Cuáles Son Los 12 Frutos Del Espíritu Santo

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¿Cuáles son los 12 frutos del Espíritu

Santo?
1. Caridad
2. Gozo
3. Paz
4. Paciencia
5. Longanimidad
6. Benignidad
7. Bondad
8. Mansedumbre
9. Fidelidad
10. Modestia
11. Continencia
12. Castidad
1. Caridad
Es el primer y principal fruto del Espíritu Santo. El amor, la caridad, es la
primera manifestación de nuestra unión con Cristo. La caridad delicada y
operativa con quienes conviven o trabajan en nuestros mismos quehaceres
es la primera manifestación de la acción del Espíritu Santo en el alma.

2. Gozo
La alegría es consecuencia del amor, por eso al cristiano se le distingue por
su alegría, que permanece por encima del dolor y del fracaso.
3. Paz
La paz, fruto del Espíritu Santo, es ausencia de agitación y el descanso de la
voluntad en la posesión estable del bien. Esta paz supone la lucha constante
contra las tendencias desordenadas de las propias pasiones.

4. Paciencia
Las almas que se dejan guiar por el Paráclito producen el fruto de la
paciencia, que lleva a soportar con igualdad de ánimo, sin quejas ni
lamentos estériles, los sufrimientos físicos y morales que toda vida lleva
consigo.

5. Longanimidad
Este fruto del Espíritu Santo da al alma la certeza de que –si pone los
medios, si hay lucha ascética, si recomienza siempre- se realizarán esos
propósitos, a pesar de los obstáculos objetivos que se pueden encontrar, a
pesar de las flaquezas y de los errores y pecados, si los hubiera.

Leer: 10 reflexiones del Papa Francisco sobre el Espíritu Santo

6. Benignidad
Es esa predisposición del corazón que nos inclina a hacer el bien a los
demás. Este fruto se manifiesta en multitud de obras de misericordia,
corporales y espirituales, que los cristianos realizan en el mundo entero sin
acepción de personas.
7. Bondad
Es una disposición estable de la voluntad que nos inclina querer toda clase
de bienes para otros, sin distinción alguna: amigos o enemigos, parientes o
desconocidos, vecinos o lejanos.

8. Mansedumbre
El alma que posee este fruto del Espíritu Santo no se impacienta, ni alberga
sentimientos de rencor ante las ofensas o injurias que recibe de otras
personas, aunque sienta –y a veces muy vivamente por la mayor finura que
adquiera en el trato con Dios- las asperezas de los demás, los desaires, las
humillaciones.
9. Fidelidad
Una persona fiel es la que cumple sus deberes, aún los más pequeños, y en
quien los demás pueden depositar su confianza. Nada hay comparable a un
amigo fiel –dice la Sagrada Escritura-; su precio es incalculable. Ser fieles es
una forma de vivir la justicia y la caridad.

10. Modestia
Una persona modesta es aquella que sabe comportarse de modo
equilibrado y justo en cada situación, y aprecia los taletos que posee, sin
exagerarlos ni empequeñecerlos, porque sabe que son un regalo de Dios
para ponerlos al servicio de los demás. Este fruto del Espíritu Santo se
refleja en el porte exterior de la persona, en su modo de hablar y de vestir, de
tratar a la gente y de comportarse socialmente. La modestia es atrayente
porque refleja la sencillez y el orden exterior.

11 y 12. Continencia y Castidad


El padre Fernández Carbajal explica estos frutos relacionados con la pureza
del alma, en una misma frase: Como por instinto, el alma está
extremadamente vigilante para para evitar lo que pueda dañar la pureza
interior y exterior, tan grata al Señor. Estos frutos, que embellecen la vida
cristiana y disponen al alma para entender lo que a Dios se refiere, pueden
recogerse aún en grandes tentaciones, si se quita la ocasión y se lucha con
decisión, sabiendo que nunca fallará la gracia del Señor.

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