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Lecturas de Economía

ISSN: 0120-2596
lecturas@udea.edu.co
Universidad de Antioquia
Colombia

López-Rodríguez, Jesús; Muñoz, Miguel; Muñoz, Pablo César


Gasto público en salud, crecimiento económico y elasticidad de sustitución: resultados para la
economía española 1985-2003
Lecturas de Economía, núm. 70, enero-junio, 2009, pp. 64-84
Universidad de Antioquia
.png, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=155215647003

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Lect. Econ., 70 (enero-junio), pp. 63-84 © Universidad de Antioquia-Lecturas de Economía, 2009.

Gasto público en salud, crecimiento


económico y elasticidad de sustitución:
resultados para la economía
española 1985-2003
Jesús López-Rodríguez, Miguel Muñoz
Pablo César Muñoz*
–Introducción. –I. El modelo. –II. Especificaciones econométricas
y fuente de datos. –III. Resultados empíricos e interpretación.
–Conclusiones. –Bibliografía. –Anexo.
Primera versión recibida en marzo de 2009; versión final aceptada en mayo de 2009
Introducción
La opinión de los académicos sobre el efecto que el gasto público, en un
sentido amplio, tiene en el crecimiento económico de un país, no es unánime.
Uno de los trabajos pioneros en esta dirección es el de Aschauer (1989), quien
analiza el impacto del capital público sobre la productividad y el papel que juegan
los diferentes tipos de capital público. Los resultados de este trabajo indican que
el capital público juega un papel importante en la evolución de la productividad
de los factores de producción. Ram (1986) en un análisis a nivel mundial para
una muestra de 115 países encuentra un resultado positivo de los efectos del
gasto del gobierno en el crecimiento económico. Otros autores, no obstante,
concluyen que la relación entre capital público y crecimiento económico es
negativa (Barro, 1989, 1990; Grier y Tullock, 1989; Landau, 1983) o existe una

* Jesús López-Rodríguez: Profesor del Departamento de Análisis Económico y Administración de


Empresas de la Universidad de A Coruña. Dirección electrónica: jelopez@udc.es. Dirección postal:
Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Campus de Elviña, s/n. Código Postal 15071, A
Coruña, España. Miguel Muñoz Carril: Economista, Doctorando del Departamento de Análisis
Económico y Administración de Empresas de la Universidad de A Coruña. Dirección electrónica:
mmunoz@udc.es. Dirección postal: Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Campus de
Elviña, s/n. Código Postal 15071, A Coruña, España. Pablo César Muñoz Carril: Profesor-consultor
de la Universitat Oberta de Catalunya. Dirección electrónica: pmunozc@uoc.edu. Dirección postal:
Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Campus de Elviña, s/n. Código Postal 15071, A
Coruña, España. Este trabajo ha sido parcialmente terminado durante una estancia de investigación
de Jesús López-Rodríguez en el departamento de economía de la Universidad de Harvard en el curso
académico 2007/08. Jesús López-Rodríguez agradece al Ministerio de Educación y Ciencia de España y
al Real Colegio Complutense las becas concedidas para realizar su estancia (referencias PR-2007-0347 y
beca Plaza de Investigación respectivamente).
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falta de significatividad en los valores del capital público, al comprobar que el


ritmo de convergencia de las economías se sitúa en torno al 2%, aún teniendo
esfuerzos redistributivos distintos (Barro y Sala-i-Martín, 1991).
Los trabajos anteriormente mencionados analizan los efectos del gasto
público en el crecimiento económico, incluyendo distintas variables en las
regresiones de crecimiento que recogen diferentes tipos de gasto público
(gasto en infraestructuras, gastos en sanidad, gastos en educación, etc.) y
sorprendentemente muestran resultados poco concluyentes.
Nuestra aproximación a este debate la planteamos desde la óptica del
papel crucial que desempeña la elasticidad de sustitución en los fenómenos
de crecimiento. La elasticidad de sustitución entre capital y trabajo juega un
papel central en la teoría económica, fundamentalmente en los campos de las
teorías del crecimiento económico y de la hacienda pública. Desde la perspectiva
del crecimiento económico se observa cómo economías con altas tasas de
crecimiento tienen una tendencia a tener valores más altos para la elasticidad
de sustitución entre el capital y el trabajo; la explicación intuitiva a este hecho
se basa en que la magnitud de la elasticidad de sustitución determina el rango
de tecnologías disponibles, es decir, se puede interpretar como un conjunto
de elección a disposición de los empresarios. Cuanto mayor sea el valor de la
elasticidad de sustitución, mayores serán las posibilidades de producir un nivel
determinado de output con distinta combinación de factores. En definitiva, cuando
los empresarios disponen de una amplia variedad de posibilidades, escogerán la
que sea más eficiente.
De la Grandville (1989) basándose en un argumento geométrico1 demuestra
que la elasticidad de sustitución es una variable explicativa muy importante
del crecimiento económico; esto le llevó a afirmar que el notable desempeño
económico de Japón y otros países asiáticos de reciente industrialización no se
debía únicamente a sus altas tasas de ahorro, sino también a la alta elasticidad de
sustitución entre capital y trabajo en sus sectores industriales. Ky-Hyang Yuhn
(1991) confirma la relevancia de la hipótesis De la Grandville (1989), al comparar
el crecimiento económico de un país de reciente industrialización (Corea del
Sur) —con tasas de crecimiento medio anual en términos reales de su producto
nacional bruto del 8,3% durante el periodo 1962-19812 — con el caso de EEUU
1
Klump y De la Grandville (2000) derivan analíticamente el argumento geométrico de De la Grandville
(1989) proponiendo dos teoremas: i) Cuando dos países parten de las mismas condiciones iniciales, el
país con mayor elasticidad de sustitución, ceteris paribus, tendrá siempre un mayor nivel de renta per cápita
y ii) Los valores de equilibrio de la proporción capital/trabajo y renta per cápita son funciones crecientes
de la elasticidad de sustitución
2
El crecimiento medio de las exportaciones entre 1962-1981 fue del 37,8%

66
67

donde sus magnitudes de crecimiento son muy inferiores a las experimentadas


por Corea del Sur (2,74% entre 1964 y 1982). Ky-Hyang Yuhn (1991) estima una
elasticidad de sustitución entre el capital y el trabajo para el caso de la economía
coreana de 0,908, considerablemente superior a las estimaciones existentes en ese
periodo para la economía americana que según los diferentes autores3 (Brown y
De Cani, 1963; David y van de Klundert, 1965; Ferguson, 1965; Kalt, 1978; May
y Denny, 1979; Panik, 1976; Sato, 1970 y Wilkinson, 1968) oscila entre 0,078 y
0,763.4 La hipótesis De la Grandville (1989) también fue contrastada con éxito
por Cronin et al. (1997) en el caso de la industria de las telecomunicaciones de
los Estados Unidos.
Desde el punto de vista de la hacienda pública, la elasticidad de sustitución
juega un papel clave en la respuesta de la inversión a la política impositiva,
donde menores elasticidades de sustitución entre capital y trabajo se asocian
a una menor respuesta de la inversión a políticas de incentivos fiscales (Hall y
Jorgenson, 1967; Eisner y Nadiri, 1968 y Chirinko, 2002).
Este trabajo lo abordamos desde la primera de las perspectivas comentadas,
al centrarnos en el análisis de los efectos que el gasto público en salud tiene
en el crecimiento económico para la economía española, viendo cómo varía la
elasticidad de sustitución entre el capital y el trabajo, cuando descontamos del
valor de la producción agregada de la economía, el montante del gasto público
en salud.
El trabajo contiene una parte teórica y otra parte empírica; en la parte
teórica se plantea una función de producción tipo CES y neutral de Solow, es
decir, solamente consideramos la posibilidad de progreso técnico vinculado al
factor capital, y definimos la elasticidad de sustitución asociada a este sesgo en el
progreso técnico; posteriormente derivamos las relaciones fundamentales entre
la elasticidad de sustitución y los valores de output per cápita y output por unidad
de capital de la economía, estas relaciones constituyen el núcleo de nuestras
estimaciones empíricas; la parte empírica del trabajo se aplica a los datos de la
economía española para el periodo 1985-2003, tratando de determinar en qué
medida el capital público en salud es relevante para el crecimiento económico a
través de sus efectos sobre el valor de la elasticidad de sustitución.

3
Recientemente Antras (2004) realizó nuevas estimaciones de la elasticidad de sustitución entre el capital
y el trabajo para la economía americana en el periodo 1948-1998 situado sus valores entre 0,55 y 0,94.
Antras (2004) advierte que las estimaciones que dan resultados próximos a la unidad son consecuencia
de ignorar la posibilidad de cambio tecnológico
4
Estimaciones de la elasticidad de sustitución para la economía americana consistentes con el supuesto
de una función de producción Cobb-Douglas son las de Berndt (1976). Véase también Judd (1987) y
Trostel (1993).

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Los resultados de nuestro análisis permiten comprobar que las estimaciones


de la elasticidad de sustitución entre capital y trabajo son menores cuando
descontamos el gasto público en salud del cómputo del output de la economía.
Teniendo en cuenta que cuanto mayores sean los valores de la elasticidad de
sustitución entre el capital y el trabajo en una economía, mayores serán los
efectos sobre el crecimiento económico de la misma, nuestros resultados nos
permiten afirmar que el gasto público en salud tiene un impacto positivo en
el crecimiento de la economía española. Asimismo los resultados de nuestras
estimaciones apoyarían la hipótesis de que la función de producción agregada de
la economía española en el periodo 1985-2003 no es del tipo Cobb-Douglas, al
estar los valores estimados de la elasticidad de sustitución (0,38) lejos del valor
teórico correspondientes a una función tipo Cobb-Douglas.5
El trabajo se estructura de la siguiente manera: la sección I contiene el
modelo teórico que usaremos para nuestra estimación empírica, en la sección
II describimos la especificación econométrica del problema y el método de
estimación, la sección III contiene las variables y fuentes de datos utilizadas y
presenta los resultados de las estimaciones realizadas.
I. El modelo
El modelo que planteamos analiza cómo el gasto público en salud afecta el
crecimiento económico a través de sus efectos sobre la elasticidad de sustitución,
lo que justifica la introducción de una función de producción tipo CES.
Acorde con el trabajo de Sato (1970) podemos expresar el output producido
por una economía en cualquier momento del tiempo t a través de una función
de producción lineal y homogénea de la siguiente manera:
Q(t )=F[A(t )L(t ), B(t )K(t )] (1)
En donde Q(t) representa el output de la economía en términos reales en
el momento t, K(t) representa los flujos de servicios asociados al stock de capital
en términos reales en t, L(t) representa los flujos de servicios de los trabajadores
en t, A(t) es un índice de eficiencia asociada al factor trabajo y B(t) es un índice
de eficiencia asociada al factor capital. Además de los supuestos de linealidad
y homogeneidad, suponemos que Q(t) es una función de clase n, es decir sus
derivadas parciales con respecto a K, L, A, B y t son continuas hasta orden
n, siendo n cualquier orden deseado. También partimos del supuesto de que
tanto los mercados de factores como de bienes son competitivos, de forma
que en equilibrio los factores de producción se remuneran por sus productos

El valor teórico de la elasticidad de sustitución se considera 1 en funciones de producción de tipo Cobb-


5

Douglas.

68
69

marginales, es decir;  F  w y  F  r ; y dado que se cumple B  F   F y


L K  BK  K
F w F r
A  F   F ; en consecuencia tendremos  AL  A y  BK  B . Si suponemos
 AL  L
que los índices de eficiencia asociados al factor capital y al factor trabajo varían
con el tiempo, podemos expresar la tasa de crecimiento de los mismos como λL
y λk respectivamente. Como en nuestro modelo una de las variables clave es la
elasticidad de sustitución, esto nos obliga a imponer una estructura concreta a
la forma del cambio tecnológico. Debido a esta peculiaridad, la elección de una
función exponencial con tasas de crecimiento constantes del cambio tecnológico
es el supuesto más natural. Por lo tanto, expresamos los índices de eficiencia
asociados a los factores trabajo y capital como A(t ) = Aeλ Lt y B(t ) = Beλ t . K

Adicionalmente, suponemos que el progreso técnico de nuestro modelo es neutral


en el sentido de Solow (no existe un incremento de la eficiencia en el tiempo
asociada al factor trabajo ( λ K ≠ λ L = 0 ). Teniendo en cuenta los supuestos
anteriormente planteados reescribimos (1) como Q(t ) = F [L(t ), A(t ) K (t )]
La elasticidad de substitución se introduce en el campo de la economía
a principios de los años 30, debido a la necesidad de una formalización de la
sustituibilidad de los factores, para resolver de una manera formal los problemas
de optimización del productor y los problemas de optimización de los
consumidores (para una discusión más detallada, véase Garcia Molina, 2005).
Como el concepto de elasticidad de substitución se requería para la resolución
de problemas económicos de distinta naturaleza (producción y distribución),
su descubrimiento tuvo lugar de forma simultánea por académicos que
trabajaban en distintos campos de conocimiento. Podemos definir la elasticidad
de sustitución entre los factores capital y trabajo (σ) como el cociente entre la
variación en el uso relativo de los factores capital y trabajo y la variación en la
ratio de remuneración relativa de los mismos o, lo que es lo mismo, de la relación
marginal de sustitución técnica entre el capital y el trabajo. Matemáticamente, la
expresión para la elasticidad de sustitución viene dada por:
 ln  BK 

AL 
 (2)
 Pma 
 ln  Pma L 
 K 
Si reescribimos la expresión (2) para relacionar la elasticidad de sustitución
entre los factores, capital y trabajo, con la tasa de aumento de los mismos,
tenemos que:

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  BK 
 
 AL 
   
 ln  BK  BK   BK   Bw   K  K  L
 AL   Ar  K L
  AL   AL  
BK  
 Pma   PmaL 
 ln  Pma L   
 Bw 
  Ar  AL K  w  r (3)
   w r
 K   PmaK 
 PmaL 
 Pma 
 K 

Donde λL=0 por considerar la función de producción neutral de Solow.


Despejando en (3) obtenemos:
K L  r 
w
  (1   K       (4)
K L w r 
Sato (1970) demuestra la posibilidad de expresar (3) diferenciando en (1)
como un modelo de ecuaciones simultáneas. Dado que partimos del supuesto
de cambio tecnológico neutral en el sentido de Solow, podemos reformular la
ecuación de Sato (1970) de forma que obtenemos:
Q L w (5)
− =σ
Q L w
Q K r
− = (1 − σ)λ Κ + σ
Q K r (6)
Las ecuaciones (5) y (6) representan las productividades asociadas a los
factores trabajo y capital. La forma como la elasticidad de sustitución afecta a
estas ecuaciones varía dependiendo de la función de producción que
utilicemos.
En este trabajo asumimos que la función de producción agregada de la
economía española, puede representarse por medio de una función de producción
con rendimientos constantes a escala y caracterizada por una elasticidad de
sustitución constante entre los factores capital y trabajo. Para ello tomamos
como referencia la función de producción introducida por Arrow et al. (1961)6 y
modificada por Kalt (1978). Esta función la adaptamos a nuestra economía, en la
cual suponemos que el cambio tecnológico es neutral en el sentido de Solow, lo
que nos permite expresar el output producido por la economía en cada momento
del tiempo de la siguiente forma:

Para un análisis crítico del uso de funciones CES y de la estimación empírica llevada a cabo por Arrow
6

et al. (1961) véase Felipe y McCombie (2001) y Simon (1979).

70
71

−1/ ρ
Q(t ) = δL−ρ (t ) + (1 − δ ) Beλk t K (t )  ( )
−ρ
(7)
 

Donde   1  ; dado que estamos suponiendo que nos encontramos en


un mercado perfectamente competitivo, en tales circunstancias el precio de los
inputs debe igualarse a sus productividades marginales:7
 Q (t) Be  1    
 k t 

1
1
(8)
 1    KQ(t )
1


 1 
 1   

r    K(t )  Bek t
K  k  L  0 K (t ) 

 
y
  11  
 Q(t)   L1  1     K (t )  Q
1

w      (9)
L  K  L  0  L  L
 
Tomando logaritmos en (8) y en (9) y teniendo en cuenta que   1  .
Obtenemos:8 
Q
ln     ln r  1    K t  ln  B1 (1    (10)
y  K 

Q (11)
ln   = σ ln w + ln δ−σ
L
Klump y De la Grandville (2000) demuestran que la relación entre el output per
cápita de la economía y la elasticidad de sustitución entre el capital y el trabajo es
positiva bajo los supuestos de una función de producción tipo CES normalizada,
donde k ≠ k , k denota el nivel de capital per cápita de la economía, consecuencia
de normalizar la función de producción.
Las expresiones (10) y (11) demuestran teoricamente que la elasticidad de
sustitución entre el capital y el trabajo es un instrumento importante para el
estudio del crecimiento económico. De hecho, cuanto mayor sea el valor de la
elasticidad de sustitución, ceteris paribus, mayor será el efecto que una variación
en el precio de los factores tiene en el output per cápita y en la productividad del
capital de la economía; teniendo en cuenta esto, en este trabajo nos planteamos
en qué medida puede afectar el gasto público en salud al crecimiento económico
o, alternativamente, cómo afecta el gasto público en salud a la elasticidad de
sustitución entre el capital y el trabajo. Para ello, lo que hacemos es descontar al
output de la economía el multiplicador del capital en salud, con lo que obtenemos
las siguientes expresiones (10´) y (11´):
7
Véase apéndice matemático para las derivaciones de las expresiones 8 y 9.
8
Véase apéndice matemático para las derivaciones de las expresiones 10 y11.

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 
 1 S Q 
 (10´)
Q  
ln   
  ln r  1    K t  ln  B 1
(1   


 K 
y 
 S  

1  Q  Q 

ln      ln w  ln  (11´)

L 
El siguiente paso es comparar las estimaciones de los valores de la elasticidad
de sustitución del sistema de ecuaciones (10) y (11) con el sistema de ecuaciones
(10’) y (11’). Si el valor de la elasticidad de sustitución que resulta de la estimación
del sistema de ecuaciones (10’) y (11’) es menor que el que resulta de la estimación
del sistema de ecuaciones (10) y (11), podremos afirmar que el gasto público en
salud tiene un efecto positivo sobre el nivel de desarrollo económico, al aumentar
los niveles de renta per cápita y productividad del capital de la economía.
En el siguiente apartado abordamos las especificaciones econométricas
correspondientes a las expresiones (10), (11), (10’) y (11’) y hacemos una
descripción de los datos utilizados en nuestro análisis. En el apartado III
presentamos los resultados de las estimaciones realizadas.
II. Especificaciones econométricas y fuente de datos
Las expresiones (10), (11), (10’) y (11’) que representan la productividad
del trabajo y del capital de la economía en dos escenarios distintos (con gasto
público en salud y descontado éste de la producción agregada), constituyen la
base de las estimaciones empíricas realizadas en este estudio para la economía
española en el periodo 1985-2003.
Las versiones estocásticas de las expresiones (10) y (11) son las siguientes:
Q (12)
ln       ln r  t  t
y K
Q 
ln    ´0 ´1 ln w  t́ (13)
 L
Donde εt y εt’ representan los términos de error. Nuestros parámetros de
interés son σ =β1 y σ =β1’ que representan la elasticidad de sustitución entre
el capital y el trabajo. De forma análoga obtenemos (12´) y (13´) a partir de
(10´) y (11´) pero descontando de las mismas, los efectos del capital público en
salud (S).

72
73
 S  
 1 Q
 Q  
ln        ln r   t  t (12´)
 K 
 
 
 S  Q
1 


Q  
ln  ´0   ´1 ln w   ´t (13´)
 L 
 
Ahora μt y μ´t representan los términos de error. Nuestros parámetros de
interés son σ = γ1 y σ = γ´1 que representan la elasticidad de sustitución entre
el capital y el trabajo.
Las ecuaciones (12) y (13) y (12´) y (13´) relacionan la productividad media
del trabajo y del capital con la productividad marginal de los mismos. Es lógico
pensar que en estos sistemas de ecuaciones, para cualquier periodo de tiempo,
existen otras variables explicativas, además de las variables exógenas incluidas
que estarían afectando a la productividad tanto del factor trabajo como del factor
capital. Estos efectos inicialmente quedan recogidos en los términos de error de
las ecuaciones. Si esas variables relevantes omitidas afectan a las ecuaciones (12)
y (13) y (12´) y (13´), cabe esperar que los términos de error de las ecuaciones
(12) y (12´) estén correlacionados con los términos de error de las ecuaciones
(13) y (13´) (correlación contemporánea). Cuando se plantea la posibilidad
de correlación contemporánea, estamos en condiciones de suponer que nos
encontramos ante un modelo SURE (Seemingly Unrelated Regresion Equations)
que lo estimaremos siguiendo el método propuesto para estos modelos por
Zellner (1962).9 Los coeficientes estimados serán los estimadores de Zellner, o
lo que es lo mismo los estimadores mínimos cuadrados generalizados (MCG),
y por lo tanto, no son los estimadores de menor varianza entre los insesgados
y lineales, si bien cuanto mayor sea la correlación contemporánea entre las
perturbaciones de las ecuaciones, mayor será la ganancia de eficiencia de los
estimadores MCG del modelo SURE.
El vector de estimadores10 del modelo generalizado resultante para las
ecuaciones (12) y (13) viene dado por:

9
El método de Zellner es una variante de la técnica de mínimos cuadrados generalizados de Aitken.
Básicamente consiste en estimar el modelo por mínimos cuadrados ordinarios, obtener el vector de
residuos que se utilizan para estimar los elementos de una matriz de covarianzas generalizada, (V -1 y W-1
en el texto) empleada en la técnica de Aitken.
10
Donde  es el producto de Kronecker y Σ-1 y Σ-2 representan las matrices de varianzas y covarianzas
para las ecuaciones (12) y (13) y para las ecuaciones (12´) y (13´) respectivamente, e I la matriz identidad
de orden N (número de observaciones del periodo muestral).

Lecturas de Economía - No. 70. Medellín, enero-junio 2009


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 ( 0 , 1 ,  2 , 0´,  1´)  X ´V 1 X  X ´V 1Y  X ´ 1  I  X  X ´ I Y
      1 1
1

y para las ecuaciones (12´) y (13´) ´ por:


 

  X ´´
   
 (  0 , 1 , 2 , 0´ , 1´ )  X ´W 1 X  X ´W 1Y ´ X ´ ´1  I  X 
1 1
1
I Y´

Donde X e Y se definen de manera que representan las variables dependientes


e independientes de las ecuaciones de productividad del capital y productividad
del trabajo.
Con el objeto de hacer una interpretación adecuada de los resultados, tenemos
que tener en cuenta que las ecuaciones (12), (13), (12´) y (13´) constituyen un
sistema multiecuacional cuya estimación realizaremos bajo la restricción β1 = β´1
y γ1= γ´1 , debido a que estos parámetros que recogen la elasticidad de sustitución
de factores en las ecuaciones de productividad del capital y productividad del
trabajo, se refieren a la elasticidad de sustitución del trabajo con respecto al
capital para la función de producción agregada de la economía española.
III. Resultados empíricos e interpretación
La estimación de las ecuaciones (12), (13), (12´) y (13´) requiere datos
de producción agregada (Q), stock de capital (K), número de trabajadores (L),
rentas del trabajo (w) y rentas del capital (r). Para la construcción de la variable
Q/K de la ecuación (12) utilizamos los datos de producción agregada (Q) para
la economía española, obtenidos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Respecto a los datos de la variable stock de capital (K), hemos construido la serie
de stock de capital utilizando como proxy el stock de capital físico y suponiendo
una vida útil de diez años para dicho capital, y por lo tanto practicando una
amortización lineal del 10% a la formación bruta de capital fijo. Tanto los datos
de producción agregada (Q) como de stock de capital (K) están expresados en
pesetas constantes de 1986 para el periodo 1985-2003. Respecto a las rentas
del capital (r) se obtienen del INE y están expresadas en millones de pesetas
constantes para el periodo (1985-2003). La variable (t) es el tiempo expresado en
forma de variable discreta para el periodo analizado.
Para la estimación de la ecuación (13) necesitamos datos de Q/L que lo
aproximamos por el PIB per cápita de la economía española para el periodo
1985-2003, expresado en pesetas constantes de 1986. Aunque en 1995 hubo un
cambio de base, tomando como referencia el año 1995, los datos de la anterior
serie (1986) llegan a 1997; no obstante, para los datos de 1998 en adelante se hizo
un cambio de base para mantener la homogeneidad de la serie. En el computo
del input trabajo dentro de la función de producción existen autores como
Jorgenson y Ho (2000), que discuten la validez y la precisión de una medida
agregada del factor trabajo al considerar que su calidad no es comparable en las
74
75

diferentes ramas de actividad de la economía; sin embargo, una corrección del


factor trabajo, teniendo en cuenta posibles diferencias de calidad asociadas al
mismo, queda fuera del ámbito de nuestro análisis.
Para la construcción de la variable (w) nos basamos en los datos del INE
de salarios en la industria y en los servicios de la economía española para el
periodo 1985-2003; los datos están expresados en millones de pesetas constantes
de 1986. En la estimación de las ecuaciones (12’) y (13’) para el computo del
numerador de la variable del lado izquierdo de la expresión, se descuenta del
valor total del PIB de la economía del periodo 1985-2003 el montante de gasto
sanitario público (ambos datos expresados en millones de pesetas constantes
de 1986). Los datos proceden del INE y del Ministerio de Sanidad y Consumo.
El resto de variables de las ecuaciones (12’) y (13’) coinciden con las de las
ecuaciones (12) y (13).
Uno de los problemas al efectuar las estimaciones es la existencia de
autocorrelación dentro de cada una de las ecuaciones del modelo, esto
impide que los estimadores sean eficientes; para evitarlo, utilizamos el método
de Cochrane-Orcutt en (12) y (12´). Parks (1967) demostró que el método
de Cochrane-Orcutt es compatible con la técnica de Zellner, los estimadores
que obtenemos con este método son buenas aproximaciones a los Mínimos
Cuadrados Generalizados, si bien cabe esperar una pérdida de eficiencia al no
disponer de una muestra grande.
La tabla 1 presenta las estimaciones correspondientes a las ecuaciones de
productividad de capital y de trabajo, (12) y (13), correspondientes a la economía
española en el periodo 1985-2003.
Tabla 1. Estimación de la elasticidad de sustitución para la
economía española 1985-2003
Variables Dependientes
Ln(Q/K) Ln(Q/L)
Constante -0,008 2,95**
(0,25) (0,26)
Lnr 0,38**
(0,06)
t -0,014**
(0,003)
Lnw 0,38**
(0,02)

Método Estimación SURE SURE


R2 0,83 0,966
D.W. 2,05 1,99
Continúa...

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Tabla 1. Continuación
Notas: lnr es el logaritmo del precio del factor capital para la economía española en el periodo de
1985-2003, variable expresada en millones de pesetas constantes de 1986 (datos del INE), t es el
tiempo considerado como una variable discreta, lnw es el logaritmo del precio del factor trabajo
para la economía española en el periodo de 1985-2003, variable expresada en millones de pesetas
constantes de 1986 (datos del INE), ln(Q/K) es el logaritmo del cociente entre el PIB y el stock
de capital de la economía española en el periodo 1985-2003 expresado en millones de pesetas
constantes de 1986 (datos del INE), ln(Q/L) es el PIB per cápita de la economía española para el
periodo 1985-2003 expresado en pesetas constantes de 1986.
** indica coeficiente significativo al nivel 0,01 * significativo al nivel 0,05
Error Estándar entre paréntesis
Fuente: elaboración propia
El interés de nuestro análisis empírico se centra en los coeficientes del logaritmo
de las rentas del capital y del logaritmo de las rentas del trabajo (salario), porque
representan la elasticidad de sustitución entre el trabajo y el capital. Los coeficientes
estimados del modelo SURE en las ecuaciones (12) y (13) son estadísticamente
significativos y están de acuerdo con las predicciones teóricas del modelo. En
promedio, un incremento en el precio de los factores de un 1%, permaneciendo
todo lo demás constante, repercute en un aumento de la productividad del trabajo
y del capital de un 0,38%. Por otro lado, como nuestra relación entre el output per
cápita y el salario, se obtiene a partir de un proceso de maximización de beneficios
sobre una función de producción con rendimientos constantes a escala, la
elasticidad de la curva resultante coincide con la elasticidad de sustitución entre el
capital y el trabajo.11 Bajo los supuestos anteriormente mencionados, podemos
obtener información sobre σ a partir de la observación de la variación conjunta
del output por unidad de trabajo y el salario; por tanto, el coeficiente estimado 0,38
representa la elasticidad de sustitución entre el trabajo y el capital para la economía
española en el periodo 1985-2003, lo que también nos viene a corroborar que
la función de producción agregada para la economía española en este periodo
que hemos analizado, no estaría representada por una función de producción tipo
Cobb-Douglas al estar el valor estimado de la elasticidad de sustitución lejos del
valor teórico correspondiente a este tipo de funciones, 1.
Ya sabemos por la hipótesis De la Grandville (1989) que cuanto mayor es
la elasticidad de sustitución entre el trabajo y el capital, mayor es la facilidad
para sustituir los factores productivos, y por tanto, esto favorece el crecimiento
económico. Basándonos en esta hipótesis y con el fin de determinar (y cuantificar
en caso afirmativo) si la inversión pública en salud (gasto público en salud) favorece
el crecimiento de la economía española, el ejercicio empírico que proponemos
consiste en ver los efectos que sobre la elasticidad de sustitución de nuestra
Vease Arrow et al. (1961).
11

76
77

economía se generan cuando omitimos del modelo el gasto público en salud.12


Para ello estimamos nuevamente las ecuaciones de productividad del capital y
el trabajo (12´) y (13´) donde en el numerador de las variables dependientes del
sistema de ecuaciones hemos descontado el gasto público en salud.13
Las estimaciones de la elasticidad de sustitución para la economía española
en el periodo 1985-2003, sin el gasto público en salud se presentan en la tabla 2.
Tabla 2. Estimación de la elasticidad de sustitución para la economía
española sin inversión en salud, 1985-2003
Variables Dependientes
Constante 0,26 3,21**
(0,31) (0,32)
Lnr 0,30**
(0,07)
t - 0,01**
(0,003)
Lnw 0.30**
(0,07)
Método Estimación SURE SURE
R2 0,85 0,94
D.W. 2,10 2,35
 S 
Notas: ln 1  Q Q / Les el logaritmo del cociente entre el PIB en términos constantes de la economía,
  
en el periodo 1985-2003 y la población ocupada, descontando la tasa de inversión en gasto sanitario,
variable expresada en millones de pesetas constantes de 1986 (datos obtenidos a partir del INE y
del Ministerio de Sanidad y Consumo), t es el tiempo considerado como una variable discreta, lnw
es el logaritmo del precio del factor trabajo para la economía española en el periodo de 1985-2003,
 
variable expresada en millones de pesetas constantes de 1986 (datos del INE), ln 1  S  Q / K es el
 Q 
logaritmo del cociente entre el PIB y el capital en términos constantes de la economía en el periodo
1985-2003, descontando la tasa de inversión en gasto sanitario, variable expresada en millones de
pesetas constantes (datos obtenidos a partir del INE y del Ministerio de Sanidad y Consumo).
** indica coeficiente significativo al nivel 0,01 * significativo al nivel 0,05
Error Estándar entre paréntesis
Fuente: elaboración propia
12
Como no tenemos el valor del capital público en salud (variable stock) lo aproximamos por el gasto
público en salud (variable flujo).
13
El gasto sanitario público en España consiste en la cobertura pública de la sanidad, y por tanto, es
financiado principalmente mediante impuestos y tasas. En cambio, el gasto sanitario privado consiste
básicamente en los pagos de aseguramiento privado de los agentes o primas de seguros complementarios,
y en los copagos realizados por los pacientes en los servicios sanitarios y medicinas. En el caso de España,
la descomposición del gasto sanitario total es un 72% gasto sanitario público y 38% gasto sanitario
privado, lo cual está en línea con las proporciones para la mayoría de los países de la OCDE (media
de gasto sanitario público 73%) y su peso en el PIB es del 8,1% (OECD Health data 2006) cuando la
media de la OCDE es del 7% del PIB. Dado que existe una gran variabilidad entre los diferentes países
tanto en peso del gasto sanitario en el PIB (EEUU 15,3%, Suiza, 11,6%, Alemania, 11%, España 8,1%)
como en sistemas de financiación (EEUU como claro referente donde la mayor parte del gasto sanitario
es privado) un análisis comparativo con los resultados para otras economías resultaría de gran interés
aunque queda fuera del ámbito del presente trabajo.

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Nuevamente los resultados de las estimaciones de las ecuaciones (12’) y


(13’) están en línea con las predicciones teóricas del modelo y los coeficientes
de interés son positivos y estadísticamente significativos. Como podemos
comprobar, cuando descontamos de la producción agregada de la economía
española el gasto público en salud, un aumento del 1% en el precio de los
factores repercute en un aumento en la productividad del capital y del trabajo
de la economía del 0,30%, por tanto inferior al aumento que se estima cuando
consideramos, dentro del modelo, el gasto público en salud (0,38%).
Como la estimación de este coeficiente representa la elasticidad de sustitución
entre el trabajo y el capital, podemos afirmar que el valor de la elasticidad de
sustitución para la economía española en el periodo 1985-2003 es menor cuando
no tenemos en cuenta el gasto público en salud. Por tanto, podemos afirmar que
el gasto público en salud influye de forma notable en la sustituibilidad de los
factores, en concreto 0,076 puntos porcentuales del aumento de la productividad
de los factores, ante un aumento de un 1% en el precio de los inputs. Teniendo en
cuenta lo anterior podemos concluir que el gasto público en salud contribuye a
un mayor crecimiento de la economía española.
Otra forma de argumentar el efecto positivo del gasto publico en salud en el
crecimiento economico, distinta a la explicación dada a través de la elasticidad
de sustitución, es a partir de las explicaciones por medio de los modelos de
crecimiento endógeno, que incluyen la salud como variable independiente
a la hora de explicar el desarrollo económico de los países. Es un hecho
reconocido que un mejor estado de salud proporciona unas mayores capacidades
de aprendizaje físico o psicológico, o un incremento en la productividad
laboral; por tanto, cuantos más fondos pueda dedicarle un país a la provision
de servicios sanitarios, esto redundará en una mayor productividad laboral y
por tanto afectará de forma positiva al crecimiento económico. Rivera y Currais
(1999) usando una regresion de convergencia condicional también analizan la
relación de causalidad entre gasto público en salud y crecimiento económico,
obteniendo resultados que demuestran que el gasto público en salud afecta la
crecimiento económico de forma positiva y significativa.
Conclusiones
En este trabajo hemos analizado la relación entre gasto público en salud y
crecimiento económico para la economía española en el periodo 1985-2003 a
través de la elasticidad de sustitución. Partiendo de la hipótesis De la Grandville
(1989) donde se conjeturaba que la mayor elasticidad de sustitución de las
economías del sudeste asiático en relación con la economía americana estaba en
la base del mejor desempeño económico de estos países, hemos construido un
78
79

modelo para ver en qué medida el gasto público en salud afecta a la elasticidad
de sustitución entre factores en la economía española.
Los resultados de las estimaciones llevadas a cabo para el periodo 1985-2003,
permiten afirmar que el gasto público en salud aumenta el valor de la elasticidad
de sustitución entre el trabajo y el capital, al pasar de un valor de 0,30 cuando
descontamos del output de la economía española el valor del gasto público en
salud a 0,38. Estos resultados reflejan que el gasto público en salud desempeña
un papel relevante en el crecimiento de la economía española, al aumentar en
promedio la productividad de los factores en 0,076 puntos porcentuales por cada
1% de aumento en el precio de los inputs.14 Estos resultados que relacionan de
una forma positiva salud y crecimiento económico, no están exentos de debate.
Entre los trabajos recientes que están a favor del impacto positivo de la
salud sobre el crecimiento económico, tenemos los de Li y Huand (2008), que
analizan el impacto de la salud para el crecimiento económico de China en el
periodo 1978-2005, a través de la estimación del modelo aumentado de Mankiw-
Romer-Weil. Sus resultados concluyen que la salud tiene un efecto positivo y
significativo sobre el crecimiento económico en China. Otros trabajos empíricos
que demuestran este efecto positivo de la salud sobre el crecimiento económico
en otros ámbitos geográficos son los de Mayer et al. (2001), McDonald y Roberts
(2002).15 Entre los trabajos que alcanzan conclusiones contrarias merece la pena
destacar el trabajo de Weber (2002), que en un análisis empírico de sección
cruzada para 46 países sugiere que las políticas orientadas al crecimiento deben
favorecer más la inversión en educación que la inversión en salud.
Por otro lado, y desde el punto de vista de las políticas públicas, nuestro
resultado también es importante, ceteris paribus, cuanto mayor sea el esfuerzo
de la Administración Pública en proveer una mayor cobertura social en salud,
mayores serán los efectos sobre el crecimiento y el bienestar de la sociedad;
no obstante, como estamos en un mundo en el que los recursos son limitados,
desde la perspectiva de las políticas públicas, la cantidad de recursos dedicados
a las diferentes políticas debe tener en cuenta la efectividad relativa de cada una
de ellas.
Por otro lado, nuestro resultado también permite arrojar luz sobre la
naturaleza de la función de producción de la economía española. Los resultados
de nuestras estimaciones de la elasticidad de sustitución están muy lejos del
14
El gasto público en salud es enormemente endógeno; por tanto, su crecimiento es función del propio
crecimiento económico o bien puede ser a la inversa, lo cual invita a tener cautela en la interpretación de
estos resultados.
15
Para un estudio teórico sobre el impacto positivo de la salud sobre el crecimiento, véase Knowles y
Owen (1995, 1997)

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valor teórico correspondiente a una función de producción Cobb-Douglas,


cuya elasticidad de sustitución es 1, con lo cual podemos afirmar que la función
de producción para la economía española en el periodo 1985-2003 no estaría
representada por una función de producción del tipo Cobb-Douglas.
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Anexo
Para obtener las ecuaciones (8) y (9) del texto diferenciamos el output en
relación con el capital, trabajamos con una función de producción que incluye
cambio tecnológico neutral en el sentido de Harrod.
1
 Q (t )  1

  
1 L  1    Be K t K (t )    1    Be K t K (t ) 
 
r  Be K t 
K 
 k  L  0

1 
   
   L  1     Be K t K (t )     L    LL  1     K (t )1 L1 
  
 1 1 1   
  L  1     K (t ) 
 
L
 
 

   
Be  K t 
  1     Be K t K (t )    1   Be K t K (t )  Bek t 

K (t ) 1     
L
 
Be  1     K (t )  

 K t     Be K t 1    Q 1


 
L
 1   
  
K (t)    K ()t   (8) en el texto.
Para la obtención de la expresión (9) bajo cambio tecnológico neutral en el
sentido de Harrod tenemos que:
   
  L  1     K (t ) 
 1 
 Q (t ) 1  
1
 1
 L  1    K (t )      L   


L  K  L  0
  L
 
1
 
 Q(t) Q
 w    
L  K  L  0 L (9) en el texto
Para la obtención de las ecuaciones (10) y (11) del texto tomamos logaritmos
en (8) y (9), considerando que en un mercado perfectamente competitivo el
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producto marginal de los factores se iguala al precio de los mismos y considerando


que en la función CES de la que partimos  1 , tenemos que:

Q
ln r  ln(1    ln B    K t  1   ln  
K
 1 
Q
  
 
ln     ln r   ln 1      ln B          K t y finalmente tenemos:

K   
Q
ln     ln r  1    K t  ln 1    B1   que constituye la ecuación (10)


K
   
del texto.
Procedemos de igual forma para obtener la ecuación (11) del texto:
1  Q  , de donde se deduce que:
ln w  ln   ln
  L 
Q
ln     ln w  ln   (11) en el texto
L

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