Memorias de La Casa Muerta

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3

Memorias de la Casa Muerta, de Fiódor Dostoyevski

Apuntes (o Memorias) de la Casa Muerta, no solo es una novela, de Fiódor Dostoyevski,


sino también una metáfora, una reflexión y también una crítica sobre la vida y la libertad
dentro de la cárcel, en este caso, las cárceles siberianas del siglo XIX. Lo que da título a la
novela, Casa Muerta, es una brillantísima metáfora sobre la vida que se pudre, malogra y
deforma dentro de las cárceles al estar sometidos a pésimas condiciones, comer comida
que bien podría ser basura y estar llena de bichos, y verse recluidos a un espacio donde
tienen que aguantar vejaciones, no pueden tener nada, no pueden salir a ningún sitio, y lo
único al final acaba siendo el interior de ti mismo donde no pueden hurgar.
Introducción: ¿De qué trata Apuntes de la Casa Muerta de Dostoyevski?
Recoge las vivencias del personaje Alejandro Petróvich Goryánchikov en la cárcel siberiana
por matar a su esposa en el primer año de su matrimonio. Cada capítulo de la obra
describe las anécdotas, las distintas temáticas y conversaciones o experiencias que viven
los presos, sus sentimientos acerca de la navidad, el verano, intentos de fugas y otros
detalles de la sociedad, la administración y la cultura rusas. En este libro, que fue
publicado por capítulos en una revista que fundó el autor junto con su hermano Mijaíl, se
reflejan sus propias experiencias en la cárcel, la falta de libertad, el frío, la soledad, los
duros trabajos forzados, el tipo de personas con las que convivió y que a pesar de ser
criminales describe con una gran humanidad. En esta obra se hace una profunda reflexión
sobre la psicología criminal. Transmite sus conocimientos de la Biblia, libro que el propio
autor leía a diario en prisión y del que derivó su idea del uso del sufrimiento como
liberación y salvación espiritual.
Análisis: Apuntes de la Casa Muerta, publicada entre 1861 y 1862, basada en las
experiencias en el penal siberiano de Omsk por parte de Dostoyevski cuando, al principio
querían fusilarlo por conspirar contra el Zar, pero fue indultado y condenado a cuatro
años de trabajos forzados; es un análisis y una crónica de todo lo que vio, sintió, pasó y
pensó durante todo ese tiempo. Esta obra, que empieza a consolidar al escritor como el
grandísimo genio que es de la literatura universal tiene dos dimensiones: la metafórica en
la que vierte todas las críticas, los paralelismos y los temores de todo lo que vivió en el
penal, y la literal en la cual se ocupa de describir psicológicamente a cada personaje, e
incluso grupos de personas, y a contar la historia; aquí se aprecia esa gran psicología de
Dostoyevski, como pocos saben hacer, en la cual le da unos rasgos, una vivacidad y una
fidelidad, que bien podrían ser reales (lógicamente, perteneciendo al realismo literario).
El estilo de Dostoyevski, ya bastante maduro, en esta obra es refinada poesía, se podría
considerar quizás como un prólogo a su posterior literatura (donde alcanzaría el máximo
exponente y maestría con Crimen y Castigo, Los Demonios o Los hermanos Karamazov);
mucha descripción, densa, densísima, de carácteres, psicologías, físicos... a veces pudiera
ser un poco pesada tanta "carga" de descripción y argumento, ya que los diálogos no son
precisamente lo que más abunda en esta obra. Su estilo es sencillo, dispone de un
vocabulario riquísimo y una forma de escribir que es amplia, elegante y sencilla. Es el
maestro de la psicología y sabe hacer personajes redondos, vivos, con personalidades
diferentes, impredecibles, diferentes... otra cosa que me gusta mucho, y no podía esperar
menos de un realista, es el hecho de crear algo más que una novela; un cuadro con un
contexto, una historia, unas condiciones, unas vidas y unos espíritus en constante lucha.
Porque no solo se limita a contar qué le sucede en el penal, sino también cómo es la vida
allí, qué se hace, por qué, explicar cómo eran la vida y los presos allí. Esa riqueza y
variedad de detalles me parece algo excelentísimo, porque conoces un poquito mejor
cómo era la Rusia del siglo XIX, y en concreto, la zona de Siberia. Aborda temas como la
moralidad, la espiritualidad, los sentimientos... todo aquello que conforma a cada
hombre, y sobre todo a nuestro protagonista (basado en el propio Dostoyevski) El
Alexandr Petrovich del principio de la obra y del final, son radicalmente diferentes, y si me
apuras, más experimentado y con otra visión el del final tras haber acabado su condena en
el penal de Omsk.
La historia es sencillamente brutal. La forma en que empieza no la olvidaré fácilmente
porque es algo inesperado, sencillo y genuino. La obra empieza por la continuación de lo
que es el final de la obra, y eso lo hace más variado, más realista y más grandioso. Y me
explico, esa primera parte, ese comienzo, no es el comienzo de la historia de los Apuntes
de la Casa Muerta como tales, sino que trata sobre el tiempo después de haber salido de
la cárcel de Alexandr Petrovich; es decir, que empieza con un personaje, con un
protagonista que es ajeno a Petrovich y al final acaba acercándose, no al personaje, sino a
los Apuntes del personaje; y ahí comienza la obra. Los apuntes como tales empiezan en el
momento inmediato a la detención y deportación del protagonista Alexandr Petrovich -
hidalgo ruso- a la cárcel de Omsk por haber matado a su esposa; se nos da una imagen del
protagonista totalmente razonable y normal; un asesino más que entra en la cárcel, pero
con Dostoyevski no es así; nunca es uno más que entra a un sitio; sino el que entra. Sí
Alexandr Petrovich es un preso más entre todos los que hay, no es superior ni inferior,
pero sí un hábil observador con miedos, dudas y cuestiones morales y espirituales que a
veces llegan a rozar la apatía y ciertamente la desesperación como método para sobrevivir
allí. Conforme transcurre el tiempo va conociendo el lugar y a los demás, y se nos ofrecen
unas descripciones psicológicas y unas reflexiones que son cuanto menos interesantes;
solo por ser noble ya le miran mal y no lo consideran de los suyos; aunque hable y se lleve
bien en momentos determinados con algunos personajes, otros quedarían como amigos
hasta el final de la obra, lo que sufre es la opresión claustrofóbica de verse entre cuatro
paredes solo, sin amigos y con una gente que lo juzga y lo mira mal; por momentos cae
bien a los presos (en general), por otros es un desdén insultante y en otros son
increpaciones. La tortura, el drama y avance y moldeamiento psicológico que sufre en la
cárcel lo define de por vida. Pero hay un retrato metafórico; el retrato del propio
Dostoyevski que fue a la cárcel de verdad y que, según cuenta en los Apuntes, debieron
modificar su modo de pensar, sentir y vivir la vida y la libertad que, de otro modo, no
habría podido experimentar. Esta experiencia deja grave huella en su interior.
La extensión del libro son cuatrocientas setenta y cinco páginas, está dividido en dos
partes con once y diez capítulos respectivamente, no obstante, siendo Dostoyevski se
hace hasta corto y todo, porque es un verdadero placer leerle y meterse dentro de sus
esquemas narrativos y psicológicos. Con este libro, uno no solo se entretiene, sino que
aprende cuan duras eras las condiciones en las cárceles del siglo XIX en Rusia, cómo eran
sus presos, qué hacían en ellas y cómo podía acabar uno en ellas. Es un libro que, si se me
permite, es casi histórico porque es un fidedigno testimonio de cómo eran las susodichas
cárceles. Sin embargo, es un obra que dista de las grandes, como Crimen y Castigo, con lo
cual no es recomendable esperar la perfección psicológica y argumental del Dostoyevski
experimentado, pues en varias ocasiones se va por las ramas en la narración, repite cosas
y por estos motivos puede hacerse farragosa o ciertamente pesada la lectura en ciertas
partes, pero no hay problemas. No es algo especialmente grave.
Es un libro altamente recomendado para todos aquellos a los que les gusta el juego y la
profundidad psicológica, una historia que no se limita a narrar unos hechos sino también a
exponer dimensiones ulteriores como la moral y bien hilvanadas. Es un libro muy
interesante también si se quiere conocer más personalmente al autor que lo ha escrito,
porque es autobiográfico, en aquella época no va contar literalmente su experiencia; no;
lo que hace es jugar con otros personajes y con las metáforas para exponer sus críticas
sobre su condena, sobre las autoridades, sobre el sistema penitenciario, pero a través de
otros personajes, nunca en su propio nombre (en aquella época con el absolutismo
zarista, como para ponerte a criticarlos...)
Opinión personal: Me ha gustado esta obra. Empecé leyendo la más famosa: Crimen y
Castigo, pero los Apuntes de la Casa Muerta me han encandilado desde su prodigioso
inicio y me han supuesto una perspectiva más y nueva sobre la libertad, la vida y la propia
cárcel. En Dostoyevski me gusta prácticamente todo, la verdad; tiene esa espiritualidad,
esa psicología, esa maestría, ese talento... etc, que hacen de sus obras algo mágico,
meloso y realmente excepcional. Ya si empleamos metáforas como la de la Casa Muerta...
ya me ganas, la verdad. Dostoyevski nunca defrauda, la verdad; menudo genio que casi se
nos escapa por las paranoias del zar...

También podría gustarte