Sociológica 0187-0173: Issn: Revisoci@correo - Azc.uam - MX
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ISSN: 0187-0173
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Universidad Autónoma Metropolitana
México
Camas, Javier
Sobre las recomendaciones al censo del 2000 en materia de vivienda
Sociológica, vol. 14, núm. 39, enero-abril, 1999, pp. 203-213
Universidad Autónoma Metropolitana
Distrito Federal, México
Ante la cada vez más cercana realización del censo del año 2000, las
propuestas para modificar y mejorar las estadísticas de vivienda se
multiplican y la discusión conceptual se precisa. Los más diversos
usuarios, desde empresas privadas hasta grupos feministas, han estado
participando y han hecho sus propias demandas para incorporar
preguntas adicionales. Si éstas son satisfechas, nuevos análisis podrán
hacerse y los estudios de vivienda podrían ampliarse y profundizarse.
El censo de vivienda refrendará así su carácter de principal fuente para
conocer la magnitud del parque habitacional y las condiciones de ha-
bitabilidad de las viviendas. La información que recoja permitirá esti-
mar la cuantía y distribución del déficit habitacional y sentar las bases
para una mejor programación de la política en esta materia.
En estas notas se hace una breve presentación de la situación que
hoy se enfrenta en relación con la información que recoge el censo y
se reseñan algunas de las principales recomendaciones hechas en las
últimas dos décadas por investigadores e instituciones nacionales e
internacionales. En la primera parte se exponen algunos antecedentes
generales acerca de la manera como se ha recogido la información
sobre vivienda en el país y, a continuación, se indican los problemas
centrales del censo de 1990, que podrían corregirse en el año 2000. La
tercera sección resume algunas de las propuestas hechas por Naciones
Unidas, que se relacionan con la clasificación de los tipos de viviendas,
la consideración de su status ocupacional, la tenencia, el área, las
1. Antecedentes
2. El censo de 1990
1
Para estimar el deterioro, COPLAMAR (1981: 183) definió el concepto de vida útil de los
materiales de la vivienda: “Se entiende por vida útil nominal de un componente constructivo, en
este caso muro o techo, el total de años durante los cuales su costo de mantenimiento no supera
su costo de sustitución; lo que no implica necesariamente el colapso del componente al fin de su
vida útil”.
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a) Por lo que se refiere a las viviendas fijas y semifijas, hay que de-
cir que los censos distinguen entre viviendas fijas y móviles
desde el censo de 1980, por lo que no es necesario realizar en este
punto nuevos cambios. A reserva de ser definidas con mayor
precisión, las viviendas temporales pueden estar ya consideradas
dentro de las viviendas móviles y lo único que habría que evaluar
es la conveniencia de desagregarlas.
b) Respecto a la medición del área que ocupan las viviendas, debe
señalarse que esta solicitud ha sido reforzada hasta cierto punto
por SEDESOL al proponer que se pregunte por la dimensión de los
cuartos e incluir un apartado sobre espacios no habitables (INEGI,
1998: 7). La propuesta de ambas instituciones beneficiaría la
medición del hacinamiento, el principal componente del défi-
cit de viviendas en nuestro país. Sin embargo, parece ser que el
INEGI no recogerá esta inquietud en el próximo censo. Desafor-
tunadamente tampoco habrá avance alguno en lo que respecta a
instalaciones exclusivas y compartidas de servicios básicos.
3
La estructura de la demanda de vivienda en México es comúnmente dividida en: mínima,
de interés social, económica, de interés medio y residencial.
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Bibliografía
Otras fuentes