10 Agua
10 Agua
10 Agua
El agua es una molécula inorgánica compuesta por dos átomos de hidrógeno y uno de
oxígeno. Es vitalmente imprescindible, ya que forma parte de todos nuestros tejidos en mayor
proporción que cualquier otro elemento.
• Lactantes. El agua representa un 75% del peso total del cuerpo de un lactante. El
porcentaje disminuye progresivamente desde el nacimiento hasta la vejez, una reducción que
se acentúa en los diez primeros años de vida.
• Adultos . El agua representa un 60% del peso total del cuerpo de un hombre adulto, y un
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50% del cuerpo de una mujer adulta.
• Ancianos . El agua representa entre un 40% y un 50% del peso total del cuerpo de un
anciano, según si es hombre o mujer.
Uno de los aspectos a tener en cuenta es que el porcentaje de agua disminuye a mayor
cantidad de grasa corporal. Es importante mantener la cantidad adecuada de agua en el
organismo en cada etapa vital.
Las funciones del agua son posibles por el equilibrio mantenido en su entrada en el organismo,
es decir, por el balance hídrico.
• 300 ml/día proceden de la reutilización del agua producida durante el metabolismo celular.
● Orina y heces. Por esta vía, en condiciones normales, se pierden de 700 a 2.300 ml/día.
● Sudoración. A través de la piel se producen unas pérdidas alrededor de 500 ml/día.
● Respiración. La salida de agua a causa de la ventilación es de unos 500 ml/día.
Generalmente, una pérdida de tan solo un 8% del agua del cuerpo (unos 4 litros) es suficiente
para provocar una enfermedad grave. En cambio, en el caso de las proteínas (segundo
elemento más importante del organismo) el margen de pérdida posible es aproximadamente
de un 15%. La cifra aumenta hasta un 90% para el elemento más prescindible, la grasa.
La cantidad recomendada de agua al día asciende a los ocho vasos. No obstante, algunos
defienden que se deberían tomar 28,35 ml por kg de peso. Es decir, si pesas 80 kg, deberías
beber 2,27 litros de agua al día, unos diez vasos.
Por ejemplo, los deportistas y las mujeres embarazas o en periodo de lactancia deben
aumentar el consumo de agua. De la misma manera, dichas necesidades aumentan ante casos
de fiebre, sudoración, diarreas y vómitos y resfriados con mucosidad abundante.
Las frutas, verduras y zumos son los alimentos con mayor contenido de agua, así como la leche
y el yogur. Las bebidas alcohólicas no son aptas para la hidratación del organismo, bien al
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contrario, su ingesta contribuye a la deshidratación.
El organismo no es capaz de almacenar agua. Por ello, la cantidad de líquidos perdidos deben
reponerse a diario. Aunque se puede llegar a sobrevivir hasta cuatro semanas sin comer, no se
puede estar más de 72 horas sin beber agua.
A pesar de poder beber ad libitum, los individuos tienden a cubrir insuficientemente sus
necesidades de líquidos. El inicio de la sed tiene lugar a través de mecanismos fisiológicos y
relacionados con la percepción.
El deseo de beber inducido por razones fisiológicas y conductuales resulta de una deficiencia
de agua que permite a las personas recuperar sus pérdidas de fluidos durante periodos cortos
de tiempo. La ingestión voluntaria de una bebida está condicionada por varios factores,
estando especialmente influenciada por las preferencias culturales.
Es importante tomar agua antes de que aparezca esta sensación que, además, aparece
disminuida en niños, enfermos y ancianos, por lo que estos colectivos deben estar
especialmente atentos.
Deshidratación crónica
La deshidratación suele provocar hambre y no sed, porque hubo un tiempo histórico en el que
casi todos los alimentos contenían agua. Así pues, nuestro cuerpo está programado para ver la
comida como una fuente de agua y envía un mensaje de hambre, cuando en realidad tiene
sed.
Hoy en día la mayoría de alimentos procesados no contienen apenas agua. Así que, si tenemos
sed y tomamos un alimento bajo en contenido de agua, seguimos con la misma carencia.
En conclusión, si el cuerpo no recibe el agua que necesita seguirá estando hambriento y hará
que comas innecesariamente.
• bebe agua cuando tengas hambre, para ver si en realidad tenías sed; • bebe dos vasos de
agua nada más levantarte; • bebe un vaso de agua antes y durante las comidas; • bebe mucha
agua por la noche, así reducirás o eliminarás las ganas nocturnas de comer.
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HIDRATACIÓN
Hay personas que, habitualmente, beben muy poca agua. Para cambiar y pasar a tomar la
cantidad recomendada, se pueden seguir algunos consejos:
• Añadir al agua algunas gotas de limón o lima recién exprimidos, jengibre o menta.
• Tomar infusiones.
• Consumir habitualmente frutas y verduras, porque contienen un 90% de agua. Dos piezas de
fruta y dos de verdura aportan 0,5 litros de agua.
RESUMEN
• El agua es una molécula inorgánica compuesta por dos átomos de hidrógeno y uno de
oxígeno. Es vitalmente imprescindible, ya que forma parte de todos nuestros tejidos en mayor
proporción que cualquier otro elemento.
• Las funciones del agua son posibles por el equilibrio mantenido en su entrada en el
organismo, es decir, por el balance hídrico. Principalmente, su acceso al cuerpo se consigue
por medio de la ingesta de líquidos y alimentos, además de por la producción del agua durante
el metabolismo celular.
ESPACIO DIDÁCTICO
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Contesta las siguientes preguntas y practica las bases teóricas de este capítulo. No olvides
analizar y responder de acuerdo a lo que entendiste.
1. ¿Qué es el agua?
2. Explica por qué motivos el agua es esencial desde una perspectiva nutricional.
SOLUCIONARIO
CAPÍTULO 10
1. ¿Qué es el agua? El agua es una molécula inorgánica compuesta por dos átomos de
hidrógeno y uno de oxígeno. Es vitalmente imprescindible, ya que forma parte de todos
nuestros tejidos en mayor proporción que cualquier otro elemento.
2. Explica por qué motivos el agua es esencial desde una perspectiva nutricional. Desde una
perspectiva nutricional, el agua es esencial por varios motivos: • es un reactivo químico; •
ayuda a eliminar toxinas; • regula la temperatura corporal; • previene el estreñimiento.
3. ¿Por qué vías se produce la pérdida de agua? La pérdida de agua se produce por: orina,
sudoración y respiración, heces.
Algunas pautas a seguir para dar solución a la deshidratación crónica son: • bebe agua cuando
tengas hambre, para ver si en realidad tenías sed; • bebe dos vasos de agua nada más
levantarte; • bebe un vaso de agua antes y durante las comidas; • bebe mucha agua por la
noche, así reducirás o eliminarás las ganas nocturnas de comer.
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