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Dirección!

EULOJIA. A. de ROJAS.

San Diego 364 La Aurora

Feminista
Órgano defensor de los derechos déla mujer SUMARIO
"La Aurora Feminista"
Año I Enero 15 de 1904. Tu Caso Práctico, por Luz
Santiago, N«- 1
Las Cobradoras de la Traecio'*
Eléctrica. Por María
La Prostitución, por Rosa.
Filosofía práctica, E. de la Earr*

"LA AURORA FEMINISTA"

Precios de suscricion

Al año $2.00
1-00
Aurora Feminista no ea un gran periódico, pero es su semestre
0.50
iniciación, naciendo a la vida, como planta rústica sin pre trimestre
busca de luz, de aire i savia benefactora. número suelto
0.05
paración, en

Voluntades nuevas concurrirán, en breve, a construir el

■edificio de su precioso ideal. Tiene un campo vasto cono
cido i benéfico que distinguidas señoras de intelijencia Imprenta y
o ilustración cultivarán en su deseo de
rejenerar a la mu Encuademación
jer chilena i libertaria de su situación actual denigran
te para sn ser moral, haciéndola, si es posible, romper las EL PATRIOTA
cadenas de seda couque, agasajando su vanidad, se la ata a
un sistema fatal de ocupar su tiempo en derocliar sus era- SE IMPRIME
cías i su dinero.
Carteles a muí bajo pre
i
Las grandes fortunas bambolean ante la competencia cio, cintas para óleo prime
ra comunión
del encaje i sedería, que corrientes ocultas de comercio de visita
Tarjetas
mantienen vivas, i medios aventurados se tocan para Id. comerciales
rrl;
guardar Jas apariencias. Folletos, memorándums,
Í3
El tapete verde, los desfilóos i hasta los frontones de pe esquelas, pagarees, guias,
recibos, facturas etc. etc.
lotas, últimamente, sirven para hechar el- anzuelo a la Se empastan libros
suerte, salvar de Ja bancarrota i mantener la posición en
que las badas de la hermosura rien desdeñosamente en-

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 _

LA AUKOKA. FEMINISTA

Tránsito Moya el
Matrona tre perfumes, sedas i joyas, pareciendo ignorar precio
de tanta ventura.
Tecomal 960
Entre tanto, las artes e industrias, fuentes fecundas de
bos
riqueza de todopais joven, languidecen, i los vírjenes
P. Iiegoá ques albergan solo pájaros si nuestro gobierno no ruega
al brazo del elemento estranjero para que los espióte.
PINTOS
La centralización en Santiago es espantosa; millares
San Diego 73 ,
de madres i niños comen a diario pan seco, i duermen en
el pavimento desnudo, de infectos conventillos. Todo
sus beneficios llevan
porque el dios Capital no estiende
Esta revista aparecerá do brazos i renumerando el trabajo sino que espera su in
dos vece3 al mes. cremento de la fortuna en el juego o déla política mal
sana que lo mismo i que hoi impera en Cbile.
es

¿Cómo es posible que la mujer siga aceptando una vida

frivola indiferente a la catástrofe que prepara su derro
che, dedicando su intelijencia a la moda i haciendo con
él el divertimiento jeneral?
pololeo
en la conveniencia jeneral el que siga
está un or
¿No
den mas natural, serio i humanitario, que se amolde a la

dulzura de su corazón?
Por moda concurre a colejios de sonoros programas i,
como los ministros diplomáticos, ocupa la mitad del tiem

po en representación de lujo.
De esta defectuosa educación nace su vida de apariencia,
llena de erróneas exijencias, alejada del progreso moral
que no vislumbra entre el engaño i falsia de las costum
bres en que se la educa, para ser una flor que, una vez
descolorida, pasada su juventud, pasa de moda i recoje
el desengaño cruel de ser solo una ilusión.

CASO PRÁCTICO
Por una traición de la suerte, o masbien, de un corre-
lijionario de mi marido, no hace mucho, vivía yo en un

Imprenta i Eneuadernae

>"$
*

®
 LA AURORA FEMINISTA 3

casucbito que tenia de salida a la calle, un pasillo común

a otros dos casucbitos en los
que vivian otras tantas fami
lias que, como la mia, con su semillero de niños, carecían
de aire sano, luz i sol.
De amistades muchas, solo golpeaban a nuestra puerta
las personas que necesitaban de nuestros servicios.
Era un dia nublado i triste, en que los pobres sienten
mas fuerte la opresión de su destino.
Dos golpes en mi puerta, me hicieron fruncir el ceño i,
con paso rápido, para ahorrar tiempo que es oro, abrí la
puerta con
precipitación i vi, con sorpresa, una mujer jo
ven i hermosa ante raí.
Su rico traje nesirro, aunque disimulado con un manto
sencillo, me demostró que no pertenecía a mi cuéntela, i
"su mirada dulce prometía un mundo de fraternidad i a-
v^fl
mor.
—

¿Hai por aquí, me

dijo, una madre enferma que
tenga niños sin
amparo?
—

Si, señora, le respondí. En ese pasaje vecino hai mu

chas madres de las queUd. busca.

Ella salió con paso rápido, i yo quedé pensando en que
hai ricas que tienen corazón i no todas son anieles fal
sos!...'
Luz.

Las cobradoras- {Je

.la. Tracción Eléctrica
De los empleos servidos. por mujeres, es, sin duda el i
QAp^esgf
mas .fácil de obtener, el de cobradora de los carros.
El por qué la Empresa prefiere a las raujere3 para ese

.cargo, es bien sabido; se contentan con poco sueldo i son

mas cumplidoras.

©gresode 1281- HUEMUL 1284 .

ENTRE VALPARAÍSO y^SANTíACO

toa, sbbiio
■

* -

Toda clase de sordera y personas que no oigan

bien, son curables por medio de nuestra nueva
invención; solamente losque hayan nacido sordo
son incurables. Los ruidos en ¡as orejas cesan
[inmediatamente. Escribanos pormenores sobre su
caso. (Jada persona puede curarse por si misma
MUCHOS AÑOS DE PRACTICA en su casa, con muy poco gasto.

International Aural Cílnio,

,
iMl!"6'
 LA AURORA FEMINISTA 4

El por contentan con poco siieldo, no es que-

qué se
1
tengan gastos que los hombres, sino que no pose- '|
menos

yendo como ellos, artes u oficios útiles que espío tar por- 1
—

artes i oficios dada a la

que basta aquí la enseñanza de
mujer es de resultado estéril— tienen que concurrir en
gran número, i aceptar bajo precio por
su
enerjía i acti
vidad personal puestas al servicio constante de una tarea
ruda e improductiva.
La cobradora, por el becbo de ser mujer, arrastra con
el desden de muchas j entes incultas, i su palabra o adver
tencia recibe el desprecio o la risa irónica.
Es verdaderamente una víctima de la impertinencia ge
neral.
La infeliz mujer arrastrada por la necesidad a este ser
vicio, sufre una verdadera via-crucis con el público.
Los dicbarachos e improperios llueven sobre ella, i si
no tiene una paciencia de santa, su carácter se vuelve
díscolo i violento viendo su enemigo en el mismo públi- ¡
co que debe servir i no es bastante noble para compade- ]
cerla.
En el invierno su escaso abrigo azotado por la lluvia^
le lleva yerta de frió i en vano el temporal arrecia i el
viento la sacude; la pobre cobradora, sin ningún reparo-
sobre todo en las góndolas continua impertérrita cobran- \
—

do los pasajes.
Infeliz mártir de la necesidad, aunque llegue la medía
nocbe, no le es dado sentir el sueño, i si equivoca el mar
cador, seráun
pan menos que lleve a su bohardilla.
La empresa multiplica las multas porque este es otro»
—

sistema de economias— las mujeres protestan menos

que-
los hombres de los abusos de que se les hace víctima.
Es de esperar que con el alza de las tarifas las cobrado-
ras
obtengan mayor remuneración.
María
 LA AURORA FEMINISTA 5-

LA PROSTITUCIÓN

Nuestros gobernantes: porque dicho sea de paso, no

—

sotras las mujeres nos hemos dejado gobernar en absolu

to—con un cinismo inmenso han dictado leyes para repri
mir o mas bien incrementar la prostitución, afrenta igno
miniosa en que se sumerje i embrutece gran parte de mu
jeres aptas para el trabajo, jóvenes i, jeneralmente, her
mosas.

El lejislador, que tiene al pueblo bajo su dictado, ha

sentado como un principio legal, como un derecho, el e-
jercicio del vicio, del escándalo i basta el crimen, i ha en
tregado a la explotación de empresarios especiales a la mu
jer ignorante que, cediendo a la ocasión de vida holga
zana i ociosa, se sustrae al
trabajo i a nobles deberes que
la harian útil a la sociedad, esposa i madre digna.
Pero la corrompida sociedad de donde salen los hom
bres dirijentes, necesita en Santiago de Chile doscientos
prostíbulos, miles, de esclavas inscritas en un rejistro mu
nicipal, para servir de elemento de industria eincrementar
las entradas municipales
¡I se dirá que en Chile no hai protección a la indus*
tria!
¿Qué puede decaer en un pueblo donde miles de mu
jeres en casas de explotación sustraen a otros tantos o
mas miles de individuos, de formar hogares serios, hon
rados i de trabajo?
Qué, pues, si no la dejeneracion de este pueblo joven
que incrementa sus vicios, abandona sus fuentes de tra
bajo aprovechadas casi siempre por manos estranjeras?
Los legisladores que por un egoísmo cruel abaten a la
mujer, permitiendo su denigración, su explotación por

DISPONIBLE

x*v*
 6 LA AURORA FEMINISTA

infames que los piratas que vendían es

empresarios mas
debieran levan
clavos, abaten asi a los pueblos que
tar, morales, digaos i altivos.
No diremos que las leyes impidan que cada cual haga
de su capa un sayo; teniendo por limite la decencia públi
ca, pero de aquí a facultar
a Pedro, Juan o Diego para
que mediante la superchería de un Reglamento absurdo,
de acuerdo con el municipio, reúna mujeresin espertas, Iag
haga objeto de lucro i comparta la infame ganancia
con

todos
inspectores, doctores empleados municipales,
i pa
la la mujer,
niaguados vendedores de honra, del_ respeto a

sirve el despótico dominio de absurdas le

que, así bajo
yes que el hombre dicta
a su
antojo, hai gran diferencia.
El mal de que nos ocupamos i que se abona en grande
escala es un mal que amenaza en sus cimientos a la socie
dad entera. Las madres i esposas honradas tienen un ene
migo mortal de su tranquilidad que las amenaza, faculta
do i amparado por el municipio.
Rosa

Filosofía Práctica
[E. de la
Barra]
Quien esté con su suerte conforme
podrá ser feliz.
¡Ay, de tí, pobre niña, que vives
llorando sin fin.
Tú no tienes espléndidos trajes,
ni un talle gentil;
tuno tienes ni casa, ni coche,
ni joyas, ni sedas
de grato crugir.
 LA AURORA FEMINISTA .
7

Y por eso llorando lo pasas

con rabia i dolor,
y del mundo te ves olvidada
y acaso de Dios.
Maldiciendo tu mísera suerte
concruel decepción,
inconforme, envidiosa y agriada
al odio te acoges
en vez del amor.

Deja, niña, tus locos deseos,

tu inútil afán;
que la risa se asome a tus labios
y cese el llorar.
jCuán. alegres cantan las aves

y vienen y van:

si como ellas tu suerte aceptaras,

como ellas sabrías

alegre cantar!
Que -i
o puedes, me dices. No es cierto

querer es poder:
si me escuchas, librarte de penas
sabré.
acaso

Ven conmigo a la calle; á la viuda

entremos á ver. - -

¡Qué miseria tan grande, Dios mío!

¡Y está resignada
la pobre muier!
Tuvo un día vestidos y flores
y dicha y hogar;
en un tiempo fue joven
y bella ....

¡oh, tiempo fugaz!

Fué mimada, y hoy sola, no encuentra
cariño ni pan.
¡Ay! sus padres, su
esposo, sus
hijos
debajo de tierra .

ya duermen en
paz.
 LA AURORA FEMINISTA 8

Enclavada en su mísero lecho

bendice al SefíorV
y sonríe pensando en la dicha
que un tiempo gozó.
¡Cuan amargo el recuerdo parece
del bien que pasó!
¿Cómo puede, pregunta a esa pobre.
—
—

vivir resignada
con tanto dolor?
—

Mi esperanza la pongo en el cielo,

me sé conformar,
y la tierra procuro ser útil,
en —

contéstanos ya.
A los niños que vienen á verme,
les suelo ensenar
á vivir cou su suerte contentos,
á ser buenos hijos,
á i esperar
creer

—-Di, ¿si fuera tu madre la viuda

que miras aqui?
\Ah! daria mi vida, que es poco,
por verla feliz!
—

¿Y trocaras tu suerte. por esta?...

¡A.h! nó, ay de mí!. ,
■—

—
Ya comprendes, las penas se apaga1»
delante del hondo
y ajeno sufrir
Consolar al que onfre consuela
la propia aflicción,
que las penas ¡oh, niña! se curan
coa obras de amor.

La limosna que el pobre da al

pobre
es
rayo de sol,
luz celeste que el alma ilumina,
y bálsamo santo
que calma el dolor.

.■Wiaeá Alüwaal