Crecimiento 1 Clase No. 2
Crecimiento 1 Clase No. 2
Crecimiento 1 Clase No. 2
CAMINO
Clase No. 2
META: Mostrar la forma en que Dios les ayudara.
A) DIOS TE AYUDARA SIEMPRE
En la clase pasada se vieron cómo es que las «enfermedades espirituales»
pueden dañar o a veces matar una nueva vida espiritual, y como puedes
prevenir estas enfermedades.
Por ello no debes pensar que eres el «único» que está pasando por todo
esto (Recordar 1 Pedro 5, 9) y deberás aprender a aprovechar en todas
esas pruebas, la enseñanza que Dios te dará en cada una (Romanos 5,3).
Deberá alentarte saber que Dios nunca te someterá a pruebas más grandes
que tus fuerzas (1 Corintios 10,13).
Piensa que Dios es un Padre que conoce el tiempo que necesitas para
aprender, y que según tu edad te ira sometiendo a las pruebas que podrás
soportar, y a las que El mismo te irá preparando
Si te has ¡Pide Y él te
Manchado de perdón a hará
Nuevo Dios! limpio!
1
Pero si no reconoce su falta y no quiere admitir su culpa achacándola
a otros, su actitud hará que su mama le dará una severa corrección.
Así Dios te pide que reconozcas tus debilidades y las confieses, que te
arrepientas de ellas, Y EL TE PERDONARA, y te ayudara a salir adelante,
limpiándote de toda mancha. ( 1 Juan 1,9 y 2 Corintios 12,9).
Por ello cuando tú te manchas, cuando sabes que le has ofendido, cuando
reconoces que te alejaste de su presencia por rebeldía:
!No creas que todo está perdido y que Dios ya no podrá perdonarte!
Acude a Él, reconócete débil, y así como el niño, al reconocer su falta
obtiene el perdón y es limpiado, tu podrás , si eres “como niño” obtener la limpieza
de tus faltas y el perdón de tu pecado.
Un niño es impotente y debe apoyarse en sus padres, Dios promete que te
ayudara si eres débil y si reconoces ante El, que, en cada minuto de tu vida,
necesitas que te ayude.
C)¿QUE PUEDES HACER COMO NIÑO?
Así como un niño al ver las responsabilidades que sus Padres tienen se
preguntara, ¿Qué es lo que me toca a mí?, ¿Qué puedo hacer yo? Seguramente tú
te estarás preguntando lo mismo en esta nueva etapa de tu vida.
Por lo pronto no es mucho lo que tendrás que hacer, pero a tu «edad» será lo
que satisfará tus necesidades inmediatas: LLORAR, ALIMENTARTE Y
DESCANSAR.
1. LLORAR = Orar, Clamar a Dios, Pedir.
El llanto expresa que el niño tiene alguna necesidad, es un llamado,
con esto podrás entender lo que significa para ti: clamar a Dios, buscarle,
pedir ayuda (Jeremías 33:3), pedir que supla tus necesidades, que alivie tu
dolor, que sacie tu hambre, tu sed de reconocer la verdad, que perdone tus
miserias (Mateo 7:7-8) pidiéndole como hijo suyo, pidiéndole en nombre de
Jesús su hijo amado. (Juan 16:23-24)
Afanes
Preocupaciones
Problemas
Afanes
Preocupaciones
Confiar, Caminar en
Fe, no afanarse o
Preocuparse, creer.
3
D) LOS BUENOS HABITOS CRISTIANOS
Dios quiere que seas un cristiano firme y que puedes enfrentarte a los
enemigos de este mundo, por ello debes prepararte para ser un buen soldado de
Cristo (Timoteo 2,3). Para ello debes practicar los buenos hábitos (ejemplo la
disciplina en el ejercito).
Como todo niño, no naciste conociendo los buenos hábitos cristianos,
tendrás que aprender a conocerlos y practicarlos, y como a todo niño, estas normas
no te gustarán mucho al principio, pero ya después comprenderás y agradecerás
que te hayan enseñado a vivir como Hijo de Dios.
Algunos de esos hábitos cristianos son:
1. - La lectura bíblica (Explicar la tabla)
2. - La oración personal
3. - Practicas = testimonio ante el mundo de tu transformación.
4. - memorización (de la palabra de Dios.
Jesús nos dio ejemplo de obediencia al Padre, de comunicación con sus
discípulos, de oración diaria, de humildad, etc.; nuestra meta es alcanzar a
tener los mismos sentimientos que tuvo Cristo (Filipenses 2,5).
Tarea:
Procurar recibir la Eucaristía por lo menos 1 vez a la semana.
Memorizar: 1 Corintios 10,13 ; 1 Juan 1,9 ; 1 Pedro 5,7 Santiago 1,22
Solamente deseamos que cada uno demuestre hasta el fin el mismo interés
por alcanzar lo que han esperado. No se vuelvan flojos, sino más bien
imiten a aquellos que por su fe y constancia consiguieron al fin lo
prometido. (Hebreos 6,11-12)
4
5