Guia Unidad Ii
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Analicemos
Reflexiona y comenta:
A LEER
Cuentan que, en el receso de una batalla, el general de un poderoso ejército se presentó en el templo
Tofuku-ji, donde moraba un monje que cargaba consigo la fama de ser la persona más sabia de su
tiempo y la más dotada espiritualmente. Su deseo no era más que el de saludarlo, ya que ambos
habían compartido tristezas y alegrías de la infancia en una pequeña aldea, no demasiado lejana del
lugar donde se levantaba el templo.
Cuando uno de los aspirantes lo recibió en la entrada del templo, el general dijo:
—Dígale al maestro que el general Kitagaki está aquí para verlo.
El discípulo entró en el templo y volvió a salir después de unos minutos.
—El maestro dice que no puede verlo, dice que no conoce a ningún general.
—Sin duda se trata de un malentendido. Dígale al maestro que volveré mañana.
Al día siguiente el general volvió a presentarse frente al templo.
En el camino había estado pensando que quizás hubiera más de un maestro en el templo. «Seré más
claro esta vez», pensó Kitagaki. Así que cuando un discípulo salió a recibirlo, le dijo:
—Dígale al maestro Ho que el general Kitagaki está aquí para verlo.
El joven hizo una reverencia y entró al templo. Al salir, su respuesta fue idéntica a la del día anterior.
—El maestro Ho dice que no puede verlo, y que no conoce a ningún general.
—Dígale que regresaré mañana —dijo otra vez Kitagaki.
Antes de retirarse agregó ofuscado:
—Y dígale que más le vale no negarse de nuevo a verme.
Aún no había salido completamente el sol la siguiente mañana cuando Kitagaki se detuvo de nuevo
Colegio Miraflores DEPARTAMENTO DE LENGUAJE Y COMUNICACIÓN
Viña del Mar
frente a las puertas del templo Tofuku-ji y, utilizando su voz firme y sonora, se anunció frente al
aspirante que estaba allí:
—Dígale al maestro que el general Kitagaki, líder del Ejército del Sur, demanda verlo.
Nuevamente el discípulo desapareció dentro del templo y al regresar repitió:
—El maestro dice que no puede verlo pues no conoce a ningún general ni tiene idea de qué es el
Ejército del Sur. Pero le envía esto.
Entonces le tendió al militar un pequeño caballito de madera, el tipo de juguete que habría usado un
niño de cinco años.
Entonces, de pronto, aparecieron en la memoria de Kitagaki imágenes de la pequeña aldea en la que
había crecido, oyó las voces de los niños corriendo y la suya propia, cuando jugaba con figuras de
madera como la que, en ese momento, tantos años después, tenía entre sus manos. Permaneció un
minuto en silencio y luego se dio cuenta de su error:
—Pídele disculpas al maestro. Dile que su viejo amigo Kitagaki está aquí para verlo.
El aspirante a monje volvió al interior del templo y, al cabo de unos minutos, salió acompañado del
maestro que, abriendo los brazos hacia Kitagaki, dijo:
—¡Viejo amigo! ¡Qué gusto que estés aquí! ¡Hace tres días que te estoy esperando!
3. Kitagaki era el general de un poderoso ejército, mientras que el maestro Ho era la persona más sabia
de su tiempo. ¿Por qué estos personajes tan distintos son amigos? ¿De qué se compone el lazo de esa
amistad?
4. ¿Estás de acuerdo con que el maestro solo haya recibido a Kitagaki cuando este dejó de presentarse
como «general»? Fundamenta.