Vasos Sagrados
Vasos Sagrados
Vasos Sagrados
La tradición cristiana ha venerado y cuidado con esmero los vasos sagrados destinados a contener
la Eucaristía; derivados de los utensilios (platos, vasos o copas) de las comidas ordinarias, se ha
procurado en ellos la mayor dignidad en materiales de confección, forma, etc. ("lo mejor, para Dios"),
Con el correr del tiempo, y las necesidades del culto eucarístico y de los fieles, han ido apareciendo
otros v. s., como el copón o píxide y la custodia, así como otros vasos y accesorios de los mismos.
1. Vasos sagrados primarios los que, consagrados o bendecidos, han sido destinados
para contener la Sagrada Eucaristía. Son el cáliz, la patena, el copón, la custodia y el sagrario.
-Cáliz: (7) La palabra (latín calix) proviene del griego kylix, que significa copa, vaso. La copa usada
por Cristo en la última Cena para la institución de la Eucaristía en el N. T. griego es designada con el
vocablo poterion (Mt 26,27; Mc 14,23; Lc 22,20; 1 Cor 11,25), término usado aún hoy día por los
griegos para indicar el Cáliz eucarístico.
Breve reseña histórica
El vaso utilizado por Jesús y los apóstoles en la Última Semana probablemente fue una copa
de kiddush (vajilla ritual judía para la celebración de la Pascua), siendo en la época un cuenco de
piedra semipreciosa (calcedonia, ónix o algún otro material).
Pero pronto, casi al mismo tiempo, parece que se usaron también cálices de piedra, de cuerno, de
madera dura, pero sobre todo de metales preciosos; y estos últimos serán la norma, fuera de
tiempos de persecución o de miseria (S. Agustín, Enarrationes in psalm. 113; Sermo 2, n° 5-6). Los
primeros decretos oficiales conocidos provenientes de sínodos son del s. XI, y prohíben ya
expresamente el cristal, la madera, el cuerno y el cobre (fácilmente oxidable); se tolera el estaño y se
recomiendan, en cambio, los metales nobles.
La forma de los antiguos cálices se asemejaba más a una taza o ánfora, frecuentemente con dos
asas para facilitar el manejo. Este tipo de cáliz estuvo en uso hasta el s. XII. En este siglo casi todos
los cálices, desprovistos de asas, se distinguen por la amplitud de la copa y por una mayor
separación entre ésta y el pie que constituye el tronco del cáliz con el nudo- a media altura.
-Patena: (4) Este vocablo es un término latino (patena) que deriva del griego patane, que significa
plato. En el rito bizantino, el utensilio correspondiente a la patena se llama diskos. La patena entró en
el uso litúrgico contemporáneamente con el cáliz. Los relatos escriturísticos de la última Cena
mencionan, en efecto, el plato con el pan que Jesús tenía delante de si sobre la mesa (Mt 26, 23; Mc
14,20). Por lo que se refiere a la materia de las patenas, podemos decir que siguió en general las
vicisitudes ya indicadas a propósito de la materia del cáliz.
El purificador, corporal e hijuela no los pueden tocar los laicos, y antes de lavarse debe
purificarlos un sacerdote con agua que se echará a tierra o al fuego (can. 1.306).
*Palia-Hijuela-Cubre cáliz: Es un cuadrado de tela, duro (o almidonado), con bordados o adornos, y
que cubre el cáliz mientras está sobre el altar. Usando la palia se evita que caigan en el cáliz
partículas extrañas y sólo se quita en el momento de la Consagración (epíclesis y anamnesis) y
doxología. Al preparar el cáliz para la Santa Misa y poner la patena con la Hostia sobre el purificador,
encima de ella, como para resguardarla especialmente, se coloca la palia.
*Velo del Cáliz: cubre el cáliz preparado para la Misa. Se usa hasta el Ofertorio, momento en el cual
se prepara el cáliz para ser consagrado. Es del mismo color litúrgico que los ornamentos. Velo del
cáliz dispuesto para la Misa. El velo se pliega sobre sí mismo en el momento de trasladar hasta el
altar el cáliz (al comienzo de la Misa o en el Ofertorio) con todo lo demás, para mayor comodidad del
celebrante o del diácono.
-Copón: (ciborio, o píxide) (9) Ha sido usado desde los primeros tiempos del cristianismo para
conservar el Cuerpo del Señor. El término píxide (en latín pixis) proviene del griego pyxos, que
significa literalmente "estuche de madera de boj". La píxide ha recibido nombres y formas diversos
según los tiempos y los usos. En las pinturas de las catacumbas de S. Calixto (Roma) se encuentra
una antigua representación de un cestillo de mimbres (canistrium o cista) lleno de panes marcados
con una cruz cada uno; se encuentran otras representaciones análogas, y en esos cestillos se quiere
ver un tipo de píxide, pero no es seguro.
Breve reseña histórica
La conservación de la Eucaristía después de celebrada la Misa es costumbre que arranca de los
primeros tiempos del cristianismo, con diversos fines: comunión de ausentes, enfermos, etc.
En ocasiones los fieles guardaban la Eucaristía, con exquisito cuidado, en sus propias casas. San
Cipriano habla a este propósito de un cofrecito (arca) que se tenía en casa para tal fin (De lapsis 26:
PL 4,501). También, y sobre todo, se guardaba en las iglesias. Solía hacerse en un local a propósito,
llamado secretarium o sacrarium, en el que había una especie de armario (conditorium) donde se
encerraba la capsa o cofrecito eucarístico; estos conditorium fueron, pues, los primeros sagrarios.
Las llaves las guardaban normalmente los diáconos. Los estuches o cofrecitos solían ser de madera
dura, de marfil, de metal noble; éstos eran las píxides, con tapa plana, sujeta con goznes, o bien con
tapa cónica y píxide en forma de torreta, generalmente con pie.
Las herejías eucarísticas de los s. IX-XI y las consiguientes intervenciones y precisiones del
Magisterio llevaron consigo una acentuación y defensa de la verdad de la presencia real de Cristo.
Ello tiene sus reflejos en la disciplina eucarística; por reacción a herejías, como la de Berengario,
aumentaron los deseos del culto a Jesucristo presente en la Eucaristía y la frecuencia del mismo,
con lo que se irá facilitando, para la oración y el culto, el acceso de los fieles al sagrario que contiene
la píxide o copón, pasándolo a la nave de la iglesia, al altar, o encima de él en el muro, apareciendo
sagrarios murales y de otros tipos , que junto con el altar y su cruz forman lo esencial de la iglesia.
Desde la baja Edad Media se hizo regla más general la posibilidad de recibir la Comunión fuera de la
Misa. Con la extensión de esta práctica, se puede decir que el copón toma ya formas
sustancialmente iguales a las actuales (un estuche con tapa, generalmente semiesférico y con pie).
Actualmente se suele reservar el nombre de píxide, y también teca, para el pequeño vaso o estuche
que se usa al llevar la comunión a enfermos; el de copón para el vaso más grande (reserva de la
Eucaristía, Comunión durante la Misa, etc.). Este copón, más o menos grande según las
necesidades de cada iglesia, se cubre, al guardarlo en el sagrario, con un velo circular
llamado conopeo.
Copón con conopeo.
-Vinajeras: (6) Jarras pequeñas utilizadas en misa. para llevar el agua y el vino que se vierten en el
cáliz. Las vinajeras actuales han reemplazado a las antiguas ánforas que con el nombre
de hama o ámula servían para recibir y llevar a los cálices el vino que los fieles ofrecían en la misa.
Con frecuencia, eran hermosas jarras de metal ricamente decoradas. Otras se hacían de vidrio o de
barro. La forma reducida de las vinajeras actuales data, por lo menos, del siglo XII.
-Acetre: (14;15) Es un calderillo que contiene el agua bendita, la que se rocía por el hisopo. Ambos
suelen ser de metal.
-Campana: indica a los fieles algunos momentos culminantes, como son: el Sanctus, (y en la forma
extraordinaria) después del Prefacio; el Hanc ígitur, cuando el celebrante posa sus manos
extendidas sobre la Hostia y el Cáliz; y además, a cada elevación, la genuflexión del comienzo, el
punto máximo de altura y la genuflexión del final.
-Custodia (ostensorio): (8) La custodia es un vaso sagrado que se usa para exponer el Santísimo a
la adoración de los fieles y para llevar lo en procesión. Debe ser bendecida, y el viril, estuche donde
se guarda la Sagrada Forma, de plata dorada. Su uso data de la Edad Media. Se llama
también ostensorio.
Es el más moderno de los vasos sagrados; aparece al menos en la primera mitad del s. XIV
juntamente con la costumbre de llevar el Santísimo descubierto por las calles en procesión y de
tenerlo expuesto a la adoración de los fieles; aunque ya hay precedentes en los siglos anteriores,
adaptando para ello copones o cálices.
-Crismeras: Son tres vasos, ordinariamente de plata, que contienen el Crisma, el Óleo de los
Catecúmenos y el Óleo de los enfermos, bendecidos por el Obispo en la Misa de Jueves Santo.
-Umbela: Es una especie de paraguas que sirve para trasladar al Santísimo de un lado a otro.