Infecciones Oculares

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Infecciones oculares

¿Qué son las infecciones oculares?

Las infecciones oculares pueden producirse por la acción de bacterias, hongos o virus, que
pueden afectar a un ojo o ambos. Este tipo de patologías varían según su grado de severidad,
aunque normalmente no presentan muchas complicaciones.

Causas de las infecciones oculares


Las infecciones de los ojos pueden afectar a cualquier persona, pero tienden a ser más
comunes en los niños o las personas con falta de higiene o de salud. Algunas de sus causas
son:
 Un trauma o lesión en los ojos.
 Mala higiene con los ojos.
 Contacto con superficies infectadas y no lavarse las manos.
 Poco cuidado al utilizar lentes de contacto.

Tipos de infecciones oculares

Existen diferentes tipos de infecciones oculares:

 Conjuntivitis: también conocida como “ojo rojo”. La conjuntivitis suele generarse por


una infección. Los niños presentan conjuntivitis con frecuencia y es muy contagiosa.

 Orzuelo: es un abultamiento en el párpado que ocurre cuando las bacterias de la piel


entran en el folículo piloso de una pestaña.

 Queratitis: es una úlcera corneal o una infección de la córnea por una bacteria. Dos de
las causas más comunes son la abrasión de la córnea con cuerpos extraños y la falta
de higiene de los lentes de contacto.

 Blefaritis: es una inflamación de los párpados. Puede ser causada por una infección o
inflamación y se puede asociar con la falta de higiene, ojo seco o la piel aceitosa. La
condición puede volverse crónica.

 Tracoma. Si bien no es común en Estados Unidos, una infección ocular conocida como
tracoma, relacionada con la Chlamydia trachomatis, está tan extendida en
determinadas regiones subdesarrolladas, que constituye una causa fundamental de la
ceguera. Las moscas pueden diseminar la infección en entornos insalubres, y la
repetición de la infección es un problema común.

El tracoma en general infecta el interior del párpado, que comienza a cicatrizarse.


Luego, las cicatrices causan un doblez del párpado, y las pestañas comienzan a rozar
el tejido de la córnea y destruirlo, y el resultado es ceguera permanente. 

Una buena higiene y el acceso a tratamientos como los antibióticos orales son
esenciales para controlar el tracoma.

 Endoftalmitis. Cuando una infección penetra en el interior del ojo, como en el caso de


la endoftalmitis bacteriana, la consecuencia de no contar con un tratamiento, en
general con antibióticos potentes, podría ser la ceguera. Este tipo de infección puede
aparecer con una lesión ocular penetrante o como una complicación infrecuente de una
cirugía ocular como la cirugía de cataratas. Siempre que el globo ocular se penetra o
lesiona en forma significativa, existe un riesgo de endoftalmitis* de 4 a 8 %.

TRATAMIENTO DE LAS INFECCIONES OCULARES


El tratamiento dependerá de la causa de la infección, Afortunadamente, la mayoría de las
infecciones oculares bacterianas desaparecen, especialmente con un tratamiento inmediato,
como gotas oftálmicas antibióticas con receta médica y ungüentos.

Muchas infecciones oculares virales se resuelven por sí mismas. En casos de infecciones


oculares virales, es posible que se le recete gotas oftálmicas antivirales. Algunas infecciones
oculares virales requieren una cuidadosa administración de gotas oculares esteroides para
reducir la inflamación relacionada.

En función de la causa subyacente de su infección ocular, el médico también puede indicar


medicamentos antivirales o antibióticos de ingestión oral. 

Aunque es importante tener claro que algunas infecciones oculares como la conjuntivitis son
muy contagiosas y requieren que la persona permanezca en aislamiento. Los tratamientos para
las infecciones oculares pueden incluir:
 Utilización de compresas.
 Gotas para los ojos.
 Pomadas.
 Antibióticos de colirio o de vía oral.

LIMPIEZA Y BAÑO OCULAR

En el mercado farmacéutico se pueden encontrar soluciones astringentes y antisépticas


que se utilizan en infecciones leves para el lavado de los ojos y que se emplean como
baños oculares.

 Astringentes

Como el agua destilada de hamamelis, que presenta una acción descongestiva, tónica y
antiséptica.

 Antisépticos

Se emplean, fundamentalmente, el ácido bórico, el sulfato de cinc y el borato sódico.


TRATAMIENTO FITOTERAPÉUTICO
Las plantas medicinales también son útiles para la higiene ocular y en casos de conjuntivitis
infecciosas u otras afecciones infecciosas. Se emplean fundamentalmente el aciano y la
eufrasia.

 Aciano

En la conjuntivitis, los baños oculares con agua de aciano, y también los colirios, ayudan a
eliminar las secreciones y a que desaparezca la congestión ocular. En el caso de blefaritis y
orzuelos, se recomienda aplicar el agua de aciano en gasas estériles o en baño ocular.

 Eufrasia

Toda la planta contiene el glucósido aucubina, taninos, ácidos fenólicos, flavonoides, vitaminas
A y C e indicios de esencia. Presenta propiedades antisépticas, antiinflamatorias y astringentes,
especialmente activas sobre la mucosa conjuntival. Se usa en casos de conjuntivitis, blefaritis y
queratitis superficial. Se obtienen muy buenos resultados si se lavan con eufrasia los ojos
legañosos, ya que, además de arrastrar las secreciones, desinflama y seca la conjuntiva.

TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO
En los casos de infecciones bacterianas, como es el caso de la conjuntivitis, blefaritis,
queratitis, orzuelo y la oftalmía del recién nacido, se usan antibióticos. Cuando la
infección bacteriana produce secreción muy abundante se suelen emplear colirios con
antibióticos de amplio espectro (tetraciclinas, cloranfenicol, rifampicina, etc.),
inicialmente con gran frecuencia (una gota cada 2-4 h, durante 48 h); posteriormente
cada 4-6 h, hasta completar 7- 10 días. Cuando la conjuntivitis se debe a clamidias
(tracoma, conjuntivitis de inclusión) se suelen emplear pomadas oftálmicas de
tetraciclinas o eritromicina, y la misma medicación por vía oral (doxiciclina, 100 mg/12
h o eritromicina 500 mg/6 h) hasta completar 3 semanas. Las conjuntivitis virales
normalmente se resuelven espontáneamente en una o dos semanas. En casos graves
como la queratitis y queratoconjuntivitis herpéticas se administran aciclovir y
trifluridina.

Antibióticos
 Eritromicina
Es un antibiótico del grupo de los macrólidos, con acción bacteriostática. Es de
espectro antibacteriano moderadamente amplio, con acción más marcada sobre
bacterias grampositivas, aunque también es activo frente a algunas bacterias
gramnegativas, actinomicetos, micoplasmas, espiroquetas, clamidias, rickettsias y
ciertas micobacterias. La pomada oftálmica de eritromicina al 5% es de elección en
oftalmía del recién nacido (mejor la pomada, porque con el uso de los colirios los niños
lloran y cierran el ojo).

 Gentamicina
Es un antibiótico del grupo de los aminoglucósidos con acción bactericida (al menos
para las bacterias aeróbicas). Actúa interfiriendo en la síntesis proteínica bacteriana.
Presenta un amplio espectro antibacteriano y actúa preferentemente sobre bacterias
gramnegativas aeróbicas, incluidas enterobacterias, Pseudomonas y Haemophilus.
También es activo frente a estafilococos, incluidas cepas productoras de
betalactamasas.

 Cloranfenicol
Es un antibiótico bacteriostático del grupo de los anfenicoles que puede ser
eventualmente bactericida. Actúa interfiriendo en la síntesis proteínica bacteriana.
Presenta una acción especialmente marcada sobre bacterias gramnegativas
anaerobias y sobre cocos y bacilos grampositivos, aeróbicos y anaeróbicos. También
es activo frente a espiroquetas, rikettsias, clamidias y micoplasmas.

 Tobramicina
Es un antibiótico del grupo de los aminoglucósidos, con acción bactericida. Actúa
interfiriendo en la síntesis proteínica bacteriana. Presenta un amplio espectro
antibacteriano, actuando preferentemente sobre bacterias gramnegativas aeróbicas,
incluidas enterobacterias, Pseudomonas, y Haemophilus. También es activo frente a
estafilococos, incluidas las cepas productoras de betalactamasas.

Antiinflamatorios

Cuando se produce una agresión sobre el ojo, se continúa de una respuesta inflamatoria
caracterizada por la síntesis de prostaglandinas, resultado del metabolismo del ácido
araquidónico (Figura 1). Esa respuesta intervendrá en los mecanismos de reparación, pero si se
perpetúa en el tiempo puede ser dañina para los tejidos.

Por ese motivo, el empleo de antiinflamatorios en el tratamiento de la patología de la


superficie ocular se hace con frecuencia imprescindible. Pero, a su vez, los efectos secundarios
de estos medicamentos obliga a que su uso deba ser muy juicioso y siempre basado en el
concepto de dosis “mínima eficaz”.

AINEs tópicos:

En oftalmología el uso de los AINEs ha aumentado en las últimas décadas. A diferencia de la vía
sistémica, por vía tópica ocular se requieren altas dosis farmacológicas para que aparezcan
efectos secundarios graves. Las reacciones adversas más frecuentes son leves, tipo ardor
ocular, hiperemia conjuntival o reacciones de hipersensibilidad que desaparecen al retirar el
fármaco.

1. Ketorolaco: es un AINE que inhibe la ciclooxigenasa, reduciendo así los niveles de


prostaglandina E2 en el humor acuoso. Indicado para el alivio del picor ocular originado por la
conjuntivitis alérgica estacional. Se aplica 1 gota cada 6 horas durante 7 días.

2. Diclofenaco: presenta buena difusión en los tejidos, siendo un antiinflamatorio de elevada


potencia, comparable a la de los corticosteroides. Indicado en conjuntivitis crónicas no
infecciosas, inflamación y dolor ocular. Por contener ácido bórico y borato sódico está
contraindicado en niños menores de 3 años. Se aplica 1-2 gotas, 3-4 veces al día.

3. Pranoprofeno: que actúa sobre la inhibición de la síntesis de prostaglandinas y


estabilización de las membranas lisosomales. Por contener cloruro de benzalconio no debe
administrarse con las lentes de contacto puestas. Indicado en procesos inflamatorios del polo
anterior del ojo. Se aplica 1-2 gotas cada 6 horas.
4. Flurbiprofeno: inhibe la formación de prostaglandinas, presentando propiedades
analgésicas, antipiréticas y antiagregantes plaquetarias. Se aplica cada 6 horas.

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