Semana Santa 2023

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 61

Semana Santa | Misiones 2023

Postulantado Mercedario
Presentación

P ara todos nosotros la celebración de la Semana Santa (que contiene la Vigilia


Pascual como punto neurálgico) centro y el corazón de la vida de nuestras
comunidades, es un desafío que se nos plantea para guiar, presentar, preparar
y ayudar a vivir y celebrar -en su plenitud- el Misterio Pascual, donde la
sacramentalidad del acontecimiento redentor de Jesucristo se nos presenta en toda su
verdad teológica y belleza ritual-litúrgica. Afrontar este desafío no es posible sin una
adecuada pastoral que prevea la preparación, celebración y actualización del misterio
en la vida de la comunidad. Por eso, objetivo de fondo que nos hemos propuesto para
este instrumento, ha sido propiciar una mayor toma de conciencia, sobre la necesidad
de seguir haciendo todo lo posible para ayudar a descubrir la celebración del Triduo
Pascual y sobre todo de la Vigilia Pascual como el corazón de la Iglesia, la matriz fontal
de toda la vida litúrgico-sacramental de nuestras comunidades. Sin una recuperación
real, vital y existencial de la pedagogía que encierra la Semana Santa seremos
consumidores de culto, sin una radicación pascual de nuestra existencia. Que las
celebraciones de la Semana Santa y sobre todo del Triduo Pascual, nos ayuden a
acoger, adorar, celebrar y compartir -personal y comunitariamente-, el encuentro con el
Misterio Pascual.
Semana Santa

Domingo de Ramos: De la Pasión del Señor


Conmemoración de la entrada del Señor en Jerusalén

L
- CATEQUESIS -

a última semana del periodo cuaresmal ha gozado desde antiguo en la Iglesia


de una particular relevancia: Semana Santa o Gran Semana. En su origen se
encuentra el influjo de la liturgia jerosolimitana, la primera que historificó los
acontecimientos que precedieron inmediatamente a la pasión de Cristo. En su
transcurso, la Iglesia recuerda los últimos días de la vida del Señor.

Inicia con el sexto domingo de cuaresma, más conocido como Domingo de Ramos en
la pasión del Señor, que conmemora su entrada gloriosa en Jerusalén, como presagio
de su triunfo pascual y el anuncio de su pasión. La doble denominación y contenido de
la fiesta proviene del encuentro de dos celebraciones distintas, una romana (la pasión)
y otra jerosolimitana (ingreso triunfal en la ciudad santa).

Debido a las dos caras que tiene este día, se denomina “Domingo de Ramos” (cara
victoriosa) o “Domingo de Pasión” (cara dolorosa). Por esta razón, el Domingo de
Ramos -pregón del Misterio Pascual- comprende dos momentos en la celebración: la
procesión de ramos y la Eucaristía. Lo que importa en el primer momento no es el ramo
bendito, sino la celebración del triunfo de Jesús. Por ser creyentes, por estar
convertidos y por haber sido iniciados sacramentalmente a la vida cristiana,
pertenecemos de tal modo al Señor que, al celebrar litúrgicamente su entrada en
Jerusalén, nos asociamos a su seguimiento. La Semana Santa inicia y termina con la
entrada triunfal de los redimidos en la Jerusalén celestial, recinto iluminado por la
antorcha del Cordero.

A la procesión sigue inmediatamente la Eucaristía. Del aspecto glorioso de los ramos


pasamos al doloroso de la pasión. Esta transición no se reduce sólo del modo histórico
en que transcurrieron los hechos, son porque el triunfo de Jesús en el Domingo de
Ramos es signo de su triunfo definitivo. Los ramos nos muestran que Jesús va a sufrir,
pero como vencedor; va a morir, más, para resucitar. En resumen, el Domingo de
Ramos es inauguración de la Pascua, o paso de las tinieblas a la luz, de la humillación
a la gloria, del pecado a la gracia y de la muerte a la vida.
En el Domingo de Ramos, la liturgia de la palabra y la liturgia eucarística forman una
única celebración de la pasión del Señor. En efecto, éste es el único Domingo del año
en que se celebra el misterio de la muerte del Señor con la proclamación del relato de
la Pasión. Este hecho no carece de significado teológico, ya puesto de relieve por los
evangelistas: Jesús se dirige a la ciudad santa y entra en ella triunfalmente, pero para
consumar su pascua de muerte y resurrección.

GUIA DE LA CELEBRACIÓN

Los fieles reunidos en una iglesia o en otro lugar adecuado, fuera de la iglesia, hacia la
cual, los fieles llevan ramos en sus manos.
1. Acetre con agua bendita e hisopo.
2. Ritual de Semana Santa 2023.
3. Sonido y cantos.
4. Incensario y naveta
5. Cruz Alta adornada con ramos.
6. Ciriales

Misa (Celebración de la Palabra)

Liturgia de la Palabra

1. Tres lectores para las lecturas


2. Dos lectores para la Pasión del Señor
3. No se llevan ciriales, ni el saludo
4. Se dice el credo y la plegaria universal

Lunes Santo, Martes Santo y Miércoles Santo

Son días feriales de Cuaresma (también lo es el jueves, hasta la tarde), prolongan de


alguna manera, el ambiente pre-pascual del Domingo de Ramos; la temática es la
inminencia de la Pasión (de ello hablan los textos evangélicos de estos días). Sería
conveniente privilegiar el acto penitencial.
Kerigma vocacional
Introducción.
En los últimos tiempos se ha visto la necesidad de hacer una nueva cultura vocacional
que muestre el verdadero significado de la vocación y que sea incluyente y
evangelizadora, es decir, que el mensaje vocacional abarque todas las vocaciones que
Dios hace en la Iglesia y para que sea verdaderamente evangelizadora que no sólo se
centre en la vocación sacerdotal o religiosa, sino en difundir la buena noticia de la
vocación; esto es el “kerigma vocacional” proclamar el llamado de Dios para todos,
hacer ver que la vida del hombre ha sido creada por Dios en un acto infinito de amor y
que por ello tiene un sentido objetivo que es necesario descubrir, la vida es un regalo
de Dios que nos da para darlo a los demás y cuando se da se es verdaderamente libre
y se pone al servicio de los demás en un estado de vida de acuerdo a la vocación
específica a la cual Dios llama.
La intención de estos temas en tres días, es sembrar en nuestra familia parroquial de
Nuestra Señora de la Merced la semilla de la nueva cultura vocacional incluyente y
evangelizadora, por lo tanto, lo que se busca es que los niños, adolescentes, jóvenes y
adultos de las capillas designadas reciban el anuncio de la “buena noticia vocacional”
en sus vidas y esto se traduzca en frutos de conversión y de búsqueda de la voluntad
de Dios para ellos. Así podrán escuchar el llamado que Dios les hace y responder con
valentía a su vocación cumpliendo la misión encomendada por Dios a favor de la
Iglesia, con esto buscamos la unidad y la participación de los laicos con su comunidad
parroquial.
Mensaje:
Tu vida no es resultado de la casualidad o de un error, se ha originado en el amor y ha
sido creada por Dios. Por ello puedes estar seguro de que eres incondicional y
definitivamente amado. Este amor originario ha impreso en tu existencia un orden,
según el modelo de Cristo. Tu vida tiene un sentido objetivo que necesitas descubrir
poco a poco. Se trata de un don que no se agota en ti mismo, porque se ordena a los
demás. Desarrollar ese don es tu tarea. Cuando asumes este designio y esta dirección,
podrás servir de una manera más libre y plena en la vocación que tú elijas para tu vida.

LUNES SANTO
TEMA 1: La vocación como una invitación.
Dinámicas.
Niños: cuando yo estaba en la pancita de mamita. (Canto)
Rey Amiba: al iniciar todos son amibas, buscan una pareja para jugar piedra, papel o
tijera, quien pierde permanece como amiba, y quien gana evoluciona a cangrejo y
sucesivamente (conejo, chango y humano).
Quítale la cola al burro.

Jóvenes: conejos y conejeras, cortar el pastel, el acordeón, futból con globo.


Adultos: la mané, gigantes y enanos, tingo-tango, jirafas y elefantes.
Ver: se puede iniciar con preguntas sobre el tema para tener un diagnóstico de lo que
las personas saben del tema.
El término “vocación” tiene muchos significados dependiendo del contexto en que se
use. Quizá el más común, fuera de los ambientes cristianos, es cuando se emplea para
designar una forma de realización de la persona, sobretodo en el ámbito profesional.
Para los cristianos tiene muchísimos sentidos. Así, por ejemplo, se habla de vocación
cristiana como aquella condición de vida compartida por todos los bautizados. El
término también se aplica a las diferentes formas de vida cristiana o “vocaciones
específicas”. Incluso se habla de “vocación” para designar la intervención de Dios que
llama a algo específico. En todos los casos está bien empleado. De ahí que sea
conveniente educar al Pueblo de Dios en la comprensión acerca de la riqueza de
matices que la palabra encierra.
Juzgar: se fundamenta lo que se afirma desde la Biblia o la doctrina social de la
iglesia, en las tres invitaciones o llamadas de Dios en nuestra vida (a la vida, a formar
parte de una familia con el bautismo y a hacer una elección de vida).
1. La vocación fundamental a la vida (ser persona).
La primera palabra que Dios pronunció sobre el ser humano fue una llamada: ¡vive!: “Y
dijo Dios: hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza” (Gn 1,26). La existencia
de cada persona es fruto del amor creador del Padre, de su voluntad eficiente, de su
palabra creadora. El acto creador del Padre tiene la dinámica de una invitación, de una
llamada a la vida. El hombre viene a la vida porque es amado, pensado y querido por
una Voluntad buena que lo ha preferido a la no existencia, que lo ha amado antes de
que fuese, conocido antes de formarlo en el seno materno, consagrado antes de que
saliese a la luz (cf. Jer 1, 5; Is 49, 1–5; Gal 1, 15).
Al principio de la vida humana no está ni la casualidad, ni la contingencia, ni el azar,
sino la presencia de un Dios que nos piensa y nos ama. En este sentido la vida tiene un
valor sagrado y encuentra su sentido pleno cuando se comprende como un don de
Dios. Y por ser un don, conlleva también la responsabilidad de emplear el don en algo
digno y bello.
Solo cuando la vida humana se entiende como un don, que se agradece
profundamente –“gracias, Señor, por la vida”–, solo entonces se pone en juego la vida
para compartirla con los demás, para donarse, para entregarse a los demás. Este es el
sentido fundamental de la vida que, posiblemente, tiende a olvidarse o a esconderse en
nuestra cultura actual.
2. La vocación común (ser persona en Cristo).
La segunda palabra que Dios pronunció sobre el ser humano fue otra llamada: ¡vive
con los demás!: “Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; varón y
mujer los creó. Y los bendijo Dios y les dijo: sean fecundos” (Gn 1,27-28). Desde su
origen, el ser humano está llamado al encuentro con los demás y con Dios.
En la encarnación del Hijo de Dios en la persona de Jesucristo, se dio a conocer a la
humanidad el misterio de un Dios que es familia, relaciones de amor entre el Padre, el
Hijo y el Espíritu Santo. La vocación al encuentro con Dios, en Cristo, se nos descubre
como una llamada al encuentro y a la relación con tres Personas. Así, por el bautismo
los cristianos entramos en la danza de las relaciones trinitarias y en un diálogo de amor
con un Dios que es Amor (1 Jn 4,8), y que nos ha amado primero. En este sentido, la
vocación cristiana es un don de la gracia que se da a vivir en el contexto de la fe
bautismal; esta es la vocación común y fundamental de todos los cristianos. Las
vocaciones específicas son ya un desarrollo de la gracia bautismal. De ahí que, si no
se vive la vocación bautismal, difícilmente se llega a comprender el significado y el
valor de las vocaciones específicas.
El aspecto fundamental de la vocación bautismal es la conciencia que adquiere el
cristiano de saberse discípulo misionero de Jesucristo. En este sentido, la promoción
de las vocaciones específicas no puede desentenderse de la promoción de la vida
cristiana. Al contrario, será el impulso de la vida cristiana lo que ayudará a madurar y
elegir alguna de las formas de vida cristiana o vocación específica. Y la vocación
cristiana es esencialmente seguimiento de Jesucristo.
3. Vocaciones específicas.
La vocación a la vida y a ser persona, va desplegando sus mejores posibilidades en la
llamada a ser plenamente persona en Cristo, por el bautismo; y la vocación específica
es el desarrollo de la gracia bautismal, un modo de recorrer aquel camino que conduce
a cada cristiano a vivir la plenitud del amor.
Se pueden describir cuatro niveles de comprensión de la vocación:

● Primero, el nivel humano: solo Cristo muestra al hombre lo que es el hombre y le


descubre la grandeza de su vocación (Gaudium et spes, n. 22).
● Segundo, el nivel cristiano: No me eligieron ustedes a mí, fui yo quien los elegí a
ustedes, y los he destinado para que vayan y den fruto abundante y duradero
(Jn 15,16).
● Tercero, el nivel de la vocación específica que define y caracteriza la vida
cristiana concretamente: vocación laical, vocación religiosa consagrada y
vocación de los ministros ordenados.
● Cuarto, el nivel institucional, que se refiere a que las vocaciones cristianas
específicas pertenecen a una institución concreta: un Presbiterio, una Orden o
Congregación religiosa, una Familia, etc

a) Vocación laical.
A los laicos les corresponde vivir de lleno la vida secular, tanto en cada una de las
actividades y profesiones como en las condiciones ordinarias de la vida familiar y social
con las que su realidad está tejida. Es allí donde están llamados por Dios a cumplir una
misión, guiándose por el espíritu de las bienaventuranzas, de modo que, igual que la
levadura, contribuyan desde dentro a la transformación del mundo, para que muestren
a Cristo a los demás.
La vocación de los laicos es, pues, la de ser discípulos misioneros que buscan el Reino
de Dios y su justicia (Mt 6,33) en la realización de su condición cristiana, y tratan de
organizar todos los asuntos de la vida social según el espíritu del Evangelio. . El campo
de su actividad es la política, lo social, la economía, la cultura, las ciencias, el arte, los
medios de comunicación, la educación, etc. (cf. Pablo VI, Evangelii nuntiandi, n. 70).
Algunos ejemplos de formas de vida cristiana laicales:
o Matrimonio-viudez.
o Familia-maternidad-paternidad.
o Soltería.
o Profesionalidad (educación, sanidad, política, economía, cultura, etc.).
o Virginidad consagrada (vírgenes laicas consagradas).
o Misión “ad gentes” (misiones donde la Iglesia aún no está implantada).
o Vida comunitaria (comunidades de base, fraternidades seglares, etc.).
o Etc.

b) Vocación al ministerio ordenado.


Todo bautizado recibe el regalo, a través del sacramento del agua y del Espíritu, de ser
hijo de Dios Padre en el Hijo. Existe una vocación común para todos los discípulos de
Jesucristo que nos abre, a su vez, a la misión. Así, en Cristo, cada bautizado es
profeta, es rey y es sacerdote. Es profeta porque anuncia la presencia del Dios vivo
que conduce la historia; es rey porque da paso con su vida al reinado del amor de Dios
en el mundo; y es sacerdote porque celebra y participa en los signos sacramentales
que hacen posible la propia santificación y por los que se da gloria a Dios. A este
sacerdocio se le conoce como sacerdocio común de los fieles.
El ministerio ordenado en cualquiera de los tres grados del sacramento del Orden –
obispos, presbíteros o diáconos– se configura con Cristo, Cabeza, Pastor y Siervo de la
Iglesia. La misión del ministro ordenado es la de practicar la caridad pastoral, apacentar
el pueblo de Dios por medio de la predicación, los sacramentos, etc.
Algunos ejemplos de formas de vida cristiana del ministerio ordenado:
o Celibato por el reino de los cielos (no es esencial para el ministerio ordenado).
o Matrimonio-viudez-paternidad y ministerio ordenado.
o Profesionalidad (comunicaciones, educación, etc.).
o Trabajo en equipo (clero secular).
o Vida común (fraternidades sacerdotales).
o Misión “ad gentes” (misiones donde la Iglesia aún no está implantada).
o Etc.

c) Vocación a la vida religiosa consagrada.


A la vida consagrada se la sitúa en la estela de la vida y la santidad de la Iglesia; es
una forma de vida cristiana para vivir la plenitud del amor en bien de todo el Cuerpo de
Cristo (Lumen Gentium,n. 43). En este sentido, la vocación a la vida consagrada
consiste en una respuesta de amor, desde la capacidad humana, al amor con que un
discípulo o una discípula de Jesucristo se han sentido inmensamente amados.
La vida consagrada ha brotado en la Iglesia como un don del Espíritu Santo, a modo de
un prisma que irradia la única luz de Cristo con distintos colores y matices. Como vida
cristiana, su propósito es seguir a Jesucristo según las huellas que marcaron sus
pisadas en la historia y que se recogen en los evangelios. Y su horizonte de vida es el
de vivir la plenitud del amor en el encuentro diario con el Señor.
Un elemento específico de la vida religiosa es que la persona hace un don de su propia
vida a Dios, para consentir que el Señor tenga la exclusiva de su corazón. Y esta
donación de sí se expresa a través de la profesión de los consejos evangélicos.
Algunos ejemplos de formas de vida cristiana de los religiosos consagrados:
o Vida comunitaria (varios viviendo en una misma casa).
o Vida eremítica (en soledad).
o Vida contemplativa (monjes y monjas de clausura).
o Vida activa-apostólica.
o Vida mixta (combina la contemplación y el apostolado).
o Profesionalidad (en el campo de la educación, la sanidad, las comunicaciones,
etc.).
o Etc.

Actuar: se da la breve explicación de la armonía de las vocaciones específicas y se les


pide que hagan un compromiso desde la situación de vida que quieren o que ya viven,
para prestar un mejor servicio a los demás en nuestra iglesia.
Armonía de las vocaciones específicas
Cada una de las vocaciones cristianas específicas tienen su cometido y finalidad
propios como formas de seguir a Cristo. Y cada vocación comprende un camino en el
que se profundiza y desarrolla la gracia bautismal. Un elemento importante de la
“cultura vocacional” es hacer comprender al Pueblo de Dios que todas las vocaciones
cristianas tienen la misma dignidad y que, por lo tanto, ha de darse una
complementariedad entre ellas. Es hermoso comprender a la Iglesia como una armonía
vocacional, en la que todos tienen algo importante que aportar y en la que no se
oponen unos ministerios a otros, sino que se integran en un único Pueblo de Dios y se
complementan en orden a la edificación de ese pueblo.

MARTES SANTO
TEMA 2: Eres incondicionalmente amado (el amor).
Niños: el amor de Dios es maravilloso, yo tengo un amigo que me ama, chu chu
hua hua, hacer un gesto de amor hacia un peluche.
Jóvenes: hacer un gesto hacia un peluche, la cuchilla y la navaja, el rey pide, el
barco se hunde, los elementos, números al ataque, el cartero, corazones
impresos
Adultos: nadie te ama como yo, espejo “el más importante para Dios”, el nudo.

Ver:
El amor de Dios no tiene las deficiencias de los amores humanos. No obedece al
capricho, no cambia con el tiempo o la circunstancia. No depende de la respuesta del
hombre. Es un amor fiel, irrenunciable, incondicional. Un amor que permanece en todas
las circunstancias, más allá del propio comportamiento del pueblo, tristemente se hizo
popular esa imagen de Dios que se representaba como un ojo enorme que nos vigila y
ve en particular nuestros pecados. Como si fuese un carcelero o un policía. Como si se
tratase de quedar bien con él o de ganar su beneplácito.
Pero esta imagen es falsa, es una proyección de ciertas conciencias escrupulosas, de
un conflicto de culpa. La imagen verdadera de Dios, como hemos podido comprobar,
va mucho más allá. Esta imagen deformada de Dios señala hacia un conflicto que es
frecuente en el ambiente juvenil. El de quien se percibe no amado, el de quien no tiene
una seguridad en los demás. Se trata de un problema severo de la pérdida de la
confianza.
Juzgar.
El amor es uno de los conceptos más complejos del mundo y tal parece que nadie lo
comprende. Según unos estudios realizados en el continente americano el 98% de las
personas no pueden definir ¿qué es el amor?
Muchas de las personas cuando se les interroga sobre el tema dicen que es un
sentimiento, pero no es así, el amor es causa de un sentimiento pero no es un
sentimiento, porque no se puede ordenar que se tenga una emoción, por ejemplo:

● No puedes ordenarle a alguien que se sienta bien o que tenga ciertos


sentimientos sobre otra persona.
● Si el amor fuera una emoción Jesús no nos hubiera dicho amansen los unos a
los otros, esposos amen a sus esposas, esposas amen a sus esposos…
● Como si mamá pudiera decirte ¨ve a la escuela hoy lo vas a disfrutar¨, ella puede
hacerte ir a la escuela, pero no puede hacer que lo disfrutes.
En el evangelio encontramos un relato en que tratan de acorralar a Jesús y le
preguntan maestro ¿Cuál es el mandamiento más grande de todos? Tratando de
ponerle una trampa, pero Jesús respondió:
¨Amaras al señor tu Dios con todo tu corazón, mente y alma, amaras a tu prójimo como
a ti mismo¨
¿Pero no se supone que no se debe amar uno mismo?
Actividad: se cuestiona a los participantes, pueden responder levantando su mano o
dando un paso al frente.
o A quien de ustedes alguna vez sus padres les definieron el amor.
o En la Iglesia donde asistes, recuerdas que alguna ocasión les definiera el amor.
o A alguno de ustedes sus padres u otra persona les enseño como se deben
amar.
Efesios 5, 28-29
28. De la misma manera, el marido debe amar a su esposa como ama a su propio
cuerpo. Pues un hombre que ama a su esposa, en realidad demuestra que se ama a si
mismo.
El problema a todo esto es que el hombre no sabe cómo marce a sí mismo.
29. Nadie odia a su propio cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida tal como Cristo lo
hace con la Iglesia.
Lo contrario al odio-el amor.
La definición Bíblica de amor es: alimentar y cuidar. Alimentar es llevar a la madurez,
crecer en lo humano, en lo físico, en lo mental, en lo espiritual y en las relaciones.
Cuidar es resguardar (proteger).
Dios es Amor
Si leemos la Biblia, encontramos enseñanzas muy bellas acerca de Dios. De modo
especia subrayamos la frase que escribió San Juan, en la primera de sus cartas, y que
repite dos veces: "Dios es amor" (1Jn.4,8 y l6).
Esa palabra resume todo el misterio de Dios y su relación con nosotros. Dios es un
misterio de amor: es un Padre amoroso, es un Hijo que por amor vino al mundo, es un
Espíritu que comunica su amor a todas las criaturas.
Ese Dios nos ama. Por amor nos creó. El libro de la Sabiduría dice que si Dios hubiese
aborrecido algo, no lo hubiera creado. (Sabiduría 11,24).
Dios es Padre
Para hacernos comprender el amor de Dios, la Biblia le da nombres familiares a
nuestra experiencia, como: Padre, Madre, Esposo, Amigo, Pastor...
El nombre de Padre aparece en el Antiguo Testamento, pero fue Jesús quien más lo
usó y quien enseñó a sus discípulos a decir la palabra “Abbá”, que significa “papá”,
cuando fuesen a orar. Ser discípulo de Jesús es atreverse a dar a Dios el nombre de
Padre, y a tutearlo confiadamente. También el amor de Dios se compara con el de una
madre que es incapaz de olvidarse de los hijos que llevó en las entrañas.
Se puede comparar también ese amor divino, al amor de un esposo que está
totalmente enamorado de su esposa, o al de,un amigo que se sacrifica por su amigo, o
al de un pastor que busca sus ovejas y no descansa hasta encontrarlas.
Un amor tierno y misericordioso
Si deseamos expresar cómo es el amor de Dios, no encontramos palabras para
lograrlo a cabalidad; su amor supera nuestro vocabulario. Podemos decir, como en el
libro del Exodo que “Dios es misericordioso y clemente, tardo a la cólera, rico en amor y
fidelidad”; (Ex. 34, 6). O, como San Pablo, podemos exclamar que ese amor supera
todas las dimensiones, y que nada nos puede separar de él.
Ese amor que Dios nos tiene es gratuito, pues Dios nos ama antes de que nosotros le
amemos a El. Como dice San Juan, “Dios nos amó primero” (1 Jn. 4,10) y nos hizo sus
hijos. El deber elemental de un hijo es amar al Padre que le da la vida, oír sus palabras
y hablarle expresándole sus necesidades y diciéndole su amor, su alabanza y su
gratitud. Es lo que deseamos proponer a quienes estudien esta enseñanza: que lean la
Biblia y que oren con devoción de hijos a su Padre y Creador.

Actuar.
Se les pide hacer un compromiso de acuerdo al tema.

MIÉRCOLES SANTO
Tema 3: Tu vida tiene sentido.
Niños: doña Blanca, encuentra tu número,
Jóvenes: la baraja de la vida, listones, el tío borracho, el gato.
Adultos: varias imágenes de oficios de la vida de Jesús

Ver.
El sentido existe en la propia vida de manera objetiva pero es necesario encontrarlo.
Esto quiere decir que tu vida tiene un significado y un valor en sí misma. Y este
significado se funda precisamente en su origen, que es el amor. Desde el modelo de
Cristo, que no ha venido para los sanos, sino para los enfermos, que valora toda la vida
y a todas las personas, comprendemos que todo hombre posee una amabilidad
objetiva, o sea, que es digno de ser amado por lo que es, y que toda vida tiene un
significado que le pertenece y la marca en lo más profundo de su ser- Pero este sentido
objetivo de tu existencia necesitas descubrirlo, reconocerlo, identificarlo poco a poco. Y
conocido, siempre de un modo parcial, deberás apropiarlo, es decir, hacerlo tuyo,
sentirlo como parte de la apropiación de ti mismo. Este proceso de conocimiento,
apropiación y expresión del sentido de tu vida es un ejercicio que siempre es necesario
hacer y se hace especialmente agudo cuando pasad por una crisis, de cualquier tipo
que sea. Por eso hay que decir que la felicidad es más un camino que una meta. Me
experimento feliz en la medida en que voy descubriendo el significado de mi existencia
y en la medida en que me esfuerzo, en medio de todas las dificultades, por ponerlo en
práctica.
El problema es que muchos niños, jóvenes y adultos han perdido el sentido de la vida o
les especialmente difícil encontrarlo. Se pierde el sentido cuando no hay capacidad de
creer y de confiar, cuando uno vive en la impresión de que todo parece un engaño.
Entonces la persona se refugia en el fragmento intentando una felicidad imposible. En
muchos ambientes juveniles el sentido es como agua en el desierto, un elemento
escaso que es importante rescatar. Por eso parece especialmente urgente proponer un
camino educativo que ayude a recuperar el sentido de la vida.
No se puede vivir sin saber para qué, para quién, o hacia dónde avanzas. Quizá son
demasiadas preguntas, pero es necesario responderlas. Las personas que sufrieron el
terrible sin sentido de los campos de concentración, en medio de ello supieron
encontrar un sentido, porque lo necesitaban para sobrevivir. Ese sentido de vida fue
algo original y distinto de lo que había esperado nunca. Quizá estaba referido a un
pequeño significado. Por ejemplo, un esfuerzo por hacer la pena más ligera a los
compañeros, o el sentido de subrayar en medio de todo la propia dignidad. Pero les
hizo descubrir el poder grande que tiene nuestra capacidad racional, es decir, la
capacidad de dar un significado a las cosas. No podernos comparar la situación de
muchos jóvenes a un campo de concentración, pero sí es cierto que la falta de sentido
que hoy se extiende como una epidemia se debe a las limitaciones objetivas que todos
vivimos. Quizá es en medio de esas limitaciones donde podemos dar un significado
original a lo que somos y hacemos y sobre todo al futuro. Desde este punto de vista no
nos extrañe que muchos jóvenes se debatan entre el sentido y el sinsentido. Que
experimenten por un lado el anhelo y la esperanza de algo mejor, pero al mismo tiempo
sientan el dolor y la frustración de una realidad que no responde a sus esperanzas.
Hallar el sentido de la vida depende más de una actitud de las personas que de la
realidad misma. Porque hemos dicho que el sentido está allí, pero es necesario
descubrirlo. Esta actitud se puede llamar “apertura”. Consiste en mantener abierto el
oído para escuchar la música que la realidad ofrece y aprender a bailar con ella. No es
fácil conseguir esta actitud, porque se nos presentan muchos argumentos fáciles para
fundamentar una duda y una visión escéptica de la realidad y del futuro. Hemos
insistido en que el sentido se descubre poco a poco, por ello es posible ejercitarse en la
búsqueda del sentido.
Juzgar.
Esta cuestión puede plantearse de distintas formas. Tal vez alguien se pregunte: “¿Por
qué estamos aquí?” o “¿Qué propósito tiene la vida?”. La Biblia indica que nuestro
propósito en la vida es llegar a ser amigos de Dios. Para comprender mejor este
asunto, veamos algunas verdades fundamentales que revelan las Escrituras.
Dios es nuestro Creador. La Biblia dice: “Es [Dios] quien nos ha hecho, y no nosotros
mismos” (Salmo 100:3; Revelación [Apocalipsis] 4:11).
El Creador tiene un propósito para todo lo que ha hecho, incluida la humanidad (Isaías
45:18).
Dios nos creó con una “necesidad espiritual”, la cual incluye el deseo de hallarle
sentido a la vida (Mateo 5:3). Él quiere que satisfagamos ese anhelo (Salmo 145:16).
Satisfacemos nuestra necesidad espiritual cuando nos esforzamos por conocer a Dios
y ser sus amigos, algo que no está fuera de nuestro alcance. De hecho, la Biblia nos
hace esta invitación: “Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes” (Santiago 4:8;
2:23).
A fin de ser amigos de Dios, debemos cumplir con el propósito para el cual nos creó. La
Biblia deja claro cuál es ese propósito: “Para esto fue creado el hombre: para temer y
amar a Dios y obedecer sus mandatos” (Eclesiastés 12:13, versión de Ángel Sánchez,
nota; lenguaje actualizado).
En el futuro, cuando Dios elimine el sufrimiento y conceda vida eterna a todos sus
amigos —aquellos que le sirven con lealtad—, se verá totalmente cumplido el propósito
de Dios para la humanidad (Salmo 37:10, 11).
Actuar.

Jueves Santo

E
- CATEQUESIS -

l Santo Triduo de la pasión y resurrección del Señor constituye la fuente y la


cima del entero Año Litúrgico, al celebrar la obra de la redención de los hombres
y de la perfecta glorificación del Padre cumplida por Cristo en su Misterio
Pascual.

Durante el Triduo, la Iglesia conmemora los grandes misterios de la redención. En las


celebraciones litúrgicas, las bienaventuradas pasión y resurrección del Señor se
vuelven sacramentalmente presentes, para que los fieles renueven su vocación
cristiana en la misma fuente de vida de la Iglesia y del mundo. La praxis litúrgica actual
de la Iglesia romana considera que el Triduo da comienzo la tarde del Jueves Santo,
con la misa in cena domini, culmina en la Vigilia de la pascua, y concluye con las
vísperas del Domingo de Resurrección.

La expresión Triduo Pascual, relativamente reciente, se remonta a los años treinta del
siglo XX. No obstante, ya a finales del siglo IV, Ambrosio de Milán hablaba de un
triduum sacrum, para referirse a los tres días en que Cristo padeció, descansó y
resucitó; y, algunos años más tarde, Agustín de Hipona mencionará un sacratissimum
triduum de Cristo, crucificado, sepultado y resucitado.

La celebración litúrgica de la Pascua hunde sus raíces en la comprensión que la Iglesia


posee de sus orígenes. Deslumbrada por la realidad histórica de la muerte y
resurrección de Cristo, la primitiva Iglesia advirtió la necesidad de celebrar
litúrgicamente tales acontecimientos salvíficos, por medio de un rito memorial que los
renovara sacramentalmente.
De este modo, durante los primeros compases de la vida de la Iglesia, la Pascua del
Señor se conmemoraba cíclicamente en la asamblea eucarística convocada el primer
día de la semana, día de la resurrección del Señor -dominicus dies- o domingo. Muy
pronto, apenas en el siglo II, se sintió la conveniencia de reservar un domingo particular
del año que, en consonancia con la fecha histórica de la pasión y resurrección de
Cristo, celebrara el misterio de salvación. Llegados a este punto, la institución de un
Triduo sagrado era sólo cuestión de tiempo, cuando la Iglesia comenzara a revivir los
misterios de Cristo de un modo mimético, hecho que acaeció en Jerusalén en el siglo
IV, donde aún se conservaba la memoria del marco donde acontecieron los sucesos de
la pasión y glorificación de Cristo. De todos modos, en el origen de la celebración del
Triduo Pascual, dejó sentirse también la influencia de la respuesta dogmática y litúrgica
frente a la herejía arriana, que negaba la divinidad de Jesucristo; reacción que supuso
una atracción de la piedad de los fieles hacia la persona de Jesús -Hijo de Dios e hijo
de María- y su vida en la tierra.

La liturgia del Triduo sacro se funda en la unicidad inescindible del Misterio Pascual de
la pasión y glorificación de Cristo. Cada momento del Triduo no debe considerarse
aisladamente, sino en su relación mutua, de manera que toda su celebración tiene
como punto central la santa Vigilia Pascual. El Triduo Sacro es, pues, una pascua
celebrada en tres días. La celebración del Triduo no constituye un simple recuerdo
subjetivo de la muerte y resurrección de Cristo. Al contrario, por medio de los ritos
pascuales, la Iglesia revive los misterios salvíficos de la redención, participando de la
pasión y glorificación del Señor, y accediendo a los tesoros de la gracia obtenida con el
precio de su sangre.

Con la misa vespertina in cena domini se abren las celebraciones del Triduo sacro. La
Iglesia de Jerusalén conocía ya, en el siglo IV, una celebración eucarística
conmemorativa de la Última Cena, momento de la institución de la Eucaristía,
sacramento que actualiza el sacrificio de Cristo en la cruz. En los orígenes, esta
celebración se desarrollaba sobre el Gólgota, en la basílica del martirion, al pie de la
cruz, y no en el cenáculo; hecho que confirma la relación originaria de la celebración
eucarística con el sacrificio de la cruz. A finales de esa misma centuria, tal tradición era
ya vivida en muchas Iglesias occidentales, aunque habrá que esperar hasta el siglo VII
para encontrar los primeros testimonios romanos.

La misa in cena domini conmemora un triple misterio: la institución de la sagrada


Eucaristía, la institución del sacerdocio de la nueva ley, y el amor infinito de Cristo por
los hombres con su mandamiento de la caridad fraterna, manifestado con el signo del
lavatorio de pies. No obstante, los dos últimos misterios encuentran su fundamento en
el sacramento de la Eucaristía, fuente de todo don y máxima expresión de la entrega.
Terminada la celebración, la Eucaristía es llevada de modo solemne hacia el lugar de la
reserva, para que los fieles puedan adorar al Señor, verdadera, real y sustancialmente
presente en el sacramento. Los cristianos son invitados a la meditación y
contemplación de los misterios de la pasión y muerte de Jesucristo, al hilo de la lectura
de los evangelios.

PARA NO PASARLO INADVERTIDO:

Habrá que tener en cuenta que en este día la traslación del Santísimo Sacramento
hacia el lugar de la reserva, no debe confundirse con una gran procesión eucarística
similar a la del Jueves de Corpus. En esta celebración la procesión es sencilla pero
solemne y solo va del sagrario al lugar de la reserva (prácticamente dentro del mismo
espacio celebrativo).

1. Monumento para el Santísimo, adornado de blanco con flores


(MODERADAMENTE)
2. Prever las formas consagradas para hoy y mañana
3. Trece hombres para la última cena
4. Prever la jofaina, dos jabones, dos toallas, un tambo con agua y una bandeja
5. Prever el espacio para el lavatorio de pies
6. Procesión, incensario, naveta, cruz alta, ciriales, ritual de Semana Santa
7. En el gloria, tocar toda campana existente en la capilla
8. Después del Evangelio, se dice homilía, donde se expone los grandes misterios
de la Sagrada Eucaristía del orden sacerdotal y el mandato del Señor sobre el
amor fraterno
9. Después de la homilía se lleva a cabo el lavatorio de pies juntamente con un
canto
10. Posterior al lavatorio de pies el ministro se lava y seca sus manos, prosigue con
la plegaria universal (SIN DECIR EL CREDO)
11. Rito de la Sagrada Comunión, al finalizar se deja sobre el altar el copón con
formas. El ministro de pie a un lado de la sede, dice la oración después de la
comunión.

Traslado del Santísimo Sacramento


12. Orden de la procesión: Paño de hombros y Copón con el Santísimo Sacramento,
Cruz Alta, Ciriales, (los participantes con velas), incensario y naveta.
13. Prever un grupo de personas que se encargará de desnudar el altar, cubrir o
quitar imágenes, etc…
14. Preveer material para orar, en caso de organizarse por grupos e indicar el orden.
15. Para la procesión el ministro de rodillas inciensa tres veces al Santísimo
Sacramento. En seguida recibe el paño de hombros, se pone de pie, toma el
copón y lo cubre con las extremidades del paño.
16. Se forma la procesión para llevar el Santísimo Sacramento, se canta el himno
Pange Lingua o algún otro canto eucarístico.
17. Al llegar al lugar se deposita el copón en el monumento o tabernáculo abierto. El
ministro de rodillas inciensa el Santísimo Sacramento, mientras se canta el
“Tantum Ergo Sacramentum” u otro canto eucarístico.

HORA SANTA

PRIMER MOMENTO

Animador 1:

Hemos celebrado esta tarde la Eucaristía, haciendo memorial de la última Cena del
Señor. Una Cena donde los signos, los gestos, las palabras y sentimientos de Jesús,
son el gran regalo que nos ha dejado para que nosotras sigamos haciendo memoria
actualizada y agradecida.

Queremos ahora, seguir escuchando el eco que aún resuena en nuestro corazón de
esta memorable Cena. Renovemos nuestra fe en su presencia. Jesús está aquí, y nos
mira. Nos conoce por nuestro nombre. Cada vez que nos mira, nos bendice. Un
misterio, pero una realidad que nos desborda. Gracias Señor porque estás entre
nosotros (silencio).

Nº1. CANTEMOS AL AMOR DE LOS AMORES

Animador 2:
Sentimos Señor, Tu presencia amistosa y resucitada. Gracias por quedarte con
nosotras y darte como Pan de Vida Nos miras con amor inmerecido, un amor que nos
limpia y nos recrea y enciendes nuestro corazón con tu palabra. Gracias, Señor, por tu
amor y tu palabra. ¡Quédate siempre con nosotros!
Nº 2. QUÉDATE MAESTRO

Animador 1:

Esta tarde, Señor, saboreamos tu presencia en este regalo de la Eucaristía que


estamos contemplado. En un poco de Pan, en una copa de Vino, has querido perpetuar
tu presencia entre nosotros. Para alimentarnos: Nos has dicho Tomad y comed todos
de él.
Permaneces entre nosotras en el silencio del Sagrario, y así poder seguir escuchando:
“Venid a mí los que estáis cansados y agobiados”. Gracias Señor por este regalo de la
Eucaristía. (silencio)

Nº 3. ¡VENID A MÍ!

Animador 2:

Nos has dejado otro regalo: El mandamiento del amor: “amaos los unos a los otros,
como yo os he amado”. La vida cambia cuando nos sentimos amados de Dios y
amamos a los demás. Porque el amor cura, perdona, sirve, nos sienta a la mesa,
supera distancias y regala ternura y misericordia.

Gracias Señor por el Regalo del Amor. La Eucaristía y el Amor son el testamento que
nos dejas en la víspera de tu pasión para ir por la vida haciendo el bien.

AGRADECIMIENTO:

Señor Jesús, gracias por quedarte con nosotros.


Y por invitarnos a estar contigo.
No somos capaces de comprender lo que significa tu
presencia eucarística.
Eres luz, eres fuerza, eres amor.
Ahora pasas por la noche, pero iluminas.
Ahora nos pides amor, pero tú nos amas primero.
Ahora te sientes débil, pero nos fortaleces.
Agradecemos también tu presencia en los hermanos.
No queremos olvidar que muchos en este momento se
sienten solos,
Están enfermos, sufren las consecuencias de la guerra y
la injusticia, del coronavirus.
Son perseguidos, apenas pueden sobrevivir.
Es un Getsemaní muy actual y muy vivo.
Tú estás ahí. También nosotras queremos estar con ellos.
Contigo en ellos, Señor.

Nº4. DONDE HAY AMOR

SEGUNDO MOMENTO

Animador 1:
Es una tarde muy especial, nos has dejado el regalo de la Eucaristía, y el mandamiento
del Amor. Nosotras queremos acompañarte recordando tus horas amargas en el huerto
de los Olivos la víspera de tu entrega. Queremos orar, recordando algún momento de
tus horas amargas.

GETSEMANÍ Mt 26, 36-46


“Entonces Jesús fue con ellos a un huerto, llamado Getsemaní. Y dijo a sus discípulos:
“Sentaos aquí, mientas voy allá a orar”. Y llevándose a Pedro y a los dos hijos de
Zebedeo, empezó a sentir tristeza y angustia. Entonces les dijo: “Mi alma está triste
hasta la muerte; quedaos aquí y velad conmigo”. Y adelantándose un poco cayó rostro
en tierra y oraba diciendo. “Padre mío, si es posible, que pase de mí este cáliz. Pero no
se haga como yo quiero, sino como quieres tú. Y volvió a sus discípulos y los
encontró dormidos.

Dijo a Pedro: “¿No habéis podido velar una hora conmigo? Velad y orad para no caer
en la tentación, pues el espíritu está pronto, pero la carne es débil” De nuevo se apartó
por segunda vez y oraba diciendo: “Padre mío, si este cáliz no puede pasar sin que yo
lo beba, hágase tu voluntad” y viniendo otra vez los encontró dormidos, porque sus ojos
se cerraban de sueño. Dejándolos de nuevo, por tercera vez oraba repitiendo las
mismas palabras. Volviendo a los discípulos los encontró dormidos y les dijo: “Ya
podéis dormir y descansar. Mirad, está cerca la hora y el hijo del hombre va a ser
entregado en manos de los pecadores. ¡Levantaos, vamos! Ya está cerca el que me
entrega.

PALABRA DEL SEÑOR.

Comentario para reflexionar:


Jesús fue verdaderamente hombre, por eso padeció. Saboreó el dolor en toda su
intensidad y variedad, en nada fue mitigado por el hecho de ser Dios. Es que también
hombre, sufre. Este sufrimiento de Jesús, es la respuesta que Dios da al sufrimiento
humano. Dios responde a las lágrimas llorando, al dolor padeciendo, a la injusticia
sometiéndose a ella. Por esta encarnación dolorosa, Cristo redime el dolor, que puede
llegar a ser su epifanía, lugar teológico, encuentro con Dios. Getsemaní quiere decir
tristeza y miedo, hasta el límite, angustia mortal; dudas y desencantos, vacío y
abandono hasta el límite. Jesús luchado para no caer en la tentación. Caído en tierra y
gritando y pidiendo ayuda al cielo. Así, se estaba solidarizando con todos los
derrotados y débiles. Estaba salvando al mundo.

Animador 2:

Pongamos ante Jesús nuestros propios sufrimientos, nuestros desánimos y


debilidades. Ponerlo junto a Cristo, para que sean redimidos. Pongamos los
sufrimientos del mundo, el sufrimiento, temor y angustia que provoca el coronavirus,
ponemos el dolor de las personas que pierden sus seres queridos, ponemos el
sufrimiento de aquellas personas que conocemos y queremos, ahí, junto a Jesús en la
noche de su angustia y sufrimiento. Pongamos el dolor, la angustia, la desesperanza
de todos los hombres; ponerlos ahí, en la tierra donde cayó Cristo, o en la roca en que
se apoyaba para rezar. Que Cristo lo asuma, lo ilumine, lo redima. (parada, para poner
los
sufrimientos) (Silencio Música)

PLEGARIA:

Oremos con Cristo y oremos por los cristos que siguen


sufriendo.

Por los agonizantes. R:\ Dales consuelo y fortaleza


Por los enfermos. R:\ Dales Paciencia y esperanza
Por los que viven en la miseria y mueren de hambre. R:\ Que
reciban la ayuda necesaria.
Por las mujeres maltratadas. R:\ Que recuperen dignidad
Por los ancianos que no son queridos y por los que se
sienten solos. R:\ Que nos les falte el ángel del consuelo
Por los inmigrantes. R:\ Que puedan integrarse en los países
donde llegan.

INTENCIONES LIBRES

TERCER MOMENTO
Animador 1:

En aquella noche de angustia de Jesús, los evangelios nos


dejan un detalle precioso: La mirada de Jesús a Pedro

LECTOR: “Condujeron a Jesús a casa de Caifás. Pedro lo siguió de lejos; se sentó


fuera, en el patio; se le acerco una criada diciendo: Tú estabas con Jesús el Galileo,
pero él lo negó: No sé qué dices. Otra criada dijo: Este estaba con Jesús nazareno.
Pedro juro: No conozco a ese hombre. Por tercera vez dijeron: tú eres uno de ellos, tu
acento te delata. Pedro dijo entre maldiciones: No conozco al hombre que decís.

El Señor se volvió y miro a Pedro, Pedro se acordó de las palabras de Jesús: antes que
cante el gallo me habrás negado tres veces. Saliendo afuera, lloró amargamente”.

PALABRA DEL SEÑOR

Nº 5. HOY QUISIERA LLORA

COMENTARIO PARA REFLEXIONAR:

La mirada de Jesús es misericordiosa. Lo hemos descubierto en la mirada del buen


Samaritano y en la mirada del hijo prodigo. Ahora la descubrimos en Jesús en la
pasión: mira a Pedro, pero no para condenarlo, sino para salvarlo. Las miradas de
Jesús siempre están llenas de Amor, de perdón, de comprensión, de acogida. Son las
miradas de Dios el padre Bueno que tiene paciencia, que conoce debilidades, que
siempre se adelanta a darnos la mano y el abrazo de paz.

La mirada de Jesús se hace más misteriosa en esta tarde, víspera de su Pasión. Nos
dejamos mirar por Él. Es la mirada que nos cambia por dentro como a Pedro (silencio).

Nº 6. EL MIRAR DE DIOS ES AMAR

PLEGARIA:

-Cuando nos encontramos con personas que nos han ofendido.


-Queremos aprender a mirar como tú, Señor, miraste a Pedro
-Cuando recordamos situaciones que nos hicieron mucho daño.
-Queremos aprender a mirar como tú, Señor, miraste a Pedro Cuando de nuestro
interior sale el rencor, la envidia, el desprecio.
-Queremos aprender a mirar como tú, Señor, miraste a
Pedro.
-En cualquier momento en que experimentemos el fracaso,
decimos.
-Señor, que siempre vivamos en tu presencia, esperando
en tu misericordia.

LECTOR 2: Hemos acompañado en esta noche a Jesús. Dándole gracias por el don de
la eucaristía, por el mandamiento del amor y del servicio. También nosotras hemos
estado en el huerto de Getsemaní. Hemos vencido el sueño y le hemos acompañado
hasta el juicio ante Caifás. Que sepamos acompañarle en el camino de la cruz, que nos
llevará el domingo de pascua a contemplar su resurrección.

Terminamos rezando la Oración que Jesús nos enseñó:


ORACIÓN FINAL:

Oh, Dios, al celebrar en esta noche la Cena en la que tu Hijo cuando iba a entregarse a
la muerte, confió a la iglesia el sacrificio nuevo y eterno y el banquete de su amor, te
pedimos alcanzar, de tan gran misterio, la plenitud de la caridad y de la vida. Por
Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Nº 7. AMANDO HASTA EL EXTREMO

Viernes Santo.
CELEBRACIÓN DE LA PASIÓN DEL SEÑOR (ROJO)

- CATEQUESIS -

E l Viernes Santo es el primer día del Triduo Pascual, día en que se celebra la
pascha passionis, como “paso” del Hijo de Dios de este mundo al Padre, su
sufrimiento solidario con los pecadores para destruir el pecado del mundo: su
muerte destruyela muerte, toda muerte. El Viernes Santo constituye el primer
acto de este paso.

El Viernes Santo conmemora la pasión y muerte del Señor, de donde surge la


denominación actual: Viernes Santo de la pasión del Señor. Dos documentos de
venerable antigüedad -Traditio Apostólica y Didaskalia Apostolorum- testimonian que
era práctica común entre los primeros fieles un ayuno el viernes y sábado previos a la
celebración de la vigilia pascual. Sin embargo, habrá que esperar hasta finales del siglo
IV para encontrar, en Jerusalén, las primeras trazas de una celebración litúrgica de la
pasión. Se trataba de una jornada dedicada íntegramente a la oración itinerante: los
fieles se reunían en el cenáculo, veneraban la columna de la flagelación, y acudían al
Gólgota, donde el obispo presentaba el madero de la cruz. Durante las estaciones se
leían profecías y evangelios de la pasión, se cantaban salmos y se recitaban oraciones.

Los testimonios más antiguos de una liturgia del Viernes Santo en Roma preceden, en
cambio, del siglo VII: manifiestan dos tradiciones distintas, que han llegado a través del
sacramentario Gelasiano(oficio presbiteral con adoraciónde la cruz, liturgiade la
Palabra y comunión con los presantificados:formas previamente consagradas)y del
sacramentario Gregoriano (liturgia papal, limitada a lecturas bíblicas y a una plegaria
universal).

El oficio romano actual,recuperadoa partir de las reformasde Pío XII y del Concilio
Vaticano II, contiene los tres elementos de la antigua liturgia presbiteral romana: liturgia
de la Palabra que incluye tres lecturas y oración universal, elementos procedentes de la
tradición papal, adoración de la Cruz, y comunión con la eucaristía consagrada la tarde
anterior.

La teología del Viernes Santo es particularmente rica: durante este día, la Iglesia
conmemora la pasión de su Señor y Esposo, adora su Cruz, recuerda su nacimiento
del costado de Cristo y, por la plegaria universal, intercede por la salvación del
universo.

El Viernes Santo es, por tanto, para el cristiano, un día de esperanza y confianza en
Dios, aún en medio del dolor. Los sufrimientos de Cristo atraen la benevolencia del
Padre. La cruz, símbolo del patíbulo y de la ignominia, es adorada: el instrumento de
humillación se convierte en término de la gloria el viernes santo. El cristiano se
encuentra, de modo especial, con la cruz, y recuerda así que, para ser fiel discípulo del
maestro, debe tomar su cruz de cada día, pues sólo la cruz es la respuesta a las ansias
de salvación y liberación de una humanidad que gime bajo el peso de los pecados. Por
otra parte, en consonancia con la primitiva tradición de la Iglesia, el viernes y, según la
oportunidad, también el Sábado Santo, hasta la Vigilia Pascual, se vive el sagrado
ayuno de la Pascua.

18. Prever altar desnudo, sin velas, un reclinatorio, una Cruz con velo morado, un
canasto para la ofrenda (destinada a los lugares santos).
19. A las 15:00 pm o en otra hora preestablecida, se celebra la Pasión del Señor,
que consta de tres partes.
I. Liturgia de la Palabra.

20. El ministro se dirige al altar en silencio, y hecha la debida reverencia, se arrodillan,


y oran en silencio durante un tiempo. Todos los demás se arrodillan.

21. El ministro se dirige al espacio asignado, con las manos juntas dice la oración,
omitiendo la invitación “oremos”.

22. Todos se sientan y se hace la Liturgia de la Palabra.

23. Se lee la Pasión del Señor. La lectura la hace el ministro acompañado de dos
lectores.

24. Después de la Pasión del Señor el ministro dice una breve homilía.

25. Terminada la homilía se hace la oración universal.

II. Adoración a la Cruz.

26. El ministro acompañado de dos personas se dirigen a la sacristía, donde traen


procesionalmente la Cruz, cubierta con un velo morado.

27. El ministro en la entrada del templo, descubre el brazo derecho de la Cruz,


llevándola entona la antífona y avanza hacia media nave.

28. Al llegar a media nave descubre el brazo izquierdo de la Cruz, llevándola entona
la antífona y avanza hacia al altar.

29. Llegando al altar gira hacia al pueblo descubre la Cruz por completo y
elevándose entona por última vez la antífona, todo el pueblo se arrodilla y adora en
silencio, mientras el ministro la mantiene en lo alto.

30. En seguida el ministro entrega la Cruz para que la sostengan y se colocan velas.

31. Para su adoración, se acerca el ministro y se quita el calzado si es oportuno.


Hace una genuflexión y algún otro signo de adoración. En seguida los fieles a manera
de procesión adoran la Cruz, regresan a su lugar y se sientan (mientras se canta un
canto).

32. Terminada la adoración la Cruz es llevada por el ministro a un lugar cerca del
altar, las velas se colocan cerca o sobre el altar.
III. Sagrada Comunión.

33. Se cubre el altar con un mantel blanco y sobre él un corporal extendido, el


ministro se coloca el paño de hombros y trae el Santísimo Sacramento acompañado de
los ciriales, mientras todos permanecen de pie y en silencio.

34. Al llegar al altar deposita el Santísimo Sacramento sobre él, lo descubre y hace
genuflexión. A continuación el ministro con las manos juntan inicia el Rito de la
Comunión.

35. Después de la Comunión, el ministro reserva el copón en el sagrario.

36. Después el ministro dice “Oremos”, guarda un breve silencio y dice la oración
después de la comunión.

37. Y todos haciendo reverencia a la Cruz, se retiran en silencio. Terminada la


celebración se desnuda el altar.

PROCESIÓN DEL SILENCIO:

Esta procesión es una manifestación de la fe cristiana que indica la tristeza que tiene la
Iglesia de ver a Cristo muerto. Es una demostración al mundo de lo que lleva el
egoísmo, la soberbia y el pecado. Se ha ejecutado a un hombre justo sin causa alguna,
condenado por haber mostrado a la humanidad que tanto ama Dios al hombre que se
hizo hombre para salvarle.

Podríamos considerar esta procesión como el cortejo fúnebre de Cristo. La imagen de


Jesús crucificado o muerto (muchas veces conocido como el Señor del Santo Entierro)
encabeza la marcha. Tras Él la Virgen María vestida de luto (la Virgen Dolorosa).
Detrás el pueblo de Dios en silencio acompaña a Jesucristo y su Madre.

REZO DE LA CORONA DOLOROSA

Por la señal de la Santa Cruz...

Señor mío Jesucristo...

PRIMER DOLOR: ROSARIO DE LOS 7 DOLORES


Se reza un Padrenuestro y siete Ave Marías por cada dolor de la Virgen. Al mismo
tiempo le pedimos que nos ayude a entender el mal que hemos cometido y nos lleve a
un verdadero arrepentimiento. Al unir nuestros dolores a los de María, tal como Ella
unió Sus dolores a los de su Hijo, participamos en la redención de nuestros pecados y
los del mundo entero.

Acto de Contrición:

Señor mío, Jesucristo, me arrepiento profundamente de todos mis pecados.


Humildemente suplico Tu perdón y por medio de Tu gracia, concédeme ser
verdaderamente merecedor de Tu amor, por los méritos de Tu Pasión y Tu muerte y
por los dolores de Tu Madre Santísima. Amén.

(Se aconseja leer del Evangelio las citas que acompañan a cada dolor)

Primer Dolor - La profecía de Simeón (cf. Lucas 2,22-35)

Qué grande fue el impacto en el Corazón de María, cuando oyó las tristes palabras con
las que Simeón le profetizó la amarga Pasión y muerte de su dulce Jesús. Querida
Madre, obtén para mí un auténtico arrepentimiento por mis pecados.

-Padrenuestro, siete Ave Marías, Gloria al Padre

Segundo Dolor - La huida a Egipto (Mateo 2,13-15)

Repentinamente de noche, a fin de salvar a su querido Hijo de la matanza decretada


por Herodes. Cuánta angustia la de María, cuántas fueron sus privaciones durante tan
largo viaje. Cuántos sufrimientos experimentó Ella en la tierra del exilio. Madre
Dolorosa, alcánzame la gracia de perseverar en la confianza y el abandono a Dios, aún
en los momentos más difíciles de mi vida.

-Padrenuestro, siete Ave Marías, Gloria al Padre

Tercer Dolor - El Niño perdido en el Templo (Lucas 2,41 -50)

Qué angustioso fue el dolor de María cuando se percató de que había perdido a su
querido Hijo. Llena de preocupación y fatiga, regresó con José a Jerusalén. Durante
tres largos días buscaron a Jesús, hasta que lo encontraron en el templo. Madre
querida, cuando el pecado me lleve a perder a Jesús, ayúdame a encontrarlo de nuevo
a través del Sacramento de la Reconciliación.

-Padrenuestro, siete Ave Marías, Gloria al Padre


Cuarto Dolor - María se encuentra con Jesús camino al Calvario (IV Estación del Vía
Crucis)

Acércate, querido cristiano, ven y ve si puedes soportar tan triste escena. Esta Madre,
tan dulce y amorosa, se encuentra con su Hijo en medio de quienes lo arrastran a tan
cruel muerte. Consideren el tremendo dolor que sintieron cuando sus ojos se
encontraron - el dolor de la Madre bendita que intentaba dar apoyo a su Hijo. María, yo
también quiero acompañar a Jesús en Su Pasión, ayúdame a reconocerlo en mis
hermanos y hermanas que sufren.

-Padrenuestro, siete Ave Marías, Gloria al Padre

Quinto Dolor - Jesús muere en la Cruz (Juan 19,17-39)

Contempla los dos sacrificios en el Calvario - uno, el cuerpo de Jesús; el otro, el


corazón de María. Triste es el espectáculo de la Madre del Redentor viendo a su
querido Hijo cruelmente clavado en la cruz. Ella permaneció al pie de la cruz y oyó a su
Hijo prometerle el cielo a un ladrón y perdonar a Sus enemigos. Sus últimas palabras
dirigidas a ella fueron: "Madre, he ahí a tu hijo." Y a nosotros nos dijo en Juan: "Hijo, he
ahí a tu Madre." María, yo te acepto como mi Madre y quiero recordar siempre que Tú
nunca le fallas a tus hijos.

-Padrenuestro, siete Ave Marías, Gloria al Padre

Sexto Dolor - María recibe el Cuerpo de Jesús al ser bajado de la Cruz (Marcos 15, 42-
46)

Considera el amargo dolor que sintió el Corazón de María cuando el cuerpo de su


querido Jesús fue bajado de la cruz y colocado en su regazo. Oh, Madre Dolorosa,
nuestros corazones se estremecen al ver tanta aflicción. Haz que permanezcamos
fieles a Jesús hasta el último instante de nuestras vidas.

-Padrenuestro, siete Ave Marías, Gloria al Padre

Séptimo Dolor -Jesús es colocado en el Sepulcro (Juan 19, 38-42)

¡Oh Madre, tan afligida! Ya que en la persona del apóstol San Juan nos acogiste como
a tus hijos al pie de la cruz y ello a costa de dolores tan acerbos, intercede por nosotros
y alcanzamos las gracias que te pedimos en esta oración. Alcánzame, sobre todo, oh
Madre tierna y compasiva, la gracia de vivir y perseverar siempre en el servicio de tu
Hijo amadísimo, a fin de que merezcamos alabarlo eternamente en el cielo.

-Padrenuestro, siete Ave Marías, Gloria al Padre


Oración final:

Oh Doloroso e Inmaculado Corazón de María, morada de pureza y santidad, cubre mi


alma con tu protección maternal a fin de que siendo siempre fiel a la voz de Jesús,
responda a Su amor y obedezca Su divina voluntad. Quiero, Madre mía, vivir
íntimamente unido a tu Corazón que está totalmente unido al Corazón de tu Divino Hijo.
Átame a tu Corazón y al Corazón de Jesús con tus virtudes y dolores. Protégeme
siempre. Amén.

Rosario de Pésame:
Monición inicial:

Acompañemos a María, que al pie de la cruz, ha sufrido junto a su Hijo la Pasión y la


Muerte. Acudamos a la Santísima Virgen María que en medio del sufrimiento nos ha
sido entregada como nuestra piadosa y tierna madre.

Que a través de este Santo Rosario, en el que meditaremos acerca de cada uno de los
instrumentos de la pasión, oremos con ella junto al cuerpo yaciente de Jesús, y
acompañemos a María en su prolongada noche de dolor y de pena.

La señal de la cruz.

Primer Misterio: EL FLAGELO

Pilato les preguntó ¿Quieren que deje en libertad al rey de los judíos? Pero ellos
gritaron: ¡No, a ese no! Deja en libertad a Barrabás. Entonces Pilato ordenó que lo
azotarán. (Jn 18, 34. 40; 19,1).

María.-Hijito que entre mis brazos, yaces cansado y deshecho

Todos.-Duérmete sin ansiedades, por tus perdidos corderos

Lo pasó haciendo el bien. (Hch. 10, 38).

En toda tu vida Señor, amaste, hoy, en cambio se te odia. Tus manos estuvieron
siempre dispuestas a acariciar a los niños y a los pecadores, hoy en cambio has
recibido solo fieros flagelos. Estuviste presto para sanar la carne destruida por la
enfermedad y la lepra, pero hoy, te destrozamos la carne que con cariño te tejiera tu
madre en su seno.
Hoy ciertamente se te sigue flagelando. Te golpeamos con nuestra indiferencia y
apatía, con la falta de solidaridad y unión de los que nos llamamos cristianos. Y
dejamos que te golpeen en la miseria de los pobres, en la tristeza de los deprimidos y
en la esclavitud de los vicios.

Madre, que dejemos ya los flagelos con que nos golpeamos unos a otros, que tú nos
enseñes como a Jesús, a utilizar nuestras manos para levantar, para acariciar, para
perdonar.

Guía.-Madre llena de dolores, haced que cuando expiremos

Todos.- Nuestras almas entreguemos, por tu manos al Señor.

Segundo Misterio: LA CORONA DE ESPINAS

Los soldados lo llevaron al interior del palacio, o sea al pretorio y llamaron a la tropa. Lo
vistieron con un manto rojo y trenzando una corona de espinas, se la pusieron.

(Mc. 15, 16-20).

M.-Hijito que entre mis brazos, yaces cansado y deshecho

T.-Duérmete sin ansiedades, por tus perdidos corderos

"El Señor me ha dado una lengua de discípulo para que sepa sostener con mi palabra
al cansado". (Is. 50, 4).

Era demasiado. Había ya traspasado por mucho los límites que la lógica humana había
impuesto al corazón del hombre. Y es que tu cabeza, tu corazón y tu boca, íntimamente
unidos, hicieron una combinación que hizo que los mismos cimientos del mundo, de
sus instituciones y de las personas, se cimbraron hasta lo más profundo. Las
bienaventuranzas, el perdón de los pecadores, el amor a los enemigos, un Dios que es
Padre, no se podían tolerar. La locura de tus palabras sólo podía recibir una corona
magnífica, pero nos equivocamos, una vez más nos equivocamos, tuvimos a bien ceñir
sus sienes, no de oro, sólo de espinas.

Así, nuestras palabras, nuestras mentes, ya no hablan ante la injusticia, ante la


corrupción, ante el pecado, por temor a ser tratados como locos. Por eso hoy tus
palabras nos gustan mucho, sí, pero no nos comprometen. Madre, que a ejemplo tuyo,
hagamos vida las palabras de tu Hijo.

G.-Madre llena de dolores, haced que cuando expiremos


T.- Nuestras almas entreguemos, por tu manos al Señor.

Tercer Misterio: JESÚS SE ABRAZA A LA CRUZ

"El amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó
primero y envió a su Hijo como víctima por nuestros pecados." (1Jn, 4, 10)

M.-Hijito que entre mis brazos, yaces cansado y deshecho

T.-Duérmete sin ansiedades, por tus perdidos corderos

"Él cargó con los pecados de muchos e intercedió por los pecadores." (Is 53, 1|2)

Así como amaste al Hijo Pródigo, así como buscaste la oveja perdida, así amas la cruz.
Que fue difícil, no hay que negarlo, pero bien sabes que en los caminos del amor,
siempre habrá senderos de sufrimiento. Porque tu amor "todo lo disculpa, todo lo cree,
todo lo espera, todo lo soporta" (1Co.13,7) Y así fue, el amor cegó a Dios y lo hizo
cargar una cruz para en ella hacer locuras insospechadas. Por eso, porque amas al
pecador, porque me amas, por eso Señor mío, amaste tu cruz.

Y mírame a mí, a mi vida, quejándome diariamente por mi cruz, evadiendo lo más que
puedo mis responsabilidades; y así porque no amo mi cruz, se hace más pesada y no
me decido caminar y cambiar la situación de mi vida, de mi familia y

de mi comunidad.

Madre, enséñame a amar, mi vida, mis dificultades, mis responsabilidades para que
una vez amándonos, las tomé sobre mis hombros y comience así a caminar detrás de
Jesús.

G.-Madre llena de dolores, haced que cuando expiremos

T.- Nuestras almas entreguemos, por tu manos al Señor.

Cuarto Misterio: LOS CLAVOS TRASPASAN EL CUERPO DE JESÚS

"Cuando llegaron al lugar llamado "la calavera" crucificaron allí a Jesús junto con dos
malhechores." (Lc 23, 33)
María.-Hijito que entre mis brazos, yaces cansado y deshecho

Todos.-Duérmete sin ansiedades, por tus perdidos corderos

"Eran nuestras rebeldías las que lo traspasaron y nuestras culpas lo que lo trituraban"
( Is. 53,5)

El dolor parecía insoportable. Los golpes del martillo se confunden con el lento
desgarrarse de tu cruz y de tu carne. Si el hecho de no haber desfallecido durante este
cruel momento nos sorprende, más aún nos conmueve las palabras de perdón y
misericordia para quienes somos el motivo de tanto dolor. ¡Fuiste tan cruelmente
deshumanizado por los "humanos"!. La longitud, la anchura, la altitud y profundidad con
la que Dios nos amó desde la cruz supera aquí toda palabra. Callemos, miremos,
adoremos. (Un momento breve de silencio)

Madre dolorosa, que con tu presencia en el sacrificio de Cristo, eres verdadera Madre,
permite que cuando el sufrimiento toque a las puertas de nuestras vidas, podamos
contar con tu maternal compañía.

G.-Madre llena de dolores, haced que cuando expiremos

T.- Nuestras almas entreguemos, por tu manos al Señor.

Quinto Misterio: LA LANZA TRASPASA EL COSTADO DE JESÚS

"Uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y enseguida brotó sangre y
agua." (Jn 19, 34)

María.-Hijito que entre mis brazos, yaces cansado y deshecho

Todos.-Duérmete sin ansiedades, por tus perdidos corderos

"Y a ti, una espada te atravesará el corazón" (Lc 2, 35)

Habías muerto ya. Y te quedaste sin nada. Lo diste todo, tu madre, tu vida, la última
gota de sangre.

Bendita lanza que traspasó tu costado y que ha dejado para nosotros tu corazón
siempre abierto. Bendita lanza que nos abre la posibilidad de retornar siempre a tú
corazón que perdona y que abraza. Por eso Señor, cambia este mi corazón de piedra
que se niega acoger al que me ha ofendido, que se niega abrirse al que me necesita,
que se ha endurecido y que poco le importa lo que le pase al prójimo. Traspasa pues
este corazón y haz que se vuelva más generoso y que entregue a ejemplo tuyo, todo lo
que tiene.

Madre llena de dolor intercede por tus hijos que a costa de la sangre de tu Hijo han sido
redimidos, para que así como tú, al pie de la cruz contemplemos y busquemos a Jesús,
quien nos espera con el corazón siempre abierto ya que "habiendo amado a los suyos,
los amó hasta el extremo".(Jn 13, 1)

G.-Madre llena de dolores, haced que cuando expiremos

T.- Nuestras almas entreguemos, por tu manos al Señor.

Letanías:

Señor, ten piedad de nosotros.

Cristo, ten piedad de nosotros.

Señor, ten piedad de nosotros.

Cristo, óyenos.

Cristo, escúchanos.

Dios, Padre celestial, ten piedad de nosotros.

Dios, Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.

Dios, Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.

Santa Trinidad y un solo Dios, ten piedad de nosotros

Santa María, Ruega por nosotros

Santa Madre de Dios, Ruega por nosotros

Santa Virgen de las Vírgenes, Ruega por nosotros

Madre crucificada, Ruega por nosotros

Madre dolorosa, Ruega por nosotros

Madre lacrimosa, Ruega por nosotros


Madre afligida, Ruega por nosotros

Madre abandonada, Ruega por nosotros

Madre desolada, Ruega por nosotros

Madre privada de Hijo, Ruega por nosotros

Madre traspasada por la espada, Ruega por nosotros

Madre abrumada de dolores, Ruega por nosotros

Madre llena de angustias, Ruega por nosotros

Madre clavada a la cruz en su corazón, Ruega por nosotros

Madre tristísima, Ruega por nosotros

Fuente de lágrimas, Ruega por nosotros

Cúmulo de sufrimientos, Ruega por nosotros

Espejo de paciencia, Ruega por nosotros

Roca de constancia, Ruega por nosotros

Ancora del que confía, Ruega por nosotros

Refugio de los abandonados, Ruega por nosotros

Escudo de los oprimidos, Ruega por nosotros

Derrota de los incrédulos, Ruega por nosotros

Consuelo de los míseros, Ruega por nosotros

Medicina de los enfermos, Ruega por nosotros

Fortaleza de los débiles, Ruega por nosotros

Puerto de los náufragos, Ruega por nosotros

Apaciguadora de las tormentas, Ruega por nosotros

Auxiliadora de los necesitados, Ruega por nosotros

Terror de los que incitan al mal, Ruega por nosotros

Tesoro de los fieles, Ruega por nosotros


Inspiración de los profetas, Ruega por nosotros

Sostén de los apóstoles, Ruega por nosotros

Corona de los mártires, Ruega por nosotros

Luz de los confesores, Ruega por nosotros

Flor de las vírgenes, Ruega por nosotros

Consuelo de las viudas, Ruega por nosotros

Alegría de todos los Santos, Ruega por nosotros

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, perdónanos Señor

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, escúchanos Señor

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros

ORACIÓN FINAL:

(Oración del Beato Agustín Pro a la Virgen de los Dolores)

Déjame pasar la vida, Madre mía, acompañando tu soledad amarga y tu dolor


profundo. Déjame sentir en el alma el triste llanto de tus ojos y el desamparo de tu
corazón.

No quiero en el camino de mi vida saborear las alegrías de Belén adorando en tus


brazos virginales al Niño Dios. No quiero gozar en la casita de Nazaret de la amable
presencia de Jesucristo. No quiero acompañarte en tu Asunción gloriosa entre coros de
ángeles. Quiero en mi vida las mofas y culpas del Calvario; quiero la agonía lenta de tu
Hijo; el desprecio la ignominia, la infamia de la Cruz, quiero estar a tu lado, Virgen
dolorosísima, fortaleciendo mi espíritu con tus lágrimas, consumando mi sacrificio con
tu martirio, sosteniendo mi corazón con tu soledad, amando a mi Dios y tu Dios con la
inmolación de mi ser. Amén
Sábado Santo

- CATEQUESIS -

E l Sábado Santo, denominado gran sábado por los cristianos de Oriente, honra el
descanso de Cristo en el sepulcro, su descenso a los infiernos y su encuentro
con cuantos esperaban la apertura de los cielos. Este día los cristianos se
recogen en silencio y, mediante la oración y el ayuno,esperanla resurreccióndel
Señor. Por esta razón, la Iglesiano conoce reunión litúrgica alguna fuera de la
celebración cotidiana de las Horas.

En los primeros siglos de la Iglesia, este Sábado se caracterizaba por ser un día de
ayuno absoluto, previo a la celebración de las fiestas pascuales. A partir del siglo XVI,
con la anticipación de la Vigilia Pascual a la mañana del sábado, el significado litúrgico
del día quedó completamente oscurecido –“sábado de gloria”, se le denominaba
popularmente-, hasta que las sucesivas reformas del siglo XX le han devuelto su
originaria significación.

El Sábado Santo debe ser un día de intensa oración, acompañando a Jesús en el


silencio del santo sepulcro. En apariencia, la historia de Cristo ha terminado; la causa
de Dios se ha perdido, pero Jesús desciende a los infiernos para librar a los justos de la
antigua Ley, en premio a su vida de fe en las promesas mesiánicas. El cristiano, unido
a los dolores de María sabe que el silencio de Dios en la historia es sólo aparente y se
llena de esperanza para la vida futura.

Tiene una gran importancia en este día la participación en el Sacramento de la


reconciliación, indispensable camino para purificar el corazón y predisponerse para
celebrar la pascua íntimamente renovados.

Durante el Sábado Santo, la Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor, meditando
en su pasión y muerte, y se abstiene de celebrar el sacrificio de la misa (por lo que
conserva el altar enteramente desnudo) hasta, que después de la Vigilia solemne o
espera nocturna de la resurrección, se desborda la alegría pascual, cuya exuberancia
inunda los cincuenta días subsiguientes.

HOY NO PUEDE DARSE LA SAGRADA COMUNIÓN MÁS QUE A MODO DE


VIÁTICO.
38. Durante este día la Iglesia permanece en ayuno y oración, en espera de su
Resurrección.
39. Manteniendo el altar desnudo, la Iglesia se abstiene de acto litúrgico.
40. Este día la sagrada Comunión puede administrarse solo como viático.

Domingo de Pascua
DE LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR
Vigilia Pascual en la noche Santa (blanco)

- CATEQUESIS -

L a Vigilia Pascual, la noche santa de la resurrección del Señor, es


considerada como la madre de todas las vigilias (san Agustín). En ella, la
Iglesia espera en atenta vela la resurrección de Cristo, y la celebra en los
sacramentos de iniciación:bautismo, confirmación y Eucaristía. Con la Vigilia
Pascual, el Triduo Sacro y todo el año litúrgico alcanzan su centro, el puente donde
confluyen las celebraciones anuales de los misterios de la vida de Cristo.

La celebración litúrgica de la Pascua del Señor se encuentra en los orígenes mismos


del culto cristiano. Desde la generación apostólica, los cristianos conmemoraron
semanalmente la resurrección de Cristo, por medio de la asamblea eucarística
dominical. Además, ya desde el siglo II, la Iglesia celebraba una fiesta específica como
memoria anual de la pascua, aunque las distintas tradiciones subrayen otro contenido
del misterio: pascua-pasión (se celebraba el plenilunio de primavera, 14 de Nisán
según el calendario lunar judío, acentuando el hecho de la cruz) y pascua-glorificación,
que, privilegiando la resurrección del Señor, se festejaba el domingo posterior al primer
plenilunio de primavera, día de la resurrección de Cristo. Esta última práctica se
impondría en toda la Iglesia desde comienzos del siglo III.

La Vigilia Pascual es el quicio de todo el misterio de Cristo. La noche santa culmina el


Triduo Sacro. Dando inicio, en su prolongación en el domingo de resurrección, al
tiempo pascual. La Vigilia comienza cuando Cristo aún descansa en el sepulcro y
termina en la madrugada del día consagrado a la gloria de su resurrección. Por ello, su
celebración debe acontecer una vez entrada la noche y antes del alba del domingo.

El contenido teológico de la Vigilia Pascual engloba, a un tiempo, el misterio de Cristo


salvador y del cristiano salvado. De aquí que, a los misterios de la glorificación de
Cristo y de la inserción del cristiano en su Misterio Pascual mediante los sacramentos
de iniciación, se añade la espera de la segunda venida, gloriosa, del Señor.

Hoy día, la Vigilia Pascual posee una estructura litúrgica articulada a partir de cuatro
ritos de un hondo carácter simbólico: *lucernario o liturgia de la luz, *liturgia de la
palabra, *liturgia bautismal y *liturgia eucarística.

*La liturgia de la luz encuentra su origen en el antiguo oficio del lucernario, celebrando
cada anochecer con la bendición de las lámparas. El rito actual simboliza a Cristo, luz
del mundo, que con su muerte y resurrección vence a las tinieblas del pecado. El oficio
de lucernario consta, a su vez, de la bendición del fuego, la bendición y encendido del
cirio, la procesión con el cirio y el canto del Pregón pascual.

*La liturgia de la palabra consta de nueve lecturas. Las lecturas del antiguo testamento
desarrollan los grandes temas de la historia de la salvación: creación (figura o anticipo
de la nueva creación obrada por la muerte y resurrección de Cristo), sacrificio de
Abraham (figura de sacrificio de Cristo, con el que se sella la nueva alianza), paso del
mar Rojo (figura del bautismo), nueva Jerusalén (figura de la Iglesia y del cielo), la
alianza perpetua (figura de la alianza sellada en Cristo), fuente de la sabiduría (figura
de la vida eterna), rocío del agua pura (figura del corazón nuevo en la resurrección), …
Acompaña a cada lectura una oración que explica y subraya el significado de los
textos, a la luz del misterio de Cristo. Por su parte, las lecturas del Nuevo Testamento
se centran en el bautismo, sacramento de participación en la muerte y resurrección
pascuales de Cristo. Por último, el Evangelio proclama los acontecimientos de la
mañana del Domingo de Pascua.

La Vigilia Pascual siempre se ha considerado un día consagrado al bautismo. Deaquí


que, aun cuando no haya nuevas incorporaciones sacramentales a la Iglesia, la *liturgia
bautismal deba siempre suceder a la liturgia de la palabra. Consta de letanías,
bendición del agua, bautismo (en su caso) y renovación de las promesas bautismales.
Este último rito es un momento adecuado para reavivar en los fieles la conciencia de
que el bautismo no es un rito pasajero, sino una realidad permanente, una vocación a
la santidad que abarca toda su existencia.

La Vigilia alcanza su cima con la *liturgia eucarística, máxima expresión del Misterio
Pascual como reactualización de la muerte salvífica de Cristo. La oración sobre las
ofrendas relaciona la Eucaristía con la nueva vida que nace de los sacramentos
pascuales; el prefacio se centra en el Misterio Pascual de la muerte y glorificación de
Cristo, y la oración después de la comunión contempla a la Eucaristía como el
sacramento pascual que dona y exige la caridad fraterna universal.

41. Prever el cirio, lámparas encendidas para los fieles, leña para el fuego, agua,
incensario, personas que van a revestir el altar y tocar las campanas en la apertura del
gloria. Invitar a las personas que vengan vestidas de blanco o que traigan algo de
blanco.
42. Esta es una noche de vigilia en honor del Señor. Los fieles llevan en las manos
lámparas encendidas.

I. Liturgia de la Luz o lucernario y del Pregón pascual.

43. En un lugar adecuado, se prepara un fuego. Congregado ahí el pueblo, llega el


sacerdote con los ministros. Uno de los ministros lleva el cirio pascual. No se usa la
Cruz ni los Ciriales.
44. El sacerdote y los fieles se sientan, y saluda al pueblo como de costumbre y le
hace una breve monición sobre la vigilia de esta noche.
45. El sacerdote bendice el fuego.

AMBIENTACIÓN:

Hermanos: Nos reunimos para celebrar la Vigilia Pascual, que es la máxima


celebración de todo el Año, y el centro y corazón de la vida de la Iglesia. Esta Vigilia “es
el culmen y centro del Año Litúrgico; es la solemnidad hacia la que convergen todas las
demás fiestas; es la celebración de acontecimientos históricos y de prodigios divinos
extraordinarios…”(Juan Pablo II).
Es por eso que la celebración de esta solemne Vigilia Pascual contiene toda la verdad
y centralidad del Misterio Pascual. Nosotros en el aquí y ahora preguntamos y
tomamos parte en aquella Liturgia celestial que se celebra en la ciudad santa de
Jerusalén, hacia la cual nos dirigimos como peregrinos y donde Cristo está sentado a la
derecha de Dios.
Vivamos intensamente esta actualización del acontecimiento redentor de nuestra
existencia: la Muerte y Resurrección del Señor, su tránsito desde la Cruz al Cielo.
46. Uno de los ministros lleva el cirio pascual para que el sacerdote le haga sus
respectivos signos y enciende el cirio con el fuego nuevo con la antífona
correspondiente.
47. Encendido el cirio se inicia la procesión, se toman carbones para el incensario y
el sacerdote pone incienso. El ministro recibe el cirio pascual. El turiferario se coloca
delante del ministro, todos llevan sus velas apagadas.
48. En la puerta de la iglesia, el ministro se detiene y canta. El sacerdote enciende
su vela.
49. En seguida el ministro avanza hasta la mitad de la iglesia, se detiene y elevando
el cirio canta por segunda vez.
50. Al llegar ante el altar el ministro, vuelto hacia el pueblo eleva el cirio y canta por
tercera vez.
51. A continuación el ministro pone el cirio pascual en su lugar asignado.
52. Se proclama el Pregón pascual.
53. Terminado el Preǵon pascual todos apagan sus velas y se sientan.

II. Liturgia de la Palabra.

54. El ministro exhorta a la asamblea. Siguen las lecturas desde el ambón con su
respectivo salmo, al finalizar el sacerdote dice “Oremos”.
55. Terminada la última lectura del A.T. con su salmo y oración, se reviste el altar y
se encienden todas luces incluyendo las del altar, mientras se canta el gloria y se tocan
todas las campanas.
56. Terminado el himno el sacerdote dice la oración colecta como ordinario. En
seguida un lector hace la lectura de la Epístola.
57. Concluida la Epístola, todos se ponen de pie y el sacerdote entona el Aleluya.
Un salmista proclama el salmo.
58. El sacerdote pone incienso, para la proclamación del evangelio no se llevan los
ciriales. Se hace una homilía.

III. Bendición del agua.

59. Después de la bendición del agua, todos de pie hacen la renovación de las
promesas bautismales.
60. El sacerdote realiza la aspersión sobre el pueblo, mientras todos cantan.
PÁGINA 236
NEXO 1: Cantos opcionales
Domingo de Ramos:
La

LOS NIÑOS HEBREOS aclamando:

Rem
Rem.
Hosanna en el cielo
Los niños hebreos
Fa
Fa
Hosanna en el cielo
llevando ramos de olivo
Solm. La Rem
solm.
Hosanna en el cie- lo.
salieron al encuentro del Señor
te rogamos que todos los pueblos
Solm. Rem sean unidos en un solo amor.

Portones abrid los dinteles


¡TU REINARÁS!
Solm. Rem
¡Tú reinarás! Este es el grito que
que se alcen las puertas eternas ardiente exala nuestra fe
!Tú reinarás, oh Rey bendito! Pues tú
Fa. Solm. Rem dijiste: "reinaré"

va entrar el Rey de la Gloria Reine Jesús por siempre, reine su


corazón
Solm. La En nuestra patria, en nuestro suelo
Que es de María la nación
héroe valeroso y Dios de Israel En nuestra patria, en nuestro suelo
Que viva mi Cristo. Que es de María la nación

Que viva mi Cristo, que viva mi Rey. ¡Tú reinarás! Dulce esperanza, que al
que impere doquiera triunfante su alma llena de placer
ley. Habrá por fin paz y bonanza, felicidad
Viva Cristo Rey, Viva Cristo Rey. habrá doquier

Mexicanos un Padre tenemos, Reine Jesús por siempre, reine su


que nos dio de la patria la unión. corazón
A ese Padre gozosos cantemos, En nuestra patria, en nuestro suelo
empuñando con fe su pendón. Que es de María la nación
En nuestra patria, en nuestro suelo
Demos gracias al Padre que ha Que es de María la nación
hecho
que tengamos de herencia la luz !Tú reinarás! Dichosa era, dichoso
y al darnos vida en el Reino pueblo con tal Rey
que su Hijo nos dio por la cruz. Será tu Cruz nuestra bandera, tu
amor será, ya, nuestra ley
Dios le dio el poder, la victoria.
Pueblos todos, venid y alabad Reine Jesús por siempre, reine su
a este Rey de los cielos y tierra, corazón
en quien sólo tenemos la paz. En nuestra patria, en nuestro suelo
Que es de María la nación
Rey eterno, Rey universal, En nuestra patria, en nuestro suelo
en quien todo ya se restauró, Que es de María la nación
Te alabamos, antorcha de la nueva
!Tú reinarás! En este suelo, te Jerusalén
prometemos nuestro amor
Oh buen Jesús, danos consuelo en Pueblo de reyes, asamblea santa
este valle de dolor Pueblo sacerdotal, pueblo de Dios
Bendice a tu Señor
Reine Jesús por siempre, reine su
corazón
En nuestra patria, en nuestro suelo
Que es de María la nación
En nuestra patria, en nuestro suelo
Que es de María la nación.
HACIA TI MORADA SANTA

Jueves Santo: HACIA TI, MORADA SANTA,


ENTRADA: PUEBLO DE REYES HACIA TI, TIERRA DEL SALVADOR,
PEREGRINOS, CAMINANTES,
Pueblo de reyes, asamblea santa VAMOS HACIA TI.
Pueblo sacerdotal, pueblo de Dios
Bendice a tu Señor Venimos a tu mesa,
sellaremos tu pacto,
Te cantamos, oh, Hijo amado del comeremos tu carne,
Padre tu sangre nos limpiará.
Te alabamos, eterna palabra salida Reinaremos contigo,
de Dios en tu morada santa,
Te cantamos, oh, Hijo de la Virgen beberemos tu sangre,
María tu fe nos salvará.
Te alabamos, oh, Cristo nuestro ESTRIBILLO.
hermano
Nuestro Salvador Somos tu pueblo santo,
que hoy camina unido,
Pueblo de reyes, asamblea santa Tú vas entre nosotros,
Pueblo sacerdotal, pueblo de Dios tu amor nos guiará.
Bendice a tu Señor Tú eres el Camino,
Tú eres la esperanza,
Te cantamos a Ti, esplendor de la hermano de los pobres,
gloria Amén, Aleluya.
Te alabamos, estrella radiante que ESTRIBILLO.
anuncias el día
Te cantamos, oh, luz que iluminas GLORIA:
nuestras sombras
GLORIA, GLORIA La- Re7
Si7 Mi- Sol
A DIOS EN EL CIELO Tú que estas a la derecha del Padre.
Sol Re Si7 Mi- Si7
Y EN LA TIERRA Mi-
Do Re Mi- Piedad, Piedad, Piedad, Señor.
A LOS HOMBRES PAZ (2) Mi- Si7
Mi-
Mi- Si7 Solo tú eres santo, solo tu Señor,
Te alabamos y te bendecimos, Sol Re Do Re
Do Si7 Mi-
te adoramos y glorificamos, solo tu Altísimo, Jesucristo.
Mi- Si7 Mi-
y nosotros hoy te damos gracias Con el Santo Espíritu
Do Si7 Si7 Mi-
por tu grande y eterna gloria. en la gloria de Dios Padre.
Sol Re Do Re Mi-
Mi- Amen, amen, amen.
GLORIA, GLORIA
Si7 Mi- LAVATORIO DE PIES: BAUTIZAME
A DIOS EN EL CIELO SEÑOR CON TU ESPÍRITU
Sol Re
Y EN LA TIERRA Bautizame Señor con Tu espíritu...
Do Re Mi- Bautizame...
A LOS HOMBRES PAZ. Bautizame Señor con Tu espíritu
y déjame sentir,
Mi- el fuego de tu amor,
Señor Dios nuestro, aqui en mi corazón... Señor,
Do Mi- Mi7 y déjame sentir,
Padre, Padre, Padre. el fuego de tu amor, aquí en mi
La- Mi- corazón Señor.
Señor Dios Hijo:
Si7 Mi- Si7 Lavame Señor con Tu espíritu...
Mi- Mi7 Lavame...
Piedad, Piedad, Piedad, Señor. Lavame Señor con Tu espíritu
La- Re7 y déjame sentir,
Sol el fuego de tu amor,
Tú que quitas el pecado del mundo, aqui en mi corazón... Señor,
Si7 Mi- Si7 Mi- y déjame sentir,
Mi7 el fuego de tu amor, aquí en mi
escúchanos, escúchanos corazón Señor.
Dios nos ama para siempre
Renuevame Señor con Tu espíritu... Un mandamiento nuevo nos da el
Renuevame... Señor
Renuevame Señor con Tu espíritu Que nos amemos todos como Él nos
y déjame sentir, amó
el fuego de tu amor, Es cristiano aquel que sirve
aqui en mi corazón... Señor, Con amor y en alegría
y déjame sentir, Un mandamiento nuevo nos da el
el fuego de tu amor, aquí en mi Señor
corazón Señor. Que nos amemos todos como Él nos
amó
Un mandamiento nuevo.
Un mandamiento nuevo nos da el Amémonos de corazón
Señor
Que nos amemos todos como Él nos Amémonos de corazón
amó No de labios ni de oídos
La señal de los cristianos Amémonos de corazón
Es amarse como hermanos No de labios ni de oídos
Un mandamiento nuevo nos da el Para cuando Cristo venga
Señor Para cuando Cristo venga
Que nos amemos todos como Él nos Nos encuentre preparados
amó Para cuando Cristo venga
El que no ama a sus hermanos Para cuando Cristo venga
No se acerque a este convite Nos encuentre preparados
Un mandamiento nuevo nos da el ¿Cómo puedes tú orar
Señor Enojado con tu hermano?
Que nos amemos todos como Él nos ¿Cómo puedes tú orar
amó Enojado con tu hermano?
Perdonemos al hermano Dios no escucha tu oración
Como Cristo nos perdona Dios no escucha tu oración
Un mandamiento nuevo nos da el Si no te has reconciliado
Señor Dios no escucha tu oración
Que nos amemos todos como Él nos Dios no escucha tu oración
amó Si no te has reconciliado
Lo que hacemos al hermano
A Dios mismo se lo hacemos Amémonos de corazón
Un mandamiento nuevo nos da el No de labios ni de oídos
Señor Amémonos de corazón
Que nos amemos todos como Él nos No de labios ni de oídos
amó Para cuando Cristo venga
En la vida y en la muerte Para cuando Cristo venga
Nos encuentre preparados Eucaristía, milagro de amor
Para cuando Cristo venga Eucaristía, presencia del Señor
Para cuando Cristo venga
Nos encuentre preparados Cristo nos dice: 'tomen y coman'
¿Cómo puedes tú orar Este es mi cuerpo que ha sido
Enojado con tu hermano? entregado
¿Cómo puedes tú orar
Enojado con tu hermano? Eucaristía, milagro de amor
Eucaristía, presencia del Señor
Eucaristía, milagro de amor
COMUNIÓN: DONDE HAY CARIDAD Eucaristía, presencia del Señor

Donde hay caridad y amor Este alimento renueva nuestras


Allí está el Señor fuerzas
Allí está el Señor Para caminar a la gran liberación

Una sala y una mesa Eucaristía, milagro de amor


Una copa, vino y pan Eucaristía, presencia del Señor
Los hermanos compartiendo Eucaristía, milagro de amor
En amor y en unidad Eucaristía, presencia del Señor
Nos reúne la presencia
Y el recuerdo del Señor Con este pan tenemos vida eterna
Celebramos su memoria Cristo nos invita a la gran
Y la entrega de su amor resurrección

Donde hay caridad y amor Eucaristía, milagro de amor


Allí está el Señor Eucaristía, presencia del Señor
Allí está el Señor Eucaristía, milagro de amor
Eucaristía, presencia del Señor

COMUNIÓN: Traslado del Santísimo Sacramento:

EUCARISTÍA, MILAGRO DE AMOR Pange lingua

Pan transformado en el cuerpo de Pange, lingua, gloriosi


Cristo Corporis mysterium
Vino transformado en la sangre del Sanguinisque pretiosi
Señor Quem in mundi pretium
Fructus ventris generosi
Eucaristía, milagro de amor Rex effudit gentium
Eucaristía, presencia del Señor
Nobis datus, nobis natus ´levántate maldito´.
Ex intacta virgine B7 Em A
Et in mundo conversatus !No¡, no puede ser maldito aquél que
Sparso verbi semine en su dolor,
Sui moras incolatus D F# Bm
Miro clausit ordine exclama con un grito perdónales
Señor,
ADORACIÓN DEL SANTÍSIMO: Em F#
CANTEMOS AL AMOR DE LOS perdónales sus faltas no mires su
AMORES actuación,
BENDITO, BENDITO, BENDITO SEA Bm
DIOS de ellos ten compasión.
ALTÍSIMO SEÑOR
B7 Em A
VIERNES SANTO: !Se¡, se tengo de un amigo, sed
tengo de un amor,
Viacrucis: D F# Bm
se tengo que un hermano tenga
Saliendo del pretorio: compasion
Em F#
Bm Em A Que acepte ésta sangre que
Saliendo del pretorio marcha una derramando estoy,
procesión, Bm
D F# Bm por su salvación.
con rumbo al Calvario sufriendo va
un varón. No¡, no puede dar un paso... No¡, no
Em F# puede ser maldito…
la cruz sobre su espalda llagándole
está
Bm Perdona a tu pueblo Señor:
no puede caminar.
B7 Em A PERDONA A TU PUEBLO SEÑOR
!No¡, no puede dar un paso y cae PERDONA A TU PUEBLO
sobre el camino, PERDÓNALE SEÑOR
D F# Bm
recibe un latigazos sobre su cuerpo No estés eternamente enojado
herido. No estés eternamente enojado
Em F# Perdónale Señor.
No puede avanzar se escucha solo
un grito:
Bm Por tus profundas llagas crueles
Por tus salivas y por tus hieles Miradle los ojos, los tiene
Perdónale Señor empañados,Lágrimas que vierte por
nuestros pecados (2)
Por tus heridas de pies y manos
Por los azotes tan inhumanos Miradle la boca, seca y renegrida,Te
Perdónale Señor está pidiendo agua por darte la vida
(2)
ADORACIÓN DE LA SANTA CRUZ
El agua que pide que sea de
Salve Cruz bendita: abstinencia,Agua saludable de la
penitencia (2)
SALVE CRUZ BENDITA MADERO
SAGRADO,QUE CARGÓ EN SUS Prisionero te hayas en una
HOMBROS MI JESÚS AMADO (2) columna,Y los fieles heridos que
eclipsó la luna (2)
Bajó de la Cruz, bajó a padecer,Los
primeros pasos a Jerusalén (2) Con la Palabra Santa que el Señor
habló,Ábrase la Gloria que el preso
Bajaste Tú al mundo con crecido llegó (2)
amor,Moriste en la Cruz por el
pecador (2) En el Jueves Santo que el Señor
oró,Su santa Madre fue la que lloró
En un arrabal rodeado de (2)
penas,Prisionero te hayas con
crueles cadenas (2) En el Viernes Santo que el Señor
murió,Su divino cuerpo se le sepultó
Con crueles cadenas te van (2)
estirando,Con crueles cordeles lo
van azotando (2) Al atardecer de la vida:

Con hiel y vinagre lo AL ATARDECER DE LA VIDA,


fortalecieron,Con crueles espinas a ME EXAMINARÁN DEL AMOR. (2)
Jesús prendieron (2)
Si ofrecí mi pan al hambriento,
Miradle el cabello lo tiene mezclado,Y si al sediento di de beber,
por eso dicen que está agraviado (2) si mis manos fueron sus manos,
Miradle las sienes, las tiene si en mi hogar le quise acoger.
quebradas,Con crueles espinas las
tiene pasadas (2) ESTRIBILLO.

Si ayudé a los necesitados,


si en el pobre he visto al Señor, ESTRIBILLO.
si los tristes y los enfermos,
me encontraron en su dolor.
Señor Dios, Rey Celestial,
ESTRIBILLO. Dios Padre todopoderoso,
Señor Hijo único, Jesucristo,
Aunque hablara miles de lenguas, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del
si no tengo amor nada soy. Padre.
Aunque realizara milagros,
si no tengo amor nada soy. ESTRIBILLO.

ESTRIBILLO. Tú que quitas el pecado del mundo,


ten piedad de nosotros;
Tú que quitas el pecado del mundo,
VIGILIA PASCUAL: atiende nuestra súplica.
Tú que estás sentado a la derecha
GLORIA A DIOS EN EL CIELO; del Padre,
ten piedad de nosotros.
GLORIA A DIOS, EN EL CIELO
Y EN LA TIERRA PAZ A LOS ESTRIBILLO.
HOMBRES
QUE AMA EL SEÑOR. Porque sólo Tú eres Santo, sólo tú
Señor,
Por tu inmensa gloria te alabamos, sólo Tú Altísimo Jesucristo,
te bendecimos, te adoramos, con el Espíritu Santo
te glorificamos, te damos gracias. en la gloria de Dios Padre.
Amén.
VISITAS A LOS ENFERMOS

LECTURA

1. Uno de los presentes o un ministro proclama la Palabra de Dios. Se puede utilizar una lectura
apropiada de la Parte III o una de las siguientes:

A) En el nombre de Jesús, levántate y camina.

Del libro de los Hechos de los Apóstoles


3, 1-10

En aquel tiempo, Pedro y Juan subieron al templo para la oración vespertina, a eso de las tres de la
tarde. Había allí un hombre lisiado de nacimiento, a quien diariamente llevaban y ponían ante la puerta
llamada la "Hermosa", para que pidiera limosna a los que entraban en el templo.

Aquel hombre, al ver a Pedro y a Juan cuando iban a entrar, les pidió limosna. Pedro y Juan fijaron en él
los ojos, y Pedro le dijo: "Míranos". El hombre se quedó mirándolos en espera de que le dieran algo.
Entonces Pedro le dijo: "No tengo ni oro ni plata, pero te voy a dar lo que tengo: En el nombre de
Jesucristo nazareno, levántate y camina". Y, tomándolo de la mano, lo incorporó Al instante sus pies y
sus tobillos adquirieron firmeza. De un salto se puso de pie, empezó a andar y entró con ellos al templo
caminando, saltando y alabando a Dios.

Todo el pueblo lo vio caminar y alabar a Dios, y al darse cuenta de que era el mismo que pedía limosna
sentado junto a la puerta "Hermosa" del templo, quedaron llenos de miedo y no salían de su asombro
por lo que había sucedido. Palabra de Dios.

B) Él hizo suyas nuestras debilidades.

Del santo Evangelio según san Mateo


8, 14-17

En aquel tiempo, al llegar Jesús a la casa de Pedro, vio a la suegra de éste en cama, con fiebre. Entonces
la tomó de la mano y desapareció la fiebre. Ella se levantó y se puso a servirles.
Al atardecer le trajeron muchos endemoniados. Él expulsó a los demonios con su palabra y curó a todos
los enfermos. Así se cumplió lo dicho por el profeta Isaías: Él hizo suyas nuestras debilidades y cargó con
nuestros dolores. Palabra del Señor.

RESPUESTA A LA PALABRA

2. Se puede guardar silencio después de la lectura de la Palabra de Dios. Enseguida se puede utilizar
algún salmo de la Parte III o algunos de los siguientes:

A) Salmo 101
R. Señor, escucha mi plegaria.
Señor, escucha mi plegaria;

que a tu presencia lleguen mis clamores.

El día de la desgracia,

Señor, no me abandones.

Cuando te invoque, escúchame

y enseguida respóndeme. R.

Cuando el Señor reedifique a Sión

y aparezca glorioso,

cuando oiga el clamor del oprimido

y no se muestre a sus plegarias sordo,

entonces al Señor temerán todos los pueblos

y su gloria verán los poderosos. R.

Esto se escribirá para el futuro

y alabará al Señor el pueblo nuevo,

porque el Señor, desde su altura santa,

ha mirado a la tierra desde el cielo,

para oír los gemidos del cautivo

y librar de la muerte al prisionero. R.

B Salmo 26
R. El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación,

¿a quién voy a tenerle miedo?

El Señor es la defensa de mi vida,

¿quién podrá hacerme temblar? R.

Cuando me asaltan los malvados

para devorarme,

ellos, enemigos y adversarios,

tropiezan y caen. R.

Porque el Señor me procuró un refugio

en los tiempos aciagos;

me esconderá en lo oculto de su tienda

y él me pondrá a salvo. R.

El ministro puede a continuación hacer una breve explicación de la lectura, tratando de aplicarla a las
necesidades de la persona enferma y de aquellos (aquellas) que lo cuidan.

PADRENUESTRO
El ministro introduce el Padrenuestro con estas o semejantes palabras:

Oremos confiadamente al Padre con las palabras que nos enseñó nuestro Salvador:

Todos dicen:

Padre nuestro…

ORACIÓN CONCLUSIVA

60. El ministre dice la oración conclusiva. Cualquiera de las siguientes le puede servir:

A) Padre nuestro, tu Hijo aceptó nuestros sufrimientos para enseñarnos la virtud de la paciencia en el
dolor humano. Escucha las oraciones que te ofrecemos por nuestro(a) hermano(a) enfermo(a).

Que todos los que sufren dolores, enfermedades o males se den cuenta de que han sido escogidos para
ser santos y para conocer que están unidos a Cristo, que sufre por la salvación del mundo. Te lo pedimos
por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
B) Dios todopoderoso y fuente de la vida, que le das la vida a todos los que creen en ti, escucha con tu
amor vivo y activo las oraciones que te hacemos por este hermano a) enfermo(a); devuélvele la salud,
para que pueda darte gracias en tu Iglesia. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.

R. Amén
C) Dios todopoderoso y fuente de la vida, tenemos la seguridad de que nos perdonas. Danos serenidad
y paz interna; que podamos disfrutar los dones de tu bondad y utilizarlos siempre para tu gloria y
nuestro bien. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.

 R. Amén.

BENDICIÓN
61. El ministro puede dar la bendición con una de las siguientes fórmulas:

A) Tú eres digno de toda gloria y alabanza, Señor, Dios nuestro,


Bendice a N., porque tú nos has llamado a servirte amándote. para que pueda sobrellevar su
enfermedad, en unión con los sufrimientos de tu Hijo, siempre obediente. Devuélvele la salud,

y condúcelo(a) a la gloria. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.

R. Amén.
Por una persona anciana

Tú eres digno de toda gloria y alabanza, Señor, Dios nuestro,

porque tú nos has llamado a servirte amándote. Bendice a todos los que han envejecido en tu servicio y
concédele a N., fuerzas y valor para que siga los pasos de Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina por los
siglos de los siglos.

R. Amén.
Si el ministro es sacerdote o diácono, prosigue inmediatamente:

La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ti (ustedes). y
permanezca para siempre.

R. Amén.
El sacerdote puede imponerle las manos a la persona enferma.
Si el ministro no es ni sacerdote ni diácono, invoca la bendición de Dios haciendo sobre sí mismo(a) la
señal de la cruz, y diciendo:

Que el Señor nos bendiga, nos libre de todo mal

y nos lleve a la vida eterna. R. Amén.

Entonces el ministro puede trazar la señal de la cruz en la frente de la persona enferma.

COMUNIÓN EN
CIRCUNSTANCIAS ORDINARIAS
RITOS INTRODUCTORIOS

SALUDO
81. El ministro saluda a la persona enferma y a los presentes. Puede utilizar, para ello, una de las
siguientes fórmulas:

A) La paz del Señor esté siempre con ustedes.


R. Y con tu espíritu.
B) La paz del Señor reine en esta casa y en todos los que en ella habitan.
R. Y con tu espíritu.
C) La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la Comunión del Espíritu Santo estén con
todos ustedes.

R. Y con tu espíritu.
D) La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo, el Señor, estén con ustedes.
R. Y con tu espíritu.
Entonces el ministro coloca el Santísimo Sacramento en la mesa y todos juntos lo adoran.

ASPERSIÓN CON AGUA BENDITA


82. Si parece conveniente, el sacerdote o el diácono rocía con agua ben- dita a la persona enferma y a
todos los presentes. Se puede utilizar una de las siguientes fórmulas:

A) Que esta agua bendita nos recuerde


el bautismo que recibimos y renueve nuestra fe en Cristo,

que con su muerte y resurrección nos redimió.

B) Que la gracia del Señor nos dé la vida, como un río en medio del desierto.
Si tiene lugar aquí el sacramento de la Penitencia (ver apéndice, p. 267), se omite el acto penitencial.

ACTO PENITENCIAL
83. El ministro invita a la persona enferma y a todos los presentes a participar en el acto penitencial, con
estas u otras palabras parecidas:

A) Hermanos y hermanas,
para prepararnos a esta celebración,

reconozcamos nuestros pecados.

B) Hermanos y hermanas,
con toda nuestra confianza puesta en el Señor,

pidámosle perdón por todos nuestros pecados.

Después de un breve momento de silencio, prosigue el acto penitencial

con una de las siguientes fórmulas:

A) Señor Jesús, que curaste a los enfermos:


Señor, ten piedad de nosotros.

R. Señor, ten piedad de nosotros.


Señor Jesús, que perdonaste a los pecadores:
Cristo, ten piedad de nosotros.

R. Cristo, ten piedad de nosotros.


Señor Jesús, que te entregaste a la muerte

para sanarnos y darnos fortaleza:

Señor, ten piedad de nosotros.

R. Señor, ten piedad de nosotros.

B) Yo confieso ante Dios todopoderoso


y ante ustedes, hermanos,

que he pecado mucho

de pensamiento, palabra, obra y omisión.

Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,

a los ángeles, a los santos

y a ustedes, hermanos,

que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.

El ministro concluye el acto penitencial, diciendo:

Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros,

perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.

R. Amén.

LITURGIA DE LA PALABRA

LECTURA
84. Uno de los presentes o el ministro proclama la Palabra de Dios. Puede utilizar para ello la Parte III o
una de las lecturas que se proponen a continuación:

A) Del santo Evangelio según san Juan


6,51

Jesús dice: "Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el
pan que yo les voy a dar es mi carne, para que el mundo tenga vida". Palabra del Señor.

B) Del santo Evangelio según san Juan


6, 54b 58

Jesús les dijo: "El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día.
Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre,
permanece en mí y yo en él. Como el Padre, que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por él, así
también el que me come vivirá por mí.

Este es el pan que ha bajado del cielo; no es como el maná que comieron sus padres, pues murieron. El
que come de este pan vivirá para siempre". Palabra del Señor.

C) Del santo Evangelio según san Juan


14.6

Jesús dice: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre si no es por mí". Palabra del Señor.

D) Del santo Evangelio según san Juan


15, 5

Jesús dice: "Yo soy la vid y ustedes los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto
abundante". Palabra del Señor.

E) De la primera carta del apóstol san Juan 4, 16

Queridos hijos: Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en ese amor. Dios
es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él. Palabra de Dios.

RESPUESTA A LA PALABRA
85. Se puede guardar un breve espacio de silencio, después de la lectura la Palabra de Dios.

El ministro podrá explicar brevemente la lectura y aplicarla a las necesidades de la persona enferma y de
los que cuidan de ella.

PRECES
86. Se pueden enunciar las peticiones generales. Mediante una breve introducción, el ministro invita a
todos a orar. Después de las intenciones, el ministro recita la oración conclusiva. Es recomendable que
una persona distinta del ministro pronuncia las intenciones.

LITURGIA DE LA COMUNIÓN

PADRENUESTRO

87. El ministro introduce el Padrenuestro con estas o semejantes palabras:

A) Oremos confiadamente al Padre con las palabras


que nos enseñó nuestro Salvador.

a) Fieles a la recomendación del Salvador, y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir:
Todos dicen:

Padre nuestro...

COMUNIÓN
88. El ministro presenta el pan eucarístico a los presentes, con estas palabras:

A) Éste es el pan de la vida. Prueben y vean qué bueno es el Señor.

B) Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor.
La persona enferma y todos los que vayan a recibir la Comunión dicen:

Señor, no soy digno de que entres en mi casa,

pero una palabra tuya bastará para sanarme.

El ministro se acerca a la persona enferma y presentándole la sagrada forma, dice:


El Cuerpo de Cristo.

La persona enferma responde "Amén" y recibe la Comunión.

(Si se da la comunión bajo las especies de vino, el ministro dice:

La Sangre de Cristo.

La persona enferma responde: "Amén" y recibe la Comunión). Si otras personas quieren recibir la
Comunión, pueden hacerlo en la

forma acostumbrada. Terminado el rito, el ministro purifica los vasos sagrados, como de costumbre.

ORACIÓN EN SILENCIO
89. A continuación se puede guardar un momento de silencio.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

90. El ministro reza la oración conclusiva. Puede utilizarse una de las siguientes:

Oremos.
Pausa para orar en silencio, si no se ha hecho anteriormente

A) Señor y Padre nuestro, que nos has llamado a participar del mismo pan y del mismo vino, para vivir
así unidos a Cristo. Ayúdanos a vivir unidos a él, para que produzcamos fruto, experimentando el gozo
de su redención. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.

B) Señor Dios todopoderoso, te damos gracias por este don sagrado. que constituye nuestro alimento.
Derrama en nosotros tu Santo Espíritu y con el vigor que nos comunica este alimento celestial, haz que
nos entreguemos de corazón a tu servicio. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.
RITO CONCLUSIVO
BENDICIÓN

91. El sacerdote o el diácono bendice a la persona enferma y a los presentes, utilizando para ello, una de
las siguientes fórmulas. Pero, si han quedado algunas formas consagradas, puede bendecir al enfermo,
haciendo, en silencio, la señal de la cruz con el Santísimo Sacramento.
A) Que Dios Padre te bendiga.
R. Amén.
Que Dios Hijo te cure.

R. Amén.
Que Dios Espíritu Santo te ilumine.

R. Amén.
Que te bendiga Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

R. Amén.
B) Que el Señor esté contigo para protegerte.
R. Amén.
Que el Señor te guíe y te dé fortaleza.

R. Amén.
Que el Señor te cuide, te defienda y te bendiga con su paz.

R. Amén.
Que te bendiga Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

R. Amén.

C) La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ti ustedes) y
permanezca para siempre.

R. Amén.
Si el ministro no es sacerdote ni diácono, invoca la bendición de Dios y hace sobre sí mismo(a) la señal
de la cruz, diciendo

A) Que el Señor nos bendiga, nos libre de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
B) Que nos bendiga y nos proteja Dios todopoderoso y lleno de misericordia, Padre, Hijo y
Espíritu Santo. 

R. Amén.

También podría gustarte