Tema 20 Tramitacion Procesal
Tema 20 Tramitacion Procesal
Tema 20 Tramitacion Procesal
En concreto, el juicio ordinario está previsto para delitos que puedan ser
sancionados con penas de prisió n de má s de 9 añ os segú n el Có digo Penal.
La pena que debe tenere en cuenta para fijar la competencia no es la solicitado
por los acusadores, sino la pena en abstracto señ alada al delito.
Artículo 300.
(Suprimido).
Artículo 301.
Las diligencias del sumario será n reservadas y no tendrá n cará cter pú blico
hasta que se abra el juicio oral, con las excepciones determinadas en la presente Ley.
El abogado o procurador de cualquiera de las partes que revelare
indebidamente el contenido del sumario, será corregido con multa de 500 a 10.000
euros.
En la misma multa incurrirá cualquier otra persona que no siendo funcionario
pú blico cometa la misma falta.
El funcionario pú blico, en el caso de los pá rrafos anteriores, incurrirá en la
responsabilidad que el Có digo Penal señ ale en su lugar respectivo.
Artículo 303.
La formació n del sumario, ya empiece de oficio, ya a instancia de parte,
corresponderá a los Jueces de instrucció n por los delitos que se cometan dentro de su
partido o demarcació n respectiva y, en su defecto, a los demá s de la misma ciudad o
població n, cuando en ella hubiere má s de uno, y a prevenció n con ellos o por su
delegació n, a los Jueces municipales.
Esta disposició n no es aplicable a las causas encomendadas especialmente por
la Ley orgá nica a determinados Tribunales, pues para ellas podrá n éstos nombrar un
Juez instructor especial, o autorizar al ordinario para el seguimiento del sumario.
El nombramiento de Juez instructor ú nicamente podrá recaer en un Magistrado
del mismo Tribunal, o en un funcionario del orden judicial en activo servicio de los
existentes dentro del territorio de dicho Tribunal. Una vez designado, obrará con
jurisdicció n propia e independiente.
Cuando el instructor fuese un Magistrado, podrá delegar sus funciones, en caso
de imprescindible necesidad, en el Juez de instrucció n del punto donde hayan de
practicarse las diligencias.
Cuando el delito fuese por su naturaleza de aquellos que solamente pueden
cometerse por Autoridades o funcionarios sujetos a un fuero superior, los Jueces de
instrucció n ordinarios, en casos urgentes, podrá n acordar las medidas de precaució n
necesarias para evitar su ocultació n; pero remitirá n las diligencias en el término má s
breve posible, que en ningú n caso podrá exceder de tres días, al Tribunal competente,
el cual resolverá sobre la incoació n del sumario, y, en su día, sobre si ha o no lugar al
procesamiento de la Autoridad o funcionario inculpados.
Artículo 304.
Las Salas de gobierno de las Audiencias territoriales podrá n nombrar también
un Juez instructor especial cuando las causas versen sobre delitos cuyas
extraordinarias circunstancias, o las de lugar y tiempo de su ejecució n, o de las
personas que en ellos hubiesen intervenido como ofensores u ofendidos motivaren
fundadamente el nombramiento de aquél para la má s acertada investigació n o para la
má s segura comprobació n de los hechos.
Las facultades de las Salas de gobierno será n extensivas a las causas
procedentes de las Audiencias comprendidas dentro de su demarcació n, y los
nombramientos deberá n recaer en los mismos funcionarios expresados en el artículo
anterior de entre los existentes en el territorio, prefiriendo, a ser posible, uno de los
Magistrados de la misma, cuando no fuere autorizado el Juez instructor ordinario para
el seguimiento del sumario.
Lo mismo las Salas de gobierno que los Tribunales, cuando hagan uso de la
facultad expresada en éste y en el precedente artículo, dará n cuenta motivada al
Ministerio de Gracia y Justicia.
Igual facultad tendrá la Sala de gobierno del Tribunal Supremo para designar
cuando proceda Juez especial que conozca de delito o delitos cometidos en lugares
pertenecientes a la jurisdicció n de má s de una Audiencia territorial o en aquellos
casos en que por las circunstancias del hecho lo estimare conveniente la mencionada
Sala, debiendo recaer el nombramiento en cualquier funcionario del servicio activo de
la carrera judicial.
La competencia para la respectiva Audiencia a que deba el proceso ser sometido
después de concluido el sumario, se atribuirá por las reglas del artículo 18 de esta Ley.
Artículo 305.
El nombramiento de Jueces especiales de instrucció n que se haga conforme a
los artículos anteriores será y habrá de entenderse só lo para la instrucció n del
sumario con todas sus incidencias. Terminado éste, se remitirá por el Juez especial al
Tribunal a quien, segú n las disposiciones vigentes, corresponda el conocimiento de la
causa, para que la prosiga y falle con arreglo a derecho.
La comisió n de un presunto delito puede llegar al Juez de instrucció n por
cualquiera de las vías reseñ adas en la LECRIM: denuncia, querella o incoació n de
oficio.
Si el instructor considera que los hechos no son delictivos, dictará un auto de
sobreseimiento libre.
También es posible que la iniciació n se produzca por transformació n de un
procedimiento preexistente.
Artículo 307.
En el caso de que el Juez municipal comenzare a instruir las primeras
diligencias del sumario, practicadas que sean las má s urgentes y todas las que el Juez
de instrucció n le hubiere prevenido, le remitirá la causa, que nunca podrá retener má s
de tres días.
Artículo 308.
Inmediatamente que los Jueces de instrucció n o de Paz, en su caso, tuvieren
noticia de la perpetració n de un delito, el Secretario judicial lo pondrá en
conocimiento del Fiscal de la respectiva Audiencia, y dará , ademá s, parte al Presidente
de ésta de la formació n del sumario, en relació n sucinta, suficientemente expresiva del
hecho, de sus circunstancias y de su autor, dentro de los dos días siguientes al en que
hubieren principiado a instruirle.
Los Jueces de Paz dará n cuenta inmediata de la prevenció n de las diligencias al
de Instrucció n a quien corresponda.
Artículo 309.
Si la persona contra quien resultaren cargos fuere alguna de las sometidas en
virtud de disposició n especial de la Ley Orgá nica a un Tribunal excepcional,
practicadas las primeras diligencias y antes de dirigir el procedimiento contra aquélla,
esperará las ó rdenes del Tribunal competente a los efectos de lo prevenido en el
pá rrafo segundo y ú ltima parte del quinto del artículo 303 de esta Ley.
Si el delito fuere de los que dan motivo a la prisió n preventiva con arreglo a lo
dispuesto en esta Ley y el presunto culpable hubiese sido sorprendido in fraganti,
podrá ser desde luego detenido y preso, si fuere necesario, sin perjuicio de lo
dispuesto en el pá rrafo precedente.
Artículo 310.
Los Jueces de instrucció n podrá n delegar en los municipales la prá ctica de
todos los actos y diligencias que esta Ley no reserve exclusivamente a los primeros
cuando alguna causa justificada les impida practicarlos por sí. Pero procurará n hacer
uso moderado de esta facultad, y el Tribunal inmediato superior cuidará de impedir y
corregir la frecuencia injustificada de estas delegaciones.
Artículo 311.
El Juez que instruya el sumario practicará las diligencias que le propusieran el
Ministerio Fiscal o cualquiera de las partes personadas si no las considera inú tiles o
perjudiciales.
Contra el auto denegatorio de las diligencias pedidas podrá interponerse
recurso de apelació n, que será admitido en un solo efecto para ante la respectiva
Audiencia o Tribunal competente.
Cuando el Fiscal no estuviere en la misma localidad que el Juez de instrucció n,
en vez de apelar, recurrirá en queja al Tribunal competente, acompañ ando al efecto
testimonio de las diligencias sumariales que conceptú e necesarias, cuyo testimonio
deberá facilitarle el Juez de instrucció n, y, previo informe del mismo, acordará el
Tribunal lo que estime procedente.
Artículo 312.
Cuando se presentare querella, el Juez de instrucció n, después de admitirla si
fuere procedente, mandará practicar las diligencias que en ella se propusieren, salvo
las que considere contrarias a las leyes o innecesarias o perjudiciales para el objeto de
la querella, las cuales denegará en resolució n motivada.
Artículo 313.
Desestimará en la misma forma la querella cuando los hechos en que se funde
no constituyan delito, o cuando no se considere competente para instruir el sumario
objeto de la misma.
Contra el auto a que se refiere este artículo procederá el recurso de apelació n,
que será admisible en ambos efectos.
Artículo 314.
Las diligencias pedidas y denegadas en el sumario podrá n ser propuestas de
nuevo en el juicio oral.
Artículo 315.
El Juez hará constar cuantas diligencias se practicaren a instancia de parte.
De las ordenadas de oficio solamente constará n en el sumario aquellas cuyo
resultado fuere conducente al objeto del mismo.
Artículo 317.
El Juez municipal tendrá las mismas facultades que el de instrucció n para no
comunicar al querellante particular las actuaciones que practicare.
Artículo 318.
Sin embargo del deber impuesto a los Jueces municipales de instruir en su caso
las primeras diligencias de los sumarios, cuando el Juez de instrucció n tuviere noticia
de algú n delito que revista cará cter de gravedad, o cuya comprobació n fuere difícil por
circunstancias especiales, o que hubiese causado alarma, se trasladará
inmediatamente al lugar del delito y procederá a formar el sumario, haciéndose cargo
de las actuaciones que hubiese practicado el Juez municipal, y recibiendo las
averiguaciones y datos que le suministren los funcionarios de la Policía judicial.
Permanecerá en dicho lugar el tiempo necesario para practicar todas las diligencias
cuya dilació n pudiera ofrecer inconvenientes.
Artículo 319.
Cuando el Fiscal de la respectiva Audiencia tuviere conocimiento de la
perpetració n de alguno de los delitos expresados en el artículo anterior, deberá
trasladarse personalmente, o acordar que se traslade al lugar del suceso alguno de sus
subordinados para contribuir con el Juez de instrucció n al mejor y má s pronto
esclarecimiento de los hechos, si otras ocupaciones tanto o má s graves no lo
impidieren, sin perjuicio de proceder de igual manera en cualquier otro caso en que lo
conceptuare conveniente.
Artículo 320.
La intervenció n del actor civil en el sumario se limitará a procurar la prá ctica
de aquellas diligencias que puedan conducir al mejor éxito de su acció n, apreciadas
discrecionalmente por el Juez instructor.
Artículo 321.
Los Jueces de instrucció n formará n el sumario ante sus Secretarios.
En casos urgentes y extraordinarios, faltando éstos, podrá n proceder con la
intervenció n de un Notario o de dos hombres buenos mayores de edad, que sepan leer
y escribir, los cuales jurará n guardar fidelidad y secreto.
Artículo 322.
Las diligencias del sumario que hayan de practicarse fuera de la
circunscripció n del Juez de instrucció n o del término del Juez municipal que las
ordenaren tendrá n lugar en la forma que determina el título VIII del libro I, y será n
reservadas para todos los que no deban intervenir en ellas.
Artículo 323.
Sin embargo de lo dispuesto en el artículo anterior, cuando el lugar en que se
hubiere de practicar alguna diligencia del sumario estuviese fuera de la jurisdicció n
del Juez instructor, pero en lugar pró ximo al punto en que éste se hallare, y hubiese
peligro en demorar aquélla, podrá ejecutarla por sí mismo, dando inmediato aviso al
Juez competente.
Artículo 324.
1. La investigació n judicial se desarrollará en un plazo má ximo de doce meses
desde la incoació n de la causa.
Si, con anterioridad a la finalizació n del plazo, se constatare que no será posible
finalizar la investigació n, el juez, de oficio o a instancia de parte, oídas las partes podrá
acordar pró rrogas sucesivas por periodos iguales o inferiores a seis meses.
Las pró rrogas se adoptará n mediante auto donde se expondrá n razonadamente
las causas que han impedido finalizar la investigació n en plazo, así como las concretas
diligencias que es necesario practicar y su relevancia para la investigació n. En su caso,
la denegació n de la pró rroga también se acordará mediante resolució n motivada.
2. Las diligencias de investigació n acordadas con anterioridad al transcurso del
plazo o de sus pró rrogas será n vá lidas, aunque se reciban tras la expiració n del mismo.
Artículo 325.
El juez, de oficio o a instancia de parte, por razones de utilidad, seguridad o de
orden pú blico, así como en aquellos supuestos en que la comparecencia de quien haya
de intervenir en cualquier tipo de procedimiento penal como investigado o encausado,
testigo, perito, o en otra condició n resulte particularmente gravosa o perjudicial,
podrá acordar que la comparecencia se realice a través de videoconferencia u otro
sistema similar que permita la comunicació n bidireccional y simultá nea de la imagen y
el sonido, de acuerdo con lo dispuesto en el apartado 3 del artículo 229 de la Ley
Orgá nica del Poder Judicial.
Artículo 384.
Desde que resultare del sumario algú n indicio racional de criminalidad contra
determinada persona, se dictará auto declará ndola procesada y mandando que se
entiendan con ella las diligencias en la forma y del modo dispuesto en este título y en
los demá s de esta Ley.
El procesado podrá , desde el momento de serlo, aconsejarse de Letrado,
mientras no estuviere incomunicado, y valerse de él, bien para instar la pronta
terminació n del sumario, bien para solicitar la prá ctica de diligencias que le interesen,
y para formular pretensiones que afecten a su situació n. En el primer caso podrá n
recurrir en queja a la Audiencia, y en los otros dos apelar para ante la misma si el Juez
instructor no accediese a sus deseos.
Estas apelaciones no será n admisibles má s que en un solo efecto.
Para cumplir lo determinado en este artículo, el Juez instructor dispondrá que
el procesado menor de edad sea habilitado de Procurador y Abogado, a no ser que él
mismo o su representante legal designen personas que merezcan su confianza para
dicha representació n y defensa.
Contra los autos que dicten los Jueces de instrucció n, decretando el
procesamiento de alguna persona, podrá utilizarse, por la representació n de ésta,
recurso de reforma dentro de los tres días siguientes al de haberle sido notificada la
resolució n; y contra los autos denegatorios de la reforma podrá ser interpuesto
recurso de apelació n en un efecto dentro de los cinco días siguientes al de la
notificació n del auto denegatorio a la representació n recurrente. También podrá ser
interpuesto el recurso de apelació n en un efecto subsidiariamente con el de reforma,
en cuyo caso, el Juez instructor declarará admitido aquél al denegar éste. Si se diera
lugar a la reforma, quedando sin efecto los procesamientos antes acordados, se estará
a lo preceptuado en el pá rrafo siguiente, en cuanto a la reproducció n de la solicitud de
procesamiento ante la Audiencia.
Contra los autos denegatorios de procesamiento, só lo se concederá a quien
haya solicitado éstos el recurso de reforma, utilizá ndolo dentro de los tres días
siguientes al de la notificació n. Contra los autos denegatorios de la reforma así
pretendida, no se podrá utilizar recurso de apelació n ni ningú n otro recurso; pero
podrá reproducirse ante la Audiencia correspondiente la petició n de procesamiento
formulada por la parte a quien le haya sido denegada, cuando, personada ante dicho
Tribunal, si hace uso de tal derecho, evacue el traslado a que se refiere el artículo 627
de esta misma Ley, precisamente dentro del término por el cual le haya sido conferido
dicho traslado. El Tribunal, en tales casos, al dictar el auto que ordena el artículo 630,
resolverá fundadamente lo que proceda; y sin que pueda dejar al criterio del
instructor la resolució n, cuando estime procedentes las declaraciones de
procesamiento solicitadas, mandará al Juez instructor que las haga. Los procesados a
quienes estas resoluciones del instructor se refieran podrá n utilizar directamente el
recurso de apelació n en un efecto, sin necesidad de que utilicen previamente el de
reforma.
Cuando la resolució n del recurso de reforma interpuesto contra un auto
denegatorio de procesamiento sea favorable al recurrente y, por tanto, se acuerde el
procesamiento primeramente solicitado contra la resolució n en que así se declara,
podrá n las representaciones de los procesados a quienes afecte utilizar los mismos
recursos de reforma y apelació n otorgados a los procesados directamente en este
mismo artículo.
Artículo 385.
El Juez, de oficio o a instancia del Ministerio fiscal o del querellante particular,
hará que los procesados presten cuantas declaraciones considere convenientes para la
averiguació n de los hechos, sin que ni el acusador privado ni el actor civil puedan estar
presentes al interrogatorio cuando así lo disponga el Juez instructor.
Artículo 386.
Si el procesado estuviere detenido, se le recibirá la primera declaració n dentro
del término de veinticuatro horas.
Este plazo podrá prorrogarse por otras cuarenta y ocho, si mediare causa grave,
la cual se expresará en la providencia en que se acordase la pró rroga.
Artículo 388.
En la primera declaració n será preguntado el procesado por su nombre,
apellidos paterno y materno, apodo, si lo tuviere, edad, naturaleza, vecindad, estado,
profesió n, arte, oficio o modo de vivir, si tiene hijos, si fue procesado anteriormente,
por qué delito, ante qué Juez o Tribunal, qué pena se le impuso, si la cumplió , si sabe
leer y escribir y si conoce el motivo por que se le ha procesado.
Artículo 389.
Las preguntas que se le hagan en todas las declaraciones que hubiere de
prestar se dirigirá n a la averiguació n de los hechos y a la participació n en ellos del
procesado y de las demá s personas que hubieren contribuido a ejecutarlos o
encubrirlos.
Las preguntas será n directas, sin que por ningú n concepto puedan hacérsele de
un modo capcioso o sugestivo.
Tampoco se podrá emplear con el procesado género alguno de coacció n o
amenaza.
Artículo 390.
Las relaciones que hagan los procesados o respuestas que den será n orales. Sin
embargo, el Juez de instrucció n, teniendo siempre en cuenta las circunstancias de
aquéllos y la naturaleza de la causa, podrá permitirles que redacten a su presencia una
contestació n escrita sobre puntos difíciles de explicar, o que también consulten a su
presencia apuntes o notas.
Artículo 391.
Se pondrá n de manifiesto al procesado todos los objetos que constituyen el
cuerpo del delito o los que el Juez considere conveniente, a fin de que los reconozca.
Se le interrogará sobre la procedencia de dichos objetos, su destino y la razó n
de haberlos encontrado en su poder y, en general, será siempre interrogado sobre
cualquier otra circunstancia que conduzca al esclarecimiento de la verdad.
El Juez podrá ordenar al procesado, pero sin emplear ningú n género de
coacció n, que escriba a su presencia algunas palabras o frases, cuando esta medida la
considere ú til para desvanecer las dudas que surjan sobre la legitimidad de un escrito
que se le atribuya.
Artículo 392.
Cuando el procesado rehú se contestar o se finja loco, sordo o mudo, el Juez
instructor le advertirá que, no obstante su silencio y su simulada enfermedad, se
continuará la instrucció n del proceso.
De estas circunstancias se tomará razó n por el Secretario, y el Juez instructor
procederá a investigar la verdad de la enfermedad que aparente el procesado
observando a este efecto lo dispuesto en los respectivos artículos de los capítulos II y
VII de este mismo título.
Artículo 393.
Cuando el examen del procesado se prolongue mucho tiempo o el nú mero de
preguntas que se le hayan hecho sea tan considerable que hubiese perdido la
serenidad de juicio necesaria para contestar a lo demá s que deba preguntá rsele, se
suspenderá el examen, concediendo al procesado el tiempo necesario para descansar
y recuperar la calma. Siempre se hará constar en la declaració n misma el tiempo que
se haya invertido en el interrogatorio.
Artículo 396.
Se permitirá al procesado manifestar cuanto tenga por conveniente para su
exculpació n o para la explicació n de los hechos, evacuá ndose con urgencia las citas
que hiciere y las demá s diligencias que propusiere, si el Juez las estima conducentes
para la comprobació n de sus manifestaciones.
En ningú n caso podrá n hacerse al procesado cargos ni reconvenciones, ni se
leerá parte alguna del sumario má s que sus declaraciones anteriores si lo pidiere, a no
ser que el Juez hubiese autorizado la publicidad de aquél en todo o en parte.
Artículo 397.
El procesado podrá dictar por sí mismo las declaraciones. Si no lo hiciere, lo
hará el Secretario judicial procurando, en cuanto fuere posible, consignar las mismas
palabras de que aquél se hubiese valido.
Artículo 398.
Si el procesado no supiere el idioma españ ol o fuere sordomudo, se observará
lo dispuesto en los artículos 440, 441 y 442.
Artículo 399.
Cuando el Juez considere conveniente el examen del procesado en el lugar de
los hechos acerca de los cuales deba ser examinado o ante las personas o cosas con
ellos relacionadas, se observará lo dispuesto en el artículo 438.
Artículo 622.
Practicadas las diligencias decretadas de oficio o a instancia de parte por el
Juez instructor, si éste considerase terminado el sumario, lo declarará así, mandando
remitir los autos y las piezas de convicció n al Tribunal competente para conocer del
delito.
Cuando no haya acusador privado y el Ministerio fiscal considere que en el
sumario se han reunido los suficientes elementos para hacer la calificació n de los
hechos y poder entrar en los trá mites del juicio oral, lo hará presente al Juez de
instrucció n para que, sin má s dilaciones, se remita lo actuado al Tribunal competente.
La sustanciació n de los recursos de apelació n admitidos só lo en un efecto no
impedirá nunca la terminació n del sumario, después de haber el Juez instructor
cumplido lo que preceptú a el artículo 227 de esta Ley, y habérsele participado por el
Tribunal superior el recibo del testimonio correspondiente.
En tales casos, al hacer el Secretario judicial la remisió n del sumario a la
Audiencia, cuidará de expresar los recursos de apelació n en un efecto que haya
pendientes. En la Audiencia quedará en suspenso la aplicació n de los artículos 627 y
siguientes hasta que sean resueltas las apelaciones pendientes. Si éstas fueran
desestimadas, en cuanto la resolució n en que así se acuerde sea firme, continuará la
sustanciació n de la causa conforme a los artículos citados; y si se diera lugar a alguna
apelació n, se revocará sin má s trá mite el auto del Juez declarando concluso el sumario
y el Secretario judicial le devolverá éste con testimonio del auto resolutorio de la
apelació n, para la prá ctica de las diligencias que sean consecuencia de tal resolució n.
Artículo 623.
Tanto en uno como en otro caso se notificará el auto de conclusió n del sumario
al querellante particular, si lo hubiere, aun cuando só lo tenga el cará cter de actor civil,
al procesado y a las demá s personas contra quienes resulte responsabilidad civil,
emplazá ndoles para que comparezcan ante la respectiva Audiencia en el término de
diez días, o en el de quince si el emplazamiento fuese ante el Supremo. A la vez se
pondrá en conocimiento del Ministerio fiscal cuando la causa verse sobre delito en que
tenga intervenció n por razó n de su cargo.
Artículo 624.
Si el Juez instructor reputare falta el hecho que hubiese dado lugar al sumario,
mandará remitir el proceso al Juez municipal, consultando el auto en que así lo
acuerde con el Tribunal superior competente.
Artículo 625.
Así que sea firme el auto por haberlo aprobado dicho superior Tribunal, o por
haberse desestimado el recurso de casació n que, en su caso, haya podido interponerse,
se emplazará a las partes para que en el término de cinco días comparezcan ante el
Juez municipal a quien corresponda su conocimiento.
Recibidos los autos por el Juez municipal, se sustanciará el juicio con arreglo a
lo dispuesto en el libro VI de esta Ley.
Artículo 626.
Recibidos en el Tribunal los autos y piezas de convicció n, el Secretario judicial
designará al Magistrado ponente que por turno corresponda.
Fuera de los casos previstos en los dos artículos anteriores, y durante el tiempo
que falte para cumplir el término del emplazamiento, el Magistrado ponente abrirá los
pliegos y demá s objetos cerrados y sellados que hubiere remitido el Juez de
instrucció n.
De la apertura se extenderá acta por el Secretario judicial, en la cual se hará
constar el estado en que se hallaren.
Artículo 627.
Transcurrido dicho término, el Secretario judicial pasará los autos para
instrucció n por otro, que no bajará de tres días ni excederá de diez, segú n el volumen
del proceso, al Ministerio Fiscal, si la causa versa sobre delito en que deba tener
intervenció n, después al Procurador del querellante, si se hubiere personado, y por
ú ltimo a la defensa del procesado o procesados.
Si la causa excediere de mil folios, el Secretario judicial podrá prorrogar el
término, sin que en ningú n caso pueda exceder la pró rroga de otro tanto má s.
Al ser devuelta, se acompañ ará escrito conformá ndose con el auto del inferior
que haya declarado terminado el sumario, o pidiendo la prá ctica de nuevas diligencias.
En el mismo escrito, si la opinió n fuera de conformidad con el auto de
terminació n del sumario, se solicitará por el Ministerio Fiscal, cuando intervenga, por
el Procurador del querellante, si lo hubiere, y por la defensa del procesado o
procesados, lo que estimen conveniente a su derecho, respecto a la apertura del juicio
oral o sobreseimiento de cualquier clase.
Artículo 628.
Devuelta la causa o recogida de poder del ú ltimo que la hubiere recibido, el
Secretario judicial la pasará inmediatamente al ponente, con los escritos presentados,
por término de tres días.
Artículo 629.
El Secretario judicial, al entregar la causa, dispondrá lo que considere
conveniente para que el Fiscal, el querellante y el procesado o procesados en su caso
puedan examinar la correspondencia, libros, papeles y demá s piezas de convicció n sin
peligro de alteració n en su estado.
Artículo 630.
Transcurrido el plazo del artículo 628, el Tribunal dictará auto, confirmando o
revocando el del Juez de instrucció n.
Artículo 631.
Si se revocare dicho auto, se mandará devolver el proceso al Juez que lo hubiere
remitido, expresando las diligencias que hayan de practicarse.
Se devolverá n también las piezas de convicció n que el Tribunal considere
necesarias para la prá ctica de las nuevas diligencias.
Artículo 632.
Si fuere confirmado el auto declarando terminado el sumario, el Tribunal
resolverá , dentro del tercer día, respecto a la solicitud del juicio oral o de
sobreseimiento.
Artículo 649.
Cuando se mande abrir el juicio oral, el Secretario judicial comunicará la causa
al Fiscal, o al acusador privado si versa sobre delito que no pueda ser perseguido de
oficio, para que en el término de cinco días califiquen por escrito los hechos.
Dictada que sea esta resolució n, será n pú blicos todos los actos del proceso.
Artículo 650.
El escrito de calificació n se limitará a determinar en conclusiones precisas y
numeradas:
1.º Los hechos punibles que resulten del sumario.
2.º La calificació n legal de los mismos hechos, determinando el delito que
constituyan.
3.º La participació n que en ellos hubieren tenido el procesado o
procesados, si fueren varios.
4.º Los hechos que resulten del sumario y que constituyan circunstancias
atenuantes o agravantes del delito o eximentes de responsabilidad
criminal.
5.º Las penas en que hayan incurrido el procesado o procesados, si fueren
varios, por razó n de su respectiva participació n en el delito.
El acusador privado, en su caso, y el Ministerio Fiscal cuando sostenga la acció n
civil, expresará n ademá s:
1.º La cantidad en que aprecien los dañ os y perjuicios causados por el
delito, o la cosa que haya de ser restituida.
2.º La persona o personas que aparezcan responsables de los dañ os y
perjuicios o de la restitució n de la cosa, y el hecho en virtud del cual
hubieren contraído esta responsabilidad.
SOBRESEIMIENTO LIBRE
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL
AUTO RESUELVE SOBRE EL
MODO DE CONTINUACIÓN TRANSFORMACIO A JUICIO POR DELITO LEVE
DEL PROCEDIMIENTO
AUTO DE TRANSFORMACIÓN EN
PROCEDIMIENTO ABREVIADO
DILIGENCIAS
COMPLEMENTARIAS SOBRESEIMIENTO AUTO APERTURA JUICIO ORAL
REMISION A ORGANO DE
ENJUICIAMIENTO
2.7.2.3.- CONFORMIDAD
Al inicio de las sesiones del juicio oral, tras la dació n de cuenta a cargo del
Letrado de la AJ y antes de comenzar la prá ctica de las pruebas, cabe una conformidad
sujeta a las siguientes normas (art. 787):
1ª. La conformidad no podrá referirse a hecho distinto ni contener
calificació n má s grave que la del escrito de acusació n anterior.
2ª. Es imprescindible la presencia del acusado, con lo que quedan
excluidos de la conformidad los juicios en ausencia del reo.
3ª. El á mbito de aplicació n de la conformidad por razó n de la pena se
sitú a en los 6 añ os de prisió n.
4ª. Cuando el Juez o Tribunal considere incorrecta la calificació n o
entienda que la pena solicitada no es la procedente, requerirá a la parte
que presentó el escrito de acusació n má s grave para que manifieste si se
ratifica o no en él, y só lo cuando esta parte modifique su escrito de
acusació n y preste de nuevo su conformidad el acusado, podrá el Juez
dictar sentencia de conformidad.
5ª. El Juez o Tribunal, antes de decidir, oirá al acusado acerca de si su
conformidad ha sido prestada libremente y con conocimiento de sus
consecuencias.
6ª. Cuando el Juez o Tribunal albergue dudas sobre si el acusado ha
prestado libremente la conformidad, acordará la continuació n del Juicio.
7ª. También podrá acordar la continuació n, cuando no obstante la
conformidad del acusado, su defensor lo considere necesario.
Las sentencias dictadas en conformidad son recurribles cuando no hayan
respetado los requisitos o términos de la conformidad, si bien el acusado no podrá
impugnar por razones de fondo su conformidad libremente prestada.
PRINCIPIO ACUSATORIO
La sentencia no podrá imponer pena má s grave de la solicitada
por las acusaciones, ni condenar por delito distinto cuando éste
conlleve una diversidad de bien jurídico protegido o mutació n
sustancial del hecho enjuiciado.
Con cará cter general, la sentencia habrá de dictarse dentro de los cinco días
siguientes a la celebració n del juicio, con notificació n a las partes.
2.9.- RECURSOS
Las sentencias dictadas por el Juzgado de lo Penal son apelables ante la
Audiencia Provincial dentro de los 10 días siguientes al de su notificació n.
3.- JUICIO POR DELITOS LEVES
La condició n de delito leve se atribuye cuando la pena prevista, por su
extensió n, pueda considerarse leve (art. 13 CP).
El plazo de prescripció n de estas infracciones es de un añ o (art. 131.1 CP).
Para el castigo de los delitos leves, en general, las penas suelen ser de multa,
aunque también pueden aplicarse penas de trabajos en beneficio de la comunidad y de
localizació n permanente.
o El Ministerio Fiscal.
2. Siempre que se cuente con los medios tecnológicos necesarios el Secretario judicial garantizará
la autenticidad e integridad de lo grabado o reproducido mediante la utilización de la firma
electrónica reconocida u otro sistema de seguridad que conforme a la ley ofrezca tales garantías. En
este caso, la celebración del acto no requerirá la presencia en la sala del Secretario judicial salvo que
lo hubieran solicitado las partes, al menos dos días antes de la celebración de la vista, o que
excepcionalmente lo considere necesario el Secretario judicial, atendiendo a la complejidad del
asunto, al número y naturaleza de las pruebas a practicar, al número de intervinientes, a la
posibilidad de que se produzcan incidencias que no pudieran registrarse, o a la concurrencia de otras
circunstancias igualmente excepcionales que lo justifiquen, supuesto en el cual el Secretario judicial
extenderá acta sucinta en los términos previstos en el apartado siguiente.
β Atenuació n.
β Oposició n
Excusas (facultativo)
Los mayores de sesenta y cinco añ os y las personas con
discapacidad.
Los que hayan desempeñ ado efectivamente funciones de jurado
dentro de los cuatro añ os precedentes al día de la nueva
designació n.
Los que sufran grave trastorno por razó n de las cargas familiares.
Los que desempeñ en trabajo de relevante interés general, cuya
sustitució n originaría importantes perjuicios al mismo.
Los que tengan su residencia en el extranjero.
Los militares profesionales en activo cuando concurran razones
de servicio.
Los que aleguen y acrediten suficientemente cualquier otra causa
que les dificulte de forma grave el desempeñ o de la funció n de
jurado.
o El grado de ejecució n
Emplazadas las partes y remitido testimonio de las actuaciones, así como de las
piezas de convicció n, el dinero y las piezas separadas si las hubiere, se procede al
archivo del procedimiento en el ó rgano instructor.
4.7.- EL VEREDICTO
Concluido el juicio oral, después de producidos los informes y oídos los
acusados, el Magistrado-Presidente procederá a someter al Jurado por escrito el objeto
del veredicto conforme a las siguientes reglas:
a) Narrará en pá rrafos separados y numerados los hechos alegados
por las partes y que el Jurado deberá declarar probados o no,
diferenciando entre los que fueren contrarios al acusado y los que
resultaren favorables. No podrá incluir en un mismo pá rrafo hechos
favorables y desfavorables o hechos de los que unos sean susceptibles de
tenerse por probados y otros no.
Comenzará por exponer los que constituyen el hecho principal de
la acusació n y después narrará los alegados por las defensas. Pero si la
consideració n simultá nea de aquéllos y éstos como probados no es
posible sin contradicció n, só lo incluirá una proposició n.
Cuando la declaració n de probado de un hecho se infiera de igual
declaració n de otro, éste habrá de ser propuesto con la debida prioridad y
separació n.
b) Expondrá después, siguiendo igual criterio de separació n y
numeració n de pá rrafos, los hechos alegados que puedan determinar la
estimació n de una causa de exenció n de responsabilidad.
c) A continuació n incluirá , en pá rrafos sucesivos, numerados y
separados, la narració n del hecho que determine el grado de ejecució n,
participació n y modificació n de la responsabilidad.
d) Finalmente precisará el hecho delictivo por el cual el acusado
habrá de ser declarado culpable o no culpable.
e) El Magistrado-Presidente, a la vista del resultado de la prueba,
podrá añ adir hechos o calificaciones jurídicas favorables al acusado
siempre que no impliquen una variació n sustancial del hecho justiciable,
ni ocasionen indefensió n.
Si el Magistrado-Presidente entendiese que de la prueba deriva un hecho que
implique tal variació n sustancial, ordenará deducir el correspondiente tanto de culpa.
Antes de entregar a los jurados el escrito con el objeto del veredicto, el
Magistrado-Presidente oirá a las partes, que podrá n solicitar las inclusiones o
exclusiones que estimen pertinentes, decidiendo aquél de plano lo que corresponda.
Seguidamente el Jurado se retirará a la sala destinada para su deliberació n.
Presididos inicialmente por aquél cuyo nombre fuese el primero en salir en el sorteo,
procederá n a elegir al portavoz. La deliberació n será secreta, sin que ninguno de los
jurados pueda revelar lo en ella manifestado. La deliberació n tendrá lugar a puerta
cerrada, sin que les sea permitida comunicació n con persona alguna hasta que hayan
emitido el veredicto, adoptá ndose por el Magistrado-Presidente las medidas
oportunas al efecto. La votació n será nominal, en alta voz y por orden alfabético,
votando en ú ltimo lugar el portavoz. Ninguno de los jurados podrá abstenerse de
votar. (art. 58 LOTJ).
El portavoz someterá a votació n cada uno de los pá rrafos en que se describen
los hechos, tal y como fueron propuestos por el Magistrado-Presidente. Los jurados
votará n si estiman probados o no dichos hechos. Para ser declarados tales, se requiere
siete votos, al menos, cuando fuesen contrarios al acusado, y cinco votos, cuando
fuesen favorables. Si no se obtuviese dicha mayoría, podrá someterse a votació n el
correspondiente hecho con las precisiones que se estimen pertinentes por quien
proponga la alternativa y, nuevamente redactado así el pá rrafo, será sometido a
votació n hasta obtener la indicada mayoría.
Concluida la votació n, se extenderá un acta con los siguientes apartados:
a) Un primer apartado, iniciado de la siguiente forma: «Los jurados han
deliberado sobre los hechos sometidos a su resolució n y han encontrado
probados, y así lo declaran por (unanimidad o mayoría), los siguientes...».
b) Un segundo apartado, iniciado de la siguiente forma: «Asimismo, han
encontrado no probados, y así lo declaran por (unanimidad o mayoría), los
hechos descritos en los nú meros siguientes del escrito sometido a nuestra
decisió n». Seguidamente indicará n los nú meros de los pá rrafos de dicho
escrito, pudiendo reproducir su texto.
c) Un tercer apartado, iniciado de la siguiente forma: «Por lo anterior, los
jurados por (unanimidad o mayoría) encontramos al acusado... culpable/no
culpable del hecho delictivo de...».
d) Un cuarto apartado, iniciado de la siguiente forma: «Los jurados han
atendido como elementos de convicció n para hacer las precedentes
declaraciones a los siguientes: ...». Este apartado contendrá una sucinta
explicació n de las razones por las que han declarado o rechazado declarar
determinados hechos como probados.
e) Un quinto apartado en el que hará n constar los incidentes acaecidos
durante la deliberació n, evitando toda identificació n que rompa el secreto
de la misma, salvo la correspondiente a la negativa a votar.
El acta será firmada por todos los jurados, haciéndolo el portavoz por el que no
pueda hacerlo por sí. Si alguno de los jurados se negara a firmar, se hará constar en el
acta tal circunstancia.
o Robo