ARENDT, HANNAH - Cultura y Política (OCR) (Por Ganz1912)
ARENDT, HANNAH - Cultura y Política (OCR) (Por Ganz1912)
ARENDT, HANNAH - Cultura y Política (OCR) (Por Ganz1912)
Cultura
y política
Prólogo de Beatriz Rivas
Traducción de Ernesto
Rubio
Clásicos de la resistencia civil
Cultura y política
EJEMPLAR GRATUITO
Clásicos de la resistencia civil
Cultura y política
EJEMPLAR GRATUITO
Hannah Arendt
Cultura y
política
Prólogo de Beatriz Rivas
Javier Sicilia
Secretario de Comunicación Universitaria
Francisco Rebolledo
Director de Comunicación Intercultural
Hannah Arendt
Cultura y
política
Prólogo de Beatriz Rivas
Javier Sicilia
Secretario de Comunicación Universitaria
Francisco Rebolledo
Director de Comunicación Intercultural
Arendt, Hannah, 1906-1975
Prólogo 11
Cultura y política
Hannah Arendt
Cultura y política 27
De la colección Discurso de recepción del premio Sonning 57
Clásicos de la resistencia civil
Más allá de la frustración personal
D.R. © 2014, Editorial Trotta, S. A., Ferraz, 55. 20008, Madrid, por los textos La poesía de Bertolt Brecht 69
Cultura y política, Discurso de recepción del premio Sonning, La conquista de Hermann Broch
Más allá de la frustración personal. La poesía de Bertolt Brecht
83
y La conquista de Hermann Broch
D.R. © 2014, por la edición de los textos, Fina Birulés y Àngela Lorena Fuster
Prólogo 11
Cultura y política
Hannah Arendt
Cultura y política 27
De la colección Discurso de recepción del premio Sonning 57
Clásicos de la resistencia civil
Más allá de la frustración personal
D.R. © 2014, Editorial Trotta, S. A., Ferraz, 55. 20008, Madrid, por los textos La poesía de Bertolt Brecht 69
Cultura y política, Discurso de recepción del premio Sonning, La conquista de Hermann Broch
Más allá de la frustración personal. La poesía de Bertolt Brecht
83
y La conquista de Hermann Broch
D.R. © 2014, por la edición de los textos, Fina Birulés y Àngela Lorena Fuster
H. Arendt
Prólogo 11
La pasión de comprender
H. Arendt
Prólogo 11
mundo. Como ya era una pensadora admirada, visita a las edito- que “rescate la dignidad humana” es suficiente tarea para que
riales más importantes de Estados Unidos para convencerlos de esta mujer ocupe un importante lugar en la historia. Más aún
que publiquen al filósofo en inglés. Promueve su obra, supervisa si tomamos en cuenta que la humanidad estaba sufriendo las
las traducciones, negocia contratos. Se convierte, al final de la consecuencias de uno de los momentos más indignos: la barba-
guerra y con los años, en su mejor amiga. Su Vertrauteste, le de- rie nazi, la Solución Final, los campos de exterminio. Pero, como
cía (la amiga en la que más confío). veremos más adelante, no fue lo único que trató de comprender;
Y lo anterior, a pesar del daño que, en el pasado, Martin le su obra es mucho más amplia.
había infligido a Hannah: haciéndola su amante, cuando era su Sobra decir que Arendt era judía; judía alemana (Hanno-
alumna, aunque ignorándola como pensadora. Minimizando ver 1906 - Nueva York 1975). Cuando la entrevistaban, ella se
su obra. La historia de su relación personal es triste y, en cier- describía como “un individuo judío de género femenino, naci-
ta forma, humillante3. Hannah tenía que luchar contra la inse- da y educada en Alemania y formada, en parte, por ocho años
guridad personal de su maestro, adulándolo y, también, debía suficientemente felices que pasé en Francia”. Aunque vale la
aceptar las reglas y normas que él le imponía. “Nos vemos en mi pena aclarar que se hizo consciente de su judaísmo, que antes
estudio a las 7, pero si la lámpara está encendida, ni siquiera to- la tenía sin cuidado, precisamente cuando comienza la propa-
ques la puerta”, le escribe en alguna de las tantas notas secretas. ganda antisemita de los nazis. Una mujer lúcida y amante del
Peor, mucho peor todavía: sus acciones antisemitas como rector conocimiento desde la niñez, que tuvo la fortuna de que su ma-
de la universidad de Friburgo y ante sus propios amigos judíos. dre, Martha Beerwald, quien se declaraba irreligiosa, además de
A Edmund Husserl, su más querido maestro, le quita el grado de darle libre acceso a todo el conocimento posible, fuera una fer-
profesor emérito y le prohíbe, como a los demás judíos, usar la viente admiradora de Rosa de Luxemburgo y una gran lectora,
biblioteca de la universidad. Se dice que esta deslealtad de Hei- sobre todo de Goethe. Así que la pequeña Hannah fue educada
degger precipita la muerte de Husserl. A Karl Jaspers deja de fre- en un ambiente burgués, liberal, social-demócrata. A los 14 años
cuentarlo puesto que su esposa, Gertrude, era judía. era una apasionada de la filosofía griega, leía a Kant y a Kier-
Por eso es más meritorio lo que Arendt hizo a favor del pen- kegaard, hablaba griego y latín, escribía poesía y, a los 16 años,
samiento de Heidegger. La intelectual demuestra, una vez más, fundó un club de lectura. Después estudió en las universidades
su congruencia con su propia obra. Arendt afirmaba que la con- de Marburgo, Friburgo y Heidelberg, en donde, además de es-
dición del juicio era la imparcialidad y decía que: “Si la esencia tudios en teología y geografía, obtuvo su doctorado en filosofía
de toda acción (…) es engendrar un nuevo inicio, entonces la con una tesis sobre el concepto del amor en San Agustín. En en-
comprensión es la otra cara de la acción”. “Es nuestra forma de trevistas posteriores explicó su decisión: “O estudiaba filosofía o
estar de acuerdo”. El Bewaeltigen, es decir, asumir el pasado. me ahogaba, porque necesitaba comprender”.
He caído en lo que trataba de evitar. Debo ahora, por lo tanto, Quienes la conocieron no dudaban en calificarla como una
rectificar el camino. ¿Qué es lo que hace de Arendt una de las mujer tenaz y brillante. También generosa. Queda claro que des-
mentes más brillantes en lo que concierne a la teoría política? de siempre, Hannah Arendt mostró y demostró una profunda
¿En dónde está su valor? Me atrevería a resumirlo en una frase pasión por pensar, por reflexionar de una manera crítica. No
de Dana R. Villa4: “Arendt realza la dignidad de la acción para es suficiente conocer, es decir, acumular teorías y saberes. Hay
rescatar así la dignidad humana maltrecha por las heridas que le que pensar: “Ese diálogo con nosotros mismos en nuestra más
infligió el totalitarismo”. Proponer una filosofía moral y política ínitima soledad”. Esa capacidad de ponerse en el lugar del otro.
El “mal extremo” llega cuando perdemos la capacidad de pen-
3
El libro que escribe H. A. sobre Rahel Varnhagen, refleja estas humillaciones: una
relación entre Rahel, judía, y el conde Finckenstein, no judío. samiento y de juicio; en situaciones excepcionales, llega una
4
Miembro del Institute for Advance Study, Princeton. Autora de más de cinco libros catástrofe. Una catástrofe tal como las “fábricas de cadáveres,
sobre Hannah Arendt.
El texto de la recepción de este premio es, precisamente, uno de los que seleccioné
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El texto de la recepción de este premio es, precisamente, uno de los que seleccioné
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Cultura y política 27
Cultura y política*
Cultura y política 27
zaron cuando la sociedad moderna descubrió el “valor” de la en la que se produjo el filisteísmo cultural. El fenómeno de la
cultura, es decir, la utilidad de apropiarse de objetos culturales industria del entretenimiento puede proporcionarnos el mejor
y transformarlos en valores. El filisteo culto o educado puede y más perfecto ejemplo de estas diferencias, puesto que se trata
ser un espécimen puramente alemán, pero la socialización de de algo que concierne de forma muy pronunciada tanto al filis-
la cultura –su devaluación en forma de valores sociales– es un teo educado como al esnob. El filisteo se apropió de lo cultural
fenómeno moderno mucho más general. El filisteo en Alema- como valor cultural, con el objetivo de asegurarse una posición
nia corresponde al esnob inglés, al intelectual altivo estadouni- social más elevada para sí mismo; más elevada de la que ocupa-
dense, y quizás, al bien-pensant en Francia, donde Rousseau fue ba, según su propio cálculo, de forma natural o por nacimiento.
quien descubrió por vez primera este fenómeno en los salones Los valores culturales eran así lo que siempre habían sido, es
dieciochescos. En la Europa actual ese tipo de cosas se considera decir, valores de intercambio, y la devaluación que se inició de
algo propio del pasado, un fenómeno poco merecedor de aten- manera natural consistió en el hecho de que se hacía un uso o un
ción; la situación es un tanto distinta en Estados Unidos, donde abuso de la cultura con un propósito de tipo social. Los valores
el esnobismo cultural de los intelectuales altivos es una reac- culturales, al circular de mano en mano, perdieron el brillo y el
ción a la sociedad de masas. Las “rebajas de los valores” han sido, potencial –que les era propio a todos los hechos culturales–, y
sobre todo, unas “rebajas” de los valores educativos, y la deman- pasaron a cautivar por sí mismos. Estos objetos culturales que
da de esos valores ha durado apenas un poco más que su cada perdieron su naturaleza para convertirse en valores no fueron,
vez más reducida oferta. sin embargo, consumidos; pese a ser reducidos a su mínima ex-
El fenómeno de la socialización va mucho más allá. Lo que presión, continuaron siendo un conjunto de cosas objetivamen-
llamamos “cultura de masas” no es sino la socialización de la te mundanas.
cultura que comenzó en los salones. La esfera de lo social, que La cuestión es bastante distinta cuando hablamos de objetos
primero atrapó a las clases sociales más favorecidas, se extiende manufacturados por la industria del entretenimiento. Su fun-
ahora a todos los estratos y se convierte así en un fenómeno ción es hacer pasar el tiempo, tal y como se suele decir, pero eso
de masas. Sin embargo, todos los rasgos que la psicología de significa que sirven al proceso vital de la sociedad, que los con-
masas ha identificado hasta ahora como típicos del hombre en sume de la misma manera que hace con otros objetos de consu-
la sociedad de masas: el abandono (sin tener este nada que ver mo. El tiempo vacío así consumido es tiempo biológico, es decir,
con el aislamiento o la soledad), junto con su extrema capaci- el tiempo resultante tras sumar la labor y el sueño. En el caso del
dad para la adaptación; la irritabilidad y falta de respaldo, la ser humano laborante, cuya única actividad consiste en mante-
extraordinaria capacidad para el consumo (cuando no avidez), ner su propio proceso vital y el de su familia, y en fortalecerlo
junto con la incapacidad para juzgar las cualidades o simple- a través de un consumo cada vez más elevado y de un nivel de
mente identificarlas; pero sobre todo el egocentrismo y la alie- vida cada vez más alto, el placer ocupa esos espacios de la vida
nación fatal del mundo, que se confunde con la alienación de sí donde el ciclo de la labor determinado de forma biológica –”el
mismo (esto también viene de Rousseau); todos estos rasgos ya metabolismo entre hombre y naturaleza” (Marx)– ha creado
se manifestaron en la “buena sociedad”, que no tiene un carác- un hiato. Cuanto más sencilla se vuelve la labor y más se re-
ter de masas. Se podría decir que los primeros integrantes de la duce el tiempo necesario para preservar la vida, más grande se
nueva sociedad de masas constituyeron, cuantitativamente ha- vuelve el hiato recreativo. Sin embargo, el hecho de que cada
blando, una masa tan reducida, que les permitió considerarse a vez se libere más tiempo para el placer, no implica que este no
sí mismos como parte de una élite. sea una parte esencial del proceso biológico de la vida, del mis-
No obstante, existen diferencias sustanciales entre esta últi- mo modo que lo son la labor y el sueño. La vida biológica, por
ma fase del proceso de socialización de la cultura, y la anterior, su parte, es siempre un metabolismo que se nutre a sí mismo a
Cultura y política 57
Discurso de recepción
del premio Sonning*
Cultura y política 57
to público por mi contribución a la civilización europea no es modo, formada por la experiencia de ocho años en Francia, lar-
algo que pueda pasar por alto alguien como yo, que tuve que gos y bastante felices. No sé cuál puede haber sido mi contribu-
abandonar Europa hace treinta y cinco años, no por decisión ción a la civilización europea, pero he de reconocer que a lo lar-
propia precisamente, y convertirme en ciudadana de Estados go de estos años me he aferrado concienzudamente a este bagaje
Unidos, de forma del todo voluntaria y consciente, porque aquel europeo con una tenacidad que en ocasiones podía confundirse
país tenía un gobierno que se regía por la ley y no por los hom- con una obstinación no exenta de polémica, ya que me he visto
bres. Aquellos primeros y decisivos años antes de alcanzar la rodeada de personas, entre ellos viejos amigos, que trataban en-
naturalización fueron como un curso autodidacta acerca de la carecidamente de recorrer justo el camino contrario: hacer todo
filosofía política de los Padres Fundadores, y el elemento que lo posible por comportarse, por hablar y por sentir como “autén-
me acabó de convencer fue comprobar la existencia real de ticos estadounidenses”, dejándose llevar principalmente por la
un cuerpo político, a diferencia de lo que sucedía en los Esta- pura fuerza de la costumbre, la costumbre de vivir en un Esta-
dos-nación europeos, caracterizados por sus poblaciones homo- do-nación en el que para sentirse integrado es preciso adaptarse
géneas, su sentido orgánico de la historia, su división en clases a los usos y las costumbres de los allí nacidos. Mi problema fue
sociales más o menos acusada, su soberanía nacional y su no- que nunca deseé pertenecer a ningún sitio, ni siquiera a Alema-
ción de raison d’état. Esa idea de que en los momentos críticos la nia, y que por Io tanto me costó entender el papel fundamental
diversidad ha de ser sacrificada en aras de una union sacrée de que ejerce la nostalgia sobre los inmigrantes, en especial en Es-
la nación, que representó en su día el mayor triunfo de la fuerza tados Unidos, donde el origen nacional, una vez perdida su re-
asimiladora del grupo étnico dominante, empieza ahora a res- levancia política, pasaba a convertirse en el vínculo más fuer-
quebrajarse bajo la presión de la amenazadora metamorfosis de te, tanto en el ámbito social como en el de la vida privada. Sin
todos los gobiernos, incluido el de Estados Unidos, en organis- embargo, mientras que para los que me rodeaban este origen
mos burocráticos. Ya no son la ley ni los hombres los que nos era un país, quizás un paisaje, una serie de costumbres y tradi-
rigen, sino administraciones anónimas o computadoras cuyo ciones, y sobre todo, una mentalidad determinada, en mi caso,
dominio totalmente despersonalizado puede llegar a conver- el origen era el idioma. Si algo hice conscientemente en defensa
tirse en una amenaza mayor, para la libertad y para el grado de la civilización europea después de tener que abandonar Ale-
mínimo de civilidad necesario en miras a la convivencia, que mania, fue tomar, de forma deliberada, la decisión de no cam-
las grandes y más espantosas arbitrariedades de los tiranos del biar mi lengua materna por ninguna otra que se me ofreciera
pasado. Pero todos estos peligros derivados de lo enorme de su o se me impusiera. Siempre he tenido la impresión de que para
tamaño combinados con la tecnocracia, cuya preponderancia la mayoría de la gente, en particular para los que no tienen una
amenaza con provocar la extinción, el “desvanecimiento” de facilidad especial para los idiomas, la lengua materna es la vara
cualquier forma de gobierno –en aquel entonces las propieda- de medir con la que se confrontan todas las lenguas que se van
des escalofriantes de esa bien intencionada quimera ideológica aprendiendo con el tiempo, por la simple y sencilla razón de que
solo podían ser detectadas mediante un análisis crítico– toda- las palabras que usamos en el lenguaje cotidiano adquieren un
vía no formaban parte de la agenda política cotidiana, de ma- determinado peso –que es el que origina nuestras elecciones y
nera que lo que me convenció al llegar a Estados Unidos fue nos aparta de las frases hechas– gracias a las variadas asociacio-
precisamente la libertad de poder convertirme en ciudadana nes que se establecen de manera espontánea y excepcional con
sin tener que pagar el precio de la asimilación. el tesoro de la gran poesía que le es propio exclusivamente a esa
Como todos ustedes saben, soy de origen judío; feminini ge- lengua materna en cuestión.
neris, tal y como pueden ver; nacida y educada en Alemania, El segundo aspecto que tenía por fuerza que mencionar y
hecho que seguro ya han percibido al escucharme, y, en cierto que está también relacionado con mi vida, tiene que ver con el
Cultura y política 69
Más allá de la frustración personal
La poesía de Bertolt Brecht*
Cultura y política 69
bajo los incesantes bombardeos. Esta experiencia de la Segunda En los terremotos que vendrán espero
Gran Guerra sirvió para reconciliar las diferencias de edad en- no dejar que apague la amargura mi puro de Virginia
tre las distintas generaciones. Hoy día, todas se encuentran en yo, Bertolt Brecht, arrojado a las ciudades de asfalto
la misma situación, y cuando tratan de contemplarse a sí mis- desde los bosques negros, dentro de mi madre,
mas, sus vidas y sus posibilidades, con los ojos del siglo XIX, la a una temprana edad1.2
literatura resultante es tal que los individuos siempre terminan
quejándose de la deformación psicológica y de la tortura social, Todo queda explicado en uno de sus últimos poemas, y qui-
de la frustración personal y de la desilusión generalizada. zás el más hermoso de los que hay reunidos en esta antología:
Esta actitud esencialmente individualista –pese a que a me-
nudo el tema que trate sea precisamente la descomposición del Wirklich, ich lebe in finsteren Zeiten!
individuo– nunca tuvo nada que ver con la obra de Brecht. Des- Das arglose Wort ist töricht. Eine glatte Stirn
de el principio, las desgracias de la época le impresionaron más Deutet auf unempfindlichkeit hin. Der Lachende
que su propia infelicidad, resolvió todos sus problemas perso- Hat die furchtbare Nachricht
nales adoptando una actitud estoica ante todo aquello que le Nur noch nicht empfangen.
pudiese suceder. Lo primero que llama la atención en esta an- […]
tología (que trata de dar una muestra de lo mejor de cada uno In die Städte kam ich zur Zeit der Unordnung
de sus periodos) es la consistencia de esa actitud. Más de veinte Als da Hunger herrschte.
años separan el primer poema: “Del pobre B. B.”, del último, “¿A Unter die Menschen kam ich zu der Zeit des Aufruhrs
los que nazcan más tarde”. Sin embargo, es posible leerlos como Und ich empörte mich mit ihnen.
si se tratase de dos piezas consecutivas. Brecht, al principio de So verging meine Zeit
los años veinte, escribió: Die auf erden mir gegeben war.
[…]
Von diesen Städten wird bleiben: der durch sie Ihr, die ihr auftauchen werdet aus der Flut
indurchging, der Wind! In der wir untergegangen sind
Fröhlich machet das Haus den Esser: Er leert es. Gedenkt
Wir wissen, daß wir Vorläufige sind Wenn ihr von unseren Schwächen sprecht
Und nach uns tvird kommen: nichts Nennenswertes. Auch der finsteren Zeit
Der ihr entronnen seid.
Bei den Erdbeben, die kommen werden, werde ich hoffentlich Gedenkt unsrer
Meine Virginia nicht ausgehen lassen durch Bitterkeit Mit Nachsicht.
Ich, Bertolt Brecht, in die Asphaltstädte verschlagen
Aus den schwarzen Wäldern in meiner Mutter in früher Zeit. ¡Realmente, vivo en tiempos sombríos!
La palabra ingenua es necia. Una frente lisa
revela insensibilidad. El que ríe
De estas ciudades solo quedará ¡el viento que las atraviesa! aún no ha recibido
La casa le alegra al tragón: la vacía. la terrible noticia.
Sabemos que somos interinos y que, tras de nosotros […]
no vendrá nada digno de mención.
1
“Del pobre B. B.”, en Más de cien poemas, trads. de V. Forés, J. Munárriz y J. Talens,
Hiperión, Madrid, 1998, p. 59.
5
“A los que nazcan más tarde”, en Más de cien poemas, cit., p. 171. 7
Vida de Galileo. Madre Coraje y sus hijos, trad. de M. Sáenz, Alianza, Madrid, 2004,
6
Ibid., p. 169. p. 103.
5
“A los que nazcan más tarde”, en Más de cien poemas, cit., p. 171. 7
Vida de Galileo. Madre Coraje y sus hijos, trad. de M. Sáenz, Alianza, Madrid, 2004,
6
Ibid., p. 169. p. 103.
Von Sonne krank und ganz von Regen zerfressen Sartre ha explicado recientemente y con gran acierto la estre-
Geraubten Lorbeer im zerrauften Haar cha relación que se ha venido estableciendo entre la experiencia
Hat er seine ganze Jugend, nur nicht ihre Träume vergessen de la carnicería de la guerra y esta particular glorificación de la
Lange das Dach, nie den Himmel, der drüber war. vida en medio de la oscuridad y la muerte: “Cuando los útiles
quedan rotos, los planes desvirtuados y los esfuerzos en la nada,
Enfermo de sol y comido por las lluvias el mundo se manifiesta con una frescura infantil y terrible, sin
en el pelo revuelto laureles robados puntos de apoyo, sin caminos”11. A esa “frescura terrible” con la
12
olvidó su juventud, pero no sus sueños, que el mundo surgió tras la matanza se corresponde la espanto-
olvidó el techo, nunca el cielo sobre él desplegado9.10 sa inocencia (cuyo mejor exponente es la balada de Apfelböck o
los lirios del campo) de los hombres que han perdido las tareas
El violento cinismo del primer Brecht era una reacción más que tenían encomendadas en el pasado y que todavía no han
bien tardía al aplastante descubrimiento de que, tal y como había encontrado otras nuevas. Comparada con este exultante cinis-
mo, toda la poesía que se limite a seguir los trillados senderos
8
“Balada de los aventureros”, en 80 poemas y canciones, trad. de J. Hacker, Adriana
Hidalgo, Buenos Aires, 2011, p. 35. 10
“Gran coral de la alabanza”, en Poemas y canciones, cit., p. 16.
9
Ibid. 11
¿Qué es la literatura?, trad. de A. Bernández, Losada, Buenos Aires, 1950, p. 65.
Von Sonne krank und ganz von Regen zerfressen Sartre ha explicado recientemente y con gran acierto la estre-
Geraubten Lorbeer im zerrauften Haar cha relación que se ha venido estableciendo entre la experiencia
Hat er seine ganze Jugend, nur nicht ihre Träume vergessen de la carnicería de la guerra y esta particular glorificación de la
Lange das Dach, nie den Himmel, der drüber war. vida en medio de la oscuridad y la muerte: “Cuando los útiles
quedan rotos, los planes desvirtuados y los esfuerzos en la nada,
Enfermo de sol y comido por las lluvias el mundo se manifiesta con una frescura infantil y terrible, sin
en el pelo revuelto laureles robados puntos de apoyo, sin caminos”11. A esa “frescura terrible” con la
12
olvidó su juventud, pero no sus sueños, que el mundo surgió tras la matanza se corresponde la espanto-
olvidó el techo, nunca el cielo sobre él desplegado9.10 sa inocencia (cuyo mejor exponente es la balada de Apfelböck o
los lirios del campo) de los hombres que han perdido las tareas
El violento cinismo del primer Brecht era una reacción más que tenían encomendadas en el pasado y que todavía no han
bien tardía al aplastante descubrimiento de que, tal y como había encontrado otras nuevas. Comparada con este exultante cinis-
mo, toda la poesía que se limite a seguir los trillados senderos
8
“Balada de los aventureros”, en 80 poemas y canciones, trad. de J. Hacker, Adriana
Hidalgo, Buenos Aires, 2011, p. 35. 10
“Gran coral de la alabanza”, en Poemas y canciones, cit., p. 16.
9
Ibid. 11
¿Qué es la literatura?, trad. de A. Bernández, Losada, Buenos Aires, 1950, p. 65.
Cultura y política 83
La conquista de Hermann Broch*
Cultura y política 83
la poesía, por un lado, y con la filosofía, por el otro1.2 Los novelis- ha visto confinada a un selecto y relativamente reducido círcu-
tas modernos más relevantes han comenzado, por consiguiente, lo de lectores. En este sentido, basta con comparar las diminutas
a ver cómo su obra, al igual que les sucede a filósofos y poetas se ediciones que se hacen de las grandes obras con las inmensas
tiradas de títulos que, pese a tener cierta calidad, pertenecen a
1
La obra de Faulkner fue muy apreciada y frecuentemente citada por Arendt, baste
como muestra el hecho de que en los seminarios que impartió con el título “Experien- una categoría literaria claramente inferior. El don de contar his-
cias políticas en el XX”, en que habló de la Primera Guerra Mundial, del espíritu de la torias, que medio siglo atrás estaba reservado exclusivamente
revolución, del ascenso del totalitarismo, de la Segunda Guerra Mundial, del proble-
a los más grandes, forma parte hoy día de las herramientas de
ma de un mundo, de la sociedad de masas y de las relaciones entre ciencias naturales
y políticas, no usó casi ninguna literatura científica sino en su mayoría una mezcla autores cuya obra, estando bien escrita, es en esencia medio-
de testimonios literarios, memorias y ensayos, entre ellos, obras de William Faulkner, cre. La producción de títulos de segunda categoría, a mitad de
como Una fábula.
camino entre el kitsch y el arte con mayúsculas, satisface ple-
Como observación a las reflexiones de Broch sobre la conquista de Joyce, Arendt
escribió el siguiente texto, sin ponerle ningún titulo: “El ensayo apareció en 1936, edi- namente las exigencias de un público formado y aficionado al
tado por la editorial Herbert Reichner y con el subtítulo original de ‘Disertación en el arte, y ha tenido más que ver en el alejamiento de los lectores
50 aniversario del nacimiento de Joyce’. La segunda parte de la obra fue presentada en
de los grandes maestros que en la tan temida cultura de masas.
forma de conferencia por el autor en la vienesa Volksbochschule. No deja de tener im-
portancia la circunstancia de que Broch contara por entonces cincuenta años de edad. La generalización de las destrezas y conocimientos del oficio, y
”El autor coetáneo de Broch al que sin duda más apreciaba y de acuerdo con cuyo el aumento sustancial del nivel a la hora de la ejecución, han
patrón valoraba y medía, en secreto, toda la poesía de su tiempo, era Kafka. El hecho
puesto al artista bajo la sospecha de aprovecharse de su simple
de que Broch haga escasas alusiones a él y no haya escrito prácticamente nada sobre
él no viene a demostrar lo contrario, sino simplemente a poner de manifiesto un mé- talento para llevar a cabo una tarea que en sí misma no reviste
todo de acuerdo con el cual todo lo que se dice está ordenado en torno a un centro que gran dificultad.
es, además de centro, escala de valoración. Esta técnica se puede apreciar en toda su
La importancia de la trilogía de Los sonámbulos (cuya edi-
dimensión en el estudio sobre Hofmannstahl, en el que todo es medido de acuerdo
con La torre de Hofmannstahl y todas las consideraciones acerca de la obra de este ción original alemana, Die Schlaftvandler, apareció en 1931)
autor son referidas y concretadas en La torre, pero, en cambio, apenas si se habla de reside en la posibilidad que ofrece al lector de acceder al labora-
esta obra concretamente. Por lo que se refiere a Kafka –sobre el que Broch nunca escri-
torio del novelista en medio de esta crisis y de poder presenciar
bió y por el cual midió, sin embargo, a todos sus coetáneos– es el único que ha ejercido
una influencia decisiva e innegable en la expresión literaria de Broch. la transformación de la forma artística en cuestión2.3Remontán-
”Sin embargo, todavía hay un autor coetáneo de Broch cuya obra ejerció sin duda dose a través de tres años cruciales –1818, cuando el Romántico
alguna la más directa influencia sobre este; el autor al que nos referimos es Joyce,
se encuentra en medio de la decadencia no visible aún del viejo
cuyo Ulises Broch leyó inmediatamente después de concluir Los sonámbulos, o sea, en
un periodo de su vida en que su actitud ante la novelística como forma artística era mundo; 1903, cuando el Anarquista se ve envuelto en la confu-
más que escéptica. Lo que Broch admiraba en Joyce era el valor de describir en ‘1.200 sión de valores previa a la guerra, y 1918, cuando el Realista se
páginas 16 horas de vida’, lo que ‘equivale a 75 páginas por hora, a más de una página
convierte en el amo indiscutible de una sociedad dominada por
por minuto, a casi una línea por segundo’. Es cierto que lo que Joyce descubre con
ello, la vida cotidiana del hombre, no le interesa gran cosa a Broch; lo que realmente el nihilismo–, Broch comienza el primer volumen como un na-
le interesa es el método mediante el cual ‘la mera sucesión de cosas es convertida en rrador tradicional para presentarse después en el último como
unidad, el devenir en unidad de lo simultáneo’. El Ulises fue, por así decir, el que le
un poeta cuya principal preocupación no es contar sino juz-
proporcionó el valor necesario para escribir La muerte de Virgilio, en la que igual-
mente, en el espacio de 533 páginas, se describen 24 horas de vida, pero centrando gar; como un filósofo que quiere no solo hacer un retrato de los
la atención no en la vida cotidiana, sino en el menos cotidiano de todos los días de la acontecimientos, sino descubrir y demostrar desde el punto de
vida humana, esto es, el día de la muerte” (véase H. Broch, “James Joyce y el presente”,
vista lógico las leyes del movimiento que rigen “la degradación
en Poesía e investigación, trad. de R. Ibero, Barral, Barcelona, 1974, pp. 239, 245 y 442-
443, respectivamente, para las citas anteriores). No hay duda de que Arendt dirige la de los valores”.
atención del lector hacia La torre de Hofmannsthal como respuesta a Hugo von Hof-
mannsthal und seinee Zeit del propio Broch, cuya versión original incluye un epílogo
de Arendt formado por pasajes del ensayo que sería luego traducido como “Hermann
Broch, 1866-1951”, en Hombres en tiempos de oscuridad (trad. de Cl, Ferrari y Serrano 2
Hay una traducción castellana de los tres volúmenes de Los sonámbulos: Pasenow
de Haro, Gedisa, Barcelona, 1989, pp. 111-151). o el romanticismo; Esch o la anarquía, y Huguenau o el realismo (trad. de M.a Á. Grau
Porta Debolsillo, Barcelona, 2006).
Beatriz Rivas
Escritora y periodista mexicana. Cursó la
maestría en Letras Modernas por la Univer-
sidad Iberoamericana. Su primera novela
es La hora sin diosas (2003). Después publi-
có Viento amargo (2006), Todas mis vidas
posibles (2009), Amores adúlteros (2010),
Dios se fue de viaje (2015) y Fecha de cadu-
cidad (2016). Además de escribir, actual-
mente se dedica a impartir talleres de
creación literaria.
COMUNICACIÓN
UNIVERSITARIA