Características de La Religión de Los Incas
Características de La Religión de Los Incas
Características de La Religión de Los Incas
2.Panteísta: La religion incaica fue panteísta, es decir, tuvieron como dioses a seres del
mundo natural, ríos, lagunas, lluvia, etc.
Había una creencia de que todo es divino. No existe entonces un Dios personal sino que
Dios y el universo son la misma cosa. No habría entonces, en esencia, distinción entre
Dios y el mundo.
Etimología de Panteísmo: del griego "pan" (todo) y "theos" (Dios).
-El dios más importante para los antiguos incas era Viracocha. Fue la primera de las
deidades creadoras, responsable de diseñar y crear los cielos. A partir de su propia
forma, estableció el sol, la luna, los planetas y las estrellas. Cuando ordenó al sol que se
moviera sobre el cielo, se creó el tiempo mismo, permitiendo el surgimiento de la
civilización. Se le representó llevando el sol como una corona, con rayos en sus manos,
y lágrimas descendiendo de sus ojos como lluvia.
-La segunda deidad más importante del panteón inca fue Inti. Era el dios del sol, y no se
sabe si era hermano de Viracocha o su hijo. Trajo luz y calor a las tierras, y se le
conoció como "el que daba de la vida". Más tarde envió a sus hijos a la tierra para
iniciar la civilización Inca. Inti y su hermana, Mama Killa (diosa de la luna) eran
considerados generalmente como deidades benevolentes.
-Kon fue el primer hijo de Inti y Mama Killa. Era fuerte y flexible, lo que le permitió
moverse rápidamente por las llanuras de Perú. Kon se sentía solo, así que creó la
primera raza humana. Los puso en una tierra agradable y fértil, y les dio grano que
pudieran cosechar, y frutos que maduraban rápidamente. Sus creaciones no necesitaban
nada más.
Durante el gobierno de estos primeros dioses de la religión Inca, las creaciones humanas
de Kon se volvieron perezosas y malvadas, así que Kon las castigó con la sequía. Sólo
les daría agua si trabajaban lo suficiente para ganarse su favor. El régimen tiránico de
Kon pronto llegó a su fin con la aparición de su hermano Pachacamac (hijo de Inti).
-Para aquellos de la religión Inca que desearan asegurar su camino hacia la riqueza,
siempre estaba la posibilidad de rezar al dios Ekkeko. Era el símbolo de la abundancia,
llamado por sus seguidores para conseguir suerte y la prosperidad. Los antiguos incas
hacían muñecos que lo representaban y los rodeaban con una versión en miniatura de
sus deseos (mascotas, tesoros, comida, etc.). Se creía que esto ayudaba a manifestar lo
que sus corazones deseaban.
-Otro Dios venerado por su prosperidad en la religión Inca era Urcuchillay. Este dios -
bestia era venerado por los pastores incas, y se encargaba de velar por los rebaños de
Perú. Se le rezaba por su bienestar y para alejarlos de la muerte. Urcuchillay a menudo
traía buena fortuna a sus seguidores. Se decía que poseía un abrigo brillante y
multicolor, un símbolo de vida y maravilla.
-Sin embargo, la vida y la prosperidad no podían durar para siempre, ya que todos los
caminos conducen a la tumba. Este último escalón de la vida y religión Inca estaba
dominado por Supay, el dios de la muerte. Vivía en Ukhu Pacha (el inframundo), con
un ejército de demonios. Los mineros también le rezaban por una entrada segura en el
inframundo, cuando iban en busca de tesoros. Ukhu Pacha no era un lugar tan terrible,
ya que estaba ligado al vientre de la madre tierra (Pachamama). Se creía que las aguas
subterráneas del "Ukhu Pacha" tenían cualidades rejuvenecedoras, y se las vinculaba a
la salud y a la prosperidad del pueblo Inca.
LOS APUS
Especial lugar tenían los apus o espíritus de las montañas en el panteón de divinidades
incas. Este carácter divino conferido a los apus se sustentaba en la creencia que los
cerros y montañas eran generadores de hombres y de pueblos. Por ello, fueron tratados
como personajes que tenían nombres y que a pesar de su calidad divina se alimentaban,
sentían, hablaban y sufrían. Cuando estaban contentos, eran seres benefactores y
generosos; en cambio cuando eran ofendidos, podían ser castigadores. La importancia
de las montañas se deriva de su relación con la generación de agua. De las montañas
nacen miles de ríos y manantiales que proporcionan el agua. En una sociedad netamente
agrícola, el agua constituyo un elemento esencial para la vida; por ello, este siempre
estuvo ligada a los apus. Aún hoy en muchos pueblos de los Andes se mantiene esta
creencia y se realizan rituales y ofrendas a los apus, combinadas con la religión católica.