CENÁCULO

CEN�CULO DEL SANTO ROSARIO.
CEN�CULO DEL SANTO ROSARIO.
AGENDA PARA EL CEN�CULO
1. SE�AL DE LA CRUZ.
2. INTRODUCCI�N.- TODAS LAS PERSONAS PRESENTES DICEN SU NOMBRE (SENTADOS).
3. HIMNO. (DOS VERSOS, DE PIE).
4. ACTO DE CONSAGRACI�N AL INMACULADO CORAZ�N DE MAR�A (DE PIE).
5. LOS CINCO MISTERIOS GOZOSOS DEL SANTO ROSARIO. (SENTADOS).
7. LECTURA DE UN MENSAJE (O LA MITAD) DEL LIBRO "A LOS SACERDOTES, LOS HIJOS
PREDILECTOS DE LA VIRGEN" (SENTADOS).
8. REFLEXI�N EN SILENCIO DE UN MINUTO Y MEDIO A DOS MINUTOS DE LA LECTURA.
(SENTADOS)
9. LOS CINCO MISTERIOS DOLOROSOS DEL SANTO ROSARIO. (SENTADOS).
11. IDEM AL PUNTO # 7 ANTES MENCIONADO.
12. IDEM AL PUNTO # 8 ANTES MENCIONADO.
13. LOS CINCO MISTERIOS GLORIOSOS DEL SANTO ROSARIO (SENTADOS).
14. LA SALVE.
15. ORACION DEL SANTO ROSARIO. (OREMOS, OH DIOS, CUYO HIJO UNIG�NITO, ...).
16. ORACION POR EL PAPA Y LOS SACERDOTES (UN PADRE NUESTRO, UN AVE MARIA Y UN
GLORIA).
17. SE�AL DE LA CRUZ.
18. REFRIGERIO.
ACTO DE CONSAGRACI�N
AL CORAZ�N INMACULADO DE MAR�A
(Para Religiosos, Religiosas y laicos que se adhieren al
Movimiento Mariano)
Virgen de F�tima, Madre de Misericordia, Reina del Cielo y de la Tierra, Refugio de

los Pecadores, nosotros, adheri�ndonos al Movimiento Mariano, nos consagramos de un
modo especial�simo a tu Coraz�n Inmaculado.
Con este acto de consagraci�n entendemos vivir contigo y por medio de Ti, todos los
compromisos contraidos con nuestra consagraci�n bautismal (y con nuestra Profesi�n
de los Santos Votos); nos comprometemos, adem�s, a obrar en nosotros aquella
conversi�n interior tan exigida por el Evangelio, que nos libere de todo apego a
nosotros mismos, y a los f�ciles compromisos con el mundo, para estar, como t�,
disponibles solamente para hacer siempre la Voluntad del Padre.
Y mientras entendemos confiarte a Ti, madre Dulc�sima y Misericordia, nuestra
existencia y nuestra vocaci�n cristiana (nuestra vocaci�n religiosa) para que Tu la
dispongas seg�n tus designios de salvaci�n en esta hora decisiva que pesa sobre el
mundo, nos comprometemos a vivirla seg�n tus deseos, en particular, por lo que se
refiere a un renovado esp�ritu de Oraci�n y penitencia, la participaci�n fervorosa
en la celebraci�n de la Eucarist�a y en el Apostolado, la recitaci�n diaria del
Santo Rosario y un austero modo de vida, conforme al Evangelio, que sea para todos
buen ejemplo en la observancia de la Ley de Dios, en el ejercicio de las virtudes
cristianas, especialmente de la pureza.
Te prometemos tambi�n estar unidos al Santo Padre, a la Jerarqu�a y a nuestros
sacerdotes, de tal manera que formemos una barrera al proceso de contestaci�n al
Magisterio, que amenaza los fundamentos mismos de la Iglesia.
Bajo tu protecci�n queremos ser tambi�n los ap�stoles de esta, hoy tan necesaria,
unidad de oraci�n y de amor con el Papa sobre quien suplicamos de Ti una especial
protecci�n.
En fin, te prometemos conducir a las almas con las que nos pongamos en contacto, en
cuanto nos sea posible, a una renovada devoci�n hacia Ti.
Sabiendo que el ate�smo ha hecho naufragar en la Fe a un gran n�mero de fieles, que
la desacralizaci�n ha entrado en el templo Santo de Dios, que el mal y el pecado
invaden cada vez m�s el mundo, nos atrevemos a levantar confiadamente nuestros ojos
a Ti. Madre de Jes�s y Madre Nuestra, Misericordiosa y Poderosa, para invocarte
tambi�n hoy, y esperar s�lo de Ti la salvaci�n para todos tus hijos, �Oh Clemente,
oh Piadosa, oh Dulce Virgen Mar�a!.
(Con aprobaci�n eclesi�stica).
COMO REZAR EL CEN�CULO
LOS QUINCE MISTERIOS DEL SANTO ROSARIO
Los Cinco Misterios Gozosos

1. La Anunciaci�n del Angel a Mar�a. El �ngel Gabriel anuncia a la Virgen Mar�a que
Dios desea que Ella sea la Madre de su Hijo. Mar�a obedece con humildad.
Ora con el prop�sito de alcanzar
La humildad.
2. La Visitaci�n de Nuestra Se�ora a su prima Santa Isabel. Mar�a visita a su
prima Santa Isabel, qui�n dar� a luz a San Juan Bautista. Se queda con ella tres
meses atendi�ndola.
Ora con el prop�sito de alcanzar la
caridad hacia el pr�jimo.
3. El Nacimiento del Hijo de Dios en Bel�n. Jesucristo, el Hijo de Dios, nace en un
establo. Su Madre lo recuesta en un pesebre.
Ora con el prop�sito de saber despegarte de las cosas del mundo, despreciar las
riquezas
y amar la pobreza.
4. La Presentaci�n del Ni�o en el Templo. Mar�a y Jos� llevan al Ni�o Jes�s al
templo, en Jerusal�n, para presentarlo a su Padre Celestial.
Ora con el prop�sito de alcanzar la pureza
De cuerpo y alma.
5. El Ni�o perdido y hallado en el templo. Pensando que el Ni�o Jes�s se hab�a
extraviado, Mar�a y Jos� vuelven a Jerusal�n en busca suya. Lo encuentran en el
templo al cabo de tres d�as.
Ora con el prop�sito de alcanzar la
verdadera sabidur�a.
Los Cinco Misterios Dolorosos.

1. La Oraci�n de Jes�s en el huerto. Jes�s ora en el Monte de los Olivos. Mientras
medita en los pecados de los hombres y en los sufrimientos que le esperan. Un
sudor de sangre lo inunda.
Ora con el prop�sito de alcanzar la contrici�n
de los pecados.
2. La Flagelaci�n del Se�or. Jes�s es despojado de sus vestiduras, atado a una
columna y azotado hasta tener el cuerpo cubierto de heridas y de sangre.
Ora con el prop�sito de alcanzar la mortificaci�n
de los sentidos
3. La Coronaci�n de Espinas. Le ponen a Jes�s en la cabeza una corona trenzada de
espinas. Sus ojos se llenan de l�grimas y de sangre. Se mofan de �l y le escupen
el rostro.
Ora con el prop�sito de alcanzar el
Desprecio del mundo.
4. Jes�s con la Cruz a cuestas. Jes�s lleva su pesada Cruz a cuestas hasta el
Calvario. En cada estaci�n Mar�a acompa�a a su Hijo en su sufrimiento.
Ora con el prop�sito de alcanzar la paciencia y la aceptaci�n de las cruces.
5. La Crucifixi�n y Muerte de Jes�s. Clavado a la Cruz, Jes�s muere en presencia de
su Madre, despu�s de una agon�a de tres horas.
Ora por la conversi�n de los pecadores, la perseverancia de los justos y el alivio
de las almas del purgatorio.
Los Cinco Misterios Gloriosos.

1. La Resurrecci�n del Se�or. Habiendo vencido la muerte, Jes�s resucita de la
tumba glorioso e inmortal, el d�a de Pascua. �l abre de nuevo las puertas del
cielo.
Ora con el prop�sito de alcanzar el amor de Dios y el fervor en su servicio
2. La Ascenci�n del Se�or. Cuarenta d�as despu�s de la resurrecci�n, Jes�s asciende
al cielo en presencia de su Madre y de sus disc�pulos.
Ora con el prop�sito de alcanzar un ardiente
deseo del Cielo.
3. La Venida del Esp�ritu Santo. Diez d�as despu�s de la Ascenci�n del Se�or al
cielo, el Esp�ritu Santo desciende sobre Mar�a y los disc�pulos bajo la forma de
lenguas de fuego.
Ora por la venida del Esp�ritu Santo
a nuestras almas
4. La Asunci�n de Nuestra Se�ora. Al finalizar su vida en la tierra, Mar�a Madre de
Dios, es llevada al cielo en cuerpo y alma.
Ora por una verdadera devoci�n a Mar�a.
5. La Coronaci�n de Nuestra Se�ora. En medio del gozo de todos los �ngeles y los
santos, la Madre de Dios es coronada por su Hijo "Reina del Cielo"
Ora con el prop�sito de alcanzar la perseverancia en la gracia y obtener la corona
de gloria.
La meditaci�n de los misterios es una parte muy importante de la devoci�n del Santo
Rosario. Ponte en el lugar con Jes�s y Mar�a y vive con Ellos los misterios. Las
peticiones son las recomendadas por San Luis Mar�a de Monfort.
LAS ORACIONES DEL SANTO ROSARIO
El Credo.- Creo en Dios Padre, Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, y en

Jesucristo, su �nico hijo, nuestro Se�or, que fue concebido por obra y gracia del
Esp�ritu Santo, naci� de Santa Mar�a Virgen, padeci� bajo el poder de Poncio
Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendi� a los infiernos, al tercer
d�a resucit� de entre los muertos, subi� a los cielos y est� sentado a la diestra
de Dios Padre Todopoderoso, desde all� ha de venir a juzgar a los vivos y a los
muertos. Creo en el Esp�ritu Santo, la Santa Iglesia Cat�lica, la Comuni�n de los
Santos, el perd�n de los pecados, la resurrecci�n de la carne y la vida perdurable.
Am�n.
El Padre Nuestro.- Padre Nuestro, que est�s en el cielo, santificado sea tu nombre,
venga tu reino, h�gase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy
nuestro pan de cada d�a, perdona nuestras ofensas, como tambi�n nosotros,
perdonamos a quienes nos ofenden, no nos dejes caer en tentaci�n y l�branos de todo
mal. Am�n.
Ave Mar�a.- Dios te salve Mar�a, llena eres de gracia, el Se�or es contigo, bendita
eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre: Jes�s. Santa
Mar�a, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de
nuestra muerte. Am�n.
Gloria.- Gloria al Padre, al Hijo y al Esp�ritu Santo. Como era en un principio
ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Am�n.
Jaculatoria de F�tima (Se reza despu�s de cada misterio).- "Oh, Jes�s m�o, perdona
nuestros pecados, l�branos del fuego del infierno, conduce al Cielo a todas las
almas, especialmente las m�s necesitadas de tu misericordia".
Jaculatoria de la llama de amor: Coraz�n Doloroso e inmaculado de Mar�a, ruega por
nosotros que nos refugiamos en ti. Madre de Dios y Madre Nuestra, S�lvanos por la
Llama de amor de tu inmaculado Coraz�n.
La Salve.- Dios te salve, reina y madre misericordiosa, vida, dulzura y esperanza
nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva. A ti
suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de l�grimas. Ea, pues, Se�ora,
abogada nuestra, vuelve a nosotros, esos tus ojos misericordiosos y despu�s de este
destierro, mu�stranos a Jes�s, fruto bendito de tu vientre. �Oh Clement�sima!,
�Oh, piadosa!, �Oh Dulce Virgen Mar�a!. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios
para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de nuestro Se�or
Jesucristo. Am�n
Oraci�n del Santo Rosario.- Oremos, Oh Dios, cuyo Hijo unig�nito, por su vida,
muerte y resurrecci�n, nos ha merecido el premio de la bienaventuranza eterna,
conc�denos a quienes meditamos los misterios del Sant�simo Rosario de la Virgen
Mar�a, imitemos lo que contienen y alcancemos lo que prometen, por el mismo
Jesucristo, Nuestro Se�or. Am�n.

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