Libro - de - Los - Muertos. Analisis

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 9

Libro de los muertos

El Libro de los muertos es el nombre moderno de un texto funerario


del Antiguo Egipto que se utilizó desde el comienzo del Imperio
nuevo (hacia el 1540  a.  C.) hasta el 60  a.  C., tras la caída de
Egipto.1 ​

El nombre egipcio original para el texto, transliterado rw nw prt m


hrw,2 ​ es convencionalmente traducido por los egiptólogos como
Libro de la salida al día,3 4​ ​ o ‘Libro de la emergencia a la
luz’.Nota 1 ​ El texto consistía en una serie de sortilegios mágicos
destinados a ayudar a los difuntos a superar el juicio de Osiris,
asistirlos en su viaje a través de la Duat, el inframundo, y viajar al
Aaru, en la otra vida. El Juicio de Osiris representado en el Papiro de
Hunefer (ca. 1275 a. C.). Anubis, con cabeza de
El Libro de los muertos era parte de una tradición de textos chacal, pesa el corazón del escriba Hunefer contra la
funerarios iniciada por los más antiguos Textos de las pirámides y pluma de la verdad en la balanza de Maat. Tot, con
Textos de los sarcófagos, que se inscribían sobre muros de tumbas o cabeza de ibis, anota el resultado. Si su corazón es
en los féretros, y no sobre papiros. Algunos de los sortilegios del más ligero que la pluma, a Hunefer se le permite pasar
Libro de los muertos fueron extraídos de estos textos antiguos y a la otra vida. Si no es así, es devorado por la
datan del III  milenio  a.  C., mientras que otras fórmulas mágicas expectante criatura quimérica Ammyt, compuesta por
fueron compuestas más tarde en la historia egipcia y datan del Tercer partes de cocodrilo, león e hipopótamo. Viñetas como
período intermedio (siglos  XI-VII  a.  C.). Algunos de los capítulos esta eran muy comunes en los libros de los muertos
que componían el libro se siguieron inscribiendo en paredes de egipcios.
tumbas y sarcófagos, tal y como habían sido los sortilegios desde su
origen. El Libro de los muertos se introducía en el sarcófago o en la
cámara sepulcral del fallecido.

No existía un único y canónico Libro de los muertos. Los papiros supervivientes contienen una variada selección de textos
religiosos y mágicos y difieren notablemente en sus ilustraciones. Algunas personas encargaban sus propias copias del libro,
tal vez con una selección de los sortilegios que consideraban más importantes para su propia progresión en la otra vida. El
Libro de los muertos fue comúnmente escrito con jeroglíficos o escritura hierática sobre rollos de papiro, y a menudo ilustrado
con viñetas que representan al difunto y su viaje al más allá.

Origen y formación Libro de la Salida al Día


en jeroglífico
El Libro de los muertos se desarrolló como parte de
una tradición de manuscritos funerarios que datan
del Imperio Antiguo. Los primeros textos funerarios fueron los Textos de las
Pirámides, usados por primera vez en la pirámide de Unis, el último faraón de la
dinastía V, hacia el 2400 a. C.5 ​Estos textos se grababan en las paredes de las cámaras
sepulcrales del interior de las pirámides y eran para uso exclusivo del faraón y, a partir
de la dinastía VI, también de su consorte. Los Textos de las Pirámides se escribieron
en un estilo de jeroglíficos poco usual, pues muchos de los ideogramas que representan
humanos y animales se dejaron incompletos o se dibujaron con mutilaciones, muy
Textos de las Pirámides para el
probablemente para evitar causar cualquier daño al faraón muerto.1 ​ El propósito de
faraón Pepy I, procedentes de su
los Textos de las Pirámides era ayudar al faraón fallecido a ocupar su lugar entre los
pirámide en Saqqara y hoy en el
dioses, en particular a reunirse con su padre divino Ra. En este temprano período de la
Museo Petrie de Londres.
historia egipcia, el más allá se situaba en el cielo, en lugar del inframundo descrito en
el Libro de los muertos.1 ​ Hacia el final del Imperio Antiguo los Textos de las
Pirámides dejaron de ser un privilegio exclusivamente real y fueron adoptados por los gobernadores regionales y otros
funcionarios de alto rango.

En el Imperio medio surgió un nuevo tipo de texto funerario, los Textos de los sarcófagos, que usaban una nueva versión del
lenguaje, nuevos sortilegios y, por primera vez, ilustraciones. Los Textos de los sarcófagos se inscribieron comúnmente en las
caras internas de los féretros, aunque ocasionalmente se han hallado en las paredes de las tumbas o en papiros.1 ​Estos textos
estaban a disposición de particulares adinerados, con lo que así aumentó enormemente el número de personas que podían
esperar tener otra vida en el más allá. Este proceso ha sido descrito como «la democratización del más allá».4 ​

El Libro de los muertos se desarrolló inicialmente en la ciudad de Tebas hacia comienzos del Segundo período intermedio,
alrededor del 1650 a. C. La primera aparición conocida de los hechizos contenidos en este libro son los textos del sarcófago de
la reina Montuhotep, de la dinastía XVI, en el que los nuevos salmos fueron incluidos junto con pasajes más antiguos de los
Textos de las Pirámides y los Textos de los sarcófagos. Algunos de los hechizos introducidos en este momento parecen tener
un origen anterior, caso de la rúbrica para el sortilegio 30B, que afirma que fue descubierta por el príncipe Dyedefhor durante
el reinado de Micerino, muchos cientos de años antes de lo que atestigua el registro arqueológico.6 ​

Hacia la dinastía XVII el Libro de los muertos se había extendido no solo para los miembros de la familia real, sino también
para otros cortesanos y funcionarios. En esta etapa los sortilegios se inscribían comúnmente sobre los sudarios de lino en los
que eran envueltos los difuntos, y en ocasiones también han sido hallados sobre sarcófagos y papiros.3 ​

Durante el Imperio nuevo se desarrolló y expandió considerablemente el uso del Libro de los muertos. El famoso capítulo 125,
el "Pesaje del corazón", aparece por vez primera en los reinados de Hatshepsut y Tutmosis III, c. 1475 a. C. A partir de este
período, el Libro de los muertos se escribió normalmente en un rollo de papiro y el texto se ilustró con viñetas. Durante la
dinastía XIX en particular las viñetas se hicieron de gran riqueza, con preeminencia sobre el texto.7 ​ En el Tercer período
intermedio el Libro de los muertos comenzó a aparecer en escritura hierática además de en los tradicionales jeroglíficos. Los
rollos hieráticos fueron una versión más barata, producidos en papiros más pequeños y con solo una pequeña viñeta en
principio. En la misma época muchos enterramientos usaban otros textos funerarios, como el Libro del Amduat.8 ​

Durante las dinastías XXV y XXVI el Libro de los muertos se actualizó, revisó y estandarizó. Los sortilegios fueron
ordenados y numerados por primera vez, dando lugar a la versión que hoy llamamos «Recensión saíta» por la Dinastía Saíta.
En el Período tardío y el Ptolemaico el Libro de los muertos se mantuvo sobre la base de esta revisión, aunque cada vez más
abreviada hacia el final del período Ptolemaico. Aparecieron nuevos textos funerarios, como los Libros de las Respiraciones o
el Libro del Recorrido de la Eternidad. El Libro de los muertos se dejó de usar en el siglo I a. C., aunque algunos vestigios
artísticos inspirados por este indican que se siguió usando en época romana.9 ​

Sortilegios
El Libro de los muertos se compone de una serie de
textos individuales acompañados de ilustraciones.
La mayoría de sus capítulos comienzan con la
palabra ro, que puede significar boca, habla, un
capítulo de libro, pronunciación o sortilegio. Esta
ambigüedad refleja la similitud de pensamiento en
egipcio entre el discurso ritual y el poder mágico.11 ​
12 ​ En el contexto del Libro de los muertos se suele
traducir como «capítulo» o «sortilegio», y de ambas
maneras serán referidos aquí.
El místico Sortilegio 17, del Papiro de Ani. La viñeta superior ilustra, de
izquierda a derecha, al dios Heh como una representación del mar, una
En la actualidad se conocen 192 sortilegios,13 ​
puerta de entrada al reino de Osiris, el Ojo de Horus, la vaca celestial
aunque ningún manuscrito individual los contiene
Mehet-Weret y una cabeza humana emergiendo de un féretro custodiado
todos. Sirven a una gran cantidad de propósitos.
por los cuatro Hijos de Horus.10 ​
Algunos están destinados a dar al fallecido
conocimientos místicos en el más allá, o
identificarlos a ellos con los dioses, caso del sortilegio 17, una oscura y larga descripción del dios Atum.14 ​Otros son encantos
para garantizar que las diferentes partes de un fallecido fan preservadas y reunidas, o también para otorgar al muerto el control
sobre el mundo que le rodea. Algunos protegen al difunto de fuerzas hostiles o lo guían a través de los obstáculos del
inframundo. Los más famosos son los capítulos referidos al juicio de Osiris en el ritual del "Pesaje del corazón".

Los textos y las imágenes del Libro de los muertos eran tanto mágicos como religiosos. La magia era una actividad tan
legítima como el rezo a los dioses, aun cuando la magia estaba dirigida a influir en los propios dioses.15 ​ De hecho, para los
antiguos egipcios hay poca diferencia entre las prácticas mágicas y religiosas.11 ​ El concepto de magia, heka, estaba
íntimamente ligado a la palabra escrita y hablada, por lo que el acto de pronunciar un ritual era una acción de creación;16 ​ la
acción y la pronunciación se consideraban lo mismo.11 ​El poder mágico de las palabras se extendió a las palabras escritas. Los
egipcios creían que los jeroglíficos eran un invento del dios Tot y gozaban de poder, pues también transmitían toda la fuerza de
un sortilegio.16 ​Esto era efectivo incluso cuando el texto se acortaba u omitía, como ocurre en los rollos tardíos del Libro de
los muertos y en los que las imágenes gozaban de mayor protagonismo.17 18 ​ ​Los egipcios también creían que conocer el
nombre de algo les daba poder sobre ello, por lo que el Libro de los muertos dotaba a su propietario de los nombres místicos
de muchas de las entidades que se encontraría en el más allá y de poder sobre ellas.19 ​

Los sortilegios del Libro de los muertos hacen uso de varias técnicas mágicas que también podían ser usadas en otras áreas de
la vida egipcia. Algunos son para amuletos mágicos que podían proteger a los muertos de cualquier daño. Además de ser
representados en los papiros del Libro de los muertos, estos sortilegios han aparecido en amuletos envueltos junto con la
momia.15 ​La magia diaria hacía uso de un gran número de amuletos. Diferentes artículos que estaban en contacto directo con
el cadáver en la tumba, como el soporte de la cabeza, también tenían valor de amuleto.20 ​Otros sortilegios también se refieren
a las creencias egipcias sobre el poder mágico y curativo de la saliva.15 ​

Organización

Casi todos los ejemplares del Libro de los muertos eran únicos, pues contenían una selección distinta de sortilegios de todo el
corpus de textos disponible. Durante la mayor parte de su historia el libro no tuvo orden o estructura definida.3 ​De hecho,
desde el temprano estudio de Paul Barguet de 1967 sobre los temas comunes entre los diferentes textos,21 ​ los egiptólogos
concluyeron que no había ninguna estructura interna.22 ​Fue solo desde el Período Saíta (la dinastía  XXVI) en adelante
cuando se dotó al libro de organización.23 ​

Los Libros de los muertos de la época Saíta tienden a organizar los capítulos en cuatro secciones:

Capítulos 1-16 El difunto entra en la tumba, desciende a los infiernos y el cuerpo recupera el movimiento y
el habla.

Capítulos 17-63 Explicación del origen mítico de los dioses y los lugares, los fallecidos son obligados a vivir
de nuevo a fin de que puedan surgir, nacer, con el sol de la mañana.

Capítulos 64-129 Los fallecidos viajan a través del cielo en el arca solar como uno de los muertos benditos.
Por la noche descienden al inframundo para presentarse ante Osiris.

Capítulos 130-189 Tras haber sido reivindicado, el fallecido asume poder en el universo como uno de los
dioses. Esta parte también incluye diversos capítulos sobre amuletos protectores, provisión de comida y
lugares importantes.22 ​

Conceptos egipcios de la muerte y el más allá


Los sortilegios del Libro de los muertos reflejan las creencias egipcias sobre la naturaleza de la muerte y el más allá, por lo que
es una fuente vital de información acerca de las creencias egipcias sobre esta materia.

Preservación

Según las creencias egipcias, un efecto de la muerte era la desintegración de los kheperu, o
modos de existencia,24 ​ por lo que los rituales funerarios servían para reintegrar estos
diferentes aspectos del ser. La momificación preservaba y transformaba el cuerpo físico en un
sah, una forma idealizada con aspectos divinos.25 ​El Libro de los muertos contiene sortilegios,
como el 154, destinados a preservar el cuerpo del fallecido y muchos de ellos debían ser
recitados durante el proceso de momificación.26 ​El corazón, considerado como aspecto del ser
con inteligencia y memoria, también era protegido con sortilegios, y si se daba el caso de que
el corazón físico hubiera resultado dañado, era común enterrar escarabeos enjoyados junto al
cuerpo para servir como su reemplazo. El ka, la fuerza vital, permanecía en la tumba con el
cuerpo muerto y requería el sustento de las ofrendas de comida, agua o incienso. En el caso de
que los sacerdotes o los familiares no incluyeran estas ofrendas, el sortilegio 105 aseguraba la
Representación del ba, uno
satisfacción del ka.27 ​
de los componentes del
espíritu humano.
El nombre del fallecido, que constituía su individualidad y era requerido para su existencia
continua, era escrito en varios lugares a lo largo del libro y el sortilegio 25 se cercioraba de que
el difunto recordaba su propio nombre.28 ​ El ba era la fuerza anímica del muerto y era este,
representado como un ave con cabeza humana, el que podía «salir al día» desde la tumba. Los sortilegios 61 y 89 actuaban
para preservarlo.29 ​ Finalmente, la sombra del difunto era salvaguardada por los sortilegios 91, 92 y 188.30 ​ Si todos estos
aspectos de la persona se preservaban, saciaban y recordaban de distintas maneras, entonces el difunto podía vivir en la forma
de un Aj, un espíritu bendecido con poderes mágicos que podía morar entre los dioses.31 ​

Más allá

La naturaleza del más allá que disfrutaban los fallecidos es difícil de definir, sobre todo por las diferentes tradiciones dentro de
la antigua religión egipcia. En el Libro de los muertos los difuntos eran llevados ante la presencia del dios Osiris, deidad
confinada en la Duat del inframundo. Había sortilegios destinados a que el Ba o el Aj del fallecido se unieran a Ra en el viaje
por el cielo en su barca solar y le ayudara a luchar contra Apep.32 ​Además de la unión con los dioses, el Libro de los muertos
también describe a los muertos vivientes en el «Campo de Juncos», una versión paradisíaca, abundante y exuberante del
Egipto real,33 ​ en la que había campos, cosechas, ríos, animales y gente. Al fallecido se lo veía encontrándose con la Gran
Enéada, un grupo de dioses, así como con sus propios parientes. Aunque el Campo de Juncos se entendía como placentero y
generoso, allí era necesario trabajar, razón por la cual en los enterramientos se incluían numerosas pequeñas estatuas llamadas
ushebti que iban inscritas con sortilegios, también incluidos en el Libro de los muertos, y cuya función era hacer cualquier
trabajo manual que el fallecido necesitara en la otra vida.34 ​Los difuntos no solo iban al lugar en que moraban los dioses, sino
que también adquirían características divinas, razón por la que en el Libro de los muertos se les menciona en numerosas
ocasiones como «El Osiris-[nombre]».

En el registro superior, Ani y su esposa encaran las «Siete puertas de la Casa de Osiris». A continuación, se encuentran diez de los
veintiún «Misteriosos portales de la Casa de Osiris en el Campo de Juncos». Todos están protegidos por temibles guardianes.35 ​

Según describe el Libro de los muertos, el camino hacia el más allá estaba plagado de dificultades. A los fallecidos se les
requería atravesar una serie de puertas, cavernas y montañas vigiladas por criaturas sobrenaturales y aterradoras36 ​ que iban
armadas con enormes cuchillos. Son representadas con formas grotescas, normalmente con cuerpos humanos y cabezas
animales, o con la combinación de diferentes bestias. Sus nombres, como por ejemplo «El que vive entre las serpientes» o «El
que baila en sangre», son igualmente grotescos. Estas criaturas debían ser pacificadas con la recitación de los sortilegios
adecuados incluidos en el Libro de los muertos, destinados a eliminar su amenaza e incluso pasar a gozar de su protección.37
Otro tipo de criaturas sobrenaturales eran los «asesinos», que mataban a los injustos en nombre de Osiris. El Libro aleccionaba
a su propietario para escapar de su atención.38 ​Además de estas entidades sobrenaturales, había otras amenazas de animales
reales o imaginarios, como cocodrilos, serpientes o escarabajos.39 ​

Juicio

Si todos los obstáculos de la Duat eran salvados, el fallecido era juzgado en el ritual del "Pesaje del corazón", descrito en el
famoso Sortilegio 125. El fallecido era guiado por el dios Anubis ante la presencia de Osiris, donde debía jurar que no había
cometido ningún pecado de una lista de 42,40 ​ mediante la recitación de un texto conocido como la «Confesión Negativa».
Entonces el corazón del difunto era pesado en una balanza contra la diosa Maat, que encarnaba la verdad y la justicia. Esta
diosa era a menudo representada como una pluma de avestruz, el signo jeroglífico de su nombre.41 ​ En este punto existía el
riesgo de que el corazón del difunto diera testimonio y revelara los pecados cometidos en vida, aunque el sortilegio  30B
prevenía esto. Si la balanza permanecía en equilibrio significaba que el fallecido había llevado una vida ejemplar, tras lo que
Anubis lo llevaría hasta Osiris y podría encontrar su sitio en el más allá, convirtiéndose en maa-kheru, que significa
«reivindicado», o «justo de voz».42 ​ Si el corazón no estaba en equilibrio con Maat, lo esperaba la temible bestia Ammyt, la
Devoradora, lista para engullirlo y mandar la vida de la persona en el más allá a un cercano y poco placentero final.43 ​

Esta escena no es solo remarcable por su intensidad, sino porque también es uno de los
pocos pasajes del Libro de los muertos con un contenido moral explícito. El juicio del
difunto y la Confesión Negativa eran una representación del código moral
convencional que rigió la sociedad egipcia. Mientras que los Diez Mandamientos de la
ética judeocristiana son normas de conducta establecidas por revelación divina, la
confesión negativa es más una aplicación de lo divino en la moralidad diaria.44 ​

Las opiniones difieren entre los egiptólogos sobre hasta qué punto la Confesión Ritual del "Pesaje del corazón" por
Negativa representa una moral absoluta, con la pureza ética necesaria para el progreso parte de Anubis, Sortilegio 125 del
en la otra vida. John Taylor señala que los textos de los sortilegios 30B y 125 sugieren Papiro de Ani.
una aproximación pragmática a la moralidad. Previniendo al corazón de contradecir
con verdades inconvenientes, parece que el difunto podía entrar en el más allá, aunque
su vida no hubiera sido enteramente pura.43 ​Ogden Goelet dice que «sin una existencia moral y ejemplar, no había esperanza
para un exitoso más allá», mientras que Geraldine Pinch sugiere que la Confesión Negativa es esencialmente similar a los
sortilegios protectores de los demonios, y el éxito del "Pesaje del corazón" dependía más del conocimiento místico de los
verdaderos nombres de los jueces que de la correcta conducta moral del fallecido.45 ​

Creación de un Libro de los muertos


Un papiro del Libro de los muertos era creado por escribas, a los que la gente se los
encargaba en preparación de su propio funeral, o por familiares de alguien recién
fallecido. Eran artículos caros, pues una fuente da un precio de un deben de plata para
un rollo del Libro,46 ​ más o menos el salario anual de un trabajador.47 ​ El papiro en sí
era costoso y en muchas ocasiones se reutilizaba para el papeleo cotidiano y también
para crear un Libro de los muertos, creando palimpsestos.48 ​

La mayoría de propietarios de Libros de los muertos eran miembros de la élite social, e


inicialmente solo estaban reservados para los componentes de la familia real. Más tarde
han sido hallados en las tumbas de escribas, sacerdotes y funcionarios. Sus poseedores
solían ser hombres, y generalmente las viñetas incluyen también el retrato de sus
esposas. Si en los primeros tiempos de la creación del Libro de los muertos había solo
una copia perteneciente a una mujer por diez pertenecientes a hombres, durante el
Tercer período intermedio dos tercios correspondían a mujeres y en la etapa ptolemaica
Detalle de una hoja del Papiro de
un tercio de los libros elaborados con escritura hierática tenían propietarias
Ani, en escritura jeroglífica cursiva.
femeninas.49 ​

Las dimensiones de un Libro de los muertos variaban ampliamente, pues los más cortos rondan un metro mientras que los más
largos se acercan a los 40 metros. Están creados con hojas de papiro unidas cuya anchura varía de los 15 a los 45 cm. Los
escribas que los elaboraban ponían bastante más cuidado en su escritura que en la de los documentos mundanos, y tenían gran
cuidado de enmarcar el texto en sus márgenes y así evitar escribir en las uniones de las hojas. Las palabras peret em heru,
«salida al día», aparecen algunas veces en el reverso de los papiros, tal vez actuando como un título.48 ​ Normalmente los
Libros eran prefabricados en los talleres funerarios y en ellos se dejaban espacios en blanco para añadir después el nombre del
fallecido.50 ​ Por ejemplo, en el Papiro de Ani, el nombre de «Ani» aparece en la parte superior o inferior de una columna, o
inmediatamente después de una rúbrica para introducirlo a él como el pronunciador de un bloque de texto. Su nombre aparece
manuscrito en el resto del papiro, aunque en algunos casos está mal escrito o ni siquiera aparece.47 ​

El texto de un Libro de los muertos del Imperio nuevo estaba normalmente escrito en jeroglíficos en cursiva, de izquierda a
derecha y en algunos casos de derecha a izquierda. Los jeroglíficos se disponían en columnas separadas por líneas negras, una
disposición muy similar a la de los textos grabados en paredes de tumbas y monumentos. Las ilustraciones se disponían en
viñetas encima, debajo o entre las columnas de texto, aunque las de mayor tamaño ocupan todo un papiro.51 ​Las tintas para el
texto eran tanto negras como rojas, con independencia de si se trataba de jeroglífico o escritura hierática, aunque predominaba
el color negro y el rojo se reservaba para títulos de sortilegios, aperturas y cierres de capítulos, instrucciones para realizar los
hechizos correctamente o los nombres de criaturas peligrosas como el dios Apep.52 ​La tinta negra se elaboraba con carbón y
la tinta roja con ocre, en ambos casos aglutinados con agua.53 ​
A partir de la dinastía XXI se encuentran más copias de Libros
elaborados con escritura hierática, similar a la de otros manuscritos
del Imperio nuevo, elaborados con líneas horizontales anchas. A
menudo la anchura de las líneas está en proporción con la de la hoja
de papiro, y ocasionalmente los Libros de los muertos en hierático
contienen también partes en jeroglífico. El estilo y naturaleza de las
viñetas usadas para ilustrar los Libros difieren ampliamente, pues
algunos contienen ricas ilustraciones en color que en determinados
casos llegan a incluir pan de oro. Otros solo contienen dibujos o una
simple ilustración al principio.54 ​ Los papiros del Libro de los
Libro de los muertos de Pinedyem II. El texto está
muertos eran el resultado del trabajo solapado de varios escribas y
escrito en egipcio hierático, y el que acompaña al
dibujo en jeroglíficos. También se aprecian el uso del
artistas,48 ​ y a veces es posible distinguir el estilo de escritura de
pigmento rojo y las uniones entre los papiros. varios amanuenses en un solo papiro.52 ​ Algunos libros contienen
solo texto y espacios en blanco para unas ilustraciones que nunca se
le llegaron a añadir.55 ​

Descubrimiento, traducción, interpretación y publicación


La existencia del Libro de los muertos era ya conocida en la Edad Media, mucho antes de que
su contenido pudiera ser entendido. Desde que fue descubierto en tumbas quedó claro que su
temática era religiosa, lo que condujo a una errónea idea generalizada de que se trataba de un
equivalente de la Biblia o el Corán.56 ​

El primer facsímil moderno del libro fue producido en 1805 e incluido en la Description de
l'Égypte del equipo de la expedición de Napoleón a Egipto. En 1822 Jean Francois
Champollion comenzó a traducir el texto jeroglífico y, tras examinar algunos de los papiros del
Libro de los muertos, lo identificó como un ritual funerario.57 ​

En 1842 Karl Richard Lepsius publicó la traducción de un manuscrito datado en la época


Ptolemaica con el título de «Das Todtenbuch der Ägypter» («El libro de la muerte de los
egipcios»), acuñando así el nombre con que es conocido en la actualidad. También identificó
165 sortilegios e introdujo el sistema para numerarlos que todavía está en uso.13 ​Lepsius Karl Richard Lepsius, primer
promovió la idea de una edición comparativa del Libro sobre la base de todos los manuscritos traductor de un manuscrito
relevantes, proyecto que fue realizado por Édouard Naville entre 1875 y 1886 con el resultado completo del Libro de los
muertos.
de un trabajo de tres volúmenes que incluía una selección de viñetas para cada uno de los 186
sortilegios incluidos, las variaciones de texto para cada uno y comentarios. En 1876 Samuel
Birch, del Museo Británico, publicó una copia fotográfica del Papiro de Nebseny.58 ​El trabajo
de Ernest Wallis Budge, sucesor de Birch en el Museo Británico, sigue siendo muy consultado, pues incluye tanto la edición
en jeroglífico como en inglés, aunque esta última se considera inexacta y desactualizada.59 ​Los análisis posteriores del Libro
de los muertos han hallado nuevos sortilegios, y el número actual asciende a 192.13 ​

El trabajo de investigación en el Libro de los muertos siempre ha planteado problemas técnicos debido a la necesidad de
copiar largos textos jeroglíficos, que inicialmente eran reproducidos a mano con la ayuda de papel de calco o una cámara
lúcida. A mediados del siglo XIX las fuentes jeroglíficas se trasladaron a reproducciones litográficas para hacer más factible la
reproducción de manuscritos. En la actualidad los jeroglíficos pueden ser renderizados en un software de edición, lo que unido
a la tecnología de impresión digital ha reducido considerablemente el precio de publicación de un Libro de los muertos. Sin
embargo, gran parte del material original almacenado en los museos permanece inédito.60 ​

Cronología
c. 3150 a. C. - Primeros jeroglíficos conservados en pequeños sellos de la tumba de un faraón enterrado en
Abidos.
c. 3000 a. C. - Inicio de las dinastías numeradas de faraones del antiguo Egipto.
c. 2345 a. C. - Primera pirámide real, del faraón Unis, que contiene Textos de las Pirámides, precursores
tallados en piedra de los textos de los posteriores Libros de los muertos
c. 2100 a. C. - Primeros Textos de los sarcófagos, desarrollados a partir de los Textos de la Pirámides.
Muchos sortilegios del Libro de los muertos derivan de estos.
c. 1600 a. C. - Primeros sortilegios del Libro de los muertos, en el
sarcófago de la reina Monthuhotep, descendiente de los faraones del
Imperio Nuevo de Egipto.
c. 1550 a. C. - De entonces hasta el inicio del Imperio Nuevo se usan
copias en papiro del Libro de los muertos en lugar de inscribir los textos
sobre las paredes de las tumbas.
c. 600 a. C. - Fecha aproximada en que se fijó una estructura canónica Hoja de un Libro de los muertos, c.
para los sortilegios. 1075-945 a. C., 37.1699E, Museo
Siglo II d. C. - Posiblemente producción de las últimas copias del Libro Brooklyn.
de los muertos, aunque es una época poco conocida.
313 d. C. - El cristianismo se extiende por Egipto.
1798 - La invasión de Egipto por Napoleón Bonaparte aviva el interés europeo por el antiguo Egipto. En
1799, el artista Vivant Denon elaboró una copia del Libro de los muertos.
1805 - J. Marc Cadet lo publica por primera vez sobre 18 planchas con el título de Copie figurée d'un Roleau
de Papyrus trouvé à Thèbes dans un Thombeau des Rois, accompagnèe d'une notice descriptive, Paris,
Levrault.
1822 - Jean-François Champollion anuncia la clave para descifrar la escritura jeroglífica.
1842 - Karl Richard Lepsius publica el primer gran estudio sobre el Libro de los muertos, numera los
sortilegios y los capítulos y acuña el nombre de Libro de los muertos.61 ​

Véase también
Papiro de Ani
Libro del Amduat
Libro de las Cavernas
Libro de las Puertas
Textos de las Pirámides
Textos de los sarcófagos
Libro de la Vaca Sagrada
Libro tibetano de los muertos
Ars moriendi

Notas
1. Ninguna palabra que se pueda traducir como «libro» aparece en la denominación egipcia de este conjunto
de hechizos mágicos funerarios. La traducción correcta de rw nw prt m hrw es: ‘Los vocablos (literalmente
‘las bocas’, ‘las voces’ o ‘los enunciados’) para salir (a la luz) del día’. Ver voces: ru, nw, prt, m, hrw en el
Tesauro de la Lengua Egipcia (http://aaew.bbaw.de/), Academia de las Ciencias de Berlín-Brandeburgo. Solo
permite consultas en alemán e inglés y es necesario registrarse. Captura de pantalla (http://www.subirimagen
es.com/otros-screenshot31032012-7579933.html) de la entrada correspondiente a la voz r'.w donde se
puede observar que no se traduce como ‘libro’ ni ‘documento’ ni nada similar.

Referencias
13. Faulkner, 1994, p. 18. 24. Taylor, 2010, p. 16-17. Taylor, 2010, pp. 239-
1. Taylor, 2010, p. 54. 241
14. Taylor, 2010, p. 51-56. 25. Taylor, 2010, p. 17, 20.
2. Allen, 2000, p. 316. 33. Sortilegios 109, 110 y
15. Faulkner, 1994, p. 146. 26. Taylor, 2010, p. 161.
3. Taylor, 2010, p. 55. 149. Taylor, 2010, pp.
16. Taylor, 2010, p. 30. 27. Taylor, 2010, p.  163-
4. D'Auria, 1989, p. 187. 238-240
17. Taylor, 2010, p. 32-33. 164.
5. Faulkner, 1972, p. 54. 34. Taylor, 2010, p.  242-
18. Faulkner, 1994, p. 148. 28. Taylor, 2010, p. 163. 245.
6. Taylor, 2010, p. 34. 29. Taylor, 2010, p.  17,
19. Taylor, 2010, p. 30-31. 35. Taylor, 2010, p. 143.
7. Taylor, 2010, p. 35-37. 164.
20. Pinch, 1994, p.  104- 36. Taylor, 2010, p. 135.
8. Taylor, 2010, p. 57-58. 105. 30. Taylor, 2010, p. 164.
9. Taylor, 2010, p. 59-60. 37. Taylor, 2010, p.  136-
21. Barguet, 1967. 31. Taylor, 2010, p. 17.
137.
10. Taylor, 2010, p. 51. 32. Sortilegios 100–2,
22. Faulkner, 1994, p. 141. 38. Taylor, 2010, p. 188.
11. Faulkner, 1994, p. 145. 23. Taylor, 2010, p. 58. 129–131 y 133–136.
12. Taylor, 2010, p. 29.
39. Taylor, 2010, p.  184- 45. Pinch, 1994, p. 155. 52. Taylor, 2010, p. 270. 58. Taylor, 2010, p.  289-
187. 46. Taylor, 2010, p. 62. 53. Taylor, 2010, p. 277. 290.
40. Taylor, 2010, p. 208. 47. Faulkner, 1994, p. 142. 54. Taylor, 2010, p.  267- 59. Taylor, 2010, p. 291.
41. Taylor, 2010, p. 209. 48. Taylor, 2010, p. 264. 268. 60. Taylor, 2010, p.  292-
42. Taylor, 2010, p. 215. 49. Taylor, 2010, p. 62-63. 55. Taylor, 2010, p. 268. 297.
43. Taylor, 2010, p. 212. 56. Faulkner, 1994, p. 13. 61. Kemp, 2007, pp.  112-
50. Taylor, 2010, p. 267.
113.
44. Taylor, 2010, p.  204- 51. Taylor, 2010, p. 266. 57. Taylor, 2010, p.  288-
205. 289.

Bibliografía
Allen, James P. (2000). Middle Egyptian. An Faulkner, Raymond O. (1972). Andrews, Carol, ed.
Introduction to the Language and Culture of The Ancient Egyptian Book of the Dead (http://book
Hieroglyphs (http://books.google.es/books?id=gMxf s.google.es/books?id=La9K8fp-BcMC&printsec=fro
heT1XQIC&printsec=frontcover&dq=isbn:05217748 ntcover&hl=es&source=gbs_ge_summary_r&cad=0
37&ei=enpPT_CgK8iZUouYyZMM&hl=es&cd=1&r #v=onepage&q&f=false) (en inglés). Austin:
edir_esc=y#v=onepage&q&f=false) (en inglés) (1ª University of Texas Press. ISBN  9780811864893.
edición). Cambridge University Press. ISBN  0-521- Consultado el 24 de mayo de 2012.
77483-7. Consultado el 24 de mayo de 2012. Faulkner, Raymond O. (traductor) (1994). von
Allen, Thomas George (1960). The Egyptian Book Dassow, Eva, ed. The Egyptian Book of the Dead,
of the Dead: Documents in the Oriental Institute The Book of Going forth by Day. The First Authentic
Museum at the University of Chicago (en inglés). Presentation of the Complete Papyrus of Ani (en
Chicago: University of Chicago Press. inglés). San Francisco: Chronicle Books.
ISBN 9781885923806. ISBN 0811807673.
Allen, Thomas George (1974). The Book of the Hornung, Erik, Lorton, D. (traductor) (1999). The
Dead or Going Forth by Day. Ideas of the Ancient Ancient Egyptian books of the Afterlife (http://books.
Egyptians Concerning the Hereafter as Expressed google.es/books?id=7j2PVRZ4ETUC&printsec=fro
in Their Own Terms (http://books.google.es/books?i ntcover&dq=isbn:0801485150&ei=2XpPT8f0C8zh
d=3jttAAAAMAAJ&q=Allen,+Thomas+George,+The UP3rvWg&hl=es&cd=1&redir_esc=y#v=onepage&
+Book+of+the+Dead+or+Going+Forth+by+Day.+Ide q&f=false) (en inglés). Cornell University Press.
as+of+the+Ancient+Egyptians+Concerning+the+He ISBN 0801485150. Consultado el 24 de mayo de 2012.
reafter+as+Expressed+in+Their+Own+Terms&dq=A Kemp, Barry (2007). How to Read the Egyptian
llen,+Thomas+George,+The+Book+of+the+Dead+o Book of the Dead. Nueva York: Granta Publications.
r+Going+Forth+by+Day.+Ideas+of+the+Ancient+Eg Lapp, G. (1997). The Papyrus of Nu (Catalogue of
yptians+Concerning+the+Hereafter+as+Expressed Books of the Dead in the British Museum) (en
+in+Their+Own+Terms&hl=es&sa=X&ei=VHtPT8P
inglés). Londres: British Museum Press.
xIomk0QXcnNXtCw&ved=0CDQQ6AEwAA) (en
ISBN 9780714119021.
inglés) 37. Chicago: University of Chicago Press.
ISBN  9781885923806. Consultado el 24 de mayo de Lara Peinado, Federico (2009). Libro de los
2012. muertos. Quinta edición. Madrid: Editorial Tecnos.
ISBN 978-84-309-4804-8.
Barguet, Paul (1967). Le Livre des morts des
anciens Égyptiens (en francés). París: Éditions du Niwinski, Andrzej (1989). Studies on the Illustrated
Cerf. Theban Funerary Papyri of the 11th and 10th
Centuries B.C. OBO (en inglés) 86. Friburgo de
Budge, E. A. Wallis (2007). El libro egipcio de los Brisgovia: Universitätsverlag. ISBN 9783525537169.
muertos (https://web.archive.org/web/20160325202
112/https://books.google.es/books?id=tNqk7_zXLJ Pinch, Geraldine (1994). Magic in Ancient Egypt (htt
0C&printsec=frontcover&dq=isbn:9788478085323& p://books.google.es/books?id=8Op3RD28z_4C&pri
ei=fXpPT77aCszUUfTEoYUP&hl=es&cd=1&redir_ ntsec=frontcover&hl=es&source=gbs_ge_summary
esc=y#v=onepage&q&f=false). Málaga: Editorial _r&cad=0#v=onepage&q&f=false) (en inglés).
Sirio. ISBN  978-84-7808-532-3. Archivado desde el Londres: British Museum Press. ISBN  9780292765597.
original (http://books.google.es/books?id=tNqk7_zX Consultado el 24 de mayo de 2012. (enlace roto
LJ0C&printsec=frontcover&dq=isbn:978847808532 disponible en Internet Archive; véase el historial (https://w
3&ei=fXpPT77aCszUUfTEoYUP&hl=es&cd=1&red eb.archive.org/web/*/http://books.google.es/books?id=8O
ir_esc=y#v=onepage&q&f=false) el 25 de marzo de p3RD28z_4C&printsec=frontcover&hl=es&source=gbs_ge
2016. Consultado el 24 de mayo de 2012. _summary_r&cad=0), la primera versión (https://web.arch
ive.org/web/1/http://books.google.es/books?id=8Op3RD2
D'Auria, S. (et al.) (1989). Mummies and Magic: the 8z_4C&printsec=frontcover&hl=es&source=gbs_ge_sum
Funerary Arts of Ancient Egypt (en inglés). Boston: mary_r&cad=0) y la última (https://web.archive.org/web/2/
Museum of Fine Arts. ISBN 0878463070.
http://books.google.es/books?id=8Op3RD28z_4C&printse
c=frontcover&hl=es&source=gbs_ge_summary_r&cad=
0)).
Taylor, John H. (editor) (2010). Ancient Egyptian
Book of the Dead: Journey through the afterlife (htt
p://books.google.es/books?id=BcuOoz_1l5wC&prin
tsec=frontcover&dq=Taylor,+John+H.,+Ancient+Egy
ptian+Book+of+the+Dead:+Journey+through+the+a
fterlife&hl=es&sa=X&ei=rSW-T6-RCs3q8QPl0MGd
Aw&ved=0CDoQ6AEwAA#v=onepage&q&f=false)
(en inglés). Londres: British Museum Press.
ISBN  978-0-7141-1993-9. Consultado el 24 de mayo de
2012.

Enlaces externos
Ernest Wallis Budge: Traducción completa del Libro de los muertos (http://www.sacred-texts.com/egy/ebod/in
dex.htm) en la versión conocida como Papiro de Ani; texto inglés en Sacred texts (http://www.sacred-texts.co
m/).
La misma traducción (http://www.gutenberg.org/etext/7145) en el sitio (http://www.gutenberg.org/) del
Proyecto Gutenberg; en inglés.
Ernest Wallis Budge: El Papiro de Ani en inglés; en Wikisource.
Ernest Wallis Budge: Recensión tebana del Libro de los muertos; texto jeroglífico, con introducción y
anotaciones en inglés. Volumen 1: Texto (http://archive.org/details/chaptersofcoming01budg) en Internet
Archive y Texto (http://archive.org/stream/chaptersofcoming01budg#page/n5/mode/2up) del facsímil
electrónico. Volumen 2: Texto (http://archive.org/details/chaptersofcoming02budg) en Internet Archive y
facsímil (http://archive.org/stream/chaptersofcoming02budg#page/n5/mode/2up) electrónico.

Obtenido de «https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Libro_de_los_muertos&oldid=152240256»

También podría gustarte