Parcial Psicopato
Parcial Psicopato
Parcial Psicopato
Psiquiatría:
Coyuntura socio histórica del origen
Revolución francesa (1789). Libertad, igualdad y fraternidad como ideales.
- El psiquiatra se desprende de la medicina y actúa ante una necesidad social.
Estudia las diferentes formas de sufrimiento psíquico; el psiquismo está siempre en
conflicto - el malestar es inevitable.
- El alienado mental es el “loco”
- La institución asilar comienza a buscar la libertad
Paradigmas
1- Alienación mental. Pinel
- Causa moral
- Estado en el momento
- Diagnósticos: manía, melancolía, demencia, ilotismo.
2-Enfermedad mental (1820)- Falret y Kraepelin
- LNSM.
- DDHH que no se tenían en cuenta.
- Desmanicomialización como objetivo.
- Fases. Diacronía (evolución)
- Causa orgánica
- Paralelismo psicofísico
- Enfermedad mental: aquella que obedece a leyes (regularidad: sucesión de fases)
- Cae el paradigma porque el lugar de la causa orgánica queda vacío.
3-Estructuras psicopatológicas. Freud
- Nacimiento del Psicoanálisis. Vida cotidiana.
- La causa no es orgánica: es sexual.
TP 1: Etica y Pathos
✓ ¿Qué es la psicopatología? El pensamiento psicopatológico ¿es uno o es plural? ¿Dónde
empieza lo anormal? ¿Qué se considera patológico? ¿A partir de cuándo alguien “está
loco”? ¿Cómo estudiar al psiquismo enfermo? ¿Qué es el sufrimiento psíquico? ¿Cómo
acceder a él? ✓ Los diferentes discursos sobre el padecimiento mental. La antinomia
normal-patológico y salud-enfermedad en psiquiatría, psicoanálisis y salud mental:
distintos momentos históricos, constitución de saberes y crisis. Diferentes éticas que
subyacen a las prácticas en salud mental: la ética del bien universal, ética del control y la
adaptación, ética del deseo y el bien decir. No hay clínica sin ética, no hay saber sin poder.
Universalidad del pathos, particularidades de los tipos clínicos, singularidades subjetivas.
El sufrimiento afecta cada uno de los seres hablantes en tanto no pueden liberarse de ese
cáncer lenguajero, de ese parásito que es la palabra (Lacan). Las vidas humanas parecen
regidas más bien por la evitación del displacer que por su ganancia (Freud).
Esta idea de situación psíquica o situación libidinal es más propicia para pensar las
modalidades de soportar la vida que, en determinado momento, alguien pudo encontrar y
que adquieren la forma de presentaciones diferenciales del malestar, modos distintos de
habitar el lenguaje, de vivir con otros. No puede encasillárselas en diagnósticos tomados
como etiquetas, que hablarían por sí mismos de la gravedad, el riesgo o el pronóstico del
caso. No se trata tampoco de modos estáticos, sino que sufren modificaciones, hay crisis y
nuevos ordenamientos que requieren de un diagnóstico fundado en una lectura cuidadosa
de las coordenadas de cada situación en su singularidad: el padecer, sus causas, las crisis, la
relación con los otros, en el contexto de una historia personal y social marcada por distintas
elecciones sabidas y no sabida
Según la OMS «La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no
solamente la ausencia de afecciones o enfermedades»
ARTÍCULO 4º.- Las adicciones deben ser abordadas como parte integrante de las políticas
de salud mental. Las personas con uso problemático de drogas, legales e ilegales, tienen
todos los derechos y garantías que se establecen en la presente ley en su relación con los
servicios de salud.
ARTÍCULO 5º.- La existencia de diagnóstico en el campo de la salud mental no autoriza en
ningún caso a presumir riesgo de daño o incapacidad, lo que sólo puede deducirse a partir
de una evaluación interdisciplinaria de cada situación particular en un momento
determinado
DSM IV
Cada trastorno mental es conceptualizado como un síndrome o un patrón
comportamental o psicológico de significación clínica, que aparece asociado a un malestar
(p. ej., dolor), a una discapacidad (p. ej., deterioro en una o más áreas de funcionamiento) o
a un riesgo significativamente aumentado de morir o de sufrir dolor, discapacidad o
pérdida de libertad.
Además, este síndrome o patrón no debe ser meramente una respuesta culturalmente
aceptada a un acontecimiento particular (p. ej., la muerte de un ser querido). Cualquiera
que sea su causa, debe considerarse como la manifestación individual de una disfunción
comportamental, psicológica o biológica.
Los conocimientos actuales indican que hay mucho de «físico» en los trastornos «mentales»
y mucho de «mental» en los trastornos «físicos»
Como último rasgo de una cultura, apreciamos el modo en que se regulan los vínculos
recíprocos entre los seres humanos y la medida en que la cultura se edifica sobre la
renuncia de lo pulsional, el alto grado en que se basa en la no satisfacción (mediante
sofocación, represión) de poderosas pulsiones.
Dos orígenes del sentimiento de culpa: la angustia frente a la autoridad y, más tarde, la
angustia frente al superyó. La primera compele a renunciar a satisfacciones pulsionales; la
segunda esfuerza, además, a la punición, puesto que no se puede ocultar ante el superyó la
persistencia de los deseos prohibidos
Noum organum: tiene su base en el funcionamiento cerebral pero una vez producido por la
acción simultánea de nuestra doble naturaleza (alma y cuerpo) prosigue luego su evolución
particular. A consecuencia de la acción combinada ficha antes, las ideas y los sentimientos
del hombre en estado de salud y enfermedad se transforman en causa de nuevas ideas o
sentimientos, los que a su vez engendran otros por un encadenamiento sucesivo:
Teoría de la Resultante psíquica. Porque en ese movimiento incesante de la mente sobre sí
misma, el primer resultado producido se convierte en causa de nuevos efectos secundarios,
terciarios, etc. Esto explica la diversidad y complejidad de los fenómenos psíquicos.
Propone que la lesión que debe estudiarse en las enfermedades mentales es la de la parte
afectiva de nuestro ser; la de los sentimientos y de las inclinaciones.
Es necesario penetrar profundamente en la intimidad de la naturaleza intelectual y moral;
remontarse al pasado de los alienados, seguir la afección en su desarrollo desde su origen
más lejano hasta el periodo en el que se observa.
Siglo XIX
Avances en la realización de las autopsias, se erige una medicina sustentada en el método
anatomoclínico, de cuya ejecución se desprende una determinada semiología, que permite
arribar a diagnósticos diferenciales
Esto significó una mutación esencial para la historia de la medicina occidental, ya que a
fines del siglo XVIII nace lo que se conoce como medicina moderna. La mirada positiva del
médico funda a la enfermedad como objeto del conocimiento
La psiquiatría, del siglo XVIII, intenta seguir los mismos preceptos que habían llevado a los
progresos de la medicina de la época: la clínica debía ser objetiva, con criterios claros y
estandarizados. Las enfermedades serán plurales, variadas y diferenciables. Lo patológico
halla un fundamento en la anatomía. La experiencia clínica deviene mirada anatomoclínica.
Se abandona entonces la noción de unicidad de la alienación mental precedente
Falret
- fue uno de los más destacados impulsores de los cambios en la psiquiatría de la época,
sobre todo a nivel del método
- propone considerar la evolución de la enfermedad en el tiempo, la secuencia de fases que
atraviesa y que pueden distinguirse a partir de la identificación de signos, detalles clínicos,
cuya configuración particular y su fondo mórbido específico permiten diferenciar a una
enfermedad de otra.
La mirada sincrónica del primer paradigma es sustituida por una mirada diacrónica
Vemos así cómo se va instituyendo un nuevo consenso en el abordaje de la patología
mental: el de la enfermedad mental entendida como una entidad clínico-evolutiva, en la
cual una serie de índices semiológicos aparecen en determinada sucesión temporal
Presta especial importancia a lo que constituye el fondo mórbido de la enfermedad, su
coloración más allá de los síntomas llamativos.
Distingue así entre
- síntomas básicos o de fondo: permanecen a lo largo del curso evolutivo de la
enfermedad y son esenciales para el diagnóstico
- síntomas de superficie: se imponen con mayor facilidad a la observación,
Aquí el síntoma no tiene valor propio, no tiene valor en sí mismo, aislado, sino que debe ser
ponderado junto con otros
Esto marca una clara distinción con respecto al paradigma anterior, en el que se sugería
dejar evolucionar a la enfermedad de acuerdo a su curso, sin intervenir.
Falret propicia más bien una intervención activa en la detección de los signos previamente
detectados y que constituyen la semiología que el médico intenta localizar en el enfermo
La esquizofrenia es una alteración que persiste durante por lo menos 6 meses e incluye por
lo menos 1 mes de síntomas de la fase activa
Los síntomas característicos (Criterio A) pueden conceptualizarse como pertenecientes a
dos amplias categorías:
- los positivos reflejan un exceso o distorsión de las funciones normales
- los negativos reflejan una disminución o pérdida de las funciones normales.
La paranoia
- enfermedad endógena o constitucional, de causas internas,
- sistema delirante, duradero, inamovible, de desarrollo insidioso y de aparición
por causas internas, acompañado por un perfecto mantenimiento de la claridad
y orden de pensamiento, voluntad y proceder (diferencia con la DP).
- se suele producir una transformación profunda de la concepción total de la vida
y es a esa "dislocación" [Verrückung] del criterio respecto al medio ambiente,
que se desearía caracterizar con el nombre de "paranoia" [Verrücktheit].
Demencia precoz
Enfermedad mental caracterizada por el debilitamiento temprano y progresivo de las
distintas esferas de la personalidad hasta su completa abolición en la fase terminal.
El inicio está signado por una tonalidad depresiva junto con una perturbación de la
voluntad y de la afectividad. Y en menor medida, del curso del pensamiento.
Es endógena (el tratamiento es calmar el síntoma )
Serie de cuadros clínicos cuya característica común consiste en una evolución signada por
debilidades peculiares:
- indiferencia afectiva (hebefrénica)
- pérdida volitiva (catatónica)
- deterioro del juicio (paranoide)
Aspectos que, a su vez, resultan decisivos para establecer el diagnóstico diferencial con la
paranoia. Están conectados entre sí por transiciones fluidas.
Deterioro de la personalidad y falta del sentimiento intenso de la vida.
Paranoia
Grupo de casos donde un sistema inquebrantable y duradero se desarrolla gradualmente a
la vez que se conserva por completo la presencia del entendimiento y el orden del curso
del pensamiento.
TP 3: Psicodinamismo y esquizofrenia
✓ La concepción psicodinámica de la enfermedad mental. Fundamentos de la crítica de
Bleuler al criterio clínico-evolutivo y a la demencia precoz. Definición de esquizofrenia.
Síntomas fundamentales (cardinales) y accesorios; síntomas primarios y secundarios:
características y ejemplos. El concepto de “reacción” y el rol de lo psicógeno. Utilización de
los conceptos freudianos.
Bleuler-La esquizofrenia
- Crítica la evolución en fases: puede retroceder, avanzar y detenerse.
- Diferencias de grado
- Puede haber esquizofrenia sin síntomas: latente
- Criterio psicopatológico descriptivo: leyes del proceso primario (condensación y
desplazamiento) y liberación de los complejos afectivos.
La esquizofrenia
Punto de vista anatómico: en todos los casos severos de esquizofrenia se constatan
modificaciones anatomopatológicas en el cerebro. La intensidad de tales modificaciones se
corresponde con la gravedad de los síntomas primarios, tales modificaciones tienen un
carácter crónico en los casos de evolución crónica, y un carácter agudo durante el curso de
los brotes agudos de la enfermedad. La esquizofrenia es así no sólo una entidad clínica,
sino al mismo tiempo una entidad anatomopatológica
En todas las formas de esquizofrenia, encontramos un trastorno particular de pensamiento
caracterizado por un relajamiento de las asociaciones habituales.
En la esfera afectiva constatamos un ostensible trastorno, que, en los casos graves, puede
ser tan acusado que durante años no se detecte la mínima manifestación de los afectos.
Los enfermos llevan una vida puramente vegetativa, incluso sin preocuparse de su propio
cuidado
En los casos menos graves estos síntomas son menos acusados, pero en el fondo se trata
solamente de diferencias de grado
Los síntomas catatónicos se encuentran de forma pronunciada casi únicamente en las
esquizofrenias o como mucho en las formas mixtas
En cada fase evolutiva la enfermedad puede permanecer estacionaria o incluso mejorar.
Antes y después de cada brote agudo hay un periodo de evolución crónica; e incluso en los
casos que, aparentemente, evolucionan de una manera de lo más lenta y regular, la
posibilidad de un brote agudo jamás puede excluirse. Debido a esto, la intensidad y la
gravedad de la enfermedad son enormemente variables
La demencia manifiesta de orden esquizofrénico puede ser identificada por el hecho de
que las asociaciones falsas e insólitas se producen en gran cantidad, el interés hacia el
mundo exterior se modifica o falta por completo, y la vida afectiva está como bloqueada
La esquizofrenia es una afección fisiógena, es decir, de base orgánica. Sin embargo, posee
tal superestructura psicógena que la gran mayoría de los síntomas manifiestos de esta
enfermedad, como son las alucinaciones y las ideas delirantes, así como todo el modo de
comportarse del enfermo, se derivan de factores y mecanismos psicológicos
La esquizofrenia, por un lado, tiene en común con las psicosis orgánicas la existencia de
síntomas directamente derivados de un proceso cerebral, y por otro, con las neurosis, la
evolución de síntomas psicógenos sobre la base de una constitución particular.
TP 4: Psicopatología freudiana
✓ Discontinuidad del psicoanálisis con el campo de la Psiquiatría y la Psicopatología de la
época. Observación clínica de la psiquiatría (mirada, signo semiológico, causa supuesta en lo
orgánico) y escucha clínica analítica (escucha, posición del oyente y configuración del relato.)
✓ La posición analítica y la posición del psiquiatra. Novedad freudiana con respecto al
síntoma y a la causa. El síntoma en psiquiatría y en psicoanálisis: índice natural Vs. formación
de compromiso resultado de un proceso de elaboración inconsciente (formación sustitutiva/
satisfacción sustitutiva). ✓ Distinción entre inhibición, síntoma y angustia. Funciones del
síntoma: ganancia de la enfermedad, refugio en la enfermedad y resistencia a la curación;
beneficio primario, beneficio secundario y necesidad de castigo. La función de la fantasía en
la posición neurótica. Diferentes satisfacciones en juego en el síntoma: sustitutivas, yoicas,
paradojales (satisfacción en la renuncia). El punto de vista metapsicológico en el abordaje
freudiano: tópico, dinámico, económico.
Por el análisis de los síntomas tomamos conocimiento de las vivencias infantiles en que la
libido está fijada y desde las cuales se crean los síntomas. Lo sorprendente reside en que
estas escenas infantiles no siempre son verdaderas. Más aún: en la mayoría de los casos no lo
son, y en algunos están en oposición directa a la verdad histórica.
Causación de la neurosis:
Formacion del sintoma en el caso de la neurosis histérica
La fijación libidinal del adulto, que hemos introducido en la ecuación etiológica de las
neurosis como representante del factor constitucional, se nos descompone ahora, por
tanto, en otros dos factores: la disposición heredada y la predisposición adquirida en la
primera infancia
La constitución sexual hereditaria nos brinda una gran diversidad de disposiciones, según
que esta o aquella pulsión parcial, por sí sola o en unión con otras, posea una fuerza
particular. La constitución sexual forma con el vivenciar infantil otra «serie
complementaria», en un todo semejante a la que ya conocimos entre predisposición y
vivenciar accidental del adulto
Punto de vista económico: No podemos menos que decirnos lo siguiente: el conflicto entre
dos aspiraciones no estalla antes que se hayan alcanzado ciertas intensidades de investidura,
por más que pre existieran las condiciones de contenido. De igual manera, la importancia
patógena de los factores constitucionales depende de cuánto más de una pulsión parcial
respecto de otra esté presente en la disposición
Síntoma:
- indicador de un proceso patológico.
- no puede ser ya descrito como un proceso en el yo.
Angustia:
- se nos presenta como algo que sentimos y que es displacentero
- implica un acto de descarga (motora, que afecta los órganos respiratorios y el
corazón), y la percepción de dicha descarga.
Relación entre formación de síntomas y angustia: el síntoma está para eludir la angustia.
Relación de la inhibición (que implica desviación de la libido) con la angustia: se inhibe la
función porque cumplirla sería angustioso.
TP 5: Psicosis
✓ Clínica freudiana de las psicosis. Coordenadas clínicas del caso Schreber: segunda
enfermedad, motivo de internación, coyuntura del desencadenamiento, presentación
hipocondríaca inicial y modificaciones, distintos momentos en la elaboración del delirio
(persecución, grandeza). Diferentes tipos de manifestaciones: proceso mórbido, normalidad
conservada, intentos de restitución. El delirio como intento de autocuración en la paranoia.
La paranoia como defensa frente al deseo homosexual (etiología sexual y fijación al
narcisismo). El problema de la especificidad del mecanismo de formación de síntomas y de
la represión: proyección no patognomónica, represión por desasimiento (tres tiempos), “lo
cancelado dentro retorna afuera”. Neurosis narcisistas vs neurosis de transferencia:
introversión de la libido en el yo, introversión de la libido en la fantasía. El caso de la
melancolía: identificación al objeto y severidad del superyó, el factor de la desmezcla
pulsional, diferencias con el duelo, sentimiento de culpa. Reformulaciones a partir de la
segunda tópica: la proyección como sobre-investidura de las interpretaciones del
inconsciente. Pérdida de realidad en neurosis y en psicosis. Diferencias entre la reacción
inicial y los intentos de resarcimiento. El problema de la negación.
✓ Clínica de las psicosis en Lacan. Críticas al concepto de homosexualidad como factor
etiológico: causalidad significante. Lo rechazado en lo simbólico retorna en lo real. Distintas
modalidades de retorno en lo real: fenómenos de cadena rota, disolución imaginaria y
regresión tópica al estadio del espejo. La forclusión del Nombre-del-Padre como
circunstancia de la posición subjetiva. Posición con respecto al padre: rechazo de la
impostura paterna. Coyuntura y estructura del desencadenamiento. La solución de Schreber
y sus componentes: goce transexualista de la imagen, metáfora delirante, el amor a su mujer,
el lugar del testimonio, papel del ideal, asíntota.
Analogía con:
- enfermedad orgánica: El enfermo retira sobre su yo sus investiduras libidinales para
volver a enviarlas después de curarse. Libido e interés yoico tienen aquí el mismo destino y
se vuelven otra vez indiscernibles
- hipocondría: se exterioriza, al igual que la enfermedad orgánica, en sensaciones
corporales penosas y dolorosas, y coincide también con ella por su efecto sobre la
distribución de la libido. El hipocondríaco retira interés y libido de los objetos del mundo
exterior y los concentra sobre el órgano que le atarea.
la hipocondría es a la parafrenia, aproximadamente, lo que las otras neurosis actuales son a
la histeria y a la neurosis obsesiva; vale decir, depende de la libido yoica, así como las otras
dependen de la libido de objeto; la angustia hipocondríaca sería, del lado de la libido yoica, el
correspondiente de la angustia neurótica
- Vida amorosa: Las pulsiones sexuales se apuntalan al principio en la satisfacción de las
pulsiones yoicas, y sólo más tarde se independizan de ellas; ahora bien, ese apuntalamiento
sigue mostrándose en el hecho de que las personas encargadas de la nutrición, el cuidado y
la protección del niño devienen los primeros objetos sexuales: son, sobre todo, la madre o su
sustituto.
Duelo
- Es la reacción frente a la pérdida de una persona amada o una abstracción que haga
sus veces la patria, la libertad, un ideal.
- Trae consigo graves desviaciones de la conducta.
- El mundo se hace pobre y vacío:
- Pérdida del interés por el mundo exterior, en todo lo que no recuerdo al muerto, la
pérdida de la capacidad es escoger algún nuevo objeto de amor, perdida respecto de
cualquier trabajo productivo que no tenga relación con la memoria del muerto
- Consciente de la pérdida: la energía vuelve al yo para poder ponerla en otro sujeto
- Reconocimiento de la ausencia
- El duelo que no se tramita es un duelo patológico
- Prima la satisfacción narcisista de seguir vivo
Melancolía
- Se singulariza en lo anímico por una desazón profundamente dolida
- Cancelación del interés por el mundo exterior
- Pérdida de la capacidad de amar
- Inhibición de toda productividad
- Rebaja en el sentimiento de si que se exteiortiza en autoreproches y
autodenigraciones y se extrema hasta una delirante expectativa
- El yo se hace pobre y vacío
- La pérdida es reprimida, sustraída de la consciencia
- Identificación con el sujeto perdido
- Se generan reproches hacia el yo. Conciencia moral (se cree culpable)
El duelo muestra los mismos rasgos que la melancolía excepto uno; falta en él la
perturbación del sentimiento de sí. Tienen en común:
- Ambivalencia
- Pérdida de objeto
- Inhibición de todas las funciones (apetito sexual, ganas de comer, ganas de hablar)
- Pérdida del interés
- Profundo dolor
Las neurosis de transferencia se generan porque el yo no quiere acoger ni dar trámite motor
a una moción pulsional pujante en el ello, o le impugna el objeto que tiene por meta. En
tales casos, el yo se defiende de aquella mediante el mecanismo de la represión; lo reprimido
se revuelve contra ese destino y, siguiendo caminos sobre los que el yo no tiene poder
alguno, se procura una subrogación sustitutiva que se impone al yo por la vía del
compromiso: es el síntoma. El yo encuentra que este intruso amenaza y menoscaba su
unicidad, prosigue la lucha contra el síntoma tal como se había defendido de la moción
pulsional originaria, y todo esto da por resultado el cuadro de la neurosis.
El yo entra en conflicto con el ello, al servicio del superyó y de la realidad; de ahí la
descripción válida para todas las neurosis de trasferencia
Igualmente fácil nos resulta tomar, de nuestra previa intelección del mecanismo de las
psicosis, ejemplos referidos a la perturbación del nexo entre el yo y el mundo exterior. En la
amentia de Meynert —la confusión alucinatoria aguda, acaso la forma más extrema e
impresionante de psicosis—, el mundo exterior no es percibido de ningún modo, o bien su
percepción carece de toda eficacia." Normalmente, el mundo exterior gobierna al ello por
dos caminos: en primer lugar, por las percepciones actuales, de las que siempre es posible
obtener nuevas, y, en segundo lugar, por el tesoro mnémico de percepciones anteriores que
forman, como «mundo interior», un patrimonio y componente del yo. Ahora bien, en la
amentia no sólo se rehusa admitir nuevas percepciones; también se resta el valor psíquico
(investidura) al mundo interior, que hasta entonces subrogaba al mundo exterior como su
copia; el yo se crea, soberanamente, un nuevo mundo exterior e interior, y hay dos hechos
indudables: que este nuevo mundo se edifica en el sentido de las mociones de deseo del
ello, y que el motivo de esta ruptura con el mundo exterior fue una grave frustración de un
deseo por parte de la realidad
Acerca de otras formas de psicosis, las esquizofrenias, se sabe que tienden a desembocar en
la apatía afectiva, vale decir, la pérdida de toda participación en el mundo exterior. Con
relación a la génesis de las formaciones delirantes, algunos análisis nos han enseñado que el
delirio se presenta como un parche colocado en el lugar donde originariamente se produjo
una desgarradura en el vínculo del yo con el mundo exterior
La etiología común para el estallido de una psiconeurosis o de una psicosis sigue siendo la
frustración, el no cumplimiento de uno de aquellos deseos de la infancia, eternamente
indómitos, que tan profundas raíces tienen en nuestra organización comandada
filogenéticamente. Esa frustración siempre es, en su último fundamento, una frustración
externa. En el caso individual, puede partir de aquella instancia interna (dentro del superyó)
que ha asumido la subrogación del reclamo de la realidad Ahora bien, el efecto patógeno
depende de lo que haga el yo en semejante tensión conflictiva: si permanece fiel a su
vasallaje hacia el mundo exterior y procura sujetar al ello, o si es avasallado por el ello y así se
deja arrancar de la realidad. Pero esta situación en apariencia simple se complica por la
existencia del superyó, quien, en un enlace que aún no logramos penetrar, reúne en sí
influjos del ello tanto como del mundo exterior y es, por así decir, un arquetipo ideal de
aquello que es la meta de todo querer-alcanzar del yo: la reconciliación entre sus múltiples
vasallajes.
Podemos postular provisionalmente la existencia de afecciones en cuya base se encuentre
un conflicto entre el yo y el superyó. El análisis nos da cierto derecho a suponer que la
melancolía es un paradigma de este grupo, por lo cual reclamaríamos para esas
perturbaciones el nombre de «psiconeurosis narcisistas».
La neurosis de transferencia corresponde al conflicto entre el yo y el ello, la neurosis
narcisista al conflicto entre el yo y el superyó, la psicosis al conflicto entre el yo y el mundo
exterior
La negación. Freud
- Rechazo, por proyección, de una ocurrencia que acaba de aflorar.
Tomamos la libertad, para interpretar, de prescindir de la negación y extraer el contenido
puro de la ocurrencia. Es como si el paciente hubiera dicho en realidad lo contrario.
En el neurótico, lo desestimado es el sentido correcto de la nueva representación obsesiva.
Por tanto, un contenido de representación o de pensamiento reprimido puede irrumpir en la
conciencia a condición de que se deje negar. La negación es un modo de tomar noticia de lo
reprimido; en verdad, es ya una cancelación de la represión
Por medio del símbolo de la negación, el pensar se libera de las restricciones de la represión
y se enriquece con contenidos indispensables para su operación.
La función del juicio tiene, en lo esencial, dos decisiones que adoptar. Debe atribuir o
desatribuir una propiedad a una cosa, y debe admitir o impugnar la existencia de una
representación en la realidad.
El juzgar es la acción intelectual que elige la acción motriz, que pone fin a la acción tentativa
que significa el pensamiento mismo, y conduce del pensar al actuar
El juzgar es el ulterior desarrollo, acorde a fines, de la inclusión dentro del yo o la expulsión de
él, que originariamente se rigieron por el principio de placer. Su polaridad parece
corresponder a la oposición de los dos grupos pulsionales que hemos supuesto. La
afirmación —como sustituto de la unión— pertenece al Eros, y la negación —sucesora de la
expulsión—, a la pulsión de destrucción. El gusto de negarlo todo, el negativismo de muchos
psicóticos, debe comprenderse probablemente como indicio de la desmezcla de pulsiones
por débito de los componentes libidinosos. La operación de la función del juicio se posibilita
únicamente por esta vía: que la creación del símbolo de la negación haya permitido al
pensar un primer grado de independencia respecto de las consecuencias de la represión y,
por tanto, de la compulsión del principio de placer