activo
efectúa alguna acción anterior al robo, para allanar su camino hacia el apoderamiento.
Puede facilitar su comisión, o hacerlo posible. Núñez afirma, “la violencia anterior es la
realizada antes de que, por obra del que la efectuó o de un tercero, haya principiado la
actividad inmediatamente tendiente al apoderamiento. Por ejemplo, facilita el robo el
sirviente que hace dormir hipnóticamente a su patrón para que luego durante la noche
actúen los ladrones”.
2- Violencia concomitante: Según Núñez, “es aquella que se realiza una vez comenzada la
actividad tendiente al apoderamiento y hasta la consumación”. Por consiguiente, es la que
se realiza durante el robo mismo, desde que comienzan los actos de ejecución del
apoderamiento, hasta el término de su consumación. Así como también, aunque el texto
legal no lo diga, Soler afirma, “la violencia es ejercida para cometer el apoderamiento,
para remover la resistencia opuesta u oponible para tomar las cosas y para llevárselas”.
3- Despues de cometido para procurar su impunidad, en la posición de Creus, “la violencia
que se emplea con posterioridad al apoderamiento lo califica de robo cuando reúne dos
caracteres: uno objetivo, relativo a que los medios sean empleados inmediatamente
después de cometido el robo, en el sentido de que no debe haber solución de continuidad
entre ambas circunstancias, que convierta al empleo del medio en una actividad posterior
independiente; y otro subjetivo, que se manifiesta en que el autor emplee el medio
violento con posterioridad a la consumación del apoderamiento para procurar su
impunidad, esto es, que no será perseguido penalmente por el hecho”.
Tipo Subjetivo
El robo se trata de un delito doloso, por lo tanto, la violencia y la fuerza deben ser dirigidas al
apoderamiento, pero también se entiende que la violencia puede darse después del
apoderamiento con efectos de asegurar la impunidad.
Autoria
Tanto la fuerza como la violencia califican de robo al delito, extendiéndose tal calificación a todos
los que participan, aun cuando no todos los que intervienen hayan realizado la violencia
directamente. Se puede distinguir tres tipos de autoría: autor directo, autor mediato y coautores.
Además, es partícipe quien contribuye a la realización del hecho de otro. No tiene dominio del
hecho. Al respecto el abogado Javier Villa Stein dice: “Será autor quien realiza el tipo, será
partícipe quien coadyuva en su perpetración con acciones intencionalmente cooperantes que
tengan relevancia jurídico penal de cara al tipo catalogado y realizado por el autor. Hasta aquí el
tema no tiene complicación alguna. El autor por sí o instrumentalizando a un tercero, tratándose
de la autoría mediata, hace lo que el verbo rector del tipo penal describe: Mata; lesiona; roba etc.
El participe lo es porque instiga o presta en contubernio con el autor, y sin penetrar el tipo con él,
su ayuda haciéndose su cómplice”.
Consumación
El verbo típico apoderarse exige el efectivo apoderamiento por parte del ladrón, esto es, la
consolidación de un poder efectivo sobre la cosa, la posibilidad de realizar sobre ella actos de
disposición, aunque sea por breve lapso. El delito se consuma, al igual que en el hurto, con el
apoderamiento, pero debe agregarse el ejercicio de la fuerza y/o violencia.
Concurso con otros delitos
Lesiones, la violencia que se ejerce sobre las personas en la comisión del delito de robo puede
constituir lesiones, las cuales pueden ser lesiones faltas o lesiones dolosas leves, la diferencia en la
intensidad del daño a la salud del sujeto pasivo se establece en base a indicadores cuantitativos
relacionados con la incapacidad generada por la lesión o con el tiempo de asistencia facultativa
que demanda. Por su parte Soler interpreta “que el empleo del término genérico violencia no
absorbe cualquier género de violencia que alcance a constituir una infracción autónoma de
lesiones; por lo cual éstas, de existir, deberán concurrir materialmente con el delito de robo.
Aunque, aclara, pueden ser absorbidas las equimosis o escoriaciones levísimas que supone
necesariamente casi toda violencia en las personas”.
Privación ilegal de la libertad, la cual es inherente al modo violento usado por el ladrón, la cual es
absorbida por el robo en tanto constituye precisamente la forma de obligar a soportar la
consumación o de impedir la persecución y recuperación de la cosa o la detención del culpable.
En el Código Penal Peruano (1991), el delito de robo se encuentra tipificado en los artículos 188 y
189 los cuales son transcritos a continuación:
Artículo 188.- Robo

El que se apodera ilegítimamente de un bien mueble total o parcialmente ajeno, para


aprovecharse de él, sustrayéndolo del lugar en que se encuentra, empleando violencia contra la
persona o amenazándola con un peligro inminente para su vida o integridad física será reprimido
con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de ocho años.
Artículo 189.- Robo agravado

La pena será no menor de doce ni mayor de veinte años si el robo es cometido:

1.En casa habitada: esta fórmula es típica de España porque se toma de su Código Penal (Art. 506,
inciso 2). Se destaca porque precisa que se entiende por casa habitada: Art. 508 primer párrafo:
“se considera casa habitada todo albergue que constituyere la morada de una o más personas,
aunque se encontraren accidentalmente ausentes de ella cuando el robo tuviere lugar”. Esta
precisión no se da en nuestro Código Penal, por lo que se podría inferir que es lo mismo que la ley
española, es así que esta precisión nos daría un alcance de la peligrosidad del agente si penetra en
una casa deshabitada, por ello si el delito se efectuara de esta manera, el tipo seria el robo simple
salvo alguna excepción posible pero no probable.

2.Durante la noche o en lugar desolado: tomado de la legislación colombiana, un lugar desolado


puede considerarse despoblado, solitario dependiendo desde las circunstancias y del lugar donde
se encuentre la persona ya sea en una calle donde los habitantes están dentro de sus y no hay
nadie afuera o en una carretera perdida y si a ello le sumamos la expresión “durante la noche”,
ello supone una mayor peligrosidad de ser robado y donde el hecho punible se ve dentro de esta
agravante.

3.A mano armada: el agente tiene que esgrimir el arma no solo que la porte esta es más benigna a
diferencia de la ley española que dice: “son circunstancias que agravan el delito… 1°. Cuando el
delincuente llevare armas u otros objetos peligrosos”. Como se ve en este ordenamiento basta
que se porte el arma, aunque no se ostente ni amenace para considerarlo como agravante.

4. Con el concurso de dos o más personas: este supuesto se verifica si esa persona tiene la
condición de coautores o como dice Klaus Roxin “que participen en autoria funcional”

5. En cualquier medio de locomoción de transporte público o privado de pasajeros o de carga,


terminales terrestres, ferroviarios, lacustres y fluviales, puertos, aeropuertos, restaurantes y
afines, establecimientos de hospedaje y lugares de alojamiento, áreas naturales protegidas,
fuentes de agua minero-medicinales con fines turísticos, bienes inmuebles integrantes del
patrimonio cultural de la Nación y museos: tiene su origen en la legislación colombiana, a través
de esta agravante se busca una respuesta inmediatista coyuntural a un grave problema de la
actualidad lacerante, donde el legislador hace eco del interés socializado de la víctima.

6. Fingiendo ser autoridad o servidor público o trabajador del sector privado o mostrando
mandamiento falso de autoridad: igualmente su raíz es la legislación colombiana, esto nos pone a
reflexionar sobre qué pasaría si son los verdaderos policías los que cometen robos siendo ellos los
custodios del orden y que delincan esto supone de por si una agravante.

7. En agravio de menores de edad, discapacitados, mujeres en estado de gravidez o ancianos.

8. Sobre vehículo automotor.

La pena será no menor de veinte ni mayor de treinta años si el robo es cometido:


1. Cuando se cause lesiones a la integridad física o mental de la víctima.

2. Con abuso de la incapacidad física o mental de la víctima o mediante el empleo de drogas,


insumos químicos o fármacos contra la víctima.

3. Colocando a la víctima o a su familia en grave situación económica.

4. Sobre bienes de valor científico o que integren el patrimonio cultural de la Nación. La pena será
de cadena perpetua cuando el agente actúe en calidad de integrante de una organización delictiva
o banda, o si, como consecuencia del hecho, se produce la muerte de la víctima o se le causa
lesiones graves a su integridad física o mental.

El delito de robo en el derecho comparado

Según Jesús Bernal, “la armonización del Derecho Penal en los países europeos es una necesidad
impuesta por el momento histórico que se vive. Contra este planteamiento choca la existencia de
dos sistemas jurídicos dispares en su evolución y en sus instituciones positivas: el Derecho Penal
anglosajón y el Derecho Penal sistemático de algunos países continentales, entre ellos España. A
pesar de esas barreras, las diferencias reales y el estudio comparado de las instituciones de ambos
sistemas penales, se pueden encontrar vías de aproximación entre ambos sistemas, que respeten
esa legítima particularidad de cada ordenamiento nacional y, al mismo tiempo, ofrezcan a superar
muchos de los prejuicios aquello que en cada uno es incompatible con un derecho penal moderno.
Esa aproximación en la diversidad, será viable mediante la aceptación de las consecuencias que se
deriven de los Principios generales esenciales que deban respetarse en cada ordenamiento penal
positivo. En este trabajo se estudian en particular los dos principios valorativos que informan la
definición del delito, entendida como el conjunto de los presupuestos que legitiman la imposición
de una sanción penal a una determinada conducta. El principio de desvaloración objetiva de una
conducta en cuanto que lesiona derechos o bienes y el principio de culpabilidad o de reproche
personal, constituyen el ámbito ideal para encontrar una base valorativa común en ambos
sistemas, anglosajón y sistemático continental. En esta dirección avanza un sector cualificado de la
doctrina anglosajona y española, que comparte la idea de que ambos principios pueden
desarrollarse en nuestros días de forma armónica, sobre todo en algunas de sus consecuencias,
como las defences o las causas de justificación y exculpación”.
Código Penal Español: Esta norma en el artículo 237 dice: Son reos del delito de robo los que, con
ánimo de lucro, se apoderaren de las cosas muebles ajenas empleando fuerza en las cosas para
acceder al lugar donde éstas se encuentran o violencia o intimidación en las personas. Pese a las
creencias populares, derivadas de la ignorancia en los medios de comunicación, el robo, ya sea con
fuerza o con violencia/intimidación, es siempre delito, cualquiera que sea la cuantía objeto del
mismo.

Código Penal Argentino: Según el artículo 164 del Código Penal de Argentina “Será reprimido con
prisión de un (1) mes a seis (6) años, el que se apoderare ilegítimamente de una cosa mueble, total
o parcialmente ajena, con fuerza en las cosas o violencia física en las personas, sea que la violencia
tenga lugar antes del robo para facilitarlo, en el acto de cometerlo o después de cometido para
procurar su impunidad”. En el artículo 165 agrega: Se impondrá reclusión o prisión de diez (10) a
veinticinco (25) años, si con motivo u ocasión del robo resultare un homicidio.
Código Penal Costarricense:

Robo simple

Artículo 212.- El que se apodere ilegítimamente de una cosa mueble, total o parcialmente ajena,
será reprimido con las siguientes penas: 1.- Con prisión de seis meses a tres años, cuando la
sustracción fuere cometida con fuerza en las cosas y su cuantía no excediere de tres veces el
salario base. 2.- Con prisión 78 de uno a seis años, si mediare la circunstancia prevista en el inciso
anterior y el monto de lo sustraído excediere de tres veces el salario base. 3.- Con prisión de tres a
nueve años, cuando el hecho fuere cometido con violencia sobre las personas. Sin embargo, si el
apoderamiento se realizare por arrebato y no se causare lesión a la víctima que incapacite para el
trabajo por más de diez días, la pena por imponer será de uno a tres años de prisión, siempre que
la cuantía no exceda del monto señalado en el inciso 1) anterior, y de dos a seis años de prisión, si
el valor de lo sustraído excede de ese monto.

Robo agravado

Artículo 213.- Se impondrá prisión de cinco a quince años, en los siguientes casos: 1) Si el robo
fuere perpetrado con perforación o fractura de una pared, de un cerco, de un techo, de un piso,
de una puerta o de una ventana, de un lugar habitado, o de sus de dependencias; 2) Si fuere
cometido con armas; y 3) Si concurriere alguna de las circunstancias de los incisos 1), 2), 4), 5), 6) y
7) del artículo 209. Los casos de agravación y atenuación para el delito de hurto, serán también
agravantes y atenuantes del robo, y la pena será fijada por el juez, de acuerdo con el artículo 71.

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BIBLIOGRAFIA

1- REVISTA UNIVERSIDAD Y SOCIEDAD Universidad y

Sociedad vol.11 no.4 Cienfuegos oct.-dic. 2019  Epub 02-Sep-2019
Importancia de la correcta imputación del delito de robo, garantía de
un adecuado proceso penal
2- RAZONES JURÍDICAS PARA INCORPORAR, UNA POLÍTICA CRIMINAL

PENITENCIARIA PARA GARANTIZAR LA REINSERCIÓN SOCIAL Y


LABORAL, EN EL TRATAMIENTO DEL DELITO DE ROBO AGRAVADO POR:
SEGUNDO DIONICIO MOSQUEIRA RUDAS TESIS 2022 UNIVERSIDAD
PRIVADA ANTONIO GUILLERMO URRELO
3- DERECHO PENAL PARTE ESPECIAL EDGARDO ALBERTO DONNA Antiguo

becario de la Alexander von Humboldt Stiftung Catedrático de Derecho


Penal de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires
4- Javier Aguirre Chumbimune, El tipo penal de robo en el nuevo código

penal peruano de 1991- Derecho 46 - 1992

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