Predica Dar Mas Frutos
Predica Dar Mas Frutos
Predica Dar Mas Frutos
Para que una rama sea productiva tiene que ser podada, es decir, se deberán remover aquellas cosas
que impiden que ese árbol produzca mas fruto.
Aplicado a la vida del discípulo es un proceso donde Dios permite pruebas y situaciones para que
crezcamos y desarrollemos nuestra vida espiritual.
Es esa etapa donde el discípulo está pasando momentos difíciles, pero el no se da cuenta que es el
periodo de mayor crecimiento en su vida cristiana. Dios ha decidido quitar algunas cosas, orgullo,
autosuficiencia, amargura, altivez, falta de perdón, impaciencia, egoísmos, es importante entender que
el Padre es que hace esa operación de poda, el es el podador, el jardinero, el labrador. En estos días, el
labrador va a venir a ver tus ramas, porque es su viña, y el va a podarte, por el bien tuyo y por el bien
mío.
Me pareció curioso que en días atrás, tuve un sueño y la verdad es que no recuerdo todo el sueño, pero
si me acuerdo clara y nítidamente que me encontré con el Señor vestido de granjero y le pedí: “Pódame
Hortelano”. Se que, aunque fue un sueño, el Señor está constantemente podándome para que, a través
de la poda, de la limpieza, de más frutos.
Juan 15:2-3. “Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo
limpiará, para que lleve más fruto. Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado”.
El pámpano son los sarmientos o ramas donde nacen las uvas y en estos versículos podemos encontrar
una de las cosas que debemos hacer para dar más fruto, y esto es, ser limpiados: “Todo pámpano que en
mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto”.
La palabra “limpiará” puede traducirse también como podar, tal y como aparece en otras versiones de la
Biblia como la Biblia de las Américas: “Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo quita; y todo el que da
fruto, lo poda para que dé más fruto”, (Juan 15:2, LBLA), y el proceso de podar se realiza con el propósito
de recortar algunas ramas, con el fin de que la planta pueda producir un mejor fruto.
Obviamente este proceso suena doloroso, pero es necesario para producir el fruto deseado, de hecho, la
palabra griega de donde se traduce limpiar o podar tiene este trasfondo. En el griego original, la palabra
que se traduce como limpiar o podar es “Kazaíro (καθαίρω)”. Por tanto, podemos entender que este
proceso de podar o limpiar, producirá dolor en nuestras vidas, y este proceso esta dirigido especialmente
a aquellas áreas de nuestra vida que no están en armonía con la voluntad de Dios y no hemos querido
corregir, o a moldear ciertas áreas de nuestro carácter para llegar a ser la persona que Dios desea.
Muchas veces el proceso de poda en nuestras vidas vendrá con el propósito de moldear nuestro carácter
y prepararnos para recibir grandes cosas de parte de Dios, tal y como pasó con José, quien sufrió mucho
al ser odiado por sus hermanos y vendido a Egipto como esclavo, al ser acusado de un crimen
injustamente y ser condenado en una cárcel.
Fue gracias a este proceso de dolor, de poda, que Dios preparo a José para llegar a convertirlo a sus 30
años de edad en el gobernador de Egipto y traer el socorro oportuno a su familia cuando el hambre
cubrió toda la tierra.
Nadie se imaginaria, ni el mismo José, que todo lo que él pasó, que sus hermanos lo vendieran, que
fuera llevado a la cárcel por una calumnia de la mujer de Potifar, y todas las tribulaciones que le
sucedieron, era parte de un propósito de Dios para producir en el más fruto.
Hay cosas y procesos que has pasado y estás pasando que producirán mas fruto en tu vida, cambiará tu
carácter, y cambiará tu perspectiva de la vida.
A José le nacieron dos hijos, los cuales tenían un gran significado en su vida. Génesis 41: 51-52. “Y llamó
José el nombre del primogénito, Manasés; porque dijo: Dios me hizo olvidar todo mi trabajo, y toda la
casa de mi padre.52 Y llamó el nombre del segundo, Efraín; porque dijo: Dios me hizo fructificar en la
tierra de mi aflicción”.
Dios permitió el proceso de limpieza en José para al final bendecirle con sus dos hijos, uno, Manases,
representaba la sanidad de Dios en el proceso, Dios lo hizo olvidar del trabajo, por tanto le dio la
capacidad de perdonar a sus hermanos. Y Efraín, que representa el fruto, más fruto, en la tierra de su
aflicción.
A veces el proceso de poda en nuestras vidas contribuye a este fin, moldear nuestro carácter, acrecentar
nuestra fe y desarrollar nuestros dones para cumplir el propósito de Dios en nuestras vidas.
En otras ocasiones, el proceso de poda viene a nuestras vidas con el proceso de disciplinarnos en
aquellas áreas que no queremos cambiar y que no agradan a Dios.
En la Biblia se nos enseña que Dios disciplina a aquellos a quien ama con el propósito de mantenerlos en
el camino correcto y así producir el fruto que desea en sus vidas.
Nos dice Hebreos 12:7-11 “Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es
aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido
participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales
que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los
espíritus, y viviremos? Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía,
pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. Es verdad que ninguna
disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de
justicia a los que en ella han sido ejercitados”.
Por tanto, Dios realiza este proceso de poda donde moldea nuestro carácter y nos disciplina para que
lleguemos a producir muchos frutos, un fruto agradable al Señor. Los frutos que analizamos en la lección
anterior, que aparecen en Gálatas 5:22-23 “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”. Así que a través del
proceso de poda el Señor nos limpia para llegar a producir un fruto agradable al Señor.
Encontramos en Juan 15:3. “Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado”.
Este versículo nos dice que es a través de su palabra que nosotros “podemos ser limpios”. Es la palabra
de Dios la que nos limpia y prepara para andar conforme a su voluntad. 2 Timoteo 3:16-17 “Toda la
Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,
a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”.
CONCLUSIÓN.
Puede ser que estés pasando por un tiempo de poda, de limpieza, de sufrimiento; que estés siendo
disciplinado por el Señor. Quiero decirte que: MANTENTE FIRME, NOS DESMAYES, que mientras
permanezcas en Cristo, apegado a Él y a su Palabra, NO CAERÁS, y que mientras te mantengas en
absoluta dependencia y comunión con Jesús; vas a dar mucho fruto.