Pecados Capitales
Pecados Capitales
Pecados Capitales
Soberbia u Orgullo divino que es ordenado hacia darse buscando ante todo el bien del
Consiste en una estima de sí mismo, o amor propio indebido, que otro. El placer entonces es algo bueno pero muy inferior. En
busca la atención y el honor y se pone uno en antagonismo con comunión con Dios se ama verdaderamente y se respeta a la otra
Dios (Catecismo Iglesia Católica 1866) persona como hijo o hija de Dios y no se le tiene como objeto de
placer. En el orden de Dios se puede reconocer la necesidad de la
Virtud a vencer: Humildad castidad para que el amor sea protegido. Es necesario entonces
La virtud moral por la que el hombre reconoce que de si mismo conocer y obedecer el sentido que Dios ha dado a la sexualidad.
solo tiene la nada y el pecado. Todo es un don de Dios de quien
todos dependemos y a quien se debe toda la gloria. El hombre Pero el pecado desordenó la atracción entre hombre y mujer de
humilde no aspira a la grandeza personal que el mundo admira manera que el deseo carnal tiende a separarse de propósito divino
porque ha descubierto que ser hijo de Dios es un valor muy y a dominar la mente y el corazón. La lujuria crece cuanto mas nos
superior. Va tras otros tesoros. No está en competencia. Se ve a sí buscamos a nosotros mismos y nos olvidamos de Dios. De esta
mismo y al prójimo ante Dios. Es así libre para estimar y dedicarse manera lo inferior (el deseo carnal) domina a lo superior (el
al amor y al servicio. corazón que fue creado para amar). Cuando la lujuria no se
rechaza con diligencia, el sujeto cae presa de sus propios deseos
La humildad no solo se opone al orgullo sino también a la auto que terminan por dominarle y envilecerle.
abyección (auto humillación) en la que se dejaría de reconocer los
dones de Dios y la responsabilidad de ejercitarlos según su La lujuria se vence cuando guardamos la mente pura (lo cual
voluntad. requiere guardarse de miradas, revistas, etc. que incitan a la
lujuria) y dedicamos toda nuestra energía a servir a Dios y al
2. La Avaricia prójimo según nuestra vocación. Si nos tomamos en serio nuestra
Inclinación o deseo desordenado de placeres o de posesiones. Es vida en Cristo podremos comprender el gravísimo daño que la
uno de los pecados capitales, está prohibido por el noveno y lujuria ocasiona y, aunque seamos tentados estaremos dispuestos
décimo mandamiento. (CIC 2514, 2534) a luchar y sufrir para liberarnos. Un ejemplo es San Francisco,
quien al ser tentado con lujuria se arrojó a unos espinos. Así logró
Virtud a vencer: Generosidad vencer la tentación.
Dar con gusto de lo propio a los pobres y los que necesiten.
3. La Lujuria Virtud a vencer: Castidad
El deseo desordenado por el placer sexual. Los deseos y actos son Es la virtud que gobierna y modera el deseo del placer sexual
desordenados cuando no se conforman al propósito divino, el cual según los principios de la fe y la razón. Por la castidad la persona
es propiciar el amor mutuo de entre los esposos y favorecer la adquiere dominio de su sexualidad y es capaz de integrarla en una
procreación. sana personalidad, en la que el amor de Dios reina sobre todo.