Semana Santa 2023
Semana Santa 2023
Semana Santa 2023
Postulantado Mercedario
Presentación
L
- CATEQUESIS -
Inicia con el sexto domingo de cuaresma, más conocido como Domingo de Ramos en
la pasión del Señor, que conmemora su entrada gloriosa en Jerusalén, como presagio
de su triunfo pascual y el anuncio de su pasión. La doble denominación y contenido de
la fiesta proviene del encuentro de dos celebraciones distintas, una romana (la pasión)
y otra jerosolimitana (ingreso triunfal en la ciudad santa).
Debido a las dos caras que tiene este día, se denomina “Domingo de Ramos” (cara
victoriosa) o “Domingo de Pasión” (cara dolorosa). Por esta razón, el Domingo de
Ramos -pregón del Misterio Pascual- comprende dos momentos en la celebración: la
procesión de ramos y la Eucaristía. Lo que importa en el primer momento no es el ramo
bendito, sino la celebración del triunfo de Jesús. Por ser creyentes, por estar
convertidos y por haber sido iniciados sacramentalmente a la vida cristiana,
pertenecemos de tal modo al Señor que, al celebrar litúrgicamente su entrada en
Jerusalén, nos asociamos a su seguimiento. La Semana Santa inicia y termina con la
entrada triunfal de los redimidos en la Jerusalén celestial, recinto iluminado por la
antorcha del Cordero.
GUIA DE LA CELEBRACIÓN
Los fieles reunidos en una iglesia o en otro lugar adecuado, fuera de la iglesia, hacia la
cual, los fieles llevan ramos en sus manos.
1. Acetre con agua bendita e hisopo.
2. Ritual de Semana Santa 2023.
3. Sonido y cantos.
4. Incensario y naveta
5. Cruz Alta adornada con ramos.
6. Ciriales
Liturgia de la Palabra
LUNES SANTO
TEMA 1: La vocación como una invitación.
Dinámicas.
Niños: cuando yo estaba en la pancita de mamita. (Canto)
Rey Amiba: al iniciar todos son amibas, buscan una pareja para jugar piedra, papel o
tijera, quien pierde permanece como amiba, y quien gana evoluciona a cangrejo y
sucesivamente (conejo, chango y humano).
Quítale la cola al burro.
a) Vocación laical.
A los laicos les corresponde vivir de lleno la vida secular, tanto en cada una de las
actividades y profesiones como en las condiciones ordinarias de la vida familiar y social
con las que su realidad está tejida. Es allí donde están llamados por Dios a cumplir una
misión, guiándose por el espíritu de las bienaventuranzas, de modo que, igual que la
levadura, contribuyan desde dentro a la transformación del mundo, para que muestren
a Cristo a los demás.
La vocación de los laicos es, pues, la de ser discípulos misioneros que buscan el Reino
de Dios y su justicia (Mt 6,33) en la realización de su condición cristiana, y tratan de
organizar todos los asuntos de la vida social según el espíritu del Evangelio. . El campo
de su actividad es la política, lo social, la economía, la cultura, las ciencias, el arte, los
medios de comunicación, la educación, etc. (cf. Pablo VI, Evangelii nuntiandi, n. 70).
Algunos ejemplos de formas de vida cristiana laicales:
o Matrimonio-viudez.
o Familia-maternidad-paternidad.
o Soltería.
o Profesionalidad (educación, sanidad, política, economía, cultura, etc.).
o Virginidad consagrada (vírgenes laicas consagradas).
o Misión “ad gentes” (misiones donde la Iglesia aún no está implantada).
o Vida comunitaria (comunidades de base, fraternidades seglares, etc.).
o Etc.
MARTES SANTO
TEMA 2: Eres incondicionalmente amado (el amor).
Niños: el amor de Dios es maravilloso, yo tengo un amigo que me ama, chu chu
hua hua, hacer un gesto de amor hacia un peluche.
Jóvenes: hacer un gesto hacia un peluche, la cuchilla y la navaja, el rey pide, el
barco se hunde, los elementos, números al ataque, el cartero, corazones
impresos
Adultos: nadie te ama como yo, espejo “el más importante para Dios”, el nudo.
Ver:
El amor de Dios no tiene las deficiencias de los amores humanos. No obedece al
capricho, no cambia con el tiempo o la circunstancia. No depende de la respuesta del
hombre. Es un amor fiel, irrenunciable, incondicional. Un amor que permanece en todas
las circunstancias, más allá del propio comportamiento del pueblo, tristemente se hizo
popular esa imagen de Dios que se representaba como un ojo enorme que nos vigila y
ve en particular nuestros pecados. Como si fuese un carcelero o un policía. Como si se
tratase de quedar bien con él o de ganar su beneplácito.
Pero esta imagen es falsa, es una proyección de ciertas conciencias escrupulosas, de
un conflicto de culpa. La imagen verdadera de Dios, como hemos podido comprobar,
va mucho más allá. Esta imagen deformada de Dios señala hacia un conflicto que es
frecuente en el ambiente juvenil. El de quien se percibe no amado, el de quien no tiene
una seguridad en los demás. Se trata de un problema severo de la pérdida de la
confianza.
Juzgar.
El amor es uno de los conceptos más complejos del mundo y tal parece que nadie lo
comprende. Según unos estudios realizados en el continente americano el 98% de las
personas no pueden definir ¿qué es el amor?
Muchas de las personas cuando se les interroga sobre el tema dicen que es un
sentimiento, pero no es así, el amor es causa de un sentimiento pero no es un
sentimiento, porque no se puede ordenar que se tenga una emoción, por ejemplo:
Actuar.
Se les pide hacer un compromiso de acuerdo al tema.
MIÉRCOLES SANTO
Tema 3: Tu vida tiene sentido.
Niños: doña Blanca, encuentra tu número,
Jóvenes: la baraja de la vida, listones, el tío borracho, el gato.
Adultos: varias imágenes de oficios de la vida de Jesús
Ver.
El sentido existe en la propia vida de manera objetiva pero es necesario encontrarlo.
Esto quiere decir que tu vida tiene un significado y un valor en sí misma. Y este
significado se funda precisamente en su origen, que es el amor. Desde el modelo de
Cristo, que no ha venido para los sanos, sino para los enfermos, que valora toda la vida
y a todas las personas, comprendemos que todo hombre posee una amabilidad
objetiva, o sea, que es digno de ser amado por lo que es, y que toda vida tiene un
significado que le pertenece y la marca en lo más profundo de su ser- Pero este sentido
objetivo de tu existencia necesitas descubrirlo, reconocerlo, identificarlo poco a poco. Y
conocido, siempre de un modo parcial, deberás apropiarlo, es decir, hacerlo tuyo,
sentirlo como parte de la apropiación de ti mismo. Este proceso de conocimiento,
apropiación y expresión del sentido de tu vida es un ejercicio que siempre es necesario
hacer y se hace especialmente agudo cuando pasad por una crisis, de cualquier tipo
que sea. Por eso hay que decir que la felicidad es más un camino que una meta. Me
experimento feliz en la medida en que voy descubriendo el significado de mi existencia
y en la medida en que me esfuerzo, en medio de todas las dificultades, por ponerlo en
práctica.
El problema es que muchos niños, jóvenes y adultos han perdido el sentido de la vida o
les especialmente difícil encontrarlo. Se pierde el sentido cuando no hay capacidad de
creer y de confiar, cuando uno vive en la impresión de que todo parece un engaño.
Entonces la persona se refugia en el fragmento intentando una felicidad imposible. En
muchos ambientes juveniles el sentido es como agua en el desierto, un elemento
escaso que es importante rescatar. Por eso parece especialmente urgente proponer un
camino educativo que ayude a recuperar el sentido de la vida.
No se puede vivir sin saber para qué, para quién, o hacia dónde avanzas. Quizá son
demasiadas preguntas, pero es necesario responderlas. Las personas que sufrieron el
terrible sin sentido de los campos de concentración, en medio de ello supieron
encontrar un sentido, porque lo necesitaban para sobrevivir. Ese sentido de vida fue
algo original y distinto de lo que había esperado nunca. Quizá estaba referido a un
pequeño significado. Por ejemplo, un esfuerzo por hacer la pena más ligera a los
compañeros, o el sentido de subrayar en medio de todo la propia dignidad. Pero les
hizo descubrir el poder grande que tiene nuestra capacidad racional, es decir, la
capacidad de dar un significado a las cosas. No podernos comparar la situación de
muchos jóvenes a un campo de concentración, pero sí es cierto que la falta de sentido
que hoy se extiende como una epidemia se debe a las limitaciones objetivas que todos
vivimos. Quizá es en medio de esas limitaciones donde podemos dar un significado
original a lo que somos y hacemos y sobre todo al futuro. Desde este punto de vista no
nos extrañe que muchos jóvenes se debatan entre el sentido y el sinsentido. Que
experimenten por un lado el anhelo y la esperanza de algo mejor, pero al mismo tiempo
sientan el dolor y la frustración de una realidad que no responde a sus esperanzas.
Hallar el sentido de la vida depende más de una actitud de las personas que de la
realidad misma. Porque hemos dicho que el sentido está allí, pero es necesario
descubrirlo. Esta actitud se puede llamar “apertura”. Consiste en mantener abierto el
oído para escuchar la música que la realidad ofrece y aprender a bailar con ella. No es
fácil conseguir esta actitud, porque se nos presentan muchos argumentos fáciles para
fundamentar una duda y una visión escéptica de la realidad y del futuro. Hemos
insistido en que el sentido se descubre poco a poco, por ello es posible ejercitarse en la
búsqueda del sentido.
Juzgar.
Esta cuestión puede plantearse de distintas formas. Tal vez alguien se pregunte: “¿Por
qué estamos aquí?” o “¿Qué propósito tiene la vida?”. La Biblia indica que nuestro
propósito en la vida es llegar a ser amigos de Dios. Para comprender mejor este
asunto, veamos algunas verdades fundamentales que revelan las Escrituras.
Dios es nuestro Creador. La Biblia dice: “Es [Dios] quien nos ha hecho, y no nosotros
mismos” (Salmo 100:3; Revelación [Apocalipsis] 4:11).
El Creador tiene un propósito para todo lo que ha hecho, incluida la humanidad (Isaías
45:18).
Dios nos creó con una “necesidad espiritual”, la cual incluye el deseo de hallarle
sentido a la vida (Mateo 5:3). Él quiere que satisfagamos ese anhelo (Salmo 145:16).
Satisfacemos nuestra necesidad espiritual cuando nos esforzamos por conocer a Dios
y ser sus amigos, algo que no está fuera de nuestro alcance. De hecho, la Biblia nos
hace esta invitación: “Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes” (Santiago 4:8;
2:23).
A fin de ser amigos de Dios, debemos cumplir con el propósito para el cual nos creó. La
Biblia deja claro cuál es ese propósito: “Para esto fue creado el hombre: para temer y
amar a Dios y obedecer sus mandatos” (Eclesiastés 12:13, versión de Ángel Sánchez,
nota; lenguaje actualizado).
En el futuro, cuando Dios elimine el sufrimiento y conceda vida eterna a todos sus
amigos —aquellos que le sirven con lealtad—, se verá totalmente cumplido el propósito
de Dios para la humanidad (Salmo 37:10, 11).
Actuar.
Jueves Santo
E
- CATEQUESIS -
La expresión Triduo Pascual, relativamente reciente, se remonta a los años treinta del
siglo XX. No obstante, ya a finales del siglo IV, Ambrosio de Milán hablaba de un
triduum sacrum, para referirse a los tres días en que Cristo padeció, descansó y
resucitó; y, algunos años más tarde, Agustín de Hipona mencionará un sacratissimum
triduum de Cristo, crucificado, sepultado y resucitado.
La liturgia del Triduo sacro se funda en la unicidad inescindible del Misterio Pascual de
la pasión y glorificación de Cristo. Cada momento del Triduo no debe considerarse
aisladamente, sino en su relación mutua, de manera que toda su celebración tiene
como punto central la santa Vigilia Pascual. El Triduo Sacro es, pues, una pascua
celebrada en tres días. La celebración del Triduo no constituye un simple recuerdo
subjetivo de la muerte y resurrección de Cristo. Al contrario, por medio de los ritos
pascuales, la Iglesia revive los misterios salvíficos de la redención, participando de la
pasión y glorificación del Señor, y accediendo a los tesoros de la gracia obtenida con el
precio de su sangre.
Con la misa vespertina in cena domini se abren las celebraciones del Triduo sacro. La
Iglesia de Jerusalén conocía ya, en el siglo IV, una celebración eucarística
conmemorativa de la Última Cena, momento de la institución de la Eucaristía,
sacramento que actualiza el sacrificio de Cristo en la cruz. En los orígenes, esta
celebración se desarrollaba sobre el Gólgota, en la basílica del martirion, al pie de la
cruz, y no en el cenáculo; hecho que confirma la relación originaria de la celebración
eucarística con el sacrificio de la cruz. A finales de esa misma centuria, tal tradición era
ya vivida en muchas Iglesias occidentales, aunque habrá que esperar hasta el siglo VII
para encontrar los primeros testimonios romanos.
Habrá que tener en cuenta que en este día la traslación del Santísimo Sacramento
hacia el lugar de la reserva, no debe confundirse con una gran procesión eucarística
similar a la del Jueves de Corpus. En esta celebración la procesión es sencilla pero
solemne y solo va del sagrario al lugar de la reserva (prácticamente dentro del mismo
espacio celebrativo).
HORA SANTA
PRIMER MOMENTO
Animador 1:
Hemos celebrado esta tarde la Eucaristía, haciendo memorial de la última Cena del
Señor. Una Cena donde los signos, los gestos, las palabras y sentimientos de Jesús,
son el gran regalo que nos ha dejado para que nosotras sigamos haciendo memoria
actualizada y agradecida.
Queremos ahora, seguir escuchando el eco que aún resuena en nuestro corazón de
esta memorable Cena. Renovemos nuestra fe en su presencia. Jesús está aquí, y nos
mira. Nos conoce por nuestro nombre. Cada vez que nos mira, nos bendice. Un
misterio, pero una realidad que nos desborda. Gracias Señor porque estás entre
nosotros (silencio).
Animador 2:
Sentimos Señor, Tu presencia amistosa y resucitada. Gracias por quedarte con
nosotras y darte como Pan de Vida Nos miras con amor inmerecido, un amor que nos
limpia y nos recrea y enciendes nuestro corazón con tu palabra. Gracias, Señor, por tu
amor y tu palabra. ¡Quédate siempre con nosotros!
Nº 2. QUÉDATE MAESTRO
Animador 1:
Nº 3. ¡VENID A MÍ!
Animador 2:
Nos has dejado otro regalo: El mandamiento del amor: “amaos los unos a los otros,
como yo os he amado”. La vida cambia cuando nos sentimos amados de Dios y
amamos a los demás. Porque el amor cura, perdona, sirve, nos sienta a la mesa,
supera distancias y regala ternura y misericordia.
Gracias Señor por el Regalo del Amor. La Eucaristía y el Amor son el testamento que
nos dejas en la víspera de tu pasión para ir por la vida haciendo el bien.
AGRADECIMIENTO:
SEGUNDO MOMENTO
Animador 1:
Es una tarde muy especial, nos has dejado el regalo de la Eucaristía, y el mandamiento
del Amor. Nosotras queremos acompañarte recordando tus horas amargas en el huerto
de los Olivos la víspera de tu entrega. Queremos orar, recordando algún momento de
tus horas amargas.
Dijo a Pedro: “¿No habéis podido velar una hora conmigo? Velad y orad para no caer
en la tentación, pues el espíritu está pronto, pero la carne es débil” De nuevo se apartó
por segunda vez y oraba diciendo: “Padre mío, si este cáliz no puede pasar sin que yo
lo beba, hágase tu voluntad” y viniendo otra vez los encontró dormidos, porque sus ojos
se cerraban de sueño. Dejándolos de nuevo, por tercera vez oraba repitiendo las
mismas palabras. Volviendo a los discípulos los encontró dormidos y les dijo: “Ya
podéis dormir y descansar. Mirad, está cerca la hora y el hijo del hombre va a ser
entregado en manos de los pecadores. ¡Levantaos, vamos! Ya está cerca el que me
entrega.
Animador 2:
PLEGARIA:
INTENCIONES LIBRES
TERCER MOMENTO
Animador 1:
El Señor se volvió y miro a Pedro, Pedro se acordó de las palabras de Jesús: antes que
cante el gallo me habrás negado tres veces. Saliendo afuera, lloró amargamente”.
La mirada de Jesús se hace más misteriosa en esta tarde, víspera de su Pasión. Nos
dejamos mirar por Él. Es la mirada que nos cambia por dentro como a Pedro (silencio).
PLEGARIA:
LECTOR 2: Hemos acompañado en esta noche a Jesús. Dándole gracias por el don de
la eucaristía, por el mandamiento del amor y del servicio. También nosotras hemos
estado en el huerto de Getsemaní. Hemos vencido el sueño y le hemos acompañado
hasta el juicio ante Caifás. Que sepamos acompañarle en el camino de la cruz, que nos
llevará el domingo de pascua a contemplar su resurrección.
Oh, Dios, al celebrar en esta noche la Cena en la que tu Hijo cuando iba a entregarse a
la muerte, confió a la iglesia el sacrificio nuevo y eterno y el banquete de su amor, te
pedimos alcanzar, de tan gran misterio, la plenitud de la caridad y de la vida. Por
Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Viernes Santo.
CELEBRACIÓN DE LA PASIÓN DEL SEÑOR (ROJO)
- CATEQUESIS -
E l Viernes Santo es el primer día del Triduo Pascual, día en que se celebra la
pascha passionis, como “paso” del Hijo de Dios de este mundo al Padre, su
sufrimiento solidario con los pecadores para destruir el pecado del mundo: su
muerte destruyela muerte, toda muerte. El Viernes Santo constituye el primer
acto de este paso.
Los testimonios más antiguos de una liturgia del Viernes Santo en Roma preceden, en
cambio, del siglo VII: manifiestan dos tradiciones distintas, que han llegado a través del
sacramentario Gelasiano(oficio presbiteral con adoraciónde la cruz, liturgiade la
Palabra y comunión con los presantificados:formas previamente consagradas)y del
sacramentario Gregoriano (liturgia papal, limitada a lecturas bíblicas y a una plegaria
universal).
El oficio romano actual,recuperadoa partir de las reformasde Pío XII y del Concilio
Vaticano II, contiene los tres elementos de la antigua liturgia presbiteral romana: liturgia
de la Palabra que incluye tres lecturas y oración universal, elementos procedentes de la
tradición papal, adoración de la Cruz, y comunión con la eucaristía consagrada la tarde
anterior.
La teología del Viernes Santo es particularmente rica: durante este día, la Iglesia
conmemora la pasión de su Señor y Esposo, adora su Cruz, recuerda su nacimiento
del costado de Cristo y, por la plegaria universal, intercede por la salvación del
universo.
El Viernes Santo es, por tanto, para el cristiano, un día de esperanza y confianza en
Dios, aún en medio del dolor. Los sufrimientos de Cristo atraen la benevolencia del
Padre. La cruz, símbolo del patíbulo y de la ignominia, es adorada: el instrumento de
humillación se convierte en término de la gloria el viernes santo. El cristiano se
encuentra, de modo especial, con la cruz, y recuerda así que, para ser fiel discípulo del
maestro, debe tomar su cruz de cada día, pues sólo la cruz es la respuesta a las ansias
de salvación y liberación de una humanidad que gime bajo el peso de los pecados. Por
otra parte, en consonancia con la primitiva tradición de la Iglesia, el viernes y, según la
oportunidad, también el Sábado Santo, hasta la Vigilia Pascual, se vive el sagrado
ayuno de la Pascua.
18. Prever altar desnudo, sin velas, un reclinatorio, una Cruz con velo morado, un
canasto para la ofrenda (destinada a los lugares santos).
19. A las 15:00 pm o en otra hora preestablecida, se celebra la Pasión del Señor,
que consta de tres partes.
I. Liturgia de la Palabra.
21. El ministro se dirige al espacio asignado, con las manos juntas dice la oración,
omitiendo la invitación “oremos”.
23. Se lee la Pasión del Señor. La lectura la hace el ministro acompañado de dos
lectores.
24. Después de la Pasión del Señor el ministro dice una breve homilía.
28. Al llegar a media nave descubre el brazo izquierdo de la Cruz, llevándola entona
la antífona y avanza hacia al altar.
29. Llegando al altar gira hacia al pueblo descubre la Cruz por completo y
elevándose entona por última vez la antífona, todo el pueblo se arrodilla y adora en
silencio, mientras el ministro la mantiene en lo alto.
30. En seguida el ministro entrega la Cruz para que la sostengan y se colocan velas.
32. Terminada la adoración la Cruz es llevada por el ministro a un lugar cerca del
altar, las velas se colocan cerca o sobre el altar.
III. Sagrada Comunión.
34. Al llegar al altar deposita el Santísimo Sacramento sobre él, lo descubre y hace
genuflexión. A continuación el ministro con las manos juntan inicia el Rito de la
Comunión.
36. Después el ministro dice “Oremos”, guarda un breve silencio y dice la oración
después de la comunión.
Esta procesión es una manifestación de la fe cristiana que indica la tristeza que tiene la
Iglesia de ver a Cristo muerto. Es una demostración al mundo de lo que lleva el
egoísmo, la soberbia y el pecado. Se ha ejecutado a un hombre justo sin causa alguna,
condenado por haber mostrado a la humanidad que tanto ama Dios al hombre que se
hizo hombre para salvarle.
Acto de Contrición:
(Se aconseja leer del Evangelio las citas que acompañan a cada dolor)
Qué grande fue el impacto en el Corazón de María, cuando oyó las tristes palabras con
las que Simeón le profetizó la amarga Pasión y muerte de su dulce Jesús. Querida
Madre, obtén para mí un auténtico arrepentimiento por mis pecados.
Qué angustioso fue el dolor de María cuando se percató de que había perdido a su
querido Hijo. Llena de preocupación y fatiga, regresó con José a Jerusalén. Durante
tres largos días buscaron a Jesús, hasta que lo encontraron en el templo. Madre
querida, cuando el pecado me lleve a perder a Jesús, ayúdame a encontrarlo de nuevo
a través del Sacramento de la Reconciliación.
Acércate, querido cristiano, ven y ve si puedes soportar tan triste escena. Esta Madre,
tan dulce y amorosa, se encuentra con su Hijo en medio de quienes lo arrastran a tan
cruel muerte. Consideren el tremendo dolor que sintieron cuando sus ojos se
encontraron - el dolor de la Madre bendita que intentaba dar apoyo a su Hijo. María, yo
también quiero acompañar a Jesús en Su Pasión, ayúdame a reconocerlo en mis
hermanos y hermanas que sufren.
Sexto Dolor - María recibe el Cuerpo de Jesús al ser bajado de la Cruz (Marcos 15, 42-
46)
¡Oh Madre, tan afligida! Ya que en la persona del apóstol San Juan nos acogiste como
a tus hijos al pie de la cruz y ello a costa de dolores tan acerbos, intercede por nosotros
y alcanzamos las gracias que te pedimos en esta oración. Alcánzame, sobre todo, oh
Madre tierna y compasiva, la gracia de vivir y perseverar siempre en el servicio de tu
Hijo amadísimo, a fin de que merezcamos alabarlo eternamente en el cielo.
Rosario de Pésame:
Monición inicial:
Que a través de este Santo Rosario, en el que meditaremos acerca de cada uno de los
instrumentos de la pasión, oremos con ella junto al cuerpo yaciente de Jesús, y
acompañemos a María en su prolongada noche de dolor y de pena.
La señal de la cruz.
Pilato les preguntó ¿Quieren que deje en libertad al rey de los judíos? Pero ellos
gritaron: ¡No, a ese no! Deja en libertad a Barrabás. Entonces Pilato ordenó que lo
azotarán. (Jn 18, 34. 40; 19,1).
En toda tu vida Señor, amaste, hoy, en cambio se te odia. Tus manos estuvieron
siempre dispuestas a acariciar a los niños y a los pecadores, hoy en cambio has
recibido solo fieros flagelos. Estuviste presto para sanar la carne destruida por la
enfermedad y la lepra, pero hoy, te destrozamos la carne que con cariño te tejiera tu
madre en su seno.
Hoy ciertamente se te sigue flagelando. Te golpeamos con nuestra indiferencia y
apatía, con la falta de solidaridad y unión de los que nos llamamos cristianos. Y
dejamos que te golpeen en la miseria de los pobres, en la tristeza de los deprimidos y
en la esclavitud de los vicios.
Madre, que dejemos ya los flagelos con que nos golpeamos unos a otros, que tú nos
enseñes como a Jesús, a utilizar nuestras manos para levantar, para acariciar, para
perdonar.
Los soldados lo llevaron al interior del palacio, o sea al pretorio y llamaron a la tropa. Lo
vistieron con un manto rojo y trenzando una corona de espinas, se la pusieron.
"El Señor me ha dado una lengua de discípulo para que sepa sostener con mi palabra
al cansado". (Is. 50, 4).
Era demasiado. Había ya traspasado por mucho los límites que la lógica humana había
impuesto al corazón del hombre. Y es que tu cabeza, tu corazón y tu boca, íntimamente
unidos, hicieron una combinación que hizo que los mismos cimientos del mundo, de
sus instituciones y de las personas, se cimbraron hasta lo más profundo. Las
bienaventuranzas, el perdón de los pecadores, el amor a los enemigos, un Dios que es
Padre, no se podían tolerar. La locura de tus palabras sólo podía recibir una corona
magnífica, pero nos equivocamos, una vez más nos equivocamos, tuvimos a bien ceñir
sus sienes, no de oro, sólo de espinas.
"El amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó
primero y envió a su Hijo como víctima por nuestros pecados." (1Jn, 4, 10)
"Él cargó con los pecados de muchos e intercedió por los pecadores." (Is 53, 1|2)
Así como amaste al Hijo Pródigo, así como buscaste la oveja perdida, así amas la cruz.
Que fue difícil, no hay que negarlo, pero bien sabes que en los caminos del amor,
siempre habrá senderos de sufrimiento. Porque tu amor "todo lo disculpa, todo lo cree,
todo lo espera, todo lo soporta" (1Co.13,7) Y así fue, el amor cegó a Dios y lo hizo
cargar una cruz para en ella hacer locuras insospechadas. Por eso, porque amas al
pecador, porque me amas, por eso Señor mío, amaste tu cruz.
Y mírame a mí, a mi vida, quejándome diariamente por mi cruz, evadiendo lo más que
puedo mis responsabilidades; y así porque no amo mi cruz, se hace más pesada y no
me decido caminar y cambiar la situación de mi vida, de mi familia y
de mi comunidad.
Madre, enséñame a amar, mi vida, mis dificultades, mis responsabilidades para que
una vez amándonos, las tomé sobre mis hombros y comience así a caminar detrás de
Jesús.
"Cuando llegaron al lugar llamado "la calavera" crucificaron allí a Jesús junto con dos
malhechores." (Lc 23, 33)
María.-Hijito que entre mis brazos, yaces cansado y deshecho
"Eran nuestras rebeldías las que lo traspasaron y nuestras culpas lo que lo trituraban"
( Is. 53,5)
El dolor parecía insoportable. Los golpes del martillo se confunden con el lento
desgarrarse de tu cruz y de tu carne. Si el hecho de no haber desfallecido durante este
cruel momento nos sorprende, más aún nos conmueve las palabras de perdón y
misericordia para quienes somos el motivo de tanto dolor. ¡Fuiste tan cruelmente
deshumanizado por los "humanos"!. La longitud, la anchura, la altitud y profundidad con
la que Dios nos amó desde la cruz supera aquí toda palabra. Callemos, miremos,
adoremos. (Un momento breve de silencio)
Madre dolorosa, que con tu presencia en el sacrificio de Cristo, eres verdadera Madre,
permite que cuando el sufrimiento toque a las puertas de nuestras vidas, podamos
contar con tu maternal compañía.
"Uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y enseguida brotó sangre y
agua." (Jn 19, 34)
Habías muerto ya. Y te quedaste sin nada. Lo diste todo, tu madre, tu vida, la última
gota de sangre.
Bendita lanza que traspasó tu costado y que ha dejado para nosotros tu corazón
siempre abierto. Bendita lanza que nos abre la posibilidad de retornar siempre a tú
corazón que perdona y que abraza. Por eso Señor, cambia este mi corazón de piedra
que se niega acoger al que me ha ofendido, que se niega abrirse al que me necesita,
que se ha endurecido y que poco le importa lo que le pase al prójimo. Traspasa pues
este corazón y haz que se vuelva más generoso y que entregue a ejemplo tuyo, todo lo
que tiene.
Madre llena de dolor intercede por tus hijos que a costa de la sangre de tu Hijo han sido
redimidos, para que así como tú, al pie de la cruz contemplemos y busquemos a Jesús,
quien nos espera con el corazón siempre abierto ya que "habiendo amado a los suyos,
los amó hasta el extremo".(Jn 13, 1)
Letanías:
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, perdónanos Señor
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, escúchanos Señor
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros
ORACIÓN FINAL:
- CATEQUESIS -
E l Sábado Santo, denominado gran sábado por los cristianos de Oriente, honra el
descanso de Cristo en el sepulcro, su descenso a los infiernos y su encuentro
con cuantos esperaban la apertura de los cielos. Este día los cristianos se
recogen en silencio y, mediante la oración y el ayuno,esperanla resurreccióndel
Señor. Por esta razón, la Iglesiano conoce reunión litúrgica alguna fuera de la
celebración cotidiana de las Horas.
En los primeros siglos de la Iglesia, este Sábado se caracterizaba por ser un día de
ayuno absoluto, previo a la celebración de las fiestas pascuales. A partir del siglo XVI,
con la anticipación de la Vigilia Pascual a la mañana del sábado, el significado litúrgico
del día quedó completamente oscurecido –“sábado de gloria”, se le denominaba
popularmente-, hasta que las sucesivas reformas del siglo XX le han devuelto su
originaria significación.
Durante el Sábado Santo, la Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor, meditando
en su pasión y muerte, y se abstiene de celebrar el sacrificio de la misa (por lo que
conserva el altar enteramente desnudo) hasta, que después de la Vigilia solemne o
espera nocturna de la resurrección, se desborda la alegría pascual, cuya exuberancia
inunda los cincuenta días subsiguientes.
Domingo de Pascua
DE LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR
Vigilia Pascual en la noche Santa (blanco)
- CATEQUESIS -
Hoy día, la Vigilia Pascual posee una estructura litúrgica articulada a partir de cuatro
ritos de un hondo carácter simbólico: *lucernario o liturgia de la luz, *liturgia de la
palabra, *liturgia bautismal y *liturgia eucarística.
*La liturgia de la luz encuentra su origen en el antiguo oficio del lucernario, celebrando
cada anochecer con la bendición de las lámparas. El rito actual simboliza a Cristo, luz
del mundo, que con su muerte y resurrección vence a las tinieblas del pecado. El oficio
de lucernario consta, a su vez, de la bendición del fuego, la bendición y encendido del
cirio, la procesión con el cirio y el canto del Pregón pascual.
*La liturgia de la palabra consta de nueve lecturas. Las lecturas del antiguo testamento
desarrollan los grandes temas de la historia de la salvación: creación (figura o anticipo
de la nueva creación obrada por la muerte y resurrección de Cristo), sacrificio de
Abraham (figura de sacrificio de Cristo, con el que se sella la nueva alianza), paso del
mar Rojo (figura del bautismo), nueva Jerusalén (figura de la Iglesia y del cielo), la
alianza perpetua (figura de la alianza sellada en Cristo), fuente de la sabiduría (figura
de la vida eterna), rocío del agua pura (figura del corazón nuevo en la resurrección), …
Acompaña a cada lectura una oración que explica y subraya el significado de los
textos, a la luz del misterio de Cristo. Por su parte, las lecturas del Nuevo Testamento
se centran en el bautismo, sacramento de participación en la muerte y resurrección
pascuales de Cristo. Por último, el Evangelio proclama los acontecimientos de la
mañana del Domingo de Pascua.
La Vigilia alcanza su cima con la *liturgia eucarística, máxima expresión del Misterio
Pascual como reactualización de la muerte salvífica de Cristo. La oración sobre las
ofrendas relaciona la Eucaristía con la nueva vida que nace de los sacramentos
pascuales; el prefacio se centra en el Misterio Pascual de la muerte y glorificación de
Cristo, y la oración después de la comunión contempla a la Eucaristía como el
sacramento pascual que dona y exige la caridad fraterna universal.
41. Prever el cirio, lámparas encendidas para los fieles, leña para el fuego, agua,
incensario, personas que van a revestir el altar y tocar las campanas en la apertura del
gloria. Invitar a las personas que vengan vestidas de blanco o que traigan algo de
blanco.
42. Esta es una noche de vigilia en honor del Señor. Los fieles llevan en las manos
lámparas encendidas.
AMBIENTACIÓN:
54. El ministro exhorta a la asamblea. Siguen las lecturas desde el ambón con su
respectivo salmo, al finalizar el sacerdote dice “Oremos”.
55. Terminada la última lectura del A.T. con su salmo y oración, se reviste el altar y
se encienden todas luces incluyendo las del altar, mientras se canta el gloria y se tocan
todas las campanas.
56. Terminado el himno el sacerdote dice la oración colecta como ordinario. En
seguida un lector hace la lectura de la Epístola.
57. Concluida la Epístola, todos se ponen de pie y el sacerdote entona el Aleluya.
Un salmista proclama el salmo.
58. El sacerdote pone incienso, para la proclamación del evangelio no se llevan los
ciriales. Se hace una homilía.
59. Después de la bendición del agua, todos de pie hacen la renovación de las
promesas bautismales.
60. El sacerdote realiza la aspersión sobre el pueblo, mientras todos cantan.
PÁGINA 236
NEXO 1: Cantos opcionales
Domingo de Ramos:
La
Rem
Rem.
Hosanna en el cielo
Los niños hebreos
Fa
Fa
Hosanna en el cielo
llevando ramos de olivo
Solm. La Rem
solm.
Hosanna en el cie- lo.
salieron al encuentro del Señor
te rogamos que todos los pueblos
Solm. Rem sean unidos en un solo amor.
Que viva mi Cristo, que viva mi Rey. ¡Tú reinarás! Dulce esperanza, que al
que impere doquiera triunfante su alma llena de placer
ley. Habrá por fin paz y bonanza, felicidad
Viva Cristo Rey, Viva Cristo Rey. habrá doquier
LECTURA
1. Uno de los presentes o un ministro proclama la Palabra de Dios. Se puede utilizar una lectura
apropiada de la Parte III o una de las siguientes:
En aquel tiempo, Pedro y Juan subieron al templo para la oración vespertina, a eso de las tres de la
tarde. Había allí un hombre lisiado de nacimiento, a quien diariamente llevaban y ponían ante la puerta
llamada la "Hermosa", para que pidiera limosna a los que entraban en el templo.
Aquel hombre, al ver a Pedro y a Juan cuando iban a entrar, les pidió limosna. Pedro y Juan fijaron en él
los ojos, y Pedro le dijo: "Míranos". El hombre se quedó mirándolos en espera de que le dieran algo.
Entonces Pedro le dijo: "No tengo ni oro ni plata, pero te voy a dar lo que tengo: En el nombre de
Jesucristo nazareno, levántate y camina". Y, tomándolo de la mano, lo incorporó Al instante sus pies y
sus tobillos adquirieron firmeza. De un salto se puso de pie, empezó a andar y entró con ellos al templo
caminando, saltando y alabando a Dios.
Todo el pueblo lo vio caminar y alabar a Dios, y al darse cuenta de que era el mismo que pedía limosna
sentado junto a la puerta "Hermosa" del templo, quedaron llenos de miedo y no salían de su asombro
por lo que había sucedido. Palabra de Dios.
En aquel tiempo, al llegar Jesús a la casa de Pedro, vio a la suegra de éste en cama, con fiebre. Entonces
la tomó de la mano y desapareció la fiebre. Ella se levantó y se puso a servirles.
Al atardecer le trajeron muchos endemoniados. Él expulsó a los demonios con su palabra y curó a todos
los enfermos. Así se cumplió lo dicho por el profeta Isaías: Él hizo suyas nuestras debilidades y cargó con
nuestros dolores. Palabra del Señor.
RESPUESTA A LA PALABRA
2. Se puede guardar silencio después de la lectura de la Palabra de Dios. Enseguida se puede utilizar
algún salmo de la Parte III o algunos de los siguientes:
A) Salmo 101
R. Señor, escucha mi plegaria.
Señor, escucha mi plegaria;
El día de la desgracia,
Señor, no me abandones.
y enseguida respóndeme. R.
y aparezca glorioso,
B Salmo 26
R. El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación,
para devorarme,
tropiezan y caen. R.
y él me pondrá a salvo. R.
El ministro puede a continuación hacer una breve explicación de la lectura, tratando de aplicarla a las
necesidades de la persona enferma y de aquellos (aquellas) que lo cuidan.
PADRENUESTRO
El ministro introduce el Padrenuestro con estas o semejantes palabras:
Oremos confiadamente al Padre con las palabras que nos enseñó nuestro Salvador:
Todos dicen:
Padre nuestro…
ORACIÓN CONCLUSIVA
60. El ministre dice la oración conclusiva. Cualquiera de las siguientes le puede servir:
A) Padre nuestro, tu Hijo aceptó nuestros sufrimientos para enseñarnos la virtud de la paciencia en el
dolor humano. Escucha las oraciones que te ofrecemos por nuestro(a) hermano(a) enfermo(a).
Que todos los que sufren dolores, enfermedades o males se den cuenta de que han sido escogidos para
ser santos y para conocer que están unidos a Cristo, que sufre por la salvación del mundo. Te lo pedimos
por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
B) Dios todopoderoso y fuente de la vida, que le das la vida a todos los que creen en ti, escucha con tu
amor vivo y activo las oraciones que te hacemos por este hermano a) enfermo(a); devuélvele la salud,
para que pueda darte gracias en tu Iglesia. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén
C) Dios todopoderoso y fuente de la vida, tenemos la seguridad de que nos perdonas. Danos serenidad
y paz interna; que podamos disfrutar los dones de tu bondad y utilizarlos siempre para tu gloria y
nuestro bien. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
BENDICIÓN
61. El ministro puede dar la bendición con una de las siguientes fórmulas:
R. Amén.
Por una persona anciana
porque tú nos has llamado a servirte amándote. Bendice a todos los que han envejecido en tu servicio y
concédele a N., fuerzas y valor para que siga los pasos de Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina por los
siglos de los siglos.
R. Amén.
Si el ministro es sacerdote o diácono, prosigue inmediatamente:
La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ti (ustedes). y
permanezca para siempre.
R. Amén.
El sacerdote puede imponerle las manos a la persona enferma.
Si el ministro no es ni sacerdote ni diácono, invoca la bendición de Dios haciendo sobre sí mismo(a) la
señal de la cruz, y diciendo:
COMUNIÓN EN
CIRCUNSTANCIAS ORDINARIAS
RITOS INTRODUCTORIOS
SALUDO
81. El ministro saluda a la persona enferma y a los presentes. Puede utilizar, para ello, una de las
siguientes fórmulas:
R. Y con tu espíritu.
D) La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo, el Señor, estén con ustedes.
R. Y con tu espíritu.
Entonces el ministro coloca el Santísimo Sacramento en la mesa y todos juntos lo adoran.
B) Que la gracia del Señor nos dé la vida, como un río en medio del desierto.
Si tiene lugar aquí el sacramento de la Penitencia (ver apéndice, p. 267), se omite el acto penitencial.
ACTO PENITENCIAL
83. El ministro invita a la persona enferma y a todos los presentes a participar en el acto penitencial, con
estas u otras palabras parecidas:
A) Hermanos y hermanas,
para prepararnos a esta celebración,
B) Hermanos y hermanas,
con toda nuestra confianza puesta en el Señor,
y a ustedes, hermanos,
R. Amén.
LITURGIA DE LA PALABRA
LECTURA
84. Uno de los presentes o el ministro proclama la Palabra de Dios. Puede utilizar para ello la Parte III o
una de las lecturas que se proponen a continuación:
Jesús dice: "Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el
pan que yo les voy a dar es mi carne, para que el mundo tenga vida". Palabra del Señor.
Jesús les dijo: "El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día.
Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre,
permanece en mí y yo en él. Como el Padre, que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por él, así
también el que me come vivirá por mí.
Este es el pan que ha bajado del cielo; no es como el maná que comieron sus padres, pues murieron. El
que come de este pan vivirá para siempre". Palabra del Señor.
Jesús dice: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre si no es por mí". Palabra del Señor.
Jesús dice: "Yo soy la vid y ustedes los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto
abundante". Palabra del Señor.
Queridos hijos: Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en ese amor. Dios
es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él. Palabra de Dios.
RESPUESTA A LA PALABRA
85. Se puede guardar un breve espacio de silencio, después de la lectura la Palabra de Dios.
El ministro podrá explicar brevemente la lectura y aplicarla a las necesidades de la persona enferma y de
los que cuidan de ella.
PRECES
86. Se pueden enunciar las peticiones generales. Mediante una breve introducción, el ministro invita a
todos a orar. Después de las intenciones, el ministro recita la oración conclusiva. Es recomendable que
una persona distinta del ministro pronuncia las intenciones.
LITURGIA DE LA COMUNIÓN
PADRENUESTRO
a) Fieles a la recomendación del Salvador, y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir:
Todos dicen:
Padre nuestro...
COMUNIÓN
88. El ministro presenta el pan eucarístico a los presentes, con estas palabras:
B) Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor.
La persona enferma y todos los que vayan a recibir la Comunión dicen:
La Sangre de Cristo.
La persona enferma responde: "Amén" y recibe la Comunión). Si otras personas quieren recibir la
Comunión, pueden hacerlo en la
forma acostumbrada. Terminado el rito, el ministro purifica los vasos sagrados, como de costumbre.
ORACIÓN EN SILENCIO
89. A continuación se puede guardar un momento de silencio.
90. El ministro reza la oración conclusiva. Puede utilizarse una de las siguientes:
Oremos.
Pausa para orar en silencio, si no se ha hecho anteriormente
A) Señor y Padre nuestro, que nos has llamado a participar del mismo pan y del mismo vino, para vivir
así unidos a Cristo. Ayúdanos a vivir unidos a él, para que produzcamos fruto, experimentando el gozo
de su redención. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.
B) Señor Dios todopoderoso, te damos gracias por este don sagrado. que constituye nuestro alimento.
Derrama en nosotros tu Santo Espíritu y con el vigor que nos comunica este alimento celestial, haz que
nos entreguemos de corazón a tu servicio. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.
RITO CONCLUSIVO
BENDICIÓN
91. El sacerdote o el diácono bendice a la persona enferma y a los presentes, utilizando para ello, una de
las siguientes fórmulas. Pero, si han quedado algunas formas consagradas, puede bendecir al enfermo,
haciendo, en silencio, la señal de la cruz con el Santísimo Sacramento.
A) Que Dios Padre te bendiga.
R. Amén.
Que Dios Hijo te cure.
R. Amén.
Que Dios Espíritu Santo te ilumine.
R. Amén.
Que te bendiga Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
R. Amén.
B) Que el Señor esté contigo para protegerte.
R. Amén.
Que el Señor te guíe y te dé fortaleza.
R. Amén.
Que el Señor te cuide, te defienda y te bendiga con su paz.
R. Amén.
Que te bendiga Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
R. Amén.
C) La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ti ustedes) y
permanezca para siempre.
R. Amén.
Si el ministro no es sacerdote ni diácono, invoca la bendición de Dios y hace sobre sí mismo(a) la señal
de la cruz, diciendo
A) Que el Señor nos bendiga, nos libre de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
B) Que nos bendiga y nos proteja Dios todopoderoso y lleno de misericordia, Padre, Hijo y
Espíritu Santo.
R. Amén.