Etnografia Analisis
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Escuela de Antropología
Etnografía General
Y EXPRESIÓN DEL YO
Estudiante: Profesora:
29.557.321
patrones permanentes. Este concepto puede compararse con el de Chiribo (2002), quien lo
entre los jóvenes, es una forma de escritura del cuerpo y de configuración del discurso de la
castigo. Hoy en día, los tatuajes son una forma popular de expresión personal y se ven de
sociedad actual, y la gente los usa para mostrar su cultura, herencia e identidad personal. Sin
embargo, la práctica del tatuaje plantea cuestiones importantes sobre la apropiación cultural,
elementos culturales e identitarios, así como los significados simbólicos que se les atribuyen.
El estudio tiene como objetivo explorar la relación entre los tatuajes y la construcción de la
El tatuaje se puede utilizar como una forma de expresión cultural porque es una forma
de arte corporal que ha existido en diferentes culturas durante siglos. Los tatuajes pueden
tener un significado simbólico y representar la identidad cultural, las creencias religiosas, los
puede ser una forma de mostrar orgullo y afirmación cultural, se puede entender que un
tatuaje “modifica el aspecto físico de un individuo a voluntad propia, lo cual podría generar
2015, pág. 106). Al exhibir diseños tradicionales y técnicas de tatuaje específicas de una
cultura, las personas pueden celebrar su herencia y compartir su identidad cultural con el
mundo “El hecho de que el tatuaje sea un texto simbólico de carácter colectivo lo convierte
de forma sensible y externa a través del simbolismo social.” (Walzer, 2015, p.3)
El individuo marca su cuerpo con el tatuaje, para identificarse así mismo de otro o
comunicar aspectos de su vida de diferentes índoles, hacen que su cuerpo sea un espacio
cuestión. Son sin duda instrumentos de seducción, pero más aún un modo ritual de afiliación
espacio de contra poder que se antepone a los cánones establecidos por el sistema que
gobierna a los cuerpos, en esos espacios el cuerpo deja de ser cosificado y se lo ve como un
sujeto, donde se puede realizar modificaciones, en este caso el tatuaje pasa a ser un símbolo
donde se desvincula del concepto impuesto por la sociedad y los sistemas de poder, que se
pretendía en los inicios. El tatuaje le permite contraponerse a las normativas lógicas del
decir cuerpo donde es sorteado a los nuevos dispositivos de control que se implementan para
dar directrices de que es bueno, normal, adecuado estilístico, entre otros. (Kosut, 2015)
Sin embargo, es importante tener en cuenta que los tatuajes también pueden ser
significado cultural.
su valor simbólico original, para convertirlos en algo superficial y lucrativo; estos elementos
siendo “... por las cuales esa población ha sido oprimida o reprimida a lo largo de la historia,
en especial, a raíz de la colonización.” (Bonet et al, 2020, p.5). La apropiación cultural es una
gracias a las redes sociales y a los “trending”. Esto puede contradecir un poco el hecho del
uso del tatuaje como medio de individualización identitaria, dado que varios sujetos pueden
tatuarse el mismo diseño por estar de moda, pero “el tatuaje pueda conllevar cierto grado de
lucir un tatuaje” (Rojo, 2015, pág. 69). Pero a la vez el individuo consume y se realiza una
Aunque los diseños pueden ser similares, los significados sociales del tatuaje difieren
tradicionales, el tatuaje nunca se considera un fin en sí mismo, sino que siempre está asociado
puede existir sin perder la conexión con la comunidad y el cosmos. (Le Breton, 2013)
En contraste, en nuestras sociedades, los tatuajes son una forma de expresión personal
que individualiza y marca a un individuo, sin tener un vínculo directo con la comunidad y el
cosmos como en las sociedades tradicionales. Los tatuajes son una decisión personal que no
afecta al estatus social, aunque sí pueden indicar la presencia de una individualidad única
libertad, es decir, donde el individuo decide sobre su vida.” (Le Breton, p.28)
Cada tatuaje evoca un ritual de paso en la vida tanto en el tatuado como en tatuador,
son parte de la capacidad del sujeto para transformarse y poder ser único en relación con los
demás, portando su material simbólico en forma de arte corporal para mostrar una
evolución y transformación de los sentidos subjetivos tanto del que porta el tatuaje como del
que lo ve.
apariencia social. Dicha subjetividad integra, en las producciones subjetivas de cada espacio
social concreto, una miscelánea de procesos subjetivos que tienen su génesis en otros
Sin embargo, esa producción subjetiva no se formó apenas por la forma en que
sentidos subjetivos, los cuales, a su vez, están configurados en torno a relaciones de poder,
códigos y valores dominantes en esos espacios sociales, que penetran de diferentes formas en
Así pues, la subjetividad social no es una instancia supraindividual que existe más allá
que se instalan en los sistemas de relaciones sociales y que se actualiza en los patrones y
sentidos intangibles que caracterizan las relaciones entre personas que comparten un mismo
espacio social.
Se ha tomado el tatuaje como un símbolo, debido a su naturaleza particular ya que el
existe por medio del sujeto, el cual le da un valor independiente dentro del significado de
cada marca en la piel, un solo tatuaje, jamás tendrá un solo significado, tendrá como mínimo
tres significados, lo que significa para el que se hizo el tatuaje, lo que representa para el que
modifica al sujeto y lo que aparenta para las personas que ven el dibujo plasmado en la piel,
de acuerdo con la anterior afirmación, la piel tatuada como lenguaje simbólico interviene en
posibilidad de una lectura sólo del dibujo, la imagen podría interpretarse bajo un mismo
p.55)
El dolor del tatuaje es un rasgo común en los seres humanos, en menor o mayor
medida. Es importante conocer la subjetividad que aborda este aspecto en el tatuaje, por
razones emocionales que le lleva a insertar diseños en su piel, causándole dolor físico. El
dolor tiene diferentes formas de aparecer en el ser humano y por consiguiente saber el motivo
del dolor en el tatuaje es importante. El dolor visto según el libro de Antropología del dolor
de Le Breton (1995), dice que “El dolor siempre apresa al sujeto en medio de la maraña de
una historia personal. Oscila entre el dolor de vivir y el dolor del cuerpo, uniéndose uno al
otro de manera sutil y necesaria, o a veces de manera loca y cruel” (p. 67).
persona fuerte, que resiste el sufrimiento y podía superar otras pruebas de vida, se podría
decir que era un tipo duro que ha pasado adversidades. A esto Le Breton (2013) expresa lo
siguiente:
Los tiempos, sin embargo, han cambiado y ya no valoran el hacer gala de resistencia
y aguante. Nuestras sociedades temen el dolor y lo combaten con todo tipo de analgésicos. El
tatuaje, no obstante, sigue siendo doloroso pues su realización exige tiempo e invade la carne
(p. 20).
los rituales, la historia y las tradiciones de una comunidad en particular. Se explora la relación
entre los tatuajes y la construcción de la identidad individual y grupal, destacando cómo los
tatuajes pueden ser una forma de expresión cultural y una forma de mostrar orgullo y
afirmación cultural. Se enfatiza el aspecto social subjetivo de los tatuajes, ya que están
influenciados por las relaciones de poder, los códigos dominantes y los valores dentro de los
espacios sociales.
Los tatuajes son vistos como un lenguaje simbólico que comunica múltiples
significados, tanto para el individuo que se hace el tatuaje como para quienes lo perciben. El
acto de tatuarse permite a los individuos marcar su cuerpo y comunicar diversos aspectos de
su vida, a la vez que sirve como ritual de filiación y separación. Sin embargo, la moda de los
tatuajes y el potencial de apropiación cultural pueden desafiar la noción de los tatuajes como
un medio de identidad individual. A pesar de esto, los tatuajes continúan siendo una poderosa
forma de autoexpresión y una forma de que las personas se conecten con sus comunidades y
culturas.
En general, los tatuajes juegan un papel importante en la construcción de identidades
personales y colectivas, sirviendo como representación visual del patrimonio cultural y las
experiencias individuales
BIBLIOGRAFÍA
Ballén, J., & Castillo, J. (2015). La práctica del tatuaje y la imagen corporal. Revista