Romantic Captain Darling (Novela)

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Sinopsis:

«¿Por qué el joven de la familia Haynesworth tiene que ingresar en las Fuerzas
Especiales, y resulta que está bajo mi mando…?»

Fue un hombre de cabello rubio brillante y bonitos ojos verde claro el que apareció
frente a Dante Bailey, que se hará cargo de la guardia de los subalternos durante
medio año.

—¡Raphael Haynesworth! Encantado de conocerlo.

«Vaya, es guapo.»

Aunque fuera un ángel de un cuadro famoso, él lo habría creído. Al contrario de lo


que se esperaba, la belleza de Dante fue muy apreciada por su ingenuo subalterno.

Así que inesperadamente comenzó a enseñar educación sexual…

Después de una noche apasionada, Raphael confiesa su enamoramiento secreto.

—¿Por qué en el mundo? ¿Por qué me quieres?

—Es demasiado para mí soportar mis sentimientos por el Capitán…

Los ojos verde claro estaban húmedos. Raphael cubrió sus propias mejillas rojas y
llorosas alrededor de sus manos.

—Haynesworth. No salgo con mis subordinados inmediatos.

—Yo… Ya no seré un subordinado inmediato después de mi aprendizaje,


¿verdad?

Apareció una mirada de Dante que era débil y anhelante.

—No voy a agobiarlo. Sólo déjeme quererle.

Pero los ojos de cachorro en realidad decían otra cosa: «Por favor, ámame. Por
favor, sal conmigo. Me gustas, Capitán.»

—No.

A diferencia de la respuesta firme, la mirada de Dante que no pudo apartarse del


hombre, tembló…

¿Puede Raphael, un subalterno de corazón puro de séptimo grado, apuntar por el


cuerpo y la mente de Dante, un Capitán que parecía tan fuera de su alcance?
Capítulo 1
Romantic?
—He oído que el equipo del Capitán Bailey ha contribuido mucho. Por favor,
sigan trabajando duro para seguir protegiendo el imperio.

—Me siento halagado.

El Capitán Dante Bailey fue felicitado mientras daba una postura perfectamente
angulada, como si fuera un cuchillo abalanzándose.

Después de que el Agente del Emperador pronunciara los elogios por la finalización
de la operación y sobre el regreso seguro a Islas*, continuó el homenaje de las figuras
del Ministerio de Defensa Nacional. Había una formalidad que no se podía ocultar en
la voz que alentaba a los soldados del Ejército Imperial por su arduo trabajo.

*N/T: Lugar donde se desarrolla la novela. Al parecer “Islas” es la ciudad o país.

Dante miró la hora, sosteniendo el dorso de su mano como si fuera algo cegador que
se encontraba frente a él.

Los altos mandos no eran personas que se quedaban mucho tiempo en un banquete de
reconocimiento de un batallón. Por eso, cuando Dante Bailey, Capitán del SAG de las
Fuerzas Especiales, recibió su décimo apretón de manos y le golpearon con ánimo su
brazo izquierdo, quedaban pocas personas con traje.

Dante estableció contacto visual con los miembros de su equipo, que sonrieron con
desconfianza a espaldas de las personas desconocidas. Logan, el Oficial del Jefe de
Estado ya se estaba desatando la corbata. A todos les costaba mantener una calma que
no se ajustaba con su temperamento.

—Por el momento debería relajarse de su puesto. Gracias por su duro trabajo


en una zona lejana.

—Gracias.

Otra persona pasó junto a Dante con un saludo. La persona anterior fue la última y ya
nadie más se acercó a él. Miró alrededor del amplio salón de banquetes. Los miembros
del equipo, vestidos con traje negro y sus incómodas corbatas, también miraron a su
alrededor.
A primera vista, ahora sólo quedaban personas que no se veían bien con camisa y
corbata. Leone, el jefe de equipo del 4to escuadrón, parecía estar pensando de manera
similar.

—¿Se han ido todos?

—¡Sí, sí!

La respuesta determinada estalló en voz alta. Todos fueron liberados solo porque
pudieron regresar al campamento, por lo que no pudieron manejar sus expresiones
adecuadamente. Lo mismo ocurrió con Dante. En este momento, podía entender lo
que los miembros de su equipo decían con los ojos, sin radios ni señales manuales.
Nunca había sentido una amistad tan fuerte como ahora entre los miembros del
equipo.

Dante retiró su dura expresión y levantó las comisuras de los labios. En lugar de la
expresión del «Capitán Bailey» que ponía delante de la gente de altos mandos, se le
ocurrió colocar una sonrisa fría.

—Muy bien, entonces.

Los ojos de los miembros del equipo se concentraron en el rostro de Dante.

—ODA-133* Traigan algo de alcohol. Vamos a empezar.

N/T. ODA133: La autora lo menciona como: `Operación de Detección Alfa, un


escuadrón (su equipo) de fuerzas especiales.

“¡Sí!” La exclamación fue mayor que antes. Dante se quitó el saco ajustado y se
desabrochó los botones del cuello y las muñecas. Los miembros del equipo que
también expresaron sentirse asfixiados por llevar ropa que no les convenía, también
se deshicieron de ella.

Ya llevaban tres meses de abstinencia sin una gota de alcohol, teniendo un estado de
tensión gracias a la operación llevada. A todo el mundo no le interesaba en lo más
mínimo el homenaje honorario ni los halagos.

Tan pronto como sus ropas se volvieron fáciles de llevar, un gran barril fue colocado
delante de Dante. El recipiente que trajeron los dos soldados más jóvenes,
presumiendo de su fuerza, era suficientemente grande como para que una persona
entrara y tomara un baño.

Se habían tomado unos días de descanso después de la operación, así que tenían
mucha fuerza.

—¿Comer para después morir?


—¿Por qué dices algo así en un día como hoy? ¿Puedo llenar una taza de agua
en lugar de un vaso*?

*N/T: Es una metáfora, quiere decir que no debe de decir cosas tan fuera de lugar ni
mucho menos ilógicas.

—¿De qué tienes tanto miedo? Si quieres morir, deberías haberlo hecho antes
de cruzar la frontera. Si mueres aquí, no recibirás ninguna indemnización.

Ellos podían bromear sin vacilar porque había un ambiente único en las Fuerzas
Especiales, que aunque tienen una jerarquía más baja que otras unidades, conocen la
naturaleza de su Capitán que les permite ser tratados cómodamente en privado.

Como era de esperar, Dante sonrió sin ningún signo de desagrado.

—¡Vamos, llenen los vasos!

Los grandes soldados gritaron emocionados como los niños en el patio de recreo.

—Capitán, por favor, diga algo.

—¡Por favor, haga un brindis genial!

—No hay brindis, sólo hay que beber.

—No podemos hacer eso de nuevo.

—Huh…

Los dos más cercanos a Dante tomaron sus brazos y levantaron su cuerpo. De
pie frente a su silla los miró y dijo: “—Oigan, chicos…», pero no tuvo éxito.

Dante suspiró ante las once personas, no. En lo que va del mes, su equipo ya estaba
formado de doce personas.

En la frontera, todos llevaban uniformes militares sucios, y todos estaban reunidos.

Todavía no se había acostumbrado a su aspecto.

—Gracias a todos por su duro trabajo durante estos tres meses. Gracias por
volver sanos y salvos sin ninguna lesión importante.

—¡Vaya, eso dijo cuando nos retiramos!

—Oye, ¿todavía estás usando el mismo repertorio que usabas desde que estabas
como cadete en el campo de entrenamiento de la Academia Militar?
Gritó Leone en voz alta. Era un colega de la academia militar y el jefe de equipo del
siguiente escuadrón que estaba a su lado y que llegó a este puesto con él durante 10
años. Dante respondió levantando el dedo corazón a la verdadera amistad.

—Volví con mucha fuerza, así que tendré que beber por todo un día y moriré
sin arrepentimientos. Si hay algo acumulado, libérenlo hoy. Pónganlo sobre la
mesa.

—¡Sí!

—¡Sí, de acuerdo!

El ruido de los vasos que chocaban con fuerza se extendió por todo el lugar. En un
instante, el fondo del vaso de cada persona se volcó y se elevó. Dante también vació
su vaso. No era lo suficientemente divertido como para salirse de su personalidad.

Algunos se animaron y exclamaron, mientras que otros lo miraron con desaprobación.

—Bastardo.

Esta hostilidad, también fue vista. Pero Dante dejó que la voz que se escuchaba
vagamente le entrara por un oído. De cualquier manera, no le importaba mientras sus
compañeros se divirtieran.

Los ojos de Dante, a punto de sentarse, se dirigieron a la parte trasera del equipo. Allí
vio a un hombre que seguía a los otros miembros y vaciaba su vaso.

«Es grande.»

Es lo suficientemente grande como para destacar incluso entre la gente.

«He perdido.»

El hombre de pelo rubio brillante era el más alto del equipo, pero a la vez el más joven.
Cuando sus ojos se encontraron, sonrió como pequeño cachorro que ha encontrado a
su dueño. La impresión de frialdad y dureza se derrumbó rápidamente.

«Ah, qué guapo es.»

Incluso Dante sonrió sin poder evitarlo. Entonces las puntas de las mejillas del
cachorro se sonrojaron.

Mientras tanto, los jefes de otros equipos también se subieron a las mesas o a las
barandillas, diciendo que no podían perder.
Los miembros del equipo de Dante Bailey volvieron a llenar sus vasos. Era el
comienzo de una noche ruidosa.

***

El primer encuentro de Dante con un joven de pelo rubio brillante y ojos verde claro
fue a través de una pequeña foto.

«¿Por qué es tan guapo?»

Se puso de pie con una mirada rígida, su aspecto destacaba a pesar de ser una pequeña
foto colocada adecuadamente en el documento.

La impresión de que era innecesariamente guapo era sincera. Si Dante fuera un


entrevistador para el equipo, este hombre habría recibido una puntuación muy
favorable. Sin embargo, el Capitán Dante Bailey no era un entrevistador, era el jefe
de equipo del SAG (el apodo de la Primera Unidad Imperial de Fuerzas Armadas
Especiales), y este documento era la información de un graduado de la Academia
Militar que Dante tendría a su cargo durante seis meses, de acuerdo con la ley militar
de un oficial militar imperial.

Los jóvenes tenientes recién graduados suelen ir a unidades cercanas o cómodas con
el Sistema*.

N/T: (제도와) Sistema: Hace referencia a toda la base militar, tanto en rangos más
altos, como los más bajos, unidades, divisiones, batallones, etc.

«Me gustaría poder ir.»

Por eso, Dante Bailey, jefe de un equipo de Fuerzas Especiales en un entorno cerrado,
nunca ha ejercido de Capitán desde su nombramiento.

Por primera vez en todos sus años, alguien quiere ser enseñado por él en el SAG, es
decir, una Unidad de Fuerza Especial bastante dura. En sus manos tenía la información
de un extraordinario subalterno que se ofreció como voluntario.

Pero Dante no podía estar tan contento como él. Más bien…

—… ¿Haynesworth?

Cuanto más veía el texto en el documento, más desconcertada estaba la expresión de


Dante.

Finalmente, cubrió un par de hojas del documento y lo dejó sobre el escritorio.


Se preguntaba quién se había ofrecido como voluntario para este duro lugar…

—Angie, estoy en problemas.

—¿Qué pasa?

La teniente Angela Harris, sub-líder del equipo, se volvió hacia Dante por encima de
su portátil.

—Creo que me lastimé los ojos en el entrenamiento de ayer.

—Te vi dar en el blanco durante tres horas, así que no tienes que preocuparte
por eso.

—No, parece que realmente me lastimé, veo cosas que no pueden ser posibles.

Angela miró el documento en la mano de Dante.

—¿Ves a Raphael Haynesworth?

—Sí. Es imposible que los documentos oficiales se hayan equivocado hasta


ahora, así que mis ojos deben haberse equivocado, ¿no? Por favor, solicita la
baja por enfermedad.

—La vista del Capitán es buena. Además, si tomas unas vacaciones en este
momento, te perseguiré hasta tu casa.

Dante suspiró profundamente.

—Así que al final, es el Haynesworth que conozco, ¿verdad?

—No sé si te refieres al honorable Comandante en Jefe o al tercer Gobernador


del Sistema, pero de que es un Haynesworth, en eso tienes razón.

—Oh…

Raphael Haynesworth. No conocía el nombre de un chico de 23 años que acaba de


graduarse de la academia militar

No pudo evitar no conocer el apellido Haynesworth. Era el nombre del Jefe del
Estado Mayor del Ejército*… el Jefe del Estado Mayor del Ejército que aparecía
constantemente.

*N/T: En las fuerzas armadas modernas, el Estado Mayor es el grupo de oficiales que
cumplen tareas de administración, logística y planeamiento bajo la dirección de un
oficial de rango superior.
Aquel hombre había dejado el templo*. Dante no sabía el motivo de por qué un joven
maestro como él, que tenía una alfombra roja desde su nacimiento, dirigido hacia una
carrera digna, quería unirse a las Fuerzas Especiales bajo su mando. Nadie diría nada
aunque pasara la prueba en una unidad pacífica.

*N/T: Hace referencia a una persona que ha nacido rica, comenzó a salir para probar
suerte en su vida. Que no depende tanto de su familia.

—¿No sabes que su padre tiene fama de educar a sus hijos de forma estricta?
Creo que lo ha presionado para que entre a la unidad de Fuerzas Especiales,
para hacer trabajo duro y volver a casa orgulloso.

—¿No sería mejor el equipo de Efron? Haynesworth es como un noble.

—No deberías discriminar a la gente por su origen.

—Es injusto. Quiero gritar.

Eso es algo que ha sufrido Dante en innumerables ocasiones desde la Academia


Militar hasta su posición actual.

Dante dirigió una mirada aguda a Angela que aprobó el documento. Pero Ángela
volvió a poner su mano en el teclado sin siquiera mirarlo.

—Para tu información, yo estaba en contra. Dije que no era lo ideal para


nuestro equipo. Pero, ¿qué podemos hacer? Ya hemos llegado a esto.

—Debiste haber sido más agresiva al oponerte.

—¿Qué poder tengo como teniente débil, sunbae?

«Solo en estos casos eres débil y también solo en estos casos me llamas sunbae…»

Los hombros de Angela se encogieron y dijo:

—Sus notas de entrenamiento y sus habilidades físicas son bastante buenas. Y


también… Hay rumores muy buenos de él.

—Angie, ¿lo sabes? También existen buenos rumores de que Derrickson Efron
es un como ángel en nuestro equipo.

—Sí. Por supuesto, entre los chicos del cuartel. *

N/T: Están hablando en doble sentido.

—Ah… ¿puedo retirar lo que dije?


—Sí. Concedido.

Dante se distrajo con la información personal de Haynesworth. Sabía que una vez
asignado, la división no cambiaría de decisión fácilmente. Pero…

Dante se levantó de su asiento sosteniendo los documentos. Cuando Angie le preguntó


a dónde iba, en respuesta agitó los papeles que contenían la información de Raphael
Haynesworth y salió de la oficina.

—Si lo asignaran a Derrickson, sería un alivio.

En la estancia de Haynesworth, que será de medio año, Dante tendría que servirle
como su Capitán.

Así es. Dante no tenía interés ni talento para tal cosa.

Para los nuevos reclutas de cualquier unidad, era difícil que destacaran y que se
volvieran importantes, pero para la Unidad de Fuerzas Especiales que participaban en
operaciones de vida o muerte, lo era aún más. El valor y la voluntad de alguien que se
había cultivado en un lugar donde no había escasez, sería como veneno en la práctica.

Aunque enseñe de cerca, no sabía si podría hacer que consiguieran lo básico hasta la
siguiente operación. Aunque creara una atmosfera tranquila y se omitiera el
entrenamiento peligroso, eso también era problemático.

Dante, que caminaba por el pasillo, levantó la cabeza al oír unos pasos que se
acercaban desde el frente. Sin duda era la primera vez que lo veía, pero le resultaba
extrañamente familiar.

Bajo el pelo rubio brillante, que cubría ligeramente la frente, los ojos verde claro y el
largo puente de la nariz, estaba en armonía. Tal vez por la piel blanca, los labios
parecían rojos.

Vaya, sí que era guapo.

Dante se dio cuenta de la razón de su deja vú. Había aparecido un ángel de un cuadro
famoso.

El pelo rubio y brillante, los ojos de un color vivo y los rasgos faciales definidos,
fueron esculpidos combinando las condiciones de la belleza imperial tradicional.

No lo sabía por la distancia de un principio, pero cuando lo miró de cerca, se dio


cuenta que era bastante alto. Era como medio palmo más alto que Dante, que nunca
había escuchado mencionar que era pequeño.

«¿Existe una persona así?»


Dante bajó la mirada a su pecho izquierdo.

El nombre “R. Haynesworth” estaba escrito en la placa de identificación que


examinaba cuidadosamente.

—¿Es usted el Capitán Bailey?

Al igual que Dante, la persona tenía los ojos puestos en la placa de identificación con
su nombre.

Solo entonces, Dante se dio cuenta de la razón exacta de su sentimiento de


familiaridad. No era porque sea guapo. Era porque lo tenía en la mano.

Era porque la misma cara estaba impresa en el papel que él llevaba.

La fotografía también lo hizo pensar: «¿Por qué un soldado tenía que ser tan
guapo?» No era ni la mitad de lo real. En particular, el rostro real era mucho más frío
que la expresión facial que estaba plasmada en la fotografía.

Dante se detuvo a unos tres pasos de él. Sería mejor dar algunas palabras de antemano,
antes de que se negara formalmente a ser su Capitán, así que era lo mejor. El
sentimiento fue más fuerte cuando vio una cara, que no parecía ser su personalidad.

—¡Señor!

Justo cuando Dante iba a decir algo, un fuerte saludo estalló delante de él.
Haynesworth levantó la mano, colocándola frente a su frente con un movimiento
recto.

Los ojos que se habían entrecerrado y sus esquinas se habían levantado, en un instante
se volvieron fríos. Y las mejillas blancas se volvieron rojas.

Dante no tuvo más remedio que mirar el rostro cambiado, era como si el sol saliera en
el cielo donde sopla el viento del norte.

—Raphael Haynesworth, de la 71ª Academia Militar Imperial. Se me ha


ordenado cumplir seis meses de aprendizaje bajo el mando del Capitán Dante
Bailey, de la Primera Unidad de Fuerzas Armadas Especiales, a partir del 13 de
agosto de N812.

Como si hubiera una sincronización, en ese momento, las nubes que cubrían el sol
pasaron y la luz se derramó como un rayo sobre el rubio brillante. Mientras Dante lo
observaba en silencio, sus ojos verde claro temblaban de tensión.

—¡Muy bien, espero su amable colaboración!


Volvió a hablar con emoción, parecía que debía corroborar si lo que había dicho con
anterioridad no era ningún error. Cuando Dante lo miró de cerca, había una mirada
juvenil en su rostro, y podía leer las emociones inmaduras sin restricciones. Dante
corrigió su primera impresión de Raphael.

Entonces, igualmente, levantó las puntas de los dedos y los colocó delante de su frente,
formando un saludo. Con la otra mano, detrás de su espalda, escondió los documentos
que llevaba para pedir un cambio de Capitán.

Dante era una persona que no dirigía una palabra a nadie que fuera hostil. Sin
embargo, era infinitamente débil con los subalternos inexpertos como Raphael.

—Encantado de conocerle, soldado Haynesworth. Si tiene tiempo, hablemos un


momento.

—… ¡Sí!

Dante fue testigo una vez más de ver cómo su rostro se iluminaba hasta el punto de
preguntarse si había salido otro sol. Ante la expresión de Raphael Haynesworth, Dante
Bailey, estaba completamente aliviado.

***

Raphael Haynesworth acabó pasando seis meses bajo las órdenes de Dante en un
extenuante periodo de aprendizaje.

Incluso durante los últimos tres meses, tuvo que ir a diferentes misiones y tuvo que
someterse a un riguroso entrenamiento en lugares áridos.

Al mismo tiempo, él, junto con un sargento de primer año, se encargaba de las tareas
diversas de los miembros más jóvenes de la unidad. Incluso si Dante hubiera tenido
cierta consideración con él, Raphael tuvo que pasar por un duro período de prueba por
parte de sus compañeros.

A cambio de la extraordinaria perseverancia durante medio año, Raphael pudo


integrarse a la división.

Donde quiera que fuera, el miembro más joven del grupo era un buen objetivo para
los mayores. Especialmente si se trataba de un tipo amable e ingenuo como Raphael
Haynesworth.

Ellos, al igual que Dante, le daban miradas frías y tenían varios prejuicios contra el
apellido Haynesworth.
Los miembros de la división que no tenían capacidades suficientes, también fueron
asignados a la prueba para un entrenamiento y al final del mes, fueron capaces de
gastarle bromas a Raphael.

Era tan ingenuo que no correspondía con su apariencia, pero lo que influyó mucho,
fue la forma en que Dante se burlaba de él sin razón alguna.

Si alguien de los subalternos escuchaba la risa de Dante, era sabido que solamente una
persona podría ser el causante.

—¡Por favor, Capitán…!

Enseguida, una voz llena de injusticia respondía a la risa. Era el sonido que más
escuchaban los miembros del equipo en la unidad.

Ese era el tema de conversación entre los miembros del equipo, pero cuando
alguien dijo: —Vaya, pensé que estaba acostumbrado, pero sigue siendo un
poco espeluznante cuando miro al Capitán con una expresión facial diferente a
la usual.

Ocho de cada diez personas presentes asintieron. Los únicos dos que no estaban de
acuerdo, eran el Jefe de Dante y el Oficial del Estado Mayor, Logan.

***

En particular, cuando Dante miraba a veces a Raphael, se acordaba de un gran perro


que había criado de pequeño.

Era grande, y la mayoría de los otros niños se asustaban, pero era un cachorro manso
que seguía con tranquilidad a la gente y no encajaba los dientes aunque le atacaran
animales más pequeños que él.

«¿Cómo se llamaba el perro? ¿Era Happy o Glad?»

—Capitán.

Al parecer su cachorro Happy estaba llorando porque fue golpeado de nuevo. Dante
trató de correr hacia él enseguida, pero en cuanto pisó el suelo, su cuerpo se tambaleó
y su visión se volvió un poco borrosa, efectos que llegaron después de un rato de beber
alcohol.

—¿Quién le ha pegado al chico?

—Fue el Oficial Logan. Por favor, repréndalo…


Raphael se encogió y se quejó en los brazos de Dante, que era más pequeño que
él. “Oh, nuestro lindo Happy.” Dante le dio una palmadita en la espalda.

Era una escena rara de ver, en la que el Capitán, que estaba borracho, y el más joven
del equipo, que estaba más borracho que él, estaban abrazándose. Pero ninguno de los
otros miembros del equipo estaba tan sobrios como para tomarse en serio la situación.
Todos se limitaron a reír mientras mantenían conversaciones bochornosas y hasta
vulgares, ya que mañana todos esos recuerdos desaparecerían.

—Capitán, espere un poco… Quería servirle un trago y beber con usted, así
que por eso me acerqué.

—Happy, no… Si es un trago de nuestro lindo y guapo soldado Haynesworth,


no puedo rechazarlo.

El vaso vacío se inclinó hacia delante. Raphael miró su mano. Declaró valientemente
que le serviría a su Capitán un trago, pero lo que tenía en las manos era una flor, no
alcohol.

Raphael, con sus ojos llenos de duda, parpadeó al ver la flor. Las largas pestañas
doradas se movieron como si fueran mariposas revoloteando.

La flor se inclinó como una botella de vino hacia el vaso, pero de ella no salió nada
de alcohol.

—Uh…

Raphael gimió sin comprender la situación. Su mirada bajó, sus labios estaban
ligeramente húmedos y tenía las mejillas rojas. Dante recordó cómo se sintió cuando
conoció a Raphael por primera vez hace mucho tiempo.

«Vaya, sí que era guapo.»

Entre todos los miembros del equipo, parecía que Raphael era el único que no se sentía
incómodo con su pulcra ropa. Más bien, sin el uniforme puesto y con su rostro
borracho y adormilado, Dante pensó que se veía…

Raphael frunció las cejas, que parecían que fueron dibujadas con un fino pincel, y
miró la misteriosa flor que tenía en la mano.

—¿Por qué hay una flor? No hay alcohol. Estoy seguro de haberlo traído, pero
no está aquí… El subcomandante dijo que era la bebida favorita del Capitán…

—¿Cuál era el nombre de la bebida?

—Nombre, el nombre era… Definitivamente lo escuché claramente.


Estaba tartamudeando sin rumbo, el tono seguía siendo el mismo que el elegante
acento institucional. Los miembros del equipo debieron haberse burlado de nuevo del
inocente graduado.

Dante retiró su vaso, sonrió y le dio una palmadita en la espalda una vez más. Y
entonces acercó a Raphael a la silla en la que estaba sentado.

—Deja de beber, siéntate aquí, descansa y relájate. Haynesworth, no es bueno


verte borracho hoy.

—…

Todos los soldados presentes eran del SAG, y Raphael, al ser un miembro del equipo,
era el más joven de todos.

No sabía a qué unidad sería asignado después de la finalización de su entrenamiento,


por lo que no era nada bueno crear una anécdota en la que se contara que se había
equivocado y pasado vergüenza mientras estaba borracho.

Raphael sujetó el tallo de la flor con fuerza. Era gentil y tímido para ser un hombre de
alta estatura y gran físico.

Dante acarició su esponjoso cabello. Al final de las vacaciones, Dante pronto dejaría
de ser su Capitán de batallón, por lo que no estaba seguro si Raphael podría hacerlo
bien.

Mientras estaba con Raphael, pensó muchas veces que no era bueno para el puesto de
Capitán y pensó en retirarse, pero al final se arrepentía un poco cuando se imaginaba
irse y le daba pena dejar solo a Raphael.

—Por el bien y lealtad para el subalterno. Mantendré esto en secreto.

Las yemas de los dedos de Dante tocaron los delicados pétalos. Una sonrisa fría surgió
en su boca.

Dejó a Raphael en busca de alcohol para brindar con él por el final de su estancia.

Caminó un poco tambaleante. No, intentaba mover las piernas pero algo lo detenía.
Por lo que miró hacia atrás y vio que debido a la mano que sostenía su brazo, no podía
dar un paso.

La mano que llevaba la flor agarró a Dante. Cerca del codo, los pétalos amarillos que
se asemejaban al color del cabello de Raphael, se posicionaron cerca.

—Capitán.
—¿Qué?

—…

Bajó la cabeza mientras suspiraba.

—Gracias por guiarme a pesar de que no soy lo suficientemente bueno.

—…

—Lo siento, y muchas gracias. Capitán Bailey, como mi superior… Me gusta


como persona, no, mejor dicho, lo respeto. Por eso quería servirle un trago y
decírselo.

—Oh, eso es lo que pasó. Gracias.

—Pero yo… ah, estoy actuando como un idiota de nuevo…

—…

Hubo un extraño sollozo en medio de sus palabras. La mano que sujetaba el brazo de
Dante temblaba de forma extraña para alguien que ha tomado alcohol. La flor amarilla
desconocida temblaba como si hubiera sido golpeada por el viento.

—…No puede ser… ¿Estás llorando?

Dante se inclinó para mirarle la cara, pero tuvo que taparse la boca con la mano que
tenía libre. En su rostro había una expresión mezclada de dificultad y admiración a
medias.

Las lágrimas, que humedecían patéticamente las pestañas de Raphael, se deslizaban


por sus blancas mejillas.

¿Por qué el matrimonio Haynesworth no detuvo a su hijo cuando les dijo que se
convertiría en soldado? Raphael debió haber seguido los pasos de su madre en la
política. Si esta cara fuera pegada en el muro de las elecciones, estaba claro que
aunque las personas apoyaran a otro partido político, le darían su voto sin dudarlo.

—Raphael Haynesworth.

—….

—¿Por qué lloras por algo así? Deja de llorar.

Desgraciadamente, llorar no era bueno para los soldados. Pero por otro lado, esos
llantos eran el estilo de Raphael, adecuados a su personalidad.
Dante dobló las rodillas y limpió esa cara llorosa con el dorso de su mano. Los ojos
verde claro, que le recordaban a los tréboles, estaban húmedos y brillaban.

«Vaya… La política también era un desperdicio. Debió haber sido modelo o actor.»

De todos modos, Raphael se graduó en la Academia Militar en lugar de en la política


y estuvo a las órdenes de Dante. Por lo tanto, Dante estaba obligado a cuidar de él.

—Estás muy borracho. ¿Puedes ponerte de pie?

—Sí.

Mientras tomaba el brazo de Raphael, lo obligó a levantarse de la silla de forma


tambaleante.

—Ah.

—Ten cuidado.

La mano de Dante se apoyó sobre el pecho de Raphael. Las puntas de las orejas de
Raphael enrojecieron al ver la mano que evitaba que se cayera.

—Gracias.

Abrazó suavemente los hombros de Dante y se apoyó en ellos. No había nada que no
pudiera entender porque estaba borracho, pero la zona de contacto era demasiado
amplia.

Raphael a menudo caminaba junto a Dante, pero en esta ocasión la parte superior de
su cuerpo estaba fuertemente pegada a él.

—Jeje…

Podía escuchar la risa del tipo que estaba llorando hace un momento. Aturdido, Dante
se apoyó en su hombro y se enfrentó a una cara con los ojos húmedos.

Por un momento, su mente lo llevó a sus viejos recuerdos; fue un día del pasado hace
20 años atrás, caminaba con Happy mientras miraba el atardecer.

La diferencia de ese entonces, era que ahora no se trataba de un niño ni de un perro


ingenuo, al contrario, caminaba junto a un subordinado borracho, y el destino era una
habitación de invitados junto al salón de banquetes, no una ladera donde desaparecía
la luz del sol.
Dante encontró una habitación en el fondo del pasillo. Si la habitación estaba
demasiado cerca al salón de donde se encontraba la celebración, los borrachos
entrarían corriendo y preguntando si ya estaba durmiendo.

—Capitán, ¿va a ir a dormir?

—Sí, es mejor ir a dormir.

«No yo, sino tú.»

Dante omitió el comentario.

—Entonces… Esta habitación es buena, Capitán.

Raphael señaló una puerta que estaba a una habitación al final del pasillo. Dante abrió
la puerta que había elegido. Cuando encendió la luz, se encontró con una habitación
del tamaño de dos habitaciones normales combinadas. Aquella habitación era mucho
mejor que las de otras.

—¿Cómo es que sabes de esta habitación?

—Cuando era un niño, e iba a celebraciones con mis padres… si decía que tenía
sueño, me traían a esta habitación.

—Ah.

Como se trata de un salón de banquetes anexo a un conocido hotel de Islas, el único


hijo de la familia Haynesworth habría venido a este lugar más veces que Dante.

Dante ayudó a Raphael a caminar y se dirigió a la cama que estaba en el centro de la


habitación.

—Ve a la cama. Me quedaré afuera para que no cometas más errores esta
noche.

—…

—Lo mantendré en secreto como lealtad a mi subordinado. Si hubieras llorado


delante de tus compañeros de equipo, se habrían burlado de ti hasta el punto de
querer darte de baja del ejército. El mes que viene recibirás tu placa*, así que
deberías saber controlarte un poco.

*N/T: Placa (완장): Se traduce literalmente como brazalete, sin embargo no lo es.
Es como una medalla o una placa parecido a la “placa de identificación” de los
soldados. Y se puede decir que es la primera que se recibe, convirtiéndolo en un
soldado y no en un subalterno (persona que apenas está en su entrenamiento). Más
adelante se explicará mejor cómo funciona el sistema militar de esta historia.

Además, si estaba así de borracho, era más probable que cometiera un error. Por lo
cual, era mejor que Raphael escuchara unas palabras de reprimienda, a que a la
mañana siguiente huyera de sus compañeros.

—Sí, muchas gracias.

Raphael juntó las manos y se inclinó cortésmente. Dante solo asintió. Raphael era una
persona cuya apariencia y comportamiento no coincidían en lo absoluto.

—Olvídalo. Sólo acuéstate.

—El Capitán todavía está de pie…

—Acuéstate debajo de la manta. Hazlo.

—Lo haré…

Un cuerpo grande se deslizó debajo de la manta. Dante inmediatamente pensó: “Que


lindo y obediente cachorro”. Una sonrisa de satisfacción apareció en sus labios.

—Vete a dormir. Es una orden de tu Capitán.

—… Capitán.

Raphael tomó la manta e hizo espacio, moviéndose al lado contrario. La cama era
grande, parecía que había espacio para que se acostaran dos o tres personas más.
Raphael levantó la manta a su lado.

—Capitán, usted también debería dormir. ¿No está cansado?

—¿Le estás pidiendo a tu Capitán que comparta la cama contigo?

—La cama… es espaciosa.

En su rostro se dibujó una sonrisa somnolienta, era la misma sonrisa de siempre, que
no perdió su encanto ni siquiera estando borracho. Realmente parecía una figura que
había sido esculpida cuidadosamente a mano, sin mencionar que tenía mucho parecido
a Happy.

Dante se sentó en la cama y lo miró. La manta de la cama era suave y el colchón le


envolvía su parte trasera. Y Raphael, que había levantado la parte superior del cuerpo
como una sirena a su lado, habló.
—En realidad aquí…, puedes apagar las luces desde la cama.

Cuando tocó en algún lugar de la cama, la habitación emitió un pitido y las luces se
apagaron. Efectivamente, era una habitación VIP.

—Y también se puede cerrar la puerta.

Hubo otro pitido y esta vez se escuchó un sonido de cerradura en la puerta.

La única entrada al salón estaba bloqueada, y la tenue luz del exterior de la ventana
sólo iluminaba la silueta de los dos hombres.

—…

—…

Después del último sonido de la cerradura de la puerta, se hizo un silencio en la


habitación. Ni Dante ni Raphael dijeron nada.

En la penumbra de la habitación, había una sutil tensión entre subalterno y superior


que solo miraban las siluetas de sus cuerpos… No había ni una palabra.

—Vaya… Mi subalterno lleva a su Capitán a la cama, apaga las luces y cierra


la puerta. No sabía que fueras un desvergonzado.

—¡Oh, es un malentendido!

No sabía que iba a ser así, pero el hombre grande se encontraba nervioso en el extremo
de la cama. La boca de Dante volvió a esbozar otra leve sonrisa.

En el breve silencio, Raphael tragó saliva varias veces.

—Se puede cerrar la puerta a distancia. Es una bonita habitación con


tecnología de punta, ¿no?

—Sí, así es.

—Raphael Hayneseorth.

—¿Sí?

La parte superior de su cuerpo se levantó, pero se hundió de nuevo en la cama. La


gruesa manta que cubría el pecho subía y bajaba afanosamente. Dante extendió la
mano hacia Raphael.

Las mejillas de Raphael se estiraron hacia los lados.


—Te dije que te acostaras. ¿No estás durmiendo? ¿Estás desobedeciendo mis
órdenes?

—No, yo, yo, yo, me voy a dormir, yo, me voy a dormir.

—¿Por qué tartamudeas?

—No. No estoy tartamudeando, ¡definitivamente no estoy tartamudeando!

Respondió con un tartamudeo en sus palabras. Era muy obvio.

Se trataba de un engaño.

Dante soltó las mejillas y lo miró en silencio. Raphael enfrentó la mirada de Dante.
Por supuesto, fue Raphael quien no logró soportar aquella mirada junto con el silencio.

—¿Qué… qué pasa?

Raphael se acercó a él vacilando, mientras adquiría una posición de gateo. Sin


embargo, resbaló y su cabeza se posicionó en el muslo de Dante como si fuera una
travesura infantil. La silueta de Raphael volvió a temblar.

—¡Huh, lo siento…!

—¿A dónde vas? Te puedes caer.

—Bueno, eso…

—Ven aquí.

Dante se subió por completo a la cama y tiró de su brazo. Raphael se arrastró hacia
donde estaba.

*suspiro*

Definitivamente se veía como Happy. Dante hizo a un lado la manta y se acostó junto
a Raphael. Ver algo tan lindo y tierno, por alguna razón hizo que se sintiera cansado.
Realmente no tenía ganas de volver al desorden fuera de la habitación.

Ya que había llegado a tal situación, Dante pensó que sería bueno dormir en una buena
cama y cuidar del miembro más joven del equipo que probablemente sufriría de una
resaca.

—Haynesworth.

Decidió que dormiría después de burlarse un poco más de Happy, ya que se separarían
después de las vacaciones.
—Sí, ¿me ha llamado señor?

—¿Tienes alguna novia?

—No…

—Parece que me estás mintiendo, dime la verdad. Hasta ahora, ¿con cuantas
personas has estado antes?

—…

Una manta abultada se removió un poco al lado de Dante.

—Oh, no era mentira. Con ninguna.

—No es posible. ¿Tú? ¿Con ninguna?

—…. Sí.

«¿No ha salido con nadie ni siquiera bajo la condición de Raphael Haynesworth?


¿Por qué?»

Dante recordó a Happy, que lloró por un buen tiempo cuando tuvo su operación de
esterilización.

—Entonces, ¿el Capitán tiene una pareja en estos momentos?

—¿Yo? Ahora mismo, la verdad es que no…

Hace tiempo tuvo una relación con alguien pero no duró mucho, dado que a menudo
estaba involucrado en operaciones inesperadas y en misiones dentro de la base del
ejército, era inevitable que la ruptura llegara, y fue durante las vacaciones. Esa
relación fue poco profunda. Por lo que hacía tiempo que no tenía una relación
romántica.

—Ahora que lo pienso, no estoy en condiciones de juzgar ni burlarme de nadie


en ese aspecto.

—Entonces el Capitán nunca ha tenido una relación de verdad.

—No es eso.

—Oh…

—¿Por qué estás decepcionado?

—No, no lo estoy.
Se oyó de nuevo el sonido de la manta en movimiento.

—Entonces, el Capitán, con la persona que ha estado, eh… entonces, usted ha


intentado…

—¿Qué quieres preguntar?

Dante se sentía como si tuviera un niño curioso delante de él. Un niño ingenuo que
era tan curioso que preguntaba lo que se le venía a la mente sin ningún rastro de
maldad.

—Aquella persona y el Capitán… ¿se besaron?

—Tuvimos sexo.

El pollito sorprendido agitó las alas. El pollito, que se parecía a Happy, era grande y
la cama se movió por todos lados.

—Sexo, eh, sexo.

—¿Cómo demonios has vivido hasta los 24 años?

—Bueno, lo sé. Lo sé.

—Sí, al parecer ha sido difícil.

Dante acarició la cabeza de Raphael. Raphael, tranquilamente apoyó su cabeza en la


palma de su mano.

—Entonces eso, el sexo, el Capitán… ¿Lo ha hecho mucho?

—Haynesworth, ¿cuánto has bebido?

Básicamente, era el miembro más joven del equipo y era alguien que frente a él
siempre se comportaba de forma cuidadosa, por lo que a Dante le parecía un poco
extraño su manera de actuar.

Aunque Dante sabía que Raphael era medio palmo más alto que él, básicamente le
preguntó: “Hyung, ¿cómo se hacen los bebés?”, al pensarlo, la voz de un niño se
superpuso en su mente.

—Solo tengo curiosidad…

—¿Qué?… ¿Cómo se hace? ¿O cómo se siente? Depende de la persona, es


diferente.

—No, no es eso…
Raphael se giró en dirección a Dante. Cuando el gran cuerpo hizo la acción, la
distancia entre los dos se acortó de repente.

—Lo que quiero preguntarle al Capitán es…

—Sí, ¿qué es?

Cuando se acercó un poco más hacia Dante, la distancia se hizo excesivamente


estrecha. Hasta el punto de sentir la respiración de la otra persona. La cama era lo
suficientemente amplia, pero Raphael actuaba como si no fuera suficiente para que
dos hombres se acostaran, por lo que cada vez se acercaba más a Dante.

Y algo caliente y pesado tocó el muslo de Dante…

—¿…?

Era tan grande que se preguntó si era lo que estaba pensando. Dante sospechó por un
momento que Raphael había escondido una botella de licor caliente en su bolsillo.
Movió suavemente sus muslos. Sorprendentemente, ese “algo” se movió y aumentó
de tamaño al mismo tiempo.

—Eso, eh, eh…

«Huh, pensé que era un cachorro…pero esta persona es un hombre.»

—Yo, yo…

La voz de Raphael era ahora amenazante. No, fue Raphael quien apuntó su enorme
erección en la parte inferior de su cuerpo, pero Dante no sabía la razón del por qué
estaba temblando como si estuviera frente a una pistola.

—Bueno, ahora que lo pienso, es solo una pregunta trivial… Entonces…


Capitán… ¿No está cansado? Buenas noches, buenas noches, yo tengo sueño…

Raphael se dio la vuelta y levantó la manta hasta las puntas de sus orejas. Era una
torpeza llamar a eso huir. Dante se quedó pensando un momento mientras miraba su
espalda con cara de desconcierto.

«Ahora, ¿qué debería hacer?»

Incluso antes de que pudieran terminar sus pensamientos, las yemas de sus dedos
bajaban lentamente por la espalda de Raphael.

La cantidad de alcohol que bebió Dante superaba a la de Raphael. Aunque la cantidad


de alcohol era diferente, él también estaba bastante borracho. Su embriaguez
duplicaba su carácter juguetón, con el que normalmente coqueteaba.
—Cuando tienes una erección, ¿te da sueño?

—…

—Raphael Haynesworth, te estoy hablando.

—…Sí, Capitán.

Cuando escuchó que lo llamaban, se giró con firmeza. Incluso en la tenue luz de la
luna, se podía mostrar que su cara estaba completamente roja.

Dante estalló en carcajadas mientras golpeaba la cama.

—Dios mío, eres un bastardo. Me has dado una increíble historia. ¿Es tan
vergonzoso para ti mencionar la palabra sexo?

—No, no reaccioné de esa manera solo por la palabra sexo… El Capitán… En


primer lugar, ha hablado de sus relaciones amorosas… Y después el Capitán ha
dicho que ha tenido sexo con ellos…

Raphael murmuró con una voz muy injusta. Era difícil de entender porque la
pronunciación era muy débil para poder entenderlo, pero Dante podía escuchar solo
las palabras de: “Capitán…y el Capitán.”.

La mejilla de Dante se apoyó en el dorso de su mano. Raphael levantó la cabeza que


estaba escondida en la manta.

—Capitán, ¿Por qué…, por qué me… me mira así?

—Realmente, realmente…

—¿Sí…?

La voz de Raphael estaba llena de tensión.

Dante volvió a acercar sus manos a la cara de Raphael.

—¿Por qué eres tan lindo? Cuando el miembro más joven del equipo se vaya,
me aburriré y no podré burlarme de nadie.

—¡Oh, Ca…, Cap…, Capitán!

Las mejillas de Raphael se estiraron como el pan blanco.

El gran colchón fue sacudido por las bromas de los dos grandes soldados. En el
proceso, su muslo se frotó de nuevo en la entrepierna de Raphael.
Hiick, Raphael, que respiraba mucho más fuerte que hace un momento, jaló la manta
hacia su frente.

Recordando el toque de su muslo, Dante parpadeó. La parte inferior del cuerpo de


Raphael estaba más excitada y dura que antes, a pesar de que lo había provocado
deliberadamente para que se avergonzara un poco.

—…Si hubiera sabido que estabas así de sano, no habría dejado que te
apuntaras para el entrenamiento en el ejército.

—…

Raphael murmuró algo, tapándose la cara con la manta y sacudiendo la cabeza. Su


pelo que había quedado expuesto se movía frenéticamente, parecía la cola de un perro
que no se podía ocultar.

Raphael volvió a murmurar algo entre la manta. Dante lo interpretó como una queja,
al parecer añadiendo que estaba siendo intimidado por él.

«Oh… al parecer es un subalterno que necesita un trato especial y algo de ayuda con
las manos…»

—Está bien, supongo que he cometido un error. ¿Qué quieres que haga?

—…

—Bueno, tal vez, ¿necesitas ayuda?

—Sí… ¿necesito ayuda? ¿Sobre qué?

«¿Dónde crees tú que necesitas ayuda en esta situación?»

Dante señaló aquel lugar con un gesto de la barbilla. Raphael ni siquiera había
entendido la indirecta.

—… El Capitán… ¿Me ayudará…?

—Ni siquiera puedes dormir por mi culpa. Por qué finges que no lo sabes y solo
aceptas.

Dante se imaginó a Raphael corriendo lindamente hacia el baño, diciendo: «¡No!».

Sin embargo, Raphael, que estaba acostado, de repente se levantó. La manta se


desprendió del hombro de este con el sonido de un crujido proveniente del colchón.

—Sí. Por favor, ayúdeme.


La sombra de Raphael se hizo cada vez más grande. Toda la luz de la luna que cubría
a Dante, fue opacada debido a lo grande que era la sombra. Se sintió bastante
abrumado por la adición del gran tamaño de Raphael y su voz baja.

—Es muy amable Capitán, así que yo también sé que hacer.

Sin embargo, Dante, que era unos cuantos años más grande que Raphael y pasó medio
año como su Capitán, tenía una impresión diferente. Incluso cuando observaba a
Raphael, que tenía una expresión firme, podía ver su inexperiencia.

Su cara estaba roja y caliente, sus ojos estaban llorosos, y su pecho temblaba como si
su corazón pudiera salirse de su pecho. La distancia era tan cercana que podía escuchar
el sonido de sus latidos.

La mano de Dante se dirigió hacia abajo. Sostuvo la pesada erección de Raphael que
estaba atrapada en sus pantalones.

—Cap… Capitán…

—¿Es tu primera vez usando las manos de otra persona?

Tras una breve pausa, Raphael contestó.

—Sí, así es.

Dante retiró la estorbosa manta con el pie. El pene caliente tembló en la palma de su
mano.

Sin embargo, Raphael no retiró sus manos a ambos lados de la cara de Dante. En este
punto, era difícil que Dante se arrepintiera, no podía decir: «Era una broma», debido
a su orgullo como superior y Capitán de Raphael.

Sus dedos buscaron a tientas la parte delantera de sus pantalones, retiraron la hebilla
y tomaron la cremallera. El pantalón se abrió con un fuerte sonido.

—Cuando me lo propongo, soy bastante bueno en la enseñanza, así que estoy


deseando mostrarte mis conocimientos.

Fue inesperado, pero Dante Bailey, como Capitán estaba dando un regalo de
graduación para el más joven del equipo.

Tenía ganas de proporcionar más clases de educación sexual.

Raphael miró a Dante Bailey que tenía una expresión ligeramente diferente, y en sus
ojos ingenuos, había algo mucho más profundo.
—Gracias, aprenderé.

Los labios de Dante no tardaron en ser cubiertos por los de Raphael, que se abalanzó
sobre ellos. Como era de esperar, fue torpe e impaciente, pero eso solamente provocó
que el beso fuera más intenso, casi dejándolo sin aliento. Era igual a su primer beso.

***

El Ejército Imperial ha simbolizado el poder del Imperio durante cientos de años. Con
un alto nivel de formación, el orgullo de los soldados de élite criados a conciencia era
alto, e incluso en las familias imperiales y aristocráticas, criar a más de un soldado en
una generación se consideraba una virtud.

Ese orgullo inspiraba lealtad al Imperio, pero también provocaba un efecto


secundario.

En la mayoría de las unidades, un Oficial graduado en la Academia Militar está por


encima de los soldados y suboficiales. Sin embargo, la mayoría de los nuevos oficiales
del grupo de élite de la Academia Militar no conocen la situación real.

En otras palabras, un persona que es joven y es ignorante del mundo era nombrado
Oficial, porque «se ha graduado en la Academia Militar», era un puesto por encima
de los soldados que ya tienen experiencia en el ejército.

Lo ideal era que los Suboficiales ayudaran al nuevo Oficial a adaptarse, y que éste
aceptara sus opiniones y aprendiera de ellos. Sin embargo, no faltaron casos en los
que se ignoró al inexperto jefe de pelotón.

Cuando surgió este problema, el Ejército Imperial ideó un sistema


llamado «Entrenamiento Cero».

Este sistema, que no existe en otros países, establece que los cadetes que han
completado el curso de la Academia Militar serán puestos a las órdenes de un
Comandante de unidad superior para someterse a un proceso de prueba durante seis
meses y luego serán asignados a una unidad principal.

La mayoría de los Capitanes experimentados que pasaron por los mismos días de
inexperiencia, trataron de enseñarles mucho a los nuevos e inexpertos Oficiales. Dante
también quería apoyar a los subalternos que acudían a él por primera vez.

Sin embargo, no esperaba que hubiera una cosa que pudiera querer tanto.

***

—Lo sentí antes, pero es enorme.


Era un diámetro que resultaba difícil de envolver con una sola mano a pesar de que
sus manos no eran pequeñas. Algo digno de admirar.

También se preguntó si la ropa interior pagada por el servicio militar podría quedarle
demasiado ajustada.

—¿No se burlaron de ti tus compañeros en el baño o en los dormitorios?

—…

Raphael no contestó, pero el Capitán, que se graduó en primer lugar en la séptima


unidad, sabía lo suficiente de lo que estaba hablando en un lugar donde sólo los
hombres se reunían.

—Ah…

Raphael gimió mientras Dante acariciaba la curva justo debajo del glande. El líquido
pre-seminal de la punta se esparció en la mano de Dante.

A medida que se adaptaba a la oscuridad, la expresión de Raphael comenzó a aparecer.


Un aliento caliente se filtró por sus labios entreabiertos. Sus hombros temblaban en
consecuencia.

Raphael gemía encima de Dante, la sensación de que alguien más lo tocara de esa
manera era alucinante.

—Capitán, ah…

Una voz baja se escuchó de la persona que estaba sobre la cama. Dante sintió sed
como si el alcohol que había entrado en su cuerpo se volatizara. Debía haber
acumulado bastante durante su abstinencia durante medio año en la zona de
Operaciones.

Mientras observaba el pene de Raphael, exhaló lo suficiente como para que el aliento
llegara a su hombro. El sonido de la piel rozando dentro de la palma de la mano se
convirtió gradualmente en un sonido húmedo.

—Hmm, Capitán, ah, ah.

—Ah…

El cuerpo de Raphael se derrumbó gradualmente y finalmente se desplomó en los


brazos de Dante. Un gran pecho presionó el pecho de Dante, sintiendo un poco de
dolor. Su corazón latía aún más fuerte mientras su respiración se comprimía.

—Capitán.
—Sí.

—Tú también tienes una erección.

—Sí… Es cierto, tengo una erección. ¡Eh!

Raphael se posicionó entre las piernas de Dante, por encima de su ropa.

—Yo también, eh, ¿puedo, eh, ayudarte?

Fue una buena práctica, Raphael era digno de elogiar, pues al parecer quería intentar
aplicarlo inmediatamente después de que se le enseñó. Era cierto que fue un poco
descuidado.

Sin permiso, Raphael abrió los pantalones de Dante y agarró la tela de su ropa interior.

Raphael observaba a Dante con una mirada que preguntaba si podía quitársela. De
hecho, más que preguntar fue una declaración.

Era la primera vez en medio año que veía una mirada tan insolente por parte de un
subalterno. En lugar de respetar a su superior, la lujuria causada por su excitación
estaba firmemente unida a él.

Dante apartó la mano de Raphael y se bajó la ropa interior por sí mismo. Los ojos de
los dos se encontraron en la oscuridad.

Pronto, Raphael volvió a cubrir los labios de Dante y la mirada que el otro encontró,
cesó. Sin embargo, se añadieron sonidos húmedos y gemidos.

—Buen trabajo, lo estás haciendo bien…ah.

Los dos penes fueron sujetados con una mano y se acariciaron entre sí de manera
rápida. Los dos penes fuertemente sujetados se rozaban con firmeza, friccionándose
entre sí y calentándose con cada segundo que pasaba.

Raphael resultó un subalterno que aprendía y entendía rápido. Dante lo guío con
instrucciones específicas.

Mientras Dante hacía la demostración, Raphael agarró los dos penes y lo hizo de la
manera que se le indicó. Los tensos músculos de la parte superior del cuerpo de
Raphael seguían temblando.

—Capitán, ah, Capitán, ah…

—Ah, sigue así, ugh…


La cintura de Raphael se agitó. Aunque solamente eran caricias entre ambos, los ojos
de Raphael estaban llorosos por las secuelas del placer. Su hermoso rostro estaba
empapado de sudor.

La cara de Dante se enrojecía cada vez más, aumentando su embriaguez y el placer


del contacto sexual impulsivo. Era una escena dramática, ya que el rostro parecía feroz
debido a la tensión sexual.

—Ah, ah…

—Eres muy sensible.

Se limitó a acariciar suavemente el pecho de Raphael, pero la respuesta fue muy


grande. Hubo unas pocas pulsaciones en su pene.

Fue tan rápido que pensó que Raphael podía eyacular en cualquier momento.

Dante rodeó con sus manos ambos miembros, y comenzó a mover dichas manos arriba
y abajo mientras observaba las expresiones de Raphael. Con el movimiento, apretó
ambos penes con fuerza.

La presión y la excitación llegaron. El gemido de Raphael se hizo más fuerte.

—Capitán, Capitán, ah…

El alcohol, que empezó a circular rápidamente por los vasos sanguíneos, volvió a su
cabeza. La sensación de embriaguez se elevó y se sentía mareado. La mente de
Raphael estaba nublada por el deseo sexual y no podía pensar en nada más.

—Huh, huh. Capitán, ugh…

Raphael, que estaba más borracho que Dante, no podía controlar su cuerpo
tembloroso.

Frotó su mejilla en el hombro de su Capitán. Gemidos bajos y llamadas a Dante se


escucharon demasiado cerca.

—Ah, ah, ah, Capitán, Capitán…

—¡Oh, vaya…!

Raphael fue el primero en eyacular. El semen fluyó pegajoso y caliente sobre el pene
que tenía frente a él. Raphael, que tenía apoyado su pelo en el hombro de Dante, se
movía de un lado a otro.

—¡Capitán, ah, ah…!


Cada vez que oía su voz, se sentía como si Dante estuviera intimidando a Raphael.
Dante tomó su barbilla y la levantó. Metió su lengua en la boca contraria y frotó la
punta de su pene, que aún no había eyaculado, contra el estómago de Raphael.

—Te adelantaste a tu Capitán.

—Bueno, me disculpo.

Raphael abrazó la cintura de Dante con sus brazos. Las palmas calientes parecían dejar
huellas como un sello.

Dante también tuvo la sensación de estar al borde de eyacular. Con gran excitación,
lamió la carne dentro de la boca de Raphael.

—Ah, un poco… Abre más la boca, ugh. Bésame.

Fue el mejor comentario de toda la noche.

El Capitán no menospreciaba a Raphael.

Raphael acercó la cintura de Dante con fuerza y empujó su gruesa lengua dentro de
su boca.

La temperatura del cuerpo de Raphael mezclado con el sudor que caía, hizo que Dante
temblara de excitación.

—Ah…

Era una temperatura corporal que tocaba con su piel después de mucho tiempo de
abstinencia. Se sentía tan bien que parecía ser inexperto en el tema.

—¡Ah, ah, ah, ah, ah…!

El semen fue rociado sobre el abdomen firmemente marcado de Raphael. Cada vez
que Dante se movía a su propio ritmo, de su cuerpo resbalaba sudor. La piel del vientre
manchado de blanco, que fue salpicado por el semen de Dante, se contraía.

—Ah, ah…

—Capitán.

Lo primero que vio Dante al abrir los ojos tras recuperar el aliento, fue la erección de
Raphael… No, más que decir que era una erección, parecía más a un rifle.

Dante acarició con la punta de sus dedos el grueso pene. Aunque tembló, volvió a
ponerse rígido. Raphael volvió a tener una segunda erección.
—Jaja… Todavía eres joven. Ya se ha puesto así.

—Capitán, ah, Capitán.

Raphael jadeó y se encontró con Dante. Su respiración era peor que la de Dante, que
acababa de eyacular.

Los brazos de Raphael se abalanzaron sobre Dante y lo envolvieron de forma que su


pecho se sentía contraído. La rígida sonrisa de Dante se extendió sobre el hombro de
Raphael.

—¿Quién es el que busca tan desesperadamente al Capitán?

—Bueno, yo, Raphael Haynesworth, Capitán.

El cuerpo de Dante se inclinó hacia atrás. Raphael recostó a Dante en la cama, se subió
a su cuerpo y le frotó la nariz y la mejilla como si un perro lo oliera. El pelo agitado
le hacía cosquillas en la piel.

—Capitán, estoy raro. Después de verte eyacular, mi cuerpo reaccionó.

—Haynesworth.

Raphael empujó su cabeza casi hacia la de Dante, y gimió para mantener su cuerpo
un poco más cerca. Dante estaba completamente atrapado entre la cama y Raphael.

—No sé por qué. Hmm. Es extraño. Nunca he estado así en mi vida.

Un pene sin experiencia, que había estado protegiendo su castidad durante varios
años, se acercó a los muslos de Dante y comenzó a frotarse contra ellos.

Por primera vez en su vida, el gran cachorro no sabía qué hacer con el ardor y el deseo
sexual que comenzaba a emerger de nuevo. Dante, que en un principio había arrojado
aceite al fuego, también se sentía avergonzado.

—Espera un momento, Haynesworth. Cálmate.

—Quiero volver a eyacular delante del Capitán. Siento mi cabeza caliente… y


mi pene se siente extraño. Estoy muy excitado. Por favor, ayúdeme de nuevo,
Capitán.

Su espalda no podía quedarse quieta y se movía arriba y abajo. Entre los muslos de
Dante, un pene con el glande y los testículos hinchados se frotaba ansiosamente.
Cuando Raphael empujó su pene contra los muslos, y en cuanto empujó su cuerpo con
fuerza, Dante, con una diferencia de peso físico, su cuerpo se vio obligado a sacudirse.
Dante agarró el brazo de Raphael. Tal vez había una diferencia de peso entre los dos,
pero lo respaldaban siete años de experiencia.

Raphael no podría ser rival para Dante.

Al detener sus movimientos, Raphael movió la cabeza de un lado a otro. Las


lágrimas cayeron sobre el rostro de Dante con una triste llamada: «—Capitán».

—Haynesworth.

—Me siento extraño, por favor, ayúdeme.

Raphael lloró y suplicó.

—…Ah, sabes que… no soy bueno en este sentido, ¿verdad?

Si lo hubiera obligado a tener sexo, Dante lo habría puesto de rodillas y lo habría


sacado a patadas de la habitación

Pero cuando suplicaba como un pobre cachorro, no pudo evitar conmoverse.

Ante el subalterno, que sollozaba y lloraba, Dante no podía evitar querer ayudarlo.

Dante le soltó el brazo y dejó escapar un largo suspiro.

—Bésame, Haynesworth.

—Sí, Capitán…

La lengua activamente estirada se entrelazó con la otra. La respiración de Raphael,


que era temblorosa, se derramó dentro de la boca de su Capitán. El pene
dolorosamente hinchado continuó moviéndose entre los testículos y los muslos,
acariciando la entrepierna y el trasero de su superior. Ante el estímulo, el pene de
Dante comenzó a hincharse de nuevo.

—Ah, ah. Raphael.

—Nunca me llama por mi nombre, y ahora lo hace…

Raphael tensó los músculos de la espalda y ante los movimientos y la situación, el


llanto seguía. Hacía tiempo que su pene había cobrado fuerza, como la primera vez.

Tanto Dante como Raphael tenían un buen físico, aunque subieran corriendo las
escaleras del hotel hasta el último piso, ellos no tendrían un cansancio significativo.
Si sólo se ayudaban con las manos, el calor no disminuiría hasta el amanecer.

Dante tampoco podía conformarse con este tipo de placer tan suave.
—Capitán…

«Parece que tengo que ir hasta el final.»

Dante miró su hermosa cara conmocionada, respirando sobre él.

También era su primera experiencia con un hombre. Pero el problema era…

—Haynesworth, tú… eres virgen, ¿verdad?

—…¿Qué? Sí.

Bueno, dadas las circunstancias hasta ahora, ya había sacado una conclusión muy
natural.

«Mierda…»

Dante dudó por un momento y luego tomó una decisión.

No podía hacérselo a un virgen como su primera experiencia…

Dante le rodeó la cintura con ambas piernas y tiró de él con fuerza. Raphael soltó un
grito de: «Capitán» e inhaló cuando su pene fue apretado entre las caderas de Dante.
Fue un grito que no coincidía con su cara bonita.

La causa del impulso fue bastante compleja. Estaba borracho hasta el punto de ser
irracional.

La abstinencia durante la operación, el deseo de dibujar una buena impresión ante su


subalterno y la temperatura caliente del cuerpo, todas estas emociones se mezclaron.

—Ah, eres tan lindo.

«Haz lo que quieras.»

Dante rodeó el cuello de Raphael con un brazo y con la otra mano buscó a tientas en
el cajón de la mesa junto a la cama.

Como era de esperar, encontró un condón envuelto. Sonrió y rasgó el paquete con los
dientes. Y se lo entregó a Raphael.

—Toma, póntelo. Ahora yo también tengo curiosidad.

—… ¡Sí!

La mano de Raphael se movió a toda prisa. Por suerte, sabía cómo colocarlo, por lo
que no fue necesario que Dante le diera lecciones del uso de un condón.
Raphael volvió a reaccionar de manera inmadura y apasionada antes de agarrar los
dos muslos de Dante. Cuando Raphael se acomodó entre las piernas, Dante estaba
menos relajado. Dante se mordió los labios con nerviosismo.

Al parecer no tuvo suficiente con las lecciones sobre sexo y ansiaba más, se esforzaba
por no parecer inexperto en el tema, a Dante le dio un poco de lástima. No había
ninguna otra persona tan dedicada como él.

La última vez que Dante abrió los ojos, vio directamente su cara llena de lujuria. Era
hermosa como siempre y más varonil de lo que esperaba.

La mano empapada en el gel restante en el paquete de condones se apresuró a abrir


un lugar desconocido.

—¡Uf, ugh…!

Los movimientos fueron lentos, por lo que Dante poco a poco se acostumbró, sin
embargo, no era suficiente y de un momento a otro…

La experiencia de entregarse a un hombre por primera vez fue más dolorosa de lo


esperado, pero al mismo tiempo se sintió un poco mejor. Ambas sensaciones fueron
tomadas por la persona frente a él, Raphael Haynesworth.

«Es grande, demasiado grande… no puedo creerlo…»

Lo sabía desde que lo acarició, pero era un tamaño sin escrúpulos que no podía
compararse a un pene normal. Eso fue lo que Dante pensó en su borrosa memoria.

—Capitán, Capitán… Dante, mi Capitán…

Durante la noche, Dante escuchó innumerables jadeos que lo llamaban.

1. Romantic?

[¿Llegaste bien a casa?]

Este fue el mensaje que envió hace dos días por la mañana. Y…

[Subalterno Haynesworth.]

[¿Qué está pasando?]

Estos fueron dos mensajes enviados por Dante, que no había recibido ninguna
respuesta, hiriendo un poco su orgullo. Todos los mensajes no mostraban ningún
indicio de que hubieran sido leídos, por lo que no podía esperar una respuesta. Por
primera vez en su vida, Dante Bailey quería añadir, un registro de “comunicación
después del sexo, sin notificación.”

Miró hacia su pasado hace dos días atrás. Estaba aún más enfadado cuando lo pensaba.

Raphael, que tenía un gran cuerpo, una gran personalidad y un comportamiento


respetable, había tenido su primera experiencia sexual. Era tan animado por debajo de
la cintura, y todo lo que podía decir era: «Me gusta el Capitán, realmente me gusta el
capitán.”

Mientras seguía escuchando, más se avergonzaba, y Raphael al verlo, solamente se


excitó más… Bueno, para ser sinceros, cuando Raphael agarró su cintura y golpeó
con su pene hacia arriba, Dante no pudo ni siquiera gritar o dejar escapar un sonido
sofocante, debido al dolor que sintió. Al día siguiente, solamente tuvo problemas para
retirar el semen que estaba acumulado profundamente.

—Ugh.

Se levantó para tomar el móvil que estaba apartado de la mesa y gimió. Su espalda
seguía palpitando debido al dolor.

Raphael tuvo sexo por primera vez, y Dante fue el que “recibió” por primera vez, por
lo que ambos tuvieron un sexo sin mucho tacto, y las secuelas quedaron intactas con
Dante.

—Uf…

Dante tuvo que soltar un largo suspiro cuando tomó el teléfono.

El subalterno de Dante, que tenía un ascético rostro angelical, un musculoso cuerpo


torpe y… una bestia en la entrepierna, desapareció a la mañana siguiente sin dejar una
sola nota.

Hasta el momento, estaba dispuesto a pasar página, diciendo: «Oye, chico guapo,
debes de haber estado bastante avergonzado después de beber», pero al ser ignorado
durante dos días, su paciencia y su orgullo empezaban a desmoronarse.

De hecho, Dante esperaba que Raphael viniera a él, diciendo: «Capitán…»

De verdad lo esperaba.

Entonces Dante trataría de hablar como un superior frente a él diciendo: «Ahora que
ya ha pasado, nada se puede hacer al respecto. ¡Olvidémoslo! ¡Hagamos como si no
hubiera pasado nada!” A pesar de haber tenido su primera experiencia con un tamaño
y un dolor considerable, estaba dispuesto a disimularlo por su joven subalterno.
Qué sorprendido y avergonzado debía estar Raphael a su manera. Por lo que Dante
pensaba, que se sentiría aliviado si le decía que todo lo de ese día fue sólo un suceso
de borrachos.

Así podía hacerlo.

Dante abrió la ventana de mensajes y bajó el móvil nervioso.

«Entiendo que estés avergonzado, pero ¿por qué me ignoras? Tenía un plan para
pasar unas vacaciones magnificas, y ahora no puedo hacerlo porque alguien me jodió
la espalda»

En ese momento, el teléfono móvil vibró de forma constante. Dante encendió


rápidamente la pantalla.

[Oye bastardo traidor, aún es demasiado temprano para que te vayas a dormir. ¿Qué
tal una reunión el día de hoy con el Capitán y los demás compañeros? Suena bien]

Era un mensaje de su compañero Leone. La fuerza de la mano que sostenía el móvil


se relajó. Pronto, entendió que era absurdo esperar algo tan deseosamente solo para
después sentirse decepcionado.

¿Por qué sentía pena por alguien guapo? Dante siempre fue guapo desde un principio.

Dante le dio la vuelta al móvil. Luego lo levantó de nuevo.

[De acuerdo. Vamos a beber. Encontraré un lugar para pasarla bien toda la noche.]

Era mejor beber y divertirse un rato que estar viendo constantemente el móvil durante
todas sus vacaciones. También, debe de darle explicaciones a Angela, que
seguramente está enfadada porque su jefe se escapó demasiado temprano de la
celebración de reconocimiento.

Dante abrió la puerta principal sólo con su chaqueta y su cartera en mano.

La puerta, que estaba forzada, chocó con fuerza contra alguien que estaba fuera. Un
fuerte golpe sonó en el vestíbulo de la residencia oficial.

—Lo siento. ¿Está bien…?

Pronto Dante dejó de hablar. La persona tan solo se quedó parada en el mismo lugar
mientras se frotaba la frente.

—Ca… Capitán

—Tú…
Frente a la puerta de su residencia oficial, estaba Raphael Haynesworth.

Dante sintió que cuando se enfrentara a Raphael, al menos podría decir: “Oye, ¿cómo
has estado?” Sin embargo, en cuanto se encontró con el rostro de Raphael, su espíritu
de lucha se derritió como la nieve. Las manos de Dante sujetaron la cara de Raphael.

—¿Qué te pasó en la cara?

Una de las mejillas estaba roja e hinchada. Estaba claro que era un golpe de alguien.
Sin embargo, las mejillas estaban frías.

Aunque era el comienzo de la primavera, todavía era la temporada de frío. ¿Cuánto


tiempo había estado de pie en el pasillo?

Las manos de Raphael se posaron con nerviosismo alrededor de las manos de Dante
que sostenía su cara, dichas manos estaban demasiado blancas.

—Capitán…

Raphael inclinó la cabeza. Al parecer estaba evitando el contacto físico, por lo que
ninguno de los dos sabía lo que realmente iba a pasar. Dante suspiró profundamente.

—Entra.

—Oh, no. Está bien…

—No me hagas repetir lo mismo dos veces. Entra.

Solo entonces Raphael movió los pies, vacilante y entró.

—Haynesworth, ¿qué demonios está pasando?

«¿Por qué te pusiste delante de la puerta?, ¿qué te pasó en la cara? Y ¿por qué no
has respondido ninguno de mis mensajes?»

Tenía mucho que preguntar.

Pero antes de que Dante abriera la boca, Raphael se arrodilló.

—Capitán, lo siento. Lo siento.

—¿Qué?

—…

Los labios de Raphael temblaron. Inclinó profundamente la cabeza frente a Dante.


—Sé que no quiere volver a ver mi cara. Siento haber venido aquí. Pero como
todavía estoy bajo las órdenes del Capitán… Dijeron que necesitaba su permiso
para ser dado de baja del ejército.

—¿Qué?

¿Dado de baja del ejército?… Fue un largo camino para Dante al llegar donde está
ahora, pues era siete años más grande que Raphael. ¿Por qué un chico que acababa de
graduarse de la escuela militar quería darse de baja?

—¿Por qué estás tratando de salir del ejército? ¿Qué pasó?

—…

—Raphael Haynesworth, como tu Capitán, necesito saber la razón.

Raphael bajó la cabeza y mantuvo la boca cerrada. Miró a Raphael de rodillas durante
mucho tiempo, pero no pudo lograr que le diera una respuesta. Dante suspiró
profundamente.

—Bien. Primero dejemos de lado el tema de darte de baja del ejército. Dime
por qué tu cara tiene ese aspecto. ¿Te peleaste?

—¿Eh?

Si era una pelea con un civil, era un problema, no sería suficiente que reprendiera a
Raphael, ya que no estaba permitido. Incluso Dante, que estaba a su cargo, podría ser
reprendido por esa acción. Sin embargo, más que preocuparse por las medidas
disciplinarias, lo que le preocupaba era la cara de Raphael y su repentina baja del
ejército.

Cuando vio su rostro bajo la luz de la habitación, no sólo tenía la cara hinchada sino
que también tenía los labios agrietados. Era tan lamentable que eso fue suficiente para
que olvidara su enfado por haberlo ignorado.

«¿Quién te golpeó?…»

Al sentir la mirada de Dante, Raphael se cubrió la cara con una mano, quizá porque
sintió la intensa mirada de su Capitán.

—No, no he peleado con nadie.

—Entonces…

—Eso es…
—Llevo dos días sin poder localizarme contigo, de repente apareces frente a mí
con la cara llena de heridas, y añadiendo, que no me convence esta situación de
pedir mi aprobación para que te des de baja en el ejército.

—Oh, ¿ha tratado de ponerse en contacto conmigo? Lo siento. Mi teléfono


estaba roto, así que no pude comprobarlo. Si era una orden importante…

—No… no era muy importante, así que está bien. Entonces, ¿cuál es la
respuesta a la pregunta, por qué tu cara está así?

—Eso es…

Dudó un momento y abrió la boca comenzando a tartamudear.

—Mi padre, sabe que utilicé la habitación del hotel de la sala de banquetes…
Y… bueno, que he estado con otro hombre… Sí, estaba demasiado enfadado
por haber hecho eso…

El padre de Raphael Haynesworth está actualmente en la cima del Ejército, es el Jefe


del Estado Mayor del Ejército*.

*N/T: En las fuerzas armadas modernas, el Estado Mayor es el grupo de oficiales que
cumplen tareas de administración, logística y planeamiento bajo la dirección de un
oficial de rango superior. Están encargados de asesorar técnicamente a los jefes
superiores, distribuir las órdenes impartidas por estos y supervisar su cumplimiento.
Es decir, el padre de Raphael es el jefe de todo el ejército.

Dante había escuchado que el Comandante era estricto con sus hijos, especialmente
con Raphael.

«¿Dejó a su hijo de esta forma solo porque se enteró que se acostó con un hombre?»

—Entonces… ¿por ese motivo tu cara está tan golpeada?

—No. Sólo está hinchada y tiene mal aspecto, pero no es tan grave.

—¿Crees que no puedo identificar bien las lesiones que tengo frente a mí?

Era algo difícil de ver, tenía una herida que fue producida por golpearlo varias veces
con una gran fuerza. Debido a que su piel era blanca, las huellas de manos y rastros
de hematomas azulados eran bastante visibles.

—Pero, ¿por qué te pusiste de rodillas en cuanto entraste?

Pronto, una idea cruzó por la mente de Dante.


—Oh… Por casualidad, ¿tu padre sabe que te acostaste con un hombre, pero
no sabe con quién?

—¿Eh? Sí. No lo sabe.

—¿No quieres que el comandante lo sepa?

—Sí. Si no lo sabe… creo que sería lo mejor. Probablemente.

—Ah.

Dante se dio cuenta de por qué Raphael quería ser dado de baja del ejército y por qué
de repente se puso de rodillas frente a él.

El hecho de que se haya acostado con un hombre causó este lío.

Si su padre se enterara que era una relación de una sola noche con el Capitán de su
hijo, Dante no se imaginaba que tan enfadado estaría.

En otras palabras, Raphael quería decir: “Por favor, no reveles a otras personas el
hecho de que te acostaste conmigo.”

Teniendo en cuenta su entorno familiar y la costumbre de tratar a su único hijo con


tanta severidad, era razonable llegar a esta situación. La culpa es de Dante, que no
tuvo en cuenta la situación de Raphael porque no pudo resistir las ganas de
emborracharse y acostarse con él. Sin embargo, el humor de Dante estaba ligeramente
fastidiado.

—Está bien, no tienes que hacer esto. Entiendo lo que quieres decir y no te
preocupes.

No había nada más que decir, incluso sobre el asunto de darse de baja del ejército.
Aunque Dante no conozca la situación, debe tan solo guardar el secreto.

Raphael abrió mucho los ojos mientras Dante suspiraba sin mirarlo. Pronto, sus ojos
temblaron.

—¿Está enfadado?

—No. ¿Por qué habría de estarlo?

Giró la cabeza en silencio. El final fue lo suficientemente incómodo como para que
su voz sonara rígida. No tenía nada que decir, ya que Dante lo había estimulado
primero como una travesura de borracho, pero al pensar que perdería a uno de sus
subalternos le importaba.
Raphael inclinó aún más la cabeza. Así que Dante no vio la expresión desesperada en
la cara de Raphael.

—Lo siento.

—Olvídalo, no pasa nada.

—Bueno, necesito tiempo para organizar mis asuntos personales antes de


entregarme… Así que me iré. Quería disculparme en persona. Siento las
molestias. Voy a entregarme ahora.

—De acuerdo, adiós… Espera, ¿Entregarte? ¿De qué estás hablando?

«¿Dijo que se entregaría?»

Dante dejó de intentar sentirse molesto cuando la palabra surgió de repente. ¿De qué
estaba hablando?

—¿Por qué motivo vas a entregarte?

Raphael levantó la cabeza. Cuando hizo contacto visual con Dante, la cara llena de
heridas, se distorsionó.

—Bueno, soy un bastardo violador.

—¿Tú?

—Lo siento…

Lo que hicieron hace dos días, no podía considerarse como una violación… Verlo tan
triste mientras decía palabras sin sentido, hizo que Dante se sintiera un poco
incómodo.

—¿No me digas que estás hablando de mí? ¿Me forzaste…? ¿Me violaste?

—Sí…

—¿Cuándo me violaste?

—…

Raphael miró a Dante. Los ojos verde claro estaban húmedos y las gotas de agua
comenzaron a caer. Los labios temblaban.

—Capitán, usted seguía diciendo que le dolía, e incluso hubo un tiempo en que
lloró.
—¿Lo hice?

—Lo hizo. Cuando me percaté que estaba llorando… Debí haberme detenido
entonces.

El sexo era intenso, y era la primera vez que Dante dejaba que alguien entrara por su
parte trasera, así que las lágrimas fisiológicas podrían haber salido cuando la
excitación fue mayor.

Oh, Raramente recordaba a Raphael lamiendo sus mejillas con fuerza. A pesar del
movimiento agitado de su cuerpo, pensó: «¿No está este bastardo realmente feliz?».

—¿Qué más he dicho?

—Dijo que era demasiado grande. Lo repitió varias veces… dijo que era
demasiado doloroso y que parara.

Era grande, es cierto. No se extraña que al principio lo confundiera con una botella de
licor en el bolsillo. Porque parecía de ese tamaño.

—A pesar de que el Capitán dijo que no, lo hice tres veces más…

Dante se quedó dormido como si estuviera desmayado, así que sus recuerdos no eran
demasiado claros. Desde la realidad, ambos estaban borrachos, excitados y sus
cuerpos estaban calientes, así que todo se mezclaba.

—En realidad, incluso después de que el Capitán se desmayara, no me detuve y


simplemente eyaculé. Pero el Capitán no lo había hecho… así que, eh, bueno,
de repente su pene se veía delicioso, así que secretamente lo lamí.

… Así que eso había sucedido. Cuando Dante despertó, había un montón de semen
seco en su cuerpo. Y aquellas últimas palabras eran… Decidió fingir que no lo había
oído, porque Raphael tenía su cara cubierta en sus manos.

—Soy un violador desvergonzado.

—¿Qué?

—¡Soy un violador desvergonzado!

—¡No, no te estoy pidiendo que lo repitas!

No sabía qué pensamientos extraños habían pasado en esa cabeza de nube dorada.
Dante se tocó la frente y buscó desesperadamente los recuerdos de aquel día.

«Sí, creo que dije que era grande y que dolía. Pero, ¿cuándo te dije que pararas?»
‘—¡Haynesworth, Ah, Hmm… espera! Ah, me duele, un poco más lento,
detente…’

Ah. Dante volvió a mirar a Raphael.

—¡Raphael Haynesworth! ¿Qué le dijiste al Comandante?

—Le dije honestamente que el día del banquete, estaba borracho y abusé… no,
violé a la persona que me gustaba. No le dije que esa persona era el Capitán.

—¡Oye, estás loco!

—Así es. Estaba loco en ese momento…

—¡No!

«¡Esto me está volviendo loco!»

Dante sacudió la cabeza con ambas manos. Por un momento reflexionó


profundamente sobre sí mismo por haber malinterpretado a Raphael. Entonces, el
hombre frente a él comenzó a jurar de nuevo que era un idiota.

Así que ahora, Raphael, que sólo había sido educado a fondo en el tema del sexo, pero
que no había tenido su primera vez hasta esa noche, pensó que debió haberse detenido
cuando escuchó: “Duele, detente”. Pero no pudo vencer a sus instintos y siguió
teniendo sexo, por lo que llegó a la conclusión que era un violador.

Por ese motivo había decidido entregarse y antes de hacerlo debía de organizar sus
asuntos personales… En el proceso, le había dicho a su padre.

Le dijo al Comandante que había violado a una persona…

—…

Sí, tenía que asumir la responsabilidad si tenía relaciones sexuales. Eso es cierto, pero
no tenía que asumir la responsabilidad por sí solo. Dante, la víctima imaginaria de
Raphael, nunca fue forzado por él…

No, no fue una violación. Para ser sinceros, fue Raphael quien fue arrinconado por
sus bromas ese día, fueron sentimientos mezclados, pero el más importante: simpatía.

—En primer lugar, tienes una muy buena educación. Haynesworth, no tenías
nada de que lamentarte ni mucho menos disculparte por lo que pasó ese día.
¡Nada! Yo, que me acosté contigo, no pienso en ti como un violador. Así que
vete a casa y explícalo de nuevo.
—Bueno, ya me han echado de casa.

—Oh.

Dante se barrió la cara con una mano, no sabía cuántas veces lo había hecho, pero
estaba seguro que si seguía, marcas de su mano estarían en su rostro. El precio de
tocar a un joven maestro de una prestigiosa familia por el impulso del momento era
bastante duro.

Las palabras que siempre escuchó en la iglesia cuando era niño, el consejo de vivir
cuidadosamente, pensar antes de actuar y tener en todo momento que Dios está
mirando cada acción, no pudieron ayudarlo hoy. Sin duda, lo que había pasado aquella
noche fue algo que el Señor no debía ver.

—No tiene que preocuparse por ello. El Capitán es simplemente generoso, pero
es cierto que hice algo sin escrúpulos.

“Soy una basura… Merezco ir a la cárcel…”

La cara demacrada de Raphael lo decía.

—¡Oye, idiota!

—Así es, soy un idiota…

—¡No me contestes! No, no quiero decir que te calles. Solo, no digas eso. Ha…

En primer lugar, tenía que resolver el asunto del tonto de Happy que creía que era un
violador.

—Muy bien. Escucha.

—Sí…

—Cuando dije “eres grande y duele” es sólo una descripción objetiva de la


situación. Tu pene es grande y simplemente entró en mi parte trasera, claro que
iba a doler. Pero, nunca dije que no me gustara o que lo sacaras, nada de eso.
Es decir, duele pero no es malo. ¿Lo entiendes?

—Oh, entonces, cuando dijo que le dolía…

—Dije que me dolía porque te precipitaste a meterlo.

—Ah…

«Ya veo.»
Raphael asintió con la cabeza y con un rostro de aceptación. Y un momento después,
se sonrojó ante las expresiones tan abiertas de Dante.

—Pero la razón por la que me pidió que parara.

—Deja de frotarte en la entrada y date prisa.

—…

Dante suspiró mientras lo miraba.

—Haynesworth, piénsalo. Nunca dije que no, ni mucho menos me negué. Fue
sexo consensuado. Piénsalo. Si realmente lo odiara, ¿crees que iba a dejar que
me obligues a hacerlo? ¿Tan siquiera puedes vencerme?

Dante Bailey es el Capitán que ha trabajado en el SAG de las Fuerzas Especiales


durante siete años, y Raphael acababa de graduarse de la Academia Militar. Aunque
hubiera una diferencia de peso y complexión, tomaría tan solo un instante antes de
que Dante dominara a Raphael si lo decidía. Raphael negó con la cabeza.

—No…

—Entonces, no tuve la intención de resistirme a ti, y… hmmm, tener sexo


contigo… lo he disfrutado bastante.

«¿Por qué tengo que persuadirlo transmitiendo mi impresión del sexo con él?»

Por un momento se sintió escéptico.

Sin embargo, después de escuchar esta explicación intuitiva, el nivel uno, el


principiante subalterno, Raphael, que había sido virgen hasta hace algunas noches,
levantó la mirada.

—Capitán, ¿está seguro?

—Sí.

—¿Quiere decir… que no hubo violación?

—Sí, absolutamente no.

—…Es un alivio.

El alivio se extendió por la cara de Raphael.

«¿Qué tiene de bueno que te golpeen y te echen de casa?»


Dante atravesó la estrecha habitación con un rostro preocupado.

Si tuviera que decirlo, este incidente fue más su culpa que el ingenuo subalterno. Fue
él quien prendió fuego a la mecha aquella noche, y echó aceite para que ardiera más
de lo que ya era.

Toda la culpa fue de Dante.

«¿Qué debería hacer?»

Dante miró a Raphael.

Entonces, fue a ver a su padre, el Jefe del Estado Mayor del Ejército, y le dijo: «He
violado a una persona, y esa persona es un hombre», por lo que había sido golpeado
y echado de casa por un padre justo que había sido soldado toda su vida. Dante no
podía creerlo.

—Haynesworth, levántate.

—Sí.

—Siéntate ahí.

Dante señaló una silla.

—Sólo hay una silla…

—Entonces, ¿debo sentarme en la única silla y mirarte hacia arriba mientras


mi cuello se lastima? Sí que eres arrogante.

—¡Oh, no!

Ante las palabras de Dante, tomó asiento rápidamente, pero después de sentarse,
descubrió que si era el único que se sentaba, era aún más arrogante…

Era demasiado tarde aunque se haya dado cuenta. Si no hubiera hecho esto, con su
personalidad seguramente estuviera de rodillas todo el tiempo.

Dante se acercó frente a Raphael, revisó su rostro comprobando los lugares donde
había sido golpeado, lamentándose: «Oh, Dios mío…». Los labios ennegrecidos
hacían que su cara se viera más miserable.

Dante sacó el botiquín de primeros auxilios y colocó pomada en las yemas de sus
dedos.
Dante se detuvo un momento cuando la distancia entre el rostro de la otra persona y
su mano era demasiado corta.

Se había enredado con su Capitán e incluso sufrió golpes por parte de su padre, pero
la mirada de Raphael sobre él seguía siendo la misma que antes. No había ni una sola
expresión de decepción o resentimiento.

Cuando las yemas de sus dedos manchados de pomada lo tocaron, Raphael se


sobresaltó por un momento al sentir un poco de dolor. Pero pronto, llevó sus dedos
cerca del ojo de Raphael y las orejas de este de inmediato se volvieron rojas. Raphael
se quedó quieto sin oponer un momento de resistencia mientras las yemas de los dedos
le rozaban su cara.

Dante aplicó la pomada por toda la cara de Raphael con sus ásperas manos. El tipo
que hacía cualquier cosa y solía decir constantemente: «¡Yo lo haré!» o «¡No se
preocupe!», bajaba sus cejas doradas mientras recibía el tratamiento con calma.

—¿Qué demonios le pasó a tu guapo rostro?

Los párpados que estaban bajando se elevaron. Dante hizo contacto visual con
Raphael.

—¿Por qué me miras así?

—…El Capitán es más guapo.

Dante tocó su frente, que no tenía heridas.

«¿Cómo puedes decir eso ahora?»

—¿Cómo está tu boca?

—Está bien.

—¿De verdad?

—….

—No está bien. Espera un segundo.

El dedo de Dante entró en la boca de Raphael y aplicó la medicina cerca de la mejilla


hinchada. La lengua rígida tocó sus dedos. También parecía haber una herida en el
interior, sumando a que estaba más hinchado.

—Debe doler más aquí que en cualquier otra parte.


Dante seguía acariciando su cabeza mientras aplicaba la medicina cuidadosamente
por su boca, sintiendo un poco de pena por la persona frente a él. Sus ojos, que habían
estado mirando a Dante fijamente, comenzaron a humedecerse.

—¿Por qué lloras?

—…Oh, Capitán.

Sus dedos, que habían aplicado cuidadosamente la pomada por toda la boca, se
retiraron. Se limpió las manos, puso la pomada en su lugar y luego volvió a mirarlo,
dándose cuenta que los ojos de Raphael estaban rojos. Estaba claro que los había
frotado.

—He aplicado una medicina, que en el mejor de los casos te ayudará. Quédate
quieto.

Dante quitó la mano de Raphael y limpió los ojos húmedos en su lugar.

Sin embargo, aunque los acariciaba con los dedos, las lágrimas siguieron cayendo.
Raphael intentaba soportar las lágrimas desesperadamente, frunciendo las cejas, pero
al final, las lágrimas siguieron deslizándose por sus mejillas.

—Capitán…

Los hombros de Raphael temblaban.

—Yo, en serio, al Capitán, no lo obligué ni lo forcé a hacerlo, ¿verdad?… A sus


ojos, no parezco una basura sin escrúpulos, ¿verdad?

—…

Dante se dio cuenta de repente de que Raphael se había convertido en un joven que
se había graduado de la Escuela de Entrenamiento Militar.

Lo seguía mientras pretendía tener madurez, así que constantemente lo olvidaba, pero
sólo tenía 24 años.

Había malinterpretado las cosas creyendo que había violado a su Capitán, fue
golpeado, lo echaron de su casa y decidió entregarse. Debió de haber estado
aterrorizado todos estos días, mientras que a Dante solo le molestaba que no se hubiera
puesto en contacto con él.

—No, realmente no lo eres.

—Sí…
La conciencia de Dante fue severamente atacada. La basura fue él mismo quien tocó
a este chico ingenuo. ¿Por qué no se dio cuenta que sus 24 años y los 24 años de
Raphael eran diferentes a alguien quien había crecido heterosexual e ingenuo?

Dante acarició su cabeza cuando Raphael comenzó a llorar más fuerte. No sabía si era
el adecuado para consolarlo, pero sus hombros estaban temblando tanto que comenzó
a pasar su mano sobre su espalda de arriba hacia abajo.

—Haynesworth.

—Sí.

Ahora Dante tenía que asumir la responsabilidad por el impulso de la noche y lo que
sucedió. Como el anciano que era, y como persona que le gustaba trabajar*.

N/T: Se refiere a como Capitán.

—¿Puedes contactar con el Jefe del Estado Mayor para verlo en persona?

Raphael levantó su cuerpo, que hasta hace un segundo estaba apoyándose en Dante y
lo miró.

Dante suspiró y le dio una sonrisa al ver su rostro lloroso en silencio. Sus dedos
volvieron a recorrer su rostro lleno de lágrimas.

—Tan pronto como sea posible.

***

La cita con Leone se canceló. En su lugar, Dante y Raphael corrieron por el centro de
la ciudad bañada por el sol del atardecer.

El lugar de encuentro era el restaurante del último piso de un hotel, que era similar a
donde se celebró el banquete, y también era una sala privada.

Dado que solamente usaba el uniforme, no tenía necesidad de llevar ropa extra para ir
a un evento formal, por lo que en su casa no había ese tipo de ropa. No tuvo más
remedio que sacar un traje fino que había comprado hace un tiempo y usarlo. Hacía
un poco de frío porque todavía estaba la temporada de invierno, pero no era
insoportable.

—Realmente no tiene que hacer esto. Puedo volver a hablar con mis padres
más tarde…

—No mires a los lados mientras conduces. Mira hacia adelante. Es una
distracción, así que guarda silencio.
—….

—No digas ni una palabra cuando lleguemos.

—Pero… sí.

Cuando Raphael escuchó su severa respuesta, cerró la boca inmediatamente.

Cuando llegaron al hotel, Raphael protestó aún más. Dante lo obligó a callarse, así
que no pudo seguir hablando, pero sus preocupaciones se habían vertido en sus ojos
y los transmitía.

El ascensor, tenía vidrio en ambos lados para que se viera claramente la vista de la
ciudad, subió con fuerza. Nunca había imaginado que estas serían las dos únicas
experiencias de su vida para conocer un hotel de lujo.

Había tres personas en el lugar de la reunión.

Incluso Dante, que no tiene nada que ver con la política o los negocios, conocía a la
familia Haynesworth.

El padre de Raphael, el Comandante Haynesworth, Jefe del Estado Mayor del


Ejército, la madre de Raphael, Gobernadora de Islas.

Y Camila Haynesworth. La hermana mayor de Raphael, era una abogada,


representante del Equipo Legal Imperial.

Cada uno de ellos desprendía una atmosfera de pertenecer a la clase alta de entre todas
las clases altas. Incluso cuando entró el hombre que dijo haber tenido una aventura
con su hijo, no hubo ninguna agitación. Sólo Haynesworth, el Comandante en Jefe,
frunció un poco el ceño al ver los entrenados pasos de Dante.

—…Soy el padre de ese hijo idiota. Usted es…

El Comandante en Jefe Haynesworth se acercó primero a Dante. Se sintió honrado de


conocer a su superior, al que creía que sólo vería en la pantalla durante toda su vida.

—Mi nombre es Dante Bailey. Soy el Capitán del equipo del SAG ODA-133. No
creo que la situación y el lugar sean apropiados, sustituiremos el saludo por la
explicación.

Los ojos del Comandante en Jefe Haynesworth se abrieron de par en par.

—¿Este bastardo tocó a su Capitán?


—Es cierto que fui yo quien pasó la noche con mi subalterno, pero vine a
corregir algo que usted entendió mal.

—Capitán.

El Comandante en Jefe miró a Dante con ojos desconcertados, y Raphael lo llamó con
voz preocupada.

—¿Quiere sentarse y hablar primero?

La Gobernadora Haynesworth interrumpió la conversación con voz elegante y señaló


la mesa.

—Por favor, déjeme unirme a la conversación también.

Fue una sugerencia educada, pero no podía ser rechazada.

—Sí.

Cuatro personas se sentaron. Tres personas de la familia Haynesworth se sentaron en


un lado y Dante en el otro. El único que estaba de pie era Raphael, que se sentó al
lado de Dante.

—Sí, ¿a qué se refiere con que he entendido mal?

—Mi subalterno estaba muy borracho ese día y no recuerda bien la situación.
Raphael Haynesworth no me forzó a nada, y lo que pasó esa noche fue un
acuerdo mutuo. Por supuesto, el subalterno Haynesworth no hizo nada para ser
culpado de esa manera.

Dante volvió a mirar a Raphael. Tragó un suspiro al pensar en su lugar, pero no pudo
evitar guiñar un ojo.

—No hay razón para que se entregue.

—… Capitán.

—He venido a decirle eso.

Los ojos de Raphael bajaron aún más. Si se deprimía más, tenía la sensación que se
apoyaría en su hombro.

Estaba cerca de alcanzarlo.

—No puedo evitar decir que me alivia que diga eso, Capitán.
La Gobernadora Haynesworth dejó su vaso sobre la mesa. Fue un movimiento político
para saber cómo llamar la atención de forma efectiva hacia ella.

—No importa lo que diga, Raphael es el único hijo* que lleva el apellido
Haynesworth. Para ser sincera, he venido con la idea de negociar con alguien
que ha dicho que Raphael ha cometido un error. Si Raphael lo forzó, me
disculparía sinceramente por todo, pero no pagaría a la víctima para que lo
mantuviera en secreto, y le daría a mi hijo el mejor abogado que conozco.

*N/T: Es decir, que es el único hombre.

—No creo que vaya a defender este asunto.

Camila, la hermana de Raphael, que estaba quieta, habló por primera vez.

—Sí, el siguiente abogado más capaz. En primer lugar, eres un familiar, así que
no puedes. La familia Haynesworth puede ser acusada por fraude.

—Tienes razón.

Camila dejó su respuesta en una sola oración, y luego se llevó a la boca un pequeño
trozo de su cena.

—De todos modos, gracias por decirlo en persona. Aunque no haya sido
forzado, lo compensaré bastante por las acciones de Raphael y esta situación si
así lo desea.

—¡Oh, mamá!

—No. No hay razón para recibirlo. Ni siquiera la Gobernadora tiene motivos


para compensarme.

Dante, bajó la mirada de Raphael, lo dejó en claro una vez más.

—Como dije, no hubo ninguna acción que no fue consensuada en mi relación


con el subalterno Raphael.

—Sí. Como madre de Raphael, lo que más deseaba era esta conclusión. Aunque
no podía decirlo porque podía ser una idea egoísta de la familia del autor.

Dante se preguntó a quién se parecía Raphael, que nació y fue criado por sus padres
que vivían sin ley.

Así fue como Raphael creció y se convirtió en un adulto que aprendió que si una
persona decía “duele” o “detente”, debe dejar de tener sexo.
La voz hacia Dante era algo fría, pero el contenido contenía su amor por Raphael
como su madre.

Las otras dos personas estaban preocupados por Raphael, que ni siquiera pudo haber
tomado un sorbo de té.

Dante, que sin querer rompió la armonía entre las cuatro personas, ocultó su sonrisa
amarga con una dura expresión.

En primer lugar, había terminado de resolver un asunto. Ahora faltaba el segundo


asunto.

Dante fingió un error al golpear el vaso con su mano, cayendo sobre la mesa. El
líquido que cayó en dirección a Raphael, le mojó las mangas y la camisa.

—Oh.

—Oh, Dios. Haynesworth. ¿Estás bien?

—Sí, estoy bien. Solo la ropa está mojada. El vidrio no se rompió…

—La ropa es el problema. Ve al baño a limpiarte. Vamos.

—Pero…

En el momento en que él se fuera, Dante se quedaría solo con su familia. Las miradas
que se preocuparon por Raphael, fueron en su dirección.

—Si no te limpias rápidamente, se te pegará en el cuerpo. Ve y cámbiate de


ropa.

—Sí, Raphael. Hazlo.

Camila añadió unas palabras a la orden de Dante.

Mientras Dante seguía empujando su espalda, Raphael acabó levantándose de su


asiento. Miró hacia atrás, y en cuanto la puerta se cerró, caminó más rápido. Sentía la
impaciencia por volver rápidamente.

Pero Dante, quería que volviera un poco más despacio.

—Tengo una cosa más que decirle, Comandante en Jefe.

El Comandante en Jefe lo vio. Dante también se enfrentó a él.

—¿Qué es?
—…No soy una persona ambiciosa.

Varios platos lujosamente preparados en la mesa se enfriaron sin ser tocados. La


mayor parte de la comida, para Dante era la primera vez que la veía, pero no la quería.
Su vida ha sido así hasta ahora.

—No vengo de un entorno social como usted, y no tengo ninguna oportunidad a


la que deba aferrarme porque mi personalidad no es tan buena como la suya.
Soy alguien de rango inferior al suyo, así que estoy ocupado cuidando a once
subalternos, por lo que el ascenso no significa mucho.

—¿Qué quieres decir?

—Entonces, vivo con la firme idea de decir las cosas en base a la situación.

Dante mantuvo las manos rígidas y firmes bajo la mesa. Al cerrar los ojos, los
moretones en la cara de Raphael eran peores de lo que había visto.

—En este momento, Raphael Haynesworth es un miembro de las Fuerzas


Especiales del SAG, y yo estoy a cargo de todo lo que hace durante su
entrenamiento.

Sólo entonces el Comandante en Jefe, que se dio cuenta de lo que Dante intentaba
decir, se acarició la barbilla.

—No queda mucho tiempo para que el subalterno siga en mi equipo, pero
espero que no vuelva a ocurrir, al menos mientras esté bajo mi mando.

—Cariño, qué es lo que pasa…

—Ah, cuando veo la cara de Raphael, no puedo creer lo que le hizo… porque
usted lo hizo, ¿no es así?

La Gobernadora alternó su mirada entre su marido y Dante con una expresión de


desconcierto, pero cuando escuchó las palabras de Dante, no pudo evitar
sorprenderse.

—De ninguna manera, ¿eso lo hiciste tú? Te dije que no te alteraras y que no le
pegaras…

—No, Raphael dijo que había violado a una persona. Así que le di una lección.

—No, yo provoqué primero a Haynesworth. El subalterno no hizo nada malo.


Incluso si hubiera hecho tal cosa, lo correcto es enviarlo a mí, su jefe inmediato,
para que lo juzguen bajo la ley militar.
La ley militar contra el acoso y la agresión forzada era estricta. Además, si el autor
era un soldado, se le duplicaba el castigo. Los organismos de investigación pertinentes
también eran minuciosos.

Dante habría temblado de furia si la investigación hubiera revelado que Raphael era
un violador. Pero se refería a la historia de un violador real que podía ser desgarrado
hasta la muerte, y no de la historia de un tonto que se escandalizó y lloró, solo por sus
propias conclusiones.

A Dante no le importaba realmente que su ascenso* estuviera bloqueado para el resto


de su vida. Había ido a una Academia Militar.

N/T: Es decir, subir de rango militar.

En comparación con el entorno en el que nació, había logrado resultados bastantes


favorables. En su opinión, el jefe de equipo de las Fuerzas Especiales también se
ajusta a sus aptitudes. Haber vivido en lugares difíciles la mayor parte de su vida,
bueno, no estuvo mal.

Así que tenía que decirlo. A pesar que era solamente un Capitán, no quería dejar a
nadie que golpeara a sus compañeros de equipo durante dos días y los obligara a llorar
de miedo.

Además, ¿no era su padre? Dante solo escuchó la historia de Raphael por un momento,
y supo que era un malentendido. Pero quien conocía mejor la personalidad de Raphael
no escuchó ni una sola palabra.

Después de decir sus palabras, sintió un breve arrepentimiento, pero desapareció


cuando recordó las palabras de la Gobernadora: “lo compensaré si así lo desea”.

—Así que…

El Comandante en Jefe Haynesworth miró a Dante. Gritar o tomar la autoridad.


Aunque no se reveló lo que quería hacer, su mirada era pesada. Aunque Dante mirara
a Raphael como un cachorro, sería una gran verdad de un Comandante en Jefe pensar
en Dante como un cachorro.

Aunque no se reveló, sus ojos eran pesados. Por mucho que Dante sienta a Raphael
como un cachorro, debe ser un sentimiento de nivel general pensar en Dante como un
cachorro.

Sin embargo, Dante miró fijamente aquellos ojos, sin apartar la mirada. No podía
negar que tenga miedo de un superior lejano, pero no pensaba retroceder ni un ápice
de esta opinión.
—¿Mandaste a Raphael a decir esto?

—Sí, así es.

Una sonrisa surgió lentamente en el rostro del Comandante en Jefe. La sonrisa que
poco a poco se iluminó se convirtió en una carcajada. El estruendo de las risas
irrumpió en la sala.

—Tú.

—¿Sí?

—¿Te preocupas mucho por mi hijo Raphael?

Dante se preocupaba por todos sus hombres. Por supuesto, Raphael estaba incluido
entre ellos. Por lo tanto, la respuesta a esa pregunta era «sí», pero de alguna manera
esa sonrisa significativa le molestaba para responder fríamente.

—Está bien, me disculpo por haberme metido con su hombre. El malentendido


se ha aclarado, así que me disculparé con Raphael. Sin embargo, debe de
entender mi situación, mi hijo, que creció sin ningún inconveniente, aparece y
dice que violó a alguien mientras estaba borracho, y que se entregaría. Solo son
sentimientos de un padre.

—…

Bueno… No sabría cómo habría actuado Dante en esa posición, pero ahora que resultó
ser un malentendido, era difícil simpatizar.

Volvió a estallar en carcajadas al ver el claro silencio que rodeaba a Dante.

—Es la primera vez que me encuentro con un joven oficial de alto rango tan
firme y directo. Es como volver a mis días de juventud.

—Usted también es un Haynesworth, así que no dudo que en sus días de


juventud, también pudo haberse metido con un superior.

—Oh, no podría, pero si piensa en eso, este hijo mío es mucho más
sorprendente. Es muy audaz y atrevido. Dijo que es el Capitán del equipo SAG,
así que por eso es tan grande la situación.

El Comandante en Jefe dejó salir el resto de su sonrisa.

—Raphael no es una persona muy lista y también le falta mucho en


comparación con usted, pero tiene una pareja que se preocupa por él y que
además está llena de ingenio.
Tras la declaración por parte del padre de Raphael, la palabra «pareja» acabó
sobresaltando a Dante.

—¿Disculpe?

Dante solo provocó una respuesta.

—Si han pasado la noche con el consentimiento del otro… bueno… ¿no
significa que están saliendo?

«No. No estamos saliendo. Solo fue una noche… pero…»

Sin embargo, a pesar que era muy común las relaciones y los matrimonios entre
personas del mismo sexo en Islas, Dante, cuyo lema de vida era decir lo que pensaba,
no pudo decir la verdad delante de los padres de la otra persona involucrada.

—Sí, eso es… es verdad.

—Ir a un entrenamiento, tener una relación con su superior y luego volver, ese
muchacho sí que es sorprendente. Pensé que sería virgen por el resto de su
vida.

«Probablemente lo hubiera hecho.»

Dante respondió solo para sus adentros, pero el Comandante en Jefe se levantó de su
asiento y se acercó. Como su superior se había levantado, Dante hizo lo mismo.

El Comandante Haynesworth tenía más de 50 años, pero era bastante alto. Ahora
podía ver de dónde provenía la alta estatura de Raphael.

Se acercó a Dante con una mirada abrumadora y se puso delante de él. El Comandante
en Jefe escaneó de la cabeza a los pies. Y sonrió alegremente.

—Siento que nuestro primer encuentro haya resultado así.

Su barbilla y sus manos se apoyaron con fuerza en los hombros de Dante.

—¡También me gustas mucho!

En ese momento, Dante puso una cara que nunca antes había hecho frente a un
superior. La estúpida respuesta apareció de nuevo.

—¿Disculpe?

—Quiero que Raphael observe y aprenda el espíritu y la rectitud de su


Capitán. He sido duro con Raphael porque quiero educarlo como tú, por esa
razón fue que está en la Academia Militar. No sé qué pudo haber aprendido
durante medio año bajo las órdenes de un Capitán tan grande.

—Haynesworth, no, Raphael trabajó lo suficiente durante el período de


entrenamiento. Ayudó mucho al equipo.

El Comandante en Jefe miró a Dante.

—¿Pero te gusta la apariencia de Raphael y su personalidad? Es mi hijo, pero


no se comporta como un hombre.

No sólo el Comandante en Jefe, sino también las otras dos personas dirigieron su
atención a Dante.

—Sí… bueno, es lindo.

Tal vez por la pobre respuesta, las cejas del Comandante en Jefe se levantaron. Dante
decidió explicar un poco más.

—Me gustan las personas más jóvenes a las que siento un deseo de cuidar.
Realmente son mi tipo.

—Ah, ya veo. Funcionó bien con Raphael.

El Comandante en Jefe Haynesworth volvió a tocar el hombro de Dante.

—Espero que sigas dirigiendo bien a Raphael.

—Sí, pero después de un mes, terminaré de ocuparme de él…

—Esto es mi codicia personal, pero me gustaría que aceptaras el apellido


Haynesworth. Es un hijo un poco torpe, por lo que todavía sigo sorprendido.
Por supuesto, si no quieres aceptar la oferta, no hay nada que pueda hacer al
respecto.

—Ahora es común que la gente se case y use los apellidos de su pareja.

La Gobernadora Haynesworth también se levantó. Al acercarse, miró a Dante y


sonrió. Su mano tocó suavemente su codo.

—Si es con el Capitán Bailey, podría echar de la casa a Raphael tan pronto
como sea posible.

—¿Disculpe?

El ambiente era extraño.


Cuando el Comandante en Jefe se acercó, Dante sentía que recibiría una bofetada o
que le vertería agua. Tal vez el Comandante no llegaría hasta ese extremo, pero pensó
que escucharía palabras sobre la ruptura entre ellos o sobre disfrutar la relación con
moderación, cuidando las apariencias.

Si eso fuera así, él estaba dispuesto a responder: “Sí, lo entiendo.” Sin preocuparse
sobre su futuro, ya no le importaba el ascenso.

Como dijo antes, no se arrepentía de sus palabras.

Dante tenía una sonrisa incómoda. Pero la siguiente pregunta lo dejó sin palabras.

—¿Cuándo piensan casarse?

—…

Parece que las personas presentes entendieron lo siguiente: Dante y Raphael


permanecieron bajo el mismo techo durante el periodo de entrenamiento y tuvieron
una relación amorosa que superó la diferencia de rango militar.

Dante trató de detener sus temblorosas pupilas.

—Bueno, recién nos estamos conociendo, así que es un poco pronto para pensar
en eso.

—Sí, supongo que soy un viejo que pensaba que tenía que asumir la
responsabilidad del matrimonio*.

*N/T: Por si no se entiende, el padre de Raphael quiere hacerse responsable de


preparar el matrimonio y la boda ¡Que vivan los novios! xD.

—Jaja…

…Si varios subalternos pensaran como el Comandante en Jefe. Dante se habría casado
y divorciado docenas de veces hasta ahora.

—Algún día, lleva a Raphael a presentarse con tus padres para que muestre sus
respetos.

—…Sí, algún día…

—De acuerdo. La aprobación de ambas partes tiene que ser importante.


Entonces nos iremos para no interrumpirlos, para que puedas terminar tu
tiempo con Raphael.

—Oh, sí.
—En privado, no hay necesidad de mantener las formalidades entre nosotros
dando un saludo.

—Sí, lo entiendo.

Le dio una fuerte palmada a Dante en el hombro por última vez. El Comandante en
Jefe dejó a Dante con una mirada de satisfacción.

Fue un final muy diferente de lo que Dante esperaba. Concertó esta cita porque estaba
preparado para ser golpeado incluso más que Raphael y pensó que habría suficientes
represalias para detener su ascenso militar.

«Por cierto, esto es… ¿parecido al ambiente cálido de una reunión familiar?»

—¡Ja, ja, ja!

En el pasillo, la charla entre el Oficial al mando del Comandante Haynesworth se


desarrollaba… Por alguna razón, escuchó una risa muy agradable.

La Gobernadora Haynesworth tomó la mano de Dante.

—Muchas gracias, Capitán Bailey.

—Oh, no.

—Mi hijo no es tan bueno como el Capitán, pero me alegro de conocer a


alguien que se preocupa por él, como usted.

—…

—Raphael es tan bueno de corazón que varias veces pensé que me gustaría
tener otro hijo. Solo eran pensamientos fugaces, pero hoy mi deseo se ha hecho
realidad. Gracias.

Su sonrisa se profundizó al mirar la cara de Dante.

—Bueno, soy muy malo en esto, pero ya me siento como un hijo. Quiero a
Raphael

—Me alegra que seas una persona que se preocupe y cuide de él.

—Oh, no. Gracias…

No sabía qué decir, así que simplemente le dio las gracias. Afortunadamente, no
pareció darse cuenta del final de sus torpes palabras.

—Entonces, disfruta de tu comida cuando Raphael vuelva.


—De acuerdo. Vaya con cuidado.

Después de hacer una reverencia, la última persona que se detuvo frente a Dante fue
Camila Haynesworth.

—Tómalo.

Su nombre, su trabajo, y su teléfono estaban en la tarjeta de presentación, que tenía


un borde afilado y las esquinas nítidas.

[Camila Haynesworth, abogada del equipo jurídico imperial]

—Ya que ha pasado por muchos problemas por mi familia, cuando tenga
problemas póngase en contacto conmigo y lo defenderé gratis al menos una vez.

El tono de la voz permaneció inmutable durante todas sus palabras. Había dicho “te
defenderé”, pero dicha defensa, que presumía Camila Haynesworth no debía
expresarse como “al menos una vez.”

—Está bien.

—Guárdelo. No sabe cómo será la vida. Que Raphael tuviera una relación,
¿quién iba a saber que esto pasaría?

—Sí.

En realidad, ni siquiera sabía que iba a terminar estando en una relación con alguien,
así que Dante abrió su cartera y puso su tarjeta de presentación dentro.

—Dígale a Raphael que me llame si quiere demandar a mi padre.

—¿Puede hacer eso?

—Por supuesto. Lo que está claro es que mi padre utilizó su jerarquía para
agredir a su subalterno, Raphael, y legalmente, sería una demanda importante
que derribaría el famoso imperio de la familia Haynesworth. Aunque los
Haynesworth caigan, mi nombre solamente subirá.

—…

—Solo es una broma. Sólo estoy molesta por haberlo golpeado en la cara y no
en otra parte.

—Oh, Haynesworth. No, Raphael…


Dante se dio cuenta demasiado tarde de que había pasado mucho tiempo desde que
mandó a Raphael a cambiarse de ropa.

«¿Por qué no ha vuelto todavía?»

—Raphael seguramente está en el baño—. Se cruzó de brazos. —Desde muy


pequeño, lloraba mucho, pero mientras más lloraba, más era regañado, así que
se convirtió en una costumbre llorar en el baño con el agua abierta del
lavamanos. Aquí no está en casa, así que se encontrará en el baño.

—Ah…

—En realidad, no sé cómo nació en esta familia. —Dijo, mirando por la puerta
que los Haynesworth habían cruzado. —No puedo decir que la relación entre
los miembros de la familia sea mala, pero ya lo he visto antes, mi padre, mi
madre y yo. Siempre será la prioridad, uno mismo.

La familia Haynesworth, un padre cuyo enfado y sentimientos fueron los primeros en


la situación de su hijo, una madre, que quiere mantenerse en el puesto como
Gobernadora. Y una hermana… que mostró su posición con sus palabras y acciones.

—Me siento cómoda y familiarizada con este camino, pero Raphael está dolido
y lastimado porque tanto afecto que dio no fue devuelto por su familia, por lo
que sigue repitiendo acciones estúpidas.

—Sí.

—No lo entiendo, pero me dio lastima. El comportamiento del Capitán el día de


hoy no tiene sentido para mí. Lo que hizo por Raphael es algo de admirar,
arriesgando su carrera de toda la vida y enfrentarse a su superior.

—…

Ella sonrió ligeramente por primera vez desde que llegó.

—Pienso que es genial que se hayan conocido. Creo que mi madre también lo
piensa, y mi padre se suma a ello. Además, sus ojos se agrandaron porque es un
hombre que nunca habían visto. Dijo que estaba en el SAG, ¿verdad?

—Sí.

—Tal vez usted está tratando de convertirse en un hijo en lugar de Raphael, no


un yerno…

Lo decía como una broma, pero viendo la situación de hace un rato, puede que no
fuera del todo una broma.
Cuando escuchó las palabras poco amables de Camila y recordó a Raphael, que la
veía como si anhelara su afecto, un sentimiento débil de culpa llegó a él. La sensación
de hormigueo en las yemas de los dedos subía cada vez más por sus brazos.

—En fin, gracias y lo siento. Nos veremos de nuevo.

—Sí. Hasta entonces.

Ambos se inclinaron ligeramente el uno ante el otro y salieron de la habitación.

Dante se dirigió al otro lado de la puerta y preguntó por la ubicación del baño. Al
acercarse a este, escuchó el sonido del agua. Dante llamó a la puerta del baño, la abrió
y entró.

—Oh, Capitán.

Dante se preguntó qué pasaría si estuviera escondido, pero Raphael estaba de pie en
el lavamanos. Como dijo Camila, con el agua saliendo con fuerza.

—Toda tu familia se ha ido. Así que sal.

—Por favor, espere un momento.

Raphael se inclinó inmediatamente y lavó su cara con agua fría.

Más que lavarse la cara, hundió toda su cara en el agua.

Pronto, Raphael, que su cuello estaba empapado, volvió a ponerse delante de Dante.
Su flequillo y sus pestañas estaban tan mojados que caían gotas de ellos. Con la
apariencia de Raphael Haynesworth, incluso las cicatrices de su cara parecían estar en
armonía con la inocencia actual.

—Todo lo que pedimos probablemente se haya enfriado. Si pido que lo


calienten de nuevo, ¿crees que lo harán?

—Oh, no importa.

Raphael negó con la cabeza. Las gotas de agua salpicaron ligeramente.

—Pida una nueva orden. Yo invito.

Dante estrechó su mano moderadamente porque no le quedaban energías para


oponerse después de escuchar aquello.

—De acuerdo. También un vaso de agua fría.


La mesa, que había sido preparada para cinco personas hace un momento fue
limpiada, y esta vez se sirvió una comida ordenada.

Raphael llamó a una persona, se colocó el vaso y el hielo directamente de la bandeja


y se lo entregó a Dante.

Cuando el agua fría pasó por su garganta, su cabeza desordenada pareció calmarse un
poco.

—En primer lugar, siento haberte hecho pasar por esto. Es mi culpa que haya
actuado de esa manera sin pensar en las consecuencias y en tu posición ese día.
No debí haber actuado así contigo.

—Oh, no importa, no es así. —Raphael se lamió los labios y dijo en voz baja. —
Lo siento.

—Lo único que debes lamentar es haber huido esa mañana sin decir ni una
palabra.

—Lo siento…

—Bueno, también es culpa mía, para ser sincero. Ah… ¿Cómo está tu cara?

—Sí. Está bien. En realidad no me duele nada después de que el Capitán me


aplicara la medicina.

Dante vació medio vaso de agua. Raphael tomó un sorbo después de él.

—No sé si ha ido bien, pero ya he terminado de hablar con el Comandante.


¿Hasta dónde escuchaste la conversación parado detrás de la puerta?

—…No lo toque mientras sea mi subalterno… Solo escuché esa parte.

—¿Te emocionaste tanto como para llorar cuando escuchaste eso? ¿Es eso
realmente cierto? ¿Nada más escuchaste eso?

—Lo siento. A partir de ahí, incluso escuché: «A mi hijo le falta mucho en


comparación con el Capitán:”

Al final, en lugar de ir a cambiarse de ropa, volvió en silencio y escuchó toda la


conversación de principio a fin.

—Es bastante bueno porque así no tengo que dar explicaciones. Tu familia
piensa que tenemos una relación, por lo que la mantendremos así por un
tiempo, y luego digamos que rompimos de manera natural porque nos
distanciamos el uno del otro.
Dante soltó una risita con la barbilla apoyada sobre su palma.

—También es injusto para ti. Resulta que te enredas con un jefe extraño y la
historia sale a la luz, lo que ocasiona que tuvieras un compromiso matrimonial
en una sola noche… Siento una vez más haberte causado tantos problemas con
tu familia.

—…

Raphael miró a Dante con cara de confusión. Parecía no saber de qué estaba hablando.

—Y si no quieres verme, me aseguraré de que no te cruces conmigo durante el


tiempo que queda…

—¡Oh, no!

Los hombros de Raphael subieron y bajaron. Sacudió la cabeza con incredulidad.

—¿Por qué dice eso? Yo, quiero seguir estando al lado del Capitán. ¿Se siente
incómodo conmigo?

—No, no es así en absoluto, pero me temo que tú te sientas incómodo.

Raphael sacudió la cabeza hasta el punto en que su cabello se agitó en todas


direcciones.

—No es incómodo. Para nada, para nada…

Y entonces, bajó la cabeza mientras se relamía los labios…

—Capitán. Yo…

Las manos de Raphael se apoyaron sobre sus muslos, agarrando la ropa con fuerza.

—Para ser sincero, desde la primera vez que lo conocí, yo, sinceramente…
Aunque sé que no debo hacerlo, no podía sacarlo de mi mente durante el
periodo de entrenamiento…

Las lágrimas cayeron de las ligeras pestañas. Pronto, grandes gotas de agua se
deslizaron por las mejillas en una suave curva. Pensó que la persona que lloraba frente
a él, era un arcángel arrodillado y suplicante frente a un altar*.

*N/T: Hay que recordar que Dante piensa en Raphael como un hombre guapo sacado
de un cuadro, así que esta referencia puede ser al imaginarlo de esa manera.

Sus hombros subían y bajaban lentamente.


«Ah, no llores. No. Está bien dejar caer una o dos gotas, pero por favor, no llores en
este tipo de atmósfera.»

—Lo siento…

Raphael cerró los ojos, y las lágrimas… no pudieron evitar derramarse tan
hermosamente. Ni siquiera un ángel que fue castigado por Dios al bajar al mundo
humano lloraría así de triste.

«Quiero decir, ¿por qué? Ahora que lo pienso, el día del banquete, lloró con esa
misma expresión. Así que no estaba fingiendo, era verdad.»

—¿Realmente te gusto?

—Sí, así es.

—¿Por qué yo? ¿De entre tantas personas, por qué tengo que ser yo?

Las preguntas con el significado implícito no fueron del todo entendidos por Raphael.
Sin embargo…

—Es demasiado para mí soportar estos sentimientos que tengo por el


Capitán… —La respuesta vino con seguridad —Me enamoré a primera vista
de usted…

Dante tomó más de un sorbo de agua, y Raphael cubrió sus mejillas rojas con ambas
manos, tratando de limpiar las lágrimas.

—El Capitán siempre tiene confianza en sí mismo, tiene buenas aptitudes,


siempre cuida bien de los miembros del equipo, me reprende de forma justa si
he cometido un error y siempre toma la iniciativa en lugar de la autoridad.

—…

—Es muy guapo, está en buena forma, y tiene un hermoso cuerpo.

—¿Cuándo has visto mi cuerpo?

—En las duchas… Oh, no. No es así…

Raphael inclinó la cabeza. Los hombros anchos que sólo sobresalen cuando se
mantiene erguido, ahora estaban caídos. Era un gran cumplido oír esas palabras de
una persona con semejante cuerpo.

—Me enamoré especialmente de la forma en que pone a sus compañeros de


equipo como prioridad. ¿Recuerda la primera vez que nos encontramos en el
pasillo? Me pidió hablar conmigo primero, y me habló de las cosas con las que
tenía que tener cuidado antes de entrar al equipo.

—Lo recuerdo…

—Cuando el Capitán pidió verme un momento, pensé que me advertirían que


no fuera engreído solo por ser un Haynesworth o que me golpearían unas
cuantas veces. Pero… Todo el tiempo que estuve en la Academia Militar… me
dijeron que el Capitán del SAG no era amable con nadie, que evitaba el
contacto con los demás y que era estricto con el entrenamiento.

Sin embargo, lo primero que hizo Dante con Raphael fue darle una lata de bebida. En
lugar de una advertencia aterradora, las primeras palabras fueron.

‘—Como puedes ver, tu capitán se ve de esta manera, por lo que el ambiente del
equipo será muy diferente de lo que piensas.’

Incluso frente a Raphael, un chico que acaba de graduarse de la Academia Militar,


está tratando de mantener su compostura.

Dante no lo trató con hostilidad ni mucho menos lo reprendió. En su lugar, le dio los
nombres de los 12 miembros del equipo por adelantado y se despidió con amabilidad.

—Desde entonces, he estado mirando al Capitán. Tal vez desde el momento en


que lo vi por primera vez…

Dante recordó aquel encuentro mientras miraba a Raphael, que tenía una expresión de
un chico enamorado.

Entonces, cuando lo reprendía o le instruía, su expresión no era brillante, sino que era
una expresión que mostraba estos verdaderos sentimientos. Dante corrigió los
recuerdos que solo habían sido embellecidos por él.

—¿Simplemente por eso te has enamorado?

—No, en absoluto. Fue un gran recuerdo para mí. Puse esa Coca-Cola en un
recipiente de esterilización, y bebo un sorbo con moderación antes de ir a un
gran entrenamiento.

—No, ¿por qué lo guardas? Ya ha pasado su fecha de caducidad. Tíralo.

—Capitán, no lo haré. La bebida me anima. Realmente funciona.

—Te compraré uno nuevo, así que tíralo…


Era tentador la propuesta de comprarle uno nuevo, pero no quería tirarlo, así que cerró
la boca con fuerza.

No sabía que tenía este tipo de romance tan apasionado. Dante vació el resto de su
vaso. Raphael volvió a llenar rápidamente el vaso vacío.

Dante estaba acostumbrado a la mirada verde claro. Raphael mantenía la misma


mirada, siempre intentando no perder ni un solo momento entre su Capitán. Para
Dante la revelación fue repentina, pero para Raphael era un sentimiento que llevaba
medio año soportando. Ya era demasiado tarde para comprender el significado de esa
mirada desesperada.

Dante soltó un largo suspiro. Era un suspiro que no se podía distinguir su significado,
podría ser de decepción, de enfado o incluso dando a entender un problema
Capítulo 2
Romantic?
El amanecer había llegado. El Capitán Dante Bailey, que hasta la semana pasada
dirigía el entrenamiento conjunto con las tropas del estado principal en una frontera
desértica, se despertó como habitualmente lo hacía. Sin embargo, se acostó sobre su
espalda después de ver la acogedora cama y sobre todo, el paisaje de las calles de la
ciudad al otro lado de la ventana.

El cuerpo que ha dejado de hacer ejercicio se endurece más fácilmente de lo esperado.


Así que no podía pasar todo el mes de sus vacaciones siendo perezoso, pero una
semana de completo descanso no le haría daño.

El cielo se nublaba pronosticando que una lluvia primaveral estaba a punto de caer.
No entraba luz por la ventana, así que sus párpados se cerraban de forma natural.

Por lo que volvió a enterrar la cabeza en la almohada.

—…

En comparación con el cuerpo que añoraba la pereza, su mente estaba completamente


acostumbrada a estar en el ejército.

Después de comprobar el estado del clima, lo primero que pasó por su cabeza fue un
resumen de los principales acontecimientos de ayer. Todos los recuerdos ocurridos
durante el día de ayer fueron suficientes para expulsar la sensación de sueño en un
instante.

En un solo día ocurrió un frenesí de demasiados eventos. Eso nada más había ocurrido
en el campo de batalla.

‘—Por ahora… sobre el tema, calmémonos y volvamos a hablar mañana.’

Esas fueron las últimas palabras entre los dos antes de separarse el día de ayer.

No importa cuanto lo piense, Dante necesitaba tiempo para calmarse, Raphael


necesitaba tiempo para tirar la Coca-Cola que tanto guardaba… No, él necesitaba
tiempo para calmar sus abrumadores sentimientos.

Dante se levantó y se sentó. Comenzó a mover el cuello de un lado a otro para poder
disminuir la tensión mientras miraba el cielo nublado.

Al verlo, pensó que la futura lluvia de primavera sería tan severa y que tal vez duraría
unos días como en la temporada de lluvia, esto era tan poco común.
Comprobó el viejo reloj que había sobre la mesa. Era como esperaba. 07:15 a.m.
Quedaban exactamente 6 horas y 45 minutos para la hora de la cita.

Se alisó el cabello, tomó los cigarrillos y el mechero sobre la mesa y salió. Todavía
quedaba mucho tiempo. Así que, a partir de ahora, quería pensar qué debía decirle a
su subalterno, que albergaba sentimientos hacia él.

Desde el exterior, parece que las nubes sombrías están más cerca del suelo que antes.
Después de apagar el cigarrillo y tirarlo, compró sándwiches y café para desayunar en
la cafetería de la unidad y volvió a su habitación.

Las seis horas que pasó en su habitación, sin ningún tipo de entrenamiento, pasaron
como si fuera un instante.

Se levantó de su asiento, escuchando el sonido de la lluvia que empezaba a golpear la


ventana. El café, que se había enfriado con sus preocupaciones, y un papel lleno de
letras inconclusas no eran muy útiles.

Sacó unos jeans y una playera que había usado en sus últimas vacaciones. Recordó
que hacía unos años había comprado una camisa, pero debido a la naturaleza del
trabajo con el uso de un uniforme, no pudo evitar colocársela unas cuantas veces, así
que todavía la conservaba.

Intentó meter el cuello en la camiseta de forma moderada.

‘Me enamoré del Capitán a primera vista.’

De repente la voz de Raphael sonó en su cabeza. Y Dante volvió a verse en el espejo.


Independientemente si Raphael se había enamorado de él, pensó que había sido
demasiado precipitado al aclarar sus sentimientos por el simple hecho de tener ese
primer encuentro

Aún así, al enterarse que Raphael se había enamorado de él a primera vista, eso era
un poco…

Dante se quitó la camisa actual y de un cajón sacó el paquete de su nueva camisa.

Comprobó su pulcro atuendo y miró la cara reflejada en el espejo.

Nunca había sido rechazado por alguien por su cara, pero al verse en el espejo se
preguntó si había algo especial en él. Sobre todo al pensar en Raphael, que es como
la manifestación de un ángel de una famosa pintura.

‘¿Por qué diablos le gusto a ese tipo?…’

—¿Te estás divirtiendo al hacer tu vida emocionante de esa manera?


Su pecado por haber tocado a alguien menor a él estaba mal, pero el gusto de Raphael
también era inusual.

‘¿Por qué yo? ¿Por qué me haces esto, Raphael Haynesworth?’

No podía encontrar una respuesta a la pregunta, así que no pudo decidir qué le iba a
decir a Raphael.

Se acercaba la hora de la cita. Dante volvió a comprobar el estado del clima a través
de la ventana. Al parecer, no era una lluvia pasajera. Salió de la habitación con un
paraguas azul marino.

El lugar donde vivía Dante era una residencia oficial proporcionada a las Fuerzas
Especiales de Islas y a algunas divisiones que se encontraban dentro y fuera de la
ciudad. Aunque lo llamaban «Apartamento de Soldado”, el complejo de las
residencias, que incluye instalaciones de investigación, era tan bueno como la mayoría
de las residencias externas.

Había comedores, centros de entrenamiento e instalaciones que se podían utilizar


gratuitamente cuando se tiene una identificación militar, y como secreto al público,
en el sótano había un amplio campo de entrenamiento dedicado para las Fuerzas
Especiales.

Por esta razón, los miembros de las Fuerzas Especiales eran aceptados al 100% en la
residencia oficial, donde era difícil entrar a causa del alto índice de competencia.

Los pasillos de la residencia oficial dados para los soldados eran tan silenciosos como
las horas de trabajo que hacía. Dante bajó las escaleras en una tarde de días laborales,
disfrutando del lujo de caminar tranquilamente por el pasillo.

En cuanto salió por la puerta principal, sus ojos se entrecerraron. Debía ser un día gris,
pero había algo brillante y dorado flotando frente a él, añadiendo que la persona lo
miraba feliz.

—Capitán.

—…

Raphael estaba de pie bajo un gran paraguas que podía ser utilizado por dos personas.

—…¿Por qué estás aquí?

En realidad, Dante quería preguntar: «¿A qué se debe esa ropa?».

El atuendo de Raphael llamaba la atención de Dante, él tenía un aspecto de una


persona que va a un concierto, mientras que Raphael parecía un novio a punto de
asistir a su ceremonia de bodas. Ese mismo atuendo lo había visto en la habitación
VIP del hotel.

Nunca pensó que volvería a verlo en un traje de gala.

—Ha llovido muy fuerte, por eso he venido a buscarlo.

—¿La lluvia es muy fuerte?

‘¿No recuerdas haber trabajado conmigo en los labores de rescate en el lugar donde
se derrumbó un terraplén* a causa de un tifón?’

*N/T: Terraplén: En ingeniería civil se denomina terraplén a la tierra con que se


rellena un terreno para levantar su nivel y formar un plano de apoyo adecuado para
hacer una obra.

Raphael se acercó a través de las gotas de lluvia e inclinó su paraguas. Era una escena
romántica que podría aparecer en un drama juvenil.

Raphael, que sonreía alegremente como si fuera a cantar bajo la lluvia, le hizo señas
para que entrara en el paraguas.

Entonces, Dante abrió tranquilamente su paraguas.

Se subió al auto de Raphael y se dirigieron a una cafetería a las afueras de Islas, dentro
de esta se sentaron uno frente al otro.

La cafetería, que desde el exterior presumía de grandeza, estaba lo suficientemente


decorada como para decir que el interior también era esplendida.

Un empleado dejó las tazas frente de los dos hombres y sirvió el té rosa. La vid de
rosas estaba inscrita espléndidamente para adaptarse al concepto del lugar.

Todo alrededor hacía juego con Raphael vestido de traje, y era un lugar incómodo con
Dante vestido de forma tan simple. Extrañamente, había poca gente en la cafetería.

—Capitán.

—Oh, sí.

Dante apartó la mirada de la ventana que daba al lluvioso bosque.

—Por casualidad… ¿odias la vestimenta formal?

—No. ¿Hay alguna razón para odiarlo?


La cara de Raphael era hermosa, así que, ¿qué cosa no le quedaría bien? Incluso si
Raphael se colocara un atuendo simple como el de Dante, estaba seguro que le
quedaría bien.

—Eso es un alivio, como no compartió el paraguas conmigo, hmmm, no, me


preocupaba que no te gustara este tipo de atuendo, porque no dejaba de mirar
por la ventana.

—No, no es así. Sólo…

Aparte de verse bien, ¿no es agobiante mirarlo directamente?

Un pelo recogido con pulcritud, un rostro que recupera sus rasgos claros mientras los
moretones desaparecen poco a poco, y un cuerpo bien trabajado… e incluso un traje
que dice: «Hoy voy vestido con mucho cuidado», claro que era agobiante mirarlo.

¿Quién podría adivinar que era un soldado con tan solo mirarlo? La mayoría pensaría
que era el joven maestro de una familia famosa y prestigiosa –esa era una explicación
correcta– o tal vez el sucesor de una familia chaebol*.

*N/T: (재벌가의) Chaebol: La palabra como tal hace referencia a las empresas
familiares más importantes de Corea del Sur, dichas empresas tienen una muy fuerte
influencia en su sociedad y en su economía.

Raphael estaba recibiendo la atención de las pocas personas en la cafetería. Dicha


persona no solo destacaba a los ojos de Dante.

—¿Cómo te fue en casa el día de ayer?

—Sí. Por cierto, me reconcilié con mi padre después de escuchar su disculpa.


Muchas gracias. Si no fuera por usted, en estos momentos no tendría a donde
ir.

—Uno de los Capitanes del Sistema fue arrogante con el Comandante en Jefe, y
solamente agradeces. ¿No escuchaste algo peor del Comandante?

—Mi padre parecía muy feliz. Mi madre y mi hermana… Mi hermana me


aconsejó que me vistiera así cuando se enteró que iba a reunirme con el
Capitán, ella dijo: «irás a una cita, así que vístete adecuadamente.”

Miró el borroso reflejo de Raphael en la ventana. Y algo le parecía extraño…

Al mirarlo directamente, atrajo su atención.


—Te queda bien. Hemos visto todo lo que hay de cada uno, pero ¿por qué eres
tan tímido cuando usas ese tipo de ropa?

Durante medio año, Dante había visto a Raphael empapado de sudor mientras estaba
bajo su mando como tirador, vio a Raphael cubierto de polvo y cansado, e incluso lo
vio nadando en el mar mientras estaba desnudo. Cuando lo vio la primera vez con
traje, no se sintió incómodo.

—Sí. El Capitán sabe todo sobre mí… ha visto todo…

Las mejillas de Raphael se sonrojaron. No sabía qué tipos de sucesos recordaba, pero
probablemente eran recuerdos diferentes al del propio Dante.

Hubo un momento de silencio. Dante se llevó el té ya frío a la boca. Raphael,


vacilante, habló primero.

—Capitán, ¿puedo hacerle una pregunta?

—Sí. ¿Qué es?

—Bueno…

Giró la cabeza tímidamente hacia un lado. Luego puso su mano derecha en el centro
de su pecho.

—¿Le gusta mi cuerpo?

—Coff…coff, coff.

Apenas tragó el té que estaba a punto de salir de su boca, golpeó su pecho, y dirigió
su mirada a Raphael de nuevo. Los ojos de Raphael volvieron a bajar.

—Eso… ¿Fue tan malo?

—Bueno, ¿cómo puedes preguntar algo así?

Todavía le dolía la nariz, ya que el té lo había lastimado con bastante fuerza. Raphael
dudó en responder.

—Pregunté porque no sabía cómo trabajar duro en el futuro… Lo corregiré.

Dante no sabía si iba a corregir la repentina pregunta o si iba a corregir su propio


cuerpo. Objetivamente hablando, su cuerpo no parecía necesidad de corregirse.

‘—Capitán, Capitán…’
…Al mismo tiempo que tenía ese pensamiento… recordó aquella noche, que vio sus
hombros temblorosos frente a él.

Dante pasó su mano por su pelo.

‘No. No recuerdes eso.’

Mientras tenía aquella imagen, las palabras de Raphael de aquella noche llegaron.

‘—Oh, puedes acariciar mi cabeza…’

—Tú.

—Sí.

—¿Hablas en serio sobre lo que dijiste ayer?

—Sí, me gusta mucho, Capitán. Nunca me había gustado tanto una persona
hasta que conocí al Capitán. —Gritó Raphael con el rostro serio. —Bueno, el
Capitán es mi primer amor.

Aunque el Emperador tuviera abiertamente un amante masculino y se eliminaran por


completo las opiniones conservadoras que quedaban sobre el matrimonio entre
personas del mismo sexo y la homosexualidad, fue una confesión demasiado atrevida.

Ahora que lo pensaba, la diferencia entre el Emperador y su amante era de 7 años, y


hubo un tiempo en que la diferencia de edad de 7 años entre los amantes se
consideraba un símbolo de amor afectivo y verdadero.

La razón por la que Dante pensó en esto, fue porque al escuchar por primera vez las
palabras: «primer amor», miró hacia atrás y se dio cuenta de que la diferencia de edad
entre Raphael y él era de 7 años.

—El Capitán me gustó demasiado pronto. Cuando pensé que había forzado al
Capitán, tenía más miedo de que me odiara a que me echaran de casa. Si el
Capitán me decía: “Muérete, basura,” pensé en cómo debía morir…

—Deberías haberte puesto en contacto conmigo antes de pensar todo eso,


idiota.

—Tenía miedo de que llamara y me dijera: “Muérete, basura.”

—…

Dante apoyó su espalda contra el respaldo de la silla. Por otro lado, Raphael estaba
erguido con las manos firmemente apoyadas en las rodillas.
—Después de aclarar el malentendido, me entristeció mucho que el Capitán me
pidiera que fingiera todo. Llevaba varios meses soñando con acercarme un
poco más al Capitán, pero estaba tan disgustado de que ocurrieran las cosas
así… y las palabras de fingir que estábamos en una relación, sonó como que
estaba trazando una línea añadiendo distancia entre los dos.

—…

—Estaba tan molesto que ayer hice una confesión por impulso.

‘—Pero todo es verdad.’

Se añadió una voz susurrante.

—Tú… dices que estás enamorado de mí y también que tienes un gusto


peculiar hacia mí, pero ¿te apetece salir conmigo después de ver cómo vive el
Capitán del equipo SAG?

—¡Sí! Eso es un hecho. ¿Quiere salir conmigo?

—No, en absoluto.

—Bueno, ya veo.

Ya veo… Los ojos de Raphael temblaron. Giró la cabeza un momento y volvió a mirar
a Dante, pero se podía ver en su rostro que se esforzaba por estar tranquilo.

—… ¿Estás bien?

—Sí, por supuesto.

Asintió de forma poco natural.

—No tiene que preocuparse. No pretendo forzar mis sentimientos hacia el


Capitán. No me atrevo a querer algo más.

Raphael terminó de hablar y corrigió sus palabras, preguntándose si esto era lo


correcto.

—En realidad, espero un poco.

—…

—Pero, aun así, puedo conformarme con solo mirarlo. Como un


adulto…Capitán…

La voz que llamó a Dante de nuevo se parecía a un cachorro bajo la lluvia.


—Así que, por favor, permítame quererle. No voy a mostrar mis sentimientos
por el Capitán y solo voy a mirarlo.

—¿Cómo vas a poder verme cuando estemos en diferentes unidades?

—Lo haré. Lo visitaré cuando esté de vacaciones o cuando se encuentre cerca


de mí… ¿No se me permite hacer eso?

De hecho, lo correcto era cortar todas sus esperanzas firmemente. Sin embargo, como
él mismo sabía, era una persona difícil de tratar con dureza. Especialmente, era más
difícil para los jóvenes que rogaran tan desesperados de esta manera.

Dante no podía decir un “no” a una persona que dice que le permita seguir gustándole
sin mostrar sus sentimientos…

Para ser honesto, tampoco quería perder su relación con Raphael de esta manera.

Y no quería rechazar al chico que era honesto con sus sentimientos y se abalanzó
sobre él con todo el cariño que podía mostrar.

Dante miró a Raphael, quien tenía su barbilla apoyada contra su palma de la mano.
Un hombre grande, de ojos verdes claros, lo miraba desesperadamente. Al verlo de
esa manera, Dante se volvía más generoso consigo mismo.

—… De acuerdo, está bien.

‘¿Cómo puedo negarme cuando me miras de esa manera?’

Así que finalmente, Dante asintió.

Después de eso, se arrepintió casi de inmediato. Pero tampoco quería perder aquella
mirada que Raphael Haynesworth le daba.

—Gra…gracias.

—No creo que esto sea algo para agradecer.

—Pero aún así…

Aunque contenía un poco de amargura, Raphael sonrió como siempre. Dante también
le sonrió.

‘Debe ser una emoción causada por la superposición de un evento impactante de tu


primera experiencia, por lo que pronto te darás cuenta de la diferencia del
sentimiento de amor.’
En ese momento, Dante tuvo que sonreír y volver a su relación Capitán – subalterno.

Raphael sonreía maravillosamente. Desde el primer encuentro, Dante supo que en su


rostro se reunían todas las condiciones de la belleza. La expresión fría que vio en el
pasillo también le sentaba bien, pero la sonrisa tímida que ahora mostraba, permanecía
más clara en los ojos del Capitán.

En ese momento, un empleado se acercó a los dos con una gran bandeja. Dante, que
se percató primero, le preguntó a Raphael.

—Haynesworth, ¿has pedido algo más?

—¿Eh?… ¡Oh, espera!

Raphael se sorprendió y se levantó de su asiento mientras formaba una “x” con sus
brazos cruzados.

—¡Espera un momento! No puedes venir ahora…

Sin embargo, el empleado no pudo ver la señal de Raphael, porque estaba quitando la
tela que cubría dicha bandeja.

Frente a los ojos de Dante, aparecieron abundantes rosas. A primera vista, parecía que
había cientos de ellas.

Como la bandeja se detuvo justo delante de Dante, el aroma de las flores, que esperaba
salir bajo una gran tela, golpeó el rostro de Dante.

—Esto… ¿Qué significa?

—No puedo compararlo con tu belleza, pero te muestro una parte de mi


desbordante corazón.

‘¿Qué has dicho?’

Dante tuvo escalofríos en todo su cuerpo.

Frente a él, el empleado sacó la flor más hermosa y codiciada y se la ofreció. Dante
aceptó la flor sin pensarlo demasiado. Era una bonita rosa cuyos pétalos de color rosa
oscuro se volvían rojos al acercarse a la luz.

—La Rosa Sarah, una mezcla de rojo y rosa, representa el cortejo apasionado y
el intenso amor. Para conquistar el corazón de la Emperatriz Sarah, que era
amiga de la infancia de Lexus II, le dio su nombre a una rosa que había sido
cultivada y mejorada por él; el significado de la flor derivó del éxito de la
confesión cuando llenó el Palacio con este tipo de rosas.
—Ah, cortejo apasionado, intenso amor.

‘—Estaré satisfecho con solo mirarlo… No demostraré mis sentimientos, así que
permítame quererle…’

¿No era esto lo contrario a sus palabras?

Los ojos de Dante casi se cerraron al recordar las palabras de Raphael, que expresaba
su lamentable amor no correspondido.

—¡Ya basta! ¡Es suficiente!

Raphael lo detuvo casi de inmediato. [Cuando te conocí, sentí el mismo sentimiento


del Emperador Lexus, cuando conoció a la Emperatriz Sarah por primera vez…] El
empleado, que estaba a punto de leer el pasaje, parpadeó y fue expulsado.

Dante miró la cinta que había debajo de las rosas, que estaban amontonadas hasta el
punto de que el olor la mareara.

[Captain Darling ♥]

—Pero…

Dante tuvo que frotarse los brazos una vez más para ahuyentar sus escalofríos. La
vergüenza de Raphael, con el rostro enrojecido, se transmitió.

‘¿Captain Darling?’

Las comisuras de los labios del Capitán Bailey se levantaron. Era una sonrisa que no
mostraba ningún signo de alegría.

—Es la primera vez que veo a un subalterno cambiar el nombre de su superior.


¿Desde cuándo mi nombre es Darling en vez de Dante?

—Vaya, se suponía que no tenía que aparecer ahora, debía ser después de
confesarme…

El gran cuerpo de Raphael disminuye gradualmente. El hombre que había gritado


un “me gustas, sal conmigo”, parecía avergonzado esta vez.

Raphael habló con una voz del tamaño de una hormiga.

—… Bueno, esto es idea de mi hermana.

—Es más romántico que la imagen que vi ayer.


—Ella nunca ha tenido una relación, pero sigue diciéndome lo que tengo que
hacer…

—Antes dijiste que te conformabas con mirarme. Pero has preparado todo
para una confesión tan apasionada. Si iba a ser así, ¿por qué dijiste que
preferías estar solo?

—Nadie en el mundo estaría satisfecho con solo mirar a la persona que le gusta.
Desde que me separé ayer del Capitán, decidí ser un poco más paciente… por
eso, pedí al empleado que apareciera si creía que habían aceptado mi
confesión…

De hecho, Dante estaba un poco conmovido por las palabras de Raphael hasta que
llegaron las flores. Sin embargo, cientos de rosas absorbieron rápidamente la calidez
que se había formado en su pecho.

Mientras la expresión de Dante se volvió seria, Raphael dijo injustamente.

—No sólo quiero mirarlo, en realidad quiero recibir más palmaditas del
Capitán, y quiero volver a tomarnos de las manos.

—¿Cuándo nos hemos tomado de la mano?

—Aquella vez, cuando perdí el equilibrio por la ola, mis piernas se tropezaron
y caí… usted me ayudó a levantarme en ese momento…

—¿Qué clase de explicación es esa? ¿Desde entonces teníamos una relación sin
que yo lo supiera?*

*N/T: Por si no se entiende, Raphael está explicando que quiere tomarse de las manos
con Dante como lo hacen las parejas, por eso ante su caída, Dante hace esa pregunta
como burla.

Dante suspiró profundamente. Primero, Raphael había aparecido frente a él vistiendo


de forma elegante, se comportó un poco torpe, luego hizo una confesión apasionada
y ahora explicaba un suceso absurdo. No sabía cuántas veces Dante cambiaba su
estado de ánimo en el poco tiempo que pasaba con Raphael.

Dante retiró su espalda de la silla y se puso de pie como Raphael. Optó por una figura
y expresión que Raphael Haynesworth había visto docenas de veces en su
entrenamiento, siendo el “Capitán Dante, Jefe de Equipo de las Fuerzas Especiales.”

—Bien. Haynesworth, creo que he recibido una confesión, y te daré una


respuesta.

—Oh, sí.
Tal vez porque Raphael estaba nervioso, de nuevo se colocó en una postura erguida.

—Aunque tiendo a hacer lo que quiera en el ejército, solo sigo dos reglas
absolutas.

Dante extendió dos dedos frente a Rafael.

—Primero, no me enfrento a niños menores de 13 años, aunque se proclamen


como enemigos.

Un dedo fue bajado.

—Segundo, no salgo con mis subordinados inmediatos. Si el comandante pierde


la equidad en el campo, el equipo se acaba.

—…

—Por lo tanto, no podemos tener una relación.

Ambos principios eran válidos, y no podían cuestionarse. Para Dante Bailey… eran
principios que mantenía como creencia y determinación como Capitán.

Era un eufemismo pero eran palabras definitivas que impedían a Raphael seguir
insistiendo.

—De acuerdo. Respeto la decisión del Capitán… ¿Eh?

Raphael se inclinó y tardíamente se dio cuenta de la extrañeza de dichas palabras.

—No voy a ser su subordinado inmediato en un mes, y estaré de vacaciones


durante un mes, así que no tengo que ser comandado en el campo por el
Capitán.

Dante chasqueó la lengua.

—Oh, esto no funciona.

—¿Piensa que soy un idiota?

—Bueno, yo pensé en algo similar…

—Muy pronto, no seré un subalterno del Capitán, así que por favor, exclúyame
de esa regla.

—No. La regla debe mantenerse.

—Entonces… ¿está bien en un mes?


—Hmm, ¿entonces debo cambiar dicha regla a: «No salgo con un hombre que
fue una vez mi subordinado»?

—¿Eh? Oh, no, no debe de cambiar sus creencias tan fácilmente.

Raphael frunció injustamente los labios. Dijo: —Realmente puedo hacerlo bien
si me da una oportunidad.

Dante bajó la taza, cortando su persistente voz.

—Haynesworth, detente ya.

Y extendió la mano para acariciar la cabeza de Raphael.

—Eres inteligente, así que ya sabes lo que quiero decir con esto.

Dante sonrió suave pero decididamente a Raphael. Era una sonrisa que no podía
entenderla del todo.

***

La semana que se permitió darse un descanso pasó en un instante. Al capitán Dante


Bailey y a su equipo A, todavía les quedaban tres semanas de vacaciones.

Sin embargo, sabía que si se tomaba estas vacaciones para solamente descansar,
sufriría dolores en el cuerpo cuando se pusiera otra vez en marcha. Por lo tanto, Dante
salió de casa temprano por la mañana después de mucho tiempo.

Al cruzar los tres edificios conectados, tomó su identificación militar y se dirigió al


ascensor, llegando a una planta que solo estaba abierta para el personal autorizado.

Dante se cambió de ropa en el vestuario y se puso un portaplacas* que ahora le era


tan familiar llevarlo como una parte de su cuerpo. Añadió peso a la parte superior de
su cuerpo colocando unas tablillas de metal y salió al campo de entrenamiento.

*N/T: (중량판을) Portaplacas: Se traduce literalmente como “portaplacas”, sin


embargo también se llama “chaleco porta placas”, como su nombre lo dice, es un
chaleco que tiene compartimientos donde se añaden pequeñas placas de metal para
añadir peso al entrenamiento.

Tras un breve calentamiento de un lado del campo de entrenamiento, el calor de su


cuerpo se incrementó.

El edificio principal de la residencia oficial era amplio y cuenta con instalaciones de


entrenamiento para las Fuerzas Especiales. Entró a la pista que se extendía por el
perímetro de las instalaciones y empezó a correr. Sólo se tomó una semana de
descanso y su cuerpo se sintió pesado.

Pero como estaba de vacaciones, se dio el pequeño lujo de correr con los auriculares
en los oídos.

Lo hizo. Su cuerpo, que había estado dormido debido a la pereza de sus vacaciones,
se recuperó lentamente a su condición original después de pasar cierta sección.

—Hola, Dante.

Alguien lo agarró del hombro y le quitó el auricular. Era Leone. Al parecer él también
le preocupaba que su cuerpo se entumeciera en estas vacaciones. Dante corrió junto a
Leone por la pista.

—¿Por qué es tan difícil verte estas vacaciones? No hemos ido a beber.

—He tenido un asunto que atender. Simplemente pasó de esa manera.

—¿Qué pasa? ¿Es algo grave? ¿Tiene que ver con la iglesia?

—No. Si ese fuera el caso, no estaría corriendo en estos momentos.

—Claro.

Los dos jefes del equipo del SAG hablaban tranquilamente mientras corrían por toda
la pista. Leone dijo: «Oye, ahora que lo pienso», y sacó otro tema.

—He oído que el Comando de Seguridad y Defensa ha pedido ayuda al SAG.

—¿Por qué? ¿Pasó algo?

—La cumbre se celebrará en otoño.

—Ah, claro. Será este otoño. Va a haber mucho ruido por aquí durante un
buen tiempo, debido a los preparativos para el entrenamiento antiterrorista.

El Imperio dio la bienvenida a un joven nuevo emperador hace dos años. Durante la
época del cambio de régimen, era inevitable que no hubiera mucho ruido dentro y
fuera del Sistema Militar. En particular, en ocasiones como una cumbre, que se
considera la más peligrosa en el sentido de que se reúnen los jefes de los diferentes
países, las tropas se reúnen en el centro del país anfitrión mientras la gente acude al
Sistema Militar.

Dante suspiró brevemente.


—Estoy deseando ver si nuestros hombres pueden trabajar adecuadamente en
el Sistema de Islas, pero eso debería ser todo.

—¿Qué te preocupa? Eres el único que se lleva bien con The F. Creo que el
Comandante del regimiento ordenó que enviará a tu equipo primero.

—¿Qué puedo hacer entonces? Un simple Capitán no es la persona que en esta


ocasión el Sistema quiere. Toda la gente de alto rango quiere proteger a los
soldados de las familias nobles*.

*N/T: Puede ser algo confuso, sin embargo, lo que se refiere es que ante el
entrenamiento antiterrorismo, se celebrará una cumbre, tienen planeado que los
futuros Oficiales (hijos de una familia noble) participen, más que nada para poder
protegerlos, vigilarlos y porque serán los futuros líderes de tropas, unidades, etc.
Solo les falta la experiencia. Recordar la explicación del sistema militar de esta
novela en capítulos anteriores.

—Mira a Angela Harris de la familia Harris. Todas las mujeres de alta clase
quieren estar en el círculo social con ella. Son al menos 100 personas.

—Nuestra Angie tiene muchos problemas al ser elegida como líder de equipo…

El cuerpo se puede sentir doblemente más relajado cuando se entrena en zonas


alejadas o diferentes de lo habitual. También era una gran ventaja entrenar en un
edificio con instalaciones bien equipadas y después pasar la tarde en el bullicioso
centro de la ciudad después del trabajo.

No quiere decir que no haya un trabajo duro, como los simulacros de rescate de
rehenes y el entrenamiento antiterrorista, pero incluso después de todas las
actividades, nada podía compararse a que durmiera en su cama en vez de un suelo
duro y frío. Sus vacaciones se lo permitían.

Dante quería hacer algo en el centro de la ciudad incluso por primera vez en mucho
tiempo, ya que por el momento estaba fuera de servicio disfrutando sus vacaciones.

—De todos modos, si consigues una solicitud para presentarte esta vez, deberías
aprovechar para tratar de subir al menos tu rango… Ugh.

—¿Qué pasa?… Oh.

Dante y Leone miraron a la persona que se acercaba desde lejos. Pero cuando sus ojos
se encontraron, no tuvieron más remedio que detenerse.
El hecho de que dos personas se encontraran con alguien de frente que estaba
recorriendo la pista, significaba que este psicópata estaba yendo en la dirección
opuesta. Levantó la cabeza y miró a Dante y a Leone.

—Hola.

—Hola.

Los dos saludaron con una sonrisa. Era Derrickson Efron, otro líder del equipo SAG.
Fue estudiante un año superior en la Academia Militar donde Dante y Leone
asistieron.

Cuando se encontraron después de mucho tiempo, lo primero que hizo fue chasquear
la lengua.

—¿Se encontraron con un superior, y ni siquiera pueden dar un saludo oficial?

—…

‘Aquí vamos de nuevo.’

Leone lo miró con disgusto, y Dante sólo suspiró con la punta de la nariz. Pero
Derrickson se acercó a Dante y le dio una palmada en la cabeza.

—No pensé que fueran así. Oye, dame un saludo formal. He tenido mucho más
comidas militares que ustedes.

—Capitán Dante Bailey.

—Capitán Leone Schuster.

Leone habló con fuerza cuando dijo la palabra “Capitán”.

El rango de Dante y Leone, que actualmente están en su séptimo año al mando, son
de Capitán, y Derrickson, que está en su octavo año al mando, también es de Capitán.

Solo durante los días en la Academia Militar, ser un año mayor parece importante y
lejano, pero después de convertirse en un Oficial comisionado*, dichos años no
significan nada, especialmente justo antes del consulado**.

*N/T: Oficial Comisionado: Miembro de un grupo militar, policial o similar. Ciertas


organizaciones siguen un criterio especial para asignar el rango de un Oficial.

**N/T: Consulado: Conjunto de personas que trabajan bajo la dirección de alguien


con mayor rango a ellos, para representar y proteger los intereses de su nación en
una ciudad de un estado extranjero.
El ejército era incondicional en el orden de rango. No era raro que los más jóvenes
fueran promovidos primero en función de sus habilidades y carreras. En ese caso, un
subalterno que se convertía en un Capitán o en un rango más alto, no podía dar órdenes
a sus subordinados llamándolo “superiores”. Por lo tanto, en el momento en que los
rangos eran los mismos, especialmente entre personas que eran Capitán, los límites y
las formalidades en la Academia Militar, estaban obligados a desaparecer.

En otras palabras, Dante y Leone, al ser del mismo rango militar de entre las tres
personas, era correcto que su saludo fuera igual. Pero eso no sucedía con la otra
persona.

Además, Derrickson solo es un superior porque tiene más tiempo en el ejército militar,
pero en el SAG, que está clasificado como las Fuerzas Especiales, el Capitán Dante
está muy por encima de él. Por lo general, en este tipo de casos, la antigüedad no
importaba y por lo tanto, Derrickson estaba obligado a inclinarse en un saludo ante el
Capitán del SAG.

A Dante no le importaba nada de eso, así que esperaba no empezar esta discusión
inútil.

‘Ahora que tenemos más de 30 años, ¿todavía queremos actuar de manera infantil?’

—Ustedes están malinterpretando algo. Solo porque entraron en el SAG de


manera rápida, eso no significa que obtendrán un rango superior de la misma
manera.

Tenía razón. Aun así, unos duros años de experiencia en las Fuerzas Especiales serán
mucho más útiles para un ascenso más rápido que seguir un orden predeterminado.

—Necesitan habilidad y destreza. Si no consiguen un buen uso de esas dos


cualidades, aunque hayan estado por años en las Fuerzas Especiales, no podrán
aspirar a ascender a un mayor rango y se quedarán en lo mismo por el resto de
su vida. Lo saben, ¿verdad?

—Sí.

—Sí, sí.

De nuevo, fue Leone quien se mostró sarcástico. Pero Derrikson miró a Dante y
argumentó de forma baja: «Ja, como si un pequeño cachorro me pueda dar órdenes.”

—Bueno, es sabido que si alguien no tiene antecedentes, en el mejor de los casos


será un teniente coronel, así que aunque le lleve un tiempo tener un rango
militar mayor, tendrá un buen premio. No hay límite de edad para seguir
subiendo. Así que también pueden darle un rango cuando esté en edad para
jubilarse.

Le estaba diciendo abiertamente a Dante que no tenía conexiones con los superiores
de mayor rango que él. Porque Dante no era de familia noble, o al menos de clase
media.

Dante dejó que hablara y solamente se limitó a responder “sí”, pero Leone estaba
bastante furioso en nombre de su amigo. Resopló con emoción.

—Por cierto, Dante. Al parecer serás llamado Capitán por última vez. ¿Qué
pasó con tu ascenso de rango?

La intención de su amigo de sacar el tema era evidente. Tal y como era su intención,
Derrickson gritó: «¿Qué?», en cuanto escuchó la importante noticia del ascenso de
rango militar.

—Los resultados aún no han llegado.

—¿No es genial que vayas a tener una revisión de ascenso en tu séptimo año?
¿No están dando frutos todos tus esfuerzos? Enhorabuena.

—Sí, gracias, Capitán Schuster.

A diferencia de que los dos, que pasaron sus días en un comienzo de un imperio
pacífico, Dante fue al SAG desde el principio de su vida militar. Dado que el número
de sus logros y méritos eran diferentes al resto, no era raro que fuera un candidato
para que pudiera entrar a la criba.

Derrikson, que escuchaba la charla entre los dos amigos, naturalmente se puso rojo.

—No tenemos mucha gente a la que recomendar, así que el comandante puso la
condición de base, la lealtad. Están armando un alboroto por nada. Muévete.

Al final, Derrikson pasó golpeando a Dante en el hombro, dejando a Leone Schuster


atrás. Dante se sacudió el hombro, y Leone solo exclamó:

—Oh, qué patético…

—Sabes que te vas a meter en problemas, así que ¿por qué te molestas en
provocarlo?

—¿No te enfadas cuando oyes eso?

—Si reaccionas a todo lo que dice la gente, no acabará nunca. Es mejor


limitarse a escuchar.
Pero estaba un poco irritado porque Derrikson seguía siendo así incluso durante sus
vacaciones. Dante soltó un pequeño suspiro mientras corría de nuevo.

—¿Hasta cuándo va a ser así conmigo?

—¿Hasta que Angie lo acepte?

—De ninguna manera. Entonces me odiará por el resto de su vida.

Dante era como una piedra sucia en la Primera Academia Militar, por la que pasaron
numerosas familias nobles y aristócratas de alto rango. Aún así, cuando estaba en la
escuela, Derrikson lo molestaba y hablaba de él a sus espaldas, pero no era tanto como
ahora.

Fue cuando Dante estaba en cuarto curso cuando los dos se distanciaron
definitivamente.

Derrikson, un graduado que estaba en curso de entrenamiento en el Sistema Militar,


visitaba constantemente la Academia Militar y se enamoró de Angela Harris. El hecho
de que los graduados estuvieran cortejando a los nuevos estudiantes todos los días y
de una manera desagradable, no lo tenían permitido y si los comandantes se enteraban,
se meterían en problemas.

Ante la insistencia de Derrikson, Angela se armó de arrogancia, indiferencia, frialdad


y consecuente desprecio. Pero Derrikson no se rindió y siguió visitándola. En el
proceso, algunos de los alumnos de cuarto grado que se dieron cuenta y empujaron a
Derrikson diciendo: “¿Qué es lo que le haces a una de primer grado? Déjala ya».
Uno de ellos era Dante.

No sabía si Derrikson la conocía en verdad o simplemente se había fijado en ella por


la familia Harris, pero desde ese entonces la relación entre ambos como compañeros
terminó.

El problema surgió cuando Angela se ofreció voluntariamente para ser la jefa de


equipo adjunto de Dante después de su graduación. Derrikson, que le ofreció un lugar
junto a él en un lugar tranquilo cerca de Islas, fue abandonado de nuevo.

A partir de ahí, Derrikson molestaba con más frecuencia a Dante, dando comentarios
burlistas.

—¿Debo pedirle a mi padre que sigilosamente le dé una lección?

Leone, que era amigo de Dante, también era una persona que provenía de la típica
familia de nobles. Pero rara vez apoyaba a Derrikson que a Dante.
De hecho, Derrikson fue una vez un superior popular porque era amable con los recién
graduados de altos rangos, pero hubo bastantes subalternos que fracasaron debido a
su mal desempeño y enseñanza. También se había enterado por casualidad que lo
habían obligado a entrar en el SAG como una compensación a sus errores.

—Deberías decírselo a mi madre también. ¿Por qué solamente a tu padre?

Era la forma que tenía Dante de dar las gracias y negarse de manera cortés.

—¿Qué sentido tiene decírselo a tu dulce madre?

—Me pregunto si tal vez rezará para que el hombre que intimidó a su hijo se
vaya al infierno.

Leone negó con la cabeza, chasqueando la lengua.

—Aunque te intimiden delante de tus subalternos, estás subiendo de rango


mucho más rápido. No debe tratarte así.

—Sabes, es más como una relación superior-junior que entre Capitán-


subordinado.

Los ojos de Dante y Leone se volvieron en la misma dirección. Una gran sombra se
agitó detrás del pilar frente a ellos.

—¿Qué es eso? ¿Un acosador?

—No, es un joven subalterno que quiere dedicar el resto de su vida a vigilar a


su Capitán. Probablemente.

—… ¿Es solo eso? De todos modos, no tienes que preocuparte, la gente que te
rodea al parecer no lo sabe.

—En un principio, me sentía extraño y él era cariñoso. Pero pronto se rendirá


rápidamente como pasó con Angie. Todavía es joven.*

N/T: Están hablando de lo apegado que está Raphael con Dante como subalterno-
capitán, no de que tienen una relación. El texto puede malinterpretarse, pero ese es
el propósito al parecer de la autora.

Dante murmuró con una voz que sólo podía ser escuchada por él mismo. «¿Aún no te
has dado por vencido?».

Dante sabía que Raphael sentía una mezcla de respeto y enamoramiento hacia él.
Él mismo no era especialmente alguien que debían de respetar, especialmente por
parte de Haynesworth, que tenía un futuro brillante. También estaba el caso de
Angela, había estado involucrada con un extraño superior y que este todavía iba detrás
de ella a pesar de los años.

Por ese motivo, Dante le habló a Raphael con decisión y creyó que lo había entendido.
Sus expectativas estaban terriblemente equivocadas.

—Oye, ya sé lo que es. —Leone chasqueó los dedos. —Debe haber algo en ti
que atrae a gente con nombres de ángeles. Tu nombre es Dante, así que da la
impresión que quieres ser salvado o que los salves.

Angela, Raphael, y luego él en la Academia Militar, Leone extendió sus tres dedos.

Dante golpeó su mano con el puño y corrió hacia delante. Detrás de las dos personas
que empezaron a caminar una al lado de la otra, había un ruido de pasos en algún lugar
donde se encontraba la pista.

***

Dante y Leone pasaron toda la mañana en las instalaciones de entrenamiento. Después


de hacer ejercicio durante mucho tiempo por la mañana y de ducharse, era natural
tener hambre.

Cuando Leone y él salieron por la entrada planeando qué comer para el almuerzo,
estaba Raphael de pie frente a él.

No iba tan bien vestido como ayer, pero el atuendo era terriblemente elegante para
estar en un gimnasio. En particular, se preguntaba si la rebeca* rosa le quedaría muy
bien a un hombre tan alto. Ahora que lo pensaba…

*N/T: Rebeca: Una rebeca o cárdigan es una chaqueta de punto abierta por delante,
que se puede cerrar con botones o cremallera

Era similar a la rosa que vio ayer.

En lugar de Dante, Leone levantó la mano y llamó a Raphael.

—Haynesworth, ¿qué estás haciendo aquí?

—Oh, Rapha…

—No, no lo hagas. No lo hagas mientras estés de vacaciones, no deberías de


vestirte así. Debes de llevar ropa sencilla mientras estás de vacaciones. Nosotros
no somos así. ¿No deberías crecer para ser ese tipo de persona?
—Sí, lo entiendo.

—¿No saliste hace un rato?

Al parecer, Raphael salió del campo de entrenamiento hace una hora, usando la ducha
primero. Pero estar parado en la entrada de las instalaciones del gimnasio con el
mismo atuendo que cuando había salido de las duchas, significaba que había estado
esperando todo ese tiempo.

Leone parpadeó varias veces mirando a ambos. Al no ver a Dante corriendo delante
de Raphael, rodear sus hombros con un brazo y decir: “¡Chico, vamos a comer
juntos!”; y ver a Raphael nervioso al ver a Dante, parecía que había algo entre los
dos.

—Oh, por cierto, ¡olvidé que tenía algo que hacer! Me tengo que ir, amigo. Eso
es genial. Invita a tu subalterno a comer.

—¿Qué quieres decir con que tienes algo que hacer? Capitán Leone Schuster,
usted está de vacaciones, al igual que yo.

—Estás siendo estricto de nuevo. Haynesworth, cuida bien de tu Capitán. Tiene


hambre, así que por eso está enfadado.

—¿Cuando yo…?

—Oh, está bien. Yo lo cuidaré.

—Entonces me iré. Que se diviertan.

Leone le dio una palmada en la espalda a Dante y a Raphael al mismo tiempo y se


alejó sonriendo. Leone, al hacer dicha acción, para alguien se convirtió en un amigo
traidor, y para otro en un maravilloso superior.

—Capitán, ¿va a invitarme a comer?

—…

Dante sólo suspiró ante esa cara de descaro. Había una serie de restaurantes regulares
fuera del complejo de residencias, por lo que a menudo iba a restaurantes. No tuvo
más remedio que ir.

—No te contengas y come mucho.

—Sí. El capitán también debería comer mucho.

—Me gusta la gente que no se pone nerviosa y come bien.


Raphael comenzó a comer una porción de pizza que había cortado finamente. Sus
mejillas se hincharon como globos. Era una persona sencilla en todo momento.

Así que pensó que si Raphael escuchaba un rechazo tan directo frente a él, se rendiría
fácilmente.

—Pídelo si quieres algo más.

—Claro.

Raphael se quedó mirando a Dante mientras se metía ensalada a la boca.

—Sí, comes bien. Sigue así. Te ves bien.

—Sí.

Era difícil saber si se había rendido o no. Su rostro estaba claramente más apagado
que la última vez que lo vio, pero no sabía el significado de seguirlo desde la mañana
y comer juntos.

Aunque se convirtió en una relación tibia, Raphael era un subalterno de Dante.


Aunque el tipo de cariño era diferente al suyo, lo cierto es que no odiaba a Raphael.
Ver al chico comer bien también le hizo sentirse feliz.

—Te he traído al sitio al que voy a menudo, ¿es de tu gusto?

Raphael tragó lo que tenía en la boca con un sorbo de Coca-Cola.

—Sí, está delicioso.

—Bueno, siembre comemos la comida del ejército, así que por supuesto es
deliciosa.

Cuando Dante bromeó y se rió, Raphael sonrió suavemente.

—Haynesworth.

—Sí.

—Contacta con Angie antes de que te asignen. Fue la primera en unirse a mi


equipo, así que puedo recomendarte para que te unas a uno, además que es
bastante linda.

—Angie… ¿se refiere a la teniente Angela Harris?

—Sí.
—¿Dijo… que era linda…?

—Es porque Angie es brusca y no sabe expresarse bien.

Desde luego, desde el punto de vista de Dante, tanto los subalternos que entraban
como los de menor rango que cuidaban de los recién graduados eran dignos de
elogios.

—De acuerdo…

Raphael contestó con hosquedad.

—¿Qué te trae por el campo de entrenamiento? Son tus primeras vacaciones y


no acaban hasta dentro de unos días.

—…

—¿Haynesworth?

—Oh, lo siento. No pude dormir mucho, así que… ¿Podría repetirlo?

—…

Dante no preguntó por qué no pudo dormir. Era muy probable que él fuera la causa
de su insomnio.

—Bien, ¿has organizado tus pensamientos durante la noche?

El tenedor que sostenía Raphael vibró al chocarlo contra en plato.

Dejó el tenedor a un lado del plato.

—…Para ser sincero, no pude… Rendirse, sé que es lo que la gente hace


después de un enamoramiento.

Las pestañas de Raphael cayeron tristemente. Los anchos hombros también cayeron.

—No voy a hacer una confesión repentina como la última vez, para no
agobiarlo. Por favor, solo esta vez deje que me guste.

—…

Cuando Dante no respondió, la expresión de Raphael se volvió más patética.

—Se lo ruego, aunque haya dicho que va a fingir que estamos saliendo…

—No entiendo por qué me haces esto.


—Intentaré organizar mis sentimientos para no tener que agobiar al Capitán,
pero debo mencionar que estaré feliz porque solamente es el Capitán a quien
amo.

—…

En el restaurante que era ambientado con las últimas canciones más populares, sonaba
la voz de una vocalista que hablaba del dolor del amor.

‘Tú, mi amor, este corazón que sostengo solo~.’

—Capitán, solo déjeme quererle, por favor.

Y frente a Dante había un emotivo vídeo musical que encaja con la canción.

Raphael Haynesworth, un joven de 24 años, una edad fresca, y un hombre guapo


comparable en apariencia a un actor de primera, era el protagonista del vídeo.

Dante lanzó un largo suspiro, mientras frotaba su frente.

—Es difícil si tu método favorito es el acoso.

—No, no es acosar. ¿Cómo he acosado al Capitán?

El acosador, que sería eliminado en menos de cinco minutos si Dante lo hubiera


decidido, protestó injustamente.

—Te escondiste y me miraste todo el tiempo del entrenamiento, además que


esperaste a que saliera. Eso es acosar.

—De todas maneras lo ha sabido desde el principio… No era mi intención


mirar al Capitán, aunque claro que lo he extrañado mucho. Por eso he venido
con el Capitán a mostrarla.

—¿Qué?

—Mi cara… Vine porque pensé que se encariñaría un poco más conmigo si le
mostraba mi cara con frecuencia.

—…

—Pero ahora que lo pienso, no podía interferir en su ejercicio, así que salí y
esperé.

‘Oh, eso es patético. Patético.’


Sabía que tenía que rechazarlo con firmeza, pero al ver las pestañas doradas
temblando, de nuevo se sintió débil. Dante le dio una palmadita en la espalda a
Raphael.

—Aunque no lo hagas, sigo pensando que eres un chico guapo. No te


preocupes.

Raphael abrió los ojos. Dante habló apresuradamente.

—No tengo sentimientos románticos.

—… Sí…

—…

Las cejas y los hombros de Raphael cayeron en la misma forma. No se trataba de un


intento de torturar sus esperanzas, pero Raphael era demasiado efusivo con las
palabras de Dante.

—Haynesworth. Intenta aclarar tu mente y tus sentimientos de nuevo. Si tienes


sentimientos persistentes por alguien que te rechaza, solo será lamentable.
Aparecerá una persona mejor.

Cuando Raphael vio a Dante, volvió a bajar la mirada.

—Haré todo lo posible para recordarlo.

Al finalizar la comida, Raphael tomó el Bilge* que estaba al final de la mesa.

*N/T: Bilge (빌지를): En corea, los restaurantes utilizan un pequeño tablero de menú
donde se encuentra todo lo disponible, las personas marcan sus comidas y cuando
terminan, el personal del restaurante lo registra y hace el cálculo de la cuenta.

—Yo pagaré.

—Está bien. Yo te traje aquí. Dámelo.

—Mi padre me dio la tarjeta para que fuera amable con el Capitán cuando me
encontrara con él. Si los registros no aparecen, tendré problemas. Por favor,
déjeme pagarlo.

—¿Qué? No… Ugh.

Esa fue la razón perfecta para bloquear por completo la terquedad de «Yo pagaré».

Raphael bajó ligeramente la cabeza y se levantó de su asiento.


Un paso miserable temblaba mientras se dirigía hacia adelante…un paso tras otro…
Aunque no quisiera hacerlo, Dante no pudo evitar mirarlo. Los hombros de Raphael
caídos y su cabeza agachada hacían que Dante sintiera un pequeño dolor punzante en
el pecho.

‘Mira mi miserable y pobre figura. Por favor, abrázame por la espalda. Me han
rechazado. Estoy triste. Estoy molesto. Soy el pobre Raphael.’

Desde donde estaba, podía ver su espalda que era lo suficientemente grande como
para ser utilizada como una mesa, pero no pudo evitar pensar cómo era posible que
Raphael pudiera dar esa apariencia. Es un perro grande que pretende ser un pequeño
cachorro abandonado.

El problema era que en la mente de Dante, podía ver la ilusión de un pequeño cachorro
que tenía un brillo en sus ojos del tamaño de una perla.

El triste vídeo musical de Raphael, que duró unos 30 minutos durante la hora de la
comida, estrujó el corazón de Dante de muchas maneras.

***

En el mismo lugar que el día anterior, Dante se encontró con Raphael y de inmediato
hizo contacto visual con él.

‘No me digas que me has seguido otra vez.’

La sospecha se disipó con rapidez.

Desde la prensa de piernas en la que estaba sentado Raphael, se oyó un sonido de


traqueteo debido a la vergüenza. Los hombros de Raphael se elevaron y cayeron de
nuevo, y los ojos que encontraron a Dante temblaron violentamente. Era una reacción
muy diferente a la de ayer, cuando se escabullía para esperar a Dante.

Raphael inclinó la cabeza en respuesta a las palabras del día anterior, que no debía ser
formal con el saludo durante las vacaciones.

Dante también hizo un breve gesto con la mano y se sentó en otro equipo de ejercicio.
Cuando Dante pasó, el equipo de ejercicio de Raphael comenzó a moverse de nuevo.

Después de un rato, Raphael se secó el sudor y se trasladó a otra máquina de ejercicios.

Estaba más lejos de Dante que hace un rato… Al alejarse, pudo ver mejor el aspecto
de Raphael. La cintura que se estira sin grasa bajo una espalda firme, los brazos que
sostienen el mecanismo, y las caderas que se elevaban suavemente… no estaban
rectas.
Su postura era incorrecta.

Una vez que lo notó, siguió preocupado. Era una situación perfecta para lesionarse la
espalda con ese peso y esa postura.

‘No, ¿por qué nadie corrige su postura?’

Dante miró a la gente que lo rodeaba. Todas las personas estaban tan absortas en su
propio ejercicio que nadie se dio cuenta de que la postura de Raphael estaba mal.

Mientras miraba a otra parte durante un tiempo, no pudo estar tranquilo y volvió a
dirigir su mirada hacia él. La espalda de Raphael, inclinada hacia la derecha parecía
decir: «Esto es peligroso».

Era peligroso.Completamente peligroso…

La respuesta era permanecer lejos de Raphael por un tiempo hasta que aclarara sus
sentimientos. Sin embargo, como superior y Capitán, no podía solamente ignorarlo.

Dante finalmente se levantó de su asiento.

Acercándose a la espalda de Raphael, Dante le tocó el pequeño hueco que se formaba


entre los hombros.

—Levanta un poco el pecho. No inclines tu cintura hacia atrás, debes estar en


línea recta. Así que, endereza los hombros. Si te sigues ejercitando así, te
lastimarás.

—Oh… sí.

Raphael parpadeó y cambió su postura a lo que Dante le había indicado. La cintura,


que había estado ligeramente curvada hacia atrás, ahora estaba recta. Su figura se hizo
más prominente sobre la ropa.

—Gracias…

—Inténtalo de nuevo. El balance de la derecha e izquierda no están bien


equilibrados. Debes de seguir manteniendo la espalda recta. Sí, así es.

Su postura se volvió mucho más estable que antes, y la fuerza de Raphael también
disminuyó. Se sabía que en la Academia Militar se ejercitaban mucho, pero para
cometer ese error con su postura, Dante se imaginó que Raphael estaba distraído en
algún lugar que no conocía.

—Entonces, me iré.
Dante se giró rápidamente tras confirmar que su postura se había corregido. Raphael
parecía querer decir algo, pero mientras Dante se alejaba, tragó saliva. En su lugar, el
instrumento que empezó a moverse de nuevo emitió un sonido.

«Track… Track… Track…»

‘—Capitán… Por favor, mírame. Capitán… Mi Dante… Ah…’

Ahora, incluso escuchaba alucinaciones. No giró su cabeza, pero sus ojos seguían
intentando mirar hacia el lado izquierdo.

Dante se había alejado y comenzó a entrenar todo lo que podía para alejar esos
pensamientos. Apenas escuchaba el sonido de la máquina de entrenamiento.

Durante todo el ejercicio, no mostró ninguna reacción ni siquiera cuando Raphael se


acercó. Solo pretendía estar muy concentrado, y Raphael pronto se concentró en su
entrenamiento mientras observaba a Dante.

Después de unas horas.

Dante se encontró a Raphael en la ducha.

Hoy no miró a Raphael con la determinación de no hacer contacto visual con él, e
incluso no se percató del momento en que se fue a la ducha.

A medida que se acercaba la noche, pudo ver la cantidad de gente que se duchaba
después de terminar el ejercicio. Dante buscó un lugar vacío. Sus opciones eran 3:

1. Un lugar lejos de Raphael.

2. Un lugar donde la espalda de Raphael y la suya se encontraran.

3. Un lugar justo al lado de Raphael.

Dante, que estaba examinando seriamente los tres lugares vacíos mientras estaba cerca
de la puerta, se dio cuenta que no tenía que preocuparse por algo tan trivial.

Entonces, de repente, se le ocurrió un plan. Y se dirigió al lugar que había elegido.

—Llevas mucho tiempo haciendo ejercicio.

Raphael escuchó la voz de Dante y miró a su lado.

Dante, naturalmente, se acomodó en la cabina de ducha junto a Raphael y abrió la


ducha. Sus ojos se encontraron con un vidrió translúcido que le llegaba hasta el
hombro.
Esto sucedía mucho cuando Raphael todavía estaba en el equipo de Dante.

Dante le dijo a Rafael con esta acción.

«Siempre pienso en ti como un subalterno. Por lo tanto, no importa si me paro delante


de ti desnudo o si te veo desnudo. Hemos tenido algunos sucesos mientras estábamos
borrachos, ¡pero sólo somos subalterno y Capitán!»

—…Sí. No queda mucho para que pueda usar las instalaciones de las Fuerzas
Especiales.

—¿De verdad? Estoy muy orgulloso de ti hasta el final.

—Gracias.

Dante recordó con entusiasmo hace medio año, cuando Raphael era sólo un joven
recién graduado. Ya que podían ducharse juntos sin ningún tipo de interés.

Así que continuó duchándose de forma natural sin prestar atención a Raphael. Raphael
solo bajó la mirada en silencio y se siguió duchando.

—Oye, Haynesworth. Necesito un poco de shampoo.

Fue un error olvidar que su botella de shampoo estaba en el suelo, pero Dante pudo
volver a hablarle con toda naturalidad.

—Aquí está.

—Gracias.

Raphael se dio la vuelta y le entregó la botella de shampoo. Dante también se dio la


vuelta y recibió lo que Raphael le había ofrecido.

Pero, ¿por qué vio algo del tamaño de una botella de shampoo bajo la mano que le
ofrecía la botella de shampoo?

—…

Cuando una persona se sorprende demasiado, la mente se detiene y el cuerpo se


paraliza. Por eso el valor es un factor esencial para las Fuerzas Especiales que visitan
el campo, donde hay muchas situaciones inesperadas.

Dante también ha estado en todo tipo de lugares difíciles durante siete años, y esas
experiencias han creado la determinación de dirigir con calma el equipo en cualquier
situación.
Por lo tanto, Dante se paralizó por la vergüenza inesperada después de mucho tiempo.

¿Fue el año pasado, o hace dos años? Hubo algunas personas que comparaban sus
genitales con las latas de Coca-Cola o botellas de plástico, diciendo que eran
populares en redes sociales. Incluso entre los que se rieron con exageración, no había
una metáfora de que alguien pudiera igualar el tamaño de una botella de shampoo,
solo había tamaños de envases de alimentos o bebidas.

Y aunque estuvo admirado por el descubrimiento, también estaba asombrado.

‘¿Significa que eso ha entrado en mi cuerpo?’

La parte baja de su estómago, que estaba vacía, pareció dolerle de repente.

—¿Capitán?

—Oh, sí, gracias. Voy a usarlo bien.

—No es eso.

Por supuesto, lo que le dio fue una botella de shampoo con un cuerpo blanco y una
tapa rosa. Esto… incluso el color era muy parecido a… “algo”.

‘—Haynesworth… Tú… Ah… eres tan grande…’

‘—¡Capitán, ah… Dante… Ah, Dante…’

En la primera inserción, no sintió que la parte inferior de su cuerpo se partiría por la


mitad.

Dante volvió a ver la silueta por el rabillo del ojo. Sin darse cuenta, puso demasiada
fuerza en la mano que sostenía el envase de shampoo. Raphael había dejado la tapa
abierta de antemano, por lo tanto un líquido blanco y viscoso salió de la parte delantera
y fluyó hacia abajo.

¡Argh! Dante logró tragar un grito que casi deja escapar por accidente.

‘Señor, Señor, me estás poniendo a prueba…’

Dante recordó una oración que nunca había memorizado desde que se hizo adulto.

‘Salva el alma que agoniza de la lujuria, la codicia y todas las tentaciones del
mundo…’
Se arrepintió sinceramente de aquella noche, cuando estaba borracho y falta de
escrúpulos, pero la cabeza de Dante ya era prisionera de pensamientos y demonios
lascivos.

Dante se frotó rápidamente el shampoo en las manos para crear espuma, y movió su
cabeza como si estuviera despejando sus pensamientos.

‘—Ah, ahí, ah, es demasiado profundo, ah, despacio.’

En su cabeza, fragmentos de un recuerdo aparecían en momentos como este. El sonido


de la respiración baja de Raphael, que escuchó aquel día, y su propia voz que
desconocía, seguían sonando en sus oídos.

Raphael, que lo buscaba desesperado, agarrando su cintura con ambas manos y


penetrándole con fuerza, en un movimiento torpe pero apresurado y áspero.

“—Hace calor. Capitán, ah, Capitán… este lugar va a derretirse.”

Los recuerdos que brotaron una vez, trajeron otros recuerdos diferentes como
proyectiles consecutivos disparados.

‘Sí, ese día su erección había crecido bastante… ¿Eh?’

Dante parpadeó. Eso… ¿Se había puesto erecto cuando le dio el shampoo?

En ese momento, Raphael agarró apresuradamente la toalla colgada en el vidrió


traslucido y se la colocó.

—Bien, me voy primero. Adiós.

Raphael se fue corriendo sin meter en la maleta ninguno de sus pertenencias para el
baño que había traído, y mucho menos el shampoo que le había prestado a Dante.

‘¿Eh…? ¿Ah…?’

Dante, que se quedó en la ducha, no tardó en sorprenderse y morderse los labios.


También se apresuró a terminar de ducharse y salió con el equipaje de Raphael.

Sin embargo, en el vestuario, sólo pudo ver a Raphael desapareciendo rápidamente


con la ropa mojada.

‘¡Espera. Esto no es…!’

Al igual que Raphael, Dante se vistió rápidamente con un cuerpo todavía húmedo.
Los artículos de baño también fueron toscamente metidos en su casillero mientras aún
estaban mojados.
Salió corriendo con agua goteando de su cabeza, pero el sedán negro del
estacionamiento ya estaba girando por el callejón.

—¡Hey, Haynesworth! ¡Raphael!

Dante persiguió el coche por el callejón. El coche no se veía por ninguna parte.

—¿Se ha ido?

Era difícil alcanzar el coche con pasos humanos. Aun así, por si acaso, Dante corrió
por el camino donde el coche de Raphael había desaparecido.

Cuando llegó al camino que conducía a la carretera, Dante encontró un coche que se
había detenido al azar sin ninguna precaución. Al parecer había forzado un camino
directo a la montaña y había arañazos de las ramas por todas partes del costoso coche.

Era el auto de Raphael, que había visto un par de veces.

—¿Haynesworth? ¿Qué estás haciendo aquí?

Dante dejó de caminar hacia él. En el atardecer, cuando el sol casi se ocultaba, la
oscura carretera de la montaña y los alrededores cercanos permanecían en silencio,
por lo que podía escuchar los débiles sonidos que provenían desde el interior del auto.

—Capitán, ah…

No podía ser posible.

—Capitán, ah, Capitán. Mi Capitán.

—…

Llevaba unos días junto a Raphael y al parecer ya se parecía a él. Las orejas de Dante
comenzaron a calentarse y a ponerse rojas como las de Raphael.

Raphael respiraba en el auto, llamando a Dante.

—Capitán, ah, Dante… Ah, ah…

Mientras se acercaba un poco más, había una mezcla de sonidos regulares en su voz.
Aunque no podía ver todo debido a la poca luz del sol, sí pudo ver que el gran cuerpo
en el asiento del conductor temblaba.

—Dante, ah, ah… Capitán…

En la cabeza de Dante, apareció el cuerpo de Raphael, que había visto en la ducha de


las instalaciones de entrenamiento.
Su clavícula marcada, los anchos hombros, los músculos que se ven bien en la piel
blanca, una cintura delgada, y debajo de esta…

Bajó la mirada mientras recordaba la imagen de Raphael en su mente, de repente


volvió a recordar aquella noche. Debido al viento, no pudo ver las ramas bajo sus
pies.

Cuando se acercó un poco más, las ramas se rompieron, y Dante dio un paso atrás e
incluso hizo ruido de arrastrar la tierra del suelo.

—Ah…

Fue un error rudimentario que ni siquiera Raphael, un recién graduado, cometería. El


cuerpo que temblaba dentro del auto y la voz que buscaba desesperadamente a Dante
se detuvieron.

Dante no tuvo más remedio que acercarse al asiento del conductor.

—…Si quieres abrir, hazlo. Si no quieres, tan solo me iré.

—Capitán.

La puerta del coche se abrió sin dudarlo. El bonito rostro que apareció frente a Dante,
estaba mojado con agua sin secar y lágrimas en los ojos.

La ropa mojada estaba pegada a la parte superior de su cuerpo, y pudo percatarse que
le apretaba. En la parte de arriba, había una cara sacada de la figura de un ángel de un
cuadro famoso, mientras en la parte de abajo había un cuerpo de diablo con perfecta
simetría y armonía. Además, añadiendo algo comparable a una botella de shampoo.

—Eh, tú, toma algo de ropa.

La ropa no hacía su papel. A pesar de llevar unos pantalones cortos holgados, su


erección se elevaba hasta llegar al ombligo.

—…Capitán…

La lengua roja no pudo vencer la sed y apareció por un hueco entre los labios. Era esa
mirada de nuevo.

‘Soy un pequeño cachorro. Necesito tu ayuda. Necesito amor.’

Era esa expresión que hacía sacudir a Dante sin parar con sólo mirarlo. Los ojos de
Dante, débiles y anhelantes, se acercaron a él. Dante tragó grueso.

—¿Por qué, por qué estás atrapado aquí?


—Apenas pude soportarlo desde que se acercó el Capitán a mí en la ducha…

Las pestañas de Raphael temblaron y miró hacia otra parte.

—Como estaba a mi lado, sentí que el Capitán me miraba solo a mí, y la parte
inferior de mi cuerpo, tan solo reaccionó. Lo siento…

No pudo decirle que no lo había visto. La conciencia de Dante fue golpeada con
fuerza. ¿Qué hacían los ojos pecadores mientras en su cabeza luchaba contra un
recuerdo confuso?

—Me has visto desnudo muchas veces. ¿Cuántas veces he compartido la ducha
contigo? Incluso nos hemos duchado al aire libre a falta de una tienda.

—Es diferente de ese entonces. Por supuesto…

‘¿Cómo puede ser diferente?’

Dante también se preguntaba: “¿Cómo puedo contener la intención de ‘quiero tener


sexo’ con esa cara de llanto inocente?” Raphael se frotó las rodillas como si le doliera
su hinchado pene.

—Iba a irme de aquí, porque no puedo estar excitado en un lugar como este…
Pero si sigo adelante, temo tener un accidente.

—…

—Me encargaré yo mismo. Lo siento.

—… Ve al asiento del copiloto.

Dante empujó el hombro de Raphael. Raphael fue enviado al asiento del copiloto y él
se colocó en el asiento del conductor.

—Si alguien mira por la ventana desde la residencia oficial, podrán verte
enseguida. Ni siquiera pensarán que eres sospechoso.

—Lo siento…

—Te dejaré en un lugar donde no hay nadie, para que lo resuelvas allí.

Se escucharon sollozos húmedos provenientes del asiento de al lado. El cuerpo de


Raphael temblaba con la cabeza inclinada.

Raphael tiraba del dobladillo de la camiseta para tapar su pene, pero no podía
esconderlo por completo. Y entonces distorsionó su rostro, chasqueó la lengua y
comenzó a desesperarse. Lagrimas como cuentas de cristal fluyeron por sus mejillas
rojas.

—Capitán, me odias, ¿verdad? Te doy asco, ¿verdad?

‘¿Qué significa eso?’

—Mi hermana mayor dijo que un hombre que no puede elegir el lugar correcto
y que tiene una erección en cualquier sitio, debería ser castrado.

—…

—No soy un hombre, soy igual que un animal, así que debería ser castrado…
Sobre todo, si quiero conocer bien a una persona más grande que yo, así que es
la mejor solución.

Dante parecía tener control sobre la parte de su entrepierna en estos momentos.

Raphael no pudo limpiarse la cara porque se aferraba a su camiseta y lloraba con


tristeza.

—Huh, huh…

Al verlo llorar en voz alta, pensó en el amable Raphael Haynesworth, en su


enamoramiento no correspondido y en el conductor temporal de hoy.

‘Si vas a llorar… espero que al menos puedas resolver lo que tienes entre la
entrepierna y después puedes llorar.’

Excitado por el cuerpo desnudo y la mirada de Dante, su pene seguía creando un


triángulo elevado en sus pantalones. Al parecer la punta del pantalón de entrenamiento
estaba un poco mojada. Mientras tanto, las lágrimas seguían brotando de su
lamentable rostro.

‘Estar llorando o excitado, ojalá pudiera hacer una de las dos cosas, pero solo hay
algo que es húmedo en la parte de arriba y abajo… No, no creo que esta sea una
expresión apropiada.’

Dante se apresuró a conducir un poco más rápido y se detuvo en un callejón donde no


había nada de gente.

—Raphael Haynesworth, no te odio, hmm, ni tampoco me das asco. En primer


lugar, también soy hombre, así que entiendo tu situación. Uhm… Haynesworth,
ya sabes, eres joven y estás lleno de energía, además que es una reacción
fisiológica… De todos modos, tampoco es mi culpa… Ah, bueno, te dejaré solo,
así que arregla eso.
Dante salió rápidamente del coche después de pronunciar unas palabras que quizá no
había dicho bien. Y trató de alejarse a un lugar donde no pudiera escucharlo.

—…Huh, Capitán, ah, Capitán, ah, ah…. Capitán, Ugh…

Antes de que se alejara, pudo escuchar los sonidos del llanto y los gemidos
mezclándose.

Dante supo por primera vez en su vida que alguien podía masturbarse y llorar al
mismo tiempo. Su cara estaba caliente a pesar de que el viento fresco de la tarde tocaba
su cabello, que no estaba completamente seco.

—Capitán, ah, ah… basura, realmente… basura, ah… Raphael Haynesworth,


eres basura… debes morir, Ugh…

—…

—¿Qué haces vivo, bastardo?

‘…¿De qué estás hablando?’

Dante miró hacia el interior del coche. Raphael, recargado sobre la guantera, estaba
realizando dos cosas muy contradictorias al mismo tiempo: culparse y masturbarse.

—No, esto es realmente, ha… Me estoy volviendo loco.

Dante golpeó la ventana delantera del asiento del copiloto. Después de golpear un par
de veces, Raphael bajó el vidrio.

—¿Capitán…?

Lo primero que vio fueron unos bonitos ojos verde claro que estaban rojos y lágrimas
brotaban de ellos.

La cara de Raphael estaba roja de tanto llorar, y la de Dante también estaba roja.

Ahora ninguno de los dos estaba borracho. Así que Dante no podía entender los
sentimientos que le producía este joven, que llevaba días molestándolo, y las
diferentes emociones que le provocaba cuando se encontraban. El viento frío que
soplaba con fuerza, no le refrescaba la cara.

—… Es difícil como ese día, pero si tienes una mano que te ayude, puedo
hacerlo.

Incluso después de hablar, las yemas de sus dedos se pusieron rígidas por la tensión.
—No puedo dejarte así, porque la responsabilidad es obviamente mía.

Raphael miró a Dante. Esta vez fue Dante quien evitó la mirada primero. De un día a
otro, el dominio de Dante, que siempre había sido de un Capitán relajado y astuto, se
tambaleó.

—Si lo necesitas, te ayudaré…

—Lo necesito.

Raphael agarró torpemente la muñeca de Dante. La palma de Raphael estaba dos


veces más caliente que la temperatura corporal de Dante. La mano que tiraba de la
muñeca de Dante, temblaba con más impaciencia.

—Siempre necesito del Capitán.

—…

—Su mano. Por favor, permítame usar su mano.

—De acuerdo.

Había escuchado que durante el largo periodo de servicio, los hombres a menudo se
ayudan a aliviarse entre sí. Por lo tanto, por prestar su mano, no había ningún
problema.

Raphael besó los dedos de Dante. Se dio cuenta que llevaba mucho tiempo usando un
arma.

Pasó sus labios por la palma de su mano con olor a pólvora.

—Capitán…

Sosteniendo la mano de Dante con una mano, Raphael empezó a acariciar su pene con
la otra. El aliento caliente entre los labios de Raphael le hacía cosquillas en los dedos
de Dante. Cada vez que los labios húmedos lo tocaban, las yemas de los dedos de
Dante temblaban ligeramente.

La mano derecha de Raphael, moviéndose de arriba a abajo, emitía sonidos húmedos


y turbios. Sin embargo, su mano izquierda sostenía la mano de Dante y frotaba sus
labios como si estuviera haciendo una reverencia.

—… ¿Haynesworth?

Era muy diferente a la idea de Dante que tenía de “prestar una mano”. No esperaba
que le doliera la mano así.
—Capitán, ah, Capitán.

—Ugh…

La boca abierta sostenía los dedos de Dante. Las yemas de los dedos estaban envueltas
alrededor de una suave lengua.

Raphael levantó sus dulces ojos y miró a Dante. El movimiento de Dante, que estaba
a punto de apartarse, fue detenido por Raphael, que agarró su muñeca.

—…

Una lengua roja, que salió del espacio entre sus labios se metió entre sus dedos.
Raphael levantó la lengua y lamió entre el dedo índice y el medio. Aunque sacó la
lengua con voracidad, bajó las pestañas y se metió los dedos en la boca mientras los
succionaba.

Las pestañas de Raphael con los ojos cerrados temblaban regularmente. Mientras
tanto, la parte superior del cuerpo de Raphael se agitaba aún más. El aliento que tocaba
la mano de Dante se volvía cada vez más caliente. El movimiento de la mano oculta
bajo la ventana también se aceleró.

—Capitán, Capitán, ah…. Capitán…

—…

Ante los ojos de Dante, el rostro de un joven inexperto que no era completamente de
un adulto se debatía en una insoportable lujuria.

Su lengua húmeda se entrelazó entre los dedos de Dante y los succionó en su boca.
Esta acción se sentía más indecente que agarrar y masturbar su pene. Las mejillas de
Raphael brillaban de éxtasis mientras lamía los dedos de Dante.

Raphael Haynesworth era joven e impaciente, así que no podía apartar su mirada de
él.

Raphael se metió completamente los tres dedos restantes de Dante en la boca. Esos
dedos desaparecieron en un espacio cálido y suave. Al final del dedo medio más largo,
pudo sentir una garganta palpitante. Sus se pusieron rojos como si le faltara el aire.
Pero no apartó la mano.

—Huh, ah, Cap…, ah, huh.

La voz, que llamaba a Dante desesperadamente, continúo con una pronunciación


entrecortada. A pesar del frío, el sudor fluía por su espalda.
Una sensación de inmoralidad llegó a su estómago.

—¡B…ah, huh, ah!

El pene de Raphael crecía cada vez más, añadiendo un sonido húmedo a la palma de
su mano.

Raphael, ebrio de calor, sacudió su cuerpo con tanta fuerza que el asiento del auto
crujió. Su respiración se hizo aún más entrecortada.

Dante se mordió los labios. Inmediatamente abrió la puerta, presionó el hombro de


Rafael, lo recostó sobre el asiento y sintió el impulso de golpearlo. Quería compartir
ese calor ardiente. Dante se tragó desesperadamente esa idea.

Su subalterno, ángel o demonio, estaba esta vez del lado de un demonio. Era lo
suficientemente tentador como para estrujar su corazón, y era Dante quien estaba
siendo puesto a prueba.

Raphael, que se estaba acercando a su clímax, levantó un poco la espalda. Todavía


sostenía la mano de Dante desesperadamente en su boca.

—Uh, ah… ¡Capitán, ah, ah!

Finalmente, Raphael vertió su semen en su mano.

Las pestañas temblorosas se elevaron. En los ojos de Raphael, no había nada más que
Dante.
Capítulo 3
Romantic?
Fue el sonido del teléfono lo que despertó a Dante temprano. En ese momento, el
Capitán Bailey, que había sido despierto sin ninguna dificultad, apenas abrió los
ojos porque no pudo dormir el día anterior. Dante, que confirmó la llamada, se
levantó.

—Capitán Dante Bailey, Primer Oficial en Islas.

Para una respuesta rápida en caso de emergencia, el SAG informó sobre la ubicación
actual en lugar de omitir una un largo comunicado oficial.

[—Despierta ahora.]

No era una llamada de trabajo. Dante volvió a acostarse sobre la cama.

—Oh, Angie. ¿Cómo has estado?

[—He estado corriendo todo el día por el fastidio de evitar unas 20 propuestas
de matrimonio.]

—Buen trabajo, Angie. El imperio es demasiado pequeño para encontrar a tu


marido. No lo aceptaremos a menos que luche 11:1 contra los miembros del
equipo y gane.

[—Te he traído una noticia que hará que te levantes y bailes, ¿vas a seguir
hablando en sueños?]

—¿Qué es?

Preguntó Dante sin dudas. Se alegró de recibir una llamada de su ayudante en


vacaciones, así que pensó que iba a organizar una cita a ciegas, pero esto es
diferente…

[—Sabes que mi motivo está en el Mando de Seguridad de Defensa


Institucional, ¿verdad? Te he llamado para informarte lo de hoy.]

Angela dijo con voz orgullosa.

[—Durante la cumbre, nuestro equipo fue asignado como el Equipo de


Seguridad de Haynesworth. Es una noticia cien por ciento confirmada. En el
transcurso del día, enviaré una carta oficial al Capitán.]
—Mierda. No es una noticia para que me haga bailar.

Respondió como si fuera algo natural y esperado, pero Dante también sonrió.

‘Muy bien.’

[—Para tu información, el equipo principal del Capitán Efron está en alerta en


la entrada del Sistema.*]

*N/T: Recordar que es una simulación de anti terrorismos. Entonces, alguien debe
de ser el equipo que proteja las primeras puertas de toda la base militar. Es decir,
al parecer el peor trabajo.

En cuanto terminaron las breves palabras, hubo un momento de silencio entre los
dos.

—Angie, ¿puedo dejar de lado mi rango por un momento?

[—Sí, ¿puedo dejar de lado mi rango, también?]

—Oh, por supuesto. Empecemos ahora.

El lenguaje formal fue dejado de lado y en su lugar las risas estallaron al mismo
tiempo en ambas partes del teléfono. Dante rió sin aliento, luego sollozó por la risa y
finalmente golpeó la cama y se rió con más fuerza.

—En The F, ah, es tan malditamente divertido. Dijeron que si Derrickson


asistía, fingiría que era un terrorista y le dispararían. Oh, ¡esto debo de
anunciarlo a toda la ciudad!

Dante respondió con una carcajada que aún no había cesado.

Un total de cinco unidades pertenecen al Comando Unificado de Guerra Especial del


Ejército Imperial. Había una de la fuerza aérea, dos de la marina y dos del ejército.

Las dos unidades del Ejército son las Fuerzas Especiales, apodadas SAG, y las
Fuerzas Antiterroristas, apodadas The F.

Incluso en la misma unidad de Fuerza Especiales del Ejército, el SAG era una
unidad de élite formada por oficiales y suboficiales de Academias Militares, The F
era simplemente una unidad mercenaria que buscaba gente con talento, tanto en el
país como en el extranjero.

La relación entre el SAG y The F era muy, muy mala debido a la diferencia de
origen de los integrantes y la forma en que se veían unos a otros. Dante es amable
con ambos, pero los oficiales típicos de la nobleza y los ideales de The F eran lo
peor.

Su relación con Derrickson era, de un lado había una persona calumniando como un
salvaje, mientras que del otro lado estaba la persona que actuaba como débil.

The F es difícil de controlar, pero cada miembro de la unidad estaba en la cima de


las Fuerzas Armadas Imperiales. Sabía que algunos de los equipos de The F iban a
vigilar incondicionalmente el perímetro del edificio donde se iba a celebrar la
cumbre, pero no esperaba que ellos mandaran a Derrickson.

[—Escúchate, te han dado ganas de bailar, ¿verdad?]

—¿Cómo lo sabes? Gracias, Angie. Gracias a ti, mi día empezará muy


animado.

[—Ni lo menciones.]

Era claro que la celebración de la cumbre tenía riesgos, incluido el terrorismo. Es


por eso que se reunieron los mejores soldados entrenados del Sistema.

Pero para ser un poco honesto… Desde el punto de vista de un soldado, en un


Sistema con una espléndida instalación, era fácil operar y proteger a las personas de
alto rango y familias nobles, sino que la paga extra era enorme.

Por otro lado, los límites fuera del Sistema eran difíciles. Los soldados tenían que
vigilar constantemente si había terroristas o no, y si aparecía la más mínima persona
sospechosa, debían registrar los caminos de la montaña, las carreteras y las
alcantarillas de todo el lugar. Sin embargo, la paga y el sufrimiento son bastante
inferiores que las de los soldados asignados dentro de las instalaciones del Sistema.

Sobre todo, la seguridad de las familias nobles en ese día era un gran lugar para
hacerse notar con ellos. Dante no estaba entusiasmado con eso, pero sí estaba lleno
de ambición por obtener un mejor rango.

Un Derrickson había sido recordado, molestándolo cada vez que lo veía. Por
supuesto, ahora seguramente estará muy enfadado.

—Tengo que reunir a todos para orientarlos. Angie, ¿estás libre hoy?

[—Sí. Para no fastidiar a mi padre, tengo que fingir que trabajo ¿quieres que te
ayude a ponerte en contacto con cada uno de ellos?]

—Oh, gracias.

[—Incluso llamaré a Haynesworth]


—…Oh, sí… Gracias otra vez.

Sí, Haynesworth todavía estaba en su equipo*. Aunque las vacaciones no habían


sido largas y todavía quedaban algunos días, había olvidado ese hecho.

*N/T: Como las vacaciones todavía no terminan, pues eso quiere decir que Raphael
aún es miembro de su equipo. Y como fue asignado como protección en la cumbre,
Dante seguirá como Capitán.

Parecía muy lejano que Raphael solo había sido su subalterno hasta el mes pasado.
En solo unos pocos días, la relación entre los dos había cambiado tanto de simple
Capitán-subalterno.

Dante dejó su móvil y se quedó con la mirada perdida en el techo. Cuando cerraba
los ojos, recordaba lo que había pasado ayer. De hecho, anoche tuvo insomnio por
pensar en aquel suceso.

—Ah…

‘Ahora realmente no sé nada.’

***

Los miembros del equipo estaban encantados de saber la noticia de que su Capitán
seguiría en el Sistema de Islas incluso después de las vacaciones.

Dante se sentó y miró a la puerta después de dar la noticia. Entre las doce personas
sentadas juntas, no había ninguna rubia que destacara.

Estaba preocupado por cómo reaccionaría al encontrarse con él hoy, pero se


sorprendió ya que no apareció.

—¿Están todos aquí?

Preguntó de forma indirecta, pero en su mente había solo una pregunta: «¿Y
Haynesworth?», lo natural hubiera sido preguntarlo abiertamente. Dante no era un
Capitán tan indiferente como para no enterarse de la ausencia de uno de los trece
miembros de su equipo.

—Haynesworth dijo que tenía algunos problemas en casa. Me preguntó si


podía retrasarse una hora y después venir, así que le dije que lo hiciera.

—Ah.

—Así que le dije que le daría 30 minutos.


—¿Por qué molestarlo?

—Ningún Capitán en el mundo espera a sus subalternos 30 minutos.

—En primer lugar, un Capitán que llama a sus subalternos en sus vacaciones
no puede ser el mejor Capitán, Angie.

‘Problemas en su casa…’

Pensó que Raphael ya no tenía esas situaciones, pero posiblemente tiene problemas
con ellos porque es un tipo gentil o su personalidad no encaja bien con sus
familiares. De repente, Dante se sintió preocupado.

‘Estás pidiendo que te castren, o estás peleando con tu padre, o posiblemente


volviste a recibir golpes de él…’

—¿Te ha dicho algo Haynesworth?

—Me pidió que me reuniera con él cuando tuviera tiempo.

—…¿Contigo?

—¿Por qué te sorprendes cuando el Capitán fue el que le pidió que se pusiera
en contacto conmigo? ¿Por qué haces rumores ridículos sobre las demás
personas?

Después de escuchar el regaño de Angela, recordó lo que había dicho antes.

La celebración comenzó con Raphael, que había llegado tarde. Durante el largo
periodo de vacaciones, se tomó un buen descanso, y los miembros del equipo que se
enteraron de la buena noticia ya estaban de buen humor.

—¡Perdón por llegar tarde!

Justo cuando estaba a punto de vaciar su vaso de cerveza, Raphael entró corriendo.
Estaba empapado de sudor, y en cuanto entró tomó aire frente a la mesa. Había
llegado en 15 minutos, la mitad del tiempo límite de Angela.

Se quitó la chaqueta y se pasó la corbata por el brazo. Con un atuendo pulcro que no
encajaba con el lugar, estallaron sonidos de sus compañeros, mitad burlas y mitad
elogios, diciendo: “Oh, vaya, que guapo.”

—Vengo justo de la fiesta de compromiso de un familiar… Jaja… Lo siento.

Raphael y Dante, que inclinaban torpemente la cabeza, se encontraron.


—Capitán… ya estoy aquí. Siento llegar tarde.

Era el momento de que Dante se burlara del más joven que había llegado al último.
Y los miembros del equipo estaban acostumbrados a ver a Raphael sacudiendo las
manos con vergüenza.

Pero hoy, Dante y Raphael apartaron rápidamente la mirada del otro.

—Está bien. Siéntate.

—Sí.

Y sólo había un asiento vacío al lado de Dante, que estaba vacío como por
casualidad.

Raphael se detuvo un momento, pero pronto caminó hacia él y acercó la silla. A la


derecha de Dante, un poco por encima del nivel de sus ojos, había una suave
cabellera rubia.

—Haynesworth, si hubieras llegado unos meses tarde, habrías sufrido mucho


menos en tu entrenamiento. Ahora que lo pienso, los que me siguen siempre
sufren.

—No, fue un tiempo agradable. ¿Le pasó algo bueno al Capitán?

La persona sentada al otro lado dio un golpecito en la espalda de Raphael y señaló a


Dante. Dante giró su cabeza en su dirección y se enfrentó a unos ojos verdes claros.

—El Capitán ha recibido la orden de seguir el Entrenamiento y esperar con el


equipo en Islas hasta la cumbre.

—Eso significa que todavía permaneceré dentro del Sistema durante unos
meses después de que terminen mis vacaciones.

—Oh, eso es genial. Felicitaciones.

—No sé a dónde serás asignado, pero si te asignan en un lugar cercano,


llámame a menudo.

Raphael sonrió y asintió: —Por supuesto que lo haré.

Los miembros del equipo parecían tan brillantes y alegres como cuando se retiraron
de las praderas, donde los mosquitos fuera de la frontera eran excepcionalmente
frecuentes. La fiesta de la bebida se animó rápidamente, y la incomodidad de las
personas sentadas alrededor de la mesa puesta en un rincón del lugar, pasó
fácilmente a segundo plano.
Dante, que salió del edificio con el pretexto de ir al baño, encendió el cigarrillo que
había sacado.

Poco después, escuchó unos pasos que venían de atrás. Dante exhaló el humo.

Raphael se colocó sigilosamente junto a Dante, igual que cuando se había sentado a
su lado. Dante le hizo un gesto con la mano.

—Vete. Huele a cigarrillo.

—No pasa nada.

—A los no fumadores no les gusta el olor de los cigarrillos, ¿verdad?

—No me gusta el olor, pero me gusta cuando el Capitán fuma porque se ve


sexy… Oh, no.

‘Si dices que no al final de tus palabras, tus palabras carecerán de validez.’

Dante exhaló el humo después de eso.

El humo de la boca voló hasta la mejilla de Raphael con el viento. El viento sopló
desde Dante hacia Raphael.

Giró la cabeza hacia otro lado y el humo que exhaló fue a parar a Raphael. Al ver
que Raphael no tenía la intención de moverse de su sitio, Dante apagó su cigarrillo
que hacía tiempo no probaba.

—¿Tenías ganas de verme después de lo que pasó ayer?

Los hombros de Raphael temblaron. Su cabeza bajó un poco.

—Por supuesto… Ahora mismo estoy demasiado avergonzado que podría


morir. Aun así, no quería perder la oportunidad de ver al Capitán a causa de la
vergüenza. Gracias por lo de ayer.

—No creo que sea algo para agradecer.

—No. Gracias a ti, fue seguro. Estuvo bien. Realmente…

La cara del chico que parecía haber tenido un sueño tras encontrarse con algo
estimulante, dijo tímidamente: —Si no fuera por usted, no podría haberlo
hecho.

Estaba seguro que Raphael tuvo un sueño anoche en el que él estaba involucrado.
Dante no quería obtener demasiada información.
—Mi mano tiene el olor a pólvora, el olor de la sangre. No entiendo por qué te
gusta un olor tan desagradable como ese.

—No. Olía al Capitán… Era bueno.

Dante estiró la palma de su mano. Era una mano bonita con cicatrices y callos.

—Tú también eres increíble.

Antes de que Dante conociera a la gente con moderación, tuvo sus propios
sentimientos de amor por alguien a su manera. Sin embargo, su primer amor, cuyos
recuerdos son ahora borrosos, no era tan apasionado como Raphael.

—Entraré primero.

—Capitán.

Raphael agarró a Dante mientras intentaba irse.

—¿Podría quedarse conmigo un poco más?

—…

—Yo, creo que estoy borracho… Así que necesito tomar más aire. Es peligroso
estar solo cuando estoy borracho.

Lo pensó varias veces, pero no parecía que estaba actuando ni fingiendo. Dante
señaló su lado derecho.

—En vez de eso, párate aquí.

—Sí.

Envió a Raphael en dirección al viento y encendió un nuevo cigarrillo. Ahora el


humo volaba en dirección contraria a Raphael.

Aun así, dio un paso hacia un lado, verificando por si el humo lo tocaba, pero
Raphael le siguió rápidamente y redujo la distancia entre ellos. Dante se dio por
vencido y se mantuvo en ese lugar, apoyando su espalda contra la pared.

—Capitán, me gustaría hacerle una pregunta.

—No.

Dante dirigió los ojos hacia Raphael, avergonzado por su firme respuesta.

—Me vas a preguntar algo raro.


—No es raro…

—¿Es una pregunta difícil de responder o una pregunta obscena?

—Jaja, no, absolutamente no es algo así.

‘Es sólo una pregunta…’

Rafael miró fijamente a Dante.

Tenía una mirada persistente en el rostro.

—Bien, voy a escuchar y juzgar.

—¿Qué puesto va a ocupar cuando lo asciendan?

—¿Por qué? ¿Me seguirás?

Dante se rió juguetonamente. Raphael respondió seriamente un sí.

—La escala de acoso es cada vez más grande.

—No, no es porque me guste el Capitán, más bien porque lo respeto como mi


superior.

—Gracias por tus palabras, pero por favor detente. Aunque me asciendan a
Mayor, seguiré como Capitán durante unos años, y si tengo suerte, iré al
Centro de Educación Especial o seré Capitán Regional.

—Oh, ¿va a quedarse en el Comando Unificado de Guerra Especial?

—Sí. Debería, ya que soy el Capitán del Cuerpo Escolar Juvenil.

Raphael se dio cuenta de por qué Dante se quedó en el SAG durante siete años
después de graduarse de la Academia Militar.

Los estudiantes que han sido seleccionados en su adolescencia y han recibido becas
y formación desde una edad temprana están obligados a servir en las Fuerzas
Especiales. Dante también estaba teniendo años de servicio obligatorio en virtud de
la beca que recibió en la época cuando estaba en el Cuerpo de Escuela Juvenil.

—Por suerte para mí, el SAG se adapta a mí y he tenido suerte de estar aquí,
pero tú no, y puedes elegir. Vete a otro sitio.

—¿No soy lo suficientemente bueno?

—Eres demasiado llamativo para correr por el campo de operaciones.


Era alto, tenía un color de pelo brillante y su cara también llamaba la atención.

—Bueno, me llevé bien con los suboficiales.

—El más joven debió haber disfrutado de su estancia.

—Bueno…

—Te uniste a mi equipo como aprendiz. Eres mucho más joven que el soldado
más joven, y no tenías un entrenamiento, y mucho menos tienes entrenamiento
de supervivencia, además que he visto mucho de ti. Al igual que Angie y yo, los
suboficiales te cuidaban mucho. Has tenido un periodo de prueba más fuerte
que tus compañeros, pero los demás son amables contigo.

—¿De verdad?

—En el momento en que llegas como Capitán o como sub-capitán, los


suboficiales veteranos evalúan sin piedad si eres digno de seguir o no. Por eso,
todos los años hay muchos oficiales que llevan medio año huyendo, como los
soldados que huyen de las Fuerzas Especiales. Angie también tuvo un primer
año muy difícil.

Raphael dejó escapar un suave “ah…” cuando escuchó que hasta Angela, fría y
tranquila, sufrió de dificultades.

—¿Por qué la sub-capitán Harris vino a las Fuerzas Especiales?

—Porque tiene el deseo de avanzar y es ambiciosa. Si lo haces bien, creo que al


menos serás Jefe del Estado Mayor Conjunto, así que demuéstralo bien.

Dante comprobó la hora. Hacía bastante tiempo que no tenía una breve conversación
con un falso borracho subalterno.

—Vamos a entrar ahora. Ve primero. Iré al baño.

—Sí.

Respondió con suavidad, pero parecía arrepentirse de algo y quiso regresar. Sin
embargo, cuando Dante alzó su mirada con una sonrisa para ver el edificio, por
alguna razón, Raphael volvió a entrar a toda prisa.

Cuando Dante regresó a la mesa, todos se reían a carcajadas por los interesantes
temas que habían surgido.
Al parecer, el protagonista del tema parecía ser Raphael, que estaba avergonzado
con la cara roja. Hasta que no se disuelva el equipo, Raphael no podrá escapar de la
imagen de ser el más joven entre todos.

—Todo el mundo vuelve a molestar al más joven.

—No lo estamos molestando. Le estamos pidiendo al integrante más joven


escuchar su historia de amor. Queremos saber con quién está saliendo.

Dante se volvió hacia él.

—¿Salir con alguien?

—¡Oye, no estoy saliendo con nadie! —Raphael sacudió las manos mirando a
Dante. —Nunca mencioné una relación. ¡Sólo dije que estaba bien para los
demás tener una cita a ciegas, pero no para mí porque tengo a alguien que me
gusta…!

—Entonces, ¿quién es la persona que le gusta al chico más joven? En este


equipo hay tres hombres mayores y dos hermanas mayores. Hay varios tipos de
asesoramiento de citas para ganar su corazón.

—No… Sólo haré lo que pueda.

—¿Y esa persona? ¿Sabe que te gusta?

La cara de Raphael estaba llena de vergüenza. «Eso es…” La mirada de Raphael se


dirigió a Dante, que inclinaba un nuevo vaso de cerveza a su lado.

—Sí, lo sabe.

—Oh, ¿le confesaste tus sentimientos?

—Sí. Me ha rechazado. Dos veces.

—¿Qué?

—¿Qué? ¿A ti?

Todos abrieron la boca sorprendidos.

—No… ¿Acaso te confesaste a la emperatriz?

Era una hipótesis suficientemente fiable si el actual emperador no fuera soltero.


Observando el estado de ánimo, la emperatriz Dante, que había rechazado a
Raphael, suspiró.
—Oye, Haynesworth… ¿Te han rechazado dos veces porque no eres lo
suficientemente bueno? Estoy molesto. Estoy muy molesto.

—Así es, no hay nadie que haya visto recientemente que sea tan guapo y tenga
una buena personalidad como tú.

—Esa persona debe tener un problema en sus ojos. ¿No es así Capitán?

Dante, al que llamaron de repente, despegó los labios del vaso vacío sin decir nada.

—¿Eh?

Volvió en sí un poco tarde porque estaba escuchando una conversación malicioso.

—Bueno… —Dante volvió a mirar a Raphael. —Sí. Haynesworth.

—…

—Eres demasiado bueno para esa persona. Te aferras a ella a pesar que no te
falta nada.

Los ojos verde claro de Raphael temblaron.

—Oh, no. Capi…

Lo que iba a decir fue bloqueado por el consuelo hacia el miembro más joven del
equipo

—Así es. ¿Dónde en el mundo encuentras un tipo como Haynesworth? Has


escuchado lo que ha dicho el Capitán, ¿no es así?

—Haynesworth, abandona esos sentimientos de amor persistentes y encuentra


una nueva persona durante tus vacaciones. Originalmente, todos hemos
enterrado nuestro primer amor. Tienes una cara que es envidiable, tu familia
es Haynesworth y tienes un trabajo como Oficial, así que, ¿por qué te aferras a
ese enamoramiento?

Dante apretó los labios. Era una evaluación consistente con su idea para rechazar a
Raphael. Ese era el exacto motivo por lo que Raphael Haynesworth era un
desperdicio para Dante Bailey.

—Te conseguiremos una cita a ciegas dos veces al día a partir de mañana.

—No, yo sólo…

‘Sólo… Me seguirá gustando esa persona.’


La voz de Raphael se hizo cada vez más pequeña. Dante dejó el vaso vacío por sí
mismo.

—Haynesworth.

Miró a Raphael y le dijo con la cara amable del Capitán.

—Ni siquiera tienes una relación con la persona que te gusta, así que acepta y
conoce a más personas. A esa edad, tienes que conocer a mucha gente. No te
tienes que aferrar solo a una persona y que te guste el resto de tu vida.

—…

Los labios de Raphael se curvaron hacia dentro tras escuchar las palabras de Dante.
La mano que se mantuvo sobre unos pantalones pulcramente planchados, se cerró.

—No.

Raphael habló con fuerza.

—Seguiré pensando en esa persona. Incluso si no se convierte en una relación


especial, no me importa. Es la primera persona de la que me he enamorado y
no quiero hacer nada de lo que me arrepienta después.

Si esta fuera la historia de otra persona, Dante podría haber dicho: «Genial, haz lo
que puedas». Pero era a él a quien Raphael Haynesworth quería dedicar tiempo y
emociones. Como dijeron los miembros del equipo, era una pérdida de tiempo para
Raphael.

Dante dio una respuesta a Raphael, que le miró con decisión como si le estuviera
declarando la guerra.

—¿Ah sí? Aun así nada cambiará. No le gustarás.

—¡…!

Raphael contuvo la respiración. Sus mejillas y ojos se pusieron rojos. Raphael abrió
la boca como si quisiera decir algo y giró la cabeza hacia otro lado. Fue un acto de
queja: «Ahora estoy herido”.

Raphael tomó y bebió del vaso que tenía delante. Dante también inclinó un nuevo
vaso de cerveza sin decir una palabra.

Cuando el ambiente entre el Capitán y el más joven se calmó, el entorno se volvió


rápidamente frío.
—Oye, Haynesworth. Parece que el Capitán se preocupa mucho que sufras
solo. Todo se debe a que se preocupa por ti.

—¿De verdad? ¿No has visto que me han calumniado de estúpido?

—Ah, Capitán. Fue mucho más duro que cuando escribí mal la declaración de
cooperación…

—No me aferraré a esa persona ni la molestaré, tan solo lo llevaré en mi


corazón. No es una estupidez.

—Es patético y estúpido que solo sigas a esa persona. En el mundo, conocerás
mucha más gente que puede interesarte, no pierdas el tiempo de esta manera,
tus sentimientos no deben ser tratados así. Ve, encuentra y conoce a alguien
mejor.

—¡No!

Oh… Fue la primera vez que un lindo subalterno se revelaba de manera tan feroz a
Dante, nunca lo había hecho y siempre lo seguía durante todo el período de prueba.
Ahora todos dejaron de hablar y observaron con ojos interesantes el enfrentamiento
entre el Capitán y el más joven.

Raphael siempre había seguido a Dante tan bien, y Dante adora a Raphael, así que
pensaron que sólo tendrían una conversación tipo: «Oh, mi pobre subalterno» y
«Consuéleme Capitán.”

—¡Qué puedo hacer si esa persona me gusta tanto, tanto!

Raphael, que en sus días de entrenamiento obedecía a las palabras de Dante, incluso
levantó la mirada y apretó los puños.

Los de la mesa de al lado también miraron con tristeza aquella confesión


desgarradora, luego vieron la cara de Raphael y susurraron: —¿Estás bien?

—Haynesworth, baja la voz.

Dante, que era más racional que Raphael, le puso un dedo delante de los labios. Sólo
en ese momento Raphael calmó sus hombros rígidos, pero de nuevo, con un rostro
disgustado, se bebió su vaso de cerveza. Ahora los miembros del equipo empezaron
a calmar a los dos con caras incómodas.

—Capitán, al más joven del equipo le debe gustar mucho esa persona. Él se
encargará de ello.
—Sí, no tengas citas a ciegas si no quieres. No es una desgracia mantener tu
virginidad intacta.

—Así es, no debes de avergonzarte.

Para los miembros del equipo, la situación parecía que Raphael no pudo doblegar su
orgullo y añadió palabras miserables, sin embargo Dante llenó decenas de suspiros
en esas palabras.

Incluso los miembros del equipo que están animando a Raphael en estos momentos,
corregirían sus opiniones si descubren que la persona a la que se aferra es un hombre
siete años mayor que él, y también que es su Capitán

—No es lo mismo que ser un estúpido.

Raphael también dio una respuesta sarcástica, como si hubiera mucho alcohol en él.

El Capitán y el más joven del equipo, que siempre fueron los más amistosos, en un
instante se convirtió en una situación como de la Guerra Fría sin armas, y la tan
esperada fiesta de bebida, se terminó antes de lo habitual.

***

Pensó que sus palabras fueron un poco duras, pero creía firmemente que no estaban
equivocadas. Sin embargo, su corazón le pesaba al pensar en su rostro herido. Se
sentía un poco mal, tanto que los brazos y las piernas se sentían pesados como si
estuvieran atrapados en la lluvia.

Los miembros del equipo se dispersaron hacia sus casas, y Raphael se acercó a
Dante, que estaba esperando un taxi.

—¿Qué pasa? ¿Qué más vas a decir?

Tenía una ligera opresión en la cabeza mientras hablaba. Por eso la voz salió más
contundente.

—Adiós… Vengo a despedirme.

Las palabras de Raphael apenas eran audibles. “¿Todavía te acercas a mí después


de haberte llamado estúpido, e incluso después de haber armado todo ese alboroto?
No puedo entenderte” Raphael se puso delante de Dante e inclinó la cabeza.

—Que tenga un buen viaje.

—Haynesworth.
—Sí.

—No soy lo suficientemente bueno para que te sigas aferrando a mí de esa


manera. Lo que dije antes es verdad. Conoce a otra persona.

—Yo también hablaba en serio.

—Ha… Por favor, piénsalo. ¿Qué sentido tiene que le guste a Rafael
Haynesworth?

—¿Sabes lo que más me molestó hoy? Que el amable Capitán me rechazara tan
fríamente delante de los demás y no poder tranquilizarme, no puedo aceptarlo.

Raphael se acercó un paso más y acortó la distancia.

—Quiero tener una deliciosa comida con el Capitán y seguir hablando con
normalidad.

Una de las dos largas sombras creadas por las farolas se quedó quieta, y la otra dio
un paso adelante.

—Quiero que nos demos la mano aún más seguido y que sonrías.

—…

—Huh, si realmente hay una oportunidad… quiero tener sexo contigo de nuevo
con sinceridad… y no con la idea de que he violado al Capitán, así que…

Sus palabras lo dejaron abrumado por la emoción. Dante vio a Raphael agachar la
cabeza.

Las palpitaciones de su cabeza se agravaron.

Dante le había corregido varias veces que no había abusado de él, pero la culpa
puede haber quedado. Porque Raphael es amable y sincero. Sí, debe haber quedado
en su memoria como una mala experiencia.

—No sé tú, pero yo no le doy mucho significado a tener sexo.

—…

—Puedes tener sexo sin la necesidad de salir con alguien. Si sigues pensando en
ello, vamos a hacerlo ahora. Y quítate esa culpa o lo que sea.

No tenía intención de volver a tener sexo con Raphael, pero si se sentía culpable
todavía de aquel malentendido de haberlo violado, estaba dispuesto a tapar ese
recuerdo. Esto no era un sacrificio por parte de Dante, era porque no quería dejar un
recuerdo desagradable e incómodo. Si piensa así, no había nada que perder.

Dante tiró del brazo de Raphael.

—Vamos.

—¿Qué? Oh, espere Capitán, no. —Raphael puso resistencia arrastrando los
pies en el suelo y sacudió la cabeza.—¡No! Eso no es lo que quería decir.

—Oh, por fin veo el cartel del hotel por allí.

—¡Capitán! ¡No! ¡No!

Por un lado estaba el Capitán de Operaciones que llevaba siete años en las Fuerzas
Especiales, y el otro era un joven que había bebido menos que su Capitán. La
diferencia entre la experiencia y la fuerza se estaba convirtiendo en una diferencia
de peso.

El cuerpo de Raphael, que era la mitad más grande que el de Dante, fue arrastrado
hacia delante. Los pasos se hacían más rápidos, y el hotel que Dante señalaba se
hizo más cercano.

—¡Capitán! ¡Capitán!

Raphael trató de apartar la mano de Dante, que le sujetaba de la muñeca. Incluso en


esta situación, era un chico amable que no sabía cómo rechazar a su Capitán, así que
agarró el brazo de Dante y se colocó frente a él. Aunque su agarre no ejercía fuerza,
el lugar donde estaba tocando Raphael palpitaba.

—Había decidido que nunca más lo iba a volver a hacer a menos que estemos
saliendo. No quiero hacerle daño. Lo haremos después de que nos enamoremos
el uno del otro. No quiero hacerlo de esta manera.

Gritando palabras vergonzosas, Raphael comenzó a llorar. Parece que está


avergonzado y ni siquiera su tono de voz podía considerarse contundente. Dante
simplemente lo ignoró.

El hotel estaba muy iluminado y más cerca de ellos.

—¡Capitán! ¡Capitán!

—…

Finalmente, quedaban menos de veinte pasos para llegar al hotel. Raphael ahora
lloraba amargamente sin siquiera hacer ruido.
—¡Capitán! ¡No!

—Huh.

Sabiendo que no podía ganar por la fuerza, Raphael optó por sentarse en el suelo.
Dante se dio la vuelta y chasqueó su lengua. Ni siquiera Dante podía arrastrar a
Rafael con su peso.

—No me gusta de esta manera… no quiero…

Su cara estaba hecha un lío, llorando amargamente y luchando con Dante.

—Capitán, así que, huh, cada vez que habla… el capitán dice que es una
pérdida de tiempo… uh, uh… no pienso de esa manera… Pero, ¿por qué está
hablando de tener sexo así otra vez?… ¡No me gusta! El Capitán es más
experimentado… No, yo soy un idiota…

Raphael se sentó en medio de la calle, inclinó la cabeza hacia atrás y lloró


amargamente.

Dante no sabía si reír o llorar ante su argumento mientras lloraba tan fuerte. En lugar
de soltar su mano, que lo arrastraba llorando, ahora él se aferraba a Dante.

El fuerte llanto hizo que su cabeza le doliera. Dante llevó una mano a su frente y
miró a Raphael.

—Raphael Haynesworth. Tú.

—Oh, Capitán es usted. ¿Han peleado otra vez?

En ese momento, algunos miembros del equipo aparecieron en el callejón. Los


miembros del equipo, que habían oído un triste llanto en algún lugar a altas horas de
la noche, presenciaron la absurda escena del más joven, cuyo rostro estaba
empapado en lágrimas y el Capitán de pie frente a él.

—No… ¿por qué está aquí con alguien borracho que seguramente nunca ha
estado en un lugar como este?

Angela se acercó, le dio una palmadita en la espalda a Raphael y le dijo que se


levantara. Raphael suspiró y comprendió la situación, se levantó y se escondió detrás
de Angela.

—Sub-capitana. Ugh.

El cuerpo de Angela era la mitad de lo que era Raphael.


—No hemos peleado. Dile a Haynesworth que salga.

Raphael negó con la cabeza con entusiasmo. Angela sabía que Raphael estaba
actuando de manera ridícula. Pero…

—Está llorando. ¿Qué pasa? Siempre decías que era guapo cuando estaba en el
entrenamiento.

Sniff… Raphael lloró al final de las palabras de Angela como un quejido. Eso hizo
que pareciera como un pequeño y pobre cachorro incluso para la sub-lider del
equipo. Después de mirar a Dante, Raphael comenzó a llorar creando unos quejidos
bajos, los demás miembros del equipo también lo notaron.

La nuca de Dante tuvo un escalofrío. Los miembros del equipo le dijeron: “Oh,
chico, eres tan joven…”, Sin embargo, los pensamientos de Dante estaban en las
palabras de Raphael, que dijo que quería tener sexo con el Capitán hace solo 10
minutos antes.

Así fue. No era el momento de pretender ser un cachorro débil.

—¡Rafael Haynesworth, ¿no vienes aquí?

—¡Capitán… ugh! Capitán…

—¡Capitán, no! Espere, debe calmarse. Cálmese.

—Angie, ¿de qué lado estás, del mío o de él?

Angela permaneció en silencio por un momento.

—Los soldados… están del lado de los débiles.

—Capitán… Ugh… El Capitán está borracho, así que tenía miedo de él…

—Mira qué miedo tiene el más joven del equipo.

—Ugh… Ugh…

‘Vaya, Ahora finge que llora.’

El llanto de Raphael, que lo había presenciado varias veces, no se acercaba a cómo


estaba llorando en estos momentos. Al ver que Raphael le lanzaba miradas
ocasionales por encima de la cabeza de Angela mientras lloraba, estaba claro que
estaba fingiendo.

—Mira que actuar de esa manera. ¡Oye!


—¡Capitán!

—Oye, creo que los dos están borrachos. Llévate al Capitán.

—¡No, no estoy borracho…!

—Sí. Vamos, Capitán. Hablemos mañana cuando esté sobrio.

Mientras tanto, Raphael asintió y se alejó de él. Dante lo señaló y resopló


absurdamente.

—¡Oye, ven aquí!

La conmoción de medianoche no era más que una comedia de la situación.

***

—Eh…

En cuanto abrió los ojos, se dio cuenta que todo su cuerpo estaba empapado. Tenía
la boca seca, pero el aliento que exhalaba era caliente.

Dante pasó su mano por toda su cara y trató de limpiarlo con impaciencia. El sudor
frío de su frente llegó a las palmas de sus manos. A causa de la resaca, le dolían al
mismo tiempo otros lugares del cuerpo además de la cabeza.

Todos los dolores de cabeza y las punzadas de ayer parecían ser los síntomas de esta
situación.

Después de un largo entrenamiento, prácticas o días arduos de operaciones, como si


fuera un acontecimiento anual, Dante se enfermaba un día. Esta vez, pensó que no
sería el caso porque no había sufrido ningún síntoma hasta ahora… estaba
equivocado.

Ahora tenía los brazos y las piernas frías, pero a medida que pase el tiempo, la fiebre
aumentará. Afortunadamente, después de un día completo de sufrimiento, al día
siguiente se sentirá bien. Pero este día, tenía que pasarlo soportando el dolor.

—Ugh…

Buscó a tientas su móvil y encendió la pantalla. Sus brazos palpitaban incluso


cuando apenas levantaba el móvil delante de sus ojos. La noche anterior, durante la
animada reunión con los miembros de su equipo, llegó el pago de su salario.

Dante calculó en su cabeza el coste de vida para un mes. La ropa está bien, porque
todavía tenía prendas nuevas que se ha puesto unas cuantas veces desde que las
compró. En la Cafetería de la Residencia Oficial, las comidas eran gratuitas para el
personal militar, así que el coste de la comida era un poco más que el mínimo.

Y un poco de dinero para emergencias. Dante, que contaba con un presupuesto


ajustado, transfirió el resto sin remordimientos.

Hasta el mes pasado, el Capitán del SAG, que dirigía los entrenamientos en zonas
remotas y desérticas, recibía una elevada asignación de manutención. Además, este
mes se le pagó la prima de vacaciones, que era un pago bastante elevado.

Sin embargo, el dinero se quedó en la cuenta bancaria durante un tiempo y luego


desapareció, y todo lo que quedó fue alrededor del 20% de su salario mensual.

‘¿Cómo podrías salir con alguien así?’

Después de asumir el cargo de Capitán, Dante prefería una relación más ligera que
antes. Cuantas más responsabilidades tenía, no podía prestar atención especial a una
sola persona. Para Dante, la dura tarea de ser un soldado de las Fuerzas Especiales y
ser el Capitán de un equipo, estaba por encima de todo.

Dante recordó las palabras de hace tanto tiempo. Pero siempre eran la misma
situación.

Dante a lo largo del tiempo tenía demasiadas cosas que tenía que lidiar, que
eventualmente terminaba de dejarle de prestar atención a la otra persona. Incluso si
él se confesara primero y la otra persona decidiera salir con él, el final siempre era el
mismo.

‘—Yo tampoco estoy acostumbrada a esto y no puedo manejarlo bien. Vamos a


dejar esto aquí y conozcámonos un poco más.’

Incluso si la persona hablaba con confianza, siempre había algunos signos de


decepción.

‘—¿Cuán importante soy para ti?’

Y también había mucha ira.

¿Qué pasaría con Raphael, que le gusta el afecto y el calor humano?

‘—Había decidido que nunca más lo iba a volver a hacer a menos que estemos
saliendo. No quiero hacerle daño. Lo haremos después de que nos enamoremos el
uno del otro. No quiero hacerlo de esta manera.’
El sonido de llanto que resonó por el callejón en medio de la noche tocó hoy la
dolorosa cabeza de Dante. Los labios pálidos se curvaron en una sonrisa. Tener sexo
después de amarse. Esto es lo que diría una persona de pocos años.

Para un tipo como Raphael que da un amor enorme a su pareja, una persona que
puede darle el mismo amor era adecuada para él. Y todo eso estaba muy lejos de
Dante.

‘Yo también necesito estar alerta.’

Dante dejó escapar un profundo suspiro. Tenía dolor de garganta.

La fiebre comenzó a subir con fuerza. Su mente estaba borrosa y sus pensamientos
no eran del todo claros. En su lugar, sólo quedaba la voz de Raphael.

Se tapó los oídos con una almohada, pero fue en vano. “¿Será este el precio que
tengo que pagar por hacer llorar tristemente a un rostro angelical?” Fueron los
pensamientos de Dante.

En ese momento, el teléfono móvil que había colocado junto a su cintura comenzó a
vibrar. Dante, que abrió la pantalla, frunció las cejas.

El ángel tenía mejor tiempo que el diablo.

[Capitán, hola. Soy Raphael Haynesworth.

Me disculpo sinceramente por haber mostrado un mal comportamiento con el


Capitán el día de ayer.

No pensé en ello. Me aseguraré que esto no vuelva a ocurrir. Lo siento.]

Fue una disculpa educada de Raphael.

‘Ah, que buen chico.‘

Dante pulsó el botón de respuesta y golpeó con el dedo en la pantalla.

[Está bien. Yo tampoco he hecho nada bueno, así que olvidémoslo. No importa.]

En cuanto lo envió, apareció una señal de que el mensaje se había leído


inmediatamente. Luego, apareció un icono en la parte inferior de que la otra parte
estaba escribiendo un mensaje.

Incluso después de esperar 5 minutos o 10 minutos más, el icono no desapareció, y


el mensaje no llegó.
‘¿Es un error? Creo que todavía vale la pena usarlo, pero ya está mostrando signos
de avería.’

Dante inclinó la cabeza y dejó el teléfono móvil.

Unos 30 minutos después, sintió que su móvil vibraba y abrió los ojos.

[Sí, gracias. ¿Está bien?]

‘No me digas que escribiste estas dos frases en tan solo 30 minutos…’

Dante dio una respuesta corta.

Enviando: [Sí.]

Raphael revisó el mensaje rápidamente y comenzó a escribir la respuesta, tal como


hizo antes.

Así, pasaron otros 10 minutos.

Más que un error del móvil, se especuló que Raphael tomaba el teléfono,
escribiendo y borrando palabras, sin estar satisfecho con su respuesta. Estaba claro
que si lo dejaba así, sólo escribiría dos frases durante otros 30 minutos. Dante pulsó
el botón de llamada.

La señal sonó un par de veces, y Raphael contestó al teléfono con una voz bastante
sorprendida.

[—Habla Raphael Haynesworth.]

—Di lo que quieres decir.

[—Capitán, su voz es…

¿Era tan obvio en el teléfono? Intentó aclarar su voz, pero fue en vano.

—Es porque mi garganta está cerrada. Dime lo que quieres decir. No puedo
esperar el mensaje porque es frustrante el tiempo.

[—Ayer fui arrogante y no tuve consideración con el Capitán. Lo siento.]

—De acuerdo. No me lo tomé en serio, y siento haber hablado con demasiada


dureza. Descansa un poco.

[—Sí…]
Dante terminó la llamada primero. Solo por haber dicho unas pocas palabras, su
garganta le dolía aún más. El cuerpo olvidó por completo la indomable voluntad de
las Fuerzas Especiales.

Era como si el cuerpo que aguantó sin un resfriado común durante un año parecía
recoger todas las enfermedades que debería haber tenido y verterlas de golpe. Si los
miembros del equipo lo vieran, estaba seguro que se burlarían de él diciendo:“¿Qué,
acaso tiene 10 años?” Pensaba que las burlas seguirían incluso hasta la edad de su
jubilación. No es que le hayan disparado o atado en la cama con dolores en el
cuerpo.

Las punzadas empezaron a subir por todas sus extremidades y atormentar sus
hombros y su cintura.

‘Oh, esta vez es realmente malo… ¿Tal vez es porque estoy preocupado por una
relación que ni siquiera tengo?’

Dante cerró los ojos mientras pensaba en ello.

Raphael salió en su sueño que había causado la fiebre en aumento. En su sueño


parecía que estaba llorando. No sabía cómo se lo había puesto, pero tenía unas orejas
largas como Happy a ambos lados de su cabeza. También podía ver una cola pegada
a su trasero.

Le pareció una visión extraña, pero la cola parecía muy esponjosa, y Raphael bajó
sus orejas, se inclinó hacia él y preguntó:

‘—Capitán, ¿me odias?’

‘—…’

‘—¿Cómo puedes odiarme? Soy tan lindo y lamentable.’

Raphael trató de agachar su cuerpo de nuevo con un gemido. Hoy pretendía ser más
bien un pequeño cachorro distraído.

‘—Soy así de pequeño. ¿Todavía me odias?’

Era ridículo y se rio. Por mucho que se agachara, nunca parecería más pequeño que
Dante, que era 6 o 7 cm más alto que él.

Cuando Dante no respondió, Raphael lloró.

‘—¿De verdad… me odias?’


Los ojos verde claro comenzaron a humedecerse como un estanque en un día de
lluvia. Lágrimas del tamaño de un caramelo pequeño ya se estaban formando en las
esquinas de sus ojos.

‘Incluso después de llorar así ayer, ¿todavía te quedan lagrimas?’

‘—…No, no te odio. Así que deja de llorar.’

Dante abrió sus labios secos y finalmente respondió.

‘—No te odio. Es que…’

Dante afectado por la fiebre, dio una respuesta poco clara. No sabía qué decir.
Entonces, Raphael que ya se había limpiado las lágrimas, cambió su pregunta.

‘—¿Estás enfermo?’

‘—No.’

La respuesta le salió como una costumbre.

‘—¿Estás bien?’

‘—Sí. Estoy bien.’

Mucha gente preguntaba si Dante estaba enfermo, pero poca gente le preguntaba
directamente a Dante.

Él asintió con la cabeza y respondió moderadamente un “estoy bien…”. No sabía si


su voz seguía sonando mal, pero esta vez, la lluvia de preguntas no cesó aunque las
respondiera.

‘—¿Estás muy enfermo?’

‘¿Por qué eres tan persistente incluso en mis sueños?’

A medida que la fiebre subía más, la apariencia de Raphael se veía borrosa en su


sueño. Las preguntas que hacía se escuchaban muy lejanas, también las veía por
escrito frente a él y las letras flotaban.

Pero el tipo que estaba a su lado parecía estar mirándolo con atención.

‘—Capitán, está enfermo.’

‘Dije que no, pero ahora has llegado a tus propias conclusiones.’

Dante suspiró profundamente.


‘—Es porque… me estás molestando.’

Era su sueño, pero Raphael parece que se ha puesto un poco malhumorado.

Raphael, que se quedó callado por un momento, volvió a hablar.

Ahora eran preguntas fáciles de responder y que puede entender, así que contestaba
vagamente con un, “si…” Pero Raphael empezó a repetir la misma pregunta de
nuevo.

‘—¿Hay algo que quieras comer?’

‘—De todas formas no puedo comer. Déjeme en paz. Vete ya.’

Pero si decía esto, incluso el Raphael de su sueño iba a inclinar más su cuerpo y
podría llorar terriblemente.

—Filete en seco envejecido por 1000 horas*.

*N/T: En Corea y algunas partes de Europa, la carne es sometida a procesos para


añejarla, no es que quede seca, sino que su proceso para poder darle una textura
adecuada es que la carne es controlada a una temperatura específica, está aislada y
en este caso, es sometida al vacío para un proceso más rápido.

Dante mencionó la comida que una vez vio en la televisión.

‘—¿Qué? Oh, está bien…’

Contestó Raphael con voz desconcertada. Estaba un poco eufórico ante la idea de
probarlo.

Raphael no hizo más preguntas.

Dante escapó de un vago sueño y finalmente cayó en un profundo sueño. Antes de


que su cabeza se oscureciera por completo, algo frío tocó su frente por última vez.

***

Había dormido tan profundamente. Cuando se despertó, ni siquiera pudo adivinar


cuánto tiempo había pasado.

Dante miró hacia la ventana. Se dio cuenta que la ventana estaba cubierta con
cortinas. Como la habitación no estaba completamente oscura, supuso que todavía
era de día.
Dante también sabía que había una persona más en el departamento además de él.
Incluso el nombre de la parada de autobús que está frente a la Residencia Oficial
era: “Parada de apartamentos para soldados”, pero el ladrón tenía las agallas para
robarle. Debía de ser un ladrón no muy listo.

Por desgracia para el ladrón, no había nada que robar en la habitación de Dante. Así
que esperaba que saliera tranquilamente a robar en la siguiente habitación y que lo
atrapen. Dante no podía ni siquiera reunir la fuerza para levantar una de sus manos
en estos momentos.

Sin embargo, el ladrón traicionó las expectativas y se acercó a él. Dante extendió sus
brazos que estaban dentro de la manta con una profunda ansiedad.

El ladrón fue atrapado por Dante en un instante. Dante agarró a su oponente por el
cuello de la camisa y tiró de él hacia atrás, sujetando su brazo por detrás de su
espalda e inmovilizando el cuerpo con sus rodillas.

—¡Argh!

—…

Tras realizar una serie de movimientos por reflejo, un cabello rubio brillante y un
poco rizado entró en los ojos de Dante.

Raphael miró a Dante mientras hacia un gesto de rendición con la mano que le
quedaba.

—¿Qué estás haciendo? ¿Por qué estás aquí?

Raphael Haynesworth no podía ser el ladrón que venía a robar algo de la habitación
de Dante, así que lo soltó del brazo y lo liberó. Raphael se frotó el hombro adolorido
y dijo.

—Cuando hablamos por teléfono, la voz del Capitán se escuchaba mal, así que
me preocupé porque no se puso en contacto conmigo después de eso.

—Entonces…

—Vine y llamé a la puerta, pero pensé que se había desmayado porque no


respondió.

—¿Y luego?

Raphael dudó… pero dijo su excusa con una sonrisa.

—El Capitán me enseñó a abrir una puerta en mi entrenamiento.


—No te enseñé a abrir la puerta de tu superior.

Dante se tocó la frente. Una toalla húmeda tocó las yemas de sus dedos.

—¿Qué es esto?

—Oh, démelo.

Raphael tomó la toalla, la empapó en agua helada que estaba junto a Dante y la
apretó. E intentó colocarla una vez más en la frente de Dante. Él apartó la mano.

—Olvídalo. No soy un niño.

—Capitán, tiene una fiebre muy alta. ¿Ha ido al hospital?

—He vuelto de una dura operación y me siento relajado. Me pondré mejor


después de un buen día de descanso.

—Pero aun así, tiene que tomar alguna medicina.

Raphael le puso con firmeza la toalla húmeda en la frente y empapó otra toalla con
agua fría. Con ella le limpió la cara y el cuello quitando el sudor frío pasado.

Era un acto exagerado para cuidar de un adulto enfermo, pero la sensación de frío
ante la fiebre era agradable.

—Gracias. Démela.

Dante aceptó la toalla y se limpió. Cuando el frío lo tocó, el resto de la somnolencia


desapareció.

—El Capitán tiene un buen subalterno. He abierto la puerta para cuidar de


usted y evitar que muera.

Una sonrisa apareció en los labios pálidos. Raphael acercó una silla junto a la cama.

—Entonces, cada vez que vuelve de una operación externa, ¿se pone así de
mal?

—No al cien por cien, pero casi.

—…Parece que tiene mucha presión. El Capitán siempre se preocupa por todos
y cada uno de los miembros del equipo.

—Todos los Capitanes también son así.

—Eso no es cierto.
La toalla con la que había lavado su cuerpo, se mojó suavemente con agua fría y fue
pasada a Dante. Después de recibir un cuidado tan minucioso, ya no pudo culparlo
de la intrusión no autorizada.

—¿A qué hora llegaste?

—Llegué alrededor de las doce.

—Todavía no haz almorzado. Quiero preparar algo para ti, pero no puedo
moverme. Lo siento, pero ¿puedes tomar mi tarjeta y comprarte lo que quieras
para comer, y lo que sea para mí?

Raphael se rascó la nuca.

—He pedido esa carne, pero…

—¿Qué carne?

—Solomillo de ternera envejecida en seco… El Capitán lo pidió, así que pensé


que no podía comer el filete ya que está enfermo, por lo que pensé que sería
mejor cocinarlo en un guiso. Lo conseguí primero, y lo cociné aquí.

—¿…? ¿Envejecimiento en seco?

—Usted quería comer filete en seco envejecido por 1000 horas.

—¿…Yo?

—Sí… Todo lo demás que dijo no estaba claro, pero esa parte pudo
pronunciarla con claridad.

Recordó haberlo dicho en su sueño, y no pensó que lo haría. En primer lugar, lo que
era seguro es que la cara de Dante estaba comenzando a tener un calor muy diferente
al de su enfermedad.

—Estará listo pronto. ¿Puedo usar un tazón de la alacena?

—Sí…

Raphael puso rápidamente comida para dos personas en la mesa. Dante, que se
levantó de la cama, abrió mucho los ojos al ver una enorme olla que apareció de
repente en la pequeña mesa de cocina.

Pronto, un cuenco humeante de estofado fue colocado frente a Dante, que estaba
sentado en la mesa. Dante probó la comida desconocida en un tazón familiar con
una cuchara.
En lugar de ver la carne cara en la televisión y pensar que era vagamente deliciosa,
la carne se derretía en su lengua dándose cuenta que era más de lo que había
pensado. Y al no poder superar la insistencia de Raphael, se tomó la medicina para
el resfriado y el antifebril que había comprado.

Dante, que recuperó algo de energía después de comer, fue al baño y se lavó el
cuerpo sudoroso. Raphael se ofreció a ayudarlo a ducharse, sin embargo fue
mandado a sentarse en una silla lejos del baño por Dante. Sin embargo, cuando
Dante salió del baño con el cabello mojado y una toalla en el cuello, el subalterno
insistió para ayudarlo a secarse el pelo.

Y cuando Dante pasó por la cocina y vio la olla de guiso de cerca, se dio cuenta que
era grande. No sólo era grande, sino que el contenido estaba lleno.

—Quédate a comer más tarde. ¿Cómo voy a comer eso solo?

—¡Sí! Le traeré pan para el guiso más tarde.

—Sí…

Raphael recostó a su paciente, Dante, en la cama, tomó una silla y se sentó junto a su
cama.

—Capitán.

—Sí.

—¿Puedo medir su temperatura?

—Si digo que no, ¿no lo harás?

—Hmm… Voy a rogarle que me deje hacerlo sólo una vez.

—Está bien. Hazlo, hazlo.

No tenía la energía para discutir con Raphael hoy.

La mano de Raphael se acercó. Su mano era blanca y larga. Los finos nudillos se
parecían más a los dedos de un elegante pianista que a los de un soldado. Al
acercarse, pudo percibir una débil sensación de calor.

Raphael rodeó la frente de Dante con su palma. Sus manos estaban más calientes
que su frente con fiebre, así que no sabía si podía medir su temperatura corporal,
pero el calor no se sentía mal.
Después de comer un desayuno tardío y tomar las medicinas, volvió a dormirse sin
ser consciente de ello.

Cuando Dante se despertó de nuevo, un color rojizo se veía fuera de la ventana, y


Raphael estaba leyendo un libro al lado de su cama.

—¿Cómo se siente?

Al escuchar una pregunta llena de preocupaciones, no pudo preguntar por qué no se


había ido.

Como el almuerzo fue tardío, la comida sólo fue después de la puesta del sol.
Raphael, que obligó a Dante a sentarse, también se encargó de lavar los platos y
ordenar el espacio de la cocina. Lo único que hizo Dante por Raphael hoy fue sacar
una lata de bebida de la nevera.

Al charlar un poco más, se hizo demasiado tarde. Raphael, que nunca había
expresado su intención de irse en todo el tiempo, dudó y dijo:

—¿No puedo vigilarlo un poco más por la noche, comprobar si baja la fiebre y
volver a casa por la mañana? Yo me quedaré tranquilamente en la silla como
antes.

—Quédate a dormir.

—¿En serio?

‘¿Crees que voy a echar a la persona que me ha cuidado todo el día en medio de la
noche?’

Raphael sonrió felizmente como si hubiera recibido un regalo.

—Gracias. Entonces dormiré en el suelo.

Raphael trató de juntar su ropa exterior para que pareciera una almohada y se acostó
en el suelo desnudo junto a la cama.

Dante retrocedió hacia la pared y dio unos golpecitos en el lugar de al lado.

—Ya está, sube. No es una enfermedad contagiosa.

—No es por eso que voy a dormir en el suelo, es para que pueda dormir
cómodamente.

—¿Vas a dormir cómodamente en un suelo polvoriento?


—Estoy bien. He dormido en el suelo varias veces mientras acampaba en el
equipo.

—Algo aterrador sale debajo de mi cama.

Justo entonces, las palabras de Raphael que iba a insistir que “estaba bien”, se
detuvieron.

—Es tarde en la noche. ¿Te cuento las siete maravillas de los apartamentos
militares? La primera es la pierna cortada debajo de la cama…

—¡Argh!

Raphael, que era obstinado hasta hace un momento, puso una simple almohada al
lado de Dante. Y se apresuró a subir a la cama.

Dante desenvolvió la simple almohada volviéndola a su forma original, la ropa la


colgó en la cabecera de la cama y le dio a Raphael una de sus dos almohadas.

—Soy débil ante las cosas paranormales…

‘Eres muy lindo cuando estás distraído o asustado.’

La cama de Dante era lo suficientemente grande para que un hombre adulto se


acostara solo. En otras palabras, cuando dos hombres más altos que el cuerpo medio
se acostaban, era inevitable que sus cuerpos se tocaran. Raphael también era
consciente de ello, así que se apartó un poco más lejos de Dante y quedó en el borde
de la cama.

—De hecho, no es un fantasma lo que sale debajo de mi cama.

—¿Entonces qué es? Está bien mientras no sea un fantasma…

—Araña.

—…

—¿Quieres bajar a dormir?

—Oh, no.

Raphael negó mientras se acercaba más a Dante. Raphael y los hombros de Dante se
superpusieron un poco más.

En silencio de la habitación, solo se escuchaba una respiración tranquila. En


comparación con el día, cuando no tuvo más remedio que dormir como si se hubiera
desmayado, su estado físico había mejorado mucho. Las palpitaciones de su cuerpo
también habían desaparecido. Después de eso, su subalterno que pasó todo el día
con él cuidándolo, ahora en la noche comenzó a ponerse nervioso tardíamente.

Dante giró la cabeza hacia un lado. Raphael, que no estaba durmiendo, oyó el
crujido y giró la cabeza hacia Dante. No podía ver los ojos verde claro, pero su tenue
silueta miraba claramente a Dante.

—Capitán, ¿puedo hacerle una pregunta?

—¿De qué se trata?

—¿De verdad va a quedarse como Capitán del SAG?

—Sí.

—¿No hay otros puestos dentro del Comando de Guerra Especial?

—Fui recomendado en The F y en 901.

—¿Se refiere a las Fuerzas Especiales 901?

Raphael levantó la cabeza.

Si el SAG era una unidad que conoce la existencia de todo el imperio y realiza
operaciones especiales que se revelaban al exterior, las dos unidades que decía
Dante se movían fuera de la vista.

En particular, no era exagerado decir que incluso la organización interna del Grupo
de las Fuerzas Especiales 901 está clasificado como un secreto militar de primera
clase, y una vez dentro, la conexión con el exterior se corta por completo. Aunque
en las sombras, llevan a cabo operaciones que no pueden ser reveladas en nombre
del imperio y reciben subsidio de vida y recompensas más altas que cualquier otra
unidad.

—He rechazado a ambos.

—Ah…

La cabeza de Raphael volvió a apoyarse en la almohada. Raphael, que no podía


ocultar su alivio, preguntó:

—¿Puedo preguntar por qué?

—Porque creo que voy a matar a mucha gente. —La respuesta fue concisa. —A
mi madre no le gusta mucho que levante un arma.
—¿Su madre se opuso a que te hicieras soldado?

—Sí. Desde el Cuerpo de la Escuela Juvenil. Creo que ahora lo ha aceptado.

—Ah… ¿Cómo entró en el Cuerpo de Escuela Juvenil*?

N/T: El cuerpo de la Escuela Juvenil, según la autora y la historia es catalogada


como una escuela antes de entrar por completo a ser militar. Es decir, adolescentes
que apenas están en proceso de su desarrollo militar, después de dicha escuela,
viene la Academia Militar, donde se forman y gradúan para ser militares.

—¿Fue cuando tenía 15 años? Recibí una recomendación de mi profesor de


gimnasia. Después de la clase, me llamó y me preguntó si había pensado en
unirme a un club juvenil o al Cuerpo Escolar Juvenil.

—¿Por qué eligió el ejército en lugar del deporte?

—Necesitaba una beca.

La voz que continuaba desde la silueta de Raphael se detuvo por un momento.

—El bienestar de nuestro Cuerpo Escolar Juvenil es bueno, así que la cantidad
es bastante alta para un estudiante.

Dante sintió que estaba más hablador de lo habitual. Él siempre había tenido
diferentes pensamientos, pero debido a que estaba agotado por luchar contra la
fiebre, esos pensamientos que había enterrado en lo más profundo de su mente
escaparon fácilmente a través de su lengua.

Cuando Dante no dijo nada más, Raphael dejó de preguntar. En su lugar, tocó la
frente de Dante una vez más. Sus dedos hormigueaban y se sentía extraño.

—¿Por qué te ofreciste como aprendiz en las Fuerzas Especiales?

La mano de Raphael llegó a su cuello y la apartó.

—Es la misma razón que se imagina.

—¿Te mandó el comandante en Jefe?

—Sí.

—Ya veo.

—Fue así al principio, pero ahora me alegro de haberlo conocido como mi


Capitán.
—…

Dante cerró sus ojos.

—Si te parece bien, vamos a dormir.

Rafael sonrió por lo bajo sin contestar.

—Lo siento.

Le siguió la pequeña voz de Dante. Y una mano torpe pero amable tiró de la manta
sobre el hombro de Dante.

—No siga enfermo, Capitán.

—¿Cuenta cómo enfermedad que un soldado tenga fiebre?

—Si se va a enfermar, sería mejor que lo hiciera cuando estemos todos juntos.

—Di algo que tenga sentido. Me alegro de estar enfermo cuando estoy solo.

Como si su cuerpo supiera que se tratara de una situación importante,


afortunadamente, nunca se había enfermado cuando dirigía al equipo en el campo.
La enfermedad llegaba justo en el momento en que estaba solo.

Así como la última vez y antes de esa. Justo después de haber llegado de una
exhausta operación, cuyo recuerdo era borroso, Dante se acostó en la cama y alivió
su fiebre él solo.

La enfermedad hizo que su mente se volviera confusa. En un estado de confusión, la


temperatura del cuerpo era suficiente para derribar los muros y ablandar su corazón.

En la silenciosa habitación podía escuchar la respiración de la otra persona. El


cuerpo de Dante se relajó cuando colocó su espalda, que había estado recta,
cómodamente. Después de un breve latido que se produjo al relajarse, los músculos
también se relajaron lentamente desde donde estaba apoyado.

—De todos modos, gracias por cuidar de mí. Ha pasado tanto tiempo desde que
alguien lo hizo.

—No me molesta que esté enfermo, así que, por favor, dígamelo si vuelve a
estarlo.

Dante levantó la mano y acarició el lugar donde estaría la cabeza de Raphael.


Incluso en la oscuridad, podía sentir el color brillante que tocaban las yemas de sus
dedos
Capítulo 4
Romantic?
El último cielo que vio Dante antes de entrar en el edificio del cuartel general fueron
las nubes llenas de lluvia.

Después de unos días de cielo despejado, las noticias de fuertes lluvias llegaron a
Islas. Parecía que las gotas caerían en una hora.

Sin embargo, la sala de reuniones confidenciales a la que Dante se dirige está


bloqueada por todas partes y está insonorizada con gruesas paredes, por lo que no se
puede escuchar el sonido de la lluvia y mucho menos de los truenos.

Excepto por el Teniente Coronel que se encontraba frente al personal convocado,


había un total de ocho personas en la sala de reuniones. Eran los jefes de equipo de
dos de las cinco Fuerzas Especiales pertenecientes al Comando Unificado de Guerra
Especial.

Cuatro jefes de equipo del SAG, una unidad de élite formada por oficiales y
suboficiales surcoreanos, y cuatro jefes de equipo de The F, que reunía a personas
con talento independientemente de su nacionalidad, se alinearon en una fila.

Sus nombres fueron pronunciados uno por uno por el Teniente Coronel, que estaba
de pie en el podio, mirando a la fila que tenía frente a él.

—Capitán Dante Bailey, 1ra Unidad del 3er batallón de las Fuerzas Armadas
Especiales.

El personal del SAG estaba formado por Dante y Leone, un mayor que conocían
bien, un joven Capitán que fue piloto de la Academia Militar.

En The F, Dante conocía a dos personas a través de operaciones conjuntas en el


pasado, y había dos personas que no conocía. Mientras que los jefes de equipo del
SAG estaba formado por cuatro Capitanes, los jefes de equipo de The F eran
Sargentos.

—Este es el número de personas que serán asignadas al Área de Seguridad de


la Zona C.

La información sobre el resto de la zona no se transmitía a las ocho personas


presentes, y otras unidades no conocen la composición, el funcionamiento y la
ubicación de la zona C. El único que conoce toda la Zona es la Central, que controla
todo.
Los ocho equipos que participarán dentro de la Zona C, los decidieron dividir en
sub-zonas del C-1 a C-8. Sin embargo, en caso de emergencia, los ocho equipos
están programados para llevar a cabo operaciones de cooperación dentro de esta, y el
entrenamiento también está programado para el período restante hasta la cumbre.

El objetivo de la reunión de hoy era dar una breve sesión informativa y conocer la
cara entre los jefes de equipo. El Teniente Coronel, director general de seguridad de
la Zona C, estrechó la mano de cada jefe de equipo y se marchó, quedando sólo ocho
personas en el lugar.

Después de que le dieran trabajo para después de las vacaciones, Dante se dio cuenta
de que sus vacaciones estaban a punto de terminar.

Dante saludó primero a su superior de la izquierda. También recordaba el nombre de


Dante. Aunque su expresión era contundente, fue el primero en decirle a Dante que
podía hablarle con confianza.

El siguiente fue un joven Sargento. Dante sonrió y le dio una palmada en el hombre
al joven jefe de equipo que intentaba saludarlo cortésmente.

—Demos nuestro mejor esfuerzo.

—Sí. Haré lo que pueda.

El joven jefe de equipo estrechó la mano de Dante y lo volvió a ver.

—Señor, Capitán Bailey. Yo…

En ese momento, alguien le dio una palmada en la espalda a Dante por detrás. Fue
como si un caballo lo hubiera golpeado, y lo hubiera empujado a propósito. De
hecho, Dante dio tres pasos hacia adelante debido al golpe.

—¡Ugh…!

—Capitán. Mucho tiempo sin verlo.

—Quiero que nos llevemos bien. Ha… mucho tiempo sin verte.

Era el Sargento Curtis Zhukov, uno de los jefes de equipo de The F. Tuvo un
entrenamiento conjunto con el equipo de Dante y había realizado varias operaciones
con él, por lo que se conocían. Gracias a ello, Dante descubrió que ese saludo brusco
era sólo una forma de expresión, y no había ninguna malicia. Dante también le
golpeó en el hombro con su puño. Y volvió a mirar al joven jefe de equipo que había
dejado de hablar.

—Martínez, ¿qué ibas a decir?


—Oh, no. Espero su amable cooperación.

—Sí. Espero tu amable cooperación.

En comparación con la apariencia de tener algo que decir, la conversación terminó


bruscamente. En su lugar, Curtis le dio un golpe a Dante en el brazo.

—¿Todavía no quieres venir con nosotros? Si lo haces, podrás hacer equipo


conmigo.

—No. Me gusta tener un miembro de equipo lindo como un conejo. Tú eres


todo lo contrario.

—Piénsalo en serio. ¿No es aburrido hablar con exageración sobre las


habilidades del Capitán Bailey? Es mucho más divertido que estar en el SAG,
donde se paran durante horas sin hacer nada, actuando como guardaespaldas y
sus horas de entrenamiento externo.

—Y sabiendo eso, esta vez estás aquí para vigilar la cumbre.

—No puedo ganar contra ti.

—Así es.

Las misiones principales del SAG, conocida como la firma de las Fuerzas Especiales
del Ejército Imperial, era vigilar los factores principales, rescatar rehenes e
infiltrarse en la retaguardia incluso durante la lucha antiterrorista. Manejar un arma
desde el frente, era la especialidad de The F.

No se equivocaba al decir que a menudo se le convocaba para mostrar ceremonias


por su simbolismo. Es cierto que a veces era molesto, pero era un requisito para
repetir la supervivencia cada día en una unidad tan temible y dura como el SAG.

—Ha pasado mucho tiempo. ¿Quieres venir con nosotros?

Curtis inclinó la cabeza. Estaba hablando de Dalian. Dante negó con la cabeza.

—Tengo un compromiso previo justo después de esto.

—¿Qué, tal vez una cita?

—No es una cita, y la persona con la que me reuniré es un hombre.

—El Capitán tan entusiasta.


Curtis levantó el pulgar. Dante no sabía por qué había llegado a esa conclusión, pero
se rió con moderación. Los demás también saludaron a los jefes de equipo que
llevaban varios meses juntos y después se marcharon.

Leone le preguntó a Dante al salir del edificio.

—Oye, ¿a qué te refieres con tener una cita con un hombre? ¿Estás saliendo
con alguien en cuanto te enteraste que seguirás en Islas?

—No, no es una cita. Es él.

Dante señaló la puerta principal con la punta de su paraguas. En un día nublado, un


pelo rubio era demasiado llamativo, y la persona dueña de ese pelo estaba de pie
esperándolo.

Leone dijo: “—Vamos, ¿qué demonios?” y se marchó. Dante se puso delante de


Raphael.

—Te dije que no vinieras, que me pondría en contacto contigo cuando


terminara. ¿Cuánto tiempo has estado esperando?

—No he esperado mucho.

Las gotas de lluvia caían sobre los paraguas que era compartido por dos personas.
Raphael sonrió alegremente.

—Vamos.

Los dolores corporales que surgieron de repente se curaron al día siguiente sin dejar
rastro. Después de una buena noche de sueño, Dante se sentía mejor que de
costumbre.

Fue difícil agradecer a Raphael que cuidó de él durante el tiempo que estuvo
enfermo. El solomillo en seco envejecido por 1000 horas, que no recordaba, también
quedó en deuda.

Dante le pidió a Raphael que le dijera si había algo que quería, y Raphael le pidió un
día con el Capitán.

«No te sientas agobiado, piensa que saldrás de copas con tus compañeros de
equipo.»

Ese día era hoy.

Raphael abrió la puerta del taxi que había llamado con antelación. Un taxi que
transportaba a dos personas salió a la carretera con una lluvia torrencial.
Hoy, Raphael salió con una gabardina sobre una prenda de punto negra y unos jeans.
Iba vestido de forma adecuada para ser llamado una cita. Por supuesto, Dante, que
acababa de salir del cuartel general, iba con su uniforme militar.

—¿Y tu auto?

«¿Por qué tomó un taxi en lugar del sedán negro?»

—En el recorrido del día de hoy hay una etapa para beber vino por la noche,
así que dejé mi auto atrás. Está a menos de un kilómetro del lugar.

—¿Planeaste todo el recorrido?

—Sí.

—Buen trabajo.

Las gotas de lluvia golpeaban agradablemente la ventana. El cielo aún estaba oscuro,
pero llovía mucho en primavera. La situación era lo suficientemente buena como
para llevar un paraguas y caminar tranquilamente. Dante se rió al recordar a
Raphael, que habría mantenido la cabeza agachada mientras sostenía el paraguas.

Estaba nervioso porque pensaba que iban a ir a un restaurante popular con un chef
famoso. Pero el lugar que Raphael llevó a Dante era muy normal, era un lugar que
estaba a un nivel por debajo de lo lujoso, así que Dante, al verlo, no se sintió como
un extraño.

Los hombros de Dante, que fue guiado al asiento interior, se sintieron aliviados.

—Capitán, ¿podría darme un poco de tiempo después de esto, por favor?

—¿Por qué? ¿El recorrido es diferente según la situación?

—Sí.

—Está bien. No tengo ningún inconveniente.

—Gracias. Entonces, estaremos juntos hasta mañana por la mañana.

—Estás molestándome.

—Sí.

Raphael, que cerró la boca, inmediatamente volvió a sonreír. Estas peleas ligeras ya
eran familiares entre los dos.
—La última vez te sentaste en la calle a llorar porque no querías dormir
conmigo.

—Oh, no. No es porque no me guste. Lloré porque estaba muy borracho. Y el


Capitán me arrastró…

—Pero me acabas de decir que estaremos juntos hasta mañana por la mañana.

—No me refería al sexo. Me gustaría poder tomarle de la mano, no… me


gustaría seguir pasando tiempo con el Capitán. Solo pregunté por si no pudiera
llegar a casa por circunstancias inevitables.

Los ojos verde claro de Raphael miraron a Dante con seriedad.

—Hasta que no tengamos una relación, pase lo que pase no volveré a tocar al
Capitán. Puede creer en mí.

—…

—Y cuando tengamos una relación… cada día seguiré diciéndole al Capitán lo


mucho que lo quiero.

—¿Has pensado en ello hasta ese punto?

En muchos sentidos, los pensamientos eran profundos y de alguna manera


absurdos.

Se retiraron los platos de aperitivo y se colocaron los del menú principal. La visión
de los garbanzos al vapor apilados en el plato blanco, se parecían al cabello de
Raphael.

Teniendo una comida proporcional a su metabolismo básico, los dos soldados


vaciaron ordenadamente hasta tres menús laterales.

—¿A dónde vamos ahora?

—Va a seguir lloviendo, así que he preparado un horario en el interior. ¿Está


bien una película?

—Ha pasado casi un año desde que fui al cine, me gusta la idea. Está bien.
Vamos.

Raphael parpadeó.

—¿Qué pasa?
—Bueno… el Capitán dijo que le gustaba la idea tan fácilmente… Por
supuesto, ¡a mí también me gusta!

—No voy a ser grosero incluso con la promesa que hice a cambio de los
cuidados que recibí. Haz lo que quieras. Te seguiré.

—Entonces, reservaré la película a una hora cercana.

—Sí.

Hasta ese momento, Raphael estaba muy feliz, tanto que tenía hoyuelos en sus
mejillas.

***

Dante miró al cielo y pensó seriamente… «¿Qué clase de fortuna le depara a


Raphael este año?» Al menos, estaba claro que la suerte para el amor tocaría fondo.

El cielo nublado se iba oscureciendo cada vez más, y la lluvia no tenía intenciones
de detenerse. La lluvia que caía también pasó de llovizna a lluvia intensa, lo que
hizo que el personal del restaurante cerrara apresuradamente las ventanas de la
terraza.

Todo estaba bien hasta ese momento. Ya sabía que el día estaba nublado y ambos
tenían paraguas. Raphael trajo dos paraguas, uno para dárselo a Dante.

Las gotas de lluvia se encontraron con la última ola de frío y la lluvia comenzó a
soplar en la misma dirección que el horizonte, pero incluso así, todavía estaba bien.

—Si eres un miembro de las Fuerzas Especiales, tienes que atravesar la lluvia y
el viento con el cuerpo desnudo.

Dante bromeó y se rió. La cara de Raphael estaba un poco ansiosa, pero Dante
estaba tranquilo.

Sin embargo, las dos paraguas que había traído Raphael y fueron colocados en el
paragüero de la entrada, fueron robados por la lluvia torrencial repentina.

El paraguas barato que trajo Dante perdió peso en cuanto lo abrió. Completamente
volcado, parecía imposible de recuperar.

Intentaron tomar un taxi, pero los transeúntes se apresuraron a tomarlo antes que
ellos. Raphael empezó a ponerse pálido al no ver ningún taxi vacío.

—…Debí haber traído el auto.


—Sí…

Ya no es una escena romántica caminar por una calle lluviosa como en una película.
Si los dos salieran a la calle sin paraguas, sería más como una película de desastres.

—¿A qué distancia está el cine de aquí?

—Está a 700 metros al noroeste.

—…

Si ambos corrían, llegarían a tiempo. Sin embargo, no sabía si dejarían entrar al cine
a dos hombres mojados y goteando de agua.

—Hmmm, ¿debemos correr? Nos mojaremos un poco, pero creo que podemos
secarnos antes y entrar.

—Capitán, usted estuvo enfermo no hace mucho. Así que la respuesta es no.
Todos los cines tienen aire acondicionado…

La voz de Raphael se hizo más y más pequeña a medida que se alejaba de él. Era
todo lo contrario a la mañana cuando estaba tan emocionado.

De hecho, Dante no lamentaba no haber podido ver la película. No se pudo evitar


por el clima. Sin embargo, en la mente de Raphael, parecía haber una tormenta más
fuerte que la lluvia y el viento que soplaba ahora.

Raphael miró al cielo plagado de llovía con una mirada de querer disparar una
escopeta, y su rostro se nublaba como un ángel abandonado por Dios. Ese aspecto
impresionó incluso a Dante, que no era devoto.

«Oh, realmente… ¿Qué puedo hacer al respecto?»

Hace unos días atrás, Raphael le había enviado un pequeño mensaje sobre qué tipo
de comida no podía comer, qué género musical prefería, e incluso preguntó por su
color favorito.

Dante buscó el pronóstico del tiempo con la menor esperanza. No había ninguna
noticia de que esta tormenta fuera a ocurrir el día de hoy… La Agencia
Meteorológica Imperial cometía muchos errores últimamente.

Dante miró a su alrededor mientras se rascaba la cabeza.

En ese momento, un cartel eléctrico parpadeante llegó a sus ojos incluso con el
tiempo nublado.
Ajá. Dante levantó las comisuras de su boca. Y le dio una palmadita en la espalda a
Raphael.

—Haynesworth. A unos cincuenta metros en dirección a las dos en punto.


Prepárate en cinco segundos.

Raphael parpadeó.

—¡Corre!

Al mismo tiempo, Dante salió corriendo hacia la calle. Mientras avanzaba por el
suelo, el letrero se acercaba rápidamente.

Dante llegó primero bajo el cartel, e inmediatamente Raphael lo siguió. La lluvia era
pesada, por lo que sus hombros estaban mojados a pesar de haber cruzado solo una
corta distancia.

El lugar al que llegaron los dos estaba lleno de máquinas parpadeantes, así como de
coloridos tableros electrónicos. Las clásicas máquinas de juegos con joysticks* están
alineadas en una pared, y las brillantes máquinas, como las de dar puñetazos y los
juegos de motos, están situadas en el centro.

*N/T: joysticks: Controles remotos y/o fijados que tienen una palanca.

Era un lugar repleto de máquinas de juegos que van desde las coloridas máquinas de
caramelos hasta los juegos de dardos y los clásicos juegos de suerte.

—¿Es tu primera vez aquí?

—Sí.

—¿Sabes dónde estamos?

—En un Game Center… ¿es correcto?

Aunque conocía el nombre, vio una gran curiosidad en la cara de Raphael, que
todavía no tenía buen aspecto, y entraron juntos.

—Creo que la película no parece tan buena idea, así que vamos a jugar aquí.
Aquí también es muy divertido.

—…Sí…

Dante lo llevó al frente del primer juego a pesar que todavía no se había deshecho de
su decepción. Era un juego de disparos en el que se da al blanco a muñecos
alineados.
Las puntuaciones están escritas en muñecos de diferentes tamaños. La puntuación de
los muñecos de pingüinos, que eran más pequeños que 5 cm era la más alta,
mientras que los muñecos grandes de oso o panda en el centro, era la puntuación
más baja. Las puntuaciones estaban divididas en unidades de 10 puntos, que van
desde un mínimo de 10 hasta un máximo de 80.

Dante le dijo al empleado que iban a participar dos jugadores. Pronto, frente a
Raphael y Dante, se colocó una imitación de rifle con una apariencia plausible.

—¿Aquí también me entrenará el Capitán?

Raphael dijo, mientras llenaba su rifle con balas de goma. Parecía que su humor
estaba lo suficientemente relajado como para hacer una broma.

—Empezar con algo que estés familiarizado te ayuda a acostumbrarte. Es tu


primera vez.

Dante agitó el cañón lleno de balas. Por supuesto, una pistola hecha solo con el
caparazón de un rifle de francotirador era mucho más ligera que un arma normal.
Así que había una manera de disparar.

—No es divertido disparar uno a la vez, así que hagamos una apuesta.

—¿Seré el oponente del Capitán?

—Si no puedes vencer al débil Capitán que despertó anteayer de su


enfermedad, ¿qué harás?

—Jaja…

Raphael sonrió sin levantar las comisuras de la boca y mucho menos los ojos.

Incluso cuando vio a Dante con fiebre, no podía admitir que fuera débil. Incluso si
Raphael, que es más alto que él, se girara para tratar de atacarlo, Dante no tardará
menos de cinco minutos en someterlo.

La experiencia de un soldado que ha sido entrenado durante siete años en las


Fuerzas Especiales supera fácilmente la diferencia de altura. Además, la principal
habilidad de Dante, era disparar, las probabilidades de ganar eran escasas.

Dante puso dos de sus balas frente a Raphael.

—Yo tengo 8 tiros, y tú tienes 12 tiros. Si tu puntuación total es mayor a la mía.


Puedes pedir un deseo.
Los ojos educados del joven, que se preguntaba: «¿Cómo puedo ganarle al
Capitán?», se iluminaron al escuchar la palabra «deseo». Ocho y doce tiros también
era una desventaja tentadora.

—¿Cualquier deseo es válido?

—Por supuesto.

—De acuerdo.

Raphael miró con firmeza el juego. Ni siquiera el arcángel que recibe la orden del
Señor y va a derrotar a Lucifer, se vería tan serio.

—¿Está listo?

Preguntó con impaciencia el intermitente. Raphael ya estaba poniendo una pose


ejemplar de soldado de las Fuerzas Especiales y miraba fijamente su objetivo.

—Sí.

Contestó Dante y de igual manera se colocó la culata* en el hombro. Como no había


muchos clientes que se tomaran el juego innecesariamente en serio, el empleado se
despreocupó y puso la máquina en marcha de forma casual.

*N/T: Culata: es la parte posterior de un arma de fuego dentro de la cual se detona


el explosivo contenido dentro del cartucho que impulsa al proyectil, normalmente
con posibilidad de apertura para introducir este último en su interior.

Los objetivos estáticos se comenzaron a mover a lo largo de los raíles. Las balas de
Raphael fueron disparadas haciendo un Taang y volaron primero hacia el objetivo.

Raphael dio su primer tiro. La bala dio en el blanco, pero el muñeco no cayó, así que
no contó ese tiro. Inclinó la cabeza para ver si había una gran diferencia con su
posición con respecto a donde apuntaba.

No se debía tratar como un arma solo porque se parece a un arma de verdad.

Dante vio la trayectoria de la bala de Raphael, ajustó la dirección del arma y disparó
su primer tiro. 40 puntos. El grueso muñeco de delfín cayó al suelo. Lo siguiente que
derribó fue un conejo de 50 puntos.

«Muy bien. Lo tengo.»

Dante levantó el arma hacia la izquierda, apuntando hacia el centro de la banda. Era
el lugar donde había 80 puntos en el muñeco de pingüino.
El empleado, que estaba sentado ociosamente dijo: «Oh…» y se levantó de su
asiento para observar los disparos de Dante. Tres o cuatro personas que pasaban
dejaron de caminar.

Los muñecos pasaban tan rápido que parecía casi imposible de dispararles. El pato
de 70 puntos que estaba cerca del pingüino de 80 puntos también era el objetivo de
Dante.

Dante, que terminó sus ocho tiros, vio a Raphael. Hubo dos tiros fallidos, pero
Raphael también ganaba puntos de forma constante.

Si Dante obtenía en sus disparos puntuaciones altas, Raphael aprovechaba la ventaja


numérica y disparaba a objetivos con 50 o 60 puntos para seguir de cerca a Dante.

A Raphael le quedaba un último disparo. Apartó el arma por un momento y miró el


marcador de Dante.

—550 puntos.

Dijo Dante amablemente. Y el marcador escrito en el lado de Raphael era de 480


puntos. Había 70 puntos de diferencia con respecto a Dante. En otras palabras,
Raphael gana si conseguía 80 puntos con la última bala.

Raphael exhaló un largo y tenso suspiro. El error de desperdiciar dos tiros al


principio fue grande. Si hubiera acertado aunque sea a un objetivo de 10 o 20
puntos, habría sido mucho menos estresante.

La puntuación más alta de Raphael hasta el momento era de 70 puntos.

Raphael volvió a tomar la pistola. La punta de esta apuntó al objetivo de 80 puntos.

Aunque apuntó a su objetivo, no disparó, y sólo tuvo una seria pelea de miradas con
el pingüino. Raphael mostró una concentración innata.

—Así no fue como te enseñé en tu entrenamiento.

El Capitán que estaba a su lado se indignó y se rió. No es que la actitud de


entrenamiento de Raphael fuera mala, pero era gracioso verle mirando ferozmente al
simpático muñeco de pingüino que era su objetivo, con una pistola de juguete.

—Haa…

Raphael tomó aire mientras bajaba lentamente la pistola. La seriedad no era menor
que la de los atletas olímpicos que peleaban por la medalla de oro.
Volvió a levantar la pistola y adoptó una pose. Se mordió los labios nerviosamente,
como si no estuviera seguro de sus acciones. Sus labios rojos se apretaron contra los
dientes delanteros.

¿Qué clase de deseo tenía, para tomar la apuesta que fue dicha como broma tan
seriamente? Se veía realmente nervioso.

Raphael, que era joven y no estaba manchado del sucio mundo, estaba desesperado
por todo, y su aspecto hacía que los demás quisieran apoyarlo.

Aunque Dante sabía que iba a perder, quería verlo anotar 80 puntos y que fuera
feliz. Además, no quería ver una figura decepcionada con 0 puntos cuando intentaba
conseguir 80 puntos.

Dante extendió la mano y empujó un poco la posición de la pistola.

—¿Puedo ayudarte?

Raphael giró la cabeza y parpadeó. El resto de la mano de Dante se acercó al


hombro de Raphael.

—Te daré 80 puntos, así que tu deseo no puede incluir contacto físico.

Dante consiguió 80 puntos en más de la mitad de sus ocho tiros. Raphael sólo
obtuvo una vez 70 puntos, lo que era inferior. Teniendo en cuenta eso, las
posibilidades de ganar eran prácticamente escasas. La propuesta de Dante era mejor
que perder su deseo por completo.

—Entonces, tal vez, un beso…

—Por supuesto que no.

«Dijiste que no te gustaba el sexo, ¿pero querías conseguir un beso?»

—¿No puede ser corto? Sólo lo haré en la mejilla…

—No.

—Un abrazo. Es sobre la ropa…

—No, no.

—…

—Si no te gusta, no te ayudaré.

—… No… Por favor, ayúdeme.


Pidió finalmente Raphael.

—Está bien.

Dante ajustó el ángulo de la pistola y al mismo tiempo arregló un poco la postura de


Raphael. Una pistola como esta no tiene retroceso, así que no había necesidad de
preocuparse por la postura, pero no había nada de malo corregirlo cuando veía el
error.

—Dispara.

Raphael apretó el gatillo sin dudarlo. La bala derribó correctamente el blanco de 80


puntos.

—¡Vaya!

Olvidando que había sido ayudado, Raphael extendió los brazos emocionado. Hizo
contacto visual con Dante, que lo miraba desde un lado. Raphael se avergonzó y se
cruzó de brazos.

—Entonces, ¿cuál es tu deseo?

—Uhmmm… —Raphael pensó profundamente —Ahora mismo no se me


ocurre nada. ¿Puedo decirle cuando lo decida?

—Está bien, guárdalo.

—Sí.

Dante se interesó por los ojos de Raphael, que había experimentado con éxito su
primer juego.

El segundo juego consistía en montar en una moto a escala y conducir mirando la


pantalla. Dante se esforzó más que Raphael, ya que nunca había conducido una
moto en su vida.

Después de chocar con todos los árboles y muros del barrio, Dante sonrió
torpemente y dijo: “—Oye, esto es tan diferente a la vida real…», solo se excusó.

Raphael pensó que debería haber hecho una apuesta en este juego.

Así que en el tercer juego se hizo una apuesta. La máquina que estaba frente a los
dos era una clásica máquina de golpes. Raphael no vio la sonrisa de Dante detrás de
él.

—¿Quién lo hará primero?


—El Capitán, usted vaya primero.

Recordando las lecciones del juego de disparos, Raphael retrocedió, esperando que
fuera capaz de aprender algo de la tranquila persona frente a él.

—Por supuesto.

Dante giró su muñeca y se relajó ligeramente. Junto a Raphael, pasó un inquietante


sonido de viento. El puño de Dante cayó sobre la máquina.

¡Kwang! Con un fuerte sonido, el marcador comenzó a subir sin piedad. Dante
sonrió y se dio la vuelta mientras que detrás de él, la pantalla parpadeaba mientras
celebraba el nuevo récord.

Raphael sintió verdadera curiosidad por saber de dónde procedía esa fuerza, de un
hombre que era medio palmo más pequeño que él. Con una pequeña conciencia de
que si hacía algo realmente mal, estaría en un gran problema.

Raphael, que sólo quedó en sexto lugar, tenía una marca roja y una sensación de
hormigueo en la frente con el deseo de Dante, pero él pensaba que era más bien un
castigo.

Los dos recorrieron con diligencia el centro de juegos hasta que terminaron de jugar
la mayoría de ellos. Finalmente, pasaron por la máquina de caramelos que les faltaba
visitar y salieron del lugar, pero la lluvia seguía sin detenerse.

—Que lluvia tan espantosa.

—… Sí, lo sé.

—Va a ser duro para las personas del Sistema.

Aun así, era mejor que hace un rato, cuando la lluvia caía como si hubiera un
agujero en el cielo. Llevaba un tiempo lloviendo, y el sonido del agua fluyendo por
el desagüe sonaba igual de fuerte como antes.

Dante salió al frente del toldo* que estaba lleno de agua y extendió la mano.

*N/T: Toldo: Se llama toldo o cubierta de lona a una superficie en forma de


membrana elaborada de lona o tela fuerte que se pone para hacer sombra, proteger
de la intemperie, cerrar un espacio, proteger negocios, etc.

—Creo que vale la pena correr y comprar un paraguas. Puedo ver una tienda
allí…

—¡Capitán!
La cabeza de Dante fue aplastada por el agua. El agua de la lluvia, que había estado
acumulada en el toldo, se derramó cuando extendió la mano.

Un tercio de la cabeza y la mitad de la parte superior del cuerpo estaban


completamente mojados, aunque trató de evitarlo por la sorpresa. Una sonrisa
irónica salió de su rostro.

—Dios mío, es una locura. ¿Qué debo hacer?

—Capitán, ¿está bien?

No podía creer lo que le había pasado. En una fuerte y repentina lluvia, se las arregló
para evitar que se mojara, pero nunca pensó que al final se mojaría de esta manera
tan ridícula.

Raphael se apresuró a secar la cara mojada a Dante con sus mangas y le limpió el
pelo. Dante le impidió quitarse la gabardina y usarla como una toalla.

—No lo hagas. ¿Por qué limpiar un uniforme militar con ropa cara?

—Acaba de estar enfermo. No puede mojarse.

—Estoy bien. Ya han pasado tres días. Ni siquiera parpadeaste cuando bromeé
porque estaba débil.

—La fuerza del Capitán es diferente a que se ha enfermado hace poco. Si


vuelve a resfriarse nuevamente, es muy probable que desarrolle una neumonía.

Raphael le dio a Dante la ropa que llevaba puesta. Una gabardina cara sobre un
uniforme militar mojado. Los uniformes militares, que siempre han sido tratados
imprudentemente por sus dueños, no eran dignos de ella.

—Si estoy bajo la lluvia y te preocupa que tenga neumonía, para evitarla tengo
que quitarme el uniforme, no sirve de nada. Así que tómalo.

—Piense en la preocupación de la persona que vio al Capitán todo el día con


fiebre, así que debe aceptarla y ponérsela.

—…

La habilidad de argumentar sus palabras para que no dijera nada había aumentado
gradualmente.

—De acuerdo.
No fue hasta que Dante contestó, la mano que había estado sujetando con fuerza el
cuello de la gabardina, cayó. Raphael miró fuera del toldo.

—Capitán, vuelvo enseguida, ¿puede esperar adentro un momento?

—¿A dónde vas?

—Voy a la tienda que mencionó. Por favor, espere un poco.

—Entonces ponte esto.

—Me mojare de todas maneras.

En lugar de recibir el abrigo que Dante le entregaba, Raphael se dio la vuelta y


corrió rápidamente hacia el exterior. Los suspiros de Dante se dispersaron antes de
volver a colocarse la gabardina.

Raphael no regresó después de cinco minutos. Dante lo llamó. Raphael no


respondió.

Y cinco minutos más tarde, la lluvia volvió a caer con fuerza.

Cinco minutos después, en lugar de que la lluvia se aminorara, una repentina ráfaga
de viento sopló con fuerza.

«¿A dónde has ido?»

Dante llamó a Raphael pensando que era la última vez. Pensó que si no respondía,
iba a salir a buscarlo.

Raphael no contestó el teléfono hasta que la señal sonó cinco veces. ¿Realmente
había pasado algo? Raphael contestó el teléfono mientras lo pensaba.

[—Habla Raphael Haynesworth.]

—No es el momento de hacer un saludo formal. ¿Dónde estás, Haynesworth?

[—Lo siento. Ya casi llego]

Alguien se detuvo frente a Dante.

—Capitán.

[—Capitán.]

Una voz llegó desde el frente y desde el móvil al mismo tiempo.


—Siento llegar tarde.

Raphael asintió con la cabeza, sosteniendo un paraguas azul marino. Gotas de agua
cayeron de la punta de su pelo mojado. Todo el cuerpo de Raphael estaba tan
mojado que ni siquiera podía compararse con el de Dante hace un rato.

—¿Dónde has estado?

—Se agotaron los paraguas en la tienda, así que corrí un poco más.

—Si no encontraste uno, debiste regresar. No correr bajo la lluvia para


conseguir un paraguas. Ahora estás igual de empapado que yo, aunque uses un
paraguas no te servirá.

—Sí, entonces use esto, Capitán.

Raphael entregó el paraguas a Dante. Por lo que podía observar, parece que ese era
su único paraguas.

—…

La mano que entregaba el paraguas a Dante estaba fría. Un pesado paraguas fue
sostenido en la mano de Dante.

La ropa que Raphael se quitó y el paraguas que compró bajo la lluvia llenaron las
dos manos vacías de Dante.

«¿Qué demonios es esto? Qué demonios… ¿Qué debo decir?»

El pensamiento que había pasado por su mente al ver a Raphael, volvió una vez
más.

Los ligeros rizos rubios y húmedos se pegaban a su frente y a sus mejillas. Las
orejas y la punta de su nariz estaban pálidas, a causa de haber corrido con fuerza
bajo la fría lluvia. Parecía mucho más joven que sus 24 años y tenía el aspecto de un
chico testarudo.

La expresión de afecto de Raphael era de color verde claro, parecido al color de sus
ojos. Sus acciones se asemejaban a una frescura de cuento de hadas, donde él está
empapado y buscando una bonita piedra en el valle, para después asomarse por la
ventana y dársela como regalo.

Raphael, cuya temperatura corporal bajó debido a la humedad, levantó un poco los
hombros. Era mes de marzo, pero llovía mucho, por lo que era difícil permanecer
con una capa de ropa empapada incluso en primavera.
—Haynesworth, ¿dónde está el alojamiento que incluiste en el recorrido de hoy
en caso de que nos quedemos juntos hasta mañana? ¿Está cerca?

—Oh… Está a unos 500 metros de distancia después de pasar la carretera


centrar.

—Vuelve a entrar de nuevo y vayamos allí.

El paraguas era grande, pero no lo suficiente para que lo usaran dos hombres. Dante,
que abrió el paraguas, dijo casualmente a Raphael.

—Acércate.

—Ya estoy mojado, así que el Capitán puede usarlo.

—Es tu última oportunidad de poder abrazar a la persona que rechazó tu


solicitud en la sala de juegos con anterioridad, así que apúrate y entra.

Dante puso el brazo de Raphael sobre su propio hombro. Los cuerpos de las dos
personas que estaban en estrecho contacto, se metieron bajo el paraguas.

—… ¿Esto es un abrazo?

—¿Por qué?, ¿estás insatisfecho?

—No.

Raphael trató de aguantar de alguna manera, pero finalmente cerró los ojos y sonrió.

—¿Por qué te ríes?

—Me gusta esto. Lo siento.

No sabía que tenía de bueno, pero Raphael sonrió todo el tiempo que caminó por la
calle, mientras que sus zapatos eran los únicos que se cubrían de lodo.

—Oh, vaya.

Finalmente, llegaron al vestíbulo del hotel que dijo Raphael, y Dante dobló su
paraguas y dijo.

—¿Sabes que tú y tu hombro son más astutos con tu Capitán de lo que te


imaginas*?

*N/T: Se refiere a que a pesar de que Dante le dijo que “no” a un abrazo, Raphael
de alguna manera logró hacerlo e incluso llevarlo al hotel. Por eso usa esa
expresión.
—…

Mirando hacia atrás, Raphael dijo.

—El Capitán siempre dice cosas como esta…

Había una expresión punzante en su rostro.

Raphael se dirigió primero a la recepción, pidió una habitación vacía y se registró.

—Por favor, dame una habitación para fumadores.

—¿Qué? Olvídalo. Puedo salir a fumar.

—Me hace sentir cómodo que fume dentro.

Tomó la llave de la tarjeta de la habitación para fumadores y subieron.

El baño cercano a la puerta principal era, por supuesto, para Raphael, que estaba
empapado. Dante utilizó el baño de la habitación interior.

Cuando el agua caliente expulsó el frío de su cuerpo, se sintió cansado. No tanto


como Raphael, pero la ropa de Dante era difícil de usar de nuevo, excepto la ropa
interior y los pantalones.

Dante salió llevando solo su ropa interior y sus pantalones, mientras se cepillaba el
cabello. Todavía se escuchaba el sonido de agua en el baño por el que había entrado
Raphael.

El aire acondicionado que estaba encendido para eliminar la humedad refrescó el


aire. Miró con atención la habitación que no había visto antes por la urgencia de
entrar directamente al baño.

La habitación estaba dividida en una sala de estar con un sofá, un televisor, una
mesa portátil y un dormitorio con una cama grande. En la mesa había un cenicero
preparado, ya que era una habitación para fumadores. Dante lo tomó y se acercó a la
ventana del fondo.

Se acercó a la ventana y la abrió, dándose cuenta que seguía lloviendo; así que
encendió fuego. El humo que salió de su boca voló hacia el cielo lluvioso. La vista
de la ciudad gris que se veía desde la acogedora habitación era muy diferente a la
que tenía comúnmente cuando hacía operaciones bajo la lluvia en el exterior.

Cuando encendió la televisión, había noticias sobre una repentina ráfaga de viento y
una fuerte lluvia. Se esperaba que la lluvia cesara hacia el amanecer de mañana.
Luego se informó de accidentes en los que se cayeron señales y árboles de la calle.
Dante miró la acera en silencio mientras fumaba un cigarrillo, y luego marcó a algún
lugar. En alguna parte, una voz brillante contestó mostrando su preocupación a
través del teléfono.

—Sí, soy yo. ¿Qué hay de ti, madre? Oh… No es gran cosa, y me preguntaba si
estabas bien porque ha llovido mucho. Ah, sí. Estoy de vacaciones. ¿La lluvia
no fue demasiada para ti? Es un alivio. Sí. Te visitaré pronto.

Dante, que colgó el teléfono con cara de alivio, se llevó el cigarrillo que le quedaba
a la boca y estableció contacto visual con Raphael. Raphael, que acababa de salir del
baño, lo miraba.

Raphael, cuya ropa estaba toda mojada, estaba vestido con una bata blanca del
cuarto de baño. Los músculos curvados y la piel clara eran visibles a través del
hueco de la bata. Era tan alto que, incluso cuando llevaba la bata, solo le cubría
hasta las rodillas, por lo que podía ver sus piernas extendidas. La piel desnuda que
veía a través del hueco de la bata estimulaba aún más la imaginación.

Tak, el pesado sonido rompió el silencio. La toalla de Raphael cayó al suelo.

«¿Qué ocurre?»

Dante miró a Raphael, apagó el cigarrillo que quedaba en el cenicero. Mientras lo


hacía, Raphael, se acercó un paso más.

—Capitán.

Raphael se tapó tímidamente la boca frente a Dante, quien respondió.

—¿Qué pasa?

—Se ve realmente sexy… Sentí que mi corazón iba a salir de mi pecho.

—¿De qué estás hablando? —Su tensión volvió otra vez —Estás diciendo
tonterías de nuevo.

Dante apartó a Raphael y se sentó en el sofá… Para ser sinceros, Dante también tuvo
un sentimiento similar cuando vio a Raphael en bata, así que sintió como si hubiera
descubierto sus pensamientos.

Raphael miró por la ventana donde estaba Dante. Se apoyó en ella como si estuviera
imitando a Dante, y ahora estaba mirando el cenicero.

Al estar solos en una habitación tranquila, tenían que ser conscientes de las acciones
de la otra persona. De repente se dio cuenta, en la habitación del hotel, ambos no
estaban correctamente vestidos y aun así entraron juntos.
Cuando la lluvia se hizo más fuerte, Dante pensó que Raphael tenía muy mala suerte
para planear una salida. Sin embargo, como resultado de la fuerte lluvia, Dante, que
tenía previsto volver después de la cena, fue empujado a una habitación del hotel. En
otras palabras, creía que Raphael debía de tener suerte de una manera diferente.

De repente, la mirada de Raphael se dirigió hacia Dante.

—… ¿Qué?

—…

—¿Por qué me miras así?

Dante no pudo reaccionar ni hacer nada cuando lo miraba de esa manera. Raphael se
acercó a Dante.

—Capitán, he decidido mi deseo.

—¿Cuál es?

—Uh, por favor, venga por aquí primero.

Raphael hizo un gesto frente a la puerta de la habitación. Las mangas de la bata se


agitaron ante el fuerte gesto.

Dante, que lo siguió con una expresión de duda, se sentó en la cama y Raphael solo
sonrió.

Volvió a la sala de estar y regresó casi de inmediato. Caminó hacia Dante y Raphael
se puso en cuclillas frente a él.

—Te he dicho que no debe incluir contacto físico.

—No hay contacto físico. No es nada referente a tocar al Capitán.

Raphael puso en el regazo de Dante un paquete de cigarrillos que había dejado junto
a la ventana.

—Por favor, fume primero.

—…No soy tan grosero como para fumar en la habitación.

—Es parte de mi deseo.

«¿…? ¿Qué clase de deseo estás pidiendo?»

Un débil arrepentimiento llegó a Dante por haberlo dejado ganar.


En primer lugar, sostuvo un nuevo cigarrillo entre los labios y lo encendió como
Raphael pidió… Los ojos verde claro de Raphael brillaron aún más.

—Por favor, suelte el humo en mi cara.

—Coff…coff, coff…

Dante se atragantó con el humo del cigarrillo por primera vez desde que aprendió a
fumar de su superior. El humo picante llegó a la nariz. Al ver que Dante tosía
violentamente, Raphael se levantó y le golpeó la espalda.

—¿Está resfriado?

—¿Parece un resfriado?

—No…

—De todos modos, ¿Por qué pides algo así como deseo?

—No tenemos contacto físico, ¿verdad?

Dante miró los ojos verde claro. Raphael no parecía darse cuenta de los extraños e
incomodos sentimientos de Dante. Cuando Dante lo miró con un poco de seriedad,
Raphael también le dio un poco de fuerza a su mirada.

—El capitán fue el primero en sugerir conceder un deseo al ganador. Lo que


pedí cumple con todas las condiciones de no tener contacto físico…

—Tú… ¿De verdad quieres que el humo que sale de mi boca caiga en tu cara?

—Sí, así es.

—¿Por qué?

—Cuando el Capitán fuma es sexy, pero ahora se ve incluso aún más sexy.

Una ingenua mirada siguió desde el pelo mojado de Dante, bajando por la parte
superior del cuerpo desnudo y llegando a la banda de ropa interior ligeramente
expuesta por sus pantalones. Era una mirada muy honesta para considerarse tímida.

—… No debí haber dejado que ganaras.

Pensó que si ponía la condición de no tener contacto físico, en el mejor de los casos,
podría comprarle una comida y alcohol.
Mientras Dante estaba desconcertado por su deseo, el cigarrillo que sostenía ya se
había reducido. Raphael, que se dio cuenta, sacó un nuevo cigarrillo y lo ofreció
como si fuera un homenaje.

—¿Tienes algún otro deseo?

—No. Este es el mejor deseo sin hacer contacto físico.

—…

El Imperio moderno es una sociedad civilizada con una desarrollada conciencia


civil, y el acto de fumar en la calle está severamente castigado, y se imponen multas
dependiendo del lugar.

Dante, que vivía en esa época, nunca imaginó escupir el humo en la cara de una
persona.

—¿El humo del cigarrillo en la cara no es similar a recibir una bofetada en la


mejilla?

—No lo creo… Si el Capitán me golpeara en la mejilla con su fuerza, me


rompería la mandíbula.

—No, quiero decir, ¿las dos acciones no están catalogadas como indebidas?

—¿…? Si me fuera a golpear en la mejilla, me dolería, así que no tiene que


pensar en ello. Pienso que el humo del cigarrillo parece ser sexy.

—Tú… cuando llegues a casa, deberías hacerte alguna revisión.

—De todos modos, el Capitán lo prometió. Por favor.

Raphael levantó y bajó sus grandes hombros. No tenía idea del por qué Raphael
quería conseguir algo como esto. Dante encendió el cigarrillo, incapaz de borrar su
expresión nerviosa.

Los ojos de Raphael brillaban de expectación. Parecía que estaba a punto de darle un
algodón de azúcar, en lugar del humo del cigarrillo. «¿Por qué?… ¿Por qué haces
eso…?» Los ojos de Dante se dirigieron sigilosamente a un lugar al lado de la cara
de Raphael.

…Y después…

—Oh, no es mi cara.
No podía aventar el humo del cigarrillo en la cara, así que sus labios se movieron en
una línea diagonal y dejó escapar tímidamente el humo. Por supuesto, la cara de
Raphael no tocó ni un poco de humo.

—No hacia un lado, hacia adelante… Hooo, y dirija el humo en línea recta.

Raphael incluso dio un ridículo entrenamiento.

No se había equivocado, pero ¿cómo podía escupir el humo en la cara de una


persona que tenía frente a él? Dante se preguntó el motivo de su nerviosismo por
una acción así, pero la acción misma resultaba extraña.

Dudó en volver a morder el filtro del cigarrillo por la culpa de hacer algo terrible a
un no fumador y por la extraña incomodidad que le causaba esta extraña acción.
Especialmente, no podía hacer más por este tipo de ojos inocentemente brillantes.

—Haynesworth. No puedo hacerlo.

—¿Eh?

—¿Realmente no tienes algún otro deseo?

—…Ningún otro….

Ah… Dante dejó el cigarrillo en el cenicero de la mesa y tomó la cara de Raphael.

—Te besaré.

«Prefiero hacer esto.»

—Tu primer deseo fue un beso. Hagámoslo.

—¿Eso está bien?

—…Sí. Creo que eso sería mejor.

Era mucho mejor que escupir humo en esa bella cara.

Raphael levantó su cuerpo, que había estado en cuclillas. Sus labios dibujaron una
suave curva. Las mejillas parecían hinchadas y abultadas por tanto sonreír. Incluso
había un leve color rojo en ellas.

—Lo ha permitido.

—Sí.
Una respuesta y un suspiro salieron al mismo tiempo. Raphael no podía verlo tan
detenidamente debido a la excitación del beso.

—Bueno, gracias, lo besaré.

Sus ojos se curvaron maravillosamente.

—¿Puedo sostener el cuerpo del Capitán?

—Sí.

«De todos modos, es mejor hacer lo que quieres y terminar rápidamente.»

Raphael rodeó el cuello de Dante con su mano. Donde la palma caliente tocaba, un
cosquilleo se extendía.

Dante se rió de repente.

—Ni siquiera somos los protagonistas de un drama.

—¿Qué?

—No, sólo… Debido a la lluvia la cita se arruinó, decidimos entrar a un hotel


porque estábamos empapados y de repente la situación se convirtió en una
escena de besos.

Si se tratara de un drama, probablemente sería una comedia romántica de la tarde


donde toda la familia pueda verla junta. Sería una historia encantadora sobre el
protagonista, que siempre es animado y firme a pesar de que le pasan demasiados
accidentes, y el romance se desarrollaría de acuerdo con el personaje. Este desarrollo
infantil, según Dante, era el adecuado para la ambientación actual.

—En un drama, ¿la otra persona no abraza y besa apasionadamente en una


escena como ésta?

El pelo rubio de Raphael se derramó sobre el de Dante.

O un cuento de hadas con un príncipe maravilloso y romántico.

Objetivamente, Raphael parecía un príncipe. Un príncipe con pelo rubio brillante y


ojos verde claro que no se parece a las ilustraciones de los cuentos de hadas.
Entonces, el propio Dante sería una princesa… Dante se deshizo rápidamente de su
imaginación, ya que el autor original podría salir de su tumba y demandarlo.

—Los personajes principales que vi no tenían ese tipo de cara.


—… ¿Cómo se ve mi cara?

—Es insidiosa*. Muy astuta.

N/T: Insidioso: Que engaña de modo oculto o disimulado para perjudicar a


alguien.

Las cejas de Raphael se agitaron. Aunque parecían gruesas, no eran tan brillantes
como el color de su pelo. Eso hacía que pareciera más joven.

«¿Insidioso…?»

Raphael repitió la palabra.

—Tal vez sea porque tengo pensamientos insidiosos.

«Ahora, no duda en decir que tiene pensamientos astutos por su superior.»

Rodeó la cintura de Dante. El cuerpo fue presionado hacia atrás y Dante tocó la
cama con la mano.

Para ser considerado tímido y lindo, la cara de Raphael, mientras cubría la cintura de
Dante iba bien con el ambiente.

El amplió hotel, la hermosa vista de una ciudad iluminada que se podía ver a través
de la ventana y Raphael en un dormitorio amplio y ordenando vistiendo solo una
bata…

… Ah, la imagen de Raphael que Dante tenía frente a él no podía salir al aire en la
tarde para que toda una familia pueda verla.

El pelo rubio que se acercaba a su cara le hacía cosquillas en la mejilla como una
espora de diente de león. Raphael ladeó juguetonamente su cabeza en dirección de
su rostro. Y siguió acercándose a Dante.

Había muy poco espacio entre sus labios.

A una distancia donde se podía sentir el aliento del otro, Dante sonrió. Raphael
seguía estrechando su distancia con una expresión seria en su rostro. Contrariamente
a su postura, Dante estaba relajado, y Raphael estaba tenso.

Los labios sonrientes de Dante mostraban un poco sus dientes. La sonrisa de su


rostro parecía decirle que quería acariciar el cabello de Raphael sin decir una
palabra.
A Raphael le faltó el aliento por un momento. Pero a pesar de que estaba temblando
debido a su nerviosismo, no había vacilación en sus acciones.

—Lo besaré.

—Ya lo has dicho dos veces, tendré que ver lo bueno que eres.

La última sonrisa de Dante tocó los labios calientes y suaves de Raphael. Un aliento
caliente lo golpeó.

Raphael presionó suavemente sus labios contra los de Dante. Luego, los labios de
Raphael acariciaron suave y débilmente los labios de su Capitán. Y después,
Raphael empujó su lengua contra los labios de Dante como si llamara a la puerta.

Era diferente de antes, cuando solo se dedicaba a chocar sus labios contra los suyos
y morderlos mientras trataba de empujar bruscamente su lengua. Sus acciones
parecían como si hubiera estudiado, el lento movimiento de acariciar sus labios con
los de Dante elevó la emoción del beso. El brazo de la cama se inclinó un poco hacia
atrás.

«He perdido la apuesta.»

Dante abrió los labios y permitió la petición silenciosa de Raphael. La lengua, que
entró en la boca, arañó la fina piel del interior.

EL brazo de Raphael que rodeaba a Dante tembló brevemente. La lengua de Raphael


se adentró en la boca de Dante.

—Ah…

La lengua, que entró lentamente en la boca estaba más caliente que la temperatura
corporal de Raphael. No había alcohol ni un impulso instantáneo, pero era una
buena situación para emborracharse debido al ambiente.

La lengua de Raphael exploraba activamente la boca de Dante. La boca de Dante se


abrió un poco más.

La lengua de Raphael rozó la mejilla izquierda de la boca contraria. Y arañó con


suavidad la parte áspera del paladar.

—Ugh…

Al sentir el cosquilleo, los hombros del Capitán se estremecieron. Mientras que los
alientos de ambos se mezclaban.
Raphael deslizó su lengua, agarrando la cabeza de Dante. A continuación, pasó la
lengua por la mejilla derecha y le hizo cosquillas a la suave carne bajo su lengua. Y
luego siguió pasando la lengua: por la mejilla izquierda, el paladar, la mejilla
derecha, la parte baja de la lengua…

—Ah.

Dante abrió los ojos cerrados.

Así que…

La lengua dibujaba constantemente un cuadrado en la boca de Dante. Era cálido y la


sensación agradable.

—…

—Hmm…

La belleza de Raphael, con los ojos cerrados y las mejillas sonrojadas no podía
superarse… Sin embargo era un beso que hubiera enfriado mil años de fiebre.

Incluso la embriaguez del momento en que Dante estaba fascinado por la atmosfera
y la cara de Raphael, había desaparecido de repente. Fue un impulso lo que llegó a
su mente. Más bien, el anterior beso, que fue precipitado e impulsado
imprudentemente bajo la influencia del alcohol, era mejor que el beso actual.

Raphael, al sentir que algo estaba mal, abrió los ojos. Y se encontró con los fríos
ojos de Dante frente a él. Inmediatamente se apartó.

—Capitán.

—…

Raphael dudó y se rascó la cabeza.

—¿Fue tan malo?

En lugar de responder, Dante suspiró profundamente como si estuviera exhalando


humo. Incluso la tensión de hace rato cuando escuchó que tenía que aventar humo a
la cara de Raphael, también desapareció.

—…Haynesworth. Tú…

—Sí. ¿Qué pasa?


—Ya sabes, el beso… ¿Buscaste en internet cómo besar correctamente y lo
pusiste en práctica hace un momento?

—¿Qué? ¿Cómo…? ¿Cómo lo sabe?

«¿No es eso lo que demuestras al hacer un cuadrado con tu lengua dentro de la


boca de otras personas?…»

Por un momento, hubo un profundo vacío al ver el rostro de Raphael no estaba


entusiasmado.

«¿Está bien dejarlo que ande en la sociedad?»

Dante cayó en una profunda agonía.

Se convirtió en la cara de un superior que estaba sinceramente preocupado por su


subalterno y tomó el hombro de Raphael.

—Realmente… tienes un largo camino que recorrer…

A pesar de que Raphael tenía esa cara y ese cuerpo se parecía tanto a Happy, que
nunca había tenido una relación después de haberlo sometido a una cirugía de
esterilización.

Raphael, que vio la reacción de Dante, parpadeó.

—Oh, no. Maldición, si la persona que me gusta dice eso… ¿Qué debería
hacer…?

—Escucha. Primero, no busques en internet consejos de amor, incluyendo


cómo besar correctamente. Segundo, hacer que la lengua recorra toda la boca
creando un cuadrado para hacer sentir bien a la otra persona, es una mentira,
así que olvídalo. ¿De acuerdo?

—…

La cara de Raphael se puso muy roja. El ambiente antes elevado se habría enfriado
demasiado rápido si el pequeño Happy… no, Raphael, fuera menos guapo. Dante se
tragó las palabras y acarició su cabeza con simpatía.

—Mi beso, ¿fue tan malo?

—Sí.

—…
Raphael gimió como un cachorro bajo la lluvia. En lugar de alegrarse por el beso
que tanto quería, se puso muy triste. De todas maneras, era una cita a cambio de
haber recibido atención cuando estaba enfermo.

El pensamiento de burlarse de él llegó a su mente demasiado tarde.

—Haynesworth, siéntate.

Dante se levantó y señaló el lugar donde había estado sentado. Raphael se sentó
como se le indicó.

Dante se colocó frente a la persona sentada en la cama, como lo hizo Raphael antes.
Colocó una de sus rodillas junto al muslo de Raphael y levantó la barbilla de éste.
Sus ojos volvieron a estar desconcertados.

—¿Capitán?

—Mi querido Happy, mira y aprende bien, ¿de acuerdo?

Dante cubrió sus labios con los de Raphael como hace rato. La lengua penetró en su
interior causándole una sensación de cosquilleo. Los ojos de Raphael se hicieron
cada vez más grandes, pero pronto se cerraron.

Las manos de Raphael rodearon la cintura de Dante y la acercó hacia él. Dante no
supo si esa acción fue intencional o por un impulso. Así que entrecerró los ojos,
envolvió propia lengua bajo la lengua de Raphael, y exploró profundamente en su
boca.

—Huh.

Con un gemido, las dos manos detrás de su espalda temblaron. La respiración de


Raphael se aceleró rápidamente. Una sensación de superioridad llegó.

—Haa… Huh, más, Capitán, ah…

Dante comenzó con su enseñanza. Dante envolvió su lengua rígida alrededor de la


lengua contraria, y exploró como si buscara un lugar seco en su boca. Y Raphael,
como si fuera un papel de dibujo blanco y puro*, aprendió rápidamente el beso de
Dante.

N/T: Es una expresión para dar a entender que es bueno aprendiendo. Es decir, que
es parecida a la expresión “es como un lienzo en blanco”, donde alguna persona
puede enseñarle a su manera.

Raphael, que experimentó cómo jugar con su lengua y empujarla dentro de la boca,
practicó lo que aprendió de Dante.
Como era de esperar, era un alumno ejemplar.

El cuerpo de Raphael fue retrocediendo poco a poco. Al final, Dante, acostado sobre
Raphael, puso sus manos a ambos lados de su cara y lo besó. La cintura de Dante
seguía fuertemente rodeada en los dos brazos de Raphael.

—Ah… ah, uhh…

Ahora, ambos buscaban la boca del otro activamente, hasta el punto de que era
difícil saber quién había empezado primero.

Después de un corto y profundo beso, Dante se separó primero. Los labios de


Raphael estaban rojos, hinchados y empapados de saliva. Dante sonrió y se limpió
los labios con el dorso de la mano.

—Así es como se besa. Con esto, tu deseo…

Raphael tiró de su cintura. El equilibrio de Dante, que estaba apoyado sobre Raphael
se derrumbó fácilmente. Su cuerpo, que dio media vuelta, cayó sobre la cama.

—Haynesworth.

—Sí, Capitán.

Dante empujó ligeramente su hombro, pero el gran cuerpo no se movió. Raphael


miró hacia abajo, donde Dante se encontraba acostado sobre la cama.

Miró su brazo firmemente apoyado en la cama como un pilar.

A diferencia de Dante, que tenía una expresión ligeramente rígida, Raphael tenía la
cara roja y sus labios temblaban.

Dante ya había visto esta cara antes. Fue aquella noche en que su cuerpo estaba lleno
de alcohol, dando una nueva fase a la relación entre Capitán y subalterno. Ambos
tenían las mismas expresiones y la misma postura que entonces.|

Levantó la vista y miró a Raphael.

«Defcon*3… No, ¿es Defcon 2?»

*N/T: Defcon: preparación para el combate. Es un término utilizado para medir el


nivel de disponibilidad y defensa de las Fuerzas Armadas. Estas condiciones de
defensa describen estados progresivos de alerta y disponibilidad que son activado;
hay cinco niveles y entre más alto sea el nivel, más alto es el peligro.

El enemigo, no, Raphael, sacó un tiro de control antes del ataque.


—Capitán, yo…

Fue una infiltración fatal dirigida al lado más débil de Dante. Raphael se mordió los
labios con tanta fuerza que se volvieron blancos.

—¿Qué debo hacer, Capitán? No quiero volver a hacerle daño, estuvo enfermo
hasta hace tres días, y hoy fue golpeado por la lluvia por mi culpa. Lo sé muy
bien.

La manta junto a Dante se apretó con fuerza como si mostrara resistencia. Sin
embargo, los ojos de Raphael no podían apartarse de la parte superior del cuerpo
desnudo de Dante.

Raphael volvió a utilizar la súplica, no la acción. La forma más fácil de hacer ceder
a Dante Bailey.

—Capitán, por favor, dígame que me pierda. ¿Qué le estás haciendo a tu


Capitán? Por favor, deme una patada.

A diferencia de sus contradictorias palabras, la mano de Raphael acarició


cuidadosamente el cuello de Dante y bajó hasta la clavícula.

Incluso el cachorro Happy tenía callos duros como un soldado que sostiene un arma.
Las yemas de sus dedos firmes rozaron suavemente la piel y descendieron.

La cara de Raphael se sonrojó de vergüenza por no poder controlarse. Su mano, que


seguía suprimiendo su deseo, estaba roja y temblaba.

Finalmente, la mano bajó hasta un pequeño bulto en el pecho plano. Cuando la mano
tocó su pezón, Raphael se estremeció hasta el punto de que su respiración se
entrecortó. En cambio, Dante se limitó a observar la situación.

Etapa 2 Defcon. Una situación en la que el enemigo está tratando de intensificar los
preparativos para el ataque. Raphael ya había declarado la guerra con ojos
desesperados y ha neutralizado a su oponente.

Finalmente el primer ataque cayó. Las lágrimas de Raphael cayeron sobre la mejilla
de Dante.

—Me prometí a mí mismo que no revelaría mis deseos hasta tener el amor del
Capitán…

—…

—Me odio por no ser capaz de apartarme ahora mismo a pesar de haber
declarado esas palabras.
La respiración de Raphael se hizo más fuerte.

—Lo siento. Lo siento…

Raphael distorsionó su rostro como si mostrara dudas entre la razón y el deseo.

—Ya sea en la mejilla o en cualquier parte, está bien, así que golpéeme fuerte.

Incapaz de tomar una decisión, suplicó a Dante que lo empujara.

Hasta ahora, era una situación que había pasado por accidente. Pero no era más que
eso.

Hoy, ni Dante ni Raphael han bebido un sorbo de alcohol. Si van más allá de esto,
no se puede llamar un accidente.

Una vez, fue un error de borrachera. Entonces, una segunda vez, cuando ambos
están sobrios…

Raphael siguió ampliando el rango de aceptación de Dante. No dudó en cruzar la


línea que había trazado en su mente, pero extrañamente no era desagradable. El
afecto de Raphael era demasiado dulce para Dante.

La mano que sostenía el hombro de Raphael se relajó.

Los ojos de Raphael se iluminaron encantadoramente. Ante el silencioso permiso de


Dante, Raphael se apresuró a volver a juntar sus labios con los de Dante.

Esta vez, ni siquiera podía permitirse usar el sentido común que había aprendido en
el lugar equivocado. Sólo estaba impaciente por entrar un poco más en la boca
contraria. Esta acción hacía sentir mareado a Dante.

Cuando volvió a despegar sus labios, Raphael jadeaba con su ancha espalda
levantada.

Dante le jaló y desabrochó de la tela de la bata alrededor de la cintura. La pequeña


abertura se abrió por completo, y el cuerpo innato que a menudo admiraba, se reveló
desnudo.

Raphael enterró su cabeza en el cuerpo de Dante. Su nariz respiró profundamente, y


su espalda cubierta por la bata se hinchó.

—Capitán.
Raphael se frotó la cara frenéticamente. Tenía una respiración agitada como la de un
cachorro que ha pasado hambre durante días. Dante le dio una palmadita a la espalda
de Raphael.

—Tómatelo con calma.

—Sí. ¿Esto está realmente bien?

Raphael sólo levantó los ojos. Sobre el cuerpo de Dante parecía que había un
depredador preparándose para correr. Pero no era amenazante en absoluto. Al
contrario… tenía una mirada asustada.

Dante levantó los labios y mostró una sonrisa frente a Raphael.

—Te arrepentiste de haber sido rudo ese día. No dejes que me arrepienta esta
vez.

«Y espero que pueda ayudarte a eliminar tu sentimiento de culpa.»

Porque Raphael Haynesworth no tiene absolutamente ninguna razón para estar en


deuda con Dante Bailey.

—Sí, lo entiendo —Raphael asintió con fuerza. —Gracias, Capitán.

«Sí, hazlo lo mejor posible esta vez.»

Originalmente, estaba dispuesto a tener sexo al menos una vez para aliviar la culpa
de Raphael. No va a retroceder en su decisión.

—Entonces, ¿qué debo hacer? ¿Qué quiere que haga?

—Ahora el subalterno tiene que presumir sobre el sexo. Has buscado cómo
besar correctamente, pero ¿no has buscado cómo tener sexo también?

—…

—¿Qué? ¿Realmente no lo has hecho?

—Sí, lo hice. Sin embargo, se requiere una autentificación de adultos… así que
sólo he visto lo que podía ver sin la autentificación.

—Eres un adulto… Así que no debe de haber ningún problema, ¿verdad?

—Sí, soy un adulto. Por cierto, la señal roja parecía, parecía ser un crimen.

—Eso es solo una advertencia para un estudiante de secundaria, no para un


adulto.
La cara de Raphael estaba más roja que las cerezas de temporada. Dante soltó una
risa mientras se acostaba.

—Entonces, ¿cuáles son los datos que puedes mirar sin la autentificación de
adulto?

—En primer lugar… Comemos, creamos un ambiente adecuado, nos


abrazamos y pasamos al dormitorio.

—Ya hemos pasado todo eso.

—Y luego, tocamos suavemente el cuerpo y nos quitamos la ropa.

—Sí, adelante.

La cabeza de Dante sobre la sábana se inclinó tranquilamente con una sonrisa.


Mirando aquella escena, Raphael volvió a tragar saliva.

Cuando se trataba de ropa, la parte superior del cuerpo estaba desnuda, así que solo
quedaba la parte inferior. Raphael acarició la parte superior del cuerpo de Dante en
lugar de tocar sus pantalones directamente. Sus dedos temblaban al seguir las
cuervas del cuerpo de su Capitán.

Era difícil de ver porque era un cuerpo blando. Había muchas heridas y grandes
cicatrices en algunos lugares. Sin embargo, Raphael estaba realmente impresionado
por el cuerpo de Dante.

—Vaya…

—Algo vergonzoso vas a decir.

—Creo que el cuerpo del Capitán ha sido esculpido de una manera tan
hermosa. Pensaba que era delgado, pero esta parte es firme y sin grasa…

—Si ha sido esculpido, no debería estar así.

—No. Se lastimó durante la operación. Es impresionante.

Raphael besó la cicatriz que Dante estaba señalando. ¿Los elogios al cuerpo de la
otra persona también estaban incluidos en «cómo ser bueno en el sexo»? La tensión
se alivió ridículamente.

Dante levantó la cintura y le ayudó a bajarse los pantalones. Raphael hizo que Dante
se dejara la ropa interior y luego se quitó la bata.
Era la primera vez que veían el cuerpo del otro tan cerca. Era porque cuando se
encontraban en las duchas o en los vestuarios, no se veían de frente, y esa noche,
apagaron las luces y estuvieron de frente en la oscuridad total.

A pesar de haber sido entrenado bajo el abrasador sol, la piel de Raphael era blanca.
Por ello, era más fácil ver si la piel estaba lastimada.

Entre los lugares que Dante puede ver ahora, las zonas enrojecidas de Raphael eran
las orejas, las mejillas, los hombros y… los pezones. Su pecho, que había estado
ligeramente erguido debido a la tensión, era de un color rojo brillante. Los pezones
rosados en el cuerpo bien equilibrado y firme eran una combinación extraña.

Dante sabía que la mirada de Raphael también estaba en algún lugar de su cuerpo.
Estaba más abajo del pecho… alrededor de su vientre.

«¿Qué pasa ahora?»

En ese momento, el estómago de Raphael, que estaba mirando el estómago de


Dante, comenzó a contraerse. La parte donde se encontraban los abdominales se
hizo un poco más claro.

—…

Raphael también tenía abdominales en su estómago, pero no estaban completamente


marcados. No tenía sentido comparar la fuerza de una persona que se había
graduado hace seis meses de la Academia Militar, al cuerpo de una persona que
había pasado por numerosas situaciones extremas durante los últimos siete años.
Pero Raphael contrajo tanto sus músculos de su estómago de tal manera que no
podía oír su respiración.

Dante no pudo soportarlo y estalló en carcajadas.

—Puedes relajar tu estómago.

—Ah, no lo he forzado.

—Tienes un cuerpo natural, así que incluso si te quedas quieto, te ves mucho
mejor que yo, lindo Happy. ¿Qué sigue?

—Oh, comenzamos a preguntarnos cosas cuando nos quedamos en ropa


interior.

Raphael rodeó la cara de Dante con ambas manos. El rostro de Raphael se acercó.
¿Era un beso? Un beso se posicionó en la frente de Dante, lo cual esperaba.

—¿Estás bien? Si tienes miedo, ¿debería parar?*


*N/T: Desde aquí y hasta el final, Raphael le comienza a hablar informalmente a
Dante, no como su Capitán, sino como su pareja. No es error de traducción.

Fue una pregunta inesperada. Al parecer había buscado un material absurdo. Dante
agarró las mejillas de Raphael y las estiró hacia los lados.

—¿Cómo puedes ser tan descarado? Puedes omitir eso. Lo que sigue.

—Lo siguiente es… perdón.

—Oh. ¡Oye… Ah!

Raphael levantó la ropa interior de Dante y metió la mano dentro. Sus manos eran
grandes, así que el espacio dentro de la ropa interior se estrechó demasiado. Agarró
el pene de Dante.

—Ah, ah…

Dante frunció un ojo debido a la presión ejercida sobre sus genitales y a la


excitación rápidamente aumentó.

—La ropa interior, eh, ¿quieres que te toque por dentro de esta? No, mejor
dicho, para acariciar la zona erógena…

—Demonios. Primero quítalo, ah, antes que nada, debes primero quitar la ropa
interior y después tocar…

—Sí.

Raphael bajó la ropa interior de Dante. El pene, que estaba atrapado dentro de la
ropa interior, rebotó hacia arriba cuando fue liberado. Raphael volvió a tragar saliva.

—Es igual que el tuyo. ¿Por qué te da tanta curiosidad?

—No es lo mismo. El del Capitán es mucho mejor y más sexy.

—¿Quieres seguir diciéndole eso a un hombre? Quítatelo también.

Raphael agarró la tela de su ropa interior. Se notaba el grueso contorno añadido al


muslo izquierdo de manera descomunal.

—Por favor, no me mires demasiado porque esto es muy vergonzoso.


Comparado con el del Capitán, parece que tengo un color de tono muy
inferior.
Raphael se bajó la ropa interior que llevaba puesta con una cara muy tímida. La ropa
interior de Dante estaba completamente bajada, sin embargo Raphael solo bajó un
poco la parte delantera para sacar su pene.

Desde el momento en que se besaron, mostraba una fuerte presencia levantada


debajo de la bata, por lo que no le sorprendió a Dante verlo completamente erecto.

«Oh, claro. Era… de ese tamaño.»

Dante se sorprendió de nuevo. Por primera vez, su expresión relajada cambió a


nerviosismo. Sin embargo… Era increíblemente grande.

—¿Por qué estás admirando el pene de otra persona cuando tienes todo eso
entre las piernas?

Aun así, sabía a lo que Raphael se refería. La piel dentro de la ropa interior de
Raphael, que ni siquiera estaba quemada por el ardiente sol, incluso era de un color
más blanco. La punta del pene era de un color rosa más oscuro que los pezones, las
venas que se mostraban alrededor de este, no eran oscuras. Dante no sabía si tenía
un complejo con su cuerpo, pero las mejillas de Raphael estaban notablemente más
rojas.

—Uh.

Raphael tocó el pene de Dante y lamió largamente su pecho. Dante agarró el pelo de
Raphael.

—No es una zona erógena.

—Puedes hacer sentir bien a un hombre si lo tocas constantemente.

—Bueno, creo que quien obtendrá una reacción más rápida serás tú.

Dante exploró los pezones de Raphael con su pulgar. Raphael sacudió el hombro
mientras lamía las protuberancias rosadas. Dante le devolvió el gesto con las yemas
de los dedos esta vez. Raphael dejó escapar su gemido característico.

—Creo que ya lo estás sintiendo aquí.

—Sí, es porque lo tocaste. Por favor, tócalo más. En cualquier otro lugar,
también.

Dante intentó burlarse de él, pero Raphael no lo permitió. Cuando el gran cuerpo se
acercó desde arriba, se sintió una fuerte presión, aunque Raphael no había puesto
todo su peso.
Dante acarició la parte superior de su cuerpo con la mano. Tenía un cuerpo liso que
nunca había sufrido heridas graves.

—Huh, ugh… Capitán…

Las pestañas ligeramente bajadas, temblaron.

Raphael tuvo una reacción ingenua, ajena al deseo sexual.

—Capitán, Capitán.

Raphael buscó a Dante y lo besó. Le dio besos en los labios y contra las mejillas,
haciendo que Dante sintiera un ligero cosquilleo. A diferencia de sus lindos labios,
sus manos seguían acariciando el pene de Dante.

Se sentía como si estuviera debajo de un gran cachorro. Sin embargo, el cachorro


tenía muy mal manejo con las manos. El cachorro tocó voluntariamente el pene de
otra persona con sus traviesas manos. En ese momento, Dante tuvo que encogerse de
hombros y gemir por la sensación que le causaba.

—Demonios, ¿en la información que obtuviste decía algo sobre besar como loco
mientras jugabas con el pene de la otra persona?

—No, esto es lo que quiero hacer…

—Ah, entiendo.

—A continuación, tengo que tener un condón y ponérmelo.

—Aquí es donde realmente empieza todo.

Dante le pidió a Raphael que abriera el cajón. No esperaba mucho, pero sólo había
cuadernos y bolígrafos en el cajón de la habitación común.

—No pasa nada si no lo tienes. Hagámoslo.

Las puntas de sus dedos señalaron el baño.

—Trae la loción.

—Sí.

Raphael, que regresó en un instante, trajo todos los productos para el cuidado de la
piel que había en el baño.

—Esto sería lo mejor.


Dante tomó entre ellos aceite corporal.

—Omite el preservativo y usa esto en lugar del gel. Vamos a ver las supuestas
habilidades de Haynesworth.

—Sí, entiendo.

Respondió Raphael con decisión y cubrió sus manos de aceite. Besó la rodilla de
Dante y extendió cuidadosamente el aceite entre sus rodillas.

Dante abrió suavemente las piernas. La tensión y la excitación se extendían en el


rostro de Raphael, y a su vez lo hacían parecer más joven.

La mano húmeda rozó el muslo y tocó la zona perineal*. A partir de ahí, Raphael
deslizó su mano llena de aceite por toda la zona hasta llegar a la punta de su pene.

*N/T: Zona perineal: Zona que está entre los testículos y el ano (en este caso del
hombre). La región anatómica correspondiente al suelo de la pelvis, conformada
por el conjunto de partes blandas que cierran hacia abajo el fondo de la pelvis
menor, la excavación pélvica.

—Ah…

—… Capitán, eres muy, muy sexy.

—Deja de decir tonterías. Ah… Adelante, hazlo. No tengo que enseñarte más,
¿verdad?

—Sí. Haré lo que pueda.

Finalmente, las yemas de sus dedos hurgaron en el interior. Dante gimió en voz baja,
estirando su cuello. Sus ojos se fruncieron ante una sensación desconocida.

Raphael inclinó la cabeza y besó el cabello mojado de Dante. Los dedos frotaban los
pliegues convexos y entraban y salían con suavidad.

Los dedos estaban llenos de aceite, y aunque la parte interna de Dante ya no estaba
seca, rápidamente llegó una sensación extraña. Raphael miró fascinado el gemido
bajo de Dante, y movió sus dedos más adentro.

—Ah…

—Ah, Capitán, tu expresión es tan… está caliente por dentro, y todo tu cuerpo
es firme, pero aquí adentro es lo más sexy que he visto.

—De acuerdo, no lo digas. Ah…


Cuando la expresión de Dante cambió un poco, Raphael lo besó en la mejilla y en la
barbilla.

Raphael era demasiado considerado como su personalidad. El cuidadoso


movimiento mostraba una firme decisión de que este sexo nunca haría daño a
Dante.

Humedeció y ensanchó las entrañas internas de Dante hasta que sus dedos entraban
sin dificultad. Solo dos dedos estaban en el interior de Dante. Mientras tanto, el pene
de Raphael aumentaba su excitación hasta el punto de ponerse en vertical, llegando a
su vientre plano.

—Capitán, Capitán… Ah, Capitán…

La cara de Raphael estaba roja, y respiraba profundamente mientras tocaba con


cuidado en interior de Dante. Dos dedos le hacían cosquillas en la desconocida
membrana.

Cada vez que Dante movía sus hombros, los ojos de Rafael se iluminaban al mirarlo,
y casi de inmediato cerraba los ojos con fuerza para seguir haciendo su trabajo.

«No tienes que tratarme como una muñeca de cristal.»

Sin embargo, Dante dejó que Raphael hiciera lo que quisiera porque no quería que
se arrepintiera de nada.

En lugar de sus habituales gemidos parecidos a los de un cachorro, Raphael gemía


como si una bestia estuviera atrapada en su garganta. Parecía contener la respiración
mientras su dueño daba la orden de “espera” mientras tenía comida frente a él.

Cada vez que sus dedos se extendían, Dante se mordía el labio para ocultar su
expresión y agarraba la sabana con fuerza. También era su segunda vez que tenía
sexo con un hombre. La sensación desconocida era vergonzosa, incómoda, y al
mismo tiempo aumentaba el extraño placer.

—¿Estás bien? Capitán, ¿no te sientes enfermo por esto?

—Sí, estoy bien… Esto está bien.

—Entonces, introduciré dos dedos más para extender tu interior. Es demasiado


estrecho.

«Haynesworth, no…»
Incapaz de pronunciar esas palabras, Dante contuvo la respiración. Los cuatro dedos
de Raphael empujaron en el interior con fuerza. La pared interna se apretaba contra
los dedos calientes.

—Ah…

Por reflejo, se aplicó una fuerza en el bajo vientre: Raphael dijo —No deberías
hacer esto…— Besó a Dante en la mejilla, quien tenía una expresión de
desconcierto.

—Capitán, ¿estás bien?

Raphael era una persona tan dulce, excepto por el hecho que tenía que aflojar su
trasero de esta manera debido a su despiadado tamaño de pene.

—Sí.

—Más aceite…

El aceite frío se vertió en la entrada de Dante. El aceite fluyó en el interior a través


de un pequeño hueco entre sus dedos. El trasero de Dante se estremeció ante el
líquido frío que tocó la membrana altamente sensible. Dante recuperó el aliento y se
aferró al cuello de Raphael.

—Espera un poco. Esta sensación no es familiar. Apresúrate.

—Está bien. No voy a hacerte ningún daño. Por favor, relájate un poco.

—Está bien… Ah, sí.

Dante tomó aire y relajó su parte trasera. Había un increíble sonido húmedo que
provenía de debajo de él.

Cada vez que la muñeca de Raphael, que podía ver entre sus piernas, se movía
suavemente hacia adelante y hacia atrás, las piernas de Dante temblaban. Y la punta
del pene de Raphael se ponía cada vez más roja.

—Capitán, ahora parece que se ha aflojado lo suficiente. ¿Puedo introducirlo?

—Ah, ah… Hazlo.

Los dedos de Raphael se deslizaron fuera del interior. ¡Huh! La boca de Dante
emitió un gemido mucho más fuerte.
Raphael se acercó a las rodillas de Dante. Los ojos de la razón que se iba y llegaba
hasta hace un momento, ahora estaban completamente llenos del calor sexual.
Raphael trató de mantener la calma.

Sin embargo, Raphael sentía un tipo de impaciencia en la mano que hasta hace un
momento había estado en el trasero de Dante. La entrada que fue cuidadosamente
aflojada durante mucho tiempo estaba abierta como el tamaño de un dedo.

El cuerpo de Raphael estaba presionado entre las piernas de Dante. Su pelvis era lo
suficientemente ancha hasta el punto de estar apretada entre las piernas de su
Capitán. Dante sintió un calor intenso cerca de la zona perineal. Ante la sensación,
miró la erección y sonrió.

«Ja, ja… Estoy en problemas.»

Hubiera sido mejor introducirlo hace un rato, aunque no se hubiera aflojado. El pene
de Raphael ya estaba completamente erecto e hinchado, aumentando su tamaño.

Dante estaba preocupado de que si crecía más en su interior, estaba casi seguro que
podía atravesarlo. El grueso e hinchado glande estaba rojo, como si anunciara la
excitación del hombre frente a él.

—¡Ah…!

Dante agarró la manta bajo la palma de su mano y cerró los ojos con fuerza. Raphael
inclinó su cuerpo hacia adelante y sujetó a Dante por debajo.

El pene comenzó a introducirse entre la pared interna. Bajo el peso de Raphael, que
cubría su estómago, Dante sintió que se asfixiaba. Al sentir la diferencia de peso,
pensó que no podría salir de la situación que Raphael había dominado con su peso.

Su glande se introdujo en la entrada dilatada con sus dedos. En su primera vez que
tuvieron sexo, el alcohol había aliviado el dolor, sin embargo, sintió que esta vez no
sería igual.

Los hombros encima de Dante subieron y bajaron significativamente. Dante


reprimió un gemido. Raphael, que miraba su reacción, se adentró un poco más. En la
cabeza de Dante, el sonido resonó.

—Uh, ugh. Sí.

A medida que Raphael se acercaba, sus piernas se fueron abriendo gradualmente.


Sin importar la flexibilidad de su cuerpo, ya no podía abrirlas más, así que Raphael
sostuvo la cintura de Dante y la levantó. La entrada se reveló claramente frente a
Raphael, facilitando su inserción.
Raphael, que consiguió meter el glande en la entrada y recuperar el aliento, penetró
por completo a Dante con un breve gemido.

—¡Ah!

Con el sonido húmedo del aceite, sus entrañas palpitaron profundamente. La parte
más gruesa lo atravesó y la entrada totalmente abierta aceptó lentamente el grueso
pene. En el interior, el glande se adentró arañando la una membrana que estaba
fuertemente adherida al intruso.

—Ahhh… ah, ah…

Dante no pudo soportar más el sonido de los gemidos de Raphael. Un calor


repentino llegó a su rostro. Su “voz gruesa” que estaba cerca de su oído era
demasiado… Incluso eso fue un nuevo sentimiento.

Raphael retiró la mano de Dante de su cuello y la colocó en su espalda. Podía sentir


un pulso agitado bajo la palma de su mano.

—Ah, ah.

«¿Esto también se debía a que había estado investigando como tener sexo?»

Cuando Dante abrazó a Raphael, sintió que el dolor punzante había disminuido un
poco.

Raphael volvió a introducirse en su interior. La cabeza de Dante sobre la almohada


se agitó en respuesta al movimiento de Raphael.

—¡Ugh, ah, ah!

—Está caliente. Creo que se va a derretir. Qué es esto… Oh, mierda, cómo…
ah, esta sensación…

Raphael respiró con brusquedad y se empujó más adentro.

—Yo, ah… ¿Cómo me atrevo a… emborracharme y… ah… olvidar esta


sensación? De ninguna manera…

Cuando su pene, que empujaba con fuerza en su interior, presionó en alguna parte,
Dante se aferró al cuello de Raphael y emitió sonidos que podrían confundirse con
dolor.

—¡Ah…! ah, ah, ah.

—Capitán, Capitán. Ah, tu voz es tan… ¡Ah!


Las caderas de Raphael se volvieron más intensas, y como si se diera cuenta de algo,
respiró con una rigidez en su cuerpo. Sus hombros subieron y bajaron con la misma
intensidad, pero los movimientos de Raphael se ralentizaron lentamente.

—Ah… Capitán, está bien, está bien. Si te duele, me detendré.

Raphael acarició a Dante en sus brazos y dijo con voz entrecortada. Como si esas
palabras no fueran mentiras, los movimientos bruscos se detuvieron.

Era una sensación de sexo normal y dulce. Dante se dio cuenta de cuanta culpa debía
haber sentido Raphael, había buscado información útil, y si hubiera tenido la
oportunidad en ese entonces, seguramente Raphael habría querido decir estas
palabras y hacer estas acciones de ahora.

La inocencia de Raphael Haynesworth era un arma. Era un arma muy letal que
derribaba todas las defensas de su oponente, Dante.

—Haynesworth…

—Sí. ¿Te duele?

Dante agarró la barbilla de Raphael y lo acercó a él. En cuanto sus labios se rozaron,
Raphael abrió la boca y lamió la lengua de Dante. El orgulloso subalterno ha
mejorado sus habilidades para besar, que estaban estropeadas con anterioridad.

Dante rodeó el cuello de Raphael con una mano y con la otra mano tomó la de
Raphael.

Raphael, que seguía las indicaciones de Dante, se sorprendió al tocar el pene de


Dante.

Dante puso la mano de Raphael en su pene que se había puesto rígido antes de que
él se diera cuenta, le lamió los labios a Raphael, que tenían un sabor a hierro.

A Dante le hormigueaban los labios porque los había mordido con fuerza mientras
contenía sus gemidos, pero no eran lo suficientemente fuerte para hacerlos sangrar.
Esta era la sangre de los labios del hombre que había estado soportando sus
emociones hasta que su cara se puso roja, y le preguntaba a Dante constantemente si
estaba bien.

—No me duele. ¿Ves? No es doloroso. Estoy erecto por ti, así que date prisa y
muévete. Tú… Haa… Porque es sexo consensuado entre los dos, así como lo
querías. Ah…
De hecho, el dolor y el placer podían coexistir, y con sólo presionar una parte
específica en su interior, el pene podía estimularse y ponerse erecto. Por lo tanto, no
era suficiente para evidenciar que no le dolía y que tenía una erección.

Pero Raphael, que tiene poca experiencia sexual, ya que esta es su segunda vez, no
podía saberlo. Dante se abrazó al cuello de Raphael y le susurró al oído:

—Apresúrate.

La mano que sujetaba la cintura de Dante se apretó con fuerza.

—Si te duele, por favor, dímelo.

—De acuerdo.

Respondiendo con calma, Dante abrazó a Raphael con fuerza del hombro. El pene,
que había llegado un par de centímetros más profundo que antes, fue retirado. La
pared interior fue golpeada y la entrada fue estirada, lo que hizo que Dante se
aferrara más fuerte al cuello de Raphael.

Entonces, Raphael que había sacado su pene unos cuantos centímetros, se introdujo
con más fuerza en Dante.

—¡Huh!

El cuello de Dante se inclinó hacia atrás. El pelo de Raphael se enrolló alrededor de


sus dedos.

Raphael agarró su cintura con más fuerza y entró. Tiene un buen cuerpo y también
una buena fuerza, y cuando comenzó a moverse entrando y saliendo, el estómago de
Dante se sentía como si fuera empujado. La gran cama del hotel, rechinaba.

—¡Ha, ah, ugh…!

—Ah, ah, Capitán… se siente tan bien. Capitán, me gustas mucho.

Raphael gimió, agitando sus anchos hombros. Las piernas de Dante se abrazaron a la
cintura de Raphael; todo el cuerpo de Raphael estaba más caliente que el de Dante
cuando tenía fiebre.

El interior de su bajo vientre latía rápidamente. En lugar de Raphael, que no era


bueno para las caricias, Dante exploró su propio pene. De hecho, el pene ya goteaba
líquido de Cowper* con la estimulación que tenía su parte trasera.

*N/T: Líquido de Cowper: También llamando líquido preseminal, también conocido


como pre-eyaculación.
—Capitán, ah… Capitán.

Una voz desesperada llamó a Dante. Raphael tomó la cintura de Dante y elevó su
cuerpo unos centímetros arriba de él. Hubo un sonido de la piel chocando.

Dante bajó una mano y tocó la conexión entre los dos. Su entrada estaba
completamente abierta por un pene tan grueso, que se hizo preguntarse si el interior
estaría bien mañana, y tocó los testículos justo debajo del lugar abierto.

—Haynesworth.

Dante sonrió con la cara roja.

—Ah… Mi chico. ¿Te gusta tanto?

—Ah, ah …

—Ah, este lugar… se siente tan bien. ¡Ah!

Raphael no pudo mantener su espalda quieta, inhaló y golpeó la pared interior con
su pene.

—Sí. Se siente bien. Creo que he muerto, porque estoy en el cielo. El sexo se
supone que es… Ah, demasiado bueno. Ah…

Esas expresiones anticuadas como ascender al cielo durante el sexo,


sorprendentemente siguen siendo muy utilizadas.

Al escuchar las palabras de Raphael, que siempre pensó que era como un ángel de
un famoso cuadro, Dante solo pudo sonreír, mientras arrugaba sus cejas de dolor. Si
un ángel hiciera algo como esto en el cielo, incluso Dios, por muy misericordioso
que fuera, expulsaría inmediatamente al ángel del cielo.

—¡Ah, Haynesworth, ah, ah, ah…!

Como un ángel que sucumbe por primera vez a la lujuria después de ser seducido
por el diablo, Raphael jadeó, incapaz de controlar los deseos desconocidos en su
ingenuo rostro. Su rostro blanco estaba rojo por la excitación y había sudor por todo
su cuerpo, mientras que aquellos ojos verde claro mantenían las pupilas bien abiertas
para solo captar a la persona llena de deseo que tenía frente a él.

El estómago de Dante fue golpeado con fuerza, y luego un aliento caliente fue
escupido en su cuello. Todas las sensaciones que se transmitían eran
estremecedoras, así que cuando puso las yemas de sus dedos en la espalda de
Raphael, éste salió y penetró en su interior.
El grueso pene era constantemente introducido con fuerza, mientras que la entrada
se expandía. La profundidad con la que Raphael golpeaba era más de lo esperado.
Dante miró alrededor de su ombligo.

Habría sido mejor salir a buscar un condón cuando estuvo un poco menos excitado.
Si Raphael eyacula en el interior, no podrá sacar todo el semen con solo introducir
sus dedos. El pensamiento era lo suficientemente serio como para preocuparse.

—Capitán, yo, ah. Estoy… Capitán, gracias, estoy tan feliz.

Raphael se excitó más que Dante, que fue golpeado por dentro y sintió un placer
más intenso.

El movimiento de Raphael se hizo más rápido. Los hombros de Dante estaban


rígidos. Raphael, que se inclinó hacia atrás, presionó la parte baja de su estómago,
ya llena. El pene de su interior se percibió con mayor claridad.

—¡Ah, ah!

Raphael golpeó su interior con todas sus fuerzas. Al mismo tiempo que sentía que
algo estallaba en su interior, Dante cerró los ojos. Dante, que se estaba absteniendo
de emitir sonidos, lanzó el mayor gemido de su vida.

La situación de Raphael no se detuvo de inmediato.

—Ah, ah… Capitán, Capitán.

—¡Ah…!

Raphael sacudió los hombros, frotando su cabeza en el hombro de Dante. Cada vez,
su estómago se humedecía más y más. Al igual que Raphael, Dante, cuya
sensibilidad había llegado a su límite, se movía con su pene sujeto entre los dos.

Cuando su eyaculación terminó, el pene de Raphael, que había sido grande hasta
ahora, también disminuyó un poco. Raphael, jadeando sobre Dante, se levantó. El
pene mojado con semen, se deslizó hacia afuera. Los muslos de Dante temblaron.

—Ah…

Raphael abrió mucho los ojos y vio el vientre de Dante. Abrió la boca y la cerró, de
repente las lágrimas se acumularon en sus ojos.

—¿Por qué lloras de repente? ¿Qué pasa? ¿No te gustó?

No podía ser eso. Dante pudo notar los jadeos de Raphael. Él, negó con su cabeza.
—¡Claro que no! No es eso… Capitán, ha eyaculado. El Capitán eyaculó por mí
así que soy feliz…

Los labios de Raphael trataron de dar una sonrisa.

—Entonces, te sentiste bien teniendo sexo conmigo, ¿verdad? Yo te hice sentir


bien, ¿verdad?

En su abdomen, los rastros de los fluidos blancos de Dante estaban esparcidos.


Raphael, que había sido como un sabueso hasta hace un rato, volvió suavemente a su
forma de cachorro y miró a Dante desesperadamente.

—Sí, bueno… Ya lo sabes, me sentí muy bien.

Raphael lo miró y sonrió con entusiasmo. Las lágrimas cayeron sobre sus mejillas
mientras los ojos se cerraban

—¿Tan feliz eres?

Raphael asintió frenéticamente esta vez. Se lanzó de nuevo hacia Dante, le besó en
la mejilla y se frotó la cara en ella manchando el rostro de su Capitán con lágrimas.
Dante pensó que esta acción fue innata, y no aprendida por su búsqueda de Raphael.

—Alegrándote de esa manera…

Raphael sonrió mientras frotaba su mejilla con el hombro de Dante, para después
bajar a su pecho. Cuando llegó a este lugar, besó la piel cercana a la parte izquierda
de su pecho. Se dio cuenta que había una pequeña marca en ese lugar.

—Capitán… A mí también, ¿puedes dejarme una marca de beso?

—Raphael, un chico que no tiene su autenticación de adulto. ¿Conoces el


significado de “marca de un beso”?

—Oh, lo conozco.

Dante soltó una risita y Raphael se sonrojó cuando dijo: —Lo sabía antes de
buscar información.

—¿Dónde lo quieres?

—Uh, donde el Capitán lo quiera… No, aquí. Aquí.

El brazo de Raphael se extendió frente a Dante.

—¿Las marcas de beso no suelen grabarse en el cuello o en el pecho?


—Quiero tenerla a la vista todo el tiempo, para poder admirarla.

—…

Hoy, pensaba ajustarse a Raphael de principio a fin, así que no había nada que no
pudiera hacer. Dante giró el brazo de Raphael. Esa parte del brazo era más blanco
que el dorso.

Acercó sus labios a la muñeca. Tras chuparla con fuerza y soltarla, quedó una marca
roja parecida a la que tenía Dante en el cuerpo.

Raphael, que admiraba la marca, no pudo evitar que su pene se levantara un poco.
Una punta rosada y húmeda apuntaba a Dante exactamente como una ruleta.

—Estás erecto.

—Capitán.

Raphael presionó suavemente el hombro de Dante. Cubrió los labios de Dante,


lamió su cuello, deslizó sus labios por la piel hasta llegar al pecho y frotó sus
pezones con sus labios. Bajó la mano y sostuvo el pene de su Capitán en ella. Dante,
cuya excitación aún no había disminuido, ante la acción sus hombros temblaron.

—Ah… Ugh… ¿Qué?

—Esta vez… lo haré mejor.

—Oh, ¿vamos a hacerlo de nuevo?

Ahora que recordaba, fue exactamente el mismo comportamiento que estimuló el


sexo por primera vez.

Tocando a Dante, la respiración de Raphael se cortó de nuevo. Dante no pensó que


terminarían con una sola vez.

—Sí, adelante. Ugh…

En el momento en que movió sus piernas, un ojo de Dante se frunció. Algo fluyó
desde el interior. El semen blanco que hacía cosquillas en la entrada bajó hasta su
muslo.

—Agh… En el futuro, si vas a tener relaciones sexuales con alguien, debes tener
un condón… Ah, así de repente… ¡Ah!

Raphael se abalanzó sobre Dante. Y rápidamente se puso de nuevo entre las piernas
de Dante.
—Huh.

La velocidad que el pene de Raphael expandió la entrada de Dante fue mucho más
rápido que antes.

—Oh, Capitán. ¿Por qué, por qué eres tan sexy?

Raphael, la persona más joven que conocía, rápidamente se excitó de nuevo. Una
vez que eyaculó, el pene rápidamente volvió a ponerse erecto, y el interior de Dante
se abrió de nuevo.

La pared interior, que una vez fue áspera, recordó con brusquedad el placer. Y un
aliento caliente volvió a salir de la boca de Dante.

Cuando el pene fue empujado, la esbelta cintura tembló y a su espalda llegó un


escalofrío, y el pene llegó a lo más profundo de Dante. Raphael agarró un muslo de
Dante, lo agarró con fuerza y comenzó a mover su cuerpo.

—Ah, no vayas tan rápido. No voy a huir, así que ve más despacio. Ah.

Dante acarició la mejilla de Raphael. Los ojos de Raphael, hinchados de llorar,


estaban rojos, y sus labios entreabiertos, también. Raphael jadeó como un cachorro
con sed.

—¿Por qué eres tan sexy? ¿Cómo puede existir una maravillosa persona como
tú? Es difícil de creer…

«¿Cómo puede ser que tenga sexo con una persona así?»

La mente, la cintura, y la boca de Raphael no se quedaron quietas durante todo el


acto sexual. El sentido común de que llorar te hace perder energía no estaba
funcionando, y el poder de penetrar en el interior de Dante seguía siendo enorme.

El cabezal de la cama tocó la cabeza de Dante, que fue empujado hacia adelante. El
cuerpo se flexionó hacia arriba, mostrando una conexión entre el pene de Raphael y
su entrada.

—Capitán, ah, Capitán.

—Ah, ah, ah.

El pene de Raphael era grande y grueso, pero el estrecho lugar que aceptó ese gran
pene, también era grande en muchos sentidos.
Había una espuma blanca alrededor de la entrada y con cada golpe de Raphael,
bajaba hasta la columna vertebral. Cada vez que Raphael se movía, se oía un sonido
húmedo.

Dante estiró los brazos y acarició la cabeza de Raphael. Sus manos temblaban, y en
realidad estaba cerca de un roce en vez de una caricia.

—Tú también eres muy sexy. Lo estás haciendo tan bien… Ah.

Raphael tenía una cara que no sabía si estaba riendo o llorando.

—Me volveré mucho más sexy para el Capitán. Gracias.

Dante cedió la posición de estar dispuesto a introducirse a su compañero Raphael*,


así que se resignó a aceptar el pene de Raphael. Pero cuando vio a Raphael llorando
ansiosamente mientras lo llamaba, «Capitán, Capitán”, sintió que los estaba
intimidando.

*N/T: En pocas palabras, se rindió en ser el activo.

Rafael Haynesworth era demasiado sexy. No era una exageración. Su cara estaba
llena de lujuria y el cuerpo blanco y desnudo, que parecía ser esculpido, mientras
jadeaba ante los ojos de Dante, no podía evitar estar excitado. La extraña culpa de
tomar la segunda vez del joven subalterno también contribuyó al placer que sentía
en su cuerpo.

Raphael llorando y teniendo sexo mientras estaba excitado, no duró mucho. Raphael
eyaculó dos veces en el interior de Dante, y pronto volvía una ronda más.

Después de unas cuantas rondas más, Dante se quedó dormido.


Capítulo 5
Romantic?

De hecho, el gusto de Dante Bailey por el sexo era demasiado simple.

Era suficiente con entrenar como de costumbre para tener fuerza y su forma física
estuviera completa. Así que si el ambiente es el adecuado después de una comida,
tenía sexo con la otra persona mientras dormían juntos toda la noche. Este era su
patrón de sexo preferido.

Además, no le gustaba mucho una posición intensa ni irracional. Esto era porque le
gustaba estar bien y que no interfiriera con la rutina diaria de cada uno al día
siguiente.

Por lo tanto, nunca lo había hecho de esa manera, ni siquiera cuando tenía 20 años,
cuando estaba lleno de pasión.

En la tarde de la fuerte lluvia en Islas, se registraron en un hotel, y no recordaba


exactamente, pero tuvo sexo por lo menos tres veces, tuvo una comida a altas horas
de la noche con el servicio de habitaciones, y luego los ojos de Raphael se
encendieron de nuevo, agarró la mesa y tuvieron relaciones sexuales. Lo apoyó
contra en la pared y volvieron a tener relaciones sexuales; volvió a la cama, y se
desmayó después de ver la mañana brillante.

Cuando se despertó por poco tiempo, escuchó el sonido de una voz que decía: ‘Estás
loco…’

«¿Qué? ¿Acaso no dijiste que no me iba a doler, que ibas a ser dulce? ¿Dónde
quedó tus acciones cariñosas mientras tenías un buen sexo?»

Aunque la confesión no tuviera éxito, no quería imaginar la energía que hubiera


gastado si estuviera en una relación con Raphael.

Dante, que despertó junto con todos sus sentidos, tuvo que volver a gemir.

Raphael, que estaba detrás de su espalda, rodeaba su cintura con ambos brazos, los
dos cuerpos estaban profundamente cerca, y el interior de Dante aún contenía el
pene de Raphael. Dante, que decía tener un gusto sexual simple, tuvo que fruncir su
frente ante la inesperada situación.

Incluso después de haber eyaculado tanto ayer, una nueva erección presionó en la
pared interior por la mañana. La acción de Dante, al intentar sacar el pene mientras
estaba dormido, estimuló a Raphael, provocando que Dante volviera a abrir los ojos.
La cama una vez más crujió ante un deseo sexual.
Y cuando volvió a dormir, Dante soñó con Raphael, que tenía orejas y una cola
esponjosa de un cachorro; dicho cachorro agitaba su cola feliz mientras jugaba con
él. El juego llegó a un coqueteo mucho más intenso.

Tras despertar, supo la causa de su sueño. Un Raphael desnudo abrazaba a Dante y


lo besaba.

***

Dante no sabía cuánto tiempo había pasado. Pensando así, Dante se abrazó al cuello
de Raphael mientras este se acercaba a besarlo.

Un toque presionó suavemente la parte palpitante del hombro y la cintura de Dante


para aliviar el dolor. La mano que tocó el cuerpo de Dante durante mucho tiempo,
ahora le acariciaba el pelo.

A sus 16 años, Dante se alojó en un dormitorio con la recomendación de un profesor


de educación física y se unió al Cuerpo de la Escuela Juvenil. Ese tipo de afecto, era
la primera vez que lo sentía desde que comenzó a vivir solo.

La mano cuidadosa pasó el cabello hacia atrás para dejar descubierta su frente, y
acomodó el cabello hacia los lados a lo largo de la línea de la frente. Debido a que
las caricias de esa mano se sentían bien, Dante despertó, pero ni siquiera tenía
fuerzas para levantar una mano.

Ah… Mientras daba un largo suspiro y levantaba los párpados, la mano que tocaba
su cabeza acarició su mejilla.

—¿Te has despertado?

Un poco más arriba del frente donde abrió los ojos, pudo ver a Raphael. Estaba
sentado en la cama como cuando Dante estaba enfermo. La ropa que llevaba ayer en
un día de lluvia olía a suavizante, dándose cuenta lo eficiente que era el servicio de
limpieza.

—Agua… por favor.

—Sí.

Raphael fue de inmediato a buscar agua. Mientras tanto, Dante se incorporó en la


cama. Su cuerpo, que creía desnudo, llevaba una cómoda camiseta y un pantalón.
Cuando vio su cintura, su ropa interior estaba colocada dentro de sus pantalones.

—Salí a comprarla antes de que despertaras.

La pregunta de la ropa desconocida que no recordaba se resolvió inmediatamente.


Como se había mojado en una intensa lluvia, añadiendo sus gritos de la noche
intensa, su voz áspera regresó. Un dolor sordo, que pensó había sido aliviado,
también llegó a él cuando se despertó por completo.

Los hombros, la cintura, la pelvis y otras zonas indescriptibles palpitaban


intensamente.

El cielo fuera de la ventana era azul, como si hubiera llovido mucho, y las nubes,
que parecían haberse separado en trozos de algodón, flotaban dispersas. El hecho de
que el cielo despejado se pudiera ver sin resplandor también significaba que era la
hora de la mañana.

—¿Qué día es hoy?

—Es 21.

La cita entre Dante y Raphael fue el día 19. Dante se tocó los ojos.

—Dos noches y tres días… No es un entrenamiento fuera de temporada.

—…

Eran los tres días más borrosos estando sobrio. Raphael Haynesworth es perfecto,
pero no tiene que ser perfecto para la resistencia.

De pie frente a Dante, Raphael bajó los parpados. «Si tiene conciencia, lo
sabrá.» Por mucho que Dante le permitiera hacerlo. Esto era demasiado.

—Ven aquí.

Raphael se acercó rápidamente en la dirección del gesto de Dante. Dante acarició a


Raphael como si fuera un gran cachorro.

—¿Has hecho todo lo que querías?

—Sí.

Mientras tocaba su cabeza y escuchaba que preguntaba suavemente, Raphael se


relajó y sonrió. Dante lo miró y también sonrió. Pero no podía borrar el aura negra
que se extendía al lado de su cara.

La cara de Raphael brillaba como si hubiera comido solo alimentos saludables.

—Soldado Haynesworth.

—… Sí, Capitán.
—Abajo.

—Sí.

Raphael puso los brazos en el suelo y se tumbó boca abajo. Sólo entonces Dante
gimió, sujetando su dolorosa espalda como esperando a que se rompiera.

Dante se levantó acariciando la parte adolorida y se acercó a Raphael y lo acarició,


provocando que le brillaban los ojos. Viéndolo así, realmente parecía un gran
cachorro.

—Soy tu Capitán.

Raphael pensó que estaba bromeando y se rió. Sí, lo había pasado muy bien durante
dos noches y tres días, así que valía la pena reírse.

Sobre todo, había pasado medio año en el SAG, pero aun así se acostó con alguien
que todavía no obtenía su placa de finalización del entrenamiento, así que no era
sorprendente.

—Haynesworth.

—Sí.

En la última madrugada, su pierna se colocó en el hombro de Raphael mientras que


su espalda estaba torcida en una posición extraña.

En comparación a él, la postura de Rafael parecía muy cómoda.

Dante también sonrió mientras se enfrentaba a Raphael sonriendo.

—Oh…

Por otro lado, la sonrisa de Raphael se volvió un poco incómoda.

Raphael adoraba la sonrisa fría y desenfadada de Dante. Sin embargo, por la


experiencia de medio año, sabía que esa sonrisa era la “sonrisa del Capitán del
SAG”. Definitivamente estaba sonriendo, pero de alguna manera era aterradora y
abrumadora… Era ese tipo de expresión.

—La mano derecha en la espalda.

—Uh, sí…
Raphael sacó su mano que tenía debajo de su cuerpo y la puso en su espalda.
Parpadeando como un cachorro, envió una señal desesperada: “¿estás
bromeando?». Dante respondió cariñosamente.

—¿Quieres colocar tu mano izquierda detrás de ti mientras te golpeas la cabeza


contra el suelo?

—No.

Raphael bajó los ojos con suavidad.

—Mantén esa postura mientras tomo una ducha.

—Sí…

Dante se dirigió al baño, mientras masajeaba la cintura y la pelvis. Merecía una


pequeña venganza de unos 20 minutos.

En cuanto el sonido del agua cesó y la puerta de baño se abrió, Raphael se levantó y
se acercó a Dante. Como era de esperar, 20 minutos de castigo en una sola posición
no parecieron afectarle. Dante sintió que volvía a estar molesto porque tenía mucha
energía.

Raphael sacó una toalla nueva y limpió a fondo el pelo húmedo de Dante. En el
proceso, besó varias veces su cabeza. Sí, esas acciones eran mejor que llorar por
culpa.

—¿Por qué estás tan feliz?

—¿No recuerdas haber dicho que era lindo? Me llamaste Happy y me tocaste
por todas partes…

—Está bien. Ven aquí.

Dante acarició el pelo rizado de Raphael.

—¿Qué es lo que comes para ser tan lindo?

—¿Soy lindo?

—No lo suficiente como para ser tan engreído.

Raphael es adorable y encantador. Dante no podía dejar que él viera a través de sus
sentimientos.

—… Entonces, Haynesworth ¿no te arrepientes ahora?


—Capitán, también lo disfrutaste, ¿verdad?

—Sí.

—Entonces… Realmente no me arrepiento haber tenido sexo contigo, porque


esta vez fue sexo consensuado por ambos. Gracias.

Así que no le convenía al propio Dante.

—La primera vez que tuve sexo contigo fue similar a esta, así que olvida el
recuerdo de la violación y la sensación de culpa.

—…Sí, lo haré.

«Ya está hecho.»

Dante dio un largo suspiro y se apoyó contra su espalda. El dolor podría durar unos
días, pero era un buen precio comparado con la culpa que tuvo Raphael durante casi
un mes.

La mente, junto con los pensamientos que se habían quedado olvidados durante su
enfermedad, volvieron a Dante Bailey. Mirando a Raphael que sonreía como si
estuviera soñando, Dante se enfrentó a la realidad. El final de las vacaciones se
acercaba.

—Haynesworth, ¿estás libre mañana?

Raphael miró a Dante con ojos sorprendidos.

—Hay un lugar al que quiero que me acompañes.

—Sí, tengo mucho tiempo libre.

Raphael respondió rápidamente. Incluso si Dante le pidiera ahora mismo que lo


acompañara a un callejón oscuro donde el tráfico de órganos hace estragos, sentía
que Raphael estaba dispuesto a asentir enérgicamente.

En primer lugar, Raphael le preguntó a dónde iban a ir después de responder


rápidamente.

—Un lugar que da miedo. Por eso me da miedo ir solo.

—¿Cuál es ese lugar…?

—Donde he pagado el 80% de mi salario anual.

—¿Qué?
Dante golpeó el hombro de Raphael.

—Lleva ropa cómoda. Vas a ir a un sitio que da mucho miedo y que debemos
arreglar lo antes posible.

***

Dante y Raphael se subieron al taxi. Raphael, que apareció con un atuendo más
sencillo que todos los que había usado en las vacaciones, observaba a su alrededor
con una expresión tensa en su rostro.

El taxi salió del centro de la ciudad y condujo durante mucho tiempo. Entonces,
finalmente, tomó la carretera al lado de la montaña. A través de la ventanilla del
lado de Dante, podía ver la montaña, pero a través de la ventanilla del lado de
Raphael, podía ver un largo campo de brotes verdes y frescos.

El cielo era de un azul fresco, y la tierra que se extendía desde el horizonte era de un
verde cálido. Raphael, que miraba por la ventana, estaba completamente cegado por
el paisaje.

Junto a la estrecha carretera rural, había pequeñas casas que rara vez se veían en
Islas. Después de viajar durante mucho tiempo, apareció un pueblo, que armonizaba
de forma natural con la naturaleza que lo rodeaba, Raphael, al verlo sintió la misma
tranquilidad como si estuviera viendo una pintura de un paisaje.

Finalmente, el taxi los dejó frente a una vieja cerca. La cerca, más baja que la
cintura de Dante y Raphael, estaba sucia y con letras ilegibles, así como con huellas
del tiempo.

Dante sacó el gran equipaje del maletero. Raphael, que había escuchado una
advertencia aterradora, se había preparado a fondo, pero el equipaje que llevaba
Dante no era tan grande como el de un comandante militar.

—Capitán, ¿este lugar es un escondite de alguna organización?

Si el lugar no era apto para que Dante pudiera entrar con una cuerda o una pistola,
entonces no era un lugar para que Raphael lo tomara tan a la ligera, por ese motivo
había traído tanto equipaje. Al verlo, Dante sonrió ampliamente.

—Ah, un escondite. El concepto es similar.

—¿Qué? Entonces no es un lugar para venir los dos solos…

Tan pronto como Raphael sintió el peligro, los exploradores que se dieron cuenta de
la aparición de los dos, corrieron desde el interior.
Dante y Raphael giraron la cabeza al mismo tiempo. El grupo, que se acercó con
pasos muy ligeros, atacó rápidamente a Dante.

—¡Estás aquí, Dante!

—¡Vaya, Dante!

Dos niños, que parecían tener 7 u 8 años se aferraron a la cintura de Dante. Del
interior salieron niños un poco más altos que ellos. Dante dejó su bolso y estrechó a
los niños en sus brazos.

—¿Quién es éste? ¿Por qué han crecido tanto? No podré reconocerlos la


próxima vez que venga.

—¿Por qué tardaste en llegar, Dante?

—Dante, ¿qué es esto? ¿Puedo abrirlo?

—No. Si dejo que lo abras pelearás de nuevo con los demás. Dámelo.

—¡No voy a pelear!

Dante fue rodeado por una multitud de niños, y Raphael miró la vista de la emoción
de los niños por un instante. Se sentía un poco absurdo…

Dante había dicho que era un lugar horrible… había dicho que tenían que arreglar el
lugar*… Habían llegado a dicho lugar.

N/T: En este caso, Raphael piensa en una operación del SAG, con “arreglar” se
refiere a traer la paz al pueblo como soldados del SAG.

—Dante.

Esta vez no fueron los niños los que llamaron a Dante, sino una voz que llegaba con
la edad. Dante levantó su cuerpo encorvado, que estaba a la altura de los ojos de los
niños. Una brillante sonrisa apareció en el rostro de Dante.

Era la primera vez que Raphael veía ese tipo de sonrisa en Dante.

Dante, a quien siempre ha visto como un superior y un Capitán. El líder de equipo


que dirige operaciones en la dirección más eficiente mientras lleva 12 vidas en sus
manos. Sin embargo la única sonrisa relajada del Capitán, Dante Bailey que había
visto, servía como el sólido pilar del equipo.

Pero ahora, al ver a alguien que aparecía desde el interior del viejo muro, Dante
pareció haber dejado el armamento intangible que siempre había usado.
Dante dejó a los niños y se acercó a la anciana monja.

—Madre.

El rostro de Dante se llenó de anhelo. Se inclinó y abrazó a una mujer lo


suficientemente pequeña como para caber en sus brazos. Pero, de alguna manera,
Dante no parecía haber sido abrazado por la monja.

—Bienvenido.

—He vuelto.

Después de un breve abrazo, se encontró con Raphael.

—Dante, ¿quién es él?

—Es mi subalterno. Saluda, Haynesworth.

—Oh, hola a todos. Perteneciente al 3er batallón de las Fuerzas Especiales…


Soy el subalterno del Capitán Dante, Raphael Haynesworth.

Raphael, que trató de hacer un saludo oficial impecable, lo corrigió con una
explicación fácil, como si sintiera que no era correcto.

—Tienes el nombre de un arcángel. Bienvenido. Yo soy Joanna, la hija de Dios.

Saludó a Raphael con una cálida sonrisa.

Sin embargo, el problema era que la auto-presentación de Raphael era lo


suficientemente fácil como para que no sólo Johanna la entendiera, sino también los
otros niños.

—¡Ha dicho un subalterno!

—¿Eres el subordinado de Dante?

—Si Dante dice: «¡Ve a luchar!», ¿lo haces?

—Entonces, ¿también haces tareas?

—¿Comes los pimientos de Dante?

—¿Eh…?

La mano de Dante se posó en el hombro del desconcertado Raphael.


—Así es. Se comió todos mis pimientos de las comidas, así que por eso es así de
grande.

—¡Vaya!

—¡Dante es malo! No, ¡eres tonto! ¡Eres más pequeño que tus subalternos,
porque eres exigente con la comida!

Dante sonrió y acarició la cabeza del pequeño.

—Así es. Si no comes bien, serás más pequeño que tus subalternos. Por eso soy
tan pequeño. Así que todos deben de comer correctamente para que no sean
como yo.

En realidad, Dante sólo era un poco más pequeño que Raphael, pero nunca le faltó
objetivamente la altura. Pero los niños son exigentes en cuanto a la diferencia de
altura frente a ellos.

Así que todos asintieron con la cabeza.

Ante el absurdo método de enseñanza, Raphael miraba a Dante, hasta que sintió que
una de sus mangas fue jalada.

—Oye, ¿Dante te da órdenes para que conquistes la Tierra?

—¿Qué? El Capitán no da órdenes tan poco razonables.

Aunque el Imperio, que lleva cientos de años, movilizara todo el poder de


Haynesworth, era imposible un golpe de estado.

—No. Cada vez que Dante no viene durante mucho tiempo, dice que está
conquistando la Tierra.

—… ¿El Capitán? ¿En serio?

—Te dije que iba a proteger la paz en la Tierra, ¿cuándo dije que iba a
conquistarla?

—¿La paz? —Dijo Raphael

—Así es.

—Entonces, ¿Dante, protegiste la paz de la Tierra?


Los niños empezaron rápidamente a hacer un nuevo tema de conversación mientras
veían con expectación a Dante. Dante respondió como si estuviera familiarizado con
él.

—Sí, estoy aquí para proteger la paz de la Tierra y detener a la gente que
lucha.

Explicó Dante al niño que colgaba de su hombro izquierdo. La imagen de Dante


entre los niños era bastante natural. Colocó suavemente al niño en el suelo y asintió
con la cabeza a Raphael.

—Entremos.

—Ah… sí.

Raphael siguió a Dante con la mirada perdida. Dante y la Hermana estaban rodeados
por dos o tres niños, y el niño que era menos tímido, le tiraba de la mano y hablaba
con Raphael.

Al entrar por la vieja cerca, Raphael vio un columpio hecho a mano y una pequeña
iglesia detrás de una vieja portería. Era una construcción pequeña y compacta como
el pueblo por el que pasaron en taxi.

—Por cierto, madre, ¿no dijiste que hay un lugar que se debe arreglar?

“Lugar que se debe arreglar”. Esas palabras quedaron especialmente grabadas en


los oídos del subalterno.

—Claro… Quería que tomaras un descanso antes de que te fueras de nuevo,


pero estaba ese hecho pendiente. El techo del aula de los niños está crujiendo.
¿Puedes echar un vistazo?

—Para eso he venido, madre.

Raphael abrió la boca. Dijo que había un lugar que arreglar…

Dante volvió a mirar a Raphael y sonrió. Raphael fue engañado de nuevo después de
haber sido engañado decenas de veces de esta manera cuando estaba en el equipo.

Justo en el momento, apareció una pelota con la que los niños estaban jugando.
Dante hizo rebotar la pelota con la punta del pie y le dio una patada en dirección a
Raphael. Raphael recibió la pelota por reflejo.

—¡Ven, juega conmigo!

—Ve Raphael.
—¿Capitán?

Raphael miró a Dante sin parpadear. Pero los animados niños ya estaban
emocionados y tiraban de los brazos y las piernas de Raphael. Cuando Dante
dijo—Ese hermano mayor es mejor que yo en el fútbol.—los ojos de los niños que
dudaban acercarse a él, brillaron.

Raphael salió al patio, casi siendo arrastrado por los niños.

Después de enviarlos afuera, Dante se acercó un poco más al lado de Joanna.

—Todo sigue igual.

El escenario del interior de la iglesia no había cambiado desde la época en que


Dante no podía alcanzar el marco de la ventana aunque se pusiera de puntillas.
Ahora su mano podía alcanzar el borde superior de la ventana sin ningún esfuerzo.
Mientras tanto, su madre, que antes parecía tan grande, se hacía cada vez más
pequeña.

—¿Y los niños mayores? ¿Siguen en la escuela?

—Ava, Joey y Mason fueron a la escuela, y Jacob, Noah, Lily, Hannah y


Zachary se están quedando en el dormitorio. Los chicos que salieron volverán
mañana. ¿Te quedarás a dormir?

—He venido aquí con mi subalterno, así que tengo que volver hoy. Vendré a
verte mañana.

Dante se quitó la chaqueta, se la puso en los brazos y miró a través de la ventana.


Podía ver a Raphael, que estaba avergonzado mientras los niños estaban colgando de
sus brazos, piernas y cintura. Una sonrisa volvió a aparecer en los labios de Dante.

Sacó del almacén una caja de herramientas que le resultaba familiar y la tomó. Antes
de entrar en el aula, Dante sacó del bolsillo un sobre blanco doblado por la mitad.

—Madre, tómalo.

—¿Eh?

La monja, que adivinó el contenido con facilidad, negó con la cabeza. Dante tomó
su mano arrugada.

—¿Qué haces después de dar tanto cada vez? Ahora tienes bastantes
subalternos y también deberías gastar dinero en ti.

—Esta vez, salió una asignación especial para el envío a los militares.
—Escuché que pusiste mucho dinero en la cuenta de patrocinio de la iglesia.
Toma esto…

—Ese dinero está destinado a comprar cosas para los niños. Madre, cómprate
ropa y come algo bueno para tu cuerpo. Todo lo que consumo en el ejército los
costea en su mayoría Islas, los viajes, el uniforme militar y todas las comidas
salen de maravilla, no gasto casi en ellas.

Dante tampoco tenía intención de doblegar su terquedad. Y sabía que su madre


había sido una persona dulce y amable que lo había recibido y había sido buena con
él desde que era pequeño.

—Rompiste las enseñanzas del Señor y disparaste un arma, así que piensa en
ello como un arrepentimiento.

Dante la obligó a tomar el sobre, lo colocó en la palma de su mano e hizo que


doblara los dedos. Luego se dirigió hacia el aula con las herramientas.

***

—¡Dante!

A mitad de las reparaciones, Dante, que estaba ayudando en la cocina, fue atacado
de nuevo por la espalda. El niño corrió, se golpeó la cara con su espalda y agarró su
cintura.

—Chicos, tengan cuidado.

Dijo la cocinera, que se parece a la monja principal y tiene una personalidad cálida.
Dante giró el cuchillo que sostenía y lo dejó lejos del niño.

—¿Por qué me llamas?

—Sabes Dante, ¿realmente disparaste un arma así?, ¡bang! ¿Disparaste y


salvaste a la gente de los malos?

—¡Prepárense para entrar al campo de batalla! ¡Listos para disparar! ¡Listo


para la batalla! ¿Realmente lo hiciste?

Los niños saltaron con los brazos abiertos. Era obvio de dónde provenía esta
información.

—Oh, eso es un secreto militar. ¿Quién te lo ha dicho?

—¿Qué es un secreto militar?


—Es una operación secreta, por lo que la temible policía vendrá a arrestar a la
persona que ha dicho esto con los demás.

—Vaya, ¿en serio?

—Por supuesto. Nuestro equipo solo realiza operaciones completamente


secretas. Qué miedo da mantener la paz en la Tierra.

El niño miró a sus amigos con la misma expresión de sorpresa, y luego con
preocupación en el fondo de sus ojos.

—¿Quién te lo ha dicho?

—¡No! ¡Nadie me lo ha dicho!

—Hmm…

Dante vio la entrada de la cocina. Raphael estaba de pie detrás de los niños.

—¿Te lo dijo Raphael Haynesworth?

—¡No!

—¡Oh, no! ¡Absolutamente no!

Los niños, del tamaño de la cintura de Raphael, agitaron las manos con fuerza frente
a él.

Cuando Dante entrecerró los ojos y les dio la espalda mientras volvía a sus asuntos,
los niños suspiraron aliviados. Miraron a Raphael, y todos asintieron con la cabeza
indicándole que ahora estaba bien, y Raphael sonrió tímidamente a los niños.

La comida era sencilla, pero la cantidad era abundante. Con la comida delante, todos
cerraron los ojos siguiendo la oración de Joanna. Dante sonrió en secreto al ver que
Raphael mantenía una conversación con uno de los niños.

El niño más pequeño, que había llegado mientras Dante no se encontraba, se acercó
a Raphael y le tendió un libro de cuentos. Raphael le acarició la cabeza.

—Iri, lo has leído más de diez veces.

—Otra vez, otra vez. Este.

El libro ilustrado de los tres cerditos que todos los presentes lo habían visto y leído,
era muy familiar y antiguo. Dante se levantó de su asiento.

—Haynesworth. Sigue comiendo…


—No, está bien.

Raphael sostuvo al niño en brazos, lo sentó sobre su regazo y le leyó el libro. Una
voz grave sonó en la mesa, pero los niños, acostumbrados al ambiente ruidoso, no
fueron molestados en su comida.

La voz que se salía de la punta de los labios de Raphael, solo llegaba al niño sobre
sus rodillas y a Dante.

Después de comer, Dante ayudó a los niños a cepillarse los dientes. Con gran
habilidad, impedía que los niños escaparan porque no querían cepillarse los dientes,
y Dante les cepillaba los dientes mientras les hablaba de las terribles caries e
historias sobre los dentistas.

Raphael, que miraba la escena, fue testigo de cómo un niño de unos cinco años se
escabullía de la fila de cepillado de dientes evitando la mirada de Dante.

—No puedes escaparte.

—¡Ah!

Raphael abrazó al niño que huía y lo llevó al propio Dante. El turno del niño que
había podido cepillarse los dientes un poco más tarde se adelantó drásticamente.

Al entregar al niño, sus manos se rozaron y sus ojos se encontraron al mismo


tiempo. Dante sonrió primero y Raphael lo siguió, cerrando los ojos en el proceso.

—Gracias.

Su subalterno, el soldado Raphael Haynesworth, era el que solía decir: “Gracias.”

Ahora, incluso con una pequeña palabra, hizo que su corazón latiera sin orgullo.
Raphael se quedó quieto frente al baño hasta que terminó el cepillado de dientes.

—Ve con los niños, saldré por unos cinco minutos.

Dante le dio una palmadita en la espalda a Raphael y salió primero. Raphael esperó
un poco y después salió junto a Dante después de solo un minuto.

Cuando Dante vio que Raphael lo había seguido, pensó inmediatamente en Happy,
que siempre lo seguía cuando estaba en este lugar.

—No te apresures.

El humo salió de los labios de Dante. La punta del cigarrillo recién encendido
destacaba bajo la tenue oscuridad del atardecer.
—No se lo digas a mi madre.

Raphael sabía que Dante es fumador, pero también sabía que hoy no había tocado un
cigarrillo su boca.

—Ve y párate ahí.

Aunque Dante le hizo un gesto, Raphael negó con la cabeza y se quedó parado a su
lado. La mirada de Dante estaba en el aire donde el humo se extendía, y la vista de
Raphael estaba en Dante.

—Como ya sabes, aquí es donde crecí. El nombre de Dante estaba escrito en


una nota que se colocó conmigo dentro de la caja cuando era un bebé, y Bailey
es el apellido tomado de un sacerdote al que madre respeta.

—Es así.

El atardecer teñido de rojo donde Dante se apoyaba en la vieja cerca. Tal vez le
preocupaba que alguien lo viera fumar, así que Dante apagó un cigarrillo que no
estaba ni siquiera a la mitad.

—No lo sabías, ¿verdad?

—No lo sabía.

—Ni tú ni tu familia lo sabrían.

Los ojos de Raphael se estremecieron.

—¿Creías que si veía este lugar y sabía de dónde venías, cambiaría de opinión
sobre ti? Capitán…

Raphael parecía un poco dolido. Dante negó con la cabeza con firmeza.

—No. Si fueras alguien que me trataría de forma diferente solo por ser
huérfano, no te habría traído aquí.

—… Entonces, ¿a qué se debe esto?

Dante se puso frente a frente con Raphael. Frente a su mirada seria, sonrió en
armonía con el atardecer.

—Estoy orgulloso de haber crecido aquí de la mano de una madre amorosa.


Por eso patrocino el 80% del dinero que gano aquí, la mayoría de mis
vacaciones las paso aquí, y cuando mi madre muera, voy a ser el tutor de unos
cuantos niños. Todo esto lo hago porque quiero, por ese motivo, no creo que
vaya a ser un buen amante para alguien.

Por eso Dante prefiere a los desconocidos que a los conocidos en el amor, y los
encuentros cortos que un romance largo.

No le desagradaba conocer a la gente, pero siempre en esos escenarios había


personas que se llevaban a la otra para profundizar su relación. Incluso si tuviera un
amante, algo de su corazón estaba en este lugar.

Por lo tanto, los sentimientos de este lindo subalterno, que quiere ser amado
abundantemente era un desperdicio. Si estos sentimientos fueran dirigidos a otra
persona, no a Dante, ese bonito rostro no tendría una expresión tan triste.

—Eres demasiado bueno para mí, y es por eso que me dejo llevar por ti. Por
eso me gustaría que todo termine hasta aquí.

—…

—Si es el momento adecuado, podemos encontrarnos y divertirnos, y si


llegamos a estar cómodos, podemos tener sexo. Sin embargo, no podré darte la
misma cantidad de afecto que me das, ni siquiera por el resto de mi vida. Si te
quedas a mi lado, habrá cosas más tristes de lo que hay ahora. No quiero que
sufras así.

Dante se rió amargamente, al ver las largas sombras que había bajo sus pies.

—No eres el tipo de persona que merece ser tratada así.

—…

—Yo tampoco quiero perder a un subalterno tan bueno.

“Lo siento.” Una disculpa fluyó en voz baja.

—… ¿Me has traído aquí para decirme esto?

Los sentimientos de Raphael ya han crecido hasta el punto de que Dante no podía
controlarlos. Este era el momento para que Dante fuera honesto y explicara el
motivo de rechazarlo. Por lo tanto, mostró un lugar que para él, siempre sería su
prioridad en la vida.

Raphael abrió la boca para decir algo y la cerró. El viento fresco sopló y agitó el
cabello dorado. La mirada de Dante bajó.
Dante miró a Raphael un momento antes de seguir adelante. Acarició el hombro de
Raphael despreocupadamente al pasar.

Al final del cielo rojo se mezclaba una noche azulada. Ya era hora de volver.

Estaba a punto de sacar el móvil para llamar a un taxi, cuando Raphael se dio la
vuelta y se acercó a Dante. Agarró la muñeca de Dante y evitó que se alejara.

—Dante. —Las jóvenes pestañas doradas temblaron en el atardecer. —No creo


que sea posible para mí. No de esta manera.

Raphael dejó de hablar. La distancia entre los dos era mucho más estrecha que
cuando tuvieron una conversación hace un rato.

—…

La razón por la que no podía hablar no era porque no tuviera nada que decir, sino
porque ahora tenía demasiadas cosas que decir.

En lugar de tragarse esas palabras, Raphael apretó la mano con fuerza.

—Todas tus estrategias como Capitán en el campo de batalla fueron exitosas


pero…

Una sonrisa muy ligera, tan amarga, apareció en la boca de Raphael.

—Esta estrategia ha fracasado en gran medida.

—…

Dante era una persona que se reía cuando estaba en problemas. Era lo mejor que
podía hacer para poder defender sus emociones fingiendo que estaba bien y que
estaba relajado.

Esta vez intentó sonreír de nuevo.

—¿De qué estás hablando?

Miró a Rafael y acarició su cabeza…

—Realmente… has fracasado completamente esta vez.

El viento sopló entre las dos manos que se sostenían. Como no es bueno para ocultar
sus emociones, Raphael no pudo ocultar su sonrisa.
Los ojos verde claro, se mezclaron sutilmente con el escarlata y el rosa del atardecer.
Era el mismo color de una flor brillante que su significado era: “cortejo
apasionado”

***

Dante pasó la mañana en el gimnasio. Miró a su alrededor por casualidad, pero no se


le ocurrió ningún “tal vez”. Luego entró a las duchas y se fue a la iglesia solo.

—¡Dante!

—¡Es Dante!

—¡Dante también está aquí!

«¿Dante también está aquí?»

Justo cuando iba a preguntar quién había venido de nuevo, se encontró con un
hombre rubio que tenía niños colgando de sus brazos en el patio.

—¿Qué estás haciendo aquí?

—¿Estás aquí?

Dante no pudo borrar su expresión de desconcierto ante la respuesta demasiado


casual. Pero no podía permitirse el lujo de hacer la pregunta “¿Por qué estás
aquí?» delante de los niños.

Dante miró desconcertado a Raphael y soltó un breve suspiro que comprimió


muchas preguntas.

—Nos vemos luego.

—Si vas al aula, ya la he terminado.

Los pasos de Dante hacia la iglesia se detuvieron. Las cejas de Dante, que miró
hacia su dirección, estaban ligeramente fruncidas.

—Ese es el método de remuneración que me enseñaste como Capitán.

—…Sí, lo hice. Pero esto es algo que tengo que hacer…

—¿Por qué eres así, Dante? ¿Estás peleando con tu subalterno?

Los ojos de los niños que corrían emocionados por la llegada de Dante se abrieron
en sorpresa. Aunque Dante no levantara la voz, los niños se dieron cuenta
rápidamente que el ambiente entre los dos eran diferente.
—¿Quién está peleando? Hice una apuesta sobre quién llegaría primero, pero
perdí. No puedo creer que me haya ganado mi propio subalterno.

—Dante llega tarde.

—Lo sé. Ugh, estoy molesto.

Dante rápidamente controló el ambiente frente a los niños.

No mucho después, se escuchó una llamada de la iglesia para que fueran a comer.
Después de enviar a los niños al comedor primero, Dante agarró la muñeca de
Raphael y lo arrastró.

Se detuvieron en el pasillo de la iglesia, donde los niños no podían verlos. Y miró a


Raphael con dureza.

—Raphael Haynesworth. ¿Por qué estás aquí?

—He venido porque he prometido volver a verlos. Decidí volver a jugar fútbol
con David, y Stella me pidió que jugara con el nuevo juguete que compraste.

Raphael respondió despreocupadamente.

Sin embargo, la personalidad de Raphael no era tan descarada como la de Dante, así
que no podía mantener ese descaro por mucho tiempo. Cuando Dante lo miró con
firmeza, sus ojos bajaron rápidamente.

—Es el precioso lugar del Capitán… No he venido aquí con un corazón y


sentimientos imprecisos.

—…

—Ayer, estoy seguro que me trajiste aquí para disuadirme.

Raphael volvió a mirar detenidamente a Dante con los brazos cruzados.

—¿Cómo puedo rendirme después de escuchar eso? Me dijiste que no querías


que sufriera de esta manera, y la razón por la que me rechazaste fue… No hay
razón para que dude si es porque el Capitán me quiere menos.

—¿Por qué estás …?

—Desde que me viste como tu subalterno, me has gustado. ¿Cómo podría estar
herido por algo así?

—…
—No puedo renunciar a ti después de escuchar tales palabras.

Por eso dijo que la estrategia había sido un fracaso. Dante no sabía a donde había
ido el subalterno que siempre decía que “sí” a todo lo que él decía.

—Después de escuchar la historia del Capitán ayer, por primera vez agradecí
haber nacido en la familia Haynesworth. Puedo decir que me gustas más
porque eres así, sin ninguna preocupación.

Las pestañas de Raphael se hundieron como esporas húmedas. El sonido de las


voces de los niños se escuchaba débilmente en la distancia del pasillo.

—…Ya sea el 80% o la totalidad de todo el dinero que ganes, gástalo donde
quieras. El Capitán puede hacerlo. Cuando me dijiste sobre esto… agradecí
tener el dinero para demostrar que no era en vano.

—…

—Si tienes que venir aquí todas las vacaciones.

Las puntas de las orejas de Raphael estaban teñidas de rojo.

—Por favor, tráeme a mí también.

Era joven. El tiempo que pasaron como Capitán y subalterno era apenas seis meses,
pero no era el tiempo suficiente como para que aceptara una confesión y pudiera
arruinar la vida futura de Raphael Haynesworth.

Dante se dio cuenta de que la realidad no iba más rápido que Raphael entrando en su
vida. Ahora mismo, sabía que este sentimiento que comenzaba a brotar hacia
Raphael tenía que terminar.

Pero también los adultos eran personas antes que adultos. Dante se encontraba
profundamente agitado por el sol y las confesiones amorosas que se vertían sobre él.
Raphael Haynesworth era un hombre peligroso para Dante.

—…Entonces, ¿no te vas a rendir?

Se cruzó de brazos con las cejas fruncidas, pero Raphael notó que su voz se había
suavizado. Asintió rápidamente.

—No creo que mis acciones hayan sido completamente inútiles, porque puedo
ver que estás agitado y temblando. Me estás subestimando demasiado.

—Si estás en una operación en solitario, y hay una posibilidad de fracaso, tienes
que salir inmediatamente. ¿Acaso no lo sabes?
—Sé que tengo que entrar si veo una pequeña probabilidad.

—Debes detener la operación. Es una operación que no tienes que hacer.

—Lo siento. Estoy en contra.

—Ha…

Era un juego de palabras, pero el punto era entendible.

—Escúchame al menos la mitad de las veces, bastardo.

—No quiero hacerlo.

—…

No importa quién lo viera, el humor de Dante se alivió por completo. Raphael sonrió
tímidamente, y Dante se dio la vuelta con un profundo suspiro. Raphael lo siguió
con la cara ligeramente sonrojada.

Raphael, que caminaba sigilosamente junto a Dante, dijo “¡Ah!” y volvió a mirarlo.

—Capitán, yo también quiero hacerte una pregunta.

—¿Qué es?

—He venido antes y le he preguntado a la hermana Joanna…

Esta vez, Raphael frunció el ceño como Dante. Parecía resentido.

—¿Happy era un cachorro? ¿Parezco un cachorro?

—Ah…

Ahora que lo pensaba, llamó a Raphael “Happy” muchas veces sin darse cuenta.

—Huh… se parecen… Lo siento…

Dante no tenía nada que decir más que esto.

***

No había ninguna una imagen en la que Raphael se mostrara con las mangas de la
camisa arremangadas y los pantalones subidos hasta sus pantorrillas, mientras pisaba
la ropa sucia para lavarla*.
N/T: La traducción como tal es colada, que es lavarla ropa mientras se pisa dentro
de un recipiente.

Parecía que una agradable canción CM* se podía escuchar en cualquier momento
desde algún lugar. Las nubes como de algodón de azúcar y las hojas de sauce que se
balanceaban parecían un fondo preparado para él. Dante no sabía si era posible que
un hombre se viera bien en un viejo barril de madera.

*N/T: (CM송이) Canción CM: En corea, son las canciones que se crean
específicamente para algún comercial.

Raphael miró al cielo y se limpió el sudor del dorso de la mano. Una sonrisa se
dibujó entre sus labios. Si esta escena fuera un poco más en el centro de la ciudad,
seguramente recibiría tarjetas de agencias de espectáculos hasta el punto en que no
le cabrían tantas en las manos.

Dante pensó de esta manera mientras pisaba las mantas de los niños al lado de
Raphael.

«¿Cómo he conseguido este apasionado cortejo por parte de Raphael


Haynesworth?»

Antes de su confesión, siempre estaba dudando y se acobardaba, pero en cuanto se


decidió a empujar su corazón, fue directo como una excavadora.

El reconocimiento del terreno debe ser cuidadoso, el asalto debe ser rápido, el
enemigo no da un respiro para que pueda haber dudas, y se debe disparar cuando se
vea la oportunidad. Era una persona que practicaba muy bien su aprendizaje como
un estudiante modelo en su vida cotidiana.

Raphael, que no era más que un subordinado y un simpático subalterno, llegó a la


nariz de Dante en un instante. No pudo girar la cabeza, y no pudo apartarse ante los
ojos que lo miraban tan de cerca.

«Solías ser tan tímido. Eres guapo, estás en forma, eres dedicado…»

Los niños saltaron emocionados dentro del cubo de la ropa sucia que contenía a dos
personas. Agarrando las manos emocionadas de los niños, Raphael sonrió
ligeramente.

Dante no podía ocultar sus pensamientos y sentimientos infantiles.

Anteayer, es decir, la noche antes de traer a Raphael, Dante se pasó toda la noche
pensando en cómo decírselo. Y anoche daba vueltas en la cama por la molestia.
Ignorando todas esas preocupaciones solamente Raphael le dijo: “¡Me estás
subestimando!” y vino también el día de hoy.

Agarró un puñado de espuma que se había levantado sobre la pila de ropa. ¡Pak!, un
trozo de espuma blanca voló sobre el hombro de Rafael y se estrelló.

—Oh, el coche.

—¡Dante lo hizo!

—¡Dante lanzó espuma a Raphael!

Raphael miró a Dante sin poder creerlo.

No tenía que lanzarlo en secreto ya que estaba frente él, de todos modos. Dante
asintió y balanceó su hombro mientras lanzaba algunas granadas de espuma. La
espuma que apuntaba al pecho de Raphael impactó en su hombro mientras trataba de
esquivarla.

—Capitán.

—¡No molestes a Raphael!

—¿Por qué haces esto Dante?

—¡Te protegeré!

Los niños se aferraron a Dante y la espuma no pudo volar por lo que cayó.

—Oh, ¿así que quieren pelear?

Y continuó lanzando espuma una y otra vez.

La espuma que pretendía ser lanzadas a los niños, seguía volando hacia Raphael. A
medida que pasaba el tiempo, Raphael tenía más espuma que los niños que
salpicaban.

—Capitán…

—¡Oh, no!

—¡Dante, eres malo!

Una feroz batalla continuó entre él y los niños. Un trozo de espuma voló hacia la
mejilla de Dante, que estaba librando una pequeña batalla con los niños
emocionados
—Huh…

Dante se limpió la espuma y sólo levantó una comisura de sus labios.

Solo había niños de edad en la que todavía no pueden ir a la escuela durante la


semana, y era difícil que lanzaran espuma hasta su mejilla con su fuerza.

Raphael sonrió torpemente y giró la cabeza.

—Tú.

El Capitán Dante Bailey, que había sufrido un motín, abrió los ojos y agarró un
puñado de espuma.

—Levántate, ponte firme.

—Bueno, me han golpeado más de veinte veces.

—¿Así que vas a evitarlo?

—No… Chicos, por favor, protéjanme.

—Haynesworth, esta es una orden de tu Capitán. Atención.

Raphael abrió la boca absurdamente, enderezando su cuerpo.

—¿Por qué por algo así usas tu rango que nunca has usado en todo el periodo
de entrenamiento?

—¡No te burles de Dante, Raphael!

—¡Dante, eres malo!

—Oye, ¿quién te ha criado? Ahora te pones de su lado.

—¡Mi madre me crió!

—Ja… Es verdad. Sé bueno por las enseñanzas de madre. Y escúchame.

—¡Oye!

El niño, que saltó a la tina de lavado de Dante tomó espuma y la enterró en la cintura
de él. Raphael sabía que Dante había aceptado deliberadamente el ataque del niño.

En cambio, Dante mostró sus blancos dientes, sonrió y agarró al niño de la cintura.
El niño que hizo un ataque preventivo a Dante cayó primero en la tina de lavado.
A continuación se produjo un combate cuerpo a cuerpo. Surgieron las risas de los
niños que se hicieron más altas que antes y el sonido del agua salpicando.

Al final, la hora de la colada se convirtió en un ruidoso juego con agua.

***

—En lugar de lavar las mantas, se ha añadido más ropa.

Joanna sonrió mientras desvestía a los niños mojados. Y Raphael recibió una camisa
y los pantalones de Dante que el voluntario que había venido antes había dejado.

—Es una prenda grande, pero no sé si le quedará bien. Es todo lo que tengo, así
que tenga paciencia.

—Sí.

A Dante le pareció una combinación ridícula y fea, pero como la persona era
Raphael, parecía un modelo que tomaba la ropa de un diseñador loco. Más bien,
Dante, que llevaba una camisa y pantalones a juego con él, parecía más descuidado.

Anteayer estaba empapado por la lluvia, y hoy jugaba con el agua… El joven
maestro que creció maravillosamente después de seguir a Dante, ha sufrió mucho.

Incluso los dos tuvieron que terminar de lavar la ropa e ir al tendero del patio trasero
mientras cargaban las pesadas mantas y ropas para que se secaran. Aun así, Raphael
dijo que había hecho esto en el ejército, por lo que extendió hábilmente las mantas
con Dante a su lado.

La lluvia de primavera y el frío que traía la lluvia de primavera, se había ido. Ahora
era una primavera por completo. Ahora que estaba en un lugar soleado, no sentía
frío ni siquiera con una capa de ropa.

Era finales de marzo, cuando la primavera finalmente llegó. Por eso, solo le quedaba
una semana de vacaciones de un mes.

—¿Conseguiste la colocación*?

N/T: Colocación: Dante le está preguntando que si sabe a qué unidad lo mandarán.

—Todavía no.

—Ha llegado el momento de que te vayas.


El viento era fuerte, tanto que agitó las ramas y también la manta que acababa de ser
tendida. Cuando el viento pasó, los pétalos se pegaron alrededor de la manta. El alto
Raphael que se subió a la escalera portátil, se sacudió los pétalos.

—Te he dado una buena puntuación para la defensa y de tirador. Tienes un


buen rendimiento escolar, así que serás un líder de pelotón decente.

—Sí, gracias.

—Si hubiera sabido, que pensabas que no ibas a escuchar palabras como estas,
te hubiera hecho los últimos días difíciles. Te hubiera mandado a lugares
estrechos o tiendas deplorables.

—Entonces a mi padre le hubieras gustado más, Capitán. Quiere hacer de su


hijo un soldado de verdad.

—…

Dante sacó la manta y desplegó los pliegues. Ahora, incluso Raphael se avergonzaba
de la broma descarada.

En realidad Dante no lo hubiera hecho.

—He oído que cuando tienes un rango y te asignan a una unidad por primera
vez, te llegan muchas citas a ciegas por la zona.

Raphael cerró los ojos por un momento y después miró a Dante. Era un tema que ya
se había discutido una vez. Miró fijamente a Dante, que soltó una risa divertida.
Raphael dio un suspiro y saltó de la escalera.

—Voy a rechazarlos a todos. No voy a salir con nadie. Tengo que venir a verte
en vacaciones, así que no tengo tiempo para una cita a ciegas.

—¿Quién dijo que tienes que venir?

—… Huh.

—¿Eh? Oye, era una broma.

—…

Raphael se hizo el desentendido y sacó otra manta de la cesta. Dante se acercó a


Raphael, que colgaba su manta en el tendedero, y le clavó el codo en la espalda.

—No estoy diciendo que deje de gustarte, pero sólo lo harás cuando seas libre
del trabajo. ¿Cómo vas a hacerlo de esa manera?
—¿Realmente quieres que lo haga?

—Sí. Quiero que conozcas a una persona que se parezca a ti y que digas: “Oh,
estuve loco por un tiempo en ese entonces”. Entonces me burlaré de ti delante de
tu amante porque te gustaba.

—…

Raphael parecía muy molesto.

—Eso no va a pasar. Pase lo que pase, nunca conoceré a nadie más, no me


reuniré con nadie salvo por el trabajo. Ni siquiera quiero ir a una cita a ciegas
con una persona que nunca me ha gustado.

Contrariamente a la declaración confiada, los grandes hombros fueron cayendo poco


a poco. Eran como las orejas de un cachorro que había sufrido algo muy triste.

—Así que, por favor, no me digas que conozca a alguien más, no quiero a nadie
que no sea el Capitán.

No sabía si debía estirar la mano y darle una palmadita en la cabeza o si todavía no


estaba consciente de sus palabras.

Suspiró profundamente. Dante se preguntaba si ya había hecho suficiente por él.


Como un buen superior, no había más palabras que decir. Sin embargo, el
pensamiento seguía constante.

«¿Por qué quieres pasar tu buena vida persiguiéndome?»

«¿Qué puedo hacer si mi vida está a punto de torcerse?»

—…Está bien. Ya te he detenido lo suficiente.

Con el breve suspiro de Dante, los ojos de Raphael se agrandaron.

Ahora, Dante estaba cansado de esto, así que no tenía otra opción que rendirse.

—No sirve de nada preguntarse por qué persigues de esta manera a un


superior que es tan denso, te arrepentirás después.

—En absoluto. Si alguien dice eso, no soy yo. Es un enemigo disfrazado, así que
puedes dispararle.

Dante se rió. Las cejas de Raphael se alzaron cada vez más.

—Haz lo que quieras, haz lo que te plazca.


Su rostro se iluminó notablemente con algunas palabras y el significado que
llevaban. Dante hizo un gesto a Raphael. Luego, Raphael se acercó rápidamente a su
cabeza.

Dante le acarició el pelo con un poco de culpa que sintió al ver su rostro herido y
enfadado hace un rato. A pesar que su cabello, que siembre había estado ordenado,
ahora era todo lo contrario, Raphael le sonrió con cariño.

—¿Por qué te ríes tanto?

—Tengo el permiso del Capitán para que me sigas gustando.

—¿Qué? ¿Cuándo lo hice?

—Me dijiste que te quisiera todo lo que yo quisiera.

—Eh…

No sabía que su capacidad para interpretar la situación a su favor fuera tan grande.
Raphael, que parpadeaba sus largas pestañas con las mejillas rojas, susurró.

—Capitán, me gustas.

—…

Dante llegó con una respuesta un poco más tarde.

—Sí, lo sé.

Ahora lo sabía exactamente.

***

Pasó otra ruidosa tarde, y Raphael sacó su coche aparcado donde Dante estuvo
fumando a escondidas de su madre el día anterior.

—Capitán, te llevaré. Sube.

—¿Condujiste hasta aquí?

Cuando Dante venía, tomaba un taxi porque no tenía coche, y además porque la
carretera de la montaña era tan estrecha que un auto grande no podía pasar con
seguridad. Aunque alquilaba un auto todas las vacaciones, utilizaba un taxi cuando
venía casi a diario aquí.

Como era de esperar, las marcas de las ramas de los árboles eran visibles en todo el
auto de Raphael. A diferencia de Dante, que sintió lástima de él en cuanto lo vio,
Raphael, el propietario, lo miró con cara de: «¿Qué ocurre?». Bueno, él tenía un
historial de manejar los autos imprudentemente.

Está bien… Sólo puedes preocuparte cuando eres un subordinado. Pero no tienes
que preocuparte cuando tienes los recursos financieros de Raphael, que tiene como
padres el Comandante en Jefe del ejército y la Gobernadora provincial. Dante se
subió al asiento del copiloto dando las gracias.

—¿Te llevo a la residencia oficial?

—Sí. Gracias.

—Bien.

Los coches empezaron a circular por la única carretera con escasa iluminación.

Era una noche tranquila. La carretera de la montaña estaba tan tranquila como para
que los saltamontes se despertaran. Dentro de unos meses, se podrá escuchar el
sonido de las cigarras por toda la carretera.

Confiando en la poca iluminación, Raphael cruzó una pequeña parte de la carretera


de la montaña, y ahora el auto estaba en la carretera alrededor de las afueras de Islas.
La carretera estaba tranquila porque ya había pasado la hora del trabajo.

Al conducir por una parte elevada, pudieron ver una vista nocturna de la ciudad,
como si fueran joyas brillando debajo de ellos.

—Que hermoso.

Era una vista preciosa que sólo podían ver los que iban en el asiento del copiloto.

—Capitán, ¿te gusta la vista nocturna?

—Es hermosa. Es brillante.

—Entonces, volveremos un poco tarde a Islas.

Raphael, que miraba secretamente la cara de Dante desde la ventanilla, sonrió y se


cambió de carril.

En lugar de ir directamente a Islas, Raphael salió del paso elevado y recorrió el


camino junto al río.

El puente que cruzaba el río a un lado del asiento del pasajero, los coches que
cruzaban el puente y las luces de los edificios que se reflejaban a lo largo del río. Era
una escena que parecía mostrar el estándar perfecto de la vista nocturna en coche.
Dante abrió un poco la ventana. La brisa nocturna se filtró en el interior y le agitó el
pelo.

—No conduces como un estudiante modelo. Pensé que tendría que golpearte
ante tu descuido.

Aunque era un momento tranquilo en auto, había bastantes señales de advertencia


para el cumplimiento del límite de velocidad en el lugar. Aunque no superara el
límite de velocidad, no podía decir que era una conducción tranquila.

—¿Te sientes incómodo?

—No, está bien.

—Es un alivio. Debido a mi costumbre de correr en la pista de la villa todas las


vacaciones, cuando conduzco una carretera sin coches, suelo ser un poco
descuidado al hacer lo que quiero… Incluso escuché algo de mi hermana una
vez…Tendré cuidado.

—… ¿Pista?

Tal vez no sea la pista de atletismo que Dante conoce.

No sabía a lo que se refería, pero al parecer había una pista en la villa donde se
puede acostumbrar a conducir autos con dureza. Dante se rió de la historia de un
mundo demasiado lejano para él. Después de todo, Raphael no era el tipo de persona
que se preocupaba de que el auto estuviera un poco rayado.

Un enorme pato pasó sobre el río. Para ser exactos, era un gran barco con una bonita
cabeza de pato. Era un crucero ligero que navegaba por el río. Luego, en la
distancia, podía ver el Imperio. Eso significaba que el Sistema se estaba acercando.

El auto, que recorrió el río durante mucho tiempo, llegó al centro de la ciudad y se
estacionó frente a las residencias.

—Hemos llegado. Entra con cuidado. Por cierto, mañana no iré a la iglesia, así
que no vayas en secreto.

—Sí. Descansa.

Raphael se adentró un poco más en la residencia oficial y dio la vuelta al coche


aprovechando un espacio vacío. Dante salió del auto y se quedó parado allí con la
intención de despedirlo.

En ese momento, Raphael bajó la ventanilla del asiento del conductor.


—Capitán, lo ha dejado atrás.

—¿Eh?

«¿Se me ha caído algo?»

Dante buscó a tientas en sus bolsillos y se acercó al auto.

Raphael fingió sacar algo, diciendo: «Esto…», pero sacó la cabeza por la ventanilla.

Los labios de Raphael tocaron la mejilla de Dante.

Dante comprendió la situación y frunció torpemente las cejas, Raphael tan solo
sonrió.

—¡Oye, tú…!

—Buenas noches, Capitán. Entra con cuidado.

Raphael arrancó el auto.

Dante, que miraba la parte trasera del auto en movimiento, suspiró, mientras tocaba
el lugar donde Raphael lo había besado.

—Esto me está volviendo loco.

***

Justo cuando Dante abrió los ojos, su teléfono móvil empezó a sonar. Era obvio que
conocía muy bien el estilo de vida de Dante. Como era de esperar, era la teniente
Harris, su sub-capitana adjunta, su brazo derecho.

Con sólo cinco días de vacaciones restantes, no pensó que su teléfono de trabajo
sonaría. Dante contestó con tranquilidad.

—Sí, Angie. ¿Qué puedo hacer por ti a estas horas?

[—Capitán, ¿tiene tiempo?]

—¿Hoy?

[—Sí.]

Eh…, Hacía tiempo que no recibía una llamada así de la sub-capitana, así que Dante
estaba un poco avergonzado.

«¿Hay algo que quiere discutir?»


Dante buscó en su memoria y confirmó que no tenía ninguna agenda urgente hoy.

—Sí. Hoy no tengo ninguna cita. ¿Qué pasa…?

[—Entonces se lo contaré después.]

—¿…?

[—Buen trabajo.]

Con esas palabras, colgó el teléfono.

Menos de un minuto después de que Dante mirara la pantalla con cara de


desconcierto, el móvil volvió a vibrar. Esta vez era una llamada de Raphael.

—… ¿Hola?

[—Capitán, ¿puedo ir a tu casa hoy?]

«¿Qué era esta situación?»

Dante esbozó una sonrisa abatida.

—No, no puedes.

[—¿Qué? Bueno… ¿No dijiste que tenías tiempo?]

—¿Acaso compraste a tu superior para que investigara a su Capitán*?

N/T: Dante habla de Angela.

[—¿Cómpralo? No lo creo. No.]

La voz que respondió, “no”, se llenó de risas. Después de eso, Dante suspiró
profundamente.

—Hemos estado juntos en nuestras vacaciones, ¿no estás cansado de ello? No


eres mi amante.

[—…]

Raphael gimió sin hablar.

—¿Qué?

[—Bueno, no sé si debería estar triste por escuchar la palabra “cansado”, o feliz


por escuchar la palabra “amante”.]
—He dicho que no eres mi amante.

[—Pienso que me acabas de dar la posibilidad, por eso estoy feliz.]

Dante miró absurdamente hacia el lugar de donde provenía el sonido. En algún


momento, el tipo que solo era capaz de quejarse por decirle algo, ahora era capaz de
burlarse y aprender a responder a las palabras de Dante.

—De todos modos, yo tengo tiempo para Angie, pero a ti no.

[—Uh, ¿Por qué…?]

—Angie es linda, tú no.

Dante colgó el teléfono. Entonces, como si tuviera un deja vú, llamó a Angela
primero.

—Oh, Angie. Tienes tiempo ahora…

[—¡No hagas un ruido tan asqueroso por la mañana! Que tengas un buen día.]

Y el teléfono se cortó de nuevo. Dante se convirtió en un superior solitario.

El estómago de Dante estaba hirviendo. Era un gran error saber que no había nadie
para salir, excepto Raphael.

Dante llamó a su camarada, con el que llevaba cinco años viviendo en el sólido
techo del ODA-133, el Oficial al mando 18Z, Logan Turner.

—Señor, ¿estás pasando unas buenas vacaciones? ¿Qué estás haciendo hoy?

Más allá del teléfono, Dante oyó una risa no disimulada.

[—Capitán.]

—¿Qué?

[—Por favor, ve a molestar a tus subalternos.]

—…

[—Los subalternos pueden ser molestados por ti. Cuídate entonces.]

El teléfono fue colgado de nuevo. Dante comprendió la situación sólo después de


parpadear. Se convirtió en un superior solitario y luego en un Capitán solitario.
Estaba claro que Raphael había convencido a los miembros del equipo fingiendo ser
el único cachorro. Dante estalló en carcajadas.

—¿Crees que no conozco a nadie más que a mis compañeros de equipo?

Dante llamó a su compañero, Leone.

—¿Qué haces el día de hoy?…

Leone ya sonreía antes de que terminara la pregunta. «No me digas…» Dante


entornó los ojos. Tenía una premonición siniestra de las dos experiencias que había
tenido.

[—Hola, Dante.]

—…

[—Ve a jugar con Haynesworth. Es lindo.]

—Oye, ¿qué diablos estás diciendo…?

Leone, que no era su subordinado, colgó el teléfono sin siquiera despedirse. Dante se
convirtió en un superior solitario, después en un Capitán solitario y ahora en una
persona solitaria que fue abandonada por su compañero.

«¡En serio…!»

Dante encontró el número de Raphael en el historial de llamadas y lo pulsó con


fuerza

[—¡Capitán!]

A diferencia de la persona que llamaba, Raphael contestó el teléfono con gran


entusiasmo. Dante solamente entrecerró los ojos.

—¿Quién responde de esa manera a una llamada de su Capitán? ¿No me das


un saludo oficial?

[—Oh, sí, habla Raphael Haynesworth…]

—Levanta la mano directamente. Todavía no he recibido un saludo.

[—¿Qué? Sí.]

Hubo un sonido de roce de ropa como si realmente estuviera en una postura firme.
Al escuchar esto, se dio cuenta que seguía siendo un poco ingenuo.
—Subalterno Haynesworth.

[—Sí, Capitán.]

—¿Cuándo te has ganado a las personas de mi alrededor para que puedan


traicionarme?

[—Oh, no. ¿Cómo podría haber hecho algo así?]

—No te rías.

Raphael sabía que Dante no estaba realmente enojado.

De hecho, Dante ni siquiera era el tipo de persona que estaría realmente molesto por
algo así. No había ninguna razón para que Raphael llamara a los miembros del
equipo para quejarse que nadie quería reunirse con él, por lo que ante las palabras de
Dante no podía decir nada.

Por otro lado, cuando discutía con Raphael, Dante se volvía más y más infantil.
Hablaba con toda la fuerza de su voz.

—Está bien. Iré con mi madre. No voy a reunirme contigo.

[—Oh, pero la hermana…]

—¿Qué pasa con mi madre?

Había una cara seria en la voz que preguntó esta vez. «Oh, no», dijo Raphael
apresuradamente.

[—Bueno, el Haynesworth Resort abrirá sus puertas por la temporada, así que
le he preguntado si le gustaría visitarlo con sus hijos. Esto es realmente una
coincidencia. Creo que a los niños les gustará jugar en el agua… Y la hermana
puede estar en el spa…]

—…

[—Mi suegra* es alguien especial… Oh, no. Pedí a alguien que la cuidara
mucho.]

*N/T: Aquí Raphael habló como “madre”, pero en corea así les dicen a las madres
de su pareja, sin embargo, para que no se confundiera, lo dejé como “suegra”.

En otras palabras, significaba que su madre y los niños de la iglesia se estaban


divirtiendo en el Haynesworth Resort, que había sido alquilado. Dante se limpió la
cara.
—Entonces…

[—¡Quiero ir a la casa del Capitán hoy!]

Raphael también estaba hoy enérgico, lleno de un desconocido e insoportable afecto


por Dante.

No estaba acostumbrado a este pinchazo que siente cada vez que Raphael
demostraba sus grandes sentimientos.

Dante Bailey nunca en su vida había experimentado tanto afecto proveniente de una
sola persona. Por lo tanto, era impotentemente débil.

En su mente, había pensado: «Tu sinceridad de ponerte en contacto conmigo desde


la mañana es asombrosa. De alguna manera me siento feliz.» De repente, una
sonrisa apareció en la boca de Dante y su lengua pronunció palabras sin pensarlo.

—De acuerdo. Llama a la puerta esta vez, no entres directamente.

[—¡Sí, Capitán!]

—¿Cuánto tiempo tardas en llegar?

[—40 minutos… No, sólo tomará 30 minutos.]

—Tómate tu tiempo. Tengo que prepararme.

[— Sí, entiendo.]

Dante se levantó completamente de la cama. Limpió bien el desorden de la casa y se


dio una ducha rápidamente. Después de eso, no tenía mucho tiempo.

Cuando fue a un mercado cercano y volvió con los ingredientes que vio, Raphael
llegó casi inmediatamente.

—¡Capitán!

Una clara sonrisa le vino a la mente incluso cuando había escuchado la voz por el
teléfono.

—Pasa.

—Sí, gracias.

El amable hombre asintió de nuevo.

—Ya es hora del almuerzo, ¿no es así?


Asintió con fuerza ante lo que preguntaba. Dante sacó su delantal del cajón que no
había visto en casi un año y se lo puso en la cintura.

—Siéntate en la mesa de allí. Lleva algo de tiempo hacer algo.

—¿Lo harás tú mismo?

—Entonces, ¿vamos al restaurante subterráneo?

—No, puedo esperar durante horas.

—No tengas unas expectativas muy altas.

Dante se dio la vuelta y comenzó a cortar los ingredientes. Aprendió a cocinar en


caso de que tuviera que ser autosuficiente durante alguna operación, pero tuvo una
gran experiencia ayudando a preparar comidas en la iglesia.

Puso primero las patatas peladas en la olla, y después comenzó a pelar los demás
ingredientes y a cortarlos en trozos del tamaño de un bocado.

Cuando se acercó a la mesa de cocina, una mirada caliente provenía detrás de él y


era difícil de ignorar. Cuando miró hacia atrás, pudo ver a Raphael con los brazos
cruzados sobre la mesa y su rostro apoyado en la palma de su mano. Cuando las
miradas se encontraron, las cejas de Raphael se alzaron y sonrió con fuerza.

Pensó que al principio fue la apariencia lo que hizo que no pudiera apartar los ojos
de Raphael Haynesworth. Desde su primer encuentro, a Dante le sorprendió ver una
cara bonita que era difícil de ver como la de un soldado.

Lo siguiente fue porque era lindo. Cuando lo llamaba «Capitán, Capitán». Un joven
que no sabía nada y lo seguía, así que Dante quería enseñarle muchas cosas.

Y finalmente fue esa mirada. Los ojos desesperados que a veces le daba a Dante, y
los ojos llenos de un afecto incomprensible que era difícil no notar.

Cada vez que Dante se reía, se enfadaba o se hería, la expresión facial de Raphael
cambiaba, pero su mirada decidida no lo hacía. Eso hacía que no tuviera más
remedio que evitar esa mirada, haciendo que se girara hacia otro lugar como ahora.

A espaldas de Dante, se escuchó el sonido de empujar una silla y de alguien


levantarse, justo en el momento que cortó el tomate por la mitad. Raphael se acercó
por detrás de Dante. Incluso sin contacto, su espalda se sentía caliente como si el sol
del mediodía hubiera caído en ella.
Esta era la razón por la que privaba a Raphael de su mirada. Siempre había superado
los límites de Dante. Sin darse cuenta, Dante sonrió y acortó lentamente la distancia
entre ambos.

Entonces, agarró a Dante y lo abrazó.

Las manos de Raphael rodearon la cintura de Dante. El cuerpo de Raphael se apoyó


ampliamente en su espalda.

—Ahora estás haciendo esto sin permiso.

Aunque era un contacto fortuito, no estaba realmente enfadado.

Una breve sonrisa se filtró de los labios de Dante. Al girar la cabeza, vio el
esponjoso pelo rubio brillante de Raphael justo a su lado.

—Tengo un cuchillo. Es peor que una pistola.

Incluso dentro del SAG, el Capitán, que está entre los diez mejores en cuanto a
rendimiento en combate cuerpo a cuerpo, cortó limpiamente la parte superior de los
tomates y Raphael dijo:

—Incluso si la Tierra se destruye mañana, solo hay un manzano*…

*N/T: Aquí Raphael utiliza una metáfora diciendo que aunque sea el peor de los
casos, siempre hay algo que quiere tener.

—¿Qué?

—Aunque en cinco minutos me apuñales, te daré un abrazo de vuelta.

—Deja de decir tonterías.

Ante las absurdas palabras, la fuerza de voluntad volvió a desaparecer. Dante pensó
en el desvergonzado Raphael por un momento, luego lo empujó fuera de la cocina,
diciendo que hacía calor porque estaba frente al fuego. Raphael volvió a mirar a
Dante incluso después de ser expulsado a la mesa.

En un momento, los ojos de Raphael se retiraron de Dante. Esto lo ponía tan


nervioso como cuando lo miraba fijamente. Dante volvió a mirar a Raphael. Y
entrecerró los ojos.

Raphael miraba con atención la ropa limpia, que había a un lado en lugar de ver a
Dante. Especialmente, la ropa interior alineada.

—Si robas eso, no podrás salir de aquí.


—Oh, yo no la robaré. Lo tomaré con mucho gusto si me lo das.

—No te lo daré.

—Está bien…

—Ahora que he terminado, ven y ayúdame a poner la mesa.

—¡Sí!

Raphael disfrutó de la sencilla comida preparada por Dante.

Después de comer, los dos bajaron al gimnasio del sótano de la residencia oficial.
Raphael se tapó la boca con fuerza.

—No, estoy aquí para visitar al Capitán, y estoy entrenando de nuevo…

—Sólo tienes cinco días para usar la sala de entrenamiento del SAG.

—…

—Si vas a otra unidad, no habrá un lugar como este. Estas instalaciones son las
mejores para construir tu cuerpo

Dante soltó una risa y golpeó a Raphael en el estómago al recordar una escena del
pasado.

—Incluyendo los abdominales.

—…

Raphael, cuyo rostro estaba enrojecido, se adelantó. El movimiento entre cambiarse


la ropa y pasar entre los instrumentos fue decidido. Dante también calentó
ligeramente su cuerpo y se metió entre los instrumentos.

Después de observar a Raphael durante unos 30 minutos, Dante también fue a hacer
su propio ejercicio.

Mientras realizaba su correspondiente ejercicio, Dante sintió una intensa mirada, al


voltear se dio cuenta que Raphael lo miraba y cuando sus ojos se encontraron,
volvió a inclinarse hacia atrás y comenzar a hacer flexiones. Luego, Dante volvió a
mirarlo, Raphael, sabiendo que lo estaba observando, aumentó su velocidad.

Después de un largo rato, un cachorro grande gritó con su cuerpo:

“Soy bueno, ¿verdad? Tengo un buen cuerpo, ¿cierto? Soy bueno en esto,
¿verdad?»
Raphael Haynesworth. Como su nombre lo indicaba, subía y bajaba su espalda como
un ángel batiendo las alas.

Era muy atractivo ver un cuerpo sólido tallado como una escultura. Ese cuerpo no
era posible construirse solamente con ejercicio, solo era posible si uno nacía así.

El cuerpo ideal se movía de arriba abajo, haciendo flexiones, Dante pudo ver que
cada vez que sus brazos aplicaban fuerza al bajar el cuerpo, la ropa se estiraba. Era
un espectáculo bastante vergonzoso para Dante.

‘—Capitán, Capitán, esto se siente bien. Ah.’

‘—Hey, tú, ¿Cuántas veces vas a hacer esto…?’

Raphael cubría el estómago de Dante con esa espectacular figura, mientras subía y
bajaba sin descanso. Su aspecto le recordaba a un largo día en el hotel.

Los labios de Dante se levantaron en silencio. Dante abrió la puerta de cristal


dividida en sectores y se acercó a Raphael. Luego, se puso en cuclillas con su
espalda apoyada en la puerta de cristal, su sombra cubrió a Raphael.

Los ojos de Raphael se levantaron de nuevo para mirar a Dante. Sus labios se
estremecieron y una tímida sonrisa se dibujó.

Dante inconscientemente también se rio.

—Buen trabajo.

—Gracias.

Raphael puso más presión en sus brazos.

—Supongo que tienes una gran resistencia porque has estado haciendo
flexiones últimamente.

Raphael miró a Dante con ojos desconcertados. Dante sonrió.

Sí. Ahora que lo pensaba, Dante ha estado actuando de manera inusual los últimos
días, desde que habían regresado de la iglesia…

—Tenías tanta resistencia que no me soltaste durante dos noches y tres días,
¿no te parece?

—Pues… sí.
Raphael se sonrojó. Entonces sonrió tímidamente. Su resistencia juvenil era buena.
Pero esa no era la respuesta que Raphael tenía que dar aquí. Una sonrisa más grande
se dibujó en los labios de Dante.

—Si hubiera dejado que continuaras, podrías haberlo hecho durante tres días
más.

Sólo Raphael pudo oír la voz baja.

—Bueno, eso, eso es correcto.

—¿De verdad?

—¡Sí!

Cualquier otra persona se habría dado cuenta del entusiasmo que Raphael tenía en
ese momento. Sin embargo, era una sugerencia para Raphael, que ni siquiera pudo
darse cuenta de la cara que empezó a ponerse roja.

—Estoy de vacaciones pero me queda mucha energía, ¿qué debo hacer?

Las yemas de los dedos de Dante acariciaron suavemente la mandíbula de Raphael.


La sonrisa de Raphael se congeló torpemente. Todo su cuerpo tembló por un
momento.

—¿Debo ayudarte de nuevo?

Un sonrojo cubrió su rostro por completo. Raphael, cuyo rostro estaba sonrojado,
asintió con entusiasmo.

—Hazlo, ayúdame, me encantaría si lo hicieras.

—De acuerdo, te ayudaré.

Dante se levantó, caminó con paso firme y se dejó caer sobre la espalda recta de
Raphael. Por muy fuerte que fuera el cuerpo entrenado, se añadió el peso del mismo
soldado Dante, y su cintura se hundió en ese instante.

—Ugh.

—¿Peso mucho?

—Oh, no. Es ligero… Eres como una pluma.

—Vaya, eso es genial.


Las venas en los brazos de Raphael se hicieron más marcadas. Los músculos de la
espalda se tensaron. «¿Cómo puedes decir eso y avergonzarte cuando estás
gimiendo de dolor al tener una persona en tu espalda?» Los labios de Dante dejaron
escapar una risa.

—Supervisaré tu entrenamiento. Arriba y abajo.

—…

—Empieza.

Durante medio año, el afecto de Raphael hacia Dante creció, pero también durante
medio año había sufrido de sus extremos entrenamientos. Por lo que, cuando
escuchó la voz de su Capitán, su cuerpo se movió por reflejo.

—Vamos, sigue esforzándote, abajo.

La cintura donde estaba sentado Dante, bajó.

Si Raphael tenía músculos en su cuerpo debido a su entrenamiento físico, Dante


tenía siete años de experiencia en el campo, y solo tenía los músculos necesarios que
estaban firmes. Debido al peso de esos músculos, Dante pesará bastante aunque
parezca delgado a simple vista. Él debe de ser pesado, pero Raphael bajó
firmemente la parte superior de su cuerpo como si eso no fuera impedimento.

—Vas muy bien, arriba.

El brazo tembloroso de Raphael se estiró de nuevo y el cuerpo de Dante subió.


Dante siguió diciendo “¡Abajo!… ¡Arriba!” y Raphael solo seguía sus órdenes.
Entonces, alguien asomó su cabeza contra la puerta de cristal.

—Capitán, me preguntaba qué estaba haciendo. ¿Está molestando a su


subalterno de vacaciones?

Eran dos miembros del equipo que salieron a entrenar. Dante sonrió con la barbilla
apoyada en su mano.

—Así que había otros dos idiotas que salieron a entrenar durante las
vacaciones, que suerte que aparecieron y llamaron mi atención.

—Estábamos conmovidos por esta encantadora escena, por eso pasamos a


saludar. Entonces nos iremos sin molestarlo, Capitán.

—Gracias.

—Sí.
Las dos personas se apresuraron a cerrar la puerta y se fueron. Salieron apresurados
hacia un lugar donde no podían verlos por si su Capitán volvía a llamarlos. No
querían ser atrapados por un hombre que venía a la ligera a un gimnasio en su día de
descanso y que era capaz de tomar a su subalterno con la intención de romper el
record del SAG con una cara tan tranquila. Junto a la evaluación de ser un buen
Capitán, todos los miembros del equipo sabían que era una persona algo rencorosa.

—Sigamos… Abajo, ¡apresúrate!

Sólo quedan dos personas en el lugar remoto. Dante no podía ver ninguna mirada
que se dirigía a ellos.

Dante se acostó sobre su espalda erguida que seguía subiendo y bajando. Dante
sintió el calor causado al ejercicio en su espalda.

—Capitán.

Las orejas de Raphael se pusieron más rojas, aunque sería más fácil aguantar debido
a la dispersión del peso.

—¿Qué pasa?

Dante respondió con pereza. Los latidos de Raphael golpearon la espalda de Dante.
El pelo dorado y húmedo le hacía cosquillas en el cuello y las mejillas.

—Todo lo que el Capitán me diga que tengo que mejorar, confío en que podré
hacerlo.

—Tu postura. Cuando te agachas, tu hombro izquierdo baja un poco antes,


corrígelo.

—Oh, ya veo… No, me refiero… sabes que ese no es el significado de mis


palabras.

—Te dije lo que debías mejorar porque dijiste que podías hacerlo, pero ¿cómo
puedo saber otro significado?

—…

Dante desvió la mirada una vez más en una cama dura e incómoda, pero cálida, que
subía y bajaba. Dante estaba varios pasos por delante de Raphael para ser hábil con
las palabras.

El cuerpo de Raphael volvió a subir y bajar en silencio. Pronto Dante levantó su


cuerpo mientras presionaba a Raphael.
—Capitán.

—¿Qué?

Mientras se ponía de pie, Raphael se dio la vuelta y su equilibrio se derrumbó. El


trasero de Dante golpeó el suelo.

Aprovechando el breve gemido. Raphael se acercó colocando sus manos a ambos


lados de Dante. Su mirada fue tan profunda y pesada que Dante sintió que podía ver
a través de él.

—Capitán, nosotros…

De la misma manera que la primera vez cuando se conocieron, Raphael miró


directamente a Dante. Los labios gruesos y perfilados, estaban temblando.

Y entonces Dante, acostado debajo de él, sonrió. Incluso antes de que Raphael
empezara a hablar, su cara ya tenía una respuesta.

“Basta. Detente ahora.”

Fue el rechazo más suave y dulce del mundo.

—¿Puedo levantarme?

—…Sí.

Raphael se apartó y Dante se levantó. Dante, que trató de burlarse de él para después
irse, fue detenido por la muñeca. Raphael todavía dijo con la cara roja:

—De cualquier manera… siento que todavía tengo algo de resistencia.

“Me rechazaste otra vez. Entonces abrázame al menos una vez”

Los ojos de Raphael decían eso.

—De nuevo, ¿puedes ayudarme?

—…

En cuanto regresaron a la residencia oficial y Dante cerró la puerta, Raphael lo besó.


El reloj de Dante, que estaba colocado sobre la mesa, se movió de lado.

Ha pasado otro día de vacaciones. Ahora solo quedan los días suficientes como para
contarlos con los dedos de una mano.

Así que hoy Raphael parecía aún más impaciente.


Raphael, que acostó a Dante en la cama, colocó los muslos de Dante entre sus dos
piernas y sacó de su bolsillo del pantalón su cartera.

Los diferentes condones que sacó fueron colocados en la cama. Los colores eran
diferentes para cada tipo. Y Dante vio un tamaño que nunca antes había visto.

—Estudié mucho más y he repasado mucho de lo que aprendí ese día. También,
hay algo nuevo que quiero intentar hoy… así que también lo he estudiado a
fondo.

—¿De verdad?

—Sí. Esta vez lo haré mejor.

Raphael se quitó la camiseta que llevaba puesta. Los hombros hinchados palpitaban
debido al ejercicio de hace un rato. Pronto Raphael volvió a cubrir a Dante.

—Ah…

Un fino aliento se filtró de la boca de Dante, que fue mordido en el cuello.

***

Raphael besó la barbilla de Dante de manera que había marcas rojas en este. Estaba
en una posición que, naturalmente miraba a Dante acostado.

Cuando Raphael giró la cabeza hacia un lado, la suave línea de la mandíbula se hizo
aún más prominente. Tras establecer contacto visual con Dante, Raphael inclinó la
cabeza y sonrió.

—Lo has hecho varias veces, así que puedo ver que estás relajado*.

N/T: Dante habla sobre que Raphael ha sonreído mucho.

Era agradable ver a Dante llorando de excitación después de haber eyaculado, pero
sonriendo mientras tenía sexo, era una vista más notable y excitante de ver.

—Capitán, eres el más sexy cuando sonríes mientras tienes sexo, por lo tanto…

—¿Me has copiado?

—Sí.

—Pensé que habías crecido, pero ¿por qué actúas lindo de nuevo?

Raphael levantó la pierna de Dante. Sus ojos se dirigieron a la cara de Dante y besó
la cicatriz de su rodilla. Un escalofriante placer lo invadió.
—Capitán, he hecho una autentificación de adultos, así que investigué mucho.

—Oh, ¿en serio lo hiciste? Eso es genial.

—¿Te importaría que lo intentara?

Era la voz de un subalterno cuyos deberes eran revisados por un superior que solo lo
escuchaba.

—Adelante.

Raphael se inclinó y cubrió los labios de Dante. Intentó entrar en su boca


torpemente, para luego buscar en el interior de esta y retroceder. Aprendió a hacerlo
bastante difícil.

Raphael levantó la camiseta de Dante y acarició la parte superior de su cuerpo. Tocó


los pezones de su pecho de forma circular.

—Ugh…

Raphael envolvió uno de sus pezones con sus labios y encerró el otro entre sus
dedos. Los labios sujetaron profundamente todo el pezón.

La lengua húmeda hizo cosquillas en la protuberancia. Los dientes de Raphael


tocaron solo lo suficiente para aliviar el picor. Una sensación de adormecimiento
surgió en el pecho de Dante como si no tuviera ninguna emoción.

Raphael había dicho que había estudiado, pero ahora demostraba la sincera
preparación que había hecho este estudiante modelo.

—Ah, Haynesworth.

La mano que tocaba el pecho de Dante bajó, abrió la hebilla y bajó la cremallera.

—Haaa, ah…

Las manos de Raphael acariciaron la cintura de Dante, pasaron por su espalda y


apretó el trasero dentro de la ropa interior.

Mientras se distraía con la estimulación, Raphael fue quitando una a una las capas
de ropa de Dante.

«¿Cuándo mejoraron tanto sus habilidades?»

—Haynesworth, ah…
Por otro lado, Raphael, que finalmente besó los pezones, levantó la cabeza. Los
labios de Raphael se pusieron más rojos que los pezones hinchados. Dante ya no
podía recordar su sonrisa inocente y tímida.

—Has estudiado bien.

—¿De verdad?

—Sí. Haz más.

—Sí, haré lo que pueda.

—Estoy muy orgulloso de ti… es increíble.

Después de liberar la parte de enfrente y dejar a Dante completamente desnudo,


Raphael se puso un condón en el pene. El gel del preservativo humedeció la rígida y
apretada entrada y en cuanto la parte del glande entró, la entrada se amplió
adaptándose a Raphael.

Su cuerpo, que había tenido relaciones sexuales con Raphael anteriormente, lo


recordaba. La entrada que siempre estaba rígida se estremeció y comenzó a
ensancharse. El glande entró rápidamente.

—¡Ah!

Sintió un adormecimiento agradable en el interior. Dante no sabía si fue por


casualidad o porque había encontrado un punto agradable, pero eso hizo que su
espalda temblara. La fuerza en su vientre bajo se aumentó y las curvas dentro se
hicieron más prominentes.

Cuando Dante abrió los ojos que había cerrado por un momento, Raphael susurró
mientras mordía el cuello de Dante.

—¿Te está gustando el día de hoy?

—Ah…

Esta vez el escalofrío llegó con claridad. La tensión entre las dos personas
superpuestas aumentó gradualmente.

Después de un largo rato, la compostura de Dante comenzó a agotarse. Raphael era


el mayor estímulo que había llegado durante sus relajadas vacaciones.
Capítulo 6
Romantic?
Era la primera reunión de Oficiales y Suboficiales de equipo después de mucho
tiempo. Los miembros eran el Capitán Dante Bailey, la Sub-capitana del equipo, la
Teniente Angela Harris, y el Oficial Jefe de estado, Logan Turner.

El Capitán, sentado en el centro, los miraba con rencor, y los otros dos sabían el
motivo.

—Traidores. Han abandonado a sus camaradas.

Dijo Dante. Angela y Logan se encogieron de hombros y sonrieron.

—Pero usted ha vuelto sano y salvo.

—No es verdad. ¿Cómo ha podido mi jefe ponerse del lado de Haynesworth,


que sólo tiene medio año de conocerlo, que a mí, con el que hemos estado cinco
años? El Oficial es de lo peor.

Fue una fuerte protesta por el incidente telefónico. Para Dante, que creía tener la
confianza y lealtad de la gente que conoce, no podía olvidar el triste momento en el
que tuvo que convertirse en un superior solitario, un Capitán solitario y una persona
solitaria.

A pesar de su fuerte protesta, los dos no se inmutaron.

De hecho, Angela ya se estaba riendo. El final de las vacaciones fue lamentable,


pero se sintió mejor porque se empapó del agradable ambiente del equipo después
de mucho tiempo. Dante era realmente un superior raro y precioso.

—He oído que te ejercitas para intimidar a tus compañeros. Lo he oído todo. El
Capitán se ha estado divirtiendo mucho con alguien durante medio año.

—Jugando con él. Eso no es posible, prácticamente lo crie. Yo lo hice un


hombre.

El Oficial Logan miró a Dante y levantó los labios ante las valientes palabras. Era
una sonrisa hecha por una persona que no tenía otra opción que detener a Dante.

—Hemos tenido una larga charla. Entonces empezaremos la reunión…

—Recuerdo cuando el actual Capitán Dante llegó por primera vez al equipo
como sub-capitán del equipo. En ese entonces era un sargento, pero lloraba y
me preguntaba cómo podía hacer las tareas que le encomendaban con una cara
torpe, y al final, lo regañaban todos los días porque no sabía cómo terminarlas.

Los esfuerzos de Dante por cambiar el tema se tradujeron en un fracaso. Y Ángela,


claramente, vio enrojecer la punta de las orejas del astuto Capitán.

—Oh, ¿cuándo lo hice? Nunca he llorado delante de otras personas. No me


incrimines, Oficial Logan.

—¿El Capitán? ¿De verdad?

—En esa época, el Capitán de Dante no era muy amable con sus subalternos,
así que lo pasó muy mal.

—Oh…

—¿De verdad vas a hacer esto delante de mis subordinados?

Los ojos de Angela se iluminaron como si fuera interesante. Dante, que no tenía
nada que decir porque no encontró valor, sonrió y suspiró profundamente.

—¿Quién era el líder del batallón en ese entonces?

—La Mayor Elaine Taylor. Porque… era una persona estricta y contundente,
pero porque se preocupaba por mí. Sin embargo, alguien como yo, que estaba
asustado y quería derramar lágrimas casi todos los días, me daba palmaditas.
Pero palmadas en la boca. Aun así, aprendí mucho de ella.

—Es alguien de quien no recuerdo haber oído hablar… ¿sigue en el SAG? —


Preguntó Angela.

—Tengo entendido que fue recomendada por el agente de Equipo Especial de


Servicio de Inteligencia. —Respondió Logan.

—Angie, deberías estar agradecida. Me tragué mis lágrimas en ese entonces, y


cuando me enteré que sería el Capitán, tenía que hacerlo bien y no ser igual.
Por eso soy tan amable contigo.

—Parece que tienes poca práctica en comparación con tu entrenamiento de ese


entonces, Capitán*.

N/T: Angela se refiere a que Dante no sabe como tratar a sus subalternos, siendo
estricto y hasta distante con ellos.

—Estoy de acuerdo. Especialmente, ¿no tratas cada año peor a los subalternos
que llegan? —comentó Logan.
—Seamos sinceros. Haynesworth es el que está más apegado a mí. No saben
nada ustedes dos.

—Tú eres su Capitán y aun así lo molestas.

—Así es, eres su Capitán. Ni siquiera puede pedirte que te diviertas con él
porque posiblemente te tiene miedo, por eso es agradable alrededor de mucha
gente.

—…Vino a mi casa con seguridad y tuvo una comida servida por una persona
siete años mayor que él.

Era amable con sus subalternos. Aunque ni siquiera tomara algún beneficio de ellos,
Dante era una persona que los ayudaría de todos modos. La razón por la que dijeron
palabras maliciosas, era porque ambos lo sabían. Solo querían burlarse de él un
poco.

Dante hizo a un lado la charla que solamente podría dejar heridas y sacó a relucir el
propósito de la reunión. Era una discusión sobre lo que el Equipo hará en el Sistema
a partir de ahora. Dante, que una vez llegó al SAG recién graduado como Raphael,
ahora está a cargo de un equipo y discutía las estrategias para poder liderarlos
correctamente.

Los tres se sumergieron seriamente en la información de la operación, borrando su


apariencia amistosa.

—En el campo, el 6-6 está predominado para los grupos de entrada y de espera,
pero esta vez, habrá muchos cambios ya que todos los miembros deben de ser
desplegados. Creo que sería mejor que el Oficial Logan y yo nos hiciéramos
cargo de la distribución de los que tienen dos años de experiencia o menos, en
lugar de retirarlos incondicionalmente. ¿Qué le parece?

—Sí. Me gusta como piensas.

—Sí. Entonces la distribución sería…

La reunión de las tres personas duró unas dos horas. Angela, que era la más joven de
los tres, no podía participar mucho, pero sabía que la razón por la que Dante la
llamaba aquí era para ver la reunión de los dos y aprender. Cuando Angela asuma el
liderazgo de su equipo unos años más tarde, no tendrá una experiencia más útil que
esta.

De hecho, Angela consideraba a Dante un buen superior, no solo porque puede


burlarse de él sin ser reprendida, también porque la ayudaba más que cualquier
persona. Conocer a su jefe directo como Dante, fue una de las mejores suertes que
tuvo en su vida militar. Probablemente será difícil volver a conocer a un jefe como
Dante.

Por eso, aunque Raphael, que era guapo y se llevaba toda la atención de tan preciado
Capitán, ella no podía evitar sentirse triste a menudo. Angela sonrió en silencio, y se
concentró en la conversación de ambos.

Después de la reunión, Dante se enderezó después de dos horas. Y se levantó de su


asiento.

—Gracias. No queda mucho tiempo, pero disfruten de lo que restan de sus


vacaciones.

Dante, que suele sugerir que coman juntos, se despidió. Angela le preguntó a Dante.

—¿A dónde vas?

—No puedo superarla frustración de sus acusaciones de no cuidar a un


miembro de mi equipo, así que hoy iré a compensarlo.

—Ah… Está bien.

Después de todo, Raphael pronto será desplegado, y no pasará mucho tiempo antes
de que se vaya como el Jefe de pelotón de otra unidad.

Había dicho que debía cuidar de sus subalternos en lugar de molestarlos, pero de
hecho, no había nadie que no supiera que Dante cuidaba de Raphael más que nadie.

En estos días, tanto Logan como Dante se sentían extremadamente ansiosos porque
no pudieron cuidar bien de sus subalternos. A uno, lo seguía un subalterno durante
medio año, y el otro acepta a todos los que quieren entrar en su unidad.

Pero, de alguna manera no era algo malo, era lo contrario. Por lo que Dante, con una
sonrisa dijo.

—Nos vemos luego.

***

—¡Capitán!

Ahora escuchó una llamada que le resultaba demasiado familiar. A continuación,


Raphael, que mostraba una amable sonrisa, corrió hacia Dante.

Raphael, que estaba listo para ir a su pelotón, apareció después de cortarse el pelo,
que había crecido un poco durante un mes.
A Raphael le dieron el puesto de comandante de pelotón de una división estacionada
en la provincia a unas tres horas en coche de Islas. Era una unidad que incluía en su
jurisdicción una gran carretera dentro del Sistema, y era conocida por ser un lugar
difícil. Pero será soportable en comparación con los agitados seis meses en el SAG.

Además, si se va a otra unidad y el entrenamiento de seis meses fue en el SAG,


probablemente no habrá muchos superiores que podrán ignorarlo. Dante trató de
enseñarle todo lo posible.

—¿Terminaste bien la reunión?

—Sí.

—… Ahora, me perderé de la futura operación del Capitán.

Un mes de vacaciones se sumó al medio año. Durante ese tiempo, Raphael


Haynesworth grabó claramente su nombre y su existencia.

De un subalterno que simplemente se iría después de medio año, Raphael se había


convertido claramente en algo más. Dante acarició la cabeza triste de Raphael.

—Nunca pensé que un mes pasaría tan rápido.

Además, después de verlo durante un mes con otra ropa que no fuera el uniforme
militar, pensaba que sería incómodo volver a verlo con el uniforme militar.

—Sí. Ni siquiera sé cómo pasó.

Después de recibir unas largas vacaciones después del regreso de las tropas, Dante
se sentía aburrido y unos días después de un buen descanso, solitario. Pero estas
vacaciones no fueron de esa manera.

Nunca le parecieron aburridas.

Tal vez por Raphael, que provoca que se sorprenda, que se ría y que se sienta
aturdido a cada momento. Fueron las vacaciones más inolvidables que Dante Bailey
tuvo en ocho años.

Hoy, Raphael le pidió a Dante que tenía un último lugar al que quería ir con él. Era
el lugar donde por primera vez le hizo su torpe confesión a Dante.

Raphael, que salió con un ridículo traje de tres piezas en aquella ocasión, esta vez
iba cómodo e informal.

Las dos personas se sentaron en el mismo lugar que hace un mes.


El mesero, que había traído el absurdo ramo de flores, reconoció la cara de Dante y
Raphael.

«Ah, pensé que lo había arruinado, pero supongo que salió bien.»

Con ese pensamiento, levantó el pulgar hacia Raphael, que sonrió brevemente y
negó con la cabeza. El mesero levantó la vista y siguió su camino.

Aquel día, Raphael, que se había confesado e incluso había sido rechazado hasta tal
punto de llorar; hoy sonreía frente a Dante. Antes de darse cuenta, ambos se habían
acostumbrado a establecer contacto visual y sonreírse.

Dante apoyó su espalda en la silla y ladeó su cabeza.

—En estos momentos…

—¿Qué?

—Creo que has crecido un poco.

—He crecido un centímetro durante mis vacaciones.

—¿Realmente creciste? ¿Todavía puedes seguir creciendo?

No era sólo una simple sensación de que el nivel de sus ojos estaba un poco
elevado.

Cuando lo conoció, pensó que aunque era más alto que Dante, parecía demasiado
joven. Ahora esa sensación ha desaparecido.

Hoy ha preparado una comida sencilla en lugar de un té.

Raphael, que debió haber crecido muy bien, no se preocupaba por el tipo de comida
ni por cómo comerla. Hubo numerosas escenas, entre ellas la de comer bocadillos
acompañados de alcohol en una taberna, la de comer juntos en un comedor de la
iglesia, la de comer comida preparada por Dante, y la de comer en un restaurante de
lujo.

A medida que aumentaba el tiempo que pasaban juntos, iban apareciendo ante sus
ojos más y más cosas que no se veían en ese entonces.

—¿Has terminado de hacer tu equipaje? ¿Te irás mañana?

—Sí. Me voy al amanecer.

—Hoy tienes que irte temprano a casa.


—Vendré a visitarte a menudo.

Raphael sonrió.

—Así que, por favor, abre la puerta como ahora.

—Lo haré siempre y cuando no llegues y solo entres por tu cuenta.

Dante asintió con la cabeza. No podía ignorarlo cuando llamaba a la puerta con tanta
ansiedad.

Salió el plato principal. Cuando se sirvió el filete, Dante se rió al escuchar al mesero
describirlo como una carne que había sido envejecida durante más de 1000 horas
utilizando técnicas de envejecimiento en seco.

—Capitán, ¿te gusta?

—Sí. Es el sabor que esperaba.

El ambiente de la comida era suave. La conversación que recitaba el pasado era


fluida y suave, sin ser detenida, y había una sonrisa en los labios de ambos.

Por otra parte, sabían que el día siguiente sería diferente al anterior, cuando podían
encontrarse fácilmente.

Los dos no usaron palabras como «la próxima vez» o «cuando nos encontremos de
nuevo» que solían mencionar a menudo. Por último, el hecho de que hoy sea el
último día y de que no podían reunirse tan a menudo como antes, hizo que la
reunión habitual tuviera un ambiente ligeramente diferente.

—Mañana, dejarás de ser el miembro más joven del equipo y por fin llevarás tu
placa. ¿Cómo te sientes?

—No lo sé. No, en realidad estoy más decepcionado. Ahora que tengo gente de
la que debo responsabilizarme, tengo miedo.

—Lo harás bien. No sé si seré de ayuda, pero llámame si tienes alguna


dificultad.

—Sí.

Siguió una comida silenciosa durante un rato. El suave movimiento de Raphael era
un poco menos tenso. Raphael dejó la vajilla y miró a Dante.

—Bueno, mañana no seré más un miembro del equipo.


Dante también vio a Raphael.

—¿Todavía será difícil si lo intento una vez más?

Era una pregunta cautelosa. Pero tenía fuerza. No había un gran ramo, ni un traje
elegante, pero se sentía más serio que entonces.

—Lo siento. —Por eso Dante dio una respuesta sincera. —Sé que tus
sentimientos son serios y también que te convertiste en una persona especial,
pero… Todavía no estoy seguro de poner a un buen joven llamado Raphael
Haynesworth en una relación incierta de amor y poder tratarlo bien. Lo siento.

Raphael no se sintió decepcionado ni mucho menos insistió ante el “no”.


Simplemente se limitó a asentir.

—No pasa nada. Gracias por compartir tus pensamientos, Capitán. Me


acercaré y esperaré todo lo que pueda.

—¿Y si un tipo guapo llega y se acerca a mí?

—Entonces, por favor espérame, me volveré incluso más guapo.

—Eres lo suficientemente guapo. Incluso dejando de lado tu forma de hablar.

Raphael se rió alegremente. Era plenamente consciente de que Dante no lo decía en


serio.

—…Oh, claro.

Dante miró a Raphael.

—Ya no eres un miembro del equipo, ahora ya no soy tu Capitán. Solo soy tu
superior. Ya me hablas informalmente, puedes dejar el rango de lado.

—Oh, estoy muy acostumbrado. Intentaré cambiarlo poco a poco… En


realidad, no es difícil cambiar el rango, pero no quiero soltar la cuerda que está
conectada al Capitán.

—¿Hay diferencia entre superior y junior, y Capitán y subalterno?

—Es diferente. Es definitivamente diferente.

«Haz lo que quieras»

Dante asintió ligeramente.

—Y de nuevo.
Una sonrisa de significado desconocido apareció en la boca de Dante.

—¿Puedo llamarte por tu nombre?

Los ojos de Raphael se abrieron de par en par. Luego su boca se abrió tanto como
sus ojos. A continuación, la boca ancha subió. Era una sonrisa como el sol brillante,
como si no hubiera nubes.

—¡Sí! Uh, sí, llámame. ¡Llámame ahora!

—¿Ahora? Sería un poco raro ahora mismo. Yo también estoy acostumbrado a


llamarte Haynesworth.

Dante utilizó la misma excusa que había dicho Raphael. Estaba claro que esa
expresión y tono era de broma.

—Sunbae*. Dante sunbae, lo he cambiado. Por favor, di mi nombre…

N/T: (선배) Sunbae: Una persona que es superior o superior a uno mismo en
estatus, edad, habilidades académicas , etc. en el mismo campo .

Raphael se desprendió muy fácilmente de su apego al título de Capitán. Con un


pequeño suspiro, Dante dijo con una cara un poco avergonzada.

—Raphael.

Raphael sonrió sincera y alegremente.

Dante aún no ha aceptado del todo a Raphael. Sin embargo, después de que Raphael
recorriera las calles que había mantenido abierta, solo fue capaz de dar un paso
adelante.

Mirando a Dante, que bajó los ojos y soltó una risa, apareció un rubor en las
sonrientes mejillas de Raphael.

Las vacaciones más románticas de Dante Bailey pasaron como la primavera con un
extraño subalterno llamado Raphael Haynesworth.

[Fin del Volumen 1.]


Capítulo 7
Captain!
[Un grupo de terroristas irrumpió en el Palacio de Sheffield donde se celebraba la
cumbre. Las entradas donde los guardias de 1ra y 2da línea de la Zona estaban,
fueron destruidas y el recinto fue ocupado. Los terroristas capturaron a más de 10
rehenes, entre los que se encontraban los VIP’s, y exigieron a los dirigentes que
retiraran las fuerzas imperiales de la zona fronteriza.]

[Además de la cumbre, se está produciendo terrorismo simultáneo en varios lugares.


Se han producido terrorismo con drones y gases en todos los edificios simbólicos de
Islas, causando varios heridos.]

[Los miembros de la policía de emergencia y los Oficiales del Comando de Defensa


Institucional establecieron rápidamente una línea policial y comenzaron la respuesta
inicial. El exterior del Palacio de Sheffield, donde tuvo lugar el ataque con rehenes,
está siendo rápidamente bloqueado… Allí. ¡Un helicóptero negro de las Fuerzas
Especiales del SAG apareció en el aire!]

Al igual que el símbolo del Comando de Guerra Especial, el SAG también era
famoso por su gran helicóptero con grandes letras en verde sobre fondo negro. Los
ciudadanos que vieron el helicóptero sobre el edificio vitorearon y aplaudieron como
si hubiera aparecido un héroe.

Dante, que corría al frente de los miembros del equipo, se detuvo al final de las
escaleras. Levantó la mano e hizo una señal. Los miembros del equipo que habían
estado en el campo de batalla docenas y cientos de veces captaron rápidamente la
pequeña señal del Capitán del equipo.

Los ocho miembros del equipo que se filtraron en el edificio se dividieron en dos
grupos. Fue Dante quien lideraba uno, y Logan el otro.

El grupo liderado por Logan bajó por las escaleras de emergencia, y el grupo de
Dante se dirigió silenciosa y rápidamente a las escaleras centrales.

[—Llegando al punto 3.]

—Espera.

El aviso llegó con el in-ear* en su oído antes de lo que esperaba. Dante también dio
una orden.
N/T: In-ear: Es un tipo de audífonos inalámbricos, que comúnmente se utilizan para
recibir señales, palabras, etc.

Sus ojos se movieron detrás de las gafas. En lugar de asomar la cabeza y mirar
dentro, Dante sacó un pequeño trozo de espejo.

Mientras Dante miraba por la esquina, Angela pegó su rodilla a su muslo y esperó la
señal. Dicha señal de entrada se transmite con mover las piernas ligeramente en el
mismo lugar.

Podía ver en el espejo, el reconocimiento del enemigo de pie en el pasillo. Dante


hizo una señal de espera y sacó una pistola con silenciador en lugar de un rifle.

Pick, con el sonido del viento, el cuerpo del terrorista, que estaba de pie en el borde
del pasillo cayó. Dante inmediatamente envió una señal de entrada inmediata.

El grupo dirigido por Dante dio rápidamente la vuelta al muro y entraron. Después
de pasar por el cuerpo del terrorista, caminó con cuidado hacia el frente.

El pasillo de la planta donde se encontraba la sala de conferencias ocupada por los


terroristas, estaba delimitado por criminales con armas de fuego. Dante se golpeó el
in-ear del oído para enviar una señal silenciosa a las cuatro personas que esperaban
en la azotea.

[—Estamos listos para bajar.]

Otros grupos que entraron por la primera planta del edificio también se pusieron en
contacto. Los grupos de entrenamiento interno y externo, estaban preparados.

—Cuenta regresiva.

[—Sí. Vamos a atacar a partir de ahora.]

[—Vamos a atacar a partir de ahora. 5, 4, 3…]

Al mismo tiempo que la última cuenta regresiva, Dante emitió una orden.

—Adelante.

Boom, la ventana de la sala de conferencias que tenía los rehenes estalló. El grupo
de la azotea, cuya bomba T hizo estallar la ventana, se precipitó hacia la sala de
conferencias a través de una cuerda. Mientras tanto, los equipos guiados por Dante y
Logan, mató a los enemigos en el pasillo y se trasladaron rápidamente desde ambos
corredores a la sala.
En un instante, al entrar los soldados, los terroristas comenzaron a entrar en pánico.
Los miembros del SAG gritaron con fuerza.

—¡Tiren las armas! Levanten las manos y túmbese al suelo.

Los que rechazaron las órdenes y sacaron armas, fueron detenidos por miembros
entrenados en combate cuerpo a cuerpo.

Aproximadamente la mitad de los terroristas se desplomaron y perdieron el


conocimiento, mientras que la otra mitad tiró sus armas y cayeron al suelo con las
manos sobre sus cabezas.

En ese momento, el terrorista que se escondía entre los rehenes tiró de un rehén que
estaba cerca.

—¡Argh!

—¡Ven aquí! ¡Quédate quieto!

Pero Dante fue más rápido. Antes de que el terrorista tomará al rehén e hiciera un
movimiento, una bala voló hacia su frente y lo golpeó. Al ver la sangre roja que salía
exactamente en medio de la cara, el rehén se sorprendió y se admiró.

Uno de los terroristas que intentaba escapar fue empujado contra la pared en manos
del Oficial Logan, que entró por la puerta trasera.

Al igual que con el terrorista de hace rato, había altas posibilidades de que algún
otro terrorista estuviera escondido entre los rehenes, por lo que las puntas del arma,
apuntaban a los terroristas que estaban en el suelo y a los rehenes que estaban
reunidos.

—Despejado.

Un equipo de refuerzo que esperaba abajo recibió una señal y entró. Al comprobar
que el lugar estaba totalmente despejado, los camiones de bomberos y las
ambulancias se acercaron al edificio.

Los terroristas fueron entonces completamente detenidos por los soldados que
entraron. Los soldados registraron el cuerpo, tomaron las armas ocultas y
controlaron completamente la escena.

[—Zona 1 despejada.]

Detrás de la voz de Dante, los otros líderes de equipo informaron su posición.

[—Zona 2 despejada]
[—Zona 3 despejada]

—¿…?

«Oh, esa voz…»

Dante frunció las cejas con asombro, pero ahora no estaba en situación de pensar en
ello. Inmediatamente pasó a la siguiente acción.

Después de compartir la situación con cada equipo, los terroristas fueron puestos en
manos de los soldados. Fueron transportados inmediatamente a un convoy terrorista
que llegó al exterior del edificio. Los rehenes restantes fueron clasificados como
VIP’s con una identidad clara y rehenes que no lo eran.

Dante se acercó al rehén VIP herido.

—¿Estás bien?

—¡Oye, soldado! ¿Por qué estás aquí ahora? ¡Me estoy muriendo!

El rehén golpeó el suelo. Uno de los ojos de Dante en las gafas se estrechó.

—… Puedes levantarte.

—¡Me he roto la pierna! ¡No puedo moverme! ¡Vamos, llévame en tu espalda!

—…

La pierna del rehén estaba manchada de rojo. Dante suspiró brevemente y revisó el
cuerpo del rehén para confirmar que no había ningún arma y le dio la espalda.

El rehén fue cargado fríamente en la espalda de Dante. El terrorista, que estaba en el


suelo fingiendo estar muerto, abrió los ojos para ver la ridícula escena.

De hecho, a menos que saltara como un zombi, no se requería una actuación realista
para el papel del terrorista muerto. Con sólo recibir un disparo de pintura en la
frente, ¿dónde debería estar?

—Vaya, señor soldado, ¿qué es esto? ¿Es una pistola o un cuchillo?

El rehén, llevado por Dante, jugueteaba con su cuerpo. Dante se quitó el in-ear para
detenerlo y susurró al pesado rehén que tenía detrás.

—Me estoy muriendo de verdad. Ayúdame un poco para poder salir, ¿sí?

El rehén, dado su peso muscular, era digno de un soldado y no de un civil. Y, de


hecho, era un soldado.
Leone Schuster. Había escuchado que el bastardo que llevaba en su espalda se hizo
más fuerte durante sus vacaciones, pero cada paso que daba, a Dante le quitaba el
aliento.

—¿Cómo puedo ayudarte en la vida real? Debe haber un rehén como yo.

—Tú… te veo en la próxima sesión de entrenamiento.

—Incluso así, el equipo de entrada será tuyo.

—…

Dante lo sacó del edificio que habían ocupado los terroristas. El rehén herido,
Leone, fue entregado al equipo de ambulancia que esperaba.

A continuación, los equipos de desactivación de explosivos y los bomberos fueron


enviados al lugar donde las Fuerzas Especiales habían abandonado y comenzaron las
medidas de seguimiento.

[¡Han rescatado con éxito a todos los rehenes civiles, incluidos los VIP de cada país,
y han reprimido a los terroristas! Señoras y señores, por favor, den un generoso
aplauso a los valientes soldados, policías, bomberos y socorristas.]

Los aplausos fluyeron desde el pequeño público en los asientos situados junto al
falso Palacio de Sheffield, que era una maqueta hecha con contenedores.

Dante organizó entonces a sus compañeros de equipo y bajó a la zona de espera. Por
la puerta trasera, salieron los terroristas a los que habían disparado hace un rato,
limpiándose las balas de pintura.

Dante sonrió apenado al sargento que se limpiaba la pintura roja de la frente.

—Va a durar unos días. Lo siento.

—Oh, no. Es un honor.

La persona que había sido el peligroso terrorista, tenía una sonrisa tímida en su
rostro, asintió y se dirigió a su asiento.

[Hasta ahora, han visto la supresión de los ataques terroristas que irrumpieron en la
sala de conferencias y el rescate de los ciudadanos de forma segura y rápida. Lo
siguiente es…]

Finalmente, se anunció que el simulacro había terminado. Dante se volvió hacia sus
compañeros de equipo.
—Gracias a todos por su duro trabajo. No se quiten el casco, esperen un
momento.

Todavía había mucha gente alrededor, así que no podían relajarse del todo, pero los
miembros del equipo respiraron aliviados.

Poco después, las personas que participaron en varios simulacros de control de


situaciones diversas, como incendios, atentados suicidas y terrorismo con vehículos
en diferentes lugares, también se reunieron con ellos. Leone, que estaba cubierto de
sangre falsa con un atuendo civil, también volvió para organizar a los miembros de
su correspondiente equipo.

Unas 700 personas participaron en este exhaustivo simulacro antiterrorista. El


personal fue convocado frente al público y recibió una ronda de aplausos una vez
más, y finalmente el entrenamiento terminó por completo con las palabras de aliento
del portavoz imperial.

Los altos funcionarios que observaban el entrenamiento también se retiraron uno a


uno, y los equipos de cámaras que filmaban las escenas de entrenamiento, los
grandes camiones de bomberos y las ambulancias movilizadas para el entrenamiento
conjunto, también se retiraron uno a uno.

Dante se quitó finalmente el casco negro y se sacudió el pelo sudado. Los hombros
del líder del equipo, que habían estado rígidos debido a la fuerza, fueron los últimos
en relajarse entre los miembros del equipo.

—Bueno, vamos a movernos.

—Sí.

Los resultados fueron muy buenos para el primer entrenamiento práctico. Dado que
era un entrenamiento para mostrar los resultados, el contenido de la operación tenía
que ser exagerado, las instrucciones fueron directamente dichas desde el campo y
aunque hubo errores que podían contarse con los dedos de una mano, la mayoría de
ellos fueron corregidos.

—Oh, Capitán, ¡ya se va!

—Sí.

Alguien llamó a Dante con urgencia. A pesar del calor que hacía, un empleado
vestido con un traje elegante corrió hacia Dante y dio una sonrisa agradable.
—Soy del equipo de contenido de la cumbre del Departamento de Relaciones
Públicas Imperial. Me gustaría pedirle una entrevista sobre la Formación
General Antiterrorista, por favor.

—Ah… ¿tengo que hacerlo?

—Debido a la forma en que salió llevando un rehén, mis superiores me pidieron


que lo entrevistara. También tenemos que hacer un vídeo explicando su
formación y su entrenamiento…

—…

El personal juntó ambas manos. «No quiero… Esto es más incómodo de lo que
parece.», pero Dante no tenía más remedio que responder: “De acuerdo». Los
miembros del equipo parecían ya tener un espectáculo divertido.

La mano que estaba a punto de ponerse el casco fue sostenida por el entrevistador y
Angela al mismo tiempo.

—No, ¿por qué usa eso?

—Sí, Capitán, espere un momento. Soldado Campbell, venga aquí.

Angela llamó a un soldado que tenía un trabajo a tiempo parcial en un salón de


belleza, antes de unirse al ejército.

—Por favor, acomode el cabello del Capitán.

—Señora, no puedo hacerlo sin ningún instrumento…

—¿No puede cortarlo con un cuchillo?

—¿Qué estás diciendo tan cruelmente?

Dante tuvo un nerviosismo ante las palabras de que su pelo debía ser cortado.
Afortunadamente, el soldado fue capaz de dar una forma correcta a su cabello sin
usar un cuchillo.

Avergonzado por el apoyo de sus compañeros, Dante se acercó a la cámara


preparada a un lado.

—¿Quiere usar un guión? ¿O quiere decir lo que siente?

—Dame el guion.
Aunque había memorizado el breve guión, su cuerpo se puso rígido cuando las luces
de la gran cámara que le observaba se encendieron.

—Hoy hemos realizado un simulacro conjunto antiterrorista en el Palacio de


Sheffield…

—Ah, Capitán. Por favor, levante un poco la cabeza. Luz, ve al lado del
Capitán.

—…

Una placa de luz plateada se acercó al lado de Dante. La cara dura de Dante añadió
su propio brillo.

La filmación, que se interrumpió por un momento, se reanudó.

—Hoy hemos realizado un simulacro conjunto antiterrorista en el Palacio de


Sheffield, y todo el proceso se ha completado con éxito. Con esto, los militares
superiores han confirmado que no hay ningún problema con la preparación
antiterrorista del SAG para la cumbre del próximo mes. Incluso si se produce
la peor situación terrorista, la combatiremos con una respuesta rápida. Para el
momento en que concluya la cumbre, Islas será la ciudad más segura del
mundo. Pueden estar seguros de ello.

—Corte. Vaya, Capitán, su personalidad es tan buena que tenemos un vídeo


brillante. Puedo usar esto como el elemento principal.

—No hace falta que… ¿puedo irme ya?

—¡Sí, muchas gracias!

El entrevistador que trajo a Dante se despidió muy amablemente. Dante se despidió


de él torpemente y se alejó de la cámara. Estaba más nervioso que cuando saltó del
helicóptero mientras estaba atado con una cuerda.

Volvió a su asiento y le dio una palmada en la espalda a Leone, que sostenía una
charla junto a sus compañeros.

Entre los autobuses militares del SAG que estaban estacionados uno al lado del otro,
el autobús de la derecha era para el equipo de Dante y de Leone. Antes de subir al
vehículo, Dante recordó la sensación de malestar que sintió en el simulacro y miró a
su alrededor.

—¿No has visto a Martínez?


Entre los equipos del SAG desplegados en la misma Zona C, no había ningún
equipo con un Capitán novato a cargo de este.

—Ahora que lo pienso, no lo he visto. Ni siquiera lo vi cuando estuvimos juntos


antes.

—Hmm…

Durante el simulacro, la voz que debía aparecer desde el in-ear no pudo escucharla,
e incluso si miraba alrededor del autobús militar, no podía ver a los miembros de su
equipo.

—…¿Se habrá perdido esta sesión de entrenamiento?

Debido a la naturaleza de los militares, los cambios en las posiciones y los equipos
de operaciones, eran frecuentes en muchos sentidos, pero de alguna manera la
sensación era extraña. Había una sensación de incomodidad desconocida, por lo que
estaba mirando al autobús de al lado sin ninguna razón,

Dante entró en el autobús sin enderezar las cejas como un anzuelo.

***

—Capitán Bailey, venga a la sala de conferencias E.

—De acuerdo.

Menos de cinco minutos después de dejar su porta-placas, recibió una llamada.


Como el entrenamiento ha terminado, es natural llamar a los líderes de equipo, pero
también era cierto que el cuerpo estaba cansado. Además, al volver al Cuartel
General, aún no se había encontrado ningún presagio de lo que había sucedido hace
un rato.

Dante se levantó de su asiento con cara de cansancio y relajó sus hombros. Hizo un
gesto a sus compañeros que estaban a punto de levantarse para despedirlo.

—No es necesario. No se levanten. Ahora vuelvo. Descansen.

—Sí.

Se ajustó los cordones de las botas, que se habían aflojado hace un momento, y
volvió a ponerse el uniforme encima de la camiseta.

Cuando abrió la puerta de la sala de conferencias, pudo ver la espalda del Teniente
Coronel que ya había llegado y la parte posterior de la cabeza de los otros siete
líderes de equipo.
—Ha llegado, Bailey. Tome asiento.

—Sí.

El Teniente Coronel ofreció un asiento a los jefes de equipo, que estaban cansados
del simulacro. Dante se dirigió a su asiento y sacó la silla para poder sentarse, pero
Leone, cuyos ojos se encontraron, frunció el ceño e hizo unas señas que solamente
Dante podía ver. «¿Qué?” preguntó Dante sólo con la forma de su boca.

Leone parecía intentar explicar algo, pero el Teniente Coronel se acercó a Dante y la
conversación silenciosa se interrumpió.

—Ha hecho un gran trabajo de entrenamiento. Ha sido genial.

—Gracias.

El Teniente Coronel, que era el que había visto el entrenamiento de rendimiento más
que nadie, le dio una palmada en el hombro.

En el entrenamiento de hace un rato, se colocaron cámaras en cada pasillo del


Palacio a escala, que fue el lugar de la operación llevada. La imagen del equipo de
entrada que aparecía en la cámara, se mostraba en una pantalla frente al público en
tiempo real. La pulcritud de los disparos de Dante, que también era conocida dentro
del SAG, suscitó la admiración del público en varias ocasiones.

Después de que el Teniente Coronel volviera al podio, Dante, que estaba a punto de
volver a ver a Leone, descubrió por qué fruncía el ceño.

Derrickson estaba sentado en la fila de Dante. Miró a Leone.

«Oye, ¿por qué está esta persona aquí? Se supone que era de seguridad exterior en
la frontera.»

«Lo sé. ¿Qué clase de bastardo es este?»

«Por favor, dime que tengo que tomarme un descanso hoy. Por favor.»

«¿Dónde está mi querido amigo Martínez, donde se ha metido? Devuélvelo.»

Los dos amigos charlaban entre sí de manera desesperada, utilizando sus cejas y sus
ojos inquietos.

A diferencia de sus ruidosas mentes, el interior de la sala de conferencias estaba en


silencio, por lo que el Teniente Coronel deslizó la pantalla frente a ambos y
comenzó a moverse para explicar la disposición.
—En primer lugar, es una asignación arbitraria basada en los resultados del
entrenamiento hasta ahora, y puede cambiar dependiendo de la situación, así
que tengan en cuenta esto y procedan con el enteramiento adecuadamente.

—Sí.

Dos de los equipos de The F eran guardias exteriores vestidos de civil, y dos estaban
armados y vigilaban la frontera del primer piso. Y uno de los equipos del SAG
estaba colocado a la izquierda y a la derecha del detector de metales en la entrada de
la Zona C, mientras que los otros tres equipos estaban en los límites del pasaje de la
quinta planta, el lugar de reunión.

El equipo de Dante era el encargado de la disposición de entrada. Y el resto de


equipos del SAG se encargaban de los pisos 3, 4 y 5…

—Que el equipo de Efron se encargue del quinto piso.

—¡Sí!

Derrickson respondió valientemente.

—Como el Capitán Benito Martínez no pudo participar en el entrenamiento


debido a una lesión, el equipo de entrada de la Zona C fue sustituido por el
equipo de Efron, ODA-124. No habrá grandes cambios en los demás equipos,
ya que heredarán la información actual del equipo de Martínez.

La esperanza de que fuera un sustituto temporal se había derrumbado… Dante y


Leone sólo movieron los ojos apresuradamente, pero los jefes de equipo de The F,
que tenían una relación particularmente mala con Derrickson, mostraron sus
expresiones de desagrado abiertamente.

—A partir de ahora, vamos a terminar el entrenamiento del equipo y comenzar


el entrenamiento por Zonas, se tienen que tener en cuenta los preparativos de
la cumbre. Por lo tanto, el Director General de la Zona C es…

El Teniente Coronel vio a Dante. El sudor, que debía ser frío, le recorrió la espalda.

—Es el Capitán Dante Bailey.

Dante se mordió su tembloroso labio inferior con dificultad. Se esforzó por


mantener la espalda recta, pero en su cabeza ya se estaba tirando del pelo y rodaba
por el piso.

Leone tenía una expresión de tristeza al ver a su colega que lo arrastraban hasta sus
extremidades.
—Este es el final del mensaje. Deben de estar cansados, retírense, y el capitán
Bailey se quedará por un momento.

Los otros jefes de equipo salieron por la puerta. El Teniente Coronel se sentó al lado
de Dante.

—He oído que sólo estás en el SAG, ¿es la primera vez que diriges un equipo
más grande que el tuyo?

—Sí, así es.

—He oído que estás siendo considerado y teniendo una revisión para el ascenso
a Mayor, así que será de gran ayuda esta oportunidad.

—Gracias.

Dante no pudo contener la sinceridad de esta respuesta. Como dijo, desempeñar el


papel de un representante entre los jefes de equipo será una gran ayuda para su
carrera y experiencia, pero ¿por qué tuvo que ser en estos momentos?

Esta oportunidad había llegado cuando el SAG y The F están juntos y en malos
términos… Gracias a Derrickson Efron.

—No sé si puedo aceptarlo. Hay líderes de equipo con más experiencia que yo,
y hay superiores…

—No podemos elegir a un Jefe por encima de cuatro Capitanes. ¿Y no eres el


más veterano del SAG?

Era cierto que la carrera de Dante era la más larga si calculaba las vacaciones
anuales en el SAG por separado. Dante abrió forzosamente la boca y respondió que
sí.

—No son palabras vacías, la demostración que has desempeñado hoy fue
buena. Me he dado cuenta de que todos los miembros del equipo se han
preparado meticulosamente, así que tengo más confianza en ustedes. Después
de ver el simulacro de hoy, me he hecho a la idea de que eres el único que puede
dirigir a los equipos de la Zona. Confió en ti.

—… Haré todo lo posible.

Esta fue la única respuesta que pudo dar.

Después de dar un saludo al Teniente Coronel, Dante volvió rápidamente con sus
compañeros de equipo. Los miembros del equipo que esperaban a su Capitán,
volvieron a mirarlo y se sorprendieron al ver su expresión.
—¿Lo han echado porque han visto que nos hemos equivocado?

—De ninguna manera. Todos han hecho un gran trabajo.

—Capitán…

Ahora que lo pensaba, hubo una persona que cometió tres de los cinco o seis errores
que sólo los ojos de Dante pudieron ver.

Dante se dirigió al soldado más joven con una expresión firme en su rostro. El
soldado más joven, que fue apuñalado por una mirada seria, se enderezó. Un Capitán
con una cara que daba miedo en muchos aspectos, se puso delante de él. Y levantó
las manos. El brazo de Dante rodeó el cuello del soldado.

—¡Todo esto es gracias a ti, el más joven! ¿Por qué lo has hecho tan bien hoy?
Debiste haberte equivocado de forma más grande, como siempre, sujetar tu
pistola sin dispararla, haberla dejado caer al suelo y haber bloqueado la vista
de la persona que estaba detrás de ti.

—¿Sí, sí?

—Oye, ¿acaso ha salido el sol por el oeste? ¡Gracias a ti estoy muy disgustado!
Hoy no era el mejor día para que te equivocaras y dejar en ridículo a tu
Capitán. ¡Lo único que conseguí, fueron cumplidos!

—¡Me está felicitando o maldiciendo, Capitán!

Dante dejó escapar un largo suspiro y se sentó sobre un gran banco mientras tenía la
mano sobre el cuello del más joven.

El soldado estaba dispuesto a ceder el papel de ser el más joven a Raphael, pero
después de medio año, esos buenos días se habían acabado y volvió a ser el más
joven molestado por el Capitán. De hecho, todas las bromas eran también la
consideración traviesa del Capitán hacia el más joven, que no tenía más remedio que
aceptar su destino y recurrir a sus compañeros.

Sin embargo, el lamento de Dante estaba lleno de sinceridad, así como de débiles
penalizaciones por los errores.

—Vas a morir. Estoy muy disgustado.

—Por favor Capitán, no me mate. Sálvame primero…

El soldado más joven se agachó frente a un Capitán y pidió ayuda a su alrededor,


pero por supuesto, los miembros del equipo sólo se rieron.
Poco después, Dante soltó su cuello y el joven soldado corrió rápidamente hacia el
lado de sus compañeros.

Como era de esperar, el Capitán era el mismo al tener el gusto de burlarse de sus
compañeros, pero era un poco decepcionante que no hubiera una voz para hacer un
escándalo por el estado de ánimo de Dante. Si Dante se hubiera quejado
cuando “él” estaba con ellos, seguramente lo hubiera seguido mientras decía
animadamente: “Capitán, Capitán.”

Un gran suspiro salió de la boca de Dante.

—Todos han trabajado duro, vayan a casa y descansen bien. Por favor, esperen
las noticias de su Capitán.

Hoy todo el mundo ha trabajado muy duro, así que solamente Dante conocía esa
inquietante noticia, por lo que mañana tenía que contarles con detalle.

Después de enviar a los miembros del equipo a casa, también salió para volver a la
residencia oficial. El cielo que miró mientras caminaba por la calle, no era sólo de
un hermoso color.

Sacó su teléfono móvil después de unas horas de entrenamiento y encontró un


registro de llamadas entrantes.

Una sonrisa se dibujó en los preocupados labios de Dante. Al ver las llamadas, sintió
como si un rayo de sol entrara, alejando las preocupaciones de su nublada cabeza.

No sabía cuándo empezó, pero ver este nombre hacía que su entorno se iluminará.

Dante pulsó el nombre de la persona que había llamado. Entró la llamada y la señal
sonó un par de veces.

[—Al habla Raphael Haynesworth.]

Una fuerte voz respondió el teléfono. Al escuchar esa voz, lo hizo reír aún más.

—¿Por qué llamaste?

[—Bueno… Capitán, ah, no, Dante-sunbae ¿has terminado el entrenamiento? ]

—Sí. Estoy de camino a casa.

Raphael sabía que el entrenamiento público fue transmitido en vivo, pero aun así,
tuvo que preguntar. Sus esfuerzos para alargar el tiempo de la llamada fueron muy
generosamente aceptados hoy.
Raphael, que estuvo al lado de Dante durante su periodo de prueba y vacaciones,
tomó el puesto de jefe de pelotón y se fue a la 10ª División, situada a tres horas de
Islas.

La asignación a la 10ª División demostró que la vida militar de Raphael era muy
honesta sin la influencia del Comandante en Jefe Haynesworth.

Mientras tanto, Raphael estaba entusiasmado porque si salía por la puerta, llegaría a
Islas rápidamente, y entonces podría visitar a Dante más a menudo.

[—Sunbae, ¡iré a Islas este fin de semana! Saldré en cuanto termine el viernes y
me quedaré hasta el domingo por la noche.]

—Sí, ya veo.

Sabía lo que Raphael quería decir, pero Dante nunca fue fácil.

Por supuesto, Raphael, que había sido firme en su enamoramiento hacia Dante, antes
e incluso ahora, sabía que no era fácil.

[—¡Te echo tanto de menos! ¿Puedo ir a verte? Tengo algo que decirte. Son
buenas noticias.]

Mientras caminaba hablando por teléfono, llegó a la entrada de la residencia oficial.


Una voz brillante se introdujo entre la oreja y el hombro, y Dante tomó su
identificación militar.

—Si el nuevo Sub-teniente ya puede salir a divertirse, parece un rumor que la


10ª División es difícil.

[—Oh, no. La verdad es que es difícil, pero no puedo quejarme ante un sunbae
que ha estado en un simulacro antiterrorista… ¿Ya has llegado?]

—¿Lo has oído?

[—Sí.]

—Tienes buen oído. Tal vez porque eres joven.

Al entrar en el pasillo de la residencia oficial, Dante, que había agotado sus últimas
fuerzas para volver a casa, estaba completamente destrozado.

El entrenamiento de observación fue difícil, pero lo más difícil fue dirigir a los
miembros del equipo arriesgando su futuro frente a personas de alto rango. El
procedimiento y las cámaras eran igual de agotadores. Y la repentina posición de
Director General también agotó a Dante.
[—Dante-sunbae, por favor, reúnete conmigo…]

Va a ser una semana realmente agotadora, así que sería bueno reírse con un tipo
brillante durante todo un día.

—De acuerdo. Vamos a reunirnos el fin de semana.

[—¿De verdad?]

—Cada vez que acepto algo, empiezas a cuestionarme.

[—Tengo un historial de recha…. Oh, no. ¡Gracias por aceptar!]

El sonido de la respiración de Raphael llegó a sus oídos como trozos de suave


algodón.

Dante pulsó la contraseña de la residencia oficial y entró. Ya había tomado una


ducha con anterioridad, así que sólo se quitó el abrigo y se acostó en la cama.

Cuando entró en un lugar acogedor y escuchó esa voz, sintió que el cansancio
acumulado en su cuerpo y los pensamientos de su mente se derretían.

Dante sonrió mientras inclinaba su cabeza hacia su teléfono.

[—Huh… ¿Te has reído? ]

Preguntó Raphael. Sus oídos estaban muy bien.

—¿Lo hice?

[—Te reíste. Creo que en estos momentos tienes la sonrisa y la mirada que me
dedicabas cuando estaba bajo tu mando y me molestabas. Eso es realmente
genial. Ah, realmente quiero verte. Te echo mucho de menos. ]

—…

[—Ni siquiera me has dicho hoy, que no diga tonterías.]

Dante no tuvo más remedio que soltar una clara carcajada a través del altavoz.

—Sí, llego a casa cansado después del entrenamiento y me alegra escuchar tu


voz brillante. Sigue hablando un poco más.

[—Hm… Uhm… ¡Dante, te quiero! ¡Te quiero!]

Dante se giró hacia un lado y soltó una risa. Recordó un día, a Raphael acostado a su
lado en esta cama.
—Fue una declaración muy arrogante, pero lo dejaré pasar porque fue lindo.

Raphael también expresó su vergüenza con un sonido tímido. Era un poco como el
gemido que hacía, cuando Dante se burlaba de Raphael.

[—Dante, ¿puedes decirlo… también?]

—¿Qué?

[—Mi nombre.]

—Oh…

Todavía no lo había olvidado. Esto es porque le había dicho que dijera el suyo
primero, así que…

—Raphael.

[—¡Uh-Sí…! ]

Aunque era invisible a sus ojos, no era difícil ver la imagen de Raphael corriendo
con sus brazos alzados.

Habló con Raphael durante unos 10 minutos y luego cerró el teléfono. El rostro con
una sonrisa volvió lentamente a su expresión original.

La noche en Islas era tan brillante como el día. Los edificios fuera de la ventana
seguían iluminados, y quedaban más de dos meses para seguir aquí. Lo mismo
ocurría con el agotador papel asignado a Dante. Tras la breve llamada, Dante volvió
a la realidad.

Parecía que los meses en el Sistema, que pensaba que serían cómodos como los
pensamientos al hablar con la persona mientras estaba en la llamada, no serían tan
fáciles.

***

El problema comenzó al día siguiente.

—¿Desde cuándo eres así?

Dante suspiró y se tocó la frente.

—Hace unos 20 minutos. ¿Vas a detenerme?

—Entonces, ¿qué debo hacer? Usaré un talento oculto que ni siquiera existe.
Trataré de resolver las cosas.
—Uf… Honestamente, ¿no debería el Teniente Coronel controlar a los líderes
del equipo? No importa cuánto lo intentes, ¿cómo puedes detener a los mismos
líderes de equipo cuando tú perteneces a ellos? Solo vas a meterte en
problemas.

—Como era de esperar, la única persona que piensa en mí es la sub-capitana


adjunta. Está bien. Por favor, avísame si alguien viene.

—Sí.

Angela parecía insatisfecha al final. Aunque la calmó, Dante también suspiró y se


acercó a las dos personas que se agarraban por el cuello.

Uno era Derrickson Efron y el otro era Curtis Zhukov.

Mientras rechinaban los dientes, los miembros del equipo de Efron parecían tener un
gran disgusto por la situación y su hostilidad hacia el oponente de su Capitán era
mayor. Y el equipo de Zhukov estaba realmente emocionado. Los miembros
animaban y alentaban a la lucha de su Líder, mientras hablaban de matar al Capitán
contrario.

—¡Bastardos salvajes! ¡Bastardos vulgares e incultos! ¿Por qué estas cosas


vigilan el Sistema?

—Vaya, no sé si este Capitán ha sido golpeado alguna vez por un salvaje.

Cuando Curtis sonrió y dijo palabras mordaces, la cara de Derrickson se llenó de


ira.

Dante se abrió paso entre los miembros de los dos equipos que los rodeaban. Y
alguien le dio una palmada en el hombro mientras decía: «¿El Capitán vino? Es muy
divertido. Vamos a verlo juntos».

—¿Por qué no los detuvieron?

—¿Qué? ¿Está aquí para detener al Capitán?

—No crees que venga para unirme a la lucha, ¿verdad?

—De ninguna manera.

Dante avanzó más y agarró las muñecas de los dos hombres que se sujetaban por el
cuello.

—Basta. Efron, por favor, detente.


Dante miró a Curtis.

—Suéltalo tú primero. Hazme un favor.

Le dijo Dante.

Parecía apenado por ser molestado cuando se estaba divirtiendo, pero se encogió de
hombros y soltó la mano que lo agarraba por el cuello.

Derrickson dudó un par de veces, empujó deliberadamente a Curtis y se limpió la


mano con brusquedad. Al mismo tiempo, las manos de Dante fueron rechazadas por
completo. Cuando Curtis fue empujado hacia atrás, dio un paso adelante.

—Iba a dejar pasar esto porque el Capitán me lo pidió. Pero al parecer quieres
continuar, ¿no?

—¡Detente, ya basta!

Curtis se contuvo para no volver a atacar y Dante agarró los hombros de los dos
hombres y les hizo ampliar la distancia.

—Basta, los dos. ¿Por qué están peleando? La zona de colocación también está
lejos.

—¡Suéltame, bastardo! ¡No me toques! La gente que no entiende su origen se


lleva demasiado bien entre sí.

Derrickson golpeó la mano de Dante y también golpeó la pared con el puño. Pero
eso sólo causó que le dolieran las manos, y no había nadie aquí que pudiera sentirse
amenazado por ese movimiento.

Más bien, la mayoría frunció el ceño ante los comentarios que menospreciaban a las
personas que no pertenecían a familias prestigiosas. Incluso el sub-capitán del
equipo de Efron se cubrió los ojos con una expresión molesta.

—¿Por qué están peleando?

Curtis frunció las cejas ante la pregunta de Dante.

—No, si entras al baño, puedes ver a la persona que tienes al lado. Tú también
eres hombre, ¿no? Puede que te rías de la persona, pero si te cubres el pene y te
enfadas, solo eres una persona sensible y estúpida.

—Tú… bastardo…

—…
Derrikson no pudo ni siquiera gritar esta vez y su cara se puso roja. Todos los
miembros del equipo de Dante se dieron cuenta de que la causa de la pelea partía de
un lugar más vergonzoso de lo que pensaban.

La cara de Ángela, a la cual le resultaba patético ese tema, ya estaba molesta como
si hubiera masticado tierra. Dante, que trató de detener esta disputa, también tragó
un profundo suspiro.

No sólo el que empezó la discusión, sino el que se enfadó por la situación era igual
de ridículo.

—De acuerdo. A menos que sea un problema operativo, esta es la escena, por lo
que en este punto…

—¡Capitán!

Angela cambió su cara y se apresuró a Dante. Al ver a Angela, Derrickson


dijo: «Oh, Angie». Sin embargo, él también se vio obligado a enderezar su postura
cuando vio la mirada de Angela dirigirse en una dirección.

—Ugh.

Incluso los temerarios miembros de The F se quedaron sin aliento.

Al entrenamiento conjunto civil-gubernamental-militar-policial celebrado el día


anterior asistieron algunos miembros de la Asamblea Nacional y ministros. Por
supuesto, eran personas de alto rango en muchos sentidos, pero los que se acercaban
en estos momentos están mucho más arriba que el cielo para los soldados.

Las estrellas brillaban en los hombros de los tres que se acercaban al lugar. Desde
una hasta tres… La «estrella» era una insignia, que significaba que eran al menos de
rango General.

Un Teniente los seguía por detrás, y el Teniente Coronel, que el día anterior le había
establecido ocho jefes de equipo y dado órdenes, se vio obligado ahora a parecer
terriblemente pequeño.

Por lo tanto, los suboficiales de entre 20 y 30 años, o los jóvenes soldados de alto
nivel, estaban muy nerviosos, como si fueran ratas frente a los tigres.

Un total de tres personas de las que se acercaban llevaban estrellas, el Comandante


de las Fuerzas Especiales Integradas, el Comandante de la Sala de Sistemas y,
finalmente, el Jefe del Estado Mayor del Ejército*. La persona que estaba detrás de
Dante murmuró sin darse cuenta: «Esto es una vía Láctea…».
N/T: Aquí no se debe de confundir con los rangos y los puestos. El rango de las tres
personas es General, es decir, el rango máximo del ejército, sin embargo, su puesto
dentro de este es el de Comandante, es decir, son jefes de ciertos grupos del
ejército, y al ser de máximo rango, sus puestos son de igual importancia. Así mismo,
aunque el padre de Raphael sea también Comandante, es el que está a cargo de
todo el ejército. Él es la máxima autoridad.

Al frente estaba el Comandante en Jefe del Ejército, Haynesworth.

Cuando lo conoció como «el padre de Raphael» el sentimiento fue diferente a su


abrumadora apariencia en uniforme militar. Se quedó sin aliento al verlo como
Comandante, hasta el punto de no saber cómo enfrentarse a él y hablarle.

El Teniente Coronel miró desesperadamente a Dante. Y Dante dio un paso adelante.

—Atención.

La voz de Dante se mantuvo en posición estática hacia las tres personas.

—Saludo al Comandante.

Entre los presentes, el Capitán de más alto rango era Dante, que estaba a cargo de la
Zona C, levantó la mano y la puso frente a su frente.

En seguida, todos los demás levantaron la mano. Puede que Derrickson no estaba
conforme de seguir a Dante, pero su postura de saludo era muy recta.

El Teniente Coronel salió de la parte de atrás y se puso delante de Dante.

—Al parecer las personas de la Zona C están reunidas con sus


correspondientes equipos. Lo siento, pero no sabía que estaban teniendo una
reunión operativa…

—Estamos de visita a propósito, para conocer a los soldados ocupados en el


entrenamiento. Veo que en este lugar hay caras conocidas. Es dinámico y
agradable.

Los ojos del Comandante en Jefe Haynesworth, que estaba mirando alrededor de los
soldados, llegaron a Dante y se detuvieron.

—¿Hmm?

Había una mirada amistosa en sus ojos. Sus pasos se acercaron a Dante. La postura
de saludo de Dante y de los que estaban alrededor de él se hizo más erguida.

Mientras tanto, Dante miraba al aire para que sus ojos no hicieran contacto visual.
«Tal vez… No me digas que pretende conocer a alguien que ha conocido hoy por
trabajo…»

—Y esta persona es…

Sin embargo, la gente de la familia Haynesworth nunca se había movido menos de


lo que Dante esperaba.

Mientras pensaba: “No puede ser, no puede ser” el Comandante en Jefe ya estaba
frente a Dante. Justo delante de Dante, decenas de medallas dignas del
rango «General» se agitaron, haciendo alarde de sus colores y forma.

Levantó las manos y las colocó sobre los hombros de Dante mientras acercaba su
rostro un poco más a él. Esta acción, fue como un deja vu; un día, en el salón
privado de un restaurante de lujo.

«¿Acaso no está diciendo que me conoce? Como mínimo, debe decir mi nombre…»

—¿Acaso no es este mi yerno?

—… Capitán, Dante Bailey.

Dante se las arregló para dar una respuesta que tenía que hacer como soldado. La
sorpresa brilló en los ojos de los otros dos Generales detrás del Comandante en Jefe
Haynesworth. Por lo tanto, era de esperar que los ojos de las personas detrás de
Dante fueran más intensos.

—¿Está usted asignado a esta reunión?

—Sí, así es.

Dante no se atrevía a mirar hacia atrás frente al jefe del Ejército, que es tan alto
como el cielo y tan lejos como el universo, pero podía sentir plenamente las miradas
punzantes que se vertían en su espalda.

El Teniente Coronel, que comprendió rápidamente la situación, se apresuró a


explicar rápidamente al General.

—El Capitán Bailey es el Director General de la Zona C. Es un excelente


soldado, nadie tiene este nivel de habilidad dentro del SAG. Tiene excelentes
habilidades de combate, pero también es destacable su capacidad de liderazgo
de equipo, que fue lo que más destacó en este simulacro antiterrorista.

—Sabía que mi yerno era un buen Capitán, pero no sabía que tenía tanto
talento. Como era de esperar, tengo buen ojo para la gente. Reconocí este
talento desde la primera vez que nos conocimos.
Dante sintió náuseas por la cena de ayer, el café de esta mañana y el almuerzo de
hace un rato.

Volvió a dar una palmada en el hombro de Dante.

—Eres un soldado poco común, sin duda.

—…

La forma en que miraba a Dante era inusual. Estaba realmente feliz y orgulloso…
De alguna manera, era una mirada que decía: «he ganado un buen yerno». Los dos
Generales detrás del Comandante en Jefe, también confirmaron la cara de Dante una
vez más.

—No puedo distraer a una persona ocupada. Entonces haz tu mejor esfuerzo.

—Sí, gracias.

El Comandante en Jefe se alejó paso a paso con una sonrisa de satisfacción. Sólo
entonces Dante fue capaz de bajar sus hombros rígidos.

—Capitán.

Y tan pronto como el sonido de pasos desapareció, Angela llamó a Dante.

—¿Estás saliendo con la abogada Camila Haynesworth?

—…Oh, ¿ha sonado así?

—¿Hablas en serio?

Angela, que es básicamente perspicaz en todo, abrió los ojos de sorpresa esta vez.

«No… no salgo con nadie de la familia Haynesworth, ni siquiera el Comandante en


Jefe sabe que no salgo con Raphael…»

Pero no podía decir eso en este lugar donde hay mucha gente mirándolo. En primer
lugar, no tenía intención de contarle a nadie su delicada relación con Raphael.

—No pasa nada. Solo que, en otro día el Comandante en Jefe me encontró
mientras estábamos juntos. Solo le agradé porque me comporté de buena
manera.

—Vaya, sin embargo, el Capitán finalmente está sobre una buena línea*.

N/T: Angela habla sobre Dante, es como decir “ahora tienes una familia rica”.
—¿Cuál es esa línea? También es despiadado con sus propios hijos.

—Me pregunto si el Comandante en Jefe, que ha servido en el ejército durante


más de 30 años, hizo eso porque no sabía las consecuencias de lo que estaba
diciendo hace unos momentos. Pude ver con mis propios ojos que estaba
tratando deliberadamente de darle poder al Capitán…

—Jaja… Eso no puede ser. ¿Qué puede ver el Comandante en Jefe en mí como
un simple Capitán?

Dante la interrumpió y habló en voz alta para que todos los presentes pudieran oírlo,
pero la forma de mirarlo no cambió mucho. En lugar de que cambiaran a: “¡Como
era de esperar, eso no puede pasar!”, las miradas decían: “El yerno del General…”

—Hmm, de todas formas, parece que el Comandante en Jefe está en la Zona


para inspeccionar, así que, ¿por qué no hacer más ruido?

En medio de la conmoción, Derrickson miró a Dante con una expresión molesta y


desapareció, y el sub-capitán adjunto, que le seguía, miró a su alrededor e inclinó la
cabeza cuando sus ojos se encontraron con los de Dante.

Después de haber peleado contra Derrickson, Curtis molestó a diciendo “hoho” a


Dante, para ver si el nuevo tema era más interesante.

—No voy a luchar más. Así que comparte conmigo un poco de tu beneficio,
Capitán.

—Deja de decir tonterías…

Dante suspiró profundamente y habló más fuerte.

—Después de la disolución, cada equipo deberá entrenar individualmente. Eso


es todo.

Ya habían pasado muchas horas de trabajo sin sentido. Los líderes de los equipos
soportaron su curiosidad y reunieron a los miembros de sus correspondientes
equipos. Dante y Angela también volvieron a donde estaban sus compañeros.

Había pasado menos de medio día y su energía ya había desaparecido. Dante, que
calculaba inconscientemente el tiempo que faltaba para la reunión, tocó el hombro
de Angela.

—Angie, lo siento, pero adelántate. Necesito cinco minutos.

—Ah, está bien.


—Capitán, ¿a dónde va?

Dante volvió a mirar a Curtis y apretó los dientes.

—Estoy muy molesto por culpa de alguien, así que iré a fumar.

—¡Oh, espera, espera!

Curtis, que llamaba a Dante, se reunió con sus compañeros de equipo y les dijo algo.
Luego se acercó a Dante y apiló en sus brazos paquetes nuevos de diferentes tipos
de cigarrillos. Parecía que había reunido todos los cigarrillos que tenía.

—¿Qué?

Curtis esbozó una sonrisa. Los dientes blancos expuestos eran sospechosos.

—Creo que el Capitán va a fumar mucho en el futuro. Estoy deseando trabajar


contigo, por favor, acéptalos.

—¡Oye!

Curtis soltó una risita y salió corriendo. Dante lanzó un profundo suspiro con los
brazos llenos de cigarrillos.

***

Dante pensó que Raphael, con su pelo amarillo y rizado, con sus redondos ojos de
color verde claro y el comportamiento lindo que no se ajusta a su tamaño, pensó que
podía quitar la fatiga de la semana.

—No estás saliendo con mi hermana… Mi padre, sabe que estás saliendo
conmigo… Prefiere que seas su yerno por ser el novio de Raphael…

—…

—¿Por qué tuvo mi padre que visitarte sin ninguna razón cuando estabas
trabajando? No sé porque todo el mundo no puede ver que mi hermana y
Dante-sunbae no se llevan nada bien…

Estaba molesto y como un cachorro, escarbaba el suelo con tristeza todo el tiempo.

Raphael, que compró las noticias locales en las primeras horas del sábado, gimió
con más tristeza que un cachorro golpeado por la lluvia. Luego, todo el tiempo,
estuvo acurrucado con una manta en la cama de Dante, sin separarse de su cuerpo.
Parecía una enorme colina en la cama porque no tenía un tamaño normal.
Hubo bastantes personas que vieron la escena ayer, así que no esperaba que se
quedaran callados. Sin embargo, el rumor se extendió más rápido de lo que Dante
esperaba. La estimulante noticia de «el yerno del General» voló entre las personas
más rápido que los aviones militares y las ondas de radio.

Por supuesto, los rumores iban exactamente en la misma dirección que en un


principio Angela había entendido.

—El rumor dice que tienes una relación con mi hermana.

—Mientras no te disparen en la cabeza, eso no pasará. Además, es más que


suficiente con estar a tu lado y que me quieras cada vez que me ves.

Raphael levantó la cabeza con incredulidad. Las cejas se juntaron, las puntas de las
pestañas cayeron y la punta alta de la nariz se levantó.

«Vuelve a pretender que es un cachorro herido.»

No sabía por qué debía de consolarlo, pero Dante se sentó en la cama y le dio una
palmadita en la espalda. El que tiene que ser consolado de muchas maneras es
Dante, que es contactado por el rumor de que es el “yerno de un General”.

—Eres mi persona favorita y la que más me agrada…

—…

La palmadita de Dante se hizo un poco más pesada.

«Haa… No sé por qué parece tan lindo cuando está ocupando la cama de alguien
más en un precioso día de descanso.»

—Los rumores desaparecen rápidamente. Tu hermana y yo no nos


conoceremos nunca, así que ¿quién podría creer realmente ese rumor?

—…

—¿No dijiste que tenías algo que decir? Deja de estar deprimido y dilo antes de
que se te olvide.

—Oh… eso, no es gran cosa.

Raphael salió sigilosamente fuera de la manta y apoyó su cabeza en el hombro de


Dante. El pelo rizado le hizo cosquillas en la mejilla.

No era pesado porque sólo tocaba la cabeza sin apoyarse completamente. El peso era
como poner un cachorro pequeño encima.
Dante miró hacia abajo y se dio cuenta que sobre el cabello dorado, las letras
flotaban como los bocadillos peligrosos de un cuento de hadas.

[Acaríciame」

Dante, incapaz de resistirse a la tentación, extendió la mano. Raphael frotó más su


cabeza en la mano de Dante.

—Nuestra división va de unidad en unidad y recibe entrenamiento en caso de


emergencia. Me he enterado de que vamos a controlar la carretera el día de la
cumbre, y nos estamos preparando para una operación conjunta en caso de
emergencia. Por lo tanto, creo que me quedaré en el Sistema durante unos días
por el momento.

—Ah, ya veo.

La sección donde se encontraba Raphael era la puerta de entrada de los VIP’s al


aeropuerto, y era una zona donde existía la posibilidad de detener la entrada de
terroristas a Islas o de atrapar a los terroristas que se escapaban.

Dante no era el único que estaba ocupado con la cumbre. Debía de estar ocupado
adaptándose a su nuevo puesto por primera vez, pero entrenando dentro y fuera de
otras regiones… Las dos personas que se encontraban sentados uno al lado del otro,
llevaban tareas muy pesadas.

—Con suerte, nos veremos a menudo en el Sistema.

—Sí. Oh, por favor, reúnete conmigo aunque no nos veamos en el Sistema.

—Mira. No… no te estoy rechazando, pero podría ser muy difícil para mí hacer
tiempo.

—¿Estás muy ocupado? Dijiste que si estabas en el Sistema, podías hacer el


trabajo cómodamente…

—Yo también lo pensaba, pero solo pasó así. No puedo evitarlo. Está bien.

Raphael retiró la cabeza de su hombro y miró a Dante.

—Capitán, oh, no. Dante, ya no soy un miembro del equipo del que eres
responsable, así que quiero que te sientas más cómodo conmigo.

—¿De qué estás hablando?

—Incluso si es difícil, incluso si no eres específico, dime lo difícil que es. Incluso
si no puedo ser de mucha ayuda, no siempre tienes que parecer fuerte.
El cachorro, que sólo podía gemir, trató actuar de forma orgullosa. Dante volvió a
acariciar la cabeza de Raphael.

—Realmente está bien. No pasa nada. Sólo faltan unos meses para el otoño.

No estaba acostumbrado a apoyarse en nadie, pero no tenía el corazón para apoyarse


en su joven soldado.

Raphael estiró su cuerpo agachado y miró a Dante.

—¿Por qué lo soportas…? No quiero que lo hagas.

—¿Y si no lo soporto? ¿Me doy la vuelta y lo ignoro?

—Bueno…

Como dijo Dante, aunque estuviera insatisfecho con la situación, no podía hacer
nada. Raphael también estaba familiarizado con la organización del ejército, por lo
que sabía que no había manera de evitarlo.

Raphael, que había estado reflexionando durante mucho tiempo, dijo con decisión.

—Si lo estás pasando mal, por favor, dímelo. Le diré a mi padre que hay
alguien que intimida a su yerno.

—Vaya… De alguna manera, creo que es lo más fiable que he escuchado de ti.

—¿Qué? Bueno, eso es un poco…

Raphael bajó las cejas y sonrió.

—Por cierto, tenía curiosidad, pero ¿por qué el Comandante en Jefe me llamó
yerno?

El Comandante el Jefe sabe que sus “hijos”, Raphael y Dante, tienen una relación,
incluso… Gracias al borracho Raphael, que había olvidado el recuerdo de sexo
consensuado, adivinó sin querer las posiciones sexuales de ambos mientras se
resolvía el malentendido. ¿Pero por qué era su yerno?

No es que le gustara el apodo, pero tenía curiosidad por saber el motivo.

—Bueno, si tú y yo estuviéramos juntos, ¿acaso mis padres no pensarían que


eres su yerno?

—¿…?

Raphael parecía estar preguntando por algo obvio.


Dante recordó aquel día, que Camila también lo había llamado tan familiarmente…

«Que… ¿Acaso hay una norma única en los Haynesworth?»

Dante reflexionó las palabras, pero no podía entenderlo


Capítulo 8
Captain!
—Miren allí. Es Haynesworth, ¿verdad?

—¿De verdad?

Uno de los miembros del equipo sonrió y señaló a un hombre alto y rubio con un
uniforme militar verde oscuro, pues ya no llevaba el uniforme negro del SAG.

De pie frente a unos 30 miembros del pelotón, Raphael daba instrucciones a los
Capitanes que estaban detrás de él y los dirigía con bastante habilidad.

Cuando estaba en el equipo, lo trataban como a un pollito que los seguía, por lo que
aquella imagen era nuevo para los demás. Dante dejó por un momento el
entrenamiento que estaba dirigiendo y lo miró con una sonrisa.

—Has crecido mucho.

Ese murmullo pareció surgir con naturalidad. Los miembros del equipo también
dijeron que se veía un poco desconocido, mostrando orgullo y asombro.

—Si se necesita un modelo para un uniforme militar, definitivamente tiene que


ser Haynesworth.

—Miren esas largas piernas.

Ciertamente, su cuerpo parecía más firme y alto cuando caminaba, llevando un


uniforme militar y botas militares, que cuando su cuerpo llevaba el traje negro (traje
antiterrorismo). Incluso el cabello dorado brillante sobre el uniforme militar verde
armonizaba como una flor.

Una breve risa estalló entre los miembros del equipo mientras decían que nunca
pensaron que al decir la frase “el uniforme militar te sienta bien”, sería de manera
seria en vez de una forma sarcástica.

Raphael, que dijo que vendría al Sistema para entrenar, lo encontraba con frecuencia
cuando estaba cerca del Cuartel General. Naturalmente, ambas partes estaban
trabajando, por lo que no podían intercambiar saludos. Aun así, era suficiente para
reconocerse y enviarse una breve señal.

El Capitán de la unidad de Raphael pasó, seguido por Raphael, que dirigía el


pelotón.
Raphael se acercó al equipo de Dante. También parecía un poco avergonzado, al
saber que había un equipo con el que había pasado un periodo de prueba como un
novato.

Dante lo miró con los brazos cruzados.

Dante, cuando lo veía, tenía una sensación extraña de verlo en otra unidad. Sin
embargo, cuando lo veía dirigiendo fielmente como Jefe de pelotón, tuvo que
admitir que estaba un poco preocupado.

Cuando Raphael llegó justo delante de Dante, sus ojos se encontraron. Dante sonrió
y asintió ligeramente con la cabeza. Mientras Raphael atendía a los demás miembros
de su pelotón, se esforzó por reprimir el temblor de sus labios, pero no pudo evitar
que su rostro se iluminara.

Raphael miró a su alrededor y en secreto le guiñó un ojo a Dante acompañado de


una sonrisa. La ternura voló de los ojos verdes claros.

—Huh.

«Eres tan lindo…»

Ahora, incluso durante los deberes oficiales, no dudaba en hacer cosas tiernas. Dante
soltó una pequeña risa. Cuando veía a Raphael actuar así, solamente podía sonreír ya
que se había acostumbrado a reaccionar a sus actitudes tiernas.

Raphael pasó de largo y Ángela, junto a Dante, ladeó la cabeza.

—… Capitán, ¿no estás saliendo con Haynesworth en vez de la abogada?

—¿Eh? No lo hago. ¿Por qué?

—Si Haynesworth trata al Capitán de esa manera en privado, y lo aceptas,


entonces no hay nada de qué hablar. Pero, ¿actúas así porque te sientes cómodo
de que Haynesworth sea tu cuñado?

—Sabes cómo es su personalidad. Y además, te juro que no estoy saliendo con


la abogada Haynesworth.

—Entonces tenemos un problema.

Angela se cruzó de brazos y vio la compañía detrás de ella.

—¿No es eso cruzar los límites? Aunque el Capitán le haya dicho que lo tratara
como un superior cómodamente ya que el aprendizaje ha terminado, eso es algo
que tiene que ser en privado, los dos están trabajando, parece que se está
burlando de ti, así que… ¿Debería de llamarlo para que se disculpe?

—No. No tienes que hacer algo así. Haynesworth nunca haría algo así con esa
intención. No sabía que se veía de esa manera.

—Capitán, estás siendo demasiado blando con él. Ahora eres Capitán de siete
líderes de equipo, ¿Dónde quedó la actitud fría al disparar?

—Es mi culpa, así que le daré una advertencia. No te enfades.

Angela era una junior, exactamente en el medio de Dante y Raphael. Por lo tanto,
era comprensible su malestar y la razón por la que decía estas palabras.

Dante, sabía que Raphael estaba actuando de manera tierna sin ninguna intención
particular. Sin embargo, las actitudes que podían ser vistos para Dante como lindas y
aceptables, podían ser vistas de manera diferente, como bastante groseros para los
demás.

Pensando en palabras para advertir a Raphael, Dante estaba preocupado por su


reacción.

¿Qué debería decirle? “¿Fuiste demasiado arrogante al actuar de esa manera ante
tu superior?” Pero eso no era aceptable, ya que Raphael y Dante eran algo más que
un superior y un junior.

Ya ha pasado un mes desde que Dante Bailey y su equipo comenzaron el


entrenamiento antiterrorista para la cumbre en Islas y Raphael Haynesworth
comenzó a trabajar oficialmente como Sub-Teniente.

Aunque el número de encuentros se redujo considerablemente debido a las


limitaciones de distancia, Raphael seguía llamando a Dante. Cada vez que lo hacía
con entusiasmo, Dante no podía negarse fríamente.

—Bien, volvamos al trabajo.

Dante se apartó de donde se encontraba Raphael con sus compañeros de equipo.

A pesar de estar separados, se llamaban a menudo cuando tenían tiempo, uno de


ellos llamaba primero, a veces, Raphael recorría una larga distancia para encontrarse
con Dante, y al final de la reunión, tenían sexo cuando se emborrachaban. De hecho,
si solo Dante era un poco más activo en este aspecto, no era diferente a tener una
cita.
Sin embargo, Raphael fue considerado con Dante y no volvió a mencionar sobre
tener una relación después del último día de sus vacaciones. La relación entre Dante
y Raphael se mantuvo en una etapa tibia que aún no tiene nombre.

El Capitán, que siempre finge estar relajado, pero que en realidad es más cobarde
que Raphael, se sintió aliviado al quedarse en una relación tibia sin tener que
mojarse del todo los pies.

Su pelo, que llevaba un rato en el sol, ya estaba caliente. Era un cálido día de
verano.

Dante informó a sus compañeros de equipo sobre la formación que discutió con
Logan. Mientras tanto, pensaba que ya era hora de que Raphael llegará al quinto
campo de entrenamiento con los miembros de su pelotón.

El tiempo de Dante, que tenía discusiones operativas y entrenamientos para preparar


la seguridad de la cumbre, y el tiempo de Raphael que acababa de dar su primer
paso como jefe de pelotón, había pasado demasiado rápido.

Así que el tiempo avanzó hacia la temporada en la que Dante y Raphael se


conocieron por primera vez.

***

Derrickson Efron es el hijo mayor de la familia Efron. Debajo de él había dos


hermanos gemelos que eran un año menor que él.

De los tres hijos, sólo uno heredaría a la familia Efron. Además, la familia Efron,
que valoraba la tradición y el honor, debía producir un soldado para la defensa del
Imperio, uno en cada generación.

En otras palabras, uno de los que no llegaban a ser sucesor tenía que dejar un rastro
de que en esa generación había vivido como soldado, al menos hasta que los años
intermedios y finales de la graduación de la Academia Militar.

Él fue el primero. Por supuesto, pensó que sería el sucesor. Aunque sus hermanos lo
respetaban como un hermano mayor a pesar de solo llevarse un año de diferencia.

Entonces, un día, su hermano menor anunció que faltaría a clases y presentó un


examen correspondiente. El hermano menor, que había alcanzado las notas de
Derrickson, empezó de repente a sobrepasarlo con una fuerza aterradora y a subir
cada vez más.
Además, su hermana menor, que estaba probando las capacidades de los dos,
empezó a dar poder a su hermano menor cuando se le juzgó que tenía un buen
futuro.

La apuesta por su hermana cambió por completo su juego. Los adultos de la familia
también prestaron atención poco a poco a la combinación de un excelente hermano
menor y una hermana menor que lo apoya plenamente.

Derrickson intentó tardíamente poner a su hermana de su lado, pero ésta, que había
cambiado de actitud, lo ignoró completamente.

En invierno, un año antes de graduarse en el instituto, llegó a una conclusión


provisional.

Aunque estaba furioso y resentido, fue a una Academia Militar porque era un noble
que conocía el honor.

La Primera Academia Militar, situada en el centro del Sistema, era un lugar donde
sus colegas y superiores eran adecuados a su nivel. Había algunas personas que
siempre beben agua incluso en los ríos limpios*, pero valía la pena ignorarlos.

N/T: Personas que beben agua incluso en ríos limpios: Expresión que se utiliza que
otras se aprovechan de la situación. En este caso, hace referencia a las familias
medias “aprovechándose” de las ricas.

Y unos años después de la graduación, algunos de sus colegas, que habían


acumulado medallas por sus trabajos ridículos, le comunicaron a Derrickson que
serían ascendidos a Mayor.

Derrickson también trató de hablar con el Coronel de su batallón para que lo


recomendara para un ascenso, pero no estaba trabajando en las Fuerzas Especiales, y
pasó ocho años cómodamente, hasta que se enteró de algunas tonterías.

En opinión de Derrickson, esas palabras eran una estupidez: ‘¿Cómo es que usted
ejerce su espíritu aristocrático y no ejerce su dedicación al ejército?’

De todos modos, para la promoción, se trasladó al SAG, donde estuvo bajo el mando
de un Oficial de las Fuerzas Especiales.

Para ser honesto, no le gustó más este lugar. Incluso los Suboficiales solo siguen las
palabras de un suboficial de operaciones, que solo es un soldado y a su vez es un
Capitán, al igual que él… Ese era Dante. Además, no le gustó el hecho de que tenía
que trabajar con otras Fuerzas Especiales no arraigadas.

Y recientemente, las cosas que no le gustaban ocurrieron al mismo tiempo.


—Oh, sí. Ya veo. Cálmate.

Dante agarró cada muñeca con su mano. Derrickson apenas pudo soportarlo, pero a
Curtis le resultaba bastante difícil enzarzarse en una batalla de poder sin
motivo. «Para, por favor». Cuando se dio cuenta de la mirada de la persona que lo
detenía, se encogió de hombros y relajó su fuerza.

—Es el yerno del General, así que debería escucharlo.

—Oye, no es…

Dante miró a Curtis con sorpresa. Las palabras y la actitud de Dante hicieron que
Derrickson se enfadara más.

—Fue un accidente que ocurrió durante el entrenamiento. Todo esto, termina


aquí.

—¿Quién te crees que eres para dar órdenes?

La fuerte voz que había compartido con Curtis, se dirigió ahora hacia Dante… Tan
solo escucharla, Dante suspiró.

—Si los dos pudieran resolverlo personalmente, no me involucraría, pero ahora


mismo están peleando en el campo de entrenamiento. El equipo que está detrás
de ustedes tiene que seguir entrenando y ustedes están perdiendo el tiempo
peleándose dos veces por semana.

—Vamos a parar como dijo nuestro Capitán de la Zona C.

Dos manos se apoyaron en los hombros de Dante. Leone, que se agarró uno de sus
hombros y comenzó a masajearlos como si tuviera muchos problemas, se puso
delante de los dos con los brazos cruzados.

—Nuestro equipo está esperando su turno, así que hazte a un lado. ¿Cuánto
tiempo tenemos que esperar?

Estaba claro que había llegado para bloquear las balas dirigidas hacia Dante. Leone
se interpuso entre Dante y Derrickson.

—Tsk.

Derrickson golpeó la mano de Dante y se dio la vuelta.

—Curtis Zhukov, tú también.


El jefe de equipo más veterano de los cuatro equipos de The F se acercó. Curtis
también respondió un “sí” y sacó su brazo atrapado por Dante.

—El Capitán no tiene personalidad para morir después de cumplir su orden.

—…

Se movió en la dirección opuesta a la que desapareció Derrickson. Leone le dio una


fuerte palmada en la espalda a Dante.

—Realmente vas a perder unos cuantos años de vida.

En lugar de responder que estaba bien, le dio una palmadita en el hombro. Leone
bajó la voz y susurró.

—Solo me he enterado y no sé los detalles a grandes rasgos, pero hace tiempo,


el Sargento Curtis Zhukov una vez le falló a su familia por el abuso de poder al
subcontratar a una empresa dirigida por un hombre noble. Por eso creo que
reacciona con más fuerza a lo que le dicen.

—Ah, ¿sí?

—Por supuesto, la personalidad de Efron es el mayor problema.

La cabeza de Dante comenzó a dolerle.

—¿Por qué Martínez está herido y es reemplazado?

—Lo sé.

Leone puso su brazo sobre el hombro de Dante.

—Anímate, amigo. En el futuro detendré a Efron con un poco más de


agresividad que ahora. De todos modos, después de unas dos semanas, cada
equipo entrenará por separado. Y si aguantas bien esta vez, seguro que te
conviertes en Mayor este año.

—Como era de esperar, la amistad es lo mejor, gracias.

—Si lo sabes, no me olvides incluso después de convertirte en el yerno del


General.

—… No es así.
Incluso cuando escuchó el consuelo de Leone, no pudo deshacerse de la profunda
fatiga. Hubiera sido mejor entrenar tanto dentro como fuera de la frontera con
compañeros de equipo afines.

Cuando volvió a su equipo, le preguntaron de nuevo si estaba bien. La sensación de


que iban a ser unos meses bastantes difíciles, se hizo más fuerte.

***

[—Hola, sunbae. ¿Qué estás haciendo? ]

Le saludó Raphael alegremente. Pero tenía una voz más susurrante que la habitual.

—He contestado al teléfono mientras me preparaba para cenar.

[—Ah… ¿Estás comiendo solo? ]

—Estoy en casa, pero, ¿con quién crees que debo estar?

[—¡No! Solo… Oh… Pero no quiero que comas solo. Debería estar a tu lado
como era de esperar.]

Dante se colocó el móvil en el hombro y llevó en un plato unos sencillos huevos


fritos a la plancha, salchichas y verduras asadas.

—Ni siquiera puedes salir. Todavía estás en horas de trabajo, ¿verdad?

[—Ah, sí.]

Aunque la rutina diaria en el Sistema estaba llena de estrés, pero el efecto


de «Volver a la vida con la cena», que era el mayor mérito desde un principio, era
demasiado grande.

Mientras disfrutaba de una cena tranquila mientras veía la puesta de sol, la


irritabilidad del día se desvaneció rápidamente. Después de haber visitado la iglesia
unas cuantas veces en los días que terminó su trabajo temprano, los niños dijeron
que Dante los visitaba frecuentemente y que eso les gustaba.

Dante dejó el plato sobre la mesa y sacó una lata de cerveza de la nevera.

[—Señor, yo…]

En el momento en que Dante abrió la lata de cerveza, Raphael dijo unas palabras.
Pero debido al sonido de la lata, no pudo escucharlas.

—¿Qué has dicho? No te he oído muy bien.


[—Oh, no. No era importante. ]

Sin embargo, casi enseguida Raphael exclamó alegremente:

[—¡Sunbae, nuestro descanso coincide mañana! ]

Incluso más allá del teléfono, la cara brillante de Raphael parecía sentirse.

Cuando Dante se desplazaba al trabajo entre semana y iba al Sistema a entrenar, el


horario de Raphael ha sido cambiado a trabajo por turnos, incluyendo los fines de
semana. Por lo tanto, la distancia era más cercana, pero era más difícil encontrar días
de descanso que coincidieran, que cuando estaba en la unidad a tres horas de
distancia.

Además, Raphael era el jefe de pelotón más joven, por lo que era difícil que tuviera
libres los fines de semana. Esta vez, le tocó trabajar a otro jefe de pelotón mayor, y
afortunadamente, el sábado estaba libre.

La voz de Raphael estaba llena de emoción. Dante, que contestó al teléfono durante
la cena, asintió antes de darse cuenta.

A menudo se sentía vacío porque siempre había un hombre grande a su lado, y ahora
solamente se conformaba por escuchar su voz de vez en cuando.

—Sí, hace mucho tiempo que no te veo. Mañana…

Dante, que estaba a punto de hablar, se detuvo de repente.

Era cierto que los dos no se veían desde hacía mucho tiempo en comparación con
sus vacaciones. De hecho… Han pasado unos diez días después de la última
invitación a la residencia oficial.

Incluso su madre no lo ve desde hace días, pero no sabía que no lo veía desde hace
poco más de una semana.

Pero cuando se dio cuenta de esto, Dante había concertado una cita para encontrarse
mañana frente a la fuente de la plaza.

[—¡Nos vemos mañana! Estoy tan feliz de verte por fin. No llegaré tarde.
¡Buenas noches!]

—Buenas noches también.

[—¡Sí! ]
Raphael no colgó hasta que Dante lo hizo. Así que Dante pulsó primero el botón de
finalizar la llamada. Sintiéndose un poco molesto porque Dante estaba comiendo
solo, Raphael dio su voz mientras lo acompañaba hasta que finalmente estuvo vacío
su plato.

Más de la mitad del historial de llamadas recientes de Dante fueron hechas por
Raphael. La mayoría de las veces Raphael era quien llamaba primero.

Al principio, tenía tanto que decir que le llamaba todos los días, pero a diferencia de
Dante, que era muy torpe en esto, Raphael hablaba con entusiasmo durante toda la
llamada.

Cuando Dante escuchaba la voz y daba una respuesta adecuada, pasaban


rápidamente unos cinco o diez minutos. Hoy fueron 15 minutos, y había concertado
una cita para verse al día siguiente.

«Ahora que lo pienso, tenía algo que advertirte…»

Dante se rascó la nuca, recordando el consejo de Angela. Para no cometer más


errores en el futuro, es mejor decirlo, pero esperaba que Raphael no saliera
lastimado o herido por sus palabras.

Dante apagó la luz y se acostó.

Antes de irse a dormir, pensaba que sería bueno que mañana, después de mucho
tiempo, cayera una llovizna. No una tormenta, pero una pequeña llovizna para dar
un paseo debajo de ella.

***

El tiempo era soleado, sin ninguna nube. Era un cielo muy inusual teniendo en
cuenta que Raphael y Dante tenían la mala suerte de que lloviera cuando intentaban
hacer algo en Islas.

El corazón de Raphael estaba ansioso de que la cita tuviera éxito esta vez, y se veía
más desesperado que el deseo travieso de Dante.

Las flores están en plena floración en Islas, donde el clima cálido ha llegado. Las
flores que decoraban la ciudad gracias a las manos de los trabajadores parecían
compensar el frío comienzo de la primavera, que había sufrido lluvias torrenciales.

Incluso cerca de la fuente en la que Dante y Raphael habían acordado su encuentro,


estaba lleno de gente que salía el fin de semana.

A pesar de la gran cantidad de gente, su alta estatura y su pelo brillante se hacían


notar bajo el sol. A una cuadra lejos de la fuente, Dante encontró a Raphael.
Quitándose el uniforme militar y vestido como un hombre de su edad, Raphael
levantó la muñeca para comprobar la hora, miró su peinado en la pantalla del móvil,
se miró la cara y volvió a mirar a su alrededor. No importaba quien lo mirara,
parecía que estaba esperando a la persona con la que había prometido reunirse.

Aunque sólo fuera perceptible para Dante esa figura, los ojos de los transeúntes se
volvían hacia Raphael de vez en cuando.

Cuando la distancia entre Dante y Raphael era de unos treinta pasos, alguien llamó a
Raphael. La persona, mientras extendía su teléfono móvil con una mirada tímida,
parecía estar preguntando por su número de teléfono.

Dante lo observó con los labios levantados.

Raphael sonrió torpemente y agitó la mano. Luego, la persona se retiró con una
expresión de pesar.

La persona volvió a mirar a Raphael, que lo miró tímidamente y apartó la mirada.


No era su cara lo que estaba viendo, sino el lado de su muslo izquierdo, que estaba
bien envuelto con unos jeans oscuros. Entonces, una vez más, Dante suspiró, ya que
parecía realmente lamentable.

Y Dante, que había visto a Raphael en ropa interior, sabía lo que guardaba cerca del
muslo izquierdo de Raphael.

«Ah, ahora mismo, esa persona…»

«… No puede ser»

Por el bien de Raphael, decidió mantener en secreto el aterrador hecho de que su


cuerpo fue el objetivo.

—Haynesworth.

De nuevo alguien llamó a Raphael. Raphael giró la cabeza. Dante, que todavía
estaba un poco más lejos que él, frunció las cejas.

La persona que apareció frente a Raphael esta vez era alguien que Dante conocía.

—¿Qué te trae por aquí?

—Ah.

Derrickson Efron estaba de pie frente a Raphael. También había salido a disfrutar de
su descanso sin entrenamiento, y estaba vestido de civil.
—Ante usted se presenta Raphael Haynesworth.

—¿Por qué saludas así frente a mí?

Mientras lo decía, recibió un saludo oficial, demostrando que era superior a Raphael
en cada movimiento.

—Ya lo has hecho hoy, así que lo aceptaré, pero a partir de ahora, si nos
encontramos fuera, no seamos tan corteses.

—Sí, gracias.

Dante se acercó a los dos, recordando un día durante sus vacaciones en el que se
inclinaba ante un superior.

—Eres el jefe de un pelotón, ¿verdad? ¿Dónde estás asignado?

—En la 10ª División de Tennessee.

—¿Tú? No, deberías habérmelo dicho. ¿Por qué está Raphael Haynesworth en
el campo cerca de la frontera? Si me lo hubieras dicho con anticipación,
hubiera hablado por ti para que estuvieras en el Sistema o en la cómoda
división que tengo a mi cargo.

—No. Cada uno tiene que ir a la división a la que es asignado, y hay varias
personas que van a lugares mucho más difíciles que el mío.

—¿Somos como los demás?

—Oh… bueno, jaja.

Raphael seguía sonriendo suavemente, dando una respuesta poco convincente. Y,


Derrickson era una persona que podía interpretar eso como una aceptación.

—¿Tienes una cita hoy por ser tu día de descanso?

—Sí. Con el Capitán, quiero decir, me reuniré con Dante Bailey.

—Ah…

La cara de Derrickson se distorsionó con toda naturalidad. A pocos pasos, Dante se


detuvo en diagonal de la fuente.

—Al parecer te sigues llevando bien con tu antiguo jefe. Porque tu


personalidad es muy buena.
—Es porque sigue cuidando bien de mí. Es una persona responsable, amable y
cuida bien de sus subordinados. Incluso después de haber terminado el
aprendizaje, se reúne conmigo y me enseña algunas cosas amablemente.

Dante contuvo la risa al imaginarse la expresión de Derrickson, que estaba oculta


por la fuente. Pensaba que los cumplidos excesivamente positivos de Raphael eran
siempre vergonzosos, pero no creía que serían extrañamente encantadores cuando
eran transmitidos a Derrickson.

—Eso es porque no lo sabes… Ayer hubo un conflicto entre el SAG y The F, y


él solamente se paró frente a todos, miró con dureza a los demás y gritó con
fuerza aprovechándose de su puesto, fue un desastre su actitud.

«Solo estás describiendo tus acciones…»

Dante desvió su mirada desaprobatoria hacia un lado. No se trataba de un conflicto


entre el SAG y The F en primer lugar, sino de una pelea entre Derrickson y Curtis.

—¿Ah, sí? Me ha regañado de esa manera cuando me metía en problemas.

—¿Te ha regañado? Está loco, loco. ¿Quién se cree que es? No tiene sentido.

—Creo que por un momento también me volví loco. Es vergonzoso decirlo,


pero quería quedar bien con Dante en ese momento, así que actué de forma
precipitada. Estaba realmente molesto, así que Dante me llamó por separado y
me regañó muy fuerte, pero todo lo que dijo era cierto, así que reflexioné de sus
palabras y aprendí de ellas. Dejando al lado las preferencias y los
sentimientos… me parece genial verlo ser amable y ser estricto cuando es
necesario.

Raphael sonrió alegremente a Derrickson. Él y Dante, que estaba en una esquina de


la fuente, tuvieron que entrecerrarlos ante su sonrisa.

—¿No está de acuerdo?

—Bueno, los consejos para los más jóvenes pueden ayudar a los superiores.

—Sí. Durante mi periodo de aprendizaje, dijo muchas cosas muy buenas. Desde
ese día, grabé en secreto las palabras de mi superior e hice un registro de ellas.
¿Puedo decirle la frase que más me impresionó?

—Ja… ¿Una frase…?

—¡Sí!
Era difícil decir «no» a esto. Derrickson asintió con los labios temblando de furia, y
Raphael continuó hablando con una brillante sonrisa.

—Después de unas horas de batalla en la zona de Banev, Dante sentó a los


miembros del equipo y les dijo…

«Banev…, ¿qué les dije a los cansados? ¿Qué pude decir?»

Antes de que Dante buscará en su memoria, Raphael habló primero.

—Todos los asesinatos que hicieron hoy fueron por la orden de su Capitán. Eso
es todo.

—…

—La batalla fue feroz ese día, y el equipo resultó muy herido, pero también
matamos a muchos enemigos. Como sabe, había varios soldados enemigos muy
jóvenes en Banev. El Capitán intentaba cargar también con la culpa de sus
compañeros. Eso me impresionó mucho.

—…Ah, jajaja. Dijo todo eso, ¿crees que fue bastante bueno? ¿Tanto te gusta?

—¡Sí, realmente me gusta Dante sunbae!

Derrickson se olvidó poco a poco de que Haynesworth estaba frente a él y no pudo


manejar su expresión. Lo mismo le ocurrió a Dante, que soportaba la vergüenza con
sus mejillas levemente rojas detrás de la fuente.

«Ese cachorro es realmente…»

Dante giró la cabeza tapándose la boca. Más allá de la sensación de ternura, algo
cerca de su pecho le hizo cosquillas. Ni siquiera había hecho ejercicio extenuante,
pero su corazón le golpeaba el pecho. Aunque se mordiera los labios, sus latidos no
disminuían fácilmente.

Dante se acercó lentamente a los dos para detener la conversación. Si escuchaba


más, pensaba que aparecería con la cara completamente roja frente a Raphael.

—Raphael.

Saludó a Raphael y enseguida a Derrickson.

—Hola.

Derrickson asintió a su saludo, por lo que no podía armar un escándalo ya que había
muchos ojos que lo miraban.
Cuando Raphael encontró a Dante, su expresión cambió de cuando estaba con
Derrickson.

—¡Estás aquí! Capitán Efron, me voy ahora que Dante sunbae está aquí. Que
tengas un buen día.

Raphael se inclinó hacia Derrickson. Incluso Dante dejó un saludo impecable. Dante
y Raphael se alejaron de la fuente, dejando a Derrickson, que parecía haber
masticado las raíces de un árbol muy amargo.

De alguna manera…fue una situación agradable. Después de haber sido molestado


por Derrickson toda la semana, podía tener esta sensación de superioridad. El estrés
de toda la semana desapareció a los 10 minutos de estar junto a Raphael.

Y Dante se echó a reír mientras miraba a Raphael, que antes y ahora sonreía un
poco.

—Raphael.

—¿Si?

—… ¿Por qué haces una confesión de ese tipo en mi ausencia?

—Oh, ¿has oído eso?

—Era una conversación que no pude evitar escuchar—. Dante dijo, dando el
camino al niño que andaba en bicicleta. —¿Siempre eres tan positivo o no te
das cuenta de las cosas?

—Bueno… —Raphael esbozó una extraña sonrisa. —¿Tú crees que no me doy
cuenta?

—… ¿No?

—Es cierto que a veces soy torpe, pero si me doy cuenta de las cosas.

Volvió a mirar a la fuente en la que había estado hace un momento con sus redondos
y pálidos ojos verdes.

—Han pasado muchas cosas desde que era joven, y soy bueno detectando la
malicia. Soy hijo de una política. Así que a veces puedo leer las intenciones de la
gente.

Dante recordó los antecedentes de Raphael después de mucho tiempo.


Raphael Haynesworth no es sólo el hijo del Jefe de Estado Mayor del Ejército, sino
también el hijo de la Gobernadora Haynesworth. En cierto modo, puede ser mejor
que Dante, que no sabe nada de política.

—Desde que estuve en el SAG, me di cuenta que él y Dante sunbae no se llevan


bien. Pero pensé que no debía involucrarme, aunque estuviera molesto… ¿Por
qué quiere que hable mal de ti y por qué tiene que hablar mal de ti?
Honestamente me sentí tan mal que preferí que insultara a mi padre.

“Oh, ¿acaso es una estrategia para conquistarlo?” Dante rió absurdamente, pero la
frente de Raphael no se enderezó.

—No hay nadie que no sepa que te seguía todo el tiempo.

—Es así desde la Academia Militar. Ya no me importa, así que deja el asunto
en paz.

—…

Un suspiro superficial se escapó por la punta de la nariz de Raphael. Miró a Dante


con sus pálidos ojos verdes, e inclinó la cabeza en su dirección.

—¿Puedo ocuparme de él?

—¿Qué?

—No te lo pido como subalterno, sino como Raphael Haynesworth, que está
cortejando al Capitán Bailey.

Raphael parecía serio, como si no fuera una broma. Entonces, Dante sonrió más
suavemente.

—Sigo siendo tu jefe y tu superior, así que, ¿cómo puedo pedirte que te metas
en problemas? Avísame si tienes alguna dificultad.

Raphael tenía una expresión que parecía esperar un rechazo. Sin embargo, se pegó al
brazo de Dante como si estuviera molesto.

—Me preocupa que sigas intentando ser un pilar para mí, para tu equipo, para
la iglesia.

—Un joven que ha estado medio año en el ejército está preocupado por alguien
que tiene siete años en el campo de batalla. Deberías preocuparte por ti. Por ti.

Acarició su cabeza con admiración. Raphael, que miraba a Dante con una mirada
extraña en sus ojos verde claro, no continuó con el tema.
—Hace tiempo que no nos vemos. ¿Qué quieres hacer? ¿Quieres hacer algo?

Raphael respiró tímidamente.

—Hay algo que quiero hacer, pero…

Sonrió y se cubrió su mejilla. Era la cara de un ángel tímido que recibió una flor de
un bebé. Pero lo que quería, estaba escrito claramente en su blanca frente.

—¿Quieres tener sexo?

—Oh, no. No puedo creer que lo hayas sugerido a medio día… Así es.

Dante lo pensaba a menudo, pero no sabía cómo podía transmitir esa intención con
esa cara inocente. Después de ver la mirada de Dante, Raphael cambió el tema.

—¿Quieres comer primero?

—No sé qué quieres comer.

Raphael sonrió. Parecía diferente de la habitual sonrisa descuidada. Sus rasgos


faciales parecían un poco más profundos… Definitivamente, parece ser un poco más
grande.

—Es porque quiero que comas algo delicioso.

Esto fue definitivamente intencional.

«Oh no. Ahora sabe cómo decir este tipo de cosas.» Dante golpeó el brazo de
Raphael con su puño. Un gran cachorro fingió estar herido.

De hecho, hoy era un día en que la mente y el cuerpo de Dante solo podían moverse
hasta cierto punto. Sin embargo, a diferencia de Raphael, Dante era un adulto que
sabía cómo ocultarlo hábilmente.

***

Comieron y vieron una película, pero Raphael pidió que fueran en el auto para
recorrer un pequeño trayecto desde el restaurante hasta el cine con el pretexto de que
estaba cansado. Y después, llegaron a una espaciosa cafetería donde pasaron un
tiempo y hablaron de cosas del pasado, sin saberlo, el tiempo había pasado volando.

Cuando estaban en el mismo equipo, no tenían que hablar de ellos porque todo el
tiempo estaban juntos. Pero ahora que estaban separados, había más cosas que no
sabían del otro, ya que no podían decirlas con una breve llamada telefónica de vez
en cuando.
Raphael dijo que cada vez que estaba en Islas, se tenía que alojar en un hotel. Dijo
que si ocurría algo grave, sería difícil volver desde la mansión Haynesworth, y que a
menudo utiliza un hotel cercano al Sistema para pasar unos días porque suele entrar
por la madrugada cuando trabaja por turnos.

Dante también quería decir algo, pero en realidad, lo que estaba llevando a cabo era
aún más confidencial. Así que escuchó a Raphael, como lo hacía por teléfono.

Ya era de noche cuando volvieron a la plaza donde estaba la fuente.

—Oh, sunbae, espere.

Más allá de Raphael, una gran pantalla en la plaza mostraba un vídeo promocional
de la cumbre.

Se presentaba la apariencia de un imperio pacífico, la presentación de los países


nacionales y las personas que participarían en la cumbre, así como varios eventos de
intercambio cultural previstos en la cumbre. Por último, apareció en pantalla un
joven Emperador que había ascendido al trono hace dos años.

—La cumbre está realmente cerca.

—Sí.

Dado que el país está adoptando la forma de un Imperio, no era raro que se celebrara
una cumbre en el Sistema, pero la última reunión organizada por el actual
Emperador fue celebrada por el Príncipe Heredero justo antes de su ascenso al trono,
por lo que esta era la primera reunión celebrada después de que el nuevo emperador
asumiera el cargo.

Dado que la popularidad del emperador era alta, la gente que no estaba interesada en
la política también ha aumentado su interés en la cumbre.

—Algunos dicen que hay tanta gente como en la ceremonia de sucesión…


Ugh…

La expresión de Dante al mirar la pantalla se endureció.

Tras el vídeo de la promoción de la cumbre, apareció un video de la propaganda


sobre la fuerte vigilancia del imperio para evitar el terrorismo.

[—Hoy se ha realizado un simulacro conjunto antiterrorista en el Palacio de


Sheffield, y todo el proceso se ha completado con éxito.]

Entonces, Raphael abrió la boca más grande que Dante.


[—Con esto, los militares superiores han confirmado que no hay ningún
problema con la preparación antiterrorista del SAG para la cumbre del
próximo mes. Incluso si se produce la peor situación terrorista, la
combatiremos con una respuesta rápida…]

—¡No me tomes fotos! ¡Bórralas!

Dante intentó arrebatarle el móvil a Raphael. Sin embargo, Raphael negó con la
cabeza mientras escondía su móvil detrás de la espalda, que había fotografiado a
Dante en la pancarta publicitaria.

—¿Cuándo lo filmaste? Saliste muy bien.

—Si vas a decir bonitas palabras, es mejor que borres las fotos. No quería que
ese video saliera tan grande…

—Vaya. Voy a preguntarle a mi hermana si puede conseguir el original.

—Muérete, de verdad.

Mientras tanto, la voz torpe y chillona de Dante fluyó con fuerza en la plaza durante
unos segundos más. Fue el momento en que Dante perdió la compostura frente a
Raphael, incluso Dante trató de conseguir el móvil que tenía en sus manos. Mientras
tanto, Raphael solo sonreía y daba saltos diciendo: «Eres el mejor».

Se habían encontrado de día, pero el cielo ya estaba completamente oscuro.

—Te llevaré a tu casa.

Dijo Raphael mientras estaba a punto de dirigirse a recoger el coche aparcado en el


estacionamiento público.

—Llevas toda la semana entrenando y todavía sales el fin de semana, debes de


estar cansado. Te llevaré a casa y volveré.

—…

De hecho, pensó que Raphael lo propondría primero, diciendo que quería estar más
tiempo con él. Pero lo que estaba diciendo ahora mismo es que Raphael dormiría en
su habitación de hotel y Dante lo haría en la residencia oficial. Dante no podía
creerlo ya que las veces que se encontraban terminaban pasando la noche juntos.

«¿Así que cada uno se va a casa…?»

Parece que el atractivo sexual durante el día era sólo una broma. Hoy, Raphael fue
considerado con Dante todo el tiempo.
Él expresaba todo su amor por Dante con su cuerpo y con sus acciones, sin embargo,
no sacó a relucir la palabra “relación”, además que el horario y la conversación se
habían centrado también en Dante.

El cachorro, que hasta ahora había estado corriendo de un lado a otro


diciendo: «Capitán, Capitán», parecía haberse vuelto de repente maduro. Dante, de
alguna manera, se sintió un poco vacío.

Raphael, sentado en el asiento del conductor introdujo la dirección en el navegador


para llevar a Dante a casa. El brazo recto movió suavemente el volante. El coche
realmente se dirigió a la dirección de la residencia oficial.

—Oh, sunbae.

—Sí.

—¿No dijiste que tenías algo que decirme?

—Ah…

Ahora que lo pensaba, el día de hoy que se iban a reunir, Dante iba a darle una
advertencia a Raphael, así como dijo Angela.

«¿Qué estás haciendo conmigo estos días?»

Sin embargo, las palabras que tenía en mente no llegaron a su boca. Dante pensó que
no era necesario señalar que Raphael se toma un poco de atribuciones y coquetea un
poco, pero a cambio está trabajando bastante.

—¿Qué era? No lo recuerdo. Supongo que no era tan importante.

—Entonces dime si lo recuerdas.

—De acuerdo.

La residencia oficial estaba situada lejos del centro de la ciudad. Raphael se desvió y
condujo en el carril justo al lado del río, recordando que Dante le había dicho que le
gustaban las escenas nocturnas. Cuando el auto se detuvo frente a un semáforo,
Raphael dudó y abrió la boca.

—Dante-sunbae, esto es realmente por si acaso, y espero que nunca ocurra,


pero no sé lo que va a pasar en el futuro…

—Sí. ¿Por qué tus palabras suenan tan preocupadas?

—Si aparece alguien mejor que yo… Por favor, dímelo.


—¿Por qué dices eso de repente?

—Antes lo viste en la plaza. Apareciste en la pantalla y todos te miraban. Lo


mismo ocurrió cuando llegaste a la fuente. Puede que no lo sepas, pero en el
restaurante, en el cine, en la cafetería… Eres muy popular.

«A quien han mirado, ha sido a ti.»

Dante solo sonrió un poco frustrado ante el absurdo delirio.

—Sunbae, dijiste que no me doy cuenta de las cosas, pero tú también eres muy
lento para ver este tipo de cosas. Fuiste tú quien captó las miradas de todas las
personas a tu alrededor.

Sí, Dante estaba seguro que Raphael era denso. En muchos sentidos.

—Sabes, estoy a la defensiva cuando se trata de relaciones personales. No creo


que vaya a tener a nadie más.

Así que era más emocionante.

Dante no dejaba que las personas cruzaran una determinada línea. Por lo tanto,
aunque había personas que consideraban a Dante como un buen superior o como
Capitán, era la primera vez que una persona tenía estos profundos sentimientos de
amor personal hacia él. Esto era algo nuevo.

De repente, recordó la conversación que Raphael tuvo con Derrickson durante el día.
Aunque alguien desconocido los viera, la voz de Raphael estaba llena de amor. Al
escuchar la conversación, Dante sonrió como si la risa de Raphael se hubiera
trasladado a él.

Dante sintió que los muros que había construido se derrumbaban sin remedio estos
últimos días. El pensamiento se hizo más fuerte el día de hoy, cuando se encontró
con Raphael.

«Si sigues así…»

Una sonrisa y un suspiro salieron al mismo tiempo. Era una agradable sensación de
derrota. Pronto, el auto se detuvo en la entrada de la residencia oficial de Dante.

—Bien, ahora entra.

—Sí. Tú también ve a casa sano y salvo. Ha sido divertido.

Raphael asintió con la cabeza y Dante hizo un gesto con la mano. Pero ninguno de
los dos hizo algún movimiento.
—¿No vas a entrar?

—Iba a ver que te fueras, fumar y luego entrar.

—Oh.

Raphael salió del coche y se acercó a Dante, que acababa de encender un cigarrillo.

—¿Por qué otra vez?

—Me quedaré contigo hasta que termines de fumar.

—No hace falta que…

Sin embargo, Raphael se mantuvo firme en su posición. Incluso si Dante estaba a


punto de caer, él lo seguiría rápidamente.

Afortunadamente, se colocó en dirección contraria de la que soplaba el viento. Esto


no era porque odiara el humo de los cigarrillos, sino porque conocía la incomodidad
de Dante.

Si los pulmones puros de Raphael, que no tienen ninguna relación con los
cigarrillos, se llegan a manchar, debe ser debido al humo causado de la mano de
Dante. Ya había tomado la pureza de Raphael, en muchos sentidos.

—Raphael, gracias por lo de antes, pero no vuelvas a hacer eso en el futuro.

—¿Qué quieres decir?

—No tienes que pelearte con otras personas para defenderme. No tienes hacer
nada por mi mala relación con Derrickson Efron.

—Ah…

Raphael se rascó la nuca.

—Eso… Creo que va a ser difícil. Y no era porque estuviera discutiendo para
defenderte, fue porque no estaba de acuerdo con la opinión del Capitán Efron.
—La punta de las zapatillas blancas golpeó el suelo. —Porque para mí, eres
una persona incondicionalmente maravillosa.

—Mis hombros pesan, pesan demasiado.

—Esto no se trata de que me gustes, sino por el respeto que te tengo, así que no
me voy a contener.
El cigarrillo fue tan corto como el tiempo que se encontraron hoy. Mientras se daba
la vuelta para tirar la colilla a la basura, Raphael volvió a despedirse de Dante.

Dante también era humano. Por mucho que construyera un muro y se escondiera
detrás de él, si alguien trataba de pasarlo, tenía que asomar la cabeza de mala gana y,
no tenía más remedio que ofrecer un poco de cariño.

—Raphael.

—Sí.

—Para volver mañana, estaría más cerca que te fueras de aquí que un hotel.

Dante señaló con la barbilla la residencia oficial.

—¿Quieres quedarte a dormir?

La razón por la que pudo expresarlo hasta ese punto era porque Raphael desbordaba
un gran cariño hacia él. Al ver a Dante, que siempre era pasivo con sus emociones,
vertiendo un poco de sus sentimientos en él, Raphael hizo varias expresiones en
segundos, y Dante, al verlo, tan solo se preguntó: “¿Fue demasiado?”

Se puso un poco nervioso después de haber preguntado. Sin embargo, la tensión de


Dante se disipó rápidamente con la brillante sonrisa de Raphael.

—¡Sí!

Raphael respondió con calidez.

***

No era inesperado, pero nada más salir de la ducha, sus labios se encontraron. De
hecho, se quedaron sin aliento desde el momento en que entraron juntos al baño.

«Raphael, uh, Raphael. El sonido es muy fuerte aquí. Absolutamente no.»

El gran acto, que estuvieron a punto de realizar en el baño fue detenido por Dante,
quien se mantuvo racional. En cambio, los gemidos de Raphael resonaron a lo largo
de 15 minutos de la ducha apresurada. Si seguían así, Dante estaba seguro que al día
siguiente las personas le dirían: “No se admiten animales en la residencia oficial”,
“¿has traído un perro?”,” cuando escuché los ruidos, eran bastante fuertes, ten
cuidado.” Si eso pasara, no tenía nada que decir.

Dante y Raphael se abrazaron sobre la cama y se besaron durante mucho tiempo.


Justo después de asearse, los dos no tenían ropa en sus cuerpos. La única tela que se
interponía entre los dos era una toalla para secarse el cabello.

—Hoy lo haré arriba.

Dante se levantó y se sentó, presionando el cuerpo de Raphael.

Se sentó con la pelvis de Raphael en el centro y las piernas separadas. El pecho de


Raphael, que estaba erguido, estaba excitado. Los ojos que miraban a Dante ya
estaban ebrios de calor.

Dante también miró a Raphael y sonrió con el rostro acalorado.

—Te prometo que te sentirás bien, así que, ¿puedo intentar esta posición?

—Es la primera vez que hago esto, así que estoy un poco inseguro…. No,
definitivamente lo haré bien. También te haré sentir bien.

Al escuchar el grito de determinación, Dante sonrió mientras le acariciaba el pelo


mojado. Luego se inclinó y besó la clavícula de Raphael.

—¿Por qué estás tan obsesionado con ser bueno en el sexo? Sé que soy la
primera persona, pero ¿realmente es necesario que te dé una nota al final?

—No es eso, pero…

—¿Entonces?

La voz de Dante fue demasiado suave mientras colocaba sus labios en la piel de
Raphael. Raphael acarició suavemente la espalda de Dante.

—Soy más joven que tú y no tengo suficientes habilidades…

—Hmm…

—Pero mi rostro y mi cuerpo están bien, así que si no te gusta, estoy seguro que
puedo capturarte con una batalla cuerpo a cuerpo. El mayor atractivo de un
hombre joven es su papel de un consolador fuerte e insaciable…

—… ¿Eso también fue algo que te dijo tu hermana?

—En 10 minutos, seré capaz de tener un verdadero combate con mi cuerpo,


pero me esforzaré al máximo para que tú…

Dante mordió la piel que besaba.

—Duele.
Una marca roja de dientes se quedó grabada en el pecho de Raphael mientras
murmuraba.

Cuando se quejó, acarició la marca dejada por Dante con la punta de sus dedos con
orgullo.

—Ah, claro. Condones.

—Están en mi cartera…

—Acuéstate. Los traeré.

Dante se levantó, abrió su cartera que estaba en la ropa que colgaba de la silla de la
mesa. Al verla, Dante no pudo evitar preguntarse el motivo de por qué llevaba tanto
dinero, y los condones, que eran de tamaño grande, solo hacían que la cartera se
viera más llena.

Dante, que sacó los condones, encontró la identificación militar de Raphael en la


parte delantera de la cartera. La foto mostraba la cara de Raphael que Dante vio por
primera vez en un papel hace tiempo.

La foto de la identificación militar era muy diferente a la de ahora. Dos rostros,


cuatro ojos verde claro miraban a Dante inquisitivamente.

A diferencia del Raphael de la foto, que tenía todos los botones cerrados hasta el
final de su cuello y estaba vestido con pulcritud, el Raphael de ahora se sentó en la
cama completamente desnudo.

—¿Qué pasa?

—Nada.

Mirándolo así, parece mucho más joven en este momento.

Dante, que dejó la cartera con una sonrisa, volvió a la cama. Y colocó los condones
en el pecho de Raphael. El primer paquete se rompió con los dientes y se extrajo el
contenido.

—Mano.

Raphael ofreció su mano como un cachorro obediente. Dante le puso un condón en


el dedo. El condón que estaba recién salido de su empaque, olía a fresas. Dante se
inclinó de nuevo en el pecho de Raphael.

—Tienes que dilatarme.


—Dante-sunbae, siempre eres sexy, pero hoy realmente eres fascinante.

—Sí, sí.

Tan solo asintió porque era cansado decirle a cada momento que dejara de decir
tonterías.

Dante se cubrió las manos uniformemente con el gel restante del empaque del
condón. Y agarró el pene de Raphael dando golpecito en su muslo.

—Uh, ah…

—Ah…

Al mismo tiempo, un dedo cubierto con un condón entró en la parte trasera de


Dante.

Dante sujetó el pene de Raphael y el suyo con sus manos húmedas.

Ambos estaban excitados por el calor antes producido en el baño. Raphael, en


particular, tenía teñido de rojo su blanco pene y le palpitaba con fuerza. El pene
palpitaba tan fuerte que Dante sospechaba que había un corazón en la parte superior
del cuerpo de Raphael, y otro en la parte inferior.

Un fuerte consolador… Dante no estaba de acuerdo con el significado, pero era


cierto que el pene de Raphael era tan grande como un consolador, y estaba lleno de
fuerza, dureza y durabilidad.

Dante agarró ambos genitales y movió su mano hacia arriba como si los estuviera
acariciando, y luego presionó firmemente bajo el glande de Raphael con las yemas
de sus dedos.

—Ah…

El cuerpo en el que se apoyaba tembló. Dante, que estaba encima, también tembló.
Los condones que estaban en el pecho de Raphael cayeron a ambos lados de la
cama.

Raphael, que escuchó una leve risa en su hombro, arrugó el puente de su nariz.
Entonces golpeó con el dedo la pared interior, y cuidadosamente de que no se
introdujeran, con dos dedos más acariciaba el borde de la entrada de Dante.

—¡Ah! Oye, tú…

Como lo había provocado, Raphael se permitió una tímida venganza ganando la


vergüenza de Dante.
—Ha, mete más dedos… Si solo continúas así, el tuyo no cabrá.

—No veo muy bien… Discúlpame.

—Huh, huh.

Raphael agarró el trasero de Dante con la otra mano y lo separó. Dante gimió por la
facilidad con que sus dedos fueron introducidos haciendo que las paredes internas se
expandieran más. La temperatura caliente de sus palmas agarrando sus caderas,
parecían dejar una huella de su mano.

Raphael, que acariciaba la pared interior, sacó el preservativo y lo dejó en el suelo, y


enseguida comenzó a dilatarlo con los dedos suficientemente húmedos.

—Ah, ah…

Si a Raphael se le enseñaba una cosa, a través de una revisión minuciosa aprendería


otras tres, y entonces sus habilidades aumentaban cada vez más. Ahora, cuando
Dante juntaba su cuerpo con el de él, no podía sonreír tan tranquilamente como
antes.

Mientras gemía apoyado en el cuerpo de Raphael, un pene entre los estómagos de


los dos se hacía cada vez más grueso.

—Hmm… Es suficiente. Deja de aflojarlo.

Dante se incorporó y se apoyó sobre el hombro de Raphael.

—Si se pone más grande que esto, será difícil de meter. ¿De qué color quieres el
condón?

Raphael se apresuró a buscar a su alrededor y le tendió el primero que pudo tomar.


Era un condón rojizo con un gel con aroma a cereza.

Dante lo tomó y puso el condón en el pene erecto de Raphael. La cara de Raphael


mostraba una expresión de expectación.

—Tienes que volver mañana, y luego… Estoy pensando en volver a entrenar a


partir del lunes, porque lo hago desde arriba, así que no debes de correrte
dentro ni mucho menos ser intenso a causa de tu excitación, ¿entiendes?

—Oh, sí. Lo intentaré, no, lo tendré en cuenta.

Dante sonrió y puso fuerza en sus rodillas para levantar su cuerpo con Raphael entre
sus piernas. Agarró el pene de Raphael y posicionó sus caderas.
En cuanto el glande y la entrada se tocaron, el cuerpo de Dante notó que el pene de
Raphael iba a entrar después de mucho tiempo, parecía que su cuerpo lo conocía tan
bien ya que habían tenido sexo unas cuantas veces antes.

Tomó la posición de arriba y mostró una seguridad hasta ahora. Sin embargo, podía
sentir que su cuerpo temblaba bajo la excitación después de una larga ausencia.
Sería un poco embarazoso si mostraba esto a Raphael.

—Ah…

La punta del pene comenzó a abrir la entrada. Raphael gimió ante Dante. El grueso
glande desapareció poco a poco entre su trasero.

—Ah…

La respiración de Raphael se aceleró. Sus manos agarraron los muslos de Dante. La


mirada de Raphael estaba fija entre sus piernas mientras se tragaba su pene.

—Oh…

Tras subir y bajar un par de veces, el pene entró por completo. Dante gimió mientras
sentía una presión en su vientre. Las manos de Raphael, se enterraron más en su piel,
dejando huellas futuras.

—Capitán, ah…

Tan pronto como comenzó el sexo, volvió a decir el antiguo y conocido título, como
si no hubiera tenido tiempo de ser consciente de lo que había dicho. Era una voz que
extrañaba, buscando desesperadamente a su Capitán.

Dante dio un largo suspiro y volvió a levantar las caderas. Su glande quedó atrapado
en la entrada y no pudo salir, por lo que era una señal que se había hinchado más.

Raphael no pudo controlar su expresión al ver que la zona roja no dejaba salir a su
hinchado pene, acabó cubriéndose la nariz con su mano.

—Oh, hmm… Esto es difícil, no puede salir. Ah, solamente… Deja de crecer.

Dante empezó a moverse arriba y abajo de nuevo. Relajó los muslos y volvió a
introducir por completo el pene, cuando la carne tocó un punto sensible en el
interior, volvió a levantar las rodillas y sacó un poco el pene.

—Ah…

Dante tenía sus manos apoyadas sobre el pecho de Raphael, y éste agarró los muslos
de Dante situados a ambos lados de su cadera, dándole fuerza y provocando que
Dante se inclinara un poco más hacia atrás. Así, los muslos subían y bajaban de
nuevo con mayor facilidad.

Raphael no podía hacerse a la idea de la escena que tenía delante. Su persona más
preciada, un hombre que le lleva siete años de diferencia y es genial en todo sentido,
que prefiere el pulcro uniforme militar y usar ropa sencilla, estaba desnudo frente a
él y su trasero se tragaba su pene sin su ayuda.

—No puede ser. ¿Cómo puedes ser tan sexy? Capitán… Ah, por qué estás tan
activo el día de hoy… Gracias…

No había forma de explicar este sentimiento, así que simplemente dijo palabras sin
sentido. Incluso con solo mirar a Dante, el calor se acumulaba en su pene. Una vena
resaltó en el dorso de su mano, a causa de que estaba conteniendo su eyaculación
con el fin de ver el aspecto de Dante un poco más.

Dante, que tenía la cabeza levantada y los ojos cerrados, no pudo ver su expresión.
Su vientre, que se llenaba lentamente por la excitación, se volvió pesado.

—¡Ah, ah, hmm…! ¡Sigue un poco…!

—¡Capitán…!

La cintura de Dante se tambaleó. Raphael se apresuró a sostener su cintura con


ambas manos. La razón por la que Dante perdió el equilibrio fue porque Raphael
movió sus caderas al ritmo de Dante.

En un instante, Dante tuvo el pene de Raphael más profundamente, y el sonido de la


piel chocando se volvió más intenso, Raphael sostenía a Dante y a la vez movía sus
caderas

—Rapha… Ah… Tú… Esta postura… el interior… ¡Ah!

—Ah, ¡Capitán, yo…!

La cama empezó a temblar más violentamente que cuando Dante se movía solo. A
medida que Raphael se movía, el cuerpo de Dante subía y bajaba, y la velocidad
también aumentaba. Su cabello mojado caía en respuesta de su cintura, que se
movía.

—Oye, Raphael, ah.

Los ojos de Dante, estaban húmedos de placer y sus bordes se volvieron rojos.
Como Dante estaba encima, su rostro se podía ver con más claridad que nunca. Las
lágrimas que caían eran más dulces que el agua que bebía después del
entrenamiento.
Raphael trató de mover un poco la posición de la cintura para que coincidiera con el
momento en que Dante, que se había levantado, cayera sobre su entrepierna.

—¡Hmph!

De los dientes de Dante salió un gemido diferente a su voz habitual.

“Oh, este es el lugar que le gusta al Capitán.” Raphael hizo su juicio basándose en
sus experiencias pasadas.

Incluso teniendo sexo en una posición diferente a la de ahora, y al golpear en su


interior, la expresión relajada de Dante desapareció, y había un lugar que era
particularmente incapaz de contener su voz. El lugar era similar al de ahora.

—Capitán.

—¡Huh!

—Aquí se siente bien, ¿verdad?… Ah…

—Ah, sí, justo ahí… si sigues golpeando… ah…

Un líquido claro goteaba del pene de Dante, que se movía lo suficiente como para
golpear el vientre de Raphael. El líquido de Cowper goteaba y se acumulaba en el
vientre de Raphael. Él, al verlo, pensó que le gustaría lamerlo, sin embargo deseaba
tomar esas lágrimas de Dante, que cada vez eran más hermosas.

—Oh, Capitán

—¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! Rapha…

Dante se sonrojó y se mordió los labios, sabiendo que estaba haciendo un sonido
extraño.

Sin embargo, el gemido que se filtró de sus dientes fue aún más insoportablemente
sensual. Había un insoportable sonido de asfixia mezclado con la baja exhalación.

Los movimientos de Raphael se volvieron más impacientes. Cuanto más pasaba,


más se estremecía Dante.

—Capitán…

—Ah, ah, sí…

—Oh, no puedo creerlo. No sabía que podías hacer este tipo de expresión. El
Capitán es tan…
—Ah, qué…

Dante se cubrió la cara con el dorso de la mano. Luego, al ver la cara de Raphael,
sonrió consternado y volvió a bajar la mano.

«Mi cara no se ve mejor a la de un tipo ebrio de excitación y con lágrimas en los


ojos.»

—Mi cara, ah, qué te parece.

—Creo que me volveré loco. No puedo expresarlo… ah.

El rostro consternado de Dante se suavizó. Pero pronto ambos volvieron a los


ásperos gemidos.

Poco a poco, los sonidos ásperos se escucharon provenientes de la piel. El gel que se
había acumulado entre la entrada estirada y el pene hinchado, hizo que los sonidos
húmedos se hicieran más fuertes.

—¡Ah, ah, ah…!

El pene de Raphael eyaculó primero en el interior. Aunque parecía que intentaba


soportarlo, siempre era el primero en eyacular que Dante.

Dante eyaculó mientras lo veía eyacular, mientras veía su bonita cara de súplica al
tiempo que movía su cintura.

El semen blanco salió de la punta del pene de Dante derramándose sobre el


estómago de Raphael. El semen blanco fluía a través del valle entre las secciones
musculares.

Los abdominales marcados en el estómago de Raphael también eran más claros que
cuando estaban de vacaciones.

—Ah, ah, ah.

Raphael tiró del brazo de Dante sin aliento. Dante se desplomó encima de Raphael.
El pene de Raphael salió del interior, rozando las paredes internas. Los hombros de
Dante temblaron ante la sensación.

Raphael buscó la cara de Dante y la besó ansiosamente. Dante sonrió y abrió la


boca. Raphael dejó escapar un gemido como un cachorro que ha sido complacido.

—Me gustó esa postura de antes, pero fue una pena no poder besarte.

—Sí…
Dante también pensó que Raphael parecía sediento. Es un hombre al que le gusta el
afecto y la temperatura corporal, por lo que incluso cuando mezclaba su cuerpo con
el de Dante, le gustaba una postura cercana.

A ambos les gustaba ver al otro cuando estaban teniendo sexo, ver las facciones y
los mínimos cambios en los rostros.

—Capitán…

Raphael dio media vuelta con Dante, mientras se besaban. Raphael estaba encima de
Dante, y la parte superior de los cuerpos de los dos hombres estaba lo
suficientemente cerca como para escuchar los latidos del otro.

—Capitán, Capitán…

Raphael se acercó a la cara de Dante y lo besó en ambas mejillas. Dante ya se había


acostumbrado a este tipo de caricias. Raphael derramó besos por toda la cara
compensando el momento cuando no pudo besarlo.

—Como pensé, me gusta más esta postura.

—… Así parece.

Dante acarició la cabeza de Raphael con ambas manos. El pelo, que no se había
secado bien, estaba más mojado a causa del sexo.

Raphael, que estaba recibiendo felizmente las caricias bajo las manos de Dante,
inclinó su cabeza sobre el pecho de éste. Luego levantó la vista con entusiasmo y
miró a Dante.

—Me gustaría hacerlo una vez más en esta posición, pero…

—Capitán…

Los ojos verde claro brillaron incluso en la tenue habitación.

“Capitán, ¿te gusta verme así? Fue increíble, ¿verdad? ¿Quieres que te ame de
nuevo?»

Hacía mucho tiempo que Dante no escuchaba una alucinación auditiva.

—Oye, tienes que irte mañana…

—No me importa, no es un asunto importante, ¿sí? Volveré aquí mañana


después del trabajo. Vendré a darte un masaje en la cintura o en las piernas
todo el día.
—Oye, eso es algo fácil de decir, Tennessee queda demasiado lejos… Hmmm.

Raphael cubrió los labios de Dante. En el mejor de los casos, era el ambiente
habitual en la posición habitual. El pene que estaba erecto de nuevo apuñaló la parte
perineal de Dante.

—Está bien. Si puedo quedarme con el Capitán, me parece bien todo.

Raphael tomó un condón que había sobre la cama y lo abrió, rompiéndolo igual que
como lo hizo Dante.

—Por favor, déjame hacerlo, Capitán.

—…

Raphael se preocupó mucho por Dante a lo largo del día, pero todas las acciones
eran porque quería a Dante.

Sin embargo, al final, entre “codiciar por él” y “querer a Dante” el sentimiento era
tan diferente y a la vez tan similar. Y por primera vez, Dante no supo qué decir.

En cuanto volvieron a tener sexo, a Raphael se le olvidó llamarlo sunbae y comenzó


a llamar a Dante “Capitán”, volviendo a ese momento en que necesitaba y anhelaba
por él.

En respuesta a sus desesperadas acciones, los brazos de Dante rodearon el cuello de


Raphael.

***

Raphael finalmente se fue después de dormir menos de dos horas, y cuando volvió,
frotó la cintura, los hombros y las piernas con esmero, como había prometido.

—Ya está bien. No has dormido bien, así que deberías dormir un poco.

Por supuesto, eso no funcionó. Raphael pasó toda la tarde en la residencia de Dante
y regresó hasta bien entrada la noche. Si Dante no hubiera entrenado el lunes,
obviamente habrían tenido una segunda noche seguida de sexo.

Hubo momentos en que el estado de ánimo aumentó varias veces cuando un gemido
bajo salió de la boca de Dante, después de que Raphael presionara los músculos
tensos de la espalda o del muslo. Raphael lo aguantó como pudo y se quedó con
Dante la mayoría del tiempo que se le permitía en su apretada agenda.

Aunque Dante estaba un poco sobrecargado de trabajo, no había ningún


impedimento para que dejara de lado sus deberes, hubo ocasiones en que el
entrenamiento para la cumbre agotaba su resistencia, por lo que al día siguiente
volvía a entrenar intensamente, por eso, no tenía que preocuparse de que su cuerpo
se sintiera afectado al día siguiente después de una noche de sexo intenso. Por lo
tanto, Raphael era el único que se preocupaba.

No era extraño que Dante empezará a preparar el simulacro y a recibir información


por la Zona para poder desplegar a los equipos. La causa de su tiempo libre era que
coincidía con el momento del nombramiento de Raphael, la posición de la frontera
entre Islas y otras regiones, y la reunión de la cumbre.

En principio, era el momento de que Raphael comprendiera el ambiente y la


importancia de su unidad, y que estableciera una relación con los miembros del
pelotón y el Jefe de la unidad, que es su superior inmediato. Sin embargo, no podía
dejar de preocuparse, porque pasaba más de seis horas de viaje, tres de ida y tres de
regreso, añadiendo su tiempo libre solo para ver a Dante.

Al salir de la casa donde había pasado todo el fin de semana con Raphael, se sintió
bastante confundido. Pero, por otro lado, pensó que debía de dejar de lado sus
preocupaciones, ya que Raphael hacía un trabajo mucho mejor que Dante para ser
amable con la gente.

A diferencia del acelerado sábado, el día de entrenamiento para la cumbre


transcurrió lentamente, y los ocho jefes de equipo fueron llamados al frente del
Teniente Coronel para la nueva semana. Tras escuchar unas palabras de
información, los jefes de equipo se dispersaron de nuevo.

—Estoy tan cansado.

Dante se dejó caer en una silla larga sin pensar siquiera en quitarse su equipo de
entrenamiento. Los miembros del equipo que sentían pena por su Capitán se
quitaron el casco y los auriculares que llevaban en sus oídos.

—¿Hubo algún anuncio especial?

—Vamos a ir en rápel* en helicóptero el próximo mes.

N/T: Rápel: Es un sistema de descenso por superficies verticales utilizando técnicas


de cuerdas. Se utiliza en lugares donde el descenso de otra forma es complicado, o
inseguro

Los suspiros estallaron por todas partes. Dante se sentó y sacudió la cabeza contra el
casco.
—Tendremos que hacer tres descensos más en helicóptero, incluyendo una
sesión de entrenamiento general que se hará delante de gente de alto rango una
semana antes de la cumbre.

Y miró al sargento más desesperado.

—Nuestro soldado Campbell, vamos a dominar el rápel inverso esta vez.

—Ah, Capitán…

Sabía muy bien que su agradable Capitán, que suele hacer bromas, estaba diciendo
la verdad, y el soldado más joven esperaba seriamente que fuera una broma. Podía
imaginar a su Capitán sonriendo horriblemente mientras enviaba una señal de
descenso en medio del helicóptero.

Dante dio más información y dio por concluido el programa del lunes.

—Buen trabajo hoy, descansen bien. Nos vemos mañana.

—¡Sí!

Después de dejar ir a los miembros de su equipo, Dante se dirigió a los vestuarios


para cambiarse. Se encontró con Derrickson que acababa de salir de los vestuarios,
pero no quiso detenerse para hablar con él, así que inclinó su cabeza y pasó de largo.
Afortunadamente, no se metió en ningún problema.

Se dio una ducha en el espacio vacío y se puso la ropa que llevaba por la mañana.
Unas horas más tarde, revisó su teléfono móvil y vio varios mensajes.

[¿Has terminado con tu trabajo? ]

[Dante-sunbae, te echo de menos. Quiero verte. ]

Fue Raphael el que más mensajes envío. Al verlos, Dante sonrió.

Tenía otros mensajes publicitarios inútiles, y también mensajes venían de nombres


desconocidos.

[Bailey, llámame cuando puedas.]

El mensaje que llegó limpiamente era de un superior de la Academia Militar de


Dante. Rara vez hablaban porque no eran tan cercanos porque no tuvieron
oportunidades de conocerse bien, pero tampoco eran unos completos desconocidos.

Dante habría olvidado su número si no fuera porque el personal del concesionario se


encargaba de transferir su agenda cada vez que cambiaba de teléfono.
«¿Qué querrá tan de repente?»

[Buen día, Miller-sunbae. Puedes llamarme si quieres a partir de ahora ya que estoy
fuera de horario. Si te pones en contacto conmigo, te llamaré enseguida.]

No sabía qué pasaba, así que primero envió una respuesta de forma educada.
Después de un rato, recibió la llamada.

[—Ha pasado mucho tiempo, Bailey. ¿Cómo has estado?]

—Hola. He disfrutado de mi estancia. ¿Cómo has estado, sunbae?

[—Comparado con SAG, estoy mucho mejor.]

—Jaja…

Era una historia bien conocida dentro de la Academia Militar que Dante tuvo que
enterrar sus huesos en el Comando de Guerra Especial después de la graduación. Así
que no era difícil adivinar que Dante seguía en el SAG.

En lugar de preguntar directamente por qué se puso en contacto con él, esperó un
momento. Pronto sacó a relucir el motivo por el que se había puesto en contacto con
él después de varios años.

[—Esta vez, fuiste el Capitán de Raphael Haynesworth, ¿verdad? ]

—Oh… sí. Así es.

Dante dejó de caminar ante la repentina mención de Raphael.

[—Sobre tu evaluación como Capitán, ¿qué pasó?]

—¿Qué quieres decir?

[—Ha…]

Se escuchó un fuerte suspiro por el auricular.

Sólo entonces Dante recordó que su superior, que estaba hablando por primera vez
en mucho tiempo, ejercía como Jefe de una unidad cerca de Islas. Y a juzgar por la
conversación, era muy probable que se tratara de la Unidad 10a de Tennessee, donde
fue Raphael.

[—Está aquí como líder de pelotón esta vez, pero es completamente diferente de
lo que evaluaste… Su actitud es agradable, pero… No puede manejar su
trabajo con flexibilidad y está demasiado ocupado yendo y viniendo de Islas
seguido, siento que al verlo estoy perdiendo la cabeza todos los días. Esta vez,
incluso se ha equivocado al dar un informe.]

—¿Qué?

Ah… Dante parpadeó con una expresión de desconcierto.

‘—Estoy bien. No estoy cansado.’

‘—No importa si puedo quedarme contigo.’

Y en este momento, la cara sonriente de Raphael vino a la mente cuando se


encontraba en su casa.

[—Bailey, ¿anotaste esa puntuación solo porque es un Haynesworth?]

—No. Era un buen soldado cuando estaba en mi equipo.

«¿Aún no te has acostumbrado al pelotón? Bueno, no ha pasado mucho tiempo


desde que nos separamos…»

Sin embargo, en el ejército, las excusas como «porque es torpe» y «no se ha


adaptado» eran consideradas las peores para los militares.

—El SAG se encargó de su entrenamiento, creo que el alcance de lo que le


enseñaba no fue suficiente. Lo siento.

[—Si no hubiera estado en el SAG, habría aprendido menos sobre el trabajo de


un jefe de pelotón. Sin embargo, tuvo un buen entrenamiento por lo que
debería haber aprendido algo y aplicarlo. No debe pensar en el ejército como
un parque de atracciones solo porque es el hijo del General.]

«… ¿Raphael hizo eso?»

Era increíble que Raphael hubiera arruinado su vida militar hasta el punto de que su
superior inmediato pudiera decir algo así. En primer lugar, el propio Dante se
disculpó sinceramente una vez más.

—Lo siento.

[—Cuando estaba bajo tu mando, estaba bien. Así que no es tu culpa. Vamos a
colgar]

—Sí.
Dante apenas dio un paso después de mirar la pantalla con un corto tiempo de
llamada. La gente que salía tarde del trabajo pasaba al lado de Dante.

En un Imperio pacífico, las personas con trabajo también son reprendidas por
descuidar su trabajo. Además, por ser soldados con un alto riesgo, por cada tarea
realizada eran mucho más que eso. Dante se dirigió a la residencia oficial con una
expresión de desconcierto en su rostro.

Al llegar a la residencia oficial, el teléfono móvil volvió a sonar. Era un contacto


difícil de recibir ahora con una sonrisa como la de ayer.

[—Hola, sunbae.]

Una brillante voz llamó a Dante.

[—¿Ha salido del trabajo? Creo que no oigo la calle, ¿estás en casa?]

—… Eh, sí.

[—No pude salir del trabajo, así que te llamé durante un breve descanso.]

La sonrisa de Raphael se dibujó en su cabeza. Dante se detuvo en la puerta principal.

—Todavía… estás en la unidad, ¿verdad?

[—Sí. Quería escuchar tu voz.]

—…

[—… ¿Uh? ¿Colgó? No creo… ¿Dante-sunbae?]

—Oh, no he colgado. Estaba pensando en otra cosa por un segundo.

[—Jaja, ¿es así? Tal vez estás cansado después del trabajo, ¿no te estás
esforzando? ]

—No, está bien.

Después de otro momento, Dante abrió su boca primero esta vez.

—Raphael, ¿estás haciendo bien tu trabajo?

[—Ah…sí. Así es. Te llamé mientras estaba tomando un descanso del trabajo.]

—Buen trabajo. Ahora es momento de hacer lo mejor posible. Se amable con


tus subordinados, debes establecerte bien como jefe de pelotón y también tienes
que aprender mucho del trabajo… No sé si seré de ayuda porque estoy aquí en
el SAG, pero si hay algo que no sabes, puedes preguntarme lo que sea.

[—Sí. Lo tendré en cuenta. Gracias. ]

—¿Pasó algo en la unidad?

[—No. Aquí no pasa nada especial.]

“…De acuerdo”. Dante decidió confiar en las palabras de Raphael, que había visto
durante más de medio año, en lugar de su sunbae, que se había puesto en contacto
con él de repente.

Raphael era diligente y trabajador, pero eso no significaba que fuera perfecto y que
no cometiera errores. La motivación era lo importante, y a esa edad solamente podía
pasar pruebas y aprender de ellas.

Como Raphael le había dicho a Derrickson antes, cuando estaba en el equipo, Dante
lo llamó algunas veces y lo regañó. Aun así, la razón por la que a Dante le agradaba
Raphael era porque no intentaba repetir los errores que había cometido una vez.

—Ya he terminado el aprendizaje de seis meses y todavía te estoy instruyendo


demasiado.

[—Oh, no. Es agradable ver que te preocupas por mí.]

—Oye, no es momento de decir algo así cuando estoy realmente preocupado…


Buena suerte con el trabajo de hoy. Adiós.

[—Está bien.]

La llamada a Raphael terminó así. La sensación de pesadez en su corazón no se fue.


Capítulo 9
Captain!
Mientras iba a trabajar al día siguiente, la breve llamada telefónica del día anterior
seguía viniendo a su mente.

Durante los seis meses que Dante asumió el cargo para entrenar a los nuevos
soldados, Raphael Haynesworth fue claramente un aprendiz rápido y meticuloso.
Aunque había cometido errores, nunca hubo un solo caso de negligencia en el
cumplimiento del deber o mala actitud. Además, Dante le dio una alta puntuación en
esa área y lo elogió varias veces.

La personalidad cautelosa de Raphael se vio varias veces a través de su preparación


minuciosa en la realización de operaciones. Especialmente porque respondía con
calma, incluso en la mayoría de las situaciones, ya que fue criado por su padre, que
es un soldado.

Por otro lado, sabía que Raphael perdería su habitual compostura cuando se trataba
de Dante. El hecho es que le gusta tanto y quiere conocerlo más que no puede
distinguir cuándo debe detenerse.

Así que si Raphael estaba tan distraído hasta el punto de interrumpir su trabajo, lo
más probable es que la causa sea él mismo.

Mirando hacia atrás, se ponían en contacto muy a menudo y se encontraban con la


misma frecuencia.

Desde pequeñas llamadas diarias, hasta reducir el tiempo de descanso y sueño para
venir a ver a Dante. Raphael pasaba mucho tiempo con Dante. No era en absoluto un
horario fácil de llevar con el trabajo del recién nombrado jefe de pelotón.

«Raphael, deberías hacer un buen trabajo. Ser reprendido por un pequeño error es
lo más injusto…»

La cara de Raphael flotaba como burbujas frente a los ojos de Dante hasta que
terminó el entrenamiento de la mañana. El bonito rostro estallaba con la molesta voz
de Miller y luego se levantaba de nuevo con una sonrisa. Por ahora, era difícil
limitarse a mirar la cara brillante.

Después de comer su almuerzo, Dante entró a la cabina de fumadores y suspiró


cuando apagó un cigarrillo. El paquete de cigarrillos que le dio Curtis se redujo en
proporción al número de suspiros.
Era como un tutor enviado a un pequeño jardín de niños. Dante se preguntaba
constantemente cómo le estaba yendo en su día… Hoy no había nadie hablando en
la cabina de fumadores, así que sus pensamientos eran cada vez más complicados.

Cada vez que fumaba, pensaba en Raphael, que se aferraba a él aunque le dijera que
se fuera. Si hubiera estado a su lado ahora, le habría preguntado qué pasaba en la
unidad.

—Haa…

No sabía que se daría cuenta que era una persona entrometida y con muchas
preocupaciones.

En la cabeza de Dante, dos opiniones chocaron ferozmente durante todo el día. Las
dos opiniones se dividieron en equipos Alfa y Beta, y lucharon ferozmente, como se
hacía en un entrenamiento de supervivencia. Cada equipo cambiaba su ventaja una
vez por hora, haciendo ruido en la cabeza de Dante.

Cuando recibió la llamada de Miller, se puso furioso, y fue Dante A quien hizo que
la cara de Dante se frunciera de vez en cuando durante toda la mañana.

▷Dante A: ¿Qué está haciendo Raphael? ¿Es tan malo a tal punto de que su jefe
inmediato se ha puesto en contacto con su antiguo Capitán al mes de ser asignado en
la unidad? ¿Acaso ser guapo lo es todo?

Inmediatamente Dante B respondió.

▷Dante B: Raphael no es el tipo de persona que comete tantos errores. Si Miller


realmente es el Comandante de su unidad, seguramente no va a protegerlo. ¿Qué
clase de Jefe de pelotón es tan gentil como Raphael? Realmente es muy lindo.

Aprovechando la lentitud de A, B volvió a insistir en su opinión.

▷Dante B: Si fuera un tipo torpe, no habría podido sobrevivir en el SAG durante


tanto tiempo.

En cuanto B estaba a punto de tomar la delantera de nuevo, A intervino.

▷Dante A: Pero es demasiado fatal equivocarse en el informe, ¿no?

▷Dante B: …

Un profundo suspiro salió una vez más de la boca de Dante. Entonces B agitó
desesperadamente su mano.
▷Dante B: Es verdad. Es joven e ingenuo, pero puede pasar por algunos errores y
aprender de ellos. ¿Y por qué tiene ese Miller que decirle eso a su antiguo Capitán,
si el periodo de aprendizaje ya ha acabado? Ese viejo es un poco raro.

▷Dante A: Así es.

Gracias a la conmoción en su cabeza, hoy había podido ignorar la mayoría de las


disputas. Recordaba vagamente que Derrickson dijo algo y pasó de largo, por lo que
solo respondió: «Oh, sí, sí», y ni siquiera recordaba sus palabras. Era bueno que
otras cosas hayan sido desechadas por pensamientos complicados. Después de eso,
estuvo aturdido y distraído todo el día hasta que terminó su trabajo y regresó a la
residencia oficial.

Raphael volvió a Tennessee después de terminar su agenda en Islas. No habrá


tiempo para verse hasta que se tenga un programa de formación en el Sistema.

Como si hubiera empezado a trabajar en serio, el número de llamadas eran un poco


menores que antes. En cambio, los mensajes se hicieron tan vívidos que casi se
podían escuchar.

Dante pulsó el icono parpadeante del buzón de mensajes, anunciando una nueva
entrada.

[¡Sunbae, te extraño tanto T0T!

He visto el vídeo de tu entrevista 100 veces al día.

Tengo el vídeo original. ¿Quieres que te lo envíe?

La versión editada es genial, pero me gusta cuando no se puede cubrir el cuerpo con
subtítulos.

Si no fueras un soldado, te habrías convertido en una estrella del deporte.]

[Tienes que borrarlo mientras soy amable ^^]

[No. Seré el único que lo tenga.]

[¿Sabes que hay un hacker durante el entrenamiento del SAG?]

[No seas cruel.]

En lugar de responder que lo borraría, Raphael lloriqueó. Dentro de sus protestas,


dijo que se rumoreaba que el vídeo de la entrevista se había hecho viral en Internet,
pero era una pena que se hubiera publicado en el desolado canal de televisión del
Ejercito Imperial. Dante ladeó la barbilla mientras observaba los mensajes
intercambiados con Raphael.

Al ver los mensajes animados, parecía que no estaba pasando nada. Como era de
esperar, no debió haberse preocupado.

Al observarlo como siempre, sus preocupaciones se desvanecieron en cierta medida.


Dante dejó el móvil al lado de su cama y se acostó en ella.

De alguna manera, Dante se sintió vacío cuando cerró los ojos en la habitación con
las luces apagadas. Cuando estaba de vacaciones, se encontraba con Raphael todos
los días, sin embargo, ahora, se había comunicado por teléfono la semana pasada y
solo se comunicó con él por mensajes esta semana, así que eso lo hizo sentir vacío.

Todo esto se sentía molesto. Aunque parecía que era simpático, era excelente para
derretir a la gente y mostrar su presencia. Se daba cuenta con solo mirar a los
miembros de su equipo que contaban historias de Raphael de vez en cuando. Y el
propio Dante fue el más afectado por el intenso ataque.

Mirando hacia atrás, incluso Dante tenía prejuicios de Raphael que era un
Haynesworth. Por supuesto, ese pensamiento se tambaleó después de conocer su
rostro, y se desvaneció por completo a la hora de aceptarlo como un miembro del
equipo.

«Eres ese tipo de persona, así que estarás bien mientras te adaptes a todo. Solo
estoy preocupado por ti»

La agonía que molestó a Dante durante todo el día pareció haber llegado a su fin.

Pero al día siguiente, a causa de Raphael… Las llamadas telefónicas de su superior


comenzaron a sonar todo el tiempo.

***

—¿Raphael?, ¿Haynesworth?

«¿El Raphael que conozco?»

Mientras trataba de corregir la pregunta que iba a hacer, el nombre completo fue
mencionado torpemente. Miller, que de repente se puso en contacto con Dante hace
unos días, comenzó a contactar con él de vez en cuando, diciendo que eran cercanos
el uno del otro. Y esta vez, dijo algo realmente embarazoso.

—Oh no… No es esa clase de persona. Es básicamente un tipo amable. Estaba


avergonzado, o fue un error. Estoy seguro que no quería atacar al Comandante
de la unidad.
[—No sé qué le has enseñado. Pero con su actitud, ¿no crees que piensa que está
todavía en la Academia Militar? Desde ese día creo que me estoy volviendo
loco.]

Lo que informó hoy fue que Raphael desobedeció las órdenes de su superior. No
sólo no podía creerlo, sino que era un tema increíble que Miller no podía superar,
por lo que Dante tan solo podía responder: «No le enseñé bien cuando estaba en su
aprendizaje».

—Haynesworth no puede seguir haciendo esto. Creo que habrá algo más.
¿Quieres que contacte con el General para que intermedie en el asunto?

[—Oh, bueno… No. Esta es nuestra unidad, así que sería difícil dejar que
personas de fuera medien este asunto, además no queremos incomodar a la
familia Haynesworth por un asunto así. Tú también lo sabes, que el General no
tiene tanto tiempo libre. Te lo digo solo a ti porque fuiste su Capitán en el
pasado… Tsk, no quería hablar de esto, pero mientras hablaba con alguien por
teléfono antes, él dijo: “Hablaré con mi padre”.]

El tono sonaba como una broma, pero no era una broma para los militares, y Dante
recordó algo.

—Oh, sunbae. Eso es…

Dante supuso que esa frase era cuando Raphael había hablado con él. Era un
malentendido un poco injusto… Pero Dante no podía decir más porque tenía que
exponer su relación con Raphael si quería resolver el malentendido.

[—Si algún día te comunicas con él, excepto por lo que te he dicho, dile que
escuche a sus superiores.]

—… De acuerdo.

Dante colgó la llamada y se limpió la boca con fuerza. Aunque no había terminado
su cena, el hambre se había ido.

Estuvo mirando por la tenue ventana oscura durante mucho tiempo, y el teléfono
sonó.

Cuando vio su nombre en el móvil, se mordió los labios. Ambos habían estado
ocupados estos días, así que las llamadas habían sido sustituidas por mensajes, por
lo que era una voz que no había escuchado en mucho tiempo.

Eran exactamente las 9 en punto. Era más o menos la hora en que Dante descansaba
después de su comida. Averiguando la hora más conveniente para Dante, Raphael lo
llamaba a tiempo aunque hablara por teléfono desde su unidad. Dante le había dicho
que no importaba la hora de la llamada, pero Raphael tenía que terminar su trabajo
antes de llamarlo, pero como siempre, él era demasiado puntual.

[—Sunbae, ¿has terminado bien tu trabajo?]

Hoy, la voz de Raphael era pequeña. Tuvo sentimientos encontrados.

«¿No estás en buenos términos con el Comandante de tu unidad? ¿Estás bien? Tu


voz es baja, ¿por qué no has dejado el trabajo todavía? ¿Qué está pasando allí?
¿Sabías que el Comandante de tu unidad escuchó la llamada que tuviste dentro del
trabajo?»

Entre dichos pensamientos, estaba enfadado y molesto porque el jefe de Raphael


hasta hace un momento estaba cotilleando de él.

—Raphael.

[—Sí, sunbae.]

—… ¿Cómo has estado? ¿Te va bien?

En realidad, quería preguntar un poco más. Sin embargo, ya no es su Capitán que


podía decirle a Raphael lo que tiene que hacer, y Raphael ahora es un buen líder de
pelotón en otra unidad. Era mejor abstenerse de entrometerse en exceso. Dante
añadió unas palabras con vergüenza.

—Bueno, ha pasado más de un mes y sigo preguntándome cómo te va. No tienes


que preocuparte por nada.

[—Ah…Ya veo. Me estoy esforzando.]

Raphael, que siempre contestaba con valentía, hoy sus palabras se fueron
desanimadas. Luego, en lugar de hablar alegremente como siempre, dijo:

[—Bueno… la verdad es que es un poco difícil.]

La voz alegre rara vez era triste. ¿Qué estaba pasando realmente? Como Raphael
estaba fuera de su vista, Dante miró su móvil con preocupación.

—¿Qué está pasando? ¿Algo malo?

Raphael dudó, incapaz de responder inmediatamente. La boca de Dante estaba


nerviosa esperando una respuesta. Como era de esperar, el jefe inmediato de
Raphael era el problema, así que no puede no pasar nada.
Tras un breve silencio, finalmente se escuchó la voz de Raphael.

[—Yo… No estoy seguro de que ser un soldado sea lo más adecuado para mí.]

—…

«¿Qué significa esto de repente?»

[—Últimamente, siento que no puedo hacerlo más. Durante el periodo de


aprendizaje, disfruté mi vida militar porque tú estabas a mi lado. No, tal vez no
me gusta un trabajo en el que no pueda verte todos los días. Te extraño
demasiado.]

La boca de Dante, que se había abierto ligeramente, se mantuvo firme. La respuesta


estaba llena de quejas llorosas, en lugar de preocupaciones. Las venas de sus manos
se levantaron. Un pequeño disgusto llegó en su lugar.

‘Te extraño demasiado.’

No le gusta su actual jefe de unidad, por lo que no se ajusta a su aptitud.

La pregunta de Miller, ‘¿Crees que en estos momentos está en la Academia


Militar?’, resonó en la garganta de Dante al escuchar las palabras llorosas de
Raphael.

Raphael ni siquiera sabía las quejas que tiene su jefe inmediato cada día… Las
preocupaciones en las que había estado pensando todo el día se juntaron y golpearon
con fuerza su pecho.

—No seas inmaduro. No estarás siendo tan infantil en tu unidad, ¿verdad?

[—Oh, no. Lo estoy haciendo muy bien. Como has dicho, me he acercado
mucho a los miembros del pelotón.]

—No solo debes de llevarte bien con los miembros del pelotón, sino también con
tus superiores.

Dante apretó con fuerza el teléfono móvil y luego lo soltó de nuevo.

—Se te da bien ser amable con las demás personas. Eres una persona que
aprende las cosas rápido y bien. ¿Por qué la persona que me siguió tan
fielmente en el SAG, un lugar demasiado difícil, está llorando en la unidad
general?

[—…No. Lo siento.]
—Tienes que adaptarte. Te lo he dicho muchas veces, este es un momento muy
importante para ti.

[—Sí, sunbae.]

La voz de Raphael se desvaneció en un instante. Dante recordó la expresión que


ponía cada vez que lloraba, y las palabras reunidas en su garganta se derritieron
lentamente.

—…

[—Yo… sunbae]

Cuando Dante dejó de hablar, Raphael dudó y cambió de tema.

[—¿Por casualidad puedes encontrarte conmigo el próximo martes? Me


gustaría verte por la tarde, no, aunque sea un momento para no molestarte.]

—¿Vas a volver a cruzar Islas en medio de la noche, para poder regresar al


amanecer?

[—No. Lo haré en mi descanso. Es mi día libre…]

—…

La voz impotente calmó completamente la emoción que había estado llorando.


Entonces, Dante se sintió culpable por las palabras que habían salido sin motivo.

Como había negado varias veces frente a Miller, Dante creía que Raphael no podía
hacer todas las cosas que él decía. Sabiendo esto, las llamadas telefónicas seguidas
de Miller y Raphael aumentaba la sospecha que causaba la preocupación.

Sí, sería mejor reunirse como dijo Raphael. Debían haber situaciones en las que ni
Raphael ni él mismo podían comunicarse adecuadamente porque no se veían la cara.
Era una historia que había que contar de frente y no por teléfono.

Dante se encontraría con él, y le contaría lo que se enteró por el Comandante de su


unidad. Le iba a preguntar lo que había pasado en realidad. Y si había algo que
Raphael quería preguntar, Dante lo ayudaría, lo consolaría o lo animaría. Estaba
dispuesto a hacerlo.

—Sí. Nos vemos el martes. Y, hasta entonces, mantengamos el contacto al


mínimo. Especialmente, evitar las llamadas telefónicas a menos que sea
absolutamente necesario.

[—¿Qué? ¿Cuál es la razón? Porque…]


«Creo que cometiste un error por mi culpa. Tu jefe puede ver que tu mente está en
otro lugar, y yo puedo verlo hoy.»

Dante cerró los ojos y enseguida los abrió.

—Estoy ocupado. Incluso después del trabajo, tengo que planificar la


formación y preparar el entrenamiento. El mes que viene, de repente, tengo
programado un simulacro de descenso en helicóptero.

[—Oh…]

La voz de Raphael se desvaneció con tristeza. Sin embargo, no se opuso a lo que


dijo Dante. Si “por ti” fuera la razón, Raphael diría que estaba bien, pero la
verdadera razón era “por Dante”, así que tenía que retroceder en silencio.

[—Está bien. Entonces nos vemos el martes. Sunbae, has trabajado mucho hoy,
así que descansa bien.]

—Tú también has hecho un gran trabajo, espero…

Dante se dio cuenta de repente de que sus recientes llamadas telefónicas con
Raphael terminaban con “trabaja más duro» y «deberías hacerlo bien». Era un
hábito inconsciente desde que había comenzado a contactar con Miller. Dante
suspiró y dijo:

—Raphael, mantente fuerte y anímate.

[—…]

Raphael permaneció un momento en silencio, luego se despidió amablemente de


Dante y terminó la llamada.

Dante podía imaginarse el aspecto de Raphael que tendría en estos momentos. No


pudo evitar prestar atención a sus palabras “es difícil” que dijo, aunque fueron solo
unas quejas.

Si hubiera sido cualquier otra cosa, Dante hubiera doblegado su voluntad a las
quejas de Raphael. Pero este era un asunto muy diferente.

«Reunámonos primero. Encontrémonos y aclaremos este asunto, y luego lo


abrazaré… También lo voy a consolar con palabras como: «¡Oh, mi lindo Happy
que crié!» Lo haré reír lo suficiente y lo enviaré a casa»

***
Durante los seis días restantes hasta el martes, Raphael no llamó como había
prometido. Pero dos mensajes al día por la mañana y por la noche llegaban
puntuales. A través de ellos, Raphael le preguntaba por su día y pedía atención.

[Sunbae, buenos días. Se dice que Islas estará soleada todo el día. Ten un buen
entrenamiento hoy y no te hagas daño. Espero que no te estreses demasiado mientras
realizas tu trabajo. Entonces me pondré en contacto contigo de nuevo por la noche. ]

Incluso a través del texto, Dante sintió la melancolía de Raphael, y su corazón se


apretó. Sin embargo, Dante solo envió una respuesta que no pudiera lamentar en el
futuro.

[Sí. Que tengas un buen día también].

[Sí, sunbae]

Dante no respondió al último mensaje, terminando el breve contacto.

Al cuarto día, entró sin querer en la ventana de mensajes, y había un icono como en
el pasado, que indicaba que la otra persona estaba escribiendo. Raphael, que no
quería perder la oportunidad que solo se le permitía dos veces al día, escribió el
mensaje muy despacio y pausadamente.

Dante recordó cuando Raphael tenía el móvil en las manos y elegía cada palabra con
cautela. Pudo imaginarse los hombros de Raphael temblando con impotencia y en la
pantalla de su móvil se estarían reflejando unos bonitos ojos verde claro.

El icono, que llevaba flotando desde poco más de las 8, desapareció exactamente a
las 9 con la llegada del nuevo mensaje. El mensaje, que llegó con desesperación,
Dante lo pulsó con fuerza esta vez.

[Sunbae, ¿llegaste bien a casa? No trabajes demasiado, y descansa después del


trabajo. Espero con ansias el martes. Incluso te llamaré por adelantado. Buenas
noches.]

Dante, que había estado con él durante sus vacaciones, sabía muy bien que Raphael
tenía un lado impulsivo.

Por eso, se daba cuenta que Raphael se estaba conteniendo todo lo que podía para no
llamarlo. Sí, Raphael era tan joven, solo tenía 24 años.

4 días.

«…Ha sido paciente durante mucho tiempo… así que estará bien consolarlo un
poco.»
[¿Puedo llamarte?]

Tan pronto como Dante envió la respuesta, recibió una llamada de Raphael de
inmediato.

[—Capitán, ah, no, sunbae.]

—Pensé que querías llamarme.

[—Quería hacerlo… Oh, ¿te he molestado?]

—No.

Dante contuvo las palabras que quería decir, estaba consciente que debía esperar
hasta la reunión del martes. Raphael parecía estar igual. Al final, solo
intercambiaron preguntas habituales como “¿está todo bien, cómo has estado?” Era
una conversación habitual.

[—Sunbae, no te sientas presionado por responderme, mando mensajes porque


quiero, nada más. ¿Puedo decir algo?]

—¿Qué es?

[—Me gustas mucho. Me… me gustas más de lo que crees.]

—…

Mientras Dante no podía decir nada, Raphael habló rápidamente.

[—Gracias por dejarme hablar. Con esto, podré aguantar hasta el martes.]

—…

Dante, con los labios apretados, acabó por dedicarle a Raphael una breve sonrisa.
Pero no podía sonreír tan intensamente como de costumbre.

—No holgazanees y trabaja duro… Quiero que te reconozcan en otros lugares,


ya que fuiste un buen subalterno mío.

[—Sí. Me esforzaré… lo haré.]

La llamada terminó. Cuando el calor de Raphael desde el móvil desapareció, Dante


volvió a quedarse solo en Islas. Salió frente a la residencia oficial y fumó cigarrillos
de pie. Cada vez que esto ocurría, era porque no dejaba de recordar a cierta persona
con cabello brillante que de repente se acercaba y charlaba con él.

***
[Sunbae, ¡por fin es hoy! Ha pasado mucho tiempo desde que te he visto. Realmente
lo espero con ansias. Entonces termina bien el trabajo de hoy y encontrémonos. ]

El martes ha llegado. El mensaje de Raphael por la mañana fue mucho más animado
que de costumbre. Además, Dante también respondió con una sonrisa después de
mucho tiempo.

El programa de hoy era un entrenamiento individual entre equipos. Gracias a él, ha


podido terminar más rápido de lo habitual. Dante dejó a sus compañeros
descansando y subió a terminar el informe.

Cuando estaba a punto de volver con sus compañeros, sonó el teléfono.

[¿Raphael Haynesworth está ahí?]

Era Miller. Dante frunció el ceño sin intención de disimularlo. Raphael estaba hoy
de descanso. ¿Por qué su jefe inmediato le hace esto en su descanso?

Una o dos veces, podría culpar a su anterior Capitán. Sin embargo, Raphael era
oficialmente el subordinado de Miller, y Dante era un miembro de otra unidad, por
así decirlo. Ni siquiera parecía adecuado para que su actual jefe indagara en los
asuntos de sus subordinados de esa manera.

[He oído que va a venir a Islas, ¿pasó algo?]

Por lo tanto, Dante también respondió de manera oficial.

[Después del último incidente, le dije que se mantuviera tranquilo y no hiciera cosas
con descuido. Pero, ¿qué pasa con este comportamiento?]

“…¿este comportamiento?” Si Raphael había cometido un gran error, no fue porque


no entendiera la disposición. Pero para el recién nombrado líder del pelotón esta
actitud era… Dante se mordió los labios y se tocó los ojos. Un mensaje de Miller
llegó inmediatamente.

[Todavía no sé si ya ha partido hacia Islas. Me pondré en contacto contigo cuando lo


sepa. ]

[Está bien.]

Respondió Dante.

—Ha…

Sea como sea, la cita parece estar cancelada. Dante no sabía dónde estaba Raphael,
pero es seguro que no ha llegado a Islas como estaba previsto porque lo confinaron.
Fue francamente una cosa muy estúpida como superior retenerlo en su día de
descanso por razones de vigilancia. Pero no podía hacer nada ante el ejército de otra
unidad.

Simultáneamente a esa comprensión, la desconfianza hacia Miller creció aún más.


Dante no sabía qué problemas había entre el Comandante de unidad contra el nuevo
Teniente Raphael.

Después de recibir llamadas unilaterales durante varios días, Dante también


descubrió que Miller no era una persona muy buena. Aunque está diciendo las faltas
de Raphael, Dante nunca le ha escuchado decir ninguna circunstancia específica.
Miller solo se excusaba con las palabras de “por razones de seguridad de la
unidad” para no decirlas. Y en cada llamada, al final solo terminaba con: «Dile a
Haynesworth que me escuche.»

Sólo esta orden continuó. Sea lo que sea, estaba claro que desaprobaba y odiaba a
Raphael.

Aunque no pueda reunirse con Raphael hoy, sería mejor que hable con él por
teléfono y le pregunte si se ha equivocado.

Estaba seguro que si escuchaba la historia de Raphael, el malentendido se


aclararía…

Dante, que lo pensó mucho, se dio cuenta de que ya había decidido ponerse del lado
de Raphael, aunque escuchara ambas versiones. Dijo que pondría una línea y no
recibió ninguna llamada.

***

Mientras los miembros del equipo volvían a sus posiciones de espera, unas palabras
de las personas que pasaban, se escucharon inusualmente en el oído de Dante.

—Raphael Haynesworth. ‘Ese Haynesworth’. El hijo del General…

«¿Haynesworth?»

Una persona abrió la boca. En ese momento, Dante también giró la cabeza hacia los
miembros de su equipo que estaban a lo lejos.

—¿Quién pensaría que se ve así? Debe de tener entre 24 años o más. Entonces,
¿por qué está Haynesworth deambulando por aquí?

—Conoció a Dante Bailey como su Capitán y se entrenó en su unidad. Es una


historia famosa, ¿no lo sabías?
—¿Qué? Haa, ¿tuvo que lidiar con ese equipo tan difícil…? ¡Ah! ¿Es por eso
que se dice que el Capitán Bailey es el yerno del General? ¿Tuvo una conexión
con la familia Haynesworth al asumir el papel del Capitán de su hijo? Ambos
son grandes en muchos aspectos.

—De todos modos, no creo que ahora Haynesworth forme parte del Comando
de Guerra Especial, pero es un poco incómodo que entre a su antojo. Hoy en
día, el Comandante también se desplaza con frecuencia.

—Tiene el apoyo de sus compañeros, pero si alguien no se equivoca,


seguramente él lo hará una o dos veces.

Encogiéndose de hombros, palmeó el brazo de la persona que tenía al lado.

—Y sinceramente, no hay lugar al que no pueda ir Haynesworth. Todos los


demás Comandantes son amigos de su padre, y aunque solo respire y viva, irá a
ese puesto en el futuro.

—Hmm, es verdad. Estos días, el Comandante en Jefe ha estado trabajando


mucho en las Fuerzas Especiales, seguramente por el hijo y por el yerno.

—Exactamente. Ah, estoy celoso. ¿Cuántas veces el Capitán Bailey tuvo que
portarse bien con Haynesworth para que él viniera a visitarlo? Incluso ya no
pertenece al SAG…

—…

La expresión de Dante se endureció. Sus pasos avanzaron un poco más rápido,


ignorando la conversación de dos personas desconocidas. Solo un pensamiento
estaba en su mente:

«¿Raphael está aquí?»

Dante no escuchaba los comentarios, tan solo quería encontrarlo. Y antes de doblar
la esquina, escuchó la voz de una persona que no quería oír, entre varias voces de los
miembros de su equipo.

—¿Cuántos miembros del pelotón tienes a tu cargo?

—32 personas.

Dante, que iba caminando, dejó de hacerlo.

—Al principio me costó adaptarme porque había más gente que el equipo. Pero
ahora estoy muy acostumbrado.
Era la voz de Raphael.

—Estando en el SAG, un pelotón de más de 30 personas está muy lejos de


verlo.

—Te va muy bien ahí, ¿no? La última vez que me crucé contigo, te llevaste a tu
pelotón por delante tan fríamente.

Raphael contestó entonces alegremente.

—Sí, estoy trabajando mucho.

Definitivamente era la voz de Raphael.

Se escuchaba aún más emocionado que cuando contestó el teléfono hace unos días.
Las cosas que no habían salido de la cabeza de Dante durante días explotaron de
golpe. Se sintió como si hubieran vertido agua fría sobre la cara caliente. Rodeó la
pared y se dirigió al lugar de donde procedía la voz.

—Oh, Capitán, está aquí.

La cabeza brillante se giró ante la mención.

—Capitán, ah, no. Sunbae.

Raphael sonrió ampliamente. Dante apretó sus manos con tanta fuerza que podrían
sangrar en cualquier momento.

«¿Por qué, por qué estás aquí? Por qué.»

—Capitán, corrió hasta aquí desde Tennessee temprano en la mañana para


verlo.

—No, jaja. Bueno…

Raphael sonrió tímidamente. Pero el Capitán, que normalmente le daba golpecitos


en la cabeza diciendo «Oh, ¿en serio?», se puso delante de Raphael con una mirada
firme en su rostro.

—Ah…

La sonrisa en el rostro de Raphael se fue borrando poco a poco. Dante le miró con
frialdad.

—Subteniente Haynesworth. Esto no es algo privado.


Este era un centro de entrenamiento dedicado a los miembros del SAG bajo el
Comando Unificado de Guerra Especial, y Dante y los miembros de su equipo
llevaban todos uniformes militares. Aunque el entrenamiento se había completado,
la jornada de trabajo aún no había terminado.

—Entonces, lo saluda Raphael Haynesworth…

Sólo entonces Raphael saludó apresuradamente. Dante, que estuvo mirando sus
desconcertados ojos verde claro durante un momento, levantó la mano y le saludó.
Raphael dudó y acomodó su postura. Dante suspiró brevemente y volvió a mirar a
los miembros del equipo.

—¿Por qué hay un forastero aquí?

Los ojos de Raphael temblaron. Los miembros del equipo que vieron a su Capitán
también corrigieron su postura.

—Capitán, Haynesworth no es un forastero…

Uno de los miembros del equipo trató de detener a Dante, y la persona que estaba a
su lado le agarró del brazo y sacudió la cabeza para detenerlo.

De acuerdo con el procedimiento, Raphael y sus compañeros habían cometido un


error. Sin embargo, nunca pensaron que Dante se enfadaría tanto, porque la relación
entre él y Raphael era muy unida.

—Sunbae, no, Capitán Bailey, lo siento. Me equivoqué.

Raphael dio un paso adelante. Su cara, que solía ponerse roja todo el tiempo, ahora
se volvió pálida. Las únicas manchas rojas eran en el borde de sus ojos. La
vergüenza y el miedo cruzaron su rostro.

—No he… no pensé en ello.

Raphael lanzó una mirada seria a Dante. Sin embargo, Dante lo atacó sin siquiera
mirar atrás.

—Corrige tus actos en la unidad. Haynesworth, fuiste miembro de mi equipo


hasta el mes pasado, y este es un lugar donde sólo pueden entrar personas del
SAG.

—… Sí.

—Sal de aquí ahora.

Una clara conmoción apareció en el rostro de Raphael.


—Cap… Capitán.

—Te he dicho que te vayas.

Dante cortó la llamada desesperada de Raphael y finalmente su voz se hizo más


fuerte.

Las manos de Dante temblaban. Raphael bajó profundamente la cabeza y


desapareció rápidamente hacia el exterior. La boca de Raphael estaba fuertemente
cerrada, como si estuviera conteniendo las lágrimas mientras se retiraba.

Después de desaparecer, Dante se pasó la mano por el pelo y miró la pared para
calmar su ira.

—Capitán, en realidad me encontré con él esperando afuera y le dije que


entrara y que se fuera enseguida. Lo hice porque parecía que había estado
esperando por dos horas…

Angela, que parecía avergonzada por la pesadez del ambiente, dijo con cautela.

—…

Dante no pudo evitar recordar la figura de Raphael, sonriendo alegremente. En


seguida una arruga apareció en su frente.

—Las asignaciones del equipo de la división son confidenciales ahora, sin


embargo, sé que más adelante se extenderá la información debido a la
formación del entrenamiento. Aún así, debes de limitarte a los demás y no
hacerla pública a cualquiera. Que esto no vuelva a suceder.

—Sí. Lo siento.

—Lo mismo va para todos los demás.

“Sí”, recibió una respuesta contundente al mismo tiempo. Dante se volvió hacia los
miembros del equipo que inclinaron la cabeza.

—Entiendo por qué ha pasado esto y trataré de ser más cuidadoso a partir de
ahora. Los errores que ocurren cuando soy el Capitán en el campo pueden ser
cubiertos de alguna manera por mí. Sin embargo, es diferente ahora que
muchas miradas están por encima de mí, teniendo en cuenta que soy el Director
General de la Zona, por lo que soy el responsable de los actos de los demás. Así
que mantengamos las reglas en la medida posible.
Debido al ambiente del equipo o al carácter de su Capitán, si desafortunadamente
alguien descubre que los asuntos se trataban a la ligera, sabían que podían ser
castigados injustamente. Todo era demasiado complicado aquí.

—No hay más anuncios que esté, y la rutina de hoy termina aquí.
Dispérsense… No estoy enfadado. Me olvidaré de todo mañana, así que no se
preocupen.

Dante consoló a sus compañeros, incluida Angela, que está congelada. Al final, se
despidió de ellos con una pequeña sonrisa. Sólo entonces se suavizó un poco el
ambiente.

Después de despedir a los miembros del equipo, Dante, que estaba a punto de
volver, se encontró con Logan, que todavía estaba allí. Parecía que tenía algo que
decir y se detuvo. Logan se acercó y se apoyó en la ventana junto a Dante.

—¿Por qué mi jefe permitió que los miembros del equipo hicieran eso?

Aunque Dante no estuviera allí, en realidad no era algo que aceptara. Como el jefe
Logan era contundente, tenía un poco más de principios que Dante. A veces también
era su trabajo impedir que Dante hiciera demasiadas bromas a sus compañeros.

—Me molesté por ello, pero los chicos estaban muy contentos, y la jefa de
equipo adjunta dijo que entrara, así que dejé de negarme. Pero lo crucial fue
que, mientras esperaba afuera, la apariencia de Haynesworth no era muy
buena.

No le resultaba familiar la frase “su expresión no es buena” para Raphael, que


siempre estaba animado.

Al mismo tiempo, podía imaginarlo sin dificultad. La cara que debió tener cuando
miró al suelo con la cabeza inclinada, como un cachorro bajo la lluvia.

—¿Por qué estás tan enfadado?

—¿Yo soy el enfadado? ¿No recuerdas que hiciste llorar a todo el equipo
durante toda la noche la última vez que encontraron una mina terrestre y se
olvidaron de ella?

—No con los chicos, sino con Haynesworth.

—…

Dante pasó sus manos por la cara. El Oficial Logan observaba así a Dante. Por
mucho que fuera reticente, era un hombre que se sentía estricto sólo con mirarlo.
Dante terminó de contar la historia como si hubiera admitido su culpa.
—Merece que lo regañen. Está distraído en estos días. Comete muchos errores
y es inmaduro cuando habla conmigo… ¿Seguirás mirándose así, como
diciéndome que ni siquiera puedo recordar cuando era un renacuajo?

—Bueno, es un error. Cualquiera puede hacerlo si es nuevo en una unidad.


¿Haynesworth ha llorado?

—No es que llore, pero hubo momentos en que me pregunté si pensaba que
seguía siendo el más joven.

“Estoy cansado. Te echo de menos.” Esas frases estaban bien hasta ahora, pero
Dante casi quiso llorar por un momento cuando él se quejaba de que la unidad no se
ajustaba a su aptitud un mes después de tener gente a su cargo.

Además, también era absurdo que viniera hasta aquí sin obedecer la orden de
detención de su jefe inmediato, por muy poco razonable que fuera la orden. Sobre
todo, si la razón es ver al propio Dante…

Aunque aceptaba el desbordante afecto que le daba, se apresuró a apartarlo cuando


vio que le gustaba a «Raphael Haynesworth*».

N/T: Aquí, Dante hace referencia a Raphael Haynesworth el líder de un pelotón, es


decir, a la persona dentro de su cargo, no al chico con el que se encuentra en
privado.

—Intentaba que entrara en razón, la persona que vino a verte en secreto sigue
sin irse. Otros miembros fueron a verlo cada 30 minutos. Sin embargo, cada
vez que lo vieron, estaba llorando.

—…Voy a ir, pero no creo que pueda consolarlo.

Al principio del amor de Raphael por Dante, se precipitó a cruzar la línea que Dante
había trazado diciendo solo “Catán, Capitán…” Dante no pudo ganar ante esa
llamada desesperada y finalmente se deshizo de las líneas que había trazado y dejó
que Raphael sobrepasara el límite.

Sin embargo, esta era una línea que Dante no podía ceder pase lo que pase. Está
obsesionado con Dante al punto de que no puede hacer bien su trabajo y ni siquiera
mira su reputación. Dante aceptó cualquier cortejo que le hizo Raphael con una
amplia sonrisa, sin embargo, esto no fue suficiente para mostrar ni una sonrisa.

Dante no podía dejar de pensar en ese día, cuando Raphael regresó a su casa después
de no haber dormido lo suficiente. Y probablemente tuvo problemas con su jefe
directo.
No fue culpa de Raphael que cruzara la línea hasta ese punto. Dante tampoco pudo
mantenerse firme lo suficiente, y la propia línea trazada entre Raphael y él, se borró
con dos huellas.

Raphael era siete años más joven que él y era un subalterno con el mismo trabajo.
Así que esto era algo que Dante tenía que equilibrar.

Dante salió del edificio y llamó a Raphael. El número, que había llenado los
registros hasta la semana pasada, sólo se pudo encontrar después de un
desplazamiento hacia abajo. Raphael contestó el teléfono dos veces antes de que se
apagará la señal.

[—Al habla Raphael Haynesworth…]

—Bien. ¿Dónde estás? Estoy frente a la puerta principal.

[—Iré ahora mismo.]

La voz sonó débilmente. También estaba claramente congestionada. Dante colgó el


teléfono, después de decirle que lo esperaría.

No mucho después, escuchó un ruido de pasos. Raphael se puso delante de Dante


con los hombros tensos.

En cuanto tuvo el rostro de Raphael frente a él, Dante pensó. «Oh, yo también te he
echado mucho de menos durante una semana». De alguna manera alejó el
sentimiento que quería decir directamente, pero cuando vio su cara, los sentimientos
que había ocultado se hicieron más grandes. Hacía tanto tiempo que no se sentía tan
cómodo con alguien a su lado.

«Sí, realmente extrañé al joven que hizo un desastre.»

Dante se tragó su sonrisa amarga en su corazón.

—Capitán…

Cuando tenía otros pensamientos, Raphael a menudo olvidaba el nombre que había
cambiado a “sunbae” y volvía con el título familiar. Como ahora.

—Raphael Haynesworth.

—Sí.

—Vuelve a Tennessee.
Cuando escuchó su nombre completo en la fría oración, sus ojos, que apenas se
habían calmado, volvieron a humedecerse por la sorpresa.

—Capitán, lo siento mucho. Tenía muchas ganas de verte hoy. Así que…

—No se trata solo de esto. Ahora, si tú y yo nos encontramos, no será bueno


para el otro. Vuelve.

El rostro de Dante no era tan firme como antes. El tono no era muy diferente al de la
conversación mantenida durante la comida. Sin embargo, Raphael tembló más que
nunca cuando Dante lo regañó.

—Lo siento, Capitán. Fui muy estúpido en mis pensamientos. Ha… solo una
vez…

—Sé que lo estás pasando mal en la unidad, sé que todo esto no es culpa tuya.
Todo se pasó un poco del límite permitido. ¿Por qué no puedes mantener ese
límite?

«¿Por qué Raphael Haynesworth ha hecho semejante error por mi culpa? ¿Por qué
haces que otras personas hablen sobre ti? ¿Por qué no escuchas lo que te digo?»

Dante se tragó las palabras. Si decía eso, parecía que Raphael, que aún estaba
nervioso, se derrumbaría por completo.

—El consejo que te di al principio de que tu carrera es importante, cuando lo


digo suavemente, ¿no tiene mucho sentido para ti?

—¡No! Absolutamente no. ¿Cómo me atrevería a decir que tus palabras no son
importantes…?

Raphael negó desesperadamente lo que había dicho.

Incluso después de recibir la orden de su superior sobre detenerlo dentro de la


unidad, la ignoró y se atrevió a venir hasta aquí. La primavera pasada, las acciones
de ambos eran tan grandes que incluso Dante seguía recordándolas y su enfado
empezaba a disminuir, pero, ¿y Raphael?

Sin embargo, era el momento de que Dante lo presionara más que nunca.

—Entonces regresa. Ve y haz bien tu trabajo. No puedo encontrarme con un


subalterno que no puede entrar en razón porque quiere verme.

—…Capitán, por favor…

—¿Cuánto dura el entrenamiento para que regreses a Islas?


—Dos meses…

Dos meses. Para entonces, el trabajo de Dante estaría a punto de terminar.

—Durante los próximos dos meses, sería bueno tener tiempo para concentrarse
en el trabajo de cada uno. Te veré después de que tu formación y mi trabajo se
hagan correctamente.

—…

—Hasta entonces, nos mantendremos en contacto al mínimo.

La respiración de Raphael se agitó y sus hombros temblaron. Fue una reacción


similar a cuando juntaba su cuerpo con el de Dante, pero era diferente porque su
rostro estaba pálido y su expresión era nerviosa.

—¿Hay algo que debas decirme ahora mismo?

Los labios rosados se abrieron y cerraron repetidamente. Inclinó la cabeza para


ocultar su expresión triste, pero Dante, que estaba frente a él era más bajo que
Raphael, lo que le obligaba a ver sus ojos húmedos. Dante apretó las manos con
fuerza y se mantuvo firme.

Raphael finalmente no dijo nada. Dante, que esperó un momento en silencio, se dio
la vuelta y le lanzó un frío ultimátum.

—Si no tienes nada que decir, deberías irte.


Capítulo 10
Captain!
Los mensajes, que eran más insistentes y frecuentes que antes, fueron ignorados o
consistían en respuestas cortas. Y cuando la llamada entró, Dante dudó un momento
sin atreverse a responder.

El nombre que había aparecido en medio de la pantalla como «Raphael


Haynesworth» desapareció. Dejando el móvil con la pantalla apagada, Dante se
barrió la cara aplicando fuerza con las yemas de los dedos.

Era la primera vez que veía a una persona así en toda su vida. El día que al fin iba a
encontrarse con Dante después de mucho tiempo, viajó mucho y esperó durante
horas, pero en vez de darle la bienvenida a Raphael, lo regañó y lo alejó. Ante esta
acción se sentía triste y avergonzado, así que evitaba tener contacto con él durante
un tiempo. Pero, ¿por qué Raphael sigue aferrándose como un cachorro que se
encuentra con una puerta cerrada?

Se sentía incómodo. Al final, recordaba a Raphael, que agachó la cabeza con el


rostro distorsionado, por lo que no pudo dormir bien durante días.

Raphael se apoderó de la cabeza de Dante con la cara exactamente opuesta a la de la


semana pasada, cuando sonreía. El área ocupada por el pensamiento se amplió
gradualmente, y el recuerdo de su aspecto cubría sus ojos de vez en cuando durante
el día.

‘Todo se pasó un poco del límite permitido. ¿Por qué no puedes mantener ese
límite?’

Las duras palabras que le había dicho a Raphael eran las que quería decirse a sí
mismo, que había cruzado el límite con él, su joven subalterno.

La complejidad de su mente no significaba que no tuviera otras cosas en mente. A


medida que se acercaba la fecha, el interés del público por la cumbre aumentaba. Era
el resultado del plan de la familia imperial para que la primera reunión del nuevo
Emperador no fuera sólo una actividad política de la cúpula, sino un evento en el
que participara todo el pueblo. Durante los tres días en los que se reunieron el
emperador y los representantes de cada país, se celebraron diversos actos de
intercambio cultural en todo el Imperio, y también se programaron festivales
regionales grandes y pequeños, que se celebraron al mismo tiempo.

A medida que aumentaba el movimiento de la población, los militares también


tuvieron que aumentar el número de simulacros antiterroristas integrales en caso de
emergencia. Además, se añadieron elementos adicionales, como la filmación y la
presentación de informes de los entrenamientos, para que el interés creciera, por lo
que los soldados del Sistema tuvieron un tiempo inesperadamente ocupado.

Lo mismo ocurrió con el Capitán Dante Bailey, que estaba al frente de la defensa
institucional de Islas, y de la Zona C, donde estaba desplegado su equipo.

—Por favor.

Dante hizo una seria petición a Derrickson y Curtis, para que se abstuvieran de
pelear dentro del programa. Curtis se encogió de hombros y dejó de discutir. Sin
embargo, Derrickson seguía desaprobando a Dante.

En medio de una apretada agenda, a menudo se podía ver a Derrickson enfadándose


con sus compañeros de equipo a sus órdenes debido a una falta de mando. Tal vez
por eso Derrickson estaba más irritable que antes, y a veces su actitud creaba un
ambiente molesto entre los ocho equipos de la Zona C.

—Capitán Bailey…

—Capitán Dante Bailey. Creo que el ambiente en general es un poco así estos
días. Tampoco parece que están en sus primeras etapas de su vida militar.

Por mucho que valore Derrickson el autoritarismo, escondió sus intenciones ante su
superior, el Teniente Coronel. Sin embargo, cuando vio que el Teniente Coronel
llamó a Dante para hablar, sintió algo de impaciencia en el exterior.

—Lo corregiré.

—El Comandante en Jefe también vendrá a supervisar la formación general.


Usted es el que debe de preocuparse.

—Sí.

El Teniente Coronel, que no había comprendido la situación de los dos líderes de


equipo, tocó el hombro de Dante.

—Eres una buena persona. Tienes que hacerlo mejor.

—Sí, lo entiendo.

De repente, las palabras del Teniente Coronel le produjeron una extraña sensación
de incompatibilidad. La inexplicable sensación que tuvo en las palabras, parecía un
deja vu.

‘Raphael, puedes hacerlo mejor.’


‘Buen trabajo. Raphael. Este es el momento más importante.’

¿Era así cómo se sentía desde el punto de vista del oyente? El rostro de Dante se
distorsionó. Incluso a distancia del uno del otro, el principio y el final de sus
pensamientos seguían siendo Raphael.

—Vamos…

Dante se golpeó con fuerza la cara con las palmas de las manos. No estaba en
condiciones de decirle nada a Raphael.

—Tengo que hacer mi mayor esfuerzo.

Si él dice todo tipo de cosas buenas, al menos debe de ser un superior del que
Raphael pueda ver y aprender de él.

Tenía una ligera sonrisa en el rostro que siempre hacía. Hoy, los músculos que
tiraban con fuerza de su boca palpitaban un poco. Manteniendo esa sonrisa que
había creado, se acercó a los miembros del equipo. Era un Capitán agradable,
desenfadado y habitual.

—Sólo nos quedan dos meses. Ánimo a todos. Hagamos todo lo posible y mejor
el día de hoy.

En su interior, lo repitió para sí mismo, no para Raphael. «Hagámoslo bien. Tienes


que esforzarte.»

El tiempo de Dante sin Raphael ha pasado cerca de una semana.

Las tropas de Raphael volvieron a entrenar en Islas al iniciar la semana. Un día,


Miller y Raphael, los líderes de equipo, pasaron junto a Dante. Miller, que llevaba
mucho tiempo hablando con él por teléfono, pasó fingiendo conocerlo
moderadamente, y Raphael hizo varias expresiones, pero finalmente inclinó la
cabeza en silencio. Sin embargo, en cuanto pasó junto a su lado, Dante giró la cara y
miró ansiosamente su espalda. Poco después de que eso ocurriera, los miembros del
equipo no pudieron fingir que lo conocían como antes.

Y cuando Dante regresó a casa, tuvo que luchar de nuevo con el malestar que le
oprimía el pecho. Pensó en ello, pero ese día Raphael no lo llamó y no tuvo noticias
de él.

Desde entonces, Raphael ha reducido el contacto con él. Miller, que había estado
acosando a Dante, también dejó de comunicarse con él. Después de ser regañado,
Raphael pareció concentrarse en su trabajo de forma impecable, así que Dante
también tenía que hacerlo.
«Tienes que hacer un buen trabajo.»

—Tienes que hacer un buen trabajo como Raphael Haynesworth.

El cielo que miraba por la ventana de la residencia oficial estaba nublado después de
mucho tiempo. Desde la primavera pasada, la lluvia se ha convertido en un clima
que le recuerda a Raphael.

No era sólo lluvia. Durante el tiempo que Raphael corría hacia Dante durante el mes
de vacaciones, todas sus imágenes se grabaron en esta mesa y sobre la cama. La
forma en que miró ampliamente la llamada de “Haynesworth”, luchando por
permanecer con Dante de alguna manera, y lo último que le vino a la mente fue su
rostro conteniendo las lágrimas.

Dante encendió impulsivamente su móvil y abrió el buzón de mensajes. El último


mensaje que Raphael envió fue hace dos días.

[Sunbae, estoy dando lo mejor de mí en mi pelotón, me esforzaré más.]

Después del salto de línea había una sola frase con muchos significados.

[Lo siento.]

«Puedes dejar de disculparte.»

La mano que había vagado entre el botón de llamada y el teclado para escribir una
respuesta finalmente se detuvo sin poder hacer ninguna de las dos acciones.

Raphael está bien ahora. Aunque estuviera herido, estaba enfocando sus
pensamientos y construyendo su vida como líder del pelotón, y no había razón para
que Dante lo sacudiera de nuevo.

El móvil se puso boca abajo con la pantalla detrás. La lluvia que caía poco a poco se
hacía cada vez más espesa.

***

Al oír los golpes, Dante levantó la cabeza. Era un sonido muy lento e impotente. No
había nadie que pudiera visitarlo a esta hora, pero en el momento en que se despertó,
Dante supo que tenía unas ciertas expectativas de la persona detrás de la puerta

—¿Quién es?

La persona no respondió. Pero cuando Dante preguntó a través de la puerta, se


sobresaltó.
Después de una breve vacilación, mirando hacia el pasillo, di un paso adelante. La
ansiedad y las expectativas se mezclaron por cada paso que daba hacia la puerta
principal. Lo que pensó fue: “espero que sea una persona, pero realmente no sé qué
hacer si es él.” A su vez, no quería que fuera él, porque no quería volverlo a
decepcionar.

Dante abrió la puerta.

—…

Hace aproximadamente un mes, Raphael se paró frente a su puerta. Fue el día en que
había malentendido que había violado a Dante, se separó de su familia y pidió
permiso para ser dado de baja del ejército con la cara golpeada.

En ese momento, Raphael había abandonado el entorno en el que había crecido bien,
se había hecho la idea de abandonar su vida militar y su cara estaba blanca con el
pensamiento que había hecho un error imperdonable a su persona especial.

—Raphael…

Ahora parecía más delgado y demacrado que entonces. El pelo esponjado goteaba
por la lluvia, sus labios estaban resecos y el agua goteaba por las mangas de su
uniforme creando un charco en el suelo. Su aspecto era tan lamentable que quiso
alargar la mano para cubrir sus mojadas mejillas y acariciar su pelo. Pero Dante
luchó para evitar que su mano avanzara.

«¿Por qué has vuelto a venir aquí? Tengo que apartarte.»

—Vamos a reunirnos después de su trabajo.

—Capitán, yo, si puedo retroceder el tiempo diez días atrás, no me importa si


muero justo después. Me arrepiento de haber ido al centro de entrenamiento a
causa de mi emoción, y de haber aceptado la invitación de entrar cuando debí
haberme negado. Si no hubiera sido por eso, habría cenado con el Capitán ese
día, hmm… tener una buena conversación con el Capitán y volver sin ningún
arrepentimiento, pero yo, como un idiota, lo arruiné.

El húmedo aliento de Raphael salió de su boca-.

—Lo siento…

Raphael no parecía poder contener las lágrimas esta vez. Sólo con mirar a Dante se
desbordaron las emociones y las lágrimas se deslizaban bajo la barbilla y caían al
suelo. La tristeza, que había soportado durante más de 10 días, acabó por estallar, así
que no era fácil contener. El rostro pálido y húmedo siguió añadiendo humedad.
—Sé que valoras tanto a tu equipo como a tu trabajo. Lo siento. No lo volveré a
hacer. Me irá bien en mi vida militar. Haré todo lo que me digas. Por favor…

—…

—¿Cómo se supone que debo disculparme para que puedas llamarme Raphael
de nuevo?

Dante se sintió tan mal que quiso estirar los brazos y abrazarlo de inmediato. La cara
estaba manchada de lágrimas derramadas, y la expresión que se revelaba en su rostro
era de miedo. Raphael miraba a Dante con más desesperación que él, sujetado a las
delgadas raíces de un árbol y colgado del acantilado. Entonces terminó llorando a
gritos…

—Capitán, whaaa, Capitán… Ugh…

Fue un grito doloroso incluso para el que lo escuchaba. Todo el cuerpo de Raphael
tembló y sus piernas flaquearon. Dante abrió los ojos con asombro y se acercó más a
él.

«No puedo hacerlo. Necesito abrazarlo.»

No le importaba recibir todos los días las molestas llamadas de un extraño superior
quejándose de Raphael. Todas las prioridades se volcaron al verlo llorar.

—Ra…

“Raphael”. La llamada que quería se atoró en su garganta.

Sin embargo, fue la placa de Raphael y el nombre “R. Haynesworth” en su pecho lo


que le impidió dar el último paso. Era «lo que tenía que hacer Raphael», que
merecía tener prioridad sobre el impulso de Dante.

—Lo único que puedes hacer es terminar tu trabajo lo mejor que puedas y
volver a ponerte en contacto conmigo.

—Capitán…

El rostro angustiado de Raphael se levantó.

—Bueno, me has observado mucho. ¿No puedes mirarme una última vez? Por
favor.

—…
—Voy a hacer todo lo posible para no ignorar nada de lo que digas en el futuro.
No puedo dejar que el tiempo que pasé contigo… desaparezca.

Dante no dijo nada. Si abría la boca ahora, abrazaría a su patético subalterno.


Raphael, que entendió el silencio de Dante como un rechazo, exhaló una respiración
temblorosa.

—Bueno, si me pongo en contacto contigo después del entrenamiento para el


simulacro de la cumbre, ¿será posible volver a la normalidad? Capitán,
ayúdame. Me he equivocado, lo siento.

Raphael miró a Dante, con los ojos verdes claros que siempre habían brillado.

—Capitán, estoy tan asustado de cómo me veo ahora. Yo… ah…

Raphael lloraba como un niño perdido. Estaba lleno de lágrimas porque no podía ver
a dónde ir y qué hacer.

Dante, que lo observaba, también se le aceleró el corazón. Se mordió el labio


inferior con paciencia para aguantar sus impulsos. Sin embargo, una mano se
extendió hacia adelante y lo alcanzó.

—El Subeniente Haynesworth, al que apreciaba y enseñaba, se apasionaba por


su trabajo más que nadie, era bueno para aprender cualquier cosa, lo que
siempre me enorgullecía, y no me avergonzaba como superior sin importar a
qué unidad lo enviaran.

—…

—Sigo creyendo que ahora sigue siendo el mismo.

Dante puso su mano en el brazo de Raphael. Su mano que sujetaba sus brazos
agachados parecía apartarlo.

—Así que deja de llorar, y actúa un poco más maduro.

Las últimas palabras se las repitió a sí mismo en lugar de Raphael.

—Vuelve ahora.

La mano de Dante volvió tras golpear el brazo de Rafael por última vez. Las
lágrimas cayeron mientras se iba.

***
—Tanto el Capitán como yo le dijimos que se mantuviera en alerta porque su
postura era rara.

—Oh, lo sé. Jefa de equipo adjunto, me duele. Oh.

El soldado de segundo año del ODA-133, liderado por el Capitán del equipo Dante
Bailey y la líder de equipo adjunto, la Teniente Angela Harris, recuperó su posición
como el miembro más joven del equipo después de que terminara el aprendizaje de
Raphael (aunque en realidad no lo deseaba). Y el más joven, que acababa de
regresar del entrenamiento, se quejó ante Angela, que tiraba de su mejilla más ahora
que tenía un vendaje en la muñeca, debido a un pequeño esguince.

Hoy, el equipo voló un helicóptero armado después de mucho tiempo. Un


helicóptero que transportaba a los miembros del equipo se detuvo sobre un terreno
llano. Cuando el Capitán Dante dio la señal, los miembros del equipo que estaban
atados por las puertas de ambos lados del helicóptero descendieron. La cara del
soldado Campbell se puso blanca, bajó las gafas y la máscara, mirando a los
valientes superiores que descendían uno tras otro como si bucearan desde una altura
lejana.

Tenía un especial miedo al rápel en helicóptero y pensó que tenía una postura
inestable en el rápel inverso, pero finalmente cayó al suelo como si se hubiera caído
en lugar de un aterrizaje estable. Afortunadamente, no estaba herido de gravedad, así
que se levantó rápidamente, sacó su pistola y se puso en guardia mirando a su
alrededor. Sin embargo, el Capitán que miraba desde el helicóptero, suspiró y señaló
su frente. Se tocó su oído para activar el in-ear, y susurró a la sub-capitana.

—Angie, mira su muñeca en cuanto entres.

—Sí, entiendo.

—Y cambia el orden conmigo. Iré a tu posición y cubriré a Campbell, así que


por favor, cubre mi posición.

—Sí.

Sin escuchar una respuesta, el Capitán se puso en la posición que originalmente le


correspondía a Angela, así que bajó. Y los más jóvenes, cuyas muñecas palpitaban,
hicieron lo mismo.

Gracias a esto, el gran error no pudo ser notado por el Teniente Coronel, que estaba
observando el entrenamiento desde la distancia. Por supuesto, para los miembros del
equipo que estaban en sus formaciones, Campbell que no podía hacer su parte, y el
Capitán que ocupaba su papel, era claramente visible.
—Vas a tener un gran problema cuando vuelva el Capitán. ¿Le has visto
regañar a Haynesworth antes?

—Oh, ¿crees que está muy enfadado?

—Es famoso por ser despiadado en cosas tan importantes como esta.

Así es. Estaba realmente asustado. Los otros soldados también ayudaron a Angela,
haciendo que Campbell se inquietara.

Hoy era un día de entrenamiento relativamente importante, así que Dante y el


Oficial al mando, Logan, fueron a presentarse juntos ante los superiores. Gracias a
ello, solo quedaban personas de edades similares, lo que creaba un ambiente “Jefa
Angela y sus compañeros”. Campbell era, por supuesto, el papel del más joven.

—El Capitán, ¿estará más molesto que cuando regañó a Haynesworth?

—Bueno, lo siento por ti, pero has cometido un error con tus dos jefes, no sé de
qué humor estará el Capitán.

—…¿Qué voy a hacer?

Dante y Logan abrieron la puerta y entraron. El soldado Campbell se levantó en una


posición más erguida que la habitual. Campbell y Dante establecieron contacto
visual. Si bien parecía estar como de costumbre, una mirada escalofriante lo recorrió
de pies a cabeza. Campbell se apresuró a esconder su mano vendada detrás de la
espalda. Pero ya era demasiado tarde. Dante caminó con los brazos cruzados.

Se detuvo frente a él y levantó la comisura de la boca. Era la sonrisa que todos los
presentes, excepto Logan, más temían.

—Pies.

—Sí…

—Tus pies están en el suelo. No te has hecho daño en la pierna. Eso es extraño.

El Capitán dijo algo incomprensible, cerró los ojos y sonrió con más fuerza. Sin
embargo, a los ojos de Campbell, parecía tan asustado que prefería ser sincero y
gritar.

La mirada temblorosa de Campbell llegó al Oficial Logan, detrás de Dante. Él, al


igual que Dante, sonrió y señaló fuera de la ventana.

—A correr.
Significaba que iba a tener una ronda de entrenamiento físico. Campbell suspiró y
entonces respondió con un “¡sí!” y salió rápidamente. Dante miró de nuevo al
Oficial Logan y sonrió.

—Ha pasado mucho tiempo. ¿Puedo pedirte que seas un instructor del
infierno?

—Por supuesto.

La sonrisa de su rostro no era muy diferente a la de Dante. A partir de hoy, el


soldado más joven olvidará el miedo al rápel sustituyéndolo con un nuevo temor.

Dante animó moderadamente a los demás miembros del equipo y los envió a casa.
Después de que el grupo se disolviera, el Oficial Logan, que fue el último en tratar
de encontrar a Campbell, se dirigió a Dante.

—Oh, Capitán.

—Sí.

—Pensé en lo que dijiste antes, así que he investigado un poco.

—¿De qué estás hablando?

—La unidad a la que fue Haynesworth. Según los suboficiales de allí dijeron
que lo ha estado haciendo bien sin causar ningún problema importante. Dicen
que últimamente ha estado demasiado tranquilo. Creo que ha estado actuando
de forma inmadura solo con el Capitán. Por favor, sé amable con él.

—¿Es así?

Cuando escuchó el nombre de Raphael, las puntas de sus dedos se enfriaron. Sólo un
comentario causó un gran revuelo en la cabeza de Dante.

—Me alegro de que le vaya bien.

Otro día en el Sistema pasó. Dante se despidió de Logan y se trasladó a la residencia


oficial. A medida que el lugar donde estaba con sus compañeros se alejaba, la alegre
sonrisa que tenía ante los miembros del equipo se desvanecía.

Raphael cortó todo contacto que había estado usando. De nuevo, en contra de las
expectativas de Dante, envolvió su cabeza con sus dos patas delanteras y enroscó la
cola para ocultarse, entrecerrando los ojos.
Sin embargo, Dante podía ver de vez en cuando un icono en la bandeja de mensajes
que tenía con Raphael, que indicaba que estaba escribiendo un mensaje. Pero al
final, el mensaje no llegaba y se borraba.

El grito de Raphael aquel día le venía a la mente cada vez que pasaba por este
pasillo.

‘Capitán… Lo siento… Me equivoque’

Frente a Dante que trataba de proteger lo que tenía, Raphael lloraba como si le
hubieran robado todo. El gentil y cobarde Raphael, fue incapaz de alcanzar y detener
la negativa de Dante. Al final, se dio la vuelta sin siquiera limpiarse la cara llena de
lágrimas.

Pasaron casi 15 días desde que no veía a Raphael después de ese corto y frío
encuentro.

Raphael, que tiene demasiadas lágrimas para su tamaño, ya había llorado varias
veces delante de Dante. Cuando estuvo borracho, cuando tuvo un extraño
malentendido, cuando se vio obligado a ser arrastrado por Dante, etc.

El llanto de ese día fue más triste que cualquier otro. Mientras lloraba tan fuerte que
hasta el espectador se sintiera triste y lleno de dolor, Raphael buscó
desesperadamente a Dante, que lo había rechazado.

Dante ya sabía que se estaba mojando bajo la lluvia llamada Raphael. Ese día, las
gotas de lluvia que cayeron sobre su cuerpo le dolían mucho.

Y se dio cuenta sólo después de que las agradables gotas de lluvia que siempre
cubrían su cuerpo desaparecieran.

‘Te extraño mucho.’

Raphael había dicho tanto a Dante hasta ahora, así que pensó que estaba bien que no
se expresara. Cuando la persona que decía aquellas palabras sin parar desapareció, el
viento que había estado dentro de él se escuchó con retraso.

—Sunbae, te invito a cenar esta noche.

—…En comparación con tus palabras cálidas, el tono de tu voz es parecido al


impulso para secuestrar a tu superior.

Dante le sonrió absurdamente a Angela, que abruptamente había bloqueado el


camino a casa desde el trabajo. Ella ladeó la cabeza.
—Entonces, ¿quieres ser mi jefe, o prefieres intentar ser el yerno de Harris
antes que Haynesworth?

—Hagamos como un hermano mayor que compra comida. Yo te invito esta


noche. Vamos. ¿Qué quieres comer?

Como era de esperar, Dante dio tiempo sin dudarlo. Angela respondió con una
sonrisa.

—Entonces algo caro.

Dante volvió a sonreír.

Después de hacer una declaración de confianza y dejar de lado sus rangos, los dos
entraron en un restaurante cercano. No muy lejos del cuartel general, no sólo había
dos personas, sino también algunas personas con uniformes militares.

Al principio del aprendizaje como Capitán, después de terminar el día, comía junto
con los miembros del equipo, pero a medida que se acercaba la cumbre, la
intensidad del entrenamiento se hacía más fuerte y prefería irse temprano a
descansar. Así que, hacía mucho tiempo que Dante no comía frente a alguien.
Probablemente fue con Raphael en sus últimas vacaciones… Era amargo pensar en
él tan seguido en su vida cotidiana.

El empleado se acercó y puso los platos y las tablillas del menú. Dante renunció a su
pedido, diciendo a Angela: «Elige primero».

Tras hacer su correspondiente pedido, hablaron mientras esperaban que le sirvieran


la comida. Dante comenzó la conversación

—Hace mucho tiempo que no te veía en privado. ¿Vale la pena el


entrenamiento?

—Te miro todos los días. ¿Mereces ser un Capitán?

—¿Cómo me veo desde tu lado?

—Cada vez que un helicóptero vuela, parece que quieres tomar la cabina y
saltar.

—Oh… Tal vez sea porque llevamos años juntos, podemos entendernos sin
hablarnos.

Los miembros del equipo, que acogieron con satisfacción el tiempo en el Sistema,
comenzaron a enfrentarse a las deficiencias después de los primeros días, cuando
todo era bueno. Lo importante era que había demasiados ojos para ver. Dante obtuvo
un puesto más importante que el que tenía, llamando más la atención sobre el ODA-
133.

Angela, que sustituye al jefe de equipo que se ausenta de vez en cuando, también
está más sobrecargada de trabajo que antes. Por lo que Dante agradece que apoye en
silencio al Capitán sin dar muestras de ello.

—Hacía mucho tiempo que no te oía llamarme sunbae.

—Estabas ocupado, pero me regañaron y estuve ausente durante días.

—¿De verdad? ¿Por qué? En otras ocasiones te recuperaste rápidamente de tus


errores. ¿Qué pasó esta vez?

—Bueno, cometí un error, e hice que regañaran a un subalterno que es más


joven que yo. En realidad estaba muy preocupada.

La vajilla de Dante se detuvo por un momento. Angela, que no se dio cuenta de su


acción, preguntó con cautela

—Haynesworth… ¿Lo regañaste mucho?

—…

—¿Lo consolaste? Es débil de corazón aunque no lo parece.

—Hablé con él brevemente. Es como dijiste la última vez, ambos parecíamos


haber ido demasiado lejos con esa confianza dentro del Sistema, así que
decidimos mantener la distancia hasta que terminemos nuestro ocupado
trabajo.

—Ah… no quise ir tan lejos. No me importa si eres amigable con él en privado.

—Creo que está bien para ambos. Es lo correcto.

—Puede que sea demasiado entrometida, pero no creo que eso sea lo correcto
desde el punto de vista de verlos pasar medio año juntos.

Ha…, Angela dejó escapar un largo suspiro. En su rostro revelaba un sentimiento de


culpa que no podía ocultar.

—En realidad, ese asunto no dejaba de molestarme y estaba preocupada, así


que me puse en contacto con él hace tiempo.
Dante levantó la cabeza de inmediato al escuchar que sus esfuerzos por no mostrarse
a Raphael se vieron ensombrecidos. Tardíamente volvió a hablar bajo una apariencia
tranquila.

—Había suficientes personas para que lo ayudarán, además de mí… ¿por lo


tanto?

—Sólo le pregunté si estaba bien la situación entre ambos. Parecía tener algo
que decir, pero no pudo decirlo hasta el final, así que pensé en colgarlo.

—…

Dante parecía saber qué era lo siguiente. Incluso la voz de Raphael transmitiendo
esas palabras.

—Me preguntó si el Capitán estaba bien.

‘Capitán, ¿cómo estás?’

La voz que recordaba se produjo en su oído ante las palabras de Angela.

—Supe que no se había puesto en contacto contigo, así que te invité a comer
para pedirte que vieras a Haynesworth.

—¿Así que era eso? Debería tomarte la palabra y comer mucho si me estás
haciendo esta petición.

—Claro, come mucho.

Por supuesto, ambas eran palabras vacías. En todos los entrenamientos que se
realizan actualmente, era esencial tener un cuerpo ligero, y ambos se abstenían de
comer más de lo necesario para el día de mañana. Sin embargo, el hecho de que
Raphael preguntara por él cuando Angela lo llamó, hizo que Dante dejara de comer.
Dante recordó el tiempo en que ambos estaban en contacto día a día, y conocían la
vida cotidiana del otro. La incomodidad que apretaba su pecho impidió que la
comida siguiera su curso.

Dante, no lo abrazó cuando él lloró de tristeza, al contrario, lo rechazó. Pero ahora,


¿por qué siente curiosidad por alguien que lo rechazó con frialdad?

—Creo que necesitamos este distanciamiento hasta que Raphael se acostumbre.


Teniendo en cuenta el peso de la familia Haynesworth, parece un cangrejo que
corre para no ser atrapado.
Las palabras salieron con dificultad, como si intentara retenerlas. Angela, que
escuchaba a Dante, miró la nevera de la cerveza. Era una pena que ambos tuvieran
entrenamiento mañana.

—Creí que pensarías como un superior y que lo considerarías, pero estás mal…

Dante era una buena persona. Era amable para las personas que lo rodeaban, pero no
lo era para sí mismo.

—Sí, por supuesto, lo que dices es una respuesta ejemplar como un superior.
Entonces, después de alejar a Haynesworth, ¿te sientes cómodo?

—Por supuesto que es incómodo, pero ¿qué debo hacer?…

—Por eso he sacado el tema. ¿Por qué haces esto? Pones como excusa su
familia y su futuro, y además pretendes ser un mal superior. Te ocupaste de él,
pero al hacer esto te sientes tan mal que pareces estar lastimado.

—No, no lo hago… Bueno, no tanto.

—No. Te he estado observando todos los días.

Dante se tocó la cara. Lo escondía para disimularlo, pero parece que todo se había
revelado. Ver que Logan y Angela se entrometían sin preocuparle su opinión.

—Si Haynesworth sale herido y te da la espalda, ¿qué harás? Estoy más


preocupada por ti que por Haynesworth.

—…

Dante abrió mucho los ojos al escuchar algo inesperado.

“Raphael te da la espalda…”

Sus dedos se apretaron tanto que estaban blancos como la cal. Sintió que las yemas
de los dedos se desmoronaban y caían. El rostro de Raphael volvió a llegar a su
mente. Su cara, que siempre aparecía en su vista con claridad, hoy estaba un poco
borroso.

Al principio, Dante trató de apartar a Raphael, y ahora puede que se haya convertido
en algo que podría haber esperado en el pasado. La mayoría de los Capitanes y
subalternos del Ejército Imperial solían terminar su relación. Durante el periodo de
aprendizaje de seis meses permanecían juntos, y después de eso, se mantenían en
contacto con moderación, para finalmente romper por completo su relación. Raphael
y él actualmente tienen una ración superior-subalterno de estar en contacto con
moderación.
—Ah…

Dante se dio cuenta de repente. Cuando Raphael le diera la espalda, la relación entre
los dos terminaría. Si eso ocurría, sería diferente a que Dante rechazara a Raphael.
Eso se debió a que Dante no tuvo el valor de abalanzarse tan afectivamente sobre
Raphael, y no tuvo más remedio que rechazarlo.

Raphael había terminado con firmeza la relación “Capitán-subalterno” cuando


terminó su periodo de aprendizaje, entregando como prueba su corazón a Dante.
Raphael era el único que sostenía la cuerda con fuerza. Era el afecto constante de
Raphael, parecido a la lluvia, el que conectaba a los dos.

Finalmente, Dante sintió la pérdida de la relación mantenida por el afecto de


Raphael.

***

En proporción al tiempo transcurrido, Raphael habría sido herido constantemente.

Después de despedirse de Angela, Dante hundió su rostro en la cama de la


residencia oficial. Las manos vacías cayeron sobre la manta.

«¿Debí haberlo dicho con menos dureza? ¿Debí haber dicho simplemente su
nombre?»

La primera razón para que Raphael estuviera distraído, incapaz de distinguir entre el
afecto y descuidar su trabajo en la unidad, se desmoronó imperceptiblemente bajo
unas lágrimas aquel día.

Como dijo Angela, la manera de facilitar las cosas entre los dos era reunirse con
Raphael como siempre. No debía de importarle si Raphael era bueno en su trabajo o
no, él tuvo que haber bloqueado el número de su superior y seguir en contacto con
Raphael, como hasta ahora. Dante, que estará en las Fuerzas Especiales hasta que
sea dado de baja en el ejército, no tiene ninguna relación con Miller, y el trabajo de
líder de pelotón, era algo que Raphael debía encargarse por sí solo.

Si lo piensa, no tenían por qué distanciarse. También Raphael estaría mucho más
contento de encontrarse con Dante. Es el trabajo de Raphael, y a Dante no le debería
importar la reptación a su alrededor…

Dante se rió contra su almohada. Era imposible que pudiera hacer eso.

Si hubiera sido capaz de actuar la mitad de lo que lo hace Raphael, esta situación no
hubiera llegado hasta este punto. Sin embargo, bajo ninguna circunstancia puede
ignorar las acciones de Raphael. Más aún porque fue Raphael que corrió hacia él sin
mirar a su alrededor.

Dante también tuvo el impulso de acercarse a Raphael en todo momento. El impulso


creció aún más después de darse cuenta de lo vacío que se sentía sin Raphael. El
corazón de “el amable Capitán” fue sacudido innumerables veces, no solo cuando
veía a Raphael como subalterno.

Actualmente para Dante, también lo extrañaba. Sin embargo, había una razón por la
cual no ejecutaba tal movimiento de inmediato. Tal vez era por su egoísmo.

Desde la iglesia hasta el Cuerpo de la Escuela, y desde la Academia Militar hasta el


SAG. Creció para ser un buen hermano mayor y un buen Capitán, y seguía viviendo
así. No había nadie para él, por lo que su responsabilidad de no apoyarse en nadie,
sino de poder ser alguien que los demás puedan apoyarse en él, le permitió
soportarlo todos estos años, por eso siempre tomaba la iniciativa.

En otras palabras, era una terrible autodefensa construida con el pretexto de ser el
pilar de los demás.

Esa fue la razón por la que se había negado a socializar con Raphael hasta ahora, y
antes de eso, solo tenía encuentros que no tenían sentimientos profundos. Además,
en ese entonces era el mismo comportamiento de rechazar a las personas, justo como
lo estaba haciendo ahora con Raphael.

Era mucho más cobarde que Raphael, que constantemente lloraba.

Cuando Dante abrió su teléfono móvil y comprobó la hora, eran las 9 en punto. Las
9 de Dante se volvieron silenciosas como antes de conocer a Raphael.

El silencio al que se había acostumbrado se sentía tan extraño como cuando salió por
primera vez de la iglesia hace décadas.

Unos días más tarde, el entrenamiento era ya rutinario y sólo se repetían los
procesos a última hora. A cambio de meses de sufrimiento, todos los miembros de la
Zona C estaban plenamente familiarizados con los límites de las zonas asignadas. Si
el entrenamiento se hubiera llevado a cabo en otras Zonas con esta intensidad,
podrían garantizar que ninguno de los terroristas que pusieran un pie en la cumbre
podría regresar con vida.

Dante no se ha vuelto a contactar con Miller. Según la investigación de Logan hecha


a través de su rango, parecía que Raphael se había adaptado plenamente a la vida de
dirigir un pelotón. En su opinión, parecía haber fricciones entre Raphael y Miller,
pero se habían suavizado hasta cierto punto.
Los mensajes que eran demasiados íntimos para el antiguo Capitán y el subalterno
han desaparecido por completo. Dante entró en el buzón de mensajes como de
costumbre cuando el sol se había puesto por completo. El icono de “entrada” que
de vez en cuando flotaba allí, ya no era visible. Desde que accidentalmente pulsaba
el teclado de vez en cuando, seguramente aquel icono aparece más en la pantalla de
Raphael que en la suya.

«Nos encontraremos después del entrenamiento y de mi trabajo.»

Los dos meses declarados por Dante pasaban muy lentamente. Sin embargo, Dante
no había extendido su mano primero. Fue porque la «responsabilidad» que podría
ser mejor para mantenerse alejado de Raphael, impidió que Dante lo hiciera.

Esperaba que dos meses después de terminar su trabajo llegaran rápidamente, y a su


vez, esperaba que llegaran lentamente. Se sentía como si fuera un prisionero a punto
de ser condenado por un pecado benevolente.

***

Los terrenos de entrenamiento utilizados por el personal que participaba de la


cumbre se encuentran en el Cuartel General de la Lucha Antiterrorista, dependiente
del Comando Unificado de Guerra Especial, y a su alrededor se encuentran las
principales instalaciones del ejército del Sistema, incluido el Cuartel General de
Defensa Institucional. Si se desplaza en la dirección opuesta del centro del Sistema,
encontrará una residencia oficial cedida al Ejército Imperial.

Dante, que estaba a punto de abandonar el campo de entrenamiento y volver a la


residencia oficial, se encontró con una persona cuyo rostro era de desconcierto pero
su voz le resultaba forzosamente familiar frente al mando.

Era Miller.

Debió de haberse encontrado con Dante, pero éste giró rápidamente la mirada y se
dirigió en otra dirección. En algún momento, la sensación de malestar que oía cada
vez que hablaba con él por teléfono aumentó de repente. De hecho, lo que más le
vino a la mente fue su costumbre de quejarse de Raphael.

Antes de que pudiera tomar una decisión, Dante ya lo había alcanzado.

—Hola.

—Oh, eh. ¿Qué pasa? ¿Por qué apareces de repente?

—De camino a casa de mi entrenamiento, vi a sunbae. ¿Viniste al Sistema para


el entrenamiento de intercambio?
—Así es. El horario de entrenamiento de esta semana ha terminado, así que voy
a informar…

A primera vista, comparado con el hecho de cuando le hablaba por teléfono sin
vacilación, cuando se encontró con Dante en persona, se sentía un poco incómodo.

Incluso si había algo malo con Raphael, lo que hizo Miller no era para mostrar
orgullo. Aunque ahora le vaya bien como líder de pelotón, pensó que las llamadas se
detendrían… Dante se detuvo frente a él y sonrió débilmente para ocultar sus ojos
entrecerrados.

—Sunbae, tengo algo que decirte. ¿Tienes un minuto?

—¿Qué? Estoy ocupado, así que sé breve.

—¿Le va bien al Subteniente Haynesworth en el ejército ahora?

—Por qué tan de repente… sacas esa charla. Bueno, eh, está bien. Además,
como era de esperar, al parecer solo necesitaba ser reprendido. Desde entonces,
se ha vuelto un poco más dócil.

Miller habló en voz baja.

“¿Dócil?” Las cejas de Dante se doblaron al escuchar las curiosas palabras.

—¿Mejoró en la parte en la que dijiste que te volverías loco? ¿Ya no fue


necesario que el Comandante en Jefe se metiera en esos asuntos?

—Oye, esto es el Cuartel General. ¿Qué pasa si alguien te escucha hablar de eso
tan fuerte? Baja la voz. Te dije que definitivamente arreglaría ese asunto.

«¿Por qué en el Cuartel General no se puede hablar de esto?» Miller le agarró el


codo y le señaló un lugar.

—Ven, vamos a hablar por allí.

Dante le quitó el brazo de la mano.

—Dijiste que estabas ocupado, así que por favor habla aquí. ¿No reprendiste a
Haynesworth por cometer un error? Sobre haberse equivocado por el informe
la última vez…

—Estás equivocado. Para ser exactos, no entregó el informe adecuadamente.


¿Tiene sentido que la persona que acababa de terminar el trabajo y sostiene el
informe en sus manos lo pusiera en el escritorio de su jefe? Es demasiado
arrogante… No importa dónde se encuentra su jefe, tuvo que encontrarlo y
dárselo. Es inimaginable esta actitud si lo pensamos.

La sonrisa forzada de Dante se desvaneció poco a poco. Raphael hizo un buen


trabajo en el ejército, donde y entendía que los rangos y las órdenes absolutas tenían
que ser obedecidas, pero era otra historia exagerar esta situación como una falta.

—Entonces, ¿Haynesworth no cometió ningún error?

—¿Qué? El informe no llegó a tiempo. ¿No has entendido?

—¿No es una falta como Comandante de unidad dar a un líder de pelotón una
orden de castigo en su día de descanso?

Miller, que irguió más la parte superior de su cuerpo, frunció las cejas. Las dudas de
Dante crecieron más y más en su interior. Miller, al ver la expresión de Dante,
exclamó como si se hubiera ofendido.

—¿Crees que le di el castigo de no poder salir de la unidad solo por eso? Hubo
momentos en los que no hizo caso a lo que le ordenaban, así que tuve que
disciplinarlo. Ahora que lo sabes, deberías…

—¿Haynesworth no escuchó ninguna orden?

Lo que le vino a la mente en ese momento fue la imagen de él agachando la cabeza


sin decir nada, cuando alguien ajeno a Dante le preguntara si tenía una última cosa
que decir.

—¿Tengo que contarte todo lo que pasa en la unidad?

—…

—¿Qué ocurre con tu expresión? ¿Por qué me miras de esa manera?

Dante dio un paso más hacia él. Aunque hubiera un año de diferencia en el mismo
rango y en número de años, era difícil comparar con la sensación de intimidación del
jefe del equipo de operaciones que llevaba siete años en las Fuerzas Especiales. El
rostro de Dante endurecido y frío también influyó.

—Hoy tengo que escuchar lo que realmente pasó.

—¿Qué…?

—¿Le has dado la orden a Haynesworth que no puede contactarme y decirme?


Los ojos de Dante temblaron. Fue grosero con su superior, pero ahora ya no le
importaba. Miller lo miró con atención y después colocó una mano en su propio
cuello.

—Capitán Dante Bailey, lo que estás haciendo, parece como si intentaras


intervenir en los asuntos del jefe de otra unidad y sus subordinados, eso no te
concierne. Eso es asunto mío. ¿No lo crees?

—Tú fuiste el primero que me ha involucrado. Llamándome de la nada y


hablando sobre Haynesworth.

—¡Tú…!

La palma de la mano se acercó como para golpear la boca de Dante. Sin embargo,
Dante fue el primero en agarrar su muñeca.

—¡Deja de decir ese nombre aquí! Sin mencionar que estás siendo grosero,
¿crees que esto no va a afectar el camino para que seas promovido? Ya te has
puesto la soga al cuello, así que…

—Sunbae.

La mano que sujetaba su muñeca se hizo más poderosa.

—Déjame preguntarte de nuevo, ¿qué le has hecho a Raphael?

—¿Estás diciendo que me he estado metiendo con él sin motivo durante todo
este tiempo? Ahora que lo recuerdo, he oído que estás siendo grosero con
Efron. Pero ahora que está también en el SAG, ¿no es un Capitán al igual que
tú? Bueno… El Subteniente debe haber aprendido algo extraño de ti, ya que
fue tu subalterno.

Ha, Derrickson Efron. Dante había escuchado que los dos estaban juntos y no era de
extrañarse, ambos son muy similares.

‘Raphael, ¿pasa algo?’

‘Bueno… creo que en realidad es un poco difícil’

La última conversación que tuvo con Raphael volvió a surgir en su mente.

«Raphael Haynesworth, eres un idiota. Debiste haberme dicho que tu jefe de unidad
era realmente así…»

—Sí. Yo le enseñé.
Dante no tenía mucho que ver, pero al menos conocía las intenciones de los
soldados mejor que Raphael. Sobre todo, lo que más teme este tipo de personas.

—Así que, a partir de ahora, te regresaré todas las acciones que le harás a mi
subalterno.

—¿Qué…?

Dante sacó a relucir palabras que pensó que nunca sería capaz de decir por sí mismo.

—Mi suegro es muy estricto con su hijo.

Dante levantó los labios con rigidez.

—Sin embargo, es bastante generoso conmigo. No sé qué le ordenaste al


Subteniente, pero yo tengo un rango superior en ese aspecto, así que hay
muchas cosas que puedo hacer.

—¿Qué? Mientes, he oído el rumor de que has terminado con la abogada.


Viendo que nunca los han visto juntos, estoy seguro que has terminado esa
relación y sólo estás fingiendo pertenecer a la familia Haynesworth, a menos
que…

—…

Ha… Dante finalmente se enteró del motivo por el cual Miller se contactó
repentinamente con un compañero con el que no había tenido ningún contacto desde
sus días de escuela, y también entendió el motivo de que dejara de llamarlo tan
repentinamente*.

N/T: Por si no se entiende, Miller llamó a Dante por el interés de que es el “yerno
del General”, y dejó de llamarlo y evitarlo porque había dejado de ser el “yerno del
General.” (Que coraje….)

Dante, dejó escapar una sonrisa abatida y patética, y se dio la vuelta sin contestar.

—Oye, espera un momento. Bailey, ¡oye!…

No era aceptable para él que le creyera a ese bastardo y apartara a Raphael.

***

Dante corrió frenéticamente por la calle. Los soldados que llevaban el uniforme
militar y cruzaban el bulevar, cuando lo vieron, Dante llamó su atención, incluso
escuchó a alguien diciendo: “Eh, es el Capitán del entrenamiento
antiterrorista…” Pero sus nervios estaban concentrados en otra parte.
Extendió la mano y se apresuró a subir a un taxi que pasaba por allí. El destino era el
hotel en el que Raphael iba cuando tenía una larga estancia en Islas.

Dante sabía en qué habitación se alojaba Raphael. Anteriormente, Raphael le dijo


que viniera cuando quisiera, y le dio una llave de tarjeta extra.

Dante subió las escaleras y entró en el vestíbulo iluminado como el día. Las
escaleras del lado izquierdo del mostrador de información y el ascensor instalado al
lado llamaron su atención. Pero no tuvo el valor de subir a pesar de que había
llegado hasta este punto. La ansiedad era mayor que cuando entraba en una
operación cuyo resultado no se puede garantizar, por lo que sus piernas temblaban.

¿Qué tipo de reacción, cara y emociones mostraría Raphael si Dante se presentaba


frente a él?

¿Había ido Raphael a la casa de Dante con tanta impaciencia como la que siente
ahora? El día que tuvo un malentendido con respecto a una violación, y el día que
tuvo que regresar a su unidad llorando hace unos días. Raphael ya ha dado este
difícil paso dos veces. Entre ellos, la segunda vez fue rechazado con fuerza mientras
lloraba…

Tal vez Raphael le rompa el corazón esta vez. Dante no tenía nada que decir aunque
Raphael se apartara decepcionado ante la persona que le había entregado todo su
afecto.

Pero esta vez, tenía que preguntar por toda la historia y pedir disculpas si no
funcionaba. Dante estaba a punto de dar un pesado paso.

—… ¿Dante Bailey?

Alguien llamó a Dante desde el lado del vestíbulo. Dante se apresuró a darse la
vuelta.

No era la persona que había venido a ver. Pero fue suficiente para que los ojos de
Dante se agrandaran. El hombre que le llamó por su nombre comprobó la cara de
Dante y sonrió alegremente.

—Dante, eres tú, ¿verdad? ¡Hermano!

—Huh…

Era un hermano menor que creció junto a él en la iglesia hace diez años. Llevaba un
lujoso traje y corría haciendo que sus zapatos hicieran ruido.

Nunca esperó encontrarse con su hermano en un lugar como éste. La sorpresa del
reencuentro después de 7 u 8 años hizo que la razón de estar aquí se alejara un poco.
Dante no tuvo más remedio que detenerse un momento y pararse delante de su
hermano.

—¿Qué te trae por aquí?

—Nuestro legislador se está preparando para la cumbre, por eso he venido a


Islas. ¿Por qué estás aquí? ¿Hay algún terrorista en este hotel?

—No. Absolutamente no.

Su alta estatura y su ropa habían cambiado, pero su absurda imaginación sigue


siendo la misma.

Había escuchado que él entró en la Secretaría de la Asamblea Nacional. Tuvo que


seguir a su jefe a las provincias de otra ciudad, así que hacía años que no se
encontraba con Dante, porque él tenía que moverse por el campo de batalla.

—Cuánto tiempo sin verte. ¿Estás bien con tu trabajo?

—Sí. Merece la pena.

Su hermano se acercó a Dante un poco más amistosamente.

—No puedo decir que no haya discriminación por elitismo y parentesco, pero es
bueno trabajar aquí. Además, eres el único que trabaja con un arma. No estás
enfermo ni herido, ¿verdad? Es la primera vez que te veo con uniforme militar.
Es genial.

—No hay nada de genial. Pelear con personas y palabras es más agotador
mentalmente. No pensé que tuvieras esta posición. Eso es genial. Estoy
orgulloso de ti.

—Sí…

Cuando le acarició la cabeza, su hermano sonrió con orgullo y calidez. Tenía una
expresión de haberse encontrado con la sombra de un árbol después de un largo
viaje, dejando su pesada carga y apoyándose un rato en él.

«¿Dijo que ha venido hasta aquí para servir a un miembro de la Asamblea


Nacional? No es de extrañar que parezca agotado y cansado.»

—¿Es tu jefe una buena persona?

—El legislador es una buena persona… De vez en cuando, dice que está
motivado y hace cosas indebidas, y es la secretaría la que se encarga de ello.
Excepto que ahora estoy en camino de arreglar sus asuntos…
La voz de su hermano se hizo cada vez más pequeña. Parece que la situación es
complicada. Dante le dio una sonrisa incómoda. De alguna manera recordó al
Teniente Coronel a cargo de ocho equipos de la Zona C.

—Pero ahora está bien. Envío el dinero que ganó a la iglesia, y es duro
trabajar, pero hay momentos en los que me siento orgulloso.

—Sí. Has crecido mucho, estás haciendo un gran trabajo. Lo estás haciendo
muy bien, hermano mío. Estoy orgulloso de ti.

En su rostro se dibujó una sonrisa más alegre que un encuentro accidental con
Dante. Al ver la reacción, Dante se dio cuenta de que esas palabras, que
naturalmente iban dirigidas a su hermano menor, eran en realidad palabras que había
estado reteniendo, por lo que deseaba decirlas a alguien más.

—Estoy muy orgulloso de que mi hermano me elogie. Cuando era un niño, eras
el que cuidaba de mí.

—Deberías decir eso a la iglesia, no a mí. Si tienes tiempo, ve a visitar a nuestra


madre. Te echa mucho de menos.

—Sí. Me gustaría poder visitarlos después de la cumbre. Yo también extraño a


mi madre… ¿Por qué no supe entonces que la sopa de patata era la mejor de
allí?

Dio un largo suspiro. Sin embargo, Dante pronto captó un perfume familiar en su
rostro.

—Hermano, tengo que irme. Tengo que hacer algo.

—Sí. De acuerdo. Cuídate.

—No te preocupes. Cuídate tú también. No te hagas daño.

Tras despedirse y dudar un momento, su hermano menor abrió los brazos y se


abrazó a la cintura de Dante. Su hermano apretó su mejilla contra su hombro.

—Estoy muy contento de ver a mi familia. Estoy algo cansado estos días, así
que es una fortaleza.

Aunque su hermano era un alborotador, no tenía una personalidad tan dulce e


infantil. Cuando Dante sufría de dolores corporales después del regreso de cada
operación, pensaba que era una suerte que estuviera enfermo en un lugar donde no
hubiera nadie, pero a menudo echaba de menos la temperatura corporal que sentía en
la iglesia. Le acarició la espalda con los brazos.
—Estás haciendo lo suficiente.

—Sí. Te quiero, hermano.

Tampoco esperaba escuchar esto. Ni siquiera Dante podía decírselo bien a su


madre.

No esperaba decirlo aquí, pero Dante, que estaba dudando, recordó su papel de
hermano mayor. Y habló con un poco más de fuerza en ambos brazos.

—Yo también te quiero.

En ese momento, se escuchó un sonido de respiración conmocionada no muy lejos.


El sonido provenía de una voz familiar que sólo la había escuchado hace un mes y
que había estado resonando en su cabeza hace un momento.

Dante miró en esa dirección.

—Ah…

—…

Raphael se quedó parado incrédulo.

Sus ojos muy abiertos, sus labios temblaban, sus dos manos estaban blancas y no
había un solo lugar que no temblara. Ni siquiera una fina respiración se escapaba de
la boca abierta.

Raphael dejó de respirar y miró a Dante. Aunque un artículo del periódico dijera de
repente: «¡La familia Haynesworth, en bancarrota!», esa expresión no sería así.

—… Raphael.

Sólo entonces Raphael exhaló como si estuviera escupiendo. Sin embargo, cuando
Dante se acercó un paso más, él retrocedió.

—…

Sus ojos no podían escapar de la conmoción y vibraban afanosamente. Entonces,


pronto mordió sus labios dolorosamente. Incluso Dante, que estaba un poco lejos,
pudo escuchar el sonido de la mordida en su piel.

Todo el dolor, la angustia, la pena y el sufrimiento del mundo estaban contenido en


los ojos verde claro que se habían hundido en la oscuridad. Se inclinó ante Dante, y
se dio la vuelta con un rostro como si hubiera sido abofeteado por un Dios que
descendía frente a un altar. El paso hacia la entrada fue tan rápido como cuando fue
expulsado por Dante el día que fue a visitarlo.

—¡Raphael!

Dante extendió la mano como si tratara de sostener un par de zapatillas de cristal


hacia Raphael, que bajaba corriendo las escaleras. Aunque su voz era suficiente para
ser escuchada, ignoró el llamado de Dante y salió corriendo.

—Vamos, espera un momento. Tengo que irme. Llámame.

—¿Qué pasa, hermano? ¿Por qué? ¿Es un terrorista?

—¡No! ¿Cómo podría un terrorista tener una cara amable y bonita?

—¿Qué…?

Dante se despidió rápidamente y salió corriendo del vestíbulo siguiendo a Raphael.


Tras el sonido de un ramo de flores golpeando el suelo, sólo quedaba un pequeño
murmullo en el vestíbulo.

—No… me estaba mirando desde el otro lado, pero ¿dónde demonios está…?

El hotel, en medio de la ciudad, estaba abarrotado de gente. Dante se encontró con


un pelo esponjoso corriendo entre los edificios. El joven, que era rápido incluso
cuando se apresuraba, era más rápido cuando huía.

—¡Raphael!

Aunque gritó su nombre con toda la fuerza que pudo, Raphael no miró atrás y se
limitó a salir corriendo. La expresión de su rostro mientras doblaba el callejón estaba
llena de desesperación. Eso es algo que nunca había visto en Raphael.

«… Hice que ese joven brillante fuera así.»

Su cuerpo se detuvo mientras su corazón se hundía. Si hubiera seguido un poco más,


podría haberlo alcanzado, pero el valor que desapareció en ese momento ató sus
piernas. En ese momento de duda, Raphael desapareció completamente de la vista
de Dante.

Dante se apresuró a seguir la dirección en la que había desaparecido. Pero no podía


ver la brillante cabellera rubia asomando por ningún lado. Mirando nerviosamente a
su alrededor, Dante corrió primero hacia el callejón más cercano.

Dante vagó durante una hora. El sudor caía de su frente como si fuera verano. Hace
unos meses, se produjo una situación similar cuando Raphael huyó por un incidente
en la ducha. En aquella ocasión, sin embargo, era una carretera deshabitada, pero
este lugar estaba en pleno centro de Islas.

Miró varias veces alrededor del hotel y buscó en todos los edificios de la zona, pero
no pudo ver a Raphael por ninguna parte. En cambio, un agente de policía que
pasaba por allí le preguntó tres veces: «¿Está siguiendo la pista de un delincuente
grave? ¿Necesita colaboración?”

Era un malentendido suficientemente comprensible al ver a un soldado corriendo a


través de la gente en un uniforme militar, al parecer perteneciente a las Fuerzas
Especiales. Junto con la promoción de la cumbre, se llevó a cabo una propaganda
masiva dirigida a la unidad antiterrorista, el SAG, el signo de Comando de Guerra
Especial, por lo que todos podían reconocer el uniforme.

A medida que pasaba el tiempo, la impaciencia aumentaba. Raphael había recibido


una herida de un cuchillo afilado, sobre las heridas que anteriormente había recibido.
La expresión de Raphael se superponía con la que tenía cuando fue rechazado
delante de la puerta de Dante. Sentía una pena que estuviera bajo la lluvia y que
llorara mientras temblaba como si estuviera a punto de derrumbarse.

—¿Dónde estás llorando?

Cuando estaba a punto de dar un paso atrás, recordó lo que había escuchado un día.

‘Raphael seguramente está en el baño. Desde muy pequeño, lloraba mucho, pero
mientras más lloraba, más era regañado, así que se convirtió en una costumbre
llorar en el baño con el agua abierta del lavamanos.’

El agua… El sonido del agua…

Dante recordó la geografía circundante de Islas y volvió a golpear el suelo.

***

El sol, que colgaba vagamente en el extremo del cielo, se ha ocultado, y una noche
ha llegado para hacer aún más espléndida Islas. Y Dante se detuvo frente a un
camino débilmente iluminado, respirando con dificultad.

Después de buscar en los alrededores durante una hora más, pudo encontrar un gran
cachorro acurrucado en un banco y enterrando su cara entre las rodillas. Frente a él,
había una fuente del parque que rociaba agua fresca.

—…He buscado en todas las salidas de agua de los alrededores.

—…
—Estabas aquí.

Las manos que juntaban las rodillas estaban fuertemente apretadas. Los anchos
hombros comenzaron a temblar con fuerza. Dante se paró frente a él y le tendió la
mano a Raphael.

—Deja de llorar…

Tak.

Raphael empujó con impotencia la mano que se acercó. No fue un rechazo brusco,
pero fue el primer rechazo claro de Raphael hacia Dante.

—Yo, yo… en ese hotel, eh, ya sabes… allí, tenías que encontrarte con alguien
más allí.

Dijo Raphael sin levantar la cabeza. Cada palabra estaba llena de pena.

—Está bien, huh. Está bien, pero solo yo… ugh, unilateralmente, me gusta el
Capitán… de verdad, no me hiciste daño, ugh, es algo que decidí.

Raphael exhaló su húmedo aliento. El llanto continuó saliendo de la garganta ronca.

—Si el rol en la cama te molesta, ugh, cualquier cosa que me hubieras pedido,
lo habría cambiado por ti… huh, Pero, si alguien llegó a gustarte, solo porque
es pequeño, por favor, me lo hubieras dicho, entonces, hubiera renunciado a
ti… ugh…

Sus hombros y su espalda temblaban intermitentemente al mismo tiempo. Al final,


Raphael comenzó a llorar mucho más fuerte. “¡Huh, ugh, whaa…!” Era una suerte
que nadie pasara por allí porque ya era tarde. Cualquiera que vea esta escena,
parecía que Dante estaba intimidando mucho a Raphael. En realidad… eso tampoco
estaba equivocado.

—¡Ya no me gustarás! Huh, realmente ya no me vas a gustar.

Una triste declaración irrumpió en el llanto. Las mangas sobre los ojos de Raphael
estaban humedecidas, mientras que sus ojos seguramente estaban rojos. Raphael
gimió como si se quedara sin aliento, y luego volvió a estallar en lágrimas.

Era la declaración más poderosa del mundo. En el campo de batalla, escuchó


amenazas como “te mataré” y “te seguiré hasta el final del infierno para
vengarme”. Dante, que había recibido cualquier tipo de maldición, se encontró con
la sensación que no le gustaba la declaración de Raphael.

«¿Por qué me di cuenta hasta ahora que me gusta recibir el cariño de Raphael?»
Se inclinó sobre sus rodillas para igualar la altura de su cabeza con la de Raphael
sentado en el banco.

—¿Has dicho todo lo que querías?

—Ugh, huh…

—Entonces escucha mi explicación ahora.

El largo y amargo suspiro de Dante agitó el pelo que cubría la coronilla de Raphael.

—En primer lugar… Lo siento. Me disculparé más después de explicar la


situación. Hablemos primero de él.

—Huh.

Raphael volvió a llorar al recordar la escena que había presenciado. Dante se


apresuró a hablar.

—Es mi hermano menor. Él creció conmigo en la iglesia cuando éramos niños.

Raphael dejó de llorar por un momento. Luego levantó los ojos un poco por encima
de sus brazos cruzados. Los ojos estaban tan hinchados que no se podían ver las
pupilas verde claro.

—Hermano… ¿quieres decir, tu hermano?

—Sí… nos encontramos por casualidad frente al hotel. Trabaja como


secretario de un miembro de la Asamblea Nacional, y se aloja allí. Supongo que
lo está pasando mal estos días, sin embargo, estaba muy emocionado por
encontrarse a su familia por lo que se apoyó en mí por un momento, y sólo le
dije que lo quería como una familia.

—…

—Sé que lo has malinterpretado, pero nunca he pensado que una persona más
pequeña sea mejor, y mi posición sexual ahora es… No, ya hablaremos de eso
más tarde.

Rompiendo la atmósfera sombría, las puntas de sus orejas casi se calentaron.


Raphael parpadeó con sus pestañas doradas. Las lágrimas acumuladas en los ojos
volvieron a caer.

—El hecho de que hayas sido severamente regañado hace unos días y no me
haya puesto en contacto contigo… Lo siento mucho. En realidad, me enteré por
tu líder de unidad que cometiste muchos errores. De repente escuché malas
noticias de ti, que habías sido un buen subalterno, así que me preguntaba si
estabas distraído por mi culpa.

Los ojos de Raphael, que habían estado levantados durante un rato, volvieron a
desaparecer entre sus brazos.

—…Y yo no podía concentrarme en el entrenamiento porque estaba


preocupado por ti. Por eso intenté alejarnos el uno del otro hasta que
termináramos nuestro trabajo, pero al enterarme de esto hoy, sé que no ha sido
culpa tuya.

Mientras la explicación de Dante continuaba, Raphael volvió a llorar. No lloraba con


tristeza, pero seguía con estridentes exhalaciones del interior de su brazo.

—Haynes… Raphael, deja de llorar porque ya puedes dejar de quererme y


odiarme.

Dante extendió la mano de nuevo. Esta mano no fue rechazada.

—Siento el malentendido, siento haber sido frío contigo.

—…Ugh, huh…

La mano de Dante se hundió entre el pelo de Raphael. Lloraba tanto que sentía el
cuero cabelludo caliente.

Dante se limitó a acariciar su pelo lentamente y lo apartó hacia un lado. Él también


echaba mucho de menos esta sensación. Sin embargo, cuando le acarició la cabeza
de esta manera, Raphael, que solía sonreír ampliamente, contorsionaba aún más su
rostro.

—Capitán, eso es demasiado… ugh, Capitán.

Raphael apretó su boca para no llorar, sin embargo derramó lágrimas de sus ojos
rechazando esa resistencia. Todo su cuerpo temblaba tristemente a causa del llanto.
Parecía aliviado, pero los sollozos continuaban como si la tristeza aún no hubiera
desaparecido.

—Capitán, yo… yo te odio… ugh.

—… De acuerdo. Puedes hacerlo.

—…

Raphael levantó la cabeza. Exclamó, con la cara llena de lágrimas.


—Oh, no, yo… No, ¡no quiero eso…!

Raphael, que era tontamente gentil, no pudo ni siquiera decir las palabras que podía
odiar a Dante. Solo se volvió a acurrucar frente a Dante y liberó más de la tristeza
acumulada. Dante seguía mirándolo.

«Lo siento. Eres lamentable. Y también eres encantador.»

Una persona siete años más joven que él, un líder de pelotón, y miembro de la
familia Haynesworth. Cortó las cosas que solían atar a Dante, y la codicia reprimida
salió al exterior.

No podía huir de estos sentimientos que se habían vuelto tan vívidos.

Dante cubrió la cabeza de Raphael con su boina militar que llevaba en la mano.

—Cálmate un momento.

—Oh, ¿a dónde vas?

En medio del llanto, cuando Dante retiró su mano, Raphael extendió su brazo. Dante
acarició la parte superior de su cabeza una vez más.

—Volveré en cinco minutos. Lo prometo.

Cuando Dante regresó, Raphael se quitó la boina que le había dado y lo abrazó.
Seguía sentado en el banco, pero todavía parecía que se aferraba a Dante.

Dante destapó la botella de agua que había comprado y se la entregó, después mojó
una toalla con una nueva botella, la exprimió y se la dio a Raphael.

—…

Raphael parpadeó y en lugar de recibir la toalla, acercó su cara a la mano de Dante.


Inconscientemente, se asustó por el acto tierno que se había incrustado en su
cuerpo.

Obligado a hacer algo así, Dante envolvió la cara con la toalla mojada y la limpió él
mismo. Tenía la cara hinchada por las lágrimas. Su cara delgada se volvió gruesa, y
el enrojecimiento de sus mejillas era más bonito en un sentido diferente que nunca.
Era como un lindo personaje de animación. En conclusión, una belleza puede tener
cualquier expresión.

—¿Quieres llorar más?

—No.
—Entonces, ¿puedo sentarme a tu lado?

—…

Apartándose sin decir nada, Raphael sacó un pañuelo de su bolsillo interior y lo


puso sobre el banco. Dante levantó el pañuelo y se sentó en el banco desnudo,
limpiando de nuevo los ojos de Raphael con el pañuelo que tenía en la mano.

—Si tenías algo así, deberías habérmelo dado cuando te limpié la cara.

—Déjalo… Te lo di para que te sentaras en él.

—Está bien.

Dante volvió a doblar su pañuelo y lo colocó sobre el regazo de Raphael. Él, sujetó
la boina militar de Dante y su pañuelo frente a su pecho.

—Capitán.

—Sí.

—…Capitán, ahora entiendo muchas cosas, porque el líder de unidad hizo


conmigo algo parecido que contigo… Me preguntó si podía llevarlo y
presentarlo a mi familia. Si no era posible, me pidió que lo invitara a una fiesta
o alguna reunión importante en mi casa.

Los ojos de Dante se agrandaron.

Se había extendido el rumor de que al Comandante en Jefe Haynesworth le agradaba


Dante, y que este salía con Camila Haynesworth. Ambos lo negaron, por lo que
dijeron que habían terminado su relación, cuando ni siquiera se conocían. Por ese
motivo, los rumores del noviazgo se habían desvanecido hasta cierto punto…

Sin embargo, no sabía que la gente empezaría a buscar la misma oportunidad que
tuvo Dante.

En el rumor se decía que Raphael Haynesworth le dio a su Capitán la oportunidad de


conocer a su padre, el jefe del ejército, y le presentó a su hermana mayor, la abogada
más famosa del Imperio. Cualquiera que tuviera una pequeña conexión con Raphael
puede decir: «Entonces yo también…» Era una información que podía ser
codiciada.

Especialmente si alguien se convertía en el jefe directo de Raphael, como “Dante


Bailey”, que se había beneficiado de todo esto.
—Rechacé su petición. No podía hacerlo. Le dije que tú, Capitán, no creaste
una oportunidad de obtener un mayor puesto, incluso después de haberte
reunido con mi familia, pero él no me creyó. Después de eso… No podía
hacerme mucho daño porque soy un Haynesworth, pero hubo represalias
injustas para los miembros de mi pelotón, como la cancelación de sus
vacaciones, o la colocación de los límites de los puestos más difícil en los
entrenamientos.

—…

—Y hubo roces en torno al pelotón.

«Ese bastardo de mierda.»

A pesar de todo siguió llamando a Dante y pidiéndole que hablara con Raphael,
sabiendo que Raphael seguía mucho a Dante.

Dante volvió a acariciar la espalda de Raphael con culpa y amargura.

—Buen trabajo. Tal y como te enseñó tu mal Capitán.

—A veces también era difícil para mí y me sentía cansado, así que pensé en
hacer lo que me pedían. Pero cuando pensé en ti como Capitán que cuidabas de
los miembros del equipo, pensé que tenía que soportarlo. Así que…

Volvió a llorar por los tristes recuerdos.

—Así que… fue difícil Capitán. Pero pensé que estaría bien si veía tu cara.
Pero ese día… ugh… en la zona de entrenamiento, entré y te molestaste…
ugh… me metí en problemas por hacer algo malo… así que me regañaste y
después…

—Lo siento. Lo siento, Raphael.

—Ugh, cada día era como un infierno.

—Lo siento, es mi culpa. ¿Por qué no me lo dijiste antes? Ya sea por teléfono o
cuando viniste a verme.

—…Porque no quiero que pienses que soy infantil.

Las mejillas de Raphael estaban de nuevo hinchadas, y sus párpados inferiores


temblaban.

—Ahora me he convertido en líder de pelotón… No era una gran cosa y


también era un asunto personal, así que no quería preocuparte. Me enteré por
el Capitán Schuster… ugh… Desde la época de la Academia Militar hasta el día
que fuiste nombrado Capitán, tuviste momentos muy duros, pero lo soportaste
en silencio. Lo sé, yo también… Estoy bien con la intimidación, pero no verte es
demasiado difícil…

Los hombros volvieron a temblar. Dante rodeó la espalda de Raphael con sus
brazos. Entonces, la cabeza de Raphael cayó sobre el hombro de Dante. Raphael se
aferró en los brazos de Dante y se agachó.

—Capitán, eres tan amable, que es realmente molesto, pero a veces creo que te
he forzado a aceptarme, y ahora sigo pensando que estás cansado de mí.

—No, no he pensado en nada de eso.

Los hombros de Dante estaban cálidamente mojados por la pesada respiración y las
lágrimas. Dante acarició la cabeza de Raphael y le dio unas palmaditas en la espalda.
Raphael miró el hueco entre el cuerpo de Dante y el suyo, y luego se pegó a él.
Ambos brazos también agarraron con fuerza la cintura de Dante y la acercó a su
cuerpo.

—Capitán, Capitán…

«Ah, eres un pequeño cachorro…»

En lugar de abrazar a Raphael, Dante, que estaba sobre un cuerpo grande, murmuró
con un poco de molestia. En respuesta a esto, Raphael frotó su cabeza de cachorro
(solo a los ojos de Dante) contra su hombro.

—Ya puedes odiarme. No seas tan fácil conmigo. Te aferras a mí a pesar de


hacerte algo malo.

Raphael negó con la cabeza abrazando a Dante con fuerza.

—Decir que te odio, es la misma mentira que decir que mañana la Tierra se
partirá por la mitad.

—Qué voy a hacer, de verdad. ¿Por qué eres tan amable conmigo?

En lugar de responder, Raphael dio un quejido y abrazó a Dante. De modo que


Dante no tuvo más remedio que entregar el resto de sus abrazos.

—Creo que has llorado mucho. ¿Estás bien?

—Sí… Aunque estoy un poco mareado.

—Entonces, mira hacia adelante. No, ¿quieres acostarte un momento?


Raphael miró a Dante con los ojos húmedos, negó con la cabeza, y posó sus labios
cerca de su nuca. El sonido de su respiración profunda llegó debajo del oído de
Dante.

—No, me sentaré. Pero no tengo suficiente energía…

—Creo que has llorado tanto que estás agotado. Está bien, así que apóyate más
en mí.

—Sí…

Los cuerpos de Dante y Raphael estaban en estrecho contacto. Dante pensó que sería
mejor que se acostara sobre su muslo, pero sería difícil decirle a Raphael, que
acababa de llorar, que lo hiciera. Por lo tanto, se limitó a acariciar su pelo con
lástima. Con un sentimiento de culpa que provocó que Raphael llorara hasta el
cansancio.

—Capitán, en realidad…

Raphael que estaba completamente en los brazos de Dante, habló.

—Desde que estuve en la Academia Militar, siempre pensé que el ejército no


era el adecuado para mí.

—… Sí.

—Este pensamiento todavía permaneció después de graduarme de la Academia


Militar porque no podía fallar en las expectativas de mi padre. Pensé que
estaría bien cuando estuviera con gente buena durante mi período de prueba…
pero todavía sigo odiando la estructura en la que se ignora la voz del más débil.

Decir que no se ajustaba a su aptitud no era una simple queja. Dante volvió a
suspirar. No sabía cuántos malentendidos superpuestos hay.

—… Por eso me comenzaste a gustar. Era maravilloso ver que alguien en la


posición más alta se ocupará, cuidara y dirigiera a la persona que está abajo.
Después de ver eso durante medio año, me gustaste aún más, Capitán. Después
de verte durante un mes en el centro de juegos, en la iglesia, en el Cuartel
General… pensé que ya no podría alejarme de ti. Así que cuando me alejé del
Capitán, me impacienté con mis palabras y acciones.

Incluso la presencia de las demás personas que ocasionalmente pasaban había


desaparecido por completo. Todo estaba completamente oscuro y las farolas de
ambos lados del banco se encendieron. Cuando los curiosos y la gente que
murmuraba desaparecieron, la fuente dejó de fluir hacia arriba.
—No sé lo que estoy diciendo ahora… Estaba tan confundido… No podía
decirte mis problemas porque no quería parecer un niño frente a ti, pero me di
cuenta que solo era una tontería.

Raphael giró la cabeza hacia un lado. Los ojos desesperados se dirigieron a Dante,
como si un cachorro se encontrara con su dueño después de varios días de ausencia.

—Capitán, ¿realmente no me odias…?

Dante escuchó la expresión de Raphael después de mucho tiempo.

«No puedo odiarte. Si lo hiciera, te haría daño y a su vez, me haría daño. Pienso
que eres muy lindo. Pero no te odio.»

Recordaba el día en que Raphael visitó por primera vez la casa de Dante. Raphael
también hizo esta pregunta con seriedad ese día. Preguntó: «No me odias,
¿verdad?».

—… Sí.

«¿Cómo voy a decir que te odio?»

Siempre estaba indefenso ante esos ojos.

Dante corrió hasta el hotel, buscó a Raphael durante horas, por lo que ahora era
capaz de decirlo.

—No te odio.

Y, Dante dijo inmediatamente.

—Además, no es una estupidez, puedes apoyarte y confiar en mí todo lo que


quieras. Pero lo entendí mal y no lo sabía.

—…

—No hiciste nada malo.

Un profundo suspiro salió. El final fue una sonrisa de abatimiento y derrota. Al


principio, Dante pensó que el afecto y el amor que se entregaba sin saber el final, era
agobiante.

Dante tenía una persona amable a la que podía llamar «madre» aunque no fuera su
madre biológica. Sin embargo, debido al entorno en el que creció, Dante no podía
recibir ese amor solamente para él.
Al crecer con muchos hermanos en la misma situación, provocó que Dante mirara a
su alrededor con media sonrisa antes de tomar lo que llegaba a sus manos. Incluso
cuando era la primera vez que Dante tenía un delicioso bocadillo, lo primero que
debía de hacer era repartirlo a sus hermanos menores por su cuenta antes de
colocarlo en su propia boca. Por eso Dante solamente sonreía, para que su madre no
tuviera problemas en detener una futura pelea.

Por eso. El amor que se derramaba solamente sobre él, era desconocido, y a causa de
eso el reconocimiento fue tan tardío.

Y ahora, por primera vez en su vida, Dante estaba ávido como un niño que sostiene
un objeto que no quiere que le quiten. Los hombros de Raphael estaban firmemente
sujetos por sus brazos.

—Quiero ser más que un subalterno cercano… Deseo ser algo más que un
compañero de cama. Ahora…

Raphael levantó la cabeza. Tenía los ojos muy abiertos. Y como si quisiera decir
algo más en detalle, sus ojos temblaron rápidamente. Dante sonrió e inclinó la cara
sobre su hombro.

—Tú también me gustas mucho.

—…Ah…

—Entonces, mientras no me odies, quiero seguirte gustando.

Dante apoyó su frente en el hombro de Raphael durante un largo rato y luego


levantó la cabeza con una sonrisa.

—Por favor.

La expresión de Raphael cambió de una expresión de incredulidad a una que no


podía soportar, y luego cambió varias veces más. Finalmente, la expresión de su
rostro que apareció al final, hizo reír a Dante.

Justo debajo de las luces de la calle, la cara de Raphael era claramente visible,
incluso en la oscuridad de la ciudad donde las luces habían desaparecido.
Capítulo 11
Captain!
Dante regresó al hotel, guiado por Raphael. La habitación en la que se hospedaba
Raphael era una habitación individual con un sofá y con una mesa al lado de la
entrada, junto con una cama y una mesa auxiliar en el interior. Dante pasó por
delante de la mesa con la muñeca sujeta y encontró una comida con pocas señales de
haber sido tocada. El rostro de Raphael, visto bajo la brillante luz interior, era más
delgado de lo que había visto por primera vez.

—Raphael, sí, ¿el arroz no lo…?

Pero antes de que la pregunta pudiera completarse, Raphael se apresuró a besarlo. El


cuerpo de Dante tembló y fue guiado cerca de la cama. Sí, en estos momentos no
importaba el arroz. Con la fuerte voluntad del Ejército Imperial, no importaba si
ambos pasaran hambre durante una comida.

Mezclando su boca, Raphael presionó el botón del uniforme de Dante. Ayudando a


la mano a desabrochar el botón desde arriba, Dante abrió los botones de abajo.
Mientras Raphael lo guiaba, le sacó tranquilamente los hombros del uniforme
militar. Raphael, que comprobó la cara de Dante por curiosidad, descubrió que sus
mejillas estaban notablemente sonrojadas.

—Capitán, es la primera vez que te veo así…

Dante miró la cara de Raphael y sonrió tímidamente.

—Lo siento, yo solo… lo siento.

—Normalmente te diría que no te disculparas…, pero esta vez estoy muy


molesto.

—Sí, lo sé. Puedes hacer todo lo que quieras hoy… Ah.

La espalda de Dante fue empujada sobre la cama. Raphael, que se colocó encima de
él, se apresuró a levantar la camiseta dentro del uniforme militar de Dante. Su rostro
fue detenido cuando trató de acercarse a él con la boca abierta hacia su pecho medio
rígido. Raphael lo vio con una mirada de disgusto como si le hubieran robado algo.

—No… Estuve corriendo mientras te buscaba. Si tienes prisa, está bien si lo


tocas, pero no lo lamas.

—No me importa. Y…
Raphael agarró el hombro de Dante y dijo.

—En ese caso, sólo dime que prefieres que nos duchemos juntos. Si hay prisa, lo
haremos rápido, no quiero que hables así. Es como si dieras un paso atrás cada
vez…

—…

—Quiero que te sientas tan bien como yo.

Pudo entender vagamente lo que significaban las incoherentes palabras de Raphael.


Así que Dante, que estaba un poco avergonzado, no pudo responder.

—Y no creo que pueda permitirte el lujo de ducharte.

Raphael se quitó la camisa y la tiró a un lado de la amplia cama. Definitivamente


había perdido peso durante dos semanas. Dante extendió la mano hacia la parte
superior del cuerpo blanco de Raphael. Raphael gimió cuando la mano tocó su
pecho.

Con un poco más de urgencia, abrió la hebilla de Dante, desabrochó su pantalón y lo


bajó junto con su ropa interior. Dejando a Dante sin ropa, él también se quitó la ropa
que le quedaba y la tiró a un lado de la cama. Quedaron los cuerpos desnudos uno
frente al otro después de mucho tiempo.

—Te he extrañado demasiado, Capitán.

—…

—Realmente… mucho.

Raphael acarició el cuerpo de Dante con ambas manos, como si quisiera grabar con
detalle que el tiempo lleno de añoranza había terminado. Las yemas de los dedos
permanecieron un poco más en las heridas esculpidas por todo el cuerpo firme y
delgado.

—Tengo un gran moretón aquí.

—Oh.

Dante miró hacia abajo, cerca de la cintura de Raphael.

—Sigo con mi entrenamiento CQB*.

*N/T: CQB: Lucha a corta distancia.


Raphael acarició más el cuerpo firme de Dante con ambas manos. Dante agarró la
muñeca de Raphael y la llevó a un hematoma azulado en su hombro.

—Esto es lo que me ha pasado mientras pensaba en ti.

—¿Es eso cierto…?

—Sí.

Raphael parecía aturdido y un poco conmovido. La combinación de la preocupación


por la herida y la alegría por el corazón de Dante le daba un aspecto extrañamente
distorsionado.

Raphael inclinó la cabeza y depositó un beso en el hombro. El solo hecho de mirar


la pequeña herida de Dante hizo que se sintiera débil pero satisfecho en su rostro
alterado.

—Por cierto, Capitán.

—¿Si?

—Hablaba en serio sobre el rol en la cama. Si quieres meterlo, puedes


hacerlo…

Incluso después de mencionarlo, el final de su oración fue débil, como si tuviera


miedo. Dante sonrió sin poder evitarlo cuando lo vio. Si fuera otra persona, trataría
de aprovecharse al máximo de la situación ahora que Dante se sentía culpable, pero
él era diferente. Raphael no tenía nada que decir aunque Dante pudiera tener el
mando de la relación o pidiera algo. Por lo que este cachorro gentil está diciendo que
va a ceder a todo lo que Dante quiere.

Dante se levantó de su asiento en lugar de dar elogios.

—Bien, entonces siéntate y abre las piernas, vamos a cambiar.

—…

Raphael contuvo la respiración cuando escuchó “vamos a cambiar”. Sin embargo,


se apartó suavemente de la parte superior de Dante y se sentó abriendo sus piernas.
Cuando Dante se acercó a sus piernas abiertas, su mirada vaciló.

Las yemas de los dedos de Dante se deslizaron por las grietas de los músculos
internos del muslo y llegaron al centro. Las piernas de Raphael temblaron al sentir
cosquillas en el lugar donde las manos de Dante tocaban. Entre los dos fuertes
muslos, su pene, que ya estaba erecto apuntando hacia el techo, estaba colocado con
orgullo. Aunque el color seguía siendo rosado como el de una flor, el tamaño era por
lo menos comparable al de un tallo de la flor. Era bonito como su dueño, pero… Era
difícil decir simplemente que era bonito.

«Si tienes algo así y dices que quieres que te lo metan, entonces estás cometiendo un
crimen.»

Era simplemente el mayor desperdicio de recursos del Imperio. Dante, un


funcionario sincero que estaba oxidado por el Imperio, no podía permitirle algo así.

Sin embargo, a diferencia de Raphael, el Capitán, que se volvió atrevido después de


mucho tiempo, hizo una expresión contraria a sus pensamientos.

—Abre más las piernas, Raphael. Necesito ver más de cerca para hacerlo de
manera suave.

Empujando sus rodillas, Dante se lamió sus largos y curvados labios. Dante se
acercó más a sus muslos y Raphael, sintiendo el aliento de Dante, dejó escapar un
gemido en medio de la excitación y las lágrimas. Dante agarró el pene de Raphael.

—¡Hmm…!

La espalda de Raphael tembló. El pene en sus manos estaba caliente, y Raphael solo
lloraba por la excitación. Dante volvió a frotar con su dedo el punto sensible del
glande, pensando que era un lugar que se parecía al dueño.

Luego, inclinó la cabeza entre las piernas de Raphael.

En un principio, no tenía intención de llegar tan lejos, pero ahora, el único impulso
que tenía era el de amar y complacer a Raphael de cualquier manera. Y, a diferencia
de la inocente cabeza de Raphael, este método se le había ocurrido primero a un
adulto siete años mayor que él.

—¡Huh…! Ah, huh…

El glande rosa oscuro y la lengua roja se encontraron. Solo entonces, la punta del
pene comenzó a ser tragada en la boca abierta de Dante.

—Ah, no puede ser. ¡Capitán! Es una locura… Capitán, ¡ah!

La frente de Dante tocó el bajo vientre de Raphael y éste tembló de vergüenza. Los
muslos a ambos lados de los hombros de Dante, también temblaban, incapaces de
mantenerse quietos. Dante observó su reacción con placer y bajó más su boca
abierta.

Solo había sujetado con su boca la punta y la mitad de su pene, pero ya le dolía la
mandíbula. Se atragantó cuando el glande pasó más al interior de su boca y presionó
contra su garganta, que comenzó a estrecharse. Podía sentir el fuerte aroma de
Raphael en la boca.

«No me he tragado ni la mitad»

Cuando miró el resto del pene que faltaba frente a él, el coraje que lo excitaba
desapareció y sólo pudo sonreír con un poco de insatisfacción. Por supuesto, su boca
estaba muy abierta, así que solo pudo sonreír para sus adentros.

Aun así, sorprendentemente no sintió repulsión por ser la primera vez que metía el
pene de un hombre en la boca. Tal vez porque su forma y color era agradable, no le
pareció asqueroso que fuera lo suficientemente grueso como para llenar su garganta.

Incluso las inexpertas caricias con la lengua de Dante no eran tan buenas como él
pensaba. Afortunadamente, Raphael reaccionó con mucha pasión a la pobre felación
de Dante.

—Oh, justo ahí. Tu boca está caliente. La cara del Capitán, es demasiado
erótica ahora mismo. ¡Ah…!

Dante escupió su pene y lamió largamente toda su erección, y también lamió el


escroto con la punta de su lengua. En ese momento, el cuerpo de Raphael se sacudió
lo suficiente como para sacudir a Dante también. Raphael se apresuró a acariciar la
frente de Dante que golpeó con su estómago.

—Lo siento, lo siento, eh, bueno, estoy muy excitado.

—Está bien, déjalo, no me ha dolido. ¿Es lo suficientemente bueno como para


que reacciones así?

—Por supuesto, es espantosamente bueno, pero, por qué de repente haces esto
por mí, ugh…

—Has dicho que estaba bien. Sólo tómalo.

Dante abrió de nuevo la boca y sujetó las piernas de Raphael. Entonces, se metió en
la boca el pene completamente erecto, y esta vez estrechó las mejillas y lo chupó
como si estuviera apretando el pene. Raphael inhaló con tanta fuerza que pensó que
sus pulmones se habían perforado.

Dante movía la cabeza hacia arriba y hacia abajo, estimulando con la punta de la
lengua debajo del glande. Como él también era un hombre, podía encontrar los
lugares que se sentían bien. Por supuesto, Raphael reaccionó con más entusiasmo de
lo que Dante esperaba.
—Huh, tal vez esto sea un sueño. Ugh, ah, Sí es un sueño, no quiero despertar.
Ah.

Raphael solía sentir más y gemir más fuerte que Dante cuando juntaban sus cuerpos.
Pero ahora la boca de Dante está bloqueada, y la habitación del hotel se llenó con los
gemidos de Raphael.

—Capitán, eres demasiado erótico. ¿Y si es un sueño? ¿Qué debo hacer?


Capitán, está caliente. Ah… esto… ugh, huh, se siente tan bien.

Dentro de su boca, el pene golpeó el paladar y Dante se sorprendió. El pene


comenzó a palpitar aún más fuerte. Un líquido goteaba del pequeño agujero en el
centro del glande teñido de rojo. Dante agarró la base de su pene y colocó su lengua
alrededor de este. Ese era el momento.

—Capitán, hugh… ¡Ah!

Un líquido pesado se disparó en la garganta de Dante. Cuando apartó la boca


sorprendida, el semen blanco salpicó su mejilla. El pene no se detuvo ni una sola
vez, sino que tembló varias veces y escupió semen. En un instante, el líquido que
cubría los labios y las mejillas de Dante fluyó por la barbilla.

—Ah, Capitán…

Raphael levantó la sábana y limpió la cara a toda prisa. Dante sonrió mientras se
limpiaba el semen de su mejilla con las yemas de los dedos y lo colocaba frente a
sus ojos. Como de costumbre, Dante estaba más relajado que Raphael, pero ahora…
parecía haber dejado de lado algo que escondía detrás de su compostura. Ahora no
pretendía estar relajado, más bien parecía cómodo.

Dante sonrió a Raphael, que hasta ahora estaba avergonzado.

—No es un sueño, tonto. No lo he chupado ni diez veces. ¿Por qué eyaculas tan
rápido cuando estás teniendo sexo? Eres tan impaciente.

Cuando movió las cejas y preguntó con picardía, Raphael respondió con la cara roja.

—Estoy muy excitado porque usaste tu boca, y también porque hace tiempo
que no te veo…

Dante terminó de limpiarse el semen que aún tenía en los labios. Era blanco y
espeso, además que había un olor fresco en su boca.

—Parece que ha pasado mucho tiempo que no sale…

—No pude encontrarme con el Capitán, pero…


—¿Ni siquiera te has masturbado?

La cara de Raphael era como una cereza madura. Entonces rompió a llorar y abrazó
a Dante.

—¿Tan siquiera pude haber hecho algo como eso…?

Raphael, que no pudo masturbarse y se pasó las noches llorando, dijo con pesar.
Dante abrazó a un gran cuerpo y le dio una palmadita en la espalda. Raphael gimió y
se aferró más al abrazo de Dante.

—Sí, me equivoqué. Lo siento. Así que vamos a continuar…

Dante se sintió como un mal dueño que deja a su cachorro desentendido.

En ese momento, Raphael colocó sus manos en las mejillas de Dante. Aunque lo
limpió y tragó, algo del semen de Raphael seguía allí, pero a él no le importó e
introdujo su lengua sin dudarlo.

—Ah, ah…

—Ah, ah, ah…

Hubo un tiempo en el que dibujaba cuadrados torpemente en su boca, pero ahora


Raphael ha aprendido a explorar del interior de su boca de forma irregular. Y a su
vez, tocaba y acariciaba activamente el cuerpo desnudo de Dante.

Los besos que compartían mientras acariciaban el cuerpo del otro, desprendían una
atmósfera más feroz que el simple roce de sus labios.

—Ah, sí…

Cada vez que Dante acariciaba su cuerpo, Raphael sacudía su cuerpo.

—Siento que te has vuelto sensible desde que no te vi. Lloras cada vez que te
acaricio aquí.

—Es porque lo has tocado directamente. Ya, ya, no me toques mucho el pecho.
Yo…

Raphael apartó los hombros y cruzó los brazos delante de su pecho. Dante sintió que
se había convertido de repente en un desvergonzado.

Aparte de su aspecto tímido, el pene de Raphael, que era de un soldado joven y sano
de 24 años, que no había podido masturbarse durante casi un mes, ya había cobrado
fuerza y se había puesto erecto de nuevo. Dante pasó su brazo por encima del
hombro de Raphael.

—Esta vez voy a entrar.

Raphael, que tenía grandes expectativas en su rostro, al escuchar las palabras de


Dante, dudó.

—Capitán, yo, seré el de abajo…

Raphael dudó, pero pronto se convirtió en una mirada decidida, como si quisiera
decir: «Me gusta cualquier cosa que pueda hacer con el Capitán». Mientras tanto, el
deseo de abrazar a Dante no se ocultaba y se impregnaba en su rostro. Dante pellizcó
las brillantes mejillas de Raphael.

—La persona que me hizo sentir bien al meterlo, no debería hacer eso.

Raphael miró a Dante. Dante se aclaró la garganta. Como era de esperar, estas
palabras eran un poco vergonzosas.

—Sí, es jodidamente bueno, así que no me importa seguir siendo el que recibe,
así que vamos a hacer lo que solemos hacer. Trae el gel y los condones.

—¡Sí!

Raphael, que respondió enérgicamente, dispuesto a ir a cualquier parte, sacó


inmediatamente lo que Dante ordenó del mueble al lado de la cama. Dante se rió al
ver que rompía el paquete de condones con los dientes y le aplicaba gel.

—¿Por qué esos objetos salen de aquel mueble?

—En el pasado, pensé que vendrías… Hmm, ¡eso no es importante ahora!


Capitán, entonces yo…

Raphael presionó el hombro de Dante. Raphael se posicionó encima de Dante, que


estaba recostado en la manta. Esta era su posición favorita, con Dante atrapado entre
sus brazos y las piernas alrededor de su cuerpo.

Inclinó la cabeza y le dio un beso en la mejilla. Había muchas razones por las que a
Raphael le gustaba esta posición, pero la mayor era que puede besarlo todo lo que él
quisiera.

Raphael colocó sus labios por toda la cara de Dante y luego extendió los muslos de
la persona que estaba debajo de él. El gel húmedo se frotó primero en la entrada.

—Ah, ah…
Cuando el frío líquido tocó su entrada, Dante se movió impaciente y sus hombros
temblaron. Las yemas de los dedos abrieron cuidadosamente la entrada. Como sus
cuerpos no se habían encontrado durante mucho tiempo, el propio Dante sintió que
su entrada era rígida.

—Capitán, no debes de mostrar este tipo de expresión en ningún sitio. Nunca.

—No va a suceder, ¿cómo sería eso posible?

—Lo has prometido. Solo a mí, solo frente a mí tienes que poner esa cara tan
sexy.

—De acuerdo. Lo entiendo, así que… Ah…

Al contrario de los ojos que estaban muy abiertos, los dedos que abrían el interior
eran cautelosos. Esperando a que la pared interior se humedeciera por completo,
introducía otro dedo, esperando a que el interior se aflojara, y entonces volvía a
introducir el siguiente dedo. Raphael dilataba lentamente la entrada de Dante para
que no pudiera sentir ningún dolor.

Fue Dante quien se impacientó con esta velocidad. No es como si no hubieran tenido
sexo con anterioridad. Así que, ¿debería de tener cuidado como si estuviera
desactivando una bomba que ya ha sido activada?

—Sólo hazlo, ah…

Era aún más dulce porque conocía el placer de tener a Raphael en lo más profundo
de su vientre y temblar con sus brazos alrededor de su espalda.

—Capitán, eres demasiado sexy. No lo soporto, pero no creo que sea suficiente
con dos o tres veces hoy, así que tengo que dilatarte bien.

—Solo ponlo. Incluso si me haces un poco de daño mientras tenemos sexo, no


moriré por algo así.

—Si te hago daño, me morderé la lengua hasta morir.

—…

La respiración de Raphael, conteniendo su excitación, ya se había vuelto áspera,


pero moviendo los dedos y sus hombros subían y bajaban sin dificultad. La espalda
de Dante temblaba cada vez que sus dedos empapados de gel recorrían el interior.
Debido a su orgullo de edad, no podía pedirle que lo metiera rápidamente, por lo que
solo podía morderse los labios, y tuvo que sentir la sensación de que su parte inferior
se aflojaba poco a poco.
Después de mucho tiempo, los dedos largos salieron con un sonido húmedo. Con el
agujero abierto de Dante, Raphael tomó una posición entre sus piernas.

—Ahora, ah, lo voy a meter. Por favor, dime si te duele.

Mientras tocaba el interior de Dante con tanto cuidado, se impacientó por poner el
condón en su pene. Raphael, que había soportado más que eso mientras observaba la
piel de Dante que estaba recostado sobre la cama, provocó que su pene se hinchara y
palpitara con más fuerza que antes.

—Ugh…

Pronto, el pene de Raphael se abrió paso en el interior de Dante. Dante gimió


sucesivamente mientras se abrazaba al cuello de Raphael. A medida que el fondo se
abría, la temperatura del cuerpo de Raphael se elevó. El placer que sentía después de
mucho tiempo era muy intenso.

—¡Ah, Capitán, ah, ah, ah! Demasiado, está demasiado apretado, ah…

Raphael entró, besando la cara de Dante por todas partes.

La paciencia para aflojar el fondo parecía ya haberse agotado. Tan pronto como su
glande atravesó su entrada, Raphael tomó su cintura. Dante se estremeció cuando el
interior se abrió a una anchura que no era comparable a la de sus dedos.

—Ah, definitivamente ha pasado un tiempo, ah…

—Capitán, Capitán, ah…

Cada vez que el cuerpo chocaba, el cuerpo de Dante era empujado hacia arriba.
Raphael agarró su cintura y tiró de ella hacia él mientras Dante era empujado.

«De todos modos, estoy tan feliz…»

Dante pensó aturdido a pesar de la sensación de mareo que le producía el temblor y


choque de todo su cuerpo. Un fuerte gemido se apoderó de él.

—¡Ah, ha… ah…!

«Se siente bien. Es sexy, es genial, estoy tan excitado».

Raphael, que se ocupaba de derramar todo tipo de sentimientos cuando sus cuerpos
se encontraban, parecía no tener tiempo para eso hoy. Colocó sus brazos firmemente
bajo las rodillas de Dante y sólo soltaba ásperos gemidos con la llamada
de «Capitán».
—Capitán… Dante, ah… Dante.

Entre las palabras, también hubo nombres que normalmente no se permitirían.

Aunque lo haya dilatado con cuidado, los lugares profundos donde sus dedos no
podían llegar estaban probablemente apretados. Sin embargo, debido al fuerte
movimiento de Raphael, el interior se abrió rápidamente.

—Rapha, ah, ah…

—Capitán, ah… me gustas mucho.

—Lo sé, lo sé. A mí también… ah…

No podía evitar no saberlo, y ahora tenía que aceptarlo.

El hombre que se acostaba con Dante es la misma persona que antes, y siempre le ha
dado sexo amoroso. Los numerosos besos que recibía y la cintura que abrazaba eran
las acciones de siempre, pero era más abrumador que antes. Sentía como si las
cálidas olas del mar se precipitaran sobre su pecho.

La pared interior, que era tan ancha como el diámetro del grueso pene, se frotó
rápidamente contra él. Raphael sacó de repente su pene dejando sólo la punta, y
luego lo metió violentamente.

—¡Hah …!

Raphael parecía una mezcla de anhelo, pena y lujuria acumulada durante años. En el
dorso de la mano de Dante que se aferraba a la sábana, había una marca a lo largo de
la articulación del hueso.

—Raphael… sí, sí, también, ah, allí…

Todos los nervios de Raphael estaban concentrados en los movimientos, la voz y las
caricias de Dante. La visión de Dante gimiendo con las piernas abiertas era
claramente una vista encantadora. La parte superior de su firme cuerpo se movía
junto con los movimientos de Raphael. Los pezones hinchados se erguían y el cuello
recto y estirado estaba enrojecido.

Lo que más excita a Raphael es.

—Ah, huh, ah.

Su rostro, que siempre parecía más maduro y firme que el suyo, mostraba unas
expresiones que jamás se le había ocurrido. Dante se estremeció cuando Raphael se
movió, con el rostro nublado por el placer. Sus ojos castaños, que guardaban su
rigidez frente a cualquier persona, estaban húmedos y temblorosos.

—Oh, ahí, Raphael, sí, ahí, ah…

Algo se rompió en la cabeza de Raphael. Agarró firmemente los muslos de Dante


con tanta fuerza que las venas brotaron en sus brazos. Penetró la entrada con
brusquedad.

—¡Ah!

Hubo un destello en los ojos de Dante. En un principio cuando tenía sexo con
Raphael era doloroso y placentero a la vez, pero era la primera vez que era tan
intenso. Su estómago se sentía extraño. Además de la excitación sexual, era como si
algo pesado le hiciera cosquillas en su interior, provocando que su excitación
surgiera sin escrúpulos.

—¡Rapha… ah, Raphael, oh, yo, ah!

Por primera vez, la eyaculación de Dante fue más rápida que la de Raphael durante
el sexo. El semen del pene de Dante cayó en el bajo vientre. La pared interna se
apretó con fuerza ante el intenso placer de la eyaculación.

—Ah, ¡ah, ah!

Dante cerró los ojos con fuerza y luchó contra la sensación incontrolable. Las
lágrimas brotaron alrededor de los ojos entrecerrados. Raphael, que recordaba la
primera vez que vio esta escena y malinterpretó que Dante lloraba porque sentía
dolor, ahora era diferente, ya que sabía que su superior mostraba preciosas lágrimas
cuando está excitado.

Y Raphael, que soportó un mes de frío distanciamiento entre los dos, se aceleró aún
más. Tenía la cara cubierta de emoción.

—Dante, me gustas. Me gustas.

—Espera, debemos dormir un poco, ah. Hay que descansar… ¡Ah!, Raphael,
justo ahora, ¡ah!

El pene de Dante, que acababa de calmarse después de su eyaculación, se agitó con


el movimiento de su cintura. Raphael volvió a perforar la pared interior sin dar a
Dante la oportunidad de calmarse. El movimiento, que se hizo más torpe debido a la
excitación, aplastó el interior de Dante sin piedad.

—¡Raphael, espera, cálmate, espera, yo, no, Raphael! ¡Ah!


Después de la eyaculación, fue estimulado sin parar en las zonas más sensibles, y el
umbral de placer fue mucho más de lo que él esperó. Dante temblaba de los
hombros, los brazos y las piernas. Tenía un placer que recorría sus muslos y llegaba
hasta la punta de sus pies.

Dante se dio cuenta de que sus mejillas estaban húmedas. Era la primera vez en su
vida que llegaba a llorar de excitación.

—¡Ah, ah!

El placer dolorosamente impulsado obligó a su pene a levantarse. Algo parecido al


agua fluía desde el pene, que apenas se había endurecido. El cuerpo de Raphael era
tan fuerte que cada vez que volvía a entrar después de morder su espalda, su hueso
pélvico sonaba cuando golpeaba contra el trasero de Dante.

—Capitán, Dante, ahhh, esto es tan… Capitán… ¡Dante!

—¡Espera, ah! Raphael, ah, ah.

Raphael continuó golpeando la húmeda pared interior. Dante estaba profundamente


arrepentido de haberse burlado de él por eyacular demasiado rápido cuando acarició
su pene con su boca.

—¡Ah, ah, espera! Ahí, es tan…Ah!

Dante, que recibía los fieros movimientos de Raphael sin tiempo para calmarse
después de su eyaculación, cayó en un estado de excitación claramente diferente al
de hace un rato. La cabeza de Dante se agitó de un lado a otro sobre la sábana. Sus
firmes brazos temblaban, sintiendo que la fuerza poco a poco desaparecía.

—¡Ah! ¡Raphael, por favor, ah! ¡Ah, ah!

Raphael tiró de la cintura de Dante y la obligó a bajar hacia él, mientras metía su
pene con fuerza en su interior. No sabía si la cama estaba crujiendo o estaba
alucinando, pero Dante escuchó un fuerte golpe cerca de su oído. Dante eyaculó y la
sensación estremecedora llegó hasta las puntas de sus dedos que estaban flotando en
el aire. En medio de aquel calor abrasador, sus pies se enredaron en la cintura de
Raphael.

Raphael, enseguida eyaculó en el interior de Dante, mientras este le apretaba su pene


desde lo más profundo.

—¡Ah, Capitán, uh…!


El interior estaba apretado y los ojos de Raphael se adelgazaron. Dante no pudo
emitir ningún sonido y arqueó su espalda mientras su cuerpo temblaba. La cordura
desapareció de repente de los ojos castaños rojizos muy abiertos y enseguida volvió.

Pronto Raphael respiró como si un buque hubiera explotado.

—Haa, haa, haa… ¡Huh, Ca, Capitán…!

Después de eyacular, Raphael volvió a sus sentidos y pudo ver a Dante acostado y
apenas agitando su pecho.

Raphael sacó su pene. Dante gimió cuando el pene frotó su entrada, que debía de
estar roja e hinchada. El pene de Dante seguía derramando un líquido espeso. Dante
respiró sucesivamente ante los restos del placer que se había desatado como una
tormenta, mientras que Raphael le limpiaba las lágrimas que habían brotado de sus
ojos.

—Capitán, ¿estás bien?

Raphael gimió como un cachorro dando vueltas alrededor de su dueño caído. La


escalofriante apariencia de hace un rato había desaparecido, y ha vuelto a la
apariencia de un cachorro. Pero Dante no pudo dar una caricia en la mejilla a
Raphael debido a la conmoción que le produjo el final del sexo.

Dante se rió absurdamente al aire.

—Vaya, esto, ah, qué…

«Jaja, eso fue increíble…»

Dante bajó la mirada con incredulidad. El líquido derramado alrededor del pene, que
ni siquiera podía tocar, estaba demostrando que algo increíble había sucedido.

…Había eyaculado solo por detrás, ni siquiera había tocado su pene… Dante se
cubrió la cara roja con el dorso de la mano.

—Capitán, ¿qué te pasa? ¿Te duele en algún lado?… Debí haberme detenido…

Afortunadamente, Raphael no parecía saber lo que pasó con Dante. En su lugar,


parece haber malinterpretado algo más. Raphael besó los ojos llenos de lágrimas de
Dante.

Dante, que había estado aturdido durante un tiempo, apenas pudo salir del asombro.

—…Hah.
El calor en su rostro no disminuyó. Lo que pasó hace un rato nunca se lo diría a
Raphael, que era un alumno que aprende rápido. Raphael no debe saber esto por el
resto de su vida.

—Lo siento, no pude soportarlo. Lo siento…

«No, no hay nada que debas lamentar…»

Dante no quería una disculpa, pero tampoco tenía palabras para explicar la sensación
que había tenido cuando tuvo sexo con Raphael. No podía ver ni siquiera su vientre,
que estaba manchado con semen. Si Raphael tuviera que disculparse, ¿sería por abrir
una nueva puerta para este fuerte hombre imperial…?* De cualquier manera, no
había razón para que este cachorro fuera perdonado. Dante estiró sus temblorosos
brazos y tomó hacia él la cara de Raphael.

*N/T: Abrir una nueva puerta a un fuerte hombre imperial: Dante se refiere a que
Raphael le había mostrado algo que él no sabía con respecto al sexo, y con “fuerte
hombre imperial” se refiere a sí mismo, ya que es un militar y con más experiencia
que Raphael.

—Raphael.

—Sí.

—¿Acaso dije que no lo hicieras o que te apartaras?

—Oh, no lo hiciste.

—Entonces, ¿me gustó o lo odie?

—¿Te gustó…?

—¿Crees que me obligaría a tener sexo cuando no me gusta?

—No.

—Entonces, ¿qué piensas al verme?

—El sexo, fue bueno…

Dante le acarició su mejilla como si fuera la respuesta correcta. Raphael sonrió,


tímido y emocionado.

—Ya te he dicho que si algo no me gusta, lo mostraré con mi cuerpo. Así que,
mientras tengamos sexo, puedes vigilarlo y meter tu pene como esta vez. No, un
poco más lento que esta vez.
—Estar al pendiente de tu cuerpo y meter mi pene lentamente. Bien. Lo tendré
en cuenta y lo corregiré.

Raphael había aprendido un nuevo consejo sexual, asintió con la cabeza, repitiendo
las palabras de Dante varias veces.

«Ah, excepto cuando se encuentra entre mis piernas, sigue siendo un cachorro.»

Dante le pasó el pelo a Raphael por detrás de la oreja. Entonces las orejas se
calentaron.

—Capitán.

Raphael frotó su cabeza contra el pecho de Dante.

—Capitán, eres genial. Realmente eres el más genial y sexy del mundo. Cada
vez que te veo, siento que mi corazón va a estallar.

—Si tienes arritmia a una edad temprana, es un gran problema.

Raphael miró con un poco de resentimiento a Dante, que echó un jarro de agua fría a
su abrumadora confesión.

—De acuerdo, ya veo. Gracias, gracias. La única persona en el mundo que


puede decir eso eres tú.

—Capitán, la gran mayoría a tu alrededor piensa que eres genial, eso ya lo


saben, pero soy el único que sabe que eres muy sexy. Lo prometiste antes, ¿no
es cierto?

—Sí… No sé cómo voy a mantener mi promesa.

Raphael sonrió rápidamente y llevó sus labios a ambas mejillas, el puente de la


nariz, la frente y los labios de Dante. Se sintió como si un cachorro grande y
corpulento le estuviera lamiendo toda la cara.

—Capitán, ¿puedes besarme también?

—¿Quieres recibir un… eso, de la persona con la que acabas de tener sexo?

Dante no pudo decir la palabra “beso” aunque Raphael lo hubiera hecho incontables
veces.

Raphael respondió: “Sí”, con más naturalidad que si le preguntaran: “¿Sale el sol
por la mañana?”
—… Acerca tu cara.

Raphael acercó su mejilla a la cara de Dante. Dante agarró la barbilla de Raphael y


dudó.

«Ahora que tengo esta edad… besar a alguien*…»

N/T: Recordar que Dante nunca ha tomado a alguien en serio, por lo que
seguramente besar después de tener sexo, como un amante, le es un poco
incómodo.

No sabía que esto requería más valor que un beso. Dante cerró los ojos con fuerza y
acercó su boca a la mejilla de Raphael. Los labios presionaron suavemente la blanca
mejilla y se retiraron.

—¿Estás satisfecho?

No hubo la necesidad de una respuesta verbal. Raphael tenía una mirada tan brillante
como el sol y asintió tan violentamente que se preguntó si su cuello iba a caerse.

—¿Por qué eres tan genial cuando sonríes, cuando tienes sexo, cuando te
enfadas, cuando estás avergonzado?

Raphael se lo decía varias veces cuando tenían sexo, que Dante ya se había
acostumbrado.

Hace tiempo, Dante había escuchado un dilema de una persona que había tenido su
primera vez con un hombre y había llorado, al parecer, a esa persona le preocupaba
cómo se vería ante su amante. Sin embargo, Dante nunca se había preocupado por
eso, gracias a los cumplidos que le decía hasta el punto de avergonzarse, cada vez
que tenía sexo con Raphael.

—¿Por qué sonríes, cuando tienes sexo o cuando estás enfadado…? No tienes
ningún enemigo. Además, eres lindo cuando eres tímido.

Raphael apretó los labios y enterró la cabeza sobre el hombro de Dante. Sobre el
esponjoso cabello dorado, flotaban unas letras que solo se veían a los ojos de
Dante: “Quiéreme mucho más.” Dante no pudo negarse, y le acarició la cabeza
durante un tiempo.

—Pensé en mantener mi distancia de ti varias veces, pero cada vez que haces
esto, no puedo hacerlo.

—Capitán.

Raphael levantó la cabeza y se acercó a la cara de Dante.


—Esa frase, no me la vuelvas a decir.

A poca distancia, los ojos verde claro y los marrones se enfrentaron

—Voy a corregir lo que hice mal. Ahora sé exactamente lo que te interesa en el


sector público*. Me encargaré de eso.

N/T: Raphael se refiere a las acciones dentro del ejército.

Raphael acarició la mejilla de Dante.

—Así que en el ámbito privado, por favor, no te preocupes ni dudes de nada de


lo que me digas o hagas, sabes que jamás te juzgaré.

—…

—Mis sentimientos son más profundos que los tuyos. Capitán, todavía no los
has demostrado.

En lugar de responder, Dante tomó la cara de Raphael. Raphael se dejó llevar


dócilmente como él le indicaba. Dante, que tenía la cara de Raphael entre sus
manos, la giró a un lado, presionó sus labios en la mejilla opuesta que había besado
hace un momento. A continuación, llevó una mano a su nuca y le hizo inclinar la
cabeza, y le besó la frente.

El movimiento de agarrar su cara con fuerza y cambiar el ángulo a su voluntad, le


recordó los momentos del aprendizaje, que tuvo que corregir su postura cuando
apenas había entrado en su unidad. Pero el beso posterior hizo que los pómulos de
Raphael se pusieran rojos.

—¿Tanto te gustó?

Raphael respondió fríamente y asintió con la cabeza.

—Me gusta mucho, y también quiero recibir la atención del Capitán aquí…

Raphael frotó su pene en el trasero de Dante. Raphael, al que no había visto en un


mes, todavía tenía una buena fuerza física. Y Dante también había extrañado tanto a
Raphael que era lamentable haberse separado de él por tanto tiempo.

—Ahora que he dado un paso, tengo que relajarme y disfrutarte.

La cara de Dante tenía la misma sonrisa que cuando tenían sexo. El cuerpo de
Raphael tembló emocionado, ya que sabe el placer que tiene cuando Dante, que
sonríe así, sacude su cuerpo entre sus brazos.
Bajo el cuello de Raphael, Dante tiró de su cuerpo presionando con sus piernas la
espalda de Raphael.

—Hazme todo lo que quieras, a tu gusto.

La excitación de Dante llegó de nuevo al vientre de Raphael. Su mano se movió


impaciente para encontrar un condón en la cama. Mientras Raphael se ponía el
condón, Dante le mordió el hombro y le hizo una pequeña marca.

La noche, en la que tanto Dante como Raphael se mostraron más activos, continuó
con más intensidad y afecto que de costumbre.

***

—Capitán…

Después de ducharse, unos labios se posaron en el pelo ligeramente húmedo de


Dante. Durante toda la noche, los labios de Raphael no se despegaron del cuerpo de
Dante, incluso mientras se daba una ducha en el baño.

Raphael lo siguió besando, aunque los labios que besaban su cuerpo estuvieran
hinchados. Era encantador ver cómo expresaba su desbordante afecto sin vacilar,
pero ahora Dante… Quería recuperar las extremidades que Raphael abrazaba.

—Raphael, eres pesado. Suéltame.

—…

Raphael sacudió en silencio su pelo mojado. Una pequeña gota de agua salpicó la
cara de Dante. En la mitad de la frente, que se movía de un lado a otro junto con su
pelo, estaba ligeramente hinchada. Al final, Dante no pudo escapar de él y se secó su
cuerpo sin saber si estaba en sus brazos o no.

No estaría tan cansado si no fuera por la última ronda en el baño. El último sexo y la
conversación que había tenido en el baño hace rato, fue también la causa de la
hinchazón en la frente de Raphael.

‘—Oh, basta, Raphael. Se suponía que solo nos ducharíamos…’

Entonces Raphael hizo una pausa y volvió a entrar.

‘—Capitán, me dijiste que estuviera al pendiente de tu cuerpo y meter mi pene


lentamente.’

‘—Oye, ahora es…’


‘—Dices que me detenga, pero creo que a tu cuerpo le gusta mi pene.’

‘—¿Qué? Oye, tú, esas palabras. ¿Has estado buscando algo raro otra vez…?
¡Ah!’

En cualquier caso, la infinita información en Internet ha arruinado a muchas


personas. Dante decidió que le iba a prohibir usar el internet, aunque tuviera que
hackear el móvil de Raphael.

Raphael y Dante eyacularon una vez más en el baño, y poco después, un fuerte
sonido resonó en la pared del baño, Raphael se agarró la frente y lloró. Pero pronto
se levantó y se echó a reír.

—¿Necesitas algo?

Preguntó Raphael a Dante, que caminaba tambaleante hacia la cama.

—Agua y…

—Sí.

—Un poco de agua, por favor.

En realidad, quería fumar, pero sólo pidió agua porque no podía fumar y dejar el
olor en la cama. Sin embargo, Raphael sabía lo que quería, por lo que regresó con
agua y buscó entre la ropa de Dante un cigarrillo.

—Está bien. El olor se impregnará en la cama, así que…

—Quiero que lo hagas.

Raphael le entregó a Dante un cigarrillo en la mano.

—Te dije que eres sexy cuando fumas. Pero te ves tan sexy ahora mismo que
estás apoyado en la almohada, así que me encantaría verte fumando aquí
también.

—Realmente tienes una personalidad y un gusto único.

Cuando Dante se llevó el cigarrillo a la boca, Raphael lo encendió con ambas


manos. Raphael se sonrojó al ver el largo humo que salía de los labios de Dante.

—Hubiera sido bueno que ambos no pudiéramos trabajar hoy…

—Sabes que tengo que ir, pero ¿acaso no fuiste tú el que dejaste mi cuerpo así?

—… Ugh.
Raphael se hizo el desentendido y se recostó junto a Dante mientras abrazaba su
cintura. Al parecer había aprendido una forma de evitar los temas.

Ahora que Dante lo pensaba, volvía a ser “Capitán” incluso después de haber tenido
sexo. De hecho, la razón por la que Raphael cambiaba su título constantemente
como “Capitán” o “sunbae” era porque si se enterara su nuevo jefe, no le gustaría,
pero para Dante no tenía mucha importancia.

—Raphael.

—Sí.

—Miller no volverá a hacerte nada malo.

Dante sacó la mano de la manta y acarició el pelo de Raphael.

—¿Qué?

—El método que utilicé es un secreto, pero seguramente se sintió acorralado. Si


te vuelve a molestar, no lo aguantes tú solo y dímelo enseguida.

Uh… Rafael parpadeó e inclinó la cabeza.

—Siento molestarte…

—No utilicé un método honorable, y es natural que un Capitán ayude a sus


subalternos, así que no tienes nada de qué disculparte. No eres tú quien hizo
algo mal, fue él.

—…

Dante acarició la mejilla de Raphael.

—¿Pero qué le hiciste al líder de unidad?

—…Es un secreto.

Miller se convirtió en la segunda persona, después de la familia Haynesworth, en


escuchar de la boca de Dante, la declaración: “¡Estoy saliendo con Raphael!” Por
supuesto, había partes que no iba a decir abiertamente sobre dicha relación. En
cualquier caso, como resultado, ya no podrá intimidar a Raphael.

‘Así que, a partir de ahora, te regresaré todas las acciones que le harás a mi
subalterno.’

‘Mi suegro es muy estricto con su hijo, pero es muy generoso conmigo.’
En ese momento, Dante se había enfadado y sus pensamientos fueron los que
salieron, pero ahora que lo pensaba de nuevo, las palabras eran tan vergonzosas que
sintió la cara caliente. Especialmente… la última frase. Sería un secreto que
mantendría toda su vida, oculto de Raphael.

—¿Te sientes mejor de todos los disgustos por los que has pasado?

Raphael dudó al pensar que todo lo que había hecho Miller todavía lo molestaba, sin
embargo, finalmente sonrió como un cachorro feliz que ha recuperado a su dueño.

—Me gustó tanto estar contigo, que me olvidé de todo.

—Me alegro.

Raphael levantó su cuerpo y acercó su rostro al de Dante. Fue un beso que no fue tan
profundo como una larga noche de sexo. El dulce sabor de los labios de Raphael
recogió el amargo sabor del cigarrillo.

—Así es como sabe.

—¿Qué te parece?

—Es amargo. No es sabroso.

«¿Esperabas el sabor de un algodón de azúcar?»

Pero incluso después de probar el sabor amargo, Raphael cerró los ojos con fuerza
para ver qué tan bueno era. Después los abrió, parecía que «me gustas mucho» sería
una expresión adecuada a esta cara.

Después de que Raphael lo mirara con esos ojos suaves, dulces y consistentes, Dante
no pudo evitar reírse.

Dante apagó el cigarrillo en el cenicero de la mesa. Raphael seguía sentado


modestamente al lado de Dante como un pequeño cachorro. Pero parecía que había
algo que quería mientras seguía viendo sus brazos.

El cielo estaba un poco tenue, llegando poco a poco el amanecer. Tenía una o dos
horas de sobra.

—Ven aquí.

—¡Sí!

Raphael se precipitó rápidamente a los brazos de Dante. Raphael estaba en sus


brazos, no al revés, y ahora recibía un gran abrazo.
La sensación era tan buena .

Dante le estiró las mejillas, apretó la punta de la nariz y tocó sus cejas. Raphael
cedió su rostro tímidamente, pero de forma activa, sin importar lo que hiciera
Dante.

—¿Qué debo hacer? Cada vez tus acciones son mejores. Me gustas mucho,
Capitán.

—…

Dante no era tan bueno como Raphael, pero esta vez no dudó en darle una pequeña
respuesta a su encantadora expresión.

—A mí también.

—Vaya, no esperaba que respondieras. Gracias.

Raphael frotó activamente la cabeza frente a su pecho. Raphael, que finalmente


obtuvo la respuesta «a mí también» después de decir cientos de veces «me gustas»,
parecía feliz como si estuviera envuelto en nubes.

—Capitán.

—Sí.

Raphael sonrió con picardía. Y robó los labios de Dante.

—¿Deberíamos salir?

A diferencia de la primera vez que se confesó a Dante, Raphael estaba sonriendo.

Los sentimientos contenidos no disminuyeron. Sin embargo, se añadió


consideración.

Hizo una confesión como una broma para que la otra parte pudiera negarse
fácilmente. Ya no se aferraba y suplicaba para que aceptara sus sentimientos.
Raphael dio a Dante una opción que podía rechazar fácilmente.

También hubo un poco de resignación por el hecho de que Dante no aceptara la


confesión.

Desde el comienzo de las vacaciones hasta ahora, Raphael ha crecido 1cm de altura
durante casi dos meses. Además, también ha crecido mucho en otros aspectos.

—…
Como era de esperar, cuando Dante no contestó, fingió estar tranquilo y trató de
hablar despreocupadamente.

—Estoy bromeando…

—Intentémoslo.

Y Dante dio una respuesta que Raphael probablemente no esperaba en absoluto.


Capítulo 12
Captain!
Raphael dejó de actuar como si el tiempo se hubiera detenido. Sus ojos se
agrandaron poco a poco. Un sonrojo apareció en toda su cara, como si tuviera
quemada toda la cara. Negó apresuradamente.

—Si lo dices porque te sientes culpable de lo que pasó antes, no tienes que
hacerlo más…

—No. Yo también dije que me gustas.

—¡…!Ah, claro. Uh, uh, uh…

Raphael sin poder hacer nada con las manos, corrió al lado de Dante.

—¡Capitán!

—Ugh…

En una sorpresa inesperada, Dante cayó impotente hacia atrás. Raphael encerró a
Dante entre su cuerpo y sus brazos y piernas.

—¿De verdad? ¿Lo dices en serio?

Raphael abrazó a Dante con fuerza sin darle tiempo para responder.

—Estoy tan feliz. No es un sueño, ¿verdad? No, no debería serlo. Si es un sueño,


me golpearé la cabeza contra la pared y me dormiré de nuevo. No quiero
despertar

—No es un sueño. ¿Quieres que sea un sueño?

—¡No! ¡Nunca! Creo que he vivido una buena vida hasta ahora. Desde que era
pequeño, mi madre decía que debido a mi nombre me iban a pasar muchas
cosas buenas, pero hasta ahora no lo creía, ¿crees que esa suerte haya vuelto?
Oh, vaya, gracias.

—Estás exagerando.

Raphael negó con la cabeza al oír sus palabras. Luego tomó la mano de Dante y la
llevó a su pecho.

—Mira esto.
Su corazón latía como si fuera a explotar. No tuvo más remedio que creer que era
feliz como si hubiera sido bendecido con una buena vida.

—Por cierto, ¿podemos empezar a salir cuando termine la cumbre?

—¿Eh? ¿Por qué?

Raphael mostró una feroz resistencia a Dante, algo que nunca se había hecho antes.
Oh, no… Dante levantó las manos, diciéndole que se calmara.

—Si empezamos a salir, siento que alguien se distraerá mucho.

—Oh, no. No lo haré.

—Tú no, sino yo.

El dedo que señalaba a Raphael se inclinó en la propia dirección de Dante.

—No hace mucho que me he dado cuenta de que me gustas, pero si salgo
contigo, creo que estaré fuera de mí porque eres guapo y lindo.

—Sí, podríamos, pero… Si me consideras guapo y lindo… No puedo evitarlo…


Es algo bueno de escuchar, pero…

Raphael, que estaba dudando, finalmente aceptó como si no pudiera evitarlo.

Faltaban pocos días para la cumbre, y era sólo un momento fugaz comparado con el
largo y doloroso tiempo de su amor no correspondido. Pero tenía el presentimiento
de que este tiempo se sentiría tan largo como los últimos meses.

Raphael dejó escapar un suspiro de pesar. Pero ahora mismo, quería sentir más la
alegría de que Dante estuviera de acuerdo en todo.

—Entonces, después de que termine la cumbre, ¿podrías llamarme por un


apodo cuando estemos solos?

—¿Apodo?

Dante ladeó la cabeza y se rió.

—Ah, ¿Happy?

Raphael sonrió, sin embargo, dijo:

—Happy está bien, pero…

Dante entendió el significado de sus palabras.


—Entonces… ¿Raffy?

—Sí. Siempre me llamas por mi apodo “Happy”, pero esté es mucho mejor,
puedes llamarme así todos los días…

—Ha… siempre te he llamado Happy desde el aprendizaje, pero… Bueno, está


bien.

Era un poco vergonzoso, pero no era difícil cuando estaban solos.

—Una vez que seamos pareja y cuando estemos solos, Raffy.

—Sí.

Raffy, de alguna manera se había vuelto mucho más similar a Happy.

—Entonces, cuando la cumbre haya terminado, me confesaré de nuevo.

—…Sin acciones demasiado llamativas.

—Bueno, sí.

—El alquiler de restaurantes, los ramos de flores y los eventos, están


prohibidos.

—¡No lo haré más!

—Oh, especialmente el “Captain Darling” está prohibido. Si vuelvo a ver esa


frase, te rechazaré.

—No iba a hacer eso.

—Si quieres confesarte, sonríe y dame una flor. Eso está bien.

—…

Como Raphael era el protagonista de esta historia, Dante le hizo una seña. Raphael
volvió a enterrar su cabeza en los brazos de Dante. Ahora ya sabe cómo evitar
responder.

—Raphael.

—Sí.

—Me gustas. Así que no necesito nada de eso. Sólo te necesito a ti.

—…
Dante se rió sobre la espalda de Raphael. Y le dio palmaditas en la parte superior de
su temblorosa cabeza.

—¿Estás llorando?

—… Sí, un minuto.

—Incluso después de tener una relación, tenemos un largo camino por


recorrer. ¿Cuándo vas a aceptarlo del todo?

Era Raphael quien lloraba, pero era Dante quien estaba completamente capturado.

Dante finalmente se rindió al afecto infinito. Era la primera vez en su larga carrera
como soldado que sufría una derrota de una manera tan devastadora, cálida y
agradable.

***

Dos horas antes de salir a trabajar, los dos pidieron el servicio de habitaciones y
desayunaron tranquilamente. Después del desayuno, encontraron los uniformes que
habían limpiado a toda prisa, y cada uno se preparó para ir a trabajar.

—Ahora que lo pienso, desde que me asignaron a Tennessee, no habíamos


estado juntos por tanto tiempo con el uniforme militar.

—Ah, es verdad.

—Sí. Así que estoy muy emocionado en este momento. Es como si lleváramos
ropa de pareja…

—Hay once personas de mi equipo que visten exactamente igual que yo,
hmm…

Raphael colocó sus labios para evitar que la traviesa boca rompiera el ambiente
romántico. Los dos hombres se apoyaron en la pared junto a la puerta principal y
compartieron un profundo y largo beso.

Después de un largo amor no correspondido, el índice de felicidad de Raphael subió


hasta el techo del hotel, a pesar que haya recibido la respuesta «Saldremos pronto»,
y no «Saldremos enseguida». Si estuviera de vacaciones, habría retenido a Dante
aquí durante dos noches y tres días. Y desde el momento en que salieran del hotel,
ya tendrían una relación, pero ese no era el caso.

—Deja de besarme. Tenemos que irnos ahora.

—…
Pero ahora no eran vacaciones, y su amante (futuro) era tan responsable que tenía
que volver al ejército.

Dante no se apartó, pero presionó su barbilla con firmeza. Raphael lo miró cauteloso
y trató de colocar sus labios de nuevo. Ya era la tercera vez. Era lindo, pero Dante
estaba en problemas. La palma de Dante cubrió la boca de Raphael.

—Raphael, detente.

—… Todavía tenemos un poco de tiempo.

—No. Detente ahora. Si quieres llegar a tu trabajo tranquilamente, tienes que


irte ahora.

Un grueso Volumen apareció en la palma de su mano. Cuando apartó la mano, los


labios de Raphael sobresalieron. Raphael frunció los labios bruscamente y miró a
Dante como si estuviera triste.

—Huh.

—Basta.

—…

Esta vez, bajó las cejas para parecer más triste.

—No puedes pretender dar lástima.

Cuando Dante no aceptó a pesar de que usó todas las habilidades que pudo con su
cara, Raphael usó su último recurso…

—Yo…

—¿…?

—Cuando me dijiste que me fuera, recuerdo cómo me apartaste tan fríamente.


Si me voy así, creo que me acordaré de eso…

—…

—Igual que cuando me echaste llorando, estamos frente a la puerta, así que
incluso ahora siento ganas de llorar…

Raphael giró la cabeza y fingió frotarse los ojos… Era una excusa para que no
tuviera nada que decir. Dante abrió la boca y se rió absurdamente.
—¿Entonces qué? Si no nos vamos ahora, te quedarás sin trabajo y yo llegaré
tarde.

—…

Sin embargo, era natural que la lógica de Dante fuera más justificada que la excusa
de Raphael. Raphael no tenía nada que decir al respecto.

—Entonces, no me digas que me vaya.

Rafael bajó tímidamente sus hombros y golpeó la punta de sus pies contra el suelo.

—Por favor, di: “Cariño, ten un buen viaje.”

El Capitán Dante Bailey, que había vivido alejado del romanticismo durante 15 años
desde que tenía su uniforme militar, incluyendo el cuerpo de la Escuela Juvenil,
abrió la boca sin creerlo.

Al ver a Raphael como un cachorro obediente, tenía una fuerte sensación de que si
se enamoraba de él, Raphael saldría herido.

***

La ciencia moderna realizada por innumerables personas con talento en la historia,


trajo prosperidad al Imperio. Muchas cosas se habían desarrollado más avanzadas
que el pasado, y la mayoría de la gente, podía disfrutar fácilmente de la comodidad
incluso si solo estaba en la calle.

Sin embargo, a la par de la tecnología conveniente estaba el desarrollo de las armas.


En la historia, la guerra ha sido la mayor fuente de poder para promover el
desarrollo de la tecnología. El Imperio, que tiene el poder militar más fuerte del
mundo, no fue una excepción.

Dante también se dio cuenta del progreso al ver las balas que volaban hacia el
objetivo, disparadas en un fuego continuo sin hacer ruido.

La bala volaba con rapidez y atravesaba el objetivo, dejando sólo el sonido de un


viento feroz. Si el modelo instalado en el campo de entrenamiento de tiro fuera una
persona real, habría caído sin ser consciente de su muerte. El arma más reciente
sacada a la luz por la tecnología imperial ostentaba de una letalidad a la altura de su
orgullo.

Las armas peligrosas sólo se daban a personas cualificadas.


Un cartucho al que le quedaban pocas balas cayeron. Un nuevo cartucho fue sacado
de la cintura antes de que las balas llegaran al suelo. A continuación, se produjo una
serie de disparos consecutivos.

El objetivo que fue alcanzado por varias balas más se convirtió en una colmena
silenciosa. Durante decenas de minutos, solo se oyó el chasquido regular del cambio
de cartuchos, pero la postura de Dante no flaqueó en absoluto.

Al cabo de un tiempo, suspiró largamente mientras bajaba el arma caliente. Angela,


que se quitó las gafas a su lado, parecía un poco cansada cuando vio el objetivo de
Dante junto al suyo.

—Vaya, cómo puede ser… Capitán, tu estado no es ninguna broma hoy.

El modelo de objetivo de Dante estaba a un nivel en el que la parte superior de su


cabeza desaparecía debido a una intensa concentración de disparos en las sienes.

—Lo sé. ¿Qué pasa?

Para Dante también fue un récord fingir tranquilidad al decir que no era nada.
Incluso el instructor que supervisaba el simulacro de tiro, se acercó a él
aplaudiendo.

—Capitán Bailey, ¿no debería ocultar este record? Si dice una palabra de esto,
te secuestraré mañana para que sea mi colega en las Fuerzas Especiales 901.

—Si el Sargento me elogió tan generosamente, debo haber disparado bien.

—Hiciste un gran trabajo, tanto que es vergonzoso que esté aquí para
supervisar el entrenamiento. Vamos a cambiar. Puedes ser instructor en lugar
de mí.

—Si va a cambiar conmigo quitando su rango de la insignia y uniéndose a los


militares, se lo agradecería.

El instructor, que llevaba mucho tiempo ejerciendo de instructor en el Centro de


Entrenamiento Especial y que recibía mucho resentimiento por parte de sus
alumnos, entregó un suave reconocimiento a Dante con una sonrisa ¿Cómo es que
alguien pudiera verlo directamente a los ojos sin tenerle miedo? Solo Dante podía
hacerlo.

En cualquier caso, la actuación de Dante en el entrenamiento de hoy fue lo


suficientemente buena como para recibir un agradable cumplido de la boca del
instructor que parecía un tigre.
Originalmente, Dante estaba clasificado como uno de los mejores del SAG por su
visión de fuselaje y sus habilidades de tiro. Dado que es alguien que tiene que dirigir
un equipo, a menudo se le ha criticado por no poder ser asignado como un
francotirador principal, por lo que era una pena. Esta fue también la razón por la que
Dante siguió recibiendo llamadas de halagos de otras Fuerzas Especiales. Y esa
habilidad se había duplicado hoy.

El propio Dante sintió que su cuerpo era excepcionalmente ligero hoy. Sus manos y
sus pies se movieron como estaba previsto tan pronto como se completó el juicio de
su cabeza, y su mirada estaba fija en la máquina, leyendo perfectamente el
movimiento del objetivo. La bala disparada voló exactamente hacia donde él
apuntaba. Como si la bala tuviera alas.

Alas… Alas blancas, un ángel. Alguien relacionado con él invadió la cabeza de


Dante sin permiso. Ahora ya no era una cara llorosa, sino que sonreía alegremente y
sacaba los labios como el pico de un pollito.

‘Capitán…’

Cerró los ojos y sonrió suavemente para no quitarse de encima el pensamiento de él.
Dante pensaba que su logro de hoy se debía gracias al apoyo de Raphael la noche
anterior. Exagerando un poco ¿es la protección de su arcángel como su nombre
indica?

El malentendido entre los dos fue completamente lavado con varias lágrimas
derramadas por Raphael y algo derramado de ambos sobre la cama. Después de eso,
los dos no pudieron regresar a su relación original “Capitán-subalterno”. En su
lugar, se convirtió en una nueva relación que Raphael había esperado durante mucho
tiempo.

Aunque todavía quedaba un poco tiempo para que esa relación llegara.

Una agradable brisa recorría a los soldados que habían terminado de entrenar bajo el
sol. Al apartar la mirada del objetivo que había estado mirando durante dos horas, le
llamó la atención la refrescante vista del cielo azul y la hierba verde claro.

«Tengo una cosa más que contarte esta noche.»

Dante, que acababa de terminar su jornada de trabajo, salió de la ducha, se sacudió


el pelo mojado y consultó su móvil. 8:58. Valía la pena asearse rápidamente porque
el tiempo se agotaba. Su pelo, tan corto que no llegaba a la nuca, se secó
rápidamente. Tras colgar la toalla mojada, el móvil sonó justo a tiempo.

Dante levantó el móvil con una sonrisa.


—Sí. Raphael.

[—¡Capitán!]

La persona que llamaba era Raphael, que volvía a ser el hombre de las 9 en punto.
Eran exactamente las nueve, aunque no comprobaba la hora. A veces, Dante lo
olvidaba, pero cuando sonaba el teléfono, pensaba: «Ah, son las 9:00», que era tan
exacto como cualquier filósofo.

Sin embargo, la imagen que surgía en su mente no era de una figura tan fría como la
de Kant*, sino la de una simpática figura sosteniendo el teléfono y pulsando con los
dedos el botón de llamada hasta que llegaba la hora.

N/T: Immanuel Kant: Fue un filósofo representante del criticismo y precursor del
idealismo alemán.

El acoso de Miller desapareció tras la advertencia de Dante. Al mismo tiempo,


Raphael no regresaba hasta altas horas de la noche y su trabajo restante en la unidad
se redujo. Por un lado, Dante pensó que era algo bueno, pero todavía se arrepentía
de no haber escuchado a Raphael cuando dijo que era difícil su estancia en la
unidad. Podría haber llorado un poco menos si Dante hubiera seguido preguntándole
qué pasaba.

[—¿Cómo has estado? He oído que hoy hizo mucho calor en Islas, ¿no fue duro
el entrenamiento?]

—Siempre es lo mismo. ¿Y tú, has tenido un buen día?

Dante acercó una silla con la otra mano y comenzó a hablar con él durante 10
minutos al día, lo que se había convertido en una rutina diaria. Primero, Raphael
contó su historia, y Dante también lo hizo de forma que no se viera comprometido
por la seguridad y confidencialidad de su unidad.

[—Ah… El Capitán Efron, ¿ha vuelto a pelear? ¿Cómo es que sigue peleando
sin cansarse durante meses?]

—Lo sé. Ahora todos piensan que es más rápido esperar a que termine la
cumbre que llevarse bien.

[—Me molesta que los veteranos hacen el trabajo difícil para ti… Arg,
realmente estoy molesto.]

Raphael habló con enfado.


[—Si yo fuera de su edad, nunca actuaría así. Debería haber nacido ocho años
antes. Si hubiera nacido con mi hermana mayor, podría haber entrado en la
Academia Militar antes que el Capitán.]

—¿Quieres ser mi superior y un sunbae? No lo sabía

“Oh,” Raphael tomó aire.

[—Nunca había pensado en eso… Uh… eso suena genial. Entonces te enseñaría
todos los días, te compraría comida deliciosa todos los días, te trataría con
amor todos los días, te daría palmaditas en la cabeza y después de graduarte, te
cuidaría siendo tu Capitán…]

—Tus intenciones son impuras desde el principio.

[—No. Me convertiría en un buen superior y lo haré bien por ti.]

Raphael como su superior… Dante lo pensó por un momento.

Desde que se conocieron, Raphael era mucho más alto que él, así que seguramente
también debía de ser más alto que Dante de joven. Si él fuera un novato, que se
acercaba a un superior de confianza como Raphael…

Honestamente, el obstáculo para ganar una relación habría sido mucho más bajo de
lo que es ahora. Un joven que entra al Sistema por primera vez a los 20 años de edad
debido a la admisión de la Academia Militar podría haberlo soportado al ver la cara
de Raphael. Habría confiado en un instante ante un superior parecido a Happy, y lo
habría seguido constantemente como el perro pastor del pueblo que solía jugar con
Happy.

[—De todos modos, el Capitán Efron y el Comandante de unidad Miller.


Aunque cada uno tiene personas a su mando, ¿cómo es posible que no sepan lo
importante que es esa responsabilidad? No puedo creer que a ambos los haya
conocido. La unidad 63 debe de estar arruinada por tener personas así.]

—Oye, ¿puedes decir algo así?

[—No es suficiente. Tengo muchas ganas de maldecir, pero me contengo.]

Su voz sonaba molesta, pero su contenido era demasiado suave comparado con el
hecho de que quería maldecir mucho.

—A Leone se le da muy bien maldecir a nuestros superiores, estoy


acostumbrado a escuchar maldiciones. Así que si algo te molesta, puedes
llamarme y te escucharé.
[—Entonces aprenderé y lo haré delante del Capitán.]

Aunque haya dicho que maldecirá, Dante sabía que Raphael lloraba mientras
aprendía. Así que, incluso ahora, su voz no coincidía con una persona que quiere
maldecir.

—¿Cómo te va con Miller?

[—Ah. Sí, muy bien. ¿Qué le has dicho? De repente entre los dos se hizo un
silencio aterrador. ]

—Es un secreto.

La decisión de Dante de amenazar a Miller fue exactamente correcta.

Como el Jefe de Estado Mayor es el padre biológico de Raphael, puede que no sea
tan impresionante para él, pero el peso que tiene “el Comandante en Jefe del
Ejército, el General Haynesworth” sobre los soldados, está más allá de la
imaginación.

Sin embargo, la razón por la que Miller fue capaz de intimidar a Raphael
Haynesworth fue probablemente debido al hecho de que fue ubicado en una unidad
conocida por su trabajo duro y ocupado, tras un duro aprendizaje del SAG. Esas
razones debieron convencerlo de que el Comandante en Jefe no estaba totalmente
involucrado en la vida militar de su hijo.

La familia Haynesworth miraba hacia arriba ignorándolo, pero el cachorro Raphael


los miraba desde arriba con pesar. Incluso al pensarlo de nuevo, era como si lo
hubieran abandonado.

[—¿No te ha llamado el Líder de unidad como antes?]

—Lo hizo, pero colgué.

[—¿Qué?]

—Le colgué y lo bloqueé. No hay razón para que siga tratando con él.

[—Ah… ¿eso está bien? De todas maneras, es tu superior…]

Raphael expresó su preocupación cuando se convirtió en un asunto de Dante,


aunque él estaba en una situación difícil con el líder de unidad que estaba bajo su
mando.

—Raphael.
Dante levantó los hombros, endureció su voz y lo llamó.

—No te preocupes. Aunque solicite una operación en solitario después de la


cumbre, conseguiré el rango de Mayor antes que él. Yo te protegeré.

[—¡..! Capitán… ¡realmente eres genial…!]

—Sí, sí.

Fue un poco vergonzoso porque no estaba acostumbrado al entusiasmo por teléfono,


esperó a que Raphael pudiera tranquilizarse un poco. Sin embargo, Raphael no
estaba un “poco” entusiasmado.

[—Capitán, Eres el mejor. El Capitán es el más genial, el más valiente y el más


confiable del mundo. El Capitán es como un príncipe. Creo que deberíamos
vernos pronto y darnos un beso. ¿Me besarás?]

Al parecer, Raphael es como una princesa atrapada en el castillo de Tennessee,


donde vive el malvado villano Miller. Pero, era demasiado entusiasta como para ser
catalogado “una princesa tímida”.

[—Capitán, te extraño demasiado. Estoy tan abrumado en este momento que


quiero tenerte en mis brazos ahora mismo.]

—Sí, sí. Ya entendí, cariño.

[—¡Capitán, esta apariencia relajada y madura es tan genial! El Capitán es el


mejor. La próxima vez que nos encontremos, te abrazaré, te besaré y seré
amable contigo.]

A través de los altavoces, el cariño, los elogios, la amabilidad, la emoción y los


halagos salieron sin dudar. Aunque solo fuera una, estaba seguro que Dante se
sentiría mareado, pero gracias a las cinco de estas emociones, estaba a punto de
perder la cabeza por la vergüenza. Finalmente, una gran carcajada salió de la boca
de Dante.

[—Huh, el Capitán está riendo. A mí también me gusta tu risa. Oh, grabar,


tengo que grabar tu risa. Ahora que sonríes, quiero ver al verdadero Capitán,
ya no me conformo con tu voz.]

—Creo que puedo verte ahora mismo incluso sin mirarte.

[—¿Eh?]
Con los ojos bien abiertos, sus cejas doradas se elevan como nubes, y la luz de sus
ojos verdes claros florece como flores de trébol. Igual que la agradable escena que
vio en el campo de entrenamiento.

La breve llamada llegó a su fin sin borrar la sonrisa que permanecía en su boca.
Dante murmuró involuntariamente.

—No está mal.

[—¿Qué?]

—No. Descansa.

[—Sí. ¡El Capitán también! Buenas noches. Iré a visitarte el fin de semana.]

—Puedes descansar esta vez. Si cambias de opinión, házmelo saber.

[—No. Es porque quiero ir a la residencia oficial del Capitán, así que déjame
ir.]

Pudo escuchar a Raphael riendo.

[—En cambio… Te amaré mucho. Lo prometo]

—Bien. Buenas noches, buena suerte con tu trabajo mañana.

[—Buenas noches, Capitán.]

En ese momento, el altavoz emitió el sonido de suspiro hacia los oídos de Dante.

«Oh, sí que eres un hombre romántico.»

Dante finalmente se rió y golpeó la pantalla para colgar primero. Como siempre,
Raphael esperó a que Dante terminará la llamada primero.

Una vez le preguntó el motivo de por qué lo hacía, y Raphael le dijo que le gustaba
escuchar los pequeños sonidos hasta que la llamada terminaba. Y por ese motivo,
estaba dispuesto a esperar hasta que Dante colgara, por lo que Dante siempre
terminaba la llamada primero.

—Ah… de verdad.

Dejó el móvil y Dante apoyó la cabeza en la mesa. La superficie fría refrescó la cara
caliente. Dante no tardó en golpear la mesa con los puños cerrados.
—Raphael Haynesworth, ¿no es una locura que estés dando saltos pidiendo un
abrazo? De verdad, quiero comerte de un bocado. ¡¿Cómo puedes ser tan
lindo?!

Dante se dejó caer sobre la mesa y se avergonzó un poco más ante el persistente
atractivo de todo el cuerpo del joven. Puede que Raphael estuviera saltando en la
cama, a juzgar por el sonido de las sábanas al sacudirse cuando le decía a Dante que
le diera un abrazo. Al igual que Happy, que esperaba a Dante para que le acariciara
su blanco y suave estómago.

—Hah… eso es aún más lindo.

Lo que a veces parecía Raphael como un cachorro pequeño y necesitado de caricias,


es ahora una enfermedad crónica para Dante. Incluso un médico podía sacudir la
cabeza, diciendo: “No hay esperanza”.

Siempre sonríe amablemente, pero la defensa emocional de Dante era más gruesa
que la de cualquier otro. Sin embargo, al atravesar el muro sólido, aunque
desconozca el sentimiento de amor, no se puede rechazar sus verdaderos
sentimientos. Raphael lo consiguió tras meses de esfuerzos. Como resultado, todas
las defensas de Dante hacia Raphael se derrumbaron.

Después de un rato, incluso cuando levantó la cabeza de la mesa, su débil sonrisa


seguía siendo persistente.

—Ugh… bien.

No estaba acostumbrado a los sentimientos de amor que se producían después de


varios años, pero definitivamente era una buena sensación. El hecho de que la
persona fuera Raphael también influyó.

***

El entrenamiento de las unidades de las Fuerzas Especiales convocadas por el


Sistema estaba llegando a su fin, y el Sistema ha cambiado poco a poco para el
próximo evento. En particular, las carreteras a lo largo del Palacio de Sheffield,
donde se estableció la sede de la cumbre, comenzaron los preparativos para el
control de acceso ese día.

Se construyeron bloques de hormigón a la entrada de la calzada para evitar los


momentos de mayor tráfico, y también se preparó una barricada que se colocaría en
la acera en uno de los lados de la carretera. Se trasladaron varios detectores a la
entrada del Palacio. Todos estos factores se unen para bloquear completamente al
enemigo y eliminar el riesgo de un posible terrorismo.
En la historia, el Imperio que ocupó el lugar del vencedor siempre ha tenido muchos
enemigos. Todavía persisten los disturbios en la frontera, y también hay fuerzas que
reclaman el Imperio como pagano y arden en hostilidad. Sin embargo, la mayoría de
los intentos se han derrumbado ante el poder militar de varios Imperios.

La vida cotidiana del pueblo se ha mantenido fielmente en lo despreocupado. A


veces, incluso si no se bloquea fuera de la frontera, numerosas líneas de defensa en
el Imperio han eliminado rápidamente los enemigos, y seguirá haciéndolo.

Uno de ellos, era el Capitán Dante Bailey, que se encontraba en sus días de descanso
después de una semana de duro entrenamiento para proteger el Imperio.

Una gran mano descansaba sobre su cuerpo somnoliento. Sus dedos, más blancos y
largos que el cuerpo de Dante, apenas podían retirarse y seguían acariciando sus
hombros, su pecho y su cintura. Dante notó que su expresión era un poco más
preocupada de lo habitual.

—¿Qué pasa?

Dante frotó la mejilla de Raphael acostado a su lado y preguntó.

—La verdad es que me preocupa que llegue la fecha.

—¿Qué?

—Nunca se sabe, con el terrorismo o los intentos de asesinato… El Capitán está


al frente, ¿no es así?

Los lugares que Raphael tocaba eran las cicatrices que quedaban en el cuerpo de
Dante. Además de las cicatrices de hace mucho tiempo, también había nuevas
cicatrices del entrenamiento que quedaban en todo su cuerpo. Puntos de sutura,
moretones, quemaduras, arañazos…

—Antes pensaba que tus cicatrices eran geniales, pero ahora es aterrador.

Raphael murmuró molesto, diciendo que había soñado que Dante era herido de
gravedad. Por supuesto, Dante estaba en un entorno en el que se veía obligado a
hacerse daño todos los días, así que era una visión casi inevitable.

—¿Así que viajaste desde el amanecer para ver si estaba vivo o muerto?

Hoy era la fecha adecuada en que debían de encontrarse ya que su descanso


coincidía, pero la hora de la cita era para el almuerzo, cinco horas más tarde. Dante
tuvo que sospechar que Raphael, que había llegado a la puerta de su casa antes del
amanecer, era un fantasma. Y pudo darse cuenta de que no era un fantasma en un fin
de semana caluroso.
—… No, no es eso. Pero me sentí aliviado en el momento en que te vi.

«Prometiste que me amarías.»

Dante acarició su cabello dorado ante el recuerdo de sus palabras.

—No te preocupes. Las posibilidades de terrorismo en Islas, es casi nula.

—…

«¿Qué clase de preocupaciones tuviste durante toda la semana que no pudiste


verme?»

—Ha habido varios ataques terroristas en el Imperio en los últimos 10 años,


pero nunca ha sido en el Palacio de Sheffield. El Comando de Defensa
Institucional y el Servicio Nacional de Inteligencia no son para subestimarlos.
Los planes dirigidos contra el Palacio serán descubiertos con antelación y los
vehículos blindados y los aviones de combate volarán hacia el escondite de los
terroristas inmediatamente después de ser descubiertos.

—Sí…

Era algo que ni siquiera Raphael podía saber. Sin embargo, la potencia de su voz no
había vuelto.

—Si no es eso, tres o cuatro idiotas estarían empuñando una pistola o un


cuchillo, ¿crees que podrán conmigo? ¿No confiaste tanto en mí durante tu
periodo de aprendizaje?

—No, conozco tus habilidades, y confío en ti.

Raphael, que escribió la frase en toda su cara: «Pero estoy preocupado. Si el


Capitán se hace la más mínima cicatriz, podría morir de una lesión interna.»,
parpadeó con los ojos abatidos.

Gracias a Raphael, que no podía deshacerse de su expresión de preocupación, Dante


también sacó a relucir un puñado de ansiedad que tenía escondida.

—Si tu preocupación es el terrorismo, creo que estás en una situación más


peligrosa, Raphael.

—¿Yo?

Raphael ladeó la cabeza.


—Si un terrorista tiene la suerte de cruzar la frontera, tiene que pasar por la
puerta de Tennessee antes de llegar a Islas. ¿Tú estarás en el puesto de control
ese día?

—Sí. Turno de la mañana.

—¿Y si te encuentras con un terrorista allí, qué harás?

—Bueno, Capitán, es por si acaso, y como sabes, la supresión es llevada a cabo


por las Fuerzas Especiales de nuestra unidad, y yo puedo dar esa respuesta
inicial. Capitán, ¿de verdad parezco un cachorro?

—Sí. Eres como un pequeño cachorro del tamaño de la palma de mi mano. Me


preocupa que te hagas daño en un sitio como ese cuando eres tan pequeño.

Dante respondió sin dudar. Después de un largo rato, Raphael, no Dante, se quedó
sin palabras. Raphael, que se esfuerza por parecer lindo frente a Dante, parecía no
saber nada de esto.

—Estoy medio bromeando. De todos modos, tus preocupaciones son casi las
mismas que las mías, así que no te preocupes.

—… De acuerdo.

Sólo entonces las cejas torcidas se estiraron un poco, pero sus brazos seguían
sujetando a Dante con fuerza.

—Tendré cuidado, así que no te hagas daño, Capitán.

—Sí. Lo entiendo.

La mano de Dante acarició el hombro de Raphael. La charla de almohada después


del sexo parecía terminar con otro regaño de un superior. Para empezar, no era el
momento de compartir una charla de almohada. Fuera de la ventana, el color de la
mañana se extendía.

—Espero que el día de la cumbre llegue pronto.

—¿Por qué? ¿Crees que no puedes deshacerte de tus preocupaciones hasta


entonces?

—No, después de ese día, estaremos saliendo. —Raphael se sentó a su lado. —


No lo habrás olvidado, ¿verdad?

—Ah, claro. Se me olvidó.


—…

—Estoy bromeando, claro que lo sé.

Dante levantó el codo e inclinó la barbilla sobre la palma de la mano.

—Eres lindo cuando finges estar molesto.

—¿Cómo lo has sabido?

—Cuando te ríes. —Presionó la punta de la nariz de Raphael.—Se mueve aquí.

—¿Qué?

Raphael parpadeó y jugueteó con su nariz. Parece que no lo puede creer, pero es
verdad. Por mucho que contuviera la risa, la punta de su nariz se agitaba.

Raphael está contemplando si debe fingir estar molesto. Al final, volvió a caer en los
brazos de Dante. Dante lo hace ahora, pero se preguntó qué significaba la
declaración de «saldré contigo en diez días».

—Dijiste que volverías por la noche, ¿verdad?

—… Sí. Así podré ajustar mi trabajo y mi condición física mañana.

Raphael ya no tenía prisa por hacer un viaje de seis horas de ida y vuelta para ver a
Dante, ni para quedarse demasiado tiempo en Islas. Sin duda, lamentaba no quedarse
más tiempo con su superior, pero entendía que era una parte necesaria para reunirse
con un Capitán cauteloso.

Dante elogió a su subalterno, por ser maravillosamente paciente.

—Entonces vamos a dormir un poco más y luego salgamos a caminar más


tarde.

—Sí, Capitán.

Raphael, que se había despertado preocupado y se apresuró a ir a Islas, se quedó


rápidamente dormido en cuanto la temperatura corporal de Dante lo alcanzó. Dante
también cerró los ojos con sus mejillas sobre el pelo rizado en sus brazos.

Para cuando el sol salió por completo por la ventana, ambos colocaron sus manos en
el cuerpo del otro y sus hombros subían y bajaban uniformemente.

Dante abrió los ojos primero alrededor de las doce. Pero no pudo despertar a
Raphael y después de verlo, se quedó dormido de nuevo.
El comienzo de la dulce cita fue despertar de un profundo sueño y sonreírse
mutuamente con la cara somnolienta. Después de acostarse uno al lado del otro y
hablar un poco más, se prepararon para salir y hablar un poco más. No fue hasta las
primeras horas de la noche que salieron de la residencia oficial. Después de comer
lentamente, llegó la hora de despedirse.

—Capitán…

Raphael, que sacó la cabeza por la ventanilla del conductor como si no quisiera
volver, y los labios de Dante, que se inclinaron desde el exterior del auto, se
encontraron durante un rato. Sus labios se despegaron con una voz muy triste.

—No podré verte durante un tiempo.

El entrenamiento institucional de Raphael ha terminado, y Dante termina su


entrenamiento realizando una simulación práctica en el Palacio de Sheffield durante
los próximos días hasta la cumbre. Debido al horario, es difícil que ambos se
encuentren durante ese período.

Sabía que tenía que volver, pero las manos de Raphael aún no se han movido al
volante y están en el marco de la ventana.

—Creo que te extrañaré demasiado. En cuanto salga del auto querré verte. Hay
veces que pienso que te sientes agobiado porque me gustas mucho, pero no
puedo controlar mis sentimientos hacia ti.

—…

—Capitán, me gustas y también te quiero. Voy a seguir mi camino ahora.

Los ojos verde claro brillaron al mirar a Dante, como si quisiera llevarlo con él. Era
una mirada triste y linda… y también estimulaba el instinto de protección. Dante
estuvo de acuerdo de que también lo extrañaría.

Levantó la mano del auto y acarició la mejilla de Raphael. Raphael agarró


voluntariamente la mano de Dante y la pegó contra su cara.

—Comenzaremos a salir después del próximo jueves, ¿verdad?

—Sí.

—Si nos encontramos ese día, vamos a ser amantes.

—Así es. Entonces… Me gustaría que el tiempo fuera más rápido.


Dante decidió sacar las palabras que había estado dudando. Esto era por un cachorro
que lo extrañaría durante diez días.

—Raphael.

—Sí, Capitán.

Tomó la barbilla de Raphael y la levantó.

—Si esperas pacientemente en Tennessee hasta el día acordado…

Dante inclinó la cabeza y se acercó a Raphael. Le susurró al oído.

—Mi pequeño cachorro, ese día te enviaré al cielo como recompensa.

Al principio, la cara de Raphael estaba desconcertada por algo que no entendía, pero
el rubor se fue extendiendo poco a poco. Poco después, la sorpresa y la alegría de
que Dante se atreviera a decir esto, dibujaron una sonrisa en su rostro. La punta de la
nariz temblaba como hace un rato.

—¡Sí, quiero ir al cielo! ¡Quiero que me lleves al cielo!

En un instante, Raphael, que se puso rojo hasta la nuca, movió los brazos y las
piernas. Tras su movimiento, el vehículo crujió. Dante estaba acostumbrado a esto
gracias a sus intensas reacciones.

La vergüenza de decir algo que nunca había dicho se esfumó y el corazón de Dante
también se hinchó. Raphael se cubrió sus mejillas calientes con ambas manos.

—Esperaré pacientemente… Oh, a partir de ahora, tengo que preparar mi


corazón para ir al cielo…

Raphael sacudió los hombros de un lado a otro como si fuera una flor contra el
viento.

—Dijiste que tomarías un descanso al día siguiente, ¿verdad? Después del


trabajo, toma una ducha y espérame en la cama.

Expectativas que no podían crecer más, se incrustaron en los ojos verde claro de
Raphael. Él se emocionó tanto que trató de bajar el asiento conductor sin lograrlo
por completo, mientras sacudía su cuerpo como un cachorro frente a su dueño que le
acaba de dar un premio. Entonces, Dante parecía que tenía algo más que decir.

—En cuanto nos encontremos, te comeré enseguida.


—¡Si! ¡Me daré una ducha para poder estar limpio, así que por favor
disfrútalo!

La respuesta final de Raphael resonó en todo el estacionamiento. Como si se tratara


de una enfermedad, la tensión entre los dos se disparó al máximo, aunque se tratara
de una medicina que no podían tomar enseguida.

Exactamente un minuto después de despedirse del otro con los rostros


completamente rojos, Dante quería morir un poco… Gracias a eso, se golpeó la
cabeza contra la pared mientras subía por el ascensor de la residencia oficial.

«Dante Bailey, hace cinco minutos, ¿en qué demonios estabas pensando?»

‘¡Quiero ir al cielo! ¡Quiero que me lleves al cielo!’

—…

Bang. La frente de Dante golpeó de nuevo mientras sonaba en el ascensor. Su cara


estaba roja de todos modos, así que no se podía distinguir ninguna marca en ella.

«Oh, de verdad… Me alegro de que hayamos decidido empezar a salir después de la


cumbre, no sé qué habría hecho si hubiéramos empezado a salir ahora.»

Después de haberse dado cuenta de sus sentimientos, Dante no entendía ¿por qué se
había convertido en un niño que muestra tan abiertamente sus sentimientos? Se
sentía como Dante (11 años) un estudiante en la escuela primaria que se para frente
a el pequeño Raphael (4 años) solo para decirle lo lindo que es. No hace mucho
tiempo, creía que era un adulto el que se paraba frente a Raphael.

Dante se fue a la cama, luchando por contener su confusión.

Y el mensaje que llegó al día siguiente, hizo que recordara el motivo de que se haya
golpeado la frente contra la pared del ascensor y en estos momentos pateara la
sabana de su cama.

[Capitán, ¿estás despierto?

Yo también me he despertado. De hecho, mi corazón latía tan rápido que me


desperté temprano y ya estaba listo para salir.

Ten un buen día en tu trabajo hoy también, y te esperaré pacientemente hasta que tu
trabajo termine

P.D. Ir al cielo D-11 ☜♥☞]

—¡Ugh!
Dante, que llevaba un rato petando la manta, decidió cambiar de tema
tranquilamente antes de sufrir por la vergüenza todo el día. Y respondió con la
mayor calma posible.

[¿Qué significan los dedos a ambos lados del corazón?]

[Alas. Es un emoticono de un corazón con alas. Estoy volando al cielo. ]

“Ya veo…” Dante finalmente se golpeó la cabeza unas cuantas veces más contra la
pared del ascensor de camino al trabajo.

***

La fecha restante para la cumbre está lo suficientemente cerca como para ser
contada con los dedos de la mano. Dante y Raphael todavía mantenían una breve
llamada telefónica durante la noche en lugar de reunirse.

Raphael estaba animado por la esperanza de un día en el futuro cercano después de


la declaración de Dante. Es una suerte que no esté deprimido por no haber podido
reunirse con él…, pero en los últimos días, Dante, al igual que Raphael en el pasado,
había caído en el dilema de estudiar o no a través de la autentificación de adultos.

El tiempo pasó tan tranquilamente que finalmente llegó el día de la cumbre.

Raphael hizo una llamada temprano por la mañana en lugar de la llamada de la


noche. A las 4 en punto. Era la hora de que Dante partiera para comprobar primero
la situación en el lugar y ver a los miembros del equipo que llegarían después.

[—Vuelve a salvo, Capitán. La próxima vez que nos encontremos, me


confesaré.]

Dante, que había puesto el teléfono entre el hombro y su oreja, apretó los cordones
de las botas a los tobillos y dejó escapar un: “¿Eh?”

—Sabes que eso es una bandera de la muerte, ¿verdad? Lo vi en una película.


Los que oyen esas palabras, son los primeros en morir.

[—¡Capitán! ¿De verdad estás diciendo eso?]

—Estás exagerando otra vez.

[—¡No estoy exagerando! Sabes que estoy preocupado por ti… No digas cosas
como esas. Aunque digas que el Sistema no corre peligro, eso no quiere decir
que no esté preocupado.]

Raphael dio un raro y largo regaño. No es como si Dante no lo entendiera.


—Está bien, entonces tú y yo nos encontraremos como si estuviéramos
haciendo nuestra vida cotidiana. Ambos ilesos.

[—Sí. Volveré a tu lado, Capitán.]

—Sí. Yo también volveré a tu lado.

[—No te hagas daño y vuelve sano y salvo. Prometiste llevarme al cielo esta
noche. ]

—No, ¿qué vas a hacer cuando termine la cumbre? ¿Acaso esto no es una
bandera…? Ah, está bien. Es una broma. No lo haré más.

El cachorro, que solo sabía dar vueltas alrededor de Dante, ahora se comporta como
un zorro salvaje y ladra cuando está descontento. Después de escuchar una voz
molesta durante tanto tiempo, terminó la llamada telefónica y salió de casa. Los
últimos meses han sido muy agitados que sentía que la misión ya estaba terminada,
sin embargo está en camino para supervisar los últimos preparativos.

A primera hora de la mañana, cuando el sol no había salido, las calles estaban
tranquilas. Al cruzar la carretera aislada y atravesar la zona de Control, vio a los
funcionarios a cargo y a la policía institucional.

—Capitán.

—Sí, llegaste temprano.

En el punto de encuentro, Dante se reunió con la sub-capitana adjunta. Aunque


entraron en el Palacio de Sheffield para una inspección preanunciada, a los dos sólo
se les permitió entrar en la Zona C después de comprobar sus identidades varias
veces.

Tras confirmar que no había anomalías incluso después de un examen minucioso, se


dirigió al punto de reunión con Angela. Comprobó a los miembros del equipo que
comenzaban a llegar, a los responsables de la Zona C y a los jefes de equipo.
Sabiendo que era un día importante, Derrickson estaba tranquilo el día de hoy.

Tras esperar un rato hasta que se dio la orden, los ocho equipos de hombres
partieron hacia el Palacio.

No sólo los militares se prepararon hoy para una situación de emergencia. Los
agentes con ropa de civil estaban mezclados entre los ciudadanos, los comandos de
policía estarán alerta todo el día para ser enviados en cualquier momento, los
camiones de bomberos y ambulancias, e incluso había drones de vigilancia y salas
de comandos que controlan los CCTV en todas partes. Eran innumerables los
dispositivos que rodeaban el aparentemente espectacular evento. Todos ellos estaban
perfectamente colocados alrededor del Palacio donde tendría lugar la cumbre antes
del amanecer.

Tras comprobar la situación de sus compañeros, Dante se situó justo al lado del
detector de la entrada. El camino donde se controlaba el acceso, justo delante del
Palacio de Sheffield, estaba vacío, pero más allá de ese camina se sentía el
débilmente calor del festival que se celebraba con la cumbre.

Antes de las partes implicadas en la reunión, los reporteros cuidadosamente


identificados pasaron por la puerta. Y alrededor de una hora más tarde, las órdenes
de la sala de control pasaron por el canal* de Dante, llegando a sus oídos.

N/T: Se refiere a la comunicación.

[—Preparación para la entrada de los VIP. Se dice que su Majestad también


salió del Palacio Imperial.]

Ahora es solo el comienzo.

Un grupo de autos se vio sobre la carretera despejada. Seis vehículos de seguridad


rodearon el auto del Emperador, y una fila de autos de policía los seguían mientras
se acercaban hacia el Palacio de Sheffield.

Hasta hace relativamente poco tiempo, la familia imperial se desplazaba a caballo o


en carruaje desde el Palacio Imperial, y se dice que el joven Emperador rechazaba el
ineficiente viaje.

Aunque sea en un lugar abierto, montar a caballo en la ciudad era como pedirle a un
francotirador que le disparara en la cabeza. Es muy probable que el Emperador haya
rechazado dicha tradición con un: «¿Acaso estoy loco?».

Había un total de cinco puertas en el Palacio de Sheffield que conducían a la


cumbre. Incluso los VIP nacionales debían pasar por todo tipo de detectores para
entrar, e incluso después de atravesar la puerta, los soldados encargados de cada
Zona se desplegaban a lo largo del camino hacia la sala de conferencias. La mayoría
de ellos, como Dante, eran claramente oficiales imperiales y estaban bajo el mando
del Imperio.

El vehículo del Emperador cambió de rumbo y no pasó por la puerta frente a Dante.
Sin embargo, un poco después de la noticia de la llegada del Emperador, la
Gobernadora Haynesworth pasó delante de Dante. Los ojos de Dante eran las únicas
partes reveladas por el casco y la máscara, por lo que no reconoció a Dante.
A diferencia de cuando la conoció como madre de Raphael, ella se había convertido
en una política fría y entró en la sala de conferencia con la fuerza necesaria para
dominar el lugar. Mirando hacia atrás, Raphael solía tener una gran diferencia en sus
acciones cuando era el miembro más joven del equipo y cuando entraba en el campo
de batalla. También recordó la diferencia de su semblante entre una sonrisa brillante
y una inexpresiva mirada. Dante se preguntó si era algo típico en la familia
Haynesworth… pero pronto se deshizo de sus inútiles pensamientos.

Alrededor de una hora más tarde, las puertas se cerraron cuando todos los VIP
entraron. Dante comprobó la hora y acomodó su in-ear en su oído.

Treinta minutos para el comienzo de la cumbre. No quedaba mucho tiempo. Aunque


el resultado del duro entrenamiento fuera un final inútil después de estar todo el día
en esa posición, Dante esperaba que el día terminara en paz.

***

Han pasado cuatro horas desde que comenzó la reunión. Se escucharon sirenas un
par de veces a la distancia, pero no recibió un aviso diciendo que había un
problema.

Estar de pie durante varias horas armado no era difícil comparado con el duro
entrenamiento. Sin embargo, a medida que aumentaba la tensión, daba la sensación
que el tiempo iba más lento de lo habitual. Los rostros de los miembros menos
experimentados del equipo mostraban un tono de cansancio que no podían ocultar.

Al poco tiempo, otro mensaje de la sala de Control llegó a los oídos de Dante.

[— La cumbre ha terminado. Salida de los VIP. ]

—Fin de la reunión.

Dante lo transmitió a sus compañeros. Como el personal va a salir de nuevo, los


miembros del equipo estaban en posición.

El auto del Emperador fue el primero en salir, seguido de los demás líderes de las
naciones que participaron en la reunión. A continuación, el principal personal
imperial, los periodistas y el personal atravesaron las puertas.

—No se ha terminado hasta que se emita la orden de disolución. No dejen de


estar atentos.

Inspirando al equipo, Dante también se concentró y miró al personal que salía por la
puerta. De hecho, el pensamiento de «Bien hecho» vino a su mente en silencio.
Como si rompiera deliberadamente ese pensamiento esperanzador, la radio de Dante
sonó. Era una línea del Cuartel General del SAG que conectaba directamente con los
jefes de equipo. Dicho Cuartel General se utilizaba para vigilar la cumbre.

[—Todos los Capitanes del SAG presentarse a la Unidad A de la Sala de


Control. Todos los demás miembros de los equipos deben quedarse en el lugar
de espera. ]

Si es habitual, se puede pensar en una reunión que indica que ha terminado con
seguridad. Pero de alguna manera el presagio no era bueno. Dante giró su cuerpo en
dirección a sus compañeros de equipo.

—A partir de ahora, hasta que regrese, seguirán como máxima prioridad las
ordenes de la sub-capitana. El cuartel ha llamado a los jefes de equipo para que
se reúnan. Me ausentaré por un tiempo.

—De acuerdo.

***

—Lo siento todo el mundo. Deben estar cansados después de estar de pie
durante mucho tiempo.

—No es así.

Después de estar de pie frente a la sala de conferencias durante varias horas, Dante
se apresuró a colocarse las armas necesarias a toda prisa y se disculpó con sus
compañeros de equipo.

Fue en el interior del helicóptero donde once miembros del equipo liderados por
Dante se sentaron uno al lado del otro. Hasta hace un rato, los miembros del equipo
que llevaban equipos optimizados para la defensa externa, ahora estaban equipados
con armas adicionales para el asalto interno. Cargando a los miembros del equipo
que estaban listos en un instante, el helicóptero se elevó hacia el cielo.

—Aunque es natural que vayan a pesar de estar cansados. Pero van a ir a


salvar a una persona que estuvo con ustedes y es más joven.

—Está en la unidad general, así que no creo que esté especialmente implicado.

Aunque dijera una excusa fingiendo no ser el Dante habitual, todos ya estaban
cerrando los ojos bajo sus cascos. Dante dejó escapar un suspiro incómodo.

Lo que se comunicó a los Capitanes del SAG convocados de urgencia, fue la noticia
de un ataque terrorista fuera del Sistema.
Hubo dos disturbios en otras zonas mientras el Sistema estaba tranquilo.

El primer ataque terrorista se produjo en el aeropuerto. Este hecho es insignificante


incluso para ser llamado terrorismo, y el comportamiento sospechoso fue
descubierto de antemano por las tropas ubicadas en el lugar, y atrapado antes de que
pudiera hacer nada. Como resultado, sólo hubo un pequeño intento de terrorismo del
que nadie se enteró aunque no apareciera en las noticias.

El problema fue que algunos de los terroristas ya habían abandonado el aeropuerto


antes de que fueran atrapados. Fue en Tennessee, la puerta de entrada entre el
aeropuerto e Islas, donde entraron sin ser percibidos.

Y los terroristas, que habían previsto que no podrían entrar en el Sistema,


renunciaron a su huida y montaron un ataque allí. El segundo atentado terrorista, que
tuvo lugar en una instalación multi-operativa en un momento en que había muchos
peatones, aumentó la escala y el riesgo varias veces en comparación con el primer
ataque.

—El Capitán ni siquiera miró hacia atrás, solamente miró hacia donde estaba
el más joven y gritó diciendo: “Yo iré”, cuando le preguntaron.

—Miré hacia atrás. Si ninguno se sentía bien, no podíamos ir. Y ni siquiera


grité. Sólo levanté la mano en silencio.

—Cuando el Capitán lo regañó, él estaba demasiado asustado. Pero de igual


forma pensé que irías a protegerlo.

—Nos reconciliamos.

—Sí, así parece.

La situación era tan urgente que tuvieron que ser informados en el terreno y discutir
las operaciones dentro del helicóptero, pero los miembros veteranos del equipo
podían permitirse intercambiar algunas bromas mientras sostenían las armas. En
cambio, los miembros del equipo que no estaban familiarizados con la situación de
emergencia no podían reírse fácilmente.

Dante, que había informado a sus compañeros de la operación, volvió a su asiento en


la parte delantera de la entrada. Estaba tranquilo por fuera, pero esta vez tuvo que
tragarse la tensión mirando sus manos con guantes negros.

Como había dicho el miembro de su equipo, Raphael es un soldado ordinario


ubicado en una unidad general, por lo que sólo servirá para controlar a los civiles o
las vías de escape alrededor del lugar donde se produjo el ataque terrorista. La
infiltración y la supresión en el interior durante las situaciones terroristas era el
dominio de las Fuerzas Especiales bien entrenadas. Así que no había nada de qué
preocuparse… Era plenamente consciente de ello, pero la mano que acariciaba a
Raphael se levantó en el momento en que preguntaron por un solicitante.

«Como era de esperar, lo que dijiste en la mañana fue el problema. La bandera


tiene razón….»

Había escuchado que las palabras se convierten en semillas. Ahora que ha ocurrido
este accidente de esta magnitud, Dante no sabía si sería capaz de verlo el día de hoy,
en lugar de comenzar a salir a partir de hoy.

Si no hubiera sido por el aviso de apoyo, Dante habría esperado ansiosamente


noticias de él, mientras Raphael, un soldado dentro del ataque terrorista, era llamado
por sus superiores por todas partes durante toda la mañana. Los miembros del
equipo pueden pensar que se preocupa por el más joven, pero era difícil decir que no
añadía ningún sentimiento personal.

«Por eso dije que no salía con mis subordinados inmediatos.»

Si hubieran tenido una relación durante el periodo de aprendizaje, estaba claro que
habría perdido la concentración y solamente se hubiera preocupado por Raphael.
Incluso ahora, el propósito de ir a suprimir el ataque terrorista, no es más que una
excusa para salir corriendo para salvar a Raphael.

Aun así, había escuchado que había gente que daba miedo donde estaba su dulce y
bonito cachorro, así que estaba dispuesto a echarlos.

En ese momento, sonó el in-ear.

[—Equipo de Bailey. Voy a compartir información adicional a la situación.


Actualmente, los terroristas están asediando con rehenes en un área cerrada.
Son dos presuntos terroristas y tres presuntos rehenes.]

—Dos…

Es demasiado poco.

Dante no habría fruncido el ceño si hubiera más terroristas en el lugar. El hecho de


que se adentren en el Imperio y lleven a cabo un ataque terrorista significa que no
tienen el pensamiento de volver con vida.

—Señor.

Dante pensó un momento y llamó a Logan.

—Seré el hombre clave.


—¿Por qué corres a salvar a tu bonito subalterno y dices eso?

—…

Logan también se rió y contestó.

El equipo de Dante tiene una peculiaridad de que los Oficiales de la Academia


Militar tienen más experiencia en el campo de batalla que los Suboficiales, por lo
que a menudo se da el caso de que asuma diferentes funciones al mismo tiempo que
el de Capitán.

Dante sonrió torpemente y tomó el mando al comienzo de la operación.

El helicóptero no tardó en aterrizar en el terreno llano más cercano al lugar de los


hechos. El equipo se desplazó en un auto militar desde allí hasta el lugar en cuestión.

La razón por la que no pudieron entrar en el terreno desde el aire con un rápel que
habían practicado vientos de veces, era simple.

En primer lugar, la zona que rodea el ataque de los terroristas es tan superpoblada
que no hay espacio para que los helicópteros desciendan.

En segundo lugar, porque donde se produjo el ataque terrorista era un lugar donde
era imposible de acceder desde la azotea.

El final del día tan esperado de Dante y Raphael fue el ataque terrorista en la
estación de metro, que se considera el peor lugar para el terrorismo después de
instalaciones como hospitales y escuelas.

El equipo de Dante llegó al lugar de los hechos aproximadamente una hora después
de encontrarse con los terroristas en la entrada. Por mucho que se retiraran las tropas
al aeropuerto, Tennessee era también un importante centro de transporte. El hecho
de que hubiera un cierto número de personas que son capaces de reprimir la
situación, pero que dicha situación no se haya resuelto sólo significaba una cosa.

Esto significaba que todavía había varios ciudadanos comunes en el lugar, tantos
que los militares no podían intentar reprimir la situación.

El lugar donde se produjo el ataque terrorista se acercaba. El control de los


alrededores ya se había llevado a cabo, y los soldados y la policía estaban
bloqueando todas las direcciones para evitar que los ciudadanos se acercaran.

El auto del equipo de Dante estaba junto al auto militar del SAG en la escena de los
hechos.
Las sonrisas que a menudo tenían de una forma agradable los miembros del equipo,
ahora ya no eran visibles.

—Vamos.

Cuando Dante se bajó del auto, miró rápidamente a los soldados que bloqueaban la
zona de su alrededor. Pero como todos llevaban casco, no pudo encontrar de
inmediato a la persona que buscaba.

En el momento en que Dante se bajó del auto, el jefe del equipo de Comando de
Campo se acercó a él. Pertenecía al SAG desde hace varios años y consiguió
acostumbrarse a él. No hubo tiempo de intercambiar saludos entre ellos porque era
una situación urgente.

—Me alegro de que estés aquí.

Le dio una palmadita en el hombro en señal de alivio, como si fuera bastante


frustrante todo a su alrededor.

—¿Has visto la estructura interna?

—Sí. Me familiaricé con los planos y el material de vídeo mientras trasladaba a


los miembros de mi equipo.

—¿Es posible entrar?

—Sí. Había tanta gente evacuando que no había hora para que terminara, y el
equipo de operaciones se quedó aquí después de dicha evacuación… Sin
embargo, no tienen experiencia en el rescate de rehenes en un espacio cerrado.
Incluso el líder del equipo ha dicho que es la primera vez que sale del Sistema.

Se revolvió el pelo con rabia.

—Por eso el negociador ha estado ganando tiempo hasta el punto de que su


garganta reviente. Ahora que estás aquí, los detalles te serán entregados, ya que
eres el actual jefe de equipo de operaciones. Por los demás, les he dicho que
sigan tus instrucciones en la medida posible.

—De acuerdo.

El jefe del equipo de Comando de Campo es el Director General del sitio y sirve
como un puente con la sala donde están los terroristas. En este momento, él, que
carece incluso de diez cuerpos en su equipo, le dio instrucciones a Dante e
inmediatamente se trasladó a otro lugar. En lugar de él, un hombre de traje negro del
SAG se puso delante de Dante.
—Hola. Te contaré la situación… eh.

—Ah…

Los dos hombres se encontraron, y aunque el casco los cubría, tenían caras que
revelaban que no sabían que se encontrarán aquí. En la escena estaba el Capitán
Benito Martínez, un subalterno cuyo trabajo de seguridad en la sala de la cumbre fue
sustituido por Derrickson.

Dante recordó haberse reído con Angela durante sus vacaciones cuando se enteró de
que Derrickson lo habían asignado de guardia en la entrada de la frontera de Islas.
¿Era Tennessee? Sin embargo, era sorprendente que Martínez, que había sido
sustituido por una lesión, estuviera en este lugar donde el trabajo era mucho más
exigente.

—Capitán, yo…

—Informe de situación.

Pero ahora no estaba en situación de saludar. El Capitán Martínez, que volvió en sí


al escuchar una voz firme, comenzó a explicar.

—Hay dos enemigos dentro de la estación, y tres personas estaban cerca de los
autores en el momento del atentado. Los rehenes están reunidos frente a las
escaleras que bajan al andén subterráneo de la planta intermedia*. Hay tantas
paredes a su alrededor que las cámaras térmicas no pudieron ver exactamente
la ubicación de sus brazos y piernas, pero parecen estar arrodillados con las
manos atadas en la espalda. Además de los rehenes, se identificó a varios civiles
que no pudieron evacuar que están escondidos en baños, un mostrador de
información y tiendas.

N/T: La planta intermedia: es entre la entrada de la estación y el andén del


tren/metro. (Nota de la/el autora/autor).

—¿Los dos terroristas están cerca de los rehenes?

—Uno vigila a los rehenes, el otro se desplaza un rato y luego vuelve. Ambos
tienen un cuchillo y un rifle que se cree que es una carabina* vieja.

N/T: Carabina: Arma de fuego similar a un fusil, pero generalmente más corta y
con menor potencia de fuego.

—¿Qué hay de un francotirador? ¿Y de los explosivos?

—Oh, sí, no hay francotirador. No se pudo ver a nadie camuflado escondido


alrededor de los rehenes.
—¿Estás seguro?

—Sí. ¡Estoy seguro! También se cree que hay explosivos… El equipo de


manipulación no pudo entrar porque la entrada estaba restringida y la
seguridad de los rehenes no estaba asegurada.

Dante frunció el ceño. Era una información que mostraba la inexperiencia que su
superior había dicho hace rato. De todos modos, la situación en el lugar no parecía
haber cambiado mucho con respecto a lo que escuchó desde el helicóptero, por lo
que no había necesidad de cambiar el despliegue de los miembros del equipo.

Sin embargo, la situación seguía siendo difícil. Dante se preguntó si alguna vez fue
cómodo.

—Bien. Que el equipo de respuesta CBR y el equipo de eliminación de


explosivos estén preparados. Comienza inmediatamente de asegurar a los
rehenes. Prepárate para que tu equipo pueda entrar cuando les de la señal.

—¡Oh, sí!

—… Ve y establece el orden de los miembros del equipo para que no se topen


con nuestro equipo.

—Sí, lo entiendo.

Su aspecto inmaduro lo incomodó, y finalmente Dante le dio un consejo y regresó


con sus compañeros.

—La operación continúa. El equipo se dividirá en tres Alfa, tres Bravo, y seis
Charlie. El equipo de entrada es el quipo Alfa, su primer objetivo es matar a los
terroristas. Para el equipo Bravo, su primer objetivo es ayudar al equipo Alfa y
bloquear las rutas de escape del enemigo, usaran sus escudos. Y finalmente
para el equipo Charlie, su primer objetivo es rescatar a los rehenes, su segundo
objetivo es rescatar a los civiles.

Los miembros del equipo reunidos en círculo respondieron.

—La persona indicativa para la llamada será la misma que se especificó por el
helicóptero. En caso de emergencia, el mando pasa a Alfa Uno, luego a Alfa Dos
y Charlie Uno.

La persona indicativa para la llamada, referido a Dante, que dirige el equipo Alfa,
era Alfa Uno, y el Oficial Logan, que estaba a cargo de la misión más peligrosa, era
Alfa Dos. Bravo Uno es un Sargento de caballería militar con mucha experiencia en
el campo, y por último, Charlie Uno del equipo Charlie, que tenía pocas vacaciones
al año, era Angela.

Uno de los miembros del equipo Charlie, la Sargento Janice era la única vestida de
civil entre los doce compañeros. Dante también confirmó brevemente la operación
con ella, que es el núcleo de la operación de rescate de rehenes.

Por último, hizo hincapié en lo más importante para los miembros de su equipo.

—Excepto para el equipo Alfa, reducir al mínimo el uso de armas de fuego.


Además de los rehenes, puede haber gente normal que no haya podido escapar,
y un accidente en un espacio estrecho es fatal.

—Sí, entendido, señor.

Los preparativos para la entrada se completaron rápidamente.

De repente, el cielo estaba rojizo al final de su mirada. El día que Raphael había
esperado con tanta ilusión estaba llegando a su fin. Tal vez se encuentre entre los
soldados que se han desplegado por todo el lugar. Ni siquiera tendrá tiempo de
contactar con él, así que seguramente estará bastante nervioso.

Ha pasado un tiempo desde que los terroristas pusieron un pie en el Imperio. Si


tardaba más tiempo que ahora, era imposible saber qué harían los terroristas que
estaban dispuestos a morir. Además de los rehenes, había un alto riesgo de que la
gente que no pudo evacuar o los que estuvieran cerca, resultaran heridos.

A pesar de todo, lo que más le preocupaba era un soldado que medía más de 1.90m.

El hecho de que Raphael se convirtiera en la persona más preciada del mundo ya no


necesitaba encontrar una causa y un efecto lógico. Cada pensamiento y acción que
fluyó en él, era una evidencia.

Por lo tanto, Dante protegerá a su subalterno como Capitán y en otros sentidos.

De pie frente a sus compañeros de equipo, dijo con una sonrisa que ha dirigido al
equipo con decisión hasta ahora.

—No es nada comparado con el año pasado, que volaban por las ventanas sin
cuerda, no se pongan nerviosos. Entonces, volvamos con seguridad.

—¡Sí!

Después de escuchar una respuesta valiente, Dante se dio la vuelta y dio un paso
adelante.
Al pasar el equipo de operaciones armado, los soldados que custodiaban el interior
de la línea de control de acceso le abrieron el paso. Debido a las pancartas, los
videos y periodistas que anunciaban lo bueno que eran las Fuerzas Especiales, los
soldados también mostraban esperanzas de que pusieran fin a la situación.

Ser la unidad más conocida, en otras palabras, significaba ser la más cercana al
público en general. La imagen que el público tenía del SAG era más la de un héroe
que la de un poderoso grupo armado. Gente que salva a la gente en peligro como
ahora, que protege varios pequeños lugares en lugar de tener batallas vistosas o
victorias demasiado grandes.

No se puede decir que no se haya creado una imagen política, ya que es una unidad
con muchos Oficiales de familias aristocráticas, pero nunca ha habido una época
donde las expectativas sembradas en el pensamiento de la gente fueran ligeras.

Observando que se acercaba la estación, Dante se mentalizó.

La operación terminará de forma segura, y la cumbre celebrada a principios de otoño


terminará con éxito, aunque hubo algunas dificultades. Los ciudadanos también
serán rescatados y devueltos a sus familias sanos y salvos.

Y Dante, también se encontrará con su pequeña paz.

Llegó el momento de pasar junto a las tropas que abrieron camino.

Dante se encontró con unos familiares ojos verdes claros.

«Ah…»

Como esperaba, estaba aquí.

Los ojos de Raphael se abrieron más de lo usual cuando se encontró con los suyos.
Dante corrigió la idea de que los soldados desplegados aquí no serían reconocidos
porque llevaban cascos. Aunque su pelo rubio y brillante estuviera oculto, era
imposible que no encontrara a Raphael. Además, Raphael reconoció a Dante por el
hueco de su casco, que era del tamaño de dos dedos, y de su máscara.

Sus ojos se fijaron automáticamente en la dirección en la que Raphael se encontraba,


y su corazón se apretó con fuerza. Anteriormente, cuando los dos pasaban su tiempo
juntos en Islas, Raphael siempre le sonreía, y Dante deseaba que Raphael lo hiciera.
Por supuesto, Dante no podía desear eso en esta situación.

—…
En cambio, contrario a sus expectativas, los ojos expuestos en la máscara de
Raphael estaban curvados hasta el punto de que no se podía reconocer a menos que
estuviera frente a su rostro.

«Volveré.»

«Ya que has estado esperando mucho tiempo, esta vez terminaré el enfrentamiento
rápidamente para que puedas salir de trabajar, y eliminaré la distancia en la que
deberías haber viajado durante tres horas hasta llegar a Islas.»

Raphael, que vio los ojos de Dante, asintió suavemente. Entonces, finalmente debajo
de su máscara esbozó una sonrisa con gran dificultad. Dante, que veía el cambio de
sus ojos, supo que quería decir:

«Vuelve… por favor, tienes que regresar.”

El cachorro, que siempre estaba ocupado diciéndole que no fuera, hoy, lo despidió
con orgullo en la puerta principal. Sin embargo, en sus ojos verde claro también
había un ligero temblor debido a la preocupación que no podía ocultar.

Dante dejó atrás la figura y se situó frente a la escena.

El equipo ODA-133 estaba en las mejores condiciones para llevar a cabo la


operación, relajados por el continuo entrenamiento en el Sistema.

El equipo esperó la señal de iniciación de un soldado de Campo, que estaba


escuchando lo que había dentro con un detector de señales. El momento al que
debían apuntar era cuando uno de los dos terroristas estuviera lo más lejos posible de
los rehenes.

[—Equipo de operación, entren.]

La señal finalmente llegó. Dante bajó de forma silenciosa y rápidamente las


escaleras que conectaban a la estación. A través de esta entrada, el equipo Alfa y el
equipo Charlie entraron en la estación, y el equipo Bravo entró en la entrada opuesta
al otro lado de la calle.

Como se informó con antelación, alrededor de un cuarto de la larga planta media,


varios rehenes se reunieron en la esquina frente a la barandilla y un terrorista estaba
de pie frente de ellos.

La planta intermedia, construida para que varios transeúntes se desplazaran, no


había lugar para un escondite. Dante se detuvo detrás de la máquina expendedora de
boletos y le hizo una seña a la Sargento Janice. Estaba vestida como una ciudadana
de unos treinta años, y se adelantó en silencio al ver la señal de Dante.
Dejando atrás a los demás miembros del equipo, los dos se acercaron a los
terroristas y a los rehenes. Todavía quedaba mucha distancia, pero no había
cobertura, así que era imposible. Tenía que cubrir el resto de la distancia con sus
habilidades.

Tras intercambiar miradas, Janice salió de su escondite.

—¡Allí, quién es!

—¡Maldición!

Cuando hizo ruido de pasos a propósito, fue rápidamente atrapada por el terrorista.
El terrorista le apuntó con una pistola. Janice encogió su cuerpo y tembló.

—¡Sálvame! Yo…

—¡Levanta las manos, ven aquí!

—¡Yo, yo…! ¡Lo haré, iré, así que por favor, baja el arma! No me mates…

Janice levantó sus blancas manos y se acercó al terrorista. Cuando se confirmó que
el oponente era una mujer pequeña, la tensión del terrorista se relajó.

—Deja el móvil delante de mí y arrodíllate junto a esta mujer. Si no quieres


tener agujeros de bala en tu cuerpo, no intentes algo estúpido.

—Sí, sí…

Janice se acercó a él como si apenas hubiera dado un paso tembloroso. Por fuera,
parecía completamente aterrorizada, pero sus ojos hacia el suelo permanecían
inamovibles. Dante se escondió tras el fuerte ruido de Janice y terminó de apuntar.

Paso a paso, la distancia entre ella y el terrorista se fue acercando. Solo el sonido de
los sollozos de Janice y las pisadas de sus zapatos volvieron a escucharse en el
silencioso andén,

Siete pasos, seis pasos, cinco pasos…

Cuando le quedaban tres pasos, puso el dedo delante de sus labios hacia los rehenes
que la miraban.

—Shh.

En ese momento, Dante disparó una bala con el sonido del viento desde una pistola
que sostenía.
La bala desgarró el cuello del terrorista. Fue más superficial de lo que pensaba,
porque su postura, detrás de una columna lejana, era demasiado estrecha. La herida
fue fatal, pero no de muerte inmediata. Hizo un segundo disparo sin vacilación. Le
atravesó la parte inferior de la cara, ligeramente encima de donde le había disparado
antes. Ni siquiera pudo gritar y la respiración del hombre se detuvo.

—¡…!

Los ojos de los rehenes se abrieron de par en par al ver la sangre que salpicaba. Sin
embargo, siguiendo la señal de Janice, todos se tragaron un grito en los labios.

Janice rápidamente sostuvo el cuerpo del terrorista que caía. Tomando su cuerpo
grande con su pequeño cuerpo sin ningún esfuerzo, lo puso con cuidado en el suelo
para que no impactara. Luego, sacó una pequeña máquina de sus brazos y la colocó
sobre el cuerpo del terrorista muerto.

La luz roja parpadeó. Significaba que tenía bombas alrededor del cuerpo. Janice
asintió en la dirección de Dante.

—Objetivo neutralizado. Entra la EOD. (Unidad de Desactivación de


Explosivos).

Antes de que pudiera enviar un mensaje al exterior y obtener una respuesta, Dante se
acercó al segundo terrorista que patrullaba el interior de la estación.

Cuando hizo una señal delante de él, los miembros del equipo que se escondían se
movieron rápidamente. Los equipos Alfa y Bravo redujeron la distancia para
reprimir al terrorista desde ambas direcciones, y los seis del equipo Charlie, se
dirigieron directamente hacia los rehenes.

El equipo Charlie, incluida Ángela, condujo a los rehenes hacia el exterior. Los
entregaron al equipo de Martínez y a los paramédicos que los esperaban en la
entrada. Angela informó entonces al in-ear en voz baja.

[—Equipo Charlie, hemos terminado de entregar a los rehenes.]

—Espera.

[—Sí, Charlie está en espera.]

Sólo la desarmada Janice fue enviada con los rehenes, y el resto de los soldados
esperaron en caso de una solicitud urgente.

Angela entregó el cuerpo del terrorista al equipo de desactivación de explosivos y


comprobó que tenía la cabeza perforada como un modelo de objetivo durante el
entrenamiento. No tenía ni idea de cómo era posible ese tiro desde esa posición y
desde ese ángulo.

—La personalidad que ha tenido es la más relajada de matar a la gente…

—Al Capitán, no creo que el Comando de Guerra Especial lo deje ir por lo


menos durante 20 años.

El sargento Campbell respondió en voz baja.

Angela miró hacia el interior del segundo piso medio. Dante y los miembros de su
equipo, que entraron rápidamente, ya se habían alejado.

Pronto, se oyó el sonido de los pasos del ejército irrumpiendo en el lugar, los
equipos Alfa y Bravo rodearon al segundo terrorista.

—¡Tira el arma! ¡Levanta los brazos y túmbate!

Al escuchar el sonido icónico de la unidad antiterrorista SAG, Angela tuvo el


presentimiento de que la operación terminaría pronto.

—Levanta las manos arriba de las orejas. Dispararé si intentas hacer algo más.

El arma de Dante apuntó justo delante de la nuca del terrorista. Los otros cinco
miembros del equipo también apuntaron sobre su cabeza. Al darse cuenta tarde de
que estaba rodeado, el terrorista intentó darse la vuelta, pero ya no había lugar para
escapar.

El terrorista, que miraba a su alrededor, intentó sacar algo de la manga. Entonces


Dante, que estaba detrás de él, fue más rápido. Dante le sujetó las manos y lo
inmovilizó.

—¡Ugh…!

Los gemidos del terrorista no se hicieron esperar. Dante le hizo una señal con su
mandíbula al equipo frente a él.

—Quítenselo.

Un miembro se acercó y quitó la tela que cubría la cara del terrorista. Dante
chasqueó la lengua detrás de la máscara.

—Lo esperaba después de ver la forma en la que corría, pero…


Como mucho, tendría la misma edad que Raphael. O era más joven que él. En
realidad, es un poco más joven, teniendo en cuenta que es delgado y su cara no tiene
grasa, se ve así de mayor.

—Debe pertenecer a Bellaf*.

N/T: La/el autora/autor lo coloca como un grupo de terroristas especifico.

El terrorista abrió mucho los ojos.

—¿Dónde más habría un lugar de locos donde se lava el cerebro a jóvenes


como tú y lo envía a su muerte?

—¡No blasfemes de nosotros! Idiotas incivilizados…, ¡Ugh!

Dante se acercó al terrorista y le dio una patada detrás de la rodilla, lo que provocó
que cayera al suelo. El terrorista se sentó con las muñecas atrapadas y miró
fijamente a Dante.

—¿Vas a capturarlo vivo?

—Ya está atrapado, así que por el momento no puedo matarlo.

A pesar de que había dicho esas palabras, los miembros del equipo sabían que era
débil contra los enemigos más jóvenes. La razón por la cual fue capturado vivo y no
era capaz de dispararle en la parte trasera de su cabeza, fue porque probablemente
vio un rastro de un niño pequeño en una corta persecución.

—¡He luchado contra ustedes! Incluso si muero aquí, mi Padre me abrirá las
puertas del cielo. ¿Qué estás haciendo?

—Bien, quédate quieto. Si haces algo mal, te apuñalaran con un cuchillo.

Cuando Dante metió el brazo bajo su hombro para asegurarlo, el soldado Morphaz le
arrancó la ropa exterior con un cuchillo. Llevaba una bomba alrededor de la cintura,
como era de esperar. Los miembros del equipo le quitaron la bomba con cuidado y
la pusieron lejos, en un rincón. Mientras tanto, Dante ató al terrorista sacando una
cuerda de la cintura.

—¡Bastardos, van a caer en el infierno!

—El infierno será para los que atacaron con bombas en su cuerpo. Llévenselo.

—¡Suéltenme! ¡Ah!

Retorció todo su cuerpo y se resistió, pero finalmente lo sacaron bruscamente.


Uno de los dos terroristas fue asesinado y el otro capturado vivo. La operación se
completó más fácilmente de lo que pensaba. Dante dio órdenes a los in-ear.

—Reportando Alfa Uno. Fin de la situación. El equipo Charlie se retira. El


equipo Alfa arresta a los terroristas. El equipo Bravo se retira después de
entregar la bomba a EOD.

—Sí.

Después de completar el informe, Dante ajustó el canal del in-ear.

—Angie, soy yo. Ten cuidado cuando salgas a buscar a Martínez…

Dante, que dejó de hablar, miró hacia la escalera de enfrente. Inclinó la cabeza y
sacó del oído el in-ear. El siguiente sonido fue escuchado claramente por los tres
miembros del equipo Alfa.

—¡Abajo!

Taang.

Una bala se clavó en el pecho del sargento Morphaz del equipo Alfa. Era una bala
que volaba desde la barandilla en dirección contraria y que cayó en diagonal. Poco
después, varias balas más volaron por encima de su espalda.

El Oficial Logan escondió al sargento que recibió el disparo y Dante se escondió


detrás de un pilar con el terrorista a su lado. Se oyó una rara y dura maldición de su
boca.

«¡Martínez, has dicho que no había ningún francotirador! ¿No lo ves ahí
escondido?»

Dante apretó los dientes y cargó el arma.

—Alfa 3, ¿puedes moverte?

—Operación sostenible.

Afortunadamente, el sargento Morphaz, que recibió un disparo en un chaleco


antibalas, no parecía estar gravemente herido.

—Punto 4 emboscada de francotiradores enemigos. Equipo Bravo, establezcan


un escudo en esa dirección y muévanse al punto 6.

[—Sí.]
El eco del disparo efectuado hace un momento resonó en el interior de la estación
cerrada. La situación en la que se escondían detrás de un grueso pilar era la misma
para ambos lados. Los tres se escondieron detrás del pilar y contaron el número de
francotiradores.

A juzgar por la forma de las balas disparadas, parece que probablemente había uno,
pero en una situación de enfrentamiento como esta, la ventaja numérica significaba
poco. En el momento en que el francotirador se expuso, la dificultad de la operación,
que podría haber sido sencilla, ya había empeorado.

—El subalterno que dijo que no había un francotirador.

Logan agarró el cartucho y murmuró un poco.

—Un error de George, a pesar de haber regañado tanto a Haynesworth con


anterioridad.

—Me gustaría golpear a George. Tal vez vaya a su unidad por unos meses.

En situaciones extremas, las endorfinas están obligadas a circular en la cabeza. Ha…


Una breve sonrisa se extendió por la boca de los tres.

En ese momento, el cuerpo del terrorista que sostenía Dante se desplomó.

Cuando Dante golpeó al terrorista en la nuca, cayó indefenso al suelo. Y enseguida


varias balas penetraron en el cuerpo esparcido de la escalera.

—…

Los disparos comenzaron, y mientras Dante lo trataba de sacar de la escena, pudo


sentir un movimiento de resistencia. No era porque no quería ser arrastrado, sino
porque quería recibir las balas que volaban hacia él. Los ojos del terrorista, que hasta
hace cinco minutos miraban con ferocidad a los compañeros de Dante, están ahora
blancos y mirando al aire.

La cara de Dante, que hasta hace poco era capaz de gastar una broma, se puso
rígida.

[—Ha llegado la localización del equipo Bravo.]

—¿Es posible que entren con el escudo?

[—Negativo. Hay demasiados puntos para ser disparados de frente en el


camino al pilar.]
Aunque el equipo Bravo tiene un escudo, si pasan por delante de un francotirador en
un lugar abierto como este, el escudo se hará añicos en un instante. Esto se debe a
que, tras el análisis de que no había francotiradores, el Cuartel General de Campo
proporcionó un escudo ligero adecuado para el grado de defensa de una pistola o un
rifle de asalto.

Si hubieran sabido de la existencia de francotiradores en primer lugar, habría sido


completamente las armas para la operación.

—Equipo Bravo, vigilen la posición del francotirador contrario, y esperen


órdenes. Todo depende de Bravo Uno para hacer frente a la situación
inesperada porque es imposible captar la situación en la estación desde la
posición actual de Alfa Uno.

[—Sí.]

Dante miró el lugar opuesto y pensó en una solución. Asimismo, el sargento


Morphaz, que desconfiaba de esa dirección, preguntó.

—Capitán, ¿por qué no pide apoyo al equipo exterior?

—Si entra más gente, hay demasiadas posibilidades de que muramos todos… Y
como son soldados sin experiencia, aunque me da vergüenza decir esto, pero no
creo que sirva de nada.

Ambos asintieron en silencio a los comentarios de Dante.

—Es básico eliminar a los francotiradores de la retaguardia con un ataque


sorpresa, pero es difícil alcanzarlos por el terreno así.

—Lo sé.

“Ataque sorpresa”. En cuanto escuchó las palabras y miró hacia abajo, a Dante se le
ocurrió una forma. No parecía imposible. Sin embargo, era una decisión peligrosa.

—Alfa 2, Alfa 3.

—Sí.

—¿Qué les parece?

Señaló a la plataforma al final de las escaleras, y luego en la dirección donde estaba


el terrorista. Las dos personas entendieron lo que quería decir sin dificultad.

—Capitán, ¿se puede hacer eso?


—Es posible si te esfuerzas un poco.

—¿Lo vas a intentar?

—Sí.

Logan tenía cara de saberlo. Dante se levantó y bajó un poco su cuerpo, para
finalmente colocar sus manos sobre los hombros de los dos.

—Deben de apoyarme.

—Ten cuidado.

Dante, que respondió con un movimiento de cabeza, comenzó a dar pasos y bajó por
las escaleras. Logan dio instrucciones en voz baja a los de su equipo.

—Equipo Bravo, cuando el tiroteo disminuya, deben acercarse. No permitan


que el terrorista salga del punto 4.

[—Sí.]

—Listo para disparar Alfa 3.

Los dos hombres restantes cambiaron los cartuchos de balas y sacaron sus armas por
encima de la estructura de mármol. El francotirador, que notó señales de ataque,
cargó el arma de nuevo.

El francotirador terrorista y los dos miembros restantes del equipo Alfa comenzaron
a disparar en ambas direcciones.

¡Bang!

El ataque preventivo se inició por parte del SAG. Una bala aterrizó sobre el pilar
donde se escondía el terrorista. Entonces, el terrorista también disparó un arma a
este lado.

Bang, Bang, Bang, Bang.

Decenas de disparos resonaron con fuerza en el amplio espacio de la planta


intermedia y la segunda planta. Al mismo tiempo, las marcas de las balas se
grabaron en las paredes detrás de los pilares y los pasamanos. Los brillantes azulejos
con flores y pájaros en ellos estaban rotos y agrietados, y donde estaban los pilares
estructurales presentaban incisiones alrededor de la zona debido a las balas que
fueron incrustadas.

—Oh, demonios, de verdad.


El sargento Morphaz chasqueó su lengua.

—¿Cómo diablos es eso un arma modificada?

Era difícil para los dos disparar con precisión desde sus posiciones ocultas, sin
embargo, la modificación del arma del francotirador era peor, la modificaron para
que pudiera disparar misiles en lugar de balas.

Si se aumenta de forma ignorante la potencia de fuego y se remodela, no habría


forma de que los brazos del francotirador permanecieran ilesos. Sin embargo, como
los dos que llevaban armas suicidas, no hubo vacilación en su ataque.

—Es una locura… ¡Ugh!

Después de decenas de ataques, uno de los pilares de mármol, que pensaron que
sería un escudo, se desmoronó. Morphaz, que fue casi alcanzado por una bala que
voló justo sobre su cabeza, se sobresaltó.

—Resiste.

Dijo Logan, que seguía apretando el gatillo con calma. Morphaz recuperó
rápidamente su posición. Como respuesta a su acción, las balas llegaron desde la
otra dirección con un impulso aún más feroz. El terrorista, al ver que la mayoría del
pilar se había desmoronado, pudo pensar que tenía la victoria.

En ese momento…

¡Bang!

Un disparo sonó diferente de lo que había estado sucediendo en el tiroteo hasta el


momento. Al mismo tiempo, los disparos contra el Equipo Alfa se detuvieron.

—Vaya…

Dante dejó escapar un pequeño suspiro. El cañón roto cayó después de golpear las
botas militares mientras rodaba hacia las escaleras.

Un disparo silencioso desde la espalda del francotirador penetró con precisión por la
mitad del arma del francotirador. El francotirador abrió mucho los ojos al ver su
arma destruida.

—Levanta las manos.

Dante levantó los hombros y apuntó a la espalda del terrorista.


Se escondió de los disparos y bajó al andén, mientras sudor se deslizaba por sus
mejillas mientras cruzaba las vías del tren y subía por el otro lado. Todo lo hizo en
poco tiempo.

Estaba sin aliento porque había corrido demasiado y arriesgando la vida para llegar
por la retaguardia

—…

Dante pudo escuchar un chasquido de lengua que salía de la máscara del terrorista.
Levantando las manos, giró de repente su brazo hacia Dante. Sin embargo, Dante
bloqueó el cuchillo que sobresalía de la manga del terrorista con el rifle que sostuvo
a toda prisa.

—¡Capitán!

En cuanto cesaron los disparos, un miembro del Equipo Bravo que corrió hacia la
parte delantera del pilar como se le había ordenado, gritó.

—¡No bajes!

Dante gritó y apartó el cuchillo que raspaba el arma. La peor situación es cuando
vienen a ayudar, sacan sus armas o no pueden disparar porque tienes un aliado en
medio. En este caso, la lucha individual era mejor.

Con un agudo sonido metálico, el rifle chocó con el cuchillo del terrorista un par de
veces más. La cara del miembro del Equipo Bravo que estaba tratando de apuntar al
terrorista era de vergüenza.

—Oh, no. ¿Qué debo hacer? No puedo apuntar porque el Capitán y el


terrorista cambian de posición constantemente.

—¡Muévete! Quédate atrás. Nunca uses un arma tan precipitadamente.

Logan, Morphaz y dos veteranos del Equipo Alfa, que corrieron a través del piso
medio hasta el pilar, apuntaron tranquilamente al terrorista. Sin embargo, el
terrorista estaba tan cerca de Dante que era difícil disparar con facilidad.

—¡Ugh…!

El arma que tenía Dante estaba muy rayada. No era fácil empuñar un rifle largo en
las escaleras, donde era fácil perder la concentración.

Dante lanzó el rifle en dirección a sus compañeros y sacó un cuchillo militar de su


cintura. La hoja se enfrentó con un sonido más agudo que hace un rato. Los dos
cuchillos se agitaron y chocaron con la de su oponente.
Los ojos castaños de Dante y los amplios ojos grises del enemigo se enfrentaron de
frente. Por las arrugas alrededor de sus ojos, ciertamente parecía más viejo que el
hombre que murió primero. Es muy probable que se trate de la persona que dirigía a
los otros dos terroristas.

En ese momento, el terrorista se abalanzó sobre Dante con un cuchillo y apoyó su


fuerza. Una fuerte mano sujetó el cuello de Dante. Al mismo tiempo, Dante agarró
el cuchillo que tenía en su mano y cortó la parte superior el brazo del terrorista, al
sentir el dolor se quedó sin aliento.

—¡Ugh! ¡Buen ataque!

El cuerpo de Dante fue empujado hacia atrás y su espalda se apoyó en el pilar


estructural. Dante también se resistió retorciendo el mango del cuchillo clavado en
el brazo del terrorista. La sangre cayó del lugar donde estaba clavado el cuchillo

—Pareces joven, pero tienes mucha experiencia con los cuchillos.

Los ojos grises se volvieron delgados como serpientes. Tenía el brazo desgarrado,
pero no había señales de dolor. Dante respondió con frialdad

—A diferencia de otras personas, odio colocarlo delante de los niños.

Se apoyó en el pilar y pateó la rodilla del terrorista. Mientras su cuerpo se


tambaleaba, perdiendo el equilibrio, Dante sacó un cuchillo y lo dirigió hacia el
cuello del terrorista. Cortó el lugar donde estaba la clavícula, pero el terrorista
también atacó desde una posición inestable cuando Dante mostró una brecha, como
resultado, el brazo de Dante también fue cortado.

¡Kaang!

El cuchillo volvió a chocar con el aire. Los brazos de los dos hombres que luchaban
temblaban. Dante se quedó mirando la cara del terrorista que estaba a dos pasos de
distancia.

—¿No te da lástima que los dos jóvenes con los que viniste hayan muerto
primero?

—En las enseñanzas de nuestro Dios, cualquiera que decida unirse a la guerra
es considerado como un adulto igual. Ya no son jóvenes.

—Has venido hasta otro país a decir tonterías.

Con una respuesta mordaz, Dante empujó con fuerza la espada de su oponente. El
terrorista, que estaba a punto de ir a su lado, se apartó y perdió el equilibrio.
—¡Mierda!

Mientras caía por las escaleras, el terrorista agarró a Dante por el cuello. Dante, que
estaba a punto de quitarse las manos de su oponente, se detuvo. Al igual que los dos
terroristas anteriores, una gruesa chaqueta le llamó la atención.

—Vete a la mierda.

Los labios de Dante chasquearon. El terrorista puso más fuerza a su brazo y jaló a
Dante. Su cuerpo se inclinó hacia abajo con el terrorista sin poner resistencia. Las
posiciones de las dos personas cambiaron en el aire.

¡Boom! El suelo retumbó con un sonido.

—¡Ugh…!

—¡Capitán!

Con el terrorista encima, Dante cayó primero. Un dolor agudo llegó a su hombro,
que había recibido el peso del terrorista. Dante apretó los dientes con fuerza. Y
entonces,

—¡Ahora!

Dante, desde el suelo, agarró el cuello del terrorista que estaba encima de él con un
grito.

Una bala voló hacia la parte lateral de la cara del terrorista que estaba a punto de
reírse de lo que estaba diciendo. Fue el disparo del Oficial Logan, que esperaba
desde las escaleras. Disparó un poco arriba para evitar la mano de Dante, pero fue
suficiente para atravesar la cabeza del terrorista y atravesarla.

Con un estallido y un sonido, la sangre pegajosa salpicó la cara de Dante.

—Ugh, ugh, ugh, ugh.

La parte superior del cuerpo del terrorista, derramando su sangre se dobló hacia
abajo.

—…Alfa 2, bonito, ugh, disparo.

Dante se deslizó lentamente fuera del cuerpo del terrorista que convulsionaba. E
inmediatamente rompió la chaqueta del terrorista y liberó la bomba.
Era una bomba más fuerte que la del joven terrorista de hace rato. Si hubiera
explotado con la caída del terrorista, no solo él mismo, sino también los miembros
del equipo que estaban delante de las escaleras no hubieran podido sobrevivir.

—Ugh…

Dante apartó la bomba del borde de la plataforma. La colocó delante del dispositivo
de interferencia para que no pudiera funcionar aunque hubiera otro interruptor.

—Capitán, ¿estás bien?

—Sí, estoy vivo, pero me estoy muriendo.

—Me alegro de que estés bien.

—Estoy herido, Por favor, baja y llévame en la espalda.

—No te has hecho daño en la pierna, así que sube. Te llevaré desde aquí.

—Tienes un corazón muy frío. De verdad. ¿No viste que casi muero? Es la
importancia del Capitán.

—Morir… ¡Jajajaja!

—…

Al escuchar la risa distorsionada con un áspero gemido, Dante miró al terrorista


caído.

Hay sorprendentemente pocas partes del cerebro responsables de la vida, por lo que
la tasa de mortalidad cuando una parte de la cabeza es penetrada a distancia no era
del 100%. Sobre todo ahora que la bala fue disparada desde arriba para reducir el
riesgo que la mano de Dante fuera lastimada. Pero en cualquier caso, la cabeza…

Un golpe puede provocar una conmoción cerebral, que no es una muerte inmediata,
pero al parecer Logan había decidido una muerte rápida sin poderlo lograr del todo.

El terrorista, que apenas estaba respirando, seguía convulsionando. Pero tenía una
sonrisa incluso con la horrible cabeza perforada.

—Cuando me tomaste del cuello cuando estábamos peleando pensé que era
ridículo, pero te preocupabas de que la bomba pudiera explotar. ¿Lo hiciste
por tus subordinados?

—¿Tienes algo más que decir?


Una pistola preliminar extraída de una funda en la parte trasera de la cintura apuntó
precisamente al corazón del terrorista que había sacado la bomba. Si el enemigo no
llevara una bomba suicida, era un punto que un francotirador tenía prioridad en vez
de la cabeza. Este lugar tiene un 100% de posibilidades de morir.

—¡Jajajajajaj!

El terrorista se echó a reír. A Dante ni siquiera le gustó. Era repugnante ver a los
terroristas que hacían daño a innumerables personas sonreír satisfactoriamente como
si hubieran cumplido una causa justo antes de su muerte.

—Para un jefe que se preocupa por los demás, para un jefe que se preocupa
por sus subordinados, te daré una oportunidad.

—Qué…

—Será mejor que huyas.

El puño que mantuvo hasta el final fue finalmente liberado, y un pequeño


temporizador salió. Los números rojos en el panel se redujeron en 34, 33, 32… uno
por uno.

—Todas las bombas debían explotar, 24 horas después de salir del país.

Las palabras, y los números parpadeantes, eran obvios.

—¡Todos corran a la puerta! ¡No miren atrás! ¡Ahora!

Gritó Dante a toda prisa.

Dio órdenes a sus compañeros, pero era demasiado tarde para que subiera corriendo
las escaleras. Dante vio a los miembros de su equipo evacuar, se acercó a la
plataforma y corrió hacia la puerta de malla abierta. Mirando hacia atrás, el terrorista
sonrió.

—Eres un gran Capitán hasta el final.

No pudo hacerlo él mismo, pero al menos iba a seguir los pasos de los jóvenes que
fueron enviados primero.

Dante, que saltó a la vía, se dio cuenta de que no tenía tiempo ni para subir a la
plataforma contraria, corrió por la vía para alejarse lo más posible de la bomba.

En su mente el recuerdo que vio hace rato fue disminuyendo.

…5, 4, 3.
Finalmente, cuando quedaba el último segundo, corrió y se lanzó hacia el espacio
junto a la vía, bajo la puerta de uno de los andenes.

¡Boom!

Entonces, con un estruendo, la plataforma donde yacía el terrorista explotó en rojo.


Capítulo 13
Captain!

El Equipo Charlie, que estaba esperando a que los miembros del equipo salieran de
la estación tras escuchar la orden de evacuación, todos abrieron los ojos de par en
par cuando escucharon una enorme explosión. El suelo de al lado de la carretera
vibraba como si fuera un terremoto.

—Cap… Capitán. ¡Capitán!

Angela se apresuró a gritar desde el in-ear. Sin embargo, sólo se escuchó el sonido
de un estruendo.

En ese momento, los miembros del equipo que estaban dentro de la estación salieron
corriendo. Entre ellos no estaba Dante.

—Jefe, ¿dónde está el Capitán?

—Capitán, todavía está dentro. Ugh…

—¿Qué?

—Debería de haber evacuado. Ni el lugar ni el tiempo fueron suficientes para


detener la explosión.

Interrumpiendo a Logan, hubo un sonido adicional a sus espaldas. Las secuelas del
impacto se reportaron al exterior, provocando el derrumbe de partes del muro de la
entrada de la estación, la entrada estaba bloqueada. Logan, Angela y los demás
miembros del equipo endurecieron sus rostros.

Logan se apresuró a dirigirse al Comandante de Campo.

—El Capitán Bailey no pudo salir de la estación. Por favor, proceda con el
trabajo de rescate inmediatamente.

Después de escuchar a Logan, el rostro del Comandante de Campo en el lugar se


tiñó de asombro y decepción, y emitió una orden al equipo de rescate en voz alta.
Mientras tanto, la mirada severa de Logan se dirigió hacia el Capitán Martínez, que
estaba a su lado.

—¡Por qué se les pasó por alto la posibilidad de un francotirador!

—No, hmm. Lo comprobé varias veces.


Titubeó y retrocedió. Logan apretó los dientes.

Sí, en el SAG, hay varios Capitanes como Dante, que originalmente estaban a cargo
de los Oficiales y Suboficiales de la Academia Militar y eran tratados con dureza,
mientras que había varios Oficiales y Suboficiales que habían estado en unidades
cómodas y tenían un tiempo difícil para subir de rango incluso alrededor de un año o
más.

El rostro de Martínez se puso blanco al descubrir que la causa del incidente fue su
error fatal.

—¡Por eso he dicho que no! Hace medio año que entré en el SAG, no funcionó,
la formación, el sistema… Se suponía que iba a estar en la cumbre, pero me
obligaron a cambiar…

—¿De qué diablos estás hablando?

Incluso Angela, que había mantenido la cortesía básica hacia sus superiores,
pronunció palabras duras frente a él. En cualquier caso, ahora mismo había que
priorizar la operación de rescate, no el interrogatorio.

En ese momento, hubo una persona que salió corriendo de la fila que vigilaba el
control de acceso y corrió hacia la entrada de la estación de metro. Por supuesto, fue
detenido por las Fuerzas Especiales que custodiaban el frente.

El cuerpo atrapado temblaba como un animal capturado. Los ojos verde claro
miraban la estación de metro con incredulidad.

—Dante…

Raphael lo llamó con voz temblorosa.

***

La puerta opuesta del andén roto se abrió con dificultad desde el lado de la vía.
Dante subió, arrastrándose.

—Ugh…

En cuanto apoyó su peso en el brazo, el hombro palpitó, conmocionado por la


reciente caída.

Dante, que subió a la plataforma, cayó al suelo y estalló en una tos seca. El calor de
la explosión quemaba por todas partes, pero afortunadamente no hubo lesiones
importantes. Sin embargo, a pesar de que se protegió los oídos en la medida de lo
posible, el zumbido no cesó.
—Tengo que escuchar tu confesión, pero esto ha ocurrido…

Incluso su propia voz zumbaba como si estuviera hablando en el agua. Fue una
suerte que sus tímpanos seguían escuchando.

Dante se levantó y miró el andén de enfrente. Si hubiera habido un incendio, se


habría asfixiado, pero la estación situada en el centro de transporte estaba
excelentemente equipada con aspersores y con ventilación, por ese motivo los
sistemas se activaron al mismo tiempo que la explosión. Gracias a ello, no se
produjo un incendio.

—Llamando a Alfa 1. ¿Puedes oírme?

No hubo respuesta, ya sea por un mal funcionamiento del dispositivo, porque la red
no funcionaba debido a la explosión o porque estaba sordo. Hacía mucho tiempo que
no tenía este tipo de situaciones.

Teniendo en cuenta la fuerza de la bomba y el grado de sus lesiones, la explosión no


habría llegado a la distancia que los miembros del equipo en las escaleras, que
corrieron en 30 segundos.

Dante sacó un torniquete* del portaplacas, ató el corte que acababa de hacer, luego
sujetó el hombro palpitante y lo apoyó contra la pared, a su vez empujó sus huesos
dislocados contra la pared.

N/T: Torniquete: Es una correa que tiene una pequeña varilla, es usada para
emergencias.

—Ugh…

Por supuesto, fue demasiado doloroso que las lágrimas salieron. Era casi la primera
vez en su vida que tenía lágrimas en los ojos, excepto cuando estaba en la cama con
Raphael este año. Justo entonces, un espejo pegado en la pared lateral llamó su
atención.

—Al parecer estás llorando.

No Dante, sino alguien que ya ha derramado innumerables lágrimas este año por
culpa de Dante. En cuanto me vea esta cara, brazos y piernas, estaba seguro que se
sentaría con la boca abierta mientras lloraba. Tenía que salir lo antes posible para
tranquilizarlo y calmarlo, porque Dante estaba seguro que seguía afuera temblando
de miedo.

En ese momento, algo cayó en el casco de Dante. Eran escombros del techo. La
explosión parecía haber causado un gran impacto en el interior.
—Bueno…

Lo más rápido sería subir al piso intermedio y salir por la salida de la estación, pero
era difícil moverse apresuradamente.

Dante dio un paso adelante, mirando a su alrededor con la pistola en una mano.

Se preguntó si debía cruzar por la mitad del andén. Una sombra temblorosa apareció
en sus ojos junto a su lado. Al mismo tiempo, el sonido de su oído volvió
gradualmente, y pudo escuchar el sonido que procedía del andén.

—Huh, huh.

Era el llanto de un niño.

Dante se acercó al lugar donde provenía el sonido. Cuanto más se acercaba, más
fuerte era el llanto. Y.

—Está bien. Vas a estar bien.

Podía oír la voz de otro niño. Dante, que tenía numerosos hermanos menores,
supuso que tenía al menos unos diez años de edad, la voz era muy baja.

“¿Era un rehén?” Asumiendo que quedaban algunos después del ataque del
terrorista, Dante se acercó al andén con la pistola apuntando y sus ojos fijos.

En el suelo junto al andén destrozado, una niña y un niño estaban sentados juntos.
La cara de la niña mojada por las lágrimas, parecía tener entre seis o siete años, y el
niño, que sostenía a la niña, parecía unos tres años mayor que ella.

«…¿Son sólo niños?»

Dante se acercó a los dos niños.

—¡Oye!

La aparición de un hombre con todo el cuerpo de negro convirtió el sonido del llanto
en un grito.

—Tengo miedo, mucho miedo… Ugh…

Cuando la niña enterró la cabeza en el pecho del niño, este levantó la vista con ojos
temblorosos y se abrazó aún más al hombro de la niña.

Dante miró a su alrededor. No había señal de más personas, solo los dos niños
sentados en la horripilante plataforma por donde había pasado el ataque terrorista.
—¡Ugh… Whaaa, ugh!

El grito de la niña asustada se hizo más intenso. Había ocasiones en que los rehenes
no podían escapar, por lo que al parecer estos dos niños fueron el excepcional caso.

Dante se alejó un poco de ellos y puso una de sus rodillas en el suelo. A la altura de
los niños, se quitó el casco y se bajó la máscara negra.

—Hola chicos, hola. Soy un soldado.

—¿Eh, uh…,un, soldado? Huh.

Afortunadamente, la niña dejó de llorar y parpadeó. Dante se acercó a los niños.

—Han estado asustados en este lugar. Así que he venido a salvarlos. Salgamos
juntos.

—Señor, ¿dónde está mi mamá?

—Tu mamá salió primero y te está esperando. Debido a la gente mala, es


peligroso este lugar. Te llevaré con tu mamá.

—Ah…

Sin embargo, los niños, que habían estado aterrorizados todo el tiempo, no podían
bajar la guardia fácilmente. Dante se quitó sus gafas del casco y se rió mientras las
sacudía a la altura de la visión de los niños.

—Este es un equipo muy especial que sólo pueden utilizar los soldados. Si
alguien se pone esto y sale al exterior, puedes ver todo el Sistema desde donde
estás. Se los daré al ganador como regalo el que llegue conmigo primero.

—¡Yo, yo!

—¡Espera un momento! ¡No te vayas!

Había algo más inocente en la niña que en el niño. La niña escapó de los brazos de
su hermano y corrió hacia Dante.

—¡Tú! ¡No te atrevas a tocar a Aubrey…!

—Es pesada.

A pesar de la terrible advertencia, Dante envolvió su pequeña cabeza en unas


grandes gafas y apretó el cordón para ajustarlas a ella.
—Vaya, eso es genial. Puedes empezar una estrategia con nuestro equipo.
Pareces el más fuerte soldado que todos los que conozco.

—¿De verdad? Jejeje…

La niña no quería quitárselo aunque le pesara un poco, porque le gustaba que la


elogiaran.

—¿Puedo salir a buscar a mi mamá, al papá de oppa* y a su bolsa?

N/T: (오빠)Oppa: Literalmente “hermano mayor”, sin embargo es un término que


se utiliza por mujeres hacia hombres más mayores que ellas.

«¿El padre de oppa? ¿No son hermanos?»

La pregunta de Dante fue rápidamente resuelta por la pequeña charla de Aubrey.

—Aubrey y oppa nos encontramos en la hamburguesería de arriba, donde la


mamá de Aubrey y el padre de oppa se encontraron y comieron hamburguesas,
juntos.

—Ya veo. Entonces Aubrey tiene que encontrar a su mamá… ¿Solamente se


encontró con el papá de tu oppa?

—…

El chico asintió de mala gana mientras ponía los ojos en blanco.

—¿Cómo era tu bolsa perdida?

—¡Es blanca! Es grande. Dijo que tenía una guitarra dentro.

—Oh, papá, iba de camino a la clase de guitarra de la escuela primaria…

—Ya veo. Entonces deberías salir primero y encontrar a tu padre.

Y Dante le hizo señas al niño para que se acercara. Finalmente se acercó a Dante.

—Este es el premio del segundo lugar.

Puso el casco en la cabeza del niño. También era un poco pesado. Dante apretó bien
la correa de su casco en la barbilla del niño.

—Creo que el nombre de la princesita es la señorita Aubrey, ¿cómo se llama el


pequeño caballero?
Dante, que está acostumbrado a cuidar de los niños, rápidamente hizo que el
ambiente fuera amistoso. Aubrey, que incluso había adquirido el título de princesa,
era de su completo gusto y se sintió halagada, pero el niño todavía tenía una aguda
mirada en Dante.

—Mi… Miha…

—¡Mi oppa se llama Michael!

—¿En serio?

Dante realmente parpadeó esta vez. Estar involucrado de varias maneras con una
persona con un nombre de ángel parecía aplicarse aquí también.

El nombre del niño que conoció en este lugar es Michael. También se dio cuenta de
que había algo en el nombre de “Dante”… Parecía difícil descartarlo como una
simple coincidencia.

—¿Sus padres son del Este?

—¿Eh?

—No, porque en Islas se pronuncia como Michael*.

*N/T: La niña pronuncia el nombre de “Michael” como si nosotros al español


pronunciáramos “Miguel”, aunque es parecido en cómo está escrito el nombre, la
pronunciación varía, y por eso Dante lo relaciona al arcángel Miguel y que en Islas
la pronunciación es diferente, aunque el nombre signifique lo mismo. Es una
especie de modismo.

—Bueno, no lo sé.

—Ya veo. No lo sabes a tu edad.

Fue una respuesta vacilante, pero Dante aceptó moderadamente y no hizo más
preguntas. Rápidamente elaboró un plan de escape acariciando la cabeza de Aubrey
pegada a su muslo.

—Ahora que estamos armados, ¿por qué no salimos todos juntos?

—¡Sí!

Dante agarró la mano derecha de Aubrey, que respondió enérgicamente, y la mano


izquierda de Aubrey sujetó la mano de Michael mientras avanzaban en fila.
Con la incorporación de los niños al grupo, la opción de cruzar la plataforma
intermedia, que corre el riesgo de colapsar, ha desaparecido por completo. En el
caso de tener civiles, la primera prioridad era escapar a una ruta segura.

Aunque llevaría algún tiempo, la forma menos peligrosa por el momento era
desplazarse por la vía hasta la siguiente estación. Debido al ataque terrorista, el
servicio de trenes se ha detenido por completo, y aunque la estación se derrumbe, el
túnel excavado bajo tierra será seguro.

Los escombros y la grava que caen del techo también afectaron a la selección.
Después de ceder la protección de su cabeza a los niños, pudo sentir que algo caía
desde arriba.

Dante llevó a los niños hasta el final de la plataforma. Al empujar la última puerta
de malla, apareció un túnel negro en forma de cueva que conectaba con la siguiente
estación.

Al ritmo de los pasos de Dante, se tardaría alrededor de unos 10 minutos en llegar a


la siguiente estación, pero al ritmo de los pasos de los niños… Se esperaba que
tardaran unos 30 minutos.

Dante, que saltó primero a las vías, tomó a los niños, los abrazó y los bajó uno por
uno.

Luego volvió a tomarlos de las manos e intentó caminar, pero la mano que sostenía
se quedó quieta y el cuerpo no se movió.

—No. No me gusta este lugar.

—Ah.

—Señor, tengo miedo. Tengo mucho miedo… ¡Mamá!

El túnel poco iluminado debe de ser muy aterrador para Aubrey. La había tomado de
la mano y había llegado hasta aquí con valentía, pero el oscuro túnel subterráneo era
diferente. Aubrey, que cerró los ojos con fuerza, sacudió la cabeza llorando.

—Ven aquí. Aubrey.

Inevitablemente, Dante se inclinó y extendió los brazos. Aubrey se abrazó


rápidamente al cuello de Dante, y el cuerpo de la niña flotó y se sentó en un brazo de
Dante. Afortunadamente, Aubrey, que era abrazada por un adulto, parecía más
tranquila que hace un rato.

Pero Dante no pudo dar un paso adelante. Fue porque Michael agarró a Dante
mientras apretaba sus labios.
—…

—¿Tienes miedo?

Michael asintió mientras cerraba los ojos.

—Yo… No puedo, no puedo caminar.

—Ya veo. No pasa nada. Ven aquí también.

Dante volvió a inclinarse. Aubrey, que era relativamente ligera, fue trasladada a su
brazo herido, y Michael fue sostenido por el otro brazo. Los niños, que parecían tan
delgados por fuera, no eran demasiado pesados como para ser sostenidos de esta
manera. Así que los levantó.

«Ugh…»

Las articulaciones del hueso herido palpitaban.

Y Dante pensó. El tiempo estimado que se incrementó a 30 minutos de acuerdo a los


pasos de los niños se pudo acortar a unos 20 minutos si los lleva así.

—Chicos, como los tengo en mis brazos ahora mismo, si sale una persona mala
no puedo luchar. Así que los pondré en el suelo, tienen que correr y encontrar
un lugar para esconderse, ¿de acuerdo?

—Sí…

—Sí.

—Michael, por favor, abraza a Aubrey con fuerza como antes.

—Oh, de acuerdo.

No pasó mucho tiempo desde que entró en las vías cuando sonó un estruendo y una
vibración… La estación parece haberse derrumbado un poco más. Mirando hacia
atrás, los ojos de Dante captaron la luz de un andén lejano.

Tardará 20 minutos en llegar a la siguiente estación si caminaba lo más rápido


posible, y al menos unos 10 minutos en ponerlos en un lugar a salvo y comunicarse
con alguien para regresar de donde vino.

«Debes estar muy preocupado.»


Los miembros del equipo también debían de estar preocupados, pues al final son sus
compañeros, pero no sabía si Raphael, en particular, estaba sin aliento después de
escuchar la noticia de la explosión y su lesión.

Dante apresuró sus pasos un poco más y continuó por el oscuro camino.

Al desaparecer la luz de la plataforma que se veía a sus espaldas, no se distinguía el


camino. Había una luz que iluminaba la vía cada diez metros, pero era difícil incluso
identificar el lugar donde iba a pisar delante.

A veces, la presencia de ratas o insectos se interponía entre los pasos que caminaban
por las vías y hacía que el techo hiciera eco. Entonces Aubrey se aferró a los brazos
de Dante, y Michael tranquilizó a Aubrey diciéndole que todo estaba bien. Dante
tuvo que tragarse una sonrisa silenciosa al ver la escena frente a él.

Después de caminar otros cinco minutos más o menos, Aubrey se apoyó en el


hombro de Dante y respiraba tranquilamente. Durante varias horas, había estado
asustada y sorprendida, por lo que no era de extrañar que se quedara dormida en
cuanto se relajara un rato en sus brazos.

En ese momento, el in-ear que había estado muerto en todo momento…. Recibió
una señal.

—Ah

Pero no tenía manos. Dante llamó a Michael en su brazo derecho y dijo.

—El aparato en mi oído, ¿puedes pulsar el botón más grande?

—… Sí.

Michael levantó la mano y pulsó el botón. Pronto escuchó una voz mezclada con
sonido de interferencia. Una vez que pasó, se convirtió en un sonido débilmente
comprensible.

[—Equipo… Capitán… ¡Ciego!]

—Angie. Angie, soy yo. ¿Puedes oírme?

[—… Hombre… otros… él… cuidado…]

Angela no parecía haber oído la voz de Dante. El eco de una estructura que se
derrumbaba, similar a la de hace rato, se repitió. Ella repetía una y otra vez la
información más importante, con la esperanza de que llegara a Dante al menos una
vez.
[—Terrorista…criminal… Capitán…]

Ah. Fue un momento, pero el sonido se escuchó claramente.

[—Dentro de la estación… El terrorista asesinado… el aeropuerto… El análisis


del CCTV… La persona que fue fotografiada… Niño…]

Algo frío tocó el cuello de Dante.

[—…Una bolsa grande… Un hombre llevando un niño…]

Dante miró a un lado. Los ojos de Michael eran incomparables a los de antes. En la
mano de Michael, cerca del cuello de Dante, tenía un cuchillo.

***

¡Pak!

Con un sonido áspero, el in-ear arrancado de la oreja de Dante rodó por el suelo.
Dante, que no podía usar las dos manos, no pudo resistirse y perdió el in-ear.

—Bueno…

Dante inclinó la cabeza hacia un lado. Los ojos de Michael los siguieron. En medio
de una tensa confrontación, la boca de Dante se levantó lentamente.

—Ya me lo imaginaba.

Ante una respuesta inesperada, Michael se tragó un sobresalto y apretó la mano. El


cuello de Dante tenía una herida.

—Por mucho que un soldado sea apuñalado, duele. Te voy a dejar caer.

Pero su expresión y su tono seguían siendo tranquilos, como si un cuchillo nunca


hubiera tocado su cuello. Continuó caminando en la dirección que llevaba.

—.. ¿Por qué me has traído aquí si sabías que era de Bellaf?

Junto con la mirada afilada, también desapareció el tono de voz nervioso.

—Al principio dudé, cuando Aubrey contó sobre el equipaje. Había dos
opciones, o el terrorista llevaba a un niño para que llevara la bomba para
engañar a los demás, o el niño llevaba una guitarra más grande que él a pesar
de que su padre estaba a su lado.

—…
—De todos modos, ambos son abuso de menores, así que te llevo conmigo.

La punta del cuchillo se clavó un poco más en la piel de Dante. Una gota de sangre
se formó en la hoja.

—Desde que se me ordenó participar en la guerra, soy un adulto. Esta es mi


ofrenda como creyente y miembro de Bellaf.

Un poco más de fuerza se puso en la mano que sostenía el cuchillo. No sólo el cuello
de Dante, sino también la mano de Michael, que tenía la forma incorrecta de
sostener el cuchillo, estaban heridos.

—El Imperio ha arrebatado la tierra de nuestros antepasados mediante la


guerra, ha pisoteado el santuario de nuestros dioses y perseguido a su gente. El
Imperio merece ser cubierto de sangre y un mar de fuego como nosotros.

Dante dejó escapar un largo suspiro por la punta de la nariz. De todas las largas y
pesadas palabras que acababa de decir, ¿cuántas frases podría entender con precisión
la cabeza de un niño no mayor a diez años? La sensación de ver a niños y niñas
soldados, o jóvenes terroristas hechos por adultos, no ha cambiado por muchos años
que pasaran.

—La misión del soldado es proteger a la gente de este país, así que no pretendo
defender la historia del Imperio, como la guerra pasada. Pero…

—…

—Si yo viviera en un país que perdió una guerra hace 100 años, y se me negara
el dios en el que creo, si luchara con un cuchillo, no dejaría que un niño como
tú llevara una bomba más grande que su cuerpo.

Además, añadió:

—No quiero hacerle daño a un niño.

Asumiendo que Michael pertenecía a un grupo de terroristas, había una cosa más
que señalar. El terrorista, que debía cuidarse de exponer su rostro, habló con la
familia de Aubrey e incluso entabló amistad con los niños.

Si dudaba de él, podía notar fácilmente las instrucciones de los fanáticos dadas a
Michael, que no era útil en la batalla.

—Si hubiera visto alguna señal de amenaza, hubiera disparado de inmediato.


Pero no fue así, así que quiero sacarte y ayudarte a vivir como un niño en el
Imperio.
Michael había estado llevando bombas hasta llegar aquí, pero al final escondió a
Aubrey y la abrazó. Dante se decidió después de verlo.

—…

Los ojos brillaron en la cara de confusión.

—¡No! Sí, cuidé de Aubrey porque es más joven, pero tú eres diferente. Estoy
en el proceso de mantener mi fidelidad. Espero ser capturado por el Imperio y
ser martirizado para finalmente ir al cielo. Por favor, sálvame. Entonces,
podrás ser perdonado, después de que el Imperio y su ejército rece
miserablemente frente a nuestro Dios… Sálvame. Por favor.

El niño había inyectado en sus labios las últimas palabras que eran difíciles de
escuchar.

—Puedes ser salvado como yo. Afuera, tengo una madre cariñosa, 80 hermanos
menores, y una persona con quien he decidido salir a partir de hoy.

—… ¿Acaso me estás mintiendo?

—Todo es verdad.

—¡Ahora te estás burlando de mí…!

—Ugh…

Aubrey se removió como si el ambiente fuera ruidoso para dormir. Luego se inclinó
más en los brazos de Dante. Cuando la mano de Aubrey se acercó, Michael se
apresuró a quitarle el cuchillo del cuello.

Dante levantó a los dos niños un poco más, haciéndolos saltar.

—¡Ah!

Michael, que estaba nervioso, soltó el cuchillo, y Dante pateó la daga en el suelo, del
tamaño de la palma de la mano. Michael está a punto de gritar a Dante.

—¡Ugh…!

—Lo siento, lo siento. Se una buena niña. Vamos a dormir un poco más.

Aubrey, completamente dormida, se quejó en sueños. “Shhh…” La boca de Michael


se cerró cuando cambió el ambiente de su voz en un instante para calmar a Aubrey.
De nuevo, Aubrey se calmó y Dante se rió.
—Tienes que estar tranquilo. Vas a despertar a la princesa.

—…

—Y además, tengo lastimado el hombro, así que no puedo cargarlos por mucho
tiempo, así que por favor, déjalo pasar cuando vuelvas a ponerme un cuchillo
en el cuello.

Un sudor frío recorrió por la mejilla de Dante. Pensó que estaría bien por un tiempo,
pero su brazo lastimado que sostenía al niño le dolía bastante. El dolor de la herida
en el cuello no le molestaba mucho. Sin embargo, Dante escondió la señal de dolor y
avanzó.

—Entonces, ¿continuamos con nuestra charla? Michael, tienes que salir de


aquí con Aubrey y conmigo.

Michael también se dio cuenta tardíamente del estado de Dante. En cuanto intentó
decir algo, Dante dijo primero:

—En realidad, no importa lo que digas, te voy a obligar a salir.

Dante cerró los ojos con fuerza y los abrió enseguida, limpiando el sudor de las
comisuras de sus ojos.

—Puede que lo hayas adivinado, pero no hay forma de que vuelvas al lugar de
donde viniste.

Algunos de los terroristas que trajeron a Michael fueron capturados en el aeropuerto,


y el resto fueron eliminados por el equipo de Bailey. Habló indirectamente, pero
Michael entendió el significado.

—Si realmente no te gusta, entonces piensa que me estás utilizando para


sobrevivir aquí.

—…

—En primer lugar, lo primero que tienes que hacer es continuar conmigo,
bajar la guardia y después, tienes que buscar una oportunidad para
apuñalarme por la espalda golpeando la parte superior de mi cabeza.

Cometió el raro error de dejar caer el pie entre los carriles de las vías, quizás por su
falta de concentración con su fuerza física. Aunque su cuerpo tropezó, en ese
momento dio fuerzas a sus brazos para que los niños que sostenía no cayeran.

Sin embargo, el hombro que sujetaba a Aubrey temblaba, quizá demasiado. Al


observarlo, Michael presionó su hombro palpitante con una pesada mirada.
—Esto es… Es difícil ver esa actitud del Ejercito Imperial que protege a la
gente del Imperio, como mencionó antes.

—Ese es un punto inteligente. Es verdad que mi actitud es diferente del Código


de Conducta del SAG, pero no puedo evitarlo. Muchos de mis hermanas y
hermanos son menores, como tú, así que si sigo las reglas, me arrepentiré por el
resto de mi vida.

Dante, que fue abandonado al poco tiempo de nacer, no tenía malos recuerdos de los
adultos. Sin embargo, los niños que llegaban a la iglesia a la edad de Aubrey o de
Michael, solían llegar con cicatrices.

—Bueno, no se me ocurre nada para convencerte, porque no soy un negociador


profesional, pero no te voy a dar opción, así que no quiero morir en un sitio así
a esta edad, salgamos y vivamos.

—…

—Sería mejor que pensaras en confiar en la persona que te sacó de este lugar,
en lugar de la que te hizo cargar una bomba.

Una onda de duda se extendió a través de los ojos de Michael. Era la evidencia de
que muchas de las creencias que se inyectaron a la fuerza habían desaparecido casi
por completo.

Se tocó los labios y giró ligeramente el cuerpo.

—Bájame. Caminaré por mi cuenta. No voy a huir.

—Sí, buena idea. Ni siquiera estabas tan asustado, ¿verdad?

—Sí.

—No eres muy bueno actuando.

—…No pude evitarlo. No sé cómo se comportan los niños de esta edad, pero no
puedo hacerlo como Aubrey.

—Ahora, vamos a salir y aprenderás a comportarte como un niño.

El niño no dijo nada más, tan solo tomó la mano de Dante y siguió caminando. Por
ahora… sentía que lo había persuadido con seguridad. Afortunadamente.

De hecho, no era sólo por pensar en sus hermanos menores que mantenía a su lado a
un niño que creía que estaba en el mismo equipo que el terrorista y seguía diciendo
palabras largas que ni siquiera entendía. Otra razón fue por el nombre del niño y
alguien asociado a sus ojos verdes. Su apariencia y personalidad eran diferentes,
pero cuando se encontró con él por primera vez, sacudió los ojos de Dante.

‘Capitán… Capitán…’

En fin… Ahora, cuando veía algo bonito, encantador o lamentable, recuerda


naturalmente su rostro.

«Por cierto, espero que ese “alguien” no esté llorando en estos momentos. Le dije
que no jugará con las banderas de la muerte como si nada en la mañana. Pero
solamente se preocupó más.»

—Debí haberlo consolado antes de entrar.

—¿Qué?

—Oh, ya lo sabes. Bueno… La persona que mencioné antes con la que voy a
empezar a salir a partir de hoy.

—¿Qué clase de persona es?

—Qué tipo de persona es… Es más joven. Es lindo y amable.

—…

Ahora que Dante lo pensaba un poco, ¿acaso esto también era una bandera de la
muerte? Arrepentirse de que debió de haber sido amable con su amante (futuro), o
hablar de su amante a otras personas en un momento crítico… No, ahora no es el
momento de que Dante pensara eso, solo esperaba que Raphael no tuviera los ojos
hinchados de tanto llorar.

Afortunadamente, Michael no preguntó más. Parece que estaba más interesado en la


palabra «salir» que en Raphael.

—Ah.

Dante levantó la cabeza. La sombra se levantó en la cara que había estado inclinada
todo el tiempo para hacer contacto visual con los niños, y el contorno de esta se
reveló después de un largo tiempo. Mientras la mirada de Michael se distraía con la
cara de Dante, se dio cuenta de algo. Dante sonrió y murmuró hacia él:

—Este túnel está bien construido.

Afortunadamente, esta vez no era una bandera de la muerte. Si tuviera que decirlo
con más precisión, era más bien una bandera de salvación.
***

El aire exterior que encontró mientras caminaba por el pasillo húmedo era
refrescante. Sin embargo, después de permanecer en la oscuridad todo el tiempo,
tuvo que entrecerrar los ojos debido a la luz que entraba.

Tennessee era un importante centro de transporte, donde se cruzaban varias vías de


todo tipo. Lo que Dante descubrió fue un pasaje en el túnel utilizado para reparar los
trenes.

Al subir las chirriantes escaleras de hierro, los tres se encontraron con los soldados
que custodiaban la entrada de tierra. También parecían avergonzados por no saber
que un hombre con un traje negro saldría de allí.

—Este es Dante Bailey, Capitán del SAG, ODA-133.

—Oh, sí, sí…

No sabían que era el Capitán que había desaparecido durante una misión
antiterrorista y que habían recibido la orden de buscarlo. Al escuchar la
presentación, se apresuraron a bajar las armas.

—¿Puedo darle a la niña?

—¡Oh, sí!

El soldado aceptó a la dormida Aubrey de los brazos de Dante.

—Capitán, ¿acaso ese niño no es…?

Los demás miraron atentamente a Michael junto a Dante con ojos despectivos.
Parecía que la descripción del niño, que iba junto a un grupo de terroristas, ya se
había transmitido. Dante puso las manos en los hombros de Michael, que tembló de
miedo.

—En primer lugar, hay que hacer una investigación. Pero yo testificaré que no
hiciste daño a nadie, así que no serás castigado.

—…

Michael asintió con la cabeza, como si pensara que podía ser liberado tan
fácilmente.

—Y hay algo en que mentí antes. Si hubiera visto alguna señal que quisiste
herir a alguien, no te habría disparado. La misión principal del Ejercito
Imperial es proteger a su pueblo, pero también es una organización que firmó
el Tratado de Paz Mundial. Para los niños, su principio consiste en capturarlos
vivos en lugar de matarlos.

Dante se agachó y se puso a la altura de sus ojos.

—Si estás involucrado en un crimen por culpa de un adulto, es natural que


otros adultos vivan de forma diferente.

Le dio una palmadita a Michael en la cabeza, que estaba acariciando sus ojos.

—Me encantaría que crecieras donde yo crecí. No todos los lugares del Imperio
son buenos para vivir, pero es un lugar muy bonito. Tienes que intentar vivir
en un lugar donde no hay cuchillos ni bombas.

Dante añadió:

—Con la incorporación de Aubrey y mi testimonio, la investigación no será tan


larga. Cuando termine, iré a verte en persona.

—… Sí.

Michael miró a Dante con ojos grandes.

—No pude verlo en la oscuridad, pero se veía así.

—¿Por qué, soy más feo de lo que pensabas?

—…

Al final, no contestó.

Los soldados esposaron las pequeñas muñecas de Michael y lo guiaron. No hubo


ninguna represión dura, ya que el niño los siguió sin oponer mucha resistencia. En
primer lugar, la Ley Imperial tenía muchas disposiciones indulgentes para los niños.

—Adiós, pequeño caballero.

Michael miró hacia Dante. Y dijo mientras se relamía los labios.

—Tengo doce años.

—Es una pena. Si hubieras tenido un año más, tendrías que haber caminado
con tus propias piernas sin oponerte.

Dante lo cargó porque creía que tenía unos diez años por ser tan pequeño. Al mismo
tiempo, podía adivinar lo desnutrido que estaba. Sin embargo, no había ninguna
razón para ser amable con un chico de más de 13 años.
—Bien, nos llevaremos al niño. Nos vemos de nuevo.

—… Sí.

En lugar de ir al equipo de rescate, Dante lo despidió y preguntó dónde estaba la


entrada a la estación. Afortunadamente, escapó a la mitad de camino de la estación y
no estaba lejos de su ubicación inicial.

Un soldado guió a Dante con una mirada de asombro.

Mientras se dirigía a la entrada de la estación, Dante miró a su alrededor,


desconcertado. Aunque estaba casi oscuro, en toda la zona había más luz que a plena
luz del día. En particular, todo tipo de luces y sirenas parpadeaban alrededor de la
escena donde ocurrió el accidente. Había un coche de bomberos, unas cuantas
ambulancias… ¿Qué es eso? ¿Una grúa? Incluso había equipo pesado. Parecía que
estaba dispuesto a demoler la estructura y construir una nueva. Mientras estaba
dentro, parecía haber una gran conmoción fuera de la estación.

—La estación… es una locura.

—Sí. La bomba explotó y parte de la historia fue destruida por las secuelas.
Afortunadamente, no hubo víctimas tras la explosión, pero no pudimos
encontrar a una niña y un Capitán, por lo que se está llevando a cabo la
operación de búsqueda.

—¿Suelen hacer ese tipo de búsqueda?

—Mi Comandante de batallón también estaba desconcertado, pero dijo que


había sido enviado por un superior lejano.

Dante pensó que la estación había explotado, pero no sabía que había una respuesta
tan seria fuera. La gente de fuera debía estar más preocupada de lo que él esperaba.

Dante avanzó un poco más y se acercó a la estación. Hace unas horas, se había
acercado a la entrada de la estación y alguien lo había visto con una mirada nerviosa.
Cuando Dante llegó, había uniformes militares y escenas militares conocidas. Y
alguien, con una estatura especialmente destacada y pelo dorado también se
encontraba allí.

Como era de esperar.

«Oh, ese idiota.»

Dante vio que sobresalía al frente de las filas. Pero ahora, se alegró de ver su
negligencia del deber, así que caminó con una gran sonrisa.
Era un poco tarde, pero el «hoy» que había estado esperando aún no ha terminado.
Dante tuvo que presionar sus pies para evitar correr hacia adelante inmediatamente,
y trató de caminar tranquilamente para que el soldado que estaba a su lado no
sospechara.

La distancia se hizo más cercana, y ahora se podían identificar las voces familiares.

Cuando por fin se escuchó la voz de Raphael, Dante no tuvo más remedio que
detener sus pasos. Al mismo tiempo, Raphael cayó de rodillas al suelo.

—¡Dante! ¡Ugh! ¡Dante! ¡Por favor, sal! ¡Dante, Dante! ¡Capitán! ¡Ugh, huh!

—…

Las luces brillantes encendidas frente a la entrada de la estación aumentaron la


sombra de Raphael como la de un actor en el escenario. Como si fuera una escena
culminante de una obra, el bello actor, que estaba solo en el centro de atención,
sollozó con fuerza. Era una voz triste, como la de un ángel que ha sido testigo de la
triste verdad de este mundo que nunca había conocido.

—¡No, no! ¡Dante!

Los ciudadanos que pasaban por la línea de control de acceso se tapaban la boca y
derramaban lágrimas. Incluso los soldados que custodiaban la zona quedaron
impresionados por su desesperación y pusieron una expresión de tristeza.

Y Dante parpadeó.

«Estoy vivo.»

—¡Llévame a mí también contigo! No quiero vivir. ¡Capitán! ¡Capitán!


¡Llévame contigo también!

«¡Oye! ¡Oye! ¿A dónde vas a ir?»

Dante se quedó con la boca abierta.

Los miembros del equipo que sostenían a Raphael, que estaba luchando, también
parecían avergonzados por el ambiente.

—Haynesworth, el Capitán debe de estar vivo. Seguramente será evacuado…

Pero la voz quedó enterrada bajo el grito lastimero de Raphael. La garganta de


Raphael estaba ronca como si hubiera estado gritando durante mucho tiempo.
En ese momento, el Jefe de equipo del Comando de Campo se acercó por detrás y
tocó el hombro del miembro de equipo que estaba deteniendo a Raphael. También
dio con una expresión triste en su rostro:

—Solo… déjalo estar triste

«¡Oh, no! ¡Solo estoy herido un poco, no es fatal…!»

Ahora, incluso algunos de los miembros del equipo fueron influenciados por la
atmósfera de Raphael y sus ojos comenzaron a enrojecer.

Los miembros del equipo que escaparon tarde no podían saberlo. Las posibilidades
de supervivencia de Dante son muy… Bastante… Altas. Sin embargo, la atmósfera
creada por un rostro de ángel puro que soporta todas las dificultades del mundo y
pide perdón a Dios, era abrumadora

—Haynesworth, el Capitán, era un buen hombre…

El sargento Campbell, que sostenía el hombro de Raphael, se derrumbó a su lado.

«No, Angie, ¿por qué lloras?»

A unos diez pasos de la escena empapada de tristeza, Dante se preguntó si debía


golpearse la cabeza y desmayarse en el acto.

—Oye, ¿no les vas a llamar, Capitán?

—… No soy yo.

—…

Para fingir que no lo sabía, se presentó con orgullo como el jefe de equipo del SAG
ODA-133 frente al pasillo. A diferencia de sus pasos ligeros de hace un rato, Dante
avanzó con dificultad.

Cuando se encontró con su rostro, la sorpresa se extendió en las caras de los


soldados que le rodeaban. Se sintió como un astronauta que acababa de aterrizar de
una nave espacial. Dante quiso que miraran a otra parte…

Dante dio un paso torpe y se colocó detrás de sus compañeros. Los que lo
encontraron hicieron varias expresiones faciales. Incluso el Oficial Logan se
emocionó tapándose la boca… Ah, estaba sonriendo con una cara roja.

—¡Dante! ¡Whaaa!
Mientras tanto, la tristeza de Raphael continuaba. Dante acabó cerrando los ojos con
fuerza y siguió caminando. Hasta que al final, golpeó su ancha espalda con
vergüenza.

—¡Oye, tú, ya eres un hombre! ¿Cómo llamas a tu superior como Dante?

Raphael se dio la vuelta. Los ojos de la cara, que estaba arruinada por las lágrimas, y
la boca estaban muy abiertos. Se levantó de un salto de su lugar.

—Uh, uh, uh…

Las lágrimas caían de los ojos muy abiertos y se deslizaban por las mejillas. De pie
frente a Dante, Raphael extendió sus manos temblorosas hacia su rostro. Las yemas
de diez dedos tocaron ambas mejillas con mucho cuidado.

El rostro de Raphael se distorsionó. Las lágrimas caían cada vez más rápido como la
lluvia.

«Tengo que detener su llanto…»

Su plan fue rápidamente frustrado por Raphael, que encerró a Dante en sus brazos.
Sus brazos temblorosos sostenían a Dante desesperadamente.

—¡Ugh, Capitán, Capitán…!

Raphael lloró amargamente como si las pocas horas de separación hubieran sido
largas décadas.

Al escuchar el llanto en sus oídos, Dante finalmente relajó su cuerpo que había
estado tenso todo el día de hoy.

Los brazos de Raphael estaban tan calientes que no se podían comparar con las frías
vías subterráneas, y sus brazos eran lo suficientemente duros como para soportar el
peso del Capitán de operaciones que había estado cargando todo el tiempo.

Corrió delante de los miembros del equipo y caminó por el largo túnel con dos niños
a su lado, y finalmente se derrumbó en el suelo. Sosteniendo a Dante en sus brazos,
Raphael cayó junto con Dante. Raphael soportó todo su peso, por lo que no hubo
impacto en el cuerpo de Dante.

Dante apoyó la cabeza en el hombro de Raphael. Tenía la fuerte sensación de alivio


por haber regresado con vida. Sus ojos estaban lo suficientemente calientes como
para cerrarse solos. Rodeó la espalda de Raphael con sus brazos y la acarició.

—Estoy bien, Raphael.


—Dante, ugh, Capitán, yo, estaba muy, muy preocupado. Ugh, la bomba
explotó, pero no saliste de allí, ugh, yo estaba…

—Gracias por esperar. ¿Por qué estás llorando así?

—Oh, te dije que no te hicieras daño. Y tú, solo… bandera de muerte… Arg, lo
que sea, ugh…

—De acuerdo. Lo siento. Lo siento. No llores. Me equivoque, ¿Cómo puedes


llorar así en un lugar lleno de gente? Detente.

—Hmm, me detendré… Ugh…

Raphael, que siguió las palabras de Dante, cerró la boca con fuerza y se tragó las
lágrimas. Su barbilla se arrugó como una nuez mientras trataba de retener sus
lágrimas que salían. Desgraciadamente, tenía una cara un poco rara, así que Dante se
rió suavemente. Y le limpió las lágrimas de las mejillas con ambas manos. Entonces,
menos de 30 segundos después del llanto, su boca se abrió.

—Ugh… yo… no puedo parar de llorar…

—Oh, de verdad.

Dante envolvió la cabeza de Raphael con un brazo y miró por encima del hombro a
sus compañeros de equipo. Un total de once personas. Todos estaban allí.

—No tengo más remedio que dar una sesión informativa así. Todos estaban
nerviosos. Ha sido un día muy largo. Sí, ha sido difícil desde el amanecer.
¿Hubo algún herido?

—Uno de mis compañeros resultó herido.

—¿Quién?

—Usted, Capitán.

—Jaja… Eso es un alivio.

Raphael murmuró con tristeza en el hombro de Dante diciendo: “No es un alivio en


absoluto.”

—O lloras o regañas.

Entonces gimió en silencio y abrazó más fuerte a Dante. Su cara, sus brazos y su
espalda seguían temblando mucho, como si el shock no se hubiera calmado. Sentía
pena por hacer que se preocupara tanto por él que ni siquiera podía decir: «Deja de
abrazarme».

Como era el más joven que había pasado por el equipo, todos los miembros del
equipo parecían aceptarlo con simpatía. Gracias a esto, Dante sostuvo a Raphael y
continuó con la sesión informativa.

—Sub-capitana, ¿hubo algo inusual de lo que debiera informarme mientras


estuve fuera?

—Lo había, pero se acaba de resolver.

Angela señaló a Raphael en los brazos de Dante con la punta de los dedos. Dante
sonrió y le alborotó su pelo rizado sobre el hombro.

—¿Además de eso?

—No hay nada más. Por favor, cálmalo de inmediato.

Raphael humedeció el hombro de Dante antes de darse cuenta. A pesar de que


lloraba, su abrazo seguía siendo fuerte. Al parecer, Raphael no tenía intención de
dejar ir a Dante hasta que el miedo de casi perderlo desapareciera.

Dante miró al cielo con un suspiro. La forma de la media luna brillaba claramente
como si fuera un día claro. Incluso en medio de esta conmoción, todo se sentía
tranquilo. Con él, el cuerpo se debilitaba cada vez más.

Hizo una seña a sus compañeros y señaló la ambulancia.

—No puedo. Que alguien llame a una camilla.

—¡Sí!

—Raphael, detente.

—…

—Bueno, en realidad me rompí ese hombro.

—¡¿Qué?!

Raphael apartó la cabeza rápidamente. Mirando su cara absurdamente distorsionada,


Dante soltó una risa y señaló el otro hombro.

—Es mentira, es este.


Una camilla llegó al lado de Dante. Se acostó en ella como si se hubiera caído. No
tenía fuerzas para sentarse, por ese motivo se apoyó en el cuerpo de Raphael que
recién sollozaba. Tenía un terrible dolor en el hombro, y estaba tan somnoliento que
no podía darle importancia.

Varios ojos se acercaron a él mientras estaba acostado.

—Jefe, voy a dejar al equipo en sus manos. Angie, ven conmigo. Por favor,
escucha todo lo que voy a decir y a mostrarte, así que necesito de tu ayuda.

—Sí.

—Y Raphael, tienes que volver.

—Capitán…

Raphael miró a Dante con los ojos llenos de miedo. Esta vez, no podía verlo con
madurez en absoluto, pero Raphael agarraba el extremo de la camilla con cara
de «yo también quiero seguirte». Dante sólo movió sus labios sin emitir ningún
sonido.

“Raffy.”

—¡…!

Raphael contuvo la respiración. Sus labios se llenaron de palabras. Pero había tanta
gente que no podía decirlas y así que solamente se limitó a ver a la persona en la
camilla. Dante le dio un golpecito en el dorso de la mano que tocaba su dedo.

—Nos veremos pronto.

—Sí.

Raphael dio un paso atrás.

La camilla que transportaba a Dante entró en la ambulancia, y cuando Ángela subió


a ella y se sentó, la puerta se cerró. Dante cerró los ojos felizmente.

—Capitán…

La llamada de Angela se escuchó con el arranque de la ambulancia.

—Sí. ¿Qué pasa?

Cuando volvió a abrir los ojos, ella bajó la mirada y se cruzó de brazos. Tenía una
mirada significativa en el rostro que había visto con anterioridad.
—Por casualidad…

Sus ojos se volvieron un poco más finos.

—¿Estás saliendo con Raphael Haynesworth, en vez de Camila Haynesworth?

—…Ah, uhm… sí

Después de todo, Raphael se precipitó hacia él con demasiado afecto, era imposible
que no lo supiera.

—Lo pregunté con algunas dudas, pero… Me sorprende oírlo directamente de


la boca del Capitán.

—…Raphael, es muy evidente, ¿no?

—No. El Capitán lo hizo evidente.

—¿Yo?

—Haynesworth, al principio era una persona que seguía al Capitán como un


patito, y pensamos que debía de estar conmocionado porque era la primera vez
que experimentaba algo así. Por cierto…

Las comisuras de su boca se levantaron.

—Mirando la mirada en tu rostro cuando consolaste a Haynesworth, sería una


tonta si no lo hubiera notado.

—…No hay tal cosa.

—Eso es cierto. Lo he visto todo.

Dante finalmente giró su cálido rostro con torpeza, suspirando y dejando de lado su
relación secreta. Pudo sentir una mirada punzante a su lado.

—¿Desde cuándo empezaron a salir?

—…Lo he estado conociendo desde las vacaciones, después de haber regresado


de la operación en la frontera.

—Oh, ¿es por eso que el Comandante en Jefe te llamó su yerno? No por Camila
Haynesworth, sino por Raphael Haynesworth.

—Oh, sí… Es cierto.

—Haynesworth… es mucho más abierto de lo que pensaba.


—Sí.

Angela no podía saberlo, pero Haynesworth era en realidad varias veces más abierto
de lo que le sorprendía ahora. Recordó su primer encuentro con la familia
Haynesworth después de mucho tiempo, aún era impactante el recuerdo.

Angela suspiró largamente. Dante puso una excusa poco convincente, diciendo:

—No, ya no es un subordinado directo, así que puedo salir con…

Entonces Angela, que se puso la mano en la cintura, declaró con orgullo.

—Haynesworth va a tener muchos problemas.

—¿Por qué?

—Siento que he perdido a mi hermano mayor, ¿qué pasa con los miembros del
equipo que han estado conmigo desde que me uní al equipo del Capitán?
¿Sabes cómo se han de sentir?

Una sonrisa aterradora apareció en su cara, lo suficiente como para que Dante
sintiera un hormigueo en la punta de las yemas de los dedos.

—Por favor, dile que se prepare.

[FIN DEL VOLUMEN 2]


Capítulo 14
Darling
El atentado terrorista que conmocionó al Imperio se saldó sin un solo muerto gracias
a los miembros de las Fuerzas de Operaciones Especiales del SAG. El SAG, que
reprimió con valentía a los terroristas, ha recibido muchas más veces la atención que
recibió el mes pasado gracias a los simulacros de entrenamiento. Los militares no
desaprovecharon esta oportunidad y trataron de promover la imagen de los militares
dedicados a su país y a su pueblo.

Por supuesto, aunque la organización se esforzara, no mejoraba mucho al momento


de poner el himno nacional y las canciones militares en BGM* en los videos
grabados como una composición honesta. Sin embargo, esta vez se produjo una
escena muy conmovedora al final de un vídeo en especial, lo que se convirtió en una
propaganda bastante buena.

N/T: Música de fondo.

Gracias a esto, después de transmitir el vídeo, el canal de televisión de la Defensa


Nacional tuvo un periodo de auge, que no lo había tenido desde la transmisión de la
coronación del Emperador. El protagonista era el Capitán del SAG, que volvía a
casa tras completar su misión en la estación donde explotó la bomba y era abrazado
por sus compañeros como un héroe.

—¿Sabía que tenía un hombro dislocado? Al ver las radiografías, y mirando el


cuadro óseo, al parecer no es la primera ni la segunda vez que ha recibido un
duro golpe en ese hombro. Al parecer, que se haya dislocado parece un hábito.
Si es una urgencia, debe acudir al hospital lo antes posible. Y si mira aquí, se ha
roto el omóplato. Puede recuperarse poco a poco en unos meses, pero
recomiendo la cirugía y la recuperación total después de la operación.

—Oh, si la recuperación natural es posible, esperemos a ver…

—No.

Las palabras de Dante fueron cortadas en seco por Angela.

—Esta persona es alguien que se esforzará por entrenar y no se hará un


chequeo diciendo que sus hombros están bien sin ninguna lesión. Por favor,
póngalo a la sala de operaciones de inmediato.

—…Supongo que elegí al tutor equivocado.


—Me encargaré de todo el proceso de hospitalización, incluso de la baja por
lesión, así que Capitán, por favor, descansa un poco. Doctor, ¿puede ponerlo a
dormir bajo anestesia ahora?

—Voy a dormir por mi cuenta.

Por esa razón, Dante se encontraba con los ojos cerrados, sin saber que su aparición
en escena se estaba difundiendo ampliamente por todo Islas. Gracias a un trato
especial por parte del hospital, la intervención quirúrgica de Dante pudo haberse
fijado a las pocas horas después, sabiendo que el paciente era la figura principal en
la resolución de los atentados terroristas.

Después de unas tres horas de cirugía, cuando despertó de la anestesia tras pasar por
la sala de recuperación, era mediodía con un sol brillante sobre el cuerpo del
paciente. Una gran mano acariciaba la cara de Dante, que acababa de despertar.

Lo primero que pudo ver fue un pelo rubio brillante, y luego unos ojos verdes claros
llenos de preocupación.

«Raphael.»

Quiso decir su nombre primero, pero la anestesia aún no se había ido del todo, así
que sus labios no se movieron tanto como pensaba.

—¿Estás despierto? ¿Estás bien?

—…

—Capitán…

Dante pensó mientras miraba la bonita cara, que estaba borrosa.

«Oh, ¿cómo puedo querer burlarme de ti nada más abrir los ojos…?»

Solo habían pasado tres horas, no es que haya adelgazado en ese tiempo, solamente
había tenido una cirugía en el hombro. Pero Raphael lo veía como si el paciente se
sometiera a la cirugía más dura del mundo.

—¿Quién… eres tú? ¿Dónde estoy?

Preguntó Dante como si fuera el clímax de la crisis de una película. Sorprendido,


Raphael tomó un respiro tembloroso.

—Sí, esto es una habitación de hospital. Te hirieron gravemente y te


trasladaron aquí. Y yo…
Agarró la mano de Dante.

—Soy… el que prometió casarse contigo.

—¿Quieres engañarme?

—¡Ah, Capitán!

Dante sacó su mano capturada. Aunque se había sometido en toda su vida a varias
cirugías, era la primera vez que estaba comprometido después de abrir los ojos.

Raphael, que había sido atrapado en su vergonzoso plan, se encogió de hombros en


lugar de estrechar las manos como de costumbre.

—¿Qué? ¿Sabías que era una broma y la aceptaste?

—Sí. ¿Quién pierde la memoria después de una cirugía de hombro?

—… Sí, es cierto.

Las sonrisas se extendieron entre las dos personas que estaban de frente.

Raphael se levantó y pulsó el botón de llamada del médico. Con el botón en la parte
superior izquierda de Dante, el cuerpo de Raphael, que estaba en el lado derecho de
la cama, se acercó a su cara.

Mirando desde un ángulo extraño después de mucho tiempo, unas largas pestañas y
unos gruesos labios llamaron su atención. Un joven enfermero preguntó qué ocurría.
Raphael tan solo respondió: “el paciente está despierto.” Al oír la respuesta de la
persona, Raphael volvió a sentarse.

Dante se dio cuenta de repente que el atuendo de Raphael era un uniforme militar.

—Por cierto, ¿no es viernes? ¿Por qué estás aquí a estas horas?

—Me he tomado medio día libre. Pasé por la unidad por la mañana para
ocuparme de mi trabajo y vine después de arreglar algunos asuntos.

—¿Qué? Algo pasó en la jurisdicción, y eso no es algo bueno. Debes tener


mucho trabajo qué hacer…

—Hoy no me regañarás, Capitán.

Las cejas de Raphael estaban ligeramente curvadas, y sus labios se adelantaron


tanto.
—Me tomé un descanso con la misma mentalidad que el Capitán vino
voluntariamente a reprimir el ataque terrorista. Fui a trabajar a la unidad por
la mañana porque me vi obligado a hacerlo, pero solo estaba preocupado por ti.
Así que, Capitán, no deberías regañarme hoy.

—…

Al final, Dante no tuvo más remedio que tragarse lo que iba a decir. En términos de
angustia mental, Raphael, que había estado esperándolo impacientemente fuera de
toda la operación, fue el más afectado que Dante.

—¿Te preocupaste mucho?

—Cómo puedes decir eso…

Bueno, podía adivinar con sólo mirar los ojos todavía hinchados. Después del triste
llanto, todavía había un sonido rasposo en la voz.

Pronto, el médico entró y comprobó la zona quirúrgica y le dijo que estaba bien
emparejada.

Era un gran médico, pero de alguna manera parecía más cauteloso que ayer. A su
lado, Raphael asintió, escuchando con más atención que Dante los progresos y las
precauciones.

—Tiene que estar hospitalizado durante tres días más debido a una reacción
inflamatoria. ¿Seguirá utilizando la habitación del hospital durante ese tiempo?

—Sí, así es.

Fue Raphael quien respondió.

—Debe asegurarse de tomar los antibióticos después de las comidas y no


exceder demasiado el hombro izquierdo. Tiene que descansar.

—Sí.

Esta respuesta también la dio Raphael.

El médico salió, y Raphael ayudó a ponerle la camisa a Dante de nuevo. Sólo


entonces, Dante miró a su alrededor, que no había visto antes, por prestarle atención
a Raphael.

«No, espera… ¿Qué es este lugar?»


—¿Sabes cómo está tu cuerpo ahora? Aquí hay una herida de un cuchillo, aquí
está roto, aquí hay un gran hematoma, aquí una quemadura…

—…¿Dónde estamos?

—No es divertido pretender tener amnesia por segunda vez.

—No… ¿En qué lugar estamos?

—¿No es una habitación de hospital? Ah, es el Hospital Universitario de


Tennessee. Así que pude venir rápidamente.

—¿Esto es una habitación de hospital?

Dante, que tenía un trabajo que podría provocar muchas lesiones, era hospitalizado a
menudo. Y este lugar era completamente diferente de la habitación del hospital que
él conocía.

Porque… Sólo hay una cama para que Dante esté acostado, y aunque sólo había una
cama, el espacio era tan amplio. En general, no podía sentir la atmósfera de la
habitación del hospital en absoluto debido a lo que había en el interior de esta.

Incluso este lugar era más grande que la residencia de Dante. En el lado opuesto de
la cama, separado por una puerta plegable, había un amplio sofá, un televisor y una
mesa de comedor con una silla, estaban acomodados en elegante armonía. Si no
fuera por la ropa de hospital que llevaba y el logotipo del hospital junto al
intercomunicador, habría pensado que Raphael estaba mintiendo.

—¿Qué demonios es esto? ¿Es una habitación VIP…? ¿Esto está bien?

—Para un soldado que defendió al Imperio de un ataque terrorista, y que fue


herido de forma honorable, ¿no es natural que estés aquí?

—De ninguna manera.

Es cierto que Dante ha hecho una contribución al Imperio, pero después de todo,
solamente era un Capitán. A lo mucho, esperaba una habitación doble en un hospital
militar.

—También es un sentimiento de respeto hacia el valiente soldado.

—¿De quién?

—De uno de los dos principales herederos de la familia Haynesworth, que tiene
suficiente dinero para pagar la hospitalización de una habitación VIP.
—… Te lo digo desde ahora. No fue una herida de muerte, puedo moverme con
normalidad, así que esto es un desperdicio. Muéveme a una habitación general
ahora mismo.

—… No quiero hacerlo. No, no puedes.

—Raphael.

—Capitán.

Raphael negó con la cabeza.

—Capitán, te encargaste de un superior que me estaba intimidando y viniste a


Tennessee para luchar contra el terrorista en persona, y aun así te niegas a
aceptarlo.

—Es una historia diferente. Estabas en una situación difícil y dura con Miller, y
en relación al ataque terrorista, no sufrí grandes daños, así que es mejor que
me mandes a una habitación general… No me hagas esa expresión.

—…

—No… haaa… ¿No es una cantidad agobiante que debes de pagar, verdad?

—Por supuesto que no. No sabes lo rico que soy. No me siento para nada
agobiado.

—Lo sé, pero sinceramente se me olvida cada vez que te veo.

Sería un prejuicio decir que todas las personas ricas y adineradas son arrogantes y
prepotentes, pero entre ellos, Raphael parece romper demasiado los prejuicios.

A veces, cuando Dante veía la sorprendente cantidad de dinero que Raphael gastaba
decía: “Ah, es cierto…” Solo en esos casos se daba cuenta que era hijo de una
familia prestigiosa, pero a menudo se olvidaba de ello porque Dante no era exigente
en nada.

Como ahora, que cubría las mejillas de Raphael, y él se dejaba tocar sin poner
ninguna resistencia.

—Raphael, no has podido dormir.

—Ah… sí.
Las yemas de los dedos de Dante frotaron la zona oscura bajo sus ojos. La piel era
tan blanca y rosada por todas partes, así que cuando esto sucedía, era demasiado
fácil de ver.

—¿Sabes que el día que se suponía que me enviarías al cielo ya pasó? No fue el
cielo que yo me imaginaba, sino que mi corazón casi se detuvo y realmente casi
fui al cielo. Pensé que a mis 24 años me convertiría en un viudo.

Raphael se volvió a morder los labios. La angustia que no había desaparecido aún
perduraba. Pero Dante pensó que aun así, se veía demasiado lindo…

—Tienes razón. Mi pequeño cachorro debió estar completamente asustado por


dentro, pero había tanta gente alrededor que ni siquiera pudiste expresarlo
adecuadamente, ¿verdad?

—¡Así es, así es!

Las comisuras de sus labios se levantaron, al mismo tiempo levantó un dedo e hizo
una señal silenciosa que decía “ven aquí” Raphael tomó el dedo de Dante y se
acercó a la cama.

—Tienes que acercarte más.

—Capitán…

La cara de Raphael comenzó a sonrojarse mientras apoyaba sus manos a ambos


lados de la almohada de Dante. Y sus mejillas comenzaron a temblar cuando la
mano de Dante se acercó a ellas y comenzó a acariciarlas con la punta de sus dedos.

—¡Capitán, estamos aquí!

—¿Te sientes mejor?

Y en un momento milagroso, las voces de los miembros del equipo sonaron desde
detrás de la puerta.

Dante y Raphael se apresuraron a separarse en dirección opuesta. Fue casi al mismo


tiempo que los ojos desalmados de una persona alcanzaron a las dos personas dentro
de la habitación del hospital.

—…

—…

Los dos estaban propiamente sentados, uno en la cama y otro en la silla del
cuidador, respectivamente. Sin embargo, los miembros del equipo, que también
tenían una excelente visión de fuselaje, entraron conscientes de la situación. Sobre
todo, era difícil no notar la sutil atmósfera que todavía permanecía en la habitación
del hospital.

«Uh… ugh… ¿qué?…»

Entre los sonidos de confusión de los miembros del equipo, Angela suspiró. Dante
solo se frotó la nuca.

—… Huh…, la situación probablemente no es muy diferente de su suposición…

Originalmente sólo había tres personas que conocían la relación entre Dante y
Raphael. Los tres miembros de la familia Haynesworth. Y ahora, excepto Dante,
había once miembros del equipo que lo sabían, un total de 14 personas.

—¡Raphael Haynesworth, túmbate en el suelo!

—¡Ponte tu traje de combate y golpea tu cabeza!

Pronto, surgieron gritos por todo el lugar.

—Haynesworth. No, ¿debería llamarte Subteniente ahora?

—Oh, no. Habla cómodamente en privado como antes.

—Sí. Gracias por eso.

Raphael retrocedió unos pasos y se apoyó contra la pared, estaba rodeado de sus
compañeros. Janice, que bloqueaba el lado derecho, puso su mano contra la pared.
Entonces, los hombros de Raphael, que eran del doble tamaño que los de ella, se
encogieron.

—Nuestro equipo tiene reglas. Si quieres tomar a un Capitán o a un subjefe de


equipo, tienes que luchar contra el resto del equipo, 11 a 1 y ganar.

—¿Qué? ¿Cómo podría hacer eso?

—Esta es la regla que el mismo Capitán estableció.

—Ah… ¿pelear… con las manos desnudas? ¿Sin ningún tipo de equipo?

—No. Ve a buscar un coche militar. Es un juego de supervivencia de un mes.

—¿Eh, sí?

—Deja de acosar a la pareja de otras personas.


—Nadie lo está acosando. Haynesworth, si soy como el Capitán y traigo a una
persona con la que pienso salir, ¿harías esto o no?

—Claro que sí. Pero… creo que animaría a la persona que sea la pareja de la
sub-capitana Harris.

A excepción de Derrickson, que había estado hablando mal de Dante con


anterioridad y le había mostrado una actitud diferente, ahora se avergonzaba sin
poder decir una palabra delante de sus compañeros de equipo. Dante sabía que
Raphael suele ser gentil, y es especialmente débil con la gente que no tenía ninguna
malicia.

Raphael miró a Dante por encima de los hombros de sus mayores fingiendo un
gemido. Dante solo se limitó a comer el pastel que había comprado Angela y fingía
no verlo.

—Haynesworth. Entonces, ¿hasta donde llegaron tú y el Capitán?

—¿A qué te refieres con “hasta donde hemos llegado”… yo… nosotros…?

—¿Por qué lo molestas de esa manera? Solo nos hemos tomado de la mano.

A diferencia de Raphael, cuyo rostro se tiñó de vergüenza al escuchar una pregunta


tan directa, Dante se rió tranquilamente. Los ojos suspicaces de los miembros del
equipo volvieron a dirigirse a Raphael.

—¿De verdad?

—¿Eh? Ah, sí, sí. ¡Nuestras manos! ¡Solo nos hemos tomado de las manos!

Raphael no negó las palabras de Dante, al contrario, las aceptó más intensamente
que nadie con todo su cuerpo.

En ese momento, la puerta de la habitación se abrió una vez más. Esta vez, se
escuchó con más intensidad que cuando entraron los miembros del equipo.

—¡Eh, Dante! ¿Estás vivo? Oh, estaban tus compañeros de equipo. Hola.

—¿Qué estás haciendo? ¿Por qué no te pusiste en contacto conmigo?

—Bueno, ahora estoy en el hospital para verte. Ah, no se levanten. ¿Cómo


pueden saludar a un Capitán en este lugar?

Leone saludó a los compañeros de Dante que intentaron saludar a su superior. Luego
se acercó con cara de emoción y golpeó la cabeza de Dante.
—¿Qué es lo que te molesta? El primero de mis compañeros está a punto de
convertirse en Mayor. Así que debes de comprar alcohol primero. Si lo haces, el
resultado de la selección de ascenso dirá: «¡Pase libre sin perder el futuro
ascenso a Coronel!»

—¿No ves la ropa del paciente, bastardo? Ah…

No era nada nuevo que las expresiones y el saludo fueran bruscos, ya que habían
estado juntos durante mucho tiempo desde la Academia Militar, y todo el mundo
presente sabía el significado de las palabras dichas con brusquedad, Leone estaba
felicitando a Dante. Pero había una sola persona que nunca pudo ver a Leone
felicitando a Dante con golpes.

—¡No golpees a mi Capitán! ¿Por qué lo golpeas?

Raphael agarró a Dante y lo escondió entre sus brazos. Luego le dio una palmadita
en la parte donde Leone golpeó hace un rato.

—Raphael, espera…

Con la nariz y la boca enterradas en el corazón de su cariñoso amante más joven,


Dante vio que la expresión de Leone cambiaba extrañamente.

—Bueno… ¿qué significa esto…? ¿Puedo preguntar?

De esta manera, había un total de 15 personas que sabían de su relación.

—… Huh, eres realmente un bastardo. ¿Estás saliendo con alguien 7 años más
joven que tú? Quiero decir, no deberías de maldecir a Derrickson Efron.

—…

Dante no sabía si debía alegrarse de haber conseguido por fin el apoyo de Raphael, o
lamentar la lealtad de sus compañeros cuando no conocían los motivos.

—De todos modos, es una relación secreta, así que por favor protéjanla. ¿De
acuerdo?

Ante las palabras de Dante, todos asintieron y apretaron los labios. Leone, que
estuvo desconcertado por un momento, accedió rápidamente y saltó al ambiente de
los demás, acercándose a los miembros de equipo que rodeaban a Raphael, mientras
sonreía.

—Oye, Haynesworth, por cierto, ¿cuánto has llorado para que te acepte?

—De hecho, no hay tal cosa…


—De ninguna manera. ¿Realmente no lloraste para que pudieras salir con
Dante? Es sorprendente, con su personalidad. Oye, tú, ¿cuántas veces le
rompiste el corazón a alguien que quería salir con el superior Dante?

Era una broma, pero para Raphael y Dante, que habían tenido un conflicto muy
difícil y parecido, fue amargo reírse.

—El análisis es correcto. Este Capitán malo y mediocre se enamoró de su


subalterno por accidente, así que no hubo lágrimas en los ojos de Raphael.

—¡Oh, no! No es así. El Capitán no es en absoluto alguien mediocre ni mucho


menos malo.

Raphael sacudió la cabeza y negó las palabras de Dante como si estuviera molesto.
Sin embargo, tal vez por la tensión, parecían que las emociones se habían disparado
hace un rato.

—Era muy inexperto e inmaduro, y es verdad que yo, yo lloré un poco… ¡pero
no pasa nada porque también hice llorar mucho al Capitán! ¡Así que está bien!

—¿Dante ha llorado? Ah… ya veo.

—Ah…

—…

El ambiente se volvió terriblemente sutil y tranquilo. Raphael se dio cuenta de su


error, se tapó la boca con ambas manos y miró el semblante de Dante. Dante sonrió
fríamente bajo su mano en la frente.

—… Raphael

—Sí.

—Corre hasta el último piso y da vueltas a la azotea. En un minuto, una foto de


la azotea llegará a mi teléfono.

—… ¿Qué?

—Sí, he llorado mucho, así que tienes que llorar también durante un rato. Ve.

—¡Vamos, corre!

Raphael corrió fuera con un fuerte ruido, Después de que el sonido de los pasos
desapareció, Dante se dio cuenta de algo.
—Se supone que no se debe correr en los pasillos del hospital, pero lo olvidé.

—¿No es esta una habitación VIP? No importa, ya que en este pasillo solo está
la habitación del Capitán. Así que dar vueltas en la azotea, no está mal.

—Sirve para que pueda enfriar su cabeza.

—…

Incluso cuando salió ese tema, Raphael fue el único que se avergonzó. Dante estaba
tan tranquilo que nadie se atrevió a burlarse. Por supuesto, Raphael era todo lo
contrario.

Angela miró a Dante y después hacia la puerta por la que salió Raphael, dando una
expresión de curiosidad.

—Tienes una relación feliz.

Raphael y Dante tenían una relación dulce. El estado general de Raphael es


excelente, pero no sabía si es atractivo como pareja romántica… Dante también era
una persona amable, pero estaba lejos de la imagen de un buen amante. Así que
Angela no podía imaginar qué tipo de imagen tendrían los dos, pero cuando los vio
juntos, no parecía muy diferente de cuando era Capitán y subalterno en el equipo.

—Oye, pensándolo bien, eso es bueno. La situación ha sido tan grande esta vez,
que me preocupaba que hablaran demasiado del Capitán. Pero creo que
estarás bien porque tienes a Haynesworth a tu lado. Incluso imbéciles como
Derrickson no podrán hablar mal de ti.

Sin embargo, cuando Dante escuchó eso, agitó su mano, diciendo: “Es suficiente.”

—No es por ese motivo que comencé a salir con Raphael. Además, ¿no has visto
cómo se comporta? ¿Cómo pueden hablar así?

—Lo importante es que es un Haynesworth, así que estarás bien. Ya que han
sacado con desesperación ese vídeo, no lo ocultes y di que realmente están
saliendo.

—¿Vídeo? ¿Qué quieres decir?

—¿Aún no la has visto? Sale con solo encender las noticias. Te filmaron en la
escena de la operación.

—Ah, claro. Seguro que los reporteros estuvieron ahí. Eso es todo lo que hay en
la pantalla de datos*.
N/T(자료화면) Pantalla de Datos: Son los recuadros de las noticias que aparecen
detrás del conductor mientras este está informando, puede mostrar escenas, fotos,
información, etc.

Las noticias sobre el terrorismo aparecerán constantemente durante los próximos


días, pero pronto se desvanecerán. Leone sonrió significativamente.

—Bueno, no creo que sea tan malo. Ve el vídeo más tarde.

—De acuerdo.

Raphael, que regresó poco después de completar la orden, respiró profundamente y


abrió la puerta de la habitación del hospital. Justo entonces, Leone le hizo una
pregunta a Dante.

—Oye, ¿cuándo empezaron a salir? ¿Cuántos días llevan saliendo hasta hoy?

***

Dante salió a cenar con las personas que habían venido a verlo mientras llevaba una
férula en el hombro.

Después de la cena, los miembros del equipo se despidieron mientras se burlaban de


Dante, que no puede beber alcohol porque acababa de salir de una operación,
cuando Dante se quedó solo con Raphael, lo envió a casa. Al principio, le había
dicho que se fuera a casa y que descansara, pero esa petición no funcionó, así que le
pidió que al menos se cambiara el uniforme militar, por lo que Raphael no tuvo
opción más que aceptar.

La habitación del hospital se sintió vacía cuando Raphael, que estaba fastidiado por
la gran cantidad de gente, desapareció. Se sentiría menos solo si la habitación
estuviera llena de gente entrando y saliendo para atender a los demás heridos, pero
como era una habitación VIP, estaba ordenada y silenciosa.

Después de todo, no tenía otra cosa que hacer que sentarse en una lujosa cama y
encender el gran televisor.

Cuando colocó el canal de noticias, se seguía hablando del ataque terrorista del día
anterior.

[—A las 6 de la tarde, casi al final de la cumbre, los terroristas entraron en la


región, tomaron a los rehenes y comenzaron a disparar.]
Junto a la “pantalla de datos” aparecieron imágenes de CCTV del interior de la
estación. Dos hombres no identificados aparecieron en la pantalla. Los dos se
dirigieron al punto ciego de la cámara, donde se escucharon disparos y gritos.

Tras el vídeo, la pantalla pasó a una entrevista con un superviviente que huyó de la
estación del metro en el lugar de los hechos.

[—Fue terrible. En un instante, se desató el caos.]

Un ciudadano que arrastró su corazón sobresaltado expresó sus sentimientos en ese


momento.

[—Más tarde, hubo una explosión en la estación, pero afortunadamente no


hubo que lamentar ninguna muerte gracias a las Fuerzas Armadas Especiales
del SAG que se desplazaron rápidamente.]

Dante chasqueó la lengua cuando escuchó el pasaje. De hecho, hubo un gran error
de Martínez en la respuesta del SAG. Como no hubo muertos, no se hizo el anuncio
y parece que se decidió a una acción disciplinaria dentro del ejército.

Se dice que se han iniciado algunas investigaciones por el cambio repentino de la


persona encargada de la Guardia de Seguridad en la cumbre, pero para ser honesto,
no importa la conclusión que haya sacado la investigación, parecía difícil volver a
mirar a Martínez de la misma manera. Porque no solo él, sino también los miembros
de su equipo casi pierden la vida por su error.

[—La siguiente noticia es también sobre los disturbios del ataque terrorista del
día anterior.]

[—Sí. Aunque el ataque terrorista fue algo terrible, fue una oportunidad para
darnos cuenta una vez más de lo agradecidos que estamos por nuestros
soldados. Aquí hay un vídeo que se viralizó en internet. Veámoslo juntos.]

Los dos presentadores desaparecieron de la pantalla y volvieron a la pantalla de


datos. El fondo es de noche, frente a la estación, sentado en medio de las luces
hechas por varias sirenas y luces de emergencia…

—…

Dante no podía cerrar la boca mientras pasaba un breve vídeo de unos 10 segundos.

[—¿No es muy conmovedor?]

[—Sí, así es. Yo también derramé lágrimas cuando lo vi por primera vez.]
[—Según es un oficial militar… Hmmm. Es la primera vez en 15 años de
emisión de noticias que se añade una explicación tan romántica a la noticia de
un oficial militar.]

El ayudante del locutor que estaba a su lado no pudo soportarlo y sonrió.

[—Según los oficiales militares, los dos se conocieron como Capitán y


subalterno según la tradición de la Academia Militar.]

—…

Las noticias volvieron a emitir el vídeo de Raphael y de él, abrazados amablemente.

[—Los dos, que mantuvieron una estrecha relación incluso después del período
de aprendizaje, mostraron su conmovedora amistad entre los soldados tan
pronto como confirmaron su dramático reencuentro…]

—… ¡Esto es una noticia de escándalo!

No sabía que el simple sueño de una relación secreta, podía arruinarse por culpa de
todo el país.

***

La máquina de fisioterapia conectada a su hombro se detuvo indicando que el


tiempo había terminado. La estimulación de la máquina que golpeaba el hueso
palpitante, también desapareció. El médico se acercó para retirar la máquina y
ordenó que hiciera algunos movimientos ligeros. Entonces, lo ayudó a colocar la
férula que estabilizaba el hombro.

Estaba preparado para no mover el brazo durante un tiempo, pero solo había pasado
un día y ya se sentía acalambrado y adolorido.

—No debería utilizar el teléfono móvil con este brazo durante al menos una
semana.

Como si hubiera leído los pensamientos de Dante, el médico le advirtió con una
sonrisa. “Sí…” contestó Dante nervioso.

Cuando salió de la sala de tratamiento, Raphael, que acababa de cambiarse de ropa,


estaba esperando justo delante de la puerta.

—¡Capitán!

La cara de Raphael se iluminó en cuanto lo vio. Dante lo miró, y no supo si debía


reír o soltar un suspiro.
—Raphael, tú…

—Oh, disculpe. Capitán.

La enfermera de la sala de fisioterapia salió y llamó a Dante. Dante y Raphael se


volvieron hacia la enfermera con la cara ligeramente sonrojada.

—Sí. ¿Qué pasa?

—Me suscribí a Defensa TV por el Capitán. Cuando vi su entrevista por


primera vez, pensé que realmente era muy apuesto, pero usted es mucho,
mucho más apuesto en persona.

—Ah… Jaja… Sí.

Lo único que pudo hacer fue dar las gracias con una sonrisa incómoda.

—Y es muy agradable verlo tan de cerca. Por favor, suba vídeos con frecuencia
con el subalterno a su lado. ¡Que se mejore pronto!

La enfermera, que dejó una enérgica ovación, se marchó, y Raphael se puso frente a
Dante con los ojos muy abiertos.

—¿Defensa TV? Capitán, ¿grabaste otro vídeo después de esa entrevista? ¿Por
qué los militares se empeñan en tratar de conocer tu cara?

—…

—¡Claro que eres el más apuesto del Ejército Imperial, pero yo soy el único que
solo debería saberlo!

Dante se quedó atónito cuando incluso Raphael apretó los puños con cara de
enfado.

—Tú hiciste la causa. ¿No lo sabes?

—¿Qué? Ah, ah, ¡me duele!

Un hombro estaba fijo, y por ese motivo la mejilla de Raphael solo podía ser
pellizcada de un solo lado. Si pudiera usar ambas manos, Dante habría estirado
ambas mejillas como un queso burrata* hacia ambos lados.

N/T: Queso burrata: Queso fresco de leche de vaca, de forma redonda. Su exterior
es similar al del mozzarella en forma de bolsa y en el interior la textura es mucho
más suave.
Incluso antes de empezar a salir, iban de un lado a otro y se divertían mucho, pero
en cuanto comenzaron su relación, la noticia apareció el primer día. La magnitud de
diferencia era demasiado enorme.

Dante, que volvió a la habitación del hospital con Raphael frotándose la mejilla, se
quitó el traje de paciente y se puso ropa cómoda.

—Voy a salir, en un momento regreso.

Raphael se acercó a él al verlo buscar un paquete de cigarrillos en la ropa puesta. Y


le dijo a Dante algo que podría haber esperado bastante.

—Iré contigo.

—De acuerdo.

Guiando a Raphael, que lo siguió, salió de la habitación del hospital.

El propósito de salir era fumar un cigarrillo, pero la idea de sacar uno desapareció
porque Raphael estaba a su lado. Así que Dante decidió dar un pequeño paseo
mientras estaba fuera.

La temperatura bajó tanto como a principios del invierno por la noche. El viento con
aire frío le agitó el pelo. Habría sentido frío si solo llevara una camisa, en vez de
ropa abrigada.

Raphael, que caminaba a su lado, llevaba un grueso suéter tejido de punto beige y
unos pantalones negros debajo. Su aspecto, que daba una sensación de suavidad,
contrastaba con el atuendo de Dante que era un jersey sobre una camiseta y unos
pantalones azules.

Además de su atuendo, los dos tenían una gran diferencia en sus personalidades y
sus gustos.

Dante, que valora la responsabilidad por los demás y a veces le pesa, y Raphael, que
es gentil, pero una vez que toma su decisión, va de frente sin importarle nada.

Y Dante, que no podía sacar a relucir sus profundos sentimientos, y Raphael, que
siempre está desbordando emociones y expresiones.

Era increíble que los dos acabaran caminando así, uno al lado del otro.

Era la estación de la caída de las hojas. El año pasado, por estas fechas, Dante vio
por primera vez el rostro de Raphael a través de los documentos y de camino a
rechazar un puesto como su Capitán, se encontró con su pequeño cachorro.
‘—Espero su amable colaboración.’

Todavía podía ver la cara de consternación cuando recibió la Coca-Cola, sin


embargo, seguía siendo tan buena a sus ojos. Si en ese momento, alguien le hubiera
dicho que en un futuro saldría con Raphael, Dante solo se hubiera reído y hubiera
dicho: “estás loco”. Por lo tanto, el último medio año ha sido el tiempo más
cambiado en la vida de Dante Bailey. Tanto en sus pensamientos, como en sus
emociones.

“Y…uhmmm…”

Dante miró a Raphael. Raphael, que notó su mirada, se volvió hacia él y sonrió
suavemente. Los ojos verdes claros, bellamente curvados, mostraban una sonrisa
como un día de primavera en pleno otoño.

Leone tenía razón. Si no hubiera sido por esta cantidad de amor, Dante nunca habría
abierto su corazón. Raphael había recorrido él solo, un largo camino de principio a
fin para llegar a esta relación. Todo lo que mostraba, incluso las expresiones que a
veces se consideraban un poco excesivas, fueron las llaves que abrieron al Dante
fuertemente cerrado.

—¿Qué pasa?

—… Solo, eres muy apuesto. Y también eres lindo.

Raphael sonrió con una leve sonrisa sacando la punta de su lengua entre los dientes.
Cuando Dante decía que era “lindo”, solo actuaba más lindo.

Pero en realidad, Dante lleva un tiempo sintiendo algo de falta de su parte. El


ambiente es bueno, pero eso era todo… No ha cambiado mucho desde que
empezaron a salir.

Para Raphael, Dante es la primera persona con la que sale. Y su primer amante es
mucho mayor que él. Así que…

«Tengo que tomar la delantera…»

Para Dante, no había ningún joven como Raphael entre las personas que él conocía.
En aquel momento, aunque Raphael era mucho más joven de lo que es ahora,
parecía pretender actuar con madurez, pero Raphael comenzó su primer encuentro
como subalterno y Capitán, y de alguna manera, siempre comenzaba él las cosas…

Aun así, no deberían caminar de esa manera si tienen una relación.

La mano bajo la manga del jersey tembló. Dante inhaló profundamente y exhaló con
determinación. El clima del viento otoñal, las luces de la calle iluminaban la noche,
y las miradas afectuosas se intercambiaban. Todo esto junto al desbordante amor de
Raphael, que dedicaba tiempo a Dante como si fuera natural.

—…

Extendió la mano hacia un lado. Sus dedos rodearon la palma de Raphael, y


enseguida su palma se juntó con la de él. Entonces, Raphael agarró la mano que le
tocaba.

El brazo de Raphael se agitó con fuerza. Sus ojos muy abiertos vieron a Dante.
Dante dijo mirándolo a los ojos.

—Estamos saliendo.

—…

Sus manos se agarraron con más fuerza.

—Sí.

Sin embargo, antes de que pudiera dar diez pasos, Raphael se cubrió la cara roja con
el dorso de la mano contraria.

—Bueno, ¿puedo tomarte de la mano primero la próxima vez?

—Huh…Sí. Por supuesto.

—Gracias.

«Yo tengo muchas cosas que agradecer.»

Dante lo siguió y también puso un poco más de fuerza en sus dedos. La mano que
sostenía su mano blanca y pulcra, demostraba que era la mano de un soldado, había
menos partes suaves o blandas de lo que parecía en el exterior.

Los dos caminaron por las calles en silencio durante un rato tomados de la mano.
Las hojas seguían cayendo sin detenerse.

El sonido de los pasos, el lento y suave sonido de los saltamontes en la hierba y el


ruido de las tiendas comerciales que aún no habían cerrado, llenaron el vacío de la
conversación.

Al cabo de mirar por un momento hacia otro lado, giró hacia el lado de Raphael y lo
miró. Raphael, solamente mantenía su vista al frente con un poco de timidez.
Dante preguntó, mientras acariciaba el suave dorso de su mano con la punta del
pulgar.

—¿En qué estás pensando?

—Ah, estaba pensando en lo que dijo el Capitán Schuster antes.

—¿Schuster? ¿Qué ha dicho?

—Me refiero a que preguntó cuándo empezamos a salir. Yo tampoco sé cuándo


comenzamos. No pudimos reunirnos adecuadamente el día previsto debido al
accidente, y después de eso, de repente la noticia de que somos pareja se dio a
conocer a los miembros del equipo.

—¿Qué más se puede hacer? Si estamos saliendo, estamos saliendo. No es que


vayamos a celebrar nuestros 100 días o 1 aniversario, así que no creo que sea
importante… De acuerdo… pero tú te ibas a encargar de proponerlo.

Dante corrigió rápidamente sus palabras al ver que sus cejas se fruncieron en un
instante. Si se trata de la personalidad de Raphael, podría ser una parte muy
importante.

—¿Preparaste una confesión?

—Sí. Había preparado flores, una cena y una carta, pero es demasiado tarde
para darlo ahora.

—Te dije que no prepararas flores. Lo siento por la cena. Dame la carta más
tarde, quiero recibirla.

—Dijiste que no ibas a recibir un ramo de flores, así que eran menos de 10
flores. Y la carta… Han cambiado muchas cosas desde que la escribí, así que la
escribiré de nuevo y te la daré la próxima vez.

—¿Por qué? No me importa. Tengo curiosidad.

—Quiero hacerla mejor y más bonita, quiero que sepas de mis sentimientos
desde ahora, así que te la daré después de la fecha acordada. Haré cualquier
cosa por el Capitán.

—…

Una vez más, el amor que se vertió sobre Dante le hizo cosquillas como si las nubes
se hubieran plantado en su corazón, pero también fue refrescante como si estuviera
flotando en el cielo azul. Las partes superpuestas de las palmas de la mano se
volvieron un poco más cálidas.
Mientras caminaba por la calle oscura, una tienda llamó la atención de Dante. A
través de la pared de cristal, algo familiar llamó por segunda vez su atención.

—Raphael, espera un momento.

Dante le soltó la mano y entró en la tienda. Nada más entrar, el olor a hierba y flores
llegó a él. La dueña, que estaba limpiando las flores que quedaban después de un día
de trabajo, dijo con una expresión preocupada.

—Lo siento, pero por hoy hemos cerrado.

—Esta flor. No tiene que envolverla, ¿podría venderme solo una?

La dueña ni siquiera rechazó una petición educada. Dante pagó el precio y recibió
una flor rosa llena de pétalos. Era la flor, que una vez recibió con docenas de más
flores y mensajes cursis un una cafetería de Islas. Gracias a esto, no ha olvidado que
en el lenguaje de las flores, significaba “cortejo apasionado”, aunque no sabía nada
más.

Dante cortó un poco del tallo y colocó la flor con el tallo roto en la oreja de Raphael.
Una carcajada salió de la boca de Dante cuando vio su expresión de admiración.

—Te iba a hacer una broma, pero te queda demasiado bien.

Raphael intentó de tocar la flor, pero al final no pudo hacerlo y se limitó a tocar su
pelo que estaba alrededor de ella.

—Raphael.

—Sí, Capitán.

—Como resultado, terminé siendo hospitalizado para una cirugía, pero durante
la operación de la estación, no dejaba de pensar que tenía que salir sano y salvo
con el menor número de heridas posible, lo hacía pensando en ti. Pensé que
llorarías con más tristeza que yo si me hacía mucho daño.

Raphael sonrió con amargura al escuchar estas palabras.

—Si te vuelves a herir, puede que llore el doble.

—Lo tendré en cuenta.

Dante levantó las manos en señal de rendición. Sus manos se detuvieron frente a sus
hombros, pero al sentir un ligero dolor, tuvo que bajarlas y doblar su brazo hacia
adentro de su jersey.
Sus ojos castaños se enfrentaron a los ojos verdes claros que solo estaban llenos de
él.

—No tenía grandes metas en la vida. Solía pensar que sería suficiente con vivir
una vida decente sin mucha codicia en un lugar determinado.

Raphael parecía muy molesto incluso ante este tipo de palabras.

—Cuando estoy a tu lado, sigo creando expectativas para el futuro después del
presente.

—…

Las cejas fruncidas pronto se deshicieron y parpadeó varias veces. La brisa otoñal
agitó los pétalos sostenidos en la oreja de Raphael. Dante dio un paso más cerca de
Raphael, que se había detenido con sus ojos sorprendidos.

—Me resulta más abrumador y feliz de lo que pensaba.

Puede que Dante no sea tan dulce como Raphael, pero tenía un plan para ese día tan
esperado. Se había decidido a hacer esta confesión en lugar de su subalterno que con
anterioridad, había llamado a su puerta varias veces.

—Gracias por esperar a que me dé cuenta de lo que me has dado.

—Oh, Capitán. Yo…

Raphael se cubrió la cara con la palma de la mano. La emoción comenzaba a


desbordar de las esquinas de sus ojos. Si continuaba la confesión aquí, esas lágrimas
podían caer.

Sin embargo…

Las palabras que más quería decir, todavía no han salido.

No trajo los regalos que había preparado de antemano mientras esperaba ese día,
pero las palabras eran decididas.

—Vamos a salir. Si quieres fijar una fecha, ¿qué tal si empezamos nuestra
relación desde hoy?

—Sí…

—Te lo dije para que sonrieras, así que no llores.

—…
Dante agarró la mano de Raphael que cubría su cara y tiró de ella. Creía que solo
tenía los ojos llorosos, pero la punta de su nariz y sus labios temblaban de emoción.

—Si lloras, ¿es porque eso significa que no quieres salir conmigo?

—Oh, no. Eso no puede ser cierto. De ninguna manera.

Raphael movió su cara durante un largo rato negándolo. Finalmente, sonrió con más
brillo que las luces de las calles. Estaba con una flor en su oído, sin embargo, no
pudo evitar las lágrimas que cayeron por sus mejillas al cerrar los ojos de tanto
sonreír.

Raphael, que regresó al hospital junto a Dante, expresó activamente su voluntad de


dormir aquí.

La cama era lo suficientemente espaciosa para que se acostaran tres personas, y al


día siguiente era fin de semana, por lo que Dante pensó que Raphael se quedaría a
dormir con él durante los días siguientes.

Aun así, Raphael ocupó hábilmente el lado de la cama junto a Dante. Sobre todo,
cuando se acostó en una parte de la cama frente al paciente que tenía asignada la
habitación del hospital, después miró a Dante y le hizo señas para que se acercara.
Dante siguió a Raphael dentro de la manta, fingiendo que no había visto esas señas.

—Capitán, puedes apagar las luces desde la cama.

Cuando Raphael pulsó el botón de la cabecera de la cama, las luces de la habitación


se apagaron.

La habitación VIP poco iluminada, junto con Raphael en la misma cama, era una
situación que daba a Dante una sensación de deja vú. La noche que fueron a la
habitación de invitados junto a la sala de banquetes después de que los dos se
emborracharan. La situación era muy parecida al punto de partida de un mes de
vacaciones lleno de acontecimientos.

—¿Acaso no recuerdas que ya habías dicho esas palabras?

—¿Qué? No he dormido con nadie más que contigo.

—Como era de esperar, no lo recuerdas. Mientras estemos saliendo, debería de


prohibirle a mi amante beber con otros.

—Si me lo prohíbes, por supuesto que te haré caso, pero… ¿qué pasó
realmente?

—Algo bueno. Recuérdalo tú mismo, cariño.


Raphael seguía preguntando, pero Dante solo sonreía y no respondía.

Otros sentidos se hicieron un poco más vívidos a medida que la oscuridad caía y la
visión se bloqueaba. Incluso en la habitación VIP que estaba bien cuidada, podía
sentir el olor de las medicinas que no se podía ocultar del todo, y podía escuchar el
sonido de la manta donde se acumulaba la temperatura de ambos cuerpos.

Entre ellos, la sensación de sujetar la palma de la mano contraría con ambas manos
fue la más clara. El agarre era tan fuerte que ambas palmas de las manos estaban
calientes.

—Raphael. ¿No estás durmiendo?

El agarre se debilitó por un momento, y poco después se escuchó una voz suave.

—Capitán, estamos saliendo desde hoy, ¿verdad?

—Sí.

—Entonces… mi apodo…

«Oye, estás actuando lindo otra vez. Además…»

—Bien, Raffy. ¿No vas a dormir?

—Me voy a dormir. Solo un poco más tarde.

Dante movió su cuerpo y se acercó a Raphael. Dante se deslizó entre los brazos de
Raphael, que estaba acostado.

—Toca todo lo que quieras, no sólo mis manos.

—Entonces… Puede que no duerma en toda la noche.

Abrió la boca como si fuera a decir algo, pero la única acción que hizo fue acariciar
su muñeca sobre la ropa del hospital.

—Capitán.

—Sí.

—¿Puedo abrazarte?

La cabeza de Dante, que miraba al techo, se giró hacia un lado.

—¿Quieres tener sexo?


—¿Qué? Oh, no. No me refería a eso. Me refería a que podría abrazar tu
cuerpo, no, podría envolverlo con mis brazos.

—Eso, no necesitas pedir permiso si quieres abrazarme y si quieres tener sexo,


también está bien. Es un hospital, así que puedo hacerlo con mis manos o mi
boca.

—No, no tienes que hacer nada.

—¿Solo tomarás mi mano toda la noche? Incluso ya se te ha levantado.

Él, que es muy débil en la expresión directa, debió ponerse duro porque incluso
escuchó la palabra sexo.

—No se me ha levantado… Bueno, tal vez, pero seré paciente hasta que salgas
del hospital. El médico dijo que no debías exagerar en poner fuerza a tu
hombro.

Raphael se limitó a abrazar a Dante en silencio, como para demostrarlo. Un brazo se


colocó por debajo de la almohada de Dante y el otro brazo se colocó con cuidado
para no apoyar su peso en su pecho.

Sin embargo, era una posición acogedora y cercana, por lo que Dante podía sentir
más fácilmente el calor de debajo de Raphael aunque no lo estuviera tocando.
Aunque Raphael acomodó su cuerpo, la sensación cuando tocó el muslo de Dante
era claro que algo se había levantado.

—…En este momento, no importa lo que haga, no tengo la confianza de que


podré contenerme y no lastimar al Capitán aplicando fuerza en tu hombro. No
quiero lastimarte, así que no debo hacerlo.

De hecho, Dante tenía programada una baja por lesión, y no importaba si se excedía
un poco más de la cuenta. Pero después de escucharlo, pensó en Raphael como un
cachorro, que escarbaría la tierra mientras se culpaba a sí mismo.

—De acuerdo. Entonces, esperemos unos días.

—Sí.

Dante le dio un golpecito en el trasero a Raphael como si estuviera orgulloso. Fingió


que no escuchó la respiración profunda que dio.

Al cabo de un rato, Raphael alargó la mano y tocó el pelo de Dante. Aunque tenía el
pelo corto y no era como el de Raphael, aun así lo acarició suavemente varias veces.
—Capitán, te he conocido y también he tenido muchos cambios —Susurró en
voz baja —He aprendido más y pensado en ello. Todo gracias a ti.

—¿En qué estás pensando? Si estás preocupado, no sufras solo como antes,
puedes decírmelo.

—Una preocupación… Es cierto, pero no es un problema en absoluto. Te lo


diré más tarde, serás el primero en saberlo. Por favor, solo espera un poco
más.

—Sí…

Después de eso, la conversación continuó como para compensar los pocos días que
no se habían visto. Hablaron lo suficiente hasta que el silencio llegó a la habitación.

Pero Dante sabía que Raphael no se había dormido. Se dio cuenta porque sentía los
latidos frenéticos saliendo de su pecho, que tocaban el hombro de Dante.

Se dio la vuelta y se acostó mirando la cara de Raphael.

—Raffy, no estás durmiendo, ¿verdad?

—Sí. No podemos tener sexo, pero tampoco puedo dormir porque estoy muy
excitado, y la noche es larga.

Dante levantó un poco la parte superior de su cuerpo.

—¿Nos besamos?

Por el cambio en los latidos de su corazón, pudo adivinar la expresión de Raphael.

Entonces, en cuanto Raphael abrió un poco la boca, juntó sus labios en Dante como
si se estuvieran vertiendo. Los hombros de Dante sintieron un débil escalofrío por
los constantes besos en la mejilla.

—Raffy, para. Whoa, no voy a ir a ninguna parte. Me haces cosquillas.

Después de un largo beso y jugueteo por parte de ambos, los labios de Dante se
adormecieron y al poco tiempo sintió sueño. Dante, que había recibido varios
medicamentos, entre ellos analgésicos, se rindió primero y se quedó dormido.
Raphael se durmió un poco más tarde.

Era la apariencia de un amante pacifico.

***
Dante pasó otro día en la lujosa habitación del hospital, y se reunió con Raphael el
domingo por la mañana, su último día de estancia.

El médico asintió con cara de orgullo.

—El área donde fue la cirugía está bien, y no hubo una respuesta inflamatoria.
Si quiere que le den de alta, haremos el procedimiento.

—Sí, por favor.

—Si se pone en contacto con el hospital que va a utilizar en el Sistema, le


informaré del progreso de la cirugía y de los métodos de la rehabilitación
posteriores.

Después de decirle una que otra recomendación, el médico dijo como última
despedida:

—Ha sido un honor curar las heridas y ayudarle a recuperarse al Capitán que
protegió el Imperio.

—Gracias. Me he recuperado pronto gracias a usted.

Un paso después, Raphael miró la escena con un estallido de aplausos.

Cuando el médico se fue, Dante se cambió de ropa y preparó sus pertenencias en el


hospital. Raphael, que se quedó junto a Dante durante tres días, también tenía mucho
que meter en su pequeña maleta.

—Por favor, dámelo, Capitán

Raphael tomó el equipaje de Dante y lo cargó hasta su auto con toda naturalidad.
Luego le abrió la puerta a Dante en el asiento de copiloto y puso el coche en marcha.
Al día siguiente, Raphael tenía que trabajar, así que Dante no tenía tiempo para
negarse a sus atenciones, por lo que el auto comenzó a dirigirse hacia Islas.

¿Quién podía competir con esta terquedad y obstinación? Hubo más risas en el
camino a Islas. El perfil de Raphael, mirando hacia adelante, también sonrió.

—¿No estás cansado?

—No.

—De todos modos, has pasado tres días conmigo en el hospital en lugar de tu
casa. Si estás cansado, puedo conducir.
—He comido y dormido mucho mejor que cuando estaba preocupado por ti. No
te preocupes.

Como dijo, era realmente difícil encontrar un signo de cansancio en Raphael.

La luz del sol a primera hora de la mañana, era deslumbrante en el claro cielo azul.
Dante, que se había sentado varias veces en el asiento del copiloto, abrió con
naturalidad el estuche de las gafas del sol, enderezó las patas de las mismas, y se las
dio a Raphael.

—Gracias.

Con dos personas que se habían acostumbrado el uno al otro, el auto condujo
durante unas dos horas para entrar en Islas.

Justo cuando salía de la autopista, el teléfono móvil de Raphael sonó. La persona


que llamaba también aparecía en la pantalla del vehículo conectada al móvil. Dante
ni siquiera lo sabía… pero al parecer también era una persona que podía quejarse.

Como Raphael no contestó, el tono siguió sonando.

—…

—¿No deberías responder? No te preocupes por mí y hazlo.

—No pasa nada si no respondo o lo llamo más tarde, será una conversación
larga… Entonces, espera un momento.

Raphael se puso un auricular en una sola oreja en lugar de responder el altavoz.

—Sí, padre. Habla Raphael.

La mano de Raphael, al escuchar a la persona durante un rato, apretó el volante.


Mientras tanto, Dante pensó que el dorso de su mano blanca, con la luz del sol, era
bonita.

—Estoy en camino para llevarlo a casa ahora. ¿Qué?… Ah. Bueno, déjame
preguntarle.

Los ojos de Raphael miraron a Dante.

«¿Qué ocurre?»

—Sé lo que quieres decir. Pero… Es una persona que no puede negarse por su
personalidad, así que comprobaré su estado y tomaré una decisión. De
acuerdo.
La llamada terminó pronto. Al mismo tiempo, en la carretera apareció una señal y el
auto se detuvo. Raphael giró la cabeza hacia Dante.

—Capitán.

—Sí. ¿Qué pasa?

—Mis padres quieren invitarte a su casa.

«¿Qué…? ¿A dónde?»

Dante parpadeó.

—Si quieres ir, vamos, si no quieres, siéntete libre de rechazar la invitación.


Incluso mis padres saben que acabas de salir del hospital.

—…

Aun así, Dante no pudo rechazar la invitación de los padres de su pareja siete años
más joven que él, y además, el máximo superior de su trabajo.

***

Dante, que acaba de ser dado de alta del hospital, lleva unos cómodos pantalones de
entrenamiento, una playera cómoda y una sudadera que le había prestado Raphael.

Como había aceptado ir a la casa de los Haynesworth, llegó a la residencia oficial,


sacó un traje y buscó cera para el pelo.

Mientras se preparaba para reunirse con la familia Haynesworth, con Raphael detrás
de él, recordó el pasado. En aquel momento, el hecho de que su subordinado directo
fuera golpeado en algún lugar, le hizo enfadar, pero ahora solamente estaba
nervioso.

—Estás herido. ¿Por qué llevas ropa incómoda? Mis padres ya estaban
emocionados sólo por el hecho de que el Capitán aceptara la invitación.

—Si fueras tú, no podrías ir cómodamente a la casa de tu joven amante.


Imagina conocer a alguien que es 7 años más joven que tú.

—No voy a conocer a nadie más. Solo estaré contigo, Capitán.

—No quería decir eso… Está bien, imagina que soy 7 años más joven que tú.

Raphael, que estuvo organizando un rato sus pensamientos, respondió mientras


Dante se ajustaba la corbata.
—Bueno, eso suena lindo y no dudo que seguirías siendo apuesto, pero sería un
crimen. Entonces tendrías 17 años.

Dante miró rápidamente a Raphael.

—Si fuera 7 años menor que tú, ¿tendría 17?

—Sí.

—Entonces, ¿entraste en el instituto* cuando yo me convertí en Sub-capitán?

N/T: En corea es “secundaria” pero en algunos países “preparatoria/secundaria”

—Sí… Así es.

—…

Los hombros, que seguían preparándose para salir, se habían vuelto mucho más
pesados. La voz de Leone, que escuchó en la habitación del hospital, resonó en sus
oídos.

‘—Huh, eres realmente un bastardo. ¿Estás saliendo con alguien 7 años más
joven que tú?’

Al llegar a un gran portón, había un jardín que se extendía en todas direcciones… el


lugar era más parecido a una mansión que a una casa.

Al ser la casa del Jefe del Estado Mayor del Ejército, los árboles del jardín se
alineaban en filas como cuchillos, y las paredes blancas brillaban como las botas
militares pulidas por el soldado más joven. La diferencia de entorno, de la que nunca
se había dado cuenta cuando conoció a Raphael, era tan grande que olvidó las
palabras por un momento.

Mientras Dante miraba todo a través de la ventana, el auto de Raphael se detuvo


justo delante de la casa principal. Alguien que parecía ser un empleado… se acercó
y abrió la puerta del copiloto.

—Raphael, estás demasiado cerca de la entrada, así que no puedes dejar tu


auto aquí.

Dante pronto se dio cuenta de que estaba preocupado por nada. Al mismo tiempo,
otro empleado que abrió la puerta del conductor estaba a punto de tomar el asiento
de este después de Raphael.

«Oh… quiero decir… en el garaje… Al parecer, esa persona se encarga de


trasladar los autos a ese lugar en lugar de él.»
Dante, que se dio cuenta un poco tarde, sonrió torpemente. Se sentía como un
extraño de lo más incompatible con el funcionamiento de este lugar. Raphael, que ha
vivido toda su vida en un entorno así, se ha adaptado mucho a Dante hasta ahora.

—Capitán.

En ese momento, Raphael llamó a Dante con los ojos y la boca abiertos.

—¿Acabas de sentir un muro de mi parte en este momento?

—¿Eh?

—Capitán, ¿debo ir al estacionamiento y hacerlo? Yo no soy así. Llegué con el


Capitán que acaba de ser dado de alta del hospital, y creo que la mansión es
demasiado grande por lo que estoy evitando que camines lo menos posible. Pero
esto se ha transmitido desde la época de mis antepasados, así que no hay nada
que pueda hacer al respecto…

—Así es, Capitán, nuestro joven maestro no es esa clase de persona. Esta es la
única vez que lo ha hecho, ¡y estoy aquí porque me ha llamado con antelación!

—¡Por supuesto!

Los empleados se pusieron del lado de Raphael. Al verlo inquieto, parecían estar
bastante nerviosos y agobiados.

Dante se colocó delante de él y acarició la cabeza de Raphael con una sonrisa. En el


momento en que tocó su pelo, la tensión se desvaneció.

—No sentí ningún muro. No te preocupes.

—Mentira… De alguna manera, desde que entraste, solamente mirabas por la


ventana…

—¿Por qué debería sentir un muro por ti? Necesito un poco de tiempo para
adaptarme a un entorno que nunca he visto.

—…

Dante entró por la puerta grande con Raphael, que apenas pudo controlar su
expresión, y los empleados (que estaban más ansiosos de que el joven maestro fuera
abandonado), quedaron atrás.

Y en cuanto dio el primer paso, alguien le sujetó las manos con emoción.

—Estás aquí, nuestro orgulloso yerno.


El General Haynesworth dio un golpecito en el dorso de la mano de Dante, que
estaba frente a él. Los ojos, del mismo color que los de Raphael, brillaban sin cesar.
Dante se mantuvo firme, excepto por sus manos agarradas.

—Hola. Capitán Dante se presen…

—No, espera. Quédate tranquilo. ¿No te dije que la “familia” no necesita dar
un saludo oficial en privado?

Y Dante se enfrentó a un jefe que por primera vez en mucho tiempo, estaba
derribando incluso los muros que quedaban.

***

En una gran mesa, el Comandante en Jefe Haynesworth, la Gobernadora de Islas


Haynesworth y Camila Haynesworth estaban sentados en fila, mientras que Dante y
Raphael se sentaron frente a ellos. La disposición no fue muy diferente a la de un día
en el pasado.

—… Un francotirador oculto fue abatido tras recibir un disparo de mi jefe que


esperaba arriba de las escaleras. Sin embargo, tardíamente me enteré de que la
bomba estaba programada para explotar automáticamente, y en cuanto di la
orden de evacuación, me escabullí a las vías del tren.

—Ah, fue muy valiente, sí…

—Después de la explosión, crucé al andén opuesto y encontré a dos niños que


estaban escondidos allí.

Dante estaba seguro que había escuchado el informe con más detalle que nadie, pero
el Comandante en Jefe respondió a las palabras de Dante con mayor entusiasmo. La
Gobernadora de Islas y Camila escucharon y dieron una respuesta apropiada,
mientras que Raphael:

—¿De verdad casi me convierto en viudo?

Sacudió la cabeza con amargura, como si fuera horrible el solo escucharlo. «No, ese
día salí con vida…» De nuevo, cuando vio a Raphael tratando de crear una
atmósfera de “ángel con lágrimas” en la escena, Dante agarró y apretó suavemente
su rodilla para detenerlo.

—Sabes que has hecho un gran trabajo por tu cuenta. Esto no es cuestión de
humildad. Siéntete lo suficientemente orgulloso como un héroe que arriesgó su
vida para proteger al Imperio.
Bajo el mando del Comandante en Jefe, Dante se atrevió a expresar su gratitud
tímidamente.

—Gracias por venir aquí y contarme la historia en persona. Quería ir al


hospital, pero no pude llegar a tiempo a casa durante unos días.

Dante se sintió mareado y desconcertado al mismo tiempo. Su corazón latió con


fuerza porque descubrió que el Comandante en Jefe casi había encontrado a su hijo y
a él juntos en una sola cama de la habitación de hospital, no dudó de sus palabras y
se mezclaron con el cansancio.

—El hecho de que el terrorista haya irrumpido en el Imperio significa que, de


todas formas, había un agujero en la defensa del ejército, y los dirigentes deben
responder por ello.

Otra vez. El Comandante en Jefe sonrió.

—También se deben de discutir las medallas que recibirán los soldados de las
Fuerzas Especiales que sacrificaron sus vidas para luchar contra los
terroristas.

El caso de terrorismo era tan grande que no sólo Dante sino también los miembros
del equipo lo esperaban vagamente. Y en ese momento, con la seguridad del
Comandante en Jefe, aquella expectación se confirmó. Si no fuera por la situación
en la que se encontraba, se emocionaría demasiado, llamaría a los miembros del
equipo y les pediría que se reunieran de inmediato para celebrar. Por supuesto, la
noticia ya había sido confirmada, así que podían celebrarlo inmediatamente después
de la ceremonia de entrega de las medallas de reconocimiento.

Conociendo el significado de la medalla para un joven Oficial superior, el


Comandante en Jefe añadió a la alegría de Dante que no podía ocultar.

—¿Hay algo que quieras para la ceremonia de entrega? El lugar es el Cuartel


General, ¿qué te parece tener una ceremonia de honor militar*?

*N/T: (예포) Ceremonia de honor militar: Literalmente se traduce como “saludo”,


sin embargo, es una ceremonia conmemorativa donde se reúne todo el ejército y
muestran respeto a los muertos en batalla y a la máxima autoridad del ejército.

Dante se despertó de la momentáneamente alegría… «¿Una ceremonia de honor


militar?» Reflexionando sobre lo que había escuchado, no tardó en abrir la boca.

—¡Oh, no! Señor.


¿Tener una ceremonia de honor militar que solamente se debe realizar en la posición
de General? Cuando escuchó la noticia de la ceremonia de honor militar, su corazón
se encogió rápidamente y se escondió en un rincón. Siendo solo un Capitán, si
quería recibir tanto protocolo del Imperio… realmente tenía que acostarse dentro de
un ataúd y entrar como un muerto.

—Incluso si no eres un General, a veces se realiza la ceremonia de honor


militar en señal de respeto a los que han hecho grandes progresos y servido con
gran honor al Imperio. Ese es el significado original de esa ceremonia. No hay
ninguna especificación absoluta. Si crees que no es suficiente, di lo que sea.

Dante se apresuró a sacudir sus manos, que habían sido arregladas con esmero.

—Realmente está bien. Aunque no estemos en el mismo equipo, hubo un error


fatal en la respuesta del SAG. No quiero minimizar a mis compañeros, pero
tampoco quiero nada más.

—Está bien.

—De nuevo, ¿cómo se atrevería un simple Capitán a aceptar una petición de


esa magnitud? Solo quiero agradecerle por tomarme en cuenta y ver lo más
importante de mí, más de lo que lo hago yo.

El Comandante en Jefe se sintió de nuevo profundamente conmovido por las


palabras de Dante.

—Sí, eres una persona muy recta. Desde que te conocí, dejé de preocuparme
por Raphael.

—Raphael es demasiado bueno para mí.

—Siempre estoy aprendiendo mucho de ti…

Raphael sonrió tímidamente y frotó con su dedo el dorso de la mano de Dante. Los
labios de Dante, cuya tensión se había desvanecido en un instante al recibir el
cumplido del más joven, se levantaron hacia arriba suavemente. Sin saber que
estaban siendo observados, las tres personas sentadas frente a ellos intercambiaron
miradas.

El Comandante en Jefe tosió un poco, sintiéndose avergonzado y emocionado.

—En realidad, me gustaría hacer cualquier cosa por ti, pero tendré que
aguantar porque mi yerno es muy recto. Entonces hablemos de la ceremonia de
entrega de reconocimientos. Después de cumplir el protocolo de la ceremonia y
después de la esta, decidí organizar una demostración especial de artes
marciales por parte del representante del equipo.

—¿Disculpe?

El día de hoy, Dante se comprometió a no dar una respuesta tan estúpida


como “¿Disculpe?”. Sin embargo, las palabras que había aguantado durante la
conversación de la ceremonia de honor militar, terminaron por aparecer.

—No tienes que preparar nada en especial, solo debes mostrar tus habilidades
habituales. Me recuerda a los viejos tiempos. En aquella época, yo también
volaba por el podio.

Sin conocer los pensamientos más íntimos de Dante, el Comandante en Jefe se rió a
carcajadas. La Gobernadora dijo con una elegante sonrisa:

—Eso sería estupendo. No creo que tenga tiempo de ir yo misma, pero me


encargaré de que haya suficientes cámaras disponibles ese día. Definitivamente
tengo que verlo.

—El Teniente Coronel con el que me encontré en el Comando de Guerra


Especial, dijo que mi yerno estaba clasificado entre los cinco mejores del SAG
debido a sus habilidades.

«¡Oh, no!» Dante no sabía qué tipo de escena conmovedora tenían ambos en mente,
pero en la cabeza de Dante, estaba él, frente a una multitud dando puñetazos y
patadas al aire mientras decía ¡Yap! ¡Yap!. Como un bono adicional, estaba creando
motivos para que las burlas duraran toda su vida.

Los ojos de Dante se agitaron bruscamente. Por primera vez, miró a su amante 7
años más joven que él, y le pidió ayuda. Incluso si lo pensaba detenidamente,
Raphael no dejaría que su amante se viera así delante de una cámara, ¿verdad?

—¡Capitán, me tomaré un descanso a toda costa y me aseguraré de ir a verte!

Pero su amante más joven y poco servicial, ya estaba buscando en su teléfono móvil
que estaba bajo la mesa, una cámara de última tecnología.

Dante pensó en un vídeo que se guardaría permanentemente en varios lugares de los


discos duros de sus compañeros y que se reproduciría incluso en la “fiesta de 90
años del abuelo Dante”. Su cara estaba aún más roja.

—Bueno, suegro, hay algo que quiero pedirle.

No. Eso fue lo único que podía hacer. Gritó desesperadamente. Un Capitán se
atrevió a pedir algo al General, pero primero tenía que vivir.
…Al hacerlo, logró escapar de una humillación que dudaría toda su vida.

***

El Comandante en Jefe tenía un asunto urgente que tratar, así que tuvo que
levantarse primero. Incluso desde el momento en que se fue, mostró su pesar por la
demostración de artes marciales y estrechó la mano de Dante.

Mientras lo despedía y terminaba la reunión con la familia Haynesworth, la


Gobernadora de Islas habló con Raphael.

—Oh, Raffy. Ya salió el resultado que pediste, así que ven a la habitación de tu
madre y compruébalo. Vuelves a Tennessee hoy, así que solo puedes revisarlo
ahora que tienes tiempo.

—Ah, claro…

Raphael habló como si recordara algo que había olvidado. Sin embargo, dudó en ir a
la habitación mientras miraba a Dante. Dante le hizo un gesto a Raphael.

—Si tienes algo que hacer en casa, ve. Esperaré aquí o iré a tu habitación. Iré
allí de todos modos.

—Sí, Raffy. Llevaré a tu Capitán a tu habitación.

Dijo Camila con una sonrisa.

—Ve, al parecer es importante.

—…

Raphael dudó un poco más y finalmente se levantó de su asiento.

—Capitán, vuelvo enseguida.

—Sí. Está bien. Tómate tu tiempo.

Raphael, que por un momento miró hacia atrás mientras se alejaba, exclamó:

—¡Nona*, no puedes decirle nada raro al Capitán!

N/T: (누나) Nona: En una relación nacida de los mismos padres o en el mismo
rango entre parientes familiares, un hombre se refiere o llama a una mujer mayor
que él.

—Oh, no lo haré.
—Capitán, ¡no escuches ni una sola palabra de mi hermana!

Raphael se dio la vuelta con una cara nerviosa y corrió rápidamente. La escena de un
niño pequeño siguiendo a la Gobernadora de Islas apareció a los ojos de Dante.
Aunque Raphael era el miembro más alto del equipo durante su aprendizaje, parecía
entender por qué su papel del más joven era tan natural.

—Capitán.

—Sí.

Camila se dirigió a Dante de inmediato, ignorando las palabras de Raphael. Aun así,
Dante está decidido a escuchar la petición de su amante más joven que se fue
angustiado…

—¿Quieres que te muestre un vídeo de Raffy interpretando el papel de


princesa en una obra de teatro cuando estaba en la escuela secundaria de
varones?

—…Sí.

Era una oferta que no podía rechazar.

Como si lo hubiera escuchado, se oyó un grito de «¡Nonaaa!» desde el otro lado del
pasillo. Dante aceptó recibir un correo electrónico en secreto para evitar que
Raphael se enfadara.

Luego, condujo a Dante al piso superior a través de una amplia escalera alfombrada.

—Parece que Raffy tiene muchas cosas en la cabeza estos días.

—Así es.

—Parece que está intentando probar hacer muchas cosas… De todos modos,
con esa cara, no importa lo que haga, no arruinará nada, así que por favor,
consuélalo bien. Eres un hombre que triunfará aunque limpie manzanas en la
calle y las vendas a un precio bajo.

—Así es.

Dante recordó que había hablado de sus preocupaciones en la habitación del


hospital.

—¿No es peligroso o difícil lo que intenta hacer Raphael?


—Bueno, está relacionado con la familia, así que no es peligroso, pero es difícil
porque parece que eres feliz y está dispuesto a hacerlo.

Camila se detuvo ante una puerta.

—Esta es la habitación de Raffy. ¿Tienes algo más que quieras preguntar?

Todavía estaba lleno de curiosidad, pero Dante negó con la cabeza.

—Creo que Raphael se enfadará mucho si lo escucho de su hermana, así que


esperaré a que él me lo diga.

Del mismo modo, una sonrisa apareció en el rostro de Camila, al imaginar la


reacción de Raphael.

—Está bien. Entonces entra y descansa un poco.

—Sí, gracias.

Camila se dio la vuelta con una despedida, Dante abrió la puerta y entró en la
habitación.

Como parte de una gran mansión, la espaciosa habitación estaba decorada como la
de un adolescente de ensueño, con un papel tapiz azul y muebles de colores. Sin
embargo, a diferencia de los colores diferentes, en el aire extrañamente frío había
una sensación de vacío que no se había utilizado durante varios años.

—…Vaya, hay un libro de texto.

Todas las Academias Militares tienen un sistema de dormitorios, por lo que había
abandonado su casa a edad temprana, y después de su graduación, Raphael se alejó
aún más para su periodo de aprendizaje, por lo que los rastros de vida en la
habitación se detuvieron durante sus días de estudiante. Dante también pudo ver una
consola de juegos y en la estantería vio algunos juguetes con los que Raphael alguna
vez jugó.

Dante, que dirigió sus ojos a la izquierda de la estantería, sonrió ampliamente sin
darse cuenta. Allí estaban alineadas las fotos de graduación de Raphael del jardín de
infancia, de la escuela primaria, de la escuela secundaria y del instituto. Cada vez
que pasaba al siguiente marco, Raphael crecía y crecía, pero a sus ojos solo veía a un
bebé.

Dante colocó su dedo en la mejilla del más joven de todos los Raphael. Si esta
acción la hubiera hecho en realidad, Dante se imaginó que este pequeño Raphael se
hubiera echado a llorar cuando un hermano, siete años mayor que él, le hiciera esta
broma. Si en la actualidad Dante veía a Raphael como un ángel de un cuadro
famoso, este pequeño Raphael era un ángel bebé de un cuento de hadas.

Mientras miraba alrededor de la habitación, se detuvo frente a una pequeña nevera


colocada en una esquina. Dante no entendía qué estaba haciendo aquí, pero la nevera
de un solo compartimiento parece nueva en comparación con los demás muebles,
como el escritorio y sillas.

«Probablemente no puedas venir seguido a la ciudad, pero, ¿no sería mejor que no
dejarás nada dentro?»

Dante abrió la nevera, y encontró un vaso que estaba sellado de arriba abajo. Era lo
único que se guardaba en el compartimiento.

Lo que había en el vaso era un líquido negro.

«… ¿Qué es esto?»

De repente recordó una conversación que tuvo con Raphael hace unos meses.

‘—Puse esa Coca-Cola en un recipiente esterilizado, y bebo un sorbo con


moderación antes de ir a un gran entrenamiento.’

‘—No, ¿por qué lo guardas? Ya ha pasado su fecha de caducidad. Tíralo.’

‘—Capitán, no lo haré. La bebida me anima. Realmente funciona.’

—…

Cuando lo sacó y olió el aroma, descubrió que era Coca-Cola… aunque había
perdido todo el gas. Afortunadamente, estaba bien guardado, así que no parece que
se haya estropeado…

—¡Capitán, estoy aquí…! ¡Oh! ¿Por qué estás sosteniendo eso?

Raphael, que apareció vigorosamente, se sorprendió al ver a Dante sosteniendo el


vaso sin cuidado. Dante lo evitó y retrocedió unos pasos.

—Raphael, vamos a tirar esto ahora.

—¿Eh? ¡Oh, no! ¡Esto es lo que me da valor!

—No hay manera. Si bebes esto, no te dará valor, solo te dolerá el estómago.

—No me dolerá el estómago. No es posible que eso pase.

—Estás equivocado.
Los largos brazos de Raphael se estiraron hacia la mano levantada. Dante esquivó a
Raphael sacudiendo el recipiente esterilizador.

—¡Capitán, por favor, dámelo!

Raphael atacó agresivamente a Dante como nunca antes. El cuerpo de Dante fue
empujado gradualmente hacia la pared. Y gritó cuando estuvo a punto de ser
atrapado.

—Si tiras esto ahora, te besaré cuando necesites valor.

—¡…!

Los brazos y las piernas de Raphael se detuvieron.

—…

Agonizó como un hombre que se enfrenta al mayor desafío del mundo, y luego
ofreció cautelosamente una oferta.

—Bueno, entonces… no me lo tomaré, solo me lo quedaré.

—No.

Dante agitó el recipiente junto a su cara.

—Decide rápidamente. ¿Es esto, o soy yo?

—No, si me preguntas así, ¿qué puedo decir?

—Ah, ¿entonces es una pregunta difícil de responder?

—¡No! ¡Por supuesto que no, pero…!

Raphael gimió y dio unos pasos, luego buscó la cara de Dante en lugar del recipiente
esterilizado. Y entonces besó sus labios.

—No tengo otras opciones más que el Capitán. Bebo la Coca-Cola porque fue la
primera cosa que me diste…

Sus labios se alzaron como un pico y se movieron un par de veces, luego dejó
escapar un suspiro de resignación

Entonces, Raphael se cubrió la cara con ambas manos.

—Tíralo mientras tengo los ojos cerrados.


—Ah, eres muy amable. Mi querido Raffy.

Dante dio una palmadita en el trasero a Raphael y se animó a ir al baño, sin


importarle la tenue mirada que asomaba por el hueco de sus dedos.

Al final, Raphael escuchó el contenido del recipiente vertiéndose en el lavabo.

—Raphael, he tirado esto y me acaba de salpicar el cuerpo. ¿Puedo utilizar el


baño?

Con esas palabras, Raphael jugueteó con el recipiente vacío que fue arrojado fuera
del baño.

—Sí…

***

Dante salió después de usar el baño durante unos 15 minutos. Después de eso,
terminaron de mirar alrededor de la habitación juntos y salieron de la mansión
Haynesworth. Incluso cuando salieron, fueron despedidos por la Gobernadora de
Islas, por Camila Haynesworth y todos los habitantes de la mansión.

El auto dio vuelta por donde había llegado y entró en un camino conocido.

—Oh, Raphael. ¿Puedes girar a la izquierda aquí?

—Sí.

Raphael cambió de carril sin dudarlo. Y preguntó.

—¿A dónde quieres ir?

—Sí, tienes que detenerte un rato. Aquí, a la derecha. Sigue adelante.

Mientras Dante lo guiaba, llegaron a un callejón con poca gente. Raphael también
conocía este lugar. Cuando vio a Dante desnudo en la ducha, poco después de que
mostrara su torpeza mental, se excitó y salió corriendo… Ahí fue donde Dante lo
llevó y…

—Detén el auto y apaga el motor.

—Capitán, ¿por qué estamos aquí? Ah…

Ambas mejillas fueron tomadas por las manos de Dante. Tan pronto como el cuerpo
fue arrastrado a un lado, los labios se encontraron con otros y una lengua invadió su
boca.
Rodeando con sus brazos los hombros del avergonzado Raphael, Dante entrelazó su
lengua rígida con la de su joven amante. El calor creció rápidamente entre los
rostros de las dos personas, y un sonido húmedo se extendió por el auto.

Raphael quitó las manos del volante y sujetó la cintura de Dante. Los labios de
Dante, que estaban en contacto con los de Raphael, dibujaron una suave curva hacia
arriba.

Cruzó el centro del coche con un pie sin despegar los labios de Raphael. Al levantar
la palanca debajo del asiento del conductor con el pie, el asiento en el que estaba
sentado Raphael se hizo hacia atrás. Al tener mucho espacio, Dante se subió en
Raphael. Él, se sintió impotente ante el movimiento del Capitán.

—Capitán… yo, ah…

Raphael gimió cuando Dante le tocó el muslo al sentarse sobre él. En el lado
izquierdo de sus pantalones, se reveló el contorno del arma de Raphael. Tal vez sea
porque es muy joven, pero rápidamente Dante reconoció los signos de la señal de
permiso para disparar.

Raphael mantuvo los labios cerrados con toda la fuerza que pudo, pero no fue rival
para Dante, que se movió activamente desde arriba.

—Ah…

Tras un largo beso, Dante despegó sus labios.

—Raffy.

—…Sí, Dante.

—He estado estudiando un poco como tú mientras me tomaba un descanso.

El pelo que cubría la frente de Raphael se echó hacia atrás. Su cara estaba tan roja
como si ya hubiera bebido alcohol.

—Desde que comenzamos a salir, no hemos tenido menos sexo gracias a mis
lesiones.

—…

—Me tomó aproximadamente una semana. Pero, finalmente encontré una


posición que nunca había hecho antes, y en estos momentos siento que me estoy
volviendo loco.

Dante sonrió tras quitarse la corbata que le apretaba el cuello.


—Quédate quieto.

Bajó la cremallera de los pantalones de Raphael. Con solo tocar aquel lugar con la
punta de sus dedos, Dante pudo sentir el grueso Volumen y un calor que traspasaba
la tela. Cuando metió la mano dentro de la ropa interior, sintió las pulsaciones de un
pene completamente erecto.

—Ah, Cap… Capitán…

—Di mi nombre. Es agradable de escuchar.

—¡Dante, ah…!

El pene fue sacado de la ropa interior. Dante sonrió al verlo después de mucho
tiempo. Desde la última sesión de entrenamiento para la cumbre hasta ahora. Era de
un color rosa más oscuro de lo habitual, como si estuviera enfadado por esperar
ansiosamente.

—Vamos a ir al cielo tal y como se prometió. Mi pequeño cachorro.

Incluso en la sonrisa de Dante se podía ver la excitación que emanaba. Un aliento


caliente hizo cosquillas en la frente de Raphael, que estaba a la altura de sus labios.

—No creo que hayas esperado y llorado como antes al no recibir una llamada,
¿así que te has masturbado?

—Ah… me masturbé… Sí, lo hice.

—¿Cuánto?

—…Dante, después de que nos reconciliamos, todos los días al terminar las
llamadas.

—¿Por qué colgaste el teléfono? Me hubiera gustado escucharlo.

—¡Ah!

Dante agarró el glande hinchado. Raphael curvó la espalda. Con una palmada en el
pecho, Dante desabrochó sus pantalones y se bajó la ropa interior. Ante los ojos de
Raphael, igual que él, apareció un pene erecto.

—Es la primera vez que hago esto en un auto, así que estoy un poco nervioso.
Aunque esta vez sea un poco torpe, por favor, compréndelo.

Dante agarró el pene de Raphael y se posicionó sobre él.


El hueco entre el glande llegaba hasta la punta del mismo. La punta de su glande
tocó el agujero de su trasero.

—Capitán…

Raphael se avergonzó y olvidó que antes Dante le había dicho que lo llamara por su
nombre, al mismo tiempo, detuvo a la persona que estaba sobre él.

—Espera un momento. No, no puedes. Tienes que aflojarlo primero… si lo


introduces enseguida, te harás daño. Espera mientras saco los condones…

Raphael se apresuró a buscar su cartera en el bolsillo interior de sus pantalones.


Dante le agarró de la muñeca y lo hizo retroceder.

—Está aflojado. Mira.

Los pliegues de la piel que se podían sentir en las puntas de los dedos de Raphael
estaban apretados, pero cuando introdujo un dedo, aquella zona se abrió
suavemente.

—Eh, cuando…

—En el baño de tu habitación. Mientras me daba una ducha. Fue agradable


porque el jabón corporal olía a ti.

Los ojos verdes claros temblaron mientras se abrían más de lo normal.

—Nunca más podré ducharme allí con la mente sana…

La voz temblorosa respondió como si llorara. Dante, que soltó una risa, puso su
brazo herido sobre el hombro de Raphael. Sujetó el pene rosado con la otra mano y
bajó la cintura.

—¡Ah, Capitán, el condón, ah!

—Hmm…

El glande enseguida se deslizó entre los pliegues de la piel interna. A diferencia de


cuando Raphael suele colocar bastante gel para que se deslice, la entrada apretó su
pene con fuerza.

—¿Acaso tienes tiempo para pensar?

—¡No, ah, no tengo!


Raphael abrazó la espalda de Dante, mientras levantaba su cintura al mismo tiempo
que Dante bajaba un poco más las caderas. El pene arañó la pared interior y entró
profundamente.

—¡Ah, Capitán, ah!

Tambaleándose, Dante se agarró al mango del techo del auto. Estaba sentado encima
de Raphael, y ahora su cuerpo se apoyaba ligeramente en el volante detrás de él.

Dante bajó todavía más mientras su agujero tragaba lentamente el pene de Raphael.
Las mucosas se frotaban fuertemente en su interior, casi que parecía doler.

—Ah, ah… ugh, huh.

—Dante, ah, ah…

El interior, que debía estar un poco rígido y estrecho, se abría más y más a medida
que los gemidos de ambos se hacían más profundos.

—Ah…

Aunque no había gente, se encontraban en el exterior teniendo sexo en un auto. La


sensación de inmoralidad, se incrustaba lentamente como si fueran unas bestias sin
escrúpulos. Además, el sonrojo de la cara de Raphael aumentaba con cada segundo
que pasaba. Para un joven de 24 años que había vivido inocentemente, la situación
actual era más estimulante que nunca.

—Mi pequeño cachorro, ah, todavía hay algo bonito y grande aquí.

El sonrojo se extendió hasta la zona alrededor de los delgados ojos de Dante.


Después de un suspiro, bajó sus parpados. Dante, era mucho más erótico ahora que
cuando fumaba un cigarrillo después del sexo, mientras sonreía al ser halagado por
lo sexy que era. Una cara caliente, una camisa desaliñada y la piel desnuda que se
veía después de quitarse los pantalones, e incluso una muñeca con las venas
sobresaltadas que se apoya en el volante detrás de él. La imagen de este Dante era
algo que Raphael jamás había visto.

—Capitán, eres demasiado erótico…

Las manos de Raphael se deslizaron dentro de la camisa de Dante. El agujero de su


entrada apenas se había tragado la mitad del pene de Raphael, los músculos de la
espalda de Dante palpitaban y su pecho subía con grandes respiraciones.

Con los sonidos húmedos provenientes de la zona donde estaban unidos, el pene
caliente se fue moviendo poco a poco en su interior. Raphael tomó la espalda de
Dante y la empujó hacia él para que su cuerpo se apoyara en su pecho en lugar del
volante.

—Dante, bésame, hmm, hazlo, por favor.

—Actuando lindo otra vez.

Dante le rodeó el cuello con sus brazos y sus labios se entrelazaron. Sin embargo,
ambos no detuvieron sus movimientos. A mitad de camino, sus labios se tuvieron
que separar debido a la falta de aliento, pero la distancia entre ellos no era ni
siquiera del grosor de un dedo, y nuevamente las respiraciones calientes salían para
volver a entrelazar los labios.

Las partes superiores de sus cuerpos se rozaron, y el asiento donde estaba sentado
Raphael crujía. El sonido resonó dentro del auto cerrado.

—¡Ah… ah!

Entonces, el trasero de Dante cayó completamente sobre el muslo de Raphael. Junto


con él, Raphael entró en Dante por completo. La pared interior era apretada, y al
sentir a Raphael por completo, Dante solo lo abrazó fuertemente.

—¡Raffy, ah, ah, huh!

El pene, que se abrió paso hasta lo más profundo del interior, comenzó a moverse
con fuerza. El trasero de Dante y los muslos de Raphael chocaron al ritmo del
movimiento.

—Hah…

—Dante, ah, Dante, ah.

Un gran pene aparecía entre el trasero abierto de Dante y desaparecía en su interior.


Con él, la suave pared interior se aferraba al pene, se estrecharon cuando este salía y
casi enseguida volvían a aferrarse al pene de nuevo. En el vientre de Dante se podía
apreciar la presencia del grueso pene que crecía en cada movimiento.

—Ha, realmente… Eres demasiado grande. Mi estómago, ah…

Dante no sabía cuánto más podría crecer su pene, pero deseó que dejara de hacerlo.
Si seguía creciendo más, el amante 7 años mayor estaría en peligro.

—Dante, Capitán, ¡ah!

Dante, que estaba temblando, presionó los labios de Raphael con su dedo.
—Ah… lo olvidé, lo olvidé. Si tenemos sexo en un auto… tienes que contener
tus gemidos… si lo haces, realmente verás el cielo.

Dante apoyó su cabeza en el hombro de Raphael.

—Aunque lo sé, creo que no puedo contenerme un poco. ¡Ah…!

El gemido de Dante llegó al oído de Raphael. Sus anchos hombros se estremecieron


ante su estimulación.

—Ah, ah, ah, Capitán.

—¡…!

Raphael se mordió el labio para contener sus gemidos. Cuanto más lo hacía, más
escuchaba con claridad la voz de Dante.

—Ah, Raffy… Ah, más, dentro…

—Hmm…

La voz grave, que normalmente transmitía con calma una situación de emergencia o
daba órdenes, estaba ahora húmeda y acalorada por la excitación. A medida que
Dante se inclinaba más en el cuerpo contrario, más se mareaba Raphael. La cara, la
voz, el olor corporal y el tacto de Dante dominaban todos sus sentidos.

—Ah, muy bien… Ah.

Los movimientos de Raphael se volvieron más intensos. El cabello castaño, que


había sido peinado pulcramente en el camino hacia la mansión Hayneswoth, cayó
sobre el hombro de Raphael. Y ante esta acción, Raphael abrazó a Dante tan fuerte
como pudo y le dio una palmada en su trasero.

—¡Ah! ¡Oye!

Dante se sorprendió ante dicha acción y gimió fuerte. La sensación que llegó a
través de sus oídos se convirtió en una señal espeluznante, que penetró por completo
el cuerpo de Raphael. Los oídos fueron los que escucharon aquella voz, pero el calor
se concentró en su parte baja.

Dante sacudió la cabeza y reveló un largo escote. En lugar de ser suave o terso, era
un cuello con una curva varonil. La boca de Raphael estaba tan seca como un
desierto.

Ahora no tenía paciencia para controlar ningún deseo. Se llevó el cuello de Dante a
la boca.
—Ah… ¡sí, ah!

Al mismo tiempo que su cuello era estimulado, Dante, que volvía a ser
profundamente penetrado, dejó escapar un nuevo gemido. El sonido, por supuesto,
se transmitió intacto a los oídos de Raphael.

—¡Haa, Dante, ah, ha!

Raphael buscó las zonas erógenas que podían provocar un gemido de la boca de
Dante, era como si estuviera buscando un tesoro con ambas manos. Cuando apretaba
el pezón con un poco de fuerza, salía un gemido mezclado con dolor, y cuando
apretaba su trasero que ya estaba lleno de su pene y lo abría un poco para poder
penetrar con más fuerza, se quedaba sin aliento.

—Ah, Raffy. Huh!

La mayor respuesta fue cuando agarró su pene para poder explorarlo.

—Dante, tu voz es tan buena. Huh, más, más, por favor.

Cuando tenía sexo con Dante, siempre se convertía en un hombre que estaba rendido
a los pies de su Capitán. El deseo de abrazarlo era tan intenso que sentía que si
aplicaba demasiada fuerza, podía desaparecer. El aspecto desaliñado y la voz
entrecortada de este hombre que siempre era recto y pulcro, era lo que Raphael
quería que fuera solo para él, durante toda su vida.

—Ah, ¿te sientes bien? Huh… Ahora que lo pienso, es la primera vez que lo
hacemos desde que empezamos a salir… ah…

—Hmmm, me siento bien, ah, hmm.

Al reprimir la voz de nuevo, escuchó el gemido de Dante, que se mezcló con un


sonido más fuerte que antes. Raphael pensó que no le importaría escuchar nada más
que la voz de Dante a partir de hoy.

—Creo que estoy a punto de venirme. Sácalo, Capitán.

Dante habló claramente, mientras jadeaba.

—Raffy, hazlo dentro.

—Hmm…

Llegó el escalofrío, como si hubiera sido rescatado del fuego del infierno y
sumergido en agua fría, y un entumecimiento penetraba en todo el cuerpo. Toda la
situación se volatilizaba en su cabeza, incluyendo en dónde estaban y con quién se
encontraba.

Raphael tomó la cintura de Dante y hurgó en su interior con la fuerza necesaria para
que su pene se enterrara mucho más. Los muslos de Dante temblaron como si
tuvieran espasmos.

—¡Ah, ah!

—Ah…

Mientras Raphael eyaculaba dentro de Dante, Dante también eyaculaba en el


estómago de Raphael.

La eyaculación de Raphael fue un poco más larga que la de Dante. Y Dante tuvo que
gemir durante un poco más de tiempo ante la sensación de ardor en su interior varias
veces.

Apenas logró respirar, y al ver la cara de Raphael, sonrió.

—No puedes ir al cielo. Es demasiado desvergonzado.

—Dante…

—Sí.

—…Ah, cómo puede una persona…

Raphael se quedó mirando la cara de Dante y se rió con un suspiro.

—Supe por primera vez que podía dar miedo que una persona fuera demasiado
erótica.

Extendió la mano frente a Dante y se sonrió.

—¿Ves cómo me tiemblan las manos?

—¿Eh? ¿Qué? ¿No te ha gustado?

—No es eso, solo que no creo que haya un lugar tan maravilloso como este en el
cielo…

Era difícil expresarlo con palabras, así que Raphael se limitó a tirar de la cintura de
Dante y enterrar su rostro en sus brazos.

—El cielo… Me encanta, pero es malo para el corazón.


—Jaja.

El pene que aún estaba dentro de Dante se frotaba con la pared interna. Había un
sonido pegajoso bajo el semen que acababa de ser vertido.

—Raffy, la segunda ronda es un poco… mira donde estamos.

Dante acarició la cabeza de Raphael, extendió la otra mano y echó el respaldo de del
asiento hacia atrás. El asiento se inclinó lo suficiente como para alcanzar el asiento
trasero. Dante se inclinó cubriendo con su cuerpo el de Raphael y compartieron un
profundo beso una vez más.

—Ah… hmmm…

Una vez que todos sus deseos fueron vertidos uno sobre el otro, gran parte de su
impaciencia desapareció. Ambos se rieron varias veces con los labios superpuestos.
Raphael cubrió la cara de Dante y presionó sus labios en la mejilla dos veces más.

—¿Aquí no pasa la gente?

—Entre semana pueden pasar una o dos personas, pero los fines de semana no
hay manera porque la carretera está bloqueada.

—Entiendo…

—¿Por qué?

Raphael abrazó a Dante y le dio la vuelta. Su postura se invirtió. Ahora Dante estaba
acostado sobre el asiento, con Raphael cubriéndolo.

—Entonces… Quiero que me ames mucho más. Llevo esperando unos 15 días,
incluyendo tu hospitalización.

Raphael se quitó los pantalones y la ropa interior dejándola en uno de sus muslos.
Dante, que recordaba cómo Raphael era tan inexperto, se preguntó cuándo aprendió
a hacer esto.

—Por favor, permítelo, Dante.

Raphael puso sus manos bajo las rodillas de Dante y las presionó hacia arriba.

—Oh, Raffy. Espera un poco.

Dante negó con la cabeza. Debido a la postura cercana del muslo al cuerpo, su
entrada estaba claramente expuesta, y de la zona roja e hinchada fluía el semen que
Raphael había eyaculado hace un rato.
—El asiento… esto… va a salir más. Suéltame, ¡ah!

Su agujero se tensó y apretó, pero las caderas y el trasero ya estaban manchadas de


semen blanco.

—…

—Si hacemos esto, el asiento se ensuciará, así que saquemos lo que hay dentro.

Dante preguntó dónde estaba un pañuelo. Pero no hubo respuesta de Raphael.

—¿Raphael?

La mirada de Raphael no se apartaba de la parte inferior de Dante.

Incluso Dante estaba un poco avergonzado de que lo miraran tan abiertamente sin
que dijera una palabra.

—Tú.

Mientras tanto, sentía que volvía a fluir el semen desde su entrada. Intentó bajar sus
muslos, pero la mano que sostenía con fuerza la piel debajo de sus rodillas, no cedió,
al igual que la mirada fija allí.

Dante estiró el dedo, lo colocó frente a los ojos de Raphael y rebotó.

—Ah.

Los grandes ojos lo miraron sin comprender.

—Sé que estás excitado, pero suéltame… Vamos a sacar el semen.

—Ah… el semen, saquémoslo.

—De acuerdo, ahora deja de mirar… ¡Oye! ¡Tú!

La cabeza de Raphael bajó de repente entre las piernas de Dante. Raphael, agachado
sobre él, pegó su cara contra la parte perineal.

Apretó la cadera de Dante con una mano, y con la otra presionó bajo una de las
rodillas. Los huesos que sobresalían entre sus caderas, eran más visibles. Su larga
lengua alcanzó la húmeda entrada.

—¡No lo hagas!
Gritó Dante realmente avergonzado. Dante también sabía que había una
estimulación lamiendo su entrada. Sin embargo, estaba lejos de su gusto, por lo que
quería evitarlo, y además, ahora, dentro de él…

—¡Oye, Raphael…!

Intentó apartar la cabeza de Raphael, pero en ese momento algo estimulante y


húmedo penetró en la zona sensible y su fuerza de desvaneció.

—Espera… es raro.

Una suave lengua le hizo cosquillas en el lugar donde hace poco se había abierto.
Las manos y los dedos de los pies de Dante sintieron un adormecimiento.

—¡Raphael, para!

Finalmente, Dante golpeó con fuerza la espalda de Raphael con su pie. Raphael,
molesto, sólo levantó los ojos entre las piernas donde había enterrado su cara. Como
si quisiera expresar su descontento, su mano que sostenía la cadera se hizo más
fuerte.

—El Capitán ha dicho que debemos sacarlo.

Las pestañas temblaban tanto como la respiración agitada y sus pupilas debajo de
aquellas pestañas, no parecían tan amables como de costumbre.

—Lo sacaré. A partir de ahora, lo haré todo. No intentes hacerlo tú. Ni siquiera
quiero que tu dedo entre en este lugar.

—Creo que estás demasiado… excitado. Cálmate un poco.

Raphael, que bajó hasta el fondo del asiento, comenzó con el perineo de Dante y
cubrió con su boca la zona de su entrada. La garganta de Raphael tragó.

—Ah…

La sensación del semen acumulado de su interior comenzó a salir, y la sensación de


que algo húmedo y blando abría la entrada y lamía el interior, le resultaba
desconocido. Un largo y húmedo aliento escapó de la boca de Dante.

Una sensación inexplicable recorrió sus músculos. Aunque se consideraba un acto


fuera del sentido común, era difícil descartar la excitación de ver a su amante con la
cabeza entre sus piernas.

—Ah…
La parte superior de la cabeza se elevaba entre las piernas para enseguida hundirse
aún más sin descanso. El calor de Raphael, que jadeaba más que Dante, se extendió
rápidamente a Dante también.

Al final, Dante se agarró el pene con una mano. Este ya estaba medio erecto. Para
ser sincero, la excitación era tan alta que lo hizo reír nerviosamente.

La causa no era sólo el espeluznante toque de la lengua.

—Ah… Raffy, ¿es tan bueno? ¡Ah!

Dante estiró el dedo anular y el meñique y levantó el flequillo de Raphael. Encima


de sus inocentes ojos, había un deseo fresco, pero inagotable. En lugar de responder,
Raphael presionó la pared interna con su lengua para sacar un gemido de la boca de
Dante.

—¡Ah!

La mano que tocaba su pene, se volvió un poco más rápida. No sabía qué hacer
cuando una persona que es menor que él y es tan apuesto, tiene una apariencia ruda
o madura. Tanto era la sorpresa, que todo su cuerpo temblaba con solo verlo.

La mezcla del semen y la saliva de Raphael hacían un sonido húmedo en la parte


baja. La cintura de Dante, que estaba en una posición bastante extraña, temblaba
mientras se masturbaba.

—Raffy, detente, y lentamente… entra.

—…

—A este paso, creo que llegaré al orgasmo solo. Bueno, eso creo.

Las pestañas doradas de Raphael parpadearon un par de veces y luego agarró la


muñeca de Dante mientras éste acariciaba su pene.

Con la mano libre, sacó un pañuelo de la guantera y escupió lo que tenía en la boca.
Se quitó el pañuelo blanco y los labios rojos que aparecieron brillaron
sensacionalmente.

—Eso no está bien.

—Mi bebé puede dar miedo… es que, parecías un poco enfadado.

—¿Enfadado?

—No es… Está bien.


Raphael ladeó la cabeza. Luego se inclinó y puso sus labios en la mejilla de Dante.
Aunque Dante sonreía, Raphael pensó que dejaría de pensar en su aspecto si actuaba
de forma tierna.

En cuanto sintió el pelo de Raphael, su mano, que se había acostumbrado a los


encantos del más joven, se estiró por reflejo y lo acarició. Raphael tomó su mano
con agrado y empujó la parte inferior de su cuerpo contra él.

—Ugh… Raffy. Antes de metértelo, ¿podemos poner algo debajo?

Raphael negó con la cabeza.

—No te preocupes en absoluto por el asiento.

Y apretó los labios en el cuello de Dante.

—Me gustaría que dejaras muchos rastros, así que está bien. Es una prueba de
los recuerdos de nosotros dos besándonos y teniendo sexo aquí, así que no
borraré ninguno de ellos y los conservaré.

—No digas locuras con una mirada…

Con esa cara, podía engañar a cualquiera, pero era una tontería añadir una extraña
colección de pañuelos llenos de semen después de una Coca-Cola. Simplemente, era
una locura.

Fingiendo no entender las palabras de Dante, la punta fuertemente hinchada de su


pene, presionó su entrada.

—Dante. Vayamos juntos otra vez. Mándame al cielo. ¿Sí?

«Haa… en serio.»

Hasta el más mínimo sentimiento de enfado se derritió. Dante nunca podría ganarle,
así que rodeó la cintura de Raphael con sus piernas.

La entrada, que se había aflojado suavemente por las caricias húmedas, se abrió de
nuevo. La inserción fue mucho más fácil que la primera vez, que apretaba el pene.

—Ah.

—Dante, ah… fue dulce cuando lo lamí, pero también esto es agradable.

Mientras Raphael presionaba lentamente, su grueso pene se escondió en la entrada


de su trasero. Dante sonrió con un gemido mientras miraba la mano de Raphael, que
sostenía su hombro lesionado para no forzarlo a cualquier movimiento brusco
durante el acto.

—¡Ah, ah!

Pero la razón de Raphael estaba ahí. La velocidad con la que el pene entraba y salía
del agujero de Dante aumentó gradualmente.

—Ah, ah, Dante. Esto se siente tan bien…

—Ha, Raphael.

—Antes, quería decirte muchas veces lo bien que se sentía, pero tenía que
ahogar el ruido, así que era una pena.

Uno de los pies de Dante, extendido lateralmente, se apoyaba en el alféizar de la


ventana y el otro tocaba la guantera. Las sensaciones que le proporcionaba el
estrecho espacio se convirtieron poco a poco en excitación. La camisa, que tocaba el
asiento se deslizó y se arrugó.

—¡Ah, hmm…!

El pene se clavó más profundo.

—Tan, tan bueno, Me gustas, Dante.

Al contrario de Dante, que estaba sobre él, Raphael, que ahora es libre de moverse,
empujó aún más su cintura. Del pene de Dante salió un líquido claro. Raphael
observó la escena cuidadosamente mientras el líquido se deslizaba por sus huesos
pélvicos y finalmente caía sobre el asiento.

—Sí, ah… Dante, no voy a borrar los rastros. Aquí, me sentaré en los rastros
que dejes y conduciré. Dante, ah…

Raphael expresó su desbordante afectó tanto en palabras como en acciones. La


segunda petición de Dante: “por favor, no digas locuras…”, quedó enterrada en esa
intensa expresión de emoción.

La pared interna era atacada con brusquedad. La cabeza apoyada en el asiento se


inclinó hacia atrás. Raphael, que se mantenía de pie en el suelo del auto, continuó
metiendo y sacando su pene repetidamente.

—¡Raffy, ah, ah…!


Las embestidas de Raphael se sentían vívidamente debido a sus piernas abiertas y
con la cintura elevada. Con solo mirar a Dante, sus muslos, que golpeaban contra la
pelvis de Raphael, ahora estaban rojizos.

El poder de un joven de 24 años era realmente… Al menos, en 3 o 4 años más, era el


tiempo de que esté lleno de energía, y al pensar en ello, Dante ya se estaba
preocupando.

—Capitán, parece que este es el cielo. Eres apuesto, fuerte, fiable y tienes la
capacidad de enviar a la gente al cielo.

—Por favor, halaga o embiste, solo uno. ¡Ah!

No poder hablar mientras tenía sexo lo hacía sentir inquiero, pero ahora sabía dónde
moverse para provocar los placenteros gemidos de Dante.

Dante gime y en sus caderas, se forman dos hoyuelos si el pene se empuja hacia
arriba desde el lugar estrecho, como si apuñalara el bajo vientre. O si el pene se saca
rápidamente para que solo quede la punta del glande, mientras que a los pocos
segundos el pene vuelva a ser completamente enterrado. En ese momento, cuando
movía su pene, Raphael pudo escuchar un sonido precioso como si hubiera recibido
un premio.

—¡Ah! ¡Huh!

—Dante, ah, Dante…

Raphael, que escuchó la reacción y la voz, se excitó aún más como si le hubieran
dado un premio.

Raphael inclinaba deliberadamente su pene en el interior, cada vez que el pene de


Dante se agitaba. El fluido corporal de Dante estaba por todo el asiento. Sonrió con
más satisfacción que al recibir un regalo de Navidad.

—Dante, te quiero. Dante, eres el mejor del mundo. Me gustas.

Dante abrió sus ojos y sonrió.

—Sí, a mí también. Tú también me gustas.

—Ah, gracias. Estoy tan feliz.

El amante, que se clava profundamente con su grueso y palpitante pene, le confesó


tímidamente que le gustaba.
Después de que ambos cuerpos se agitaran, Dante fue el primero en verter semen en
la mano de Raphael. Cuando su interior se tensó debido a la eyaculación, Raphael,
que alcanzó su clímax, se apresuró a sacar el pene del interior de Dante.

—Huh…

El semen de Raphael se derramó sobre el estómago de Dante, que su pecho se


agitaba de arriba abajo. Un líquido blanco y espeso bajaba a través de los músculos
firmes. Cuando Dante alargó la mano y pasó sus dedos por el pene de Raphael, este
tembló y dejó caer el semen restante.

Tras la eyaculación, Raphael suspiró y se colocó sobre el cuerpo de Dante,


apoyando solo el peso de su cabeza. Durante un rato, solo el sonido de la respiración
de dos personas perduró en el auto.

Dante levantó su brazo cansado y le dio una palmadita en la espalda a Raphael.


¿Será las consecuencias de un sexo intenso?

Cada vez que movía su brazo, parecía hacer un sonido chirriante de su cuerpo
agotado.

«No, es más un chirrido, es parecido a…»

—… Raffy.

—Sí, Dante.

Dante sonrió torpemente.

—Creo que se ha roto, ¿verdad?

A espaldas de Dante, el chirrido del asiento era inusual. No fue resistente para que
los dos soldados, que no eran ligeros en peso, se sentaran en el mismo lugar y
tuvieran sexo sin descanso; era algo lógico que el asiento no iba a soportarlo.
Cuando Dante movió un poco la cintura, un sonido llegó a sus oídos.

—Vamos a pedir un presupuesto para las reparaciones. Yo empecé esto, así que
lo arreglaré.

—No tienes que preocuparte por eso.

Raphael se apoyó en el hombro de Dante y lo abrazó con fuerza.

—Acaricia mi pelo, por favor.

—Ahora lo pides de manera linda.


Dante metió la mano entre el pelo ligeramente humedecido por el sudor y lo acarició
ligeramente. Raphael se había convertido en un tierno y pequeño cachorro que pedía
ser acariciado.

—Lo siguiente… Si hago una buena acción, la próxima vez, ¿me enviarás al
cielo de nuevo?
Capítulo 15
Darling
El día de la ceremonia de entrega de medallas, los miembros del equipo vestían
pulcramente sus uniformes. Dante, que estaba al frente, también estaba pulcramente
vestido después de mucho tiempo.

—Capitán Dante Bailey, Subteniente Angela Harris. Adelante.

Dante subió al podio con Angela un paso detrás de él. Este asunto se trató de manera
importante, ya que era inusual que en un evento militar se vieran cámaras de
televisión y algunas emisoras de radio.

El Comandante en Jefe Haynesworth se acercó y se colocó delante de Dante, que


reprimió su timidez y se dirigió al centro del podio con la espalda recta. El
representante de la familia imperial, que era el encargado de entregar la medalla, era
el Jefe del Estado Mayor del Ejército.

—Felicidades.

—Gracias.

El Comandante en Jefe Haynesworth, que no podía ocultar su pesar mientras le


colocaba la medalla en el pecho, finalmente estrechó la mano y preguntó:

—Por cierto, ¿realmente no tienes intención de tener una demostración?


Incluso he traído mi cámara por su cambiabas de opinión.

Dante rompió en un sudor frío como si Angela, que estaba de pie justo detrás de él,
hubiera escuchado, y volvió a rechazar la propuesta. Como si huyera del podio, los
pasos que bajaban eran mucho más rápidos que los que habían subido.

Por la noche, después de la ceremonia de entrega de medallas, se programó una


celebración para beber, que todos los miembros del equipo habían estado esperando.
Todos estaban tan emocionados, que habían reservado un pequeño pub* por un día.
Dante iba a beber y emborracharse por la alegría del día de hoy.

N/T: Pub: Establecimiento nocturno en el que se sirven bebidas y se escucha


música.

Todos los miembros del equipo empezaron a trabajar con normalidad a partir de esta
semana, pero a Dante, que se lesionó en el desempeño de sus funciones oficiales, se
le concedió una semana más de descanso. Tras enviar a los miembros del equipo a
trabajar, que esperaban que llegara la hora acordada, se dirigió al departamento de
administración y rellenó los documentos necesarios para la baja por lesión.

Mientras pasaba entre las felicitaciones de las personas que se encontraba en el


pasillo, Dante se encontró con Leone, que dijo que estaba a punto de salir a dar un
paseo, y él y Dante bajaron las escaleras.

—Me ha gustado bastante la ceremonia de entrega de medallas. Por cierto,


¿cómo estás después de la operación?

—Es frustrante, porque se fija con una banda de hombro en mi ropa, pero no
hay ningún problema para moverme. Estaré totalmente recuperado después de
un par de meses de rehabilitación.

—Aun así, vale la pena si con ello puedes conseguir una medalla y todavía
sigues teniendo el hombro.

—Es algo barato.

Leone, que le dio unos golpecitos en la espalda de Dante, sacudió los brazos para
entrar en calor.

En lugar del lesionado Dante, Leone asumió el trabajo de finalización del


entrenamiento en la Zona C. Esa era la razón por la que tenía que hacer un papeleo
adicional que no estaba programado hasta ahora. A pesar que las quejas venían
constantemente, no tenía más remedio que ayudar a cualquier Capitán y los
compañeros de la Academia Militar con los que había estado durante mucho
tiempo.

De hecho, la propia “vigilancia de la cumbre” se completó limpiamente, dejando


poco qué hacer. Sin embargo, había otras razones que hacían el trabajo más
complicado.

—Realmente no sabes los giros que dará la vida. Pensé que Derrickson iba a ser
arrestado por el caso de los terroristas*.

N/T: Recordar que en Volumen 1 se da a entender que Derrickson iba a estar en la


entrada de Islas.

—Por cierto, ¿cómo va todo con Efron y Martínez?

—Ese es el problema…

Leone sacudió la cabeza con expresión preocupada.


—No van a pasar por alto el error de Martínez, así que es probable que lo
despidan, y a Efron, ja… De todos modos, no tuvo un castigo severo porque
lleva años en el ejército, pero fue tomado correctamente por el Comandante del
Regimiento*.

N/T: El regimiento: es una unidad militar que por lo general agrupa varios
batallones y es comandado por un Coronel, recordar que en anteriores capítulos
Efron solo estaba en el SAG para ascender de rango, no era un Capitán
completamente oficial en el SAG, al ser aceptado por el Comandante, se convirtió
oficialmente en un miembro del SAG.

—¿Es así?

—Fue amargo ver que Martínez fue engañado por los demás, y solo pudo morir
solo.

Incluso Dante sabía que Martínez era un joven tranquilo y tímido. Derrickson Efron
era capaz de amenazarlo usando a su familia para que cambiara su lugar en la
cumbre.

De hecho, un ataque terrorista estalló en Tennessee cuando se vio obligado a


cambiar su puesto. Martínez, que fue severamente sancionado por el incidente, que
no tenía nada más que perder. Acusó a la persona que le cambió de lugar en la
cumbre sin causar un gran cambio.

—Esto es tan molesto. De todos modos, Derrickson no fue promovido por el


momento.

—Por supuesto. Por eso la gente tiene que llevar una vida decente.

Leone negó con la cabeza. Dante estaba muy de acuerdo con eso. En los últimos
años había tratado con Derrickson y Miller, y por eso ya había tenido suficiente con
todas las personas de clase alta como ellos.

—¿Cómo es que los nobles son los únicos que acosan de esta manera a los
soldados más jóvenes? Me enoja de nuevo cuando pienso en el acoso de Miller
hacia mi pequeño cachorro. Sus padres deberían ser más estrictos con ellos,
deberían ponerle un límite.

En estos días, Dante pensó que el afecto que el Comandante en Jefe le mostraba,
quería transferirlo hacia Raphael. Honestamente, Raphael, que es tierno y gentil es
el que más necesita una protección fiable.
Al escuchar sus palabras y los pensamientos de Dante hacia el Comandante en Jefe,
Leone hizo una expresión que decía: “Ugh, pareja asquerosa”. Luego se encogió de
hombros.

—Bueno, francamente no es solo el Comandante en Jefe, es lo mismo para


todos los nobles de la familia cuando uno de sus hijos tiene que ser enviado al
ejército. Incluso mi padre cada vez que piensa que estoy viviendo cómodamente
en el SAG, en vez de trabajar, me regaña. Seguramente para el Comandante en
Jefe es lo mismo… Si tuviera que decirlo, el padre de Efron puede pensar así.
Tal vez el asunto de la cumbre también fue hecho en secreto por su familia.

—…

Ambos crecieron en un ambiente similar, y Raphael y Derrickson pudieron actuar de


la misma manera. Al pensarlo, se sorprendió. Pero Dante miró a Leone y frunció sus
cejas.

—No pongas a Raphael y a ese hombre en la misma línea.

—¡Entonces yo sí puedo ser acusado así!

—No lo sé.

—Quiero que apoyes a tus colegas y amigos, y mantengas tu relación aparte…


No puedo creer que estés cambiando a tus colegas…

—Sí, Capitán. Lo siento.

Leone resopló. Dante, que fingió ignorarlo, se topó con alguien cuando salía del
edificio.

—Oye, dijiste que me apoyarías en todo lo que dijera.

Derrickson se acercó desde el otro lado del pasillo. Iba en dirección al despacho del
Comandante del batallón, pero al ver su cara de fastidio aún más distorsionada de lo
habitual, parecía que se iba a romper.

Sea como sea, Efron seguía siendo su superior de la Academia y además era un
Capitán, así que Dante tenía que saludarlo, aunque fuera mínimo.

—Hola.

—…

Derrickson vio a Dante con su uniforme y supo lo que había pasado, por lo que solo
la furia subió en medida. Su rostro se volvió más sombrío y colorido que antes.
—¿Por qué me miras así?

Dante, que estaba a punto de pasar al lado de Derrickson con Leone, que estaba
chasqueando la lengua, se detuvo bruscamente.

—Capitán Efron.

En cuanto lo llamó, volvió a recibir una mirada desagradable.

—No me interesa si nada cambia entre tú y yo, pero al menos discúlpate con
Martínez. Le has quitado todas las oportunidades que tenía.

Cuando conoció a Martínez y cuando lo volvió a ver en Tennessee, le dirigió a


Dante una mirada diciendo que tenía una historia. Después de conocer su historia,
los ojos de Dante se habían puesto en él tardíamente.

—¡Mierda, así que realmente has dicho algo así…!

El fuerte grito que estuvo a punto de estallar se detuvo. Parecía consciente de que se
encontraba en el Cuartel General.

—Deja de presumir y piérdete. Todavía no te han ascendido, y yo soy tu


superior.

—…

De hecho, aunque hubieran tenido una relación cercana, las palabras no llegarían ni
siquiera a este nivel de reproche. Dante se alejó de él con un suspiro.

Dante y Leone pasaron de largo, y en el pasillo había quedado la sangre del dorso de
la mano de Derrickson.

Todo era un caos.

‘—Ha, hermano mayor.’

El día anterior, su hermana había suspirado mientras se frotaba la frente. Derrickson


pudo escuchar su voz mientras veía la espalda de los dos hombros que se alejaban.

‘—No sé si todavía quieres hablarme porque soy la persona que te dio la espalda,
pero cuando dijiste que querías hacer algo con respecto al cambio de las
colocaciones en la cumbre, todavía estuve de acuerdo. En aquel momento, solo lo
acepté sin pensarlo mucho, pero ahora, ¿no has visto que Evan me culpó por
ponerme de tu lado?’
Evan era el nombre de su hermano menor, el actual heredero de la familia Efron, y
también el hermano que ocupó el lugar de Derrickson.

‘—He oído que el Capitán que evitó los atentados terroristas, que se ve a menudo
en la televisión, es aún más joven que tú. No queremos un mérito grande, así que
por favor no avergüences el nombre de la familia.’

Poco después de escuchar eso de su hermana, la visión de Dante que se alejaba se


hizo mucho más borrosa, causado por la furia.

Si se hubiera ofrecido un poco antes y hubiera ido al lugar del terrorismo, su


hermana lo habría mirado con admiración y no con suspiros. Lo mismo ocurriría con
Angela, que es similar en apariencia y personalidad a su hermana.

Él mismo no sabía que se trataba de un complejo de inferioridad. Sin embargo, el


hecho de que se sintiera inferior a un huérfano que no sabía su origen le hacía
sentirse resentido.

Por otra parte, el soldado sin hogar no podía ni siquiera mirarle a la cara. Esto es
porque era el ejército, y es un buen lugar para que un bastardo ignorante debe de
estar debajo de él.

Para su suerte, se hizo amigo de los hijos de las familias Schuster y Harris, y además
se hizo el Capitán de Haynesworth, lo que cambió ligeramente su vida de clase
baja.

—Bastardo arrogante…

Dante siempre fue visto como un subordinado para él, que era un noble y vivía en
una sociedad de clase alta. Aunque hicieran lo mismo en el trabajo, el grado de
molestia varía según el sujeto, y era mucho más si el sujeto provenía de un antiguo
orfanato. Derrickson volvió a trasladar a Dante su enfado por todas sus desgracias.

*****

—Mi pequeño cachorro, quien te hizo enfadar.

—…

—Lo siento. ¿Sí?

Frotó con fuerza sus blancas mejillas para atraer la mirada del techo de la residencia
oficial, pero sus labios aún no se habían separado. Dante acercó su boca dando un
beso en los gruesos y rosados labios que tenía frente a él.

—No te enfades.
Raphael no correspondió a los besos de Dante, era como si necesitara ver un poco
más de sinceridad. Dante sonrió y volvió a poner los labios sobre los suyos. Hoy
estaba en una situación en la que el culpable tenía que rogar, pero cuando vio a
Raphael mostrando sus labios, enfadado, se rió porque era lindo.

Después de la ceremonia de entrega de reconocimientos el día anterior, la


celebración comenzó a primera hora de la tarde, cuando el sol no se ponía, y terminó
solo cuando el sol volvió a salir. Dante también bebió tanto alcohol que su condición
de una persona, que hasta hace poco estaba hospitalizada, no tuvo importancia. Así
que ni siquiera podía distinguir si era agua o alcohol, y se limitaba a verter el líquido
en la boca.

Entonces, unas 24 horas antes de volver a la residencia oficial, descansar y recuperar


la conciencia, el amante de alguien perdió todo el contacto con él. Su amante, que
había acumulado decenas de llamadas telefónicas y cientos de mensajes, preocupado
por Dante todo el tiempo, se sintió muy molesto cuando se enteró de la historia.

—Si pudieras llamarme al menos una vez mientras estás bebiendo…

—No lo pensé. Lo siento.

—…

—No lo volveré a hacer.

Como era de esperar, Raphael no pudo enfadarse con Dante durante mucho tiempo.
En su lugar, se le concedió el privilegio de recostarse sobre el muslo de Dante que
estaba reclinado en la cama.

Dante acarició el pelo de Raphael, que estaba apoyado en su regazo. Pequeños


errores, pequeñas peleas y luego la reconciliación. Después de una serie de procesos,
la comprensión de que estaban en una relación era fuerte.

—¿De qué hablaron en la fiesta de bebida?

—Hmm, de algunas cosas… ya sabes, de esto y de aquello.

Durante el tiempo de entrenamiento para la cumbre, entre los miembros de equipo


hubo varias historias que no podía sacar a relucir. A medida que las historias y las
noticias eran contadas, el alcohol aumentaba en su cuerpo.

Una de ellas era:

—Es hora de que nuestro equipo vuelva a aceptar a un miembro para su


aprendizaje.
—¿Qué?

Raphael empujó su mejilla en su regazo y frunció las cejas.

—No, ¿qué tipo de formación tienes cada año? No tiene sentido que alguien
recién graduado de la Academia Militar venga a las Fuerzas Especiales. Tienes
que decir que no.

—Huh.

Hace apenas un año, Dante recordaba a alguien que se acercó a él con la frase escrita
en la frente: “Soy Raphael, alguien que se graduó ayer”. Los ojos de un Capitán
que cuidó y crió a un pequeño cachorro Raphael durante seis meses, se adelgazaron.

—Ya está decidido, así que no podemos cambiarlo. Además, nuestro equipo no
tiene ninguna operación importante prevista por el momento, así que nos
dijeron que debemos de aceptar a una persona más. Honestamente, la situación
era peor cuando tú llegaste.

—…

Dante le dio un golpecito con el dedo en los labios, que estaban a punto de agitarse
como cuando estaba enfadado hace un rato.

—Ayer vino a la fiesta de celebración, saludó cordialmente y se fue casi


enseguida. No pude evitar recordar cuando te vi por primera vez.

—… ¿Cómo se llama?

—¿Por qué? ¿Me estás acosando?

—No, sólo estoy tratando de saberlo.

«Entonces, ¿por qué aprietas el puño y tratas de tocar con tus labios la punta de tu
nariz?»

—Hmm… No recuerdo el apellido, pero me llama Shannon. Es una chica.

—¿Qué?

Raphael se levantó de la cama de un salto. Su reacción fue tan grande que se golpeó
con la cama y se lamentó por lo que estaba sucediendo, tanto que se preguntaba
cómo diablos podía ocurrir algo así en el mundo.
—¡No importa lo liberal que sea el Imperio, los hombres y las mujeres son
diferentes! ¿Cómo puede una mujer menor acudir tan directamente a un
hombre que será su superior?

—Bueno, no es nada en absoluto. No importa.

—¡Y como se ha graduado este año, será una diferencia de 8 años! ¿Por qué
busca a un superior tan mayor?

—Estás acostado en la cama de un superior que es 7 años mayor que tú. ¿Acaso
no estás contradiciendo tus palabras?

Dante le preguntó a Raphael, que estaba enfadado

—Bueno, ¿está bien si es un hombre?

—¡Eso tampoco está permitido…! El único subalterno del Capitán soy yo…

Dante soltó una risa ante el murmullo de Raphael.

—Estoy seguro que va a hacer un gran trabajo. Incluso estoy asombrado que
una joven presentó una solicitud a la unidad de las Fuerzas Especiales en una
situación tan difícil.

—Hmmm, yo solicité unirme a las Fuerzas Especiales cuando era más joven
que ahora…

—Si tenemos la confianza después de un mes, ¿debería pedirle que me llame


por mi nombre fuera del trabajo?

—¡Dante!

Raphael lo llamó en voz alta.

—Es Angie.

Al ver la cara de Raphael, que estaba molesto, Dante levantó los labios con picardía.

—La persona que se va a encargar de su aprendizaje no soy yo, sino la


Subteniente Harris.

—…Ah…

Que un aprendiz llegara al ODA-133 no significaba necesariamente que Dante fuera


su instructor. Raphael suspiró y dejó caer los hombros como si se derritieran. Dante
se rió un poco más fuerte.
—Hace un año que nos conocemos y todavía eres fácil de engañar.

—…

Desde que se conocieron, Dante solía hacerle bromas a menudo. Mientras Raphael,
que fue engañado por él, se sintió frustrado, así que su distancia con el Capitán se
redujo cada vez más.

—Mi pequeño cachorro, ¿estás celoso?

—Sí, así es.

Una cara llena de pucheros respondió sin dudar.

—Porque eres excepcionalmente amable con tus compañeros de equipo…

—No te preocupes. Ella y yo no nos encontraremos más. Eres el primer y


último subalterno que acepto.

—… Pero están en el mismo equipo. Van a seguir encontrándose…

—Oh, es probable que el equipo se disuelva en este año.

Esta vez, Raphael no respondió. En su lugar, miró hacia arriba y hacia abajo con los
ojos abiertos.

—No, no es por una mala razón. Una vez que sea confirmado mi ascenso a
Mayor, se habla de un traslado de personal, y además, Angie asumirá el cargo
de Capitana el año que viene, así que será la líder del equipo.

—Ah…

—Y la hija del Oficial Logan va a entrar a la escuela este año, así que se va a
trasladar a una unidad general para poder pasar el mayor tiempo posible con
su familia. Janice dijo que consiguió ser una exploradora gracias al resultado
de esta operación. Creo que estará en la Oficina de Inteligencia.

Por muchas razones, la vida de un equipo suele durar sólo unos tres años o menos. Y
al equipo de Dante le ha llegado su hora de separarse.

Al nuevo equipo ODA-133 Harris probablemente sólo le queden la mitad de los


miembros actuales, y el resto será ocupado por nuevos miembros. Como hizo Dante
al pasar de jefe de equipo adjunto a jefe de equipo.

—Todo ha ido bien, y es algo que hay que celebrar, pero es una pena. La gente
que se va, son personas que llevan mucho tiempo conmigo.
—¿Por eso has bebido tanto?

—Si es así, ¿dejarás dejar de estar enfadado?

—… Ni siquiera estaba tan enfadado.

—Oh, claro que lo estabas.

Esta vez, Dante estiró las piernas de Raphael y se acostó sobre ellas. Ayer había
bebido mucho alcohol para olvidarse un poco de la pena, porque todavía no se había
dado cuenta de la ruptura de su equipo.

—Haa… Realmente tengo muchos recuerdos con mis compañeros de equipo.


¿Fue cuando tenía un jefe de equipo? Como sea, la hija de mi Capitán entraba
en el jardín de infancia. Entonces, todos los miembros del equipo nos vestimos
con ropas formales y en secreto fuimos y la subí a mis hombros mientras los
demás celebraban a mi lado.

—Si fuera un niño de jardín de infancia, me habría encantado esto.

—Sí. Estuve muy emocionada todo el día, y al día siguiente llegó una queja y
me quedé solo en la sala del batallón durante dos horas.

—Ah…

—Si… aunque pensándolo bien, sería un espectáculo aterrador ver a una serie
de personas vestidos de negro entrar en el jardín de infancia.

Raphael miró la sonrisa de Dante y después también sonrió.

Dante contó un poco más sobre el equipo en los días sin Raphael. Cosas como
cuando acababa de terminar su aprendizaje como Raphael, la desafortunada partida
de sus compañeros y la repentina visita de Angela para convertirse en Sub-capitana
del equipo.

Dante cambiará de personal junto con el ascenso a Mayor, será asignado al trabajo
como alto directivo en lugar de ser enviado al campo de batalla como lo hace ahora.
Después de eso, moverse con un pequeño número de personas iba a desaparecer.

—El ascenso es bueno, pero el título de Capitán era más cómodo y amigable, y
siento que me lo han arrebatado.

—Capitán, Capitán.

—No pretendas llamarme Capitán ahora. En estos días solo me llamas por mi
nombre.
Fingiendo no escuchar las palabras negativas, Raphael se inclinó cerca de Dante.

—¿Sabes por qué prefiero el título de Capitán para poder hablarte?

—Ahora que lo pienso, ni siquiera has dicho sunbae o superior desde hace
tiempo. Sí, ¿por qué?

—Porque quería que me recordaras como un miembro del equipo al que el


Capitán le tenía cariño, y no como el subalterno de una escuela Militar a la que
nunca había conocido. Nunca olvidaré los días en que fui entrenado por el
Capitán. Aparte de mi amante Dante, el Capitán de entonces era la mejor
persona de mi vida. Solo vi esa faceta durante seis meses, pero debiste ser un
gran Capitán para los demás miembros del equipo.

Raphael cerró los ojos y sonrió frente a la cara de Dante.

—Felicidades por haber completado con éxito tu trabajo como Capitán.

—Gracias.

Dante también sonrió con orgullo.

—Dante.

—Sí.

—Todos los recursos y metas que tengo en mi vida son para que sean utilizados
después de conocerte. Serán todos tuyos mientras permanezca a tu lado.

Dante se quedó mirando los labios de Raphael cuando terminó de hablar. Dante
ladeó la cabeza.

—Te pregunto por si acaso, pero, ¿es una propuesta?

—¿Qué? ¡Ah, no! No puedo llamar a esto una propuesta.

—No, yo también… Pensé que era un poco pronto para hablar de matrimonio,
pero el ambiente era completamente el indicado para una.

—No era mi intención, pero hmm, pero si alguna vez estás dispuesto a casarte,
estoy listo en cualquier momento.

—Sólo tienes 24 años. Entra en razón.

—Desde que conocí al Capitán, mi sueño ha sido convertirme en un joven novio


y casarme contigo…
—Estás diciendo tonterías otra vez.

Aunque sus intenciones eran ligeramente diferentes, las torpes palabras de Raphael
contenían la promesa de que nunca dejaría ir a Dante, que se mantendría junto a él
para siempre. Fue bastante reconfortante para Dante, que estaba empapado de pena
por su equipo.

Joven, puro, amable, lindo.

Los ojos sonrientes se volvieron más finos. Dante levantó la mano y acarició la
cabeza de Raphael, que se acercó.

—Raphael.

—Sí.

—¿Quieres que vayamos juntos a la iglesia el próximo fin de semana después


de una larga ausencia?

—¡Oh, sí! De acuerdo

Y esta vez, Dante pensó que podría presentar a Raphael a su madre de forma
diferente a la anterior.

****

Incluso durante su aburrido descanso, había una rutina que no era muy diferente de
cuando iba al trabajo. Después de la cena, Dante fue a hacer un simple ejercicio
nocturno y se duchó. Después se sentó frente a la mesa y habló por teléfono con
Raphael.

—¿Debería ir el viernes? Podemos pasar la noche juntos en tu casa e ir a la


iglesia después.

[—¿Por qué un paciente quiere viajar? Estaré allí, así que por favor,
espérame.]

La respuesta de Raphael fue firme. Este era ya el tercer rechazo. De alguna manera
no le agradaba que Dante viajara a Tennessee desde que se lesionó en la operación
antiterrorista.

[—Capitán, ¿has ido al hospital? ¿Qué dijo el médico?]

Antes de que Dante dijera que viajaría, Raphael cambió de tema.

—Estoy mejor. Ya no soy considerado un paciente.


[—Sé que todo es mentira, así que tienes que hacer tu rehabilitación hasta que
nos encontremos.]

—Está bien. De acuerdo. Creo que ahora te quejas más que cuando era tu
Capitán.

Mientras las historias eran contadas, llegó el momento de mandar a dormir a


Raphael. A diferencia de Dante, que mañana pasaría un aburrido descanso en el
centro de rehabilitación, Raphael tenía que trabajar.

—Sí. Estoy bien, así que deja de preocuparte por mí. Buenas noches, Raffy.

Una sonrisa más larga apareció mientras pronunciaba una breve despedida.

[—Sí, Dante.]

Hoy iba a colgar primero otra vez, pero una palabra más llegó tarde.

[—Te amo.]

Su dedo se detuvo rápidamente, pero fue poco después de haber pulsado el botón de
finalización.

—Ha…

Estaba claro que su objetivo se había cumplido en estos momentos. Las orejas de
Dante estaban rojas, y ambas manos se acercaron a su cara.

La última confesión de Raphael, lamentablemente, impidió que su amante durmiera


hasta el amanecer, que tenía que ir a rehabilitación al día siguiente. Incluso en su
breve sueño de tres o cuatro horas, no sabía si era un sueño o una pesadilla, pero se
encontraba siendo sofocado por una nube rosa y densa.

—De todos modos, Raphael Haynesworth, sí que eres algo…

El móvil de Dante sonó de camino al entrenamiento de rehabilitación, que se


encontraba con el cuerpo adormecido por su siesta.

En el teléfono que tomó, un pensamiento le vino de inmediato: «Raphael, ¿Por qué


llamas en tu horario de trabajo?»

Sin embargo, era una llamada del hermano menor de la iglesia.

Dante, que había estado en contacto con él, contestó el teléfono con calidez.

—Hola. Buen momento. Voy a ir la semana que viene.


[—Dante, hermano. Ugh… ¿Dónde estás ahora?]

Dante dejó de caminar.

—… ¿Estás llorando? ¿Qué está pasando?

[—Hermano, estoy en la iglesia… ¡Ah!]

[—¿Con quién hablas? ¿Es un adulto? Dame el teléfono.]

La voz de su hermano menor desapareció, y escuchó la voz de un hombre adulto


rudo, que rara vez se escuchaba en la iglesia.

La expresión de Dante se endureció.

—¿Qué pasa? Oye…

La voz que respondió se apagó en silencio. Por el teléfono, Dante pudo escuchar al
hombre que robó el móvil y su hermano que intentaba recuperarlo, comenzaron a
pelea. “Devuélvemelo, ah…”, cuando Dante escuchó al niño discutir en serio, gritó:

—¿Qué estás haciendo?

La gente que pasaba lo miraba sorprendida, pero no había tiempo para prestarle
atención. Dante dejó de caminar y salió a la carretera para coger un taxi. Algo debía
de pasarle a la iglesia.

Las únicas personas que permanecían en la iglesia eran los niños que no habían
llegado a la edad adulta, una monja anciana y el personal que llevaban mucho
tiempo en la iglesia, como ella. Aparte de eso, todos los habitantes del pueblo iban y
venían a ayudarles con amabilidad. Sin embargo, Dante, un soldado, no se
preocupaba por la seguridad de la iglesia porque estaba situada en un lugar
realmente remoto, y no había razón para venir a la vieja iglesia con el propósito de
hacer daño.

Dante, que detuvo a un taxi y le dio la ubicación de la iglesia, recuperó la


compostura y le dijo a su hermano.

—Yo contestaré al teléfono. Entrega el teléfono.

A menos que hubiera alguien en la iglesia que pudiera enfrentarse a este hombre
adulto, lo más importante era no provocarlo. El hombre tomó el teléfono móvil
después de escuchar un murmullo.

[—Mire. Esta empresa ha reparado este viejo lugar, pero me llamaron para
trabajar hace tres días, y no me han pagado el servicio. ¿Pagará usted?]
—¿…?

Era algo que no podía entender.

—¿Qué quiere decir con que ha reparado la iglesia?

[—¿Qué? ¿No lo sabe? ¿Cuál es su relación con estos niños?]

—Sí, soy el guardián. Estoy en camino ahora mismo, así que por favor espere
un momento.

[—Dios mío, ¿qué está haciendo? Yo tampoco puedo esperar mucho aquí.]

Detrás de la voz del hombre había un débil gemido de niño. No parecía haber sido
dañado directamente, ya que de fondo se escuchaba el sonido de un conocido que lo
consolaba de forma tranquila.

Dante se mordió los labios mientras terminaba de pensar.

—No esperará mucho tiempo. ¿Viene de una empresa de construcción para


reparar la iglesia? ¿Cuál es el nombre de la empresa?

El nombre que el hombre respondió no estaba en la memoria de Dante.

[—Señor, no ignoro que es una pequeña empresa local…]

Además, el tono del hombre del teléfono era extraño. Por muy problemática que
fuera la situación, era demasiado brusco. Mientras más palabras eran pronunciadas,
más profundo era el pensamiento.

—Me haré responsable de la situación. Así que no toque a la gente de allí.

La llamada telefónica que continuaba la conversación en la medida de lo posible se


cortó. Su rostro se reflejó en la pantalla negra. Era la primera vez que iba a la iglesia
con esta expresión. Al ver el inusual aspecto de Dante, el taxista sintió algo de
presión, aceleró y lo dejó en la iglesia antes de lo que normalmente tardaría.

Frente a la iglesia, había dos empleados, los niños ansiosamente detrás de los
adultos y tres o cuatro hombres de pie frente a ellos. Era como si se enfrentaran a
ellos, se pararon hoscamente.

Después de ver un taxi que apareció de repente, los hombres que parecían ser
trabajadores de la construcción miraron con dureza el auto. Sin embargo, al ver que
la persona que se bajó era un hombre alto que parecía fuerte, el ímpetu bajó un poco.

—¡Hermano!
—¡Dante!

Los dos niños corrieron hacia Dante llorando. El resto de los niños seguían cerca de
los empleados de la iglesia. Dante tomó a los niños y se acercó.

—Soy el tutor que ha contestado al teléfono. ¿Qué ha pasado…?

—Hermano, whaaa…

Al ver a la persona más fiable que conocía, la tensión que había mantenido se alivió,
y el niño que se aferró a él, rompió a llorar.

De repente, Dante se dio cuenta de que no podía ver a una persona.

—¿Dónde está madre?

—Oh, esos tipos la empujaron…

—Espera un momento, tienes que decir lo que realmente pasó. Ella se resistió y
yo, hmm, no, ella se cayó sola…

—…¿Qué?

—¡Dante, ella está bien! Fue al hospital con la señora del pueblo. No estaba
gravemente herida.

Los empleados también conocían la regla del sentido común, y se veía que el trabajo
de Dante era ser un soldado, por lo que los soldados no deben herir a los civiles. Por
eso, su hermano menor se apresuró a calmar a Dante, que abrió con sorpresa los
ojos.

Los labios de Dante se mordieron tan fuerte que emitieron un sonido.

Cuando iba a una operación militar a un lugar lejano, vio muchas escenas
horripilantes. Un criminal que secuestraba y traficaba con niños, un lunático que
envenenaba el agua potable que consumían todos los aldeanos, y un enemigo que le
metió una bala en el cuerpo a un compañero.

Sin embargo, a menos que se diera una orden de matar, el soldado no tenía derecho a
disponer de él. A veces, criminales eran soltados por el derecho internacional y
tenían que dejar ir a criminales ante sus ojos.

Dante tuvo que poner en práctica la paciencia que había aprendido en ese entonces.
Los niños estaban frente a la iglesia observándolo. El Ejército Imperial no debía
atacar a los ciudadanos comunes del Imperio. A pesar de que los hechos lo
detuvieron, sus manos y ojos fuertemente cerrados, no se aflojaron.

—¡Ah, hazlo conforme la ley! O bueno, solo dame un golpe.

El trabajador que estaba buscando pelea pronto cerró la boca. Si él amenazaba a la


gente con su gran cuerpo y su fuerte voz, Dante era un soldado que podía matar a
una persona directamente con un cuchillo o una pistola sin decir una palabra. Dante
no podía estar al mismo nivel de una persona que había herido a su madre.

Dante miró a los dos empleados de la iglesia, y empujó suavemente a los niños que
impedían sus pasos.

—Vayan a la iglesia o al dormitorio con mis hermanos. Yo lo resolveré.

Los dos no pudieron evitar mirarlo y entraron en el edificio con niños. Dante vio a
los trabajadores.

—¿Dónde está la construcción?

Lo guiaron hasta el aula donde él y Raphael habían trabajado antes. Las paredes, los
techos y los suelos de la pequeña aula dentro de la antigua iglesia fueron sustituidos
por otros nuevos. El espacio se amplió como si se hubiera construido un pequeño
almacén al lado, y se colocaron nuevos útiles de escritura y nuevos pupitres.

El aula, rodeada de mármol blanco, estaba separada del pasillo de la puerta. La


pared blanca, que debería dar una sensación de calidez, provocaba una frialdad
extraña. Aquí no podía encontrar ningún recuerdo de Dante estudiando.

¿La iglesia y su madre habían hecho una remodelación de este tamaño? No podía
creerlo. Pero también era cierto que había un aula de clase tan colorida como la de
cualquier escuela privada frente a él.

—¿Cuánto?

Preguntó mientras los hombres lo miraban con fastidio y enseguida dijeron la


cantidad. Dante sonrió burlista.

—¿Estás bromeando? No hay ningún trabajo que se haya hecho en la escuela


sin el conocimiento de mi madre. La próxima vez, llámenme antes de hacer
cualquier cosa y no generen problemas.

Al final, se revisó el contrato y el precio se redujo en un 30%. Aun así, era una
cantidad bastante elevada.
Dante habló con el departamento de administración militar durante unos 10 minutos.
Se enteró que había un préstamo de emergencia entre el bienestar de las Fuerzas
Especiales Imperiales, que lo tramitó con un procedimiento más sencillo de lo que
pensaba. Y con ello, pudo transferir la cantidad que le dijeron.

Tras confirmar que el pago había llegado, el trabajador más ruidoso chasqueó la
lengua y empujó con fuerza la puerta del aula sin motivo alguno.

—Si hubiera recibido el pago antes, no habría pasado nada de esto. Ah,
nosotros también somos gente que trabaja. Si no nos pagan, tendrás
problemas.

Mientras Dante miraba el fondo de la iglesia sin decir nada, uno de los hombres se
acercó a la entrada de la iglesia y gritó.

—Cuando lo escuché hablar por teléfono, parecía un soldado, pero, ¿por qué la
persona que protege el país mira a los ciudadanos de esa manera? No vivas así.

Entonces dio un paso más rápido hacia el coche.

Dante miró por la ventanilla hasta que el coche abandonó el recinto de la iglesia, y
cuando estuvo seguro que estaba completamente solo, bajó la cara sobre su pupitre
en el aula. No podía volver con los niños con esa expresión.

Después de calmar su ira, miró alrededor del aula, que no creía que fuera parte de la
iglesia que conocía. La remodelación excesiva, con diseños en los marcos de las
ventanas también era un problema, pero el interior frío no era de su gusto, ya que su
madre había mantenido este lugar durante décadas. Pues las paredes nunca habían
tenido ningún diseño tan colorido.

Dante trató de no pensar en ello, y salió del aula para dirigirse a la iglesia donde
estaban los niños.

—Dante.

Sonriendo a Diane, la empleada llamó preocupada, Dante abrazó al niño que corría
hacia él. Diane es una mujer que ha estado desde que Dante era joven, y debió
haberse sorprendido por la repentina situación.

—Me he encargado de ello. No volverán. Timmy, Jay. Vengan aquí. Estoy aquí,
así que ahora están bien.

En realidad, por ahora, solo había guardado su enfado y envió a los trabajadores de
vuelta, pero no sabía nada de la situación. Sin embargo, lo primero que había que
hacer era tranquilizar a los asustados niños. Dante se sentó entre sus hermanos
menores que estaban a su lado, cediendo a ellos sus rodillas, brazos y hombros.

—¿Qué hay de nuestra madre? ¿Está gravemente herida?

—No, Solo se ha caído, pero ya es mayor y todavía está conmocionada. Me han


llamado del hospital para decirme que está bien.

Al escuchar a la empleada, un suspiro de alivio se extendió por los labios de Dante.

—En primer lugar… ¿Puedes reunir a los chicos y escuchar los detalles?

Era el momento entre la comida y la cena, por lo que ya había pasado el almuerzo.
La cocina, donde se preparaba el almuerzo como de costumbre, era un desastre
debido a la repentina situación. Los fideos que habían estado hirviendo no se podían
consumir, y el guiso también estaba quemado.

Todo lo que podía preparar ahora era un guiso restaurado con más agua y pocos
ingredientes, como verduras de la nevera y algunos huevos mezclados. Incluso eso
no era suficiente, así que Dante se saltó la comida. En lugar de eso, iba alrededor de
la mesa acariciando la cabeza de los niños que tenían problemas para poder comer.

[—¡Dante, hermano! ¿Qué pasa?]

Además, afortunadamente, uno de sus hermanos mayores que vivía cerca recibió
una llamada y acudió al hospital donde estaba su madre.

—No lo sé. Escucharé la historia por parte del personal. No le preguntes a


madre sobre esto, ya que lo está pasando mal, y aunque no haya nada malo,
pide que se quede un día más en el hospital. Estaré aquí, así que no se
preocupe.

[—Lo sé. Cuidaré bien de nuestra madre, así que no te preocupes. Cuando vio a
mi hijo y a mi marido todavía pudo reírse un poco.]

—Es un alivio. Si madre pregunta qué pasó con la iglesia, dile que hubo un
error y que se resolvió.

[—…Ya veo. Creo que me estás haciendo sufrir de nuevo… Llámame si sabes
lo que está pasando. Nuestra hermana Jade está llegando ahora.]

—Sí. Ya veo.

No sólo Dante, sino todos los niños que fueron abandonados por sus padres
biológicos y que pasaron por la iglesia, habían crecido en este lugar recibiendo
mucho amor, acudían. Si alguien mencionaba “la iglesia” o “madre”, vendrían
corriendo a ver en cualquier momento.

Para cuando los niños terminaron de comer, los hermanos mayores del instituto
volvieron a casa. Dejó a sus hermanos menores por un tiempo, y primero se sentó
con el personal para que les explicara la situación.

—… ¿De qué empresa son? Sabes que rechazamos los patrocinios que son
demasiado grandes. Lo mismo ocurrió cuando recibimos una llamada de los
Haynesworth. Pero, ¿por qué no aceptan el rechazo y hacen esto tan
imprudentemente…?

Diane continuó hablando como si se lamentara.

—Como seguimos negándonos a aceptarlo, nos amenazaron con la excusa de


que los estábamos ignorando. Nos preguntaron, “¿vas a protestar para la
remodelación de esta iglesia?” Al final, le preguntaron a la monja si había
alguien con mal corazón que le haría algo a la iglesia de un pueblo, y ella
decidió aceptar y lo utilizó para mejorar la estancia de los niños.

Dante pensó que su madre creía en la bondad de las demás personas, pensando que
todas serían igual que ella.

—¿Entonces?

—Decidió hacer la reparación del aula de los niños antes que cualquier otro
lugar. Pero incluso, me he entrometido diciendo que me comunicaría con la
empresa constructora para poder saber los detalles, por eso a la empresa que
estaba patrocinando la construcción le pedí que esperara un poco. Incluso
después de eso, no hizo caso y de repente mandó gente para hacer varias
modificaciones alrededor.

—…

—Entonces se empezó la construcción, e incluso después del día en que se debía


dar el pago, siempre se posponía un día más…

La empresa, que hizo que la iglesia aceptara las donaciones a la fuerza y que fue
imprudente al programar el calendario de construcción, cortó de repente el contacto
con ellos justo cuando la remodelación había terminado el día de hoy. Naturalmente,
la iglesia no tenía forma de financiar la remodelación, y eso provocó un disturbio en
el lugar.

—Es demasiado sospechoso sólo escuchándolo… ¿Sospechaste que era un


fraude? ¿Lo denunciaste?
—Sospeché. Por supuesto. Una gran iglesia de la ciudad envió gente a revisar el
contrato y pedí a la comisaría que mandara una patrulla para vigilarlo. Es un
poco extraño que hayan presionado de esta manera, pero la empresa en sí es un
buen lugar, pensamos que sería un trabajo para el procesamiento de impuestos
y la gestión de su imagen, por lo que decidimos creer en ellos…

Y cuando trataron de detener la construcción era demasiado tarde, escuchó la


historia completa y pensó que solo amenazarlos era una pérdida de tiempo, Dante
solo se apretó la sien.

—Fuimos, ya sabes, demasiado ignorantes. Ojalá…

—No, no lo hicieron. Ahora todo está bien. No volverán. Diane, estabas muy
sorprendida hoy.

—Eres el único que corrió de repente después de recibir una llamada. No


pudiste ni comer.

—Soy más fuerte de esos tipos. Incluso si me salto una comida, estaré bien.
Pondré a los niños a dormir, así que sube a tomar una taza de té caliente y
relájate. Muy bien, vamos.

Dante la ayudó con el brazo hasta la habitación del personal. Luego se dirigió al
dormitorio de los niños.

Las luces seguían encendidas y se escuchaban voces preocupadas. “¿Qué debería


hacer?” “Tengo miedo.”, “Nuestra madre”, Incluso las voces de los niños mayores
que trataban de calmar a sus hermanos pequeños también estaban llenas de ansiedad.
Dante interrumpió su conversación y aplaudió

—Todos deberían de dormir ahora. En lugar de madre, hoy me quedaré aquí


con ustedes, así que no tengan miedo. ¿Están todos cubiertos con mantas?

Desde las literas colocadas una al lado de la otra, se oyó un sonido de mantas
levantadas. Dante puso la mano en el interruptor y apagó las luces. Y esperó en el
lugar hasta que los niños se acostumbraron a la oscuridad.

—Dante, ¿estás ahí?

—Sí.

—No puedes irte…

—No te preocupes.
Cuando la voz de Dante se escuchó desde la puerta, el niño cerró los ojos abrazando
la manta con fuerza.

Una hora más tarde, cuando ya casi se le había pasado el enfado, sonó su teléfono
móvil. Cerró la puerta de la habitación a medias, se apoyó en la ventana de enfrente
y consultó el móvil.

“Raphael Haynesworth.”

Por desgracia, el nombre con el que no había podido contactar correctamente en


todo el día estaba flotando en la pantalla.

—…

Dante sólo miraba la pantalla, sin contestar el teléfono.

La vibración sonó durante mucho tiempo y finalmente se detuvo. Entonces llegó el


mensaje.

[¿Dante? 0_0]

Sólo entonces Dante tecleó su teléfono móvil.

[Ah, me quedé dormido después de la rehabilitación. Lo siento. Creo que hoy


he trabajado demasiado. Todavía tengo mucho sueño]

Sin estar familiarizado en apoyarse con alguien, escribió algo completamente


diferente a la situación actual.

También es cierto que pensó en Raphael cuando el repentino incidente había pasado.
Aunque no recibiera su ayuda, la voz de Raphael acudía a su mente cuando estaba
inquieto. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo y su mente se calmaba, se
volvía más decidido a no dejar que lo supiera.

Por supuesto, la situación era más complicada de lo que pensaba, y la persona con la
que estaba saliendo Raphael debía una cantidad considerable de dinero, así que era
natural que hablara por sí mismo en un futuro próximo. Pero antes de eso… Quería
hacer un trabajo por su cuenta y contarle cuando todo estuviera en orden.

Raphael, que era muy sensible a la condición física de Dante, envió una respuesta
exacta como se esperaba.

[¿Te he despertado? Vuelve a dormir si tienes sueño. Me ducharé y me


prepararé para dormir. Que tengas un buen sueño ☜♥☞]

El corazón con alas.


Al final del día, donde los eventos inusuales lo habían agotado, el calor que sentía
tan cálido como de costumbre se acercó, y el interior de su cuello se calentó.

[Sí. Buenas noches a ti también.]

Dante respondió con calma mirando los mensajes que había enviado antes. Y sujetó
el móvil con fuerza durante un buen rato.

También fue un día bastante ocupado para él, con su madre, sus hermanos menores,
el personal y la iglesia, todos los problemas se colocaron lentamente en sus
hombros.

Dante se separó de la ventana y comprobó que todos sus hermanos menores estaban
completamente dormidos en la habitación, una vez que se aseguró que todos
dormían, se alejó. El cielo nocturno del campo, sin grandes edificios que cubrían el
cielo, estaba cubierto de estrellas. La luz de la luna que bajaba por las ventanas
dibujaba las sombras de las ramas del pasillo. Además, Dante caminaba en silencio.

Apoyándose en la luz de su teléfono móvil, bajó las escaleras y se paró frente a una
puerta.

—Madre, lo siento.

La oficina principal estaba cerrada con llave, pero la cerradura del picaporte del
viejo edificio no era un problema para Dante. Al girar el picaporte de izquierda a
derecha unas cuantas veces, la cerradura se liberó. Abrió la puerta y entró en la
oficina principal.

Cuando presionó el interruptor, la luz parpadeó tres o cuatro veces antes de


encenderse por completo. La habitación con una gran ventaba estaba más fría que el
pasillo, ya que el viento se filtraba incluso cuando la ventana estaba cerrada. El
suelo crujió cuando dio un paso adelante.

Se acercó al viejo escritorio y encontró lo que parecía ser un contrato entre varias
hojas de papel en la parte superior. El objeto del contrato era una iglesia y una
empresa de inversiones llamada TDB…

Dante encendió el viejo ordenador y conectó Internet. Los registros de búsqueda


mostraban rastros del torpe contrato de su madre y de la búsqueda de la empresa.

Como le habían dicho, la empresa de inversiones tenía un sitio web aparentemente


sólido. Dante llamó dos veces al número que mostraba la página web y el que se
encontraba en el contrato. Era tarde en la noche, así que sólo tenía respuesta de un
contestador automático.
Dejó por un momento la ventanilla en la que había estado buscando la empresa de
inversiones e introdujo el nombre de la empresa de construcción que le había dicho
el trabajador hace rato.

—… ¿Qué es esto?

Mirando un poco los resultados, había numerosos comentarios que se quejaban que
habían sufrido daños debido a sus presupuestos excesivos y a sus actitudes
intimidatorias.

Dante, que miraba los comentarios con las cejas fruncidas, abrió por un momento su
teléfono móvil, dejando atrás el lento ordenador. Aunque estaba en un largo
descanso, las herramientas que eran permitidas al Capitán del SAG ayudaron a
acelerar la investigación.

Pronto, una carcajada salió de la boca de Dante.

—Esta empresa es completamente una mierda.

Las raíces de la empresa eran un grupo de gánsters* locales. Tenían su propio


nombre de negocios, sin embargo, no podía ocultar su actitud de la forma en que
maneja su trabajo.

N/T: Originalmente se describe como “gánster”, que son personas que intimidan a
los demás, para obtener dinero y beneficios. Comúnmente se liga a un grupo de
“mafiosos”, hacen tratos corruptos, como prestamistas de dinero y cobran
impuestos excesivamente.

¿Qué demonios estaba pensando la empresa de inversiones llamada TDB para


contratar estos lugares?

No en primer lugar.

¿Por qué hizo todo esto?

Una vez que había calmado su ira por haber dañado a su madre y a sus hermanos
menores, se dio cuenta que había muchas cosas extrañas. Aunque pensaba que era
una tiranía por parte de la empresa, no podía comprenderlo.

Al fin y al cabo, cuando las empresas se aprovechan de otros, es para ganar algo
más. Pero, ¿cómo iba a beneficiar a la empresa este tipo de situación?

Actualmente, ninguna de las empresas de inversión en cuestión se beneficiarían, la


empresa de construcción que arregló el aula, y la iglesia solamente fue las
beneficiada. Hablando sinceramente, a excepción de su madre, la iglesia había
recibido un aula nueva, por lo que su antiguo hogar no se vio perjudicado
económicamente, así que no podía reclamar nada. Si Dante hubiera llegado un poco
más tarde, la iglesia habría tenido un problema diferente.

—…

No podía deshacerse del pensamiento de que esto fue inteligentemente bien


planeado. Pero se acabó.

La pregunta sin respuesta era: «¿Por qué demonios en esta iglesia rural?».

Dante siguió investigando un poco más.

Al amanecer, un coche llegó apresuradamente a la iglesia. Era uno de los hermanos


de Dante, que llegó a toda prisa tras recibir la llamada, cuando el auto se estacionó,
su hermano se bajó. Dante, que ya estaba de pie frente la puerta principal de la
iglesia, le saludó asintiendo con la cabeza y ocultando su expresión en la penumbra
del amanecer.

—¿Qué ha pasado, Dante? He venido lo antes posible, pero siento llegar tarde.
Pensé que cuando nos encontráramos, iba a felicitarte por verte en la televisión,
pero ahora no es el momento…

—…No, hermano. ¿Puedo pedirte que te quedes con los niños?

—¿Y tú? Creo que tienes que ir a trabajar. Has estado aquí toda la noche. Está
bien. Ve, rápido.

—Sí.

Dante le dio una palmadita en el hombro y salió de la iglesia sin más explicaciones.
Su expresión, como el crepúsculo del amanecer, era sombrío.
Capítulo 16
Darling
—Capitán Bailey, ¿no está de baja por lesión?

Un soldado lo saludó, pero Dante asintió y pasó junto a él sin dejar de caminar. El
Capitán, que normalmente respondía amablemente, tenía una expresión fría en su
rostro.

Apareciendo de improviso al Cuartel General mientras estaba en su descanso, recorrió


el pasillo y se dirigió al piso superior.

Entonces, se puso delante de un hombre. Era el tipo molesto que solía enfrentarse a
Dante constantemente.

En lugar de una cara asombrada, el hombre por un momento puso una expresión de
miedo. Al ver esto, Dante se mordió la piel dentro de su boca.

El soldado Morphaz, que encontró a Dante mientras caminaba, se acercó a él y


dijo: “¿Capitán? ¿Qué está haciendo aquí?”. Sin embargo, Dante se había esforzado
en crear una apariencia tranquila en el exterior, por lo que no estaba en un estado en
el que pudiera prestar atención a su entorno. Más aún después de encontrarse con su
rostro.

—Derrickson Efron.

—¿Qué pasa?

—Hay cosas que te desagradan y hay cosas que no puedes hacer…

El hecho de haber realizado a cabo algo de forma tan descuidada, habría significado
informar a Dante, que tenía la capacidad y los recursos para investigar, de lo que hizo.
Seguramente Derrickson sabía que la empresa amenazaría a la gente del lugar, pero
probablemente no sabía que en la iglesia saldría una persona gravemente herida.

¿Por qué no se había dado cuenta enseguida, incluso después de ver la forma en la que
arruinaba astutamente a otras personas de manera que él no resultara culpable?

—¿Comiste algo malo ayer? Has estado buscando pelea desde esta mañana.

Dante detuvo a Derrickson cuando estaba tratando de ignorarlo y pasar de largo. La


palabra “ayer”, que mencionó como si supiera que Dante había estado en la iglesia
con anterioridad, agitó el aliento tranquilo que luchaba por mantener.
Su jefe de equipo adjunto, que estaba con Derrickson, también percibió algo inusual
y llamó a Dante diciendo: “¿Capitán?”.

—Ir a la Academia Militar, estar en el último año y acosarme, después de eso,


discutir conmigo con solo mirar mi rostro, y además no cooperar en absoluto
durante la cumbre, lo dejé pasar. Si no te agrado, adelante, puedes hacer eso y
más. No me importa.

—…

—¡Pero la persona que toca a mi familia… hijo de puta!

Dante agarró a Derrickson por el cuello. Las manos que sostenían las telas estaban
cerrados y temblaban.

No había mucho que Dante pudiera averiguar a través de la investigación.

Sólo una cosa. Volviendo a la empresa de inversiones que dijo que patrocinaría la
iglesia, había una pequeña filial de la familia Efron.

La duda se convirtió en certeza cuando se puso frente a él.

—¿De qué estás hablando? Por eso la gente que no sabe sobre su origen no se le
ha impartido educación desde su infancia…

Eso fue todo lo que dijo Derrickson. El puño de Dante se elevó sobre su hombro y se
estrelló contra su cara.

El rostro de Derrickson se puso de lado y su cuerpo tambaleó, pero se recompuso


rápidamente como cualquier soldado.

—¡Mierda!

También se abalanzó sobre Dante.

A partir de ahí fue una autentica pelea de perros. Las blasfemias y los puños volaron,
y Dante también recibió una patada en medio del pecho, rompiendo su racionalidad.

Dante recordó la oficina principal en la que entró el día anterior.

El escenario de la habitación le resultaba desconocido, a pesar de haber pasado mucho


tiempo en la iglesia. Solo cuando se es joven se puede provocar un accidente en una
habitación con documentos importantes, por lo que era comprensible que el acceso
estaba bloqueado. Sin embargo, a él y a sus demás hermanos no les estaba permitido
entrar ni siquiera después de alcanzar la edad adulta.
La habitación de su madre era la misma que “la oficina principal”, por lo que era la
más antigua de la iglesia. Si alguien, incluido Dante, la hubiera visto con anterioridad,
habría gastado su dinero para poder repararla allí mismo.

Sin embargo, el resentimiento y enfado de Dante se vio más provocado por lo que dijo
Derrickson, eso fue porque se había enterado que su madre, al recibir la noticia de la
gran donación que iba a llegar, decidió reparar el aula de los niños que siempre había
cuidado, en lugar de su habitación.

—¡Deberías haber seguido intimidándome! ¿Por qué? ¿No puedes ganar ahora
que mi ascenso a Mayor te bloquea el camino?

Derrickson se quedó completamente sorprendido por esas palabras.

—¡Eres un maldito huérfano! Para ser honesto, no tienes nada que dar ni
mucho menos puedes quitar algo. ¡Solo eres un estúpido sin sentido común!

Derrickson golpeó el hombro herido de Dante exactamente con su puño. En la pelea,


se había dado cuenta que uno de sus brazos apenas lo estaba usando.

Sin embargo, Dante, que escuchó esas palabras, no sintió el dolor en su brazo y lo
balanceó para golpear a su oponente en la cara.

Dante, que derribó a Derrickson en el suelo, se subió sobre él y levantó el puño.

—¡Capitán, detente!

—¡Suéltalo! ¡Deténgase!

—¡Suéltenme!

El soldado Morphaz agarró a Dante como si pensara que no podía hacer nada más.
Los miembros del equipo del Efron también se dividieron entre los dos.

Durante la pelea, Dante y Derrickson estaban completamente furioso. Los dos fueron
finalmente atrapados por tres o cuatro soldados.

—Llévenlo primero.

Los que sometieron a la parte agresora de la pelea intercambiaron sus miradas, y los
que detuvieron a Derrickson se movieron primero en lugar de Dante, que había
lanzado el primer golpe.

—Olvídalo. Suéltame. Porque está actuando como una bestia enloquecida.


Derrickson se sacudió las manos que lo detenían y caminó por sí solo. Unos pasos
después, una sonrisa irónica apareció en su rostro. Sucedieron cosas inesperadas, pero
el placer de ver la cara derrumbada de Dante fue mucho mayor.

Cuando la iglesia se vio medianamente amenazada, quiso que Dante se viera


desesperado y que suplicara, sin embargo, él dijo que los costos de construcción
habían sido completamente pagados… Era mucho mejor lo que estaba esperando. ¿Y
si hubieran cargos adicionales por el uso de violencia dentro del ejército?

Por supuesto que debe pagar una indemnización. Dante tendría una deuda que pagar
por el resto de su vida.

Murmurando esos pensamientos en su cabeza, se encontró con Angela corriendo


desde el lado opuesto. La llamó con una voz tan familiar que todos pensarían que se
llevaban demasiado bien.

—Angie, ¿puedes ver esto? Tu Capitán está loco.

—…Eres, un bastardo…

Angela le miró fijamente. Tenía una mirada llena de asco y odio.

—¿No te da pena este Capitán que fue golpeado?

Incluso desde la distancia, en el pasillo donde se encontraba, podía escuchar a los dos
que estaban peleando y los gritos que había. Conociendo vagamente las circunstancias
profundas de Dante, pudo entender toda la historia. Angela preguntó al respecto.

—¿Por qué lo has hecho? Yo, ahora mismo… Cuando era una estudiante de
primer año, no le pedí al superior Dante que me ayudara, siento que todo es mi
culpa, así que tengo miedo de verlo a la cara de inmediato. El Capitán no
merece lo que le has hecho…*

N/T: Recordar el primer Volumen. Dante ayudó a Angela desde que eran estudiantes
del acoso de Efron, y se menciona que desde ese día, Efron había acosado más a
Dante, por eso Angela se siente culpable…

—¡Sub-capitana!

El soldado Campbell, que se acercó desde allí, tiró del brazo de Angela.

—No vuelvas a mostrarte frente a mí.

—…

Angela se dio la vuelta, ignorando a Derrickson.


—¿Y el Capitán? ¿Cómo está?

—En primer lugar, los otros miembros del equipo lo están sometiendo. El
Capitán Schuster también está aquí. Ha entrado con él a la oficina.

—Ve y ayuda al Capitán a calmarse. Yo, haa… ese bastardo ha hecho esto, y
ahora sé lo que debo de hacer. Voy a pedirle ayuda a la familia Harris.

Y… Ella, intentando decir algo más, se mordió los labios y avanzó.

*****

Ha pasado un día desde la conmoción en el edificio de Comando Unificado de


Operaciones Especiales.

Derrickson Efron, cercano a la posición de víctima en defensa propia, presentó una


denuncia. Siguió argumentando que se había tratado de un ataque por rango*.

N/T: (하극상이라며) Se traduce literalmente como “motín”, sin embargo, es la


acción de una persona de un rango superior abusando/intimidando a alguien de
rango menor. Al hacerlo, pone en duda su jerarquía e incluso puede ser destituido
del cargo.

Sin embargo, los dos hombres tienen el mismo rango de Capitán, y Dante es una
persona que tiene garantizado el ascenso a Mayor. Por supuesto, debido a que hizo un
ataque violento, le dieron una sanción razonable, pero externamente del ejército, fue
correcto tratar el asunto como una “simple pelea”.

Al recibir el comunicado, el Comandante del Regimiento chasqueó la lengua. Las dos


personas que se había peleado eran Dante y Derrickson… el último sintiéndose
incómodo ante su superior. El Comandante del Regimiento no lo sabía, pero supuso
que debía de haber una circunstancia subyacente en los actos de los hombres.

Además, mirándolos, no creía que la situación era demasiado grave, pero decían que
era un ataque por rango.

—Bien, salga un momento.

El Comandante del Regimiento hizo un gesto a Derrickson.

—Comandante de Regimiento, esto no debe pasarse por alto…

—He dicho que salga.


Derrickson salió de la oficina del Comandante del Regimiento sin siquiera ocultar su
disgusto.

A medida que pasaba el día, el lugar donde había sido golpeado estaba palpitando. «Lo
que estoy pasando por unos cuantos centavos, no vale la pena ese miserable
lugar.» Apretó los dientes, pensando que prefería comprar el terreno de la iglesia y
derribar por completo la construcción. Cuando tocó un poco la iglesia, Dante había
perdido la razón, así que sí él decía que la destruiría, ¿ni siquiera se arrodillaría?
Cuando Derrickson se imaginó esa escena, el sentimiento de enfado que había
disminuido lentamente, se desvaneció por completo.

—Capitán Derrickson Efron.

En ese momento, una persona que no podía estar aquí apareció frente a él.

***

La noche de la pelea, Dante estaba sentado con la cabeza apoyada en la fría pared de
su habitación. No quería encontrarse a nadie en este momento, así que volvió a la
residencia oficial, dejando atrás a los miembros del equipo que corrieron tras oír la
conmoción.

Primero recibió un día de castigo de no presentarse al Sistema. Como de todos modos


estaba descansando por lesión, no era diferente que un castigo formal. Sin embargo,
hubo una reprimienda por parte de su superior.

‘—Estás a punto de ser promovido. ¿Por qué causaste semejante problema?


Bailey, ¿estás loco?’

—…Haa…

Era cierto que no podía contener su ira frente a Derrickson, pero eso no significaba
que tomaría una decisión diferente si volviera al pasado. Aunque la oportunidad para
el ascenso se esfumara, no tenía ningún arrepentimiento sobre ello. Lo que lamentaba
era la otra parte.

—Si todo iba a resultar así, debí haberte golpeado unas cuantas veces más.

La última vez que vio la cara de Derrickson era un desastre, pero definitivamente
había espacio para unos golpes más.

El hombro en el que estaba apoyado palpitaba. Tenía que ir al hospital, pero ahora
había renunciado a esa idea. Las intensas emociones se desbordaban hasta el punto de
que tenía nauseas.
Al mirar hacia abajo, veía una herida roja y descocida sobre los huesos de sus dedos.
Hacía años que no luchaba de esa forma.

Ni siquiera podía visitar a su madre o la iglesia con signos de heridas en la boca. Dante
sólo recibió la confirmación de que no pasaba nada malo en la iglesia, y tiró su
teléfono móvil a un lado, ya que no dejaba de recibir llamadas.

Al acercarse el invierno, los días son cortos. Se apoyó aturdido contra la pared
oscurecida por la noche. Lo único que hacía era barrer su cara con sus manos heridas,
de vez en cuando.

No quería hacer nada en este momento. Como solía hacer en el pasado, lo mejor que
podía hacer era quedarse tranquilo a solas hasta que sus emociones se calmaran.

Toc, toc.

En ese momento, llamaron a la puerta. No había nadie que lo pudiera visitar ahora
mismo, pensando que había escuchado mal o se habían equivocado de puerta, giró su
cuerpo y cerró los ojos.

Pero al cabo de un rato, volvieron a llamar a la puerta.

Toc, toc.

El sonido de dos golpes cortos. Al no obtener respuesta, volvió a llamar a la puerta


con el mismo ritmo. No fue hasta la tercera vez que Dante se dio cuenta de la
familiaridad del sonido. Se levantó y se dirigió a la puerta.

—¿Quién es?

No hubo respuesta, pero abrió la puerta. Delante de él, había una persona que siempre
estaba cada vez que abría esa puerta, cada vez que había un problema.

—…

Raphael sonrió en lugar de él, que era incapaz de decir algo mientras lo miraba.

—Creo que es hora de que necesites a tu amante.

—Raphael.

—Sí, Capitán.

De hecho, Dante no quería ser visto sólo por Raphael ahora. ¿Cómo podría llamarlo
para solo preocuparlo y que después viajara tres horas de distancia solo para verlo?
Incluso en ese momento, no quería mostrarle su aspecto, ya que estaba herido por una
pelea con Derrickson y tenía una expresión bastante sombría.

Sin embargo, también era cierto que cuando abría la puerta y esa persona entraba en
el espacio en el que siempre había estado solo, sentía una sensación de alegría que
desconocía.

—… Entra.

—Sí.

A diferencia de Dante, que estaba agitado por su aparición, Raphael entró en la


habitación de Dante como siempre. Luego, dejó la bolsa que traía sobre la mesa y sacó
el contenido. La comida estaba perfectamente empaquetada en un termo.

—Capitán, aún no has comido.

—¿Cómo lo has sabido?

Dante sonrió con amargura cuando Raphael abrió los labios y no pudo responder.

—¿Te lo dijo Angie?

—…

—No lo pregunto porque esté enfadado o discutiendo. Es que… me da


vergüenza que mucha gente se preocupe, incluyéndote. Gracias por venir hasta
aquí.

—Siéntate primero, Capitán.

Dante fue conducido a una mesa con pan blanco y estofado caliente. Dante tomó una
cuchara debido a la sinceridad con la que había cargado la comida mientras corría
desde tan lejos hasta llegar a Islas, y con la extraordinaria mente de no pedir nada a
cambio.

—Gracias. Comeré bien.

Se llevó el estofado aún humeante a la boca. Sabía igual que el que Raphael trajo un
día cuando estaba enfermo.

Una vez que escuchó que estaba delicioso, esa frase debió haberse grabado en su
cabeza como “la comida favorita de Dante”. Pensando así, algo dentro de su pecho
se estremeció en un sentido diferente.

—Estoy bien, Raphael. No tienes que mirarme así.


Dante sacudió las cejas bromeando como siempre.

—Me estás mirando con unos ojos más serios que cuando estaba en el hospital.
Raphael, te lo digo porque no lo viste, pero yo lo golpee más.

—… No hace falta decir que tus habilidades son mucho mejores que las de él.
Bien hecho.

—¿Verdad?

Dante se llevó a la boca el guiso, que se enfriaba un poco en la cuchara.

—Delicioso.

Lo admiró con una sonrisa.

—Dante.

—¿Qué pasa? Es muy bueno comerlo después de mucho tiempo.

—No quiero que te rías.

—¿…?

Raphael, que se sentó frente a él, miró a los ojos de Dante y dijo:

—Dante, me has visto llorar y sonreír en diferentes ocasiones. Entonces, ¿por


qué solo me permites verte sonreír?

—…

—No te rías si no estás contento, y dime que estás enfadado y molesto.

Frente a Raphael, Dante se sentía como una lata de comida que había sido sacada de
la alacena, llena de polvo, ocultando sus letras. Pero Raphael, tenía intención de
limpiar aquel polvo.

—Si no hubiera tenido noticias tuyas el día de hoy, habrías hecho como si no
hubiera pasado nada.

Dante no podía negarlo. No estaba acostumbrado a quejarse ni a derramar sus


emociones con la esperanza de recibir consuelo. Era porque se sentía cómodo con su
actitud de hacer todo por su cuenta y estaba completamente bien de ser un buen pilar
para que otras personas se apoyaran en él.

—No hagas eso.


Después de las palabras de Raphael, dudó por un momento. Después de un rato,
levantó los labios para hacer una sonrisa.

—Oh, lo siento. Debes estar molesto porque otra persona te contó mi historia
ahora que estamos saliendo.

—Dante.

—Porque eres, creo, un poco blando, amable.

—Dante. Capitán.

La respiración húmeda estalló a través de los labios de Raphael.

—… ¿Por qué estás llorando?

Sin embargo, la voz de Dante temblaba como si hubiera sido presionada por algo
pesado.

Cuando se enfrentó a su amante, Raphael, que comenzó a llorar por él en el momento


más difícil, su corazón se desmoronó como un helado al sol. Las palabras que había
estado suprimiendo en su garganta porque se encontraba solo, se derritieron y fluyeron
como el cálido estofado que él le dio.

—Sé que esto pasó porque es un hijo de puta.

Dante habló despacio.

—Si no fuera por mí, esto no le habría pasado a mi madre y a la iglesia, porque
conozco el temperamento de Derrickson Efron… Si me hubiera inclinado a
saludarlo un par de veces, entonces… no… El día de la entrega de medallas, si
hubiera dejado pasar sus palabras como normalmente lo hago, cuando nos
encontramos en el pasillo, esto no hubiera pasado.

—…

—Me duele el orgullo de pensar así, pero me da mucha pena cuando pienso en
mis hermanos menores que ayer lloraron. También estoy enfadado conmigo
mismo.

Era lo más incoherente que Dante le había dicho a Raphael hasta ahora. La confesión
desordenada de Raphael habría sido mejor que esto.

Cuando Dante dejó de hablar y bajó la cuchara, Raphael finalmente respondió.


—Me enamoré de ti porque tienes un gran sentido de la responsabilidad para
dirigir a tus subordinados, pero ahora que eres mi amante… ese sentido de la
responsabilidad es algo molesto.

Las manos de Raphael, que estaban apoyadas en la mesa sin moverse, se acercaron
poco a poco hacia él.

—Capitán, te estás culpando de tu sentido de la responsabilidad. Nadie en la


iglesia te culpará por esto.

—…

—Capitán, eres el único que se culpa… Espero que no lo hagas. No has hecho
nada malo.

De forma infantil, tanto si quería escuchar esto como si no, Dante se rió y Raphael le
correspondió.

—Ya eres mayor, mi pequeño cachorro. Me reconforta. Ven aquí.

Raphael se levantó y se acercó a Dante. Dante abrazó la cintura de Raphael, que se


detuvo frente a él, y apoyó la cabeza en su estómago.

—Lo siento. Me recuperaré en una noche, no te preocupes. Solo te tomaré y me


quejaré.

—Dante.

—¿Sí?

—Entonces, no dejaré que pienses en nada durante el resto de la noche.

Raphael acarició la mejilla y el cuello de Dante. Dante pudo reírse un poco más fuerte
esta vez.

—¿Puedes decir tal cosa?

—Sí.

—Bien. Eso tampoco está mal… No, es genial.

No hay mejor manera que esta de sacar los pensamientos de la cabeza desordenada.
Raphael agarró la muñeca de Dante y lo guio hacia la cama. Mientras lo guiaba, Dante
se sentó y se deshizo de su ropa con una sonrisa vacía.

—Oh, Raphael. ¿Estás bien con tu trabajo de mañana?


Raphael empujó el hombro de Dante. Raphael se colocó encima de Dante, que estaba
acostado en la cama.

—Te dije que no dejaría que pensaras en nada.

—…

El lugar de trabajo de su joven amante estaba lejos, y mañana era un día de semana,
no un fin de semana. También era cierto que era el momento de fastidiarlo y enviarlo
de vuelta a Tennessee inmediatamente.

Dante ignoró sus pensamientos, así que no debía hacerlo, y se abrazó al cuello de
Raphael.

—… De acuerdo.

***

Era un sexo más tranquilo que antes, cuando intercambiaban palabras maliciosas o
amistosas mientras mezclaban sus cuerpos.

En lugar de hablar, Raphael besó sus labios sin darle tiempo para hablar. Y su lengua
no le permitió que hiciera demasiados sonidos.

—Ah… ah… Raffy, me duele… ¡ah!

La zona del pecho de Dante estaba cubierta de marcas rojas que Raphael había hecho
con su boca decenas de veces. Y Raphael volvió a grabar una nueva marca, al hacerlo,
quitó sus labios rojos e hinchados de morder todo su cuerpo.

—¡Ah! Oye…

La cintura de Raphael se empujó bruscamente entre las piernas que estaban


completamente separadas. Las luces de la habitación se apagaron y las cortinas
ocultaron por completo las luces de las farolas de afuera. Solo se veían las siluetas del
otro y los movimientos bruscos en la tenue luz que entraba por el hueco.

—Oh, Raphael. ¡Huh, huh!

Se habían formado burbujas entre la entrada de Dante y el pene de Raphael, que se


había estado moviendo durante horas. Al principio, Dante se sujetaba al cuello de
Raphael, pero ahora, ni siquiera tenía fuerzas para levantar una de sus manos, así que
se acostó y gimió ante la sensación que su joven amante le proporcionaba.

La mano de Dante se aferró a la manta y tembló.


—¡Ah, ah, ah, sí, Rapha, ah!

Raphael, que colocó ambas manos bajo la espalda de Dante para ayudarlo, levantó su
cuerpo. Sentado sobre los muslos de Raphael, Dante se apoyó en la parte superior del
cuerpo de su joven amante como si estuviera a punto de derrumbarse.

—Para…

Por otro lado, Raphael, que no tenía ninguna diferencia con respecto a cuando empezó
a tener sexo, lo agarró con fuerza de la cintura y volvió a penetrar en su interior.

—¡Espera un momento, ah, es demasiado… demasiado profundo…!

—Sólo por hoy, no voy a escucharte.

Todos los sentidos excepto el calor, estaban mezclados a causa del sexo amoroso que
siguió varias veces más. Dante temblaba y gemía, sin saber que había mordido con
fuerza el hombro de Raphael.

Al final, en esta posición, volvió a eyacular dentro de Dante, y Dante también derramó
líquido de su pene. La mano de Raphael, acarició el pene de Dante, que quedó
adolorido tras la eyaculación.

Dante se apoyó en silencio en el hombro de Raphael con la respiración agitada.


Raphael trató de llevar su mano a la barbilla de Dante para buscar sus labios, pero
Dante no apartó su cara y negó con la cabeza.

—… Estoy tan cansado…

—…

—Esto es muy, muy difícil…

No aclaró si el sexo que seguía era difícil o era otra cosa a lo que se refería. Incluso
esa fue una palabra preciosa que salió porque el cuerpo y la cabeza estaban confusas
por la intensidad del momento.

Hubo dos rondas más, y el cuerpo de Dante terminó por rendirse. Era comprensible,
porque había sido abrazado por Raphael hasta que amaneció. En cuanto a Raphael,
había salido del trabajo y corrió todo el camino hasta llegar en la noche, aun así, no
se sentía cansado.

Raphael sacó el pene de Dante. Dante sólo sollozó brevemente en su sueño, pero ni
siquiera pudo responder adecuadamente porque no tenía fuerzas en todo su cuerpo.
Se levantó en silencio y se dirigió al baño. Sacó un puñado de toallas suaves que le
había regalado en anteriores visitas a esta casa, y las empapó de agua caliente.

Cuando colocó la palangana, el cielo estaba un poco iluminado. Pudo ver a Dante
durmiendo un poco mejor. Raphael miró el cuerpo lleno de marcas de Dante y respiró
profundamente.

Lo que deseaba era que Dante no pensara en nada, es decir, no quería ver a Dante
sufrir por culpa de otros.

Raphael siempre estaba lleno de codicia por Dante. Cuando la persona que lo había
ayudado mientras lo tocaba cuidadosamente y lo había aliviado no podía ocuparse de
él, no podía controlar sus acciones. Los rastros del desbordamiento de las emociones
de Raphael permanecían en el cuerpo de Dante.

—Estoy molesto. Dante. Por culpa de otra persona… No, no importa cuál sea la
razón, no debes llorar solo…

Susurró en voz baja y limpió el cuerpo de Dante con cuidado. Hurgó con cuidado el
semen de su hinchado agujero, y le limpió las lágrimas que quedaban, aunque las
trataba de esconder desesperadamente.

Para cuando la ventana estaba completamente iluminada, Raphael sacó una nueva
manta y la colocó sobre el cuerpo de Dante. Sólo entonces recogió su uniforme, que
tiró desordenadamente al suelo.

Después de cubrir su cuerpo con la ropa, abrió ligeramente las cortinas. El cielo ya
era de un azul intenso. Miró su uniforme militar, cuya forma se revelaba bajo la luz.

No sabía que no tenía remordimientos por lo que iba a hacer. Ciertamente había
trabajado duro durante tanto tiempo pero…

«¿Por qué me siento tan aliviado?»

Una sonrisa apareció en el rostro de Raphael, que recordaba el amanecer después de


la noche. Bajó un poco su voz y marcó lejos de la cama.

—Padre, soy yo.

Se acercó un poco más a la ventana.

—Por primera y última vez en el ejército, tengo que pedirte una petición.

Después de un rato en silencio, las preguntas llegaron por al auricular.


—Por favor, llámame al Sistema por un día, informa a mi unidad… Sí, eso es
todo.

Tras terminar la llamada, Raphael se acercó de nuevo a la cama. Se puso en cuclillas


junto a la cama y miró la cara de Dante.

Dante estaba tan triste, si pudiera deshacerse de su pena, entonces no le importaría


llorar diez veces más que él.

—Mi Capitán siempre me está ayudando, pero ni siquiera puede pedirme


ayuda cuando está en problemas.

—…

—No puedo esperar… mi Dante.

Raphael se levantó después de mirar la cara de Dante durante un largo rato.

—Volveré, Capitán.

Fue Raphael quien llamó a Derrickson para que saliera de la Oficina del Regimiento,
con las secuelas de la pelea del día anterior en su rostro.

—Lo saluda Raphael Haynesworth.

—…

—Hola, Capitán Efron.

Incluso se acercó a Derrickson y lo saludó primero. Sin embargo, no era un saludo


muy apropiado para una persona que tenía la cara hinchada después de haber sido
golpeada.

No había nadie en el ejército que no supiera sobre la estrecha relación que tenía
Raphael con Dante. El aprendizaje en el SAG había llamado la atención, pero fue
decisivo cuando se hizo famoso el vídeo de Dante con Raphael abrazándose y llorando
tras terminar el atentado terrorista.

Y Derrickson tuvo un conflicto con Dante ayer mismo. No tuvo más remedio que
fruncir el ceño, por mucho que fuera un Haynesworth.

Raphael, en cambio, lo miró y sonrió. Su actitud era la misma de siempre, salvo que
su pelo estaba mojado y un poco desordenado.

—¿No hace buen tiempo hoy?


—¿Qué?…

—No hace viento y la luz del sol es buena. Es un buen día para empezar algo o
tomar una decisión.

—…

Derrickson no sabía a lo que se refería cuando sacó el tema de conversación sobre el


clima, pero estaba seguro que la razón por la que Raphael lo había llamado primero
era por la pelea de ayer.

—Raphael Haynesworth, el Capitán Dante fue el que dio el primer golpe.

—Sí. Lo he oído.

Raphael inclinó un poco la cabeza y vio la herida de Derrickson. Cuando las curvas
de sus ojos se abrieron lentamente, cayeron gotas de agua fría en las puntas de su pelo
dorado aún húmedo.

Al mirar su rostro hinchado, lo que le vino a la mente fue un gran moretón en el


hombro de Dante, que nuevamente había aparecido donde solo habían quedado los
rastros de la cirugía. Antes de salir, se había sumergido en agua fría durante bastante
tiempo para calmar su cabeza caliente, pero fue en vano.

—Pero, el Capitán Efron solamente seguía molestándolo en su trabajo. Para ser


sincero, no creo que sea algo injusto.

Derrickson, que frunció el ceño, no tardó en responder.

—Ja, no importa lo que hagas, voy a demandar a ese bastardo como es debido.

—Se lo digo porque le he visto molestarlo cuando estuve en el aprendizaje.

Raphael no veía a Derrickson como una persona, sino más bien como una máquina
para dar puñetazos.

Au así, si solamente llegaba a golpearlo tan fuerte que no había necesidad de dejar
ningún resentimiento, no sería suficiente. Era mejor estar enfadado como para dañarse
en una habitación tan pequeña.

Derrickson pudo pelear contra Dante con demasiada facilidad, pero no podía
enfrentarse a Raphael que había llegado con acusaciones contra él. Raphael apretó los
puños con fuerza.

—No entiendo por qué odias tanto al Capitán, y tampoco quiero saberlo…
La sonrisa que había esbozado tranquilamente imitando a Dante, se distorsionó
rápidamente.

Su enfado se convirtió en lágrimas al ver la cara de Efron que no mostraba ningún


signo de remordimiento.

—Yo también estoy muy enfadado, capitán Efron.

«¿Por qué lo haces llorar?»

«¿Por qué lo haces enfadar?»

Raphael, como dicen todos, era una persona que siempre estaba en el lado amable.
Debía esforzarse y trabajar duro para tener un mejor rango, pero no había pasión por
recorrer más allá de otras personas, y tiene poco sentido de la victoria para poder
competir con alguien.

Así que Dante Bailey fue su primera meta y voluntad.

—No importa cuán gentil sea un perro, morderá cuando su dueño sea atacado.

Raphael nunca se había enfadado tanto en su vida como cuando oyó llorar a Dante.
Ahora mismo, su ira está totalmente contenida.

Un sonido resonó en la oficina, y el cuerpo de Derrickson cayó.

—Ugh…

En un principio pensaba dejarlo pasar por Dante, que lo ignoraba por mucho que lo
provocara. Sin embargo, había pasado los límites de su tolerancia.

Antes de que Derrickson pudiera recuperar la consciencia, el puño de Raphael lo


golpeó de nuevo. La expresión de enfado de Raphael también contenía una sensación
de alivio por algo.

La pelea a puñetazos del día anterior entre Dante y Derrickson fue una simple pelea
entre el mismo rango. Dante fue ligeramente castigado porque fue él quien causó la
conmoción pero no fue el responsable de la pelea.

Sin embargo, la pelea entre el “Subteniente” Haynesworth y el “Capitán” Efron fue


diferente. En cualquier caso, se trata de un ataque por rango, y en el ejército, un ataque
por rango, por insignificante que sea, es objeto de castigo. Dependiendo de las
circunstancias, también es un delito y puede ir a la cárcel, o en casos más graves, la
baja definitiva del ejército. Por no hablar de Raphael, que fue el primero en dar un
golpe a un superior.
A diferencia de Dante, que fue enviado a casa después de la pelea, Raphael fue
recluido temporalmente en una celda de aislamiento en el Comando Central. Al
contrario del feroz ataque, el proceso de ser llevado a una celda oscura con barrotes
de hierro, fue tranquilo.

Incluso cuando entró en ella, se quedó sentado en una vieja silla de hierro con las
manos esposadas. El vigilante, que estaba nervioso por la palabra
«Haynesworth», que provocó una pelea, se relajó lentamente después de una o dos
horas.

«No puedo creer que haya golpeado a su superior…»

Miró dentro de la celda y pensó para sí mismo. La cara del hombre sentado en la zona
de sombra, era fría. No era porque era un Subteniente como se rumoreaba, sino que
su rostro con rasgos de noble bien educado, no parecía que fuera a hacer un acto tan
violento como dar puñetazos a otra persona.

Las largas piernas que se extendían frente a la silla durante mucho tiempo, y el color
de los ojos que eran claramente visibles incluso en la oscuridad, creaban
especialmente esa imagen.

En ese momento, Raphael levantó la vista. El vigilante se encontró con unos ojos
verde claro, y el hombre se sorprendió al ser descubierto que miraba al joven.

Raphael sólo hizo una leve inclinación de cabeza con la persona que hizo contacto
visual y volvió a bajar la mirada de nuevo a las esposas que estaban en sus muñecas.
Al inclinar la cabeza, sus largas pestañas se hicieron más prominentes.

En ese momento, el vigilante una vez más se preguntó: “¿Por qué esa
persona…?”, sin embargo, la puerta de la habitación se abrió de golpe.

—Raphael Haynesworth.

Dante, que se apresuró a acudir a Comando Central, le llamó por su nombre nada más
abrir la puerta. El rostro de Raphael no tardo en volverse ingenuo ante los ojos del
vigilante.

—Ah… Capitán.

—¿Qué demonios significa esto?

Los ojos de Dante se agrandaron al comprobar que Raphael estaba dentro de una celda
oscura. Se volvió hacia el desconcertado vigilante mientras avanzaba,

—Déjeme pasar. Fui su Capitán.


—Ah, yo…

—Me preguntó qué haremos los dos en esta situación.

Finalmente el vigilante se apartó y Dante se quedó solo frente a la celda. Raphael


también se levantó de donde estaba y se acercó a Dante. Los dos estaban cerca, pero
barrotes de hierro bloqueaba el medio.

La mirada de Dante hacia Raphael contenía varias emociones, entre ellas sorpresa, ira
y preocupación.

—¿Qué estás haciendo? ¿Qué significa eso de ataque por rango? ¿Por qué
golpeaste a tu superior? Se supone que no deberías estar en el Sistema a estas
horas.

—No es una salida no autorizada. Le pedí a mi padre que me llamara a Islas.

—¡No estés tan orgulloso de eso!

Los barrotes de la celda, que fueron sostenidos por Dante, traquetearon. Su rostro
estaba pálido detrás de los puños cerrados.

—Capitán… ¿estás enfadado?

Los ojos de Dante observaban a Raphael en silencio. Raphael, ante una mirada que
parecía enfadada hasta la punta de su cabeza incluso sin responder con palabras, juntó
sus manos esposadas. El vigilante al ver el ambiente entre los dos, salió de la
habitación y se alejó.

—… Entonces, mientras estás enfadado, confesaré todas las demás cosas que
pueden hacer que te enfades aún más. Pagué el préstamo que debías con mi
propio dinero, envié a la iglesia, vigilantes y guardaespaldas que contraté.
También he presentado una demanda contra una empresa de inversiones y a
una empresa constructora relacionada con este asunto.

—…

Las venas del dorso de la mano, que sostenía los barrotes de hierro resaltaron aún
más.

—¿Quién te dijo que hicieras las cosas a tu manera?

—Capitán…

—No tengo deudas, ni resentimiento contra ese bastardo, incluso si no puedo


pagarlo, no tengo intención de pasar esa deuda para que tú lo pagues. Raphael
Haynesworth, por lo que hiciste, eres una vergüenza como soldado, no solo
golpeaste al hombre que me intimidó, sino que también fue catalogado como un
ataque de rango.

—…Lo sé.

—¡Y todavía lo aceptas!

Dante, que estaba a punto de gritar de nuevo, hizo una pausa. Extendió la mano que
sostenía los barrotes de hierro y agarró el brazo de Raphael. Los brazos dentro del
uniforme militar que Dante tomó, estaban temblando y también en sus muñecas, había
marcas azuladas.

—…Tú… ¿estás asustado en este momento?

Al contrario de lo que ven los demás, el heredero de la familia Haynesworth tenía en


realidad una personalidad y una forma de pensar que correspondían a la edad de 24
años. No llevaba menos de un año que había salido a la sociedad, y la situación actual
no podía dejar de ser aterradora.

Raphael se encogió de hombros y se apartó para retirar la mano de Dante. Con las
manos vacías, Dante volvió a agarrar la barra de hierro y miró a Raphael. Dejó de
esconderse cuando vio la cara de Dante.

—No me arrepiento de nada.

Dante frunció el ceño con una expresión complicada. Después de suspirar, reprimió
su ira y habló con voz tranquila.

—Angie dijo… que si el sucesor de la familia Haynesworth va a caer en


desgracia, no será un problema militar, sino un problema familiar. ¿Qué vas a
hacer?

—… Ya lo sabía. Mi padre es un soldado, por lo que no puedo salir, y mi madre


probablemente va a negociar con la familia Efron.

—¿Lo sabías? Sabías que perderías tu posición en el futuro y tendrías una


pelea familiar. ¿Estás loco?

Las manos de Dante temblaban tanto como los brazos de Raphael. Raphael nunca
había visto a Dante tan desesperado.

—La familia Efron no es rival para la familia Haynesworth. Prefiero golpear a


Derrickson Efron que hacer las cosas más grandes.

—Entonces tú…
—Sí…

—¿Qué pasará contigo, que fuiste expulsado del ejército y trajiste disturbios a
tu familia? ¿Qué pasará con tu posición en la familia Haynesworth? No,
¿puedes ver la cara del Comandante otra vez?

—…

—¿Por qué haces algo así si no puedes responder?

Finalmente, la voz de Dante se hizo más fuerte. Un grito furioso sonó contra la pared
oscura.

Los ojos verde claro que miraban el aterrador rostro de Dante justo delante de él,
temblaron.

—Bueno, acabo de graduarme el año pasado, y estoy en una posición mucho


más baja que tú o Derrickson Efron. Quiero hacer cualquier cosa por ti… pero
no tengo nada en mis manos.

Finalmente, las lágrimas cayeron de los ojos de Raphael.

—Capitán, después de verte llorar, esto fue lo único que se me ocurrió.

—… Una persona que es 7 años menor que yo ha arruinado todo lo que he


construido hasta ahora, ¿crees que me sentiré tranquilo?

Raphael levantó el brazo y enterró los ojos en la manga de su uniforme. Su cabeza se


agitó sin saber si se limpiaba las lágrimas o negaba con la cabeza.

—La época en la que me preparé para entrar en la Academia Militar y los


cuatro años que pasé en ella. Están todos desbordados por conocer al Capitán.

Se limpió los ojos con la manga de su uniforme y volvió a levantar la cabeza. Tenía
los ojos y la nariz rojos.

—Iba a decírtelo cuando me decidiera, pero para ser sincero, desde el principio
pensé en darme de baja del ejército. Este era el problema que te mencioné
antes… Si estoy en el ejército, tengo que estar detrás de ti el resto de mi vida.

Raphael dijo “Capitán”, estiró su mano temblorosa y agarró la mano de Dante que
sostenía una barra de hierro.

—Eso no me gusta. Capitán, quiero estar a tu lado, y a veces quiero estar


delante de ti.
La manga de su uniforme estaba húmedo y las esquinas de sus ojos volvieron a
humedecerse.

—Estoy muy bien. No estoy desperdiciando nada.

La figura de Dante en sus ojos se agitó. Las manos de Dante estaban fuertemente
tensadas.

—Sé que eres un hombre difícil, pero…

—…

—Por esta vez, ¿puedes apoyarte en mí?

«No puedo creer que hayas llorado y me hayas dicho que me apoye en ti.»

Aunque sus palabras no tengan sentido, no habrá escena que no encaje tanto. Sin
embargo, al ver las lágrimas, Dante sintió que algo dentro de él, que había estado
construyendo con firmeza, se derrumbó. Para el disgusto de Dante.

Raphael, que hasta ahora había considerado natural que lo defendiera, estaba
olfateando y pidiéndole con los brazos abiertos hacia él, que lo dejara todo.

Al ver los ojos verde claro que lo miraban fijamente, Dante bajó primero la mirada.

—Tengo mucho miedo, y ahora estás hablando tonterías mientras estás dentro
de una celda.

—Si no hubiera sido por ti, Capitán, me hubiera entregado antes y hubiera ido
a la cárcel por violarte.

—Ha…

—Capitán, por favor, mírame.

Dante finalmente se enfrentó a Raphael de nuevo. Raphael se acercó a los barrotes de


hierro de la celda.

—Si no fuera por ti, habría dejado el ejército en cualquier momento… Si no te


hubiera conocido, habría perseverado como dijo mi padre y en algún momento
me hubiera dado de baja del ejército, huyendo.

Raphael esbozó una sonrisa al tiempo que levantaba un poco sus labios.

—Así que, esta situación me hace sentir aliviado y me siento un poco mejor.
Aunque estaba lleno de heridas, sonreía como un cachorro orgulloso que protegió a
su dueño. Sintió la gloriosa herida que el perro estaba dispuesto a llevar en la mano,
que aún seguía temblando.

—…Acerca tu cara.

Raphael apoyó la cabeza en los barrotes de la celda.

—Boca.

Una pastilla fue colocada en la lengua de Raphael, con los labios abiertos.

—Es un analgésico. No he traído agua, así que mastícalo… Derrickson Efron


todavía estaba entrenado en el SAG, y me las arreglé para que fuera golpeado.

El sabor amargo de la medicina se extendió por la boca, y Raphael frunció la punta de


la nariz.

Dante aplicó con moderación una pomada que había traído en secreto sobre las heridas
visibles. Raphael cerró los ojos y aceptó suavemente el toque de Dante, como lo hizo
una vez en el pasado. No hubo ningún sonido entre los dos durante un rato.

Dante, que aplicó toda la medicina en las heridas visibles, suspiró y dijo.

—Tú hiciste lo que quisiste, así que yo haré lo que quiera.

—Eso no es justo. ¿Cuántas veces me has ayudado libremente?

Dante puso la pomada en el bolsillo, que estaba casi vacío el frasco.

—Si estás molesto, deberías ascender a un rango más alto.

—…Tsk.

—No puedo hacer nada más aquí, pero te esperaré pacientemente.

Dante trató de darse la vuelta, y finalmente metió su mano dentro de la celda, solo
para darle un golpecito en la frente de Raphael.

—Sólo sal de aquí.

—Sí…

Raphael parpadeó mientras se frotaba la frente. Al ver las esposas en sus muñecas
levantadas, Dante frunció el ceño una vez más.
Raphael, en cambio, sonrió como si lo estuviera despidiendo. Dante no quería que le
sonriera de esa manera, pero era ridículo y también le correspondió.

Estaba en un lugar muy oscuro, y cuando abrió la puerta y salió, la luz fue cegadora.
Dante, que había llegado a la puerta principal del Comando Central Militar, miró el
pasillo frente a él y soltó un suspiro. Era el pasillo donde había conocido a Raphael
por primera vez.

Abrió su cartera y sacó una tarjeta de presentación que había metido dentro de ella.
Hace unos meses la había recibido y la punta estaba un poco arrugada. Pulsó el
número que se mostraba en la tarjeta de presentación.

La otra parte recibió a Dante con bastante calidez cuando reveló su nombre. Dante
sacó el tema en voz baja.

—¿Recuerdas que una vez dijiste que me defenderías?

[—Sí. Por supuesto.]

La respuesta de Camila parecía saber lo que Dante iba a decir.

—No dejes que Raphael sea dado de baja del ejército de forma deshonrosa.

Como era de esperar… Hubo una sonrisa en el tono contundente de Camila.

[—Ustedes dos, vaya que se parecen.]

***

Ese día, Camila envió a un experto en derecho militar y a un agente, explicando que
la defensa directa de sus padres podría estar en desventaja.

Un día después, cuando se reunió con Dante para un informe de la situación, estaba
más tranquila y despreocupada que Dante, a pesar de tratarse de un asunto de su
hermano.

—¿Seguro que estás de acuerdo con esto?

—¿Qué quieres decir?

Las blancas yemas de los dedos de Camila dejaron con elegancia la taza de té. Su
apariencia se parecía mucho a la de la Gobernadora Haynesworth.

—No sé cómo lo tomarás, pero tengo el poder de hacer que una persona sea
absuelta incluso por un asesinato, y tengo el dinero para crear una situación.
De todos modos, Raffy estaba pensando en dejar el ejército, así que estás
pidiendo algo de moral en lugar de pelear en el barro y hacerlo completamente
inocente. De un modo u otro, la decisión de Raffy de dejar el ejército es la
misma, pero, ¿no es un desperdicio de tener esta oportunidad única en la vida?

—Sí. Espero que esta oportunidad sirva para que Raphael sea dado de baja del
ejército con seguridad.

—Eres muy firme a pesar de haber recibido una larga explicación.

—No quiero que haya un problema futuro para Raphael, independientemente


del resultado.

—¿Qué clase de problemas puede tener? El asunto del ataque de rango solo se
castiga dentro del ejército y no habrá antecedentes penales.

—Después de dejar el ejército, conseguirá un trabajo en otro ámbito, pero


podría verse envuelto en algún problema,

—¿Eh? ¿Conseguirá un empleo?

Camila ladeó la cabeza.

Dante no tardó en añadir: «Ah».

—Raphael es joven, así que no hay presión para que consiga un nuevo trabajo
pronto y no habrá ningún problema entre nosotros por la baja del ejército.
Quiero que Raphael se prepare poco a poco, y esta vez encuentre algo que se
adapte a su actitud y vaya donde él quiera. Lo apoyaré durante el proceso para
encontrar dicho trabajo.

—Aja, Raffy está buscando trabajo…

Dante no sabía por qué, pero había una sonrisa en la cara de Camila que no había visto
antes. En lugar de sonreír, Dante se frotó el cuello un poco cansado.

—Bueno, espero que los dos lo discutan bien antes de tomar una decisión

—Sí.

—Por cierto—, ella aplaudió —me encontré con mi padre antes de venir aquí.

Cuando escuchó la noticia, Dante se encogió de hombros. El Comandante en Jefe


había empujado a su hijo al ejército, que era su sucesor y en futuro pasaría al rango
de General, pero como resultado, el mismo Comandante en Jefe también fue el que
echó a su hijo del ejército.
—… Sí.

—Le gustó mucho. Ha oído lo que Raffy hizo.

—¿Qué?

—Lo sé. Es más, creo que piensa lo mismo que yo. Si soporta esta situación,
entonces no podría considerarse un hombre, lo ha hecho bien. Después de estar
en una relación con el Capitán, ha cambiado mucho.

—… Oh.

—Es verdad que está enfadado con Raffy, pero lo que tiene en la mente es
diferente. Creo que entendió más después de escuchar la historia de la iglesia…
Mi padre es un poco diferente. Por cierto, mi madre y yo nos opusimos a enviar
al ejército a Raffy, así que no creo que la situación sea mala.

—¿Está bien que el heredero de la familia Haynesworth desaparezca del


ejército?

—El Capitán puede hacerlo en su lugar.

—…

La respuesta fue que tenía que vivir muy duro. Camila sonrió al comprobar el teléfono
que había recibido una llamada.

—Raffy va a ser liberado pronto. ¿Nos vamos también?

Antes de que pudiera preguntar, Dante estaba sujetando la mesa con ambas manos,
como si estuviera a punto de desmayarse.

Cuando estaba a punto de separarse frente a la cafetería donde se habían reunido,


Camila agarró la mano de Dante y la jaló. Puso una nueva tarjeta de presentación en
la palma de la mano de Dante.

—La persona está libre para el resto de su vida, así que por favor, ven de
nuevo.

—Gracias.

Dante bajó la cabeza, se dio la vuelta y desapareció a paso rápido.

***
Tan pronto como fue liberado del confinamiento solitario, Raphael fue agarrado de la
muñeca por Dante. Lo metió en el auto y lo arrastraron hasta el aparcamiento de la
residencia oficial y luego a la habitación de Dante.

—Ca, Capitán, he estado encerrado todo el día, así que mi aspecto es un poco…

En vano, tapándose la cara con la manga, Raphael se sentó a la mesa. Y la comida fue
colocada justo delante de él.

—Come.

—Ah, yo…

—Cómo has dicho, llevas un día encerrado, así que seguro que no has comido
bien. Solo come un poco.

Raphael no tuvo más remedio que mover la cuchara.

Dante se sentó frente a él, pero miraba a otra parte que no fuera a Raphael. Enfadado…
No sabía si estaba enfadado o no. De vez en cuando añadía palabras como «come
bien» y «come un poco más», pero también era cierto que el ambiente era un poco
más frío de lo habitual.

Después de terminar su comida, Raphael preguntó si podía ducharse y usó el baño de


Dante. Cuando salió con una toalla en la cabeza, Dante lo sentó y le secó el pelo que
tenía agua sobrante. La cara de Raphael, que había estado observándolo todo el
tiempo, se relajó.

—Jeje…

—¿De qué te ríes?

Entonces Dante también soltó una risita. Raphael se sintió aliviado de que no estuviera
realmente enfadado.

Dante, que secó toda el agua del pelo, se puso delante de Raphael. Luego, tocó la
pantalla del teléfono y la mostró frente a sus ojos.

Era un temporizador programado que marcaba 00:05:00.

—A partir de ahora, te voy a regañar sólo cinco minutos. Después de eso, no


diré nada más porque has tomado tus propias decisiones y has hecho tus
propias elecciones.

—Ah, está bien…


A pesar de todo, Dante fue muy considerado con él en comparación con su
comportamiento firme. Cuando Raphael pensaba en su situación, dentro de una celda
solitaria, se había preparado para ver a Dante enfadado y tenía en cuenta que sería
regañado por él.

Pero durante cinco minutos, incluso siendo regañado solo con palabras, honestamente
no podía ser llamado un castigo para un soldado. Y honestamente… Los preocupados
regaños de Dante, que solía escuchar por teléfono varias veces, nunca le resultaron
desagradables. Por lo que Raphael, secretamente, estaba muy feliz en el fondo.

Dante pulsó el botón de inicio del temporizador y dejó el móvil. Sin embargo, las
expectativas de Raphael eran muy diferentes.

Y exactamente cinco minutos después, sonó la alarma.

—Yo, ugh, de verdad, no volveré a hacerlo… ugh, Capitán… de verdad…

Raphael se cubrió la cara de lágrimas y mocos. Antes de darse cuenta, las dos palmas
de las manos se frotaron frente a su pecho.

Cuando Dante apagó la alarma que anunciaba el final de los cinco minutos y empujó
los pañuelos sobre la mesa, Raphael abrazo la caja como si fuera un escudo y lloró
más.

—Yo… ¿seguiré siendo regañado más…?

—De ninguna manera. Ya no lo haré más. Ya han pasado cinco minutos. Fue
suficiente.

—… Cinco minutos, estaba cien veces más asustado que cuando estaba
encerrado en la celda, ugh, todo el día.

Para Raphael, el sonido más aterrador es ahora “regañar” en lugar de “reprender”.

Con los sonidos de gemidos, la cintura de Dante fue jalada hacia adelante. Raphael
enterró su cara en los brazos de Dante y lloró. Dante le acarició la nuca, que se había
calentado de tanto llorar.

—Dejaste demasiado pronto el ejército, así que, ¿qué vas a hacer ahora?

—Ah… Voy a pasar un tiempo en el hotel que solía usar cuando estaba en Islas,
porque si voy a casa, será incómodo ver a mi padre…

Cuando Dante escuchó la respuesta dubitativa, chasqueó la lengua y los hombros de


Raphael temblaron. Fue porque los últimos cinco minutos fueron bastante aterradores.
—Pedí prestado el dinero que pagaste. De todos modos, los intereses para los
soldados son bajos. Añadiendo eso, el dinero del acuerdo que la abogada
Haynesworth recibió de la familia Efron y la recompensa por la supresión del
ataque terrorismo… bueno, podríamos encontrar una casa que pudiera
permitir a dos hombres en el Sistema.

Raphael parpadeó y levantó la cabeza.

—Tienes que asumir la responsabilidad hasta que consigas un nuevo trabajo.


Acepta y vive conmigo.

Raphael se quedó congelado por un momento con los ojos muy abiertos. Y finalmente,
tartamudeó lo que había escuchado.

—Tú, yo, ¿vamos a vivir juntos?

—Sí, quiero vigilarte para que no te metas en problemas.

—…¡Whoa! ¡Acepto! ¡Whoa!

Hasta hace poco, Raphael lloraba con tristeza, pero ahora estaba emocionado. Sus
piernas bajo la mesa se movían de un lado a otro. Dante suspiró y tomó la cabeza de
Raphael con ambas manos, después le dio un golpecito en la frente.

—Con el dinero que te debo, te pagaré un alquiler mensual.

—Oh, no tienes que devolverlo… Ah, no. En lugar de eso, paga el alquiler de un
lugar lujoso…

Una de las cosas por las que lo regañaron hace tiempo fue el problema de que Raphael
gastaba demasiado dinero en su amante Así que Raphael reunió fuerzas y mantuvo la
boca cerrada.

Raphael lo sabía. Lo que Dante quería decir es que en un futuro, le devolvería todo el
dinero que había pagado, sin que faltara ni un solo centavo, Entonces, tuvo que pensar
en cómo no conseguirlo sin que Dante se enfadara con él.

—Entonces haz un plan para vivir juntos lentamente.

Dante bajó las manos que sostenían la cara de Raphael y le envolvió la espalda. Lo
abrazaba con fuerza.

—…No importa cuál sea el resultado, sé que hiciste lo mejor por mí. Gracias,
Raphael.

—Comparado con lo que has hecho por mí, yo realmente…


—Te amo.

Como Dante no podía abrazarlo en la celda, dio fuerza al abrazo que envolvía a
Raphael. Luego sonrió al sentir el calor corporal en sus palmas que estaban sobre su
espalda.

—Si lloras después de escuchar que te amo, no volveré a hacerlo.

—…

Raphael abrazó fuertemente a su amante y ocultó su rostro. Pero en lugar de comenzar


a sacudir los hombros, Dante juntó sus labios para que no llorara. Tenía su boca salada
que demostraba todas las emociones que desbordaba.

Dante estaba preocupado por Raphael, y llegó a la cama con su amante, que estuvo
toda la noche en una fría habitación solitaria y oscura.

—Creo que mientras estoy dormido, siento que vas a salir y a volver a causar
problemas, así que debes dormir aquí.

—Sí.

Raphael se metió en la cama, rodó su cuerpo y se golpeó los brazos y las piernas contra
la pared.

—¡Argh!

—Oye, oye. ¿Estás bien?

—Sí, estoy bien.

Dante lo sabía. Aunque la cama sea grande, se mueve tan libremente con ese tamaño
de cuerpo. ¿¿Tal vez Raphael realmente no sabe lo grande que es? Hay veces en los
que le ocurren este tipo de accidentes. Como ahora, que se movió con demasiada
libertad y se golpeó con ese gran cuerpo. Viendo a Raphael, que se frotaba el dorso
de la mano enrojecido, Dante pensó que debería comprar una cama más grande para
la habitación en la que vivirían.

Cuando se acostaron uno al lado del otro, Raphael extendió sus brazos y abrazó la
cintura de Dante.

—Ten cuidado

—Ya no me duele.

—Oh, sí. Eso es genial.


Dante también envolvió la cabeza de Raphael y sus cuerpos se acercaron.

Hace unos meses, la primera noche que los dos estuvieron juntos en esta cama. A
diferencia de ese entonces, de cuando los hombros de Raphael salían fuera de la cama,
ahora que estaban tan cerca el uno del otro, incluso quedaba un poco de espacio.

Fue Dante quien se mantuvo despierto el día de hoy. Raphael, que pasó un día entero
en la fría celda, se durmió primero, y Dante miró a Raphael con varias expresiones
complejas.

—Raffy.

Su pelo, seco y más esponjoso, se enredaba en sus dedos. Los brazos que temblaban
y se extendían torpemente hacía él, eran tan encantadores que no podía olvidarlos.

Hoy, la nariz de Dante también estaba roja, por lo que no siquiera pudo burlarse de
Raphael por llorar tanto. El afecto de Raphael siempre fue abrumador, pero su afecto
por entregar todo lo que tenía, iba más allá de su imaginación.

El afecto verde claro de Raphael envolvía a Dante como si la hierba se hubiera


transferido a su ropa.

La noche pasó. Raphael, que estaba en sus brazos, sería capaz de estar a su lado
mañana a cambio de su elección.

Dante también se durmió sin preocuparse del amanecer. Ambos tuvieron un sueño
profundo sin pensar en la hora en que debían despertar.

La razón por la que no lamenta de que llegue el día siguiente, es porque cree que
Raphael nunca se irá de su lado.
Capítulo 17
Darling
Después del trabajo, Dante miró alrededor de la tranquila casa y ladeó la cabeza. Dado
que no hay zapatos de interior del cohabitante en la entrada, probablemente que no
haya salido.

—Raffy.

Entró en la casa y pasó por la sala de estar con un sofá azul marino y una televisión.

El diseño monótono del sofá sin reposabrazos era del gusto de Dante, y la manta de
punto del color marfil que cubría el respaldo era del gusto de Raphael. Junto al sofá,
una rosa rosa bien seca estaba colocada en un pequeño jarrón sobre la mesa junto al
sofá.

Dante, que no encontraba a Raphael en la cocina y el estudio, sonrió al abrir la puerta


del dormitorio. Luego recorrió la habitación poco iluminada y cruzó al vestidor.

Se quitó el uniforme militar, se duchó ligeramente y miró el abultado edredón de la


gran cama. Dante se cambió de ropa y miró dentro de la cama.

«Ah, estás durmiendo así otra vez.»

En el lado izquierdo de la cama, estaba la almohada de Dante, y en el lado derecho,


estaba la almohada de Raphael. Cuando Dante estaba ausente, Raphael dormía sobre
su propia almohada, y la almohada de Dante cubría su cara.

Mientras Dante se dirigía al trabajo, Raphael, que esperaba en una nueva casa, caía de
vez en cuando en un sueño fuera de tiempo.

Dante fue a la cocina y revisó la cena. Volvió al dormitorio, asegurándose de que no


tendría que ir al supermercado. Le quitó la almohada y tocó el hombro de Raphael.

Sólo entonces Raphael levantó su cabeza de la almohada.

—Aprendiz Haynesworth. ¿Tienes mucho sueño?

—Buscador de empleo, Raphael Haynesworth… No. Me levantaré ahora.

Al escuchar el tono de un Capitán llamar a su aprendiz, Raphael sonrió y aceptó la


broma sin abrir los ojos.

—Despiértate y besa a tu amante después de un día de duro trabajo.


—Sí.

Raphael se levantó de un salto y se abrazó al cuello de Dante, mientras se sentaba en


la cama. Dante abrazó su cálido cuerpo en la manta y puso sus labios sobre él. Los
labios secos de Raphael hicieron cosquillas, pero no dejó de besarlo. Después, Dante
se levantó de la cama y le acarició el pelo alborotado.

Después de algunas discusiones legales, el caso concluyó en favor a Raphael, que a


pesar de ser dado de baja del ejército, no fue de manera desfavorable. Al contrario, al
final se concluyó en que la persona se sintió responsable del disturbio que había
armado y se quitó el uniforme militar por su cuenta.

Como resultado, el Subteniente Haynesworth se convirtió en Raffy, un joven y


apuesto buscador de empleo.

—Haz lo que tengas que hacer. Pero, ¿por qué llenas así la nevera?

—Me gustaba la idea de comer contigo después del trabajo. No era tan difícil.

—Ya veo. Gracias. Recoge las mantas y sal.

—¡Sí!

Cuando Raphael estaba completamente despierto, Dante salió a la cocina y puso en el


horno el plato de lasaña que Raphael ya había preparado. La casa que habían elegido
para que los dos vivieran estaba un poco alejada del centro de Islas, pero Dante se
desplazaba con facilidad para ir al trabajo. Y en lugar de una escasa cantidad de
habitaciones en el interior, era una espaciosa casa independiente con un estudio y un
dormitorio.

El recién nombrado “Mayor” Dante Bailey se desplazaba desde aquí al Cuartel


General Aldino del Comando de Guerra Especial Unificado. Durante su ausencia,
Raphael se dedicaba a las tareas domésticas –Dante se sorprendió de que lo hiciera
mejor de lo que esperaba – o estudiaba en el estudio y de vez en cuando salía para
encontrarse con alguien y volvía.

De hecho, para Dante, que no conoce las actividades generales de búsqueda de


empleo, solo podía decir que Raphael se estaba preparando con esmero para conseguir
un nuevo trabajo, así que no quiso preguntar sobre lo que estaba haciendo estos días
o si las cosas iban bien.

—Capitán.
Raphael salió de la habitación frotándose los ojos y abrazó a Dante por la espalda.
Apoyó su cara en su hombro, frotó sus mejillas contra las de él y luego lo soltó
mientras se ponía a su lado.

—Se puede calentar la lasaña así, ¿no?

—Sí. Lo haré. Por favor, siéntate.

Se negó una vez, pero empujó su espalda y Dante finalmente se encargó de poner la
mesa. Dante vio a Raphael, que estaba frente al mostrador, se inclinó para comprobar
el horno y luego revolvió diligentemente la lasaña.

Cuando Dante vuelve del trabajo, las luces de la casa están encendidas, cenan juntos
y antes de dormir pasan el tiempo juntos. Hacía mucho tiempo que Dante no estaba
en un ambiente así. El deseo de que Raphael consiga un trabajo poco a poco no
significa solo que apoye las elecciones prudentes.

«En realidad es joven en muchos aspectos…»

Aunque lo conoció como un Oficial subalterno, Raphael es en realidad solo un joven


de 24 años. Es curioso que Haynesworth hable de poder conseguir dinero, pero el
sueldo de un “Mayor” del Ejército Imperial es suficiente para alimentar a los dos. La
iglesia también recibió una indemnización por daños y prejuicios, y su madre le dijo
que nunca le pediría más que eso, así que a Dante le sobraba el dinero.

La comida de Raphael llegó a la mesa. Mientras más se maravillaba con el espléndido


menú de la cena, a medida que aumentaban sus días juntos, Raphael se sentía más
orgulloso.

Fue una comida tan tranquila que no recordaba qué pasó con los dos en el pasado.

Derrickson Efron, el causante del incidente, no pudo seguir en el SAG.

El motín suele ofender al sucesor que se rebeló,

El comandante del Regimiento solía ser más comprensivo con el sucesor que provocó
la pelea, sin embargo, contra los argumentos de parte de la familia de Raphael, no
tuvo de otra que ignorarlo. En concreto, Derrickson, que había sufrido un accidente
en el pasado, fue apartado y tuvo que cambiar su posición en el SAG. Según Leone,
la familia Efron, a causa del conflicto con la familia Haynesworth, estuvo a punto de
eliminar la posición de Derrickson en la familia por haber dejado en ridículo a los
demás.

Derrickson Efron siempre había utilizado una forma de no ensuciar sus manos cuando
causaba problemas para otros. Derrickson nunca había sufrido ningún castigo en el
ejército, sobre todo cuando Dante no soportó sus acciones y se peleara con él a
puñetazos; sin embargo, todo cambió hasta que Raphael intervino.

Sin embargo, el ataque por rango de Raphael y el consiguiente conflicto con la familia
Haynesworth lo destruyeron por completo y lo apartaron del lado de Dante.

Los resultados actuales de Raphael eran cariñosos, pero todavía se sentían pesados de
vez en cuando.

Raphael, que arriesgó todo lo que tenía para proteger a Dante, murmuró con la comida
llenando sus mejillas frente a los ojos de su amante.

Raphael ladeó la cabeza, desconcentrado mientras Dante lo miraba, por lo que le


preguntó:

—¿Qué pasa?

—Solo eres muy apuesto.

Las mejillas de Raphael se hincharon aún más.

Del mismo modo, Raphael, que se metió un pedazo de lasaña en la boca, agachó una
ceja esta vez.

—Bueno… ¿Debería haber añadido un poco menos de salsa?

—Está deliciosa, por qué.

—¿No está un poco salada? La masa y la carne están demasiado


condimentadas…

—No. Está perfecto. Estoy comiendo bien.

—Hmm…

Puede que haya una diferencia para el gusto del joven maestro Raphael, pero hace
mucho tiempo que Dante no cocinaba tanta comida en casa. Era una molestia mientras
se encontraba en la residencia oficial, así que salía a comer o hacer una comida rápida.
Además, es una comida que fue hecha por su amante 7 años menor que él, y es difícil
decir que estaba insípida o que sabía mal.

Raphael miró la lasaña con una mirada más seria y escribió algo en un pequeño
cuaderno. A primera vista, parecía haber anotado el ensayo y error de las tareas
domésticas.
Dante vivió en la iglesia y en dormitorios durante mucho tiempo, por lo que estaba
acostumbrado a vivir con otros, y Raphael sólo era bueno para Dante. Con un poco de
ansiedad, la pequeña convivencia fue muy fluida gracias a la combinación de los dos.

—¿Está todo bien con tu nuevo trabajo?

—Sí, bien. Es simplemente tolerable.

—…

Raphael levantó sus labios. Quería decir que la respuesta era incorrecta. Dante sonrió
torpemente y aumentó las palabras que intentaba ocultar con moderación.

—He oído que el trabajo es duro, pero… cuando presenté un documento, solo
me regañaron antes de venir a casa, pero fue un poco injusto porque lo
presenté después de trabajar duro por mi cuenta. No me resulta familiar este
ambiente, es muy diferente que cuando estaba con los miembros del equipo, y
solo estoy rodeado de superiores distantes, es extraño, tengo tanto que
aprender… ¿por qué te ríes?

—Buen trabajo. Has de haberte molestado con su actitud.

Además, Dante practicó en contarle a Raphael las cosas que le habían pasado
recientemente. Era su peor comportamiento, poner hasta las cosas más pequeñas a su
amante, sin soportarlas a solas.

—¿No pasó nada más?

—Bueno…

Recordó lo que había pasado durante el día y reflexionó sobre ello. Entonces, de
repente, a la hora de comer, le vinieron a la mente las palabras que había escuchado.

‘—Cuando visité la unidad a la que había ido Derrickson Efron, lo vi medio loco.’

Dante había escuchado ese comentario, pensando: «Ese bastardo hasta el final…» ,
pero pasó de largo sin prestar mucha atención a la conversación. Por lo tanto, no era
necesario sacar un nombre desagradable tanto para Dante como para Raphael delante
de la mesa. No es que vayan a involucrarse con él de nuevo.

—La comida en el restaurante del Comando Central no es tan buena.

—Oh, bueno, estoy seguro de que se adapta para la gente de la edad de mi


padre.
Es un problema muy serio para los trabajadores de oficina, pero este era el tipo de
cosas con las que Raphael no podía simpatizar ni ofrecer una solución.

Cuando la conversación avanzó un poco más, la comida terminó. Dante recogió la


vasija para Raphael, que preparaba la cena, y los llevó al fregadero.

—Tengo que hacer algunas cosas después de la cena. ¿Tienes algo que hacer en
el estudio?

—Sí. Si trabajas, estudiaré contigo.

—Sí. Hmm, creo que es mucho mejor entrenar duro que trabajar horas extras
mientras miro documentos. No esperé que algún día me sentara frente a un
escritorio y trabajara todo el día.

Dante se ató el delantal por debajo de la cintura, se arremangó las mangas de la camisa
y se puso delante del fregadero. El agua se derramó sobre los platos después de la
comida.

Junto con el ascenso a Mayor, ocupó un puesto de Jefe de Operaciones del Comando
Integrado de Guerra Especial. Comparado con la idea, en el mejor de los casos, de ir
a un Centro de Entrenamiento Especial, era un trabajo poco convencional. Las
operaciones y los rangos también eran llamados el punto de partida para el curso de
élite hacia el nivel general*.

N/T: Si no se entiende el texto, Dante es el encargado de mandar a las personas


adecuadas a diferentes operaciones, dependiendo de sus capacidades, experiencia,
etc.

Es cierto que el trabajo después del ascenso de Dante no era malo, pero en este puesto,
no podía dejar de sentir la fuerte voluntad de alguien. Alguien conocido y de fuerte
presencia en el ejército… Dante tiene una duda razonable de que ese “alguien” está
tratando de elevarlo como sucesor en lugar de otra persona.

Por esa razón, Dante se ocupó de aprender los grandes planos y los sistemas operativos
prácticos del ejército que no había visto en siete años de trabajo práctico.

Al lado de Dante, que lavaba los platos, Raphael, que le había dicho que se fuera al
sofá pero no hizo caso, estaba sentado en cuclillas. Cuando volvía tarde a casa, parecía
preocupado porque le esperaba delante de la puerta con ese aspecto de ahora.

Pero sería mentira si dijera que Raphael, que lo miraba con su enorme cuerpo
agachado, no era lindo.

—Raffy.
—Sí, Dante.

—¿Por qué eres tan lindo?

Raphael sonrió suavemente. Si tuviera una cola bajo el trasero, habría barrido el suelo
frenéticamente.

—Capitán, quería hacerte una pregunta, pero no había podido decirla porque
me daba vergüenza.

—¿Qué pasa? Me has dicho todo lo que no se puede decir.

—Uhm, uhm… realmente no me importa, así que por favor, siéntete libre de
responder.

«¿Por qué estás haciendo esto de nuevo?»

—¿Qué parte de mí te gusta más?

“Jaja.” La espuma del detergente en el tazón fue barrida por el viento de la boca.

—Todo está bien. Me gusta todo de ti, así que vivamos juntos con ese
pensamiento.

—Aparte de todo, ¿te gusta algún lugar en particular?

—Bueno… ¿las manos?

Las manos blancas y pulcramente extendidas eran como las de un joven maestro que
lucía mejor con una pluma estilográfica que con un cuchillo o una pistola. Sin
embargo, también era bueno sentir los ásperos callos cuando la mano era sostenida o
tocaba su cuerpo.

Raphael miró sus propias manos y después las extendió hacia Dante. Ante el gesto,
Dante mordió juguetonamente sus dedos.

—Para ser sincero, es demasiado obvio.

—Oh.

Sus manos se retiraron. En lugar de preguntar dónde más era bueno, Raphael cambió
la pregunta astutamente.

—Capitán, entonces dame una puntuación a lo que voy a preguntar.


Dante, que dejó el último cuenco y volvió a mirar a Raphael, secando la humedad de
las manos. «¿Dónde y qué has visto últimamente…?» Si era algo extraño, debería
desconectar el Internet cuando vaya a trabajar la próxima vez.

—Bien. Pregunta.

—Bueno, en primer lugar, ¿qué opina de mi cara?

—10 puntos.

Obtuvo una puntuación perfecta sin dudarlo. De hecho, Raphael también esperaba
esta puntuación un poco. Era porque Dante a veces miraba su cara de forma
inconsciente y lo elogiaba diciendo: “Vaya… sí que eres apuesto”.

—¿Qué pasa con mi personalidad?

Apoyado en la mesa de la cocina, Dante se dio un golpecito en sus brazos cruzados


con la punta de sus dedos y respondió:

—8 puntos.

—…

No todo podía ser una puntuación perfecta pero… Cuando bajó la puntuación, su
rostro se puso sombrío. Sin embargo, ya que la personalidad de Dante era tan perfecta
y sólida podía entender esa puntuación.

—Bueno, hmm… ¿Qué hay de mi habilidad en la cama…?

La cabeza de Dante se inclinó hacia un lado y se cruzó de brazos un poco más. Una
sonrisa apareció en su rostro.

—Estás mejorando día a día. 10 puntos.

Raphael apretó las manos inconscientemente. La frustración de haber conseguido 8


puntos en su personalidad ya había sido olvidado. Las palabras “¡Lo hice!” estaban
claramente escritas en ambos puños.

—¿Ya ha terminado?

—Oh, entonces, una última pregunta…. ¿Qué opinas de mi cuerpo?

La mirada de Dante tocó la parte superior de su cuerpo, mirando la piel expuesta


gracias a la camiseta en forma de V.

—Bueno, el cuerpo…
Raphael se levantó de su asiento. Dante acarició el pecho de Raphael hasta los
abdominales por encima de la ropa. Raphael puso un poco más de fuerza en su cuerpo,
pero era claro que estaba bastante eufórico. En el pasado, Raphael no tenía nada que
hacer durante el largo tiempo que no podía reunirse con Dante en Tennessee, así que
solo hacía ejercicio.

Dante se parecía a Raphael, pero lo admiraba de una manera diferente. Lo había


pensado antes, pero realmente era un cuerpo que no se podía crear si no se nacía con
él.

Pronto, Dante sonrió con tanta intensidad que se veían los dientes blancos.

—100 puntos.

—¿…?

Dante, que se quitó el delantal, le dio unas palmaditas en los anchos hombros y entró
en el estudio. Después de eso, Raphael lo siguió con una cara frustrada y dijo: “¿La
puntuación perfecta es sobre 100? ¡Entonces mi personalidad es…!”

Los dos estuvieron sentados uno al lado del otro en la mesa de estudio hasta cerca de
las diez. Después, dieron un ligero paseo por los alrededores, compraron una botella
de cerveza para cada uno y volvieron a casa. La bebieron acompañada de una bolsa
de aperitivos, para finalmente lavarse los dientes y la cara. Incluso después de salir a
caminar, el compañero de Dante era tan sano y fuerte, y cuando vio que Dante tenía
espuma blanca alrededor de su boca debido al cepillado de dientes, algo dentro de sus
pantalones se levantó.

Dante pensó que no había devuelto su arma cuando lo dieron de baja en el ejército…
Besó a Raphael y acarició el pene con las manos para apagar el fuego causado antes
de irse a la cama. Eso fue porque su trabajo era un día entre semana, y Dante tenía
que ir a trabajar el día siguiente.

Después de pasar más tiempo del previsto en el baño, los dos apagaron las luces del
dormitorio.

—Dante, yo también voy a salir mañana temprano.

—¿De verdad? ¿A qué hora?

Cuando Dante le dio una palmadita en la cabeza justo delante de su pecho, hizo un
sonido que no sabía si era de sueño o de coqueteo.

—Creo que podemos salir juntos, cuando te vayas a trabajar.

—Sí, ya veo.
Raphael se hundió un poco más en los brazos de Dante y dijo.

—Por cierto, Capitán, creo que no estás fumando estos días.

—Sí. Ah. Sí.

Dante también era consciente de que ya no buscaba cigarrillos. Hasta el entrenamiento


de la cumbre, solía salir a fumar y entrar después de cada descanso, pero después de
salir con Raphael, el número de cigarrillos disminuyó porque pasaba su tiempo de
descanso en contacto con Raphael.

Y lo que es más importante, no tocó ni un solo cigarrillo durante los tres días que
estuvo hospitalizado, y sus pensamientos sobre los cigarrillos se desvanecieron.
Después de vivir con Raphael… Realmente no los había tocado, excepto cuando su
jefe le ofreció después de la comida.

En el pasado, Dante le había dicho que no se juntara con una persona que no podía
dejar de fumar, pero entonces Raphael, hizo que dejara de fumar sin saberlo… Dante
se rió para sus adentros.

—Me preocupaba el humo de cigarrillo delante de ti, pero ahora no pasa nada.

—Bueno…

—Estás pensando en si deberías estar triste o feliz, ¿verdad?

—Eh, ¿cómo lo sabes?

—Simplemente lo sé.

No fue sólo una o dos veces reveló sus pensamientos más íntimos, sino que ahora
sentía que podía conocerlos aunque no los expresara con palabras.

—Vamos a la cama. Tienes que salir mañana. Buenas noches, Raffy,

—Sí. Buenas noches, Dante.

Después de despedirse, Raphael acercó su cuerpo al hueco que quedaba.

—Supongo que soy demasiado codicioso. Estaba tan feliz de que empezáramos
a vivir juntos después de estar separados durante tanto tiempo, pero ahora que
estamos juntos, odio que el ejército se lleve a Dante cada mañana…

Dante le dio una palmadita en la cabeza al escuchar la queja. A medida que pasaban
tiempo juntos, parece que los pensamientos de ambos empiezan a parecerse.
La preparación de Dante para el trabajo por la mañana es muy mecánica y rápida.
Como tiene el pelo corto y no se alborota, no tardaba en peinarlo bien, y ha sido
entrenado para quitarse y ponerse el uniforme militar en segundos en caso de
emergencia. En otras palabras, salvo lavarse la cara, cepillarse los dientes y desayunar
con Raphael, las demás tareas suelen llevarle menos de 15 minutos.

Entonces Dante terminó de prepararse antes que Raphael y se sentó en el sofá a esperar
que saliera.

Por otro lado, Raphael, que había decidido salir hoy juntos de casa, era todo lo
contrario a Dante, en cuanto a su cabello. Cuando se despierta, su cabello rizado se
levanta por todas partes, y solo la parte de su cabeza que ha sido presionada, es plano.
Le llevó algún tiempo conseguir que se viera de forma decente.

Aun así, los preparativos de hoy han llevado más tiempo de lo habitual. Cuando Dante,
que había estado esperando sintió sus dudas y caminó para mirar dentro del
dormitorio, Raphael abrió la puerta.

—Capitán, llego tarde.

—… Sí…

Y se presentó de forma totalmente inesperada.

El pelo suave y rizado que Dante acariciaba a menudo, había sido peinado hacia atrás
solamente hasta la mitad de su cabeza, dejando al descubierto su frente. Un pulcro
saco de dos botones cubría la amplia línea de los hombros y ceñía adecuadamente el
pecho y la cintura. Los pantalones también iban a juego en el mismo color que el saco,
dándole un aspecto más esbelto de cuando usaba ropa cómoda.

Se acercó a Dante, ajustando la corbata alrededor del cuello. Las cejas, la barbilla
recta, el dorso blanco de la mano y el reloj de plata que rodeaba la muñeca se
colocaron de una manera que, creaba una armonía similar a la de un cuadro.

—¿Por qué llevas traje?

—Se supone que al lugar donde voy hoy, hay que ir modestamente vestido.

—Ah…

«¿Tienes una entrevista o algo así?» No expresó sus pensamientos.

En la primavera pasada, había visto a Raphael en traje. Sin embargo, en ese momento,
pensó en Raphael como un subalterno que tenía que rechazarlo, lo cual era muy
diferente a los sentimientos que tiene ahora.
—¿Por qué me miras así? Entonces, ¿cómo me veo?…

Raphael se agarró el dobladillo de su ropa y preguntó tímidamente.

Dante no podía apartar los ojos de Raphael. Era alto y de buena complexión, por lo
que le quedaba muy bien el traje. Por supuesto, no sólo su cuerpo, sino también la
cara sobre el hombro jugaba un papel importante. Parece un joven gobernante con un
rostro aristocrático pero juvenil, en un traje que envuelve sus largos brazos y piernas.

Dante tenía que expresar esta impresión de manera breve y rápida, para que no haya
ninguna distracción por la mañana.

—Mírate, en ese traje realmente te ves sexy, tanto que estás excitándome…

—¡…!

Raphael cruzó las manos delante de su pecho y giró la parte superior de su cuerpo
como si se escondiera.

“Ah.” Dante también bloqueó su boca un poco tarde. Pero la frente de Raphael, que
estaba descubierta de manera maravillosa, estaba roja.

—Espera, espera. Me expresé mal…

—Sí, desde ayer, has estado diciendo que solo te gusta mi cuerpo…

—No… He expresado mal mis palabras. ¿Y cuando he dicho que solo me gusta
tu cuerpo?

—10 puntos por la cara, 8 puntos por la personalidad, 10 puntos por el sexo…
100 puntos para el cuerpo. 100 puntos Capitán. Para no ser abandonado por ti,
a partir de hoy me pondré un traje y dejaré que me lo quites.

—Oh, llegaré tarde. Vamos, vamos.

Dante le dio una palmadita en la espalda a Raphael y lo condujo a la puerta principal.


También se quedó boquiabierto por cómo salieron esas palabras de su boca. ¿Acaso
Raphael finalmente aprendió la habilidad del ángel para que pudiera confesar sus
verdaderos sentimientos ocultos?

Mientras Raphael conducía a Dante al Centro de Mando, hubo un silencio incómodo


entre los dos por primera vez en mucho tiempo.

No importaba lo grande que fuera un tema, Dante siempre estaba en el lado de burlarse
de Raphael, que siempre se mostraba avergonzado. Sin embargo, por el suceso de la
mañana, ahora es un poco diferente, decir que se siente inconscientemente atraído por
su joven amante que parece tener una agenda importante… Era necesario reflexionar
sobre sus propios deseos. Tan pronto como Dante llegó, se desabrochó rápidamente
el cinturón de seguridad y dijo:

—Humm… las palabras que dije, estaban equivocadas. Así que no te preocupes
por eso, hmm, ten un buen viaje.

—Sí…

Después de una rápida palmada en el hombro, la muñeca de Dante, al intentar abrir la


puerta del auto, fue agarrada. Cuando se dio la vuelta, Raphael estaba mirando a Dante
con determinación, con la cara teñida de rojo como por la mañana en la casa.

—¡Yo… este fin de semana voy a obtener 100 puntos por el sexo! Lo repetiré
una y otra vez hasta conseguir los 100 puntos.

—Sí, ya veo.

—¡Me aseguraré de que te guste, no, no sólo mi cuerpo, también otras partes de
mí… !

No sabe cómo cerró la puerta del coche, y no sabe cómo despidió a Raphael.

Dante, que caminaba hacia el interior, se tapó la cara y dejó escapar un profundo
suspiro. Si no quiere escuchar a su jefe, que tiene a su lado, decir que está aturdido,
debería tomar aire fresco por un rato para enfriar su cara.

***

Cuando volvió a casa después de una jornada de trabajo, las luces estaban encendidas
como para dar la bienvenida a Dante. Sin embargo, cuando Dante entró, el sonido de
los pasos corriendo rápidamente desde el interior, era silencioso.

«¿Has vuelto a quedarte dormido hoy?»

Primero abrió la puerta del dormitorio, pero Raphael no aparecía por ningún lado.
Dante se dirigió al estudio, donde encontró al hombre que buscaba.

Sentado frente al escritorio, Raphael estaba vestido con su traje de la mañana y sin su
saco. En ese estado, se apoyó ligeramente en el respaldo de la silla y tenía los ojos
cerrados.

Su cabeza somnolienta se inclinó hacia la izquierda. Al acercarse, vio que un bolígrafo


que tocaba el papel dibujaba jeroglíficos en el lateral del documento. Después de
mucho tiempo, se había vestido como un adulto, por lo que le había restado puntos a
su manera de ser lindo. En el mejor de los casos, se veía un poco serio, pero ahora,
con ese aspecto, Dante sentía que Raphael volvía a ser joven otra vez.

—Es muy difícil conseguir un trabajo…

Raphael era una persona que está lleno de trabajos desconocidos, incluso después de
haber cambiado de posición dentro del mismo ejército. Y ese aspecto era más fuerte
ahora, que va a cambiar completamente su trabajo de lo que siempre ha estado
haciendo.

De hecho, la pasada madrugada vio a Raphael salir de la cama. Dándole un beso en la


mejilla, fue al estudio y encendió las luces, para luego volver a la cama al amanecer.
Casi enseguida salió de la casa temprano por la mañana, así que era claro que estaba
cansado.

—Puedes prepararte lentamente.

Tenía 24 años, a Dante no le importaba que descansara todo lo que quisiera durante
un año o menos. Pero incluso antes de perder su lugar en el ejército, empezó a correr
hacia algo. Dante recordaba que Raphael le había confesado que quería estar al lado
o delante de él, no detrás.

Su madre solía decirle a Dante: ‘No tienes que correr tanto’. Sólo ahora entendía
vagamente esa sensación. Era a la vez admirable y lamentable la posición incómoda
en la que estaba y su respiración cansada que salía de sus labios.

De todas formas, si lo dejaba así, sería incómodo dormir.

—Bueno…

Dante se puso delante de Raphael y le dio la espalda. Luego, hizo que la parte superior
del cuerpo de su joven amante se apoyara en su espalda, colocó la mano bajo el muslo
de Raphael. El gran cuerpo que había estado sentado en la silla flotó hacia arriba.
Dante salió del estudio cargando a Raphael en su espalda, que se había quedado
dormido.

Cuando salió al pasillo conectado con la sala de estar, Raphael, que estaba apoyado
en su hombro, levantó la cabeza. La sacudió de derecha a izquierda como si quisiera
comprender la situación actual.

—… ¿Es un sueño?…

Su voz estaba empapada de sueño.

—¿Estás despierto? No es un sueño.


—¿Es cierto que me llevas en tu espalda?

—Sí. ¿Por qué estabas durmiendo allí incómodamente?

—Capitán… ¿por qué me llevas en tu espalda?… ¿No peso mucho…?

—Eres como una pluma.

—Mentira…

—85 kg de plumas.

—…

Dante puso a Raphael en la cama. Raphael, que se sentó tímidamente como una nueva
novia que ha sido trasladada a la habitación de su noche de bodas, todavía parecía
sorprendido de lo que acababa de pasar. Luego abrió los ojos de par en par.

—¡Capitán, tu hombro!

—¿Eh? Oh, estoy bien. No coloqué el peso en mi hombro.

—Pero todavía haces esfuerzo con él. ¿Por qué no lo sabías?

—Realmente está bien. Si fuera demasiado, te hubiera bajado.

Dante movió el brazo de su hombro herido. Raphael, que levantaba la mitad de los
labios, dejó escapar aire de su boca, en señal de frustración.

—Es la primera vez desde hace 10 años, que alguien me carga.

—¿Quieres que te cargue de nuevo? ¿Quieres que vayamos alrededor del


vecindario?

—No, absolutamente no. Seguramente nos denunciarían.

—Eres lindo. Solo diré que estaba dando un paseo a mi amante, ¿qué podrían
hacer?

Sin embargo, Dante también pensó que sería muy extraño para sus vecinos. Dante se
sentó en la cama, acariciando sus ojos que aún estaban somnolientos.

—Raffy, puedo asumir toda la responsabilidad por ti durante un tiempo. Así


que no te excedas. Está bien tomar un trabajo con calma, ¿entendido?

Raphael se quedó ligeramente como “¿Hmm…?” pero asintió.


—No pasa nada. No lo estoy pasando mal. Esto no es una mentira.

—Eres maravilloso. Estoy tan orgulloso de ti, mi pequeño cachorro.

Y Dante reflexionó por un momento, luego planteó la pregunta con cuidado.

—Hoy, hmm. ¿Cómo fue la entrevista?

—Oh, sí. ¿Cómo supiste que era una entrevista?

—¿Cómo no lo sabría si sales bien vestido? No dije nada por la mañana porque
tenía miedo de ponerte nervioso.

—Debía haber mucha más gente nerviosa que yo. Lo hice mejor de lo que te
preocupaba.

Bueno, a pesar de la altura de Raphael y tener una cara atractiva, no podrían darle un
pase libre en una entrevista frente a frente. Sin embargo, Dante se guardó esas palabras
porque pensó que Raphael se sentiría decepcionado si consideraba la opción de fallar
la entrevista. Por supuesto, si el entrevistador estaba en su sano juicio, no podría hacer
eso.

—Estarás bien siempre y cuando hayas respondido sin estar nervioso. Gran
trabajo.

—¿Qué?… ¿respuesta?

La expresión de Raphael de «¡¿Um…?!» se intensificó un poco más. Y después sonrió


torpemente.

—Capitán, no estoy bromeando. Realmente estoy buscando un trabajo.

Raphael, que habló hasta este punto, simplemente dejó de mover los labios.

—No, Capitán. Haré lo que pueda.

—No tienes que esforzarte.

Dante se levantó de su asiento con una sonrisa y dijo palabras sinceras como una
broma.

—Crece lentamente.

Raphael sonrió con una cara sutil.

*****
El fin de semana era el día libre de Dante y tenía una cita de rehabilitación en el
hospital. Raphael acompañó el horario de Dante con demasiada naturalidad.

—Ah… ah… ugh.

Dante gimió con el ceño fruncido. Los ojos de Raphael se abrieron de par en par. El
hombre que estaba cerca de Dante le agarró de los hombros y tiró de ellos hacia atrás.

—¡Ah…!

Hubo una fina exclamación entre los labios de Dante. Se mordió los labios, respiró y
exhaló como si soportara el dolor. Era natural. Esto se debió a que el fisioterapeuta le
dobló los hombros desde un ángulo bastante excesivo para relajar sus firmes músculos
después de la cirugía.

Dante solía gemir de esa manera antes de expresar los fuertes estímulos que le
llegaban al cuerpo, ya fuera por enfermedad, por frío o por calor.

Además… lo mismo ocurría cuando sentía cualquier otra sensación. Por lo tanto,
había una buena razón para que Raphael saltara de su asiento.

«No, espera. Ahora mismo… ¡Ahora mismo! ¡Los dos!»

—Ah… Sí. Me duele ahí, especialmente ese lugar.

Raphael se aferró a la pared de cristal entre la sala de rehabilitación y el pasillo, con


el impulso de atravesarla. Visto desde el otro lado, se podían ver presionando sus diez
dedos, las palmas de las manos, la frente y la punta de la nariz.

Sin embargo, Dante, que estaba ocupado moviendo los brazos con instrumentos, como
el médico le dijo que hiciera, no lo sabía.

—¡Ah…!

Las yemas de los dedos de Raphael crujieron contra la pared de cristal.

Después de 30 minutos de rehabilitación, Dante se despidió del médico y se volvió


hacia la puerta.

—Ugh… palpita un poco. Raffy, ¿por qué estás así de pie?

—…

Raphael se acercó y se colocó entre Dante y el médico. Fue como si se interpusiera


entre los dos que estaban a punto de salir de la sala de tratamiento.
—Está fuera. No lo toques.

Más bien, el médico sonrió y se hizo a un lado. Dante golpeó a Raphael en la espalda.
A Raphael no le importó y se acercó a él.

A causa de la pelea con Derrickson Efron, el hombro, que casi había completado su
recuperación, necesitaba un tratamiento nuevo. Dante rechazó inmediatamente a
Raphael por la excesiva habitación VIP como en Tennessee, y recibió tratamiento
ambulatorio como otro paciente general. Por lo tanto, incluso después de completar la
terapia física, se sentó en una silla en el vestíbulo junto a Raphael y esperó la orden
del médico.

—¿Cómo está tu hombro?

—Sí. Me han dicho que no había nada malo en la zona de la cirugía. Aún así,
no lo sabía realmente, pero cuando un profesional lo tocó, definitivamente pude
sentir un punto de dolor. Debería salir de aquí sin retrasar mi rehabilitación.

—…

De repente, Raphael levantó la punta de la nariz y abrió sus labios:

—Yo…¿debería conseguir un trabajo como fisioterapeuta?

—¿Eh? ¿De repente?

—Los sueños ocurren en momentos inesperados.

—Olvídalo. Eres una persona que no conoce su tamaño y su fuerza. Si tomas a


alguien de esa manera…

Dante golpeó la espalda de Raphael una vez más.

—No seas impulsivo y piensa bien qué tipo de trabajo quieres tener. ¿Qué
quieres hacer cuando seas mayor, pequeño Raphael?

—Casarme con Dante Bailey.

—¿Ah, sí?

—Es en serio…

Frente a los dos, se escucharon los pasos de un fisioterapeuta que había estado con
ellos para la rehabilitación. Tal vez era el momento en que no tenía citas con ningún
paciente, y había un café en su mano mientras se acercaba desde la salida, cuando
pasó junto a ellos, Dante le saludó levemente levantando la mano.
Y mirando de nuevo a un lado, los ojos de Raphael se volvieron un poco más finos.
Miró a Dante, agarró el cuello de su camisa y lo bajó ligeramente.

—Bueno, hmm… ¿Acaso no hace calor?

Pero esta vez, Raphael comenzó a agitar su ropa. Debajo del dobladillo de su camisa
que se agitaba, quedaban expuestos en el vientre plano unos músculos bien
equilibrados y divididos. Dante agarró la parte interior de su camisa y tiró de ella hacia
abajo.

—¿Por qué tienes que enseñar tu cuerpo delante de la gente?

Raphael agitó su ropa de forma más prominente. «Ugh. ¿Qué clase de broma es
esta?» Dante sonrió y agarró más fuerte al dobladillo.

—Tienes que ir a casa y mostrarme esto solo a mí. ¿Qué estás haciendo?

—¡Eso es! Eso es. ¡Capitán, tú también…!

Raphael puso una expresión injusta. Mientras intentaba protestar, bajó la voz y susurró
suavemente.

—El Capitán, delante del fisioterapeuta… No hagas un sonido tan fuerte y


sexy. Prometiste ser sexy solo delante de mí.

«¿Qué?»

«¿Qué quieres decir con “sexy”? Obviamente era un sonido de dolor, no lo digas de
esa manera enfrente de tanta gente.»

—¿Por eso has mostrado tu cuerpo?

—Ca… el Capitán miró hacia otra parte, entonces tuve que mostrar mi cuerpo
para llamar tu atención. Ya que al Capitán le gusta más mi cuerpo.

—Boca, boca. Acerca la boca.

«Ugh. No sé por qué vuelves a ser tan infantil después de quejarte para parecer
maduro durante un tiempo.» Dante presionó la mejilla de Raphael para hacer los
labios en forma de una carpa*.

N/t: Habla del pez.

—Puede que algunas personas no se den cuenta de nuestra relación incluso si


hacemos esto, pero el fisioterapeuta me ha dicho que la mirada de mi amante
da mucho miedo.
—Esh esho shierto…

—No importa a quien mire, el hecho de que estoy saliendo con alguien no
cambia, así que no te pongas celoso. Mi pequeño cachorro, ¿sí?

Raphael asintió, con las mejillas apretadas. Dante liberó a Raphael cuando llamaron
su nombre en la ventanilla justo a tiempo. Raphael, cuyas mejillas se tornaron rosadas,
siguió a Dante levantándose de su asiento.

Sin embargo, Dante debió haber sido un poco más firme en este punto, pues se
arrepintió unas horas después.

Tras salir del hospital, se dirigieron al “Pretty Lake Park”, una de las numerosas listas
de deseos de Raphael. El lugar estaba un poco lleno de gente, pero había muchas
parejas, así que, naturalmente, pudieron caminar tomados de la mano.

El paisaje, que atraía a numerosos turistas a pesar del frío, era el tema del invierno
que se acerca. Raphael miraba feliz a Dante, que sonreía a los adornos en forma de
pájaro, en medio de las hileras de árboles con adornos blancos.

Al final del lago, encontraron una cafetería. Sentado en el banco, Raphael apoyó la
cabeza en el hombro de Dante, mientras calentaba su cuerpo con un café, que era un
poco más caro que en otros lugares. Después de un rato, abrazó a Dante con fuerza y
lo acercó aún más a él. Dante lo dejó hacer lo que quería, y apartó el café caliente, que
aún sostenía, hacia el otro lado.

Fue una llamada telefónica para Dante la que interrumpió la apacible tarde de sábado
de ambos.

—Hola. Sí, así es. Ah, ¿es así? Sí.

A medida que la conversación avanzaba, la voz de Dante se hacía más animada.


También había una clara alegría en su rostro. La cabeza de Raphael se inclinó con
asombro y curiosidad. Dante colgó el teléfono y emitió un sonido como el de un trueno
llegando de la nada.

—Raffy, lo siento. Esta noche, voy a cenar solo.

Dante sonrió alegremente antes de que Raphael pudiera preguntar: “¿Qué?”

—La investigación de Michael ha terminado.

***
Michael aún era joven y, a diferencia de otros terroristas, el grado de lavado de cerebro
no era tan profundo, por lo que no era difícil de programar nuevamente. Además,
también contribuyó el mérito de proteger a los niños del Imperio.

Sobre todo, los padres de Aubrey intervinieron activamente, gracias a que protegieron
a su hija. Gracias a ello, la investigación en sí no llevó mucho tiempo… Sin embargo,
los trámites necesarios para el asilo y el proceso de reforma para poder vivir como un
ciudadano imperial en el futuro tardaron algo de tiempo.

Así que ahora, más de dos meses después de los ataques terroristas, Michael recibió
oficialmente la identidad nacional en el Imperio.

Un total de cinco personas estaban sentadas juntas en una cafetería de la primera


planta del instituto de investigación, entre ellas estaban, el padre y la madre de
Aubrey, Aubrey, que está más enérgica que cuando estaba en un lugar que daba
miedo, Michael, que parece 10 cm más alto, y finalmente Dante.

Y Dante, no tuvo más remedio que señalar a la parte de atrás.

—Lo siento, pero ¿puede acompañarnos una persona más? … Este es un oficial
militar que estaba en la escena.

Finalmente, alguien que había seguido a Dante, se sentó junto a él.

Los padres de Aubrey eran personas de aspecto amable, por lo que ahora, Dante sabía
de dónde procedía la ingenua personalidad de la niña. Dante también recordaba haber
recibido una larga carta de agradecimiento de ellos cuando estaba en la habitación del
hospital. La carta iba acompañada de un torpe dibujo de Aubrey, donde se mostraban
dos niños en la estación donde se detonó la bomba y del soldado que los sujetaba.

—Todavía dice que cuando vaya a la guardería, llevará esas gafas. No importa
qué tipo de gafas compremos, no sale de la casa si no las meto en mi bolso. Dijo
que hoy no las traería porque teme que el soldado le pida que se las devuelva.

—Por favor, si es eso, dígame cuando sea el momento de que las utilice—.
Susurró el padre de Aubrey.

Dante sonrió a la pequeña princesa que estaba sentada, fingiendo que no escuchaba la
conversación.

—No hace falta que me lo des. Me alegro de que no haya dejado a Aubrey con
un recuerdo aterrador.

Y Dante miró a Michael a su lado.


—¿Qué comiste para que crecieras tanto? Creo que tenías la mitad del tamaño
que tienes ahora.

—No es así, solo alucinaste por la oscuridad del túnel.

La palma de la mano de Dante desordenó el cabello de Michael, a quien no había visto


en mucho tiempo. En el pasado, todo el cuerpo estaba lleno de signos de desnutrición,
pero ahora ha ganado bastante peso. Debe haber sido la razón para el aumento de
estatura.

—¿No fue difícil que te investigaran?

—La verdad es que no. Eso es todo.

—Te has vuelto más amable.

Michael asintió con un poco de vergüenza. Mientras Dante hablaba con Michael,
Raphael recibió la atención de Aubrey.

—Oye, tío*, tú eres el que abrazó al señor soldado en la televisión, ¿verdad?

N/T: Tío: En Corea, los pequeños niños cuando no se sienten demasiado cómodos
con alguien mayor a ellos, suelen llamarlos “tío”, no como en algunas partes de otros
países que significa parentesco, más bien de forma respetuosa, ya que no son lo
suficientemente mayores pero tampoco son tan jóvenes (un punto intermedio)

—¿Eh? Bueno, yo…

—Aubrey lo vio todo. Eres un adulto, pero aun así lloraste. “¡Capitán! Ugh…
¡Capitán!”

—Entiendo. Lo hice porque estaba triste.

Dante giró la cabeza y se rio, y sólo los padres de Aubrey se avergonzaron de ver a
un niño burlándose involuntariamente de un adulto.

Finalmente, el padre de Aubrey tomó las manos de los dos niños y se dirigió al
mostrador para pedir té y postre. La madre de Aubrey, que se quedó tranquila después
de que los niños se fueran, sonrió suavemente a Dante.

—Mayor, es la primera vez que lo saludo en persona. Muchas gracias por


salvar a los niños en una situación difícil.

—No, era algo que tenía que hacer.


Ella dijo «niños» incluyendo a Michael así como a su verdadera hija Aubrey. Esa fue
también la razón por la que Michael pudo obtener la nacionalidad un poco más
rápido.

—He oído que va a adoptar a Michael.

—Sí. Quiero recompensar a mi hijo para que pueda crecer bien en el Imperio,
y creo que los niños podrían llevarse bien como hermanos.

Habría sido un gran placer que Michael pudiera ser amado y criado en una familia
armoniosa. Cuando Dante escuchó la buena noticia, se alegró de ello, y de repente
recordó algo.

—A él… parece que le gusta Aubrey, pero ahora que son hermano y hermana,
parece que puede molestarse.

—¿Qué? No, quiere a Aubrey como su hermana pequeña, así que no lo creo.

Sonrió a Dante.

—Parece que a Michael le gusta el Mayor.

—¿Yo?

—Sí. La persona que le gusta es usted. Se podría decir que es su persona


favorita.

Michael, que llegó justo a tiempo, dejó su té y sus bocadillos frente a Dante y le miró
fijamente a los ojos. Dante se rascó la mejilla tímidamente. La confesión de Raphael
fue bastante intensa, pero esta confesión iba más allá de lo que podía imaginar.

—Jaja, gracias, pero el Imperio tiene una Ley de Protección Infantil, así que
podría ser esposado por solo escuchar eso. Estás lejos de convertirte en un
adulto, así que en un futuro seguramente te gustará alguien de tu edad…

—He oído esa historia, pero ahora tengo personas amables que han aceptado
cuidar de mí. También me enteré que, según la Ley Imperial, los mayores de 16
años pueden celebrar una boda con el permiso de su tutor. Así que solo hay que
esperar 4 años más.

Los padres de Aubrey sonrieron como si hubieran escuchado la historia varias veces.
Dante se rió desconcertado, y sólo una persona al lado de Dante no pudo sonreír.

—No.
Una voz rígida detuvo el sueño de Michael. Raphael miró a Michael al otro lado de
Dante.

—Ni siquiera voy a permitir darte una oportunidad. Ríndete.

—…

Los ojos de Michael se volvieron agudos. Los dos se miraron en silencio. Como
resultado, sólo Dante en el medio de los dos se convirtió en un cojín de espinas. Había
una corriente de aire frío que corría entre la persona 7 años más joven que él y la
persona 19 años más joven que él.

Dante miró a Michael, que tenía una expresión seria, y vio a Raphael, cuya expresión
no era muy diferente. Aunque se trataba de un niño, ¿por qué actuaba de esa manera?
Los padres de Aubrey asintieron con la cabeza diciendo:

—Así que ustedes están saliendo.

Un pequeño puño se apretó frente al pecho de Michael.

—En ese momento, te conté que debía de salir de la estación del metro porque
había una persona con la que iba a comenzar a tener una relación.

—La decisión ya estaba tomada. Así que, como dijo el Capitán, conoce a
alguien de una edad adecuada para ti.

Raphael se agarró al brazo de Dante.

—Todo lo demás es bueno. Yo también espero sinceramente que seas feliz aquí.
Pero a esta persona, nunca se le cederé a nadie.

El tono pulcro de Raphael, que Dante conocía, seguía siendo el mismo, pero su voz
era un tono más bajo.

“Raphael.” Dante intentó detenerlo, pero esta vez Michael respondió con valentía.

—Ahora están saliendo, pero no sabemos qué va a pasar dentro de 4 años.

—Nada cambiará en 4 años o en 40 años.

Dante pensó: «¿Por qué soy el más avergonzado cuando estas dos personas están
peleando?» A los dos no les importó la mirada de los padres de Aubrey, que parecían
estar viendo la parte más emocionante del drama del momento. Dante trató de
disimular su vergüenza y palmeó la rodilla de Raphael por debajo de la mesa.

—Raphael. Detente.
—Capitán.

—¿Qué haces peleando con el chico? Tienes que actuar como un adulto.

—…

Parecía resentido, pero aun así mantuvo la boca cerrada. En cambio, la barbilla se
arrugó bajo los labios apretados. «Oh, él también es un niño. ¿Cómo pudo hacerle
esto a un niño de 12 años?»

Dante entonces acarició el pelo de Michael.

—¿Dónde has aprendido semejantes palabras?

Michael miró con mala cara a la gran mano que cubría su cabeza.

El matrimonio y todo lo demás era absurdo, pero la forma en que extendía su


imaginación y hablaba de ello, finalmente lo hacía parecer como un niño de su edad.
Era un gran cambio, pues Dante recordó en cómo se conocieron en la estación del
metro. Tuvo una sensación parecida a tener un nuevo hermano pequeño, que acababa
de llegar a la iglesia y no había podido adaptarse, hasta que escuchaba su voz por
primera vez.

Por eso. Cuando trataba a Michael, era natural que se dirigiera a él, como lo hacía con
sus hermanos menores.

—Piénsalo bien, pequeño caballero. Cuatro años después, cuando tú tengas 16,
yo tendré 35. Es una edad demasiado avanzada para gustarle a un joven con un
futuro brillante. Quizá entonces querrás retirar tus palabras.

—No lo haré.

—Lo harás. Cuando empieces el colegio, habrá muchos chicos apuestos a tu


alrededor.

—Tú eres diferente a la gente que voy a conocer.

Michael agarró la mano de Dante que estaba en su cabeza y la bajó. La rodeó con sus
pequeñas manos.

—Eres más especial para mí que no me importa tu edad. Porque tengo una
razón para que me gustes.

Mientras tanto, las expresiones y emociones del niño se habían vuelto mucho más
fuertes. Las mejillas hinchadas e infladas se agitaron. Tenía una mirada seria a pesar
de ser tan joven y Dante pensaba que el niño estaba a punto de morir de enfado.
«Oye, estoy seguro que hay muchas razones para que no te guste…»

La sonrisa de Dante era poco natural. Recordó que hace unos meses había tenido una
preocupación similar por alguien. Fue en la primavera pasada, cuando una persona le
cortejó sin ninguna duda en sus palabras, por lo que Dante siempre pensaba «¿Por
qué me haces esto?» No solo en los nombres, sino que ambos eran tan similares en
este aspecto.

Cuando Dante no respondió, Raphael sujetó el brazo de Dante con más fuerza.
Michael también envolvió las manos de Dante con dedos pequeños.

—Entonces, cuando tenga 16, ¿todavía no me verás como un adulto?

—Hmm…

—No me importa si envejeces y te conviertes en un abuelo con canas y arrugas.

—Oye, ¿qué quieres decir con abuelo?

Abuelo, canas, arrugas. Las tres palabras causaron una pequeña herida interna en la
despreocupada sensibilidad de sus treinta y pocos años.

—Tal vez hubiera una posibilidad si tú y yo tuviéramos una pequeña diferencia


de edad, pero no es el caso ¿verdad? No, eso no es importante. Lo importante
es… Ah, Raphael, espera.

Raphael, que se aferraba a él porque no podía tirar del brazo de Dante, sacó su arma
secreta. Fue lo suficientemente fuerte como para ser escuchado solo por el oído de
Dante sentado cerca de él… Era el sonido de un cachorro adolorido. Para interpretarlo,
significaba: “préstame atención ahora mismo y quiéreme mucho más”. La
respiración del cachorro, irritado por los celos, se sintió muy cerca de la nuca.

La mirada de Raphael, que no tiene que mirar atrás para saberlo, era de una persona
molesta, y frente a él, tenía la mirada desesperada del niño.

Incluso Aubrey, que estaba sentada en los brazos de su madre, parpadeaba mientras
miraba con asombro a Dante.

—Señor soldado, mi madre dice que es malo.

—¿Eh?

—Oh, no. Dijo que es el culpable de esta situación.

—Jaja…
—Señor, le dijo a Aubrey que era un soldado que derrotaba a los malos.

—Oh… es verdad. No soy una mala persona.

Dante vio cuatro manos de dos ángeles sobre su cuerpo.

—… tal vez.

En primer lugar, necesitaba calmar esta situación. Con la experiencia de haber cuidado
a sus numerosos hermanos menores para calmar los problemas, la solución más rápida
siempre era ponerse del lado del menor. Y después de un tiempo llamar al mayor por
separado, pide perdón y lo consuela. Por supuesto, este no es en absoluto un buen
método, por lo que solo debía de ser utilizado como medida temporal en casos de
emergencia.

—Michael, primero tienes que crecer. Y ven a mí cuando te conviertas en un


adulto. Si eres más alto que yo, me lo pensaré.

—Capitán.

—¿De verdad?

—No…

Dante le agarró la rodilla de Raphael y evitó que dijera algo.

—Quédate quieto… Sí. Lo digo en serio. Así que come bien y mantente fuerte
bajo el cuidado de tus padres.

Michael asintió con la cabeza de arriba abajo.

—Lo has prometido, debes esperar hasta que crezca. Cuando sea más alto que
tú, entonces tendré la oportunidad de casarme contigo.

«Oh… ¿es así como lo interpretó?»

—Sí, bueno… Está bien.

—¡Sí!

Dante esperaba que el niño tuviera otra persona que le gustara en el futuro, pero
incluso si no era el caso, sería más fácil rechazarlo que ahora, primero tendría que
adaptarse al Imperio y crecer poco a poco. No había necesidad de avergonzar a un
niño que acababa de poner los pies en un lugar desconocido. La apariencia del niño le
recordaba escasamente a alguien a sus espaldas.
Sólo entonces Michael soltó la mano de Dante y se sentó en su asiento. La mirada que
había regresado por un momento parecía haber mirado de nuevo a Raphael con
desagrado, pero pronto volvió de nuevo a Dante.

—Ahora suéltame a mí también.

—…

—Raphael.

Raphael, que tembló al oír su nombre, quitó la mano del brazo de Dante.

—Ugh…

Dante apartó la silla y dejó caer su cuerpo, que estaba demasiado cerca. Así pudo dejar
de mostrar un aspecto culpable (¿?) delante de la familia Aubrey.

Mientras la conversación entre los adultos se prolongaba un poco más, Aubrey


bostezó con la pequeña boca abierta. Ya era hora de que la niña se cansara de estar
sentada durante mucho tiempo en un mismo lugar. El cielo de invierno ya estaba
oscuro.

—Pongámonos en marcha.

Raphael opinó, y nadie estuvo en desacuerdo.

Mientras los padres de Aubrey se ocupaban de sus dos hijos, Dante y Raphael
recogieron los platos y las tazas de la mesa, colocándolos en la bandeja que Raphael
llevaba adelante.

—Raphael, toma…

El plato de Dante se deslizó entre sus dedos. Raphael dejó los platos recogidos en la
encimera y se puso su abrigo que se había quitado. De alguna manera la actitud era
fría.

—Bueno, Raffy. ¿Estás cansado?

—Sí.

Raphael contestó brevemente sin mirar a Dante.

Dante tuvo un sudor frío en su espalda. «Hmmm… No puede ser…»

En ese momento, las mangas de Dante fueron tiradas.

—Dante.
—Eh… Michael.

—¿Puedo llamarte por tu nombre?

Ahora que lo pensaba, era la primera vez que el niño lo llamaba por su nombre. Llamar
a alguien por su nombre es natural, excepto Aubrey, que cada vez que lo veía lo
llamaba “señor soldado”, pero también se sintió un poco incómodo cuando lo llamó.

Y Dante vio cómo las cejas de Raphael se retorcían, fingiendo mirar a otra parte.

—Me parece bien, pero…

—Está bien. Dante.

Michael no dio un paso atrás.

—Dante. Voy a crecer pronto, así que por favor espérame,

—… Está bien, ya veo. Cuídate, y si pasa algo, llama al número que te dije.

—¿Entonces vas a volver para salvarme?

—Por supuesto.

Una vez más una mano firme cubrió la cabeza. Había una suave emoción en los ojos
bajo el cabello ordenado. Michael sonrió mostrando su más brillante y pura alegría
desde que lo conoció. Al ver su rostro, Dante no pudo evitar sonreír.

El grupo se despidió definitivamente frente al edificio.

Michael, que sigue en proceso de adopción, volvió al edificio de al lado, un refugio.


Dijo que tardaría unas semanas en convertirse en hermano de Aubrey. Después de
despedir a Michael, los padres de Aubrey se alejaron para consolar a su hija, que
empezaba a sentirse adormecida y molesta.

Dante buscó a Raphael en su camino de vuelta al aparcamiento.

—Raffy, dame las llaves del coche. Si estás cansado, yo conduciré. Tú


condujiste hasta el “Pretty Lake Park” y también lo hiciste hasta aquí.

—…

Raphael miró la mano de Dante en silencio y puso las llaves del coche de su bolsillo
en la mano. Luego se dio la vuelta y se dirigió hacia el asiento del copiloto.
A Dante no le faltaba sentido común. Convivía con mucha gente desde hacía mucho
tiempo, y también era una persona que cuidaba de los sentimientos de los demás. No
podía evitar notar que el tipo que sonreía todos los días mostraba esa actitud.

La espalda de Raphael se metió en el asiento del copiloto y la puerta del coche se


cerró. Dante se cruzó de brazos por un momento, suspiró profundamente y se dirigió
al asiento del conductor.

Cuando Dante se sentó en el asiento del conductor, Raphael giró la cabeza hacia la
ventanilla. Tenía un aura molesta.

—Mi pequeño cachorro.

—Sí.

—Hmm… ¿Estás molesto?

El labio inferior de Raphael se curvó hacia adentro y volvió a salir. Sus labios,
presionados contra sus dientes superiores, eran de un color rosa oscuro.

Dante se inclinó sobre el volante y trató de ver la cara de Raphael. Sin embargo, no lo
consiguió, ya que Raphael escondió más la cabeza hacia un lado. Al ver esa expresión
en su joven amante, la comisura de los labios formó una sonrisa torpe.

—Hmm…

Colocó la mano en la consola central ubicada entre los asientos del conductor y el
copiloto, se apoyó en esta y movió su cuerpo. La parte superior del cuerpo de Dante
se acercó de repente a Raphael, y giró su cabeza en la dirección de Dante, mirándolo
un poco sorprendido.

Se encontró con los ojos redondos de Dante a corta distancia, como si estuvieran a
punto de besarlo.

—Aunque estés molesto por algo…

La mano que rozaba el cuello de la camisa de Raphael tiró del cinturón de seguridad
por encima de su hombro. Dante agarró el cinturón de seguridad del asiento del
copiloto y retrocedió hasta el asiento del conductor. El cinturón negro se deslizó
delante del pecho de Raphael y se metió junto a su cadera.

—Debes llevar el cinturón de seguridad.

—…

—¿Verdad?
De vuelta en el asiento del conductor, dobló el dedo y acarició la mejilla de Raphael.
La cara de Raphael se puso roja y tenía emociones un poco más complicadas. Parecía
que el enfado se había calmado, pero a cambio, se mezclaba la tristeza.

Dante se puso el cinturón de seguridad y arrancó suavemente el coche. Raphael giró


la cabeza hacia la ventanilla de la carretera. Al mismo tiempo, miró a Dante por
encima de la ventanilla negra, porque le molestaba ignorar las palabras de Dante. El
problema era que era claramente visible desde el lado de Dante.

Cuando Raphael, que siempre le hablaba primero, se quedó callado, el interior del
auto se volvió silencioso. Fuera del centro de la ciudad, el coche entró en una carretera
tranquila.

—Parece que mi pequeño está realmente herido hoy.

—…

—Raphael.

—Sí.

—¿No vas a hablar conmigo?

Después de hacer esa pregunta, la respuesta fue “no”. Su voz estaba entrecortada.
Debía ser no sólo por mantener la boca cerrada, sino también porque intentaba ocultar
su voz, ya que estaba molesto.

Sólo entonces Dante miró atentamente a Raphael, que inclinó la cabeza debajo del
espejo retrovisor.

«No parece una broma…»

Dante bajó la ventanilla de su lado, colocó una mano sobre el volante y con la otra
mano, bajó y cruzó el medio para colocarla junto al brazo de Raphael.

Dante lo entendía, pero a Raphael en particular le resultaba más difícil aceptar algunas
cosas.

En el ambiente, Dante podía sentir en el brazo que tocaba, tensarse un poco más.

—Raffy, yo… espero que no tengamos que sentirnos mal o pelearnos mientras
salimos.

Debido a la naturaleza de ambos, una pelea emocional, no una discusión trivial, era
realmente mala.
—Por supuesto, los dos somos humanos, así que habrá cosas que nos hagan
enfadar y entristecer. En ese momento, fuiste tú quien te esforzaste para crear
esta relación, así que pensé que tenía que esforzarme para mantenerla.

—… Dante…

—No vayamos a casa mientras tú y yo nos sentimos incómodos. Dime por qué
estás enfadado. ¿Te sentiste mal cuando te dije que te quedaras quieto delante
de Michael?

—…

Raphael tensó el cuello. Los labios se apretaron y se cayeron. Mientras miraba la mano
que cruzaba el medio de los dos asientos, dejó caer su mirada hacia el Capitán.

—Capitán, como hombre, me siento avergonzado. No pude detener mis


sentimientos de celos por un niño.

Un poco más tarde, Raphael finalmente levantó la cabeza y se enfrentó a Dante.

—No pretendía ignorarte y crear un ambiente incómodo. Ahora, no puedo


ocultar mis emociones en mi voz, y pensé que si abría la boca, me quejaría
como un niño. Lo siento.

—No, no estoy enfadado, no lo sientas. ¿Fue porque estabas celoso y molesto?

—… Sí.

—No me digas que sospechaste algo entre él y yo. ¿Qué te hizo sentir
incómodo?

El auto se detuvo ante la señal. En medio de esto, el auto, que había reducido la
velocidad lentamente, se detuvo suavemente sin moverse después. Era como si dijera
que el que mantenía la línea de seguridad con precisión, no se convertiría
necesariamente en un adulto y era el único que se agitaba.

Las manos de Raphael se juntaron con fuerza.

—No quiero que hables de matrimonio como una broma, aunque sea un niño.
También no me rechaces de esa manera.

Eso no fue un rechazo serio con una razón, sino una respuesta de cómo había tratado
su joven amante a Michael hace un rato.

—Porque, solo soy como un niño que solo he visto una vez, y es mucho más
pequeño que yo…
—Oh…

—Nadie sabe mejor que yo, lo cortante que es el Capitán cuando intenta
rechazar a alguien con firmeza. ¿Por qué te has vuelto tan blando?

Ese era el problema.

La cara de Raphael estaba muy roja cuando terminó de hablar. No era capaz de
soportar que estaba celoso por un niño que era 10 años menor que él, así que
probablemente no sabía cómo tratar este enfado. Raphael era una persona que siempre
pensaba primero en la posición de Dante, incluso cuando estaba enfadado, molesto y
triste.

—Michael… En lugar de decir algo ahora mismo, pensé que era mejor esperar
a que cambiara de opinión de forma natural después de conocer a otras
personas, y había algunas cosas con las que tenía cuidado porque estaba
delante de sus futuros padres.

—Sí…

—Pero entiendo cómo te sientes. No debí haber dicho eso delante de alguien
con quien estoy saliendo. No lo haré en el futuro.

—…

—Lo siento. Cálmate, Raffy.

En un intento de aliviar el propio de Dante, su mano tocó el brazo de Raphael y tiró


de su manga. Incluso después de escuchar una disculpa, la cabeza de Raphael se
inclinó más. Las dos manos que estaban juntas, no se habían movido. El volante giró
hacia un lado. El vecindario donde se encuentra la casa de las dos personas, estaba
cerca.

—Capitán, ¿no crees que parezco un niño al sentirme celoso de esta manera?

—Hmm…

La respuesta era vaga, pero solo era una respuesta que podía dar. El auto giró
suavemente y entró en el callejón. La casa y el garaje comenzaron a ser visibles en la
distancia.

—Puedes ser sincero.

—Ser como un niño no solo tiene un significado negativo. Como al amante que
le gustas, a menudo es un significado lindo.
El coche redujo la velocidad por el camino oscuro entre la valla y la pared.

—… A veces, simplemente no tiene sentido.

Dante se cubrió los labios con una de sus manos. Era como si sostuviera un cigarrillo
cuando se sentía frustrado. Dante una vez dijo que desde que empezaron a salir, había
dejado de fumar de forma natural, lo que a Raphael le hizo sentirse más ansioso.

Dante habló con voz tranquila.

—Si tuviera que clasificar lo más preciado para mí, es natural que estés antes
del fisioterapeuta o de Michael. Aunque soy un poco denso, puedo decir eso con
confianza.

La casa estaba cerca. Cuando Dante se asomó a la ventana y pulsó la contraseña, la


puerta del garaje se abrió.

—Así que quiero que estés más tranquilo a partir de ahora.

—…

El coche entró en el oscuro garaje. Hubo un momento de silencio hasta que se


encendió la luz del sensor.

—Vamos a bajar.

Tras las palabras de Dante, cada uno abrió la puerta del coche y salió. En el garaje se
acumulaba el aire frío y seco de las noches de invierno. Dante se paró primero frente
a la puerta que conectaba con la casa y esperó a Raphael.

Sin embargo, Raphael se detuvo cuando solo había dado un par de pasos.

—Capitán, eres maduro, racional y siempre dices cosas que me tranquilizan, y


no hay nada malo en lo que dijiste, pero no entiendo por qué… No sé por qué
mi corazón se siente roto de esta manera.

Raphael agachó la cabeza.

—Lo siento, Capitán. Voy a calmarme un poco. Si te sigo, creo que me quejaré
y después me arrepentiré. Tampoco quiero que entres a la casa y que estés en
un ambiente incómodo.

Solo entonces, Dante pudo ver de frente el rostro de Raphael, al que solamente había
visto de perfil. No estaba llorado, pero tenía un peor aspecto que cuando subió al
coche.
—Raphael.

Cuando Dante lo vio, se sintió preocupado y quería aferrarse a él para hablar un poco
más y consolarlo. Sin embargo, después de la plática en el auto, Dante escuchó que
Raphael no quería arrepentirse, así que no pudo detenerlo.

—Vuelve pronto.

—Sí.

—Está bien, te esperaré.

Raphael inclinó la cabeza una vez más, y se dirigió a una de las dos puertas del garaje
que estaba conectada con el exterior, en lugar de la puerta que dirigía a la casa.

Dante se quedó un rato más en el garaje antes de entrar en la casa. No estaba


acostumbrado a la espalda que vio varias veces hoy, tal vez porque siempre sonreía y
corría primero.

Esta atmósfera pesada que queda sin resolver se asemeja a una pelea. Sin embargo,
también era difícil llamarla «pelea» gracias a Raphael. ¿Quién en el mundo se
despediría del otro después de una discusión y luego se iría?

La casa, por la que salió por la mañana y volvió por la noche, tenía todas las luces
apagadas. Dante se sintió de repente incómodo al entrar mientras encendía él mismo
las luces. Cuando volvía a casa, Raphael siempre lo estaba esperando con las luces
encendidas.

Al entrar a la habitación y quitarse el abrigo, sintió el aire fresco de la casa. Dejó la


ropa y salió a la cocina. Del mismo modo, encendió la luz de la oscura cocina, sacó
un vaso de agua y lo bebió.

El complicado zumbido de su cabeza se calmó por un momento y luego volvió a ser


ruidoso. Dante apretó el puño sobre la mesa.

—Este… Cachorro idiota.

Después de ordenar varias palabras dentro de su cabeza, esa oración era perfecto para
Raphael en estos momentos.

Lo era.

Dante no quería crear un conflicto con Raphael en un precioso fin de semana en el


que estaba libre por primera vez después de mucho tiempo. Aunque las palabras
habían sido dichas lo más tranquilamente posible, a veces sus celos lo hacían pensar
en: «¿no confías en mí?».
Mientras tanto, Raphael era amable y sólo se preocupaba por Dante. Incluso si solo
sufría por su corazón herido, no lo presionó, tan solo se inclinó un poco y salió de la
casa para calmarse. Para Dante, esta actitud era diferente. Él sólo entendía que si
alguien se enfadaba o se quejaba, solamente tenía que responderle o abrazar a la otra
persona.

La cabeza de Dante cayó sobre la mesa en la que siempre había estado sentado frente
a él.

Sabía que Raphael es un apasionado de las relaciones y tiene una gran gama de
sentimientos por él. El amor que sentía Dante por Raphael, no era muy diferente. Sin
embargo, era difícil para Dante expresarse con naturalismo, reaccionando a cada
pequeña acción como lo hacía Raphael.

«Pero de nuevo esto… No soy celoso, así que no puedo decirle que no lo haga.»

En conclusión, Dante no tuvo más remedio que aguantar hasta que Raphael se
calmara. No es que vaya a crear algún conflicto por esto.

Antes de darse cuenta, el vaso de agua estaba vacío. Inclinó su vaso y solamente se
deslizaron gotas de agua de él, así que lo volvió a dejar en la mesa. Dante se dio cuenta
que había pasado el tiempo. Abrió su móvil, pero no había ninguna llamada. Dante
introdujo con naturalidad el número memorizado y pulsó el botón de llamada.

Se oyó un largo pitido.

«…No contesta.»

Tras escuchar el tono durante un minuto, colgó primero. E introdujo un mensaje.

[Raphael. ¿Por qué no vienes?]

No fue hasta que envió el mensaje que de repente recordó. «Este tipo… no estaré
sentado de cuclillas y llorando, ¿verdad?» Al mismo tiempo que se preocupaba,
recordó a una persona llorando frente a la fuente.

Un amante que tiene muchas emociones, y que hoy ha salido con mucha frustración
en la cara, seguramente estaría llorando.

Dante chasqueó su lengua en voz alta.

—Hoy hace frío.

Dante se levantó de su asiento y se colocó el abrigo que se había quitado.


Estaba a punto de meter en los bolsillos del abrigo su cartera y su móvil, cuando
apareció una marca de lectura junto al mensaje de la pantalla.

Y enseguida apareció un icono en la pantalla que indicaba que estaba escribiendo un


mensaje. Se detuvo un momento y miró su teléfono.

El mensaje llegó pronto.

[Espero que el Capitán no pueda hacer nada.]

—¿Qué?

«¿Qué es esto?»

[No podría vivir sin Dan-tae]

El mensaje de Raphael estaba lleno de emoticonos y encantos, pero su ortografía era


un desastre. Sin embargo, esto… «¿Qué significa esto?» No podía entender la frase
desordenada, por lo que la leyó varias veces, hasta que recibió una llamada de
Raphael.

—Raphael. ¿Dónde estás?

Había mucho ruido alrededor. Un ojo de Dante se puso fino. No hubo zumbido, el
teléfono cayó en manos de otra persona.

[—Oh, sunbae. Soy yo. ]

Y una voz que no era la de Raphael contestó al teléfono.

—¿Angie?

***

El incidente ocurrió como resultado de tres coincidencias.

Una. Raphael Haynesworth estaba caminando por la calle de manera triste.

Dos. Su casa no está lejos del Comando para que Dante pueda ir con facilidad a
trabajar.

Tres. En el bar a medio camino entre la casa de la pareja y el Comando, se estaba


celebrando una reunión del equipo de Harris.

Como resultado, Raphael, que pasaba por allí, fue llevado al comedor con la
llamada «¿No es ese Haynesworth?».
Los antiguos miembros del equipo ya conocían la relación entre Dante y Raphael. Por
eso, en cuanto vieron a Raphael, que estaba decaído y no podía hablar, se dieron
cuenta inmediatamente del conflicto con Dante. Los leales miembros del equipo
antiguo continuaron dándole consuelo, diciendo: «¡¿No te atrevas a verte de esa
manera cuando convives con un Capitán tan lejano como el cielo?!”

Para ser honesto, si los dos estaban en una relación, ¿quién se llevaría la parte difícil,
el subordinado o el amable Capitán? Incluso apartando su estatus, era responsabilidad
de Raphael dar cara a los miembros del equipo.

No podía soportar sus pensamientos y el número de copas que debía de un trago


aumentaba. También se sentía molesto, así que probablemente no lo estaban
completamente obligando a beber. Junto con él, el tobillo de Raphael fue golpeado
por la mesa.

Después de escuchar todas las noticias, Dante condujo el auto menos de una hora
después de apagar el motor y llegó al lugar que le había dicho Angela. Cuando se
estacionó y se acercó al bullicioso bar, un suspiro salió de su boca junto con una nube
blanca de ella.

Cuando abrió la puerta y entró, vio unas espaldas familiares sentadas en la mesa. De
algún modo, de repente se sintió avergonzado. Se acercó a la mesa y puso la mano en
un hombro conocido.

—¿Cómo has estado?

—Bien, capitán, no, ¡Mayor!

Corrigió sus palabras un miembro del equipo que casi sacó a relucir un título conocido
sin darse cuenta. Más o menos la mitad de ellos parecían contentos, y la otra mitad
dijo con una mirada: «Ah, esa persona…» Y la persona más joven del extremo
derecho de la mesa, se levantó e hizo una reverencia.

—¡Hola, señor!

Era la subalterna que Angela tenía a su cargo. Dante le estrechó la mano después de
recibir un saludo muy disciplinado.

—Toma asiento. No saludes a los demás, sigue disfrutando de la reunión. Siento


irrumpir.

Había una mezcla de conocidos y desconocidos, así que los saludó amablemente. Sin
embargo, los que estaban familiarizados con el antiguo líder del equipo sonreían y los
nuevos miembros del equipo no lo hicieron.
—¿Ha venido a recoger a su amante?

Dante se encogió de hombros mientras era objetivo de burla. Los ojos de los miembros
del equipo se volvieron traviesos. Antes de que salieran las burlas, Dante refutó
primero.

—No fue una pelea.

—Oh, por supuesto. No es rival para Haynesworth. Por favor, sea amable.

En lugar de responder, sonrió con los brazos cruzados. Parecía que habían encontrado
la oportunidad de burlarse de él.

—¿Y Raphael?

—Oh, la Capitana Harris lo llevó, dijo que al menos debería beber agua antes
de que viniera el Mayor. Enseguida vuelve.

—Mayor, siéntese aquí.

—No, no quiero quedarme aquí y actuar diferente. Me llevaré a Raphael.


Hagamos una reunión más tarde.

—De acuerdo. Y por cierto, Haynesworth no creyó que fuera débil y lo


obligamos a beber, así que no diga nada.

—De acuerdo. No te preocupes.

Si esta es la razón por la que llegaba tarde a casa, Dante no tenía nada que decir. Esto
se debe a que fue él quien creó un ambiente ruidoso para el equipo, que estaban en
una reunión privada, especialmente creando una celebración de bebida. Sin embargo,
sólo pensaba en cómo la situación se convirtió en esto.

—¿Mayor?

Mientras miraba dentro del bar, escuchó una voz que llamaba a Dante.

—Estás aquí. Oye, ten cuidado con tus pies. Tus piernas.

Angela, a quien no había visto en mucho tiempo, llevaba su cabello, que en el pasado
siempre estaba recogido y bien peinado, a la altura de las orejas.

Parecía pulcramente recortado. Sobre sus hombros yacía una cabeza de una persona
conocida, y su lado apoyaba su cuerpo en ella mientras se tambaleaba.

—Haynesworth, ahí está Dante.


«Raphael…»

—¿Dante?

—…

Su cuerpo se movió primero antes que sus pensamientos.

Dante se acercó a los dos y agarró el brazo a Raphael. El cuerpo de Raphael se inclinó
hacia Dante y cayó en sus brazos.

—Qué bien. Es tan pesado que siento que mi hombro se va a caer… ¿Cuándo
has llegado?

—…

Una pulsación pasó por su cabeza como si lo hubieran sumergido en agua helada.
Dante levantó sus labios un poco más tarde.

—Acabo de llegar.

Pero las comisuras de su boca estaban rígidas como si estuviera moviendo sus
músculos firmemente. Dante agarró el cuello de Raphael que estaba rodeado de sus
brazos.

—¿Está muy borracho?

—Sí, un poco… Aun así, solo bebió al principio, tomó rápidamente la bebida y
se emborrachó enseguida.

—No, no. Estoy bien…

Murmuró Raphael entre sus brazos mientras Dante le tocaba la frente. Parecía haber
bebido mucho de una vez, como le dijeron. Su mente estaba bien, pero no podía
mantenerse estable.

—Angie, lo siento. Me llevaré a Raphael. Gracias por cuidar de él.

—No, siento haberlo hecho beber demasiado. Le dije que estaba triste y un
poco angustiada cuando me enteré que lo habían dado de baja del ejército. Por
favor, cuida de él.

—De acuerdo. Nos vemos la próxima vez.

Dante agarró con fuerza la cintura de Raphael, se despidió de las personas en la mesa
y salió.
Subió a Raphael al asiento del copiloto del coche aparcado. Cuando recorrió el capó
hacia el asiento del conductor, Raphael estaba jalando su cinturón de seguridad. Dante
se lo quitó y lo encajó al lado de su cintura. Raphael parpadeó ante el movimiento
ligeramente brusco.

Entonces, delante de él, fue ofrecida una bebida conocida por ser buena para estar
sobrio.

—Bébelo.

—Ah… Gracias…

Dante se apoyó en el volante y vio cómo Raphael abría la botella. Raphael miró a
Dante, bebió la mitad y la dejó en el suelo.

Dante, que llevaba un buen rato mirando el proceso mientras se le pasaba la


borrachera, dijo:

—¿Por qué has bebido tanto?

Siguió una pregunta más antes de que Raphael respondiera.

—¿Es porque ahora me odias?

—¡No!

La cabeza giró rápidamente de izquierda a derecha. Lo que quedaba de la expresión


ebria había desaparecido. Como era joven, tal vez el efecto del alcohol no duraba
mucho.

—Capitán, yo, realmente…

—Si no es eso, está bien.

La mano de Dante se acercó a los ojos de Raphael. La mano pasó por encima del
flequillo desordenado y luego le pellizcó la mejilla.

—¿Capitán?

—…

Dante se limitó a sonreír sin decir nada. Sin embargo, la sonrisa era diferente a la
habitual. Se sentía como si estuviera apretando los dientes dentro de los labios…
Pellizcaba repetidamente una sola mejilla y la frotaba de la misma manera. Luego se
dio la vuelta y tomó el volante. El lugar donde recibió el toque de su mano durante
mucho tiempo fue la parte que había tocado el hombro de Angela hace un rato.

—Jajaja…

Dante arrancó el coche con una sonrisa extraña.

Llegó a su casa que no estaba muy lejos. A diferencia de hace un rato, el auto en el
garaje se detuvo más bruscamente. Dante no se bajó, sino que sostenía el volante y
miraba al frente. Raphael, que estaba completamente sobrio, no pudo evitar darse
cuenta que Dante estaba un poco extraño.

—Capitán… ¿Estás enfadado?

—No.

—Lo siento… ya sabes, me encontraron en el camino, me sentaron con ellos un


rato y me ofrecieron una copa, yo lo bebí y pude calmarme un poco…

—Puedo adivinar lo que pasó, así que está bien. No es tu culpa.

Dante, que contestó tranquilamente, apoyó de repente su frente en el volante que


sostenía con sus dos manos. Sorprendido, Raphael alargó la mano y rodeó la cabeza
de Dante.

—Capitán, ¿qué pasa? ¿Por qué estás así?

—Ha… Es realmente absurdo, y es muy vergonzoso.

Dante giró la cabeza mientras apoyaba la cabeza en el volante.

—Retiro todo lo que te dije antes. Olvídalo.

—Sí…

—Raphael Haynesworth… tú.

Dante se mordió los labios y luego le señaló la cara con las yemas de los dedos. La
cara de Dante estaba tan caliente como la de Raphael hace un rato.

—Tú. No te dejes abrazar por nadie más que por mí.

—¿Qué?

Raphael preguntó en voz alta:


—¿Cuándo me han abrazado? No hay mucha gente en el mundo que pueda
abrazarme…

—Antes estuviste en los brazos de Angie.

—¿Yo? No, ah… quiero decir, me ayudó a levantarme. Tenía mucho sueño…

—Lo que sea. ¿Por qué dejas a tu amante solo y pasas el rato con otra persona?
¡Y más de forma tan cercana!

—…

Los ojos de Raphael parpadeaban.

—Capitán…

Entonces los labios rosados se fruncieron. Los ojos parecían un poco húmedos, pero
los labios subían y bajaban sin saber si debían mostrar un llanto o una sonrisa. Y sacó
a relucir una pregunta:

—¿Estás celoso?

Dante se mordió los labios y respondió como si lo estuviera retando.

—Sí, estoy celoso.

—¿De Angela y de mí?

—Oh, vaya. Ahora la llamas cariñosamente por su nombre. Vamos, hazlo.


Hazlo.

—No… ¿Por qué nosotros? Angel… Sabes que Harris y yo no tenemos ningún
interés en el otro.

—Sí, eso es exactamente lo que sentía por ti, pero realmente no lo entendí hasta
hace poco. Pero…

No quedaba nada de adultez en su cara roja, por lo que Raphael se había sentido triste
hasta hace un rato.

—… Así es como se siente.

—…

—De todas formas, no bebas hasta emborracharte con otras personas, no salgas
con ellas.
—…

—… Tú también, ponte celoso todo lo que quieras. No, hagámoslo juntos.

Raphael miró con ojos muy abiertos a la cara de un extraño amante, levantó los
hombros y se cruzó de brazos.

—Para ser sincero, tengo muchas más cosas de las que ponerme celoso, ¡porque
eres muy popular!

—¿Por qué soy popular? Mírate en un espejo. Eres mucho más popular que yo.
Seguro que tendré mucho que decir cuando empiece a mirar a tu alrededor.

—Guau, realmente, guau…

—¿Guau qué?

—¡Entonces no lo toleraré en absoluto! ¡No puedo soportarlo más!

—Sí. Cuéntamelo todo.

Raphael apretó el puño y respiró profundamente.

—¿Por qué tu jefe sigue llamándote incluso después del trabajo? ¿Por qué el
dependiente de la tienda de sándwiches sigue diciendo que eres genial cada vez
que te ve? ¿Por qué el horario de la escuela infantil coincide con el horario de
trabajo del Capitán, de modo que saludas a los niños con una sonrisa? ¿Por qué
tus compañeros siempre te tocan el hombro y te dan golpecitos en la espalda?
¡Pon un límite en eso, es contacto físico! ¿Por qué las personas del Comando
Central están tan cerca de ti cuando comen juntos todos los días? ¿Por qué te
reúnes con mi hermana a solas incluso cuando estoy encerrado? ¿Por qué las
opiniones y el número de visitas en la televisión de Defensa Nacional suben cada
día, solo por hablar sobre ti? ¿Por qué el café de fans del Capitán incluso va allí
a promocionarse?

Dante parpadeó al escuchar lo que decía. Casi todos los que rodeaban a Dante, excepto
su madre y sus hermanos menores, estaban convocados. ¿Y qué dijo al final…?

—Café… fan, ¿qué…?

—¡Realmente no iba a decírtelo! Después del incidente del ataque terrorista, ¡se
estableció un café de fans del Capitán!

Raphael dio un pisotón bajo el asiento, como si realmente se fuera a morir por esto.

—¿Por qué ocurrió eso? No, pero ¿cómo lo sabes?… ¿Te has unido?
—¡Por supuesto! ¡Soy el encargado del tablón de anuncios! ¡Borraré cualquier
mensaje extraño de inmediato!

—¡Oye! Tú…

—¿De verdad puedo estar celoso? Dijiste que está bien estar celoso, ¡así que
voy a conseguir el puesto de gerente y volaré esa cafetería!

—¡Bien, haz lo que quieras!

Gritó absurdamente Dante, que no sabía que existía tal cosa. El sonido de los dos
gritándose mutuamente resonó por todo el garaje. “¡Lo haré estallar…!” “¡Haz lo
que quieras!” “¡Lo voy a volar…!” “¡Haz lo que quieras…!” Si un vecino que pasara
por allí y escuchara esto, informaría inmediatamente de que los terroristas se esconden
allí.

Los dos hombres, que sacaron a relucir todos sus pensamientos, hicieron contacto
visual y respiraron profundamente. Las mejillas de Dante temblaron mientras había
un sonido absurdo. Era una situación divertida…

—Pff…

Finalmente, Dante estalló en carcajadas primero, y Raphael se tapó la boca y giró la


cabeza hacia la ventana

Después de que las risas cesaron, Raphael se desabrochó el cinturón de seguridad.


Dante pensó que iba a bajar primero, pero de repente inclinó la parte superior del
cuerpo hacia el asiento del conductor. Apoyando la cabeza en el hombro de Dante,
Raphael se abrazó a un brazo. Cuando miró hacia abajo, sus mejillas estaban
levantadas.

—No actúes de manera tierna.

—De verdad eres el único para mí. Y…

Raphael se frotó la cabeza contra su hombro y se aferró más al brazo de Dante.

—Capitán, siento haberte sentir celoso, aunque creo que esta sensación me
gusta. Pero realmente, de repente… Todo lo que me ha molestado ha
desaparecido.

El esponjoso pelo de Raphael le rozó la mejilla cuando levantó la cabeza.

—… Pensé que nunca haría esto el resto de mi vida. Estoy enamorado de ti y


mientras salgo contigo, simplemente hago de todo.
—Puedes hacer más en el futuro.

El corazón palpitante de Dante de hace un rato también se derritió. Un largo suspiro


de alivio se escapó de entre los labios que sonreían sin darse cuenta.

—Siento ser un amante falto de expresiones.

Dante habló en voz baja y rodeó el hombro de Raphael.

—Sé que soy el primero para ti. Sé que estabas ansioso, pero solo hice las cosas
a mi manera.

—…

—Te hice sentir muy mal.

Raphael se mordió los labios. En su cara bonita, la tristeza que tenía hoy y su corazón
palpitando ante la disculpa de Dante se mezclaban sin poder entenderlo.

—…Estaba triste…

Abrazó con fuerza el brazo de Dante con una voz baja.

—Tú siempre estás tranquilo y eres maduro, así que soy el único que se pone
nervioso, solo me preguntaba si te gustaba tanto como a mí.

Dante le acarició el pelo que estaba apoyado en su hombro.

—… No sé hasta qué punto me ves como un adulto, pero contigo, he tenido


varias primeras veces, más de lo que crees. Rompí el principio de no salir con
mi subalterno, presentarnos como pareja delante de todos, conseguir una casa y
vivir juntos.

Hubo un ligero silencio entre las palabras.

—Pienso seriamente en un futuro juntos… Así que no puedo estar siempre


tranquilo frente a alguien de quien estoy profundamente enamorado.

Raphael, que escuchaba en silencio, levantó la vista hacia Dante cuando escuchó la
última palabra.

—Capitán, lo que acabas de decir…

—¿No puedo mantener siempre la calma?

—Oh, no. Aparte de eso… ¿Estás pensando seriamente en un futuro conmigo?


—¿No es obvio? Cómo puedo no pensarlo después de que un amante dejara
todo lo que tenía por mí, así que te he dicho varias veces que te alimentaría
aunque no pudieras conseguir un trabajo.

—Oh… eso es lo que… significa… ah…

Raphael bajó ligeramente la cabeza, que se había levantado. Se cubrió la cara con el
dorso de la mano, pero en los oídos de Dante, llegó una risa placentera.

Sus emociones eran demasiadas, y las expresó generosamente. Dante también sacó a
relucir unas palabras un poco más desconocidas para su amante que quiere demasiado
y que siempre le ha entregado un gran amor.

—Tú también me gustas mucho… He evitado hablar de matrimonio porque soy


muy tímido. Pero por supuesto, si me caso, sería contigo.

Apenas 30 segundos después de eso, Dante fue atacado por una cara llorosa.

—Dante…

La parte superior del cuerpo de Raphael cruzó completamente la consola central y se


precipitó hacia sus brazos. Dante mantuvo los brazos abiertos.

—Cachorro que se escapó de casa, me he esforzado al máximo para hablar de


ello, ¿te sentiste menos nervioso?

—No me escapé de casa…

Raphael sacudió la cabeza con fuerza.

—Bueno, a menudo tienes que expresarlo en palabras.

—¿Por qué no lo sabes? Eres un tonto.

—Soy un tonto, así que tienes que decirme todo.

Ahora, los dos volvieron a su habitual ambiente de ensueño. Dante también sonrió por
encima del hombro de Raphael, mirando al techo del auto.

—Hay que entrar. Vamos a terminar de hablar en casa, si estás molesto o


celoso.

—Sí.

Raphael se separó de sus brazos, y Dante se desabrochó el cinturón.


Mientras tanto, Raphael abrió rápidamente la puerta y abrió la puerta del conductor.
Entonces, se aferró a la espalda de Dante, que había bajado del auto. Dante caminó
hacia la puerta, cargando el gran peso de Raphael.

«Ugh, es pesado. Ugh.» Aunque chasqueó su lengua, no pudo negar que Raphael
bloqueaba todo el aire frío del garaje.

***

Raphael, que siguió a Dante hasta la puerta principal, lo besó inmediatamente en la


mejilla en cuanto la puerta se cerró. La lluvia de besos descendió gradualmente hacia
abajo y finalmente tocaron sus labios.

—Capitán…

Una mano melancólica acarició el cuerpo de Dante por encima de su ropa. El olor a
alcohol salía de sus labios.

El cuerpo de Dante fue empujado hacia atrás un paso a la vez y atrapado entre la pared
y Raphael. Dante apretó a Raphael colocando sus manos sobre su pecho.

—No, no lo haremos.

—Ah, Capitán. ¿Por qué…?

Raphael redujo la distancia presionando las palmas de las manos de Dante con su
cuerpo.

—Hemos estado discutiendo hasta hace poco.

—Gracias a eso, he podido ser honesto contigo y el Capitán se volvió cien veces,
mil veces mejor. Por lo que quiero ser amado…

—Ugh.

Los labios de Dante volvieron a cubrirse de calor. Las manos que habían alejado a
Raphael, fueron atrapadas y presionadas contra la pared. Los ojos que se encontraron
muy de cerca se curvaron mientras sostenía a Dante. Dante finalmente abrió la boca
permitiendo a Raphael que mezclara sus labios con los suyos.

Después del beso, Raphael abrazó a Dante con ambos brazos. Los brazos de Dante
también envolvieron su cuerpo, por lo que Raphael hizo presión en el abrazo, lo que
causó que se quedara sin aliento.

—Capitán, te amo…
Inhalando el olor del cuerpo de Dante, la punta de su nariz se metió entre el abrigo y
la camisa.

—Voy a ser un poco celoso desde ahora, pero dime a menudo que soy el único
para ti.

Las mejillas calientes se apretaron contra el cuello. Dante lo abrazó, y acarició la


espalda de Raphael.

—Si te molesta, hablaré con Michael la próxima vez para que lo entienda.

—No, él es sólo un niño del tamaño de un guisante, y yo soy el amante oficial


más cariñoso del mundo, pensando seriamente en el futuro que estaremos
juntos para siempre.

—…

—Dijiste esas palabras para consolar al pequeño, ¿verdad? Ahora lo entiendo.

«… Está bien, digamos que fue así…»

Raphael bajó el abrigo de Dante. El abrigo se deslizó por su hombro y lo dejó en el


suelo con una gran sonrisa. Enseguida, se quitó su abrigo. Un abrigo negro y otro de
color caramelo claro se superpusieron.

Al mismo tiempo, Raphael sujetó el botón de la camisa de Dante, cubriendo sus


labios. Dante también dejó de resistirse y se abrazó aún más fuerte a Raphael
acariciando la curvatura de su ancha espalda. Pudo escuchar una agradable risa en su
oído. Hasta hace poco, estaba triste, tanto que no podía entrar en la casa, pero ahora
estaba emocionado como si pudiera atravesar el techo. En lugar de una cola que se
mueve y se balancea de izquierda a derecha, otra “cosa” se alzaba acaloradamente.

Raphael, desabrochando la camisa con impaciencia, acabó tirando el botón que se


encontraba bajo el pecho al suelo.

—Bueno.

Miró a Dante solo por un breve instante, luego tiró de la camisa de lado a lado y
arrancó el resto de los botones. Un botón, que había sido desprendido con fuerza,
golpeó el suelo de mármol y rebotó.

—Oye.

—Te compraré una nueva.

—Estás desempleado.
—Lo estoy, pero no soy pobre. Hmmm… tengo la jubilación y la indemnización
por despido.

Mientras Dante estaba desconcertado, Raphael agarró la cintura del pantalón de Dante
y metió la mano dentro. La mano que irrumpió en la ropa interior agarró su trasero.
La palma de la mano que tocó su piel estaba caliente.

Raphael se metió entre las rodillas de Dante y abrió las piernas. El muslo presionó
contra el centro de Dante.

—Huh.

Los talones que tocaban la pared se elevaron hacia arriba. La altura de Raphael era
más evidente en momentos como este. La espalda de Dante tembló. Se apoyó con un
brazo en el hombro de Raphael… El calor comenzó a acumularse en la respiración
que exhalaba.

—¿Por qué eres tan brusco hoy … No eres así, siempre eres tímido.

—Ahora sé cómo te gusta.

—Ah…

Su mano se deslizó dentro de su ropa interior y pasó por su coxis bajando hasta el
hueso. Aunque su mano estaba más caliente que la temperatura corporal de Dante,
sintió un escalofrío recorrer su piel. Las yemas de los dedos se deslizaban lentamente.

—Cuando tenemos sexo, ser un poco rudo no es tan malo…

—Uh…

—Ya sabes, siempre actúas tan relajado. Pero si soy un poco rudo, no podrás
sonreír y podrás sentirlo más.

—… Deja de molestarme.

Raphael sonrió y sacó su cartera del bolsillo trasero. Todavía estaba llena de algo y
era gruesa. Abrió un hueco en la cartera con una mano y sacó un condón con los
dientes. Raphael ladeó la cabeza con el paquete de condón entre los dientes y sonrió
suavemente.

—Colócalo.

Dante contuvo la respiración al ver a Raphael. Como era de esperar, una de las armas
más fuertes de Raphael contra Dante era su cara. «Este tipo, ahora está
luciéndose…» Dante tomó el condón que sostenía Raphael entre sus blancos dientes
y abrió el paquete con ambas manos. Y sacó el pene que estaba intacto de entre sus
pantalones.

Un bulto caliente palpitó en su mano. Dante colocó el condón sobre sus dedos y con
este cubrió el pene de Raphael. Mientras tanto, el grueso pilar aumentó de tamaño.
Raphael se mojó los dedos con el gel que quedaba en el empaque y los llevó al trasero
de su amante.

—Haa…

Los largos dedos mojaron la entrada y ensancharon el apretado interior.

—Raphael…

Desde que empezaron a vivir juntos y a compartir la misma cama, a veces Raphael se
encendía aunque no fuera un fin de semana… No, era en cada momento. No podía
soportar solo meter la mitad y terminaba metiéndolo por completo. El cuerpo de Dante
también se ha vuelto un poco más flexible a la hora de aceptar a Raphael, en
consonancia con el aumento significativo del número de veces que tenían sexo.

Los pantalones de Raphael fueron empujados alrededor de su muslo. La mano bajo la


ropa interior de Dante, tocaba con deseo el trasero, mientras poco a poco se
ensanchaba con el sonido húmedo detrás de la espalda. La pared interior apretaba
suavemente los dedos de Raphael en repetidas ocasiones.

—¡Sí, ah, ah, ah, ah!

Un dedo empapado en el interior salió, un poco antes de lo habitual. Dicha acción


mostraba impaciencia.

—Dante, Capitán.

La piel del cuello fue succionada por los labios de Raphael. En el dolor punzante se
elevó una sensación de placer.

—Mi amante.

La voz posesiva sonó como un gemido para Dante.

—Sí, mi pequeño cachorro.

Las dos partes del cuerpo inferior de cada uno estuvieron en estrecho contacto uno
contra el otro mientras se tensaba, a su vez, la pared y el sólido estómago apretaron el
cuerpo de Dante. Una respiración caliente se escapó de sus labios, y las manos
calientes sostuvieron el trasero de Dante con ambas manos.
—¿Vas a hacerlo aquí?

Cuando giró la cabeza, pudo ver la puerta principal. Han tenido sexo en la sala de
estar, en la cocina y el baño, pero aquí…Nunca lo habían hecho. Pero a Raphael no
pareció importarle en absoluto. Con impaciencia, quitó la ropa que quedaba y las
piernas de Dante se abrieron mientras Raphael se metía entre aquel espacio.

—Mi pequeño, ¿tienes prisa?

—Sí…

Raphael, que se abrazó a la cintura de Dante, asintió. Las pestañas bajaban y subían
le rozaban la nuca de Dante.

—Capitán, yo, así…

—Ugh.

Raphael levantó suavemente la rodilla derecha de Dante. Uno de los pies de Dante se
desprendió del suelo. El pene se frotó entre la piel abierta. La entrada, que aún estaba
apretada, detectó el familiar presagio de placer y se estremeció. Dante, que miró hacia
abajo, sonrió.

—Si tienes una erección así, ah, estás tan duro incluso cuando estás acostado,
sabiendo que vas a entrar…

Sin embargo, la respiración de Dante, que antes era calmada, comenzó a entrecortarse.
El glande penetró, y el pene fue tragado hasta la mitad. El interior se abrió con una
sensación de cosquilleo.

—Ah…

Parecía que la piel interior estaba más expuesta de lo habitual debido a la posición de
apoyarse en un pie y tener las piernas abiertas. Cuando su postura se volvió inestable,
Dante agarró el hombro de Raphael. Mientras intentaba apartar al intruso, Dante se
sorprendió por una posición poco familiar y apretó la entrada con fuerza.

Raphael le mordió la espalda y golpeó con fuerza contra el cuerpo de Dante. Al abrir
más la pierna levantada, el grueso glande quedó completamente enterrado en el
interior.

—Más despacio. Yo… más despacio…

La espalda tensa de Dante estaba apoyada en la pared detrás de él.


Dante, que apenas se mantenía en pie sobre las puntas de sus dedos, perdía el
equilibrio cada vez que Raphael empujaba, así que lo único que podía hacer era
abrazarse al cuello de Raphael. Cuando Raphael golpeó con fuerza la entrada, los
brazos de Dante alrededor de su cuello se tensaron.

—Hoy, entre más me muevo… más me aprietas…

—El cachorro es tan rudo el día de hoy, ugh, me he sorprendido. Ah…

Cada vez que sonaba la pared con un golpe, el interior apretado se ensanchaba
gradualmente. Cuando sus piernas se relajaban, su trasero caía en el grueso pene. Por
eso, cuanto más entraba el pene, la piel de ambos chocaba con fuerza. La respiración
de Dante en su garganta se volvió lo suficientemente áspera como para que se le
agitara el pelo. El cuerpo de Dante también se movió con más fuerza. Raphael sujetó
con fuerza a la espalda de Dante.

—Apóyate en mí, Capitán.

—¡Espera un momento, ah!

Raphael sostuvo la cintura de Dante, que bajó. Raphael empujó su espalda hacia Dante
sin darle la oportunidad de enderezarse de nuevo.

—Ah, ah, ah…

Dante cerró los ojos con fuerza, sintiendo cómo el pene se introducía con fuerza hacia
el interior apretado.

Raphael entró profundamente en Dante. El cuerpo de Dante volvió a temblar. Una


pierna que se había enredado en el muslo de Raphael, subió desde el muslo hasta su
cintura. Las piernas de Dante se abrieron aún más. Su mirada bajó, y pudo ver la
entrada roja e hinchada que se ensanchaba con fuerza.

El áspero aliento de los labios de ambos se enfrentó. El olor a alcohol aún permanecía
tenue. Ah, sí. Estaba borracho. De alguna manera la excitación fue demasiado rápida.
Incluso cuando sus actos eran tan bruscos, no se sentía extrañamente incómodo.

Por supuesto, los celos deben haber jugado un gran papel para excitarlo, viendo que
las llamadas eran constantes diciendo: “Mi amante, mi Dante”, en cada gemido que
salía de su boca. De todos modos, a Dante le parecía lindo… y cuando estaba a punto
de sonreír por ese pensamiento.

—Dante, abrázame fuerte.

—… ¡Ah!
Los ojos de Dante, que estaban cerrados, se abrieron de par en par con una sensación
de adormecimiento que solamente había sentido una vez durante su entrenamiento de
descenso. Sus hombros se vieron afectados por una sensación de crisis, ya que
comenzaron a temblar.

—¡Raphael!

Raphael levantó la otra pierna apoyando su brazo debajo de la rodilla. Los dos pies de
Dante se separaron del suelo. A su vez, la parte inferior de su espalda baja hasta la
parte superior de su cintura, estaba firmemente sostenida por las manos de Raphael.
Dante fue levantado por Raphael con la espalda apoyada contra la pared.

—Espera un poco, esto no es… ah, ah… ¡Ugh!

El pene se deslizó hacia afuera. Fue porque Dante había curvado la espalda justo antes
de abrazarlo. Raphael gimió y demostró su disgusto por salir de él. Buscó
apresuradamente la entrada de nuevo, donde la punta del pene estaba abultada.

—¡Argh…!

Raphael relajó un poco la mano que sostenía su cintura, buscó su pene y lo levantó,
arañó la pared interna con brusquedad y volvió a meter su pene en lo más profundo
de Dante. Dante emitió un sonido en el oído de Raphael, provocando conmoción y
sorpresa en éste. Mientras su cuerpo se agitaba de arriba abajo, Dante envolvió con
ambas piernas reflexivamente la cintura de Raphael con fuerza.

—Ah, Dante, ahora mismo, me encantas. Siento que todo mi cuerpo está
rodeado por Dante.

—Oye… tú…

Dante por fin entró en razón. La vergüenza de su cuerpo, que colgaba mientras era
sostenido y un pene lo penetraba, jugó un gran papel. Su pequeño cachorro también
es fuerte. Contrariamente a la idea de fingir estar relajado, su cara se calentó. Los
músculos de las piernas temblaron por su postura.

—Raffy, ya sabes, esta posición, es un poco rara.

Acarició a Raphael en la nuca.

—Paremos un segundo y vayamos al dormitorio. Mi pequeño, debes de ser un


buen chico.

Raphael apretó un poco los labios en lugar de responder.

—Tratándome como a un niño…


—No te estoy tratando como a un niño. Me temo que el antiguo Capitán se
lastime la espalda. Además, soy pesado.

—No eres pesado en absoluto.

Esta vez, las cejas se movieron junto con los labios.

—Y Dante…

—¡Ah!

—En la cama, no vas a abrazarme así…

—No te muevas, Raffy, ¡ah!

Raphael levantó el brazo que sujetaba a Dante para sacar su pene del trasero y lo
volvió a meter, clavándose profundamente en la pared interna. Lo único que pudo
hacer Dante fue sujetar el cuerpo de Raphael con sus brazos y piernas. Entonces, los
hombros de Raphael temblaron y gimió.

—Sólo por esta vez… Mi querido Capitán, quiero tener sexo mientras me
abrazas de esta manera.

Raphael se clavó con fuerza en su interior cuando la mano de Dante trató de aflojarse.
El bajo vientre de Dante se tensó, y el pene atrapado entre las dos firmes paredes se
convirtieron en fricción.

—Ah, ah…

Cuando Dante tenía sexo con Raphael, a menudo se preguntaba si era una persona tan
vulnerable para el placer. Por lo general, la agonía se nublaba y se difuminaba con los
movimientos apasionados de Raphael.

—Raphael, ah.

El cuerpo aceptó el extraño escalofrío como una sensación de placer. También le trajo
recuerdos de sensaciones erógenas intensas mientras su estómago palpitaba por tener
en su interior un grueso pene. Ante la excitación aumentada de Dante, el pene de
Raphael se hinchó.

—Dante, oh, te gusta profundo, mira, aquí…

—¡Ah, ah! Ah, Raffy…

Debido a su postura tensa, recibió a Raphael con más placer de lo habitual en su


entrada, mientras era penetrado con fuerza. La fricción era fuerte cuando el grueso
pene entraba y salía, y la entrada bien abierta era dolorosa. La sensación de tener un
pene que entraba y salía, podía sentirla el doble.

—Dante, agárrate más fuerte, por favor. Un poco más…

—¡Ah, ah!

Intercambiaron gemidos calientes durante un rato más. La cintura de Dante que


colgaba sobre el cuerpo de Raphael, se movía de arriba hacia abajo. La velocidad de
sacar la mayor parte del pene, solo dejando en el interior el glande, para después
volver a penetrarlo con más fuerza, incrementaba. Dante pensó que las palpitaciones
de su bajo vientre aumentaban cada vez que tenía a Raphael dentro de él.

—¡Ah, ugh…!

A pesar de que su cabeza se inclinó hacia atrás, las manos de Raphael sujetaron su
cintura con firmeza. Tenía mucha fuerza en su cuerpo, y sus brazos y hombros estaban
rígidos. Lo mismo ocurría con Dante, que era sostenido por Raphael.

—¡Ah!

Cada vez que la cintura caía, la inserción era lo suficientemente profunda como para
que el coxis presionara el escroto de Raphael.

Al final, Raphael enterró su pene profundamente y eyaculó.

—Ah, Dante, ah…

Dejando escapar varios gemidos, Raphael movió lentamente sus caderas. Era un
movimiento que estimulaba el pene de Dante. Entonces, Dante pudo verter un líquido
blanco, aunque no era una situación perfecta.

—Ha, ha, ha.

Dante agachó la cabeza y recuperó el aliento. Raphael, volvió a la razón primero,


sujetó con fuerza la espalda y el trasero de Dante con sus brazos e hizo que su cuerpo
se apoyara en el suyo.

—Bueno, voy a…

Los latidos de ambos se mezclaban a través del pecho que se tocaban. Ambos
corazones latían con fuerza.

Raphael, que lo besó en la mejilla, se dirigió en dirección al dormitorio. Mientras


movía los pies en el suelo, el pene que aún estaba dentro se movía a la vez.
—Ah, ah…

Dante colocó la punta de sus dedos en la espalda de Raphael y no contestó. La


excitación seguía siendo vaga, y a pesar de que había tenido sexo con él en varias
ocasiones, nunca había tenido una experiencia similar al ser levantado y penetrado
por un pene de esa manera. El pene, que estimulaban la entrada cada vez que Raphael
caminaba, entraba y salía.

Al encender la luz del dormitorio con el codo, Raphael vio la cara de Dante. Siempre
tenía los ojos húmedos y tranquilos.

—Capitán, ahora mismo… tu voz, tu cara, eres tan erótico.

Dante, que estableció contacto visual con Raphael, se mordió los dientes y ocultó su
expresión de excitación en el rostro.

—¡Rápido… bájame!

—¡… Ugh!

Raphael abrazó a Dante y trató de mostrar su negación.

—Oye, ¿quieres que mañana te encuentres con tu antiguo Capitán después de


mucho tiempo, en lugar de un amante amoroso?

—…

—Bájame.

—Sí.

Raphael colocó cuidadosamente la cintura de Dante en la cama. Dante gimió una vez
más cuando el pene, que había estado dentro hasta ahora, salió.

—Ah…

Dante, que estaba recuperando el aliento, le hizo una seña a Raphael.

—Ven aquí.

Raphael acercó su cara. Dante extendió la mano y pellizcó la mejilla de Raphael.

—¿Dónde has aprendido esto? ¿Eh?

—En Internet…
El aspecto rudo de Raphael hace un rato había desaparecido y ahora sonreía. Aunque
Dante es minucioso en su trabajo, con respecto a las relaciones sexuales, su moral era
un poco delicada, así que estuvo a punto de decir “¡pervertido!”, pero no lo hizo, ya
que no pudo evitar recordar las sensaciones que hace poco le produjeron.

Aun así, se alegró al ver que todos sus disgustos se habían resuelto.

Dante sacó sus hombros de su camisa raída, Raphael también se desabrochó la camisa
que aún llevaba puesta. Hoy era sábado, y el día siguiente también es festivo. Ambos
no tenían la intención de detenerse. Mientras Raphael se quitaba la camisa, las marcas
rojas de sus dedos quedaron al descubierto cuando Dante se aferraba a él de sus
hombros.

—Te dije que era pesado.

—No eres pesado en absoluto. Está bien.

Raphael parecía un poco orgulloso.

—El chico que crié, ahora puede abrazar de esa manera a su Capitán y tener
sexo mientras lo hace.

La punta del dedo índice de Dante recorrieron las marcas de sus hombros.

Raphael, que solo se sonrojaba cada vez que Dante lanzaba una provocación seria,
hoy agarró la muñeca de Dante y besó su palma de la mano.

—Si puedo hacer esto, es porque he crecido bien ¿no?

Y entonces, inclinó la cabeza. Dante se quedó sin palabras. Una extraña sensación de
imprudencia del joven que ya es todo un adulto, y la extraña sensación de deseo sexual
apareció en su joven rostro. Ahora, Dante tenía que admitir que ya no era un lindo
pollito.

—Capitán.

Raphael acercó su cuerpo y cubrió el estómago de Dante. Luego tocó su cuerpo y besó
sus labios. Todos estos movimientos los había aprendido de Dante, o los estudiaba
mal y los cambió en la dirección que a Dante le gustaba.

Su mano extendida a su lado tomó un gran puñado de condones de la mesa y los dejó
sobre la cama. No era una costumbre habitual, pero Raphael, que nunca había tenido
ninguna otra experiencia con alguien que no fuera Dante, lo dio por hecho.
El beso que siguió volvió a ser profundo. Ahora sabía cómo estimular las zonas
sensibles de su boca y enredar su lengua. El movimiento hizo que la respiración de
Dante se entrecortara.

—Creo que vas mejorando día a día.

Los labios de Raphael subieron tímidamente.

—Porque recuerdo los lugares que te gustan.

Una sonrisa se vio a una corta distancia.

—Soy el único en el mundo que los conoce.

—Sí, así es.

Dante alargó la mano y revolvió el pelo que cubría la frente de Raphael. Se reveló una
mirada emocionada. La expresión, era uno que Raphael Haynesworth nunca mostraba
a nadie más.

—Yo también.

***

La relación amorosa, que comenzó de nuevo en la cama, se prolongó hasta que la


noche se hizo más profunda. En el enésimo episodio, Dante colocó sus piernas sobre
los hombros de Raphael, mirando las estrellas que se elevaban en el cielo nocturno de
invierno. Sus cuerpos se movían y dejaban marcas en el cuerpo del otro.

Raphael y Dante frotaron sus sensibles cuerpos y alcanzaron de nuevo el clímax.


Raphael subía y bajaba silenciosamente los hombros mientras hurgaba en el interior
de su amante, y en los ojos de Dante se derramaban lágrimas de placer mientras se
aferraba a la manta con ambas manos.

Los muslos, que tocaban la parte superior del cuerpo de Raphael, fueron sujetados con
fuerza, y la pelvis de Raphael se introdujo entre las piernas de Dante. AL final,
después de un intenso movimiento en el que el pene se introdujo hasta lo más profundo
del estómago, Dante se cubrió la cara con las manos murmurando: «Ja, esto otra vez…
loco…»

Y tras eyacular, Raphael fue testigo de algo que su breve percepción no había notado.
Mientras miraba a Dante, con los ojos entrecerrados por la excitación, bajó las piernas
con la cara roja.

—Detengámonos por ahora.


Dante dejó atrás esas palabras y corrió al baño como si huyera. Y cuando volvió, se
envolvió con una nueva manta para evitar a Raphael.

—Estás molesto, ¿verdad? ¿Te presioné demasiado?

—… No.

Dante acababa de asearse y escondía su pelo alborotado debajo de la manta. Raphael


gimió y cruzó su cabeza hacia la almohada de Dante, apoyando su frente cerca de su
nuca.

—Capitán… si me lo dices, lo haré mejor la próxima vez.

—…

—Hice algo mal… Lo siento.

Dante se frotó su frente y respiró profundamente. Cuando algo similar había sucedido
antes, parecía que Raphael no lo había notado, porque las veces que tenían sexo eran
cada vez que se encontraban, pero hoy parecía seguro de haberlo notado.

—… Hace poco, cuando tenía sexo con mi amante, después de eyacular, saliste
huyendo, pero en mi cuerpo, había algo parecido al agua…

—… Oh, ya veo. Fue porque se sintió muy bien.

—¿Qué? Oh, eh…

Raphael parpadeó con una expresión de no saber qué decir. Dante finalmente soltó la
colcha que cubría su cuerpo. Raphael, que tiraba de la manta desde el otro lado, la
retiró rápidamente y quitó las demás mantas que se interponían entre ellos. Dante se
dio la vuelta y lo miró.

—Raffy.

—Sí.

—Actúa de forma tierna.

«Eso es lo que mejor hago». Eso es lo que decía la sonrisa de Raphael en su rostro.
Besó a Dante en la mejilla y le susurró, abrazando sus hombros con fuerza:

—Te amo, Dante.

—Sí.
—Te amo tanto, te amo tanto que no sé qué hacer, así que, por favor, muestra
más tu codicia hacia mí, puedes actuar como un niño de vez en cuando…

—Sí. Yo también me pondré celoso, así que está bien.

—Sí. Puedes hacerlo mucho, y si ese día te sientes demasiado molesto, puedes
pegarme.

—No hay razón para pegarte.

Dante acarició la barbilla de Raphael con cuidado. Raphael cerró los ojos
agradablemente. Dante también sonrió.

—¿Nos vamos de viaje el próximo fin de semana?

—¿A dónde?

Preguntó Raphael. Montaña, lago y mar. Cualquiera que fuera el destino de viaje,
tendría que haber lugares bonitos que seguramente a Raphael le gustaría ir. Los días
de frío estaban presentes, así que los deportes de invierno también serían divertidos.

—A cualquier lugar. Nos interrumpieron a mitad del día, así que vamos a
pasar juntos, como en una cita.

—Sí. De acuerdo.

Raphael besó a Dante en la mejilla y el puente de la nariz, y movió sus labios hacia el
cuello. Se colocó en una zona difícil para ser cubierta por su uniforme. Había marcas
de besos en ese lugar, por lo que a Dante no le pareció importarle que lo hiciera.
Incluso cuando tuviera que ir a trabajar, tendrá que tener cuidado de que no sea
visible.

Sin embargo, no había necesidad de tener remordimientos, ya que los hombros y la


espalda de Raphael, en la que Dante se había sostenido, también estaban cubiertos de
otro tipo de marcas. Pero Raphael parecía estar contento con ellas. Cuando Dante
colocó un poco de pomada, había dicho que estaba bien mientras le sonreía con
felicidad.

El cuerpo de Dante había sido besado durante horas, ahora tenía el pecho hinchado y
las sabanas lo rozaban, creando un ligero adormecimiento. Dante agarró la nariz de
Raphael y la pellizcó lentamente.

—Nada de restaurantes alquilados para nosotros, ni tampoco muestras de


afecto extremas. Si quieres satisfacer tu codicia hacia mí, entonces simplemente
escoge un lugar donde no haya nadie, solo nosotros dos.
—Oh, tengo una isla. ¿Quieres venir conmigo?

«¿Eh?»

—¿Tienes una isla…?

—Sí. No hay gente que viva en ella, pero se ha construido una villa en medio de
esta.

—… ¿Cómo es que tienes algo así?

—Mi abuelo materno me la dio cuando estaba vivo. En aquella época, tanto yo
como mi hermana éramos menores de edad, así que me entregó una isla y a mi
hermana le dio un edificio. No me la pueden quitar porque recibí el derecho de
gestión y de acciones.

—…

Dante había dicho sus palabras como una broma porque no sabía que tenía una isla de
verdad. El sonido de: “¡Quiero estar en una isla contigo, donde no haya nadie
más!”, que a menudo se expresa de manera romántica en el mundo, no era un
obstáculo muy alto para Raphael. Era algo que podía hacer si quería.

—Quiero vivir solo con Dante, por el resto de mi vida*.

N/t: Se refiere a vivir “solos”, en la isla.

Raphael estaba listo para empacar ahora mismo. Tal vez, no estaba mintiendo…

Raphael se acercó a los labios de Dante que sonreían torpemente. Le robó los labios
ligeramente.

—Estoy bromeando. Me gustas mucho como mi amante, y también como un


soldado del ejército imperial. Es bueno ver que mantienes la justicia, es bueno
ver que tus habilidades sean reconocidas y que subas a una posición más alta.
Cada vez que te veo brillar, soy tan feliz. Así que, tendré que soportar mi
codicia de estar solo contigo para siempre, y tendré que conformarme con
estarlo en mi día libre.

—Sí

La expresión de Dante era embarazosa.

—Tengo que esforzarme más.

—Aun así, por favor, ve un poco más despacio.


Raphael juntó su frente contra la suya y rodeó la cintura de Dante con sus manos.

—Para estar al lado del Capitán, tengo que correr mucho.

Cuando Dante escuchó eso, no tuvo más remedio que estirar los brazos y abrazar la
espalda de Raphael.

—No te voy a apurar, así que tómate tu tiempo. No me molestaré si te caes.

—Hay muchas cosas que quiero hacer a tu lado, así que no puedo hacerlo.

Sus labios volvieron a encontrarse. Un fin de semana ordinario terminó con un beso
de buenas noches lleno de promesas.
Capítulo 18
Darling
Sin embargo, al final, los dos tuvieron que guardar sus maletas y ver el sol que pasaba
mientras las semanas transcurrían.

El fin de semana en el que originalmente planeaba irse, Dante tomó repentinamente


el mando de guardia. Debido a eso, ni siquiera podían verse, y mucho menos viajar.
Raphael que estaba intercambiando mensajes al amanecer.

[Mal ejército, devuélveme a mi amante T△ T]

Y lloraba amargamente.

[Tu amante es tomado por el país]

[¡¡¡No!!!]

A la mañana siguiente, después de pasar toda la noche en vela, Raphael acudió a su


encuentro frente al Comando Central. Los dos vieron el amanecer en el centro de la
ciudad en lugar de ver salir el sol desde el destino de su viaje. Y ambos durmieron
juntos tranquilamente en el dormitorio, donde la luz de la mañana entraba.

Así llegó de nuevo la semana. Mientras Dante iba al trabajo, Raphael esperaba a
Dante, haciendo algo en el estudio, saliendo y quedando con alguien, o preparaba la
cena. Y recibía a Dante, que volvía del trabajo. Los dos vivían sonrientes en su
pequeña vida cotidiana.

Un nuevo fin de semana llegó. No hacía un buen tiempo para salir de viaje. Los dos
cambiaron su destino a la iglesia y jugaron bajo techo con los niños.

Además, ese día.

—Madre.

Dante llamó a Johanna y señaló a Raphael rodeado de los niños.

—Estoy saliendo con Raphael. Estamos viviendo juntos.

Y a diferencia de antes, Raphael fue presentado.

—Desde que lo conocí, mi sueño es casarme con él, así que creo que podré
contarle las buenas noticias cuando Dante esté listo.
Antes de que Joanna pudiera responder, Raphael dijo primero: «¡Soy el compañero
del Capitán!». Los niños que eran un poco más grandes gritaron: “¡Vaya!”, y los
niños más pequeños que no entendieron las palabras de ninguno, pensaron que la
palabra “compañero” era porque estaban jugando, así que los niños que eran tan
dulces como Raphael corrieron hacia ellos. Rodeado de una gran multitud, Dante tuvo
que escuchar las palabras de Joanna.

—Oh, ya veo… No me extraña que la Gobernadora Haynesworth me llamara


consuegra* el otro día.

(사부인)Sabuin es un término que se usa cuando un suegro se refiere a un suegro de


la pareja. En español puede ser “consuegra”.

—Ah…

Tal vez… Aunque Dante no lo anuncié tan desesperadamente, puede que en unos años
después, sea conocido en todas partes.

Habían estado juntos todo el tiempo, así que aunque el viaje se retrasara varias veces,
no estaban demasiado decepcionados. Al principio, a Dante le preocupaba que
Raphael se sintiera muy decepcionado, pero se sintió aliviado cuando cada vez que
postergaban el viaje, Raphael decía: “¡Hagamos otra cosa juntos ahora que ha
pasado esto!”.

Por lo tanto, solo después de que el año cambiara finalmente, y después de que todos
los turistas que han acudido al destino de su viaje a finales de años y principios de año
nuevo han desaparecido, las maletas se colocaron junto a la puerta principal y estaban
listas para ser llevadas en el maletero del auto.

—Raffy, ¿no necesitas empacar más abrigos?

—¡Estoy bien con este!

«Está bien. Es un abrigo fino.» Como su viaje se había retrasado a mitad de invierno,
tenían que vestirse más abrigados de lo que habían preparado con antelación. Dante
cargó un grueso jersey en un lado del maletero, sintiendo su lado protector.

Raphael se encargó de conducir durante todo el trayecto. Insistió en que conocía bien
el camino porque ya había estado allí una vez. Dante se preguntó si era una mentira,
porque miraba con atención el navegador del auto… Sabía que quería fingir que era
un adulto, así que Dante se subió educadamente al asiento del copiloto.

Cada vez que cambiaba la fecha, los planes de viaje también lo hacían. Un día se
trataba de deportes en la nieve y otro día en una casa de campo aislada. Entonces, la
semana pasada, Raphael dijo que tenía un lugar al que quería ir y corrió hacia Dante.
Era el mar de invierno con playas de arena blanca y el hotel frente a él. A diferencia
de la imagen de una isla desierta, era un destino de viaje normal.

Dante, que no tenía motivos para oponerse, respondió que era bueno, y el destino
quedó finalmente confirmado. Más tarde, cuando lo buscó, estaba lleno de
comentarios como «¡Un lugar especial para los enamorados!” El lugar de los
amantes o algo así… Fue increíble y lindo trabajar duro en esta parte que no le
importaba.

—¿Por qué estás tan emocionado?

Los hombros de Raphael en el asiento del conductor a veces se balanceaban. Era tan
grande, así que incluso un pequeño movimiento mostraba su movimiento.

—Sólo… me gusta.

Las mejillas de Raphael se levantaron y se volvieron rojas. Ahora incluso se reía sin
poder evitarlo. No es como si fuera su primer viaje, cuando estaba en el ejército,
Raphael viajaba desde Tennessee durante un tiempo solo para verse, y después de
comenzar a vivir juntos, salían a disfrutar una pequeña cita incluso por la noche,
cuando Dante llegaba a casa después del trabajo. Así que, ¿qué tiene de bueno?

Raphael siguió sonriendo durante todo el trayecto hasta llegar al destino. La sonrisa
se extendió naturalmente a la persona que se encontraba en el mismo espacio.

El coche salió de Islas a primera hora de la mañana circulando por una carretera
tranquila, y llegó alrededor del mediodía. Al abrir la puerta del copiloto y bajar, el
olor del viento que soplaba era muy diferente al de la ciudad.

El alojamiento que encontró Raphael era un hotel con una playa privada justo delante
del vestíbulo. El mar azul se extendía desde la ventana que cubría una de las paredes.
Mientras iba directamente a la recepción para registrarse, Raphael agarró el hombro
de Dante y se giró.

—Capitán, la playa de arena de allí es muy bonita.

—Sí. Así es. Es brillante.

—Voy a registrarnos, así que mira a tu alrededor. Deja tu equipaje aquí.

—No, porqué lo haces solo tú. Podemos ver los alrededores juntos más tarde.

Sin embargo, mientras respondía, la espalda de Dante ya estaba siendo empujada


suavemente hacia la ventana, donde podía ver el mar.

—Estoy bien. He estado aquí antes y es tu primera vez aquí.


—Bueno…

Después de un breve gemido, Dante se solo aceptó y Raphael se retiró. No sabía en


qué estaba pensando, peo la mirada de Raphael le indicaba que tenía que ver los
alrededores. Los labios de Raphael temblaron un poco.

Entonces Dante se colocó frente a la ventana, lejos de la recepción. La luz del sol
reflejada en el mar se extendía en gran medida, y luego se dispersaba al chocar con
las olas, para volver a reflejarse. De alguna manera, Dante sentía un poco de
incomodidad.

Además del mar, Dante no estaba familiarizado con todas las escenas que le rodeaban.
Un lugar turístico tranquilo, un fin de semana sin preocupaciones e incluso un amante
que pasa ese tiempo, juntos. Giró la cabeza de la playa y miró a la recepción. Raphael
seguía hablando con el personal. Raphael, que finalmente tomó con la llave y miró
hacia la ventana, hizo una mueca con la punta de la nariz al descubrir que Dante lo
estaba mirando.

Dante se acercó a Raphael cruzando el vestíbulo. Unas cómodas zapatillas de deporte,


que llevaba cómodamente a juego con el atuendo de viaje, pisaban el suelo de mármol.
Aunque vestía como si fuera una persona normal, no podía ocultar su carácter militar
por el sonido de los pasos.

—¿Has terminado?

—Sí… No has oído eso, ¿verdad?

—Estabas demasiado lejos. ¿Cómo lo escucharía?

—Bueno, tal vez lees el movimiento de los labios.

—¿Soy un espía?

Naturalmente, los dos tomaron el ascensor en el piso del vestíbulo.

—Has estado en el SAG durante mucho tiempo. Creo que puedes hacer algo
así.

—No puedo hacer eso. Sería más rápido someterte y obligarte a hablar.

—Agh…

—Acabas de entrar a un lugar aislado por tu cuenta.

Era una frase como la de un terrible villano. Raphael dijo: «¡Oh, no…!» y salió
corriendo hacia la esquina.
Dante se acercó a Raphael, extendió su mano y la colocó en su amante.

Una mano despiadada alcanzó al cordero, agachado y cubrió sus ojos. Una cadera bien
formada estaba apretada con unos vaqueros.

—¿Con quién coqueteaste después de dejar a tu amante lejos?

—Uh-uh…

Raphael cerró la boca con fuerza y negó con la cabeza. No importaba cuántas veces
había visto su aspecto, incluso después de meses, Dante no podía dejar de lado su lado
travieso de molestarlo.

El ascensor que transportaba a Raphael y Dante no llegó a su destino en el piso 29 y


se detuvo en el piso 18. La puerta se abrió con un ding. Afortunadamente, los dos que
una vez recibieron entrenamiento de Fuerzas Especiales pudieron alinearse como si
nada hubiera pasado antes de que la puerta se abriera.

En cuanto la puerta se abrió de nuevo, Raphael salió corriendo. Se adelantó y abrió la


puerta del dormitorio donde se alojarían. Era la habitación 1, a la izquierda de las dos
únicas que había en la planta 29.

Era una habitación con papel pintado de color verde oscuro y muebles rojizos que
creaban un ambiente antiguo. Más que antiguo, más bien parecía un hotel visitado
principalmente por gente joven, y se sentía como un diseño que definitivamente les
gustaría.

Raphael puso sus maletas a un lado y miró el interior de la habitación. En contraste


con el lujoso salón, el dormitorio estaba decorado tranquilamente en un tono blanco.
Observó detenidamente los muebles, las decoraciones e incluso los dibujos del papel
pintado.

Si Dante hubiera estado solo, el color del papel pintado y el dibujo de la mesa no
hubieran tomado importancia. Para él, el alojamiento era un baño, una cama y una
encimera. Era una persona que miraba el lugar donde sólo se necesitaba tres cosas.
Sin embargo, cuando Raphael explicaba toda la habitación, era natural que pudiera
darse cuenta de más cosas en lugar de solo tres.

—Hermoso.

—¿Te gusta?

—Sí. Está bien. Y es increíble.

—Eso es un alivio.
Raphael sonrió mientras estaba de pie frente a un marco recubierto de oro. Una
habitación lujosa y Raphael. Era una combinación bastante buena.

—Ahí de pie, pareces un príncipe.

—… Es eso un cumplido, ¿verdad?

—Por supuesto. No digo palabras vacías cuando hablo de lo que pareces.

—…

Raphael recordó los “8 puntos de la personalidad”, y no supo si debía sonreír o no.


Raphael recorrió toda la habitación y volvió con Dante.

La habitación se puede apreciar más después de la puesta de sol, así que los dos
simplemente desempacaron y salieron. Mientras el ascensor subía de nuevo al piso
29, la línea de visión de Raphael estaba en la puerta de la siguiente habitación, la 2.

—¿Por qué estás mirando allí?

—Oh, por nada.

Entonces, cuando Raphael alargó la mano de Dante, llegó el ascensor.

En su primera salida, fueron a un restaurante y vaciaron un plato lleno de mariscos.


En el restaurante, donde debían de llevar una camiseta con palmeras o cocos, no estaba
lleno porque era invierno.

Dante, que vio por primera vez un gran crustáceo y un martillo de madera, puso por
un momento un signo de interrogación en su rostro. Sin embargo, gracias a su fuerte
martilleo para romper el grueso caparazón de un solo golpe, Raphael tuvo una comida
muy cómoda en comparación con los demás comensales. Y Dante recibía una mirada
similar por parte del empleado, que en un pasado estaba de pie junto al juego de
disparos.

—¿Damos un paseo?

—Sí.

No había muchos planes porque el propósito del viaje era descansar más que hacer
turismo. Los dos dieron deliberadamente una vuelta en la calle y se dirigieron a la
playa.

El sonido del mar llenaba los alrededores. Dante y Raphael caminaron el borde de la
playa de arena pintada por las olas. El cielo invernal era blanco y brumoso, y el aire
que los rodeaba tenía un sabor salado. La arena se acumulaba en la punta de las
zapatillas y se dispersaba temerosa en cuanto se levantaba el pie.

El dobladillo del abrigo y del jersey se balanceaba con el viento. La mirada de Dante
recorrió la larga costa, observando las olas con tranquilidad.

—En realidad, es la primera vez que vengo al mar sin uniforme militar.

El entrenamiento de supervivencia y el entrenamiento subacuático se asignan


obligatoriamente cada año en el SAG. Gracias a eso, Dante se cansó de ir a una
montaña y el mar le parecía aburrido. Pero ninguno de ellos había caminado por la
playa tan tranquilamente mientras estaba tomado de la mano de alguien.

Por supuesto, la persona que ahora va de la mano se revolcaba en el barro hace apenas
un año a las órdenes de Dante.

—Me sorprendió mucho en ese momento. Me dijeron que cuando una persona
es amable en privado, puede volverse en un instante estricto cuando tiene gente
a su cargo.

—Yo también me sorprendí al verte. Aunque fue duro y las lágrimas caían,
nunca dijiste que te rendirías.

—Ah…

—Te veías muy tierno.

La mano de Raphael se posó en la de Dante.

—Capitán, quiero seguir viajando contigo el año que viene y en el futuro,


aunque sea de una forma diferente a la de ahora.

—De acuerdo.

Con timidez, Dante dio un suave consentimiento.

—Espero que sigamos sonriendo, divirtiéndonos y viajando.

—… Capitán, ¿te quedarás conmigo?

Miró a Raphael y apretó la mano con tanta fuerza que no podía soltarla.

—Ya puedes quedarte tranquilo. Te daré el resto de la confianza necesaria.

—¿Cómo?
—Bueno… No tardaré en ponerme en contacto contigo, volveré a casa después
del trabajo y hablaré mucho de ti con la gente de mi entorno.

El brazo por encima de la mano cerrada se deslizó junto a él.

—A menudo diré que te amo.

—…

—Raphael, te amo.

La nariz y las orejas de Raphael, cuya piel es blanca, se volvieron rojas primero. Dante
pensó con paso lento. Sentía que estaba apoyado en algo mientras corría sin aliento.

En la primavera pasada, Raphael se acercó a él, que estaba acostumbrando a vivir


presionándose. De repente, le ofreció un ramo de flores, se aferró a la mano de Dante,
lloró y gritó que le gustaba, lo persiguió durante mucho tiempo y finalmente detuvo
los pies de Dante. Haciendo que mirara hacia atrás, y se diera cuenta lo que no había
visto mientras corría.

Raphael agarró con fuerza la mano de Dante. Y se quedó quieto. El brazo de Dante,
que dio un paso al frente primero, fue retirado.

—Dante, tengo algo que decirte.

—Sí.

La expresión de Raphael era bastante sombría mientras se detenía en una playa de


arena sobre un corto día de invierno.

—No quiero que te sorprendas tanto.

—… No has causado problemas, ¿verdad?

—No, ¿por quién me tomas…?

Atrás quedaron los días en los que Raphael podía disfrazarse de cachorro tierno. Fue
gracias a su historial de grandes accidentes. Como golpear a Derrickson, ser dado de
baja del ejército y abandonar su casa. Ahora, Dante sabía que podía meterse en
problemas, golpear e incluso huir en un instante.

Por eso, mientras esperaba las siguientes palabras de Raphael, los ojos de Dante se
estrecharon mucho. Raphael sacudió la cabeza con una expresión de descontento.

—Escuchemoslo primero.
—Realmente no me he metido en problemas… De hecho, es una historia que
quería contarte durante el viaje. El trabajo que he estado preparando, terminó
la semana pasada.

«¿Que estabas preparando?» Dante ladeó la cabeza.

—Yo también voy a trabajar a partir del mes que viene.

—¿Ah sí? ¿Conseguiste un trabajo?

Parecía estar trabajando duro, pero no sabía que los resultados saldrían tan pronto.
Raphael asintió de un lado a otro. Dante, con la cara sorprendida, le dio un golpecito
en el trasero de Raphael.

—Es difícil encontrar un trabajo hoy en día. Es increíble. Oh, cariño. Mi


pequeño cachorro.

Raphael abrazó a Dante en silencio y puso sus labios en su frente de forma acogedora.

El vapor blanco se filtró de la boca de Dante. Los hombros y los brazos apoyados en
la cabeza se sentían mucho más anchos que antes. Sentimientos de orgullo y amargura
llegaron a él.

—Es una pena, porque pensé que querías ir despacio.

—No importa el trabajo que tenga, la máxima prioridad es estar con el


Capitán.

Sus labios se tocaron suavemente. No podían besarse profundamente porque había


mucha gente, pero con el viento frío, la temperatura corporal de la otra persona era un
poco más especial.

—Entonces, ¿puedes hacer tiempo el día 5 del mes que viene? Me gustaría que
vinieras a la oficina por un momento…

—Bueno… No hay ningún lugar al que deba ir después del trabajo. ¿Está bien
que te visiten personas de fuera? Ah, ¿tienes una celebración con tus nuevos
compañeros?

Si se celebra una fiesta con los compañeros de la empresa, no habrá problema en pasar
a saludar. Si dejaba entrever que está saliendo con alguien de antemano, habrá menos
problemas en un futuro.

Pero Raphael dio con una expresión sutil.

—No, no es una fiesta de trabajo…


Pronto, llegó un hecho que pudo abrir la boca de Dante.

—Es una ceremonia de inauguración.

***

La familia Hainesworth ha sido un símbolo del ejército desde antes de la época de


guerra, y como resultado, la posición política era sólida. Además, también se remota
a la actualidad y construyó su riqueza basada en ese poder.

Una de las empresas de la familia, la Fundación Haynesworth, comenzó a planificar


su negocio hace 6 años. La Presidenta inicial fue la cuñada del actual Comandante en
Jefe Haynesworth, y su sobrino, que asistió a la Academia Militar, se interesó en la
operación de este proyecto desde el instituto. La presidenta de la Fundación
Haynesworth, también quería a su sobrino, que era el único de la familia que sus ojos
verde claros brillaban cuando decía: “¿Estás ayudado a los demás?”

Fue a raíz de una propuesta de su sobrino, que acababa de convertirse en Oficial hace
aproximadamente un año, que se fijó las bases de la fundación y se decidió una
dirección más concreta. Dijo que quería ayudar a los jóvenes con talento físico en sus
carreras.

Incluso si son seleccionados por sus excelentes habilidades atléticas, el coste del
entrenamiento es una carga enorme para la mayoría de los estudiantes. Muchos de
ellos renuncian a sus sueños porque no pueden encontrar instalaciones y entrenadores
adecuados. Raphael expresó su deseo de encontrarlos e invertir en esas personas.
Aunque los detalles que contenía el proyecto eran torpes, se tenía una base estable. La
Presidenta Haynesworth pudo notar que su sobrino había estado pensando en esto
muy seriamente.

Esa idea le vino a la mente a Raphael cuando escuchó la historia de un “superior” que
eligió el Cuerpo Escolar Juvenil en lugar del Club Deportivo para obtener una beca
estable.

No pudo mantener la boca cerrada cuando dio la explicación de que


un “superior”, fue la mayor inspiración para crear la oportunidad de su meta actual.

—Así que la Fundación… ¿Vas a tomar el cargo?

—Sí. No es que me vaya a encargar de ella de inmediato, pero voy a empezar a


aprender de mi tía durante unos años. Por el momento solo estoy por las
relaciones públicas.
Una estrategia con una línea directa del joven Haynesworth que también fue soldado,
sería desde luego, muy efectivo. Especialmente considerando el poder de la apariencia
de Raphael. “¡No, aun así…!”

—Tú, eres el joven maestro de una prestigiosa familia. ¿Puedes heredarla solo
así? ¿Qué hay de la competencia por la sucesión? ¿Los hijos de tu tía no dicen
nada? Hay una pelea a tus espaldas, ¿verdad?

—Bueno, supongo que otras familias lo hacen.

Raphael reflexionó sobre sus familiares. Se encogió de hombros y bajó las cejas para
dar a entender que no había ningún problema.

—A los hijos de mi tía no están interesados en la Fundación, ya que están


bastante ocupados en su trabajo para competir conmigo. Haynesworth no tiene
mucha gente nacida en esta generación en comparación con el tamaño de su
negocio. Por eso, les falta gente para que lo administre.

Uh… Raphael añadió una explicación después de ver la expresión de Dante, que era
como si hubiera leído un libro de comandos en un idioma extranjero.

—Aunque suelen recurrir principalmente a gestores profesionales, hay algunas


partes en que la sucesión empresarial es inevitable porque la familia tiene
varios títulos, incluyendo los de la línea directa como los colaterales. He elegido
un camino que no está relacionado al militar, así que habrá algunas áreas más
de las que pueda ocuparme en el futuro.

—…

Dante pensó en sus palabras por un momento que dijo:

—… ¿Debería ser el guardaespaldas del Presidente Haynesworth cuando salga


del ejército?

—¡Oh, eso sería genial! ¡Me encantaría que mi Capitán me proteja con un traje
negro!… Aunque mi padre pueda matarme a golpes por quitarle la única
esperanza que le queda en el ejército… ¡Aun así, estaría bien!

—Jaja…

Tanto la risa como la mirada hacia Raphael eran incómodas. Los hombros de Raphael,
emocionados por un momento, volvieron a bajar.

—Capitán… ¿Realmente estás sorprendido?


—¡Por supuesto! ¿Tiene sentido no sorprenderse al escuchar esto? ¿Cómo
pudiste ocultarlo?

—Quería decírtelo, pero es tan bueno que el Capitán me quiera a pesar de ser
un desempleado… Mientras escuchabas que me esforzaba, me dabas
palmaditas más seguido… Y además, quería sorprenderte.

Raphael gimió. Sus inquietas puntas de los pies se clavaron en la playa. Se va a


trasladar a una empresa el mes que viene y en un futuro sería el Presidente de esta…
Era difícil de creer, incluso después de escuchar todas las explicaciones delante de
Dante. Cuando estaba con Raphael, había demasiadas cosas con las que podía reírse.

Raphael dudó y acercó sus mejillas.

—¿Quieres pellízcame?

Cuando Raphael hacía algo ridículo, Dante sonreía y pellizcaba sus mejillas para
decirle lo que había hecho. Dante se sintió un poco ofendido y dijo: “olvídalo”, así
que le dio un pequeño golpe en lugar de pellizcar sus mejillas. Raphael, que se
sujetaba la frente, levantó la punta de su nariz como si se sintiera aliviado.

Entonces, era el entrevistador, no el entrevistado, por la apariencia que había visto


antes y por la entrevista que había tenido. Aunque se trate de un proceso de
aprendizaje de habilidades prácticas, tendría que contratar a personas que trabajen de
cerca con él y lo ayuden en el futuro. Dante se apretó la sien con la mano y la apartó.

—No sé mucho de estas cosas, así que haré una pregunta más.

—Sí.

—¿Realmente querías hacer esto? No tomaste una decisión precipitada,


¿verdad?»

—… No.

Raphael respondió mirando a los ojos de Dante.

—Cuando me enteré de la historia del Capitán, fue lo primero que quise hacer.

De todas las palabras que le había dicho hoy, la voz más segura continuó.

—Este es el trabajo que más me apasiona y puedo hacerlo dando todo de mí.
Mi pasado, mi presente y mi futuro son gracias a ti, Capitán.

—…
—Me esforzaré por ser una persona adecuada para Dante.

Su amante subió a un lugar inimaginable y seguía siendo el mismo. El afecto


inquebrantable de su pequeño Happy brillaba como si acabara de salir de la tierra.

Uf. Con un suspiro, Dante se quitó de encima todas sus sorpresas, y Raphael sonrió
con fuerza. Nada ha cambiado.

Volvieron al hotel cuando el cielo se volvió completamente rojo. El ascensor que los
transportaba volvió a flotar. La sensación de riqueza pareció sustituir la mente de
Dante, que seguía un poco aturdido.

El ascensor estaba en silencio hasta que subieron un poco más de la mitad de los pisos.
Y cuando acababan de pasar el piso 20, Raphael llamó a Dante.

—Capitán.

—Sí.

—Yo… Ahora voy a hacer lo que quiero, y tengo mis propias habilidades
financieras.

Dante miró a Raphael para ver si quería un cumplido, pero más que esperar por algo,
parecía nervioso. Raphael continuó:

—Así que soy un adulto, ¿no?

—…

Dante, desde algún momento se ha apoyado en Raphael, que siempre está en su tiempo
y le da un cariño ilimitado. Por el contrario, deseaba que Raphael en un futuro se
apoyara más en él. Tal vez sea la sensación de arrepentimiento de no haberse dado
cuenta hasta ahora.

—Sí.

Dante levantó la mano y acarició el dorso de su ancha mano con el pulgar.

—¿Cuándo has crecido tanto? Siendo tan entusiasta y confiable.

Pronto el ascensor se detuvo en el piso 29. La puerta se abrió.

Raphael agarró la mano de Dante. Al pisar la alfombra roja del pasillo, se dirigieron
a la habitación contraria de donde habían dejado su equipaje hace un rato.

—Estamos en la habitación 2.
Raphael soltó la mano de Dante y colocó la llave de tarjeta de su bolsillo, que era de
la habitación 1, en la puerta. Se oyó un sonido absurdo de la puerta abriéndose.

—Raphael.

Entonces, Dante miró a Raphael con cara de desconcierto mientras abría de repente la
puerta de una habitación desconocida.

—Raphael, ¿qué demonios? Si hay otra sorpresa, dame tiempo para


prepararme.

Empujó la puerta semicerrada detrás de Raphael. Entonces, no tuvo más remedio que
detenerse en la puerta principal.

—Ha…

Miró la habitación y se cubrió la cara con ambas manos.

—Por eso… vinimos de viaje aquí, jajajaj…

—…

—No puedo vivir, de verdad.

La habitación poco iluminada brillaba con luces que parecían que la arena blanca de
la playa había sido rociada en el suelo. Empezando por la puerta principal donde
estaba Dante, había flores rosas por todas partes. Eran varias veces más que el gran
ramo que había visto con anterioridad. El aroma de las flores que se esparcía hacia él,
hasta el punto de marearlo por completo.

Las flores que llenaban la habitación eran muy familiares para Dante. De pie en medio
del camino cubierto de pétalos, Raphael miró a Dante con un ramo de flores en la
mano.

Y, una frase inolvidable pegada a la ventana, donde se reflejaba el atardecer a sus


espaldas.

[Captain Darling ♥]

La escena de la habitación era imposible no saber para qué estaba decorada. Era como
una escena del clímax de una película romántica o el capítulo final de una obra de
amor infantil.

Dante avanzó por el camino dibujado por los pétalos, con una cara medio resignada.
Al acercarse a cinco pasos, Raphael se arrodilló sobre una rodilla. Incluso esta acción
parecía aparecer en los primeros puestos si se buscaba la palabra “romántico”
—Dante.

En la dura vida de Dante Bailey.

—… Sí.

Nunca pensó el día en que recibiría una propuesta así.

Nunca lo había esperado, hasta que lo conoció.

Dante se tapó la boca mientras sonreía y miraba a Raphael.

—Te amo. Quiero prometerte el futuro que dijiste que tendrías al conocerme y
del cual tienes expectativas.

‘—Cuando estoy a tu lado, sigo creando expectativas para el futuro después del
presente.’

Este era el contenido de una confesión que Dante había hecho anteriormente en
Tennessee. Raphael ha preparado ahora una propuesta que no pudo hacer en ese
entonces.

Detrás de su voz seria, la voz de llanto parecía superponerse ‘—Me gustas,


Capitán…’ La desesperación sigue siendo la misma hasta hoy.

—Siempre trataré de estar contigo. Por favor, mantenme a tu lado.

Un brillante ramo de flores se acercó a Dante. Los codiciados pétalos vibraron a lo


largo de las manos de la persona que sostenía el ramo.

—Quiero ser tu familia.

Las palabras comúnmente usadas en la confesión fueron entregadas a Dante,


haciéndolas más significativas.

Los labios de Dante, ocultos tras sus dedos, dibujaron una curva mayor.

—Levántate. Tienes que escuchar la respuesta.

Raphael se levantó lentamente con las rodillas estiradas.

Unos labios sonrientes dieron la respuesta a la persona más romántica de su vida. Las
largas sombras se superponían en una sola bajo el largo atardecer.
Epilogo
Hubo un zumbido en el teléfono móvil. Parecía que la otra persona estaba muy
molesta para estar allí, pero mantuvo su lealtad y se convirtió en el representante de
la familia Harris. Así que Dante también aceptó las condolencias que había recibido
por teléfono.

—Sí, por supuesto. Raphael y yo lo agradecemos.

[—Mis padres estaban muy emocionados. No creo que conozca a alguien


interesante estando aquí. Argh, voy a morir solo por estar trabajando como
Capitana.]

Cuando la conmoción en torno a Angela desapareció, el tema que llevaba un rato,


había tomado una dirección diferente. Dante miró a su alrededor sin quitarse el móvil
de su oreja.

[—¿No me felicitaron cuando me convertí el Capitana pero en esta ocasión me


dieron todas sus bendiciones? Debería haber postulado a una Unidad General
cuando tuve la oportunidad.]

—No digas algo así, es absurdo. Sopórtalo 2 años. Estoy seguro de que te
ascenderán incondicionalmente.

[—Tienes razón. No puedo rendirme tan fácilmente. Por cierto, ¿dónde estás,
sunbae?]

—Oh, estoy en el aeropuerto.

Vestido con un uniforme militar desde el sombrero hasta los zapatos, Dante llevaba
un maletín militar en una mano. Tras pasar por un mostrador de información y se
detuvo frente al mapa informativo del interior del aeropuerto.

[—¿Qué? ¿Estás en el aeropuerto ahora?]

—Sí. Acabo de llegar de mi viaje de negocios. Creí que iba a morir de tanto
correr durante dos días.

Puerta 11. Dante encontró la señal que buscaba y movió sus pasos en esa dirección.
En lugar de botas militares, sus zapatos golpearon el suelo a gran velocidad.

[—Vaya… es genial estar en un horario externo, pero, ¿las fechas se solapaban


así?]

—Lo sé. Pensé: «¿Por qué hoy?»


[—Así que no vas a venir, ¿verdad? No puedes evitarlo porque es un viaje de
negocios, pero…]

—No, voy a asistir, así que después de mi viaje de negocios, me bajé en el


aeropuerto. Incluso si no llego a tiempo, todavía podré asistir.

Al salir de la puerta 11, había una floristería, como había investigado de antemano. El
aeropuerto más cercano a Islas era visitado con frecuencia por invitados de Estado,
celebridades y estrellas del deporte, y era una tienda que obtenía considerables
beneficios vendiendo un ramo de flores que les daba la bienvenida. Dante abrió la
puerta y entró. El dueño de la tienda le dio la bienvenida.

—He hecho una reserva a nombre de Dante Bailey.

El dueño le entregó un ramo de flores como si hubiera estado esperándolo. El sonido


se filtró a través del móvil.

[—¿Reserva? Dijiste que estás en el aeropuerto, ¿Dónde estás ahora?]

—En la floristería del aeropuerto. No puedo ir con las manos vacías.

[—Jaja…]

Dante hizo una reserva incluso durante el viaje de negocios. Aunque no podía verlo,
sabía que Angela estaba moviendo la cabeza con emoción. Independientemente de
ello, Dante sostenía un ramo de flores lleno de codiciadas rosas rosas e inhalaba
profundamente su aroma. Pagó el precio con una mirada de satisfacción. Cuando
estaba a punto de salir de la tienda, pudo escuchar una voz que llamaban a Angela a
lo lejos.

[—Me está buscando. Si estás en el aeropuerto ahora, ¿tardarás entre 30 y 40


minutos? Entonces nos vemos más tarde.]

—Sí. Cuídate. Estaré allí enseguida.

[—Sí.]

Y la llamada terminó. Después de que los cargos de Angela y Dante fueran cambiados,
la relación entre superior directo y subordinado también desapareció. Desde entonces,
la amistad de ambos y la personalidad desenfadada de Dante se han armonizado, y se
han convertido en “sunbae” y “junior” más respetuosos que antes.

Dante se guardó el móvil en el bolsillo y caminó rápidamente hacia la plataforma del


taxi con un ramo de flores en un brazo.
Llevaba un traje con cierto grado de comodidad y decorado a juego con el atuendo de
la ceremonia. Su traje, por sí solo, era suficiente para destacar, y al sostener un gran
ramo de flores, atrajo involuntariamente la atención de las demás personas. Se oyeron
algunas voces que reconocían su rostro en las noticias de hace unos meses.

Tuve que llamar un poco más la atención hasta que esperó su turno en la parada de
taxis. No fue hasta que subió al coche que pude escapar.

—Por favor, vaya a la Plaza de Islas del Este.

Se quitó la gorra militar y dijo. El viejo taxista arrancó el auto, miró por el espejo
retrovisor una imagen inusual.

—Parece que lo han recibido bien desde el campo de batalla. ¿Ha estado mucho
tiempo en el extranjero?

—No, lo compré porque tengo que dárselo a alguien.

—Entonces vuelves a la vida para proponerse. Eres más genial.

No había nada que corregir, así que Dante dijo que sí y se rió.

La cortesía de los ciudadanos del Imperio hacia el Ejército Imperial era lo


suficientemente buena que se consideraba un modelo para los otros países. Era gracias
a que hace tiempo que se debe a la atmósfera favorable a los soldados en el conjunto
de la sociedad. Por esa razón, las familias más altas debían producir al menos un
soldado por cada generación. La presencia o ausencia de militares estaba relacionada
con el estatus y el honor de la familia.

El taxista compartió unas cuantas palabras más de cariño con el soldado, que
respondió amablemente. El pasajero, que parecía ser un joven oficial, atrajo
naturalmente el favor y la atención mientras hablaba.

Se dijeron un par de temas más y el taxi entró en la autopista.

Al final de la conversación, Dante miró hacia la ventana. El cielo estaba despejado


para ser un día de invierno, y el tiempo no era tan frío como estaba preocupado. El
ramo de flores que llevaba en la mano crujía. Un sencillo de hombre brillaba en la
mano izquierda, que estaba colocada encima del ramo.

Hoy era la inauguración de Raphael Haynesworth.

[¿Tomaste el vuelo a Islas?]

[Se supone que debo darte una cálida bienvenida después de tu viaje de negocios.]
[Capitán, quiero verte.]

Cuando Dante abrió su teléfono, los mensajes se acumulaban desde que subió al avión.
Llegaba tarde porque estuvo dando vueltas por el aeropuerto hablando por teléfono
con Angela y comprar un ramo de flores. En cuanto apareció la señal de que Dante
había visto los mensajes, recibió una llamada.

♥Mi lindo bebé♥

Era un apodo que Raphael había colocado, tomó en secreto su teléfono y lo cambió.
Hace un momento, Angela había dicho que definitivamente estaba tratando con la
gente que asistió al evento, pero Dante se preguntó si tenía tiempo para llamar.

Dante pulsó el botón de llamada y se llevó el móvil a la oreja.

—Sí, Raffy.

[—¡Capitán! ¿Has llegado al aeropuerto?]

—Acabo de salir del aeropuerto. Estoy en un taxi.

[—Oh, puedo oír el coche de alguna manera.]

Dante comprobó la hora. Como era de esperar, debido a su horario, era difícil evitar
llegar tarde por muy rápido que fuera.

—¿Cómo estás? La ceremonia comenzará pronto.

[—Sí. Me reuní con la gente con las que voy a trabajar, y vine a arreglar
algunas cosas antes de la ceremonia]

—¿No estás nervioso?

[—No estoy nervioso en absoluto.]

La voz que respondió fue valiente. Parecía que Dante había enviado a su hermano
menor a un curso de oratoria.

—Es un alivio. Anímate. Estaré allí lo antes posible.

[—No te apresures y ven despacio, ten cuidado.]

—Tengo que ir a felicitarte. Estoy deseando ver lo apuesto que está mi pequeño
cachorro hoy. ¿Puedes enviarme una foto?

[—Oh, una foto. Sí, te la enviaré.]


—Gracias. Hasta luego, Raffy.

Terminó la llamada después de escuchar una respuesta animada. Entonces llegaron


dos fotos. En una, se había fotografiado torpemente, y en otra, estaba de pie, lejos,
como si le hubiera pedido a alguien que la tomara.

—Dijiste que no estabas nervioso.

En la segunda foto, sus hombros estaban más rígidos que de costumbre. La expresión
era un poco… demasiado sombrío.

«Debo darme prisa…» Dante pulsó rápidamente el botón de guardar. Siempre era
muy apuesto, pero hoy era excepcionalmente mejor. Brillaba aún más deslumbrante.

—¿Se ha puesto en contacto con la persona que va a recibir el ramo? Su


expresión es definitivamente diferente. Es bueno verlo.

Y Dante se sintió ligeramente humillado por la risa del sonriente taxista.

***

El recién elegido jefe de personal de la Fundación Haynesworth llamó a la puerta de


un despacho que utilizaba un joven Director.

—Disculpe, Director*… ¿Qué está haciendo?

N/T: Director: Es el rango después del Presidente de una compañía. En Corea las
grandes empresas están catalogadas como “Presidentes” que es el dueño directo, y
enseguida viene el “Director”, el sucesor (en este caso).

Raphael, el Director de la Fundación, estaba a punto de dar un paso atrás con su


teléfono móvil de temporizador para poder tomarse una fotografía. “Ah” Raphael
respondió con una brillante sonrisa.

—Mi prometido me pidió que le enviara una foto porque lamentaba llegar
tarde al evento.

La respuesta a la pregunta llegó sin ninguna dificulta, pero el entusiasmo que sonó un
poco más fuerte fue en la palabra “mi prometido”

Entonces Raphael giró la cabeza hacia la cámara justo en el momento en que el sonido
de clic llegó. Levantó ligeramente los labios, pero de alguna manera estaba sonriendo
como si estuviera ocultando su tristeza. En la cabeza de la secretaria, que sentía la
tristeza y desesperación de su jefe, le recordaba a la forma de un cachorro separado
de su dueño.
Raphael volvió a su escritorio y revisó la foto que acababa de tomar.

—Hmm…

Y le mostró la foto al jefe de personal.

—¿Cómo se ve?

—¿No ha salido un poco pequeño, Director? ¿Quiere que tome la foto desde
abajo para que parezca un poco más mayor?

—¿Qué? ¿Por qué?

«¿No quieres parecer fiable para tu amante?»

Pero Raphael sólo respondió con dureza.

—La foto tiene que salir pequeña, tengo que parecer lamentable y que de una
sensación de querer proteger.

«Ah… querer proteger…»

El jefe de personal, más pequeño en estatura que Raphael, asintió tímidamente.


Raphael acabó enviando la foto a su prometido.

El jefe de personal se puso delante de Raphael para arreglar su aspecto. Raphael había
colocado su cabello hacia atrás, eliminando todos los rastros de juventud en su rostro,
y se dio cuenta que su cara era mucho más delicada. Con ese aspecto, se veía mucho
más prominente. Y debajo del joven rostro, había un cuerpo firme y alargado que no
era para nada joven.

«¿Quién diablos es su prometido que piensa que es pequeño, lamentable, y quiere


proteger a este Director?» Anteriormente, había escuchado que era una pareja del
mismo sexo y tuvieron una relación militar Capitán-subalterno… Entonces, ¿es una
persona alta y musculosa que se mueve teniendo más de 190cm, sintiéndose
pequeño?

En la cabeza del jefe de personal, la figura de un soldado de las Fuerzas Especiales


como un dinosaurio, apareció, como en una película. En él aplicaba la frase: “No
juzgues a la gente por su aspecto exterior, y comprueba su personalidad amable.”

El móvil de Raphael sonó justo a en ese momento. En cuanto miró el contenido de la


pantalla, su expresión se iluminó rápidamente. Rápidamente tocó la pantalla para
responder y preguntó al jefe de personal.

—Oh, ¿qué te trae por aquí?


Ah. El jefe del personal también gimió brevemente y anunció que había algo que
entregar.

—En primer lugar, la familia Efron me dijo si podía reconsiderar…

—Recházalo. Con la misma respuesta formal que antes.

—Sí.

Probablemente Efron se está volviendo loco porque es educado en este momento, pero
ni siquiera Raphael le daría lugar para una oportunidad.

La Fundación Haynesworth no hizo ninguna filiación y mucho menos ninguna


interacción con la familia Efron. Fue la respuesta de Raphael al hecho de que el actual
sucesor de la familia Efron no dejó ir a Derrickson Efron por orgullo.

Raphael aún no ha perdonado nada. Si ha hecho daño a alguien con la brutalidad que
hay detrás de su familia, debería estar preparado para las consecuencias. Viendo que
es persistente de esa manera, parece que se siente bastante desesperado. Fue bueno
haber tomado en celular de Dante y bloquear todos los contactos relacionados con él
de antemano.

Dante se quedará con la organización del ejército en la que asciende y brilla. Al igual
que en otros lugares del Imperio, cuando más asciende, más difícil es superarlo con
esfuerzo y habilidades. Por ese motivo, el poder de Raphael se pegará secretamente
en la espalda de Dante y se convertirá en sus alas desconocidas.

—La otra cosa que quiero decirles es…

El jefe de personal señaló a dos personas que estaban detrás de él.

—Soy básicamente un secretario ejecutivo durante el evento, pero dependiendo


de la situación, puedo estar ausente, y en ese caso, Kim y Portman estarán a su
lado.

El jefe de personal presentó a las dos personas que le acompañaban. Kim era una
secretaria con una imagen inteligente, Portman era un secretario con un sentimiento
gentil. Raphael se acercó y sonrió.

—Encantado de conocerla. Y siento haberla hecho trabajar tanto desde que te


incorporaste a la empresa. Soy Raphael Haynesworth. Buena suerte hoy.

Extendiendo la mano hacia adelante, Raphael pensó que lo que acababa de decir se
parecía al tono de “alguien”. Lo más maravilloso de su vida, era cuando su Capitán
se dirigía a sus subordinados. Raphael imitó a su antiguo Capitán mientras trataba con
las personas que iba a dirigir.
—Soy Jade Kim.

La mano que le tendió fue ligeramente estrechada y soltada. En los movimientos de


Raphael no se veía para nada la inexperiencia de un principiante en la sociedad. De
su prometido había recibido un mensaje diciendo: [Oh, cariño, tu cara se ha vuelto
delgada desde la última vez que te vi. Debe haber sido difícil prepara la
ceremonia de inauguración. En cuanto lleguemos a casa, te amaré tanto como
como siempre.], pero Raphael tenía que estar relajado y mostrarse confiado delante
de los demás.

Raphael extendió la mano a la siguiente persona.

—Encantado de conocerlo, mi nombre es Gabriel Portman.

—Bueno…

Y estrechó la mano izquierda, que se quedó fija.

—Su nombre es Gabriel…

—Oh… sí. Tengo un nombre de un ángel, igual que el del Director.

—Jajajaja… Vaya coincidencia.

Ambas manos cayeron más rígidas que antes.

—Señor, tiene que ponerse en marcha,

—… Sí, entiendo.

Raphael salió primero por la puerta. Dio cinco o seis pasos y se dio la vuelta.

—Todos.

Mientras llamaba, su mirada se centró en Gabriel.

—Si durante el evento de hoy, ven a una persona y tienen algún síntoma tan
grave que no quieren estar aquí, por ejemplo que su corazón comience a latir
rápidamente, o que el cuerpo de esa persona parece brillar, entones se trata de
una enfermedad grave. Así que miren hacia otro lado y dejen el trabajo
inmediatamente.

—¿Qué…?

—¿Qué?
—Tengan cuidado. Recuerden que nunca deben mirarlo durante mucho
tiempo.

Tanto el jefe de personal como los dos secretarios parecían avergonzados, pero
Raphael era muy sincero.

«Otra vez. Aquí no. ¡Tú!»

—La Fundación Haynesworth pone la salud de los empleados en primer lugar,


¿lo entiende, Señor Portman?

—… Oh, sí. De acuerdo.

Raphael suspiró y volvió a girar hacia la puerta. Al ver su espalda, parecía caminar
despreocupadamente que nadie podía notarlo, pero sus labios sobresalían ligeramente
hacia adelante.

—Vaya…

Dante abrió la boca ante el imponente edificio junto a la plaza. Las paredes de cristal
del edificio de siete pisos reflejaba brillantemente el cielo azul

Una corta alfombra roja se extendía delante del edificio como si anunciara que había
un evento, y a ambos lados había trabajadores y guardaespaldas. Dante sacó de un
tosco maletín un lujoso sobre de cuero que no coincidía con él. Era una invitación en
blanco para un evento que se celebraría hoy.

Tras comprobar la invitación, una persona le señalo amablemente el interior. Dante


tomó el ascensor hasta el séptimo piso, donde se encontraba el salón de banquetes. Ya
había comenzado la ceremonia, y fue guiado hasta la puerta situada en la parte trasera.

En el interior de la sala de banquetes, las luces estaban tenuemente apagadas, dejando


solo las del podio delantero. El actual invitado, con un maletín en una mano y un gran
ramo en la otra, se apoyó en la pared trasera de la sala de banquetes para no estorbar.

En la parte delantera de la sala de banquetes había un podio y, debajo de él, se


colocaron mesas redondas para los invitados regulares. Aunque estaba escrito en letras
grandes: [Ceremonia de fundación e inauguración de la Fundación
Haynesworth] el ambiente era animado, a pesar del nombre solemne del evento.

No fue difícil encontrar a Raphael entre la multitud. Estaba sentado en la mesa de


enfrente, pero dondequiera que estuviera, era imposible que Dante no se fijara en él
de inmediato. Raphael, que parecía más maduro que en la foto, tenía un anillo similar
al de Dante en su mano izquierda.

—Sunbae.
Le tocaron el hombro a Dante. Angela se puso a su lado.

—Es un poco tarde, pero llegó a tiempo.

—Oh, Angie. ¿Eh? ¿Qué? Es un traje.

—¿Por qué?

—Pensé que te pondrías el uniforme. Me gustaba porque pensé que tendría a


un compañero. Es un poco embarazoso que solamente yo esté usándolo.

—Sunbae, todos saben que va a venir el Comandante en Jefe, ¿acaso habrá


algún tonto que se burle de ti por llevar uniforme sabiendo que viene? Además,
aunque asistan personas de alto rango, no tienes que darles un saludo oficial, es
una celebración fuera del Ejército, ¿Qué harás? ¿Saludarlos todo el día?

—Ah…

—Eres una excepción, sunbae… porque eres el yerno del General.

Angela se burló y se rió.

—Ser un yerno no tiene rango. Sigo siendo el más joven de la división.

—La palabra «Mayor y más joven» no van muy bien juntas. Todos los
miembros del equipo dijeron eso.

—Diles que he estado ocultando todos los encantos y estoy siendo lindo.

Dijo Dante burlándose de sus palabras.

—No lo creo, tratándose de ti…

Mientras mantenían una breve conversación, el tiempo de descanso pasó. Se escuchó


del moderador que habría un discurso de felicitación de la Presidenta, y una persona
de la misma mesa que Raphael se levantó y subió al escenario. Angela y Dante
también aplaudieron mientras seguían al público.

—Soy Celine Haynesworth, Presidenta de la Fundación Haynesworth…

Aunque no pusiera ninguna presión en sus palabras, el contenido quedó grabado en


los oídos de todas las personas presentes. Dante vio a la mujer, tenía el pelo rubio del
mismo color que Raphael, e incluso tenía los ojos verde claro. No sabía si era
hereditario. Por lo que Dante supuso que era la tía de la que había hablado Raphael.

El móvil de Dante vibró brevemente durante el discurso.


[Dante, ¿en dónde vienes?]

Era un mensaje de Raphael. Dante levantó la cabeza y miró a la mesa de enfrente.

Raphael estaba golpeando el teclado.

[Ya casi termina. Si no has llegado, vete a casa y descansa. Yo llegaré pronto.]

Dante sonrió. El mensaje pretendía estar tranquilo, pero había una expresión hosca en
su cara de perfil, mientras tecleaba el mensaje en su teléfono

—Ah, que tierno.

—…

Angela obviamente no sacó la pregunta de «¿quién?» que sólo la perjudicaría.

—Sunbae, ¿de verdad te parece tierno?

—Para mí, es un amante que tiene 7 años menos que yo, así que es mucho más
tierno. No me mires así. Tú también fuiste así cuando estabas de aprendiz.

—Como miembro más joven del equipo, es cierto que es puro para su edad.

Cuando el objetivo de Raphael fue dirigido hacia Dante, su pureza se volvió ciega.

—Entonces, sunbae también eres bueno como su instructor…

—Oye, no lo digas de esa manera, solo fue en el entrenamiento. Es un poco


incómodo.

Dante se rió ridículamente.

Angela se enteró por la red de información de la familia Harris, que Raphael había
rechazado públicamente negociaciones con la familia Efron. A este ritmo, tarde o
temprano Derrickson se arrodillaría ante Dante. Era algo que Angela ansiaba ver.

Por supuesto, todo el asunto era refrescante en el fondo. Angela es también una
persona que sufrió muchas cosas desagradables durante la estancia de Efron. Además,
desde la posición de apoyar a Raphael a su manera, había un sentido de lealtad al
ocultar este hecho de Dante.

Se escucharon los aplausos al frente. Después de su discurso inaugural, la Presidenta


bajó a saludar a los invitados una vez más. Y la siguiente persona que fue llamada se
puso de pie. La sonrisa de Dante, que no le quitaba los ojos de encima incluso antes
de que saliera su nombre, se hizo cada vez más profunda.
Raphael subió al podio y se puso bajo la luz. Un saludo emitido en voz baja salió
claramente por el altavoz.

La conversación que mantenía en voz baja con Angela, desapareció y Dante se centró
en la figura de Raphael. Angela, que llevaba muchos años junto a Dante, nunca lo
había visto con esa expresión. Dabía una emoción ciega, como la de Raphael, que se
reflejaba en sus ojos suavemente aliviados.

—… Buen trabajo.

De pie frente al podio, Raphael continuó su discurso inaugural con una voz potente.
De hecho, Dante lo sabía. Habían practicado varias veces mientras estaban en casa, y
se reían mientras pensaban en cómo debería quedar el discurso de manera genial.

Ahora Raphael se veía mucho más apuesto de lo que esperaba.

Se mantenía firme frente a la gente. Dante apretó los labios. Era encantados escuchar
la voz que continuaba sin cometer errores en las oraciones que había memorizado
innumerables veces. Dante expresó sus sentimientos en un largo aplaudo.

Como Raphael, el Director más joven, fue el último en bajar, una luz se encendió
dentro del recinto. El presentador anunció que era la conclusión de todo. Dante abrió
su teléfono móvil.

[El evento ha terminado T_T… Es una pena. Dante, ¿dónde estás? ]

Cuando Raphael, que rara vez expresa su decepción, dijera esto, significaba que
realmente quería mostrar la apariencia de ahora. Angela miró la pantalla y preguntó:

—¿No me dijiste que estabas aquí?

—Sí. Últimamente nos divertimos sorprendiéndonos.

«No debería haber preguntado. Me golpearon de nuevo.» Sonriendo a Ángela con


esa expresión en la cara, Dante agarró el maletín que estaba apoyado contra la pared.

—Voy a ir a ver a Raphael. Nos vemos luego. Ven a visitarme alguna vez.

—De acuerdo. Ve rápido. Es el protagonista del día, no dejes que llore.

Dante y Angela agitaron sus manos y se separaron.

Y mientras Dante se alejaba, alguien se acercó al lado de Angela como si hubiera


estando esperado.

—Capitana.
—¿También estás aquí?

—Estaba desde el principio.

La nueva subalterna de Angela este año, Shannon, le sonrió.

—¿Por qué no me saludaste antes? ¿Para evitar a Dante?

—… Él está más allá de las nubes para mí.

Por muy suave y amigable que sea su personalidad, sería bastante pesado para la nueva
subalterna enfrentarse a un Mayor del Comando Central.

«Él no es esa clase de persona.»

También era una gran diferencia en el número de personas que lo evitaban.

—Bien. Ahora que el Mayor se ha ido, diviértete.

Angela le dio la espalda y entró en el recinto. Después de eso, su subalterna la siguió.

—¿Por qué me sigues?

—¿Por qué va sola? Tiene que cuidar de mí.

—No estás aquí como mi subalterna, estás aquí para representar a tu familia.

—Así es. La Capitana en estos momentos no es mi superior, y yo tampoco soy


su subalterna.

—¿Qué estás diciendo en estos momentos…?

—Vamos juntas, Capitana.

Al principio, Angela no lo sabía porque tenía una expresión fría y educada, pero
Shannon era una subalterna más feroz que Raphael. Dante una vez le
comentó: “Angie, tú eras peor en los viejos tiempos.”

Al final, Angela se fue con su subalterna siguiéndola.

«¿Cuándo haré que crezca más?»

Los sentimientos de Dante por Raphael hace un año, debían ser los mismos como los
de ella ahora.

***
Numerosas miradas se dirigieron al orador. Las miradas continuaban incluso después
de bajar del podio. La mayoría lo miraba como si lo evaluara y juzgara. Era un tipo
de jungla diferente a la de los militares. Sin embargo, la determinación de Raphael era
muy diferente a cuando pisó por primera vez la Academia Militar. No pretendía solo
hacerlo, debía lograrlo.

Raphael pasó sus dedos por las letras: “es una pena” del mensaje que envió a Dante,
como si pudiera borrarlas con ellos. Sin embargo, las palabras del mensaje ya enviado
no podían ser borradas. Además, Dante ya lo había leído.

La figura madura que pretendió tener era lo que más quería mostrarle a Dante. Sin
embargo, parecía una queja contra una persona que llegaba tarde por un repentino
viaje de negocios que no fue intencional. Sabiendo que lo lamentaría… No debió
haber enviado ese mensaje.

«Tengo que terminar rápidamente aquí e ir a casa. Entonces, le daré la bienvenida a


Dante.»

Dante solía sonreír suavemente como si se derritiera al entrar a la casa iluminada,


cuando llegaba desde el frío exterior. Si Raphael lo abrazaba con fuerza, podía
escuchar una risa agradable. Y en respuesta a sus quejas de querer verlo, se permitía
más expresiones faciales que se costumbre. En todo momento, Raphael se dio cuenta
de que se había convertido en el ser más importante para Dante. Y Raphael pertenecía
a Dante más allá de lo que muchos pueden imaginar.

Aunque Raphael se vaya ahora, será demasiado tarde para que él le dé primero la
bienvenida, sin embargo, podría compensarlo de muchas maneras cuando Dante
llegue a casa. Raphael, que pensaba algo así, giró la cabeza para buscar a las últimas
personas para despedirse.

Entonces, se enfrentó a alguien.

Los brazos de Raphael cayeron. Sorprendido, abrió los ojos de par en par e inhaló,
luego lentamente sus labios subieron.

—… Capitán.

Dante agitó ligeramente el ramo en lugar de responder a la llamada.

Tal y como le había advertido a Gabriel hace un rato, había una persona maravillosa
frente a él como si no hubiera otra en el mundo. Su corazón latía rápidamente y había
una luz a su alrededor.

Dante lo miró y le sonrió como el primer día que lo conoció. En los ojos de Raphael,
contenían nada más que a una sola persona.
Raphael, como siempre, fue acortando la distancia con Dante. Y esta vez, Dante
también se acercó tan rápido como él. Una persona desconocida que no quería tener a
su mando, un lindo aprendiz, un subalterno con el que compartía una relación más
profunda, y finalmente, los días pasados de Raphael fueron enterrados en sus pasos al
acercarse a Dante.

—¿Cuándo has llegado?

—Hmmm…. ¿Cerca de media hora?

—No me dijiste que estabas aquí.

Dante puso un ramo de flores delante de Raphael, que sacudía la nariz.

—Impresionante discurso inaugural, Director Haynesworth.

Raphael aceptó las flores con ambas manos. Era la flor que se convirtió en un símbolo
de su amor.

—¿Lo hice tan bien como lo practiqué?

—No.

Dante sonrió a Raphael, que levantó los ojos sorprendido.

—Fue lo más hermoso que he visto nunca. Lo hiciste mucho mejor que cuando
practicabas.

Las orejas de Raphael se pusieron rojas. No pudo resistirse, extendió los brazos y
abrazó a Dante.

—Por qué eres tan romántico…

—Tú me hiciste así.

Dante abrazó a Raphael y le dio una palmadita en la espalda con familiaridad

Debido al detalle de Dante, todo el mundo probablemente pensará en el soldado que


tuvo un emotivo encuentro. Gracias a esto, Raphael pudo abrazar a su romántico
capitán delante de la gente.

Las flores, que significan cortejo apasionado, se ocultaron en su abrazo. Unos pocos
pétalos cayeron del ramo. Cuando Dante entró y Raphael avanzó, los aplausos y las
buenas palabras fueron rociados sobre ellos.
Se contuvo, pero Raphael acabó dejando escapar un pequeño grito. Dante se rió
suavemente y le acarició la parte superior de la cabeza, bien peinada.

Raphael se aferró con más fuerza a los brazos de Dante. Dante también abrazó a
Raphael con una fuerza lo suficientemente agradable como para no sentirse nervioso.
El abrazo de Raphael era firme para sonreír y llorar juntos.

Tras un cortejo apasionado, Raphael hizo una promesa eterna.

Romantic Captain Darling, FIN.

N/T: ¡Nos leemos en los extras! T_T ¡YO NECESITO LA BODA!


Extra 1
Merry Angel Christmas
En el distrito noreste, alejado del Centro del Sistema, se forma un complejo de
viviendas. Las instalaciones son casi similares a las del distrito sur, pero los precios
de las viviendas eran un 80% más barato.

La razón era el cercano Cuartel General del Sistema Militar. Las instalaciones
militares incluían, inevitablemente, campos de entrenamiento, y a menudo había
ruidos como el de los helicópteros volando en caso de emergencia o disparos. Aunque
las instalaciones estaban construidas en la ladera de la montaña, varios sonidos no
podían ser completamente bloqueados.

Sin embargo, este lugar se trataba de una buena opción para las parejas jóvenes de
recién casados que buscaban una casa relativamente barata, necesitaban un hogar al
cual llegar después de volver del trabajo y algunas personas que volvían a casa al
finalizar su servicio militar. Hace unos años, gracias a estas personas, se ha formado
una elegante ciudad residencial.

A medida que se acercaba la Navidad, el vecindario empezó a decorarse con colores


rojo y verde; pequeñas bombillas que rodeaban la valla se iluminaban cuando se
ponía el sol, y se colgaban decoraciones en los árboles del patio de cada casa.

A diferencia de otros residentes, dos personas eligieron este vecindario “porque el


Comando de Guerra Especial está más cerca” y no “porque los precios de la vivienda
son bajos”. De hecho, uno de ellos reaccionó de mala manera ante el principio de la
Navidad. Pero la otra persona compró decoraciones a manos llenas y dijo:

—En realidad, nunca he tenido una navidad en casa…— y añadió: —


Muéstrame las habilidades de una persona que creció en la iglesia durante 16
años.

Así que, el fin de semana, unos días antes de Navidad, se colocó una escalera en un
gran árbol junto a la ventana. El hombre que subió en ella puso una gran estrella en la
cima. Luego descendió por el tronco del árbol con sus firmes brazos y colgó varias
decoraciones. Al llegar el invierno, los árboles desnudos se volvieron tan brillantes
como los días de primavera en los que florecían las flores.

Por último, un muñeco de un reno y una corona de Navidad se colgaron en la puerta.


También hubo una opinión excesiva que quería que hubiera un trineo real de madera
frente a la casa, pero la idea fue descartada cuando una persona lo golpeó en la frente
con la punta de su dedo.
Cuando el niño de al lado vio el árbol colorido, asomó su cabeza por encima del muro
y gritó “también en mi casa”. Entonces, el hombre llevó la escalera y puso una estrella
en la copa del árbol de al lado. También le dio al niño un encantador juego de tazas
hecho en el Centro Memorial del Ejército como regalo de Navidad. El diseño era un
poco tosco porque estaba hecho por las propias personas del ejército, pero él, mantuvo
su inocencia, diciendo que era un artículo usado por los geniales soldados. Y dio la
vuelta.

—Capitán, te gustan mucho los niños.

—¿Qué pasa?, ¿también quieres una taza del ejército? Dice: “Soy el poder del
imperio, el soldado del pueblo».

—…

E Aunque quería demasiado a su amante por hacer varias cosas, mantuvo la boca
cerrada como si las palabras no le gustaran.

Los dos viven en el vecindario desde hace un par de meses. El hombre de pelo castaño,
que suele llevar uniforme militar y el hombre de pelo rubio que está a su lado, se
convirtieron en unos vecinos bastante conocidos. Los dos entraron en la casa para la
Navidad, hablando del horario de las vacaciones que pasarían juntos.

***

Raphael estaba al borde del sueño, entonces se dio cuenta del día que era y abrió los
ojos. ¡Hoy era la Navidad que llevaba esperando desde principios de diciembre!

Era la primera vez que se despertaba tan emocionado después de la primera Navidad
en la que se enteró de la existencia de Santa Claus cuando era niño. Ese día, a los 5
años, fue también el día en que se enteró por su familia que Papá Noel era un ser
ficticio, mientras lloraba porque no había regalos junto a su cama…

Pero esta vez, aunque no crea en Papá Noel, fue la primera Navidad que pasaba con
un amante más soñador que Papá Noel. Estaba demasiado emocionado mientras
imaginaba el día de hoy.

Los dos prometieron dedicar todo su tiempo a su amante el día de hoy. Dante incluso
trabajó horas extras de fin de año, y Raphael también preparó deliciosa comida para
Dante el día anterior, además de comprar en secreto un regalo. Dante, que decía: “No
eres un niño, ¿y todavía te gusta tanto la Navidad?”, también parecía un poco
emocionado la noche anterior.

Por supuesto, Raphael, que estaba varias veces más emocionado que Dante, tuvo un
plan detallado para el día en minutos. Primero, cuando Dante abriera los ojos, le diría
amablemente “¡Feliz Navidad!”. Después de mostrarle la sonrisa que le gusta,
compartirían un beso matutino… Se sentarían frente a frente y comerían… Después,
verían una película melodramática que ambientaría la atmósfera de forma positiva…
Y finalmente, Dante tocaría su cuerpo y lo besaría…

Raphael, que había imaginado hasta este punto, se cubrió la cara con ambas manos y
encogió un poco los dedos de los pies. La Navidad a los 24 años ya era la Navidad
perfecta.

—¿Te has despertado?

Escuchó la voz de su amado a su lado. Su voz adormecida ya era demasiado sexy.


Raphael comenzó su plan matutino ya establecido.

—Sí, Capitán. Feliz…

—Raphael…

Dante llamó a Raphael. Raphael abrió mucho los ojos. No era de extrañar… ¿Era
porque es Navidad? Su amante luce mucho más sexy… Los ojos y los labios estaban
un poco más rojos que de costumbre.

—Uhm.

Dante gimió por lo bajo y estiró su cuello dejando expuesta su piel. La garganta de
Raphael tragó. Definitivamente, estaba seguro que tenía un plan un poco… lascivo,
pero tenía que esperar hasta la noche. Un soldado erótico, no dejaba que su pareja
llevara a cabo la operación sin problemas. Raphael se esforzó por mantener la calma
y cambió un poco sus planes.

—¿Dormiste bien?

Raphael rodeó con sus brazos las mejillas de Dante. La temperatura corporal de
Raphael suele ser alta, por lo que se sentía fresco o tibio en cualquier lugar cuando
tocaba a Dante, pero hoy se sentía un poco caliente. Y Dante, que normalmente habría
sonreído, hoy miraba a Raphael sin comprender. Era un poco extraño, pero los labios
rojos de Dante eran tan sensuales que resultaban confusos.

Raphael recuperó la compostura y se acercó a Dante con una sonrisa, que era la
debilidad número 003 de Dante. Cuando sonreía así, eran contados con los dedos de
sus manos el número de veces que Dante se negó a besarlo. La operación matutina
que había establecido se ejecutaba de nuevo.

A una distancia tan cercana de Dante, era agradable ver su propia imagen
reflejada vívidamente en sus ojos oscuros. Los cuerpos de Raphael y Dante se
acercaban cada vez más dentro de la manta. Los labios de Raphael tocaron
algo cálido.

Sin embargo, lo que tocó no fue la suavidad y la humedad que esperaba, sino
más bien era áspero y lo suficientemente grande como para cubrir toda la zona
bajo su nariz. Dante, que cubrió la boca de Raphael con su mano, sonrió
débilmente.

—Raffy, lo siento.

Fue entonces cuando Raphael se dio cuenta de que su voz era un poco diferente a la
que tenía cuando se acababa de despertar.

—Yo… creo que está aquí.

***

Dante Bailey está básicamente en buena forma, y tras años de entrenamiento también
su cuerpo es fuerte. Además, era respetado como Capitán que una vez comandó un
equipo de las Fuerzas Especiales. Su mentalidad tranquila en cualquier situación fue
el apoyo para varios miembros del equipo. En el campo de operaciones, nunca mostró
debilidad ante sus compañeros ni un solo momento.

Pero no hay nadie en el mundo que tenga todos esos elementos perfectos. No eran
visibles en el exterior, pero las enfermedades se acumulaban poco a poco y el estrés
por la situación estaba destinado a permanecer en su cuerpo. Y en el caso de Dante,
todos estos factores acumulados solían estallar a la vez. Como ahora.

En el pasado, la enfermedad solía llegar después de un largo entrenamiento o de un


envío de tropas, pero esta vez, parece que el repentino cambio en el entorno de trabajo
y el repentino accidente en la iglesia parecían haber sido la causa del estrés.

De los labios de Dante, acostado directamente en la cama, se filtró un aliento caliente.


Los ojos, justo debajo de la toalla mojada, miraron a la persona sentada junto a la
cama.

—¿Qué debo hacer? Apuesto a que estabas deseando que llegara la Navidad.

—¿Acaso es eso importante ahora? El problema es que estás enfermo. La fiebre


no te baja mucho. El hospital ni siquiera abrirá hoy.

Fue una suerte que compraran varios medicamentos para el hogar cuando se mudaron.
Raphael, que tocó la mejilla de Dante con el dorso de la mano, tenía una expresión
triste. Colocó una toalla húmeda sobre la frente.
Una sonrisa se dibujó en las comisuras de su boca, que había estado exhalando una
respiración dolorosa.

—No importa lo mucho que lo piense, tengo un amante tan bueno.

Giró ligeramente la cabeza y el pelo mojado crujió.

—Gracias. Por estar conmigo la primavera pasada, cuando estuve


hospitalizado, y esta vez.

—…

—Ahora que lo pienso, eres un amante bastante atento.

El cuidado de enfermos en este nivel de experiencia no era realmente nada. Sin


embargo, Dante se mostraba agradecido y apenado, como si hubiera recibido una
atención minuciosa cada vez. Al verlo, a Raphael le dolió el corazón porque parecía
decirle cuánto tiempo había estado enfermo y solo.

—Duerme un poco más.

—… Sí.

Dante, que cerró los ojos, volvió a abrirlos rápidamente.

—Mejorará en tres o cuatro horas, así que vayamos a ver una película y
cortemos un pastel.

—No te preocupes por eso, sólo piensa en descansar bien ahora. Hoy no te
dejaré salir de la cama.

—¿Por qué? Yo también quiero pasar la Navidad contigo.

Dante sacó la mano de la manta y acarició el brazo de Raphael. El corazón de Raphael


se agitó por un momento. Dante, que estaba enfermo y adormitado, había
desaparecido gran parte de su rigidez habitual. Una vez que tuvieron una relación,
Dante había bajado su muro más de lo que nunca había hecho, y ahora que estaba
enfermo, no dudó en apoyarse en Raphael. Era insoportablemente encantador.

Aun así, Raphael pensó que ya era hora de que se convirtiera en un adulto por el
tiempo que llevaban juntos. Se decidió con firmeza.

—No. No voy a jugar con un Capitán enfermo.

—Tan mezquino…
Dante cerró los ojos y sonrió. Raphael puso la mano de Dante debajo de la manta y lo
cubrió meticulosamente hasta los hombros.

—Raffy.

—Sí,

—Por si acaso, pero no quiero comer carne envejecida en seco. No compres


estofado.

—… De acuerdo.

Y al mismo tiempo, una breve sonrisa salió de la boca de los dos.

—Duerme un poco. Aquí estaré.

Raphael cubrió los ojos de Dante. La manta se agitó por un momento, como si quisiera
retirar su mano, pero Dante volvió a bajar el brazo. Sus pestañas rozaron bajo la palma
de la mano. El pecho de Dante subía y bajaba lentamente.

Dante, que cerró los ojos, se quedó dormido antes de darse cuenta.

Antes lo sentía cuando estaba enfermo, pero el tiempo de sueño de Dante aumentaba
extremadamente cuando estaba enfermo. Como si se tratara de detener las funciones
de su cuerpo primero y centrarse en la recuperación. También se pensaba que la
presión de no poder enfermar durante mucho tiempo azotaba su cuerpo. De hecho,
después de dormir así durante el día, Dante mejoraba como si hubiera sido una
mentira.

A lo largo de su vida, Dante no ha tenido ninguna desgracia o carencia. En ausencia


de sus padres biológicos, conoció a una madre amorosa y creció maravillosamente
bajo su tutela.

Sin embargo, nunca había recibido ningún afecto solo para él. Al principio, se sentía
agobiado por todo lo que le ofrecía Raphael, porque tenía poca experiencia en recibir
algo.

Desde que era muy pequeño, Dante se irguió como un gran muro frente a sus
hermanos menores. La mayor parte en la memoria de Raphael, Dante era un hombre
sólido. Incluso ahora que eran amantes, Dante apoyaba a Raphael con más amabilidad
y fuerza que nadie.

Por eso.
Cada vez que una persona que no era propensa a derrumbarse se debilitaba una vez,
su caída era mucho más dura. Más aún porque no puede quejarse de que está enfermo
como es debido.

Raphael miró a Dante completamente dormido durante mucho tiempo y luego salió
en silencio. La puerta del dormitorio quedó abierta. Era porque estaba claro que Dante
no haría un ruido fuerte aunque su estado se deteriorara rápidamente.

Raphael vio las dos maletas junto a la puerta de entrada. Desde finales de otoño, el
viaje se había retrasado por varios motivos, y solo han permanecido en ese lugar.

Incluso pensó en ir de viaje en Navidad, pero optó por quedarse en casa, ya que tomó
en cuenta que habría mucha gente en esta fecha, por todas partes.

Entonces, ¿por qué no podrían ir a una playa privada sin gente o a la isla que es de su
propiedad? Sin embargo, Raphael no lo mencionó porque también le gustaba pasar el
tiempo en casa con su amante. Dante lo había regañado con anterioridad por gastar
demasiado dinero como el heredero Haynesworth, y también se preocupaba de que
fuera un desempleado… Raphael no sabía cuánto se sorprendería su amante cuando
escuchara que su padre había dicho que pondría el nombre de Dante en la lista de los
principales herederos de la familia en cuanto se casaran.

Raphael entró en el estudio. Las cosas que había planeado con Dante para hoy
parecían haberse cancelado, así que iba a trabajar un rato mientras él dormía. La
creación de la Fundación Haynesworth se acerca a su fin.

Era una fundación para ampliar las oportunidades de los adolescentes con talento.

A veces pensaba en cómo sería si Dante hubiera tenido la oportunidad de elegir una
carrera deportiva cuando era joven. Él mismo decía que ser un soldado se ajustaba a
sus aptitudes, y también decía que era un resultado natural siempre que tuviera una
buena personalidad y una buena capacidad física. Por sus habilidades, habría brillado
en cualquier lugar, no solo en el ejército.

Así como era una de los soldados con mejores habilidades de las Fuerzas Especiales,
también hubiera batido varias veces el récord mundial de tiro, y hubiera triunfado
incluso en juegos de pelota como el fútbol o el béisbol, porque su cuerpo tenía una
buena condición física. Dante hubiera sido un as en cualquier grupo.

Pero si lo hubiera hecho, Raphael y Dante nunca se hubieran conocido como Capitán
y subalterno. Por eso Dante se conformaba solo con su imaginación de convertirse en
una estrella del deporte.

Raphael se sentó frente al escritorio y abrió el portátil. El documento que había visto
el día anterior apareció en la pantalla.
La mayor parte del contenido de la pantalla estaba hecho pensando en Dante,
investigando y consultando. Mientras tenía las letras negras en los ojos, un breve
pensamiento vino a la cabeza de Raphael. Qué hubiera pasado si Dante lo hubiera
conocido cuando Raphael era mucho más joven que ahora.

***

Raphael, que llevaba mucho tiempo modificando los documentos, relajó sus hombros
tensos y comprobó la hora en la pantalla. Ya habían pasado unas tres horas. Cerró la
pantalla de su portátil. Pensando que Dante debe haberse despertado… Levantó la
cabeza, pero el entorno era extraño.

El escritorio en el que dejó su ordenador portátil creció terriblemente de lado a lado.


A ambos lados de él, había personas que parecían estudiantes, ocupando asientos uno
por uno. El largo escritorio no era el único en el que estaba sentado. Escritorios del
mismo tamaño estaban dispuestos en fila adelante y detrás de él, y del mismo modo,
los estudiantes se sentaban en ellos, leían libros o teclean en sus ordenadores
portátiles.

—… ¿Qué?

El espacio también era lo suficientemente amplio como para no compararlo con el


estudio. El techo era mucho más alto que el estudio que él conocía, y el área a su
alrededor era mucho más grande que toda la casa junta. Además, había docenas de
grandes estanterías junto a los escritorios.

«Esto… Por favor.»

Era como una biblioteca. Para ser exactos, parecía una universidad…

—Oye, Haynesworth.

En ese momento, la persona que estaba a su lado lo golpeó en el brazo. Era el


compañero de Raphael en la Academia Militar.

—¿Has terminado la tarea?

—¿Tarea?

—¿… Qué te parece solo salir un poco…?

El compañero de clase sacudió suavemente la cabeza y señaló el exterior, diciendo


que tomaran aire fresco y regresaran.

La ropa que llevaba su compañero era un uniforme de cadete. Y la propia ropa de


Raphael, que salió de la nada… también era la misma.
«… eh, ¿eh?» Los ojos de Raphael estaban muy abiertos.

***

—Ugh, voy a vomitar… ¿Cuándo voy a llenar eso?

—… No tienes que llenarlo todo. Apenas se refleja en el examen de graduación.


Solo nos intimidan para hacer que trabajemos duro.

De pie en el pasillo de la Academia Militar, que aún permanecía nítido en su memoria,


Raphael contestó inexpresivamente.

—¿De verdad? ¿Cómo sabes esa información…? ¡No importa, es suficiente


saberlo! Eh, gracias.

La persona a su lado, emocionada, cerró la mano con fuerza, aplastando la lata que
sostenía. Un líquido de la bebida empapó sus muñecas.

“¡Argh!” Gritó y fue al baño diciendo que se limpiaría un poco. Incluso de haberse
quitado parte del uniforme, sus pasos eran ligeros.

… Aunque en el futuro se convierta en jefe de pelotón, es tan tímido que Raphael


estaba seguro que a esa persona le causarían muchos problemas.

Raphael no sabía cómo había sucedido esto. Estaba en su último año de la Academia
Militar.

Incluso en la Academia Militar, su primer, segundo y tercer año fueron relativamente


difíciles debido a su apellido Haynesworth, y su cuarto año fue cómodo y tranquilo.
Pero no era una época en la que quería volver.

De todos modos, lo que veía alrededor era el panorama de la escuela. Incluso era
primavera y faltaba medio año para su graduación.

—¿Qué clase de sueño es este…?

Si era una sorpresa de Navidad, prefería que le mostraran sus días de aprendizaje con
Dante. El tiempo sin Dante no tiene sentido ahora. Raphael se pellizcó la mejilla para
despertar de su sueño, pero fue en vano.

En ese momento, alguien se acercó desde detrás de Raphael, que obstruía el camino a
la máquina expendedora. Raphael se hizo a un lado.

—Ah…

El estudiante con un traje de cadete algo holgado se volvió hacia él.


—Gracias, sunbae.

—…

Y Raphael dejó caer la lata que estaba sobre su boca. La lata rodó por el suelo con
parte del contenido dentro.

Pelo castaño más corto de lo que conocía, ojos marrones redondos y brillantes, piel
brillante y suave de las mejillas, y en la parte superior de estas un rubor se extendía.

Raphael miró la etiqueta con su nombre. “D. Bailey”. La placa de identificación


confirma un hecho increíble.

***

‘—¿Eres un estudiante de primer año?’

‘—Sí… así es.’

‘—¡Increíble! ¡Guau! ¡Realmente increíble!’

Raphael volvió a golpear su cabeza contra la almohada, recordándose a sí mismo hace


unas horas.

—Raphael Haynesworth, sinceramente debes morir…

¿En qué otro lugar del mundo existe un superior tan estúpido como él? Fue agradable
ver a un joven Dante, que había retrocedido un paso atrás con una sonrisa incómoda.
Sin saber que Dante estaba asustado, Raphael caminó alrededor de él observándolo,
hasta que su motivo de lavarse las manos salió a luz. Aún así, se detuvo porque su
compañero lo regañó por acosar a un estudiante de primer año.

—Soy una basura…

—¿No presentaste tu tarea?

—No. Quizás saque A+…

—¿Puedo golpear a este bastardo?

Era natural que sacara esa nota porque ya sabía las respuestas qué quería el profesor
y los resultados de la calificación. Tres compañeros de habitación, excluyéndolo a él,
lanzaron almohadas al decaído Raphael. Raphael estaba tumbado en la cama como
una galleta de jengibre volcada, sin reaccionar.
Cuanto más pensaba en ello, más vergonzoso e injusto era la situación. Era una
oportunidad para causar una gran primera impresión al Dante de 20 años, ¡incluso en
un sueño!

«Hola, joven estudiante. ¿Tienes sed? Te invito una bebida. Elige la que quieras.
Puedes llamarme Raffy.»

Era incluso mayor que él. Definitivamente fue un hecho increíble.

Sin embargo, Raphael no pudo evitar que Dante, que sonreía incómodo, agachara la
cabeza y saliera corriendo. Todo era perfecto, incluso el encuentro frente a la máquina
expendedora…

«Espera, ¿máquina expendedora?»

—¡Hup!

—Este bastardo… Eso me asustó.

Raphael se puso de pie de un salto, y uno de sus amigos se asustó por el movimiento.
Hasta ese momento, todos los amigos que le quedaban a Raphael lo habían
considerado como un amigo sin importarles el apellido Haynesworth.

Raphael miró a sus compañeros y les preguntó con cara seria.

—Supongo que han ido a comprar algo, ¿no es así?

—Oh, claro… ¿No has comido? ¿Tienes hambre?

—No es eso, un estudiante de primer año vino frente a la máquina


expendedora… De todos modos, se acercó porque quería comprar algo,
¿verdad?

—Así es. Si eres un estudiante de primer año, es el momento en que tienes un


entrenamiento bastante duro y el tiempo de descanso es poco. Seguramente
debe haberse acercado para comprar algo de beber durante su descanso.

—…

En ese precioso momento, Dante se encontró a Raphael, entró en pánico por conocerlo
y tuvo que volver sin beber nada.

Raphael también sabía lo difícil que era en entrenamiento de la fuerza física que se
recibía en el primer año. Es una época en la que se desconoce el entrenamiento militar
porque las personas vienen de fuera, entonces, una vez que se llega a la Academia, se
cambia la fuerza básica empezando desde abajo.
«Salió en busca de algo para beber y yo me metí en su camino…»

La cara de Raphael se puso más pálida. Confundido, Raphael no tardó en saltar de la


cama y salir corriendo del dormitorio, mientras escuchaba a sus amigos decir: «¿Qué
le pasa a ese loco hoy?».

Los malentendidos no se acumulan durante mucho tiempo. Cuando se puede volver


atrás, lo correcto es cambiarlo y aclararlo. Sus pasos eran apresurados.

Unos 20 minutos más tarde, Raphael estaba de pie frente a la residencia de estudiantes
de primer año. Solo después de ordenar sus pensamientos que pasaban por su mente,
pudo decidirse con una frase: «¡Tengo que hacerlo!», y por ese motivo había llegado
tarde a su destino. El hábito de mirar a su alrededor mejoró mucho con Dante, pero
ahora que estaba en la Academia Militar, había vuelto.

—Haynesworth sunbae.

Escuchó una voz que lo llamaba a sus espaldas.

La voz del joven Dante era un poco más alta de lo que conocía. Sin embargo, su tono
distintivo era muy, muy familiar.

Raphael sonrió al ver que el estudiante de primer año se acercaba. Era el joven Dante.
Tal vez esto era un sueño hecho por un deseo frustrado en el día de Navidad.

Pero incluso si Dante, que acaba de convertirse en un adulto, era una fantasía.

—Yo… escuché que me llamaste, sunbae.

No había manera de que no fuera precioso.

—Dante, no, Bailey. Esto…

—Siento lo de antes. No quise molestarte.

—Bebe esto… ¿qué?

Las palabras de las dos personas, que salieron al mismo tiempo, eran completamente
diferentes. Frente a la frente de Dante, que estaba con la cabeza inclinada, una bolsa
llena de bebidas se agitó.

Dante sólo levantó la cabeza a medias con una expresión de desconcierto. Dos pares
de ojos brillantes se miraron fijamente.

—¿Qué…?
—¿Qué…?

Raphael se dio cuenta de que Dante había malinterpretado las cosas. Aquel era un
malentendido que inevitablemente pensaría un estudiante de primer año que fue
llamado por uno de cuarto. Raphael rápidamente corrigió los hechos.

—Oye, toma esto.

Lanzó una gran bolsa a los brazos de Dante.

Raphael, que acababa de asaltar la cafetería, puso primero las bebidas que había visto
en la nevera de Dante cuando vivía en la residencia oficial, y añadió bebidas calientes
porque tomar solo bebidas frías podría causar malestar estomacal. Después colocó
bocadillos que creía que estarían bien con las bebidas. La bolsa llena de corazones
rebosantes se hinchó como si estuviera a punto de explotar.

—Gracias… Pero creo que esto es demasiado.

—Está bien. Cómetelo todo.

—…

—Puedes compartirlo con tus compañeros o puedes esconderlo y comerlo solo.

Dante miró la bolsa sin comprender y miró a Raphael. El nivel de sus ojos era más
bajo que el Dante que él conocía

El mismo Raphael creció con el ejercicio y las comidas regulares en la Academia


Militar, y también debió pasar lo mismo con Dante. Tal vez medía, 1.78… ¿Sería
demasiado? Dante parecía más pequeño porque era un estudiante de primer año, sin
tener ninguna firmeza en su cuerpo.

—¿Estás aquí para darme esto?

—Sí, sí. No pudiste beber algo por mi culpa antes.

—Oh, por eso, no tienes que preocuparte por ello…

—¿Cómo puedo no preocuparme por la comida de mi junior?

Oh, ahora sus palabras sonaron un poco como las de Dante. A pesar de eso, Raphael
se acercó tranquilamente a la cabeza del joven Dante.

La mano tocó la cabeza castaña. Tenía el pelo corto, así que se sentía un poco áspero.
Acarició el pelo lo suficiente como para que apenas sobresaliera de entre sus dedos.
«Vaya». Raphael parecía sentir una emoción por todo el cuerpo que partía desde la
palma de la mano.

—Disfruta de la comida, ten un buen entrenamiento mañana.

—…

—¡Yo, me iré ahora!

—¡Sunbae!

Dante llamó a Raphael. Apresuradamente buscó algo dentro de la bolsa y sacó una
lata.

—Toma esto mientras te vas. Es un largo camino hasta los dormitorios de


cuarto año.

—Oh…

—Gracias por la comida.

Dante, de 20 años, le mostró su primera sonrisa. Las mejillas abultadas sobresalieron,


dándose cuenta que aquella sonrisa no había cambiado. Había un poco de timidez en
la cara de Dante. Inclinó levemente su cabeza y entró al edificio.

Raphael se quedó un momento en blanco y vio algo en su mano. Coca-Cola, la marca


más conocida. También fue la primera bebida, a diferencia de Dante, que Raphael le
compró.

La boca de Raphael se levantó sola formando una sonrisa. No sabía el motivo de su


emoción, pero toda su cara no dejaba de temblar. A pesar de que el viento frío a
principios de primavera le rozaba las mejillas, su cara sólo se calentaba más. Corrió
menos de 100 metros, pero su corazón latía como si fuera a explotar.

Raphael esperaba que cuando se despierte de este sueño, esta Coca-Cola lo acompañe.
Esta vez, estaba seguro de mantenerla lejos de Dante, para que no la atrape. Dicha lata
era una fortaleza para Raphael. No bebió ni un sorbo de ella, pero sus brazos y piernas
no podían mantenerse quietas, así que comenzó a correr en medio de la noche.

—¡Dante es muy lindo! ¡Tan lindo! ¡Ah, la Navidad es lo mejor!

Gritó Raphael. Fue un alivio que no hubiera nadie alrededor.

***

La primavera había terminado. Fue la primavera más brillante de la vida de Raphael.


Cuando pensaba en Dante mientras comía y mientras caminaba por la Academia,
sonreía. Esa boca levantada no pensaba bajar en todo el día.

Dante, de 31 años, era el más sexy del mundo, y Dante, de 20 años, era tan lindo y
adorable que ninguna palabra en el mundo podría describirlo.

Cuando vio al pequeño Dante, quería abrazarlo y agarrar sus mejillas, además quería
actuar como una persona mayor tranquila y maravillosa a sus ojos. Pero hasta ahora,
la codicia de ser un sunbae genial seguía siendo más dominante.

Sin embargo, no pensaba perder la oportunidad de ver los días de escuela de Dante.
¿Cuándo tendría la oportunidad de pretender ser genial delante de su amante? Este
sueño era una oportunidad antes de que despertara.

Por lo tanto, él todavía merodeaba cerca del campo de entrenamiento de los grados
inferiores.

Esto no era acoso. Acosar es esconderse y proseguir a una persona de manera


continua. Sin embargo, Raphael no lo miraba a escondidas, sino que lo seguía con las
intenciones de comprar bocadillos y bebidas cuando sus ojos se encontraban. Mientras
tanto, solo quedaban grabadas varias imágenes de Dante en sus ojos.

Y Dante, como si fuera guiado por el destino, encontró a Raphael detrás del pilar.

—Haynesworth sunbae.

Dante, que acababa de terminar el entrenamiento, lo llamó y se acercó a él. Estaba sin
aliento y con las mejillas más rojas que ayer. Cuando el joven Dante lo llamó
“sunbae”, su estómago volvió a tener cosquillas. Raphael sonrió ampliamente y se
acercó a él con calma.

—Sí, Bailey. ¿Qué pasa?

Dante dudó y dijo.

—Yo… me preguntaba si habías venido a verme…

—Ah, así es. ¿Cómo lo supiste?

—Es imposible no saberlo… ¿Tienes algo que decir?

De hecho, el objetivo principal era conocerlo en su vida escolar más que ser ignorado.
Pero había muchas cosas que quería saber de él. Entre ellas:

—Bailey, mañana es fin de semana, ¿qué vas a hacer?


—Mañana probablemente descansaré en el dormitorio.

A Raphael le brillaron los ojos.

—La comida del dormitorio es un poco insípida, ¿no? ¿Qué te parece si te


invito a comer mañana?

—¿Qué? ¿Quieres decir… a mí?

—En ese entonces no te dejé que pudieras beber tu bebida. Así que te compraré
algo delicioso.

—¿No me has comprado ya otros aperitivos y bebidas?

—¡Desearía poder comprarte más!

«Si quieres, puedo comprarte la empresa entera de bebidas, no, mejor puedes
conseguir tu propia herencia por adelantado y comprarte lo que tú quieras. Puedes
decirme lo que sea, yo te lo daré.» Cuando Raphael estaba perdido en sus
pensamientos, alguien se acercó a Dante por detrás.

—Hola, Haynesworth.

En cuanto comprobó la identidad de la persona que se acercaba, los ojos de Raphael


se volvieron más agudos…

«Oh, Dante es de primer año, así que él es de segundo año.»

Era Derrickson Efron el que se acercó a Raphael. Puso su mano en el hombro de


Dante. Los hombros de Dante estaban notablemente rígidos.

—Estoy en segundo año, mi nombre es Derrickson Efron. ¿Este chico te ha


molestado? Es un estudiante de primer año, así que no ha aprendido mucho. Le
enseñaré bien.

—…

—Pero el fin de semana… he oído que vas a tener una comida y que vas a ir
con alguien que no está al mismo nivel que tú, eso es un poco… Solo me
preocupa que este chico pueda cometer algunos errores.

Eran palabras demasiado claras. Derrickson pretendió preocuparse por Dante, lo


menospreció y se puso delante de él frente a Raphael. Su comportamiento seguía
siendo el mismo, incluso cuando eran estudiantes.
El joven Dante todavía no podía ocultar sus expresiones con habilidad. La
incomodidad y un poco de vergüenza se revelaron en su rostro. Pero no podía hacer
nada con respecto a Derrickson ya que él era un año más grande que él y tenía que
respetarlo. Las cejas de Raphael se juntaron.

—… ¿Quién eres?

Incluso en la voz fría, había emociones por parte de Dante.

Derrickson se avergonzó y dijo:

—Oh, ¿no te he dicho mi nombre? Soy de la familia Efron….

Sin embargo, antes de que pudiera continuar, Raphael dijo:

—No quiero recordar el nombre de una persona tan desagradable que


irrumpió durante una conversación. No sabía que ibas a ser grosero con un
estudiante de primer año frente a mí.

Dante miró a Raphael y parpadeó. Su tono de voz era completamente diferente a


cuando trataba con él.

—Creo que entiendes a lo que me refiero. ¿Tienes algo más que decir?

—Oh, no.

Solo entonces, su mano cayó del hombro de Dante. Derrickson se despidió


rápidamente de Raphael y se fue por donde había llegado. Sin embargo, en cuanto se
alejó de ellos, se dio la vuelta y miró fijamente a Dante con dureza.

«¡Ese bastardo le dio al lindo Dante otra mirada así…!» Raphael apretó el puño y lo
bajó consciente de que Dante estaba delante de él.

Tal vez, la razón por la que se presentó como un alumno de cuarto año frente a Dante,
que era un alumno de primer año, fue para evitar esta situación.

Raphael habló en voz alta como si quisiera que escucharan a todos a propósito.

—¡Querido Dante! Dices que tienes tiempo mañana ¿verdad? ¡Entonces


cuidaré de ti! Te compraré algo delicioso. ¡Eres la primera persona especial a la
que quiero comprarle comida! ¡Te veré en la puerta principal a la una!

Al menos, mientras sea su sunbae, Dante nunca será intimidado.


Raphael miró a Dante, y él, desconcertado dijo: «Oh, está bien…». Cada vez que
Raphael veía esos ojos desconcertados, su estómago hacía cosquillas; y cada vez que
sentía eso, su conciencia punzaba. Raphael acarició la cabeza de Dante.

Dante levantó la mirada y miró la mano de Raphael que estaba en la parte superior de
su cabeza. Los labios rosa claro estaban muy abiertos. ¡Es como un pequeño cachorro
de pelaje oscuro y ojos profundos…! Podía entender por qué Dante seguía llamándolo
pequeño cachorro.

Al mismo tiempo que en los ojos de Raphael quedó grabada esa imagen, su conciencia
que había sido apuñalada dolía como si hubiera sido golpeada con una piedra.

—Dante, hasta mañana. Esfuérzate con el entrenamiento. Disfruta de la cena y


duerme bien. Da estiramientos aunque estés cansado.

—¿Qué? Oh, adiós, sunbae.

Raphael se alejó con las mejillas rojas y con algo que, en contra de su consciencia,
intentaba levantarse. Como resultado, llamó a Dante por su nombre sin darse cuenta
y no sabía que Dante estaba un poco sorprendido.

***

Al día siguiente, Raphael salió 30 minutos antes de la cita y se encontró con Dante,
que salió 15 minutos antes. Se trasladaron juntos a la pizzería más deliciosa de los
alrededores de la escuela.

La razón por la que eligió el menú fue simple. Fue porque el primer restaurante al que
Dante llevó a Raphael era también una pizzería. A diferencia de cualquier persona
despreocupada, Raphael era lo suficientemente delicado como para darle sentido a
todas estas cosas.

—Gracias por la comida.

—Sí. Puedes pedir más comida si quieres.

Raphael puso bastante ensalada y pizza delante de Dante.

Dante levantó la pizza, abrió los labios y mordió la punta. El queso se estiró cuando
el labio superior presionó con fuerza. A continuación, cortó el queso con sus dientes
delanteros ligeramente expuestos.

Las cejas de Dante se levantaron mientras masticaba su comida.

«Parece delicioso…»
Era una mirada que nunca había visto en el Dante adulto. Raphael no había comido
nada hoy, pero estaba felizmente lleno, como si hubiera comido cinco pizzas.

Mientras Raphael, que solo miraba a Dante con una sonrisa que se derretía como el
queso de la pizza, Dante dejó lo que estaba comiendo. Luego, al igual que Raphael,
puso ensalada y un trozo de pizza en un plato y se lo dio.

Raphael hizo muchas promesas de no actuar de manera apresurada. Pero sus músculos
faciales seguían temblando. En su cabeza, seguía pensando si después de haber
comido, debería llevarlo a casa o robarlo por un rato más.

—Tú también deberías comer, sunbae.

—Oh, sí… Gracias.

Dante lo miró con entusiasmo, y Raphael acabó llevándose la pizza a la boca. Estaba
seguro que la pizza hecha por el chef imperial, no sería tan deliciosa como esta pizza
de ahora.

Mientras comía, Raphael se enfrentó a un problema. No sabía de qué hablar. Raphael


se conformaba con mirarlo en silencio, pero Dante mostraba una rara apariencia de
incomodidad.

—¿Está bueno?

—Sí, está delicioso. Gracias, sunbae.

—Sí… Come cómodamente.

La conversación se cortó así.

¿Qué tipo de conversación debería tener un estudiante de cuarto año con un estudiante
de primer año que comen juntos por primera vez? En particular, Dante parecía
tranquilo por fuera, pero era mucho más cuidadoso porque tenía muchos pensamientos
internos. Si comienza una conversación en temas familiares o respecto a la familia,
entonces Raphael se metería en problemas. Así que tenía que pensar en un tema fácil
y preguntas fáciles de responder.

Raphael se dio cuenta de la destreza y madurez de Dante, que dirigía la conversación


sin problemas cada vez que estaba frente a él, y en ese entonces, Raphael se
encontraba nervioso. También se acordó de sus palabras: «¿Capitán, también
compraste pizza para otras personas además de mí?», pero inmediatamente se deshizo
de los pensamientos de su pasado.

Después de rebuscar en su cabeza, fue capaz de encontrar la pregunta correcta a partir


de lo que Dante había dicho.
—Dante, ¿qué tal el entrenamiento?

—Está bien.

Dante, que estaba nervioso en una comida con un alumno de cuarto año, dio una
respuesta inmediata. Raphael insistió un poco más en la pregunta.

—Es la primera vez que trabajas tanto, ¿te ha resultado difícil?

—No, no es la primera vez… En realidad, soy del Cuerpo Escolar Juvenil. Los
entrenamientos son un poco difíciles para otros estudiantes, pero yo estoy muy
bien.

«Ah, claro. Entonces estarás más relajado que otros estudiantes de primer año. No es
necesariamente bueno.»

—Será mejor que ocultes que eres del Cuerpo Escolar Juvenil, a no ser que
pidan un ejemplo abiertamente desde el principio de curso. Puede ser un
problema si lo muestras antes.

Además, recibiría la atención negativa de los aristócratas. Muchos conocían la


Primera Academia Militar situada en Islas y lo prestigiosa que era, por ese motivo,
muchos nobles de altas familias asistían. No era gran cosa, pero quería que Dante
tuviera una vida escolar cómoda.

—Ah… Tendré cuidado. No quise ser pretencioso.

—Oh, no me importa si quieres decírmelo. Por supuesto guardaré el secreto.


¡Puedes estar orgulloso! ¡Puedes presumir frente a mí! No, ¡hazlo mucho! De
hecho, la verdad es que me parece genial.

Raphael detuvo sus cumplidos solo después de soltar demasiadas oraciones. Miró a
Dante que podría estar sorprendido. Pero… Dante le miraba y sonreía. Raphael, al
percatarse de esto, Dante bajó la cabeza y se cubrió la cara.

—Hmm, lo siento por eso.

Pronto, la expresión de Dante cambió de nuevo, aun así todavía quedaba una pequeña
sonrisa. La expresión de Raphael, que se dio cuenta, se suavizó como la de Dante hace
un momento.

—¿Tienes alguna dificultad en la Academia?

—Creo que es difícil donde sea, pero hasta ahora es divertido.

—Dime si tienes problemas. Te ayudaré en lo que sea.


Dante miró fijamente a Raphael. Los dos se enfrentaron por primera vez cara a cara.
Raphael sintió que podía escuchar la risa que asomaba de los ojos marrones.

—Bueno, Haynesworth sunbae.

—Sí.

—¿Por qué eres tan amable conmigo?

Raphael apoyó el codo en la mesa y colocó la barbilla en la palma de su mano.

—Es que creo que nos hemos encontrado en algún sitio.

—No, no lo creo. Yo soy del campo. Un lugar en el que nunca has estado.

—¿Eh? ¿Por qué crees que nunca he estado en el campo?

—Sí, bueno…

Raphael esperó un poco nervioso las siguientes palabras de Dante. ¿Podría ser que
fuera visto como una persona aristocrática como Derrickson?

Las puntas de las orejas de Dante se tiñeron ligeramente rojas al mirar la cara de
Raphael. Murmuró sus palabras.

—Pareces un príncipe que vive en un gran castillo.

Y Raphael fue golpeado en el corazón por la expresión, las palabras y la acción. El


inesperado ataque fue mucho más desconcertante. Raphael sabía que su cara estaba
roja incluso sin mirarse al espejo.

—… ¿Yo, yo?

—Sí. Eso es lo que pensé cuando te vi por primera vez.

—¡…!

Ni siquiera sabía cómo había terminado su comida. Las nubes y los pétalos flotaban
en su cabeza como el arco de un arcoíris, y antes de darse cuenta, ya había llegado a
la habitación del dormitorio. Acostado en la cama, Raphael golpeaba la cama con los
puños.

—Dante Bailey, cómo puedes dispararme de esa manera, siento que moriré por
lo lindo que eres.

‘—Raphael es como un príncipe’


Si lo dice de esa manera, no hay persona que no se derrita por sus palabras. Raphael
que estaba desconcertado al escucharlo, no lo notó porque se sentía feliz.

Raphael luchó durante mucho tiempo y consiguió calmarse. Luego calmó su


excitación y escribió un mensaje. A pesar de que su corazón latía y le faltaba el aire,
merecía un elogio por haber conseguido con éxito su número.

[Dante, ¿qué harás mañana?]

[Ah, sunbae. ¿Cómo has estado? Quedaré con mi novia mañana.]

El estado de ánimo de Raphael, que había volado fuera de la troposfera, cayó


rápidamente en picado en el campo de entrenamiento subterráneo de la Academia
Militar.

****

Raphael pasó los siguientes días como una patata arrojada a la hoguera por error. En
otras palabras, significó que fue carbonizado.

«Quiero correr hacia Dante ahora mismo.»

«¡Tomarás toda mi virginidad y mi amor puro, cuando sea siete años más joven que
tú en el futuro!»

Raphael quería gritarlo, pero tuvo que soportarlo con lágrimas. Mientras tanto, el
interior se retorcía con fuerza y ardía más que un respiradero bloqueado.

Raphael, que estaba sentado en la biblioteca, dejó los documentos que había pasado
en repetidas ocasiones, y apoyó la cabeza en el escritorio. Por supuesto, no había
ningún Dante que podía ser asignado como su Capitán. No había ningún soldado con
el nombre de Dante Bailey. Solo era un estudiante de primer año de la Academia
Militar.

En otras palabras, después de graduarse, no podría ver a un Dante adulto, y tendría


que pasar sus seis meses de aprendizaje bajo las instrucciones de un desconocido
Capitán… El futuro no podía ser más sombrío. Si no podía ver a Dante, era mejor que
se despertara de su sueño, incluso si debía de golpearse la cabeza contra la pared.

Sin embargo, en contra de su corazón, no tuvo el valor de enfrentarse de nuevo a un


joven Dante.

Sabía que Dante era muy popular, como le habían dicho Leone y Angela. Era de
esperarse con solo observarlo un poco.
Dante era amable con todos, pero su apariencia interna era lo suficientemente
maravillosa y amable que hacía que otras personas trataran de cruzar ese muro que él
había construido. Tal vez no era el único que sintió el encanto que hizo que Raphael
corriera hacia él.

De todos modos, al final eligió a Raphael Haynesworth. ¡Al final, el ganador fue él
mismo, el hombre más maravilloso del Imperio!

“Once años a partir de ahora Dante…”

El pasado antes de que se convirtieran en amantes era inevitable, y estos celos eran
irrazonables. Pero se sentía triste como si estuviera siendo testigo de la aventura de su
amante.

Por eso, Raphael acechó el espacio de los estudiantes de primer año durante unos
días… No, los paseos a largas distancias se detuvieron y solo compraba y bebía latas
de bebida de otras marcas que no fuera la Coca-Cola. Su decisión de mostrar
determinación en la imagen de un genial estudiante de último año y otras acciones
fueron patéticas. Sin embargo, si se encontraba a Dante ahora, pensó que mostraría su
tristeza en cuanto lo viera.

Sin embargo, conviven en un espacio llamado Academia Militar y no era difícil no


encontrarse con él.

—Haynesworth sunbae. Hola.

—Ah… Dante, hola.

Sin que Dante se diera cuenta, su pelo había crecido un poco. Y debido a su continuo
entrenamiento, su piel estaba ligeramente bronceada. Y su estatura seguía siendo la
misma. Raphael se acercó a la figura de Dante que conocía, al ver a Raphael, no se
puso nervioso como antes, sino que incluso Dante le dedicó una leve sonrisa.

El corazón de Raphael no obedecía a su dueño. Siempre reaccionaba a las acciones de


Dante antes que a la voluntad de Raphael. De nuevo, en cuanto vio la sonrisa natural
del joven Dante, su corazón comenzó a latir con fuerza. Ese latido dolía un poco hoy.

—Ha pasado mucho tiempo. No nos hemos visto mucho desde que fuimos a
comer.

—Sí. He estado algo ocupado.

—Oh… ¿lo has estado?

«¿Cómo has estado? ¿Has estado en contacto con tu novia mientras no estabas en
contacto conmigo? ¿Qué hiciste con tu novia ese día…?» Raphael se esforzó por
cerrar sus labios fruncidos. Apretó la mano que quería acariciar la cabeza de Dante y
bloqueó el impulso.

—Bueno… Te veré después.

—… Sí, sunbae.

Raphael salió de la vista de Dante de esta manera. A cada paso que daba, sus
remordimientos eran más persistentes.

«¿No podemos salir a partir de ahora? ¡Tengo que ir con su novia, le daré una gruesa
bolsa de dinero y le pediré que termine con mi futuro amante…!» Incluso en sus
sueños, seguía fantaseando inútilmente, sabiendo que no haría nada que pudiera
molestar a Dante.

Raphael, que avanzaba a paso rápido, se detuvo de repente.

—¿Qué estoy haciendo…?

Había decidido crear una fundación pensando en un joven Dante como es ahora, pero
tan solo consiguió evitar a Dante por culpa de sus celos. Aunque no saliera con Dante
adolescente, debía de ayudarlo.

Raphael se volvió por donde había venido. Dante ya estaba fuera de su vista, pero se
apresuró en la dirección en la que se fue.

Los pies de Raphael, que trataron de girar por el callejón, se detuvieron cuando
escuchó un sonido.

—Mira esto, ha fingido ser cercano a ti, pero al final te ha echado. Tienes que
entrar en razón, una vez que se diera cuenta de tu origen te botaría, ¿acaso no
te lo dije?

—… Eso no es verdad. Haynesworth sunbae no es esa clase de persona.

La voz de Dante estaba claramente apagada. Y el dueño de la voz que lo


ridiculizaba era clara.

—¿Haynesworth? ¿Crees que mereces tener el privilegio de que salga de tu


boca un apellido como el de Haynesworth?

—…

¿Por qué había pasado por alto el hecho de que el día anterior no era el final?
Desde el momento en que conoció a Raphael, el Dante adulto se había vuelto
indiferente hacia Derrickson. En ese momento, los rangos que tenían eran los mismos
y Dante continuaba ignorándolo hasta cierto punto. Sin embargo, durante la Academia
Militar, cuando ambos llevaban un año de diferencia, la jerarquía era diferente hasta
la graduación.

Raphael se dirigió hacia donde se escuchaba la voz. Dante estaba rodeado por cuatro
estudiantes de segundo año.

Una persona que escuchó sus pasos y giró la cabeza primero se dio cuenta de la
presencia de Raphael. Le dio un codazo a la persona que estaba a su lado, y el resto
miró a Raphael. Los ojos de Dante estaban sorprendidos.

—¿Qué estás haciendo?

Raphael atravesó el círculo que formaban los estudiantes de segundo año y agarró a
Dante. Lo escondió detrás de su espalda mientras miraba con fiereza a los otros cuatro.

—… Hola, Haynesworth sunbae, estoy aquí para disciplinar a este chico…

—¿Crees que he venido hasta aquí sin escuchar nada? ¿Por qué sale mi
nombre mientras lo estás intimidando?

—Oh, eso…

Una mirada se dirigió al lado derecho del hombro de Raphael, y éste extendió su brazo
detrás de su espalda, cubriendo a Dante, que intentaba salir de su espalda. Los otros
cuatro se confundieron cuando Raphael se puso de su lado.

—Sunbae, se lo digo porque creo que hay un error.

Entre ellos, apareció Derrickson con cara de enfado.

—No sé lo que ha dicho este bastardo, pero no merece estar aquí. La Primera
Academia Militar es el lugar donde asiste gente como nosotros desde hace
mucho tiempo.

Frunció el ceño y chasqueó la lengua como si estuviera explicando algo desagradable.

—Quedaría bien en la Cuarta o Quinta Academia Militar pero… El hecho de


que esté estudiando en una instalación de este tamaño y que además no sea del
mismo nivel, ¿no es injusto escuchar a los compañeros que esta persona no
pague la matrícula y nosotros, que tenemos un nivel más alto lo hagamos?

—¡Te dije que tengo una beca para estudiantes con excelentes calificaciones!
Se oyó una voz afligida a sus espaldas. El rostro del joven de 20 años se distorsionó.
Como adulto, Dante sería capaz de responder con burla, pero parecía que tuvo que
haber sido humillado innumerables veces antes de tener ese margen de maniobra.

—Dante.

Raphael agarró las manos de Dante y las levantó. Le hizo que presionara sus dos orejas
con las palmas. Las grandes manos de Raphael cubrieron las dos manos.

—Quédate quieto. Está bien.

Durante el periodo de aprendizaje, cuando surgían situaciones peligrosas en el campo,


cuando Raphael se lesionaba o incluso cuando hubo el malentendido con su familia,
Dante dijo esas palabras y se adelantaba a actuar. Quería que Dante sintiera aunque
fuera la mitad del alivió que sintió en ese entonces.

Raphael giró la cabeza hacia atrás. Era bueno que fuera mayor que él. Hay más cosas
que pueden proteger a Dante, incluyendo el grado escolar, la altura y la familia.

Para no volver a tocar a Dante, tenía que amenazarlos con lo que más les honraba y
más temían. Pero también era una palabra que podía volver a herir a Dante.

Raphael se dio media vuelta, tapando fuertemente los oídos de Dante.

—Si seguimos tu lógica, no debes de decir nada si un estudiante de último año


no quiere relacionarse contigo, ¿no es cierto? No quiero que haya gente como
ustedes que hagan cosas tan vulgares como esta.

—Haynesworth sunbae…

—Sin embargo, no importa eso.

—…. No.

Derrickson tenía una cara de disgusto, pero la respuesta era dócil. Su actitud,
claramente diferente a cuando estaba con Dante, lo hizo enfadas aún más.

—Estás presionando a un joven estudiante de primer año por una razón


ridícula, y te estás llenando innecesariamente de un sentido de héroe o de
superioridad.

Raphael volvió a presionar las manos de Dante para que no se moviera. La sonrisa
que mostró cuando sus ojos se encontraron desapareció tan pronto como se dirigió de
nuevo a Derrickson.

—Si veo que vuelves a tocar a Dante, me vengaré por el resto de tu vida militar.
Como ellos provienen de familias aristocráticas, no serían tan estúpidos como para
pensar que se trate de una simple amenaza.

—No creas que se acaba cuando me gradúe. Así como Dante es un estudiante
que está justo debajo de ti, tú también eres un estudiante que está por debajo
de mí. Si quieres ver por ti mismo hasta donde puedo llegar con el nombre de
Haynesworth, qué te parece tan grande, sigue adelante.

Raphael miró fijamente a Derrickson y dijo claramente.

—Piérdete. No vuelvas a aparecer delante de Dante.

Entonces agarró la muñeca de Dante y se fue del lugar. En ese momento, recordó a
otro Dante, al que le era familiar la sonrisa afilada. La tristeza y el enfado hicieron
que su barbilla se pusiera en tensión. Por otro lado, la satisfacción de protegerlo y la
sensación de ocultar su pequeño cuerpo detrás de su espalda se retorcía en la palma
de su mano.

Cuando llegaron a un lugar con poca gente, los pasos de Dante, que se habían dirigido
detrás de él, se detuvieron primero. Raphael soltó la mano que había agarrado y se dio
la vuelta.

—Oh, lo siento. Me sorprendió mucho.

—No… No pasa nada. Gracias por tu ayuda.

Dante le habló con voz tranquila. Raphael tenía el recuerdo de haber visto su cabeza
inclinada de esta manera una vez. Era de un Dante, que era un poco más maduro que
él.

—No sé por qué quiero llorar. Como un estúpido.

—…

Dante parece haber sido el mismo desde entonces. Raphael puso su mano en la cabeza
de Dante. Su pelo se alborotó. Lo acarició lo sufriente, cubrió sus mejillas para
levantar su cabeza.

—Haynesworth sunbae.

Habló con los labios que mantenía apretados.

—Bueno, quedé en segundo lugar. No tuve el primer puesto por mi altura que
es un poco baja… Pero, de verdad, tengo una beca.
—Sí. Es impresionante. Cada año, entra mucha gente con talento. Ni siquiera
estoy entre los 10 primeros en mis notas de admisión.

—…

—Tienes talento y te has esforzado mucho.

Dante se cubrió la cara con el dorso de la mano porque era joven. Las yemas de sus
dedos de su otra mano se clavaron en su muslo, tratando de detener sus agitadas
emociones. Realmente no sabía cómo llorar.

Raphael dio un paso delante de él. Tomó su mano y la jaló hacia él. Dante llegó a sus
brazos.

—No hay nadie aquí.

La cara de Dante, debido a su baja estatura, tocó su pecho, no sus hombros.

—Te cubriré, así que haz lo que quieras. Lo mantendré en secreto.

La palma de la mano que tocó el cuerpo de Raphael intentó apartarlo al principio. Pero
poco a poco se inclinó hacia dentro de su abrazo y agarró la tela de su camisa.

Dante siempre estaba de pie frente a los demás. Como si no pudiera llorar porque no
había dónde ocultar su rostro, comenzó a sacudir los hombros.

—Ugh, huh, ugh…

Un sollozo salió de los brazos de Raphael. El llanto de Dante rompió el corazón de


Raphael. La mano de Raphael acarició suavemente su espalda, al igual que Dante lo
hacía.

Dante, que dejó en silencio su pena, dijo:

—… Es tan, tan, difícil…

Supuso que sufrió tanto por no poder decir esto. Raphael no soltó a Dante y siguió
abrazándolo.

***

Dos horas más tarde, dos personas con los ojos hinchados estaban sentadas una al lado
de la otra, sentadas en el banco.

—¿Por qué has llorado?

—… Suelo llorar mucho.


Después de ver a Dante derramar lágrimas durante unos 10 minutos, Raphael
finalmente rompió a llorar. El llanto no cesó y en algún momento, Dante consoló a
Raphael. “Sunbae, por favor no llores… Te vas a deshidratar… Mejor vayamos a dar
un paseo…” Solo después de recibir sus preocupaciones, Raphael pudo calmarse.

Las lágrimas de Dante se detuvieron ante Raphael. De las dos horas, Dante lloró unos
20 minutos, y el resto lo hizo…

—Haynesworth sunbae…

—Sí.

—Hacía mucho tiempo que no lloraba, pero también hacía mucho tiempo que
no tenía a alguien que me abrazara… Gracias.

«Me alegro de haber sido un consuelo pero…» Raphael sonrió y murmuró:

—¿Por qué hace tanto tiempo que no te abrazan? Tienes novia.

Se arrepintió por un momento de haberlo dicho. Pero quería preguntarle por qué esa
persona no podía abrazarlo ni siquiera cuando salía con él. Y pensó que, sin importar
la respuesta, la afrontaría con decisión.

—Oh, bueno. Terminamos.

Su último pensamiento fue cancelado. No podía sentirme mal por esta noticia, y
tampoco podía entenderlo.

Dante dijo con una sonrisa avergonzada.

—En realidad, me dejaron el día que te envié un mensaje para encontrarme


con mi novia.

—¿Por qué? No… ¿Cómo?

—Supongo que no era lo que esperaba antes de empezar a salir. Dijo que
estaba harta porque era muy indiferente.

—… Ya veo. No tiene buen ojo para la gente. En realidad, eres muy dulce una
vez que te conocen.

—¿Qué?

Dante miró a Raphael con una sonrisa absurda. Raphael no parecía dudar en lo que
decía.
—Eres muy dulce…

La mirada de Dante se posó en las pestañas doradas que se habían oscurecido por la
humedad, y en los ojos verde claro que había debajo de ellas. Luego bajó a la nariz y
a los labios.

Cuando Raphael llora, sus labios se hinchan un poco. Por eso, Dante se burlaba a
menudo de él por tener los ojos y la boca de una carpa cruciana*. Después de eso,
cubría sus labios cálidamente.

N/T: No puedo ponerlo como imagen, pero por favor, busquen el pez, es muy gracioso
xD.

Incluso el joven Dante parecía estar mirando sus labios… Raphael sacó la lengua y se
lamió ligeramente el labio inferior. La mirada de Dante volvió a los ojos de Raphael.
Y luego, volvió a mirar su rostro con la mirada perdida.

Raphael, que se dio cuenta del cambio de Dante, pensó: «Oh, ¿por casualidad?».
Utilizó la debilidad de Dante número 003. El borde del ojo se dobló en una curva
pronunciada.

Casi inmediatamente, las mejillas de Dante se pusieron rojas al mirar a Raphael.

Oh.

Raphael, que pasó por una relación amorosa con Dante, se dio cuenta de algo. Que
Dante es débil cuando se trata de su rostro o cuando actúa de manera linda. Así que la
debilidad número 001 es el gemido que hace cuando baja los hombros, y la número
002 es cuando dice su nombre con una mirada débil.

—Dante…

Y así.

Dante inhaló por la nariz lo suficientemente fuerte como para escuchar el sonido del
viento, y exhaló con un doble sonido. También tenía los ojos muy abiertos.

—Creo que he llorado demasiado… Estoy mareado. ¿Puedo recostarme sobre


tus muslos?

—¿Qué?

La reacción de Dante de 20 años fue tan ingenua. Raphael cerró los ojos y se tocó la
frente con las manos. Si fuera el Dante adulto, ya se habría reído y dicho que dejara
de hacer tonterías. Pero el joven Dante…
—Sí… Bueno, entonces acuéstate.

Dante enderezó su postura y tensó un poco sus muslos. Raphael apoyó su cabeza en
ellos sin dudarlo.

De repente, pudo ver una tenue luna en el oscuro cielo. En primavera, las sombras de
los árboles enriquecidos con hojas nuevas cubrían las esquinas del cielo. Y cuando
giró un poco la cabeza, pudo ver a Dante. Mirándolo desde abajo, las mejillas de Dante
eran más bonitas.

—Sunbae, ¿estás cómodo?

—¿Eh? Sí. ¿Un poco? ¿Cómo lo supiste?

—Cuando acariciaba el estómago de Happy, se retorcía un poc… No, solo que


sonreíste y por eso pregunté.

—… ¿Quién es Happy?

—Bueno, es un tipo genial.

«No mientas diciendo que es humano…» Aun así, era bueno que la distancia fuera
tan estrecha. Raphael extendió la mano y frotó una marca de lágrimas blancas en la
barbilla de Dante.

—A partir de ahora, crece sin ninguna dificultad, ¿de acuerdo?

—No eres un abuelo.

—Puedes pensar en mí como Papá Noel, así que apóyate en mí durante el resto
del medio año. Nunca te enfermes solo.

Raphael también puso su propia promesa en esas palabras. No sabía cuánto


duraría este sueño, pero no se iba a contener en nada y dedicaría cada
momento a Dante. Solo así, podrá abrazarlo con orgullo cuando despierte y se
encuentre con su verdadero Dante.

Desde ese día y hasta la graduación, el objetivo de Raphael fue preparar todo para que
Dante tuviera una vida escolar tranquila antes de la graduación. Habló con un
estudiante un año menor que él para que no amenazaran a Dante en su ausencia, y
acudió a un profesor que era cercano a su padre.

‘—Es un estudiante que la familia Haynesworth tiene específicamente en


cuenta como futuro talento.’
En cuanto dijo eso, sus ojos cambiaron inmediatamente. Por supuesto, Dante era una
piedra preciosa que cumpliría con las expectativas que han surgido en la cara del
profesor de ahora. Brillará aún más si se descubre a tiempo y se pule de forma
preciosa.

También ayudó a la iglesia de Dante ocultando sus fuentes a través de la familia


Haynesworth. Si fuera un Dante adulto, podría rastrear las acciones de Raphael, pero
era demasiado para Dante ahora. Así que pensó que era solo un regalo. Después del
fin de semana, la cara de Dante era un poco más brillante.

Por supuesto, él mismo se acercó constantemente a Dante. La segunda vez fue aún
más feliz porque tenía experiencia al correr hacia él. Era más cuidadoso que antes,
pero estrechaba la distancia sin vacilar.

En cuanto a las acciones de Raphael, Dante le permitió que pudiera ver su sonrisa más
y más.

—¡Dante!

—Sunbae, estás aquí.

Dante se dio la vuelta al escucharlo. Raphael se apresuró a caminar más rápido y se


colocó frente a Dante.

—No te apresures. Estás a punto de graduarte, y debes actuar de manera seria


frente a tus compañeros.

—Lo hice porque estaba feliz de verte…

—¿Te alegras tanto de verme? Ayer nos vimos en el dormitorio de los de


primer año.

—Sí, te eché de menos.

Cuando visitaba a Dante con frecuencia, él, que al principio se mostraba reticente,
ahora consideraba naturalmente la existencia de Raphael a su lado. Tal vez se debía a
que era un sunbae y no un estudiante menor al que debía de cuidar, la velocidad de
mostrar sus pensamientos y sentimiento fue más rápido.

Sin embargo, al igual que la primera vez, cuando eran Capitán – Subalterno, el papel
fiable jugaba una gran parte en la relación actual de Raphael y Dante.

—Discúlpame.

Dante acomodó el cabello desordenado de Raphael. La recompensa no era tan grande


como en el pasado, pero esto tampoco estaba nada mal.
Se extendieron los rumores de que Raphael estaba apegado a él y Dante ya no tenía
gente como Derrickson acosándolo. En su lugar…

—Oh, está aquí de nuevo. Otra vez.

—Schuster, estás yendo demasiado imprudente.

—Comparado contigo, no lo creo.

La gente alrededor de Dante mostró su disgusto varias veces. En particular, Leone,


que era más o menos la mitad de genial de lo que era Dante cuando estaba en su último
año, ahora se había convertido en un estudiante bastante descarado cuando se
convirtió en un estudiante menor que él.

Raphael apreció y cuidó la juventud de Dante sin dejar un poco de lado sus
lamentaciones. Cuanto más sabía, más fácil era ayudar a Dante en secreto.

El sueño nunca permitía un tiempo de aburrimiento, y el tiempo del cuarto año era
corto.

Al final del verano, Raphael se graduó.

***

—No quiero graduarme… Tal vez debería meterme en problemas y que me


suspendan.

[— No. Estás diciendo algo raro otra vez.]

—¿No estás triste porque me voy?

[—… ¿No podemos mantenernos en contacto a menudo y vernos fuera de la


escuela? Llegarás tarde. Nos vemos luego.]

Fue como un cuchillo para el logro de Raphael, no para Dante.

La ceremonia de graduación de la Academia Militar era una ceremonia oficial para el


nombramiento de Oficial. Los graduados, vestidos con uniformes oscuros, entraban
delante de las cuatro columnas. Detrás de ellos, había estudiantes de la escuela
vestidos con túnicas de colores para honrar la ceremonia de nombramiento de sus
superiores.

Cuando todos los actos terminaron, las filas se dispersaron y los conocidos se
reunieron frente a los recién graduados para celebrar su nombramiento. Delante de
Raphael, se acercó Dante, con una túnica roja, pantalones blancos y una espada
decorativa. Las manos de Dante estaban colocadas detrás de su espalda.
Dante miró a Raphael con su uniforme y sacó lo que tenía escondido detrás de la
espalda.

—Felicidades por tu graduación.

—¿Lo has traído para mí? Gracias.

Era un pequeño ramo de flores. Parecía más pequeño cuando lo aceptó, pero no había
ninguna arruga en el envoltorio, lo que demostraba que lo había traído con cuidado.
Dante mostró un esfuerzo por entregarle un ramo de flores lo más bonito posible, a
pesar de que tenía mucho trabajo en un evento como este.

Dante siempre ha puesto su corazón en acciones triviales más que en las directas. Así
que era difícil para una persona que nunca mostraba por completo sus emociones, que
esta amabilidad saliera de ella.

—Creo que te echaré mucho de menos. Gracias a ti, mi vida escolar fue más
agradable.

—… Eso es un alivio. Espero que continúe.

Todo esto era un sueño, así que podría desaparecer al día siguiente, pero quería hacer
a Dante más feliz aunque fuera por un momento. Y si algún milagro pudiera ocurrir,
esperaba que esa sonrisa se extienda al Dante que él conoce.

—Dante, soy feliz. Sonríe mucho. Tú eres el que se lo merece.

«Y si en el futuro viene un subalterno que se parezca a mí, por favor, abre tu corazón
un poco más rápido.»

Raphael le dio una palmadita en la cabeza a Dante. De alguna manera tenía el


presentimiento de que esta era la última vez. La palma de la mano se agitó un poco
más que cuando se conocieron.

Probablemente Dante no tendrá a nadie a su lado en los 11 años que tiene por delante.
Superará las dificultades por sí mismo, trabajará duro y se convertirá en un respetado
superior, y en uno de los mejores líderes de equipo con mejor rendimiento. Esperaba
que el proceso fuera menos difícil de lo que Dante había pasado en un principio.

Sobre todo, que no se hiciera daño.

Esperaba que no le doliera nada.

—Sunbae, ¿estás llorando otra vez?


Las lágrimas, que había reprimido porque estaba frente a Dante, terminaron por
deslizarse en sus mejillas. Raphael negó con la cabeza y se frotó los ojos con la manga
de su traje. Se limpió todas las lágrimas, pero cuando volvió a levantar la cabeza,
Dante se veía borroso.

Raphael susurró a la figura frente a él.

—Dante.

Dante, que se acercó, inclinó la cabeza y dijo: —Sí.

—En realidad, hay algo que no te he dicho, a mí me gustas. Me gustas mucho.

No pudo evitar decirlo, aunque sabía que lo conocería hasta 11 años después.

La persona frente a él estaba borrosa y no podía ver el aspecto de Dante. Sin embargo,
unas manos cálidas le cubrieron la cara. Y Dante golpeó a Raphael en la frente.

—A mí también. Mi pequeño cachorro.

—… ¿Qué?

Los ojos de Raphael parpadearon rápidamente. Las lágrimas de las pestañas cayeron
y la visión volvió a ser clara. El campus de la Academia Militar se convirtió en un
estudio con un escritorio del tamaño de dos brazos de ancho, un portátil sobre él y un
mini árbol decorado por la Navidad.

Y Dante, que de repente se había vuelto adulto, sonrió.

—¿Has dormido bien?

***

Unas manos cálidas le acariciaron el pelo desordenado. Dante, que volvió a verlo
después de que su visión regresara, estaba sentado encima del escritorio.

—¿Por qué duermes aquí? Si tienes sueño, ven a la cama y duerme conmigo.

Su rostro era delgado, sus ojos y expresiones faciales están relajados. Su cabeza era
un poco más larga que cuando era estudiante, y sus hombros y brazos eran mucho más
firmes. Miró a Raphael, que se convirtió en su amante, con una expresión encantadora.

Dante, que miraba a Raphael por un momento, inclinó su espalda. Los dedos que se
acercaron a su rostro se frotaron contra los ojos parpadeantes. Entonces, los labios
ligeramente abiertos, tocaron los labios de Raphael, ligeramente cálidos.
—Ahora que tienes un beso, tienes que despertar.

—Dante…

El límite con el sueño se derrumbó, y el rostro de su amado se reveló completamente.


Raphael agarró su muñeca. Había algo que realmente quería preguntarle a Dante, que
se convirtió en un adulto.

—¿Ya no sigues enfermo?

—Hmm…

Al igual que el joven Dante, sus cejas se agitaron. Puso una mano en su frente y la
otra en la de Raphael.

—Creo que ya casi ha bajado. He estado muy enfermo.

—Ah…

—Es tarde, pero vamos a cenar, a encender los adornos del árbol y a encender
las velas.

Dante se levantó del escritorio donde estaba sentado y encendió la luz de la oscura
habitación. Raphael se levantó de su asiento y se acercó a su espalda. Luego, extendió
sus brazos y lo atrajo hacia él.

—Dante.

—Sí. Raffy.

Raphael se frotó la mejilla en su cara lateral tan fuerte como pudo. Como era
de esperar, no podía soportar ser un sunbae para Dante de forma fiable. No
sabía cuántas veces soportó querer hacer esto en sus sueños.

—¿Qué te ocurre?

—Estoy recibiendo un regalo de Navidad.

—¿Te conformas sólo haciendo esto?

Raphael se colgó de Dante y salió del estudio. Normalmente, habría confiado en la


fuerza de Dante y habría puesto un poco más de peso sobre él, pero hoy sólo apenas
estaba en contacto con él porque estaba enfermo. Dante le dio un golpecito en la
mejilla que sobresalía por encima de su hombro.

—¿Hay algo que quieras de regalo?


—Bueno… La foto de la infancia de Dante.

—Todavía no has terminado de acosarme.

Raphael enterró su nariz en el cuello, inhaló profundamente y se rió. Esta vez se


produjo el milagro navideño y pude ver un poco de la época de Dante, pero quería
saber muchas cosas más de él que no había visto antes.

—¿Quedarán algunas en la iglesia? Le preguntaré a mi madre. Creo que había


una foto tomada cuando era un estudiante de primer año en la Academia
Militar.

—¡La quiero! ¡Quiero esa foto! Creo que te verás muy lindo.

—El lindo aquí eres solo tú.

Dante se rió, pero Raphael estaba seguro que la ternura de Dante se sentiría a través
de la foto. Incluso el afecto que en ese entonces no podía sentir.

—Ah.

Dante, que vio en algún lugar de la casa, se impresionó brevemente.

—Raphael.

—Sí.

—Feliz Navidad.

Señaló con el dedo la ventana. Los copos de nieve blanco caían del cielo. Los adornos
blancos se sumaban a la noche invernal que se tornaba negra y azul.

Dante se acercó a la ventana. Cuando la abrió, la vista de la espesa nieve se volvió


clara. La estrella encima del árbol decorado por Dante estaba cubierta con una manta
blanca. Raphael, que estaba pegado a la espalda de Dante, puso un poco más de fuerza
en sus brazos.

—Feliz Navidad, Dante.

La primera Navidad que celebraba en su vida, era con la persona más genial, dulce y
querida del mundo. Ya no estaba solo cuando se enfermaba, y era él quien evitaría
que volviera a suceder.

—¿Qué tipo de regalo quieres?


Todo el cielo espolvoreó nieve sobre él como si celebrara su primera Navidad. Dante
sonrió alegremente al verse en los brazos de Raphael.

—Para mi regalo.

Dante giró la cabeza y estableció contacto visual con él sobre su hombro.

—Por favor, quédate conmigo hasta que el tiempo después de conocernos, sea
mucho más largo que el tiempo antes de conocernos.

Raphael asintió enérgicamente. Un cálido calor surgió de la parte donde estaban en


contacto.

El mundo entero brillaba de blanco, y el tiempo que pasaban juntos era agradable. Por
ahora, todo en el mundo parecía haber sido construido para él.

Los regalos de Navidad fueron suficientes en este momento.


Extra 2
Romantic Captain’s Darling.
De vez en cuando, se produce una coincidencia muy agradable. Al compartir la vida
en la misma casa, la suerte aparecía con más frecuencia en proporción al tiempo que
pasaban juntos.

La ventana del auto detenido delante del portal bajó. La persona que ocupaba el
asiento del conductor sacó la cabeza y sonrió alegremente incluso antes de que se
abriera la ventana.

—¡Capitán!

Dante, que volvía a casa del trabajo, lo encontró y subió a toda prisa por los escalones.
Y le acarició la cabeza que salía por la ventana.

—Llegaste en buen momento. Date prisa y entra.

—¡Sí!

Raphael cerró los ojos y sonrió ampliamente, mostrando sus dientes blancos. El coche
que entraba en el garaje dio un bullicioso baile emocionado.

Dante sonrió, atravesó la puerta y entró en la casa.

Mientras esperaba un momento en el pasillo frente a la puerta principal, la puerta del


garaje se abrió con un fuerte sonido. Y Dante abrazó a Raphael, que había corrido
para dar un salto a sus brazos. Se colocó un gran peso en el pecho y ambas manos se
colocaron en su espalda, ya que no podía rodearla con sus brazos.

—Te he extrañado durante todo el día.

Dante, al que le costaba expresarse tanto como Raphael, lo sustituyó


encerrándolo en sus brazos durante mucho tiempo.

***

El periodo de despedida es de 8:30 a 19:00. Dante, que completó su misión de calmar


a su amante que se emocionó con el reencuentro de las casi 10 horas que habían estado
separados, se dirigió hacia el vestidor con la parte superior de su uniforme
desabrochada. Revisó el teléfono que sonó al mismo tiempo y frunció las cejas.

Con un pequeño suspiro, se dio la vuelta.


—Raphael, ¿puedo usar tu portátil? Tardaré unos 15 minutos.

—Oh, sí. Por supuesto. Siéntete libre de usarla.

Raphael Haynesworth, compañero de casa de Dante y propietario del PC en el estudio,


le permitió usarlo de buena gana sin saber el futuro que tendrían dentro de un rato.

Mientras Dante entraba en el estudio, Raphael se cambió primero de ropa y empezó a


preparar la cena. Primero sacó de la nevera el trozo de carne que había marinado por
la mañana y cortó las verduras. Aunque intentara cortarla de forma regular, estaba
más torcida que si las cortara con el afilado cuchillo de Dante. Hacía unos meses que
comenzaron a vivir juntos, por lo que no podía evitar que salieran sus viejas
costumbres que había adquirido en los años de vivir solo.

Aun así, a Dante no le importaba en absoluto y sabía que lo disfrutaría. Siguió


cortando el resto de los ingredientes. La espalda de Dante frente a la mesa de cocina
es genial y sexy, pero a Raphael le gustaba más, hacer algo por Dante.

El menú de hoy era filete y verduras a la parrilla. De hecho, sus comidas consistían
en una dieta compuesta por un nutricionista de la familia Haynesworth. Además, el
corazón de Raphael estaba lleno de deseos por la salud de Dante.

Aunque Raphael vivía con él y comenzó a cuidarlo hasta cierto punto, Dante era
básicamente indiferente a la hora de comer. Cuando comenzaron a vivir juntos, Dante
cocinaba con regularidad, por lo que trató de cuidar a su amante más joven, para que
se alimentara bien. Sin embargo, una vez que Raphael volvió de una reunión familiar,
Dante sustituyó la comida por frutos secos que había comprado como tentempié. La
razón fue: “No tengo que cocinar cuando no estás aquí.” Desde ese día, era el trabajo
de Raphael.

No debería ser así. Raphael tenía un plan para vivir hasta que los cabellos castaños y
rubios de los dos hombres fueran blancos. Sin ninguna enfermedad, pasará una vida
diaria llena de calidez. Para ello, se requiere una buena salud. Ambos tienen suficiente
ejercicio, por lo que una comida equilibrada tiene que añadirse.

Con ese gran sueño, el joven novio colocó dos trozos de carne en el horno. El más
grande era el de Dante.

Cuando terminó de preparar los ingredientes y comprobó la hora, habían pasado unos
20 minutos desde que Dante tomó prestado el ordenador. Raphael se acercó al estudio
y asomó la cabeza. En la habitación, pudo ver a Dante quitándose el saco del uniforme
militar, colocándolo en el respaldo de la silla y sentándose con una camiseta negra.

—Capitán, ¿te llevará un poco más de tiempo?


—Ah, eh… no. He terminado ahora mismo.

—¿De verdad?

Raphael entró al estudio. Mientras seguía caminando hacia Dante en lugar de hacerle
señas para que saliera rápidamente.

Raphael se acercó al lado de la silla donde estaba sentado Dante. Sin embargo, la
mirada que se dirigía al monitor de Raphael era un poco aguda.

—Oye, Raphael.

—Sí. ¿Qué pasa?

Dante se rascó la nuca sin relajar su fuerza de la frente.

—No era mi intención verlo, pero ¿qué has estado buscando últimamente?

—¿Qué? ¿Buscar?

—El historial de búsqueda queda registrado en el ordenador. Estas son las


cosas que buscaste. No pude evitar mirarlo.

Dante señaló la pantalla. Debajo de la barra de búsqueda, en el centro del sitio web,
se revelaba la curiosidad de Raphael, que había quedado desprotegida.

Cita con un amante que es soldado.

Un regalo para un soldado de 30 años.

La posición favorita de un soldado.

Posiciones especiales.

La nueva canción sobre Dante.

Nombre del ángel Dante.

Nombre del ángel Pettish.

Nombre del ángel Pheromone.

Posición preferida por los hombres de 30 años.

¿Cómo hacer que tu novio sienta mucho más en el sexo?


Los ojos de Raphael giraron en busca de excusas. Sin embargo, Dante fue mucho más
rápido y se levantó con una mano en la cintura.

—Te dije que dejaras de estudiar citas en Internar. ¿Qué hay con eso de los
nombres? ¿Un ángel Pettish? No existe nada de eso en el mundo.

—Oh, no. Solo que… Ya sabes, solo que si miras el historial de Dante, tiene que
estar ahí por una razón, y bueno, tengo que ser el único… así que… hmm….

—No puedo creerlo.

Sintiéndose en peligro, Raphael se cubrió las dos mejillas y dio algunos pasos atrás.
Las manos de Dante, que intentaba pellizcar ambas mejillas, sólo agarró el aire. Dante
dio un paso en línea recta y persiguió las mejillas de Raphael.

Ding-

Fue entonces cuando el horno que estaba cocinando la carne anunció la hora de
finalización. Raphael sonrió y señaló torpemente en dirección a la cocina. Su cara
estaba llena de alivio.

—Ugh.

Dante, que miró a su descarado amante, salió del estudio. Raphael cerró rápidamente
el portátil y siguió a Dante.

Dante abrió el horno, sacó la carne asada y la puso en un sartén. El jugoso aceite se
impregnó en la sartén con un sonido apetitoso. En el lugar restante del sartén se
colocaron las verduras cortadas por Raphael. La superficie de las verduras se doró
conjuntamente a fuego alto.

—Capitán, yo lo haré.

—Lo hiciste hasta aquí. Está bien. Va a ser rápido, así que ve a sentarte.

—Si haces esto, solo quiero abrazarte por detrás… especialmente este lugar…

—…

Dante, que estaba empujando a Raphael hacia la mesa, giró de repente la cabeza. Y
Raphael encontró un sutil ceño fruncido en el rostro de Dante.

—¿Dante?

—…
—¿Qué… pasa?

Raphael retiró sigilosamente la mano de su cintura. Dante se quedó en silencio por un


momento, suspiró al ver la comida que se cocinaba debidamente creando un poco de
vapor.

—No. Comamos primero.

—Sí…

—Lo pondré en el plato. Por favor, prepara la mesa.

No pudo acercarse más a Dante y se dirigió a la mesa. Durante todo el camino, los
ojos verde claro lanzaron a Dante una mirada de ansiedad.

Raphael dispuso la vajilla en sus respectivos lugares de la mesa. El recipiente de


condimentos que estaba torcido también era irritante por alguna razón, por lo que lo
alineó en línea recta. Incluso en el ejército, era demasiado raro que alineará un cuchillo
de manera formal.

Cuando volvió a ver a Dante, sus ojos se encontraron justo a tiempo. Dante, que se
acercaba con dos platos generosamente llenos, levantó las comisuras de sus labios.
«Ah… Tal vez no se ofendió.» Raphael volvió a poner su corazón, que había sido
débil por un momento, en su sitio.

—Gracias por la comida.

Dante juntó las manos brevemente y comenzó a comer. Anteriormente dijo que no
rezaba antes de cada comida, era sólo un hábito que tenía y que hacía por reflejo.
Raphael se alegró bastante cuando se enteró de que solo lo hacía cuando comía en un
lugar cómodo.

En el plato de Dante, la carne del tamaño de un bocado entró en su boca. El color de


las pupilas bajo las pestañas era más oscuro que bajo la luz. Moviendo varias veces
sus esbeltas mejillas, levantó el vaso de agua y humedeció su garganta. Sus rígidos
hombros se movieron junto con sus movimientos.

El atuendo que llevaba Dante era una camiseta de algodón que se pegaba ligeramente
a su cuerpo para tener una buena movilidad. Por lo tanto, el contorno del largo y
profundo hueso de clavícula era visible en la ropa. Por fuera, estaba cubierta por el
cuello del uniforme militar, pero al llevar sólo una camiseta, se veían algunos rastros
de Raphael del fin de semana, en donde tuvieron una posición bastante cercana.

«Dante es sexy.»

Raphael lo pensó de nuevo, después de haberlo hecho al menos cien veces al día.
El escote varonil vibraba con fuerza cada vez que pasaba la comida. Al bajar la mirada
un poco más, los pliegues de la ropa se estrechan en algunos lugares y se aflojan en
otros a lo largo de la flexión de los músculos. Y en el pecho… Aunque no es muy
notable, había algunas irregularidades en la ropa que no puede evitar llamar la
atención de Raphael.

—Esto es…

Dante golpeó la mesa con un tenedor.

—Estás comiendo algo más delante de tu comida. Tus labios, están bastante
secos.

—Oh, no, no. Mi boca está así porque estoy comiendo pan.

Raphael extendió el pan redondo que sostenía como escudo. Dante suspiró

—Estabas mirando un lugar que querías comer, como ese pan.

—No, no lo he hecho…

—…

—Bueno, sólo estaba mirando un poco tu cuerpo porque se veía sexy…

Las cejas de Dante se fruncieron de repente. Sus ojos se apartaron de Raphael en otra
dirección y volvieron. La excusa de Raphael al presenciar la fría mirada se vio
obligada a detenerse.

—Dante…

—No. Vamos a terminar de comer.

—Sí.

Raphael agachó la cabeza y se concentró únicamente en llevarse la comida a la boca.


Dante no parecía estar de humor para ver sus acciones con una sonrisa el día de hoy.

Ante los ojos de Raphael, que decidió comer tranquilamente, los brazos de Dante
tenían las mangas ligeramente subidas, por lo que sus manos, sus muñecas y
antebrazos se movían dejando ver la piel. Era mucho más tentador que verlo a la cara,
y la boca de Raphael tragó saliva. Y en esta posición, lo primero que pudo ver al
levantar la mirada, fue su pecho.
Los ojos de Raphael se volvieron hacia arriba lo suficiente como para que sus ojos
temblaran un poco. Con la boca, masticó un trozo de pan sin nada, sin darse cuenta de
la expresión que tenía.

—Oh, de verdad.

Dante dejó caer el cuchillo que sostenía con un suspiro. Raphael se apresuró a bajar
la mirada de nuevo. Sin embargo, Dante se levantó de su asiento sin terminar su
comida.

—¿Capitán?

—No fue una, sino dos veces. Hace tiempo que no me siento así.

—¿Eh, eh, eh?

Al escuchar la fría voz, Raphael levantó la cabeza, sorprendido. Y lo que enfrentó fue
la expresión de Dante llena de irritación porque no paraba de fruncir el ceño.

—Cap, Capitán, estás molesto.

—Termina de comer. Saldré por un momento.

—… ¿Qué?

Como si no se tratara de una broma, Dante se dirigió hacia la puerta principal sin
siquiera ponerse un abrigo. En cuanto Raphael lo siguió, la puerta principal se cerró.
Con un estruendo, el corazón de Raphael también se desplomó por un precipicio
lejano.

«¿He ido demasiado lejos? ¿Fue demasiado pervertido y explícito?» De hecho, el


contenido de la búsqueda que Dante consideraba molesto era un poco pervertido.

Sin embargo, no vio nada peor, porque no tenía mucha capacidad de búsqueda. Esto
era cierto.

Raphael, que se aburrió de repente, sentado en un lugar tan grande, recordó las
palabras que había dicho, cuando su amante parecía querer nada más su cuerpo…

‘—No. A mí me gusta todo, no solo el cuerpo del Capitán…’

Ahora era inútil protestar solo. Dante ya estaba enfadado y se había ido. Después de
que Dante se fue, Raphael apenas movió su cuerpo, que estaba sentado en la silla.

—Dante…
La cara, que apareció después de abrir la puerta y salir al patio, ya tenía lágrimas.
Mientras miraba a su alrededor con voz débil, Dante estaba sentado en el borde de la
valla con las rodillas dobladas.

«¿Quieres enterrarme ahí?»

Raphael, que se puso aún más triste, se acercó a él con la determinación de suplicar.

—Capitán, no lo hice a propósito. Lo siento. No lo volveré a hacer…

—Raphael.

Dijo sin mirar a Raphael.

—Ven aquí tranquilamente.

Raphael se acercó apresuradamente a él. De pie junto a él, Dante señaló el lugar donde
Raphael sería enterrado, no sobre la hierba.

Miau~.

En el suelo se encontraban algunos invitados que ya habían tomado asiento. Negros,


amarillos y con un patrón manchado.

Los ojos de Raphael parpadearon rápidamente.

—Gatos… ¿Qué?

—Sí. Había una puerta para gatos aquí. Deben de pertenecer a los antiguos
dueños o a la gente que pasa. No están huyendo.

En la parte inferior de la pared, a espaldas de los gatos, había una puerta para que
entraran los animales pequeños. Los gatos que entraron por allí se recostaron en el
césped como si estuvieran en su propia habitación.

Dante acarició la barbilla de un gato y éste ronroneó. Dante sonrió suavemente, como
si su rostro frío no hubiera aparecido hace un momento.

—Pensé que alguien estaba tirando basura aquí. Pero eran ellos.

—… Ah, entonces, ¿por eso has salido de la casa?

—Sí. ¿No los escuchaste?

—Sí. No lo escuché.

—¿Ya olvidaste tu entrenamiento? ¿Quién fue tu Capitán? Tráelo ante mí.


—Aquí…

Raphael señaló a Dante. Dante miró a Raphael y le sonrió. Era el Dante de siempre.
Había escuchado sonidos extraños fuera de la casa y se molestó, además, pensó que
Raphael también había escuchado los sonidos y que también lo estaban molestando,
por ese motivo salió de la casa para comprobar de quién se trataba.

Raphael se sentó a un lado como si se derrumbara. El gato con manchas se apartó


detrás de la mano de Dante, con el pelaje erizado por el asombro.

—Pensé que estabas enfadado.

—Me enfadé cuando pensé que había una persona extraña en el patio de
nuestra casa.

—No, eso no. Conmigo…

—¿Contigo? ¿Por qué?

—…

—Oye, te pusiste triste pensando en otras cosas tú solo. Ven aquí.

Dante acercó su mano a la mejilla de Raphael, la acercó y colocó sus labios en ella.

—Estoy enfadado, pero no soy el tipo de persona que te haría algo así,
¿verdad?

—Sí…

La nariz de Raphael tembló. Ahora Raphael, que estaba completamente aliviado,


extendió la mano hacia el cuerpo del gato más grande. Fue un acto cuidadoso con solo
las yemas de los dedos, por lo que el gato se limitó a mirarlo.

Por otro lado, el gato negro, al que Dante le estaba rascando la barbilla, ofreció un
estómago blanco, fue acariciado con entusiasmo y ronroneó. Los labios de Dante se
curvaron un poco más.

Cuando el gato negro, que había estado maullando alegremente durante un rato, se
levantó, el tímido gato al que Raphael estaba acariciando tímidamente, lo abandonó y
se acercó a Dante. Al igual que su anterior compañero, el estómago del gato acostado
fue acariciado hasta que se aburrió. Incluso el tercer gato con manchas que quedaba
se acercó a Dante como si esperara su turno. Los gatos, que fueron felizmente
acariciados al punto de estar satisfechos, salieron por la pequeña puerta uno por uno.
Finalmente, una persona de gran tamaño se agachó, tocando levemente su frente con
la cola del gato con manchas que pasaba por delante de Dante. Dante estalló en
carcajadas al ver el pelo rubio que se acercaba como si quisiera ser acariciado de la
misma manera.

—¿Pretendes ser un gato?

Raphael sólo empujó su cabeza hacia los brazos de Dante porque no tuvo la audacia
de maullar. Detrás de las risas, la cabeza de Raphael fue acariciada como él quería.
Los dos volvieron a entrar a la casa, dejando atrás los maullidos de los gatos a lo lejos.

—Hmm, no terminé mi comida…

Dante suspiró mientras observaba la comida que se había quedado sola y ahora estaba
fría. La espalda de Dante, que estaba de pie frente a la mesa con una expresión que
decía: “¿qué ocurre con esto?”, fue abrazada. El culpable era Raphael, que miró la
mesa y recordó la tristeza que había sentido hace un momento.

Las manos de Raphael bajaron hasta la cintura de Dante y la abrazó con firmeza
mientras le rozaba la mejilla en el cuello. Dante le devolvió el abrazo y le dio unas
palmaditas en las manos de la persona que lo estaba abrazando con fuerza.

—¿Por qué vuelves a estar triste?

—Sabía que estabas enfadado, pero pensé que lo estabas conmigo y estaba muy
nervioso.

—Entonces, ¿por qué tendría que estar enfadado contigo? ¿Has hecho algo
malo?

—Sigo mirando tu cuerpo… Y me has descubierto buscando cosas extrañas.

—Eres el único que puede mirar mi cuerpo. Soy tu amante y también miro tu
cuerpo. Si me enfado por eso, no tendría conciencia. Y con respecto a la
búsqueda… aunque sea absurdo, no es algo por lo cual enfadarme.

Raphael enterró aún más la cabeza. La fuerza que sujetaba a Dante fuertemente desde
atrás se hizo más fuerte de lo habitual.

—Si estoy insatisfecho sobre algo, te lo diré. No me iré sin más. ¿Cómo puedo
hacerle eso a alguien que llora tan fácilmente?

—Yo no lloro fácilmente.

Un murmullo salió de sus labios enterrados en el cuello. Era una mentira sin
credibilidad.
—Siento haberme comportado así. Pero si crees que estoy actuando extraño,
pregúntame primero antes de pensar tantas cosas por tu cuenta. Te considero
mi amante, pero al parecer tú sigues pensando que sigo siendo tu Capitán,
¿verdad?

—No, nunca… ¡Dante es mi amante!

«¿Cómo nos convertimos en amantes?»

—Si lo entiendes, no busques cosas inútiles en internet y en su lugar, busca


comida para gatos. Puede que mañana vuelvan a venir.

—Ah, sí.

Raphael abrazó a Dante y sacó su móvil delante de los dos. Dante miró los resultados
de la búsqueda, esperando a Raphael.

—Espera un momento. Abramos esto.

Las yemas de los dedos de Dante manipularon la pantalla, y Raphael empujó su cabeza
más profundamente sobre sus hombros, en lugar de responderle.

—Estaría bien tener comida para gatos… O pollo hervido… Un cuenco de agua
y una manta.

Mientras Dante deslizaba sus dedos por la pantalla del teléfono de Raphael, estos
tocaron el dedo de su joven amante. El grosor era similar, pero la mano de Raphael
era más blanca y larga que la de Dante. Raphael no se movió y empujó suavemente el
dedo de Dante con la punta de sus dedos. Era un toque que cosquillea.

Dante se dio la vuelta. A pesar de su mirada melancólica, Raphael cubrió el dorso de


la mano que golpeaba la pantalla y la acarició.

—No me pongas a prueba, ángel.

—¿Qué prueba?

Preguntó astutamente Raphael. Había un aire cálido entre los ojos redondos. Raphael
metió la mano sigilosamente en la camiseta. Las yemas de los dedos subieron,
recorriendo las curvas de su abdomen. Raphael, que con anterioridad se sorprendía
con las bromas maliciosas de Dante, ahora sabe cómo crear este tipo de ambiente.

—Mano, dónde crees que está subiendo, haa…

Fingiendo no escuchar a Dante, Raphael le cubrió el pecho con la palma de la mano


y éste apoyó sus mejillas en su hombro. Raphael apretaba ligeramente sus pezones
que sentían un pequeño ardor bajo esas manos. En ese momento, Dante ya no podía
evitar que el calor subiera por su cuerpo.

—No. Mañana es un día de semana. Tenemos que ir a trabajar.

Al final, Dante bajó la muñeca con firmeza.

—Si lo vas a hacer una o dos veces, mejor no lo hagas. No podré volver a
dormir.

La razón por la que Dante evitaba tener sexo entre semana era un poco
diferente a la de otras parejas. El problema no eran las secuelas que quedaban
en su cuerpo al día siguiente en un día laborable, el problema en realidad era a
la hora de dormir.

Al principio, Dante pensó: «Entonces podemos hacerlo con moderación». Pero el sexo
a medias era como verter un vaso de agua en tierra seca. El deseo sólo se satisfacía
por un momento, y la sed seguía siendo la misma que antes, haciendo que el día
siguiente fuera más doloroso. Especialmente para Raphael, que está lleno de amor y
deseo.

Por lo tanto, era mejor no hacerlo en absoluto que encender un fuego que no se podía
apagar.

—La última vez que lo hiciste, me enteré que al día siguiente estabas muy
aturdido. Ni hablar.

—¿Qué? ¿Quién ha dicho eso?

—El secretario Gabriel Portman… Me preguntó qué pasaba en casa.

—No estuve aturdido… Por cierto, ¿cuándo se volvieron tan cercanos? Como
era de esperar, ¡su nombre es como de ángel…!

—No, no es así. ¿Qué quieres decir con que somos cercanos? La abogada
Haynesworth le dio mi número al secretario para que me llame cuando tengas
alguna dificultad, y me llamó para preguntar.

—Oh, mi hermana es realmente…

—Hagámoslo el fin de semana. Puedes hacer todo lo que quieras el fin de


semana, ¿de acuerdo?

Raphael finalmente asintió con una cara un poco injusta. Dante le dio unas palmaditas
en el trasero, tomó el plato frío y volvió a encender la sartén. Raphael, que lo seguía,
se estaba dando unas palmadas en las manos, en lugar de jugar con ellas.
Aunque puso una excusa, Dante también perdió mucha concentración al pensar en
tener sexo. Sobre todo, Dante tenía que estar preparado por completo para poder tener
sexo con Raphael. Con el paso de los días, ya no era el chico que solía ser.

Después de la cena de cada viernes hasta después de la media noche, ambos trabajan
de una manera distinta. Y desde la noche del sábado hasta el tenue amanecer del
domingo, era el tiempo en que no podían detenerse.

En términos absolutos de tiempo, el sexo era mucho más largo entre el sábado y el
domingo. Sin embargo, el nivel de consumo de resistencia física era casi el mismo en
ambos días. El viernes por la noche, Raphael, que había soportado durante días, se
clava en Dante con fuerza, y el sábado por la noche, acaricia su cuerpo con suavidad,
como si quisiera disfrutar la sensación de su piel.

De cualquier manera, para Dante, en ese momento podía decir: «Ese tonto está ahora
muy…» Sin embargo, ahora era muy diferente. Y el siguiente viernes por la noche,
era en 24 horas.

Al recordarlo, el calor que había disminuido volvió a subir. No, aquí el mayor tenía
que entrar en razón primero. Dante miró a Raphael a sus espaldas y cambió
deliberadamente de tema.

—Hablando de los gatos de antes, tanto tú como yo llegamos a casa después del
trabajo, así que es difícil hervir pollo. Pasemos a la tienda de camino a casa
mañana. Vamos a hacer las compras de la casa, así que podemos traer algo
para ellos.

—Sí. Entonces te recogeré en el Cuartel Central.

—No. No vengas. La última vez te escondiste cuando la gente salía. Ahora que
lo pienso, estaba en mi antiguo trabajo, así que no pensé que sería incómodo.
Me reuniré contigo en el supermercado.

—Oh, no. No es por eso que me escondí. De hecho… es porque mi padre estaba
ahí.

—¿Qué? ¿Por qué? ¿Todavía no te has reconciliado con el Comandante en


Jefe?

—La reconciliación… No hay nada que decir respecto a eso. Es que a mi padre
todavía no se le pasa el enfado.

Dante sabía que el Comandante en Jefe, lleno de orgullo como soldado, estaba
disgustado que su hijo se quitara el uniforme militar después de menos de medio año
como jefe de pelotón. Pero, según Camila, había dicho que escuchó las circunstancias
y que las comprendió… Esperaba que se le pasara el enfado.

—No te preocupes por eso. Mi padre siempre fue estricto conmigo.

—…

—Es por su orgullo, así que se resolverá con el tiempo. No es algo que me
preocupe.

Raphael puso una cara frente a Dante. En ella se dibujaba una sonrisa.

—… Sí.

Sin embargo, la respuesta de Dante a él fue un poco pesada.

***

—Bailey, es la hora de comer.

—Sí. De acuerdo.

—Disfruta de tu comida.

Su jefe golpeó a Dante en la espalda y pasó. Dante dejó los documentos que tenía y
se dirigió al restaurante con un superior a su lado. No lo conocía, pero era el objeto de
los celos ardientes de Raphael, porque trabajaba con Dante y almorzaban juntos todos
los días. Por supuesto, Dante y él tenían una sola relación Superior-junior.

El ejército, como cualquier otra organización, es un lugar donde se reúne la gente.


Aunque el ambiente de trabajo dedicado podía ser diferente, el sentimiento general
era similar.

Por ejemplo, querer salir rápidamente del trabajo sin hacer horas extras.

O algo así como no querer enfrentarse a un jefe con una gran diferencia de rango
mientras comía.

Sin embargo, en el Cuartel Central del Sistema, donde la gente de alto rango estaba
dispersa por todas partes, había demasiadas ocasiones para que se encontrara con esos
superiores. En particular, en los días en que no hay almuerzos ni cenas de trabajo, en
esas ocasiones el ambiente en el restaurante cambia en un instante.

Si hubiera previsto que ese día sería hoy, más de la mitad de los presentes en el
restaurante ahora no estuvieran, y más de la mitad de las personas estarían dispuestos
a utilizar el restaurante situado a unos 500 metros de la Unidad.
Alrededor de la hora de la comida, los soldados que estaban comiendo se levantaron
y saludaron al unísono. El Jefe de Estado Mayor Haynesworth y tres Generales
aparecieron en el restaurante. Dante también interrumpió la conversación que
mantenía con su superior y se levantó

—Tomen asiento y terminen su comida.

Mientras el Comandante saludaba a los soldados, los ojos de los mandos de nivel
medio de cada división se giraron rápidamente. Y fue Dante, el más joven, quien
recibió la mayor atención en el Departamento de Operaciones. Dante también se
anticipó completamente a esta situación.

—Sí… Vuelvo enseguida.

—Buena suerte.

El superior susurró y le dio un golpecito en el codo.

Aunque nadie quiera ir a la mesa de los Generales, no pueden dejar todo el restaurante
vacío de forma poco natural. Si lo hicieran, revelarían que los evitaban de forma
descarada.

Por eso, suelen mandar a los más jóvenes cerca de su mesa. Tenía cierto ingenio, así
que podían responder a las preguntas que les hicieran, e incluso si las palabras fueran
vanas, los Generales podían reírse de los errores de los más jóvenes y seguir adelante.

Aun así, era prácticamente un lugar en el que el más joven se ponía a la cabeza.

Entre los que estaban sentados en la mesa justo delante de los Generales, Dante tenía
inmunidad ante el Comandante en Jefe Haynesworth. Sin embargo, los demás
hombres con poca experiencia que fueron convocados, tenían la espalda rígida y
comían moviendo los brazos como una máquina. En cuanto terminaron la comida,
buscaron ayuda digestiva. Dante también vació el plato en silencio, pero cuando
estaba a punto de levantarse…

—Oye, tú.

Las miradas de todos se dirigieron en esa dirección cuando la voz se escuchó desde la
mesa de la primera clase, que pertenecían a los Generales. A continuación, las miradas
se trasladaron hasta donde llegaba la mirada del Jefe de Estado Mayor Conjunto, el
dueño de la voz. Ante la mirada de todos, Dante se levantó de su asiento y se enderezó.

—Mayor Dante Bailey.

—Ah, sí. El yerno que detuvo el ataque terrorista en la estación en Tennessee.


Afortunadamente, la palabra «yerno» no se extendió mucho, ya que el jefe del Estado
Mayor Conjunto habló mientras miraba al Comandante en Jefe Haynesworth. Le hizo
una seña a Dante.

—Toma asiento aquí. Quería hablar contigo. Es estupendo.

—Es un honor.

Dante se dirigió a la mesa con tres personas, recibiendo la atención afectuosa de sus
compañeros reunidos en la misma mesa. Los superiores del Departamento de
Operaciones que enviaron a Dante a ese lugar, también miraban la escena con caras
nerviosas, sin poder comer.

Dante puso su plato en un asiento rodeado por los tres Generales, retiró con cuidado
su silla y se sentó. Había dicho que era inmune, pero cuando se sentaba abiertamente
así, su espalda se volvía rígida. El Comandante en Jefe Haynesworth, que vio a Dante
dijo:

—Si quieres hablar con él, debes llamarlo en horas de trabajo, o debes
comprarle algo caro y alimentarlo. ¿Qué estás haciendo en un restaurante
como este?

—¿Por qué estás defendiendo a tu yerno? Quiero hablar un momento con un


joven prometedor.

—Hay un montón de jóvenes allí, así que debes retirarte. Además, es incómodo
que tres Generales rodeen a un Mayor novato y lo asusten.

Tras unas cuantas palabras más, el Comandante en Jefe Haynesworth consiguió echar
a los tres amigos de la mesa. Se dirigieron a cometer la atrocidad de sentarse en un
lugar libre entre los otros jóvenes soldados.

—Sigamos comiendo.

—Sí.

Así que, sólo quedaron ellos dos en la mesa, el Comandante en Jefe Haynesworth y
Dante.

La boca de Dante estaba seca en un sentido diferente que antes. No se trataba de una
diferencia de rango, sino de la tensión de estar sentado frente al padre de su joven
amante. Se sentía un poco incómodo porque justo después de escuchar a Raphael el
día anterior que su padre todavía estaba disgustado con él.

El Comandante en Jefe que estaba sentado enfrente, habló primero con Dante.
—He oído antes que estás en el edificio de al lado, así que debería haberte
llamado primero. Como vienes del campo de batalla, debe haber sido difícil
adaptarse. ¿Estás bien con tu trabajo?

—Sí, gracias por su preocupación. Estoy haciendo todo lo posible por aprender.

—Me alegro de que te vaya bien.

Dante dudó por un momento antes de hablar.

—… A Raphael también le va bien.

—Ese no es asunto mío.

El nombre que Dante mencionó fue bloqueado como si hubiera sido cortado con un
cuchillo. Fue una reacción muy diferente a cuando animó a Dante. Raphael había
dicho que no podían reconciliarse, pero…

—Señor, Comandante en Jefe.

Dante respiró profundamente y dijo.

—Raphael renunció al ejército por mi culpa, sabe.

—¿Raphael dijo eso?

—No, absolutamente no.

—Por supuesto que no. Yo tampoco lo creo. No pudo seguir mis instrucciones y
causó problemas.

—Señor, el caso es…

El Comandante en Jefe fue más rápido que Dante para añadir palabras.

—Si lo que pretendes decirme, como compañero de mi hijo, no quiero escuchar


una disculpa o excusa de tu boca. ¿O lo dirás como Mayor del ejército?

Dante hizo una pausa y respondió.

—…. Ambas cosas.

La gente a su alrededor decía: “¿Qué es ese tipo, que tiene una conversación tan larga
con la cúpula del ejército?” Los superiores que enviaron a Dante, también parecían un
poco inquietos.
Sin tener tiempo para mirarlos, Dante se frotó las palmas sudorosas en los muslos. El
Comandante en Jefe miró fijamente a Dante y asintió como si fuera a hacer algo.

—Mirando a Raphael, puedo imaginar sus expectativas sobre él. Yo también


me fijé en él cuando era mi subalterno, y pensé que tenía todas las condiciones
y habilidades ideales para ser un soldado.

—¿De qué sirve tener las habilidades y ser fuerte si no pudo aplicarlo como se
debía? Me ha hecho perder los nervios.

«Sabía que no encajaba en el ejército…» Dante recordó a Raphael, que ayer se puso
nervioso porque dijo que su padre había estado enfadado con él durante todo este
tiempo.

—Las acciones de Raphael fueron imprudentes, pero me permitieron


levantarme rápidamente. Así que quiero responsabilizarme de las expectativas
que usted tiene.

—Bueno.

—… Me esforzaré mucho más de lo que he hecho nunca, subiré de rango y le


entregaré resultados satisfactorios. Estoy dispuesto a tomar el lugar de
Raphael.

Aun así, sería difícil sustituir a su hijo biológico, pero era injusto culpar sólo a
Raphael del incidente en ese momento.

—Entonces, ¿quieres que me conforme contigo y mire de nuevo a Raphael?

—Sí. Por último, me gustaría pedirle un favor… Espero que apoye el nuevo
trabajo de Raphael.

Cuando terminó de hablar, sintió que estaba anunciando un sueño vano. Su rostro se
calentó al pensar cómo un Mayor novato pidiera algo al Jefe del Estado Mayor del
Ejército.

—…

Pero Dante esperaba que Raphael no perdiera nada, incluida su familia.

El Comandante en Jefe, que estuvo haciendo contacto visual con Dante durante un
rato, chasqueó su lengua, como si no le hubieran gustado las palabras. Sin embargo,
el ambiente entre los dos se había suavizado.

—¿Todavía te gusta el tipo que llora y se aferra detrás de ti?


Dante pensó en Raphael. Dante fue el primero en sonreír con los ojos un poco llorosos.
Solo había una respuesta a la pregunta:

—Sí. Me siguen gustando los jóvenes a las que quiero proteger.

Continuó hablando:

—Es verdad que no es su virtud. Al principio, no me sentía convencido hacia


Raphael. Pero nunca he dudado de él.

Un amante que desbordaba emociones, tanto en afecto como cariño, no era una
virtud. Más bien, sus acciones le daban una total confianza.

—La persona de la que me enamoré también tiene ese lado honesto y fuerte.

Aunque Dante se negara varias veces, Raphael se decepcionan por un tiempo,


se levantaba y volvía a correr hacia él. Aunque puede parecer que tiene una
apariencia débil, la mecha de Raphael es probablemente más fuerte que la de
Dante.

—Ya veo.

Un poco más tarde, en el rostro del Comandante en Jefe se mostró una sonrisa por
primera vez.

«Está hecho…» Sólo entonces Dante relajó sus hombros rígidos.

Después de un momento, el Comandante en Jefe dijo:

—Puede que no lo supieras porque eres un hombre íntegro, pero tuve algunas
ideas sobre incorporarte por completo al Sistema.

Sinceramente, Dante lo sabía. La integridad no significa que fuera ignorante.

—Pero decidí verte como un soldado sin ningún interés. No hay necesidad de
pensar en sustituirlo porque eres un mejor soldado que Raphael. Quiero que
vivas una buena vida militar y que asciendas como hasta ahora. Si lo haces, voy
a considerar tu petición con respecto a Raphael.

—Sí, gracias.

—Por supuesto, sería mejor que te convirtieras en el yerno de la familia


Haynesworth.
Dante sonrió frente a él por primera vez. Después de eso, la comida continuó en
silencio, pero se sintió más cómodo… Aunque no consideraba completamente una
comida cómoda.

Dante también se levantó de su asiento siguiendo al Comandante en Jefe que había


terminado de comer. Le tendió la mano a Dante.

—Tengo grandes expectativas para ti como actual Jefe de Estado Mayor del
Ejército, y como representante de la familia Haynesworth.

—Estaré a la altura de sus expectativas.

Afortunadamente, la breve conversación en el restaurante terminó sin problemas.


Dante estrechó la mano del Comandante en Jefe.

—Ah, sí. Y como miembro de tu página de fans.

Los ojos de Dante brillaron rápidamente.

«… ¿Qué?»

—Si existía algo así, debiste haberlo mencionado. Soy un extraño en la cultura
de los jóvenes, así que Camila me ayudó, y mi esposa también se unió. Te
respeto por tu trabajo y conozco la cultura de la generación actual, estoy
matando dos pájaros de un tiro.

“Fan… Mi esposa… Unirse…” Dante apenas consiguió meter en su cabeza la frase


que se negaba a entender. Y respiró profundamente.

«¿Por qué hizo eso?»

—Bueno, comer los dos también contenía un poco de interés propio. Mi nivel de
afiliación está a punto de subir, así que me esforzaré más.

—Gra, gracias…

Su cabeza no pudo soportar la vergüenza que alcanzó el nivel más alto de este año.
Después de un tiempo, apenas consiguió calmarse y pensó con los dientes apretados:

«Raphael, hoy voy a estirar esas mejillas blancas 5 cm.»

***

El flujo de los medios de comunicación es rápido, y la gente siempre se mueve en


busca de nuevos intereses. Incluso los acontecimientos que ocurren en el Imperio dan
a los nuevos temas el primer lugar en las noticias en pocos días.
Lo mismo ocurrió con el incidente terrorista que decoró todos los portales y las
noticias el otoño pasado. El Capitán de las Fuerzas Especiales, protagonista de la
represión del terrorismo, ganó popularidad durante un tiempo, pero luego desapareció
de la memoria al no aparecer en los medios de comunicación.

El vigor de la página de fans, que se creó cuando el vídeo de su supervivencia segura


se convirtió en una sensación, también se desvaneció al cabo de un año.

Por lo tanto, el responsable administrador de las publicaciones de la página de fans,


Raphael Haynesworth (ID de miembro: su cachorro), también tuvo el sueño
revolucionario de obtener el puesto de administrador oficial y cerrar la página.

Pero en algún momento, la situación tomó una dirección ligeramente diferente a su


pensamiento original. Los que se han sentido tan atraídos por Dante hasta el punto de
visitar la página de fans, ¿también tienen gustos afines?

En un momento dado, su página de fans se convirtió en un lugar de encuentro online


para personas con…. amantes militares.

[Después de terminar el aprendizaje de mi novio, ¡lo han asignado hoy a su


unidad! Dijo que iba a ser líder de pelotón de la 51a División. ¿Nos irá bien?
^^]

—Oh, no.

Un suspiro triste escapó de la boca de Raphael.

«¿Cómo podría ser el nuevo subteniente de la 51a División? Será difícil que se
encuentre con su novio por el momento, incluyendo los fines de semana.»

Raphael da mucho consuelo…

[¿Es correcto preguntar aquí, verdad? Me pregunto si el equipo de entrenamiento


especial puede suspender alguna clase para principiantes. No lo he visto en 2
semanas.]

—Bueno…

«Las clases de principiantes se envían casi incondicionalmente los viernes, sábados y


domingos, e incluso si las clases se suspenden durante la semana en una emergencia,
lo correcto es salir a la siguiente semana. Esto es un poco raro. Puede que tenga que
cuestionarlo.»

[Hace tiempo que no me encuentro con mi amante, pero tiene un gran moretón en su
espalda. Se ha hecho daño entrenando… Sonrío, pero también estoy un poco
molesto…]
—… Haa.

Raphael se agarró la nariz, soportó su propia tristeza y pulsó un botón de empatía


anónima. A veces, Dante también tenía una herida que nunca la había visto en su
cuerpo desnudo. Cuando le preguntaba sobre ella, se limitaba a decir que no era
nada…

Sí, este tipo de intercambios online eran buenos. Pero había otros comentarios que le
molestaban estos días.

[La persona que es más genial que el Capitán Bailey ♥Fue ascendido a Teniente esta
vez. Supongo que está en su mejor momento. Mi novio es mucho más apuesto que el
Capitán♥]

—¿Quién, a quién comparas?

Las venas sobresalieron en el dorso de la mano que sostenía el mousse.

Dante es el hombre más apuesto de este país, o de la Tierra. Es una persona perfecta
que ha alcanzado el ideal de belleza con un exterior escultural y un interior fuerte pero
delicado. El amante del hombre perfecto expresó su resentimiento con su nariz, que
se movía de manera rápida y salían resoplidos de ella.

Pero ahora esta crisis ha terminado. En los primeros días que visitó la página web,
había varios usuarios que tenían una foto de Dante como “foto de perfil”, como si
fuera la foto de su novio, y había muchos mensajes diciendo: “Quiero casarme con
alguien como Dante”

Raphael aguantó todo ese tiempo y escaló hasta un puesto por debajo del
administrador oficial de dicha página. En el camino, hubo varias ocasiones en las que
tuvo que reprimir el deseo de gritar: “¡Soy el amante de Dante!”

—…

Raphael, que se desplazaba hacia debajo de la página web, apoyó la barbilla en el


escritorio.

Pero ahora que le gusta presumir de su amante… Al menos una vez, quería publicar
algo en el tablón de publicaciones. Y demostrar que nadie es más genial que Dante, y
convertir al protagonista del escritorio, el amante más genial de él.

Raphael, que estaba pensando profundamente, movió el cursor. Tenía una mirada
seria que coincidía con la postura pulcra de estar sentado en el escritorio de la oficina
del Director.

[Estoy presumiendo de mi único amante en el mundo ♥].


Autor: Su cachorro

Soy un hombre de veintitantos años con una amante que trabaja en el Comando de
Guerra Especial. Mi amante es mayor que yo, y somos una pareja del mismo sexo.

Me enamoré de él desde el primer momento en que nos conocimos, y hace medio año
empezamos a salir.

En realidad, incluso antes de eso, mi amante me quería mucho.

Mi amante es una persona que tiene la compostura de una persona madura y tiene una
fuerte aura de un soldado de las Fuerzas Especiales. Aunque yo sea más alto que mi
amante, él es mucho más fiable.

Me sorprendió ver que me levantaba el otro día.

El año pasado, cuando me quedé sin trabajo durante un tiempo, me dijo que no me
preocupara y que me daría de comer el resto de su vida, fue tan genial y conmovedor.

Me apoyó en él porque soy el más joven y lloró delante de mi amante, pero siempre
me calma como un adulto.

Estos días, me conmueven las acciones triviales de mi amante y por lo tanto sigo
llorando. Entonces, mi amante cubre mi cara con sus manos ásperas y me limpia las
lágrimas, y cada vez, mi corazón siente que va a estallar.

Quiero seguir teniendo un bonito amor con mi amante en el futuro. ^^ Por favor,
apóyenos.

[↳Miss U: ¿Tienes un amante soldado? Tu tono parece el de un soldado~ Me han


conmovido ~ Habrá mucha felicidad en el futuro ~ ~ ^^ *]

[↳ 8ª División de Infantería: Oh, ¿también tienes un amante militar? Tu amante es


realmente dulce. Mira a mi novio y aprende. ]

[↳Video #100: Eres un tipo encantador, y tu amante parece ser del tipo que lo acepta
bien. Me alegro de conocerte.]

El siguiente comentario también animaba al amor.

Aunque el propósito de la página de fans casi ha cambiado, Raphael se sintió como


un zorro astuto cuando publicaba en la página de fans de Dante presumiendo a su
amante (anónimo). Raphael cerró la ventana de la página con una cara de culpabilidad
y volvió al trabajo.

Pero hoy, su día estaba lleno de pensamientos sobre Dante.


Cuanto más tiempo pasan juntos, mayor es el deseo de felicidad.

Por supuesto, se siente extasiado por vivir con alguien que admiraba y amaba durante
mucho tiempo. Sin embargo, a menudo sentía una sed insaciable cuando sentía la
diferencia de personalidad entre Raphael, que siempre está impaciente, y su amante,
que está relajado, pasara lo que pasara.

No dudaba de que Dante lo amaba, pero su deseo de ser una persona muy especial
tampoco desaparece.

De vez en cuando, incluso Raphael quería hacer algo que sorprendiera a Dante. Él,
que es 7 años menor que Dante, quiere hacer algo que nunca ha hecho antes, y quiere
hacer muchas cosas que son especiales y únicas para él.

Así que quería escuchar reacciones como: «¿Cómo lo has sabido?» y «Es mi primera
vez».

—…

Después de mirar fijamente la pantalla durante varias horas, el trabajo estaba casi
terminado. No había mucho trabajo por el momento, ya que las novedades se
retrasaban por culpa del rencor de su padre.

Durante un breve descanso antes de salir del trabajo, Raphael volvió a mirar la
pantalla, pensando en Dante.

«Te echo de menos.»

«Debería salir a buscarte.»

Incluso esperó que Dante no escuchara esa parte.

***

[Raffy, lo siento mucho. Terminaré lo antes posible y volveré].

[No me esperes y ve primero a casa y cena. Creo que me encargaré del trabajo y lo
resolveré simplemente. ]

Ah…

Raphael contestó con una mirada de decepción.

[Está bien, entonces iré solo al supermercado].

Y unos dos minutos después, recibió una respuesta llena de disculpas.


[Mañana es fin de semana, ¿verdad? Hasta luego, mi bonito cachorro].

—…

Aunque sabía que era inevitable, su cuerpo se desplomó sobre el volante. Había salido
de su trabajo un poco antes, pero fue en vano. El auto salió delante del edificio donde
Dante estaría trabajando.

—¿No estás muy ocupado?

Pensaba que mejoraría tras el periodo de adaptación a su nuevo puesto, pero ayer tuvo
que comprobar algo al llegar a casa y ahora eran horas extras.

Cuando Dante fue asignado al Sistema, a Raphael le gustó que ya no estuviera en el


campo de batalla. Pero ahora, iba de viaje de negocios cada mes, y había una montaña
de trabajo de oficina.

Afortunadamente, nadie alrededor de Dante parecía tener hostilidad hacia él como


Derrickson Efron. Sin embargo, como era el departamento más cercano para ser
promovido, parecía haber ciertos problemas interpersonales. Otro problema era que
Dante, ni siquiera lo mostraba delante de su amante que vivía con él, porque tenía un
alto umbral de “está bien”.

Pasó por el supermercado y llegó a casa cargando comida para gatos y algunos
alimentos que necesitaban. Sin embargo, ya habían pasado dos horas desde que salió
del trabajo. Dentro del buzón de la puerta, había folletos, y las luces estaban apagadas
de la casa, que estaba vacía desde la mañana.

«Parece que Dante aún no ha llegado, a pesar de que compré lentamente a propósito.»

Raphael trasladó los artículos que había comprado a la casa, puso la comida para gatos
en un plato plano y lo colocó frente a la pequeña puerta para gatos en el patio. Esperó
frente a él durante un rato, pero los gatos que habían venido a esa hora el día anterior
no aparecieron. Dando vueltas por el patio, volvió a salir por la puerta y se apoyó en
la pared.

Aunque veía el atardecer, sentía el calor del sol. Fue por esta época del año pasado,
cuando acababa de terminar su periodo de aprendizaje a las órdenes de Dante. Dante
seguía diciendo que lo que pasó en la noche del banquete fue un error de borrachera,
pero Raphael ahora lo ve como el destino.

Si no fuera por eso, Dante no lo hubiera amado como ahora. En su lugar, el joven de
24 años, que carecía de valor, se habría frenado considerablemente al acercarse a él.
Además, no habría sentido la emoción del momento en que Dante se presentó ante su
padre por él y su amor hacia su Capitán se hizo más grande.
Raphael miró su teléfono móvil esperando a Dante. Las notificaciones se
amontonaban mientras no miraba el móvil durante un rato.

—¿Hmm? … ah.

Cuando sonaba, era una señal indicando que había un nuevo comentario que fue
publicado en la página de fans. Al pensar en el artículo que había publicado por
impulso, lo hizo sentir un poco de vergüenza.

La mayoría de los comentarios eran en el sentido de apoyar el amor. Al fin y al cabo,


en la página había muchas personas en una situación similar.

Sin embargo, las cejas de Raphael se estrecharon cuando desplazó la página hacia
abajo.

[↳ El Espíritu Imperial: ¿Por qué eres tan terco con un hombre mayor? Puede que esté
cansado de ello. Sinceramente… el tipo de personalidad que tienes con tu amante….
Parece a la de alguien que conozco. ]

«¿Qué?»

La edad de los usuarios de este sitio era relativamente joven. Como la gente con
amantes militares de la misma edad de Dante, visitaban la página y se sentía como
una comunidad de 20-30 años. Pero esa escritura y su tono, parece un poco viejo…

Raphael escribió una respuesta con los ojos bien abiertos.

[↳↳ Su cachorro (autor): Mi amante dice que le gusta demasiado mi forma de llorar
^^]

Dante a veces lo ve derramando lágrimas y mientras las seca dice: “Vaya, esa cara es
tan linda…”

Por supuesto, él mismo quería reducir las lágrimas delante de Dante, pero no escuchó
este consejo.

Tan pronto como pulsó el botón de entrada, llegó una respuesta inmediata.

[↳↳↳ El Espíritu Imperial: A los soldados les gusta la gente que es honesta y fuerte.
Conozco a un soldado más joven. ¿No conoces el dicho de que un espíritu fuerte hace
un cuerpo fuerte?]

—¡Eww!

Raphael se estremeció al ver el eslogan del ejército revisado hace más de 20 años. [Un
espíritu fuerte hace un cuerpo fuerte] Cuando era joven, esas palabras eran repetidas
por su padre incansablemente. Aunque no pueda recordar algunas cosas por vivir en
un entorno así, Raphael estaba completamente seguro de recordar ese eslogan.

Si este usuario decía que conocía a un soldado más joven, probablemente dicho
soldado tendría más de 40 años. ¿Cómo puede comparar su relación con Dante, con
un anciano?

Los ojos muy abiertos de Raphael se acercaron a su teléfono móvil.

[↳↳↳↳ Su cachorro (autor): Mi amante y yo tenemos un profundo intercambio


emocional basado en el afecto y la confianza, y tanto nuestros cuerpos como nuestras
mentes son fuertes. Por lo que nuestra qué nuestra relación es cercana…]

—Raffy.

—¡Huck!

Los hombros de Raphael se elevaron cuando le tocaron el brazo.

—¿Qué estás mirando con tanta concentración? Ni siquiera te diste cuenta que
me acercaba.

—Ah, Capitán, estás aquí.

—Sí. Estoy en casa. ¿Por qué estás afuera? ¿Has esperado mucho tiempo?

—Creo que llegaste pronto. No he esperado mucho.

—Va a hacer frío. Entremos.

Dante tomó la mano de Raphael.

—Normalmente tu mano es caliente, pero hoy está tibia. Es porque estás de pie
en el viento y mirando tu teléfono.

—Realmente no hace frío. Ni siquiera he visto mi teléfono mucho tiempo.

—¿Estabas trabajando?

—No. Sólo, uhm, esto y aquello… Estaba mirando.

—…

La puerta de la casa se abrió, y las luces de la casa poco iluminada se encendieron en


su totalidad. Dante habló con una voz que se hizo más pequeña mientras miraba el
rostro de su amante.
—Bueno, Raffy.

—Sí.

—…Tú, tú, entonces, la explosión.

«¿Explosión?» Raphael se volvió hacia Dante con los ojos muy abiertos.

—¿Estás hablando de los ataques terroristas en Tennessee? ¿Tienes alguna


secuela de la explosión?

—No, no es eso, pero la última vez…

«Dijiste que harías estallar mi página de fans… ¿Por qué no pudiste hacerlo
todavía?… Tu padre se inscribió allí…» Dante no podía soportar contar la historia. A
juzgar por su aspecto y su respuesta, había una alta posibilidad de que Raphael
siguiera involucrado y estuviera activo. De hecho, la pantalla del teléfono que había
visto antes parecía un tablón de publicaciones.

—¿La última vez?

Raphael ladeó la cabeza con una expresión de desconcierto en su rostro. Y mientras


fingía ser un cachorro inocente, ayer Raphael fue atrapado por sus registros de
búsqueda, incluyendo «¿Cómo hacer que tu novio sienta mucho más en el sexo?”

«Cuanto más lo pienso… ¿No está este tipo demasiado influenciado por el internet?»

—Sabes, el día que tuvimos una pequeña pelea, lo que dijiste en el auto… Oh,
ahora que lo pienso, ese día encontraste algo extraño, me levantaste y me
presionaste en la puerta de casa.

—¿Cuándo he presionado al Capitán? Soy yo quien siempre estoy cuidando del


Capitán. ¡Es injusto!

Raphael pulsó el interruptor del vestuario como si el abogado diera un golpe en la


mesa del juzgado. Tomando en cuenta que en ese entonces Dante estaba apresado
entre la pared y Raphael, añadiendo que jadeaba sin poder respirar, recordarlo, su
espalda todavía dolía. Pero se sorprendió cuando la persona levantó los hombros y
protestó.

—Estaba a punto de cambiar de opinión. ¿A qué te refieres con que es injusto?

—Nunca he hecho eso. Esa postura estaba en el top del ranking de la posición
especial…

—¿A qué te refieres con ranking? No mires eso.


Dante y Raphael estaban uno al lado del otro frente a la percha, desabrochando su
ropa, uno su uniforme y el otro su traje.

—Mira, eres demasiado dependiente de Internet. Redúcelo. No, ahora está


prohibido. Si creo que has aprendido una posición que nunca he visto, y que
solo se puede aprender del internet, dejaremos de tener sexo.

—¿Qué?

Entre el armario dividido en seis compartimentos principales, el más cercano a la


puerta era el compartimiento de ropa de Dante. Estaba preparado para una situación
en caso de que recibiera una llamada de emergencia al amanecer y para que pudiera
salir de inmediato. Cuando abrió el armario y extendió la mano, el lugar que apareció
fue el espacio donde se encontraban los uniformes militares y las camisas. El uniforme
que Dante se acababa de quitar, fue colgado en ese lugar.

El siguiente compartimento estaba ocupado por la ropa de Raphael. Los trajes más
pulcros, como el gris oscuro y el azul marino, eran los principales. Raphael también
se quitó el saco y colgó su camisa, mientras que los calcetines los colocó en el cesto
de ropa sucia.

Raphael exclamó mientras pasaba su cabeza por una camisa.

—Bueno, ¿dónde estudió?

—Puedes dejar de estudiar. No estás tan perdido como cuando empezaste.

—Pero aun así… quiero hacerlo mejor…

—No es que hayamos llegado a la monotonía. Bueno, ¿alguna vez has sentido
que no eres lo suficientemente bueno conmigo cuando estamos teniendo sexo?

—No, no, no es eso.

Después de cambiarse toda la ropa, el pelo de Raphael, que había sido cuidadosamente
revuelto, estaba un poco desordenado. Raphael, un poco más joven que el Director
Haynesworth, le dio a Dante una mirada injusta.

—Dante, tienes mucha experiencia en todo, pero yo realmente no sé nada…


Quiero darte una experiencia especial. Pero como no sé nada, no tengo más
remedio que preguntar si es lo correcto.

—Puedes preguntarme.
—¡¿Y si hay algo realmente extraño?! Quiero decir, que tal vez estoy pensando
de forma demasiado vergonzosa. ¿No sería mejor mirar el punto de vista
público y hablar de lo que se puede gustar y disgustar?

—Eso…

«¿Es eso…? Ahora que lo escucho, puede tener sentido.»

No, pero Raphael parece haber estado expuesto a Internet indiscriminadamente. Dante
salió del vestuario y se detuvo en el dormitorio. Raphael caminó tras él.

Viernes por la noche. Era el día para liberar lo que los dos habían estado esperando
durante toda la semana. A pesar de estar discutiendo algo ridículo, cuando se pusieron
frente a frente con la cama a su lado, la excitación surgió ligeramente en los muslos,
y Raphael, que pensaba lo mismo, le acarició el cuello caliente.

—… Ah, de acuerdo. Dime qué es lo que has pensado probar últimamente. No


importa lo que digas, no me enfadaré.

—¿En serio?

—Sí. No digo dos palabras con una sola boca*.

N/T: Decir algo para después retractarse.

Respondió con seguridad, pero al ver que Raphael levantaba las cejas frente a él, se
inquietó un poco.

«¿Por qué estás tan emocionado?»

Después de esperar un poco más, Raphael declaró en voz alta. Cerrando los ojos con
fuerza y apretando los puños.

—¡Dante, quiero que te pongas mi camisa!

Al escuchar el desesperado deseo, Dante primero levantó la mano y la puso en la boca.


Y mientras miraba el techo, la persona afirmó su respuesta.

—… Ya sabes, es algo clásico.

Al parecer, quería intentar un juego diferente a lo usual.

—Dante, lo dijiste solo para ser amable ¿verdad?

—Oh, de ninguna manera. Ve a buscar la camisa que quieres que me ponga.

—…
Mientras murmuraba algo extraño, Raphael se dirigió a su vestidor. Después de haber
escogido con cuidado, había escogido la camisa negra que traía después de haber
trabajado mucho. Aquí, el clásico se rompe de nuevo.

Mientras Raphael elegía la ropa, Dante se había quitado la camisa de su cuerpo, y


cuando llegó Raphael frente a él, se colocó la de su joven amante.

—Me duele un poco el orgullo.

Cuando estaba completamente abotonada, miró la línea de los hombros a la que le


sobraban unos dos dedos y dijo:

—Es un poco grande, mira lo que sobra, me queda un poco holgada.

Y añadió:

—La norma es llevar solo la camisa de tu amante y tener el cuerpo desnudo,


¿verdad?

Dante se bajó el pantalón que llevaba puesto. Luego sacó sus piernas una por una y
pensó: «hago todo lo que puedo para complacer a mi joven amante.»

Empujó sus pantalones y la ropa interior con la punta de los dedos de los pies, los hizo
a un lado y volvió a levantar la cabeza. Al ver la expresión de Raphael, extendió los
brazos y sonrió.

—Vamos, adelante.

—Dante, eres realmente…

Raphael se acercó, y entonces las rodillas de Dante se flexionaron y fue empujado


hacia atrás por el cuerpo de Raphael. Un gran peso cayó sobre su cuerpo mientras él
caía sobre la cama. Dante lo aceptó con gusto.

—Ha…

Como el único botón de la parte superior de la camisa estaba abierto, Raphael enterró
su rostro. La piel del cuello fue succionada por su boca. Siguiendo a Dante, que hacía
gestos con los codos erguidos, Raphael lo siguió cubriendo su estómago.

El calor era alto entre los amantes que conocían la excitación del cuerpo del otro.
Dante se acercó a la mesa, tomó lo que pudo alcanzar y lo dejó sobre la cama.

—¿Ahora qué más hacemos? Cuéntame todo.

—Realmente no sé nada, no tengo mucha creatividad…


—Tienes una resistencia infinita, así que no importa.

El hombre frente a él no parecía muy convencido. «¿Qué has estado buscando cuando
te refieres a sexo especial?… No sé si estás interesado en estas cosas.»

—No busques en internet sobre una posición favorita, mejor concéntrate ahora.
¿Qué quieres hacer?… ¿Quieres atarme?

Esto era una opción si Raphael quería hacer algo especial.

—¿Atarte?

—Las muñecas… Para que no me pueda mover.

Dante mostró un ejemplo, colocando las muñecas juntas por encima de su cabeza.
Raphael abrió mucho los ojos.

—¿Por qué?… ¿Por qué harías eso? Capitán, ¿no quieres acariciarme?
¿Entonces…?

—No me refiero a eso, ¿cómo es que llegaste a esa conclusión? Eso no dejaría
que me moviera… Olvídalo. Hagamos otra cosa. Mi amable cachorro.

Como era de esperar, de los dos, Dante seguía teniendo la mente más lasciva. Dante
rodeó las mejillas de Raphael y las besó. Raphael sonrió.

—No quiero ser un amable cachorro.

—¿Entonces?

—… Bueno, en la cama, quiero ser un cachorro feroz.

—De acuerdo… he visto eso últimamente, sí.

Raphael, al empujar su cuerpo, las piernas de Dante se separaron. Llevaba ropa en la


parte superior, pero se sentía un poco sutil ya que la parte inferior estaba desnuda. La
sensación de la ropa de Raphael, que aún no se ha quitado, y estaba tocando entre sus
piernas desnudas, aumentaba el calor del cuerpo.

—Ah…

Cuando se acostó, la pelvis se curvó, y la camisa se levantó. Una mano grande y cálida
pasó por su estómago hasta que finalmente llegó a su pecho. Era una caricia diferente
a cuando se impacientaba.

—Dante… hay algo que quiero hacer.


—¿Qué es?

—Lo que hiciste por mí antes, quiero darle a Dante placer con mi boca.

—¿Quieres chuparlo?

—Sí. Bueno, eso.

Raphael asintió tímidamente. Dante le acarició el pelo alborotado.

—Bien, adelante. Adelante.

—Sí.

Raphael se quitó de encima de Dante y se arrodilló en el suelo. Ambas manos


presionaron los muslos de Dante, abriendo el espacio y sujetando su pene semi-erecto.

—Ah…

La lengua que salió entre sus labios rosados, tocó el pene. La temperatura de la lengua
era superior a la del pene. Los ojos de Dante se cerraron ligeramente. Raphael, que
trazaba torpemente contornos en el pene con la lengua, no tardó en abrir la boca y
meter la mitad del pene de Dante.

—Ah, ah…

La respiración de la boca de Dante se calentó. Tocó la cabeza de Raphael con una


mano y le acarició un poco el pelo, justo por encima de la oreja.

—Un poco, un poco fuerte. Sí…

En cuanto escuchó la orden, Raphael apretó las mejillas. Dante cerró los ojos con una
sonrisa en los labios. La mano que sostenía la cabeza cobró fuerza.

—Dante, ¿te sientes bien?

—Ah… es nuevo.

No lo hacía bien, pero estaba más excitado porque Raphael era torpe. Aunque era él
quien estaba siendo estimulado con la boca, Raphael movía los hombros más que
Dante. El pulgar de Dante acarició su cara lateral y sus orejas.

Lo que hizo que la parte inferior se sintiera mucho más, fue que Raphael estaba
imitando lo que Dante había hecho cuando le dio una felación antes. Acarició la base
del pene con sus manos o lo presionaba en una mejilla.

—Ugh, ah…
Hubo un sonido obsceno entre las piernas de Dante. De vez en cuando, la boca de
Dante gemía, y Raphael ya tenía la cara roja.

—Lo digo por si acaso. ¿Has practicado?

Raphael no contestó, pero se puso un poco eufórico y enterró más la cabeza.

Raphael no tenía ningún tipo de rechazo.

Aunque sean pareja, Dante no sabía si estaba bien que Raphael no dudaba en lamer el
pene de la otra persona.

Raphael, lejos de estar asqueado, se excitaba constantemente mientras lamía el pene.


Como prueba de ello, la parte central de sus pantalones estaba abultada desde hacía
tiempo. Un pensamiento travieso pasó por la mente de Dante.

—¡Ugh!

Raphael se sorprendió con el pene de Dante en la boca. El viento tocó ligeramente los
dientes delanteros. Unos ojos muy abiertos miraron a Dante. Dante sonrió y volvió a
presionar con los dedos de su pie entre las piernas de Raphael.

—Da, da… Dan, te.

—Si es nuevo, debería ser así.

El hueco entre los dedos de sus pies se estrechó y apretó el pene de Raphael. El brazo
que sujetaba el muslo de Dante se derrumbó con una vibración estremecedora.

—Esto, tú, es un poco raro. Ugh…

Raphael jadeó contra los muslos de Dante. El aliento caliente se derramó entre las
piernas desnudas. El estremecimiento del estómago de Dante también era fuerte.

—Date prisa, chúpalo. Lo hice por ti antes. Yo también estoy muy excitado.

El pene de Raphael estaba erecto, pero el de Dante estaba completamente hinchado.


Raphael colocó las yemas de sus dedos en el muslo de Dante. Miró a Dante con una
expresión hábil, bajó la cabeza como si fuera injusto y apretó la mejilla con fuerza.

—¡Ah!

La cintura de Dante se curvó hacia adelante. Se aferró a los amplios hombros que
estaban subiendo y bajando frente a sus ojos. La playera que cubría la espalda de
Raphael estaba profundamente arrugada.
—Ah, espera. Raffy. ¡Ah!

Hubo un sonido húmedo entre los pantalones y las plantas de los pies de Dante. La
nariz de Raphael presionó la parte baja del vientre de Dante mientras mantenía su
garganta sofocada y lo metía en su boca hasta la base.

Raphael movió su mano entre las piernas de Dante. Su mano se deslizó por el espacio
entre su trasero y la sábana que tenía debajo, y las yemas de sus dedos acariciaron la
entrada seca y rígida.

—Ah… mano… baja la mano.

—…

—Si quieres ponerlo ahí, ah, no lo hagas hasta que me corra, así que sopórtalo
un poco más, ¿de acuerdo? Además, tú fuiste el que dijiste que querías
chuparlo.

La planta del pie presionó la entrepierna de Raphael. El pene guardado en esa


dirección, fue presionado. La cabeza que estaba entre las piernas de Dante se movía
y de sus labios salía un gemido. La firme erección del pene que reprime su excitación,
se elevó en el pantalón.

—Uh…

Raphael dio a sus mejillas fuerza. El espacio vacío de la boca desapareció por
completo y el pene hinchado fue succionado con fuerza.

Junto a la acción, un dedo abrió la entrada con fuerza y se incrustó.

Era esta técnica de dedos lo que lo hacía significativamente superior en comparación


a la felación. La yema del dedo presionó exactamente donde Dante más sentía. ¡Ugh!
Y el primer sonido de llanto de Dante salió de su boca al tiempo que la cintura se
levantaba.

—Ah, ah, buen trabajo… ah… ¡Ah!

Dante agarró la cabeza de Raphael. Las venas de su dorso de las manos sobresalieron,
que había ejercido fuerza.

—Ah, creo que voy a correrme. Si no te gusta, apártate… ¡Ah!

La cabeza de Dante se inclinó hacia atrás porque Raphael se metió desesperadamente


entre las piernas de Dante. Los gemidos se vertieron en la espalda de Raphael.

—¡Hmph!
Finalmente, Dante suplicó a Raphael, que todavía tenía en su boca el pene de su
amante. Un escalofrío llegó a su cuerpo al levantar la cintura con fuerza, mientras que
sus manos temblaban.

—¡Ah, ah, ugh, ah….!

Después de eyacular, llegó una sensación de agotamiento, cerró los ojos y relajó la
espalda. Pero antes de que pudiera recuperar el aliento,

Raphael se levantó. Sus labios rosas se apretaron y tragó lo que había en su boca. Con
esa acción, los hombros de Dante fueron empujados hacia atrás con fuerza.

—¡Ya estoy en mi límite!

Raphael dejó escapar un grito.

—¡Yo, yo he sido paciente!, ah, has eyaculado y no hice nada más que chuparlo,
¡así que déjame meterlo!

Estaba tan desesperado que las comisuras de sus ojos se llenaron de lágrimas.
Dante sintió una punzada de culpabilidad al recordarlo arrodillado entre sus
piernas, mientras aguantaba su erección. Parece que estaba desesperado por
las palabras que había dicho en broma.

—¡Dante…!

—Está bien. Lo siento, lo siento.

—Tienes que darme una recompensa por ser paciente.

Mientras Raphael se colocaba encima de Dante, éste se bajó los pantalones junto con
la ropa interior y sacó su erecto pene. Los alrededores estaban mojados, pero como
había dicho, consiguió soportarlo.

—Te he hecho sufrir. Supongo que sí.

Era absolutamente imposible insertar algo tan grande de inmediato. Le lanzó a


Raphael un tubo lleno de gel. Raphael se apresuró a colocar el gel en la palma de su
mano y tiró de la cintura de Dante, que se giró a medio camino.

—Ugh, ah…. Ah, ugh, ugh.

Los dedos húmedos atravesaron el interior con más brusquedad de la esperada.


Hurgaba de esa manera gracias a que era viernes por la noche, por lo que Dante sintió
escalofríos después de mucho tiempo.
Raphael se colocó estrechamente detrás de Dante, que mostraba su espalda y su cara
estaba sobre la cama. El dobladillo de la camisa holgada fue empujado hacia arriba,
dejando expuesta la piel sudorosa.

—Ah…

El gel en el pene humedece el interior de la entrada y estiró la brecha. Raphael no se


perdió el momento en que Dante exhaló con fuerza y su cuerpo se relajó. La cintura
firmemente sujeta con ambas manos se hizo hacia atrás, y Raphael empujó su espalda
en dirección contraria al cuerpo de Dante.

—¡Huh…!

—Ah, ah, Dante.

La carne de su trasero fue apretada y acariciada con brusquedad por una gran mano.
La entrada estaba más tensa que de costumbre, porque Raphael no se tomó el tiempo
para aflojarla. Raphael continuó introduciendo su gran pene en el agujero de Dante.

—Ah, ah, ah, ah.

—¡Oh, Dante, ¡se siente tan bien…!

El pene que expandía la pared interior, se introdujo por el estrecho hueco. Antes de
que Dante pudiera adaptarse a la sensación del apretado interior, el pene de su amante
rozó un lugar con brusquedad.

—Dante, relájate. Quiero llegar hasta aquí.

Raphael señaló bajo el ombligo de Dante. La punta del pene se clavó intensamente en
algún lugar del interior. “¡Ah!” Cada vez, un gemido más húmedo salía de la boca de
Dante. Al sentir la excitación crecer, Dante corrió sus pensamientos de hace un rato.
Raphael tenía algo más que una buena técnica con los dedos.

—¡Allí, ah, ugh! Lo siento, no puedo relajarme, ya sabes, ábrela tú, con fuerza.

Provocando una vez a Raphael, Dante se sintió adicto a este placer. El aliento caliente
vertido en su nuca lo hizo temblar de nuevo.

Un gran torso cubría completamente la parte superior de Dante. Junto a su cabeza,


grandes manos blancas se clavaban en la cama como pilares. Detrás de la camisa,
donde estaban sus hombros desnudos, pudo ver unos hombros anchos.

—Hah, ah, ugh….


Los muslos y el trasero se golpearon entre sí, y las paredes internas se abrían con
brusquedad. No había lugar donde no estuviera caliente al entrar en contacto con él,
ni física ni interiormente,

El pene, que entraba en la estrecha entrada, hurgaba cada punto de Dante creando una
excitación más grande. La parte superior de su cuerpo se derrumbó sobre la cama y
no hubo tiempo para avergonzarse de la postura de sus caderas levantadas.

—¡Ah, Raphael, eh, dentro!

Dante no pudo contener su excitación. Ambas manos, sin saberlo, bajaron a su cuerpo,
una acariciando su pene y la otra sus pezones, persiguiendo sus sensaciones erógenas.
Cada vez que Raphael golpeaba con fuerza contra su trasero, lo más profundo de su
interior se estremecía. Allí, una profunda sensación se elevaba hasta su cabeza.

Raphael, que agitaba con fuerza a Dante, estaba cerca de su espalda.

—Ah, Dante, esto es tan… Dante… ah, ah…

«Oh, está llorando.»

Las glándulas lacrimógenas de Raphael eran diligentes mientras se introducía en el


interior de Dante con brusquedad.

Abrazó a Dante con fuerza con un brazo. Dante estaba rodeado de una temperatura
corporal que parecía que estaba a punto de derretirse. Con él, el interior se abrió por
completo y un gran pene penetró profundamente.

—Dante, Dante.

«Mira esto. ¿Cómo no voy a creer en el cariño de Raphael?»

Cuando sintió que las emociones bajaban más profundamente al mezclar sus cuerpos,
Dante se sintió más animado que antes. No hay nada que le dé satisfacción y alivio en
el corazón que un amante que lo anhela tan desesperadamente.

—Raffy.

—Sí. Sí, Dante.

Raphael respondió con ansiedad, frotando su cara contra el cuello. El clímax parecía
acercarse más rápido que el de Dante, ya que lo había soportado durante mucho
tiempo.

Dante extendió la mano, le besó la mejilla y le susurró. No sabía por qué, pero fue un
regalo especial que me hizo levantar el ánimo de repente.
—¡Oh, Dante, yo también, yo también, ah, ¡ah…!

Dante cerró los ojos con fuerza, mientras sentía que algo caliente se extendía por su
estómago. La parte baja de su estómago se volvió pesada en un instante.

Los dos contuvieron la respiración por un momento. Después de un rato, Dante giró
la parte superior de su cuerpo y lo besó.

—Sí…

Raphael abandonó el cuerpo al que se aferraba, por lo que Dante se giró y tiró de
Raphael. Los ojos verde claro se extendieron lánguidamente, y en momentos como
este, la expresión infantil desaparecía por completo.

—Mi pequeño cachorro, has sido muy intenso. Estabas tratando de romperle la
espalda a tu amante.

—Sí, estaba muy excitado…

—Lo sé. Bien hecho.

Raphael no odiaba el peso o la fuerza de Dante, y no odiaba si Dante lo empujaba para


colocarse arriba de él. Al principio, fue una experiencia fresca, pero ahora estaba
bastante acostumbrado.

—¿Vas a hacer más?

—… Sí.

Su cabeza asintió rápidamente. «Sí, porque hoy es viernes.»

—¿Quieres que lo haga especial otra vez? ¿Quieres que me acueste?

—Oh, no…

Raphael dudó por un momento y luego negó con la cabeza. Le gustaba que Dante
llevara la camisa holgada, que lo estimulara con los pies mientras él lamía su pene, y
que podía abrazarlo fuertemente por detrás mientras lo penetraba, pero el sexo…

—No, por favor, tócame tanto como siempre.

Era agradable sentir las manos de Dante y mirar su cara.

Dante se rió al escuchar su respuesta. El sentimiento de ternura por la otra persona se


reveló.

—Sí, mi tierno cachorro.


Una mejilla fue pellizcada ligeramente. Raphael se quitó la camisa. La mano de Dante,
que había anhelado, recorrió su cuerpo blanco.

—Si hay algo más que quieras hacer, inténtalo la próxima vez. Pregúntame
antes de buscar.

«La próxima vez…»

La naturalidad al decir las palabras “próxima vez” fue una promesa, por lo que
Raphael sonrió. Algo de impaciencia que se había apoderado de la mente de Raphael,
se liberó.

—Sí, Capitán.

Dante aceptó a Raphael, que se apresuró a entrar en él. El fin de semana acaba de
empezar.

***

Ding—

El teléfono móvil colocado junto a su cama sonó. Raphael, que se había quedado
dormido a última hora de la mañana, levantó los párpados con dificultad.

¿Quién era a estas horas el fin de semana? Cuando vio la pantalla, y el nombre de una
persona inesperada flotando, Raphael aclaró su voz bloqueada.

—Aquí Raphael.

[—¿Acabas de despertarte?]

Raphael comprobó la hora en el pequeño reloj sobre la mesa. Las 9 de la mañana.


Teniendo en cuenta que es fin de semana, la palabra «acabas» no es adecuada, pero
sería demasiado tarde para su padre que piensa que el mundo se acabaría si no hace
gimnasia a las 7 de la mañana todos los días.

Dante ya se había despertado y había salido de la habitación. Probablemente su padre


estaría tomando café en el salón o haciendo un ligero footing*.

N/T: Footing: ejercicio físico que consiste en correr una distancia larga a un ritmo
moderado y constante.

[—Ahora que solamente estás atrapado y sentado frente a un escritorio, debes


estar prestando más atención para fortalecer tu cuerpo. Seguramente no lo
estás haciendo.]
—Sí. Estoy prestando atención en eso.

Era absolutamente imposible que Raphael se cansará antes que Dante por la noche
debido a su resistencia física. Raphael realizaba ejercicios musculares y aeróbicos sin
descanso, y sólo comía alimentos proteicos cuando no comía con Dante para que su
cuerpo no se apagará.

Por cierto, debido a la naturaleza de su padre… era claro que solo hablaría y enseguida
colgaría, pero seguía diciendo cosas extrañas.

[—¿Estás en casa?]

—Sí.

[—El nuevo Director Haynesworth no parece que esté tan ocupado. Tsk.]

Sí. Después del accidente de su vida, el hijo que era dócil y había aprendido a escuchar
a su padre hasta cierto punto, después del incidente, era diferente. La clasificación de
“La persona más temible del mundo cuando se enfada” había cambiado.

[—Antes del matrimonio, el Mayor preparó un lugar para vivir, por lo que
debería comprar una casa después del matrimonio. Puedo conseguir un terreno
que se encuentra en un buen lugar al oeste o al sur. También he mirado unos
cuantos autos para que los desplazamientos hacia el Cuartel Central no sean un
inconveniente.]

—… Padre, ¿lo vas a comprar?

[—¡¿Entonces, no puedo hacerlo?! ¡Irá a nombre de mi yerno, no del tuyo!]

«¿Por qué gritas de repente?»

Raphael juntó sus cejas y se levantó de la cama. Una manta se deslizó por su espalda,
donde habían quedado las huellas de dedos y las marcas de los besos. Mientras
intentaba salir del dormitorio con la bata puesta, mientras buscaba a Dante, el
Comandante en Jefe dijo:

[—Visítanos hoy o mañana por la tarde con el Mayor.]

—No hay necesidad de que Dante se reúna con su jefe un fin de semana. Si
tienes algo que decir, dímelo a mí.

—¡Intento alimentar a mi yerno, que es más fiable que mi hijo, mejor que un
restaurante para ejecutivos en su día libre! ¡Ya que vas a venir, deberías traer
los documentos que pienses que deba de revisar!
El Comandante en Jefe dijo eso y colgó. Raphael se rascó torpemente la nuca.

Su padre había llamado primero a su hijo, que dejó el ejército y que necesita su
ayuda… Tal vez la causa del repentino cambio de actitud sea…

Raphael salió a la sala de estar. Fuera del gran ventanal que daba al patio, podía ver a
Dante de pie cerca de la pared. Más allá de la pared, había un niño y un padre que
vivían al lado.

El niño, que sentía una gran admiración por la profesión de soldado, estaba colgado
de la pared y miró a Dante. Cuando Raphael se acercó un poco más al lado de la
ventana, podía escuchar un débil sonido de conversación.

—Van de puerta en puerta para desayunar, comer y cenar.

—¡Vinieron a mi casa ayer por la mañana!

—¿De verdad? Vinieron a mi casa por la noche, y hay días en los que no
vienen, así que no hay de qué preocuparse.

—Sí, son todos los pequeños que se han criado juntos en el vecindario. Si por
casualidad se oye un ruido desde el lugar donde se coloca la comida, significa
que hoy es el día en que nuestra casa fue elegida.

—¿Nuestra casa fue elegida? Parece un sultán que se pasea con su hárem.

Dante se rió alegremente. El tema de conversación entre los tres parecían ser los gatos.

Finalmente, la conversación terminó, y Dante se despidió y se dio la vuelta. Con ropa


cómoda y zapatillas de deporte en lugar de botas militares, caminó hacia él. En una
mano llevaba un cuenco ahora vacío, que el día anterior se había colocado con comida.

—Buenos días. Ayer tuvimos unas visitas.

—Dante.

Raphael sonrió alegremente. Dante miró hacia atrás y confirmó que el vecino de al
lado había entrado en la casa, y besó los labios de Raphael. Raphael cerró los ojos.

—Ayer no te escuché y me quedé dormido. ¿Cómo estuvo?

—Estuvo bien…

Raphael se sonrojó tímidamente.

—¿Crees que la realidad fue más excitante que la búsqueda?


¿Eh? Raphael ladeó la cabeza.

—¿Debería estar excitado mientras busco?

—Entonces, ¿qué tienes en mente cuando lo haces?

—En mi mente hago una simulación si la postura es físicamente posible, si será


duro para Dante o si te gustará. No me excito con solo imaginarlo solo… es un
Dante imaginario.

Era solo información para hacer a Dante un poco más feliz. No se puede comparar
con el verdadero Dante, que está al alcance de su mano. Al igual que un menú para
comer, el Dante imaginario no podía satisfacerlo.

En cambio, con el Dante real, toda la emoción se duplica. Las olas que vienen de él
son siempre abrumadoras. Por eso podía responder con seguridad: «Siempre tengo
dar lo mejor de mí delante de Dante»

—Dante, ¿te gustó?

—Sí. Bueno, a mí también me gustó.

—Es un alivio… No hay nada que pueda comparar con Dante. Lo haré mejor
la próxima vez.

—…

Dante se giró sigilosamente hacia un lado. Se rascó el cuello con un murmullo de


devoción a esa parte.

—… Eres tú, así que está bien. No puedo decir nada más. He perdido.

Luego sonrió como si estuviera suspirando.

Raphael también sonrió tras él, aunque no sabía el motivo ya que no lo había
escuchado. Sin embargo, la expresión de su cara era la misma que cuando susurró el
día anterior.

En una semana han pasado innumerables acontecimientos que no fueron del todo
especiales o importantes. Durante ese tiempo, los dos permanecieron juntos.

Y a partir de ahora, estarán juntos todos los días del fin de semana.

Volverían a llenar el cuenco vacío con comida, esperarían a los gatos, tomarían un
desayuno ligero y Raphael le contaría a Dante las palabras de su padre, y por la tarde,
ambos harían un poco de tiempo para visitar la casa de Haynesworth.
A partir de ahora, todo el trabajo que Raphael va a continuar haciendo, empezó con
Dante mientras sonreía.

—Por favor, pulsa la cafetera. Llenaré el cuenco con comida para gatos y
entraré.

—Sí.

De repente, Raphael sintió que todo parecía perfecto.

Rápidamente fue a la cocina y preparó el café tal y como le había pedido. Pero tras
poner la taza debajo, se dirigió directamente a la puerta principal. Iba a colocarse
delante de Dante antes de que abriera la puerta y entrara.

Y al abrazarlo, grabaría una mañana que comenzó con un profundo abrazo en los
registros del fin de semana que seguirían.

↳↳↳↳↳Su cachorro (autor): Además, cada día abrazo a mi amante más de lo que lloro.
Será así por el resto de mi vida.

↳↳↳↳↳↳ El Espíritu Imperial: Sí. Hazlo bien.


Extra 3
Ever After
Era un agradable momento para comer.

Raphael y Dante a menudo disfrutaban comiendo fuera, aunque les gustaba comer
juntos en casa. Hoy, los dos estaban sentados en un restaurante con una fila de velas
antiguas encendidas y una ambientación de canciones cantando al amor.

Las manos de Dante son ásperas y callosas. Debido al entorno de su trabajo, tenía
muchas pequeñas cicatrices en el dorso de la mano y en los dedos. La visión de un
cuchillo de plata, en su mano, era como una escena de una impresionante y sexy
película de espías.

Raphael pensó que era un poco injusto ver a semejante amante.

«¿Cómo es que Dante muestra sus coloridos encantos a cada momento?»

A veces era tan dulce que le producía un cosquilleo en la punta de la nariz, a veces
era tan hermoso que su boca se abría inconscientemente, y a veces era tan erótico que
hacía estallar su corazón.

Dante, que abrió los labios y se llevó la carne cortada a la boca, levantó la vista.
Naturalmente, sus ojos se encontraron con los de Raphael que le miraban.

—Deberías comer. ¿Por qué me miras con tanta pasión otra vez?

—No, estoy comiendo.

—¿Es de tu gusto?

—Sí, me gusta todo si lo como con Dante.

—Ya veo.

Dante, al otro lado de la mesa, apoyó la barbilla en la palma de su mano. Después,


Dante se acercó un poco a él, así que Raphael acercó su cara. Las mejillas de Raphael
se estiraron cuando Dante se rió como si fuera lindo.

—Raphael.

—Sí, Dante.

—¿Cuándo quieres casarte?


—Ah, casarme… ¿Estás hablando de nuestro matrimonio?

Raphael entendió la pregunta solo después de que Dante le preguntara casualmente y


tocará el tema primero. Solo la palabra “matrimonio” estaba en su mente. Raphael
parpadeó un par de veces, y se levantó de su asiento.

—¡Pues yo, mañana!

—No puedo hacerlo tan rápido.

—¡Entonces prepárate para mañana… pasado mañana!

—Hmm. No está mal. De acuerdo, casémonos pasado mañana.

Dante, que Raphael pensó que diría que se calmara y que dejara de decir tonterías,
asintió. Raphael ideó un plan para aprovechar su riqueza inmediata y terminar los
preparativos de la boda en un día. Pensó que si Dante se lo permitía, saldría a hablar
por teléfono durante 5 minutos. Entonces los dos podrán entrar en la sala de
ceremonias pasado mañana.

—Pero antes de eso. Has olvidado algo importante.

—Capitán, ¿algo importante?

«¿Qué he olvidado? He dicho que te amo diez veces al día, y ayer te besé más de cinco
veces. ¿Hay algo que faltaba?» Dante se levantó mientras Raphael agonizaba en
silencio.

No sabía que estaba viendo la cara más hermosa del mundo de Dante, pero hoy no
llevaba uniforme militar, sino un traje azul marino. Raphael se dio cuenta, gracias a
Dante, de que el pelo castaño y el azul marino podían ser una combinación fantástica.

Los ojos de Raphael se abrieron de par en par mientras mantenía la mirada baja. En
una mano de Dante había un ramo de flores tan grande que no sabía cómo lo había
escondido bajo la mesa. Era una rosa rosa que era como un símbolo de su amor.

—No me propuse formalmente.

—¡Ah…!

Raphael se cubrió la boca con ambas manos, emocionado.

Dante se acercó completamente a Raphael. En este momento, Raphael sintió como si


una alfombra blanca se extendiera a espaldas de Dante hasta el salón de bodas. Se
apoyó en el suelo con una sola rodilla en este. Las manos de Raphael temblaron
porque la apariencia de un caballero proponiéndole era tan genial.
—Raffy, a quien más quiero en el mundo, cásate conmigo. Y vayamos a una isla
donde no haya nadie más que nosotros.

—Cap… Capitán, eres tan genial. ¡Acepto!

Raphael no pudo quedarse más tiempo quieto, así que abrió los brazos hacia Dante,
que estaba de rodillas, y lo abrazó. Le pareció escuchar el sonido de “¡Ugh…!”, pero
tal vez estaba equivocado porque al ver a Dante, solo sonreía alegremente. Tal vez lo
que había escuchado fue la campana de la iglesia para señalar el inicio de la boda.

Y Raphael pensó, mientras Dante lo abrazaba suavemente.

«Estoy soñando con esto otra vez…»

Raphael había enterrado su cabeza en los brazos de Dante mientras dormía, sin
embargo, hubo un dolor en el pecho apretado, y en el rostro de su joven amante había
una sonrisa brillante… Dante no sabía por qué.

Dante volvió a abrir los ojos mucho antes de su hora para prepararse para ir a trabajar,
gracias a un amante que lo abrazaba bastante como si estuvieran en una cama
individual en vez de una cama espaciosa.

La cara de Raphael, después de haber despertado de su sueño, se volvió lo


suficientemente predecible para que Dante se diera una idea de lo que había soñado.
Lo sabía porque además, movía su nariz.

—Aquí tienes.

Dante puso un café con mucha leche delante de Raphael y un café más oscuro, llevaba
en su mano. «Gracias….» Raphael tomó la taza con las dos manos, se bebió la mitad
del contenido y lo dejó encima de la mesa sin poder evitarlo. El movimiento de dejar
caer sus hombros y bajar la cabeza era un poco lamentable.

Por otro lado, gracias a que se despertó temprano, Dante, que estaba más limpio que
Raphael, inclinó su taza tranquilamente.

—¿A dónde fuiste en tus sueños hoy?

—Fue en el momento en que estaba a punto de entrar a la ceremonia de bodas,


tomados de la mano….

—Bueno… la última vez dijiste que estábamos a punto de besarnos después de


una propuesta oficial. Hoy también me he despertado mucho más temprano.

—Huh…
Con un sonido de dolor, Raphael se llevó a la boca un pedazo de su comida. El estado
de ánimo de un hombre que había despertado de un sueño dulce y había vuelto a la
realidad, no era muy bueno.

—No se ha ido del todo. Quiero decir, en mi sueño me has dicho: “Cariño, te
amo.” Voy a terminar mi sueño. No voy a ir a trabajar.

—Cariño, te amo. Vamos a desayunar y a prepararnos.

—Sí…

Raphael movió su nariz unas cuantas veces. Raphael, que acababa de despertarse y
lamía el tenedor con su pelo desordenado, después de mucho tiempo, parecía un
pequeño hermano menor. Las cejas y las mejillas caídas también influyeron en su
apariencia. Dante sabía que lo deseaba tanto como para soñar con ello, así que no
podía pensar en un molesto lloriqueo.

Después de terminar su desayuno, Raphael fue a ducharse. Dante se llevó el café


restante a la boca, esperando que su pequeño cachorro se convirtiera en el Director
Haynesworth. Si Dante va a colocarse su uniforme militar en unos 10 minutos, estará
justo a tiempo que Raphael.

A medida que el período de convivencia aumentaba, Raphael y Dante llenaban el


vacío entre ellos. Su estilo de vida encajó rápidamente como un rompecabezas, y
ahora es natural que pasen todos los días juntos.

***

—Quiero casarme con Dante lo antes posible.

Raphael murmuró mientras soltaba el volante y miraba al asiento del copiloto, porque
parecía un poco decepcionado por salir del país de los sueños.

Dante también tenía un auto particular, así que había dos autos en el garaje, pero no
podía renunciar a este momento de sentarse uno al lado del otro. Al final, a no ser que
hubiera un asunto urgente, el otro auto se quedaba estacionado en el garaje todos los
días.

Raphael, apoyando la cabeza junto al navegador, miró a Dante. Dante le acarició su


blanca mejilla, tranquilizándolo.

‘—Quiero ser tu familia.’

Dante respondió a su romántica confesión con una feliz sonrisa. Sus corazones hacia
el otro ya están preparados.
Sin embargo, el proceso de «matrimonio» no era tan fácil como para ser resuelto sólo
por el corazón.

—No queda mucho tiempo. ¿Por qué estás tan impaciente?

—Es el año que viene, ¿verdad? ¿Falta un año? Queda mucho tiempo…

—Ya has aguantado la mitad, así que sé fuerte ¿sí?

Para ser precisos, ni siquiera quedaba ni un año. La boda estaba prevista para después
del cambio de año, pero prácticamente quedaba medio año.

No dijo nada, pero al ver que la fecha se había fijado en un luminoso día de primavera,
Dante se sintió secretamente aliviado. Era después del cumpleaños de Raphael, así
que estaba aliviado de que todavía pudiera retrasarse un año más, y que su joven
amante crecería un poco más.

—¿No es agradable prepararnos poco a poco y que no interfiera con el trabajo?

—Sí, pero… Capitán, ¿no quieres casarte conmigo lo antes posible?

—Es porque mi amante todavía es joven. Es un poco pronto para que te cases-

—Ya tengo 26 años.

Los hombros se extendieron con orgullo hacia los lados. “Es verdad, debes estar
orgulloso de ello”, respondió sin sinceridad un hombre de 33 años.

Raphael Haynesworth, el hombre más romántico que conocía Dante, tuvo un nuevo
sueño cuando su amor no correspondido que había anhelado, se hizo realidad. Se
trataba de un beso con su persona amada en un camino de bodas blanco.

El beso, prometiendo el amor eterno de los dos en el camino blanco, era una escena
del destino del sueño no solo de Raphael, sino de todos los amantes.

Dante, que solo entiende el romance en su cabeza, pero no siente mucho en su


corazón, sabía lo mucho que Raphael anhelaba tal escena.

Y también sentía un poco de pena. El motivo del retraso de la fecha de la boca es algo
complicado, pero porque habían tenido ellos algo de culpa.

Hace unos meses, Dante fue invitado por la familia de Raphael a visitar la mansión
Haynesworth una vez más. Ahora ya no estaba tan nervioso como al principio, y su
familia también estaba acostumbrada a su presencia.
Sobre todo, sentía que todo el mundo de la mansión tenían un claro interés en él, y
podían ver lo mucho que Raphael había expresado su amor por Dante a su alrededor.
Después de eso, se sintió mucho más cómodo.

Durante la comida, el Comandante en Jefe Haynesworth preguntó:

‘—¿Cuándo piensan casarse?’

Tras escuchar esa pregunta, Raphael y Dante se miraron. Antes de que Raphael
pudiera decir algo, Dante respondió acariciando la rodilla de Raphael.

‘—No falta mucho, ambos estamos viviendo juntos, así que vamos a hablar
sobre ello y hacer planes para una boda pronto. Me aseguraré de que la noticia
sea pronto.’

Dante había recibido una propuesta, estaban viviendo juntos, se tenían el uno al otro
y además Dante se había acostumbrado a su nuevo trabajo como Mayor y su vida era
estable. No había ninguna razón para posponer la incorporación a la familia.

El momento en que decidió seguir adelante con el matrimonio no fue por una emoción
dramática o por la alegría, sino cuando esperaba que al día siguiente y al siguiente
pasaran todos los días juntos.

En respuesta, Raphael cubrió el dorso de la mano de Dante y acarició sus dedos.

‘—Ya veo. Esta es la parte en la que creo que podría ser demasiado
entrometido, pero quiero decir algo más.’

‘—Sí.’

‘—¿Por qué no celebran la ceremonia al mismo tiempo de mi jubilación?’

Era algo en lo que no había pensado, así que Dante puso una expresión de desconcierto
en su rostro.

‘—Estoy anunciando que el Haynesworth que queda en el ejército ahora serás


tú. Es un anuncio que debe de saber todo el mundo.’

Si se casa, la relación con la familia Haynesworth se conocerá de todos modos, pero


si siguen lo que el Comandante en Jefe sugirió, el impacto sería muy diferente.

El Comandante en Jefe Haynesworth sabía que la discriminación que Dante había


experimentado antes se intensificaba cuanto más alto llegaba. En el futuro, podría
haber varias personas como Derrickson Efron, que mirarán a Dante por encima del
hombro sin razón alguna. Este anuncio sería para demostrarles a esas personas que
Dante pertenecía a la familia Haynesworth.
Para Dante, que está agradecido por la consideración, no piensa que debía ir tan lejos.
Pero el Comandante en Jefe dirigió su mirada a Raphael.

‘—Raphael, tú sabes mejor lo que quiero decir.’

‘—…Sí.’

Raphael entonces se volvió hacia Dante.

‘—Capitán, esto es… Creo que deberías seguir el consejo de mi padre.’

Si esa era la opinión de Raphael, la persona con la que se casará… Dante tampoco
tenía razones en particular para objetar.

Originalmente, los dos habían planeado casarse con bastante rapidez. La ceremonia
se estimó en tres o cuatro meses, utilizando los campos verdes que rodean la iglesia,
donde Dante creció, allí, habían pensado planear la boda con solo algunos de sus
parientes. El plan consistía en ajustar la fecha y decoración considerando a toda la
familia Haynesworth, incluido el Comandante en Jefe. Entre ellos, Raphael era el más
entusiasta a la hora de elegir los preparativos de la boda, que Dante.

Sin embargo, no sabía que la jubilación de su padre sería dentro de un año y unos
meses.

—Pero ahora que el tiempo de espera ha terminado, los preparativos de la


boda han comenzado en serio.

—Sí…

A medida que el número de meses que faltaban para la boda llegó a un número que se
puede contar con los dedos de ambas manos, una empresa encargada de asesoramiento
sobre bodas comenzó a enviar panfletos…

Los planes de boda de ambos cambiaron por completo, incluyendo el vestuario, el


lugar de celebración y el número de invitados. Se esperaba que el nuevo salón de
bodas debía acercarse más al estilo de Haynesworth, La Gobernadora Institucional,
que era la que supervisaba el proceso, parecía disfrutarlo. Raphael le había dicho a
Dante: “parece que mi madre ha encontrado una nueva aptitud fuera de la política”.
Para Dante, la Gobernadora Haynesworth seguía siendo una figura severa, pero…

Raphael volvió a sacar los labios.

—Solo quiero que mi padre se jubile el mes que viene, ¿no puede apresurar el
proceso? ¿No ha cometido alguna corrupción?
—Oye… ¿No ves que aquí hay una radio militar? ¿Y si se enciende? No digas
cosas que den miedo.

Sobre todo, si la figura de un nivel de General Haynesworth se retira de repente, habrá


un gran cambio de personal. Esto significa que Dante, que está en el Departamento de
Operaciones, será separado para adaptarse al cambio de tipo de trabajo. Es posible
que Raphael tenga que reunirse con el novio en el camino a la boda, que ha trabajado
horas extras hasta el día anterior. Al decir esto, Raphael cerró los ojos con fuerza y
negó con la cabeza.

El coche se detuvo frente a la Fundación Haynesworth después de pasar por la


carretera con una conversación constante.

—Gracias, Capitán. Buena suerte con tu trabajo.

—Raphael.

Dante agarró a su amante que se preparaba para bajar y le besó los labios.

—No sólo lo hagas en tus sueños, también aquí.

—¡Ah…!

Este tipo de expresión de afecto se ha convertido ahora en algo natural y agradable


para él.

Alguien, que estaba resentido por no haber sido besado en un salón de bodas, sostuvo
los labios de Dante muy activamente.

El profundo beso levantó el estado de ánimo de Raphael.

***

De hecho, seis meses no era tanto tiempo como Raphael pensaba.

—Los trajes de esta semana, la fiesta de la familia Haynesworth de la próxima


semana, el ensayo de la boda dentro de tres semanas, la modificación de los
trajes…

Se tendrán que escoger los trajes, después de eso, habrá un rodaje, y cuando se acerqué
la fecha, se tenían que repartir las invitaciones a los familiares. Mientras tanto, si hay
un cambio en la forma del cuerpo, se tendría que modificar la ropa antes elegida. La
mayor parte del programa fue más corto de lo esperado, porque Raphael y Dante
tuvieron que realizarlo los fines de semana, cuando tenían tiempo libre.
Ante los numerosos procesos inesperados, Dante se sintió estúpido por haber pensado
en el pasado, preparar la boda en tres meses. Incluso con la ayuda de algunas
empresas, el proceso era largo, y Dante constantemente pensaba: «¿Los dos nos
casaríamos en tres meses? No es posible…» Incluso si los dos se prepararan y se
casaran en ese tiempo estipulado, habría sido una boda vergonzosamente descuidada.

—Dante Bailey, Raphael Haynesworth. Por favor, vengan por aquí.

La tarea de hoy para los dos, era probarse trajes de boda. Cuando ambos entraron en
la tienda de bodas, tres empleados los guiaron al piso superior.

El trabajo de seleccionar y medir las telas, se hizo el mes pasado. Con la ayuda de un
diseñador, los dos eligieron el mejor tono que le convenía a cada uno. La elección fue
un color crema para Dante y para Raphael un rosa claro.

De hecho, a Dante le quedaba muy bien los tonos oscuros, como el negro o el azul
marino. Sin embargo, el rosa claro le quedaba ridículamente bien a Raphael, y el color
crema era el mejor color para tener una combinación perfecta. Al final, ambos
confirmaron la tela en una dirección brillante y la midieron.

El diseñador decidió hacer cinco trajes conjuntos con diferentes diseños en función
de la tela seleccionada ese día y de las dimensiones medidas.

Dante ladeó la cabeza. La selección de telas, la medición de las dimensiones del


cuerpo y el trabajo de hilvanado* eran un proceso que había escuchado cuando las
personas iban a casarse, pero para él, realizar más de un traje era un proceso
desconocido.

N/T: Hilvanar: En costura es una puntada temporal para sujetar dos piezas de tela.

—¿Hiciste originalmente cinco conjuntos? ¿Está bien hacer esto?

—Sí. Es así. No está completamente terminado, la tela solo está sujeta con una
pequeña puntada según el diseño. Tiene que probarlo y ajustarlo.

Dante se rascó la nuca. «No sé nada de la ceremonia, así que no tengo nada que
decir…»

Unas semanas más tarde, después de que se tomaran las medidas, regresaron a la
tienda y había 5 trajes de muestra de color crema y 5 trajes de muestra de color rosa
claro. Se hicieron cambios en el número de botones, en el escote y en las líneas de las
mangas, junto con las camisas, las corbatas y los gemelos en las muñecas que eran de
forma diferente.

—¿Alguien quiere probárselo primero?


—Capitán, ¿puedes probártelo tú primero?

Dijo Raphael, que estaba más atento a la ropa de Dante más que la suya. Dante aceptó,
ya que si veía primero a Raphael, sus ojos se abrirán más de lo que esperaba.

—De acuerdo. Yo iré primero.

—¡Sí!

Raphael se sentó erguido en el sofá frente al probador como un niño que espera un
regalo. A unos pasos delante del sofá, colgaba una cortina que dividía el probador. La
percha en la que estaban colgados los 5 trajes de Dante de color crema, se movió
detrás de la cortina y Dante siguió al personal al interior.

—¿Necesita ayuda para cambiarse de ropa?

—No, está bien.

La ropa de hombre no era tan difícil de llevar como un vestido, y de hecho, el cambio
de ropa de Dante solo será mucho más rápido que recibiendo ayuda.

Dante sacó la ropa que colgaba delante de él. Eran unos pantalones del mismo color
del saco con una larga longitud en capas. Era similar a la forma del uniforme que
Dante conocía.

Se puso primero la camisa que colgaba en la percha y luego se cambió los pantalones.
Al ser una prenda a la medida, se ajustaba a su cuerpo y era fácil de moverse. Se
colocó una corbata encima de la camisa y finalmente se puso el saco, mostrando una
figura incómoda en el espejo.

Era una ropa que pensaba que nunca tendría que usarla. En su rostro, con su brillante
atuendo nupcial, había una expresión que ni siquiera él sabía que tenía. Había una
mezcla entre vergüenza y tensión. Dante suspiró y expresó:

—Eres como un joven que quiere parecer adulto.

Aun así, era a Raphael a quien mostraría esta apariencia, por lo que había más
expectación que temblor debido a la tensión.

Dante abrió la cortina y salió.

—¡Vaya, guau, vaya!

Tan pronto como dio un paso fuera, se produjo un estallido de aplausos y ovaciones
que parecía que ni un muñeco de relojería podría golpear tan rápido.
—¡Capitán, eres muy, muy genial!

La respuesta de Raphael, como siempre, superó las expectativas.

—Vaya… Es muy bonito. La foto… Capitán, eres genial. ¿Qué debo hacer? Lo
único que puedo decir es que eres el hombre más apuesto del mundo en estos
momentos…

—Estoy un poco avergonzado. Gracias.

—Estoy más agradecido…

—¿Crees que se ve bien?

Dante miró a su alrededor torpemente. Raphael asintió con la cabeza con tanta fuerza
que pensó que en cualquier momento podría caer de su cuello.

—Está absolutamente bien. Es maravilloso, lo mejor.

—Bien. Si has terminado de tomar fotos, me probaré el siguiente.

—¡Sí!

Dante, que volvió a entrar con una sonrisa, sacó el siguiente traje. Esta vez, era un
traje de tres piezas con un chaleco beige dentro del saco de un botón, que era un color
crema.

Al ver este tipo de ropa, recordó la apariencia pasada de Raphael. Podía recordar que
la persona, vestida con un traje de tres piezas hizo una confesión torpe, seguida de
muchas flores que llegaron a una mesa. Al recordarlo, Dante no podía creer que ya
habían pasado casi tres años.

Mientras se perdía en sus pensamientos, sus manos se movían lentamente y se cambió


de ropa. E incluso se colocó los gemelos preparados, que eran como un conjunto.
Volvió a correr la cortina y salió.

—¡Capitán! ¡Vaya! Guau, realmente… De nuevo, ¡eres tan apuesto!

Los ojos verde claro se agrandaron. La razón

«La razón por la que no siento que el tiempo vuela, puede ser porque esa mirada no
ha cambiado ni un momento. Siempre ha sido la misma desde que nos conocimos,
olvidando el paso del tiempo.»

—Comparado con el de antes, ¿qué te parece? ¿Cuál es mejor?


—¡No hay nada que no te siente bien! ¡Todo te queda perfecto!

—Aparte de eso, ¿cuál te gusta más? Lo que te gusta es lo más importante.

—Ah… me gustan los dos, pero si me pides que los compare, bueno…

El pelo rubio fue sujetado brevemente por ambas manos mientras la persona pensaba,
y luego levantó la cabeza

—El que llevas ahora es mejor. Capitán, es un estilo que no sueles llevar, y creo
que tus piernas se ven más largas. Te ves muy apuesto.

—Hmm, ya veo. Entonces, este ganó el primer lugar.

—¡Sí!

Dante entró, diciendo que se pondría el siguiente traje, y en el espejo, encontró que
sus mejillas estaban rojas e hinchadas.

—No puedo creerlo. Mira tu cara.

Aunque no las haya pellizcado, la risa que se mantuvo no se podía borrar. Si hubiera
sido el Capitán de Raphael, su dignidad habría desaparecido en la noche.

Dante salió con el tercer y cuarto diseño diferente. Su futuro esposo le dijo al menos
diez veces que le quedaba bien y que se veía muy apuesto con cualquier conjunto que
llevará. Su trasero, que se había sentado en el sofá, sobresale hacia adelante lo
suficiente como para estar en la orilla del sofá. Pero el análisis lo dejaba claro, el
segundo traje de tres piezas ganó al tercero y al cuarto.

Al quitarse el cuarto traje y sacar el quinto, Dante parpadeó un par de veces.

—Qué…

Pensaba que el diseño del traje anterior, que tenía un saco que terminaba corto en la
cintura, también era único, pero este era un poco más interesante.

Después de cambiarse de ropa, Dante finalmente abrió la cortina por última vez y
salió. Los ojos de Raphael se abrieron y su boca se ensanchó. Tímidamente, Dante
intentó decir: “¿qué te parece?”, sin embargo…

—¡Oh, no! ¡No! ¡No! ¡Esto no es posible!

Se levantó de su asiento y corrió hacia él. Entonces, con ambas manos, agarró el hueco
de la camisa en forma de V con ambas manos y lo cerró.
—Esto no es posible. Es demasiado revelador.

—¿Esto? Es un poco abierto, pero no está mal, ¿verdad? Algunas de mis ropas
son así.

La camisa que llevaba dentro del saco era de seda, y tenía una abertura desde el cuello
hasta aproximadamente la mitad del pecho. También daba una sensación más informal
en comparación con otros trajes.

—Esto no. Sería demasiado erótico llevarlo, porque todos los invitados solo
mirarán al Capitán. ¡No!

—Oye, oye. Tú boca, boca.

«No somos sólo nosotros dos, ¡hay al menos cinco o seis oyentes!»

Raphael consiguió calmar su excitación, pero sus labios seguían fruncidos. Habló en
voz baja.

—Si te pones esto, lloraré en la ceremonia.

—En realidad no importa, porque ese día estabas dispuesto a llorar.

—No. Dante.

Raphael se encogió de hombros. De todos modos, el deseo de Raphael era la máxima


prioridad para elegir el traje, y si a Raphael no le gustaba, Dante no tenía la intención
de insistir en ponérselo.

Hmm. Dante miró la ropa que llevaba puesta. «Mira eso. Se puede ver todo», Raphael
dio un fuerte pisotón mientras miraba el dobladillo. Había más de diez maneras de
burlarse de él, pero Dante, un adulto, se abstuvo de hacerlo delante del personal. No
podía hacer que su futuro esposo comience a llorar en la tienda de bodas.

—De acuerdo, me pondré el segundo. De todos modos, es el que más me ha


gustado.

—¡Sí!

Raphael volvió a asentir con fuerza.

Ahora que el turno de Dante había terminado, era el turno de Raphael. Dante se sentó
en el lugar donde Raphael se había sentado, y su futuro esposo fue detrás de la cortina
con percha.
—Ya que su cónyuge eligió un diseño con chaleco, ¿le gustaría probarse este
traje primero?

—Sí, está bien.

Escuchó la conversación. Dante, que recordaba la emoción de que Raphael se pusiera


una tela rosa claro, también elevó sus expectativas. Levantó las manos para aplaudir
por adelantado.

Por otro lado, estaba preocupado. Tenía que dar una reacción que lo hiciera feliz y
orgulloso, como Raphael lo había hecho con él. Dante no era bueno para expresar lo
que se le ocurría. Quería hacer a Raphael lo más feliz posible en un gran día, pero no
estaba seguro de que funcione como él quiere.

Si hubiera sabido que sería así, habría hecho una búsqueda en Internet: “¿Qué tipo de
reacción debo dar a la novia con el vestido de boda?”

Pronto se oyó el sonido del cambio de zapatos. Dante, que se había probado cinco
veces diferentes trajes, sabía que era una señal de que había terminado.

La cortina se levantó y aparecieron unas piernas envueltas en tela rosa claro. Dante
levantó los labios.

—¿Qué… te parece?

Dejó de actuar.

—…

«Vaya, pensé que habría una ovación.»

Raphael tenía un aspecto objetivamente bueno. Además, incluso llevaba un


deslumbrante traje de boda, así que debía de ser una apariencia que todos admiraran.

Pero Dante no pudo decir nada.

La imagen de Raphael en sus ojos abiertos fue transmitida a su cerebro, y solo esa
imagen se grabó en su cabeza como un sello.

Saco y pantalón rosa claro, corbata y chaleco blanco. Y había una tímida sonrisa en
sus labios. Mientras Dante lo miraba, Raphael tocó la cortina a su espalda y sonrió
aún más.

—… Huh…
Solo después de que Dante se cubriera la boca con el dorso de la mano, se dio cuenta
que estaba conteniendo la respiración. Había muchos sentimientos que quería
transmitir, pero se quedó sin palabras porque no encontraba palabras para expresar
estas emociones.

—Es muy bonito.

Lo que logró decir fue esto. Incluso estas palabras fueron apenas pronunciadas.

—El hombre que se convertirá en mi esposo es el más bello del mundo.

Raphael se encogió de hombros tímidamente. Sin embargo, Dante, que solía sonreír
como si fuera lindo en este momento, aún no había alejado su mirada de Raphael.

Dante parecía entender los sentimientos de Raphael, que estaba deseando que llegara
la boda. El día en el que anunciaría que la persona más encantadora del mundo era
suya, se hizo mucho más urgente también para Dante.

—…Es muy bonito… Te queda tan bien que no sé qué decir.

—¡Entonces, me voy a probar el siguiente!

Raphael, cuya cara estaba sonrojada del mismo color que su saco, corrió hacia la
cortina como si estuviera huyendo. El sonido de las telas desde el interior era más
fuerte que antes.

Al cabo de un rato, Raphael salió con un paso más tímido que el primero. Esta vez,
llevaba un bonito lazo alrededor de su cuello.

Dante sonrió. Ahora que el corazón, que se había sorprendido mucho, se calmó, los
sentimientos sinceros empezaron a salir sin detenerlos. Sus mejillas estaban más
calientes que cuando él salió vestido con los trajes.

—Eres muy lindo, mi pequeño cachorro. Eres la persona más bonita que he
visto nunca, hasta el punto de preguntarme, cómo ha llegado hasta mí una
persona así.

—…

La cabeza de Raphael, que había estado roja durante mucho tiempo, se inclinó de
repente. Sus orejas estaban rojas como si fueran a estallar.

—Entonces, voy a probarme el siguiente traje…


Raphael se fue detrás de la cortina como si huyera de nuevo. Dante se dio cuenta del
estremecimiento mezclado con sus palabras. Se levantó de su asiento y se dirigió hacia
la cortina cuando escuchó un pequeño gemido. Dante corrió la cortina y entró.

—Capi… Capitán.

—¿Estás llorando? ¿Por qué lloras de repente?

El dorso de su mano blanca frotó las comisuras de los ojos. Cuando Dante pidió
espacio, el personal de dentro salió.

—Sólo…

—¿Sólo?

—Capitán, cuando salgo vestido con los trajes, la reacción es tan buena, y soy
feliz…

—No soy bueno con las palabras, así que lo único que puedo decir es que eres
bonito, ¿qué tiene de bueno?

Cuando le dio una palmadita en la espalda, Raphael miró a Dante con cara de estar
conteniendo las lágrimas.

—Capitán, no sabes cómo me miras…

Raphael se frotó los ojos con un suspiro húmedo. Los ojos verde claro se llenaron de
lágrimas.

—Sentí que era la persona más querida del mundo.

—…

—Estoy muy avergonzado… Estoy tan feliz.

No era una acción muy grande, pero hoy Raphael entendía el sentimiento abrumador.
Porque era lo que sentía Dante, cuando Raphael desbordaba su afecto hacia él.

En cuanto pensó que las lágrimas eran preciosas, sus manos se extendieron. Le limpió
las lágrimas de los ojos con el pulgar y se acercó a su cara. Sus labios se encontraron
con los otros. El llanto surgió y Dante le metió la lengua en la boca húmeda. No
quedaba nada en su mente más que la idea de besarlo.

Dante tiró de la cintura de Raphael y lo abrazó. No podía compartir un beso tan


profundo en el camino de la boda, así que se complació con la persona que llevaba la
misma ropa que en su ceremonia de bodas.
—Ah, Dante…

En el vestuario con las cortinas cerradas, sus labios siguieron mezclándose. No había
otra forma de aliviar las emociones desbordadas, así que se abrazaron y se besaron
con avidez.

Después de un largo rato, los dos separaron sus labios con la cara roja. Se miraron y
estallaron en carcajadas. Dante levantó los dedos de los pies y dejó el último calor en
la frente de Raphael.

—Cámbiate y sal. Muéstrame más tu lado bonito y lindo.

—¡Sí!

Después de que Raphael se probará cinco conjuntos de trajes, el personal los dispuso
en fila como antes. Ante la necesidad de elegir uno de ellos, Dante se rió torpemente.

—Lo siento. No pude pensar cuál era mejor porque todos se te veían muy
bonitos. ¿Qué debo hacer?

—…

Raphael no pudo responder y agachó la cabeza.

—Capitán, estoy muy contento porque hoy has dicho muchas cosas
vergonzosas.

Dante bajó suavemente la espalda y miró la cara enrojecida. Raphael se cubrió con las
manos sus mejillas rojas.

El organizador de la boda, acostumbrado al afecto de los recién casados, estaba a su


lado con una sonrisa. Si, era un momento en el que el amor se desbordaba. Sobre todo,
si se trataba de una pareja VIP, que había pagado una cantidad astronómica, por lo
que parecían muy felices. Desde luego, eran una pareja mucho más humana y cariñosa
que sus clientes conflictivos.

Mientras los dos seguían sin tomar una decisión, un empleado se acercó.

—Señor Bailey, ¿hay algún conjunto en particular que no le haya gustado?

—No, todo estaba bien.

—Entonces empezaremos a confeccionar los conjuntos enseguida, así que


tómese su tiempo y piénsenlo. Pronto, le enviaremos a casa un catálogo con las
fotos y los trajes que se ha puesto hoy. Sr. Bailey, si cambia de opinión, por
favor hágamelo saber.
—¿Qué?

«Ya hice una elección… ¿No confeccionarán solo el traje que elegí…?» Pero el
personal tomó los cinco trajes con mucha naturalidad. Dante, que tuvo una epifanía,
se giró hacia Raphael con una mirada fina. Raphael esquivó la mirada con sigilo como
un cachorro que roba un bocadillo a escondidas.

—¿Los compraste todos?

—¡Esto es muy injusto!

—¿Qué? ¿Qué pasa?

No es que haya cinco cuerpos en una sola cabeza, pero ¿qué podría hacer con estos
trajes espléndidos? No podía usar los 5. Frente a Dante, que estaba con los brazos
cruzados, Raphael buscaba diligentemente en sus bolsillos.

Entonces, sacó un objeto con orgullo delante de Dante… Eran cinco tarjetas de
crédito. Dos de ellas eran tarjetas negras* y brillantes.

N/T: Tarjetas negras: Tarjetas de crédito con fondos ilimitados.

—Esta es de mi padre, esta es de mi madre, esta es de mi hermana, esta es de


mi tía, esta es mi tarjeta. Todos me pidieron que te comprara ropa bonita, ¡así
que no tuve más remedio que comprar un traje con cada una de ellas!

—No me mientas. Solo escogiste tu tarjeta porque no pudiste evitarlo, no


pagaste con las demás tarjetas. Con la tuya, compra solo el traje que elegí y
cancelemos los demás. Bajaré y se los diré.

—¡Aah, no! ¡Estoy ganando dinero por esto!

Raphael se interpuso en el camino de Dante, se tapó los oídos y negó con la cabeza.

Normalmente, aceptaría cualquier cosa que Dante dijera, pero en esta ocasión, no tiene
la intención de aceptar sus palabras. En este caso, era difícil romper la terquedad de
Raphael.

No importa como sea, había gastado una cantidad tan grande de dinero de forma
arbitraria. Dante se frotó la frente.

—Antes, te veías muy apuesto.

Finalmente, con un suspiro, Dante comenzó a caminar. Raphael, se aferró a la


espalda de Dante mientras se preparaba para salir de la tienda de bodas.
—Ah, ahora mismo… ¿no soy bonito?

—…

«¡Sí! ¡Lo eres!» Dante quería responder a eso, después de verlo llevar un traje de color
rosa claro, la imagen posterior se quedó grabada en sus ojos. Era la imagen de él
vistiendo ropas brillantes y con lágrimas de felicidad, llegó a su mente de nuevo.

—Dante.

«… Ugh, tan lindo. Tan lindo.»

Al ver ese aspecto y ver cómo actuaba de nuevo de forma linda, la posesividad de
Dante se estimuló de nuevo. Quería presumir ante todo el mundo que esa persona tan
encantadora y tierna le pertenecía, pero también sentía fuertemente que solo lo pudiera
ver él, para que nadie pudiera emocionarse al verlo.

La boca de Dante se secó de repente. Su lengua tocó sus labios como si estuviera
frente a la cena.

—Vamos a salir.

—Ah… sí.

Dante y Raphael salieron de la tienda después de elegir el traje de Raphael, y los


empleados los despidieron cordialmente que cuando llegaron. Y nada más salir por la
puerta, Dante agarró la muñeca de Raphael y lo arrastró.

—¿Capitán…? Hemos estacionado por allí.

—Ya lo sabes. Si seguimos, tendremos un accidente.

Extendió la otra mano. El hotel estaba en la dirección que señalaba. Raphael tomó
aire.

—Todavía no nos hemos casado, pero ¿puedo ser un poco descarado?

—¡Hazlo, hazlo, hazlo!

Contestó Raphael rápidamente.

Después de eso, ninguno no recordaba cómo habían llegado a la habitación y entrado.


Sin embargo, los dos estaban pegados a la cama, besándose frenéticamente y
quitándose la ropa. Los sentimientos mientras habían mirado los trajes del otro con
anterioridad volvieron a surgir, despertando la excitación.
Dante, que estaba encima de Raphael, se quedó sin aliento y se quitó la camiseta de
la cabeza.

—Tú.

Luego sujetó las dos muñecas de Raphael sobre su cabeza.

—Hoy fue el día en que escogimos los trajes, pero ya estoy así. Por lo que
prepárate para nuestra primera noche.

Raphael, que se convirtió en un conejo emocionado, se estremeció tímidamente y


asintió con alegría.

***

Las secuelas de la excitación en el hotel volvieron a hacer que la espalda de Dante


doliera durante dos días. Durante esos días, cada vez que Dante se sentaba en una
silla, tenía que apretar los puños debido al dolor.

Pero no tenía excusas para culpar a Raphael, ya que fue él quien lo llevó al hotel, fue
él quien lo provocó y también fue él quien lo acarició durante toda la noche… Si tenía
que cambiar la culpa, era porque Raphael era demasiado lindo, pero ser lindo no es
ningún pecado.

Así que durante la nueva semana, Dante y Raphael se mostraron un poco más
cariñosos, y la fecha de la boda estaba un paso más cerca.

De vuelta al fin de semana, Dante y Raphael fueron invitados a un evento. Se trataba


de una fiesta organizada por los familiares maternos de Raphael, que tenían una
estrecha relación con su padre y pertenecían a la familia Haynesworth, por lo que
asistirán muchos de sus parientes.

Raphael no quería hacer pasar un mal rato a Dante de esta manera. Sin embargo, los
padres de Raphael le dijeron que querían que asistiera en persona, así que esta vez,
salió de la casa acompañado con Dante. Porque no puede dejar que Raphael vaya solo
en el futuro después de casarse.

Al llegar, había bastantes personas con uniformes militares junto a los Haynesworth.
No solo del ejército, sino también de la Fuerza Aérea, la Marina y los oficiales de
policía estaban presentes. Tal vez habían llamado a Dante en previsión de estos
invitados.

Dante fue llevado por el ambicioso padre de Raphael tan pronto como llegó, y Raphael
fue atrapado por sus familiares. De alguna manera, los dos se separaron y conocieron
a gente por separado.
Después de ser presentados a algunas personas, el ocupado Comandante en Jefe
Haynesworth también fue llamado por separado. Dante, que se quedó solo, siguió
llamando mucho la atención, por lo que se presentó a sí mismo varias veces, esto no
lo había hecho desde el día en que fue asignado por primera vez en el SAG.

—Soy Dante Bailey.

—Encantado de conocerlo. Soy el primo de Raphael, Jesse Haynesworth.

Al ver al hombre que acababa de saludar, Dante se dio cuenta una vez más que
Raphael era el más joven. La mayoría de los primos que había saludado hoy eran
similares o ligeramente mayores que Dante. De hecho, solo con mirar al General
Haynesworth, que estaba cerca de la jubilación, y a Raphael, que acababa de cumplir
los 25 años, era posible adivinar que fue un niño tardío.

—He oído mucho de usted por mi tío y lo he visto en la televisión. Eres un


Mayor, ¿verdad? ¿Dónde trabaja?

—Ahora mismo no estoy en el campo, estoy en el Cuartel General del Comando


de Guerra Especial.

—Aha. Ya veo.

Después de eso, mantuvieron una simple conversación sobre cómo estaba la fiesta,
cómo era la comida y cómo se llevaba con Raphael.

—Bien, nos vemos el día de su boda.

—Sí, gracias.

Tras estrechar la mano, el hombre se dio la vuelta y se alejó. Dante se quedó un rato
parado, entró en el salón y habló con otro familiar. Después de mantener una
conversación similar a la anterior, se separó de él.

—Cuida bien de Raphael.

—Sí, lo cuidaré mucho.

Bueno…

La fiesta era muy suave y no había nada malo en ello… Pero Dante se sintió extraño.
Si alguien le preguntara si había algo extraño, no había nada en absoluto.

Después de retroceder un poco hacia la pared, Dante bajó la mirada a su móvil. Y


encontró un mensaje.
[Mayor, Michael, ha llorado por primera vez desde que llegó a mi casa]

Era un mensaje de la madre de Aubrey, que había concertado una cita para reunirse
con ella, compartir la noticia de su matrimonio y entregarle una invitación. También
había una foto que acompañaba el mensaje.

El chico que se unió al club de fútbol americano en la escuela y del que se dice que
tiene tanto éxito para ser considerado como el próximo quarterback,* ha crecido
rápidamente. Y sus expresiones faciales eran mucho más abundantes. Aunque la
madre adoptiva que tomó la foto estaba en problemas, había una imagen de su rostro
triste y desconsolado ante la noticia de Dante.

N/T: Quarterback: También conocidos como “mariscal de campo”, es un término


utilizado para una posición en el futbol americano. Es el miembro del equipo ofensivo
y se sitúa justo detrás del centro, en el medio de la línea ofensiva.

Pero Dante resopló.

—He oído que has cambiado de novia dos veces sólo este mes, chico.

Michael es más alto que sus compañeros de su edad, tiene un rostro ligeramente
exótico y fue entrenado como un niño soldado. Era difícil que un chico así no fuera
popular. Se enteró que Aubrey tiene una vida escolar más tranquila, gracias a su
hermano mayor Michael.

Cuando sus padres adoptivos se enteraron que tenía una novia, le preguntaron: «¿No
habías decidido esperar al Mayor?”, y él respondió: “Él también tiene un amante, así
que conoceré a otras personas y esperaré a que sea mayor de edad”. Al escuchar esas
palabras, la cabeza de Dante dolió.

De ser así, parecía que las heridas de un corazón roto, desaparecerían rápidamente.

[Ahora está en su habitación Dijo que iría a la Academia Militar y que conocería
a un superior mejor que el Mayor.]

—No seas un soldado.

Dejando de lado el orgullo por su trabajo, no era un futuro que recomendaba. Michael
tuvo un conflicto de por vida en su infancia, así que esperaba que tuviera una vida
tranquila después de eso.

En ese momento, alguien se acercó al lado de Dante. Al menos esta vez conocía a la
persona. Era Camila Haynesworth, la hermana de Raphael.
—¿Estás disfrutando de la fiesta? He visto que antes estabas saludando a mis
familiares, pero no te ves cansado.

—No, está bien.

—Yo estoy un poco cansada. ¿Estás bien? Supongo que estás en la familia
correcta. Me alegro.

—Jajaja….

Camila Haynesworth y Dante sólo se llevaban un año de diferencia. De hecho, el


consenso por la edad fue el mayor entre la familia Haynesworth. Además, Camila,
que es básicamente indiferente, y Dante, que no esperaba mucho de las personas,
encajan bastante bien con su personalidad.

El camarero se acercó y ofreció una copa, los dos tomaron una copa cada uno. Dante
pensaba abstenerse de beber hoy, así que se mojó los labios y la dejó de nuevo.

—Todos estaban tranquilos, aunque fue un poco inesperado.

Camila sonrió como si supiera de lo que Dante estaba hablando.

—Como mi padre, que dio la bienvenida a la familia a su yerno con los brazos
abiertos, ¡en qué lugar de la familia Haynesworth existe una persona así! Debes
haber pensado que nadie te recibiría de buena manera.

—No… Sí, mi pensamiento fue similar.

De hecho, el entorno en el que vivía era tan diferente y estaba más que
preparado para esto último. Aunque no fuera rechazado, pensó que podría
recibir algunas miradas extrañas.

Pero a la mayoría de las personas pertenecientes a la familia Haynesworth aceptaron


a Dante con calma… sin ningún problema. Las reacciones de la mayoría de los
presentes eran: “Ah, tú eres esa persona. Bien”. Dante se sentía un poco extraño con
eso.

—Pensé que sería un poco incómodo, pero agradezco que lo hayan tomado con
facilidad. Estoy seguro que todos han sido muy considerados para no crear un
ambiente incómodo.

—Bueno. Para decirlo sin rodeos, no hay nadie en esta familia que sea tan
delicado, excepto Raffy. Todo el mundo te aceptó casualmente, probablemente
porque no hay ningún cambio en nuestros planes futuros.

—¿Planes?
—El puesto militar que originalmente debía haber sido asumido por Raffy se le
dio al Señor Dante, y los asuntos internos de la familia Haynesworth que se
esperaba que asumiera el conyugue de Raffy, pasaron a Raffy. En ese sentido,
prácticamente no hay un gran cambio que sienten esas personas.

—Ah…

Dante entendió inmediatamente lo que ella quería decir. Como resultado, los papeles
necesarios para una gran familia Haynesworth solo cambiaron su orden y
permanecieron en su lugar. Por eso todos aceptaron a Dante con naturalidad.

—Si tuviera que añadir algo más, es que si llegaran a mostrar desagrado hacia
ti, estoy segura que mi testarudo padre no lo aceptaría y seguramente le daría
una muerte segura. Esto es, definitivamente, una característica única de Dante.

—… Gracias.

Era innegable que se sentía particularmente favorecido por el General Haynesworth.

Y también era cierto que se sintió aliviado tras escuchar la explicación de Camila y la
actitud despreocupada de sus familiares.

Camila, que mantuvo una breve conversación, no tardó en irse, y Dante se apoyó un
poco más en la pared antes de buscar a Raphael. No tardó en encontrarlo, pero
renunció a llamarlo cuando vio que mantenía una conversación seria con otras
personas. En su lugar, salió a tomar un poco de aire fresco.

Había bastantes personas en el jardín que parecían ser invitados de la fiesta. Tal vez
salieron con un propósito similar al de Dante.

Para un descanso individual, los altos árboles del jardín estaban dispuestos como
muros de laberinto. Dante caminaba por el laberinto sintiendo el aire frío.

—Yo no. Nunca. No, no puedo esperar. Estoy rogando, maldición…

En los oídos de Dante recibieron una sensación de deja vú. En cuanto llegó una
intuición desagradable, pensó que debía fingir que no lo había escuchado. Pero ya era
demasiado tarde para girarse y regresar.

Dante hizo contacto visual con él. Solo con mirar las expresiones faciales del otro,
resultó que no eran conocidos de una buena relación.

Al igual que Dante, iba vestido con uniforme militar. La ropa del otro resultaba tan
familiar, pero el lugar era muy diferente al de antes. Hasta hace unos años, ninguno
de los dos había esperado encontrarse en un lugar como este.
—¿Estás bien?

Mientras mantenía contacto visual durante mucho tiempo, Derrickson habló primero.
Entonces, giró la cabeza con un profundo suspiro.

—Por supuesto que estás bien. Es completamente diferente respecto al pasado.

Parece que hacía tiempo que no era capaz de presentarse a una fiesta organizada por
un familiar de Raphael. Dante dio un paso más hacia él.

—Si me preguntas si soy feliz o no, por supuesto que lo soy, me voy a casar con
la persona que amo.

Si fuera el pasado, habría dicho de inmediato: “¿Qué demonios te pasa?” Sin embargo,
Derrickson, que se encontraba de pie frente a Dante, se quedó quieto incapaz de
reducir la distancia. Su rostro comúnmente enfadado… ahora era una expresión
miserable.

—Bueno, aunque te cases, ¿qué vas a saber? Vivirás allí con lo que te de
Raphael Haynesworth.

—…

—Si vas a buscar pelea por algo de lo que te ha ido bien, piérdete. El que lo está
pasando mal soy yo.

Dante, que lo estaba escuchando, se rió. «Oh, ahora sé lo que es tan extraño.» Esa cara
estaba llena de profunda compasión por él mismo, que era incapaz de tratar a Dante
Bailey como antes.

Dante se quedó atónito.

—Superior, solo tú eres protagonista de tus tragedias.

Algunos podrían pensar que Dante lo arrastró y vino aquí.

—La situación en la que estoy ahora, fue causada por ti. Todo por tu culpa,
bastardo.

Pensó que un día podría volver a encontrarse con Derrickson. Tenía un poco de
curiosidad por saber cómo reaccionaría al verlo, pero esto era algo que Dante ya
esperaba.

Sí, fue un alivio que no hubiera espacio para el arrepentimiento. Lo habría molestado
mucho si Derrcikson hubiera tenido un cambio constructivo.
Por otro lado, los puños se apretaron.

—El superior, con el apoyo de la familia Efron cuando estaba frente a mí, era
demasiado grande. Sin embargo, ahora que estoy con la familia Haynesworth,
te volviste así de pequeño. Tú y yo no hemos cambiado mucho, ni antes ni
ahora*.

N/T: Dante se refiere al carácter, no a la clase social. Es decir, a Dante no le importa


lo que opine Derrickson y este solamente le importa culpar a otros.

La razón por la que había sido menospreciado por él durante más de una década fue
solo por su actitud, que hasta el momento no había sido cambiada.

—Derrickson, solo sigues culpando a los demás y viviendo con resentimiento.


Por favor, muere en el futuro.

—…

—Y no volvamos a vernos. Ya que Raphael está en esta fiesta, vete antes de


encontrarte con él.

La cara de Derrickson cambió sutilmente cuando salió el nombre de Raphael. Luego


se mordió los labios.

—Para él, soy…

—Dante.

«Ah, cuando digo tu nombre, siempre vienes.»

Raphael caminó desde detrás de Dante. Raphael ya sabía quién era la persona que
estaba frente a Dante, y su cara estaba rígida.

—Rapha…

—Raphael Haynesworth, no hablé con él primero. Estoy en el jardín y yo…


Bailey solo está aquí.

—…

Raphael tiró del hombro de Dante y lo envió detrás de él. Era inusual que Raphael se
pusiera así para protegerlo… Dante parpadeó.

—Debió haber sido mi condición de no volver a ver a Dante y a las personas de


su entorno.
—¡Estaba haciendo guardia! ¡Así que las tropas no aparecieron en el campo
bajo el mando de ese bastardo! Hoy, las tropas estaban fuera…

Su voz llena de disgusto se hizo cada vez más fuerte.

Aparte de su rencor contra Derrickson, Dante no quería causar una conmoción aquí y
degradar la reputación de Raphael. «Raphael». Dante lo llamó por su nombre, pero
Raphael sólo se limitó a agarrar la muñeca de Dante. Como si le hubiera dicho que se
quedara tranquilo.

—Como resultado, voy a protestar formalmente a la familia Efron, te


encontraste con mi prometido, no lo dejaré pasar. ¿Por qué vienes aquí
sabiendo que es una reunión para los militares?

—¡Oh, vamos!

Al final, un fuerte sonido de chillido salió de su boca, incapaz de superar su


temperamento. Sin embargo, Derrickson parecía diferente a lo de antes, ya que miró
a Raphael apresuradamente incluso después de decir esas palabras.

—Bueno, para ser sincero, al final las cosas han salido bien para ustedes dos, y
yo soy el único que ha salido perdiendo. No es que no haya hecho nada malo,
pero, ¿hasta cuándo vas a seguir acosando a la gente por errores del pasado?

Derrickson charlaba delante de dos personas que se quedaron sin palabras.

—Ahora, dejemos este asunto en el pasado. Yo, hmm… sigo siendo tu superior.

Raphael se rió al oír la palabra «superior».

—Me quité el uniforme militar. Eres la persona que lo sabe mejor.

—…

—El diploma de la Academia Militar y todas las pruebas que estuve en el


ejército fueron arrancadas y destruidas por el jefe del Estado Mayor del
Ejército, pero, ¿qué ha pasado contigo?

Dante escuchó una voz fría que nunca había oído antes. Al mismo tiempo, el cuerpo
frente a él de repente se sintió más grande.

—¿Has perdido algo? Entonces, ¿qué pasa con los momentos en que has estado
ignorando, intimidando, menospreciando y metiéndote en la vida de Dante?
Creo que las lágrimas de mi prometido son más importantes que tu comodidad.
Incluso si Dante lo olvida, no llegará el momento en que tú y yo resolvamos este
asunto.
—¡Oye! ¿Acaso esto no es una forma inmadura de los días de la escuela? De
todos modos, tú eres un Haynesworth, y yo solo soy una víctima en esto…

—No vuelvas a aparecer frente a Dante a menos que realmente quieras ver el
poder de un Haynesworth.

—…

—Estoy acostumbrado a usar todo lo que tengo por Dante.

LaDante miró los anchos hombros frente a él y sonrió, olvidando la situación actual.

Raphael se adelantó para protegerlo, y la persona que le hizo pasar las mayores
dificultades de su vida está bloqueada por Raphael.

Algo en el corazón de Dante pareció derretirse por completo.

«De hecho… Ahora…»

No era que estuviera de acuerdo con resignarse a las palabras de Derrickson, o que en
estos momentos se enfrentara a él, pero realmente esas cosas a Dante no le
importaban. Sin embargo, en medio del enfrentamiento, Raphael bloqueaba a
Derrickson y Dante no podía verlo, solo veía la espalda de su futuro esposo. Ahora,
Derrickson se ha convertido en una persona que no tiene ninguna influencia sobre él.

Dante agarró el brazo de Raphael y dio un paso adelante. Le dio a Raphael una sonrisa
que decía que estaba bien.

—Como ha dicho, no volvamos a vernos. No creo que mi prometido haya


aliviado su resentimiento todavía.

—…

—Vivamos fingiendo que no nos conocemos, incluso si nos encontramos en


algún punto de nuestras vidas.

—Yo también lo espero.

Contestó Derrickson apretando los dientes. Se sentía como si la cuerda de la mala


relación que tenían, se hubiera cortado por completo.

Dante levantó la cabeza con cara de alivio.

—Oh, por última vez.


Aunque haya terminado esa relación, tenía que asegurarse de dejar las cosas claras.
Una brillante sonrisa apareció en su rostro.

—¿El Capitán no saluda a su superior? Recuerda que soy Mayor.

Ahora el rango grabado en el hombro de Dante era claramente superior a la de


Derrickson.

Cuando los rangos eran los mismos, Derrickson podía argumentar que era su superior
en cuestión de edad. Sin embargo, cuando los rangos cambiaban, Dante era
definitivamente su superior.

En comparación con el pasado, un poco de arrogancia no estaba mal. Raphael y


Derrickson se asombraron, debido a que Dante había devuelto lo que le había dicho
varias veces en el pasado.

—No importa si tú no llevas el uniforme militar, pero yo lo hago, así que al


menos deberías hacer lo básico.

—Estás comportando de una manera absurda fuera del ejército…

—Ah, escuché que tienes una nueva unidad, y da la casualidad que tengo el
número directo del Comandante de Batallón. Ahora que lo pienso, recuerdo
que hubo una persona que antes lo llamó diciendo que un Teniente de su
unidad no hizo un buen trabajo, y armó un escándalo.

—….

—Tu Comandante de batallón… ¿no es un hombre maravilloso que vive y


muere por la disciplina?

En realidad era el típico militar que consideraba el rango casi como un sistema de
estatus. El tipo de persona que deja su orgullo ante sus superiores y actúa de manera
ruda a los que está por debajo de él.

Por eso, si una persona del Cuartel Central llamaba para que reprendiera a uno de sus
subordinados por un error, el resultado era demasiado obvio.

Derrickson, que tembló por un momento, levantó la mano y se fue como si huyera.
Ahora lo sabrá. Dante se ha convertido en un oponente intocable de cualquier manera,
y en el momento en que Derrickson se levantara para hacer algo, sería Dante en el
Cuartel Central quien lo detendría.

Dante giró la cabeza mirando hacia atrás. El sabor del poder es dulce, pero era
demasiado dulce como para atravesar su lengua.
—Vamos también.

Llevó el brazo de Raphael.

Mientras caminaba un poco más por el jardín, Dante se sentó en un banco que
apareció, y Raphael se puso delante de él.

—Capitán, ¿sabías decir algo así?

—… ¿Qué?

—¿El Capitán no saluda a su superior? Tengo el número directo del


Comandante del batallón. Fue fascinante. Estaba encantado. No dijiste nada
sarcástico.

—Parece que has crecido, ¿no es así?

—De ninguna manera.

Sinceramente, fue Raphael quien mostró una actuación más sorprendente. Era tan
amable que no sabía que tenía la misma voz cuando trató con Derrickson.

—Tú eres el único… No, tienes razón. En primer lugar, ¿el Comandante en
Jefe rompió tu diploma de la Academia Militar? ¿Qué quieres decir?

—Sí, pero no te preocupes por ello. Lo que me dijo fue: si vas a hacer algo más
en el futuro, empieza desde abajo, no mires atrás.

—Ah…

—Pero también he oído que si te pierdo, seré eliminado del árbol genealógico.

—No te preocupes, no me iré de tu lado.

—Sí. Yo también.

Raphael se inclinó y abrazó a Dante. Dante inclinó la cabeza sobre sus anchos
hombros y sonrió. Pensó que era su estado de ánimo lo que lo hacía sentir somnoliento
cada vez que lo abrazaba… Dante no sabía cómo su joven amante había crecido así.

Dante no estaba arrepentido de haber llevado tantos años esa armadura que él mismo
se había impuesto. Pero ahora, incluso sin esa armadura, subiría con sus propias
fuerzas para ser la persona adecuada para Raphael. Y algún día, pueda esconderse
detrás de él.

Dante apretó el puño y miró al cielo.


De alguna manera, el cielo lejano se sentía un poco más cerca. Algo a lo que nunca
había sentido… Pensó que tal vez podría alcanzarlo al estirar la mano.

Antes, Dante esperaba que ascendiera de rango más rápido que Derrickson, pero al
final sabía que su posición final sería inferior.

Pero ahora, subiría más y más, y terminaría el resto de su venganza difundiendo la


noticia que está viviendo una vida larga y exitosa.

Fue Raphael quien todavía apoyó la cabeza de Dante con su hombro, lo que hizo que
levantara la cabeza.

—Por cierto, ¿por qué estás fuera? Llevo mucho tiempo buscándote.

—He salido un momento a tomar el aire.

—Me hubieras llamado para que te acompañe.

La persona que se había visto feroz hace un rato, volvió a la normalidad, con la cara
llena de preocupaciones mientras lo miraba.

—Lo siento. Estaba a punto de entrar, pero debí haber dejado un mensaje.

—No hay necesidad de eso. ¿No tienes frío?

—No. Estoy bien. ¿Y tú?

—Yo también estoy bien.

—Entonces regresemos después de un rato. Siéntate también.

—Sí.

Las dos personas sentadas una al lado de la otra en el banco, estaban unidas por sus
manos superpuestas. Las luces del edificio y las luces de los alrededores iluminaban
el jardín por la noche.

Las hojas se agitaban como las páginas de un libro. La gente pasaba por todas partes
más allá del árbol del jardín, y el sonido del interior de la mansión sonaba a lo lejos,
pero de alguna manera Dante se sentía tranquilo.

«Me siento aliviado.»

Parecía que lo que le molestaba había sido desprendido como la arena. El lugar donde
se encontraban estaba vacío y fresco. Se sentía como estar a solas con Raphael en un
lugar donde no había nadie más.
—Raffy, ¿puedo pedirte algo?

—Sí. ¿Qué es?

—Hazme un cumplido.

—¿Qué clase de cumplido?

—Bien hecho, estoy orgulloso de ti. Quiero escuchar eso.

—¿Hmm?

Raphael se quedó mirando la cara de Dante y extendió su mano.

La mano que tocó la cabeza de Dante, acarició suavemente su pelo y bajó con
delicadeza por su nuca para no alterar la forma de su cabello. Era un toque un poco
incómodo, ya que se intercambiaba la persona acostumbrada a dar palmaditas y otra
acostumbrada a recibirlas.

Raphael acarició entonces su pelo lateral con un poco más de naturalidad.

—Hagas lo que hagas, la elección de Dante es la mejor opción para mí.

—¿De verdad?

—Así que esto no lo digo porque me lo pediste, sino porque lo digo en serio.
Buen trabajo. Estoy orgulloso de ti.

Dante sonrió alegremente, bajando la mirada. Ya había hecho cosas que serían
vergonzosas más tarde, pero por hoy, pensaba que sería mejor ser un poco más infantil
delante de Raphael.

—Pero lo haré mejor en el futuro.

«Haré más que eso para que todo lo que hagas no carezca de sentido.»

—Entonces dime qué he hecho un buen trabajo siempre

—Por supuesto.

El calor en sus manos se hizo cada vez más intenso. Se quedaron allí durante mucho
tiempo sin ninguna conversación o acción,

***

Un jueves cualquiera, Raphael y Dante no fueron a trabajar.


Raphael era el Director de la Fundación que apenas estaba en crecimiento, y Dante
era un Mayor que se preparaba para el futuro en el Departamento de Operaciones. Los
días de la semana eran muy agitados, por lo que los preparativos de su boda se
llevaban a cabo los fines de semana o después del trabajo, reuniéndose con un
planificador invitado en la mansión Haynesworth.

Sin embargo, incluso con la diligencia de ambos y la riqueza de la familia


Haynesworth, había algo que no se podía evitar.

Se trataba del horario de funcionamiento de las oficinas gubernamentales.

La ceremonia requiere varios preparativos, por lo que no se puede fijar la fecha a


voluntad. Sin embargo, en cuanto a la fecha del registro de matrimonio, los dos podían
fijar la hora que quisieran. A diferencia del día en que asistirán los parientes de la
familia Haynesworth, las numerosas familias del lado de Dante y los colegas militares,
también era un momento de que ambos podían compartir sus votos.

Se requiere dos cosas para el registro de matrimonio. Un certificado de matrimonio


rellenado por las dos personas, y firmado por los testigos.

Los testigos se encontraban fácilmente entre los que conocían a los dos.

—La competencia fue bastante feroz entre los miembros del equipo sobre quién
lo haría.

—¿De verdad?

Las firmas, de los ganadores que se sentían orgullosos, fueron colocadas en un papel
y sostenidas en las manos de Raphael.

Los dos aparcaron cerca y entraron cariñosamente en el ayuntamiento. Cuando


entraron uno al lado del otro en el vestuario de su casa y se miraron, la ropa era casi
idéntica.

Dante iba vestido con una rebeca negra y unos jeans sobre una camiseta blanca, y
Raphael llevaba una camisa negra y unos jeans. El conjunto a juego le producía un
extraño cosquilleo.

Era el día en que ambos se casaban legalmente. Dante también expresó su alegría,
aunque estaba menos emocionado que Raphael, que ya no podía controlarse desde
casa.

Como de costumbre, el ayuntamiento estaba lleno de gente con diversos motivos. Los
dos miraron a su alrededor y un guardia de seguridad se acercó a ellos.

—¿A qué asuntos han venido?


Ah. Raphael y Dante sonrieron tímidamente como si hubieran coincidido.

—Venimos a registrar nuestro matrimonio.

Al decir las palabras: “registrar nuestro matrimonio”, volvieron a sonreír.

—¿Han traído la firma de los testigos? Lo único que tienen que hacer es sacar
los documentos de ahí, rellenarlos, tomar un número y presentarlos en la
ventanilla.

El empleado dio una respuesta muy descuidada y se acercó a la siguiente


persona. “¡Vamos a anunciar nuestro matrimonio a toda la ciudad!” Ellos
habían llegado con ese sentimiento, pero cuando el guardia les dio una
respuesta desinteresada, les dio un poco de vergüenza.

—Por ahí. Vamos.

—Sí.

Los dos se acercaron al archivador donde se encontraban los documentos. El


formulario de registro de matrimonio era uno de los numerosos documentos que eran
usados por los civiles.

Había mucha gente que llegó antes que ellos dos, quizás porque se fueron después de
relajarse un poco, porque eran un día de descanso bastante esperado. Entre los que
venían con diversas historias, destacaban las parejas que llegaban a registrar su
matrimonio. Como Dante y Raphael, salieron con ropa a juego. Había al menos unas
diez parejas así. Las miradas de Raphael y Dante se cruzaron suavemente, y hubo un
atisbo de modestia en el rostro de ambos.

—En realidad, hay docenas de parejas que registran su matrimonio aquí todos
los días.

—Sí.

Dante y Raphael sacaron los documentos y rellenaron los espacios en blanco. Fue un
proceso muy estático y nada especial, probablemente porque la ilusión del registro
matrimonial era más fuerte de lo que pensaban.

Cuando terminaron de rellenar el documento, tomaron un ticket con número. La


noticia de que había 17 parejas esperando delante, estaba escrita en la pequeña nota.

Dante y Raphael se sentaron en un banco sin respaldo y esperaron su turno.

En realidad, los dos recuerdan el momento de agobio cuando decidieron registrar su


matrimonio, por lo que pensaron que habría algún tipo de emoción en el momento en
que se convierten en una pareja legal después de presentar los documentos de
matrimonio. Sin embargo, en el proceso de preparación del matrimonio, que fue una
serie de romanticismo, el registro de matrimonio era un poco… decepcionante.

—¿Este es el proceso? Cuando se entrega los documentos estaremos casados sin


más, ¿verdad?

—Bueno… supongo que sí.

—Ahora mismo, no estoy muy nervioso como antes.

—Yo, no sé si puedo decir algo así, pero…

Raphael dudó y abrió la boca.

—Creo que estaba más nervioso cuando presenté una solicitud de baja del
ejército.

—¡Jajajaja!

Dante estalló en carcajadas, llamando un poco la atención. Dante sacudió los hombros
en silencio, suprimiendo su voz tardíamente.

Sin embargo, la cantidad de solicitudes puede ser similar a la de ellos. Todo el


contenido estaba en un trozo de papel.

Raphael volvió a mirar el documento en blanco y negro. Y dijo mientras pasaba los
dedos por el nombre de Dante.

—Me hubiera gustado ser Raphael Bailey.

—Me daría mucha pena quitarte el apellido así. El mío no es un apellido que
haya heredado de nadie, así que ¿de que serviría?

—Entonces podemos convertirnos en los primeros.

—Hay cientos de miles de personas en el Imperio con el apellido Bailey.

La cuestión de qué apellido tomar después del matrimonio se resolvió fácilmente. Era
natural priorizar el apellido heredado de los padres biológicos en lugar del apellido de
otra persona en el orfanato.

El nombre de Dante Bailey pasará a ser Dante Haynesworth. Fue un cambio triste
pero emocionante. No se lo dijo a Raphael, pero al ver el cambio de nombre de alguna
manera se sintió como si estuviera encerrado en el nombre de su amante.
—Dante Haynesworth.

Raphael murmuró su nombre en voz baja. Luego sonrió.

—Dante Haynesworth.

—¿Por qué me sigues llamando?

—Mi corazón ahora mismo late con rapidez. Es emocionante.

—…

Dante sonrió con él. Aunque no era tan apasionado como lo imaginaba, se sentía como
si estuviera atado por una cuerda invisible.

Tras una larga espera, por fin llegó su turno. Después de escuchar varias
explicaciones, presentó los documentos que habían preparado y los que acababan de
llenar, después, colocaron las formas de ambos una al lado de la otra. Finalmente, los
documentos presentados fueron devueltos de nuevo como un certificado de
matrimonio.

—Ustedes dos ahora son una pareja casada bajo la ley imperial. Felicidades.

—Gracias.

Raphael guardó el certificado de matrimonio en un sobre. Y salieron del edificio del


ayuntamiento.

Cuando entraron en el ayuntamiento, eran cerca de las 11 y ahora era un poco más de
la 1:00. El sol se movía poco a poco en el cielo. En poco tiempo, los dos se
convirtieron en un matrimonio.

—¿Cómo te sientes?

—… Creo que es similar a Dante.

Algunas cosas estaban destinadas a ser hechas con moderación, pero otras se iban a
hacer con algunas dificultades inesperadas. Ser una pareja legalmente casada en ese
momento, podían entender por qué todo el mundo elige una ceremonia de boda en un
momento dramático. ¿Por qué la escena de casarse legalmente no se muestra como en
una película romántica?

Al pasar todo ese tiempo juntos, estaban abordando poco a poco el día de la boda.
—Si iba a ser así, hubiera estado bien rellenar los documentos el día de la boda
y presentarlos en la ceremonia. He oído que lo hacen en algunos países. Todavía
queda una boda, así que realmente no se siente muy especial.

—Pero aun así, esto es divertido.

—Ya ha pasado la hora del almuerzo. ¿Deberíamos ir a casa después de


comer?

—Sí.

Los dos estaban fuera del recinto del ayuntamiento. A diferencia de ellos dos, todavía
había mucha gente que acababa de entrar en el ayuntamiento. Justo cuando estaban a
punto de pasar por la puerta, escucharon una llamada de un hombre que pisaba fuerte
delante de la puerta principal.

—Oh, cariño. No, no lo he dejado ahí. Oh, bueno, sólo ven al centro de la
ciudad. Así es. Gracias.

El hombre se apresuró a correr con una expresión brillante en su rostro. Solo con ver
su apariencia y su emoción, la pareja de recién casados pudo adivinar su situación.
Tal vez porque acababan de registrar su matrimonio, ambos miraban al hombre con
una sonrisa.

—Acabo de recordarlo… La red de enlace militar tiene mucha información


sobre el contacto de los familiares más cercanos.

—Sí.

Dante parecía saber lo que iba a decir.

—A partir de hoy, seré la primera persona que contacten cuando a Dante le


pase algo.

—Tienes razón. La primera persona es mi madre, pero ahora tengo que


cambiarlo, la primera persona serás tú.

Raphael sonrió alegremente y pronto cerró la boca.

—Pero espero que no me llamen. Suelen ser malas noticias al recibir llamadas
de la base militar. Si me llaman, puede que me desmaye antes de responder el
teléfono.

—Si contestas el teléfono, no llores y mantén la calma. Volveré sano y salvo a tu


lado.
—Claro que tienes que volver sano y salvo, y tienes que abrazarme.

—Solo si no lloras. No llorarás, ¿verdad?

—… Vaya, tengo hambre. Ese restaurante parece delicioso. Vayamos allí.

Raphael evitó contestar descaradamente. Dante se encogió de hombros.

Los dos se acercaron al restaurante que señalaba Raphael y se sentaron frente a frente
pidiendo comida. Era un restaurante donde el papel pintado con motivos persas daba
una impresión bastante exótica. El menú también era diferente de lo que los dos solían
comer, y la cocina olía fuertemente a especias.

—¿Esto está bien para ti?

—Sí, por supuesto.

A Dante no le importaba, porque no era exigente con la comida y en varias ocasiones


había probado comidas extrañas en el campo de batalla… Dante vio claramente a
Raphael asintiendo con la cabeza con un poco de nerviosismo. Aun así, no podía
pedirle a Raphael que salieran del restaurante e ir a otro lugar porque él lo había
sugerido.

Mientras esperaba a que llegara su comida, sonó el móvil de Raphael. Antes de que
Raphael dijera una palabra, Dante le hizo un gesto que decía: “está bien, responde”.
Raphael inclinó brevemente la cabeza y contestó el teléfono.

—Sí. ¿Qué pasa? Estoy en descanso, así que a menos que sea importante… ¿un
artículo? Deja que lo compruebe por ahora…

Raphael terminó el teléfono con una cara avergonzada.

—¿Qué ha pasado?

Raphael no pudo contestar e inmediatamente tecleó en la pantalla de su móvil y abrió


la boca. Después enfrentó a Dante con un movimiento incómodo.

—Capitán, hay un artículo sobre nosotros. Nos tomaron muchas fotos en el


ayuntamiento.

—¿Hmm? ¿Artículo? ¿Artículo de noticias?

Cuando le preguntó, Raphael asintió.

—¿Por qué? ¿Nos metimos en algún problema allí? ¿Cómo sucedió?


—El titular es… “La unión entre el héroe nacional y el chaebol*. La dramática
reunión de los ataques terroristas de Tennessee, dos años después».

N/T: Chaebol: Como se dijo en anteriores capítulos, se considera chaebol a las


personas más influyentes de Corea, familias ricas que gracias a ellas, la
economía y la sociedad pueden mantenerse.

Las cejas de Dante no pudieron superar el peso de la vergüenza y bajaron. La palabra


«héroe nacional» ya le impidió abrir las dos manos.

—… ¿Realmente dice eso?

—Bueno, en primer lugar, es un artículo favorable… No es un gran problema.


Si no te gusta, puedo ordenar que quiten ese artículo inmediatamente.

—No, no. No es eso… ¿Pero de qué trata el artículo? Déjame ver.

Raphael giró la pantalla en dirección a Dante. Cuando vio el título en negrita con sus
propios ojos, fue peor que cuando Raphael lo leyó. Hacía menos de diez minutos que
se había publicado el artículo. El contenido no era largo, como si hubiera sido escrito
apresuradamente.

[Las dos personas, que se presentaron en el ayuntamiento con aspecto de pareja,


sacaron un formulario de registro de matrimonio y lo rellenaron juntos. Una mirada
llena de amor entre ellos fue captada por los ojos de muchos ciudadanos.]

—…

—…

Aunque los dos pensaban que no había nada de malo registrar su matrimonio, parece
que habían bastantes personas que los reconocieron entre la multitud. Dante se
desplazó un poco más abajo. Debajo de las letras, había unas cinco o seis fotos
adjuntas.

—Creo que después de escuchar los relatos de los testigos, vino el paparazzi. Es
una persona que se dedica a crear chismes en el mundo político y empresarial.

—Oye, gracias a ti, me ha fotografiado un paparazzi.

—Lo primero que vi fue a un héroe nacional bastante apuesto.

—Oh, no hagas eso.

—Lo haré. Siéntete orgulloso. Eres un héroe nacional.


—¿Vas a molestar a tu cónyuge en el día que ha firmado el documento de
matrimonio?

En medio de la discusión, pasó por la pantalla una foto de Dante y Raphael


sosteniendo el documento de matrimonio y esperando su turno. A continuación
apareció una foto dirigiéndose a la ventanilla y firmando el documento.

—…

—…

Al llegar a la siguiente fotografía, dejaron de hablar frente al otro.

En ella, se mostraba a Dante y a Raphael. Dante había tomado el bolígrafo primero y


firmó, mientras que Raphael miraba a Dante. Entonces Raphael firmó y Dante lo
miraba.

Justo antes de convertirse en su cónyuge, en ambos había una suave emoción en su


rostro al ver a su pareja firmar. Los dos tenían los ojos entrecerrados y curvados como
si miraran a un lugar luminoso donde se acumula la luz y labios levantados con
alegría. Tanto la felicidad como el amor caían de sus rostros.

—¿Qué es esa mirada melodramática?

—Dante tampoco se queda atrás. ¿Por qué sonríes así cuando no puedo verte?

—No lo sé. Ni siquiera lo recuerdo. ¿Por qué no sabía que me estabas mirando
así?

En la parte superior de la pantalla, donde se detuvo el desplazamiento había una foto


de Raphael mirando a Dante, y en la parte inferior había una foto de Dante mirando a
Raphael. En la foto de arriba, Raphael levantaba la barbilla mirando fijamente a
Dante, y en la foto de abajo, Dante estaba apoyado en el respaldo de su silla mientras
miraba a Raphael.

Al ver la foto de arriba, Dante acercó el rostro de Raphael. La sonrisa de la foto se


extendió también a la cara de Dante.

—Es muy bonito. ¿Quién es esta cosa tan bonita?

—Es Dante.

Y Raphael no iba a perder esta oportunidad. Apoyó las palmas de sus manos bajo la
barbilla y agitó las pestañas con orgullo.
Al final del artículo, se adjuntan cinco o seis comentarios. Entre ellos, había algunas
palabras que llamaron la atención a Dante.

“Raphael Haynesworth te mira de esa manera, ¿cómo no casarse?”, “Tenía curiosidad


por la persona rubia del vídeo anterior, pero ¿por qué se convirtió en soldado? Es
demasiado guapo”, “¿Por qué Raphael no se convierte en celebridad en vez de dar paz
al país? Sería demasiado popular”

Esta vez, Raphael no pudo superar la vergüenza.

—Oh, no. Es internet, así que todo es exagerado.

—Creo que todo el mundo se enamorará de ti, así que no puedes emocionarte.

—De ninguna manera… Bueno, sólo te tengo a ti… ¿Y si alguien se enamora de


mí y me persiguiera?

Preguntó el ex-soldado de 191 cm con una sonrisa de satisfacción, Dante, que seguía
mirando la columna de comentarios, respondió.

—Tengo un esposo que tiene una pistola, así que si no quieres un agujero en la
cabeza, piérdete. Eso debes de decirle.

Raphael, que había utilizado una provocación obvia, también esperaba una pequeña
reprimienda de Dante con un “estás diciendo tonterías otra vez”, por lo que sus ojos
se abrieron ante la respuesta de Dante. Y su rostro se puso cada vez más roja.

—Lo digo en serio.

—No te ensucies las manos Dante, yo me encargaré de ello…

De todos modos, pensó que si estaban tan profundamente absortos el uno en el otro,
no habría tal cosa.

***

Algunas personas se casan por la familia, mientras que otras se casan solo por amor.
La mayoría compromete una pequeña o importante parte de su amor entre sus
condiciones y por ello escoge a alguien con quien pasará el resto de su vida.

Dante Bailey ha comprometido muchas cosas por razones personales a lo largo de su


vida. Raphael Haynesworth también ha comprometido gran parte de su vida por el
peso y deberes de su familia.

Pero los dos pudieron encontrarse y acoplarse.


En lo que respecta al matrimonio, hicieron la mejor elección sin comprometer nada y
sin que les faltara nada.

El período de gracia hasta la boda, que parecía largo, llegó rápidamente mientras
estaban ocupados preparando la segunda Navidad y el Año Nuevo.

Los dos se acostaron en la misma cama, como de costumbre, el día antes de su boda.
Era difícil cerrar los ojos con la misma facilidad con la que los niños tenían
programado ir a un picnic al día siguiente.

—Raphael, ¿duermes?

—No.

—Deberías irte a dormir.

—Sí…

Y después de un rato.

—Capitán, ¿estás durmiendo?

—No, no estoy durmiendo.

—…

—Estamos en un gran problema. Nosotros…

—Lo sé.

Dante acarició suavemente la mejilla que tenía frente a él.

—Tengo mucho que decir, pero no creo que pueda dormir si mi corazón late
más que ahora. Así que buenas noches y cierra los ojos.

—Sí.

Dante dijo con una mezcla de risas. Como siempre, era una voz baja y relajada.

—Buenas noches, mi pequeño cachorro.

Raphael respondió sin ocultar sus emociones.

—Buenas noches, Dante. Hasta mañana.

En el evento para celebrar la unión de ambos, había muchos invitados que entraban a
pasos precipitados.
Uno de los dos protagonistas de la ceremonia, era el antiguo jefe de equipo de la
unidad antiterrorista del SAG, y actual Mayor del Comando de Guerra Especial. El
otro era un hijo de la familia militar Haynesworth, y era un antiguo soldado graduado
en la Academia Militar.

En primer lugar, la relación entre los dos novios, fue una relación que comenzó con
una diferencia de edad de siete años, por lo que los miembros más antiguos y más
jóvenes de la Academia Militar estaban presentes. Por ello, los padrinos de ambos
novios eran colegas militares, y todas las personas que habían sido llamados como
personas cercanas a los novios, eran todos soldados. Entre el ambiente tenso e
incómodo, el hecho de que los familiares de Dante estuvieran un poco más alegres era
gracias a los pocos hermanos menores que sonreían.

De todos modos, como la mayoría de los asientos de los invitados estaban ocupados
por soldados, se creó una sutil atmósfera en el salón de bodas.

Para los demás, puede parecer que todos los soldados presentes son iguales en rango,
pero en realidad era que entre ellos había como mínimo de rango Capitán, algunos
con rango de Teniente que fueron promovidos de manera rápida y en los mejores de
los casos, había uno que otro de rango de Teniente Coronel. Aunque asistieron a la
boda, eso no quería decir que tratarán de disciplinar a los demás, sin embargo se había
formado un ambiente dominante sin razón.

Pero la corriente de aire se invirtió 10 minutos antes de la ceremonia.

—Huh…

—Hey, hey. Deja de comer y levántate.

—Por qué… ¿Qué está pasando? ¡Huh!

Al mismo tiempo que aparecía alguien, todos los invitados que estaban sentados se
levantaron al mismo tiempo.

Y los colegas de Dante sintieron lo mismo. No era que no estaban orgullosos por una
diferencia de su antiguo Capitán de menos de 10 años ahora, pero… Allí, el padre de
Raphael Haynesworth y toda la gente de su entorno, están como invitados. Sin
embargo, con la aparición de las estrellas*, una sonrisa de victoria se dibujó en los
ojos de los invitados del lado de Raphael.

N/T: El texto se refiere al rango Militar. Recuerden que las estrellas son solo para el
rango de General.

El antiguo Jefe del Estado Mayor del Ejército, que anunció oficialmente su intención
de retirarse, llevaba un traje, no un uniforme militar, pero la atmósfera pesada se
mantenía. Al escuchar el sonido de sus pasos acercándose, los soldados llegaron a
sentir que la ceremonia vibraba.

El General Haynesworth entró con numerosos saludos de por medio… Se dirigió en


dirección a los nerviosos invitados del lado de Dante y ocupó un lugar con orgullo.

Su antiguo asistente, sentado al otro lado, se acercó y preguntó.

—Señor, los invitados de Raphael Haynesworth están en esta dirección…

—Lo sé.

—Entonces, tiene que sentarse allí…

Entonces el Comandante en Jefe declaró seriamente.

—No es por mi hijo, estoy aquí para la boda de mi yerno. ¿No se supone que
debamos sentarnos en el lado que más se celebra?

—No, sí…

«Su yerno debe casarse con su hijo para convertirse en su yerno…» Pensó en su
cabeza, pero no pudo decir las palabras.

Así que se produjo un pequeño incidente por el antiguo Jefe de Estado Mayor, que se
sentó en el lado de Dante Bailey, y luego fue trasladado al lado de Raphael
Haynesworth por la familia Haynesworth que llegó un poco tarde.

La conmoción no llegó hasta la sala de espera de la boda, que estaba bloqueada por
gruesas cortinas blancas. Apenas 10 minutos antes del ansiado evento soñado,
Raphael cerró los ojos y exhaló un largo suspiro. El interior de los guantes blancos,
estaban llenos de tensión.

«Dante, por fin…»

«Por fin vamos a ser una familia.»

Era un día en el que revelaría a todo el mundo que Dante compartiría con él cada
momento de sus alegrías, penas y dificultades.

Todos los invitados presentes en este lugar pensarán en ambos cuando piensen en
Dante en el futuro. Se convertiría en la persona más cercana a Dante en el mundo, y
a cambió, Dante se convertiría en la persona que amaría con todas sus fuerzas.
Los boutonier* deliberadamente confeccionados con flores rosas, crujieron junto con
el movimiento. Ahora, habrá más señales que probarán su amor, mientras a lo largo
de su vida poco a poco se acumularán.

N/T: boutonier: Es una decoración floral usaba generalmente por hombres, y que
consiste normalmente en una sola flor o un ramillete floral. Se utiliza en el pecho.

—Raphael.

La cortina se abrió y Dante entró. Si, incluyendo esta escena frente a sus ojos.

—¿Estás listo? Tu cara aún está muy rígida.

—No creo que pueda calmarme hasta que la ceremonia haya terminado…

Raphael sonrió como si no pudiera evitarlo, pero su rostro seguía pálido.

—He escuchado varías veces que has practicado en tus sueños. Es mi primera
vez, así que tienes que guiarme.

—En mis sueños, Dante siempre era valiente, y yo era el único que temblaba.

—Respira. Respiración abdominal.

Pero incluso el largo aliento que exhaló de su boca temblaba como una cabra.

«Entonces, ¿qué tal esto?» Dante sonrió preocupado y se sentó junto a Raphael. No
es que no estuviera nervioso, pero como su pareja estaba demasiado nervioso se sentía
relativamente tranquilo.

Raphael cerró los ojos con una mano sobre su pecho y repitió exhalaciones largas. Al
ver eso, Dante siguió sonriendo. Como siempre, no era porque su comportamiento
fuera lindo, sino que era solo el aspecto de este momento lo que hizo que sus labios
se levantarán.

—Lo he pensado antes, pero te ves muy apuesto con ese traje. Siento que un
verdadero ángel ha bajado en mi vida.

Raphael abrió los ojos y volvió a mirar a Dante.

—Gracias. Tal vez esté nervioso en este momento… Pero estoy seguro que me
siento más que feliz. Gracias a ti.

—…
Dante carecía de expresión, pero ahora no había razón para ahorrarse las palabras que
confesaban sus abrumadores sentimientos.

Cerró los ojos, no importaba quién lo hiciera primero. Y unos labios cálidos se
juntaron ligeramente. En esta situación, un beso que transmite la calidez a la piel era
más adecuado que un beso que se desea desesperadamente.

Se detuvieron un momento hasta que escucharon una risa a través de la cortina.

—Ustedes dos, por favor prepárense para entrar.

—De acuerdo.

—¡Sí!

La respuesta de Raphael fue un poco más fuerte. Dante se levantó y le tendió la mano.

—Ahora hazlo delante de otras personas. Vamos.

—…Sí, Dante.

Otra mano se apoyó sobre la mano con guantes blancos. Tomando su mano, Raphael
dio su primer paso.

***

Detrás de los novios que caminaban modestamente, dos lindos niños los seguían y
esparcían pétalos. Los soldados, que acostumbraban a gritar fuertes vítores en las
bodas de sus compañeros, dejaron de gritar, temiendo que los niños se asustaran. En
cambio, cuando los niños habían cumplido su misión, enviaron sus exclamaciones de
ánimo que habían guardado.

La primera parte de la ceremonia fue una oración para pedir la bendición de la


hermana Joanna, la madre de Dante. Cuando subió al podio, su voz tranquila resonó
durante un momento.

—Deseo que los dos estén siempre juntos bajo cualquier circunstancia.

Después de sus palabras, volvió a levantar la cabeza y miró a los dos con cariño.

A continuación, fue el turno de los votos matrimoniales de los dos novios. Los dos
giraron sus cuerpos y se colocaron uno frente al otro. En la sala de espera incluso
compartieron un beso, pero al estar aquí de pie, les dio vergüenza hacer contacto
visual.
—Raphael Haynesworth, ¿juras que durante el resto del largo viaje de tu vida,
nunca soltarás esa mano que sostienes ahora y te quedarás a su lado para
siempre?

—Sí, lo juro.

Fue una respuesta sin vacilaciones y sin ningún tipo de duda.

—Dante Bailey, ¿juras que el deber de tu cuerpo es proteger al país, pero el de


tu corazón es proteger a una sola persona?

—Sí.

En cuanto respondió a la pregunta, los ojos de Raphael se abrieron un poco.

—Lo juro.

Ahora que habían intercambiado sus votos, era el momento de compartir las muestras
de su promesa.

La persona que llevaba los anillos preparados era también una persona con una
relación especial. Al final del podio, apareció una niña pequeña con un vestido blanco
y unas gafas en la cabeza ligeramente desequilibradas. La niña recorrió con valentía
el camino de la ceremonia y les entregó los anillos a los dos.

—Gracias, Aubrey.

—Gracias.

La niña, que con anterioridad apenas llegaba a los muslos de Dante, creció
rápidamente y se convirtió en una linda señorita. La niña le entregó los anillos como
lo había practicado innumerables veces y al verlos, les sonrió.

—Felicidades. Mi madre, mi padre y mi hermano también los felicitan.

Era una orgullosa recompensa para el soldado que le había salvado la vida en el ataque
terrorista.

Al aceptar los anillos, Raphael y Dante se quitaron los guantes de la mano izquierda.
Aunque no se trataba de anillos que representaban una alianza, el lugar donde llevaban
los anillos de pareja desde hacía dos años era ligeramente cóncavo. El anillo que entró
en ese lugar encajaba perfectamente como desde el principio.

—Ahora, después de la colocación de sus anillos y al final de su recorrido,


habrá un beso de juramento.
—Sí.

—Sí.

Dante y Raphael se giraron al mismo tiempo. Los movimientos de los dos novios
dándose la vuelta fueron tan torpes que algunos invitados estallaron en carcajadas. De
cualquier manera, las cejas de Raphael se agitaron salvajemente como una cola.

—¡Por fin…!

Susurró en voz baja, pero Dante, que estaba a su lado, solamente pudo escucharlo.
Antes de mirar a su lado, Dante ya conocía la expresión de Raphael. Cuando escuchó
su respiración, Raphael se demoró un poco más en caminar, pero se dispuso a llevar
a Dante al final del camino de ceremonia de la boda.

—Vamos, Dante.

—Sí.

Fue Raphael quien extendió su mano esta vez. Raphael, con su mano blanca
extendida, sonreía alegremente con un traje llevando una flor.

En el momento en que ambas manos estaban a punto de tocarse. Algo brilló entre los
dos. Blanco y largo… La hoja apuntó entre los dos y se clavó en el suelo.

—¿Eh…?

—¿Eh?

Y el misterioso hombre que había clavado el cuchillo en el suelo… No, dos soldados
se acercaron por detrás del Oficial Logan y agarraron los brazos de Dante. Eran
personas conocidas.

—¡Hemos asegurado al rehén por completo!

—¡Llévenselo!

—Bueno, ¡oigan, chicos…!

Dante, que comprendió la situación, sonrió absurdamente, y Raphael respiró


profundamente. Dante fue arrastrado solo hacia el final del “camino de boda”, donde
originalmente tuvo que caminar con Raphael.

—¡Cap… Capitán!
Raphael, que intentó seguirlo tardíamente, fue detenido con dos espadas frente a él,
formando una X.

—El novio no puede ir.

Los miembros del equipo alineados en cuatro filas, formando parejas, cruzaron unas
espadas al inicio del camino de boda. En otras palabras, cuatro X se habían colocado
frente a Raphael.

Un total de once personas: ocho que bloquearon a Raphael, dos que arrastraron a
Dante y Angela, que se acercó al lado de Dante al final del camino de boda.

Todos ellos eran miembros del equipo de Bailey hace unos años.

—No seas así. Es el nuevo novio hoy.

Dante dijo en voz baja, pero Angela se dirigió a Raphael pretendiendo no


haberlo escuchado. Para Angela, los soldados levantaron las espadas y dieron
un paso atrás para crear un arco.

El arco se cerró rápidamente en cuanto ella pasó. Por lo tanto, Raphael seguía sin
poder pasar. Las risas se extendieron entre los invitados.

Era el turno del Arco de Sables*, que nunca puede faltar en una boda de un soldado.
Se trataba de un acontecimiento agradecido en el que los soldados estaban dispuestos
a asumir el agradable espectáculo de la boda, deseando las bendiciones de su colega
casado.

N/T: No hay mucho que explicar, el mismo texto lo describe.

Al mismo tiempo, también era un momento en el que se permitían cualquier tipo de


travesuras. Además, en esta ocasión, la persona que lideraba este acontecimiento
llevaba la insignia de las Fuerzas Armadas Especiales, por lo que los ojos de los
invitados brillaron con interés.

Por lo general, se debía colocar a las dos personas recién casadas juntas delante de la
puerta de la sala para hacer el Arco de Sables, sin embargo… Dante fue arrastrado
solo a la puerta y Raphael se quedó confundido en el interior. Además, hay que decir
que, el soldado en servicio activo que tenía que pasar por el Arco de Sables era Dante.

De todos modos, Angela se puso de pie frente a Raphael, que se quedó solo y gimió
a Dante en la distancia.

—Raphael Haynesrworth.
Vistiendo de color verde oscuro y una capa blanca, el aura que desbordaba era más
fría que cualquier otro General aquí. Se oyó vagamente en la parte de los invitados de
Raphael que alguien decía: “Finalmente va a crecer…”

—Felicidades por tu matrimonio.

—Gra, gracias.

—¡Sin embargo!

—Hmm.

Raphael inconscientemente levantó sus hombros y su cintura.

—Como sabes, el ODA-133 tiene reglas. Si quieres tomar a un líder de equipo o


a un jefe de equipo adjunto, tienes que luchar con otros miembros de equipo 11
a 1 y ganar. ¡O el equipo no entregará a nuestro Capitán!

—Oh, no…

Las risas se extendieron entre los invitados. Como referencia, el que más se rió y
estuvo de acuerdo diciendo que tenían razón, fue el antiguo Comandante en Jefe
Haynesworth.

—¿Quieres ir a una lucha de supervivencia con un jefe militar ahora mismo?


¿O vas a atravesar la puerta que bloquean los miembros del equipo pasando
por cada obstáculo? No liberaré al rehén hasta que hayas pasado por todos.

Prácticamente solo había una opción y no había espacio para la negociación.

—La puerta… Voy a pasar.

—Muy bien. Estoy apoyando el duro viaje de un subalterno.

Ángela sonrió y se hizo a un lado.

Dante se vio a lo lejos en los ojos de Raphael, que estaba parado decididamente frente
al Arco de Sables.

‘—Estaba deseando tanto el momento del beso… ¿Por qué estás en un lugar
donde no puedo escuchar tu voz, y mucho menos sentir tus labios?’

‘—Buena suerte, Raffy.’


Dante apretó los puños con una sonrisa de disculpa. Raphael también estaba decidido
a ir con él. Si, era una prueba que tenía que pasar para ganar al hombre más apuesto
del mundo.

—Soy el primer obstáculo. Vamos a ver si estás capacitado para vivir con el
Capitán, voy a probar tu fuerza física.

El primer obstáculo era Morphaz, que había ascendido hace poco a Teniente. Raphael
lanzó una mirada desesperada hacia él, que era un hombre casado. Si, él también había
pasado por ese calvario, por lo que le daba un poco de pena…

—Novio, túmbate.

—Sí.

Los guantes blancos estaban en la alfombra y las largas piernas se estiraron hacia
atrás. La punta de los zapatos blancos se doblaron en el camino de boda.

—Para tu información, este es el entrenamiento que he recibido del Capitán.

Raphael no descuidó la mejora de su fuerza física incluso después de ser dado de baja
del ejército. En particular, podía estar seguro de que su cuerpo era mejor que cuando
estaba en el ejército gracias al ejercicio muscular que hacía para satisfacer a su fuerte
amante.

Raphael ahora puede hacer flexiones con Dante sobre su espalda. Levantó los
labios, pensando que estaba seguro que podría hacer cualquier cosa en esta
posición.

—Coloca tus codos en el suelo.

Tampoco tiene que preocuparse por ello, pero como era un buen día, Raphael pensó
que lo pasaría fácilmente…

—Y los dos pies, despégalos del suelo.

—¿…?

Raphael levantó la vista con un “¿qué…?”, y Morphaz asintió como si lo que hubiera
escuchado fuera correcto.

«Dos, pies…»

—…
Los brazos de Raphael estaban llenos de fuerza. Sus brazos, que soportaban su peso
temblaban. Su peso se apoyaba en las palmas de las manos y en los codos que tocaban
el suelo, y las puntas de ambos zapatos se desprendieron poco a poco del suelo.

—Phew….

Aun así, su entrenamiento de fuerza no fue en vano, por lo que fue capaz de aguantar
mientras todo su cuerpo temblaba.

Por otro lado, Dante, a lo lejos también dijo: “¿Cuándo te hice algo tan estricto como
esto…?” La mirada se suavizó.

—No, bueno, la parte superior de mi cuerpo es débil. Todavía recuerdo que…

—¿Estás cansado?

—Ah, ¡no!

—A partir de ahora, tienes que decir todo lo que quieras decir a la persona que
ahora es tu cónyuge.

—Da, Dante, ¡gracias por hacerme tu familia! Por el resto de mi vida, te haré
feliz, definitivamente lo haré. ¡Haré lo que sea por ti! No importa lo que pidas,
yo seré tu fiel cachorro. ¡Gracias!

—De acuerdo, levántate.

Después de decir aquellas duras palabras, Raphael se levantó. La persona que puso la
prueba, habló con sensatez.

—Entonces, necesito escuchar la opinión de tu suegra. ¿Está satisfecha con la


nueva familia de su hijo?

Joanna, que nadie puede superarla, en esta sala por su amabilidad, levantó el pulgar
en alto y sonrió amablemente. Así pasó el primer obstáculo.

—Soy el segundo obstáculo. Has pasado uno, ¿ya estás cansado? ¿Estás
agitado?

—¡No!

Los hombros de Raphael subían y bajaban.

—No puedo hacer esto. A este ritmo, nuestro equipo no querrá entregar al
Capitán que luchó 30 a 1 contra el enemigo y ganó, además, añadiendo que
venció a una bestia con sus propias manos en la selva.
Dante se señaló a sí mismo con su dedo índice e hizo una mirada diciendo: «¿Yo te
hice eso?»

—Pero personalmente no creo que el novio sea muy fuerte, creo que es
suficiente para proteger a su cónyuge solo.

—Bueno, yo también lo creo.

—El Capitán te protegerá, pero en caso de emergencia, Raphael Haynesworth


¿podrás proteger al Capitán?

—¡Sí!

—Muy bien.

El soldado se puso delante de Raphael. Sus labios se curvaron hacia arriba.

—El Capitán y yo pesamos más o menos lo mismo. A partir de ahora, vamos a


suponer una emergencia y a probar si el Capitán puede salir con seguridad de
la escena. Piensa en mí como el Capitán.

El soldado se acostó en medio del camino de la ceremonia.

—Vamos a hacer una simulación de escape a partir de ahora.

—Uh… uh…

Raphael parpadeó con una cara realmente confusa y flexionó sus rodillas y bajó su
espalda.

—¡Argh, estoy herido…!

—Vaya.

En cuanto intentó levantar el cuerpo caído (¿?), el soldado se retorció y sacudió su


cuerpo, y hasta Raphael tembló. Raphael consiguió colocar sus brazos debajo de su
cuerpo y lo levantó. El soldado colocó irónicamente sus manos frente al pecho de
Raphael e incluso cerró los ojos.

—Ahora, evitando al enemigo, vas a correr alrededor del salón de ceremonias


sosteniendo al Capitán. Corre.

—¡Vamos, corre!

Raphael corrió por el amplio salón de bodas como le indicaron. Sería mentira si
Raphael no consideraba la situación como divertida, ya que los antiguos compañeros
le gastaban bromas en el pasado. Sin embargo, como puso un peso considerable en su
brazo, sus mejillas estaban tensadas. Así que era difícil sonreír y mucho menos reír.

Cuando regresó al punto de partida después de dar una vuelta, el soldado preguntó,
después de hacer el papel de un falso Dante durante tres minutos.

—Novio, ¿estás cansado?

—¡El Capitán es como una pluma, pero tú eres demasiado pesado!

Gritó Raphael con mucha sinceridad.

De todos modos, el segundo obstáculo para llegar a la puerta apenas pudo aprobarlo
después de consumir el resto de la resistencia que le quedaba a Raphael. Su pelo bien
peinado estaba mojado y el sudor se formaba en su cara.

Las dos espadas que bloqueaban el frente se levantaron hacia arriba. Raphael atravesó
con dificultad el segundo obstáculo. Dante en la distancia se acercó un poco más.

Pero al acercarse unos pasos, dos nuevas espadas lo detuvieron.

—Dante…

A Dante le entristeció escuchar el sonido de llanto que solo él podía escuchar.

—Soy el tercer obstáculo. Aunque hayas trabajado puro para llegar hasta aquí,
no te dejaré pasar.

Era el soldado Campbell, que tenía un número similar de citas al de Raphael. Por eso,
cuando se burlaron de Raphael por sus problemas de pareja durante su aprendizaje, se
quedó callado, pero cuando se enteró que estaba en una relación con el Capitán y le
dijo que iba a casarse primero, fue él quien apretó los puños. También él fue ascendido
a Teniente y eliminó por completo la apariencia de ser el más joven del equipo.

Raphael estaba decidido a ver la cara aterradora en su rostro. Y Campbell también


trajo consigo una tarea que estaba seguro de que una persona normal nunca sería capaz
de hacer.

—¡Enumera los puntos fuertes de tu cónyuge durante 100 segundos sin


descanso! Si hay una pausa, aunque sea de un momento, ¡vuelves a empezar!
No se permite que repitas.

Raphael parpadeó.

—¿Eso es una tarea?


—¡Sí!

Gritó Campbell con orgullo, y Raphael dijo: «Eh…”

Después de eso, fue un rap tan espléndido que nadie podía creerlo. La voz que brotaba
como un rap de Raphael solo pudo detenerse cuando Dante gritó: “¡Por favor, detente!
¡El tiempo ha pasado!”

Para Raphael, la tarea era tan natural como respirar, no pudo llamarse obstáculo, por
lo que terminó satisfecho.

Raphael finalmente llegó al último obstáculo para poder alcanzar a Dante.

—Oh, mi pequeño cachorro. Te está costando encontrarte con un Capitán


equivocado.

—No, lo superaré y llegaré al Capitán.

—Sí. Lo estás haciendo muy bien.

El ambiente dramático no era diferente al de Romeo y Julieta del siglo. Hubo un


murmullo entre los compañeros de Dante: “¿Es Bailey?” Los rumores sobre un
matrimonio arreglado con la familia Haynesworth para plantar gente en el ejército,
desaparecerán al ver su preocupación.

—Hiciste un gran trabajo al llegar al último obstáculo.

Finalmente era el cuarto obstáculo. Detrás de Dante, se escuchó un sonido de tela. Un


rifle largo se acercó a la mano de Raphael… Le habían entregado un modelo de arma.
Y frente a él, había un blanco en forma de círculos concéntricos.

—Ustedes realmente… trabajaron duro.

Dante murmuró asombrado. El contenido del cuarto obstáculo era fácilmente


predecible.

—Como sabes, Dante Bailey era uno de los mejores tiradores del SAG. ¿No
debería tener un esposo que sea mejor que él?

—No… ¿Cómo podría?

—Raphael, no tienes que hacerlo. Si pasa algo, yo dispararé dos veces.

—Oh, Capitán.
Janice, que era el sujeto del cuarto obstáculo, y que fue convocada entre los miembros
del equipo, para ser ascendida en la Agencia de Inteligencia, después de mucho
tiempo, regañó a Dante. Luego recordó rápidamente su deber y le dijo a Raphael:

—No puedes pasar hasta que consigas los 10 puntos en el medio de los blancos.
Solo hay tres balas.

—…

De hecho, en términos de nivel de dificultad de un soldado, esto era algo sencillo. Sin
embargo, ha pasado bastante tiempo desde que Raphael fue dado de baja del ejército.

Puede ser todo lo disciplinado posible para entrenar como un civil. Pero, por supuesto,
agarrar un rifle… no tenía ninguna posibilidad, a menos que le gustara la caza. Por
supuesto, no tenía dicha afición porque pasaba el dulce tiempo con Dante en sus
vacaciones y en sus descansos.

«Raphael no era muy bueno disparando…»

El tirador, que era tan bueno disparando, también le dio una evaluación en su mente.

Raphael aceptó el modelo de la pistola y se quedó perplejo por un momento. Después


de sacudir el cañón, que era más ligero que un arma normal, sonrió ligeramente.

Levantó la cabeza y miró a Dante. La sonrisa era como si le preguntara si recordaba


algo. Al fin y al cabo, allí también había recuerdos. Dante también sonrió.

Raphael apuntó al objetivo con el rifle y adoptó una pose. Sin embargo, no había
olvidado por completo su postura, y que una vez fue catalogado por su Capitán como
un estudiante modelo. Aunque podía tener algunos fallos menores, para Dante era
excelente.

La expresión de Raphael volvió a ser seria cuando apuntó al objetivo. Respiró


profundamente mientras miraba al objetivo con sus ojos verde claro. De pie junto al
objetivo, Dante lo miraba con los brazos cruzados y sonrió.

La imagen de Raphael caminando hacia él a través de un largo y arduo camino se


solapaba con algunos recuerdos del pasado. Fue por ello que un sentimiento de
emoción surgió mientras lo animaba y observaba.

—Raphael.

Dante, que estaba al fondo, lo llamó.


—Ponte de pie con la espalda recta y eleva la punta del rifle cinco grados por
encima de tu posición actual. Dobla los brazos y asegúrate de poner fuerza en
tu talón de tu pie izquierdo.

Las sonrisas brotaron de aquellos que debían haber escuchado ese tono de voz en
cualquier lugar al menos una vez. En particular, todos los que estaban en el mismo
equipo, miraron hacia atrás con una sonrisa nostálgica.

Dante le dijo.

—Dispara.

La bala se disparó. Raphael supo el resultado sin mirar el objetivo. Nunca fallaba un
tiro cuando Dante le indicaba cómo hacerlo.

Raphael finalmente corrió hacia él sin ningún obstáculo. Lo primero que hicieron fue
cubrirse la cara el uno al otro, y luego, Dante besó por primera vez a Raphael en el
tan esperado camino a la boda.

—Declaro solemnemente delante de todos, que ambos han formado ahora una
familia, en la que compartirán cualquier alegría o dolor que se produzca
durante su vida.

«¡Por fin!»

Raphael no pudo evitar abrazar la cintura de Dante. Dante también se inclinó hacia él
y lo abrazó. Por un momento, cerca el uno del otro, las miradas y las voces de los
invitados se borraron de sus cabezas.

Dante sonrió con fuerza. En su rostro, que tiende a controlar las emociones y a no
perder la compostura, se revelaron sentimientos que no pueden ser más claros.

—Gracias por haber llegado hasta aquí.

Raphael también sabía que no se trataba sólo de cuatro obstáculos.

—Gracias por quererme tanto y hacer que sea el único.

Si Raphael no hubiera corrido hacia Dante, la relación nunca habría comenzado. Y


Dante fue guiado por la mano de Raphael, que había cruzado un difícil muro, por lo
que ahora disfrutaba de una felicidad que nunca había podido imaginar.

—Gracias por traerme a ti.

Como para demostrar su felicidad, Raphael no pudo evitar sonreír. El sonido de los
aplausos resonó con fuerza. Entre los estruendosos aplausos de los soldados y los
vítores de los innumerables invitados, los dos sonrieron durante mucho tiempo con
sus frentes juntas.

[Romantic Captain Darling Side Story, FIN]


Extra 4
Honeymoon
—Raphael.

La corazonada de Raphael es tan sensible como la de un perro cuyo temperamento se


libera sólo cuando tiene todo el amor de su dueño. Era capaz de leer hasta el más
mínimo detalle de las intenciones de Dante en la llamada. Ya sea si le llaman de buen
humor, si tiene una razón ligera o si hay algo que señalar.

Raphael analizó rápidamente la voz en cuanto escuchó la llamada. La velocidad con


la que pronunció su nombre, la altura y el pequeño suspiro del final.

No parecía que lo llamara de una manera alegre…

Por lo tanto, normalmente, habría salido corriendo nada más oír la llamada, pero se
escondió en la habitación y asomó la cabeza.

—¿Qué pasa, Dante?

—Sal de ahí.

—… ¿Ahora mismo?

—Sí. Date prisa.

El hombre que más amaba y que más

quería ser amado en el mundo tampoco era fácil. Raphael salió de la habitación con
un gemido.

En el pasillo por el que pasó, había una foto de los dos sonriendo cara a cara en un
viaje al que fueron el año pasado. La foto es bastante bonita ahora, pero la siguiente
semana estaba previsto colgar una nueva foto de su boda.

En otras palabras, cómo era una semana antes, los dos eran una pareja prematrimonial
en su ceremonia de bodas y de la hermosa luna de miel que seguirá después.

Como Raphael esperaba, Dante tenía los brazos cruzados. Al dar unos pasos al frente,
Dante señaló el problema.

—Todo esto es tuyo, ¿verdad?

—Sí…
En la dirección en la que Dante extendió su mano, había tres enormes maletas que
eran tan altas como la cintura de Raphael. Al lado estaba la maleta de Dante, que era
de tamaño medio, y estando de esa manera juntos, parecía un pequeño estudiante
modelo rodeado de grandes estudiantes malos.

Hay un proceso muy importante entre la boda y los recién casados. Se trata de un viaje
de luna de miel de la pareja para celebrar un nuevo comienzo.

Raphael y Dante tienen que ir directamente al aeropuerto en su auto nupcial después


de la boda, así que ambos han preparado unos días antes de la boda, su equipaje que
llevarán. Había tres enormes maletas y una maleta mediana delante de ellos.

Dante exhaló aire con la punta de la nariz, mientras observaba al nervioso Raphael.
Como una relación que va a vivir con la persona frente a él, por el resto de su vida,
Dante se prometió consultar las cosas juntas y tratar de entenderse si había una
situación difícil, y persuadirlo con calma aunque fuera difícil de aceptar la opinión de
la otra persona.

Así que en lugar de decir: “¿Qué diablos vas a llevar a la luna de miel?”, Dante sentó
primero a Raphael frente a él.

—Raffy.

—Sí.

—Hay dos cosas que nos pasará si llevas todo este equipaje.

Dante agarró una de sus gigantescas maletas en medio de los dos, que estaban sentados
frente a frente.

—Que detengan a Raphael Haynesworth en el aeropuerto bajo la idea errónea


de un exilio en el extranjero, o que lo detengan por ser sospechoso de ser un
terrorista en el aeropuerto.

—No creo que sea…

—Lo es. ¿Quién pensaría en esto como un equipaje para una luna de miel? Ya
que lo encontré, vamos a organizarlo juntos. Me cansaré de mover estas
maletas antes de llegar.

—Ah, tal vez es demasiado, pero todo es necesario. Es el resultado de escoger


cuidadosamente…

—Sólo vamos cuatro noches y cinco días, lo cual es ridículo.


Dante abrió el primer equipaje. La primera maleta contenía ropa. Un pijama, un par
de prendas cómodas, un traje informal y un cárdigan fino. Hasta aquí, era aprobado.
Sin embargo, no todo podía ser aprobado. La mano de Dante sacó el abrigo de lana
negro que ocupaba el interior de la maleta.

—¿Por qué llevas esto?

—¡Porque puede que haga frío!

Raphael respondió con seriedad. La seguridad de sus palabras es excelente, pero ahora
es la estación en la que las flores comenzaban a brotar debido a la primavera temprana.

—Ya es completamente primavera. El lugar a donde vamos de luna de miel


será mucho más caluroso.

—Pero Dante es sensible al frío. Si de repente hace frío, tienes que ponértelo.

—Soy sensible al frío y también soy sensible al calor. Si me pongo un abrigo en


primavera, voy a morir de calor. Quita esto.

—Ah…

Raphael extendió la mano, pero Dante sacó el abrigo con firmeza. Debajo del abrigo,
también había un acolchado lleno de algodón. Dante lo colocó detrás de su espalda
sin dar más explicaciones.

También intentó sacar la manta que tenía a su lado, pero dos manos blancas sujetaron
desesperadamente el corazón bordado en el centro de la manta.

—¡Oh, no, esto no puedes quitarlo!

—Espera, ¿por qué ibas a llevar una manta?

A pesar de que Dante tiró con fuerza, Raphael no soltó el corazón y lo sostuvo
obstinadamente. Había un ligero tendón en el dorso de las cuatro manos que sujetaban
la manta con fuerza.

—Raffy, te darán una manta en el avión, y también hay en el dormitorio donde


vamos.

—Esta es una manta grande, así que podemos cubrirnos con ella juntos. ¡Es
práctico!

—Parece un poco grande. Vamos a sacarla.

—¡Ah!
Un grito lastimero salió más fuerte, que cuando se quitó el abrigo. Dante dejó escapar
un suspiro. Quería deshacerse del equipaje que solo ocupa peso y Volumen, pero no
podría hacerlo tan imprudentemente.

Pero es una luna de miel en la que van juntos, como resultado de su amor.

—¿Realmente crees que deberías llevarlo?

—Sí. Tengo muchas ganas de cubrirnos juntos con esto.

—… Muy bien. Entonces, dejémoslo.

Al principio, iba a organizar todo, dejando solo la ropa imprescindible, pero no pudo
vencer la persuasión de Raphael, así que solo redujo la primera maleta a la mitad.
Raphael volvió a doblar la manta para que se viera bien la forma de corazón de la
misma, y la metió en la maleta. Estaba en un rincón lejos de Dante, en caso de riesgo
de ser llevada de nuevo. “Jaja”. Al final y al cabo eran tres maletas… No podían
llevarlas, pero quizá merezca la pena llevar dos.

Pensando que sería difícil, Dante abrió la segunda maleta.

—…

En cuanto vio la escena dentro de la maleta, borró las preocupaciones que tenía hace
rato. Esto definitivamente tenía que ser sacado.

Raphael cubrió la maleta abierta con ambas manos, como aprendió hacerlo con la
manta hace un rato. Después de hacer esto, Dante miró la manta. Pero esta vez, Dante
ni siquiera trató de disimular su expresión.

—Tú… ¿Quieres realizar un programa de supervivencia conmigo en nuestra


luna de miel? ¿Tienes ganas de cazar, recolectar y cocinar tú mismo en vez de
un restaurante?

—¿Qué? De ninguna manera.

—¿O deberíamos asesinar a alguien allí?

—¿De qué palabras aterradoras estás hablando? ¿Cómo podemos hacer eso en
nuestra luna de miel?

—Lo que es aterrador no son mis palabras, sino tu equipaje.

Había armas en esta maleta. Afortunadamente, no era un cuchillo o una pistola, eso
sería aterrador. Esto es porque el aeropuerto no los permitía.
—No. Dicen que hay muchos carteristas aterradores que les roban sus
posesiones a la gente en un abrir y cerrar de ojos.

«¿Piensas golpearlo con una porra*, luego aturdirlo con una máquina de descarga
eléctrica y después atarlo con una cuerda?…» Para un delito menor, el castigo era
duro. Y si los carteristas tienen ojos, Dante y Raphael no pueden ser el objetivo. Nadie
se atrevería a robar a dos hombres que andan juntos y que además tienen un buen
físico, ya que uno medía 183 cm y otro 191 cm.

N/T: Porra: es un arma contundente generalmente utilizada por las fuerzas policiales.
Se trata de un palo corto que puede ser manipulado con una mano.

Frente a Dante, que niega toda preocupación, Raphael añadió con ojos tristes.

—En realidad, no hace mucho tuve un sueño en que el avión de camino a


nuestra luna de miel era secuestrado. ¿Sabes lo aterrador que fue?

—No puedo creerlo. He experimentado muchos accidentes mientras estaba en


la escena, pero nunca ha habido un secuestro.

En primer lugar, sólo se tardaba unas cinco horas en llegar desde Islas al destino de
su luna de miel. Incluso durante la temporada baja para el turismo, no había razón
para que el avión fuera secuestrado en el viaje, donde hay decenas de vuelos
nacionales al día.

…Ugh, el corazón de Dante se derritió por los ojos llorosos diciendo que tenía miedo.
«Bueno, vamos a preguntar.»

—Entonces, ¿qué pasó con el final de tu sueño?

—Ah, el Capitán saltó al techo del avión y sometió al terrorista con una patada
herética.

La pesadilla fue realmente aterradora, pero Raphael habló de su sueño, diciendo que
la escena era realmente genial.

En la escena que recordaba, Dante se acerca al terrorista que tomó como rehenes a
los pasajeros –que han reservado de primera clase, y no entendía el motivo ya que al
fondo del avión había muchos asientos más económicos – y los tranquilizaba con
una mentira para que pudiera negociar con el terrorista.

Al terrorista no le importaban las palabras y apuntaba a Dante con una pistola. Entre
los pasajeros, Raphael miraba el enfrentamiento con ojos temblorosos, y en el
momento en que el terrorista bajó la guardia, Dante le daba una patada que hizo que
cayera al suelo.
Dante, que voló por los aires, golpeó la cabeza del terrorista con sus pies. Dante
aterrizó grácilmente mientras que el terrorista cayó al suelo con un grito. Después de
eso, Dante también acabó con las personas restantes diciendo: «¡Huab! Yuab!».

Dante evaluó la espléndida y maravillosa escena que Raphael explicó con una
pequeña reacción.

—Es un sueño absurdo.

Dante no sabía qué tipo de héroe, Raphael lo consideraba, pero cuando hay cientos de
rehenes, el secuestrador no tiene el valor para atacar con una pistola a su oponente.
Dante mucho menos era un gimnasta, por lo que no era razonable que saltara lo
suficientemente alto como para golpear a alguien en la cabeza en una superficie que
se mueve. Sobre todo, no atacaba con extraños gritos para hacer más animada su pelea.

—Capitán, si el avión es secuestrado, ¿qué harás?

—Eso no ocurriría… Después de todo, si el avión es secuestrado, no estaría


solo. En primer lugar, encontrarán a un soldado encubierto entre las azafatas.
Si se tratara de una ruta que los terroristas se atrevieran a secuestrar, habrían
mandado al menos a una fuerza especial. Por supuesto, nuestro pacifico avión
rumbo a nuestra luna de miel no tiene por qué hacerlo.

—¿Eh? ¿Y qué ocurre si no hay ninguna fuerza especial como soldado?

Esto continuaba sin siquiera escuchar las últimas palabras.

—Ha… El tiempo se alarga con señales telefónicas, y la mejor operación que se


me ocurre ahora mismo es apagar la luz del avión y someter al terrorista
mientras entra en pánico, no es difícil una vez que te acostumbras a la
oscuridad…

Mientras Raphael ponía una expresión «¿por qué demonios hablas así?», en la mente
del veterano de las Fuerzas Especiales, había creado una simulación de batalla por su
cuenta. Cuando la situación estaba a punto de describirse más concretamente, Dante
sacudió la cabeza.

—De todos modos, una vez más, no va a suceder tal cosa. Son vuelos nacionales
que llegan y se dirigen a las grandes ciudades.

Dante volvió a revisar el armamento, no, el segundo equipaje. Todos los pequeños
palos dobles que estaban astutamente escondidos entre los artículos de baño que
simulaban ser cepillos de dientes fueron atrapados y expulsados.
Mientras revisaba, encontró tres cajas que habían caído al suelo desde la maleta. El
diseño de la caja también le resultaba muy familiar a Dante. Recordaba que la noche
anterior había buscado en la habitación por una caja parecida a esta y había sacado su
contenido.

Eran cajas de condones.

De tres diferentes colores que aún no habían sido abiertos.

La mano de Dante, que estaba reduciendo el gran equipaje, se detuvo un momento.

Tres cajas…

—… Te ocupaste bien de esto.

Dante recogió las tres cajas y las metió en la maleta donde había guardado la ropa.
Raphael, que se aferraba a su equipaje desechado, lo vio y dijo: “Mira esto…” Dante
era un poco tímido.

Los dos habían pensado para el viaje de luna de miel, en una ciudad turística y un
lugar de vacaciones aislado. Al final, eligieron la ciudad turística. Los lugares para
pasar las vacaciones, como la playa, podían ir en sus descansos largos o en vacaciones
de verano, por ese motivo decidieron disfrutar de las atracciones turísticas como los
muchos lugares a los que podían ir en un cálido día de primavera y a un emblemático
hotel. También ayudó a la decisión, fue que Dante nunca había estado en una ciudad
turística famosa.

Sin embargo, ¿cuál es el único objetivo de la luna de miel?

Los dos se hicieron inseparables el uno del otro a través de una larga historia de amor,
mientras que la prueba de ello era un matrimonio que poco a poco se acercaba. Sin
mencionar que sus cuerpos se habían unido tantas veces que no podían contarlo.

Incluso antes de que decidieran casarse, o incluso antes de que empezaran a salir, los
dos tenían una larga historia de relación física. Y así ha sido hasta ahora. Uno de ellos
es un fuerte soldado titular, y el otro es un veinteañero entusiasta. Por supuesto, no
podían evitar pensar en ello en su luna de miel.

—Bueno, terminemos con esto. No te preocupes por cosas inútiles y solo


ocúpate de las cosas importantes.

—Sí…

Con las expectativas de una noche de luna de miel inolvidable, el contenido del
equipaje llegó a un final pacifico con una sola maleta grande y una maleta extra.
Entonces, el día de la boda.

Los dos estaban tan emocionados que no pudieron dormir, y Raphael perdió toda su
energía debido a los obstáculos de los miembros del equipo durante la ceremonia.
Como resultado, los dos se quedaron dormidos juntando sus cabezas en el avión que
partía hacia su luna de miel. Estaban tan profundamente dormidos que ni siquiera
sabían si terroristas irrumpieron en el avión para secuestrarlo.

Al ver que Raphael se durmió primero, Dante puso la manta sobre su cuerpo dormido,
y este, que se despertó después de un rato, tomó la manta y la extendió sobre el cuerpo
de Dante. Al desplegar la manta beige, se mostró un corazón rojo entre los dos.
Raphael, que consiguió lo que quería, sonrió con satisfacción.

***

Un auto del hotel recogió a las dos personas que llegaron al aeropuerto. Cuando
llegaron a la habitación del hotel, el sol ya había cruzado el horizonte.

—Vaya…

Dante, que corrió las cortinas y vio la vista exterior, quedó impresionado. Fuera de la
ventana, se extendía una vista espectacular de la ciudad turística. Las luces de los
edificios sobre el río que atravesaba la ciudad flotaban como una Vía Láctea, y al final
del río desembocaba en un gran lago. El lago estaba rodeado de bosques artificiales.

Incluso Dante, que era tacaño a la hora de sacar su cámara, hizo una foto de la vista
nocturna con su teléfono móvil. Sin embargo, no produjo resultados tan buenos como
los de sus ojos.

Mientras Dante se detenía frente a la ventana, Raphael miraba afanosamente alrededor


de la habitación. La habitación estaba pulcramente dispuesta, y el baño también estaba
en muy buenas condiciones. En especial, le gustaba la gran bañera de mármol. A
Dante le resultaba muy indiferente el entorno en el que se alojaba, pero Raphael quería
que su luna de miel fuera perfecta. Y el hotel cumplía con los criterios de Raphael de
manera excelente.

Por último, Raphael entró en el dormitorio y puso las manos sobre la cama. Las
sábanas de la cama blanca del hotel hacían un sonido agradable y encerró sus manos.
En una cama tan suave, la temperatura corporal de los dos no se iba a desprender y
quedaría contenida en ella. Por lo que, mañana Raphael abriría los ojos sintiendo el
calor de Dante.

No es la primera vez que viaja con Dante. La situación de estar juntos en un hotel no
es muy diferente a la de ese entonces, pero el corazón de Raphael latía con fuerza. A
partir de hoy, Raphael se convierte en el esposo de Dante que tanto ha anhelado.
—…

Raphael presionó con fuerza sobre su corazón. Esta era la alegría de lograr su sueño
y también la pequeña ansiedad sobre si podría hacerlo bien.

—Raffy.

—Oh, sí. Dante.

Dante entró por la puerta del dormitorio.

—Deberíamos entrar juntos al dormitorio. No puedes hacerlo tú primero.

Raphael no podía apartar los ojos de él mientras se acercaba, miraba alrededor de la


habitación y se sentaba en la cama. La luna de miel, el dormitorio y la persona que
había llegado hasta allí, causó que una sonrisa se dibujara en sus labios. Pronto, una
expresión brillante apareció en el rostro de Raphael. Era tarde en la noche, pero ambos
estaban despiertos gracias a una buena noche de sueño en el avión.

Raphael se paró frente a Dante y puso sus manos hacia atrás de la espalda. Dante no
pudo evitar ignorar su intención al verlo con las mejillas sonrojadas como
melocotones pidiendo algo que quería con desesperación.

—Ven aquí. Yo también quiero besarte.

Raphael, que levantó aún más sus mejillas con una sonrisa, inclinó la cabeza.
Dante abrazó el cuello de Raphael y lo acercó. Raphael cerró lentamente los
ojos. La ansiedad que le había invadido durante un tiempo, desapareció en
cuanto tocó su mano. Después de todo, nadie era más perfecto para él que
Dante.

Raphael se inclinó aún más cuando sus labios se encontraron, mientras que Dante lo
acercaba más a él. A primera vista, parece que escuchó una pequeña risa. El acto de
ser querido se sentía tan bien que Raphael sonrió.

—Ahora sé cómo sonreír mientras te beso.

Fingiendo no conocer el pasado, cuando se ponía nervioso al besar, Raphael junto sus
labios con los labios de Dante. Naturalmente, los labios se encontraron en un ángulo
que conocían, y la lengua, que entró por un ligero hueco entre los dientes delanteros,
exploró el interior de la boca.

Dante inclinó la cabeza hacia atrás y respondió activamente al beso. Raphael también
le rodeó la cintura con ambas manos. Sus palmas tocaron el cuerpo de su esposo como
si estuvieran unidas a él. Entonces, llegó una cálida sensación de plenitud. Con la
convicción de que serán tan felices como lo son ahora.
—Ah, sí, el aliento…

La sensación de plenitud de Dante no fue suficiente para llenar el deseo de Raphael.


Raphael terminó con el beso y jaló a Dante, quien estaba a punto de caer. El beso
terminó con Dante quedándose sin aliento.

Sus labios se fruncieron y Dante movió ligeramente sus mejillas sonrojadas como si
estuviera un poco enfadado. Raphael, en cambio, estaba eufórico. Ahora que el beso
había terminado, Dante estaba igualmente sonrojado. No debería haber ignorado la
capacidad pulmonar del más joven que nunca ha tenido la experiencia de fumar y el
entusiasmo de aprender todo.

—¿Has comprobado todas las demás habitaciones? ¿Qué te parece?

—Está bien. Las instalaciones son bonitas y se ven los signos de cuidado.

—Está bien si te gusta.

Los ojos de Dante se detuvieron en algún lugar mientras miraba de cerca el dormitorio.
Un espejo muy grande estaba colocado frente a la gran cama. Estaba en una posición
en la que se podía ver todo lo que se hiciera en la cama…

—Raphael. ¿Sabías que esto estaba en el dormitorio?

Raphael también miró hacia la dirección en la que miraba Dante.

—Es un espejo.

Raphael, que parpadeó un par de veces, sonrió alegremente.

—¿Nos tomamos un selfie en el espejo? Creo que podremos hacer una foto de
cuerpo entero usando el espejo.

—¿Es lo único que se te ocurre cuando ves esto?

—¿Qué? Por supuesto.

Dante miró fijamente a Raphael. Por la expresión de su cara, no estaba pretendiendo


no saberlo. Y la personalidad de Raphael era tímida y evidente cuando fingía que no
sabía algo. Dante se limitó a encogerse de hombros ante la mirada de Raphael, que
preguntó: “¿No te gusta el espejo?”. Tal vez dentro de un rato, Raphael se daría cuenta
de su función. Hoy fue la primera noche de una luna de miel inolvidable.

Dante rodeó suavemente su mano alrededor de la cintura de Raphael. Raphael


envolvió sus mejillas tímidamente avergonzado.
—Ha pasado mucho tiempo. ¿Tomamos una copa para animar el ambiente?

—Sí, eso suena bien…

El hotel, que también es famoso como destino para una luna de miel, tenía un buen
surtido de bebidas y aperitivos. Mientras llegaba la comida que habían pedido, los dos
decidieron ducharse en baños diferentes. Ambos estaban de acuerdo en que su pedido
se volvería inútil si decidían ducharse juntos.

—Entonces, nos vemos luego.

—Sí.

Dando la vuelta, Dante hizo una promesa. Tenía un gran plan por encima de todo.
Esta noche, hará la noche más perfecta para su amado esposo.

Hoy es la luna de miel, que suele ser llamada “la primera noche”. La primera
experiencia de Raphael no fue un bonito recuerdo por muy escondido que estuviera
en su mente. Por el contrario, fue más bien un suceso causado por el alcohol, los
malentendidos y las lágrimas. Después, Raphael pensaba que fue bueno porque pudo
acercarse a Dante, pero Dante estaba preocupado en su mente por ese suceso.

Cuando Raphael se convirtió en su lindo y precioso cachorro como ahora, era más
preocupante que su primera experiencia fuera así.

Por lo tanto, esta “primera vez” solo dejará recuerdos románticos y bonitos.

En vez de un pijama, Dante se puso una bata en el baño y volvió con pasos rígidos.
Raphael, desde el lado opuesto, también llevaba una bata, y su caminar era similar al
de Dante. Cuando sus miradas se encontraron, hubo una incomodidad que nunca había
existido antes.

Esa sensación se posó sobre la mesa… Creció más cuando se enfrentaron a un


glamour completamente distinto al de la mesa habitual de ellos dos.

Grandes candelabros, alimentos cuidadosamente colocados de diversas formas en


platos grabados en oro, y los dos de pie en blanco frente a las copas de vino que
reflejaban la luz.

—Vamos a sentarnos.

—¡Sí, sí!

En lugar de sentarse frente a frente, Dante y Raphael se sentaron cerca el uno del otro,
mientras inclinaban su cuerpo hacia la otra persona. Era un lugar donde se podía ver
la vista nocturna por encima de la colorida mesa.
Pong.

El corcho de la botella de vino salió con un claro sonido. Raphael, que se levantó de
su asiento, llenó la copa de Dante y lo vertió en la suya. Las dos copas se llenaron con
líquido rojo oscuro.

Lo que pasó por la mente de Dante, que no coincidía con la situación, fue a los dos
arrastrándose juntos en la tierra cuando Raphael era un aprendiz. Tal vez era porque
es el recuerdo que más contrasta con lo que es ahora. Luego, al ver la situación actual,
sintió un poco de cosquillas en su estómago. Dante Bailey, en particular, ha vivido
una vida lejos de ésta.

—Dante.

—Ah, sí.

Raphael levantó la copa y la sostuvo frente a él.

—A partir de hoy, somos una familia. Haré todo lo posible para hacerte
siempre feliz.

—… Yo también. No lo puedo garantizar por completo, pero te haré reír todos


los días.

Las glándulas lagrimales de Raphael se desbordan a cada momento, así que


probablemente sea imposible asegurar que no llore. Pero en una vida cotidiana
diferente a la que él tenía, seguramente lo hará sonreír una vez al día.

Tang-

Las copas chocaron con un sonido claro.

—Es fuerte.

Raphael, que solo había mojado los labios tras oler el aroma, dejó la copa en la mesa
y rápidamente tomó un canapé y se lo dio a Dante, que ya había vaciado su copa.

—Dante, di ah-.

Hacer esto con una gran sonrisa frente a sus ojos ya no era un nivel normal de cortejo.

—¿No vas a beber?

—En realidad estoy muy nervioso, así que voy a beber despacio.

—¿No tienes la boca seca cuando estás nervioso?… Yo lo estoy.


Entonces Dante dio otro sorbo a la nueva copa.

—La primera noche de recién casados es algo que no volverá a repetirse. No me


emborracharé, porque quiero recordar cada detalle de esta noche. Estoy seguro
que nunca me cansaré cuando piense en ella por el resto de mi vida.

Incluso ahora, Raphael trataba todo el tiempo que pasaba con Dante como si se tratara
de hermosas joyas en una caja preciosa. Y, los ojos que miraban a Dante, brillaban
más que cualquier joya que hubiera visto en el mundo.

—Si no bebo un poco, no puedo pretender estar relajado.

—Capitán, no parece que estés nervioso en lo absoluto.

—No. Estoy temblando mucho.

El vino tampoco era un licor familiar para Dante. Para los soldados que bebían alcohol
como si fuera agua, disfrutar del sabor era un lujo. Pero hoy tenía que recibir ayuda
de un alcohol desconocido.

Dante extendió la mano y apretó el brazo de Raphael. Raphael encogió los hombros,
tal vez porque la estimulación que recibió en sus brazos era dolorosa o por alguna otra
razón.

—Sí, no fue un gran problema. Todos los obstáculos fueron fáciles.

—Eso es raro. Vi a alguien en el salón de bodas que estaba empapado de sudor


y apenas se acercaba a mí. Creo que mi marido debe haber cambiado. Oh, eso
es un gran problema.

—Tu marido está aquí. Capitán, te estás burlando de mí otra vez.

Raphael apoyó sus labios en el hombro de Dante.

—Estaba bien que los miembros del equipo fueran malos, porque todos nos
bendicen a ti y a mí. Pero… El hermano del Capitán estaba un poco molesto.

—Oh, bueno…Le dije que había una circunstancia en ese entonces…

Mientras todos aplaudían, sólo hubo dos personas que daban una mirada aterradora al
final. Uno era Michael, otro ángel que se sentía atraído por Dante, y el otro era alguien,
que Raphael, nunca antes había recibido miradas más aterradoras. Cuando Raphael y
Dante tuvieron en ese entonces el malentendido, fue el hermano menor el que abrazó
a Dante en el hotel diciéndolo que lo quería.
—No es porque te odie de verdad, pero probablemente está siendo malo sin
razón. Hablaré con él cuando termine nuestra luna de miel.

—No, voy a demostrarle que soy mejor.

—¿Cómo vas a demostrar que eres mejor si estás aquí? Estamos bastante lejos.

—Puedo hacerlo mucho mejor. Estoy seguro de que lo haré.

La luz de la vela apareció en el rostro de Raphael. Dante volvió a sentir sed y bebió
otro sorbo. Al ver la copa en sus labios, que debía de ser fría, el calor debía de haber
aumentado.

—Tú…

Dante abrió la boca lentamente.

—Ha sido la mejor elección que he hecho en mi vida, y sé que piensas en mí de


esa manera.

—Desde el principio, mi único objetivo siempre ha sido el Capitán. Si hubiera


tomado una dirección equivocada, habría vuelto a ti eventualmente.

Como siempre, Raphael expresó sus pensamientos tan abiertamente, y el corazón de


Dante latió con más fuerza. Dante volvió a tomar la copa recién llenada de vino. Se
sentía un poco mareado, pero esta cantidad era suficiente para beber. Cuando estaba
un poco ebrio, podía decir fácilmente cosas que normalmente no habría sido capaz.

Al inclinar la cabeza hacia atrás para beber todo el contenido de la copa, Raphael lo
miró por encima de esta. Mientras Dante miraba en otra dirección, Raphael solamente
miraba hacia él.

Dante dejó la copa y rodeó su cuello. Raphael se dejó arrastrar sin oponer resistencia.
Dante metió un sorbo de alcohol en la boca de la otra persona, Raphael frunció las
cejas y bebió el licor que cruzó a su boca.

—Es dulce.

—Tus ojos parecen decir lo contrario. ¿Es amargo?

—Es amargo, pero sabe dulce.

—¿Quieres otro?

—… Sí.
Dante tomó otro sorbo en su boca. Esta vez, Raphael acercó la cabeza primero. El
vino fluyó entre los labios y la garganta de Raphael tragó. Los labios de Raphael se
volvieron aún más rojos.

—…Está caliente.

—Lo sé.

Como si hubieran ingerido una droga de forma especial, sus corazones latían y sus
sentidos se volvían más sensibles. Los sentidos que más fueron afectados por la droga
eran el oído y el tacto. Cualquier palabra que saliera de la boca del otro, hacía que el
corazón se agitara, y el estímulo se duplica al tocar el cuerpo del otro.

El rostro de Raphael, débil por el alcohol, comenzó a calentarse. Al verlo, Dante pensó
que hoy estaba diez veces más apuesto y lindo que de costumbre. Era encantador y
brillante. Los pensamientos que normalmente se habrían reprimido en su interior,
salieron de su boca como si estuviera mondando un tobogán bajo la lluvia.

—¿Cómo ha llegado a ser mío esta cosa tan bonita?

Las cálidas manos de Dante pasaron el pelo mojado de Raphael por detrás de sus
orejas rojas. Y Raphael, que no tenía reparos en su habitual expresión de afecto, no
tuvo forma de detenerse.

—Me encanta cada vez que Dante dice algo así…

Raphael expresó su satisfacción como si pidiera más. Ni siquiera el ángel que recibió
la primera revelación pudo sonreír tan ampliamente. Raphael se cubrió las mejillas
con las dos grandes manos y retorció su cuerpo. Y Dante gimió, diciendo que se estaba
comportando de manera linda. Incluyendo esta parte, eran una buena pareja en
muchos aspectos.

—Ah.

Dante inclinó la botella de vino y llenó de nuevo su copa, pero la copa apenas contenía
la bebida. Ya había vaciado la botella. De alguna manera, su cuerpo estaba demasiado
caliente. Todo se debe a que le da sed con solo mirar la cara de Raphael, y acabó
bebiendo alcohol sin bocadillos…

En ese momento, los dedos blancos de Raphael se acercaron a la mejilla de Dante.


Los dedos de Raphael también estaban calientes, lo que no ayudaba mucho, pero se
sentía bien.

—Dante.

—¿Sí?
Los dedos de Raphael acariciaron su mejilla. Ha pasado un tiempo desde que dieron
de baja en el ejército a Raphael, y los callos se han vuelto suaves y blandos.

—Dante, estás ebrio.

—¿Yo?

—Sí. Bebiste demasiado.

Las pestañas marrones parpadearon.

—Creo que sí.

—Hacía tiempo que no había visto esto.

—Sí. Nunca he bebido así delante de ti.

—Puedo encargarme de todo aquí, así que no te preocupes.

Raphael levantó un poco su pecho, aunque suele ser una situación difícil si la persona
está borracha y él está bien.

—Esta bebida es bastante fuerte, y bebí demasiado rápido con el estómago


vacío.

—Sí. Pero ahora… No creo que estés completamente fuera de ti, así que se
pasará pronto. Si te emborrachas rápido, el efecto pasará de la misma forma.

Dante cerró los ojos tratando recobrar el sentido. Raphael se levantó de su asiento.

—Entonces deberías descansar hoy. Si bebes más, podrías pasarlo mal mañana.

—Oh, sí.

Tan pronto como Dante cerró los ojos y los volvió a abrir, Raphael pudo sentir que
Dante bebió demasiado… Cuando dio un paso delante de él, sus ojos se levantaron.
El aliento que salía de su boca también estaba caliente. Normalmente, Dante no se
habría emborrachado tan rápido, pero fue gracias a que su corazón bombeaba
frenéticamente debido a la tensión, añadiendo que el alcohol se distribuía por todo su
cuerpo.

—Dante.

—¿Mh?

—Es nuestra primera noche de matrimonio, ¿puedo cargarte?


—¿Qué, a mí?

—Sí.

—¿Eh, puedes cargarme?

—Puedo hacerlo.

En cuanto Dante hirió su orgullo, Raphael suspiró indignado. Colocó su mano detrás
de las rodillas de Dante. Pronto, el cuerpo de Dante se levantó.

—Ugh…

Raphael incluso sacudió a Dante de arriba abajo como si estuviera colocando


demasiada fuerza. “¡Puajajaja!” Una carcajada brotó de la boca de Dante mientras lo
llevaban a su dormitorio. Era una risa excitante que podía estallar porque estaba ebrio.
Raphael, que daba pasos hacia adelante, colocó a Dante en la cama. Dante golpeó la
cama a su lado.

—Sube tú también.

—Creo que todavía estás un poco ebrio.

¿Te parece bien?

Raphael se subió a la cama y acarició el lóbulo de la oreja de Dante. Los dedos bajaron
un poco desde allí y acariciaron la parte del pelo corto. Era un movimiento suave y
lleno de sentimientos. Al recibir el toque de Raphael, las yemas de los dedos de Dante
sobre la cama parecían acariciar algo esponjoso. Era la sensación que sentía Dante
cuando le acariciaba la cabeza a su pequeño cachorro, junto como hace ahora Raphael.

Los ojos verde claro le daban una mirada madura y las comisuras de los labios debajo
de ellos no dejan de moverse. Dante, que observaba su expresión en un estado de
embriaguez, pensó: «Oh, ya sé lo que es eso.»

—Estás orgulloso de cuidar de mí, ¿verdad?

—Oh…

—Lindo.

—Es porque Dante no muestra esta faceta. Siempre tratas de ser una persona
confiable frente a mí, y nunca actúa de forma infantil.

«No, no lo hago. He ocultado muchas cosas a los demás.»


Dante extendió los brazos y jaló a Raphael. La parte superior del cuerpo de Raphael,
que estaba sentado en la cama, se agachó. Dante le rodeó la cintura con una de sus
piernas y lo acercó.

—¿Quieres que actúe de manera infantil para ti?

—Sí. Mucho. Puedo aceptar todo y puedes hacer lo que quieras.

—Si estás tan desesperado, lo haré algún día, pero no hoy.

Las caras de Dante y Raphael se detuvieron frente a ellos.

—A partir de ahora, no hay nada como actuar de manera infantil. Es una


escena que los niños pequeños no pueden ver.

—…

Raphael también cerró suavemente los ojos. Había un deseo que empezaba a florecer
en sus ojos. Como era de esperar, nunca habría pensado en no hacerlo aunque
preguntara si estaba bien cuando estaba borracho.

Dante bajó la mano y la pasó entre las piernas de Raphael. Sintió un grueso bulto fuera
de la bata. Hubo un tiempo en que al sentir dicha caricia de Dante, se apartaba con
vergüenza, pero ahora incluso abría ligeramente los ojos y sonreía.

—Bésame, Dante.

—Ven aquí.

Dante le cubrió las mejillas con ambas manos.

En el momento en que pusieron sus cuerpos uno encima del otro, vestidos de blanco,
un beso de la boda llegó a la mente de Dante. En ese momento, fue como si no existiera
nadie a su alrededor.

—Ah, ah…

Tan pronto como intercambiaron sus respiraciones, los labios se encontraron de


nuevo. Las batas de baño que llevaban, fueron desatadas con facilidad.

—Tú, ja, ¿por qué no llevas nada puesto?

Debajo de la bata de Raphael no había nada.

—¿Por qué Dante lleva ropa interior? Te la quitarás de todos modos…


Una mano irrumpió en la ropa de Dante. Dentro de la ropa interior adherida a él, las
palmas de Raphael presionaron el trasero de Dante. Luego, usando las muñecas de sus
manos, bajó dicha prenda hasta retirarla por completo.

Dante sonrió y sacó la caja de condones que había traído antes. Al sacar un libro y la
caja, los nuevos condones estaban alineados ordenadamente. El primer condón fue
sacado del interior.

—Vamos a empezar la primera noche. Mi pequeño y lindo cachorro.

El envoltorio del condón fue abierto con los dientes.

***

El pene de Raphael seguía siendo sano y joven. Lo que se había mantenido erguido
desde el momento en que juntaron sus labios, ahora estaba cubierto por un
preservativo y se hinchó cuando los dedos de Dante lo rozaron.

Mientras las manos de Raphael acariciaban su cuerpo, la bata de Dante perdió casi
toda su función de cubrir su cuerpo. Cuando Raphael sostuvo su muslo, Dante abrió
las piernas sin poner resistencia. Sintió que algo grande y caliente palpitaba entre su
trasero, por lo que cerró los ojos.

—Ah…

La entrada se expandió y envolvió el glande, que se hizo más grueso a medida que
penetraba su interior. Sus muslos estaban llenos de fuerza. El pene, que abrió aquella
entrada, llenaba los huecos de la pared interior, provocando una tensión familiar.

—Uh…

—Ah, Dante. Esto…

Ambos estaban impacientes. Ya conocían la sensación de placer y satisfacción cuando


conectaban sus cuerpos durante el sexo, sobre todo escuchar la voz áspera del otro.

Raphael empujó su espalda y se abrió paso por completo hacia el interior. Su cintura,
que se acercó a Dante, retrocedió y enseguida volvió a meter su pene casi por
completo. El pene caliente y húmedo golpeó en su interior como si pidiera entrar más
profundamente.

—¡Ugh, ugh…!

La entrada abierta y roja apretó el pene de Raphael. Habían juntado de esta manera
sus cuerpos innumerables veces, pero para Dante, todavía era difícil relajarse en la
primera inserción. El bajo vientre de Dante se puso firme. Una respiración brotó de
los labios rojos de Raphael. Cuando sus movimientos se intensificaron, Dante colocó
los dedos de los pies en la sábana.

—Caliente, ugh… Ah, huh

Raphael se limpió el sudor de la barbilla con el dorso de la mano. Solo había entrado
la mitad del pene. Los dos parecían impacientes. Dante agarró el brazo de Raphael.

—Puedes hacerlo más fuerte, apúrate y entra.

—Pero ahora, es demasiado estrecho. Ugh…

El proceso de dilatación fue corto, y a ambos les faltó más espacio. Como no funcionó
como Dante quería, no tuvo más remedio que poner más fuerza en su cuerpo. Raphael
gimió cuando su pene se detuvo ante la estrecha abertura y esta lo apretó. Lo mismo
ocurrió con Dante, ya que era doloroso que su enorme pene se detuviera sin poder
hacer nada más.

—No puedo soportarlo. ¿No vas a entrar?

—Sí… ¿Quieres que lo afloje más con mi mano? Dante, creo que va a doler.

—No, no es así. No lo saques porque no duele. Espera un momento. Ha…

Dante, que negó con la cabeza, colocó sus manos debajo de sus rodillas y abrió las
piernas. Más que en cualquier otra parte de su cuerpo, la piel quedaba al descubierto
entre los blancos muslos y el enrojecido trasero. Raphael se sorprendió por la
inimaginable postura erótica.

—Ahora, sigue metiéndolo.

Bajo la mirada de Raphael, se mostraba la entrada completamente desnuda, apretando


el pene de Raphael. A medida que la embriaguez de Dante se había extendido, el
cuerpo de Raphael también aumentó de temperatura. Raphael entró con fuerza en el
interior de Dante, agarrando el muslo de éste, lo sujetó con tanta fuerza que quedaron
las huellas de sus manos. Dante tembló como si hubiera electricidad en el bajo vientre.

—¡Ah, ugh! Más adentro.

—Sí. Parece que entra ahora con más facilidad. Mantén las piernas así y sigue
mostrándome esa vista lasciva. Ha… Dante, ahora mismo… Eres demasiado
sexy…

Mientras Raphael hurgaba en el interior con fuerza, los tendones brotaron en el dorso
de las manos y los brazos de Dante, que mantenían sus piernas abiertas. Esta postura,
era más caliente de lo que podía soportar.
Los tendones brotaron en la espalda y los brazos de Dante, que se agarró a su propia
pierna y la abrió. Estaba más caliente de lo que podía soportar.

—¡Ah, ah, ah, huh…!

Dante también respiraba acaloradamente. La excitación de ser penetrado con fuerza


en su interior es demasiado grane, después de sentir un adormecimiento en todo el
cuerpo mientras roza la pared interior cuando el pene sale, Dante no podía evitar llorar
ante dicha sensación. Antes de que eyaculara, Raphael respiró fuertemente y
finalmente eyaculó en el interior.

La parte superior del cuerpo de Raphael se acercó al cuerpo de Dante, presionando las
piernas que estaban abiertas. Las rodillas de Dante se abrieron más que la dimensión
del cuerpo de Raphael.

—¡Ah!

Al final, Dante apartó las manos que sujetaban sus piernas. Raphael acercó más su
cuerpo mientras que el pene presionaba y entraba más a su interior. Finalmente, los
dos abdómenes se encontraron. Los muslos de Dante estaban abiertos, presionados
por el vientre de Raphael. Sin tiempo para sentir dolor, el pene entró y salió con fuerza
con el ánimo de provocar laceraciones en la entrada.

—Caliente, ah, ah…

—Dante, ya se está derramando…

El pene de Dante se frotó contra el abdomen de Raphael mientras este acercaba su


cuerpo desde arriba. El líquido de Cooper goteaba de la punta de su pene enrojecido.

—¡No toques… ahak! Huh…

Cuando Raphael sostuvo la punta con sus manos, un líquido caliente y blanco salió.

—Debes estar más excitado que de costumbre.

—Pues tú estás igual.

Raphael levantó los labios al ver que Dante soltaba un nuevo gemido. Raphael se llevó
la mano, que estaba pegajosa de líquido blanco, a los labios y la lamió. Luego puso
cara de satisfacción.

«Mírate, muy bien, te gusta… parece que fue ayer cuando llorabas…»

Raphael siguió presionando el interior sin darle tiempo para que Dante siguiera
pensando. A medida que su excitación crecía, sus pestañas húmedas caían. Los ojos
que antes eran como el de un cachorro, ahora se ven diferentes cuando el deseo sexual
aumenta.

Raphael inclinó la parte superior de su cuerpo con fuerza. Agarró las dos muñecas de
Dante y las presiono sobre la cama. Parecía declarar que, efectivamente, aún no estaba
satisfecho y que quería más.

—Ah, ah, ah, ah, ah…

Cayendo en sensaciones placenteras se desvaneció el vínculo de la razón. Los ojos de


Dante brillaron en blanco y negro. Estaba bien que Raphael y Dante se excitaran
demasiado el día de hoy. Ninguno de los dos tenía que ir a trabajar al día siguiente, y
esta era su luna de miel. La primera noche de recién casados sin nada que perder.

Dante cerró los ojos y dejó caer lágrimas para recuperar la vista.

Raphael, que se convirtió en cónyuge, era lindo y encantador.

—¡Detente…!

—Aha…

Raphael abrazó a Dante y enterró su cara en el cuello. Con eso, hizo una pausa por un
momento.

—Ah, ha… por qué me pides que me detenga.

—Espera un momento. Creo que voy a eyacular pronto, así que tengo que
contenerme…

—…¿Por qué quieres aguantar más tiempo?

—Sí.

Raphael intentó sonreír, pero estaba bastante desesperado al ver que un ojo de Dante
no se abría bien y temblaba. Raphael entendió lo que quería su esposo. Dante no quería
eyacular de inmediato. Quería sentir ese calor durante el mayor tiempo posible.

Raphael recuperó el aliento y acarició suavemente el pezón de Dante con la parte


superior de su pulgar.

—Ah…

Dante, que al principio tenía poca sensibilidad en el pecho, gimió por lo bajo.

—Los gemidos de Dante me parecen un cumplido.


—¿Por qué? ¿Por qué me embistes tan fuerte? No puedes controlarte.

Raphael no tenía una técnica muy hábil, pero hay una dura verdad. Si tienes una buena
arma, no necesitas habilidades. No importaba la cantidad de buenos tiradores que
haya, no pueden vencer a un cañón. Originalmente, si mueve la cintura y golpea los
lugares que necesitan ser estimulados con un gran pene, ¿necesita una técnica? Cada
vez que Raphael embestía y el pene golpeaba, todos los estímulos esparcidos en la
pared interna eran sacudidos.

Raphael sonrió. Dante le acarició las mejillas descarnadas y con su trasero apretó el
pene con fuerza.

—¡Huh!

Raphael abrió mucho los ojos, sorprendido.

—Espera, ¿qué estás haciendo…?

—Tu expresión es muy linda cuando hago esto.

—…

—Mi interior tan solo está estimulándose, es un pequeño castigo. ¿No lo sabes?

—No, no lo sé.

—¿A qué te refieres con que no lo sabes? Creo que mi estómago va a ser
penetrado. No es la primera vez que pienso en qué hacer si mi interior no puede
cerrarse por tu culpa.

—¡Ah, esas palabras…! Dante, estás muy lascivo el día de hoy.

Sus ojos, que estaban muy abiertos hace un momento, se sobresaltaron. Raphael
seguía comportándose de manera linda incluso en las bromas de alto nivel durante el
sexo. Dante acarició las mejillas tan rojas como las cerezas maduras en verano.

—Si te sientes mejor, vuelve a meterla. No te detengas esta vez.

—… Sí.

Incapaz de controlar el temblor en sus labios, colocó sus dientes en el cuello de Dante.
El pene salió casi por completo, dejando solamente el glande dentro. Los dientes
mordieron la piel al mismo tiempo que…

—¡Ah!
Dante inclinó la cabeza hacia atrás. El pene, que se había clavado con fuerza en la
próstata, tembló. Raphael colocó ambos codos a ambos lados de la cabeza de Dante.
¡Bang! La gran cama tembló cuando metió el pene con toda su fuerza. No le importó
en absoluto y siguió moviendo su espalda. Las caderas de Raphael y los muslos de
Dante, que se habían separado por un momento, volvieron a encontrarse.

—Dante, Dante.

Todas lo demás se había desvanecido, excepto las sensaciones que provenían de su


trasero, sin embargo, la voz de Raphael atravesó claramente en sus oídos. Dante puso
a Raphael en una visión borrosa por el calor.

—Abrázame fuerte. Y, llámame por mi nombre…

—Ah, Raphael.

—¡Sabes que no es Raphael!

Dante quedó sin aliento al ser penetrado con fuerza por llamar a Raphael, Raphael.

—¡Es Raffy…!

—De acuerdo. Raffy, ah, Raffy, Raffy…

Los movimientos de Raphael se hacían cada vez más intensos mientras era llamado
por su apodo. Mientras Dante abrazaba a Raphael con fuerza, la pared interior se
aferraba a su pene. Dante estaba tan excitado que no pudo controlar su raspón después
de mucho tiempo. Había buenas razones para esto.

Alcohol, sexo y belleza.

Los tres elementos de placer estaban expuestos ante él, que corromperían a cualquier
santo. El mejor de ellos también era el último.

Frente a los ojos de Dante, había una hermosa persona con el cabello dorado pegado
a su frente sudorosa. Los brillantes ojos verde claro se oscurecieron con la excitación,
y los labios estaban hinchados y rojos por besar el cuerpo de Dante.

Mirando al tembloroso Raphael, le hizo pensar en otros aspectos de él.

Raphael, que lloraba tímidamente mientras elegía su traje de boda.

Raphael, que corría hacia él, abriéndose paso entre los obstáculos de los compañeros
del equipo en su boda.

Raphael, que prometió sinceramente que siempre lo haría feliz.


La belleza contenida en cada escena le hacía incapaz de controlar su paciencia. Y la
razón para controlar sus intensas emociones, ya se había ido lejos bajo la influencia
del alcohol.

—Dante.

—¿Eh? ¡Ah!

—¿En qué piensas? ¿Es en alguien más?

—¡Ah! Pensé en ti. Pensé en ti. Pensé en cómo te verías en la boda… ¡Ah!

—… Eso es un poco mejor, pero todavía no me gusta. Por favor, céntrate en mí


ahora.

De todos modos, no podía permitirse concentrarse en otra cosa. La cabeza de Dante


se agitó sobre la sábana y una mano sujetó con fuerza la sábana blanca.

—Raffy, yo, te amo tanto…

—Yo también, yo también. Dante.

El pene dentro de la pared interior tembló con fuerza. Era la primera vez. Raphael
empujó más a Dante como si quisiera que eyacularan juntos.

—¡Ah, ah…!

Al eyacular, Raphael gimió en voz baja. Dante eyaculó cuando escuchó una voz justo
al lado de su oído. La temperatura de su cuerpo era lo suficientemente alta como para
derretirlo, y su cálido aliento lo cubría. Se sentía como flotar en el agua caliente.

—Ah, ah, ah…

Los dos juntaron sus pechos uno contra el otro y respiraban pesadamente.
Mientras intercambiaban alientos, Raphael besó el hombro de Dante y se
levantó. Al levantar su espalda y moverse hacia atrás, el condón abultado le
siguió desde dentro.

Cuando estuvo a punto de sacar el pene, el pesado extremo del condón quedó atrapado
en la entrada hinchada. El extremo del condón quedó dentro y sólo salió el pene de
Raphael.

Raphael se sonrojó mientras miraba entre las piernas de Dante.

—Ha… Sí, esto es un poco erótico.


Dante sonrió y sacó el condón, que tenía un extremo pesado, y lo ató. En ese momento,
se sintió un poco mareado. Era natural que se sintiera mucho más ebrio, mucho más
si hizo ejercicio intenso bajo la influencia del alcohol.

Y la razón era muy diferente.

—… Raphael.

—Sí.

—Hagámoslo de nuevo.

Dante tiró del brazo de Raphael. Agarró su cuello que cayó sobre él y besó sus labios.
Mientras agarraba el pene de Raphael y lo llevaba hacia su trasero, éste tembló y
comenzó a ponerse erecto de nuevo.

—Dante, aun no me he puesto condón.

—No, no quiero esperar… Quiero quedarme pegado a ti.

—¡…!

El leve murmullo de Dante hizo que Raphael respirara profundamente. Raphael, cuya
razón y deseo se entrecruzaban, no tuvo más remedio que elegir el deseo por esta vez.

Raphael agarró los tobillos de Dante y los puso sobre sus hombros. El cuerpo de Dante
delgado, musculoso y duro se enterró en la sábana y exhaló. La parte más sensible del
cuerpo varonil era el trasero, donde se había introducido el pene hasta hace un
momento.

—Lo meteré ahora.

—Sí… ah.

Fue cuando puso su pene cerca de la entrada hinchada. Raphael giró la cabeza cuando
sintió que algo brillaba a lo lejos y se sobresaltó. Cuando dirigió su mirada hacia al
frente, estaba un gran espejo que había visto antes y en él… los cuerpos desnudos y
unidos se reflejaban, las piernas de Dante abiertas y su pene hinchado era la imagen
que Raphael vio.

—¿Por qué estás tardando tanto? … Ah.

«Claro, también estaba esto.» Dante sonrió y murmuró.

—¿Quieres tomar una selfie?


—Bueno, no sabía…

—Mira directamente al espejo.

Dante agarró y giró la cabeza de Raphael hacia el espejo. Dante se sentó con las
rodillas separadas y la ingle de Raphael entre ellas. La bata, que parecía estar sobre
su cuerpo, cayó en cuanto se sentó.

—Dante…

Si se tratara de la forma habitual de Dante, se habría detenido en este punto al conocer


la vergüenza de Raphael. Sin embargo, Dante estaba un poco ebrio.

—Sujétame por la cintura.

Bebió a toda prisa mientras estaba nervioso, y el sexo intenso que comenzó sin tener
un descanso para el alcohol, añadiendo su excitación. Estaba completamente
intoxicado hasta el punto que era una suerte que su pronunciación fuera buena.

Dante agarró el hombro de Raphael y abrió su trasero con la otra mano. Luego bajó
lentamente la cintura. Raphael, que miraba por encima del hombro de Dante, no pudo
decir nada y tragó saliva.

—Aha…

El trasero abierto se tragó la punta del pene. Al bajar la cintura, el resto del pene fue
desapareciendo. El pequeño orificio se abrió para albergar el grueso glande, y el pene,
que llegaba hasta el ombligo, fue tragado por su cuerpo. Cada vez que Dante subía y
bajaba las caderas, el hueco del trasero se hacía más ancho.

—Ha, ugh, ah…

El glande quedó atrapado en algún lugar profundo. Dante abrazó a Raphael con sus
brazos y apoyó la parte superior de su cuerpo. Luego comenzó a subir y bajar su
espalda más rápido.

—Hmm, huh.

—Dante, Dante, ah… ah…

Raphael puso sus manos en la espalda de Dante. Podía verlo por el espejo. No se había
dado cuenta cuando tenían sexo en anteriores ocasiones, pero cuando la mano tocó su
espalda, los músculos de ésta se estremecían.
A Raphael le encantaba, pero si seguía mirándolo, su cara podría estallar después de
un rato. Si la escena más erótica de la vida de Raphael era Dante despeinado sobre la
cama, la segunda escena erótica era la espalda de Dante en el espejo.

—Creo que es demasiado erótico. Dante…

Raphael, que apartó los ojos del espejo y miró la cara de Dante, se sorprendió.

—No estás sobrio, ¿verdad?

—Oh… Creo que estoy más bien ebrio.

—¡…!

—No pasa nada. Me siento bien. Sigue, no te detengas.

Dante apretó su interior, y Raphael dejó escapar un gemido de placer y colocó las
yemas de sus dedos en la cintura de Dante. El pene de Raphael volvió a hincharse
debido a la excitación, y repetidamente salía y entraba por el trasero de Dante, que
estaba sentado sobre él. Raphael, sin saber qué hacer, acabó por enterrar su cabeza en
el pecho de Dante como si se escondiera del espejo.

—Ja, como un cachorro.

—Ah, Dante…

—Mierda, eres jodidamente lindo. Eres muy apuesto. Creo que me volveré
loco.

—Sí, ¿sí?

Raphael se sorprendió al escuchar las duras palabras de Dante, que nunca había
hablado así. Sin embargo, tratándose de Dante, parece que Raphael, al tener un amor
tan grande por él como el océano, hizo que llegara a un punto de excitación.

A causa de la postura, el pene no podía ser sacado durante mucho tiempo como cuando
estaba encima de Dante, y luego introducirlo atrayendo sus caderas hacia él. En su
lugar, su pene se clavaba profundamente, sacando solo un poco para enseguida
introducirlo como si quisiera llenar todos los espacios dentro. La velocidad era mucho
más rápida, lo cual era suficiente para hacer que la cabeza de Dante, que estaba ebrio,
perdiera la razón.

—Ah, tan bueno… Ha, ah…

Un gemido escapó de la boca de Dante. Raphael no pudo resistir la tentación y miró


el espejo por encima del hombro. A Dante se le formó un profundo hoyuelo en la
cintura cuando su pene fue introducido con fuerza y enseguida desapareció. Al mismo
tiempo, el pene de Raphael estaba fuertemente atrapado dentro de la pared interior, a
tal punto que la espalda de Dante dibujaba una curva.

Ante Dante, que estaba completamente inmerso en el placer, Raphael no podía estar
bien. Exhaló con brusquedad con los dientes cerrados y apretó el tembloroso trasero
de Dante. Lo sujetó por ambos lados y levantó la cintura hacia arriba.

—¡Espera!

—Ah, ah, te estás moviendo increíblemente bien. Es tan, tan bueno.

—Ah, ah, ah…

Raphael lo metió tan fuerte que el glande palpitó y dolió, pero ¿qué pasa con Dante
que lo introducía en su cuerpo? Dante, que sintió la mirada de Raphael, abrió los ojos
que estaban fuertemente cerrados. Sus ojos marrones empapados de lágrimas se
nublaron de placer.

Raphael no podía parar aunque sabía que estaba presionando a Dante. Parecía que
Dante seguía teniendo su resistencia y pedía por más placer, a pesar de haber viajado
con él y después de 15 días de abstinencia por trabajar horas extras.

Dante, frente a él tenía una apariencia encantadora y erótica. Es realmente difícil ver
que una persona que normalmente tenía un aspecto firme se viera así…

—Oye, Raffy, en esta posición… ah, llega hasta aquí… Está demasiado
profundo…

Dante se tocó el estómago. El bajo vientre ligeramente convexo estaba temblando.

—No lo sabes, pero es increíblemente profundo, ah…Cada vez que llegas hasta
aquí, ah, ah, me siento tan excitado.

Dante gimió en el oído de Raphael. El abdomen de Raphael y el trasero de Dante que


se encontraban, se sentían entumecidos.

Los dos estaban en una posición en la que podían ver todas las expresiones del otro
más claro. El cuerpo de Raphael, que recordaba cómo embestir al otro en esta posición
para que sintiera mucho más placer, elevó su cintura hacia arriba siguiendo el ritmo
de la caída de Dante. Después de un par de veces, ambos se excitaron al punto de
perder la poca cordura que quedaba.

Al ver a Dante, fue Raphael el primero en eyacular.

—Dante, yo, eh…


—Ah, sí. Yo también.

—¿Puedo hacerlo dentro? No estoy usando un condón en este momento.

Dante llevó una mano de Raphael, que le sujetaba los muslos con fuerza, a su
estómago. La gran palma había dejado marca en su piel, y cuando tocó el estómago
de Dante, este dijo: “Como dije antes, aquí está…” señaló la parte ligeramente elevada
de su estómago.

—Quiero que me llenes aquí.

—Huh…

No sabía que podía conseguir un estremecimiento tan fuerte con tan sólo unas
palabras. Raphael se aferró a los hombros de Dante con ambas manos.

Dante, por un momento, sintió que su estómago se volvía pesado y estaba a punto de
estallar. El pene de Raphael, que empezó a eyacular primero, vomitó semen en su
interior. Raphael, que había tenido un orgasmo, no pudo controlar su fuerza y sujetó
la cintura de Dante con ambas manos. Una parte del semen se filtró por un hueco entre
el pene y la entrada hinchada.

—Ha, está caliente. Ugh. Ah, ah…

Dante estaba más excitado y seguía moviendo su cuerpo mientras introducía


más el pene de Raphael. Ahora que el clímax estaba a punto de llegar, sus
manos y movimientos se volvieron más impacientes. El problema era que, a
diferencia de Dante, Raphael ya había eyaculado dentro de él.

—¡Ugh!

Cuando el pene, que había eyaculado, fue estimulado, Raphael distorsionó


completamente su rostro. El pene se tensó con menos rigidez. Entonces, una extraña
sensación recorrió el bajo vientre de Raphael, junto con un dolor. Esta sensación era
la primera vez que la experimentaba en toda su vida.

—Raphael, ah, tu cara, creo que puedo eyacular con solo mirar tu rostro,
aunque espera un poco más… ah.

—Dante, vamos, espera un segundo… ¡ugh!

Raphael tenía una cara realmente avergonzada. El pene, que estaba sensible, se mezcló
con las mucosas calientes.
El pene que era constantemente estimulado se movía con palpitaciones. El semen de
Raphael se deslizaba más suavemente desde el interior. La cabeza de Raphael, que no
había bebido ni una copa de alcohol, empezó a marearse con una sensación de placer.

—¡Ah, ah, ah!

El problema era que Raphael también se movía instintivamente con Dante. Se movía
de arriba hacia abajo sin siquiera darse cuenta. Estaba tan excitado que sentía que su
cabeza se perdería en placer.

—¡Mírate, ah, Raffy, ah, ah!

De la boca de Dante salió una voz diferente a la habitual. La cabeza de Raphael que
se sacudía sobre su hombro era más dulce que cualquier otra recompensa para él.
Raphael penetró en el interior de Dante tanto como su estimación.

En ese momento, Raphael abrió mucho los ojos.

—Ah…

«Hay una sensación extraña ahí abajo… Algo malo…»

—Dante, yo, eso es raro… ¡Ah!

Raphael realmente sintió cómo sus ojos se volvían blancos. No pudo hacer ningún
sonido cuando inclinó la cabeza hacia atrás. Al tratar de respirar, su aliento parecía
estar obstruido. Su rígida cintura tembló, seguido de algo que salía de su uretra. No
era la misma cantidad de hace un rato. Es como si algo más saliera…

—Ah, oh, no, no puedo parar. ¡Ugh!

Entre las piernas de Dante, un líquido claro mezclado con semen se deslizó por sus
muslos. Dante dejó escapar un gemido, sobresaltado la repentina sensación de que su
estómago se llenaba. Junto con él, Dante también eyaculó sobre el abdomen de
Raphael.

—Ah, ah… Raffy, tú…

Mirando hacia abajo, un líquido transparente salía de la unión entre el agujero y el


pene. Dante, incapaz de superar la sensación de que algo se desbordaba en su
estómago, inclinó la cabeza hacia adelante y su cuerpo tembló. Raphael emitió un
gemido mezclado con lágrimas mientras vertía algo en el interior de Dante.

—¡Oye, ah, ah!


Las lágrimas se filtraban, como si un grifo se hubiera abierto. Raphael sacudió los
hombros con una mezcla de vergüenza y excitación.

Cuando el pene fue apenas sacado, los líquidos de Raphael salieron por el trasero de
Dante, y el bajo vientre de Raphael volvió a convulsionarse, mientras que agua
transparente salpicó los muslos y el pene de Dante.

Raphael, que vio la parte inferior de Dante mojada, gimió: “Oh, no…”

«Dante hizo esto antes…»

—Dante…

Raphael lo llamó llorando. Sin embargo, Dante estaba en su límite en muchos


sentidos. La sensación que tenía en la parte baja de su cuerpo, supera ese límite, y la
cabeza que ya le punzaba no podía soportarlo. Su fuerza física se desvaneció debido
al intenso sexo.

El cuerpo de Dante cayó primero de lado. Raphael, que había terminado de eyacular
y tuvo esa experiencia por primera vez en su vida, estaba igual de agotado. Al no tener
más resistencia, también cayó en la cama con Dante. La cama parecía jalar todo su
cuerpo. Primero captó en sus ojos el rostro de Dante, que estaba dormido.

«Dante, tengo que limpiarlo, pero…»

Raphael, que siempre había sido fiel a su deber de joven fuerte, no pudo evitar que
sus ojos se cerraran. En cambio, Dante y la manta fueron jalados a la vez y los encerró
en sus brazos.

***

El Comandante Titular con 7 años de experiencia en las Fuerzas Especiales


Antiterroristas, tenía una mentalidad fuerte.

Aunque estaba embriagado por el calor del alcohol y el sexo, y había hechos muchas
cosas el día anterior… gracias a su extraordinaria fuerza mental no perdió la memoria.
En cuanto recobró el sentido, abrió los ojos.

—… ¡Ugh!

Tan pronto como se levantó, la resaca le oprimió la cabeza.

En la habitación del hotel, que es un lugar de la luna de miel, la manta fue cambiada
por una nueva, y estaba desnudo sin una sola prenda puesta.

Y… El lugar de al lado estaba vacío.


Dante se tocó la cabeza con ambas manos. Lo primero que pensó fue: «¿Qué demonios
he hecho?». Al mismo tiempo, los recuerdos de la noche anterior golpearon como
olas, para que fuera consciente de sus errores.

‘—No, no quiero esperar. Quiero quedarme pegado a ti.’

‘—Oye, Raffy, en esta posición… ah, llega hasta aquí… Está demasiado
profundo…’

‘—Quiero que me llenes aquí.’

—…

‘—Mierda, eres jodidamente lindo. Eres muy apuesto. Creo que me volveré
loco.’

¡Aaaaaaaahhhh!

La cabeza de Dante se llenó de fuertes gritos. El día de ayer no pudo mantener la boca
cerrada y por lo tanto era tan vergonzoso que quería golpear su palpitante cabeza.
Ayer era un total enamorado del alcohol, el sexo y la belleza. Incluso si algo así
ocurriera en casa, no sería capaz de levantar la cabeza delante de Raphael, pero fue
así como pasó su primera noche de luna de miel.

—¿Te has levantado?

Raphael escuchó un murmullo desde el dormitorio y abrió la puerta.

A diferencia de Dante, cuando Raphael, que estaba vestido con pulcritud, se acercó a
la habitación, Dante tenía la cabeza oculta entre las dos manos.

—¿Capitán?

—… soy un…

—¿Qué?

Raphael se acercó a él. Dante susurró con una voz del tamaño de una hormiga.

—Soy un violador desvergonzado…

—No puedo oírte muy bien…

—¡Soy un violador desvergonzado!


Se declaró culpable, jalaba su cabello con ambas manos. Incluso lo gritó. Las orejas,
las mejillas y hasta el cuello de Dante estaban rojos. Dante apenas levantó el borde de
su cara hacia Raphael.

—Quizá haya una comisaría cerca, ¿no? Voy a entregarme. Nos vemos,
Raphael.

«¿Qué?»

La imagen de anoche se superpuso en los ojos verde claro de Raphael. El Capitán,


Dante, sobre él… Había derramado lágrimas de placer… Esto no era considerado un
malentendido ni nada por el estilo. Dante era un criminal que ha dejado todas las
circunstancias y pruebas de la escena.

—Raphael… Yo, anoche… hice algo terrible… yo…

—Oh, no. No importa. A mí también me gustó. Anoche…

—…

—Fuiste tan erótico… Fue un poco aterrador, pero fue realmente bueno.

—…

—Si te gusta este tipo de sexo, la próxima vez, bueno, diré muchas cosas
obscenas como tú y te penetraré hasta el fondo, puedo mejorar…

—¡Aaaaahhhh!

Dante se tapó la cara y tiró de la manta hasta la punta de la cabeza. Llevaba años
saliendo con él y Raphael había aprendido mucho. Sabía mejor que nadie lo inocente
que todavía era Raphael. ¿Cómo pudo hacer algo así?

—Estoy realmente loco. Lo siento, Raphael. Lo siento mucho. Nunca más


volveré a beber. La primera noche… ¿qué demonios fue eso?

—Capitán, me encantó.

Raphael se subió a la cama que había ocupado con Dante el día anterior y lo abrazó
fuertemente con una gran manta cubriéndolo. Luego, bajó la manta como si estuviera
quitando las hojas de maíz y la cara de Dante salió. Había una expresión de vergüenza
y no sabía qué hacer.

Como Dante no suele expresar sus emociones de manera tan fácil, eso significaba que
estaba avergonzado hasta la muerte.
—A partir de ahora, si hago cosas como estas, sólo échame a patadas….

—No lo haré. Dejaré que me ataques de nuevo y también que hagas de mí un


desastre. Después de todo, yo también soy un marido apuesto y descarado.

—¡Oye!

Dante levantó su cara roja y apenas pudo encontrarse con el rostro de Raphael. Al ver
su cara brillante con una sonrisa, afortunadamente, no parecía estar muy
conmocionado.

—¿De verdad estás bien?

—Sí. Cuando decías palabras obscenas y cosas lascivas, te veías tan locamente
sexy. Y cuando te pusiste arriba de mí mientras te movías por tu cuenta, me
gustó tanto que casi lloro. Estaba tan excitado que me quedé sin energía, por lo
que me quedé dormido y no pude limpiarte enseguida.

—No importa. Eso no es exactamente lo que debes hacer…

Raphael presionó sus labios contra el cálido lóbulo de la oreja de Dante. La oreja roja
solo se volvió blanca por un momento y luego volvió a ser roja cuando sus labios la
soltó.

—¿Dónde has estado? Creía que estabas conmocionado y habías huido.

—De ninguna manera. Me llamaron del lugar que reservé para comer. Yo
también estuve durmiendo hasta hace un momento y me desperté cuando
escuché el sonido.

—… Eso realmente es un problema

Mientras hablaba, Dante besó a Raphael en la mejilla mientras se acercaba a él.


Entonces, mientras recibía cinco besos de Raphael a cambio, Dante recuperó
lentamente su sentido de la realidad.

Primero tenía que alimentar a Raphael. Fue el primero en levantarse después del
“trabajo excesivo” de ayer y por lo tanto no había comido nada…

—Raphael, lo primero…

—¿Quieres el servicio de habitaciones porque tienes hambre?

—¿Eh? Uh… Justo iba a decir eso. Voy a pedir el servicio de habitaciones.

—Yo lo haré.
Dante apoyó la cabeza en sus brazos extendidos.

—Estoy sobrio, ¿aún no has terminado de cuidarme?

—Déjame seguir cuidándote, me encanta hacerlo. Quédate en la cama, yo lo


pediré y lo traeré.

—No. Me prepararé y saldré.

—Creo que no te he dicho. He tenido un deseo. Quiero poner una bandeja de


desayuno en tu regazo, mientras estás descansando en la cama.

Raphael presionó sus labios contra la sien de Dante. Dante escribió una historia
lúgubre inolvidable anoche, pero Raphael frente a él era más gentil y dulce el día de
hoy.

—Bien. Me ducharé antes de que llegue la comida.

—¿Puedes ponerte de pie?

—Por supuesto que puedo.

A diferencia de lo que aseguraba con indiferencia, Dante tuvo que apoyarse en la


pared en cuanto pisó el suelo. Desde la parte inferior de su cintura hasta su pelvis,
sentía como si hubiera recibido varios golpes. El lugar era precisamente donde la parte
superior e inferior del cuerpo de ambos chocaba cuando el cuerpo de Dante subía y
bajaba mientras estaba en una posición sentada. Al avanzar un paso, se añadió un
dolor desde la parte inferior.

—Ugh…

—¿Seguro que estás bien?

—Sí, sí. No te preocupes.

También tenía una sensación de que había algo atascado en el interior. Dante movió
las piernas que crujían y consiguió entrar al baño.

—Ha…

De pie bajo la ducha, el agua caliente cayó sobre su cuerpo. El cuerpo, que había
trabajado durante horas la noche anterior, se relajó. Los músculos tensos comenzaron
a relajarse poco a poco.

Al relajar las caderas bajo el agua caliente, un líquido blanco se deslizó por las piernas.
Frunciendo las cejas y presionando el bajo vientre con una mano, se derramó un bulto
de semen. «¿Cuánto había vertido por dentro?» Trato de rememorar sus recuerdos, sin
embargo negó con la cabeza.

«Sí. Todo esto es impresionante…»

Dante, que se lavaba el pelo mojado con un gemido, se sorprendió al ver su cuerpo
reflejado en el espejo.

A Raphael le gusta acariciar y lamer su pecho, por lo que sus pezones solían estar
hinchados después del sexo. Hoy, sin embargo, la areola y la piel que la rodea estaban
hinchadas. En la areola derecha, incluso las marcas de los dientes eran claramente
visibles.

Además del pecho, su cuerpo estaba lleno de marcas de dientes y marcas definidas.
Los moretones en la espalda o en las articulaciones son probablemente rastros de la
fuerza de agarre de Raphael.

Sí, incluso si fuera a entregarse mientras decía que había atacado a Raphael a la fuerza,
ambas partes serían detenidas.

Dante se lavó el pelo con champú y se enjabona el cuerpo para eliminar los rastros del
día anterior. Mientras tanto, el semen de su interior fluía lentamente hacia abajo. Sin
embargo, incluso después de ducharse, la sensación extraña de su cuerpo no había
desaparecido por completo.

«Supongo que tendré que sacar el resto.»

Cerró el agua y se limpió la cara mojada. Después de dejar caer un poco de agua a sus
palmas, se llevó una mano entre las piernas. Alrededor de la parte perineal, separó la
carne de su trasero y movió cuidadosamente un dedo hacia el centro de él.

—… Ha.

«Esto es… realmente un problema…»

No era de extrañar que sintiera que algo estuviera atascado en su trasero cuando
caminaba. Su entrada estaba tan hinchada, que era demasiado sensible. Introdujo su
dedo húmedo en el interior.

La zona arrugada estaba lo suficientemente hinchada como para aceptar un grueso


Volumen, pero en cuanto el dedo la tocó, la apretada entrada se abrió. Y el estómago
comenzó a hacer cosquillas. La parte perineal tembló.

—…

Quería decirle a su cuerpo: «¡Oye, esto no es lo que te estaba penetrando ayer!»


—Ugh.

Dos dedos entraron. El interior aún estaba sucio. A pesar de que una persona había
traído tres cajas de preservativos y estaba orgulloso de ello, tiró el preservativo lejos
y prefirió hacerlo sin ellos. Alguien estaba pagando el precio por sus acciones, dobló
los dedos raspando el semen del interior.

—Ah… ugh…

El semen recibido ayer en el estómago era mucho más profundo que la punta del dedo.
Cuando hurgaba un lugar sensible con los dedos para tocar el interior, su pene se puso
un poco duro. Parecía que la parte inferior de su cuerpo no era consciente de la
vergüenza que tenía por lo que había pasado el día anterior. Era demasiado, que Dante
no era capaz de levantar la cabeza por la mañana.

—Ha, necesito agua fría…

Clic.

—Ah.

La puerta cerrada del baño se abrió. El baño era muy espacioso, pero no fue suficiente
para evitar hacer contacto visual con Raphael, que abrió la puerta y entró. Raphael se
paró delante del pomo de la puerta y se petrificó. Lo único que movía eran los ojos
que cada vez eran más grandes.

—Bueno, el sonido del agua se detuvo, y me preguntaba si te habías caído…

Avergonzado, Raphael dijo una excusa. Al juzgar su actitud, realmente abrió la puerta
sin saber nada, pero sus ojos estaban muy caídos justo ahora. Sobre todo, moviendo
los pies en el suelo del baño, parecía que no tenía ninguna intención de salir.

Ya estaba levantado.

En medio de los pantalones de Raphael se encontraban levantados. Dante levantó su


cuerpo y preguntó:

—¿Vas a salir? O ¿Vas a entrar?

—Voy a entrar.

Esto tampoco pudo rechazarlo. Raphael entró en la zona de la ducha en un instante.

—¿Qué… estabas haciendo?


—¿Por qué lo preguntas si lo sabes? Lo que hiciste ayer estaba ahí adentro, así
que no podía salir.

—Ah… sí. Después de todo, lo hice sin condón…

Sin importarle que su ropa se mojara, Raphael abrazó a Dante por detrás. Su mano se
deslizó por el contorno del pecho de Dante y frotó sus abdominales inferiores. Estaba
más atrevido que de costumbre porque era su luna de miel.

—Dante prometió ser sexy delante de mí, pero ¿por qué actúas tan erótico
cuando estás solo? Me sorprendió.

—Gracias. Al ver que tu amor todavía no se ha desprendido de mí todavía, me


siento tranquilo por mi futuro matrimonio.

Raphael atrajo a Dante y respiró profundamente en su cuello. Como resultado, el bulto


en sus pantalones tocó activamente el trasero de Dante.

Hace unos años, cuando tuvo su primera relación sexual debido a un accidente
repentino, Dante se dio cuenta de algo. Si tiene un recuerdo incómodo del sexo, será
mejor que se deshaga de él inmediatamente. Y el sexo de ayer seguía siendo un
remordimiento para Dante.

—Por dentro… quedó un poco porque está seco y no lo pude sacar.

Dante bajó la mano y tocó el muslo de Raphael.

—Creo que se solucionará si lo hacemos una vez más y lo lavo enseguida.

—Pues, parece que funcionará.

Le preocupaba que Raphael no quisiera hacerlo por unos días por el sexo de ayer, pero
afortunadamente, Raphael asintió activamente.

Raphael buscó los labios de Dante. Mientras sus labios y la lengua se conectaban,
Raphael sacó su brazo de la camiseta ya mojada. La camiseta, que se pasó por su
cabeza, fue lanzada hacia la puerta del baño.

—Ayer lo hice a mi manera, hoy hazlo a la tuya.

—¿De verdad?

Los ojos de Raphael brillaron y apoyó su pecho contra la espalda de Dante.


Presionado bajo su peso, Dante se apoyó en la pared con ambas manos. En esa
posición, la punta del pene de Raphael tocó el agujero de Dante.
—Ah… olvida lo que dije. Aun así, es un poco suave. No sé cuánto tiempo
podré aguantar de pie.

—¿Cómo puedes cambiar de opinión tan rápido?

—Mira. En lugar de eso, te llamaré por tu apodo favorito…

—… Si dices que me amas, lo haré.

—De acuerdo.

La boca de Raphael, que intentaba continuar con su argumento como si estuviera


decepcionado, aceptó rápidamente. El pene fue presionado en el trasero abierto.

—Raffy, ha… Ugh…

La piel que estaba hinchada debido a ayer, se tragó el glande sin gel. La piel que había
sido lavada con anterioridad, estaba resbaladiza provocando que el pene se deslizara
con mayor facilidad.

—Dante.

En lugar de responder, Dante asintió con la frente apoyada en la baldosa. Había un


poco de dolor en comparación cuando el pene estaba cubierto con gel, pero la
curvatura y el grosor de este, podía sentirlo con mayor claridad. Raphael, que había
movido la cintura y clavado su pene dentro, dijo:

—Ahora mismo, está apretado… ¿puedes soportarlo que entre sin gel hasta el
final?

—Está mojado, ah, está bien, ah… Entra más.

Los dos cuerpos comenzaron a moverse con ritmo. La excitación pronto llegó. No
pasó mucho tiempo desde que tuvieron sexo hasta quedarse dormidos, por lo que
ahora, el deseo sexual que había sido encerrado con el sueño estaba completamente
en llamas.

Raphael cubrió el dorso de la mano de Dante sobre la baldosa. Su cuerpo estaba en


estrecho contacto a su espalda. Raphael suele actuar como un pequeño cachorro que
lo persigue, y la diferencia del tamaño de su cuerpo, que a lo largo del tiempo se había
acostumbrado a él, destacaba inevitablemente cada vez que tenían sexo.

—Si puedes mantener tu palabra, puedes decir eso ahora, ¿no? Si lo haces, seré
gentil.
Cada vez que su trasero se movía hacia adelante y golpeaba contra la piel de Raphael,
escuchaba un ruido sordo y su espalda dolía. A pesar de que Dante estuviera
frunciendo sus cejas y mordiendo sus labios, Raphael no se daba cuenta en absoluto.
Además, a Dante le seguía dando vergüenza decir que lo amaba.

—…

Aunque no mirara hacia atrás, sentía que Raphael estaba molesto. «Lo diré más tarde».
Intentó convencerlo a toda prisa, pero Raphael jaló su cintura con fuerza.

—¡Ah!

Las manos de Dante sobre la baldosa temblaron. Raphael golpeó el interior un poco
más rápido y lo presionó. El pene hinchado hurgó con fuerza el interior sensible e
hinchado por las secuelas del día anterior. Un hueso cóncavo se clavó sobre la cadera
de Dante.

—Espera, ¡ah!… el sonido, espera…

Mientras trataba de contener su excitación, su espalda estaba demasiado tensa


haciendo una curva. Como si fuera consciente del sonido en el cuarto de baño, Dante
cerró la boca y respiró brevemente contra la pared. El aspecto maduro de Raphael era
un poco salvaje. Raphael siempre era activo y lo era aún más cuando recordaba el día
anterior, todas las cosas que había hecho Dante. Sería bueno que Dante le mostrará el
mismo aspecto que tenía ayer, ahora que no estaba ebrio.

Raphael agarró el pene de Dante. Al sentir el estímulo, las lágrimas brotaron. La


excitación ya había alcanzado el punto máximo.

—Parece que estás llorando. Eres tan lindo.

—Oye, el llorón eres tú.

Raphael movió en repetidas ocasiones la nariz, agarró el pene de Dante y Raphael


movió su cintura más rápido.

—Nunca haré llorar a Dante, pero en estos momentos te haré llorar.

—Estas diciendo palabras extrañas, ah, en serio…

Cada vez que el trasero de Dante era golpeado por el abdomen de Raphael, el agujero
temblaba como si respirara. Cada vez que la pared interior era hurgada y el pene
empujaba constantemente, el semen del interior era expulsado, formando una espuma
blanca en el hueco donde se conectaba la entrada y el pene de Raphael. Los rastros
del día anterior fluyeron por las piernas rectas.
—Ah, ah, ah.

Las lágrimas se formaron alrededor de los ojos de Dante, mientras apoyaba su mejilla
en la baldosa. Sus delgados ojos se encontraron con los de Raphael. El sexo era intenso
y Raphael quería complacerlo, pero el pensamiento desapareció cuando vio los labios
de Dante levantarse.

—¡Ah…!

La cintura de Raphael se movió con más fuerza. Significaba que su clímax estaba
cerca. Raphael se detuvo en el lugar donde había penetrado con insistencia y luego de
hacerlo un par de veces más, puso su peso sobre la espalda de Dante.

—Ah…

Algo caliente se comenzó a derramar dentro de Dante. Solo después de que la


eyaculación comenzó, Raphael sacó su pene. El semen del día anterior fluyó por
completo del agujero abierto, y Raphael eyaculó en el trasero rojo de Dante. Dante
también jadeó y dejó que el semen saliera de su pene. Dante, cuya parte inferior del
cuerpo estaba mojado con un líquido blanco, era tan lascivo.

—Aha…

Dante, que parecía haber perdido fuerzas, se agarró a la pared y se dio la vuelta.
Raphael sostuvo su cuerpo, y él no se negó ante el gesto. Raphael miró a Dante y lo
abrazó con fuerza. Dante acarició su pelo mojado mientras escuchaba el sonido de sus
latidos que salían de su pecho.

—Te amo, mi pequeño cachorro.

—¡Ah, sí…!

Raphael encogió sus grandes hombros y lo abrazó más fuerte. Dante se quedó
atrapado un poco más en sus brazos con la expresión perdida.

***

El cielo era azul, el sol estaba ligeramente más bajo, y la sombra del banco, que era
más corta a mediodía, cubría el suelo del parque. Las sombras de los árboles alineados
también dibujaban una sombra en el camino. La alta torre de hierro, conocida como
atracción turística, dejó de reflejar los destellos de la luz del sol y se calmó.

Dante miraba por la ventana desde la exuberante cama.

A esta hora del día anterior tomó un vuelo… Después de llegar al destino de su luna
de miel, no había dado un paso fuera del hotel durante 24 horas. Solo miraba la
ventana, por lo que no sentía que era especial visitar lugares turísticos famosos que
solo había visto en la televisión.

—¿Qué estás mirando?

—Oh, sólo…

Los dos, que se habían puesto camisetas holgadas y pantalones cortos, estaban
acostados uno al lado del otro como galletas de jengibre en la cama. El aire de la
habitación era agradable, y el cuerpo cansado se sumergía en el colchón.

—¿Así es como se supone que debe ser la luna de miel?

Raphael también pasó un rato caliente en el baño y comprobó la hora de la tarde, que
había desaparecido en un instante.

—Bueno… No lo sé porque es la primera vez que estoy de luna de miel.

—Entonces, creo que esto es lo correcto.

Una gran mano desde atrás acarició la cabeza mojada de Dante. Entonces, Dante sacó
sus pensamientos.

—¿Cuál era nuestro programa para esta noche?

—Bueno… ¿estarás bien?

—¿Por qué?

—Es un tour de crucero por el lago.

—Oh, claro. Reservamos cosas así…

Mientras preparaban su luna de miel, los dos estaban literalmente dispuestos a


conquistar todos los lugares turísticos de la zona. Durante un tiempo, los materiales
impresos no se retiraron de la mesa, y el cuaderno que tenían al lado contenía mucha
información sobre las atracciones turísticas y los restaurantes. «Con nuestra fuerza
física, ¡podemos recorrer todo el camino de nuestra luna de miel durante cuatro noches
y cinco días!» El plan motivado era ajustado y sin lagunas.

Eran muy codiciosos, ya que pensaban que iban a cumplir todos los horarios juntos.
En ese momento, ninguno de los dos sabía que el sexo sería el impedimento. Solo el
día de hoy, cinco planes fueron cancelados.

Entre los planes más emocionantes, estaba tener una fiesta a bordo de un barco y
disfrutar de un gran crucero. Ese era el único que quedaba para el día de hoy.
—Si crees que es difícil ir, ¿debo cancelarlo?

—No. Vamos. Hemos traído nuestros trajes para asistir. Hay un código de
vestimenta.

Si se cancela la agenda por completo el día de hoy, es obvio que volverán a hacerlo
cuando llegue la noche… Incluso si es una luna de miel, sería un poco decepcionante
tener sexo durante dos días en un lugar turístico que Dante voló por primera vez.

Así que lo correcto era ir. Dante lo sabe muy bien, por lo que llevará a cabo el último
horario del día de hoy.

Pero aún quedaba tiempo, y no ha pasado mucho tiempo desde que salió del baño.

—Acostémonos una hora más y preparémonos…

—Sí.

Raphael sonrió y se giró hacia Dante. Dante también se dio la vuelta y se acostó cara
a cara con Raphael.

La luz del sol y el suave viento que entraba por la ventana abierta agitaban las cortinas
blancas. Debajo de ellas, Raphael y Dante tuvieron una breve siesta sin manta, con
sólo las palmas de las manos del otro sobre sus cuerpos.

***

El gran crucero abandona el muelle cerca de la puesta de sol. Para cuando el barco
desciende por el río y llega al lago, ya es hora de que la luna y las estrellas aparezcan
en el cielo. El crucero se quedaba anclado allí durante un rato, luego vuelve a pasar
por el río y deja a los clientes en su ubicación original. Era un viaje tranquilo, con una
distancia total de solo unos 10 km.

Raphael llevaba una camiseta blanca, un saco gris claro y pantalones del mismo color.
Y Dante llevaba una camisa azul marino y un pantalón de traje color negro. Cuando
Dante se detuvo en la entrada y miró a su alrededor, vio a algunas personas vestidas
pulcramente elegantes, pero la mayoría llevaba ropa informal como Dante y Raphael.

—Disfrute y tenga una buena experiencia con Healer Cruise.

—Gracias.

Dante, que todavía tenía un poco de dolor en su espalda, miró al crucero, pensando
que realmente quería un sanador. El casco blanco estaba empapado del brillo del
atardecer y coloreado de pomelo.
Los dos que presentaron sus billetes de embarque cruzaron la cubierta y entraron en
el barco. El interior estaba decorado con amplios salones, con instalaciones para los
pasajeros por todas partes. En un lado había una mesa en la que la gente podía sentarse
y conversar con comidas sencillas, mientras que en la barra del borde lateral había un
camarero que preparaba bebidas. En el otro lado, la gente se reunía frente a los
músicos que tocaban. Además, varias ventanas de entretenimiento y eventos estaban
divididas en zonas.

Al tratarse de un paquete turístico, era un poco más tosco que las fotos que se
anunciaban de forma lujosa. Sin embargo, esta era la impresión de una persona que
había estado en una fiesta en la mansión Haynesworth, y estaba lo suficientemente
bien decorada como para satisfacer la experiencia especial de los turistas.

—Vamos a echar un vistazo. ¿Quieres ver algo en especial?

—Es la primera vez que hago esto.

—Originalmente, cuando era más joven, tuve algunas operaciones en ese tipo
de lugares, mi jefe y yo nos infiltramos. Pero fuera de eso, nunca me interesó lo
suficiente como para tomar un crucero por gusto.

—¿Hay algún lugar donde podamos apostar?

—Las instalaciones son rudimentarias, pero hay lugares donde el juego es


mucho más emocionante.

Desde un simple tablero de póquer lleno de humo de cigarrillos y suspiros, también


hay juegos sangrientos en los que se apuesta cualquier cosa que no sea dinero. En el
pasado, cuando eran Capitán y subalterno que estaban en el mismo equipo, Dante se
preguntó si habría sido bueno ir a una operación juntos, pero Dante cambió su forma
de pensar. Si hubiera tenido una operación por un lugar así en el periodo de prueba,
no habría llevado a Raphael. ¿Dónde iba a ir con un chico que era mucho más parecido
a un pollito que ahora?

En comparación con un duro entorno de apuestas, incluso frente a una mesa limitada,
Raphael todavía seguía un poco nervioso. Dante se dio cuenta de nuevo de lo ejemplar
que había sido la vida de Raphael. Él sabía mejor que nadie que su vida escolar había
sido tranquila, y que además, él ya tenía un trabajo y una fuerte relación en la sociedad
a una edad en la que otros estaban orgullosos de ser adultos.

Por lo tanto, es un simple juego para que pudiera jugar en un lugar tan brillante.

Dante le entregó a Raphael la ficha cambiada y empujó su espalda hacia adelante. El


crupier le señaló a Raphael, que no sabía qué hacer, la mesa que estaba frente a la
ruleta.
—Hay 37 números en la rueda giratoria. Puede predecir el número del espacio
donde se colocará la cuenca, y colocar una ficha en esta mesa y apostar por el
número.

La actitud del crupier fue muy amable pero un poco escasa en explicaciones. En un
lugar como éste, para los que no saben jugar, perder un poco de dinero no era causa
de enfado, por lo que esa actitud podría ser intencional.

Raphael se quedó reflexionando un buen rato frente a la mesa con números. Tomó la
ficha y la colocó sobre el octavo de los números escritos del patrón de la cuadrícula.

—¿No es demasiado drástico apostar un solo número desde el principio?

—¿Perdón? ¿Un solo número?

—Si lo coloca así, eso significa que solo va a apostar al número 8, ¿ve? Ponerlo
así, significa apostar a los dos de la izquierda y de la derecha de la línea Y
colocar otra ficha más al final de una fila o una celda, significa apostar a todos
los números de esa fila. Cuanto más apueste a varios números, menos le
pagarán cuando gane, pero es definitivamente más seguro. Piense en ello como
la diferencia de apostar a la probabilidad de obtener el número 8 y apostar a la
probabilidad de obtener un 8, un 9 o un 10.

—Ah… así que puedo poner más de uno.

Raphael miró a los demás que ponían fichas, y en lugar de moverlas, colocó una
más en el número 4. Dante lo sabía. Raphael había apostado por su fecha de
recién casados… El 8 de Abril fue ayer. El día que sería su aniversario de
bodas en el futuro.

Raphael era el único audaz que apostó con solo dos fichas a un solo número. Se apartó
como si hubiera terminado su trabajo y esperó a que empezara el juego.

—¿Es suficiente?

—Sí. Sólo voy a apostar así.

Su cabeza asintió con confianza. Apostar todo a la meta deseada, y apostar con
audacia, Dante pensaba que de alguna manera era propio de Raphael.

Por el contrario, Dante era una persona considerablemente segura. Dante recordaba el
día en que se puso en manos de sus compañeros de equipo y se enfrentó por primera
vez al juego cuando fue nombrado subjefe del equipo. En aquel momento, reflexionó
y apenas colocó una ficha en la casilla donde los números pares e impares, que tiene
un 50% de probabilidades de salir, e incluso después de un par de rondas, eso fue un
fracaso. El antiguo jefe del equipo que jugaba a su lado, había visto a Dante con una
mirada que decía: «pensé que lo harías». Dante también se sintió avergonzado por la
respuesta de los miembros del equipo: «Vamos, subcapitán, ¿apostará así porque es
muy inseguro?« Pero en ese momento, para Dante era difícil dejar el dinero a la suerte
con una probabilidad de perderlo.

—Sigue jugando. Necesito ir al baño. No te pongas demasiado nervioso.

—¿Vamos juntos?

—Está bien. Diviértete. Vuelvo enseguida.

Dante dejó a Raphael cerca de la mesa de juego. Su destino no era en dirección al


baño, sino la proa fuera de la cabina.

Al abrir la puerta, pudo ver la vista del lago que se extendía frente a la cubierta. El
sonido del agua y la brisa nocturna le sacudieron la cabeza. Dante se adelantó, apoyó
los brazos en la barandilla y dejó escapar un profundo suspiro.

—… Es humillante.

Varias veces había conducido por un terreno de grava que ni siquiera ha sido
pavimentado, y había estado en un helicóptero sacudido por las turbulencias.

Por lo que no podía creer, que debido a la resaca, se haya mareado en este gran barco.

—Aha…

Había bebido demasiado el día anterior, pero probablemente esa no era la única razón.
La razón por la que no se mareó en el lugar de operación, fue porque solo prestaba
atención a la misión y a los objetivos. Tal vez, aunque se mareara, Dante no se habría
dado cuenta. Eso significaba que ahora estaba bastante relajado.

Después de todo, no había forma de que una situación de vida o muerte ocurriera en
su luna de miel. Era la primera vez que salía de una acogedora cama de hotel, y que
no tenía peleas con otras personas. Era un viaje tranquilo, sin que su corazón latiera
demasiado rápido, excepto por la emoción que le produjo ver a Raphael.

El crucero que entró en el lago giró su proa lentamente. Las luces de la ciudad
retrocedieron. Al desaparecer la luz artificial de la ciudad, dejando solo oscuridad, las
estrellas del cielo se veían claramente, como si estuvieran cayendo. Era una vista muy
hermosa.

El sonido tranquilo del agua se mezclaba con el cielo nocturno. Apoyado en la


barandilla, Dante captó el paisaje con sus ojos. El entorno y la gente que se reía sin
ninguna amenaza dentro de la cabina, eran pacíficos. No había nada de peligro como
un ataque terrorista. Al pensar en la segunda maleta de Raphael que se quedó en casa,
era absurdo.

Cuando miró dentro de la cabina, vio una gran espalda y ancha inclinada y
concentrada en la ruleta. No importaba si perdía un poco aquí, sin embargo, para ser
honesto, la suerte de Raphael no era mala. Incluso Dante tiene ahora suficiente dinero
para poder estar tranquilo si eso sucedía.

—Vaya, este es un gran lugar. ¿Puedo compartir un asiento contigo?

En ese momento, una mujer con un vestido de noche color lavanda se acercó a Dante.
Dante apartó su cuerpo de la barandilla y se hizo a un lado, cediendo un buen lugar
para mirar al exterior.

—La vista es bonita, pero la brisa nocturna es fría.

—No pasa nada. Es un cielo que merece la pena.

—Realmente es una joya escondida.

Después de mirar el cielo por un momento, dirigió su mirada a Dante y preguntó:

—¿Has venido solo?

Dante sacó su mano izquierda del codo, que estaba entre sus brazos cruzados. En el
dedo anular había un anillo bastante grueso para llevarlo normalmente.

—Es mi luna de miel.

—Oh, Dios mío, eso es genial. Pero, ¿por qué estás solo con el frío en tu feliz
luna de miel? No debes engañar a tu pareja.

—Jaja. Estás bromeando, ¿verdad? La persona con la que vine está allí. Está
disfrutando del juego, pero no quería interrumpir, así que salí solo un
momento.

—Oh, ¿la mujer de vestido rojo en la mesa de fuera?

—No. Está a dos asientos a la izquierda.

—¿Es aquel hombre?

—Sí. Es mi esposo.

—… ¡Todos los tipos apuestos, por supuesto!


Apretó los puños y dejó escapar un suspiro de rabia, después se tranquilizó y suspiró
calma, apoyó su codo en la barandilla y su barbilla en su palma de su mano.

—Disfrutaré un poco del paisaje y me iré.

—¿Has venido sola?

Esta vez, Dante preguntó. Era la misma pregunta que hice antes, pero el significado
era mucho más ligero.

—No, he venido con alguien, pero este es un viaje de despedida.

—¿Viaje de despedida?

Dante preguntó al escuchar la extraña combinación de palabras. Una explicación se


añadió en su mente, que sospechó que ella viajaba con un desconocido para aliviar
una herida de una despedida amorosa.

—Vinimos juntos por última vez antes de separarnos. Lo hemos hecho bien
hasta ahora, así que terminaremos la relación de forma bonita para que nos
queden recuerdos felices.

—Es así…

—Parece que tienes una expresión que no entiendes en absoluto.

—Bueno, yo, no sé si soy el tipo de persona que puede tener una despedida
agradable. No significa que sea raro.

—Si ambas partes sonríen cuando se separan, es una despedida agradable


porque hicimos lo mejor hasta el final.

—¿Me preguntaste si venía solo mientras hacías lo mejor hasta el final?

—Por supuesto, iba a ponerme en contacto contigo después de romper. Si era


con un hombre como tú, pensé que podría borrar todos mis remordimientos de
la separación.

—Si hacen un viaje agradable, ¿no sería posible que ambos volvieran a
recordar lo que les hacía felices?

—Oh, no. Eso es lo que pensé al principio, pero cuanto más caminábamos
juntos, más me daba cuenta de que lo que nos hace felices es que este momento
sea el último.
Mientras seguía mirando el lago, se encogió de hombros ante la brisa nocturna que
soplaba desde el lago. Entonces se alejó un poco de la barandilla.

—Es una bonita vista, pero hace frío. Siento irme después de contar una
historia aburrida. Quería escuchar la historia de los felices recién casados, pero
si no entro ahora, creo que acabaré con un resfriado.

—No pasa nada. Entra.

—Tienes una cara feliz sin preocuparte por una despedida, así que he venido a
quejarme más cómodamente. Entonces, que tengas una feliz luna de miel.

—Gracias. Que lo pases bien.

Después de un breve encuentro, Dante la dejó ir y más tarde sacó su teléfono celular.

[Dante, ¿dónde estás?]

[¿Te duele el estómago?]

Raphael seguía sentado en la mesa de juego. Pero ahora, en lugar de concentrarse en


el juego, miraba alrededor del baño buscando a Dante que no aparecía. Parecía
indeciso, incapaz de abandonar su asiento, no fuera a ser que se cruzaran en la
dirección. Había pasado un tiempo desde que Dante salió.

[He estado fuera durante un rato. Una vez que termine tu juego, sal a la cubierta. La
vista aquí es hermosa]

(Foto)

[Es la barandilla de la proa.]

Después de tomar aire fresco, el mareo había pasado. Raphael respondió rápidamente.

[¡Voy ahora mismo!]

—…

Como si fuera un cachorro moviendo su cola, colocó una respuesta con los ojos
brillantes y metió el teléfono en su bolsillo. El lugar donde estaba la persona con la
que hablaba hace un rato seguía vacío. Era el lugar más cómodo para apoyarse y mirar
el cielo, y pensó en dárselo a Raphael cuando viniera.

Desde el punto de vista de haber pasado mucho calor ayer, no podía imaginarse a los
dos convirtiéndose en abuelos. Especialmente Raphael, que tiene más de 20 años. Ni
siquiera podía pensar en arrugas en una cara blanca y tersa. En estos momentos, ya no
puede escucharlo dentro del Ejército decir: “Capitán, Dante”, en cambio, lo hace
cuando están solos. Ahora mismo, Raphael se convirtió en un Director de la fundación
y en un futuro en un hombre maduro.

Dante creía que estarían juntos por el resto de sus vidas. Pasarán más del doble del
tiempo que han vivido juntos, pero, al pensar en ello, ¿por qué el futuro lejano de
repente parece tan corto?

En momentos como este, lo que más se arrepentía es en las veces que rechazó y apartó
a Raphael por primera vez. Aun así, no deseaba volver atrás en el tiempo. Porque no
quería cambiar el final al que ha llegado ahora, ni siquiera en lo más mínimo.

Así que, en el futuro, Dante lo amará tanto como pueda para que no haya
arrepentimientos de ahora en adelante.

Frente a su mirada decidida, se acercó una persona que parecía haber recibido una luz
cálida.

—¡Capitán!

Al otro lado de la cubierta, Raphael se acercó. Dante agitó su mano, plantando sus
pensamientos en el centro de su cabeza.

—La vista aquí es muy hermosa.

—Sí. ¿Por qué no saliste conmigo?

—Iba a buscar un buen lugar y contártelo. ¿Qué es esto?

—Oh, esto.

Raphael levantó dos tazas rosas. Las tazas estaban elaboradas en forma de columna
con forma de corazón. Dante, al verlo, se preguntó cómo podría beber agua con eso,
pero la bonita taza de cristal nacarado parecía tener un alto valor como adorno. Sería
perfecto para ponerlos en la cocina de la casa de los recién casados, donde conviven
un ex soldado y un soldado activo, que tienen un rincón un tanto sombrío.

Dante se limitó a reírse de ello. En un lago tan hermoso, era fácil que la gente hiciera
negocios para llevar un recuerdo de dicha experiencia, esto funcionaba en personas
que eran fáciles de convencer, como Raphael.

—¿Qué vas a grabar aquí? ¿Aniversario de boda?

—No. Bueno, es un secreto hasta que lo grabe, voy a escribir lo que quiero
decirle a Dante.
—Puedes decir lo que quieras. ¿Por qué hacerlo en una taza?

—La atmósfera es diferente. Voy a escribir lo que no he podido decirte porque


me avergüenzo cuando lo intento. Por favor, escribe lo que quieras decirme,
Dante.

—No hay nada que tenga que decirte.

—Entonces escribe: «Te amo, mi lindo Raffy, te besaré cada vez que llegue a
casa después del trabajo.”

—¿Por qué?… Lo haré sin necesidad de grabarlo en el vaso.

—Huh, por favor, grábalo.

—No.

Se notaba que la empresa lo ponía una y otra vez sin dudarlo. La vergüenza era que
Dante se enfrentaría al secretario de Raphael más tarde.

Raphael, que lo miraba diciendo: «¿Por qué me haces esperar si dijiste que no lo
harías?», tomó la mano de Dante y ambos entraron en la cabina. Frente a la cabina
para grabar las tazas, había unas personas que parecían pareja.

—Por favor, introduzca el mensaje que desea grabar en la pantalla frontal.

Los dos se colocaron uno al lado del otro frente a la pequeña pantalla. Dante, que no
tenía ni idea, intentó espiar a Raphael, pero éste giró los hombros con fuerza para
tapar la pantalla.

—Me lo vas a dar de todos modos, así que ¿por qué haces que sienta
curiosidad?

—Lo verás más tarde, después de que esté grabado. Más tarde.

—¿Qué vas a escribir…?

Raphael le dio la espalda por completo, escribió y luego borró algo con fuerza, con el
impulso de que la pantalla lo absorbiera.

A diferencia de Raphael, que tenía algo que decir desde hace tiempo, Dante apenas
podía mover el bolígrafo y pensaba lo que debería escribir. Raphael, que vio la
pantalla en blanco de Dante, le aconsejó.

—No te sientas presionado, escribe lo que quieres decir ahora mismo.


—Si quiero decir algo ahora, pero no puedo… “Raphael, esta noche es
demasiado para hacerlo. Vamos a tomarnos de la mano y solo dormir”

—¡Eso no puede ser! Ah, no digo que me estoy negando a tu petición, pero voy
a poner esta taza en mi escritorio y la miraré todos los días, pero si dice eso…

Todos verían aquella motivación para trabajar con entusiasmo en la empresa, y


también sabrían la alegría de Raphael después del trabajo, por lo que no podía
colocarlo en esa situación vergonzosa. Dante también se solidarizó con la situación.

—¿Qué has escrito?

—Lo que quiero decirle a Dante todos los días.

Las orejas se volvieron un poco rojas mientras miraba la pantalla, con este aspecto,
Raphael añadió tímidamente.

—De esta manera, puedes verlo todos los días aunque no te lo diga…

Raphael se rió como un estudiante tímido que abraza una carta de amor. Después de
comprobar docenas de veces si había alguien a su alrededor, parecía que iba a colocar
la carta en el casillero y saldría corriendo.

Dante pensó mientras miraba las dulces mejillas sonrojadas de su esposo. Sí sólo no
hubiera diez personas alrededor, Dante seguramente las besaría. Olvidó las palabras
que había dicho hace un momento, “hoy no podemos hacerlo”, y se dejó seducir de
nuevo por su rostro tímido, sin embargo, apenas pudo escapar de ese hechizo adorable.

Dante, que pensó un poco más, finalmente movió su bolígrafo. Aunque no había
palabras que no pudiera decir, era capaz de pensar en las palabras que quería decir
cada día. Una sonrisa apareció en sus labios mientras escribía letras sencillas, pero
Raphael, que estaba ocupado corrigiendo sus frases, no lo vio.

Dante lo acabó primero, y luego Raphael terminó de acortar la frase. Los dos
presentaron sus escritos y esperaron a que se los estamparan en las tazas.

—Raphael, no es justo. En esto eres mucho mejor que yo.

—¿Sobre qué?

—Dices palabras bonitas que hacen latir mi corazón. Lo haces todos los días,
tanto en palabras como en mensajes.

La expresión de afecto de Raphael nunca se ha agotado hasta ahora.


—No importa lo que escribió Dante, me gusta, incluso lo que dijiste antes,
también fue bueno.

—Creo que escribí algo mejor que eso.

Sin embargo, Raphael parecía tener una cara que decía que sería feliz por cualquier
cosa. Lo mismo pasaba con Dante. Tenía expectativas sobre las palabras que había
escrito, pero no importa lo que escribió, estaba seguro que cumplirían mucho más que
sus expectativas.

—¿Has estado fuera durante mucho tiempo? Creo que todavía hace frío.

—¿De verdad? No pensé que hiciera tanto frío.

—¿Qué hiciste en todo este tiempo en que no me llamaste?

—No estuve solo todo el tiempo, estaba mirando el paisaje y una persona me
preguntó si venía solo… así que presumí estar de luna de miel.

Raphael dijo: «¡¿Quién fue?!» y Dante añadió: «Cálmate un poco». Pero Raphael
frunció las cejas y se pegó un poco más al lado de Dante.

—Por supuesto, no debería dejarte solo, Capitán. Hay demasiadas personas


además de mí que se sienten atraídas por ti.

—Tú también atraes a muchas personas. Solo que eres el único que no lo sabe.

—Realmente no hay nadie. Mientras estabas solo, no vi a nadie acercarse a mí.

—No pueden acercarse a ti porque siempre estás presumiendo que te gusto.

—¿Entonces qué hay de ti?

—Lo intento… pero si trato de compararlo contigo, lo siento…

A Dante le resultaba un poco difícil expresar su deseo de ser amado y demostrar su


amor como Raphael. En cambio, hacía lo posible por alcanzarlo. Sus esfuerzos iban a
buen ritmo gracias a Raphael, que estaba encantado con el pequeño esfuerzo.

—Te señalé y le dije que eras mi esposo.

—Hmm…

Entonces las cejas de Raphael subieron un poco.

—Aquí tienen su taza grabada.


—Sí.

El personal llamó a dos personas en el momento justo. El personal, sensatamente, le


dio a Dante una taza con el mensaje de Raphael, y a Rafael una taza con el mensaje
de Dante.

En el momento en que voltearon las tazas por la emoción, ambos abrieron los ojos
ligeramente. Entonces, Dante sonrió como si hubiera caído la luz del sol.

Acarició las dos cortas líneas con las yemas de sus dedos.

[Te amo.]

[Mantendré esta promesa por el resto de mi vida]

La respuesta de Raphael a la confesión de Dante, que esperaba el futuro con él, fue la
eternidad.

Se convirtió en su familia y se puso al lado de Dante, y nunca apartó sus ojos y su


afecto de Dante. Y eso hizo que no se preocupara en absoluto que todo eso
desapareciera. Para que las expectativas de Dante por Raphael puedan continuar.

«Mira esto. Raphael es mucho mejor diciendo cosas bonitas y que provoquen que mi
corazón lata.»

Fue Raphael quien prometió la eternidad, pero para Dante, la frase nunca se borraría
y se mantendría como una huella por el resto de su vida.

—Esto es demasiado…

Y Dante levantó la cabeza en dirección a un gemido, Raphael sostenía la taza con


ambas manos y movía la punta de su nariz ya roja.

—¿Por qué lloras?

—Dante, has fingido que no tenías nada que decir. Lo dijiste con mucha
seguridad, pero no fue así.

—No llores. Si lloras, te lo quitaré.

Raphael sostenía una pequeña taza entre sus brazos y sacudió la cabeza. Como
resultado, las lágrimas que habían sido retenidas, a causa del viento, cayeron una a
una.

La inscripción grabada brillaba bajo la luz. El mensaje de Dante era también la


respuesta que quería dar a Raphael.
[Desde que te conocí, he sido feliz en todo momento.]

Raphael no tenía que intentar hacer feliz a Dante. Ya que solo con estar cerca de él,
Raphael cumplía finalmente su promesa.

***

—El tiempo es fantástico.

Las nubes que cubrían todo el cielo azul creaban un tiempo mejor para dar un paseo
que un día completamente soleado. El lugar de su luna de miel en esta temporada, es
conocido por mantener un buen tiempo para hacer turismo durante toda la estadía, así
que debe haber sido el caso no sólo hoy sino también hace unos días.

Ahora, la razón por la que Dante estaba asombrado de nuevo es porque era la primera
vez que salía del hotel de día cuando el sol estaba en lo alto después de llegar aquí.

Dante se puso las gafas de sol y vio a su esposo sonreír intensamente bajo el pintoresco
cielo. Como era de esperar, era demasiado apuesto.

En la mañana del tercer día de su luna de miel, los dos salieron por fin a la calle. Bajo
la brillante luz del sol, el cielo azul y la calle estaba llena de turistas.

Raphael se adelantó entusiasmado ante la escena, mientras captaba el paisaje con el


visor. Llevaba en la mano una cámara fotográfica que debía haber comprado a
escondidas a Dante.

El tiempo era azul y había mucho espacio para no pensar en nada. Aunque seguía
llevando una playera de cuello alto para poder cubrir su cuello lleno de marcas, todo
estaba bien. Incluso esto. Cuando miró la playera que se pegaba muy ligeramente a su
cuerpo, Dante pensó: «Esto es como un traje del SAG, cuando sales a luchar contra el
terrorismo… ¡Oh, no, ¿qué estoy pensando?!» Estuvo a punto de reírse por culpa de
Raphael, que movía todo su cuerpo.

Le daba vergüenza que su vida privada fuera publicada sin su consentimiento, y le


daba más vergüenza que se difundiera como si fuera una celebridad. Sin embargo,
como resultado, se reunió un gran patrocinio para la iglesia. Raphael le pidió que si
quería, respondiera a la emisora, pero decidió que si el resultado era bueno, lo haría.

Después surgió otro problema, pero no tenía intención de prestarle mucha atención.

—Un regalo para mi familia… bueno…

—¿Crees que estaría mal comprar algo ya hecho en los sitios turísticos?
—No, a mis padres y a mi hermana les gustará cualquier cosa, especialmente
mi padre le dará mucho significado a lo que le compres… Así que me preocupa
que al darte algo a cambio fuera una carga cuando le dieras algo a mi familia.

—No hay devolución para un regalo de la luna de miel. No te preocupes porque


me den algo a cambio.

—Puede que pienses eso, pero el amor de mis padres por su yerno es muy
diferente… En particular, mi padre es muy exigente y se esfuerza por conseguir
cualquier cosa. Mi padre te ha dado poder en el ejército, y mi hermana ha
hecho trámites legales para la iglesia, pero mi madre no ha hecho nada todavía.

—Oh, no. No pasa nada. Tu madre nos ha ayudado mucho con los preparativos
de la boda.

—Era para la boda de su hijo, no sólo para su yerno.

—Es realmente… es realmente bueno.

—No creo que mi madre escuche.

—…

Dante suspiró profundamente. Es un placer ser amado por la familia de su esposo,


pero la escala era tan diferente de Dante, que vivía como una persona común… Estaba
más nervioso de lo esperado por lo que sería el «regalo preparado por la Gobernadora
Haynesworth”.

—Es porque mi madre quiere más al Capitán que a su hijo.

—De ninguna manera. Eres un tonto. Por supuesto que te quiere y también se
preocupa por ti. Llevas su sangre, así que no digas cosas tan absurdas.

Dante se detuvo un momento. Raphael no perdió de vista el rostro de Dante.

—Es porque tu familia son menos expresivos que tú, pero siento que siempre te
quieren.

Dante se apoderó rápidamente de su rostro como si nada hubiera pasado. Raphael no


cuestionó a Dante.

—De todos modos, vamos a echar un vistazo a la tienda de recuerdos. Tenía


muchas cosas que quería mientras investigaba en casa.

Raphael asintió.
—Sí, Dante, puedes elegir todo lo que quieras. Te compraré todo.

—¿Todo lo que quiera? Oiga, Director Haynesworth, ¿quiere tirar un pilar de


la Fundación Haynesworth el día de hoy? ¿Sabes cuánto puedo gastar?

—Pff…

—…

—…

Ante la mirada feroz de Dante, Raphael borró su sonrisa disimulada. Pero Dante la
había escuchado claramente. La risa que surgió desde lo más profundo de su corazón.

—Tú…

—Bueno, tengo miedo… Siento que me voy a quedar sin casa a partir de
mañana.

Raphael se alejó sigilosamente de Dante, que siempre había estado cerca de él. Dante
lo siguió con una expresión más seria en su rostro.

—Ah, espera, sinceramente, aunque te dé una tarjeta y te pida que la uses todo
lo que quieras, Dante no podrá usarla.

—Si fuera como el pasado, te pediría que no me dieras tu tarjeta, pero hoy voy
a pellizcarte las mejillas primero porque me ofende que me hayan ridiculizado.

Raphael finalmente controló su expresión facial, dio un paso atrás y se alejó. A medida
que el período de su relación aumentaba, Raphael, que había tratado a Dante como un
superior y un Mayor, se suavizó. Era bueno sentirse cómodo con la otra persona, pero
de todas maneras Raphael pagará por sus burlas. Dante se acercó a él fingiendo que
levantaba los brazos.

Al cabo de un rato, Raphael, que tenía las mejillas sorprendentemente rojas y Dante,
con una expresión ligeramente enfadada, se alinearon frente a un famoso camión de
helados en su viaje turístico. Era porque había demasiada gente alrededor, y no podía
hacer una persecución y un castigo adecuado.

Sin embargo, este helado debía comprarse valientemente con la tarjeta que Dante le
quitó a Raphael. Raphael, que estaba a su lado, pensó: «Ah, no pensé que fuera para
esto cuando el Capitán la usara…» pero detuvo sus pensamientos cuando descubrió
que Dante acababa de mirarlo.
La fila disminuyó rápidamente y los dos llegaron frente al tablero del menú. Mientras
Dante y Raphael elegían sus sabores, el helado del pedido anterior se hacía dentro del
camión. Pronto el helado en el cono fue entregado al ordenante.

—¡Mamá! ¡Papá!

El niño que recibió el helado corrió con un orgulloso botín. La mayoría de los
transeúntes que escucharon la fuerte voz se giraron hacia la dirección. El niño corrió
majestuosamente y sus padres se sintieron un poco avergonzados por la mirada en
ellos, pero elogiaron al niño por hacer un buen trabajo, tomaron su mano y se alejaron
sonriendo.

Dante, que estaba mirando hacia atrás hasta que se alejaron, volvió a girar la cabeza,
y Raphael estaba mirando a Dante.

—¿Qué ocurre?

—No. Nada.

Dante estaba seguro de que Raphael ya había notado su anomalía en algunas de sus
acciones. Raphael era demasiado rápido en este sentido.

—¿Si te digo que no me importa, me creerías?

—Hmm… Sí. Lo haré.

—Ha… Te lo digo de antemano, pero no lo he ocultado. Simplemente no me


importa nada que esté relacionado con mis padres biológicos, y no tengo tiempo
para pensar en ello porque estaba demasiado ocupado preparando la boda, ¿de
acuerdo? No me malinterpretes.

Incluso ahora, la historia de la sangre familiar pasó por su mente por un momento.
Dante rara vez continuaba con un tema terminado. Los dos buscaron un banco debajo
de una sombra y se sentaron con un helado en la mano. Dante habló en un tono que
demostraba que no le importaba.

—Salí en la televisión y se habló de que iba a casarme contigo… Alguien que


decían ser mis padres biológicos ha contactado con la iglesia.

—¿Qué?

Tras escuchar un tema inesperado, Raphael no pudo hablar inmediatamente.

«¿La familia de Dante…?»

—Oh… Ya veo. Eso es bueno. Así que, vas a conocer…


Decir que era bueno, sería la respuesta adecuada. Mientras hablaba, Raphael parecía
tener algo en mente. Sin embargo, también sintió que era un tema delicado que no
debería haber mostrado esta reacción.

—Cinco parejas hasta ahora.

—¿Cinco? ¿Cómo podrías tener cinco padres…?

Y las siguientes palabras abrieron los ojos de par en par, y luego se estrecharon
gradualmente.

—Oh, ya veo.

—¿Qué te pasa?

—No.

Dante, que mordió el cono de helado, sintió poca emoción por el tema. En cambio,
cuando los sentimientos de sorpresa de Raphael disminuyeron, se sintió molesto.

—¿No es demasiado? Así que hay gente que miente sobre cosas así. Si se hace
una prueba de paternidad, ¡la mentira se revelará!

Bueno, si una persona tuvo la intención de mentir, Dante les había dicho a sus
supuestos padres biológicos que se hicieran una prueba de paternidad, sin embargo,
algunos se molestaron mientras decían: «Oye, ¿así es cómo nos tratas después de no
habernos visto tantos años?». Otros simplemente le pidieron algo a Dante.

De hecho, una de las cinco parejas se negó a hacerse la prueba, diciendo: “Espero un
poco de compensación por estos años, somos tus padres.” Sin embargo, Dante, que es
un soldado, ya había pedido el dinero de seguro en caso de emergencia.

Por supuesto, algunos de los cinco dijeron que se sentían realmente arrepentidos y
querían lo que les correspondía como sus padres*…

N/T: Hablan del dinero.

Raphael se separó diciendo: «Cuanto más mastico, más me enojo». Pero Dante no se
sentía molesto. Solo le dio la impresión de que hay gente en el mundo a la que le
agradaba ciegamente como Raphael, mientras que hay gente a la que se le ocurre
estafar a personas que solo había visto en televisión.

—¿Qué vas a hacer? ¿Las cinco parejas se van a hacer la prueba de


paternidad?

—No. Está bien. No voy a conocer a nadie.


Dante tocó la rodilla de Raphael con la palma de su mano.

—Ahora mi familia eres tú.

Raphael es la primera familia legalmente reconocida que tiene Dante. En la vida,


puede haber momentos en que discutan y se decepcionen de sus decisiones, pero
ambos están seguros de que nunca se darán la espalda.

—Si te tengo a ti, ¿qué puedo necesitar?

—… Gracias por decir eso.

También fueron unas palabras encantadoras para Raphael. Sin embargo, esta era una
historia difícil de evitar con otros temas.

«Pero, ¿qué pasa si hay padres biológicos realmente dulces ahí? No tanto como yo,
pero puede que esos padres puedan querer a Dante.»

Raphael quería ser el que más quiera a Dante, pero eso no significaba que le quitaría
cualquier otro afecto que tuviera por Dante. Raphael era feliz cuando Dante era amado
por su familia de la iglesia, cuando era respetado por la gente que conocía en el ejército
y cuando era humanamente querido por los demás. A veces estaba celoso, pero era
bueno ver una mirada cálida en Dante.

Ahora era el momento de que Raphael eligiera sabiamente sus comentarios. Como la
familia de Dante y como la persona que puede darle consejos más íntimos… Raphael
tenía que hacer un juicio objetivo, pero eso no era nada fácil. Así que mantuvo la boca
cerrada y Dante habló.

—Tal vez alguien tuvo una situación inevitable cuando yo era un bebé, y ahora
quiere encontrarme con un corazón cariñoso. Sin embargo, quiero que sea feliz
desde la distancia. Lo siento, pero no quiero poner una nueva relación familiar
en mi actual situación estable y feliz. No hace falta incluso que diga que se puso
en contacto conmigo por otra razón.

—…

—Soy lo suficientemente feliz todos los días, te lo dije ayer.

Los hombros de Raphael, que se habían levantado, se hundieron lentamente. No fue


hasta que sintió un dolor punzante en sus músculos que Rafael se dio cuenta de que
estaba tenso por un momento. También supo que estaba muy nervioso.

La ansiedad de Raphael, que había llegado por un corto tiempo, fue llevada a su fin
por su marido más perfecto del mundo.
—Lo siento, Dante. Estoy un poco feliz…

—¿Eh?

—Deseaba ser la única familia de Dante, y también deseaba ser la persona más
especial para ti.

—Por supuesto… Oye, Raphael. Tu mano.

Ahora que se daba cuenta, Raphael estaba mirando a Dante sin probar un
bocado del helado durante el relato de la historia. El helado derretido goteaba
por el dorso de la mano. Y Raphael inclinó su cara roja como el helado de fresa
derretido.

—Lo haré mejor que la familia que podría haber estado ahí. Por favor, sigue
queriéndome.

Al principio, era feliz sólo por ver a Dante, y cuando empezó a salir con él, no quería
nada más que eso. Cuando se ató a Dante para el resto de su vida, pensó que había
gastado toda la suerte que había recibido al nacer en el mundo.

Sin embargo, aún quedaba algo de codicia. Tal vez se haga más grande en el futuro.

—¿Quién dice eso con la cabeza baja?

Cuando levantó la cabeza, Dante sonreía felizmente.

—Inténtalo de nuevo.

Eso le dio la confianza de que Dante aceptaría la codicia de Raphael tanto como él
quisiera.

—Te amo. Por favor, ámame más por el resto de tu vida.

—Sí. Por supuesto que lo haré.

Era su luna de miel. Cuando regresen de su viaje, volverán a la misma vida cotidiana
de antes, pero ahora todo el mundo a su alrededor conocen al cónyuge del otro,
sabiendo que eran muy felices. El hecho de que son el uno para el otro ha sido
reconocido por los demás.

Un sinfín de personas que habían acudido a la boda pensarán, naturalmente, en la


persona que está al lado de Raphael o de Dante cuando lo conozcan. Tales
expectativas se amontonan como hojas caídas.
Cuando están juntos, hay momentos en los que Raphael desearía que este momento
se detuviera. Tales momentos se amontonaron y apilaron lo suficiente como para
construir un pequeño castillo, y ahora se convirtió en un sólido refugio para el otro.
Incluso en cualquier momento difícil, al mirar atrás, le da tranquilidad.

—Somos una familia, así que cuando suceda algo así, dímelo primero. Quiero
saberlo todo.

—De acuerdo. Te lo contaré todo a partir de ahora, pero dije…

—Aunque sea una cosa trivial que no te importe.

Los ojos de Raphael se llenaron de preocupación. No eran de los que podían llorar en
cualquier momento, más bien era una mirada que decía: «te apoyaré de ahora en
adelante y me mantendré firme a tu lado.»

Más bien, había algo más que goteaba. Era el helado de Raphael a medio consumir.

—¿Qué voy a hacer con tus manos?

—Ah… Creo que deberíamos encontrar un bebedero y lavarlas primero.

El helado era imposible para comer porque el cono estaba completamente pegajoso.
Lástima que fuera a parar al bote de basura.

—Dale un mordisco a esto primero.

Dante acercó su helado a la boca de Raphael. Raphael mordió sin poner


resistencia.

Afortunadamente, había un baño público no muy lejos, y Raphael volvió con las
manos limpias. Y en lugar de ir a otro sitio, Dante y Raphael se alinearon de nuevo
frente al camión de helados.

Lo que Raphael quería llevarse de su luna de miel eran los recuerdos de las risas de
estas pequeñas cosas y disfrutar de relajarse, más que de los recuerdos de ir a
diferentes sitios turísticos.

Sin embargo, Dante, que ya estaba cansado de los dulces, renunció al segundo helado,
y sólo Raphael pidió un sabor diferente.

—¿Está bueno? Es como si un niño anduviera con helado.

—Esto es lo que Dante comió antes.

—Es verdad.
—Prueba otro bocado, Dante.

El helado se acercó de la misma manera que Dante lo había hecho hace un momento.
Dante sonrió y abrió la boca. Un poco del helado se apiló en sus labios y manchó un
poco alrededor de su boca.

—Capitán, tienes un poco aquí…

Como si estuviera pensando en algo que quería hacer, Raphael miró los labios de
Dante y tragó saliva. Dante entrecerró los ojos y dijo:

—Solo hazlo.

—Aun así, ¿puedo hacerlo? Estamos afuera.

—¿Y qué si estamos afuera? Estamos en nuestra luna de miel.

—…

Raphael quitó el helado en medio de los dos e inclinó lentamente la cabeza. Los labios
de Dante también se movieron un par de veces como si no pudiera soportarlo.

El aliento del otro estaba demasiado cerca. Dante cerró los ojos. Sintiéndose como el
protagonista de una película que confiesa su amor en la calle, Raphael se acercó a sus
labios. El sonido de la gente que pasaba en un ambiente suave se hacía cada vez más
lejano. En su lugar, sólo el sonido del corazón que no podía ocultarse llenaba la
cabeza.

¡Tump, tump, tump!

«…¿Qué?»

—Dante, debo de estar tan emocionado que mi corazón debe haberse salido…

—¡Esa moto es una locura!

—Oh, ¿qué está pasando? ¿Por qué viene una moto a la acera?

Un fuerte alboroto se escuchó a la distancia. Cuando Raphael abrió los ojos, Dante ya
estaba mirando detrás de los gritos.

—… ¿Qué está pasando?

El enorme ruido se hizo más cercano. Una motocicleta corría implacable por la
atestada acera.

—¡Apártense si no quieren morir!


Esa boca sonriente de un villano, una lujosa bolsa en una mano. Era como una
escena que Dante veía muy a menudo en una película de acción.

Obviamente, la siguiente línea es…

—¡Es un carterista!

—…

Raphael sintió escalofríos por todo el cuerpo cuando escuchó los gritos por detrás.

En ese momento, el viento sopló frente a Raphael. Una escena se desarrollaba frente
a él y Raphael solo pudo prestar atención a la persona que era el protagonista.

¡Kwang!

Fue Dante quien voló como lo había visto en su sueño. La parte inferior de los zapatos
que flotaban en el aire golpeó el casco del carterista.

—¡Argh!

Al verlo, Raphael gritó como un pavo real atrapado en su cola. El segundo helado que
tenía en la mano fue aplastado.

***

—… No puedo creer que haya pasado un incidente así.

—…

—Bueno… Estamos en nuestra luna de miel. No pensé que sucedieran estas


cosas. No podemos evitarlo.

Dentro de la estación de policía, donde se investiga a los testigos, la boca de Raphael


se abrió primero.

—Debimos haber traído las armas…

—Aunque fuera un carterista, si hubiera golpeado a un civil con un arma, me


habrían llevado a la policía militar en lugar de ser un simple testigo.

—Haa…

El suspiro de Raphael fue lo suficientemente profundo como para atravesar el suelo


de la comisaría. Dante le dio una palmadita en la espalda con una mezcla de pena y
vergüenza. Creía que todo iba bien hoy, pero ahora tenían un horario diferente al
previsto.
Extra 5
Ever After2
—¡Dante!

Dante, que había servido en el Comando de Guerra Especial durante mucho tiempo,
era muy ágil. Percibía el peligro como un perro militar bien entrenado en cada
situación de la escena y respondía con prontitud. Eso le dio a Dante Bailey la
oportunidad de llevar sus operaciones al éxito.

Pero en una pacífica casa de recién casados, a menudo dejaba escapar sus tensiones.
En ese momento, su sensibilidad se liberaba. Él, que estaba listo para ir a trabajar
antes que Raphael, escuchó la llamada y levantó los ojos de su teléfono móvil.

—¿Qué pasa?

—¡Ven aquí!

—¿Por qué no sales y me llamas para que vaya?

Dante se levantó del sofá, guardando el móvil en el bolsillo de su pantalón de uniforme


militar.

El lugar donde se escuchó la voz fue el abarrotado vestidor de hace un momento.


Estaba distraído después de su luna de miel, y no se dio cuenta de la aterradora
sorpresa de Raphael.

—Huh…

Nada más entrar en el vestidor, inhaló con fuerza que le hizo que sus pulmones se
hincharon el doble. Allí estaba Raphael mirando con una sonrisa.

—¿Cómo me veo?

Lo primero que podía ver era una frente blanca y recta. El pelo de Raphael, que
normalmente estaba acomodado como un flequillo o peinado solo hasta la mitad,
ahora estaba completamente peinado hacia atrás. Solo eso ya era un cambio bastante
fresco, pero además llevaba un traje más refinado de lo habitual. El traje era de un
color oscuro con una corbata igual de lujosa, además en sus muñecas llevaba unos
gemelos y un pañuelo cerca del pecho.

Ahora, Raphael parecía un joven propietario de una familia noble que se había
transmitido durante cientos de años. Parece que va a fruncir el ceño al escuchar del
mayordomo decirle que tiene una reunión con una pareja de matrimonio concertada
esta tarde. «Haa, mierda, es molesto. Estoy harto de las obligaciones familiares en
momentos como éste…», mientras decía esta misma frase.

Por supuesto, Raphael no podrá salir a conocer a su prometida. Ya está casado y se ha


casado después de salir con alguien a quien quiere mucho.

Además, los dos eran recién casados y se mostraban excesivamente cariñosos el uno
con el otro en lugar de tener una fría relación política. Así que Raphael esperó la
respuesta con una mirada de expectación, demostrando lo mucho que quería a su
esposo en lugar de decir: «Haa, mierda, es molesto».

—Tú…

Dante agarró su espíritu desvanecido y se puso delante de él.

—¿Quién es este hombre tan apuesto?

—¿Es genial?

Raphael observó la reacción de Dante y volvió a preguntar como si quisiera escucharlo


una vez más. Pero hoy, realmente Dante no podía decir que sus palabras eran una
broma.

—¿Qué? Llevas un rato vistiendo cómodamente, y de repente, ¿por qué estás


vestido así? Me sorprendió en cuanto te vi.

—Hoy voy a una reunión importante en el exterior, así que me dijeron que me
viera un poco adulto. Luego iré a la oficina. En un día como este, el secretario
me dijo que podría colocarme un poco de maquillaje…

—Ajá.

Raphael apeló con fuerza, diciendo que eso no era todo. Dante miró a Raphael con
deleite y le acarició el hombro.

—Que tengas una gran reunión. Creo que te irá bien sólo con ver esto.

—¡Sí!

Después de eso, Dante presionó su dedo en el pecho de Raphael.

—Voy a quitarte esto después del trabajo.

—¡…!
Raphael se cubrió las mejillas con vergüenza y respondió tímidamente: «De
acuerdo…» Ahora Dante sabe que solo hay un poco de timidez en sus acciones, pero
¿qué pasa con lo demás? No importaba, Raphael siempre se ve tan lindo en sus ojos.

***

—Bailey.

Dante escuchó que lo llamaban desde un lado de la oficina.

Su apellido cambió con el matrimonio, pero todavía había mitad y mitad de la gente
que lo llamaba Bailey o Haynesworth. Se debía a que algunos de los que lo llamaban
con su apellido anterior se confunden o les daba pereza cambiar los títulos familiares,
y algunos llegaron al Cuartel Central más tarde que Dante y no conocían la noticia de
su matrimonio.

Lo mismo ocurrió con el Mayor del Departamento de Desarrollo de Recursos


Humanos del segundo piso, que acaba de llamar a Dante. Llegó aquí hace apenas dos
meses. Tiene el mismo rango que Dante, pero es cinco años mayor que él, y era
compañero del mismo equipo. Cuando Dante se levantó de su asiento, se dirigió hacia
la puerta.

—Acompáñame por un momento.

—De acuerdo.

—Oh, entonces iré con ustedes.

El Mayor Theon, que estaba sentado junto a Dante, también se levantó de su asiento.
Los dos hombres parecían tener algo que ver con Dante. Dante dejó lo que estaba
haciendo y los siguió.

—Dijiste que eras del Cuerpo Escolar Juvenil, ¿verdad?

—Sí, así es.

—¿Obtuviste una beca en ese entonces?

—Recibí una ayuda parcial, como los gastos de manutención y la matrícula.

—Además de pertenecer a los estudiantes del Cuerpo Escolar Juvenil ¿recibiste


apoyo adicional como condición para el servicio militar especial después de la
graduación?

—Sí, así es.


—Si. Ya entiendo. Recuerdo que lo escuché por casualidad mientras los dos
estaban comiendo.

La persona que Dante le entregó la información al parecer fue un superior. No es un


gran secreto, así que no importaba si lo decía, pero de repente le habían preguntado
sobre lo que pasó hace una década, así que Dante no pudo evitar preguntar el motivo.
Por supuesto, él es el más joven de los tres, por lo que no pudo intervenir y se llevó
las manos a la espalda.

Aunque su tiempo como Capitán en el equipo de operaciones no fue corto, se adaptó


rápidamente a la vida como el miembro más joven del Cuartel Central. El Mayor, es
cinco años más grande que él, por lo que su edad es más lejos, y la comodidad de tener
muchas menos responsabilidades sobre sus hombros como jefe de equipo también le
ayudó a adaptarse. Hasta ahora, Dante ha estado en una posición mucho más favorable
para aprender.

Además, como había aceptado el apellido de la familia Haynesworth, había una


promesa de trabajar duro y esforzarse al máximo. Si supera el curso de novato aquí,
seguramente entrará en el curso de élite.

—Cuando conseguiste la beca. ¿Cómo fue entonces?

«¿Qué?… ¿Qué tipo de habilidades especiales se necesitan para obtener una beca?»

Dante respondió sin saber la intención de la pregunta.

—Por supuesto estaba agradecido porque recibí una ayuda económica.

—No, no me refiero a eso. ¿Hay algo que necesitabas? Sería mejor que me
dijeras qué aspectos son ineficientes y necesitan mejorar, o sobre el apoyo que
recibiste en relación con el Comando de Guerra Especial.

“Ajá.” Dante pudo ver ahora por qué lo había llamado.

El departamento al que pertenece Dante se encarga de la logística de los suministros


militares en la zona fronteriza de la cuarta base militar. Y el Mayor Potts, que llamó
a Dante, estaba a cargo del funcionamiento y la gestión del Cuerpo de Escuela Juvenil
dentro del Departamento de Desarrollo de Recursos Humanos en la segunda planta.

—Ah, ¿cómo puedes desglosarlo?

—Si puedo permitirme intervenir meticulosamente, prefiero ser amable. Se


debe de crear una dirección para que de artículos como zapatos, ropa de
abrigo, equipos para el ejercicio, pagar los gastos de alimentación y dinero
personal en efectivo. Así, aunque un día se recorte o desaparezca el
presupuesto, el impacto será pequeño.

Aunque suene cruel, depender por completo de los subsidios y pensar que nunca van
a desaparecer, eso es una mala dirección por parte de los mandos de arriba. Por lo que
a esos estudiantes becados que quedaban en el Cuerpo de Escuela Juvenil, era mejor
darles “materiales necesarios e imprescindibles”. Por muy maduro que seas, no sabes
cómo cuidarte a una edad tan temprana.

—¿No hay otro problema?

—Bueno… también he oído hablar que el proceso de información sobre el nivel


económico durante el proceso de solicitud de la beca es difícil. Además, eso
consiste en investigar y demostrar la pobreza de la familia.

—Así es. Eso suele ser un problema en todas partes. Lo mejor sería reducir los
puntos ciegos para el apoyo, pero es difícil crear ese número de personas. Sí,
también me gustaría decir eso. Seguro que están preparados para ello…

Murmuró algo solo y miró feliz a Dante. Esta vez Dante volvió a desconocer el
motivo.

—Bailey.

—Sí.

—¿Estás ocupado hoy? Algo que tienes que hacer el día de hoy.

—La verdad es que no.

«No tengo planes, pero… ¿qué ocurre tan de repente?…» Dante se tragó la pregunta
y esperó la siguiente palabra.

—Tengo que decírtelo ahora mismo. Me alegro de tener a los dos aquí. En
realidad, hoy tengo una reunión con la fundación de becas que apoyará el
Cuerpo de Escuela Juvenil a partir del próximo semestre. Sin embargo, si hay
alguien que haya recibido la beca a través del Cuerpo de Escuela Juvenil, será
más útil cuando solicitamos apoyo.

—Sí, por ese motivo lo recomendé Mayor Potts, pero la otra razón es que
nuestro Mayor Bailey es ahora un Hayne…

—Lo sé, lo sé. Este superior es inteligente y puede darse cuenta rápidamente de
la situación. Aunque no escuche unas palabras, lo comprenderé. Entonces,
enviaré la solicitud de cooperación. ¡Iré a prepararme! Hasta luego.
Eso también… Las siguientes palabras no fueron finalmente transmitidas. Tal vez
Dante iría a un viaje de negocios no programado hoy con una solicitud de cooperación
de otro departamento.

No era muy inusual. Pero Dante de alguna manera tenía una sensación diferente.

La fundación de becas, el alto rango, una reunión importante, y alguien que se ha


esforzado especialmente en su trabajo desde esta mañana… Parecía que todos estaban
conectados de alguna manera.

Como era de esperar, no había perdido completamente su agudeza.

Dante fue capaz de confirmar su sentido de agudeza fuera de su casa de recién casados.
La solicitud de apoyo del segundo piso fue aceptada de inmediato por el superior de
Dante. Por lo que se trasladó al lugar de encuentro con el Mayor Theon, miembro de
un departamento que pasó por el Cuerpo de Escuela Juvenil, al igual que él.

Dante, que no es un miembro del departamento, recibió un asiento aparte detrás del
escritorio de reuniones que estaba delante. El escritorio de reuniones era para los
representantes de la fundación, sus ayudantes, y las figuras centrales del ejército.
Dante y Theon, que son miembros de diferente departamento, o invitados con poca
experiencia, no pudieron sentarse con ellos. Lo único que tenían que hacer era
intervenir cuando escucharon un ruido muy extraño durante la reunión.

Gracias a los asientos de atrás, la pancarta frontal era más fácil de ver.

<Apoyo de la Fundación Haynesworth – Programa de Desarrollo de Recursos


Humanos del Cuerpo de Escuela Juvenil.>

Dante se preguntó tardíamente si estaba bien que él estuviera aquí… pero ahora no
podía hacer nada más.

—¡¿…?!

El último de la fila de los soldados, tal vez el soldado de menor rango y edad, era
originalmente alguien que no se preocuparía mucho en esta reunión. Sin embargo, él
hizo que los ojos de Gabriel temblarán más que cualquier otra persona en el lugar.

«¿Por qué está él aquí?»

Cuando la cabeza de Gabriel aún no había ideado medidas contra este inesperado
incidente, el protagonista de la reunión de hoy lo siguió. Aceptó con calma la crisis
que se avecinaba, diciendo: «Ya estoy medio arruinado…»

—¡Huh…!
—…

Como era de esperar, se escuchó una admiración sin filtro a sus espaldas.
Afortunadamente, estaba tan sorprendido que no podía decir nada más.

El Director Haynesworth era objetivamente un buen líder. Tenía una fuerte voluntad
y entusiasmo para su corta edad, y al mismo tiempo, como un soldado que estuvo una
vez en el campo de batalla, era rápido para comprender la situación y aceptar los
cambios. A pesar de pertenecer a una familia aristocrática, y que por ello había
recibido una fundación en forma de gestión familiar, no trata a sus empleados de
forma imprudente. Por el contrario, es muy pulcro y cortés con los demás. Sin
embargo, solo cuando conoció a formidables socios comerciales demostró
generosamente que había crecido en la clase alta. Afrontaba cualquier disputa de
forma razonable y fría, además que podía imponerse y ganar ante su adversario. La
impresión que se lleva la mayoría de sus empleados es que es un jefe joven pero fiable.

Sin embargo, había un oponente que rompía el muro de inmediato. Era su esposo.

Su esposo era, por supuesto, un hombre muy amable, y también un gran soldado con
grandes logros. Pero para el secretario de Haynesworth, era una persona
involuntariamente muy importante.

Raphael Haynesworth es completamente devoto a su esposo porque está lleno de


afecto. Aunque Dante colocara en la puerta de la oficina del Director, un cartel que
diga “Habitación de mi esposo”, seguramente Raphael estaría de acuerdo.

Si se tratara de una imitación de un amante común, los experimentados secretarios


que estaban estrechamente relacionados con su trabajo no podrían haberlo notado.
Pero Raphael era real. No solo era un esposo cariñoso que amaba tanto a su cónyuge,
también era tan feliz que no podía soportarlo.

Cuando se trataba de su esposo, era una persona que se levantaba del sitio y salía
corriendo sin importarle otras cosas, o las lágrimas caían de su frío rostro. En
cualquier caso, todos sus criterios se inclinaban hacia su esposo…

—Es Dante. Secretario, es el Capitán.

—Sí, lo es.

—Dale una recompensa al personal que lo trajo desde el Cuartel Central hasta
el lugar de la reunión. Lo hiciste bien…

…Como ahora.
“¿Qué hice bien?” Después de luchar durante mucho tiempo por un lugar, finalmente
perdió y avanzó.

La voz de su Director, que había sido diferente a la habitual, pudo tranquilizarla


cuando recordó del lugar donde se encontraba, la persona con la que había llegado a
la reunión se adelantó. Sin embargo, su respiración a espaldas del secretario se
aceleró.

Raphael saludó a la primera persona frente a él. Bajó ligeramente la cintura y la otra
persona le saludó con la mano recta frente a su frente.

—Soy el Coronel Howard Rayner, el responsable de este proyecto de


colaboración.

—Hola. Soy Raphael Haynesworth, encantado de conocerlo hoy.

Raphael pasó estrechando las manos de uno en uno. El sexto a la derecha de Dante, el
quinto a su derecha… la cuarta persona… Mientras se acercaba más y más, Raphael
finalmente se paró frente a Dante.

—Encantado de conocerlo. Espero su amable colaboración.

Es un cargo público, así que no pretendería conocerlo abiertamente, pero cuando el


secretario pensó que sería algo obvio, sorprendentemente Raphael lo saludó con
calma. Gabriel se sintió un poco orgulloso del Director que parecía haber madurado.

Sin embargo, Dante tuvo que tragarse un suspiro al mirar a los ojos de la persona que
tenía delante. Era porque el pulgar de Raphael dibujaba un corazón en el dorso de su
mano en una dirección que era invisible para la gente, era porque estaba cubierto por
la mano de Dante.

—Mayor, eres muy apuesto.

—… Gracias.

Puede que a los demás les pareciera una broma ligera, pero Dante le apretó la mano y
le dijo: «No te metas en problemas». Raphael se retiró sonriendo.

Los principales participantes en esta reunión estaban sentados alrededor del escritorio
de reuniones, mientras que el resto estaba sentado en los pequeños escritorios del
fondo. Cinco soldados, incluido Dante, y tres empleados de la fundación que traían
sus ordenadores portátiles, se sentaron llenando los asientos traseros.

Raphael charló brevemente con su secretario en un breve susurro, y luego pulsó su


teléfono móvil. Para los demás, podría parecer una instrucción para la reunión, pero
pronto Dante, cuyo teléfono sonó en su bolsillo, supo que no era el caso.
[Dante, no esperaba que nos encontraríamos aquí ♥♥♥♥]

[Ah, ¿era una sorpresa?]

[Hacía tiempo que no veía a Dante trabajar con el uniforme militar, así que soy tan
feliz ♥♥♥]

Dante miró a su alrededor y respondió brevemente.

[Yo tampoco lo sabía. Lo decidieron de repente esta mañana.]

La respuesta de Dante fue un poco desordenada porque tuvo que enviarla en secreto.
Tras ver la respuesta de Dante, Raphael fingió concentrarse, levantó el documento y
enterró la cara. Dante también contuvo la risa mordiéndose el interior de la mejilla.
Para los recién casados, incluso estos pequeños actos les daba un poco de cosquillas.

Y Dante hizo contacto visual con Raphael. Él negó ligeramente con la cabeza
diciendo: «no sigas, porque estamos trabajando.» Raphael sonrió con complicidad,
aceptando las palabras silenciosas de su esposo. Ninguno de los dos sabía cómo irá la
reunión, pero el comienzo fue bastante agradable.

Mientras se creaba el ambiente de la reunión, uno de los empleados de la Fundación


Haynesworth se levantó y comenzó a explicar.

***

La reunión se interrumpió bruscamente cuando llegó la hora de comer. El ambiente


durante la reunión fue limitado, pero hubo bastantes opiniones sobre la coordinación
de las pequeñas partes. Intercambiaron varias historias y necesitaron tiempo para
mantenerlas.

—Me alegro de haber traído a Bailey. Ha sido de gran ayuda.

Cuando sintió que algo extraño pasaba, Dante le dijo unas palabras a su superior que
venía con él. Su superior, el Mayor Theon, le dijo a Dante que escribiera una breve
nota y resumiera sus palabras, la cual fue entregada al Mayor Potts que estaba en
frente.

—¿Cómo sabías que existía tal cosa? El sistema desapareció hace ocho años, así
que nunca pensé en ello. Me alegro de haber traído a alguien que lo haya
recibido de primera mano.

—¿Lo ves? Te dije que sería de ayuda.


Eso fue porque Dante tuvo que buscar todas las becas que podía recibir como
estudiante. Aun así, fue una suerte que le sirviera de ayuda para rememorar
viejos recuerdos.

—Así es. Lo que dijo definitivamente será útil. Es tan profesional que quiero
llevarlo a nuestro departamento. Conozco muchas políticas recientes que lo
permitirían.

—No, eso no es todo. La persona que está aquí ahora mismo…

—Oh, lo sé, lo sé. El Mayor es inteligente y rápido, así que es útil. Ahora,
dejemos de hablar y comamos.

“¿Hmm? ¿Bueno…?” Dante, y el superior que había sido invitado a la boda de Dante,
tuvieron un sutil intercambio de miradas. “¿Debería decirle que hay una pareja casada
en este lugar, o no?” El superior golpeó con el codo al preocupado Dante.

—No se lo digas. No parece que vaya a escuchar por la reunión de ahora.

—Sí…

Es cierto, no es tan importante saberlo, y quizás muchos otros soldados saben que
Raphael está casado con Dante. El Mayor Potts, que había regresado al escritorio de
enfrente, se apresuró a volver con ellos de nuevo.

—Bailey, por favor, pide este material. Sólo tienes que bajar durante la hora
del almuerzo.

—Sí, entiendo.

—Oye, ¿por qué haces que una persona de otro Departamento trabaje para ti?

El superior, que está en el mismo equipo que Dante, dijo con voz contrariada.

—Porque no tengo personas que me ayuden. ¿A quién se lo voy a pedir de


nuestro Departamento? Hace apenas dos meses que llegué aquí. Vamos, hazme
ese favor.

—Estoy bien. Vuelvo enseguida.

—Ah, no puedo creerlo…

No era una tarea difícil. Lo único que tenía que hacer era organizar y solicitar los
partes marcadas en el papel y recibirlos cuando lo llamaran.
De hecho, como el Mayor se había quejado con anterioridad, Dante, un Mayor del
mismo rango, no estaba en condiciones de ser instruido para hacer ese tipo de tareas
aquí. Sin embargo, pensando en la organización del ejército, era una petición
adecuada.

Dante subió al segundo piso, siguió las órdenes que había recibido y salió al pasillo.
El pasillo por el que salieron todos estaba tranquilo porque era la hora del almuerzo.
Sólo entonces soltó una breve carcajada que había reprimido.

Desde el momento en que salió de la sala de conferencias, lo que llenó su mente fue
la imagen de Raphael sentado amablemente en el escritorio.

Su joven esposo a veces se peleaba con su contrincante con una expresión rígida que
no se podía ver en casa, y daba instrucciones a sus ayudantes con miradas y ademanes
de manos. Cuando llegaba una pregunta aguda, respondía directamente para evitar
que se centrará el tema en ella, y si su oponente dudaba, él daba un paso hacia adelante.
Además, cuando veía algo extraño en la opinión de la otra persona, incluso detenía la
reunión diciendo: “Espera”.

Como resultado, no solo la gente de la Fundación Haynesworth, sino también el


personal militar se centró en Raphael. Raphael estaba claramente en el centro de la
mesa de conferencias.

—Estuvo bastante bien.

Al ver a Raphael, Dante tuvo una gran variedad de emociones, pero esta era la más
grande. Raphael era realmente genial.

Algunos de los temas de la reunión de hoy ya los conocía Dante. Esto se debía a que
cuando Raphael practicaba su presentación en casa, se sentaba delante de él y
escuchaba lo que hablaba. Cuando practicaba, a Dante le parecía lindo y de hecho, se
reía todo el tiempo mientras lo escuchaba. No sabía que iba a cambiar tanto delante
de otras personas.

Ahora que Dante pensaba en ello, lo que conocía de él era antes de trabajar, pero era
la primera vez que Dante lo veía trabajar de verdad. Como una broma a veces le decía:
“¿Te va bien? Debes estar haciendo un buen trabajo como Director…”, pero era una
preocupación realmente inútil.

El traje que lucía por la mañana se veía mejor de lo que parecía.

—Ah.

Dante, que estaba a punto de volver a la sala de conferencias, se topó con Raphael
delante de las escaleras. Raphael, que había estado apoyado contra la pared, se separó.
Raphael tenía el rostro lleno de alegría, pero reprimió torpemente los sentimientos que
siempre había expresado de forma desbordante. Sus labios se movían, queriendo
sonreír ampliamente a Dante.

Dante también quería hablar de la inesperada situación en el trabajo. Sin embargo,


tenía que tener precaución de fingir que no lo conocía tan cómodamente, porque no
sabía quién iba a pasar por allí. Por eso, Raphael no se apresuró a gritar: “¡Capitán!”
o “¡Dante!”

—Seguiré las reglas.

De pie frente a Raphael con una débil sonrisa, Dante levantó la mano frente a su frente
y saludó. Cuando Raphael trató de saludarlo, dijo: «Ah», y se detuvo. Al ver a Dante
con uniforme militar, el hábito que creía haber olvidado estuvo a punto de salir de
nuevo. Raphael bajó la mano y preguntó torpemente:

—¿Puedo llamarle Mayor…?

—Sí. Director Haynesworth.

Los labios de Raphael acabaron mostrando una pequeña sonrisa que se convirtió en
el sonido del viento.

—Le vi pasar por aquí, así que me pregunté si podría verlo si venía aquí.

—Sí, regresaba de un encargo.

—¿Un encargo?

«¿Dante? No le estás pidiendo a alguien que lo haga, pero, ¿estás haciendo un


encargo?» Desde luego, Dante no era de los que hacía algún recado o encargo, ni
siquiera cuando era el líder de equipo. Dante se encogió de hombros ante Raphael,
que estaba un poco desconcertado.

—Tengo la menor experiencia aquí.

—¿Eh? Oh, ya veo… Bueno, eso es sorprendente…

«¿Qué es sorprendente?» Dante vio los ojos verde claro que se llenaron de la imagen
de él. Los ojos de Dante actuaron de la misma forma, ya que era bueno ver su rostro
aunque fuera por un momento como este. Tal vez sería difícil para Raphael darse la
vuelta primero, así que Dante fue el que terminó con la conversación.

—Si no tiene nada más que decir, por favor, discúlpeme primero.

—No. Espere un momento, Mayor.


—Sí.

—Si le parece bien, ¿le gustaría almorzar conmigo?

Raphael levantó sus mejillas. Debía haber esperado para decir esto.

Una comida al aire libre con uniforme militar y un traje pulcro sería una experiencia
especial, pero Dante no tuvo más remedio que negarse.

—Los que están dentro de la sala de conferencias son todos mis jefes, así que es
difícil estar solo. Lo siento.

—Ah, supongo que sí.

—Sí.

—Entonces, ¿qué tal una cena?

Raphael cerró sus ojos verdes claros maravillosamente.

—Quiero que estemos juntos.

Una sonrisa se dibujó en la esquina de sus ojos. La sensación de ser unos


desconocidos, no como una pareja, en una situación pública como esta, era
extrañamente emocionante. Dante se sintió como si estuviera haciendo un juego de
rol.

Dante se aseguró de que no había gente a su alrededor, y levantó la comisura de sus


labios.

—Entonces, ¿con quién ibas a comer si no es conmigo?

Raphael abrió mucho los ojos ante las palabras que fueron pronunciadas.

—El tiempo del Director Haynesworth después del trabajo del día de hoy, es
mío.

—… Por supuesto.

Raphael sonrió felizmente. Este Raphael estaba lleno de una calidez que no se había
visto en el Raphael estricto de la sala de conferencias de hace un rato. Era la misma
persona con la misma ropa, pero esta apariencia solo se le permitió a Dante.

—Mayor, quiero hacerle una pregunta más.

—Sí. ¿Qué es?


—¿Qué le pareció la reunión de hoy?

Como se había oído de antemano, la reunión trató sobre las becas de excelencia para
los estudiantes con buenas notas en el Cuerpo de Escuela Juvenil y de las becas
auxiliares para los estudiantes necesitados. Mientras pensaba brevemente, los ojos de
Raphael se llenaron de tensión.

—No soy el responsable, así que no conozco los detalles… pero como
beneficiario de una beca en ese entonces, pude sentir claramente la delicada
consideración que contiene el proyecto. Estoy seguro de que ha pensado mucho
en él.

Al escuchar eso, Raphael bajó ligeramente la cabeza, diciendo “ah…” Las orejas
comenzaron a ponerse rojas. Raphael se tapó ligeramente los labios con el dorso de la
mano, quizá porque le costaba controlar la boca.

—Había alguien a quien quería impresionar haciéndolo bien.

—…

—Estoy muy contento y orgulloso de escuchar eso. Realmente… He trabajado


muy duro.

La mano de Raphael alcanzó sigilosamente a Dante y le agarró la punta de su manga.


Dante pensó: «Oh, ¿esto está bien?», pero lo dejó pasar. Fue un toque que sólo se
sintió como si tirara ligeramente de la muñeca. Sin embargo, solo eso le hizo
cosquillas.

Thud~

En ese momento, escucharon pasos en la distancia. Aunque el sonido era un poco


lejos, Dante enderezó su postura de nuevo. Raphael retiró rápidamente sus manos.

—Entonces, me pondré en marcha.

—Sí…

Raphael contestó con una cara de lentitud. Dante también pasó junto a él con una
ligera sonrisa.

Si la reunión de la mañana hubiera sido lenta, el ambiente a la hora del almuerzo se


habría calmado, pero los que comían juntos se sintieron bastante bien.

La Fundación Haynesworth ha ofrecido todo el apoyo posible, incluso si había una


pérdida temporal, en lugar de un beneficio. No había ninguna razón para que los
militares se negaran. Por mucho que lo solicite, los estudiantes pueden formarse en
un entorno mejor, y el presupuesto militar puede reducirse.

—Es algo bueno, pero hay que ajustarlo. Un acuerdo demasiado grande con la
Fundación Haynesworth puede ser un poco malo para otros grupos de apoyo
que puedan abrir algunas oportunidades en el futuro.

—Es cierto, pero creo que hay una buena razón para la donación bajo el
nombre de una prestigiosa familia militar llamada Haynesworth. Es el hijo del
antiguo Comandante en Jefe…

—No parecía ser un proyecto único con los militares, sino que parecía estar
incluido en un gran plan de negocios…

Este tipo de reuniones seguían siendo desconocidos para Dante, que trabajaba y se
movía sobre el terreno desde que fue un oficial comisionado, que en vez de estar frente
a un escritorio. La discusión en el centro mando del Sistema no consistía en un
combate inmediato, sino sobre la planificación de las operaciones para mirar hacia
adelante y prepararse hacia el futuro. El alcance es a veces de varios años, a veces
incluso de 10 o 20 años, o incluso de la próxima generación.

Dante solo tiene un poco más de treinta años, y probablemente volverá al trabajo de
campo varias veces en el futuro. En ese momento, pensó que podría ver más que antes,
a diferencia de cuando no sabía nada. Y luego, cuando volviera, habrá cosas que haya
aprendido de su experiencia de campo.

Después de ver a Raphael avanzar, lo motivó a trabajar más que ahora.

Quedaba un poco de espacio hasta que se reanudara la reunión después de la comida


y para que las personas se calmaran. La sala de conferencias estaba abarrotada de
gente que entraba y salía para preparar la siguiente reunión. Aprovechando el tiempo,
Dante abrió su teléfono móvil.

Raphael se puso en contacto con él.

[Dante está muy bien hoy. Siento no haber podido aguantar, hablar contigo y tomarte
de la mano… ]

[¡Y definitivamente voy a cenar con el Capitán!]

Raphael salió a comer y aún no había regresado. Dante se levantó después de examinar
su entorno.

—Necesito ir al baño antes de empezar.

—Uh, adelante.
Dante salió de la sala de conferencias y bajó las escaleras a paso rápido. Luego salió
del edificio y se dirigió al estacionamiento menos concurrido.

Se detuvo junto a la pared y llamó a Raphael.

[—Hola, ah, no ¡Mayor!]

Raphael respondió de inmediato antes de que la señal sonará. Parece que ahora está
solo, ya que muestra su alegría que tuvo que ocultar hace un rato.

—¿Has terminado de comer?

[—Sí. ¿Puedes hablar por teléfono?]

—Sí. He salido un momento, cerca del estacionamiento. No hay nadie


alrededor, así que no dudes en hablar.

[—Ya veo. ¿Qué? ¿Un estacionamiento?…]

La voz de Raphael se cortó. Cuando preguntó por qué, en lugar de responder, se


escuchó un sonido de suspiro.

[—Dante, gira a la derecha y mira. ¿Ves el coche negro aparcado en la


dirección opuesta al edificio? Sí, allí.]

Al girar la cabeza como se le había indicado, Raphael asomó la cabeza por la ventana
y agitó la mano.

[—¿Me ves?]

—Sí. Te veo.

Dante colgó y se dirigió rápidamente en esa dirección. Raphael estaba solo en el


asiento trasero. Antes de que pudiera abrir la puerta, Raphael se hizo a un lado para
que Dante se sentara. La ventanilla que se había abierto con anterioridad, se cerró
rápidamente en cuanto Dante se subió, ocultando a los dos del exterior.

—Haa. Es tan difícil ver a mi marido cómodamente.

Dante finalmente se apoyó en el respaldo del asiento con el rostro relajado.

—Mano.

La palma de la mano de Dante sobresalió delante de Raphael. Raphael, que se


sorprendió un poco, puso su mano sobre ella. Entonces Dante entrelazó sus dedos con
los de él y le sujetó la mano con firmeza.
—No la has tomado antes.

—¡Sí!

Raphael aceptó y dobló sus dedos alrededor del dorso de su mano y la apretó con
fuerza. Cuando miró a Dante, dibujó un corazón en el dorso de la mano con su pulgar,
como hizo cuando le dio la mano antes. Esta vez, Dante dejó que hiciera lo que
quisiera.

—¿Por qué estabas aquí solo?

—Estaba mirando el contenido de la reunión de la tarde. Las cosas cambiarán


un poco en la sala de reuniones, así que tuve que venir solo en secreto.

—¿Puedes decirme eso?

—No pasa nada porque no le mostraré al Capitán lo que es.

—Vaya…

Raphael sonrió hábilmente y escondió los documentos detrás de él. De todos modos,
Dante no quería verlos. En estos momentos no quería hablar sobre los temas de la
reunión, así que a Dante le dio igual si lo sabía ahora o después.

Así que, aparte de eso.

—Mi pequeño cachorro, estuviste muy bien. ¿De quién es el esposo tan apuesto
y capaz?

—De mi único hombre, el Mayor Dante Haynesworth…

Raphael levantó los hombros y movió el trasero pegándose a Dante. Raphael, que
estaba excepcionalmente vestido, volvió a mostrar su bello encanto de manera
inusual. Dante realmente no podía soportarlo.

Uno podría preguntarle a Dante si la cara de Raphael es tan buena, pero Dante no se
sintió atraído por él solo por su aspecto. Ya había visto esa cara durante varios años,
y ya se había acostumbrado. La razón por la que aún se sentía atraído por él, era por
esos lindos encantos y las palabras necesarias.

—Sí, es mío.

La otra mano, que no estaba entrelazada, se levantó y acarició la barbilla de Raphael.


A Raphael le hizo cosquillas y se encogió de hombros. Luego se frotó la mejilla contra
su palma y acercó su rostro hacia Dante. Hasta el punto de que el aliento de él tocó la
mejilla de Dante.
Los ojos de los recién casados se encontraron y la electricidad se elevaba con solo
mirar los ojos del contrario. Se miraron los labios y luego volvieron a mirarse a los
ojos.

—Esto… ¿Está bien…? el sol se refleja en las ventanas.

—Sí. Ni siquiera pueden ver las sombras interiores desde el exterior.

—El sonido…

—Me he asegurado de que el auto esté insonorizado. A menos que grites, solo se
escucha.

—De acuerdo.

Dante estiró una mano hacia atrás y puso seguro a la puerta del auto.

En cuanto hubo un clic, Raphael se inclinó sobre Dante. El cuerpo de Dante se inclinó
gradualmente hacia la ventana. Sus labios se encontraron. Ambos sabían que no tenían
suficiente tiempo, así que rápidamente apretaron sus labios y entraron en la boca del
otro.

—Huh…

Raphael apretó el pecho de Dante sobre el uniforme militar de éste. La mano que aún
no había soltado su mano, se añadió más fuerza. La espalda de Dante se apoyó en el
alféizar de la ventana.

Raphael abrió ligeramente la boca para cubrir por completo los labios de Dante, y le
acarició los labios con la lengua cálida. Era como el gesto de un león, que solo acaricia
con su mano ocultando sus garras. Si Raphael fuera un león, podría ser un león
cobarde de un cuento, pero…

—Aha…

El beso no duró mucho y terminó rápidamente. Solo habían pasado 30 segundos. Los
dos abrieron los ojos sin despegar sus labios, aunque se sintieron apenados. Los labios
que se tocaron, subieron con una sonrisa, después se separaron apenas unos
centímetros de distancia.

—Me siento como si estuviera en una relación amorosa en la oficina. Cuando


era un soldado, no podíamos hacer nada de esto afuera.

—Yo también lo siento mucho y me siento avergonzado, pero nunca habría


hecho esto con mi uniforme militar…
Si ambos fueran soldados, estarían corriendo muy ocupados siguiendo a sus
superiores, con un poco de descanso como ahora. Pero incluso entonces, habrían
tenido el placer de tomarse de las manos por un momento, en un lugar donde no
hubiera nada. Justo como ahora.

La ligera vergüenza que quedaba en sus cuerpos se plasmó al abrazarse sin aliento
después de besarse.

—Ahora que lo pienso, es la primera vez que te veo trabajar como Director. Ha
sido genial.

—Eso es un alivio. Estaba preocupado.

Raphael abrazó a Dante, se acercó al asiento del conductor y encendió el aire


acondicionado. El calor del coche se esfumó con el viento frío. Dante, que tenía
que entrar antes que Raphael, se miró en el espejo retrovisor y se arregló el
pelo revuelto. Esto no iba a hacer ninguna diferencia. De todas maneras, Dante
estaba sentado en la sala de reuniones hasta el fondo.

Raphael, que estaba a punto de enfriar un poco más sus mejillas, lo miró y dijo:

—En realidad, Dante era lindo.

—¿Qué?

—A pesar de que los demás son mayores, Dante realmente parecía el más joven
allí.

—Eso, por supuesto. ¿Cuántos años hay de diferencia hay entre los que estaban
sentados conmigo y yo? Nos separan una diferencia de casi 20 años.

—Sí. Así que me gustó el hecho de que ya no tenía que estar solo en la primera
línea.

—…

Dante sonrió y acarició la parte delantera de la oreja de Raphael. Hacía mucho tiempo
que se había cortado el pelo, y hoy, incluso estaba peinado hacia atrás por completo,
dejando solo unos suaves y pocos mechones alrededor de esta zona. Todas estas
sensaciones táctiles de él permanecieron en sus manos durante mucho tiempo.

Sin embargo, el fiel Mayor Dante Haynesworth tuvo que levantar la muñeca en el
dulce momento de su tiempo como recién casados, para comprobar la hora. Como era
de esperar, el tiempo feliz pasaba rápidamente. Aunque solo se habían besado una
vez, ya habían pasado casi 10 minutos.
—Me he dado cuenta de que el más joven de todos los Mayores no tiene mucho
tiempo, así que tengo que irme ahora. Te veré después del trabajo.

—Sí. Debes cenar conmigo, Mayor Heynesworth.

—Piense en lo que quiere comer, Director Haynesworth.

La risa que quedaba entre los dos apenas se levantó cuando se cerró la puerta del
coche. Dante atravesó el estacionamiento y se esforzó por controlar sus expresiones
faciales con tanta fuerza que solo pudo borrar su sonrisa antes de llegar frente al
edificio.

Cuando volvió a la sala de reuniones, aún quedaba algo de tiempo. La Fundación


Haynesworth seguía preparando algo, y los asientos de la parte militar aún estaban
medio vacíos.

Cuando Dante se sentó de nuevo, el superior le dio un golpecito con el codo.

—Oye, Mayor.

—Sí.

—Lo he oído todo. Te has metido en el auto con el Director Haynesworth.

—¿Cómo lo has sabido?

—Salí a fumar justo después de que te fueras, y lo vi, ¿no te amenazó en el


estacionamiento o algo así?

La cara del Mayor Theon, que sabía que Dante y Raphael estaban casados, tenía una
expresión juguetona en su rostro. Dante respondió con ligereza.

—El Director Haynesworth secuestró completamente a su esposo y lo metió en


el auto.

—Entonces, ¿qué le dijiste?

—Si no escuchas los requerimientos, no hay cena.

—Esas son palabras aterradoras.

Dante se rió por lo bajo. El Mayor Potts giró la cabeza desde el asiento delantero tras
escuchar la conversación entre ambos.

—¿Qué? ¿Ha pasado algo así? ¿Lo seguiste directamente y conseguiste


convencerlo?
Ah… La risa de los dos se volvió incómoda gracias a la persona que aceptó la broma
como un documental.

—Vaya, esto es un problema. Estás fingiendo ser modesto, hago todo lo que
puedo, acudo al Mayor que parece más dócil y hace todo el trabajo sin decirme.
¿Es acaso una broma?

—Cállate… este tipo no lo decía en serio. Fue un malentendido, ¿sabes?

—Sí. Bueno…

El oficial de alto rango rápidamente llevó su mano a la boca para evitar maldecir a
Dante, que era el cónyuge de la persona que estaban hablando. Y es que, incluso los
militares, tendrían que mantener la calma ante una situación inesperada.

—¿Por qué? ¿No sientes herido tu orgullo porque este hombre ha hecho algo
mejor que tú? Deberías protestar oficialmente.

—¿Qué sentido tiene protestar? ¿No te has dado cuenta incluso con escuchar la
conversación de antes? Hace mucho que el Mayor se cambió el apellido a
Haynesworth.

—¿Qué? ¿Qué? ¿De verdad? ¿Se casó con alguien de la familia Haynesworth?

—Sí…

Dante, que estaba en medio de una batalla entre los dos, sudó y miró a su alrededor.
Afortunadamente, el ambiente seguía siendo caótico, por lo que la plática de sus
superiores no fue percibida. Así que debería de revelarlo rápidamente y terminar el
asunto ahora.

—Me casé hace medio año.

—Oh, no me extraña. Cuando te envié el documento antes para que nos


acompañaras, pensé que tenías un apellido extraño. Estaba tan ocupado que no
pude verlo bien. ¿Dijiste que es un Haynesworth?

—Sí. El Director Raphael Haynesworth…

—¿Entonces conoces al Director Haynesworth? ¿Es pariente de tu esposa?

Bueno…

Al final, incluso la gente de su alrededor, que estaba sentada cerca de él, le lanzó una
mirada: «¿Qué está diciendo?» Había una misteriosa atmósfera de vergüenza que sólo
el Mayor Potts desconocía.
—Mayor, en realidad…

—No digas cosas a la ligera, piensa antes de hablar. El director Haynesworth es


su esposo.

En lugar de Dante, su superior Theon tomó la responsabilidad y lo explicó.

—… ¿Qué?

—Nuestro Mayor menos experimentado está casado con el Director


Haynesworth. Su pareja es un hombre, la persona con la que estabas hablando
hace poco.

«¿Qué? ¿En serio? ¿Qué? ¿De verdad?« No pudo emitir ningún sonido, y parecía que
esas palabras estaban escritas en sus ojos, que se habían abierto por la sorpresa. Dante
sonrió modestamente.

—¿Qué? ¿Por qué no me lo dijiste antes?

—Lo siento. Creí que no debía decirlo porque no creía que fuera importante.

—Mayor, ¿por qué lo sientes? Ah, de repente fuiste llamado hoy y nos
acompañaste a la reunión. Además, yo también tengo un poco de culpa, he
intentado decirlo al Mayor Potts varias veces esta mañana. Por eso te dije que
debías cambiar tu costumbre de hablar solo contigo.

El Mayor Theon continuó interrumpiendo a Dante para que no pudiera ser criticado.
Dante acabó aceptando la consideración. Como dijo Raphael, las cosas iban a cambiar.

—Oh, ya veo… Sí… No te he oído bien, así que no tienes que lamentarlo.

El Mayor Potts se rascó la nuca. Su mirada hacia Dante cambió de forma extraña. De
la actitud de ser tratado como un subordinado de una manera cómoda, había una
sensación de consideración antes de hablar y actuar.

—Bueno, entonces, ¿sabes si el Director Haynesworth tiene alguna otra


intención? Lo hemos hablado mientras comíamos. ¿Por qué ofrece tanto…?
¿Intenta patrocinar sin prestar atención a las ganancias o a las pérdidas?

—Es cierto que ha estado pensando desde mucho antes en mejorar el entorno
del Cuerpo Escolar Juvenil. Hay una pérdida en este momento, pero a largo
plazo, planea compensarlo, eventualmente. No tiene ningún motivo oculto, así
que por favor, quédese tranquilo.
—Ahora que lo mencionas, tu esposo está sentado frente a mí, pero no creo que
esté tramando algo. Ah, tal vez porque tú estás detrás del proyecto del
patrocinio… De todos modos, lo entiendo.

El Mayor Potts se adelantó y susurró algo a sus superiores. Cuando sus ojos se
dirigieron hacia Dante, parecía que el Mayor les acaba de decir: «Ese tipo es en
realidad el esposo del Director Haynesworth.”

Sin embargo, sus jefes probablemente reaccionaron como «¿Hasta ahora te


enteraste?» o «¿No lo sabías todavía? ¿No es por eso por lo que lo has traído?”. Todo
el mundo sabe que es el yerno del antiguo Jefe de Estado Mayor, los que llevaban
mucho tiempo en el ejército lo saben muy bien.

—Es un poco lento, pero no tiene mala intención. Es simpático… Acaba de


llegar al Departamento, así que intenta hacerlo bien.

—Sí, lo sé.

Mientras Dante hablaba con su superior, el Mayor Potts volvió a su asiento con una
cara avergonzada y miró a Dante un par de veces más. Sabía que era diferente de los
Mayores que eran viciosos en la escuela. Aún así, era cierto que se volvía un poco
incómodo al actuar así.

Bueno, no habría más enredos después de hoy, ya que el número de pisos de los
edificios es diferente y el trabajo entre los departamentos es completamente distinto.
Justo cuando la hora del almuerzo terminó, la gente de la Fundación Haynesworth
también estaba sentada. Raphael estaba de nuevo en orden y se veía más limpio que
la última vez que Dante lo había visto. Raphael entró y estableció contacto visual con
Dante. Éste giró rápidamente la cabeza para decir que no le prestaría atención, pero
como la historia de su relación acababa de difundirse en la sala de conferencias, todos
se dieron cuenta de su contacto visual.

Raphael se sentó y comenzó con una reunión ligera, comentando que había tenido una
buena comida con el personal militar. Dante miró al frente sin cambiar su expresión,
y sonrió ligeramente cuando los ojos de los demás se dispersaron.

—¿Estás contento?

Sin embargo, no pudo evitar ser sorprendido por la pregunta de su superior que estaba
sentado a un lado de él. La pregunta que le hizo a Dante era un poco juguetona. Dante
respondió en voz baja.

—Sí. Bueno… ¿No es bonito ver a ese pequeño trabajando duro?

—… ¿Es pequeño? Oh, ¿tal vez en perspectiva?


En esta posición, Raphael parecía más alto. Sin embargo, la sensación de que su
cabeza era más alta que la de las demás personas sentadas a su lado era evidente…
Dante, por sus años con él no lo sentía en absoluto, pero la expresión de la persona a
su lado, parecía que era sincero a su manera.

—Es un buen momento para ustedes…

Sí, los recién casados están en su mejor momento. Dante se limitó a mover la cabeza
de lado a lado. La reunión de la tarde se reanudó, y fue Raphael quien se levantó esta
vez. Por esto es que estaba practicando en el auto. Por la mañana, el personal se
encargó de la presentación, y Raphael continuó la discusión. Raphael se dirigió a la
pantalla. Estaba en una posición en la que Dante y su rostro estaban de frente. Una
voz salió de su boca sin ningún guión. En la sala de conferencias, una voz llena y
segura continuó. Incluso después de la presentación, se quedó quieto y respondió a las
preguntas de los militares. Cuando el Director Raphael, se acercó, el Coronel, que
estaba a cargo de los militares, tomó el micrófono.

Raphael, que estaba intercambiando conversaciones, le estrechó la mano.

—Creo que a todos nos sorprendió la sugerencia de la fundación, fue más


radical de lo esperado. Y estoy seguro que todos nos preguntamos, ¿qué
pretende, Director Haynesworth?

Fueron palabras que atravesaron con precisión el ambiente de la sala de conferencias.


Al decirlo, los militares estaban algo desconcertados. Estaba claro que era una buena
propuesta, pero nadie podía entender por qué ofrecía tanto. Todos los militares alzaron
la cabeza.

—Huh, supongo que todo lo que dije y hablé esta mañana fue una estrategia.

—¿… Es así?

—Sí. Todo esto son habilidades de negociación.

En otras palabras, Raphael mantenía una cara neutral frente a los soldados de su padre.
Dante frunció las cejas, recordando a la persona anterior, que revelaba sus
pensamientos en su cara cada vez que hacía algo.

—Como fundación, es una situación en la que tenemos un poco de pérdida,


cierto, porque lo que la Fundación Haynesworth necesita más que una
ganancia financiera en este momento es una historia de éxito, en la mayor
escala posible.

«¿Es la aspiración de la nueva empresa?» Lo que creía que era la ambición de un


joven Director, cambió tras escuchar las siguientes palabras.
—Se necesitan muchas historias de éxito, por eso, cuando personas vengan a
ustedes que realmente necesiten ayuda, no deben de dudar. La investigación de
la Fundación Haynesworth descubrió que había una razón por la que ustedes,
se mostraban reacios a otorgar esa ayuda de forma precipitada. No se puede
confiar apresuradamente en las organizaciones que dan financiamiento, cuando
no se sabe cuándo van a desaparecer, por ese motivo, deben de asegurarse de
tomar una decisión segura para aquellos que necesitan ayuda.

…Ah. Lo que Dante sentía vagamente estaba todo contenido en las palabras de
Raphael. Sus palabras continuaron.

—Quiero ser capaz de contemplar muchas opciones de confianza. Para ello, lo


más eficaz son los precedentes exitosos. Esa es la prioridad de la Fundación
Haynesworth en este proyecto.

—…

Al parecer, la Fundación Haynesworth investigó mucho. Sin embargo, Dante tenía


una vaga idea de las convicciones de Raphael. La propuesta de la fundación era un
apoyo específico que se haría concediendo becas trimestrales y a proporcionar ayuda
específica para la formación continua a través de acuerdos con el Cuerpo Escolar
Juvenil, Colegios Militares y Academias de Policía. Los beneficios de la fundación
aumentan a medida que se apoya a más estudiantes y nacen en cada escuela más
personas con talento. Raphael incluso dijo y explicó tal visión.

Hubo más charlas en el medio. El ambiente no era malo.

—Todo el mundo lo sabe de todos modos, así que hay alguien aquí que me
gustaría escuchar su opinión.

Después de escuchar la historia de Raphael, el Coronel pensó por un momento y se


giró para mirar el escritorio detrás de él.

—Mayor Haynesworth.

—Mayor Dante Haynesworth.

Al escuchar la llamada de su superior, Dante se levantó de su asiento.

—¿No sería su evaluación o su pregunta la más aguda? Vamos a escucharlo.

El personal militar estalló en carcajadas. Por otro lado, la gente de la Fundación


Haynesworth, incluyendo a Raphael, fueron los más nerviosos cuando se mencionó a
Dante.
—Durante todo el tiempo que escuché al Director, pensé que habría estado bien
si existiera un sistema así cuando yo necesitaba una beca en el pasado. Es una
historia que sonará mucho más tentadora para la persona que lo necesita.

Dante se llevó las manos a la espalda. La sala de conferencias se iluminó un poco más.
La luz que se había encendido para enfocar el frente, se encendió en la parte trasera,
percatandose de la situación. Sin embargo, con o sin luz, la persona a la que Raphael
estaba prestando atención, no cambiaba.

—El Director Haynesworth dijo que da ayuda a través de ejemplos, pero ahora
la Fundación no tiene pruebas que puedan ser expuestas tan claramente, así
que me gustaría escuchar su promesa verbal.

—Si es una promesa, que…

—¿Durante cuánto tiempo será sostenible la política que ha dicho?

Dante había dicho “cuando yo necesitaba…”, en ese momento, a menudo agonizaba


durante un tiempo frente a los documentos que ni siquiera sabía de qué estaban
hablando. Si un profesor o instructor de la escuela presentaban una plaza, confiaba
hasta cierto punto y la solicitaba, pero un grupo tan codiciado era demasiado solicitado
y ajustado como para aceptar a todas las solicitudes presentadas y que los estudiantes
recibieran la ayuda. E incluso cuando Dante recibía la beca, era un dinero que no sabía
cuándo iba a desaparecer, así que decidía donde utilizarlo para hacer lo que necesitaba
en ese momento. Y en aquel entonces, su prioridad número uno no era él mismo.
Recibía una cierta cantidad de comida, ropa y alojamiento de la escuela y del Cuerpo
Juvenil, por lo que el dinero lo enviaba a la iglesia.

Entonces se dio cuenta bastante tarde de por qué su madre se lo devolvió con cara
seria, y por qué lo regañaban para que no volviera a hacerlo. Dante tuvo que salir
pronto de la sociedad. El entorno fue un factor importante, pero también se presionaba
a sí mismo. Sus hábitos de niño duraron un tiempo, y tuvo cuidado de no apoyarse en
nadie y trató de salir adelante por sí mismo. Solo hasta que conoció a Raphael.
Raphael, que le enseñó a Dante a depender de alguien, responderá perfectamente a
esta pregunta.

—Si el Director habla de esta forma…

—Sólo va a cambiar.

¿Eh? La absurda respuesta de Raphael atrajo la atención de los demás.

—Este es un modelo inicial, y dado que trabajaremos en él, encontraremos las


mejoras necesarias. Por supuesto, lo iremos mejorando poco a poco. En el
proceso, explicaremos lo suficiente a los estudiantes existentes y prometemos ir
en una mejor dirección. Tendrá que cambiar de acuerdo con las circunstancias
actuales, de acuerdo con sus circunstancias personales, para que este proyecto
dure más tiempo. Así que, respondiendo al Mayor, déjeme comentarle mis
ambiciones.

Continuó con voz firme.

—Cualquiera que llegue por parte de la Fundación continuará hasta que el


proceso de su crecimiento no sea pesado.

—…

—… Todos saben por qué no puedo retractarme de estas palabras.

Raphael miró a Dante fijamente. La calidez que voló frente a él se sintió como si
estuviera sentado frente a él. Las suaves ondas de su corazón continuaron durante un
tiempo. No era una mala sensación. El agua tibia lo empapó hasta los hombros, y la
distancia palpitante en el agua atrapada se mezclaba con la ola que se acercaba.

“Me haces saber tus expectativas para el futuro. Y además, te preocupas por mi
pasado.”

Los elementos que Raphael examinó cuidadosamente, el objetivo de dar prioridad a


los más necesitados y dar confianza a los que estaban obligados a ser precavidos,
fueron dirigidos a lo que Dante nunca pudo tener.

—Mi pregunta ha terminado.

Dante levantó un poco los labios. Al final de la reunión, este tipo de reacción debería
estar bien.

—Gracias.

Dante expresó su sinceridad en esa palabra.

***

—Le pidieron que hiciera una pregunta aguda, ¿no acabas de hacer que tu
esposo se sienta mejor? ¿Has visto eso? Pensé que era una pregunta clave a su
manera.

Con la pregunta de Dante y la respuesta, la reunión concluyó con un final muy cálido.
En primer lugar, el Coronel lo habría señalado con esa intención. Los Mayores,
incluido Dante, se quedaron un poco más en la sala de conferencias, limpiaron sus
asientos y salieron.
El cielo estaba un poco escarlata, Dante, que levantó la vista con la cintura un poco
adolorida, se dio cuenta que había pasado un tiempo. Lo habían llamado para la
reunión por la mañana, pero debido al trabajo, el tiempo se había agotado.

—Mayor.

Mientras salía del edificio, Raphael se acercó a él como si estuviera esperando. Ahora
están fuera del edificio, y el Mayor Potts incluso presentó la relación de Dante y
Raphael delante de los demás, así que este tipo de actos estaban bien. Dante le guiñó
un ojo a Raphael. Raphael sonrió suavemente. Al ver su cambio de 180 grados de la
sala de conferencias, el Mayor Theon exclamó impresionado. De cualquier manera,
Raphael se puso delante de Dante.

—¿Vas a volver a casa ahora?

—No. He venido con otro equipo, así que tengo que volver a mi Departamento
para terminar mi trabajo y saludar.

—Ah, ya veo…

Al parecer tenía una fantasía romántica de salir del trabajo juntos, pero
desgraciadamente, para llegar a ese punto en su trabajo, todavía le faltaba un año en
el Cuartel Central. En ese momento, el Coronel, que estaba a cargo del proyecto, vio
el ambiente entre ambos y gritó: “¡Mayor Haynesworth! ¡Puedes irte primero!” Dante
miró a esa dirección y juntó sus manos.

—Haa…

Fue un suspiro frío como si hubiera tirado toda la tensión restante al suelo. A
continuación, se puso delante de Raphael, cuyos ojos brillaban como cuando lo
esperaba en el vestuario por la mañana. La cara de Dante también mostraba una
expresión que no podía mostrar a ninguno de sus superiores.

—Entonces, Director, lo llevaré a casa.

—De acuerdo… Oh, yo conduciré.

—Está bien. Solo me la pasé sentado todo el día.

Finalmente, Dante se sentó en el asiento del conductor y Raphael en el del copiloto.


Raphael puso la llave del auto en la mano estirada de Dante.

—Dante.

—Sí.
—…Gracias.

—¿Qué quieres decir?

—Ya sabes, la última pregunta.

Dante arrancó el auto sin contestar. En realidad, la última era la respuesta que Raphael
había memorizado de antemano, comenzando con una broma absurda y evocando el
ambiente. Además, Dante había visto a Raphael practicando en casa con antelación.

—Al final, fuiste tú quien hizo un buen trabajo.

El cielo estaba medio azul y medio rojo. Raphael también se sentía así en este
momento. El calor y el afecto que sentía a su lado eran cálidos, y temía que sus
sentimientos en respuesta a él fueran demasiado intensos. Incluso ahora, el corazón
latía hasta el punto de doler. La persona perfecta y amable a la que ama tenía este
efecto secundario. Incluso de haber prometido el resto de su vida a él, no podía olvidar
la sensación de estar enamorado desde la primera vez que lo vio.

—¿Cómo estuve hoy?

Así que siempre anhelaba la certeza de Dante como ahora. La sonrisa juguetona, que
enamoró a Raphael, de 24 años, sugirió en su boca.

—Raffy, hiciste un buen trabajo. Fue bastante conmovedor.

—Ah, es suficiente…

Era agradable llamar y bromear diciendo “Director y Mayor”, pero eso era todo. Como
era de esperar, lo mejor era llamarlo cariñosamente como “Raffy.”.

—Has trabajado duro.

El auto estacionado se salió de su lugar y atravesó la valla. Ahora el trabajo del


Director Haynesworth y el Mayor Haynesworth está realmente terminado.

—Sentí que habías hecho tanto que no podía aceptarlo por completo. Pero
ahora me siento tranquilo.

—¿Tranquilo?

—El día en que Leone se enteró que salía contigo, me dijo que te usara como
respaldo, ya sabes, porque eres un Haynesworth. En ese momento le dije que
no hablara tonterías. Pero hoy, parece que estoy haciendo las cosas que él me
dijo. Gracias a ti, salí hoy del trabajo.
—Es una buena sensación, pero sé que el Capitán no podrá usar a su beneficio
aunque pongas a mi padre, o a mí, detrás de ti.

—…El hijo del Jefe del Estado Mayor del Ejército se desempeñó bien bajo mi
mando.

—Por supuesto. Pero a pesar de estar en el ejército lo abandoné y mi padre me


echó de la casa. Además, a mi padre realmente le importa Dante, no un idiota
que no cumplió con sus expectativas. Eres el héroe que evitó un ataque
terrorista. Tienes todos los requisitos para servir en el ejército, y no habrá
nadie más que Dante que tenga esta vida asfixiante debido a mi apellido.

Cielos, Raphael suspiró como si estuviera escuchando a su padre. El regaño fue


demasiado largo hoy…

—Entonces, ¿quieres que abuse de mi poder?

—Capitán, no será un problema si haces lo mejor posible, así que asegúrate de


usarlo.

Las manos en el volante estaban llenas de fuerza.

—Ja, bien. Dormiremos en habitaciones separadas a partir de hoy. Solo vamos


a hacerlo. No puedes llorar porque estoy siguiendo tus palabras, así que voy a
abusar un poco de mi poder.

—¡Oh no a mí! ¡Del ejército! ¡Sólo en el ejército!

Mientras Raphael corregía apresuradamente sus palabras, la casa de la pareja de recién


casados comenzó a aparecer a la distancia. Dante le dio una palmadita en el hombro
de Raphael.

—Lo usaré cuando lo necesite. Tampoco soy estúpido.

—Lo sé. Dante es un hombre muy inteligente.

Y, tal vez el camino que Dante estaba tomando era en realidad demasiado inteligente.

—Pero a veces prefiero ser más confiable y ser más amable en vez de una
persona inteligente.

—Eso lo sé muy bien. Y lo eres, Dante se preocupa por mí más de lo que lo


hago yo.

El coche entró en la casa. En el callejón poco iluminado, las farolas se encendieron


una a una. Los dos abrieron la puerta del auto y se bajaron. La persona que se bajó
primero del asiento del copiloto se dirigió a la puerta principal, encendió la luz y
esperó a la persona que salió del asiento del conductor. Ambos se colocaron delante
de la puerta, abrieron la puerta con la llave y entraron juntos. El repentino encuentro
que se produjo durante el trabajo y la hora era desconocido, pero el proceso era
familiar debido a los innumerables recuerdos que tenían juntos de camino a casa desde
el trabajo.

El interruptor iluminó la casa que tenía las luces apagadas. En el interior de la casa,
los rastros que dejaron los dos por la mañana seguían intactos. Una manta en el sofá
un poco desordenada, ya que Dante estaba sentado esperando a Raphael, dos tazas de
café lo suficientemente grandes para colocarlas en la mesa, y la puerta del vestidor
abierta porque había olvidado cerrarla.

Raphael agarró a Dante, que estaba a punto de desabrocharse el uniforme militar y


entró.

—Capitán, ¿quieres que nos tomemos una foto? Para conmemorar que hoy nos
hemos encontrado en el trabajo.

—¿Eh? Sí, de acuerdo.

En cuando se concedió el permiso, Raphael corrió y se aferró a él. El teléfono, con la


aplicación de la cámara abierta, estaba sostenido por sus largos brazos y estirado
frente a ellos. La foto comenzó con una selfie ordinaria mientras sonreían.

‘—Hay que tomar una foto con expresión seria, como si el Director y el Mayor
se acabaran de conocer.’

Lo que dijo se convirtió en un selfie con una expresión firme en su rostro.

—Uh, de este Ángulo… De acuerdo.

Luego, con el teléfono puesto sobre la mesa y el temporizador activado, se tomaron


otra foto con los dos colocando sus manos cerca de sus rostros y sus manos haciendo
la señal de “paz”, y más tarde, como si estuvieran haciendo una presentación
maravillosa. En la escena, Dante estaba aplaudiendo con fuerza y su rostro era de
orgullo, mientras que Raphael estaba de pie como si acabara de anunciar una noticia
increíble. Todas estas fotos se incluyeron en el álbum.

El sol se había puesto completamente y había llegado la hora de la oscuridad. Mientras


los dos se colocaron ropa cómoda y ver un programa de televisión después de cenar,
ahora mismo ambos se reían y se movían de forma brusca en el sofá con lágrimas en
los ojos. Hacía mucho tiempo que ninguno de los dos no reía tan fuerte hasta el punto
de tener dolor de estómago. La causa fueron las fotos con extrañas expresiones
faciales que habían sido guardadas en el álbum de fotos de Raphael de su teléfono.
Después de reír un rato, Raphael cambió la primera foto de los dos sonriendo en su
fondo de pantalla.

—Ah, fue divertido.

—Para mí también.

—En el futuro, ¿volveremos a encontrarnos en el trabajo como hoy?

—No hay nada que haya pasado dos veces.

Debe haber muchas coincidencias, pero tal vez se encontrarán de nuevo a través de
tales coincidencias.

—Raphael, si participas en un evento nacional, te acompañaré como


guardaespaldas ceremonial.

—Eh, muy, muy bien. ¡Quiero mirar al Capitán con un traje de


guardaespaldas!

En la mente de Raphael, llegó una imagen de Dante usando un traje negro


mientras colocaba la mano en su oído. El traje negro resalta aún más la
estrecha cintura y las largas piernas de Dante. En un evento público, como el de
hoy, disfrutaría al maravilloso Dante como su guardaespaldas, y cuando la
noche se haya adentrado, podrá pasar el tiempo privado con el hombre frente a
él…

—Raphael, ¿estás seguro de que puedes subir hasta el punto de recibir un


tratamiento protocolario? Recuerda que si el Comando de Guerra Especial da
a un veterano del ejército a alguien como guardaespaldas, esa persona tiene que
ser igual de importante. Ese lugar está reservado para los hombres
importantes. Un joven Director de la Fundación Haynesworth, que acaba de
empezar… ¿Crees que lo concederán?

—Oh… voy a trabajar al máximo. Ah, y voy a celebrar cuando Dante sea una
estrella.

—Eso es bueno. Eso es… Voy a tener que trabajar mucho más duro.

Dante también tenía un largo camino por recorrer para convertirse en un General.
Había muchas cosas que aprender, todavía quedaban las vacaciones anuales y los
logros que había por acumular… En el transcurso de ese tiempo, Raphael estará al
final de cada día en el camino a casa después del trabajo, a veces de un viaje de
negocios y en el camino de regreso de un día de trabajo difícil. Raphael había corrido
mucho para encontrarse con Dante. Raphael fue quien le dio a Dante expectativas y
alegría para el futuro.

Y Dante fue la fuerza motriz para que Raphael avanzara hacia ese futuro. Bajo un
gran marco de fotos de boda sonriendo cara a cara, los dos estaban juntos con una
mirada similar a la de ese momento.

Romantic Captain Darling, FIN

Palabras finales Lady Moon: ¡Estoy tan feliz de haber terminado esta novela! Es la
primera vez que traduzco una novela entera, voy a extrañar a estos dos hombres, al
pequeño cachorro y al Capitán (T_T), se ha convertido en una de mis novelas
favoritas, gracias por leer hasta aquí esta hermosa historia.

¡Gracias a las poquitas personas que comentan, son gratificantes sus comentarios!
¡Nos leemos en la próxima novela! ¡Sé que les gustará!

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