Activ 1 Experiencia 8
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° grado
ACTIVIDAD 1
A veces nos sentimos mal sin que exista una razón aparente para ello, pero siempre la hay. Aunque
normalmente se trate de pequeñas molestias a las que no damos importancia, sí deberíamos
hacerlo, ya que con el tiempo pueden derivar en enfermedades crónicas e incluso de gravedad.
Esto está relacionado, en buena medida, con lo que comemos o dejamos de comer. Los
alimentos proporcionan al organismo los insumos que necesita para funcionar bien; si estos no
son los adecuados, ocasionan problemas en determinados órganos que pueden afectar a los
demás.
Basta un cambio de dieta para mejorar. Probar gradualmente te permitirá saber si te faltan
determinados nutrientes o si debes dejar de consumir alimentos que no te sientan bien o a los
que eres intolerante. Más que un simple cambio de dieta, entonces, es necesario modificar nuestra
forma de alimentarnos para adoptar un nuevo estilo de vida. El sentido común y la experiencia
nos dicen que hay que apostar por dietas saludables en las que las verduras predominen sobre
la carne, las grasas saturadas, las comidas procesadas y el exceso de dulces.
2. Falta de energía. Si la mínima actividad te agota, es casi seguro que te falte hierro, que
aumenta los niveles de energía transportando oxígeno a través del cuerpo. Una deficiencia
de este nutriente lleva a que tu organismo no pueda producir suficientes glóbulos rojos, que
son los que llevan el oxígeno, necesario para mantenernos con energía todo el día.
Uno de los principales síntomas de la anemia (causada por la falta de hierro) es sentirse
apático y fatigado. Para superar esta deficiencia, es necesario aumentar el consumo de hierro
o incorporar suplementos de hierro. Debemos tener presente que “comer no siempre es sinónimo
de nutrirse”.
Además, no es lo mismo desayunar un pan dulce que tomar un hidrato de absorción lenta, como la
avena y los frutos secos, que permanecerán más tiempo en la sangre y evitarán el hambre por más
tiempo. Debemos recordar que, cuando ya no aporte más energía, nuestro organismo
convertirá en grasa todo lo que comimos.
Para prevenir la falta de energía y la inadecuada alimentación, hay que mantener el nivel de
glucosa en la sangre y asegurar que nuestros niveles de vitaminas y minerales estén
regulados. Necesitamos también controlar el peso, ya que cuanto más calórica sea la
alimentación y más depósitos grasos se acumulen, mayor será el cansancio que
experimentaremos. Finalmente, es clave que las fuentes de energía provengan de alimentos
que contengan vitaminas y minerales como frutas, verduras y frutos seco.
Adaptado de Segura, A. (2018, 07 de noviembre) 12 señales de que debes cambiar tu alimentación. La Vanguardia. Recuperado de
https://bit.ly/3uMH3Eh
Adaptado de Soteras, A. (2016, 31 de agosto) La falta de energía vital es culpa de la alimentación”.[Saludo] EFE. Recuperado
de https://www.efesalud.com/falta-energia-vital-revise-alimentacion/
El contenido del presente documento tiene fines exclusivamente pedagógicos y forma parte de la estrategia de educación a distancia
gratuita que imparte el Ministerio de Educación.
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Actividad 1 | Recurso 2 | 3.er y 4.° grado
Generación Elsevier (2016, 29 de setiembre) Claves para llevar una alimentación sana. Elsevier. Recuperado de https://bit.ly/3y438QN