Solo La Cruz Es Nuestra Teología

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La Cruz en el Centro de la Reforma

Gálatas 6:18

1. Martín Lutero dijo, "Solo la cruz es nuestra teología".

(1). Para Martín Lutero la legítima teología debe hacerse desde la pasión
de Cristo y la cruz, desde donde se conoce a Dios.

(2). “No se puede hallar a Dios sino en los padecimientos y en la cruz”, dice
el reformador. (Tesis 94, 95)

2. La muerte de Cristo en la cruz es un hecho central para el cristianismo

(1). Es interesante que de la palabra latina "cruz" venga la palabra


"crucial", es decir, central, importante. 

2. La cruz es una clave para vivir la fe. La teología cristiana y la práctica


eclesiástica debe hacerse desde la encarnación y la cruz de Jesucristo.

3. Como en época de la Reforma, sabemos que el apóstol está contrarrestando


a los religiosos que buscan salvación, seguridad y gozo en tradiciones
humanas, en guardar la ley, en cumplir las reglas.

4. Cada creyente debe experimentar tres valores de libertad que la cruz nos da
en Cristo Jesús.

I. El primer valor de la cruz es la libertad del orgullo en el mérito humano.

1. Lejos esté de mí gloriarme (jactarme, ), es la celebración de Pablo


de su confianza en los privilegios culturales y religiosos como judío.

Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no
para con Dios. Rom. 4:2

(1). La cruz el gran golpe al orgullo humano.


(2). La jactancia en las obras de la ley:
(3). a fin de que nadie se jacte en su presencia. 1 Co. 1:29,

2. La ley de la las obres vs. La ley de la fe.

II. La cruz nos libera en el mérito del Señor Jesucristo.

(1). Pablo reconoce que lo aconteció en Cristo se aplica a él. Porque yo


por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. Gal. 2:19.

(2). Este es el carácter vicario; es aquel que toma en lugar de otro.

Por medio de la ley (la sanciones), es decir la muerte de Cristo como la


maldición de la ley, nos libera del poder hostil que la ley impone.
(3.). También nos abre el camino a la vida que la ley cierra.

III. La cruz nos libera de una vieja manera de vivir.

1. El verso 14 dice: por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo.

¿Qué quiere decir eso de que el mundo me es crucificado y que yo soy


crucificado?

(1). La liberación de una situación humana definida por el pecado. De


una humanidad rebelde y hostil a Dios.

(2). De eón malo (Gal. 1:4), el cual se dio a sí mismo por nuestros
pecados para librarnos del presente siglo malo.

2. En este contexto, mundo, es una vida autónoma en oposición a Dios.

(1). Es decir, el mundo en su autosuficiencia o en su justicia legalista ya


recibió su juicio y ya es pasado.

3. Ha sido crucificado, , es un verbo conjugado en perfecto, lo que


indica que fue una vez y para simple.

(1). Los benefició de la cruz son permanentes.

(2) ¿Cómo puedo ser crucificado juntamente con Cristo y vivir con
Cristo?

-Viviendo en la fe del Hijo de Dios. Cuando te arrepentiste de tus


pecados y creíste. Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente
crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora
vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y
se entregó a sí mismo por mí

4. Por medio de tu fe, te une a Cristo. Y cuando se hace esa unión, todo lo que
él hizo por ti pasa a ser tuyo.

(1). Su muerte viene a ser tu muerte de tal manera que puedes decir:
“Fui crucificado juntamente con Cristo”. Mi fe me une a Cristo para que lo
que le sucedió a él, me sucedió a mí también.

(2). Su muerte es contada como mi muerte, su resurrección es contada


como mi resurrección, su vida perfecta es contada como mi vida perfecta
y ese es el evangelio, las buenas noticias para todos los inmerecedores
en este lugar.

Conclusión:
1. Es urgente regresar la mirada al Dios que se revela en la cruz.

2. Ese nuevo hombre es el que se gloría en algo diferente, como dice nuestro
texto: Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor
Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo.

Raúl Armando de la O Catana

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