Craneofaringioma
Craneofaringioma
Craneofaringioma
182.402
del 20% con diabetes insípida. Es de reseñar que de del hipotálamo, los lóbulos frontales, las áreas estrio-
forma inexplicada algunos niños con craneofaringio- capsulotalámicas, el sistema límbico, e incluso la fosa
ma tras la cirugía evolucionan hacia una obesidad lla- posterior. Puede aparecer obesidad, somnolencia, hipo
mativa y, paradójicamente, consiguen crecimiento e hipertermia, alteraciones del comportamiento, de-
normal a pesar de sufrir panhipopituitarismo comple- presión, epilepsia, sordera, disfunción cognitiva y re-
to. ducción manifiesta de su calidad de vida15,16.
En la edad adulta, más del 80% se diagnostica al
presentar alteraciones visuales (deficiencias campimé- Diagnóstico
tricas, edema o atrofia de papila). Cuando el tumor
Técnicas de imagen
afecta el seno cavernoso puede aparecer oftalmoplejía
por lesión del III, IV y VI pares craneales. La cefalea El diagnóstico de sospecha del craneofaringioma se
suele acompañar a estos síntomas en más del 50% de basa en estudios de imagen; la resonancia magnética
los casos8. (RM) de la región selar es la modalidad de elección,
La mayoría de los adultos en la evaluación inicial especialmente para determinar la extensión del tumor,
presentan varias deficiencias hormonales. El déficit su relación con las estructuras cerebrales adyacentes y
más común, en aproximadamente el 90%, es el de go- detectar características especiales que, aunque no es-
nadotropinas, manifestado como disfunción eréctil en pecíficas, son sugestivas de un craneofaringioma, y
el varón y amenorrea en la mujer. El hipotiroidismo y que incluyen, además de su localización, la presencia
la deficiencia de GH se encuentra en alrededor del de calcificaciones y quistes17,18 (fig. 1).
40% de los casos y la insuficiencia suprarrenal en el La apariencia de los craneofaringiomas en la RM
25%9,11-13. varía dependiendo de la proporción de componente
Las concentraciones séricas de prolactina se en- sólido y quístico, la mayor o menor cuantía de calcifi-
cuentran moderadamente elevadas en cerca de la mi- caciones y la composición de un eventual quiste.
tad de los pacientes, lo que evidencia la compresión Las porciones sólidas típicamente son isointensas o
del tallo hipofisario por el tumor. Los craneofaringio- hipointensas en T1 e hiperintensas en T2, pero pueden
mas producen efectos variados sobre la secreción de tener una apariencia moteada por la presencia de pe-
ADH (vasopresina). La diabetes insípida aparece en el queñas calcificaciones. Los craneofaringiomas predo-
10 al 20% de los pacientes preoperatoriamente, a dife- minantemente sólidos son raros (18-27%).
rencia de los adenomas hipofisarios en los que su pre- Los quistes presentan hiperseñal en T1, lo que indi-
sencia es rara. Ocasionalmente, puede presentarse hi- ca su alto contenido proteináceo o hemorrágico. La
ponatremia por secreción inapropiada de ADH14. presencia de al menos un quiste se obseva en más del
Además, los craneofaringiomas, independientemen- 75% de los pacientes con craneofaringioma.
te de su disfunción endocrina, pueden ocasionar sínto- La calcificación tumoral, que puede apreciarse me-
mas generalizados que se relacionan con la afectación jor en la tomografía computarizada (TC), es particu-
A B C
larmente frecuente. Aparece en cerca del 90% de los res muy pequeños. La resección quirúrgica completa
niños y en el 40-60% de los adultos. Una calcificación comenzó a ser posible a partir del desarrollo de técni-
supraselar en un niño es altamente sugestiva del diag- cas microquirúrgicas en la década de los años sesenta,
nóstico de craneofaringioma. reportándose resultados de recuperación parcial de
Aunque la presencia de calcificaciones o de edema agudeza visual en casi el 90% de los pacientes y recu-
en la vía óptica puede ser de ayuda en el diagnóstico peración completa en hasta un tercio de los mismos.
diferencial, no es específica, y la distinción entre cra- Sin embargo, el entusiasmo inicial se redujo con la ex-
neofaringioma y otros tumores paraselares puede ser periencia continuada debido a que:
difícil si sólo nos basamos en datos radiológicos19.
De especial interés es diferenciar el craneofaringio- – Muchos craneofaringiomas son predominante-
ma de otras lesiones quísticas de la región selar, como mente quísticos, lo que dificulta su resección comple-
el quiste de la bolsa de Rathke o el quiste aracnoideo, ta.
de curso benigno y la mayoría de las veces no subsi- – Múltiples series que recogen pacientes, habitual-
diarias de tratamiento agresivo. La presencia de calci- mente niños, en los que se intentó una resección com-
ficaciones, hipopituitarismo y alteraciones de la me- pleta, reportan una tasa de morbilidad y mortalidad de
moria orientan al diagnóstico de craneofaringioma20,21. hasta el 20%, una tasa de recidivas entre el 20 y el
50% y secuelas neurológicas, endocrinas y oftalmoló-
Evaluación endocrinológica gicas frecuentes.
Más del 80% de los pacientes con craneofaringioma
Por lo tanto, actualmente muchos neurocirujanos
se presenta con varias deficiencias hormonales, por lo
son partidarios de una aproximación más conservado-
que es obligado un estudio endocrinológico prequirúr-
ra al tratamiento del craneofaringioma que combina
gico que incluya la evaluación de las funciones ante-
cirugía menos agresiva con radioterapia.
riores y posterior hipofisarias8.
Salvo en el caso del eje adrenal o somatotropo, que
pueden precisar pruebas de estímulo para su confirma- Cirugía agresiva
ción, el resto de los ejes pueden valorarse con deter-
Los defensores de esta postura recomiendan la ciru-
minaciones hormonales basales.
gía radical dirigida a la resección completa del tumor
El déficit de gonadotropinas se diagnostica sobre la
como tratamiento de primera elección. Parece que la
base de concentraciones inapropiadamente bajas de FSH
posibilidad de cura es mayor con menor riesgo de re-
y LH, combinados con concentraciones bajas de testos-
cidiva21,22, pero a costa de una mayor incidencia de
terona en el varón adulto y oligoamenorrea en mujer
morbilidad y mortalidad. Con frecuencia, este tipo
adulta.
de cirugía precisa un abordaje mediante craneotomía.
El déficit de TSH se diagnostica por concentracio-
En este caso, la radioterapia únicamente se adminis-
nes bajas o inapropiadamente normales de TSH aso-
traría en caso de recidiva.
ciadas a concentraciones disminuidas de L-T4.
Se considera resección completa cuando el cirujano
La diabetes insípida se sospecha cuando la diuresis
está convencido de que ha conseguido ésta y la RM,
es mayor de 3 l/24 h, con osmolalidad urinaria menor
tras la cirugía, no muestra evidencia de tumor resi-
de 300 mOsm/kg.
dual. Habitualmente no se consigue en más del 50%
de los pacientes21,22. Cuando es viable un abordaje
Evaluación oftalmológica
transesfenoidal la posibilidad de resección completa
Es obligada una exploración oftalmológica comple- es significativamente mayor. Por el contrario, la resec-
ta que incluya agudeza visual, funduscopia y especial- ción completa es mucho menos probable cuando se
mente campimetría para valorar la presencia de com- trata de una recidiva, habitualmente inferior al 20%21,22.
presión de la vía óptica, presente en el diagnóstico en Los principales factores que limitan la resección com-
más del 50% de los pacientes1,9. pleta son:
Sin embargo, en algunos pacientes en los que el co-
mienzo de los síntomas es tardío y que son evaluados – Adherencia del tumor a las estructuras adyacentes.
inicialmente por RM una técnica de imagen que no – Calcificación de más del 10% de la masa tumoral.
detecta fácilmente calcificaciones, el diagnóstico sólo – Tamaño del tumor.
puede establecerse histológicamente20.
Las tasas de morbilidad son aproximadamente: 13%
tras cirugía transcraneal primaria, 6% tras cirugía
Tratamiento
transesfenoidal primaria y 16% tras cirugía de enfer-
Las opciones terapéuticas para pacientes con craneo- medad recurrente22. La mortalidad se sitúa, aproxima-
faringiomas incluyen cirugía, radioterapia y una com- damente, entre el 2 y el 3% de forma global, aunque
binación de ambas. Mientras la extensión óptima de la prácticamente se debe a la cirugía transcraneal.
cirugía es motivo de controversia, la radioterapia sin La recurrencia tras la resección completa del tumor
cirugía únicamente es aplicable a pacientes con tumo- es aproximadamente del 10%, y es muy inferior cuan
do la vía de abordaje es transesfenoidal. La tasa acu- ca (RM) como funcional: prueba de la hipoglucemia-
mulada de supervivencia libre de recidiva cuando la re- insulínica, salvo contraindicación, para la evaluación
sección es completa se ha estimado en 87% a los del eje suprarrenal y somatotropo; en caso de estar
5 años y el 81% a los 10 años. Por el contrario, cuando contraindicada, se puede sustituir por una prueba di-
la resección es parcial o subtotal, es mucho menor, pro- námica de ACTH (1 µg)23 más una prueba alternativa
gresando la enfermedad en cerca de un 70% de los pa- de estimulación de GH, como la prueba de glucagón24,
cientes si no se administra radioterapia. La tasa global y nueva determinación de la concentración de hormo-
de supervivencia a 10 años se ha estimado en el 90%. nas basales: T4 libre, LH, FSH, testosterona/estradiol,
Los resultados funcionales dependen del tipo de ci- prolactina e IGF-1. Procede en este momento la susti-
rugía. Cuando la vía de abordaje es transcraneal, los tución con esteroides sexuales en función de la edad y
signos de compresión quiasmática suelen regresar el sexo del paciente. Por el contrario, la sustitución
completamente en un tercio de los pacientes y mejorar con GH debe demorarse hasta confirmar al menos du-
en otro tercio, y empeoran en un 15%. Cuando la vía rante 2 años la ausencia de recidiva en los casos de re-
de abordaje es transesfenoidal, la compresión quias- sección completa o de resección parcial que hayan re-
mática se resuelve completamente en el 47% y par- cibido radioterapia. Los casos de resección parcial que
cialmente en el 40% adicional, con escaso o ningún no han recibido radioterapia no deberían tratarse con
riesgo de deterioro respecto a la situación basal. GH.
La cadencia del seguimiento clínico, bioquímico y
radiológico posterior dependerá de las característi-
Evaluación de la función endocrina
cas de cada paciente, pero es aconsejable durante los
tras la cirugía
primeros 10 años disponer de al menos una técnica
La evaluación endocrinológica debe realizarse in- de imagen anual en los casos de resección completa
mediatamente y a los 3 meses de la cirugía. La diabe- y, más frecuentemente, en los casos de resección
tes insípida es la deficiencia endocrina que con más parcial.
frecuencia se asocia a la cirugía; el porcentaje total de
pacientes con diabetes insípida tras cirugía aumenta
Radioterapia
de 16 al 66% tras la cirugía transcraneal, y de 23 al
69% tras la transesfenoidal. El grado de recidiva a los 5 años, cuando la resec-
La cirugía transcraneal se asocia también a un au- ción del craneofaringioma es subtotal, es del 50% si
mento de la frecuencia de afectación del eje cortico- no se administra radioterapia25. La radioterapia tras la
tropo con insuficiencia adrenal (del 23 al 59%), del cirugía reduce mucho (entre 2 y 5 veces, según las se-
eje tiroideo (del 19 al 38%) y de panhipopituitarismo ries) el riesgo de recurrencia local, pero tiene poco
(del 11 al 35%). impacto sobre la tasa total de supervivencia25. Un me-
En comparación, la cirugía transesfenoidal se asocia taanálisis de 12 series publicadas después de 1988 re-
a menos daño adenohipofisario; la compresión de vías coge un porcentaje promedio de recidiva tras la resec-
dopaminérgicas puede mejorar y resolverse la hiper- ción subtotal más radioterapia del 9%26.
prolactinemia. Sobre la base de estos resultados, algunos autores
Consecuentemente, es necesario prestar atención recomiendan la resección subtotal más radioterapia
diaria a la diuresis y a las concentraciones de sodio como una alternativa aceptable a la resección total22,
plasmático durante el postoperatorio inmediato. Tam- basados en los riesgos importantes de la cirugía radi-
bién puede determinarse la concentración de T4 libre, cal y la eficacia de la radioterapia27. Aunque no existe
gonadotropinas, estradiol o testosterona, prolactina, e mayor problema para sustituir los déficit endocrinos
IGF-1, aun cuando la evaluación definitiva deberá provocados por la cirugía agresiva, se ha observado
practicarse unos meses después de la cirugía. Las con- que los déficit psicosociales asociados a ésta constitu-
centraciones séricas de cortisol y ACTH deben eva- yen un factor limitante de la calidad de vida de primer
luarse una vez estabilizado el paciente y tras 24 h de orden cuando los niños se convierten en adultos28. En
retirada de la hidrocortisona que el paciente ha debido este sentido, se debe evitar siempre que sea posible
recibir durante el acto quirúrgico y en los días poste- dañar quirúrgicamente el hipotálamo. Por eso algunos
riores. De forma orientativa, concentraciones séricas autores defienden la resección quirúrgica segura se-
de cortisol inferiores a 6 mg/dl son altamente sospe- guida de irradiación tras la cirugía.
chosas de insuficiencia suprarrenal23. Tras esta deter- Los pacientes pueden deteriorarse de forma aguda
minación hormonal se deberá reinstaurar el tratamien- durante la radioterapia. Esto es debido, habitualmente,
to con hidrocortisona hasta que se lleve a cabo la a un aumento del componente quístico del tumor o a
evaluación definitiva. De igual forma, concentraciones hidrocefalia, más que a progresión tumoral. Es impor-
séricas de T4 libre inferiores a 0,6 ng/dl son sospecho- tante reconocer esta situación de forma precoz ya que
sas de afectación del eje tiroideo e indican, por tanto, el adecuado tratamiento quirúrgico debe permitir fina-
también la necesidad de sustitución con levotiroxina. lizar el tratamiento con radioterapia.
A los 2 o 3 meses de la cirugía, es obligado hacer Las dosis de radiación entre 54 y 55 Gy proporcio-
una revaluación hipofisaria completa, tanto morfológi- nan garantía de control local del tumor, con menor
grado de recurrencia que cuando se utilizan dosis infe- – La importancia pronóstica del tipo de tumor es
riores a 54 Gy29 y menor incidencia de secuelas endo- más controvertida. Parece que las variantes predomi-
crinas, neurológicas y vasculares inducidas por la ra- nantemente sólidas de tumores papilares escamosos
diación que cuando se utilizan dosis de más de 61 Gy no calcificados, que suelen presentarse en adultos, po-
y menor incidencia de aparición de un segundo tumor seen un pronóstico más favorable que la variedad clá-
cerebral maligno (habitualmente gliomas). sica adamantinomatosa, pero no todas las series coin-
ciden al respecto.
Otras aproximaciones terapéuticas
Manejo de la enfermedad recurrente local
Con frecuencia, los síntomas neurooftalmológicos
recurrentes son debidos a la reacumulación de líquido La resección quirúrgica es posible en el 40 al 70%
en los componentes quísticos del tumor. La aspiración de los casos. Sin embargo, la tasa de curación es baja
intermitente mediante punción esterotáxica o coloca- y el riesgo de morbilidad, elevado37. Por el contrario,
ción de un reservorio30, la esclerosis de las paredes la radioterapia, especialmente la radiocirugía estereo-
del quiste mediante fármacos quimioterápicos (bleo- táxica o la radioterapia esterotáxica, puede proporcio-
micina) o la irradiación interna con radioisótopos nar un buen grado de control local con baja incidencia
(itrio-90, renio-196 o P-32)31,32 pueden ser una alter- de complicaciones38.
nativa a la reintervención quirúrgica o a la radiote-
rapia. Los resultados descritos son similares a los de Recomendaciones (fig. 2)8,39
la microcirugía cuando se utilizan como alternativa a
1. La mejor aproximación terapéutica con la menor
ésta como tratamiento primario de pacientes con quis-
morbilidad a largo plazo y la mayor supervivencia
tes aislados. Se ha descrito que la radiación intracavi-
consiste en una resección casi total del tumor por un
taria deteriora menos la función hipofisaria y psicoso-
neurocirujano experto, salvaguardando el hipotálamo,
cial a largo plazo que otros tratamientos. Por eso se ha
las carótidas y las vías visuales, seguido de radiotera-
recomendado este tratamiento cuando el 50% o más
pia fraccionada.
del tumor es quístico y cuando el número de quistes
2. Ante recurrencias, depende de la naturaleza de és-
es menor de 3, aunque el riesgo de deterioro visual es
tas y su relación con los síntomas del paciente:
importante33,34.
– Si los síntomas se deben a un quiste grande y úni-
Indicadores pronósticos co, puede estar indicado el drenaje del quiste mediante
punción y el uso ocasional de radioisótopos.
Los craneofaringiomas se expanden, dañan las es-
– Si los síntomas se deben a un aumento del tamaño
tructuras adyacentes y tienen tendencia a recurrir in-
del tumor, estaría indicada la reintervención quirúrgica.
cluso tras una resección completa. Las recidivas sue-
len ser locales, mientras que su difusión a través del
líquido cefalorraquídeo o las metástasis a distancia LESIONES PARASELARES
son muy poco frecuentes. La recidiva es uno de los
factores pronósticos negativos más importantes de es- Son lesiones de prevalencia muy baja. Escasean los
tos tumores. El crecimiento de éstos es muy variable. estudios sistemáticos de cada una de ellas, aunque,
Algunos pacientes permanecen libres de síntomas sin dada su rareza, no es difícil encontrar publicaciones
tratamiento adicional, mientras que en otros el tumor de casos aislados. Entre otros, pueden ser tumores,
continúa progresando pese a un tratamiento agresivo. aneurismas, traumatismos, inflamaciones o granulo-
Es difícil predecir el comportamiento del tumor en el mas. La mayoría de las veces, el clínico las diagnosti-
momento del diagnóstico, pero algunas variables clí- ca basándose en el informe anatomopatológico de un
nicas y patológicas correlacionan con el pronós- caso quirúrgico. Las pruebas funcionales hipofisarias
tico35,36: no ayudan al diagnóstico diferencial. Éste puede al-
canzarse, en ocasiones, por el contexto clínico o por
– Ausencia de calcificación, especialmente en adul- TC, RM y otras técnicas de imagen40. La gammagrafía
tos. con el isótopo 99Tc (V)-DMSA puede llegar a ser útil
– La extensión de la resección tumoral. Cuanto ma- para diferenciar lesiones paraselares de los adenomas
yor es ésta, menor probabilidad de recidivas. hipofisarios41.
– En niños, la presencia de hidrocefalia, sucesos ad- La TC es particularmente útil para identificar cam-
versos durante el acto quirúrgico y la corta edad. La bios óseos y calcificaciones intra y perilesionales. La
extensión de la resección y la administración o no de RM es la técnica de elección por su gran sensibilidad
radioterapia se relacionan menos con la enfermedad y alta resolución espacial que permite separar el tejido
recurrente. normal del patológico, definiendo sus componentes
– En adultos está aumentado el riesgo de mortalidad sólidos, quísticos, hemorrágicos o lipídicos40. La arte-
cardiovascular y cerebrovascular. Esto puede estar en riografía por sustracción digital ayuda en lesiones vas-
relación con una sustitución hormonal inadecuada. culares y tumores muy vascularizados.
A
Fig. 3. Meningioma originado en el tubérculo selar. A: corte sagital en
T1 con gadolinio. B: corte sagital en T2 sin contraste.
En las más grandes, el aumento por contraste tiene un el engrosamiento de la vía óptica y la señal isointensa
característico aspecto “atigrado”. en la RM son casi patognomónicos. Los gliomas hipo-
talámicos muestran mayor dishomogenidad.
Cordoma y condrosarcoma
Aunque tienen distinta velocidad de crecimiento, su Germinoma
aspecto morfológico es tan similar que no permite dis- Usualmente se originan en región epifisaria, aunque
tinguirlos. Se originan en el clivus esfenoidal y se ex- progresan por la pared ependimaria de los ventrículos y,
tienden en sentido lateroselar. En la RM tienen un con frecuencia, aparecen como masas supraselares. Son
prolongado tiempo de relajación en T1 y T2 e intenso difíciles de distinguir de cualquier otra masa intracrane-
realce por contraste. La TC puede apreciar destrucción al y, en la RM, presentan tiempos de relajación alarga-
ósea y un patrón de calcificación intratumoral. dos en T1 y T2 y realce homogéneo con contraste.
Hamartoma hipotalámico Tumor epidermoide y dermoide
Son focos ectópicos de sustancia gris que se origi- Son quistes de inclusión, anomalías del desarrollo,
nan en el tuber cinereum o los cuerpos mamilares. que ocupan posición supraselar. Pueden ser múltiples.
Son redondeados. Su comportamiento en la TC y la Los epidermoides incluyen elementos ectodérmicos.
RM es el de la sustancia gris. Más de la mitad de ellos se origina en la cisterna cere-
belo-pontina y luego se extienden a las cisternas pon-
Coristoma tina y supraselar. Muy pocos aparecen exclusivamente
También llamados pituicitoma, tumor de células en la cisterna supraselar. En la TC y RM sin contraste
granulares o miocitoma. Son benignos y de crecimien- dan un aspecto lobulado en forma de “madreperla”, de
to lento. Se originan en la neurohipófisis o el infundí- consistencia similar a la del líquido cefalorraquídeo.
bulo. En la RM, los coristomas, realzan rápido y muy Los dermoides incluyen además grasa dérmica y se
homogéneamente. Su diagnóstico diferencial es con manifiestan en la RM con señales similares a la grasa
metástasis. (alta señal en T1 WI).
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