Constructivism o
Constructivism o
Constructivism o
ISSN: 1315-883X
revistalaurus@gmail.com
Universidad Pedagógica Experimental
Libertador
Venezuela
Valeria Araya*
Manuela Alfaro**
Martín Andonegui***
Universidad Pedagógica Experimental Libertador.
Instituto Pedagógico “Luis Beltrán Prieto Figueroa” de Barquisimeto
INTRODUCCIÓN
La visión del constructivismo que se ofrece tiene que ver con los
antecedentes ilosóicos que le sirven de origen y con sus expresiones en
el orden antropológico y epistemológico.
Si se entiende por constructivismo una teoría que ofrece explicaciones
en torno a la formación del conocimiento, resulta obligado adentrarse en
el terreno de las ideas que marcaron el camino de su desarrollo. Como
expresión de la mente humana tiene raíces profundas en la historia de
las ideas ilosóicas, las cuales traslucen concepciones del hombre y del
conocimiento.
Como teoría referente a la formación del conocimiento, el
constructivismo representa la superación del antagonismo entre posiciones
racionalistas y empiristas. La primera de estas perspectivas asume que
el conocimiento es posibilitado por la presencia de capacidades innatas
presentes en el sujeto. Los empiristas, por el contrario, suponen que el
elemento fundamental en la generación del conocimiento es la experiencia,
al tiempo que sostienen la existencia de una realidad externa accesible
desde la perspectiva sensorial.
Mientras tanto el constructivismo plantea la formación del
conocimiento “situándose en el interior del sujeto” (Delval, 1997, p. 80).
El sujeto construye el conocimiento de la realidad, ya que ésta no puede
ser conocida en sí misma, sino a través de los mecanismos cognitivos de
que se dispone, mecanismos que, a su vez, permiten transformaciones de
esa misma realidad. De manera que el conocimiento se logra a través de
la actuación sobre la realidad, experimentando con situaciones y objetos
y, al mismo tiempo, transformándolos. Los mecanismos cognitivos que
permiten acceder al conocimiento se desarrollan también a lo largo de la
vida del sujeto.
A partir de esta revisión inicial, se examinaran las perspectivas
teóricas dentro del constructivismo desde el punto de vista psicológico y
educativo, proporcionando ejemplos acerca de las distintas manifestaciones
y la forma en que ellas se incluyen en un marco cuyos criterios generales
están asociados a la naturaleza del cambio y la causalidad.
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Antecedentes histórico-ilosóicos.
El planteamiento constructivista, no ha sido generado en un solo
acto; hay muchas ideas que, a través de la historia, han contribuido a su
coniguración inal. A este respecto, Gallego-Badillo (1996) indica que
resulta oportuno referirse al constructivismo como… “un movimiento
intelectual sobre el problema del conocimiento” (p. 73) y como tal estudiar
su desarrollo histórico.
En este sentido, las primeras referencias se encuentran entre los
ilósofos presocráticos y, en particular, en Jenófanes (570-478 a. C.).
Este parece ser el primero en airmar que toda teoría debe ser admitida en
competencia con otras y solamente el análisis crítico, la discusión racional,
permiten aceptar aquellas que mejor se acerquen a la verdad, entendida
ésta justamente como una competencia de perspectivas diversas sobre
un mismo asunto. Ninguna teoría puede ser declarada dominante si no en
referencia a otras.
Los mortales, según Jenófanes, no son instruidos por los dioses desde
su nacimiento. Se precisa de una búsqueda en el tiempo que, como tal,
llevará a descubrimientos cada vez mejores. Según García-Bacca (citado
por Gallego-Badillo, 1996), con este ilósofo nace la tradición de la crítica
y el análisis, el arte del pensar racional, la apuesta por un relexionar
independiente, liberado de ataduras a escuelas, sectas y órdenes.
Otro referente lo constituye el pensamiento de Heráclito (540-475
a. C.). Este vivió en una época de grandes transformaciones sociales
producidas en el seno de una sociedad marcada por profundas diferencias
de clases. Esta vivencia lo llevó a plantear que todo lo que existe cambia
permanentemente de forma, nada permanece igual, todo es un proceso
de cambios, un devenir perpetuo. Pero en el cambio, producido por una
dialéctica de oposición entre contrarios, hay siempre un retorno a lo
inmutable. Detrás de la discordancia visible subsiste la armonía, invisible
para los sentidos. Empero, si todas las cosas cambian permanentemente -y
este es su estado habitual- entonces es imposible airmar algo deinitivo
respecto a ellas. Lo que pueda ser el conocimiento real queda reducido a
algunas opiniones variables en el tiempo. En palabras de Gallego-Badillo,
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Perspectiva antropológica.
Como complemento de la revisión histórico-ilosóica del
constructivismo resulta pertinente asomarnos a la perspectiva
antropológica que se vislumbra en la teoría, es decir, a la visión de las
posibilidades que posee el hombre de elaborar su realidad personal, de
construirse un mundo -no natural- que se adapte a sus características
psicobiológicas.
Desde este punto de vista, podemos apuntar algunas características
del hombre considerado como un ser vivo autoorganizado que, a diferencia
de los animales, interaciona con el medio en una escala que va más allá
de los acondicionamientos de carácter instintivo. Así, el hombre, según
Aznar (1992) es concebido como:
- Un ser constitucionalmente inacabado, que tiene que hacerse,
construirse.
- Un ser constitucionalmente abierto, lo que signiica la posibilidad
de proyectar su vida, construirse de una determinada manera,
en función expresa de sus propósitos.
Perspectiva epistemológica.
Desde este punto de vista, el constructivismo es concebido como una
propuesta sobre el análisis del conocimiento, sus alcances y limitaciones.
Constituye un rompimiento con el núcleo del programa moderno que se
basaba en la creencia en un mundo cognoscible. En un sentido relexivo,
los supuestos constructivistas se pueden interpretar a dos niveles: desde
la naturaleza del conocimiento abstracto y del conocimiento cientíico y
desde las actividades de conocimiento de los individuos o las comunidades
humanas.
Así, Jean Piaget, enfrentándose a las posiciones innatistas y empiristas
dominantes en su época, propuso que el conocimiento es el resultado de
la interacción entre el sujeto y la realidad en la que se desenvuelve. El
individuo al actuar sobre la realidad va construyendo las propiedades de
ésta, al mismo tiempo que estructura su propia mente.
Piaget reconoce la existencia de ciertas capacidades innatas que,
desde el nacimiento permiten al niño actuar sobre el mundo, recibir y
trasmitir información necesaria para su supervivencia. Aunque esta forma
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Constructivismo psicológico.
En este sentido, cuando se examinan las teorías constructivistas a la
luz de sus supuestos respecto a la naturaleza del cambio y la causalidad,
se pueden distinguir al menos cuatro formas. Un marco útil para la
organización de ellas a través de estas dimensiones de contraste lo
constituye la teoría de la metáfora de raíz de Pepper (1942), citado por
Niemeyer y Mahoney (1998), en cuyo centro están las hipótesis sobre
el mundo. Estas últimas son conjeturas sobre la manera en que funciona
el mundo, de acuerdo con una serie de supuestos tácitos derivados del
conocimiento y el entendimiento provenientes del sentido común. Pepper
identiicó cuatro hipótesis sobre el mundo: formismo, mecanicismo,
contextualismo y organicismo.
El formismo es la hipótesis basada en la metáfora raíz de similitud
y ampara principalmente los procesos de clasiicación e identiicación,
de manera que la actividad cognitiva fundamental es el establecimiento
de distinciones. El mecanicismo, por su parte, se basa en la metáfora de
la máquina y en una visión del mundo como compuestos de entidades
discretas con conexiones antecedente-consecuente entre ellas. El
proceso fundamental es el supuesto de que los fenómenos se pueden
entender en términos de sus relaciones lineales de causa-efecto. El
contextualismo, diiere de las dos anteriores, se asienta en la metáfora
raíz del acontecimiento histórico, el conocimiento activo en su contexto
actual. Se ve el mundo como una colección de acontecimientos complejos,
compuestos por actividades interconectadas y por patrones cambiantes.
Se asocia con el concepto de causa formal , deinida como entendimiento
formal para identiicar el modelo temporal, forma u organización
identiicable en el lujo de los hechos. El organicismo, se basa en la
metáfora raíz de los procesos orgánicos inherentes a todos los sistemas
vivos y en evolución. Se concibe como un proceso dialéctico en el que se
confrontan los fenómenos mediante oposiciones y contradicciones que
dan lugar a cambios cualitativos en vías de una mayor complejidad e
integración. La causa inal es una forma teleológica de razonamiento
causal, a través de la cual se entiende que los fenómenos están en un
Constructivismo Material.
Se relaciona con la hipótesis formista y plantea la causalidad
material o creencia de que las propiedades intrínsecas y estables de
los fenómenos dan cuenta de su funcionamiento. El conocimiento es
una función de las estructuras o materiales básicos de la persona.
Desde el punto de vista ontológico, la realidad está dada por la
estructura y es cognoscible sólo mediante el carácter organizacional
cerrado del sistema cognoscitivo humano.
Una expresión de esta perspectiva es el constructivismo radical.
Presenta una inspiración de carácter más ilosóico y postula que la
realidad es una función de la estructura del sistema cognitivo humano, una
construcción personal. Uno de sus representantes, Von Glaserfeld (1984)
citado por Niemeyer y Mahoney, dice que “el constructivismo es radical
porque rompe con la convención y desarrolla una teoría del conocimiento
en la que éste no releja una realidad ontológica objetiva, sino sólo un
ordenamiento y organización del mundo construido por la experiencia del
propio sujeto”. (p. 93)
Maturana (1995) también representante de esta corriente, señala que
la realidad es producida por la capacidad inherente del sistema cognitivo
para trazar distinciones, si no se hiciere una distinción, la entidad que
especiicaría esta realidad no existiría.
Constructivismo Eiciente.
Aunque la esencia epistemológica del constructivismo contradice
la metáfora del conocedor como máquina, algunas teorías constructivistas
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Constructivismo Formal.
Se asocia con la metáfora de la hipótesis contextualista del mundo.
Las teorías que se incluyen en este enfoque suponen que la realidad es
activa, cambiante y está constituida tanto a nivel personal como social. El
signiicado emerge del patrón organizacional o formal de los fenómenos
dentro del contexto y a través del tiempo. La actividad humana, así, se
desarrolla en un contexto histórico-social y cultural de relaciones y
signiicados.
Entre las teorías que se adaptan a este esquema, tenemos
proposiciones como el construccionismo social y la psicología narrativa.
En la primera de ellas , se plantea la idea de que el conocimiento no reside
exclusivamente en la mente del sujeto o en el medio, sino en los procesos
sociales de interacción e intercambio simbólico. Su esencia reside en
la noción de que las construcciones personales del entendimiento están
limitadas por el medio social, es decir, el contexto del lenguaje compartido
y los sistemas de signiicado que se desarrollan, persisten y evolucionan
a través del tiempo.
Constructivismo Final.
Se asocia con la hipótesis organísmica del mundo y con la metáfora
del proceso orgánico. Mantiene una posición epistémico que concibe el
conocimiento como una síntesis construida de las contradicciones que
surgen de las interacciones persona-ambiente. Utiliza el concepto de
causalidad inal y ve el conocimiento como dinámico y direccional, en
el sentido de que las estructuras de conocimiento evolucionan hacia una
mayor complejidad y abstracción.
Entre las expresiones de este enfoque están las teorías evolutiva
y dialéctica y la teoría de sistemas. En el caso de la teoría evolutiva y
dialéctica, destaca Piaget(1974) como máximo representante. Para él,
el equilibrio constituye el principio organísmico fundamental en el
desarrollo cognitivo. Conviene recordar que éste concepto se reiere a la
autorregulación de los procesos de asimilación y acomodación, lo cual
compensa la acción de los factores internos y externos y por ello conduce
al desarrollo de estructuras mas complejas e integradas. En esencia, se
concibe el desarrollo cognitivo como un proceso direccional, destinado
a que las formas antiguas den paso a nuevas formas de conocimiento,
asentadas sobre maneras de construir la asignación de sentido al mundo.
La teoría de sistemas, concibe a los seres humanos como sistemas
activos, autoconstructores, abiertos y en desarrollo. Las personas son
percibidas como capaces de producir su propio desarrollo, de dar dirección,
control y autorregulación a su propia conducta.
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Constructivismo educativo.
Flórez (2000) identiica algunas posturas dentro del constructivismo
aplicado a la educación. Según él, se pueden observar cuatro corrientes:
evolucionismo intelectual, desarrollo intelectual, desarrollo de habilidades
cognoscitivas y construccionismo social.
La corriente evolucionista o desarrollista establece como meta
de la educación el progresivo acceso del individuo a etapas superiores
de su desarrollo intelectual. Se concibe al sujeto como un ser motivado
intrínsecamente al aprendizaje, un ser activo que interactúa con el ambiente
y de esta manera desarrolla sus capacidades para comprender el mundo en
que vive. Si el individuo es activo en su proceso de aprendizaje, el docente
debe proveer las oportunidades a través de un ambiente estimulante que
impulse al individuo a superar etapas. La educación es concebida como
un proceso destinado a estimular el desarrollo de la capacidad de pensar,
deducir, sacar conclusiones, en in, relexionar, para lo cual los contenidos
de la educación son sólo un medio. Esta postura está directamente
relacionada con los planteamientos de Piaget.
La postura de desarrollo intelectual con énfasis en los contenidos
cientíicos, sostiene que el conocimiento cientíico es un excelente medio
para el desarrollo de las potencialidades intelectuales si los contenidos
complejos se hacen accesibles a las diferentes capacidades intelectuales y
a los conocimientos previos de los estudiantes. Se advierten dos corrientes
dentro de esta postura: aprendizaje por descubrimiento y aprendizaje
signiicativo. Entre los representantes de ellas se menciona a Ausubel
y Bruner, aunque este último no sólo ha desarrollado teoría en torno al
aprendizaje por descubrimiento, sino que últimamente ha derivado hacia
posturas mas cercanas al constructivismo social y la psicología narrativa.
La corriente de desarrollo de habilidades cognoscitivas plantea
que lo mas relevante en el proceso de aprendizaje es el desarrollo de
tales habilidades y no los contenidos. La enseñanza debe centrarse en el
desarrollo de capacidades para observar, clasiicar, analizar, deducir y
evaluar, prescindiendo de los contenidos, de modo que una vez alcanzadas
estas capacidades pueden ser aplicadas a cualquier tópico. Entre autores
REFERENCIAS
Aznar, P. (1992) Constructivismo y educación. Valencia: Tirant lo
blanch.
Bandura, A. (1986). Fundamentos sociales del pensamiento y la acción.
A una teoría cognitivo social. México: Prentice-Hall.
Bruner, J. (2000). Actos de signiicado: Mas allá de la revolución cognitiva.
Madrid: Alianza.
Delval, J. (1997). Hoy todos son constructivitas. Cuadernos de Pedagogía
N° 257, pág. 78-84.
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